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Textos aprobados por el Parlamento


Miércoles 23 de may de 2007 - Edición provisional
Estrasburgo
Exclusión de los servicios sanitarios de la P6_TA-PROV(2007)0201 A6-0173/2007
Directiva de servicios

Resolución del Parlamento Europeo, de 23 de mayo de 2007, sobre el impacto y las


consecuencias de la exclusión de los servicios sanitarios de la Directiva relativa a los
servicios en el mercado interior ( 2006/2275(INI))
El Parlamento Europeo ,

– Vistos los artículos 16, 49 y 50, el artículo 95, apartado 1, y el artículo 152, del
Tratado CE,

– Visto el artículo 35 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea;

– Vistas las sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 28 de


abril de 1998 en los Asuntos C-120/95, Decker (1) y C-158/96, Kohll (2) , de 12 de
julio de 2001 en los Asuntos C-157/99, Geraets-Smits y Peerbooms (3) y C-368/98,
Vanbraekel y otros (4) , de 25 de febrero de 2003 en el Asunto C-326/00, IKA (5) , de
13 de mayo de 2003 en el Asunto C-385/99, Müller-Fauré y Van Riet (6) , de 23 de
octubre de 2003 en el Asunto C-56/01, Inizan (7) , de 18 de marzo de 2004 en el
Asunto C-8/02, Leichtle (8) , y de 16 de mayo de 2006 en el Asunto C-372/04, Watts
(9) ,

– Vista la Directiva 2006/123/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de


diciembre de 2006, relativa a los servicios en el mercado interior (10) y, en particular,
su artículo 2, apartado 2, letra f), y sus considerandos 22 y 23,

– Vista la Comunicación de la Comisión, de 26 de septiembre de 2006, titulada


"Consulta relativa a una acción comunitaria en el ámbito de los servicios sanitarios"
(SEC(2006)1195/4),

– Vista su Resolución, de 9 de junio de 2005, sobre la movilidad de los pacientes y los


progresos de la asistencia sanitaria en la Unión Europea (11) ,

– Vistas las Conclusiones del Consejo sobre los valores y principios comunes de los
sistemas sanitarios de la Unión Europea (12) ,

– Visto el artículo 152, apartado 5, del Tratado, que consagra el principio de


subsidiariedad en materia de salud pública, y visto el Reglamento (CEE) n° 1408/71

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del Consejo, de 14 de junio de 1971, relativo a la aplicación de los regímenes de
seguridad social a los trabajadores por cuenta ajena, a los trabajadores por cuenta
propia y a los miembros de sus familias que se desplazan dentro de la Comunidad (13)
y el Reglamento (CE) n° 883/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de
abril de 2004, sobre la coordinación de los sistemas de seguridad social (14) ,

– Visto el artículo 45 de su Reglamento,

– Visto el informe de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor,


así como las opiniones de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y de la Comisión
de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria ( A6-0173/2007),

A. Considerando que los Estados miembros son responsables de la organización, la


gestión, el suministro y la financiación de los sistemas de asistencia sanitaria, que
difieren en los distintos Estados miembros,

B. Considerando que el Tribunal de Justicia ha dictado una serie de sentencias sobre


cuestiones como el acceso a la asistencia sanitaria y el establecimiento de criterios
relativos a los procedimientos de autorización previa o al reembolso de los gastos, lo
que permite que los ciudadanos de la Unión se desplacen libremente en busca de
asistencia sanitaria en otro Estado miembro;

C. Considerando que, en sus conclusiones sobre los valores y principios comunes de


los sistemas sanitarios de la Unión Europea anteriormente mencionadas, el Consejo
aprobó una declaración de los 25 Ministros de Sanidad de la Unión Europea sobre los
valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de Europa;

Principios

1. Considera que en el futuro aumentará la movilidad transfronteriza de los pacientes y


profesionales de la sanidad, ofreciendo así más opciones a los pacientes; que conviene
asegurarse, en cumplimiento de los principios de universalidad, calidad, seguridad,
continuidad y solidaridad, de que la asistencia sanitaria sea igualmente accesible y a
precios asequibles para todos los ciudadanos europeos a su debido tiempo, cualquiera
que sea su nivel de rentas y su lugar de residencia, contribuyendo así a la cohesión
social y territorial de la Unión, a la vez que garantizando la viabilidad financiera de los
sistemas de asistencia sanitaria nacionales; que, de conformidad con estos principios,
la movilidad de los pacientes y profesionales puede contribuir a una mejor
accesibilidad y a una mayor calidad de la asistencia sanitaria;

2. Constata que los Estados miembros no fomentan lo suficientemente la asistencia


sanitaria, lo que supone una limitación de los derechos de los pacientes;

3. Recuerda que los Estados miembros que han aplicado la jurisprudencia existente
del Tribunal de Justicia no han registrado ningún aumento notable de los presupuestos
de la salud debido a la mayor movilidad de los pacientes;

4. Tiene en cuenta el hecho de que los Estados miembros sólo pueden introducir un

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sistema de autorización previa si se ha constatado que los movimientos transfronterizos
de pacientes tienen un impacto negativo en el equilibrio financiero del presupuesto
nacional de salud; exhorta a los Estados miembros a que tomen nota de la posibilidad
de introducir un período de prueba exento de autorizaciones previas;

5. Recalca que la movilidad de los pacientes y la movilidad profesional no deberían


ser una excusa para que un Estado miembro deje de invertir en su propio sistema
sanitario;

6. Destaca que el acceso a los cuidados transfronterizos es una condición necesaria


para garantizar la libre circulación de los ciudadanos dentro de la Comunidad y
contribuye al aumento del nivel de empleo y competitividad de los Estados miembros;

7. Destaca la necesidad de reducir la burocracia vinculada al beneficio y a la


prestación de servicios sanitarios transfronterizos;

8. Destaca que, con el fin de reducir la burocracia vinculada a la solicitud de servicios


sanitarios transfronterizos, es necesario mejorar los sistemas electrónicos de
identificación de los pacientes y el tratamiento de sus solicitudes de reembolso;

9. Pide a la Comisión que aliente a los Estados miembros a que apoyen activamente la
introducción del sistema sanitario en línea y de la telemedicina;

10. Recuerda que, conforme a las disposiciones del Tratado, los Estados miembros
conservan la responsabilidad principal en cuanto a la prestación de servicios sanitarios
eficaces y de gran calidad a sus ciudadanos; destaca que, a tal fin, deberían poder
utilizar los instrumentos normativos apropiados tanto en el ámbito de la Unión
Europea como a escala multilateral y bilateral, para administrar sus sistemas
nacionales de asistencia sanitaria y sus autoridades sanitarias y que, en el ejercicio de
dicha competencia, siempre han de respetar las disposiciones de los Tratados y el
principio de subsidiariedad;

11. Subraya que las normas del Tratado, incluidas las disposiciones específicas sobre
los servicios de interés económico general, así como la jurisprudencia del Tribunal de
Justicia, se aplican a los servicios sanitarios y que los prestadores de servicios
sanitarios tienen todo el derecho a establecerse y ofrecer sus servicios en cualquier
Estado miembro, de conformidad con la legislación nacional y comunitaria; señala
asimismo que los pacientes tienen todo el derecho a buscar asistencia sanitaria en otro
Estado miembro;

12. Recuerda que, si bien los sistemas sanitarios no se encuentran en el ámbito de


competencias de la Comunidad, una serie de cuestiones relacionadas con dichos
sistemas, como el acceso a los medicamentos y los tratamientos, la información de los
pacientes y la circulación de los profesionales de la sanidad y de los servicios de
seguros, presentan un carácter transfronterizo; señala, por tanto, que esas cuestiones
deben ser abordadas por la Unión;

13. Recuerda que, en cualquier caso, los pacientes han de poder acceder en igualdad

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de condiciones a un tratamiento conveniente lo más cerca posible de su domicilio y en
su propia lengua; opina, a este respecto, que convendría asegurar una mejor aplicación
de la Directiva 89/105/CEE del Consejo, de 21 de diciembre de 1988, relativa a la
transparencia de las medidas que regulan la fijación de precios de los medicamentos
para uso humano y su inclusión en el ámbito de los sistemas nacionales del seguro de
enfermedad (15) , a fin de abreviar los plazos de comercialización de los
medicamentos, fomentar la innovación y la seguridad de los medicamentos e incitar a
que se recurra en mayor medida al procedimiento centralizado de autorización de la
comercialización;

14. Destaca que los Estados miembros deberían tratar a los residentes de otro Estado
miembro en las mismas condiciones de igualdad por lo que se refiere al acceso a los
servicios sanitarios, ya sean pacientes privados o públicos;

15. Destaca que los pacientes deberían tener acceso a la información sobre la base de
la cual los prestadores de cuidados sanitarios reconocidos han obtenido su
reconocimiento internacional y que los prestadores reconocidos deberían garantizar,
independientemente del Estado miembro en el que se encuentren, que la asistencia
sanitaria es segura, sobre la base de indicadores de calidad internacionales
mensurables;

16. Destaca que cualquier iniciativa política referente a los servicios sanitarios debería
estar sujeta, en la medida de lo posible, a la acción legislativa a nivel parlamentario,
antes que a un desarrollo ad hoc a través de las sentencias del Tribunal de Justicia;

17. Considera que en la prestación transfronteriza de asistencia sanitaria, la seguridad


y los derechos de los pacientes no están garantizados y que existe una incertidumbre
jurídica en lo que respecta a los mecanismos de reembolso, a las obligaciones de las
autoridades nacionales de compartir la información reglamentaria, al deber de
asistencia, tanto en el tratamiento inicial como en el seguimiento del mismo, y a las
disposiciones relativas a la gestión de riesgos en el caso de los pacientes privados;

Definiciones

18. Pide que se definan claramente los servicios sanitarios con el fin de precisar y
clarificar el ámbito de aplicación de toda legislación futura en este ámbito; pide que se
aclare qué elementos de los sistemas sanitarios son pertinentes a este respecto;

19. Señala que los servicios sanitarios persiguen objetivos comparables a otros
servicios sociales de interés general, en la medida en que se basan en el principio de
solidaridad, se encuentran a menudo integrados en los sistemas nacionales de
protección social, se centran en las personas individuales, garantizan que los
ciudadanos puedan disfrutar de sus derechos fundamentales y de un nivel elevado de
protección social, y afianzan la cohesión social y territorial;

20. Considera que toda acción comunitaria relacionada con los servicios sanitarios
debería ser coherente con las acciones comunitarias relativas a los servicios sociales de
interés general;

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21. Pide que toda aclaración de los conceptos utilizados en la jurisprudencia del
Tribunal de Justicia no afecte al equilibrio establecido por este último entre las
prerrogativas de los Estados miembros en materia de salud pública y los derechos de
cada paciente; recuerda a este respecto que, por lo que se refiere a la noción de "plazo
razonable", el Tribunal de Justicia ha indicado claramente que debería definirse
exclusivamente a la luz de una evaluación de la situación médica de cada paciente y
que las consideraciones económicas no deberían desempeñar ningún papel en esta
evaluación;

22. Pide una mayor aclaración de los conceptos relativos a la noción de "plazo
razonable" y a la definición de los tratamientos hospitalarios y no hospitalarios;

23. Destaca que, por lo que se refiere a los servicios hospitalarios prestados en otro
Estado miembro, el procedimiento de autorización debe prever una garantía que
proteja al paciente contra las decisiones arbitrarias de sus autoridades nacionales;
indica que, con el fin de facilitar la libre circulación de los pacientes sin perjudicar los
objetivos de planificación de los Estados miembros, de acuerdo con la jurisprudencia
del Tribunal de Justicia, los cuidados hospitalarios deberían definirse de manera
restringida, como cuidados que sólo se pueden dispensar en medio hospitalario y no,
por ejemplo, en la consulta de un médico o en el domicilio del paciente; señala, en
particular, que toda negativa a conceder una autorización debe poder impugnarse en el
marco de recursos judiciales o casi judiciales y que, con el fin de evaluar la situación
médica de cada paciente, debería solicitarse el dictamen completamente objetivo e
imparcial de expertos independientes;

Movilidad de los pacientes

24. Observa grandes diferencias en la movilidad y las razones de la movilidad entre


los pacientes enviados al extranjero por su sistema sanitario nacional y los pacientes
que voluntariamente van al extranjero en busca de cuidados médicos -turistas que caen
enfermos, trabajadores migrantes, estudiantes, pensionistas y todas las personas que
residen en un Estado miembro distinto de su país de origen o que viven en regiones
transfronterizas- y subraya que estas diferencias deberían tenerse en cuenta a la hora de
elaborar la política;

25. Subraya que debe distinguirse entre, por un lado, los servicios sanitarios
transfronterizos, es decir, los situados a ambas partes de una frontera común a dos
Estados miembros con el fin de mantener y ofrecer a los pacientes un elevado nivel de
acceso y de asistencia, y, por otro lado, los servicios sanitarios internacionales dentro
de la Unión Europea, que ofrecen asistencia sanitaria para el tratamiento de
enfermedades raras o huérfanas o que requieren tecnologías raras y muy onerosas
(centro sanitario de referencia), o permiten el acceso a una asistencia que el Estado
miembro o de residencia no puede ofrecer actualmente;

26. Pide a la Comisión que presente estadísticas anuales para cada Estado miembro
sobre la movilidad de los pacientes, así como sobre el número y las razones de las
denegaciones de reembolso;

27. Aunque reconoce que la política de atención sanitaria es, en primer lugar,

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competencia de los Estados miembros y subraya la necesidad de que se presten
servicios de atención sanitaria de alta calidad en el país de origen del paciente, acoge
favorablemente la iniciativa de la Comisión de entablar una consulta sobre la mejor
forma de acción comunitaria con vistas a mejorar el acceso de los pacientes, dentro de
un plazo razonable, a un marco seguro, de gran calidad y eficaz en lo que a los
aspectos transfronterizos de la asistencia sanitaria se refiere; pide a la Comisión que
presente propuestas concretas para incentivar y supervisar los avances en este ámbito;

28. Constata que un número considerable de pacientes de varios Estados miembros no


están en condiciones de beneficiarse de la atención médica necesaria en su propio país
en un plazo razonable debido a las largas listas de espera y que estos pacientes
dependen, por lo tanto, de los cuidados médicos en el extranjero;

Mejora de la información para los pacientes

29. Constata la dificultad que experimentan los pacientes para acceder a información
clara y precisa sobre los servicios sanitarios, especialmente sobre la asistencia sanitaria
transfronteriza, así como la complejidad de los procedimientos que deben seguirse;
observa que esta dificultad, no sólo creada por el obstáculo de la lengua, puede
incrementar los riesgos para la salud del paciente;

30. Considera que la UE debe desempeñar un papel importante en la mejora del


acceso de los pacientes a la información sobre el acceso a la asistencia sanitaria
transfronteriza;

31. Constata que un reparto y un intercambio eficaces y transparentes de la


información sobre la salud constituyen una condición indispensable para garantizar la
coherencia y el mantenimiento de una alta calidad de la asistencia sanitaria entre
servicios sanitarios de distintos Estados miembros;

32. Opina que es importante conceder a los pacientes el derecho a elegir servicios
sanitarios en otro Estado miembro si ello les permite acceder con mayor rapidez a un
tratamiento adecuado, tras habérseles informado plenamente tanto de los requisitos y
las condiciones de acceso a los mismos como de sus repercusiones; considera que,
conforme a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia citada anteriormente, la
autorización previa para cuidados hospitalarios debería ser de fácil acceso, tramitarse
de inmediato y evaluarse sobre la base de criterios objetivos e imparciales; opina que
toda denegación de autorización debería venir justificada por criterios objetivos
verificados de manera transparente, y que toda denegación debería estar motivada con
referencia al dictamen de expertos independientes;

33. Pide que se adopte una Carta europea de los derechos de los pacientes sobre la
base de las distintas Cartas existentes en los Estados miembros y de los trabajos
realizados por las organizaciones no gubernamentales;

Reembolso

34. Reconoce las diferencias existentes entre los sistemas de asistencia sanitaria de los

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Estados miembros y los marcos jurídicos complejos que regulan los reembolsos; pide
que se codifique la jurisprudencia existente sobre el reembolso de la asistencia
sanitaria transfronteriza, a fin de garantizar la aplicación correcta de la jurisprudencia
por todos los Estados miembros y mejorar la información disponible para los
pacientes, los sistemas nacionales de seguro de enfermedad y los prestadores de
asistencia sanitaria sin crear cargas burocráticas onerosas adicionales para los Estados
miembros;

35. Pide a la Comisión que aliente a todos los Estados miembros a que apliquen los
procedimientos en vigor en cuanto al reembolso de los gastos de asistencia sanitaria
transfronteriza; considera que, en su caso, la Comisión ha de poder demandar a los
Estados que no cumplan la normativa;

36. Pide que se establezca un modelo europeo de referencia en lo que concierne al


reembolso con el fin de que los ciudadanos puedan comparar y elegir el tratamiento
que resulte mejor para ellos;

37. Desea que se examinen maneras de apoyar y fomentar activamente los trabajos
destinados a generalizar el uso de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) que incluya un
conjunto normalizado de datos electrónicos de los pacientes, con el fin de simplificar
los procedimientos por los que los ciudadanos europeos obtienen asistencia sanitaria en
otros Estados miembros; considera que debe ser el propio titular quien determine qué
datos sanitarios deberán figurar en la TSE; pide la creación de indicadores sanitarios
europeos para optimizar la eficacia de tal sistema; considera que, por motivos
relacionados con la seguridad de los pacientes, es esencial alentar a las autoridades
nacionales a intercambiar información sobre cuestiones de registro y disciplinarias
relacionadas con prestadores de asistencia sanitaria que operan a escala transfronteriza;
considera conveniente completar el sistema de la TSE con un sistema de intercambio
internacional de datos sobre la situación del paciente en materia de seguro;

38. Pide a los Estados miembros que velen por que los prestadores de servicios
sanitarios coloquen un símbolo claramente visible que indique (de modo similar a lo
que ocurre con las tarjetas de crédito en hoteles, restaurantes, etc.) que la TSE de los
pacientes se acepta en un Estado miembro, de conformidad con el Reglamento (CE)
n° 883/2004; pide un elevado nivel de protección de datos para los pacientes en
relación con la colaboración transfronteriza en los servicios sanitarios con el fin de
garantizar la confidencialidad de los datos médicos sensibles;

Movilidad de los profesionales de la sanidad

39. Recuerda que la Directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de
7 de septiembre de 2005, relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales
(16) , no cubre todas las lagunas reglamentarias existentes en la Unión Europea con
respecto a la libre circulación de los profesionales de la sanidad, especialmente en
materia de formación permanente, al derecho de establecimiento y a la garantía de la
competencia de los profesionales sanitarios; destaca que toda legislación futura en este
ámbito debería facilitar considerablemente la provisión de servicios sanitarios
transfronterizos y el establecimiento de prestadores de servicios de otros Estados
miembros;

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40. Señala que, si bien es cierto que el reconocimiento mutuo de las cualificaciones
profesionales existe en la UE, aún son insuficientes la uniformidad de la calidad de los
contenidos de la formación profesional y de las modalidades que determinan el
ejercicio de las correspondientes profesiones y las disposiciones destinadas a lograr tal
uniformidad;

41. Subraya que en el artículo 35 de la Carta de Derechos Fundamentales se especifica


que la Unión ha de garantizar un alto nivel de protección de la salud humana y, a este
respecto, destaca que la calidad de los servicios sanitarios y la capacidad del sector de
retener al personal están condicionadas por la calidad del trabajo y las condiciones
laborales del personal de asistencia sanitaria, incluidos los tiempos de descanso y las
oportunidades de formación profesional; subraya también que las medidas de
acompañamiento, como el control de la calidad, la supervisión y el uso de nuevas
tecnologías de la información, han de asegurar la mejor asistencia médica para los
pacientes;

42. Considera muy importante que los prestadores de servicios sanitarios que tratan
directamente con los pacientes tengan un conocimiento adecuado de la lengua del
Estado de acogida;

43. Pide a la Comisión que se cree un mecanismo de recogida de datos e intercambio


de información entre las distintas autoridades nacionales sobre los prestadores de
servicios sanitarios, así como una tarjeta europea que dé acceso a la información sobre
las competencias de los profesionales de la sanidad, y que se facilite dicha información
a los pacientes y se desarrolle también un sistema de información sanitaria fiable para
los prestadores de servicios sanitarios, obligándose a las autoridades nacionales a
compartir dicha información;

44. Pide a la Comisión, en el contexto de un aumento de la movilidad profesional en


Europa, que establezca la obligación de las autoridades nacionales de intercambiar
información sobre los registros y la información disciplinarias sobre los profesionales
de la sanidad a fin de garantizar la seguridad del paciente;

45. Acoge favorablemente la labor realizada por la iniciativa "Healthcare


Professionals Crossing Borders" como un buen ejemplo de colaboración multilateral
estrecha entre las autoridades sanitarias de los Estados miembros;

46. Destaca la necesidad de informar mejor a los profesionales de la sanidad sobre su


derecho a la movilidad dentro de la Unión utilizando las herramientas facilitadas por la
Comisión, como la red EURES (Servicios Europeos de Empleo);

Responsabilidad jurídica

47. Insiste en que la movilidad de los pacientes requiere la salvaguardia de unas


normas claras y coherentes que rijan la responsabilidad por la provisión de servicios
sanitarios transfronterizos y la necesidad resultante de acceso fácil a mecanismos de
indemnización y judiciales, en particular si las distintas fases del tratamiento han
tenido lugar en más de un Estado miembro;

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48. Observa que la combinación de las disposiciones actuales del Derecho
internacional privado sobre la jurisdicción y la legislación aplicable, y diversos
instrumentos comunitarios, conduce a un entramado complejo y difícil de regímenes
sobre responsabilidad jurídica que no propicia un acceso fácil a la justicia; subraya que
ello es causa de especial preocupación en relación con los servicios sanitarios que, por
su naturaleza, son de índole tanto personal como individual; observa, además, que un
paciente que reclama una indemnización se encuentra probablemente en una situación
vulnerable y actúa en solitario contra una institución o una organización profesional;

49. Destaca, por tanto, la necesidad de garantizar la seguridad jurídica de los pacientes
y los profesionales, y pide que se aclaren las responsabilidades en el supuesto de que
se causen perjuicios, así como la obligación de que todos los profesionales de la
sanidad dispongan de un seguro obligatorio de responsabilidad a un coste razonable;

50. Destaca la necesidad de reforzar la protección de los pacientes solicitando a los


profesionales de la sanidad que suscriban un seguro de responsabilidad civil
profesional; observa, sin embargo, que tanto el modo de garantizar lo anterior como la
definición de quién es un profesional de la sanidad serán determinados por las
disposiciones pertinentes de cada Estado miembro en materia de seguros u otras
garantías financieras;

51. Precisa que los tratamientos sanitarios exigen a menudo un seguimiento médico;
pide que se aclaren las normas relativas al reparto de responsabilidades entre los
prestadores de asistencia sanitaria en las distintas fases de los tratamientos médicos
con objeto de garantizar la continuidad de los cuidados; destaca que la evolución en
materia de telemedicina y sanidad en línea impone nuevas normas sobre cobertura
social, financiación y acceso a tal asistencia;

Cooperación entre Estados miembros

52. Opina que una mayor cooperación entre los sistemas sanitarios a escala local,
regional, intergubernamental y europea podría permitir obtener un tratamiento
adecuado en otros Estados miembros y una mejor calidad de los servicios, con lo que
aumentaría la confianza de los ciudadanos;

53. Señala que mediante la cooperación transfronteriza de los afectados podrán


encontrarse soluciones apropiadas, como muestra el ejemplo de Euroregis;

54. Espera de los Estados miembros una cooperación transfronteriza en materia de


prestaciones sanitarias con el fin de mejorar la relación coste-eficacia de los
respectivos sistemas de salud;

55. Pide a la Comisión que elabore normas técnicas y a los Gobiernos de los Estados
miembros que sostengan activamente la instauración de sistemas de información
interoperativos transparentes que permitan un intercambio y un reparto eficaces de la
información sobre la salud entre prestadores de servicios sanitarios de distintos Estados
miembros;

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56. Alienta el desarrollo de redes de centros de referencia, incluidos centros de
referencia electrónicos que se ocupen de determinadas enfermedades raras, específicas
y crónicas y de los intercambios de conocimientos sobre las mejores prácticas en
materia de tratamiento y sobre la organización de los sistemas de asistencia sanitaria
entre los distintos Estados miembros; pide por tanto a la Comisión que optimice la
cooperación administrativa transnacional;

57. Opina que la Unión Europea puede desempeñar una importante función para
mejorar la disponibilidad de información para los pacientes sobre la movilidad
transfronteriza, y ello también mediante la promoción de los indicadores de salud
europeos;

58. Reconoce que existe una demanda de servicios sanitarios y farmacéuticos


transfronterizos de calidad elevada y adecuadamente reglamentados, así como de
cooperación e intercambio de experiencia científica y tecnológica entre los centros
médicos altamente especializados; señala, no obstante, que los estudios demuestran
que la mayoría de la gente preferiría recibir tratamientos de elevada calidad cerca de su
lugar de residencia; considera que, para dar la respuesta legislativa más adecuada, la
Comisión debería realizar un estudio preliminar exhaustivo de las necesidades reales
de movilidad de los pacientes, por una parte, y de los paciente afectados por la
movilidad, por otra, evaluando al mismo tiempo el impacto de dicha movilidad sobre
los sistemas sanitarios;

59. Espera, dadas las diferencias existentes, que los Estados miembros regulen entre
ellos cuestiones como el acceso a las prestaciones, la calidad de las mismas y el control
de los costes;

60. Considera el método abierto de compensación uno de los instrumentos apropiados


para organizar una cooperación más estrecha entre los Estados miembros;

61. Desea que se elaboren acuerdos bilaterales o multilaterales entre Estados


miembros, regiones y autoridades locales, así como entre los agentes del sector
sanitario, lo que estimularía en su opinión la disposición conjunta de los medios
materiales y humanos en las zonas transfronterizas y, en particular, en zonas con un
número elevado de visitantes de corta duración, así como los intercambios de
competencias y conocimientos;

62. Pide la creación de ventanillas únicas basadas en los instrumentos comunitarios


existentes, según la organización específica de cada sistema sanitario, con objeto de
garantizar el acceso a información objetiva e independiente para los pacientes, los
profesionales de la sanidad, las instituciones que proporcionan servicios sanitarios y
las autoridades competentes; cree que los profesionales de la sanidad pueden ayudar a
los pacientes a buscar información;

63. Anima a la Comisión a que haga uso de todos los instrumentos existentes, como
SOLVIT y los procedimientos de infracción, con el fin de ayudar a los pacientes a
quienes se les ha denegado el reembolso (de gastos de asistencia no hospitalaria) o la
autorización (de asistencia hospitalaria) incluso habiéndose cumplido las condiciones
establecidas en la jurisprudencia;

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64. Anima a la Comisión a que continúe recogiendo datos de los Estados miembros y
analizando las tendencias y desafíos que afronta la movilidad transfronteriza de
pacientes y profesionales de la sanidad;

Conclusiones

65. Pide a la Comisión que intensifique su política de persecución de las violaciones


del Derecho comunitario con miras a garantizar que todos los Estados miembros
respetan la jurisprudencia del Tribunal de Justicia y que todos los pacientes europeos,
con independencia de su país de origen, se benefician de los derechos que les confiere
el Tratado;

66. Invita a la Comisión a que presente, ante el Parlamento y el Consejo, una


propuesta de instrumento apropiado con miras, en particular, a codificar la
jurisprudencia del Tribunal de Justicia;

67. Pide a la Comisión que presente una propuesta que tenga en cuenta la presente
Resolución, y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia sobre los derechos de los
pacientes; pide que se garantice a los pacientes el mayor acceso posible a los servicios
sanitarios en toda Europa, así como que se garantice a los prestadores de servicios
sanitarios la libertad para prestar estos servicios, así como la libertad de
establecimiento;

68. Teniendo en cuenta que la propuesta de la Comisión de abordar temas sanitarios


en la Directiva 2006/123/CE fue rechazada por el Parlamento Europeo y el Consejo,
insiste en que ahora son necesarias nuevas medidas para mantener los derechos
existentes; por tanto, pide a la Comisión, como guardiana de los Tratados, que
garantice la salvaguardia de estos derechos;

69. Cree que, por encima de todo, un nuevo marco regulador europeo para los
servicios transfronterizos de atención sanitaria debe mejorar el acceso a servicios
sanitarios de alta calidad en caso de enfermedad, contribuir a la seguridad de los
pacientes y ampliar las opciones que se ofrecen a todos los pacientes en la Unión
Europea, sin aumentar a la desigualdad en materia de salud;

o
o o

70. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la


Comisión.

(1) Rec. 1998, p. I-1831.


(2) Rec. 1998, p. I-1931.
(3) Rec. 2001, p. I-5473.
(4) Rec. 2001, p. I-5363.
(5) Rec. 2003, p. I-1703.

11
(6) Rec. 2003, p. I-4509.
(7) Rec. 2003, p. I-12403.
(8) Rec. 2004, p. I-2641.
(9) Rec. 2006, p. I-4325.
(10)DO L 376 de 27.12.2006, p. 36.
(11)DO C 124 E de 25.5.2006, p. 543.
(12)DO C 146 de 22.6.2006, p. 1.
(13)DO L 149 de 5.7.1971, p. 2.
(14)DO L 166 de 30.4.2004, p. 1.
(15)DO L 40 de 11.2.1989, p. 8.
(16)DO L 255 de 30.9.2005, p. 22.
Última actualización: 24 de may de 2007 Aviso jurídico

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