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etcley Studio Hans-Georg Gadamer El inicio de la filosofia occidental Segunda edicién revisada y ampliada Der nfo Poopie Patio en kr 1998 por Plog Raa, Sugar neta se Cuedenrquosamente pris so Sutowacan Ge bs tiares de {fisotn de ores deo mean shulro preston pes, 0..C. Met Pa Stes Soathue aei0 inreso en Noa. gee, 127-809 Bacoors Inpres eng Pred in Sp 9 " 13 25 a 51 61 73 85, 99 113 129 Nota a la presente edicion Prefacio 1. El significado del inicio 2. La apronimacién hermenéutica alinicio. 8. El tereno séldo: Platén y Aristoteles 4. Vida y alma (Fede) ©. El alma entre la naturaleza y e! espirity 6. Del alma al logos: Teeteto y Sofista 7. planteamiento doxogratico de Astteles 8. El pensamiento jonico en la Fisica de Aiistteles 9, Parménides y las opiniones de los mortales 10. Patménides y el ser La presente edicién sustituye a la anterior que fue, como indica el propio Gadamer en el prélogo, vertida del italiano. Se trata de un texto que mejora al primero y que da al tono cologuial una mayor precision. Las lecciones que impartien 1988, en elstituto Italiano per gi Studi Filosofci, acerca del inicio de la filsofia griega, pronunciadas sin ayuda de manuscritos, en torpe lengua italiana, fueron revisadas en su momento por el profesor Vittorio De Cesare y publicadas con el ttulo Lihizio della flosofia occidentale. Mas adelante, la editorial Reclam me propuso la edicién de una versién alemana de estas lec- Clones. El texto que se empleé como base era a todas luces insatis: factorio, La versién alemana realzada por el doctor Joachim Schulte tuvo que pasar por una nueva revisién del autor, El rodeo que, al fin hhubo que dar de la mano de dos traductores, primero para poner e! texto en buen italiano y luego para trasladarto al alemén, se reve coma tarea ciertamente ingrata. Con mayor razén les debo agrade- Cimiento a ambos, pues, al final, he recibido un texto alemén que sélo dejaba en mis manos la pesad labor de llevar a cabo la revisién ofinitva. La gracia det momento, que unié el limitado italiano del conferenciante con un auditoro atento y activo, se ha desvanecido ya. Cosas que sélo osamos decir en un instante pasajero permane- Cen aqui con excesiva arrogancia.Ojalé que e! lector acepte la ige- reza de unas palabras que enseguida se extinguen, propias de unas lecciones impartidas de manera lore, como el acicate que para todo 1 mundo representa el inicio de a filosofa. Yo mismo me imagino al lector aleman como uno de los muchos que, lastrados por e! ssaber que proporcionan los manuales, se han afanado por caminos fatigosos «para uni el fin con el principiow. Hans-Georg Gadamer 1. El significado del inicio Para la exposicién del tema que vamos a tratar, que siempre ha ejercido sobre mi una atraccion muy especial, me basaré en los apuntes de la citima leccién que impartien Heidelberg a fines del aio 1967. De hecho, vengo pensando desde entonces que valdria la pena retomar aquel discurso. Eltema es el inicio de la filosofia griega, esto es: de la cultura occidental, Este tema no tiene un interés meramente histérico Afecta a problemas actuales de nuestra propia cultura, que se encuentra en una fase de brusca transformacién, pero también de incertidumbre y de falta de seguridad en si misma, y que por ello aspira a establecer vinculos con culturas de cardcter muy distinto, las cuales, a diferencia de la occidental, no han surgido de la cul- tura griega. En ello radica uno de fos motivos de nuestro interés Por las primeras etapas del desarrollo del pensamiento griego. Una tal investigacién de los presocraticos tiene actualidad. Coadyuva a la comprensién de nuestro propio destino, que se establecié, con la filosofay la ciencia griegas, en los aos en que se empez6 a cons tituir en el dmbito mediterrdneo la preeminencia de Grecia en la nnavegacin y el comercio. Entonces se produjo un veloz desarrollo cuitural. No por casualidad, los primeros presocraticos procedian de Asia Menor, del rea costera centrada en Mileto y Efeso; es deci de regiones que por aquel entonces imperaban en la cultura yel comercio de todo el Ambito meciterraneo, Ese es el tema que me propongo tratar, por supuesto dentro de unos limites determinados y sin pretensién de exhaustvidad. Pues una empresa de este tipo no concluye jamas con la llegada «al punto de destino, como demuestra, sin ir mas lejos, la crcuns tancia de que yo mismo, tras tantos afios, vuelvo sobre el mismo objeto para exponer el planteamiento de abundantes cue: ‘nuevas en una forma revisada a fondo y ~espero~ mejorada ‘Juzgo necesario comenzar por una reflexién metodolégica, inttoductoria y con cierto cardcter de justficaciin: lo decisivo en ins lecciones acerca de los presocraticos es que no voy a empe zar-con Tales ni con Homero, ni con la lengua giega del segundo milenio antes de nuestra era, sina con Platén y Aristételes. Estos constituyen, de acuerdo con mi punto de vista a nica aproxima- idn filoséfica a la interpretacién de los presocraticos. Todo lo dems es historicismo sin filsoia Esta advertencia preliminar precisa de una fundamentacién. Se ‘sabe que el romanticism fue el primero que se impuso la tarea de estudiar a los presocraticos y ofectuar una interpretacién de éstos que se basara en la profundizacién en los textos originales. En las universidades europeas del siglo xm ain no se habia establecido la norma de estudiar los textos de la flosofia platénica, ni de nin {guna otra filosofia, en su original. Se empleaban manuales. Al arse el estudio de los textos originales, se produjo un cambio de ‘actitud que se debe agradecer, entre otras, alas grandes universi- dades de Paris y de Golinga, y a otras instituciones académic: europeas en las que pervivia la gran tradicién humanista; ante todo, par supuesto, alas inglesas. Los primeros profesores alemanes de filosofia que abrieron las, puertas al estudio filoséficoy la interpretacién de los presocraticos fueron Hegel y Schleiermacher. Conacemos el importante papel que Hegel desempens en ello, no s6lo con sus Lecciones sobre la historia de la filosofia, publicadas por sus amigos tras su fallec miento. (En una edicién ciertamente insatistactoria, pues, aunque se mantenga dentro de los limites de la flosotia de Hegel, lege do no se edit6 con la atencién que habria merecido un pensador de su talla) A su lado, hay mucho mas en las obras de Hegel que demuestra con mayor eficacia la importancia que two la filosofia presocrética para su pensamiento. Tomemos como ejemplo el inicio de la Ciencia de la Kigica, de un trabajo «sistematicor que quiere introducirse por medios dialécticas en el gran programa de la ligi- cca trascendental de Kant. Es extremadamente interesante, compar rar ese inicio con los manuscrtos tempranos en fos que Hegel trata «el sistema de las categorias kantianas; ver cémo estos conceptos se desarrollan uno a partir de otro, paso a paso, hasta llegar a la meta de la transicién dialéctica hacia la idea. En los escritos jveni- de Jena falta el capitulo més conocido de la Légica, el primero ‘en toda su extensién, en el que se tratan el ser la nada y el deve: rit, Hegel afiadié este capitulo a posterior e intents realizar en él algo casi incomprensible: introducir tres categorias iniciales, a saber el ser, la nada y el devenir, que por si mismas preceden a todo logos, es decison previas ala forma misma de la proposicié Hegel empieza con estos conceptos de misteriosa sencillez, que no se pueden definir por medio de una proposicién y sin embargo son fundamentales. Este es el inicio del pensamiento dialéctico de Hegel, que tiene lugar en los presocréticos. Al tomar la otra gran ‘obra de la filosotia de Hegel, la Fenomenologia de! esprit realize ‘mos la misma experiencia: los primeros capitulos se pueden leer como un comentario Unico que no explica otra cosa que el capitur lo dedicado a los presocraticos en la historia de la filosofia que Hegel estaba exponiendo por aquel entonces. A mi entender, es cevidente que Hegel se dej6 guiar por este primer trecho del cami no de la filosofia para elaborar Ia arquitectura de su pensamiento metédico dialéctico. Por ello se puede afirmar que, con Hegel, empieza en el siglo xix no sélo ol estudio hstéico de la filosofia clésica sino también un didlago de la filosofia con los presocréticos etuamente se vuelve a establecer y jams termina El otro gran estudioso y pensador fue Friedrich Schleierma: cher, el eélebre tedlogo y traductor de la obra de Platén al ale~ én. La obra de Schleiermacher es ciertamente un modelo en el 4mbito de la traduccién de la iteratura de todas las culturas. Da entrada a una nueva colaboracién entre humanistas y fldlogos, Por un lado, y teéricos y fldsofos por el otro. En tiempos recien~ tes, el redescubrimiento de la tradicién indirecta de la doctrina Platénica, a partir de Robin, por la escuela tubinguesa de Gaiser y Kramer, ha conducido, como bien se sabe, a que se acufe la ‘nueva expresién eschleiermacherismo». Esta expresin no resulta grata a la lengua alemana, y yo la juzgo defectuosa también en el plano dei contenido. En mi opinién, se le debe a Schleiermacher el servicio inapreciable de que se haya vuelto a estudiar a Plato, 10 s6lo como escritor, sino también como pensador dialéctico y especulativo. Schleiermacher, a diferencia de Hegel, tuvo una especial sensi bilidad ante ia indivduaidad de los fendmenos. El descubsimiento de! individuo fue, en efecto, la gran conquista de la cultura coman~ tica El conocido iema segtin el cual el indviduo es winefables y no existe ninguna positilidad de aprehenderio conceptualmente en su Singularidad aparece en la época del romanticismo. Este lema no '5¢ apoya en ninguna tradicin escrita, y sin embargo, en relacién ‘on fa cosa misma, aparece en los primeros estadios de la metati- sca plattnica y aristotélica, cuando la dferenciacién del logos halla sus fronteras en el eidos indivisible ‘Schleiermacher auné un pensamiento extraordinariamente fle- xible, dialéctico y especulativo con una impresionante erudicién cldsica y humanistica. Como tedlogo, escribié, aparte de sus obras Principales, un gran numero de artculos, para poner fin a la equi Paracién superficial e injustificada de ia filosofia griega y el cris: tianismo. A €! le corresponde el mérito de haber sentado con ello las bases para el estudio de los presocraticos. Uno de sus alum= ‘nos, Brandes, escribié una gran obra acerca de la filosotia de los Griegos, ¢ inspiré a la escuela histérica de Berlin hasta llegar a Zeller. Ahora quertiainterrumpir estas explicaciones acerca de los primeros inicios de la historiogratia dedicada a los presocraticos Para introducir una reflexidn de cardcter teérico: LQué significa esta afirmacién: que la fllosofia presocratica es el comienzo, el incipio de! pensamiento occidental?, 2qué significa aqui «prin: plo»? Existen muchos y diversos conceptos de principio. Esta Claro, por ejemplo, que la palabra griega apy engloba dos signi ficados de sprincipio», a saber: principio en el sentido temporal de origen e inicio, asi como principio en el sentido especulativo, \6gico-flos6fico. Por lo pronto, dejaré de lado e! hecho de que “principiox, en este sentido, también define la doctrina de los prin cipios de acuerdo con la préctica académica llamada sflosofiae. cambio, me ocuparé de la riqueza de facetas y de los horizon- tes del concepto fen el sentido de sinicion. La palabra ‘alemana Anfang (sinicios) siempre ha presupuesto un esfuerzo para ol pensamiento. Asi, por ejemplo, se plantea el problema del inicio (Anfang) del mundo © del lenguaje. El enigrna del inicio tiene muchos aspectos especulativos y merece la pena llegar hasta el fondo de los problemas que encierra En cierto sentido, Aristételes vio ya la dialéctica inherente a este concepto. En la Fisica (en su libro quinto, creo recordar) gumenta que el movimiento concluye en ceposo, pues, al final

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