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LETRAS UNIVERSALES ANDRE BRETON Nadja Faliciin de José fgnacio Velinquer Traduecién de Jo SEXTA EDICION CATEDRA LETRAS UNIVERSALES | PROEMIO | (mensaje con retraso)! ya, dentro de este libro, el acto de escribir, mas Sain ir ter ied i, da situado en la categoria de las vanidades, {qué babra de pensarse acerca de la complacencia con (ue su autor pretende, tantos artos después, mejorar su | forma por poco que sea! ¥ sin embargo conviene distin- ‘guir, resulle 0 no oportuno en esta obra, cuanto se rela~ ciona con la clave afectiva basta depender enteramente de ella —constituye, claro estd, lo esenciab— de cuanto | Gs relato diario, tan impersonal como pueda serio, de acontecimientos insignificantes pero articulados unos con otros de manera especial (enramada de Léquier, | ituyo, siempret, Si el intento de retocar en la distancia Ambos términos merecen una aclaracin. Breton bubera pod Nats ps Beton Inca de ich, amigo pct muerte en 1919, peo tabien Is de Pere oe sls sends Fort sa de temo se is ee (rm lr end cone» wen pea ne una enc ave seater eae t€rminos, en carta a Th, Fraenkel, el 3.1X.1915) con su prim: ” Gouge i de Ane Paiow on quen ves encom o aris y que aparece pocas paginas is adelante rectaneo bajo a he, ‘iin eta Je Rana fs nie et ta imo e191 cen Aes pees ee inespanteen-Ssuon de compe mages lust TO \uelvo ahora a evocar® a Robert Desnos en la €poca cen que quienes, de entre nosotros, a hemos conocido Mlesignamos como la gpoca de fos suerios. “Duerme’, pero escribe, habla, Estamos en mi casa, en el aller, por fr noche, encima del cabaret del Cielo. Se oyen las vo~ ces de fuera: "Entren, entren al Gato Negro!” Y Desnos Contintia viendo lo que yo no veo, lo que no puedo ver Sino a medida que me Io muestra, Para hacerlo, a menu- do adopta kt personalidad del hombre vivo mas Faro, mas imprevisible, mis decepcionante, el autor del Ce- menterio de los Uniformes y las Libreas, Marcel Du- champ, a quien jams ha visto personalmente. Lo que se consideraba como mis inimitable de Duchamp gracias a in dana que se fnera (por a alamed) saga un tanto de ls bul serve a hablar en vor aks por ete fas grandes maress del Pea yen Monte de Pad. Nees em, efectivament, despues de Pans el covenant urbano privlegiado para el poet. “SU epoca elo suze ene dein del siguiente modo en 1 D105 pg, por Geonges Hugne. 7 nal del ato 1922 apor- {rat uel on elemento maevo. Fs Ia epoca de Hos seis. Se tte de fra base ene fond del sueho pndico las espuests seetus del suheonscicnte, 1922, bo de Tos grandes discusoshipno: SSSI Robe Desnon das de Rowe chy y'de sus afucnantes sen- (Gekseen lis que ena el espintsvefcado de Maree Duchamp” Las {Grogs de Desnos quc inman el texto fueron tomadas por Man rappin de Bren en toto de 1922 en elinsante de final de tia yen su despear Ens cata al foografo 2301920), Breton ia Secopetames el momento en que Desnos,doumido todavia na sobre quienes natin nos oj asombresente conusos eae bien pense en hacer uns abacn desu vor i que al Be Peo a ews cabo. Se tts un peiodo paivlegiado en a x TeiMinntcion sory, Los cabaret del Ciclo del Gato Negro se EXtontaan cel bulevar de Clichy alm, 3 9 68, may proxies, eaRnemes ak atoler de Breton dela calle Fontaine lo men Sten Je Duchamp coesponde dos obras —dibujos— de 1913 SSDI para sean el pensamiento de Breton acer de Duchamp y Irene Ee Ls pass pode, Las palabras in aaa Dato e cereus de Deatow al de Dacha. como preende, haa el re de ue Rrose Sela no We habla ms que cuando Ducharyp Ge- ex ojos abi lu7) algunos misteriosos “juegos de palabras” (Rrose Sélavy) su pureza con Desnos, alcanzando de aparece en 10 repente una extraordinaria dimension, Quien no haya visto como su kipiz vertia sobre el papel, sin ka mi minima vacilacion y con una prodigiosa rapidez, aque 5 asombrosas ecuaciones poéticas, y no haya podido, como yo, estar seguro de que era imposible que hubie- ran sido elaboradas de antemano, incluso si es capaz de apreciar su perfeccion técnica y de juzgar su maravilloso aleteo, no puede hacerse una idea de todo lo que aque- Ho alumbraba entonces, del absoluto valor de oriculo que aquello tomaba, Haria falta que alguno de los asis- tentes a aquell describirlas con precision, en situarlas en su autentica atmésfera. Pero atin no ha llegado el momento en que se las podri evocar desapasionadamente. De tantas cit con él, con algin otro o conmigo mismo como Desnos, innumerables sesiones se molestara en con sus ojos cerrados, me dio para mas adelante, toda” via hoy no hay ni una sola que me sienta con valor como para faltar a ella, ni una sola, en ef lugar y la hora mis inverosimiles, en que no esté seguro de encontrar: me con quien me dijo. Mientras tanto, cualquiera puede estar seguro de encontrarme en Paris, de que no pueden pasar mas de tres dias sin verme ir y venir, hacia el atardecer, por el bulevar Bonne-Nouvelle, entre la imprenta de Le Ma tiny el bulevar de Estrasburgo. Ignor por qué, en. efecto, me conducen mis pasos alli, y voy casi siempre La imprenta del diario Le Matin hacia la esquina del bulevar Poissonniere y de la calle del FaobourgPoissonnicre, Muy proxioa la Puesta SaincDenis conforma un punto especial dentro dels {eografia urbana mica del pocta. En la encuesta. del 121.1933, ‘Sobre las posiilidades weaciorales de vida en una fecha cualquier (@SASDLR, nim. 6, mayo de 1933), que conestaban, ete tos, lust, Callos, Toara, Gricomer 0 Péret, ln pregunta nam. 1 ert sobre dicha Pues. Breton Ix defini come “una capa de peed por Tn que circulaban elses stomsiticns, shoregados [ns] ‘Yuelvo ahora a evocar a Robert Des ‘Potografia Man Ray) (pag. 117) sin una raz6n precisa, sin nada que me decida aha mis que esa oscura seguridad de que fo gue tenga que pasar @) ocurriti alli, Durante ese ripido recorrido, no recotiozco lo que, incluso sin saberlo, podria supones me un centro de atencidn, ni en el espacio ni en el tiem: po. No: ni siquiera la muy hermosa y muy indi! Puerta de Saint-Denis. Ni siquiera el recuerdo del octavo y tilti- mo episodio de una pelicula que vi por alli, muy cerca, en la que un Chino, que habia descubierto no sé qué metodo para multiplicarse, invadia él solo Nueva York con algunos millones de’ especimenes de él mismo, Penetraba, seguido por él mismo, y por él mismo, y por él mismo, y por él mismo, en el despacho del Presidente Wilson, que retiraba sus lentes. Esta pelicula, la que con mucho’ mas me ha impresionado, se titulaba: £ Abrazo del Pulpo Con ese sistema que consiste en no consultar nunca el programa antes de entrar en un cine —Io cual, por lo demis, tampoco me serviria de mucho, dado que nunca he conseguido recordar los nombres de mas de cinco 0 seis actores— corro, evidentemente, un mayor riesgo que cualquier otra persona de “no acertar’, aunque deba confesar aqui mi debilidad por las peliculas france sas mis absolutamente idiotas. Por lo dems, compren- do bastante mal los acontecimientos, sigo lo que pasa demasiado imprecisamente, En ocasiones, eso termina por molestarme, y entonces les pregunto 4 mis vecinos de butaca. Lo cual no impide que ciertas salas de cine del X® distrito me parezcan ser lugares especialmente 2 Al Abrazo del Pulpo, es el titulo de a pelicula en 15 episodios iia en 1919 por Duke Worne (The Trail of the Octopus). proves tada en Francs en 1921. La mulipicacon dlesmesunida ce Chinos Fingidos por el Dr Wang Feo, 4 que se ulude pertenece al atime Breton fo vi el 13,.VI921— pero la eseaser de docuinentaeio le oblige a documentaro con publicidad comtespondicnte al quinto 21 Oj de Satan, contrast obligada de una soctelad seereta en Und [nol No: ni siquiera la muy hermosa y muy inal Puerta (Fotografia JA, Boiffard) (pi 120) SP ~ "Esta pelicula, la que con mucho mas me ha impresionado..” (pig. 120) sxlecuados para que yo los frecuente, como en la época ten que, con Jacques Vache, nos instalabamos para cenar ten el patio de butacas de la antigua sala del "Folies-Dra- muatiques", y abriamos latas, cortabamos pan, descor- chabamos botellas y conversibamos en voralta como si estuvigramos sentados a mesa, cejando completamente cestupefactos a los espectadores que no se atrevian a de- cir ni palabra, El “Teatro Moderno"s,situado al fondo de la Galeria de la Opera, hoy destmuido, respondia a la perfeccion a mi ideal en ese sentido, al margen de que las obras re- presentadas en él ain tuvieran menor importancia. La iersoria interpretacion de los actores, que solo de una ‘manera muy relativa fenian en cuenta sus papeles, que pends se prestaban atencin unos a otros y completa- mente ocupados en establecer relaciones con un publi co compuesto, como maximo, por una quincena de per- sonas, nunca me caus6 mis efecto que el de un tel6n de fondo. Pero, zqué pode evocar yo, por lo que se refiere «esa imagen, la mas fugitiva y la mas vivaz de mi mis- mo, @ esa imagen acerca de la que hablo conmigo 3 Se trata de una Sala de teatro en 1923 vols a serlo—, con- vemida en cine, en la calle Bondy. En cuanto a ales habs, véase la rota 37, en la que Aragon se refiere al cine Electric Palace, ‘HI Teatro Modemo se encontrata en el Passage de TOpér, bulevar deTaliens. desaparecido en 1925 como consccueneia del nue vo tizado del bolevar Haussmann, Dicha Galeria, muy comple, Const ano de fos puntonsingulares de encuentzo del grupo —vea Sela primera mitad de 21 campesino de Parts (1926) que Aragon le dedica en 192 en lo que denomina “una alogsa moderna” A falta de poderlodstrar con una fotografi, Breton incorpora una fara del actor L, Mazeau (octubee de 1927), Tras intentar program ‘Clones de cada, st programacion se orientari partir le Ta Primera Guerra Munda, hacia expeeticulos equivocos, Hberanos ¥ Igeros Aragon. tes 0 cat fotografie colgadas en la gui idea simple y suficiente (de los atracivos del loca). Ese echo, esis pleroas resimen caramente [a ptencién de los autores. pra conclu “Esta regalado’, antes de incl as tarifas las locale des (Galax, col Folio, 1972, pigs. 84-85) {ras} Acerca del “Teatro Moderno...” (pig. 123) Acerea del "Teatro Moderno...” (pig, 123) mismo, que esté a la altura de la entrada en aquella sala de grandes espejos desgastados, adornados ea su base ‘con cisnes grises que se deslizaban por entre juncos, amarillos, de palcos con rejillas, carentes por completo, de aire, de luz, tan poco tranquilizadores, de aquella sala por la que huroneaban las ratas durante la tepre- sentacién, rozando los pies de los espectadores, donde juno podia escoger entre una butaca desfondada y otra, butaca cuyo respaldo podia voleasse! al llegar? Y entre el primer acto y el segundo, pues hacia falta ser muy bon- dadoso para esperar hasta el tercero, zqué volveré yo a ver, con estos ojos que lo han visto, del bar del primer piso, tan oscuro también, con sus impenetrables bove- «las, “un salon en el fondo de un lago"®, si, cieramente? Tan a menudo lo frecuentaba que, a costa de tantos ho- srores de entre los peores que imaginarse pueda, he conseguido recordar una coplilla de una pureza perfec ta. Una mujer, bonita por excepcién, cantaba: Dispuesta la morada de mi corazin ¥ abierta solo al porvenir Libre mi alma de toda desazén Bello esposo mio, puedes venir * Var "Mi nuevo amor, puedes wenit™, IN. del AJ 35 Se tata de una expresion de Rimbaud en tina temporada en ef Inferno ea ino de os poems mi eveladores del poeta -Delton Alina dl Ve actin a uma spe ves con toda candad una meaquit en hgar dein fabric, un conto de bors ema ot glen on ios el oon alo evel fond de tn ago" Eae miso pocin igure exe us de Ki int pores ptr dots que no den de vecoroat de reo, poco antes, por “is pelicula. koe’, ene otros elemento una feet aon stn ion Ty “ose so ge eton roma cuando able de los sofa en fas pe, 225-296, revindcandolos. Rimbaud es un poeta —"sureata eI praca Unica yen ras ees”, seatuen cl Primer Manito eel Que Breon dacubria sempre vss uspectcass explorer “Dicha vanante perenece a lr edkion de 1928. Como sefla 6} BT siempre he deseado, tanto como nadie puede imagi rat, encontrasme una noche, en_un bosque, con una hermosa mujer desnuda, © mas bien, puesto que una ‘ez manifestado un deseo semejante ya no significa nada lamento, como nadie puede imaginar, no -haberla en- Contrado nunca. Suponer un encuentro de esa clase no tes tan delirante, en suma: podria ser. Creo que todo se hhabria parado en seco, jah desde lego no estarfa ahora esctibiendo lo que escribo, Me encanta una situaci6n ast ten la que, por encima de cualquier otra, probablemente mmiis hubiera carecido de presencia de dnimo. Creo que ni siquiera lo hubiera tenido para huir. (Quienes rien ‘con esta tilkima frase son unos cerdos.) El aio pasado, ya atardecido, por las galerias de al lado del “Electric- Palace", una mujer desnuda, que tan s6to hubiera teni- do que despojarse de un abrigo, iba y venia de un lado 1 otro, muy blanca, Lo cual, en si mismo, ya era bastante turbador. Desgraciadamente, lejos de ser algo extraordi- nario, esa esquina del “Electric” era un lugar de liberi rhaje carente de interés. tes regresar a la calle Fontaine, al “Teatro de las Dos Mas- M. Bonnet, se trata de un frigmento de fa opereta lor del pecado w cpeteia aponesa ibertina en tes actos, con danzassugestivas.— Ge Guy Nomtoriol, Representada en 1920, Aragon se refiere a ella en Er campesino de Parisen les siguientes terminos: "modelo del genero ‘ruco, expontinesmente Irea. que aos guar que hicerarellexio- fh a todos muestion exes enfcrmos de vanguareismo” (ed. i, Pie fina 132, ‘SF Blecrc-Pabce era un cine del bulevar de Iaens. Aragon lo sencions en nice oof Panorama, novela “Nada resulta mis fresco te verano que ae sas de Ios cines por las tardes,y Tos dos amigos se Fran refugiado en fa oscunidad del Elecuic Palace. Sin preocuparse por sus wecinos, hablnsn en vor ala y en su conversaciOh meztlaban Rios sobre as peliculas", (Pais, Gallimard, col. Flio, 1972, pag Bn 150. faz] canis" que, desde aquella époea, ha dado paso a u abaret, Fi # <1 desaftando mi escaso gusto por as bias, hace mucho tiempo, seguro de que la obra que se representaba no podia ser mal, de tanto como la critica se habia encarnizado con ella, Hegando hasta reckamar su prohibicion. Incluso habia’ parecido extrordinaria- mente fuert de lugar entre las peores del “género de terror" que consttuian todo el repertorio de esta sala sera preciso reconocer que no era. una mala recomenda- cin, No dilataré més el confesar la admiracién sin limi tes que Senti por Las Desequilibradas, que es y seguira siendo por mucho tiempo la Gnica obra dramtica (quie- ro decir: hecha exclusivamente para ser representada en, lun escenario) que quiera recordar. La obra, debo insistir. cen ello porque esa es una de sus cualidades mis curio sas, pierde casi todo su interés si no es vista, si n0 es = HL Team de bs Dos Miscaras, etro de espano y comico omoce una exutencia azaroa eb ama calle Pontane en ee We Breton. Ahieto por poco vemypo en 1906, vee a abr cabana Ss cain en 1921, as cera aevamiente de mocvo cn 1938, fetomando su denominacion ini de Testo de ls Mascara. Breton Sereferé a e en te pag 284 Las Desequinadas, etenaa en 921 supuso Un iene escandilo y seria repuesti con eto un ano dee ‘ues, pero sina acta Blanche Dera Con la misma ota se fina frat el teatro en 1935, yuna carta de Breton a Euan el ee de fhurzo daa entender que el poets ha veto a vetla "ual de magne ira que sempre’, Tra numerosos avatar, a bra Sera. pices con aiquas modiieaciones-~en el primer nim de Ze Surviaiome meine 1986, con un eplogo dent aut, el aeor Pete Pala hige uma verson einemaogaicn de 1985 con ef tule de. [gnee de sain (La rata de sate). Acerca eu treason propio Breton se expe en a pig 133 ye nota de autor Bl eplogo de Palau menciona cl elemento “escabroso™ de la va, Benne! secuerda ln definjiin de dco tring en el textes sucinto del eo "smo, en 195, realzada por Breton: que bosdes el prelpiio eh Pil nasa nae a tp co eae oe bi primer acto de dats Dese- Fn el original, “genre Grand-Guignot", que toma su nombre det de te tent de mtn epee en eset Ge t8] eT por lo menos mimada cada intervenci6n de sus pesso- hajes. Hechas estas advertencias, no _me parece por demas indtil exponer su argumento. La accion se sittia en un internado femenino: el telén se alza sobre el despacho de la directora, Esta persona, fubia, de unos cuarenta anos, de aspecto solemne, esta Sola y muestra un gran nerviosismo. Es la vispera de las Vacaciones y espera ansiosamente la llegada de alguien: “Y Solange que deberia haber legado ya...” Recorre febrilmente la habitacion, retocando los muebles, los papeles. De vez en cuando se acerca a la ventana’ que iva jardin conde acaba de comenzar el recteo. Ha so- nado una campana y se oyen, por doquier, los gritos alegres de las chiquillas que se pierden al instante en la Icjana algarabia. Un jardinero alelado, que menea la ca- heza sin cesar y se expresa de un modo intolerable, con. tuna pronunciacién defectuosa © inmensas dificultades para comprender lo que se dice, el jardinero del intema- do, permanece ahora junto a la puerta, balbuceando palabras confusas y sin que parezca dispuesto a irse. Kcaba de regresar de la estacién y no ha visto que la Sra, Solange descendiera del tren: “La Seiorita So- fang...” Amastra las silabas como si fueran alpargatas. rece la impaciencia, también, Mientras tanto, aparece luna sefiora mayor cuya tarjeta de visita acaba de ser introducida, Ha recibido de su nieta una carta bastante confusa pero en la que le suplica que venga a buscarla lo mis rapidamente posible, Se deja tranquilizar con bastante facilidad: en esta €poca del curso las ninas siempre estin un poco nerviosis, Por lo demas, basta con llamar a la nia para preguntarle si tiene alguna queja de algo 0 de alguien. Aqui esta, Abraza a su abue~ la. Pronto resulta evidente que sus ojos no podrain sepa- arse en ningtin momento de los ojos de ta que le pre~ ‘gunta, Se limita a negar con algunos gestos. Por qué no podria esperar hasta la entrega de premios que tendré lugar dentro de pocos dias? Se adivina que no se atreve a hablar, Se quedari. La nifa se retira, sumisa, Camina [291 hacia la puerta. En el umbral parece como sien su inte- rior se librara un gran combate. Sale corriendo, La abue- la se retira, dando las gracias. De nuevo, la directora, sola. La espera absurda, terrible, en la que no sabe qué objeto cambiar de sitio, qué gesto repetir, qué ponerse a hacer para que lo que se espera ocutra... Por fin, el rui- do de un coche... El rastro que observidbamos se ilu- mina, Ante la etemnidad. Una mujer adorable entra sin llamar. Es ella, Rechaza prestamente los brazos que la esirechan. Morena, castana, no s€. Joven. Unos ojos es- pléndidos en los que hay languidez, desesperacion, agudeza, crueldad. Delgada, vestida muy sobriamente, con un vestido de color oscuro y medias negras de seda, Y esa pizca de “desclasada” que tanto nos gusta, Nadie explica lo que viene a hacer, se excus por haberse re- trasado. Su gran frialdad aparente contrasta hasta lo im posible con la acogida que se le hace. Habla, con una indiferencia que parece afectada, de lo que ha sido su vida, poca cosa, desde el aio anterior cuando, hacia la misma época, también vino. Ninguna precisién acerca del colegio en el que da clases. Pero (y aquf la conver: saciOn va a dar un giro infinitamente mas intimo) aho: a de lo que se trata es de las buenas relaciones que Solange ha podido mantener con algunas alumnas mas encantadoras que las demas, mas bonitas, mejor dota das. Se queda pensativa. Sus palabras, hay que escu- charlas cerca de su boca. De improviso se interrumpe, apenas puede verse que abre su bolso y, mostrando un muslo maravilloso, alli, un poco mas arriba de la oscura liga... "Peto, ji ti no te pinchabas! No, joh! ahora, qué quieres...” Una respuesta dada en un tono de cansancio tan desgarrador. Como reanimada, Solange, a su vez, se informa: *2¥ ta... aqui? Cuenta.” Aqui tambien han llega do nuevas alumnas, muy lindas. Una, sobre todo. Tan dulee, "Fijate, querida.” Las dos mujeres se asoman un buen rato a ia ventana. Silencio. CAE UNA PELOTA EN LA HABITACION. Silencio, "js ella! Va a subir, —T% crees? De pie, las dos, ambas recostadas en la pared. Solange {130) La nia de hace un momento entra sin det palabra." (Fotografia Henri Manuel (pig. 132)

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