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Si bien la distinción entre los derechos reales y personales es clara, existe una serie
de figuras híbridas en las cuales encontramos una vinculación entre ellos, estas figuras
jurídicas son:
• Obligación Propter Rem.
• Cargas Reales.
• Obligación In Faciendo.
• Cargas Reales. Es el gravamen que afecta a una cosa y cuya prestación debe
efectuarla el titular de un derecho real o de la posesión sobre ella. Ejemplo: Contribuciones
de Bienes Raíces.
La carga real grava a la cosa y, por lo tanto, al dueño de la cosa.
Algunos autores no reconocen diferencias entre las cargas reales y las obligaciones
propter rem.
Otros, en cambio, si reconocen diferencias: la carga real grava a la cosa, en cambio,
la obligación propter rem es sólo exigible al titular del derecho real.
En la carga real quien se hace dueño de la cosa responde no sólo de las obligaciones
que surjan después de la compra sino, también, de las que existían antes.
La carga real sólo puede ejercerse en primera instancia en contra de la cosa. En
cambio, en la obligación propter rem es todo el patrimonio del deudor el que responde por
la obligación.
La mayoría de la doctrina dice que tanto las obligaciones propter rem, como las
cargas reales no pueden ser creadas por los particulares, sino sólo por ley y esto por sus
especiales características.
¿Existe la posibilidad de que los particulares puedan crear obligaciones como las
propter rem y las in faciendo?
Por ejemplo, un predio que en principio pertenece a una persona (Juan), y luego él
divide su predio en dos lotes (A y B) y decide vender el lote B a Pedro, estipulando en el
contrato de compraventa una obligación especial de no edificar construcciones de más de
dos pisos.
Después de un tiempo Pedro vende su propiedad a Diego, se celebra el contrato de
compraventa sin ninguna estipulación especial, y éste transforma la construcción en una de
tres pisos.
El problema doctrinario que se presenta es: ¿esta obligación que constaba en el
primer contrato obliga solamente a Pedro o también a todos los posteriores dueños? Las
posibilidades son dos: que las estipulaciones entre particulares obligan a todos o que sólo
obligan a quien las haya estipulado. En chile esta obligación sólo sería exigible respecto de
la parte que la contrajo y no respecto del titular del derecho real, esta es la opinión de
Vodanovic y su argumento se basa en que esta clase de obligaciones sólo pueden ser
creadas por ley y no por los particulares.
CONCEPTO DE OBLIGACIÓN
El término obligación es de un uso casi diario en todas las personas, por eso, en
principio, se distingue para determinar el significado jurídico de obligación.
Se lo distingue del deber, hay distintos deberes: morales, religiosos, etc. Estos no
son posibles de exigir coactivamente, ni por el Estado, ni por la comunidad, ni por un
particular.
En sede jurídica se va precisando el concepto de obligación:
• Habría primero una obligación general de acatamiento del ordenamiento
jurídico (es lo mismo que los deberes generales de conducta).
• Hay obligaciones particulares que nacen porque la persona se encuentra en un
determinado estado o situación (deberes específicos de conducta). Por ejemplo: deberes
entre cónyuges.
• Obligación en el sentido de una relación vinculante entre dos personas.
En las dos primeras categorías se habla de deber y se reserva el término obligación
para la tercera.
Elementos de la Obligación.
1) Personas determinadas.
2) Vínculo jurídico.
3) Prestación.
Requisitos:
1) Se requiere un enriquecimiento, lo cual debe entenderse en un sentido amplio,
como toda ventaja patrimonial, aumento de valor, ya sea material o inmaterial, incluso
podría ser la liberación de una carga u obligación.
2) Empobrecimiento de otra persona. Esto lo señala la doctrina tradicional, una
doctrina moderna expresa que el empobrecimiento no es indispensable, lo indispensable es
sólo el enriquecimiento, no importando si hay un empobrecimiento correlativo. Por
ejemplo: yo viajo y dejo mi casa cerrada, el vecino se da cuenta y la arrienda por seis
meses, llego y la casa está igual, no tengo un empobrecimiento pero otra persona se ha
enriquecido a costa de mi patrimonio sin causa jurídica justificante.
Otro ejemplo: la propiedad intelectual, una persona escribe una novela, pero no
quiere que nadie la conozca, está inscrita. Un amigo lanza la novela y es un éxito, el amigo
se enriquece y no habría empobrecimiento porque esta persona no pensaba publicar la
novela. Aquí podría, también, haber indemnización del daño moral, pero con eso no se
lograría que se le devuelva el enriquecimiento que experimentó el amigo.
En ambas teorías se presenta el problema de las gestiones que se realizan en
provecho propio, pero además alguien resulta beneficiado, casos como:
Vecino que construye dique que evita que el río inunde su predio, pero a su vez
evita que se inunden los predios vecinos.
En una de las parcelas se construye un hotel, lo que hace que el sector adquiera
gran plusvalía como sector turístico.
En ambos casos hay beneficio de terceros y también del que realizó el hecho.
¿Podría esta persona accionar contra los terceros por un enriquecimiento sin causa? Según
la doctrina tradicional no, porque no hay empobrecimiento.
Según la doctrina moderna si se podría, pero en uno de los ejemplos: el primero. Y
también podría decirse que hay un empobrecimiento en el que construye el dique.
La doctrina que acoge la posibilidad de accionar dice que cuando se actúa en
beneficio propio en realidad no hay empobrecimiento.
El tratadista alemán Ennecerus pone los mismos ejemplos y dice que en el primer
caso el que construye el dique si tiene acción porque el dique era necesario para la
comunidad, y en el segundo caso no porque no era necesario para los vecinos.
En conclusión, lo primordial será ver si el hecho era necesario para los terceros, ésta
será la clave para ver si hay enriquecimiento sin causa y se puede accionar.
En este caso el monto del enriquecimiento es el gasto que se evitó cada una de los
vecinos al no construir el dique.
3) Correlatividad entre el empobrecimiento y el enriquecimiento, esto si tomamos
la doctrina tradicional, lo cual no sería necesario según la doctrina moderna.
Los casos en que no hay empobrecimiento correlativo son excepcionales, la regla
general es que haya enriquecimiento y empobrecimiento.
4) Ausencia de causa, que el enriquecimiento no tenga una causa jurídica.
Todo hecho siempre va a tener una causa, por lo tanto, esto hay que tomarlo como
ausencia de causa jurídica justificante, en otras palabras, que no haya una causa jurídica que
para el Derecho sea aceptable.
5) Subsidiaridad de la acción, esto implica que debe examinarse si el afectado tiene
a su disposición otra acción contra el enriquecido. Si no tiene ninguna acción hay que
preguntarse por qué, pues hay casos en que el ordenamiento no quiere que esa situación se
vea afectada, por ejemplo: lesión enorme, se podría pensar que hay enriquecimiento sin
causa ya que se cumplen los requisitos, pero aquí la ley expresamente ha limitado la acción
recisoria a la compraventa de bienes inmuebles.
Obligaciones de Dinero.
Las obligaciones de dinero son, por regla general, una obligación de género. Podrían
ser de especie o cuerpo cierto en el caso que el objeto de la obligación sea justamente las
monedas o papel moneda en sí, como cosa y no como valor.
En relación al cumplimiento de estas obligaciones, entre nosotros rige el Principio
nominalista, es decir, el pago de una obligación de dinero debe hacerse, si es que no hay
estipulación en contrario, por la misma suma debida, cualquiera sea el valor que tenga el
dinero en el momento que deba cumplirse la obligación. Este principio no resguarda al
acreedor, pues éste puede verse perjudicado, por ello generalmente la convención de las
partes lo altera estipulando reajustes e intereses.
El reajuste busca mantener el valor del dinero.
Los intereses tienen el objeto de que el acreedor obtenga una ganancia legítima por
el uso que le podría haber dado a ese dinero.
En relación con el reajuste encontramos obligaciones de dinero estipuladas en:
Cláusula Moneda Extranjera. En este tipo de cláusulas se conviene que la
obligación se pagará en una determinada moneda extranjera. Por ejemplo: te vendo mi casa
en 10.000 dólares.
Cláusula Valor Moneda Extranjera. Se pacta que la obligación se va a pagar en
moneda nacional, pero en relación a la paridad que tenga con una determinada moneda
extranjera. Por ejemplo: te vendo mi casa en 10.000 dólares al valor que tenga en pesos el
día de hoy.
La ley, específicamente la Ley Nº 18.010, permite expresamente que se estipulen
este tipo de obligaciones.
La Ley Nº 18.010 en su art. 20 señala la regla, y dice que las obligaciones que se
expresen en moneda extranjera serán pagaderas en moneda nacional equivalente al día del
pago. Es decir, ambas obligaciones, en principio, serán pagadas en moneda nacional. Este
mismo artículo en su inc. 2º contempla una excepción señalando que habiendo autorización
expresa de la ley o del Banco Central el acreedor podrá exigir su cumplimiento en la
moneda extranjera.
Además el art. 24 de la misma ley establece que no está permitido el reajuste en este
tipo de obligaciones, que no sea el que lleva implícito. Intereses si se pueden pactar.
También existe la posibilidad que se pacten otros sistemas de reajuste en base a
otros valores y conceptos. Generalmente se pacta que la obligación de dinero se reajustará a
algún sistema fijado por ley, normalmente algún índice que tiene variación en base a
factores que establece la misma ley. Los índices más usados son: IPC, UF, UTM, UTA, etc.
Respecto de su incumplimiento:
1) La obligación de dinero siempre va a ser pagada en especie, siempre va a ser
pagada a través de una cantidad de dinero equivalente. Por ejemplo: A vende a B un
automóvil en $2.000.000. Si A no cumple su obligación, B puede exigir que se le entregue
el automóvil, la obligación de A de entregar el auto puede no ser cumplida en especie si,
por ejemplo, lo enajena o se destruye. Si B no cumple, su obligación siempre va a ser
cumplida en especie, ya que si B no tiene dinero A puede rematar los bienes de éste y se
paga con las resultas del remate.
2) En el caso de incumplimiento de una obligación de dinero el Código Civil, en el
Art.1559, regula expresamente la indemnización de perjuicios moratorios y que, en
definitiva, se traduce en el pago de intereses.
Clases de Obligaciones de Dinero:
1) Operaciones de Crédito de Dinero.
Están definidas en el Art. 1º inc. 1º de la Ley 18.010.
El objeto de esta obligación es el dinero. Y el factor determinante para calificarla
como operación de crédito es que el pago se va a ser en otro tiempo diferente a cuando se
entregó el dinero.
El inc. 2º de este mismo artículo asimila a este tipo de operaciones otras, que son las
de descuento de documentos representativos de dinero, estas operaciones son las que
realizan las empresas de factoring.
Estas operaciones de crédito de dinero pueden ser reajustables o no, así lo señala su
Art. 2º. De acuerdo con el principio nominalista si nada se dice la operación no es
reajustable.
Por regla general puede estipularse cualquier sistema de reajustabilidad, salvo que
intervenga alguna institución bancaria, sociedad financiera o cooperativa de ahorro o
crédito en que sólo pueden pactarse los sistemas de reajustabilidad autorizados por el
Banco Central para ese tipo de operaciones.
El Art. 10 de la misma ley otorga al deudor la facultad de anticipar el pago, aún
contra la voluntad del acreedor, si se cumplen los mismos requisitos que el artículo señala:
capital no superior a 5.000 UF y luego la norma distingue entre operaciones reajustables y
no reajustables.
Los Intereses:
El Código Civil no contiene un concepto de interés, es la Ley 18.010 la que nos da,
en su Art. 2º, un concepto dependiendo de si la operación es reajustable o no.
Si se trata de operación no reajustable el interés está constituido por cualquier suma
a que el acreedor tenga derecho por sobre el capital.
En operaciones reajustables será cualquier cantidad por sobre el capital reajustado.
Jurídicamente se trata de un fruto civil y, por lo tanto, pueden estar pendientes o
percibidos, según se deban o hayan sido pagados.
Además, constituyen una obligación accesoria y, por lo tanto, siguen la suerte de la
principal, extinguida la obligación principal se extingue la accesoria, por esto el Art. 1595
inc. 2º C.C y el Art. 17 de la Ley 18.010 señalan que si se otorga recibo o carta de pago sin
mencionar los intereses, se entiende que ellos también fueron pagados. Por la misma razón
el Art. 1591 señala que el acreedor no puede ser obligado a recibir el pago del capital sin
los intereses, ello porque no se estaría cumpliendo con el principio de que el pago debe ser
total.
Por ser accesorios, se transmiten y se transfieren con la obligación principal.
2) Obligaciones Alternativas.
Están definidas por el Código en su Art. 1499 como “aquella por la cual se deben
varias cosas, de tal manera que la ejecución de una de ellas, exonera de la ejecución de las
otras”. Por ejemplo: celebro una compraventa de un televisor o un equipo de música o un
DVD en $100.000. Hay varios objetos y la obligación se satisface cumpliendo con una de
las prestaciones.
Es importante distinguir entre las obligaciones alternativas y las de género, porque
en las alternativas la obligación es de especie o cuerpo cierto.
El efecto principal de las obligaciones alternativas es que cumplida la obligación
con cualquiera de las cosas debidas se extingue respecto a las otras.
Un aspecto fundamental es el derecho a elegir con que cosa se paga:
La regla general es que la elección es del deudor, salvo pacto en contrario.
Si la elección es del deudor, él puede disponer libremente de cualquiera de las cosas
en tanto mantenga una a lo menos, y el acreedor no podría oponerse.
Si se desase de todas las cosas menos una, se entiende que ejerce su derecho de
elección y que va a pagar con esa que le queda. Art.1502 C.C.
Si la elección es del acreedor, el deudor está obligado a conservar todas las
cosas que debe alternativamente mientras no se ejercite el derecho de elección por el
acreedor.
Para el caso de pérdida de las cosas que se deben alternativamente, hay que
distinguir:
Si las cosas se pierden por culpa del deudor, el acreedor tiene derecho a elegir
una de las otras, pero si elige la cosa que se destruyó o perdió tiene el acreedor derecho a
pedir el precio de la cosa con indemnización de perjuicios (cumplimiento forzado de la
obligación), y, aunque el artículo no lo dice, también la resolución del contrato con
indemnización de perjuicios.
Si una o más de las cosas perecen por caso fortuito, se distingue de quién es la
elección. Si la elección es del deudor teóricamente la obligación subsiste, porque él podría
elegir entre las cosas que no perecieron, pero si él elige una cosa que se perdió, la
obligación se extingue. Si la elección es del acreedor, la obligación subsiste respecto de las
cosas que no se han perdido y deberá elegir una de ellas, no podría elegir una de las cosas
que perece y pedir el precio o la resolución con indemnización.
Si todas las cosas perecen por caso fortuito, se extingue la obligación.
3) Obligaciones Facultativas.
De acuerdo al Art.1505 “es la que tiene por objeto una cosa determinada, pero
concediéndose al deudor la facultad de pagar con esta cosa o con otra que se designa”.
Aquí es uno solo el objeto debido, pero en el contrato se faculta al deudor a no
pagar con la cosa debida, sino con otra.
En estricto derecho es sólo uno el objeto debido, esto tiene importancia porque:
El acreedor sólo puede demandar el objeto debido, no la otra cosa estipulada.
A su vez el vendedor sólo puede demandar el pago del precio y no la otra cosa estipulada.
Si el objeto debido se extingue por caso fortuito, se extingue a su vez la
obligación, y no podría el acreedor pretender el pago con la otra cosa.
Si la pérdida se debe a culpa del deudor, el acreedor podría demandar el precio
más indemnización, pero a su vez el deudor podría cumplir la obligación pagando con la
otra cosa estipulada como facultativa.
Características:
Pluralidad de parte.
Unidad de prestación.
Algunos han dicho que en la unidad de prestación no importaría que fueran varios
los objetos debidos y otros sostienen que no.
Estas obligaciones pueden ser originarias o derivativas.
Originaria significa que desde un comienzo la obligación fue simplemente
conjunta.
Derivativa significa que no fue en su origen simplemente conjunta, sino que luego
se transformó en ella. Esto pasa con los herederos.
Por regla general en las obligaciones mancomunadas el cumplimiento de la
prestación se van a dividir por partes iguales entre los acreedores y los deudores, el
fundamento de esto se extrae del cuasicontrato de comunidad (Art.2307 inc. 2º).
Esta regla puede sufrir excepciones, que están dadas por la convención de las partes
o por la ley. Excepción establecida por ley es la transmisión por causa de muerte
(Art.1354).
Efectos:
1) El acto realizado por uno de los varios deudores o uno de los varios acreedores
no afecta a los demás.
2) Si uno de los varios deudores paga su cuota extingue su obligación y no la de los
otros deudores.
3) Los modos de extinguir obligaciones operan respecto de uno y no afectan a los
demás.
4) La interrupción de la prescripción que opera en contra de uno de los varios
deudores no afecta a los demás (Art.2519).
5) El deudor constituido en mora no va a perjudicar al resto, es decir, los demás no
van a estar constituidos en mora.
6) En caso de insolvencia de un deudor, la cuota de éste no grava a los demás
deudores (Art.1526).
2) Obligaciones Indivisibles.
En general, tienen poca aplicación práctica debido al hecho de su gran semejanza
con las obligaciones solidarias, teniendo como diferencia que la indivisibilidad se transmite
a los herederos.
Hay unidad de prestación y pluralidad de sujetos.
Se intenta dar un concepto de obligación indivisible en el inc.1º del art.1523
expresando que “la obligación es divisible o indivisible, según tenga o no por objeto una
cosa susceptible de división, sea física, sea intelectual o de cuota”. Este concepto se critica
porque en realidad no hay ninguna cosa que no sea divisible intelectualmente o de cuota,
por lo que se ha interpretado que a lo que se refiere cuando habla de que no sea factible de
división física, es que al ser dividido no pierda su identidad.
Un concepto más acorde con su naturaleza sería el que la define como “aquélla en
que existiendo pluralidad de sujetos activos o pasivos, la prestación no es susceptible de
efectuarse por parcialidades, y en consecuencia, cada acreedor puede exigirla y cada deudor
está obligado a cumplirla en su totalidad”.
Clasificación de la indivisibilidad.
1) Indivisibilidad absoluta, necesaria o natural. Ella está impuesta por la naturaleza
de la obligación, ejemplo: art.1524 inc.2º.
2) Indivisibilidad relativa o de obligación. Aquí la obligación puede cumplirse por
parcialidades, pero las partes lo han pactado porque necesitan que ella no se cumpla por
partes.
3) Indivisibilidad de pago o convencional. Están expresamente señaladas en el
art.1526, en este artículo no son todas convencionales y, por el contrario, son casi todas
estipuladas por la ley.
I - Indivisibilidad Activa.
Aquí encontramos pluralidad de acreedores y un deudor.
Características:
1) Cada acreedor puede exigir por si solo el pago total de la deuda. Art. 1527.
En este aspecto no hay ninguna diferencia con la solidaridad.
Pero uno de los varios acreedores no puede disponer del crédito. Art.1532.
2) El pago hecho a uno de los varios acreedores extingue la obligación respecto de
los demás acreedores.
3) Es transmisible. Art.1528.
4) Respecto a la interrupción de la prescripción que opera en beneficio de uno de
los varios acreedores, el código no señaló nada, pero sí habló de la indivisibilidad pasiva en
el art.1529. Analógicamente se aplicaría la misma disposición, o sea, la interrupción va a
beneficiar a todos los acreedores.
5) Respecto a la suspensión de la prescripción, se dice que la solución va a ser la
contraria, porque se entiende que los casos de suspensión son de derecho estricto y operan a
favor de ciertas y determinadas personas y en ciertas circunstancias. Pero esto entra en
pugna con un caso de indivisibilidad absoluta que está en el art.886 que expresa “si el
predio dominante pertenece a muchos proindiviso, el goce de uno de ellos interrumpe la
prescripción respecto de todos; y si contra uno de ellos no puede correr la prescripción, no
puede correr contra ninguno”. La doctrina señala que esta disposición es excepcional.
Nº 3: Indemnización de Perjuicios.
La expresión que utiliza cuando dice “solidariamente” no es muy adecuada, porque
si hay uno no va a ser solidaria. Se ha interpretado que el legislador al utilizar dicha
expresión quiso decir que él es el único y exclusivo responsable.
Debemos relacionar esta norma con el art. 1521.
La responsabilidad por la indemnización de perjuicios es individual.
Nº 4: Deudas Hereditarias.
Inciso 1º:
Si se contrae una obligación entre A y D, y este último fallece a cada uno de sus
herederos le corresponde una cuota igual en la herencia. Esto es lo que sucede si nada se ha
estipulado, pero la ley permite que se establezca una división distinta de las deudas
hereditarias.
El nº 4 se refiere a que se ponga de cargo de uno el total de la deuda; esto puede ser
por testamento, por convención entre los herederos o en el acto de partición. En ninguna de
estas tres situaciones interviene el acreedor, por lo tanto, en cualquiera de estos casos el
acto es inoponible al acreedor, es decir, no lo obliga, por lo que se señala que el acreedor
podrá dirigirse por el total de la deuda contra el conjunto de los herederos o contra cada uno
por su cuota a prorrata de su porcentaje en la herencia.
Obviamente el acreedor podría aceptar el acto acordado por los herederos.
Si bien este acto es inoponible para el acreedor, es válido y obliga a los herederos, el
acto es vinculante para ellos. Por ejemplo, si los herederos son tres: A, B, C, y A es el
encargado de pagar toda la deuda. Si B y C pagan algo de la deuda, tienen derecho después
a repetir contra A por lo que hayan pagado.
Inciso 2º:
Nos encontramos en la misma situación anterior, pero hay una estipulación previa
entre el acreedor y el deudor en virtud de la cual ellos estipularon que podía cobrarse el
total de la deuda a cualquiera de los herederos. Esta cláusula es bastante usada.
Como en este caso si concurrió la voluntad del acreedor sí es vinculante para él. Sin
embargo, este inciso le otorga el derecho al heredero demandado para que pueda entenderse
con los demás para efectos de pagar el total de la deuda, en otras palabras, se le otorga un
plazo para que pague.
Si en definitiva es uno de los herederos el que paga el total de la deuda eso no quita
su derecho de dirigirse contra los demás herederos para repetir las cuotas que le
correspondían a los demás.
Este número está dado solo para el caso de indivisibilidad pasiva.
Inciso 3º:
Los herederos del acreedor si no entablan conjuntamente su acción, no podrán exigir
el pago total de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas hereditarias.
Nº 6: Obligaciones Alternativas.
La ley se pone en el caso de que existan varios acreedores o varios deudores, no
podría hacerse la elección de manera escalonada en el tiempo sino deben hacerlo
conjuntamente.
3) Obligaciones Solidarias
Se trata de un caso de obligación con pluralidad de sujetos, en que la prestación es
divisible y en que cada uno de los acreedores puede exigir el total de la deuda a cualquiera
de los deudores, y cualquiera de los deudores está obligado al total de la deuda, y el pago
hecho a uno de ellos, o por de uno de ellos extingue la obligación respecto de los otros.
Fuentes:
La solidaridad no se presume, debe ser expresamente declarada. Si nada se dice, la
obligación es simplemente conjunta.
Actualmente no existe un caso de solidaridad que sea impuesta por sentencia
judicial.
En conclusión, las fuentes de la solidaridad son: convención, testamento y ley.
Art.1511 inc.2º.
Naturaleza Jurídica:
Existen dos teorías: una romana y otra francesa. Para la primera cada coacreedor es
dueño de su crédito, por lo tanto, puede disponer de él libremente. Y el deudor está
obligado por el total y puede operar como deudor único.
En cambio, para la teoría francesa existe un mandato tácito y recíproco entre cada
uno de los deudores y cada uno de los acreedores respectivamente.
Las consecuencias que conllevan dichas teorías son distintas.
Según Claro Solar y Alessandri nuestro código sigue la doctrina romana, esto en
virtud de lo que señala el art. 1513 en su inc. 2º principalmente, y, además, por un
argumento histórico.
Según Somarriva esto es aplicable en la solidaridad activa. Pero con respecto a la
solidaridad pasiva sigue a la doctrina francesa.
La naturaleza jurídica de la solidaridad tiene importancia en las situaciones no
normadas.
I - Solidaridad Activa.
Existen varios acreedores, una prestación divisible y cada uno de ellos puede exigir
el total de la obligación al deudor.
El art.1513 las regula esencialmente.
Esta clase de solidaridad no tiene mucha aplicación práctica.
Efectos:
A. Efectos entre el Deudor y los Coacreedores.
1) Cualquiera de los acreedores puede exigir el pago y, además, el total de la
obligación.
2) El pago puede ser hecho a cualquiera de los acreedores y ese pago libera de
la obligación respecto de todos los demás, salvo la situación señalada en el
inc.1º del art.1513 referida al caso en que se haya demandado el pago por
alguno de los acreedores. Aquí se refiere a una demanda judicial, se entiende
que ya hay un litigio.
3) Lo que se dice del pago es también extensivo a los demás modos de
extinguir las obligaciones, esto en virtud del inc. 2º del art. 1513.
4) La interrupción de la prescripción aprovecha a todos los acreedores. Por
ejemplo: se contrae una obligación entre A, B y C, como acreedores, y D,
como deudor. Es aplicable la prescripción ordinaria (5 años), esto significa
que se extingue la obligación (la expresión no es tan correcta ya que lo que
se extingue es la obligación civil o la prestación) en 5 años si no ha sido
cobrada. Pero si A requiere el pago a D, la actividad de éste va a aprovechar
tanto a B, como a C.
5) Constituido en mora el deudor lo es respecto de todos los acreedores.
Efectos:
A. Efectos entre el Acreedor y los Deudores.
1) El efecto esencial lo encontramos en el art. 1514: el acreedor puede dirigirse en
contra de todos los deudores o contra cualquiera a su arbitrio, y no se podría
oponer por el demandado el beneficio de división y el beneficio de excusión
(esto no lo dice el artículo).
Se entiende por los autores que aquí también se incluye la resolución. Es decir,
podría el acreedor demandar la resolución del contrato a cualquiera de los
deudores, no solo el cumplimiento. Esto porque el art. 1489 le da esta opción.
Si el acreedor demanda a un deudor, conserva la acción respecto de los otros.
Art. 1515.
El efecto de la cosa juzgada también opera en el caso de la solidaridad pasiva,
en el sentido que va a existir cosa juzgada respecto de todos los codeudores
solidarios, ya que se entiende que han sido demandados en el juicio en virtud de
este mandato tácito y recíproco.
Esto se refiere tanto a la acción, como a la excepción de cosa juzgada.
Ejemplo: se contrae una obligación de A, como acreedor, y B, C y D, como
deudores. Luego B gana un juicio y se establece que la obligación ya había sido
cumplida. Si después A demanda a C, él puede oponer la excepción de cosa
juzgada.
A su vez, si A demanda a B y A gana el juicio, A tendría acción de cosa
juzgada tanto respecto de C, como de D. Sin embargo, hay un fallo de la Corte
Suprema que supone que en el caso de la acción de cosa juzgada no se podría
hacer cumplir la sentencia respecto de los codeudores solidarios que no
participaron en el juicio. No está diciendo que la sentencia no les afecte a los
demás, sino que el cumplimiento no se le puede pedir a los demás, sólo al
codeudor que participó en el juicio (RDJ, tomo 40, sección 1ª, pág. 249; tomo
65, sección 1ª, pág. 322).
En donde no hay duda es en el caso que se trate de un juicio ejecutivo en que se
haya demandado solamente a B, A no puede pedir el embargo de los bienes de
C y D. Por lo tanto, lo mejor es siempre demandarlos a todos conjuntamente.
2) Si un deudor paga la deuda total se extingue la obligación respecto de todos los
demás.
3) Lo que se dice del pago se aplica a todos los otros modos de extinguir las
obligaciones.
• Novación: la novación entre el acreedor y uno de los deudores extingue la
obligación y libera al restote los deudores, a menos que accedan a la nueva
obligación. Art. 1519.
• Dación en Pago: aquí también se podría ver extinguida la obligación en su
totalidad.
• Imposibilidad de Cumplimiento: si la pérdida de la cosa debida se extingue
por caso fortuito, se extingue la obligación y no se produce responsabilidad para
nadie.
Si es por culpa de uno de los varios deudores, todos ellos quedan obligados
solidariamente al precio (art. 1521). Sin embargo, aquí se debe distinguir:
respecto del precio responden todos los deudores solidarios, sin perjuicio de la
acción contra el culpable o de los otros deudores por el precio. Pero respecto de
la indemnización de perjuicios sólo puede cobrarse al deudor por cuya culpa se
produjo la pérdida.
• Transacción: es un acto jurídico complejo, fundamentalmente un contrato,
que tiene por objeto precaver un litigio eventual o poner fin a uno ya existente,
haciéndose las partes concesiones recíprocas. Art. 2446.
La transacción hace excepción al mandato tácito y recíproco, ya que no va a
afectar al resto de los deudores, salvo en el caso de la novación. Art. 2461.
• Remisión: los deudores tienen ciertas excepciones para oponer, y la remisión
es una excepción mixta. Es una excepción personal, pero la pueden oponer los
demás porque los otros deudores tienen derecho a que se le rebaje la deuda por
la cuota que se le remitió al otro deudor.
• Compensación: las partes son recíprocamente deudores y acreedores a la
vez, si se compensan totalmente se extingue la obligación y el deudor, que es
acreedor del acreedor recíproco, podrá cobrar a los demás deudores su cuota.
2) Modo Satisfactivo de la Obligación. Aquí hay sacrificio económico por parte del
deudor. Por ejemplo, pago de la deuda, compensación, novación.
Para ver qué efectos se producen entre los codeudores hay que hacer una nueva
distinción en relación con el interés que tenían en la deuda:
a. Si la deuda interesaba a todos los codeudores, el que pago se subroga en
todos los derechos del acreedor, limitado respecto de los demás por el monto de sus cuotas.
En el ejemplo, si B paga a A los 90, A subroga los derechos a B.
Art.1522 inc.1º y 1610 nº 3.
La ventaja es que tiene todas las garantías y privilegios que tenía el acreedor y, si se
acepta el mandato tácito y recíproco tendría la acción de reembolso (el art. 2158 nº 2 habla
de los gastos razonables causados por el mandato).
Extinción de la Solidaridad.
Los autores señalan que puede producirse por dos vías:
Vía principal.
Vía consecuencial. Implica que se ha extinguido la obligación y, por lo tanto, se
extingue la solidaridad.
Vía principal: se extingue solamente la solidaridad, pero subsiste la obligación.
Ello sucede en dos casos:
1- Renuncia del acreedor a la solidaridad. Art. 1516.
2- Muerte de uno o más de los deudores solidarios. Art. 1523.
Renuncia parcial tácita: Art. 1516 inc. 2º esta renuncia se refiere a uno de los
deudores o más, pero no a todos. Este inciso expresa dos situaciones:
Existe una deuda de 90 entre A, como acreedor, y B, C y D, como deudores.
A demanda a B por 30, aquí se entiende que renuncia la solidaridad por parte de
B, pero la solidaridad subsiste respecto de C y D.
Cuando el acreedor ha reconocido a uno de los deudores el pago de su parte
o cuota en la deuda, expresándolo así en la carta de pago sin reserva general de
sus derechos o reserva especial de la solidaridad.
Hay pago parcial por parte del deudor, en la carta de pago el acreedor no hace
reserva especial de la solidaridad o reserva general de sus derechos, y, por lo
tanto, renuncia tácitamente a la solidaridad respecto de ese deudor.
Renuncia Total: esta regulada en el inc. Final del art. 1516, sólo puede ser expresa.
Por supuesto los herederos pueden repetir contra los demás deudores solidarios por
la cuota que les hubiere correspondido.
El acreedor podría pactar con sus deudores solidarios que en caso de fallecimiento
de alguno de ellos se mantenga la solidaridad respecto de sus herederos. Ese pacto es
válido, pero sería un caso de indivisibilidad de pago.
OBLIGACIONES SUJETAS A MODALIDAD.
Esta clasificación de las obligaciones dice relación con los efectos de las mismas.
Las modalidades son elementos accidentales del acto jurídico, el fin de ellas es
modificar los efectos normales de la obligación. Por ser elementos accidentales son
excepcionales, no se presumen, por lo que quien alega su existencia debe probarla.
Hay tres modalidades principales:
• Plazo.
• Condición.
• Modo.
1- Plazo:
Está regulado en los arts. 1494 -1498. También se contienen normas en los arts. 48
– 50 y en las asignaciones testamentarias, por lo tanto, no hay una regulación unitaria en el
código.
El art. 1494 lo define en su inc. 1º como “la época que se fija para el cumplimiento
de la obligación”. Esta definición ha sido criticada ya que se dice que solamente se refiere
al plazo suspensivo y deja fuera el plazo extintivo.
Definición Tradicional: “el plazo es el hecho futuro y cierto del cual depende el
nacimiento o la extinción de un derecho.
El profesor Peñailillo critica esta definición por que dice que el plazo no es un
hecho. El indica que en el inicio del plazo hay un hecho y en el término también, por lo que
el plazo sería una extensión de tiempo.
Para él el plazo sería “la extensión de tiempo del cual depende la exigibilidad o la
extinción de un derecho”.
En lo que sí hay acuerdo es en que es la certeza del hecho lo que lo diferencia de la
condición. En la condición no hay certeza respecto de su cumplimiento, en cambio,
respecto del plazo siempre existe certeza que se cumplirá. Por ejemplo: el día que Juan
cumpla 30 años, es condición, porque no se sabe si los va a cumplir. En cambio, el día del
30º aniversario del nacimiento de Juan, es plazo.
Clasificación:
1- Plazo Determinado y Plazo Indeterminado. Es determinado cundo se sabe
exactamente la época en que va a vencer. En cambio, es indeterminado aquel respecto del
cual, si bien existe certeza de que va a llegar, no se sabe cuándo (ejemplo: muerte de una
persona).
2- Plazos Fatales y No Fatales. El primero es aquel a cuyo vencimiento se extingue
irrevocablemente el derecho. Nos encontramos frente al segundo cuando vencido el plazo
el derecho se puede ejercer libremente y es necesaria otra actuación para que ese derecho se
extinga.
Esta clasificación tiene importancia, fundamentalmente, en materia procesal.
Generalmente los plazos fatales se reconocen por la expresión “en” o “dentro de”.
3- Plazo Expreso y Plazo Tácito. El primero es el señalado explícitamente por las
partes, por la ley o por el juez cuando está facultado para ello. En cambio, de acuerdo al art.
1494, tácito es el indispensable para cumplirlo. Esta ultima palabra está mal usada, ya debió
decir “cumplirla” (la obligación).en otra palabras, es el tiempo que se tarde, normalmente,
en cumplir la obligación.
4- Plazos Convencionales, Legales y Judiciales. Ello atendiendo a su origen.
La regla general es que el juez no tenga facultades para fijar plazos, sólo puede
hacerlo cuando la ley lo autoriza. Art. 1494 inc.2º
5- Plazos Continuos y Discontinuos. Continuo es el que corre sin interrupción, y
discontinuo aquel que se suspende durante los feriados.
La regla general es que los plazos sean continuos (art. 50), salvo que la ley señale
otra cosa.
La excepción más amplia la encontramos en materia de procedimiento civil, porque
el art. 66 C.P.C establece que los plazos de días en ese código se suspenderán en los días
feriados.
6- Plazo Suspensivo y Extintivo. Plazo suspensivo es aquel hecho futuro y cierto
del cual depende la exigibilidad de un derecho.
Plazo extintivo es el hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de un
derecho.
Esta es la clasificación más importante para la materia en estudio.
b. A su vencimiento:
Suceden los efectos contrarios a los anteriormente señalados: el acreedor puede
exigir el cumplimiento de la obligación, comienza a correr la prescripción, puede operar la
compensación y, por regla general, por la sola llegada del plazo el deudor queda constituido
en mora (art. 1551 nº 1).
1- Vencimiento o cumplimiento:
Es la forma en que normalmente se va a extinguir el plazo, y esto se produce cuando
llega el día prefijado o cuando transcurre el tiempo que se estableció como plazo.
2- Renuncia:
Lo normal es que el plazo esté establecido a favor del deudor, incluso puede decirse
que la ley lo presume así, ello en relación con el art.1497, por lo que está facultado para
renunciar al plazo (art. 12).
Sin embargo, el mismo art. 1497 señala situaciones en que el deudor no puede
renunciar al plazo:
Cuando exista estipulación expresa, ya sea del testador o de las partes.
Aun cuando no haya estipulación expresa, si la renuncia acarrea un perjuicio
al acreedor que por medio del plazo se quiso evitar.
Mutuo con intereses (art.2204)
En el segundo caso el plazo está establecido a favor de ambas partes, por eso no se
puede renunciar. Ejemplo: un comodato (préstamo de uso) establecido por el término de un
año, “te presto mi casa hasta el 20 de Mayo de 2007”, el comodatario (el que se queda en la
casa) no puede renunciar al plazo por que perjudica al comodante.
En el caso del mutuo hay que distinguir: en el mutuo sin interés el plazo está
establecido sólo a favor del deudor.
En el mutuo con interés, en cambio, el plazo está establecido a favor de ambos, por
ello el art. 1497 prohíbe la renuncia del plazo, ya que si entrega antes paga sin intereses. El
deudor puede devolver antes si devuelve con los intereses que se devengarían al
cumplimiento del plazo, esto requiere mención expresa. El art.10 de la ley 18.010 (sólo
para operaciones de crédito de dinero) permite este pacto en su inciso primero.
En el inciso 2º expresa que en las operaciones de crédito de dinero en que el capital
no supere las 5.000 UF el deudor podrá anticipar su pago, aún contra la voluntad del
acreedor. Dicho inciso además distingue entre operaciones no reajustables y reajustables.
En el inciso final se expresa que el derecho a pagar anticipadamente es
irrenunciable, lo que, por el ámbito de aplicación de la ley, se aplica sólo a las operaciones
de crédito de dinero, en los demás casos rige el art. 2204, ello cuando las partes nada dicen.
3- Caducidad:
Se define como una extinción anticipada del plazo en los casos fijados por la ley o
por las partes.
Se trata de una situación en que en virtud del acaecimiento de un hecho que
perjudica al acreedor se beneficia éste con la facultad de exigir el cumplimiento anticipado
de la obligación.
2- Obligaciones Condicionales:
El art. 1473 define la obligación condicional como “la que depende de una
condición, esto es, de un acontecimiento futuro que puede suceder o no”. En base a ella
podemos definir la condición como un “hecho futuro e incierto del cual depende el
nacimiento o la extinción de un derecho”.
Lo que la diferencia con el plazo es que éste implica siempre certeza, en cambio, en
la condición son dos los elementos del hecho:
Futuro.
Incierto.
Clasificación de la condición.
1- Condición Suspensiva y Condición Resolutoria. El código las define en su art.
1479.
Es condición suspensiva aquel hecho futuro e incierto del cual depende el
nacimiento de la obligación. Ejemplo: Te regalo mi código si te sacas un siete en el
examen.
Es condición resolutoria aquel hecho futuro e incierto del cual depende la
extinción de una obligación. Ejemplo: Te presto mi casa, pero me la devuelves si te casas.
Forma en que debe entregarse la cosa una vez que se cumpla la condición.
1. Aumentos y mejoras que puede haber experimentado el bien. Art. 1486
inc.2º primera parte “ si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el
estado en que se encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos y mejoras que
haya recibido la cosa, sin estar obligado a dar más por ella…”.
Este es un reflejo del principio de la retroactividad, opera la condición con efecto
retroactivo porque dice que el acreedor se va a aprovechar de estas mejoras sin tener que
dar nada al deudor.
Esta norma ha sido bastante criticada porque las mejoras están reguladas respecto de
las prestaciones mutuas y ahí incluso el poseedor de mala fe tiene derecho a que se le
restituyan las mejoras necesarias, porque sino habría un enriquecimiento sin causa. En este
artículo no se distingue entre mejoras necesarias y las demás. La excepción la encontramos
en la retroventa y en el fideicomiso, en que se deben pagar las mejoras necesarias.
2. Deterioros y pérdidas. Art.1486 inc.2º segunda parte “… y sufriendo su
deterioro o disminución, sin derecho alguno a que se le rebaje el precio…”.
Aquí hablamos de pérdida o deterioro parcial y que este se deba a caso fortuito, ya
que si se debe a culpa o dolo del deudor volvemos a las reglas generales y el art. 1486
señala que el acreedor podrá pedir que se cumpla el contrato o su resolución y, en ambos
casos, con indemnización de perjuicios.
Esta regla también sería el reflejo del efecto retroactivo de la condición cumplida.
3. Frutos. La regla es que pertenezcan al deudor, ello de acuerdo a los art. 1488,
para la condición resolutoria, y 1078, para la condición suspensiva.
Aquí se aplica la irretroactividad, ya que si se aplicara la retroactividad debieran los
frutos pertenecer al deudor.
Todo esto sin perjuicio de la estipulación de las partes.
4. Pérdida total de la cosa. El art. 1486 inc.1º nos entrega la regla.
Si dicha pérdida se debe a caso fortuito se extingue la obligación. En cambio, si es
por culpa o dolo del deudor, el deudor es obligado al precio y a la indemnización de
perjuicios. Esto es lo que dice la norma, ahora para el profesor Abeliuk aunque la norma no
lo diga el acreedor podría optar también por la resolución del contrato e indemnización de
perjuicios, argumentando que esa es la regla general y porque en caso de pérdida parcial se
le da esta opción, entonces con mayor razón en la pérdida total.
5. Enajenación y gravámenes efectuados por el deudor. La regla general es que
estas quedan a firmes respecto de deudores de buena fe. Art. 1490 y 1491.
Condición Suspensiva.
Es aquella que suspende la adquisición del derecho, por lo tanto el derecho aún no
ha nacido.
1- Mientras se encuentra pendiente:
a. El derecho y la obligación no existen aun, y como consecuencia:
• El acreedor no puede exigir el cumplimiento. Art. 1485.
Este mismo artículo señala que lo que se paga pendiente la condición, es
susceptible de repetirse, porque se está efectuando un pago de lo no debido.
• Aún no comienza a correr la prescripción.
• No opera la compensación.
• No puede novarse la obligación.
• El deudor no está en mora.
b. Sin perjuicio de esto, si existe vínculo jurídico. la condición está ligada a un
acto o contrato que efectivamente se realizó y, por lo tanto, ese acto o contrato tuvo que
cumplir con las formalidades que establece la ley para que sea válido.
En segundo lugar, el deudor condicional no podría retractarse, en le sentido de
decir que no está obligado por la condición.
Y la obligación condicional se va a regir por la ley vigente al tiempo de su
celebración.
c. El acreedor condicional tiene una legítima expectativa de llegar a ser el
acreedor de un derecho, por eso el inciso final del artículo 1492 le otorga la facultad de
impetrar medidas conservativas respecto de la cosa.
Esta legítima expectativa se transmite a los herederos del acreedor, lo cual
también es reflejo de la retroactividad.
Esto tiene dos importantes excepciones (art. 1492 inc. 2º y 1078 inc.2º):
• Asignaciones testamentarias.
• Donaciones entre vivos.
Es por esta razón que la ley en otros artículos exige tanto al asignatario, como
al donatario condicional existir al momento de cumplirse la condición. Esto se explica
porque se entiende que la asignación y la donación tienen un carácter intuito a persona, se
hicieron a favor de esa persona y no de sus herederos.
Este art. 1492 también se refiere al deudor, por lo tanto la obligación del
deudor se transmite a los herederos y se la aplican las mismas excepciones.
2- Condición Fallida:
Si falla la condición suspensiva, ni el derecho, ni la obligación van a nacer, por lo
tanto no se puede exigir el cumplimiento, deben alzarse las medidas conservativas y van a
quedar afirmes todos los actos y contratos que el deudor haya celebrado.
3- Condición Cumplida:
Nace el derecho, nace la obligación y por tanto:
• El acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación.
• Si el deudor paga va a pagar bien, e, incluso, se valida el pago hecho
anteriormente.
• Comienza a correr la prescripción, opera la compensación, puede novarse la
obligación y el deudor queda en mora.
• Se aplican las reglas para la entrega de la cosa. En este punto hay que tener
presente que para todos los actos no reglados se debe ver si se aplica o no el
principio de la retroactividad.
Condición Resolutoria:
Hecho futuro e incierto del cual depende la extinción de un derecho.
En este tipo de condición el derecho ha nacido, lo que se encuentra sujeto a
modalidad es su extinción.
Generalmente se ha clasificado en tres grandes grupos:
1- Condición resolutoria ordinaria. “Todo hecho e incierto, que no sea el
incumplimiento de las obligaciones del contrato, del cual depende la extinción de un
derecho”.
Esta definición es parecida a la que entrega el profesor Abeliuk, pero es imprecisa
porque la diferencia sólo de la condición resolutoria tácita, ya que según su definición
podría ser una condición resolutoria ordinaria el incumplimiento de una obligación que no
sea ajena al contrato mismo.
2- Condición Resolutoria Tácita. Es aquella contemplada en el artículo 1489. “Es
la que va envuelta en todo contrato bilateral en caso de no cumplirse por una de las partes
lo pactado”.
3- Pacto Comisorio. Es la condición resolutoria tácita expresada por las partes en el
contrato.
Puede ser:
Simple: es la condición resolutoria tácita expresada por las partes.
Calificado: es la condición resolutoria tácita expresada por las partes a la que
se le agrega una cláusula de resolución ipso facto o de pleno derecho.
Esto porque tanto la condición resolutoria tácita, como el pacto comisorio
simple necesitan de una sentencia judicial para que operen.
1- Contrato Bilateral:
Aquellos contratos en que las partes se obligan recíprocamente.
En relación a los contratos unilaterales, la mayoría de la doctrina está conteste en
que no procede, sólo Claro Solar estima lo contrario, lo que no impide que pueda pactarse,
pero en ese caso no es una condición resolutoria tácita, sino un pacto comisorio.
En los contratos de tracto sucesivo, como el arrendamiento, si el contrato es bilateral
procede la resolución, pero doctrinariamente toma el nombre de terminación y no de
resolución. Y se distingue porque, a diferencia de la resolución propiamente tal, la
terminación sólo produce efectos hacia el futuro, no tiene efecto retroactivo, y esto esta
dado por la naturaleza del contrato.
2- Incumplimiento Imputable:
Se habla de un incumplimiento de los que se denominan voluntario, es decir, que no
tenga como causa un hecho ajeno a la voluntad del deudor.
Además, debe tratarse de un incumplimiento imputable, sea que se deba a culpa o
dolo del deudor, lo que excluye el incumplimiento que se produce por caso fortuito.
La ley no señala que el incumplimiento sea imputable, pero es lógico que sea así,
porque si es por caso fortuito se produce pérdida de la cosa debida.
La jurisprudencia además ha establecido que el deudor incumplidor debe estar en
mora, para que proceda la resolución debe haber sido puesto en mora por el acreedor.
Se produce problema en caso de incumplimiento parcial, o cuando la obligación que
se incumple no es la principal sino una accesoria al contrato, por ejemplo: se entrega la
cosa en un lugar diferente del convenido.
El texto del art. 1489 no distingue, por lo que, en principio, la doctrina señala que
cualquier tipo de incumplimiento da derecho a solicitar la resolución del contrato, sea
principal, accesorio, total o parcial.
El profesor Abeliuk está de acuerdo0 con esto, pero distingue:
• Si se trata de la obligación principal, ella debe ser cumplida en su totalidad, si se
cumple parcialmente procede la resolución del contrato.
• Siendo una obligación secundaria no debería proceder la resolución, siempre
que se hayan cumplido las principales.
Se basa principalmente en que el espíritu de esta institución está dado por el
incumplimiento de las obligaciones bilaterales del contrato, pero no por los accesorios.
Las consideraciones que hacen aconsejable que no se resuelva el contrato no son de
texto, son otras.
3- Contratante Diligente:
No lo señala expresamente el art. 1489, pero se desprende de lo dispuesto en el art.
1552. Dicho artículo expresa que mientras la parte que solicita el cumplimiento de una
obligación no cumpla la suya, esta solicitud de cumplimiento no procede; se denomina
excepción de contrato no cumplido y sólo tiene un efecto paralizador de la demanda, es
decir, la paraliza mientras el demandante no cumpla su obligación respectiva.
El problema es que no está resuelto legalmente el caso en que opuesta excepción
ninguna de las partes quiera cumplir. Es un problema porque el contrato sigue vigente, se
celebró, es perfecto, pero no surte efectos.
Hay otro argumento para determinar que debe ser declarada por sentencia judicial y
señala que si no se requiriere sentencia el cumplimiento quedaría al arbitrio del deudor.
El deudor que no quiere cumplir con el contrato no cumple con la obligación y se
resuelve el contrato, por eso es más justo la necesidad de la sentencia.
Pacto Comisorio:
Hay que diferenciar el pacto comisorio en la compraventa por la obligación de
pagar el precio (art. 1877 y 1880) y el pacto comisorio que las partes pactan en los otros
contratos y en la compraventa con respecto a las otras obligaciones.
3- Puede ser mueble o inmueble, según la cosa sobre la cual recaiga la obligación.
Efectos de la Resolución:
Nos remitimos a lo ya dicho acerca de la condición suspensiva cuando se habló de
cuando debe cumplirse la condición (todo lo dicho referente a cómo debe cumplirse,
mejoras, aumentos, frutos, pérdidas, actos de administración y perdida total de la cosa).
Lo que resta es ver que sucede respecto de las enajenaciones y gravámenes
realizados por el deudor resolutorio.
Aquí se refiere a todo deudor resolutorio, ya sea que la resolución opere por
sentencia judicial o no.
Ejemplo: A le regaló un auto a B, pero la donación se sujetó a la condición
resolutoria de que se titule de abogado dentro de dos años.
B transcurrido un año se da cuenta que no se va a poder titular y vende el auto a C.
se cumplen los dos años, como se trata de una condición resolutoria ordinaria opera de
pleno derecho y se entiende que el derecho vuelve a A, sin embargo B ya no tiene el auto.
¿Qué sucede con A? ¿Qué sucede con C? ¿Esa enajenación hecha por B queda a
firme o bien A puede pedir la restitución al tercero adquiriente?
El código regula de manera poco clara esta materia en dos artículos:
Art. 1490, que se refiere a los bienes muebles, y
Art. 1491, que se refiere a los bienes inmuebles.
Los art. 1490 y 1491 se basan en el mismo principio: la protección de los terceros
de buena fe.
Bienes Muebles: art. 1490. Ejemplo: A entrega una cosa a B bajo condición
resolutoria, es decir el derecho de B está sujeto a extinción si se cumple la condición. Antes
que se cumpla la condición B la enajena a C, por lo tanto C está en posesión de la cosa, se
cumple la condición y B debe restituir la cosa a A.
C, que está en posesión actual de la cosa y que la adquirió legítimamente ¿se ve
afectado por la situación de su predecesor?
El art.1490 expresa que el tercero está de buena fe no le afecta la resolución, por lo
tanto aquí lo determinante es saber en que consiste la buena fe. La buena fe va a estar dada
por el conocimiento o desconocimiento del tercero de la condición que afectaba el derecho
de su predecesor. Si sabía de la existencia de la condición resolutoria, está de mala fe y,
por lo tanto, la resolución lo afecta y debe restituir la cosa a A. si ignoraba la existencia de
la condición resolutoria no lo va a afectar y, por lo tanto, el gravamen va a quedar a firme y
A no va a poder restituir contra C.
El principio general es que la buena fe se presume por lo tanto quien va a tener que
acreditar la mala fe es el acreedor resolutorio, él tiene la carga de la prueba.
Estos efectos se producen cualquiera sea la condición resolutoria. Si no hay acción
resolutoria, porque opera de pleno derecho la condición, ejerce directamente la acción
resolutoria.
Sin embargo, esta concepción tradicional ah sido superada tanto por la doctrina,
como por la legislación comparada, y actualmente la tendencia es a estudiar los efectos de
las obligaciones en razón de su cumplimiento. Esto porque el efecto principal y normal de
toda obligación es que se cumpla, la excepción es el incumplimiento, sólo en el caso que la
obligación no se cumpla van a aparecer los efectos que se estudiaban en la concepción
tradicional.
Por esto vamos a estudiar los efectos de las obligaciones mirados desde el
cumplimiento de la misma y sólo posteriormente vamos a ver que sucede en el caso que la
obligación no se cumpla.
• Pago realizado al poseedor del crédito: se encuentra regulado en el art. 1576 inc.
2º.
Dicha disposición ha dado pie para discutir si cabe o no la disposición sobre
derechos personales. También se la ha criticado porque privilegia la apariencia por sobre la
realidad jurídica, ya que valida el pago a quien no es realmente un acreedor sino el portador
de un crédito.
Respecto de los derechos personales existe una discusión de si pueden o no
adquirirse. Alguna postura, apoyada en este artículo, dice que pueden adquirirse por
prescripción. Otra posición dice que dicha disposición se refiere sólo al pago.
El pago hecho al poseedor del crédito será válido siempre que se cumpla:
Que la posesión del crédito esté en este falso acreedor.
La buena fe del deudor.
En cuanto al primer requisito no basta con la posesión material del título en el que
consta el crédito, sino que debe ir acompañada de otras circunstancias, por ejemplo: falso
heredero al que se le concede la posesión efectiva de los bienes, que posteriormente es
revocada; también el legatario que es instituido por un testamento que posteriormente es
revocado.
Aquí surge la importante distinción entre títulos:
Al portador.
A la orden.
Nominativos.
Cuando el título es al portador significa que la obligación en él documentada
puede ser exigida por quien esté en posesión material de él, por lo mismo se transfieren a la
sola entrega material del título. Quien tenga el documento será considerado legalmente
como acreedor.
En el caso de los títulos a la orden se señala la identidad del acreedor y que pueden
ser pagados a él o su orden, es decir, a las personas que él designe.
Dicha persona debe acreditar debidamente su identidad o de la persona que él
designe mediante el endoso, que es el modo de transferir estos títulos y que se materializa
con la firma del endosante en la parte o cara posterior del documento.
Se protege la apariencia, ya que no se debe comprobar si la firma corresponde
realmente al endosatario, ello por la celeridad de los actos de comercio (de lo contrario se
entrabaría el comercio).
Tratándose de los títulos nominativos, que son aquellos que sólo pueden ser
pagados a las personas que él mismo señala, es más difícil que alguien aparezca en
posesión de ellos. Estos títulos pueden transferirse mediante la cesión de créditos regulada
en el Código Civil, ella exige consentimiento del deudor o bien su notificación.
Si se paga a otras personas distintas a las facultadas para recibir el pago, dicho pago
no es válido y por lo tanto el deudor puede pedir el reembolso del pago y el acreedor
conserva su derecho exigir que se le pague. Esta regla tiene dos excepciones señaladas en el
art. 1577:
Si el acreedor ratifica el pago, lo que es lógico ya que él es el interesado en que
esa obligación se extinga.
Que la persona que recibió el pago, y que en principio no estaba facultada para
hacerlo, suceda posteriormente al acreedor en el crédito respectivo (algunas situaciones en
relación: heredero, legatario, cesionario).
PAGO DE LO NO DEBIDO.
Consiste en el cumplimiento de una obligación que no existe.
Una obligación no existe:
• Cuando no haya existido nunca.
• Cuando la obligación ya está extinguida.
• Cuando se trata de una deuda ajena.
Las dos primeras son circunstancias de tipo objetivo y la tercera es una
circunstancia de tipo subjetivo.
b. Frutos, mejoras y aumentos: no hay reglas especiales en las normas del pago de
lo no debido, por lo que debemos recurrir a las normas de las prestaciones mutuas:
• Los frutos no se van a restituir, quedan para el accipiens, los anteriores a la
contestación de la demanda. Art. 907 inc.3º.
• Respecto de las mejoras, las necesarias deben pagarse (art.908); las útiles,
al estar de buena fe hasta antes de la contestación de la demanda las que haya
hecho hasta ese momento también deben ser pagadas, respecto de las posteriores
a ese momento sólo tiene derecho a llevarse los materiales (arts. 909 y 910);
respecto de las voluptuarias, puede llevarse los materiales sólo si pueden
separarse sin detrimento de la cosa.
El inc. 2º del art. 2301 remite a las normas de las prestaciones mutuas, ya que
señala que será considerado como poseedor de mala fe.
b. Frutos, mejoras y aumentos
• Debe restituir los frutos, y no solamente los percibidos sino los que el dueño
hubiera podido percibir con mediana inteligencia y actividad, teniendo la
cosa en su poder. Art.907.
• Respecto a las mejoras, las necesarias se le pagan, de las útiles y
voluptuarias solamente tiene el derecho tiene derecho a retirar los
materiales en que consistan. Arts. 908, 909, 910 y 911.
Estos son los efectos que se producen entre solvens y accipiens, pero también
pueden haber terceros involucrados.
Efectos Respecto de Terceros.
Quien recibió el pago indebidamente transfiere la cosa al un tercero. Aquí el art.
2303 hace una distinción entre:
a. Adquirente a título gratuito, el código habla de título lucrativo. Inc. 1º: debe
restituir la cosa al solvens con dos requisitos:
• Que la cosa sea reivindicable, para saber esto se debe ir a las normas de la
acción reivindicatoria.
• Que exista en su poder, que no haya sido transmitida a una cuarta persona.
Todo esto sin perjuicio de los derechos que tiene en contra del que recibió
indebidamente.
II -La Novación
Es una institución de bastante aplicación práctica sobre todo en lo que dice relación
con operaciones bancarias.
El art. 1628 nos da el concepto legal. Supone la existencia de una obligación
anterior que se extingue, sustituyéndola una obligación nueva que pasa a ocupar el lugar de
la antigua. Por ello es tanto un modo de extinguir las obligaciones, como un contrato.
Requisitos:
1- Debe existir una obligación destinada a extinguirse. Respecto a este requisito lo
importante es que puede tratarse de una obligación civil o natural. Art. 1630.
Se dice que uno de los requisitos a su vez de esta obligación que esta destinada a
extinguirse es que sea válida.
Además de acuerdo a las normas generales en el caso de la nulidad relativa, la
novación podría implicar una ratificación de la nulidad y por lo tanto también ser válida.
Obviamente esta ratificación debe someterse a todas las formalidades que determina la ley,
principalmente a los arts. 1693- 1697.
En la práctica este requisito de la validez es bastante limitado.
También puede suceder que esta obligación sea condicional y hay la ley, en el art.
1633, señala que si se trata de una obligación condicional suspensiva y esta se encuentra
pendiente no hay novación, ello porque el requisito es que exista una obligación que se va a
extinguir y aquí no existe obligación, lo mismo sucede si la condición falla.
El inc. 2º de la norma señala que las partes pueden convenir que la obligación
condicional quede abolida, es decir se extinga sin esperar que la condición se cumpla, en
este caso debe respetarse la voluntad de las partes. Técnicamente tampoco hay novación y
esto por la razón que la primera obligación nunca llegó a nacer y, por lo tanto, no se puede
hablar de que existió una obligación.
2- Que las partes pacten una nueva obligación que sustituya a la anterior . Aquí
sucede lo mismo que en el caso anterior, los arts. 1630 y 1633 se aplican también a la nueva
obligación.
3- Debe haber diferencia sustancial entre las obligaciones. El art. 1631 habla de
tres tipos de novación, se puede además hablar de novación objetiva y subjetiva.
Novación Objetiva: caso en que entre las mismas partes se contrae una nueva
obligación y hay cambio de objeto o causa. Nº 1 art. 1631.
Novación Subjetiva: caso en que hay cambio de acreedor (nº 2 art. 1631) o cambio
de deudor (nº 3 art.1631).
Lo importante es que sobre uno de estos elementos debe recaer la novación:
objeto, causa, acreedor o deudor. Si, por ejemplo, cambia la caución no hay novación,
tampoco si posteriormente pactan intereses que en la obligación primitiva no estaban
estipulados.
4- Las partes deben ser capaces de celebrar el contrato. Aquí las partes requieren
de capacidad de disposición, ello porque extinguen una obligación y como contraen una
nueva deber ser capaces de celebrar el contrato respectivo y de adquirir los derechos y
obligaciones que de él emanan.
Aquí hay que tener presente las obligaciones naturales. Por ejemplo, podría suceder
que una de las partes sea incapaz y haya novación si tiene suficiente juicio y
discernimiento.
5- Animus Novandi. Es un elemento subjetivo, es la intención que tiene las partes
de que la nueva obligación sustituya a la anterior la cual, por lo tanto, se va a extinguir.
Si no existe esta intención ambas obligaciones van a subsistir paralelamente.
Este animus puede ser expreso o tácito. 1634. el único caso de animus tácito es
aquel en que ambas obligaciones no puedan subsistir conjuntamente.
La ley exige que el consentimiento sea expreso respecto de una de las clases de
novación: novación por cambio de deudor. Art.1635.
Clases de Novación:
1- Novación Objetiva:
A- Novación por Cambio de Objeto: hay novación por un cambio en la prestación
debida.
Debe ser un cambio sustancial, no basta un cambio en los accesorios o aspectos
secundarios de la obligación.
El legislador ha dado normas particulares con el objeto de esclarecer si hay o no
novación en ciertas circunstancias:
Aumento o prorroga del plazo: por ejemplo: se había pactado 60 días para el
pago del precio y posteriormente se pacta que el precio se pagará a los 90 días.
La ley estima que no es una modificación sustancial y por lo tanto no hay novación.
Art. 1649.
Pero si produce otros efectos que son importantes:
• Extingue la responsabilidad de los fiadores.
• Extingue las prendas e hipotecas que hayan constituido terceros para
garantizar la obligación.
Ello salvo que el fiador o los terceros concurran con su voluntad al acto por el cual
se aumenta el plazo, porque aquí manifiestan su voluntad de obligarse también.
Reducción del plazo: tampoco hay novación, pero en este caso no va a poder
perseguirse a los codeudores solidarios o a los fiadores sino hasta el vencimiento del plazo
original. Art. 1650.
Esto con la misma excepción anterior: que ellos concurran con su voluntad al acto
por el cual se reduce el plazo.
Caso en que se pacte una cláusula penal: la cláusula penal es una cláusula en
virtud de la cual se estipula que el deudor está obligado a algo para el caso de no cumplir se
con la obligación principal.
Si existía una obligación principal la cual no tenía cláusula penal, pero con
posterioridad se agrega esta cláusula, no hay novación. Art. 1647.
Esto en el caso en que sea exigible la obligación principal y la pena, no hay
novación y subsiste, por lo tanto, la responsabilidad del fiador y los garantistas pero sólo
respecto de la obligación principal.
Ahora si se pacta que va a ser exigible sólo la pena, si el acreedor hace uso de este
derecho si hay novación por cambio de objeto y, por lo tanto, se van a extinguir todos los
accesorios de la obligación principal junto con ella.
2- Novación Subjetiva:
Puede ser por cambio de acreedor o de deudor, la prestación sigue siendo la misma,
pero cambia una de las partes.
A- Novación por Cambio de Acreedor: art. 1631 nº 2.
Tiene lugar cuando el deudor contrae una nueva obligación con un tercero que pasa
a ser su acreedor liberándole de la obligación primitiva su antiguo acreedor.
Es importante que contraiga una nueva obligación porque si no la contrae puede ser
una cesión de crédito en que también cambia el acreedor, pero no hay nueva obligación (la
antigua obligación no se extingue), sólo cede sus derechos.
En la práctica esto se da cuando el acreedor es deudor del nuevo acreedor.
Requisitos:
• Que el deudor consienta en obligarse con el nuevo acreedor.
• El primitivo acreedor tiene que consentir el liberar a su deudor, de esa manera se
extingue la obligación antigua.
• El consentimiento del nuevo acreedor. Ello tiene como fundamento el principio
de que nadie puede adquirir derechos contra su voluntad.
B- Novación por Cambio de Deudor: art. 1631 nº 3.
Tiene lugar cuando una persona diversa al deudor primitivo lo sustituye, quedando
liberado de su obligación. La primera obligación se extingue y nace una nueva obligación
entre el nuevo deudor y el acreedor original.
Requisitos:
• Se requiere consentimiento del acreedor en dos formas: para liberar al antiguo
deudor y para aceptar al nuevo deudor. Si no consiente en liberar al antiguo deudor,
se va a entender que este tercero que pretende asumir la deuda va a ser simplemente
diputado, un codeudor solidario, subsidiario, fiador, lo que va a tener que
establecerse caso a caso al tenor de la obligación, no hay novación porque no se
extingue la primitiva obligación.
• Consentimiento del tercero que va a asumir como nuevo deudor.
Con estos dos requisitos basta para que haya novación.
Ahora puede suceder que también intervenga el consentimiento del deudor, pero no
es un requisito sine qua non para que haya novación, esto por que al acreedor le interesa
que le paguen sin importar quien lo haga. Cualquiera puede pagar por el deudor, aun contra
su voluntad.
Efectos de la novación:
El efecto podríamos reducirlo a uno: se extingue la antigua obligación. Debido a
ello se siguen algunas consecuencias que el legislador ha regulado de manera expresa:
a. Si la obligación antigua devengaba intereses, estos se extinguen. Art. 1640.
b. Se extinguen, también, los privilegios inherentes a la primitiva obligación. art.
1641.
c. Se extinguen las prendas e hipotecas que aseguraban la antigua obligación. art.
1642.
d. Cesa la responsabilidad de los fiadores y codeudores solidarios. Art. 1645.
Por regla general la estipulación de las partes puede alterar estos efectos. Se puede
pactar la reserva de las prendas e hipotecas; los fiadores y los codeudores solidarios pueden
también concurrir a la novación y aceptarla.
En el único caso en que en que no se puede alterar los efectos es en el caso de los
privilegios, ello porque los privilegios son establecidos por ley y no por las partes.
También puede suceder que el bien hipotecado sea de un tercero, en este caso
además de los requisitos señalados se requiere consentimiento o autorización del dueño del
bien. Inc. 2º art. 1642.
Con tercero se quiere decir toda persona que no sea el deudor que está conviniendo
la novación.
Si hay una obligación solidaria y uno de los deudores solidarios tiene constituida
hipoteca para garantizarla y otro pacta una novación con el acreedor, en este caso para que
se mantenga la hipoteca que había constituido uno de los deudores él va a tener que
concurrir a la novación, si ello no sucede la hipoteca se extingue. Art. 1643 inc 2º.
En el caso de la novación por cambio de deudor, la ley da una regla especial en el
art. 1643 inc. 1º. Aquí la ley prohíbe que se pacte una reserva que afecte a bienes del nuevo
deudor, es decir, que de alguna manera la hipoteca se traslade de un bien a otro. No lo
permite porque estamos hablando de reserva y porque podría implicar un perjuicio para
todos los acreedores del deudor.
Está prohibido incluso cuando el deudor acepte el cambio.
Si por algún motivo no puede operar la reserva no hay problema para que las
prendas o hipotecas se renueven.
Reserva y renovación son cosas distintas.
La renovación de la hipoteca implica una nueva hipoteca, la anterior se extinguió y
se constituyó una nueva, lo cual tiene importancia para la prelación de créditos. En el caso
de novación por cambio de deudor sólo puede haber renovación y no reserva.
Imposibilidad en el Cumplimiento.
Concepto:
Es un modo de extinguir las obligaciones que se produce por un hecho no imputable
al deudor la prestación a que éste estaba obligado se hace imposible de cumplir.
Requisitos:
1- Hecho no imputable. Estamos hablando, en general, de un caso fortuito o fuerza
mayor.
2- La imposibilidad debe ser absoluta, esto en el sentido de que la obligación no
pueda cumplirse bajo ningún respecto.
Esto está muy relacionado con la teoría de la imprevisión, que es el caso en que la
obligación se ha hecho para el deudor excesivamente gravosa de cumplir, pero no
imposible de cumplir. El caso típico es el transporte marítimo en que se pacta una
determinada cantidad por el traslado de una mercadería desde, por ejemplo, Miami a
Valparaíso, por alguna razón el canal de Panamá se cierra, el barco puede llegar a
Valparaíso pero debe hacer el doble o más de trayectoria, ante esta situación o bien el
precio no va a ser suficiente para cubrir los costos o la ganancia para la empresa marítima
va a ser mínima. En este caso no hay imposibilidad en el cumplimiento por lo que no se
puede extinguir la obligación por este modo.
3- Este hecho, que hace imposible el cumplimiento, debe ser posterior al
nacimiento de la obligación. Si es anterior el hecho no se aplica esta regla, sino otras
relativas al objeto, o bien las normas relativas al error.
Obligaciones de Dar:
Respecto de estas obligaciones es que está reglamentado en el código, en los arts.
1670 a 1680.
El art. 1670 nos señala los casos en que existe imposibilidad en el cumplimiento,
cuándo la obligación es imposible de cumplir. Da tres casos:
• Cuando la cosa se destruye.
Hay que tener presente el art. 1486, que aunque está en materia de
condiciones se entiende de aplicación general. Puede ser que la cosa no se
destruya físicamente, pero deje de servir para lo que las partes estipularon o para
lo que según su naturaleza debe servir.
• Si la cosa desaparece y se ignora si existe, aunque este caso sería más bien
una especificación del primero.
• Que la cosa deje de estar en el comercio humano. Esto va a estar dado
generalmente por prohibiciones posteriores, ya sea de tipo legal o
administrativo.
Todas estas reglas son aplicables sin duda en el caso de una obligación de especie o
cuerpo cierto, ahora en el caso que se trate de una obligación de género, por regla general,
la imposibilidad en el cumplimiento no existe, tendría que tratarse de un género muy
acotado, esto porque el género por regla general no perece.
Pero el género si puede llegar a extinguirse y ahí si habría imposibilidad en el
cumplimiento.
Obligaciones de Hacer:
El código no da reglas, pero si hay una mención en el C.P.C en el art. 534 que habla
de “la imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida”. Lo importante
aquí es la “imposibilidad absoluta”, esto porque el art. 1553 C.C le otorga tres alternativas
al acreedor de una obligación de hacer y entre ellas está la del nº 2, que le permite hacer
ejecutar la obra por un tercero a expensas del deudor.
En este caso la imposibilidad en el cumplimiento se trata de una obligación de hacer
que sólo puede ser ejecutada por el deudor.
Obligaciones de No Hacer:
No están reguladas porque va a ser bastante extraordinario que se presente la
imposibilidad en el cumplimiento en estas obligaciones. “No puede no hacer algo”. Un
ejemplo puede ser una obligación por vía de autoridad, por ejemplo, una prohibición
convencional de no plantar árboles en un determinado terreno y luego un dictamen de la
autoridad lo obliga a plantar árboles allí.
Efectos de la Imposibilidad:
El efecto principal es que se extingue la obligación.
Si estamos hablando de un contrato unilateral, sólo una de las partes resulta
obligada, en este caso se extingue la obligación y las partes no van a estar obligadas bajo
ningún respecto.
Si estamos en presencia de un contrato bilateral la situación es más compleja. Por
ejemplo: se celebra un contrato de compraventa, el precio se paga en el acto, pero se queda
pendiente la entrega. El comprador cumple con su obligación y al vendedor se le cumplió
su derecho.
Antes de la entrega la cosa se destruye por caso fortuito. La obligación del vendedor
de entregar se extinguió y correlativamente el derecho de exigir la entrega. Pero hay otra
obligación: de pagar el precio y el derecho al precio correlativamente ¿qué sucede con esta
obligación? para solucionar este problema es que se recurre a la denominada Teoría del
Riesgo que tiene aplicación en los casos de incumplimiento no imputable a una de las
partes.
Aquí hay dos posibles soluciones:
1- Que el riesgo sea del deudor. Esto significa que el deudor cuya obligación se
extinguió no puede exigir el cumplimiento de la obligación recíproca.
En este caso ambas obligaciones se extinguen y podría repetir el precio que pagó el
comprador.
2- Que el riesgo sea del acreedor. Ello significa que el acreedor debe cumplir con
su obligación, aun cuando la obligación del deudor se haya extinguido. Si decimos que el
riesgo es del acreedor en el ejemplo el comprador no puede exigir que se le entregue la
cosa, pero si se encuentra obligado a pagar el precio.
Lo lógico en relación a nuestro sistema es que el riesgo sea del deudor. Pero nuestro
legislador estableció la regla contraria, el riesgo es del acreedor, así lo expresa el art.1550 y
en el art. 1820 encontramos la regla específica para la compraventa.
Sin embargo estos artículos señalan excepciones, que de alguna manera palean el
error del legislador:
• En el caso de mora del deudor. Si el deudor estaba en mora de entregar la cosa y
ésta se destruye por caso fortuito o fuerza mayor, se extingue la obligación, el riesgo pasa a
ser de él.
• Cuando el deudor se ha obligado a entregar la cosa a dos o más personas en
virtud de obligaciones diversas. Por ejemplo: cuando haya vendido la cosa a dos o más
personas. Art. 1550.
Estas dos son excepciones de tipo general, o sea se aplica también a la compraventa,
pero hay otra excepción que se aplica sólo a ésta:
• Art. 1820. Caso que se venda bajo condición suspensiva, si se cumple la
condición y la cosa se ha destruido el riesgo es del vendedor y, por lo tanto, no podría
exigir el cumplimiento de la otra obligación. Por ejemplo: “te vendo mi casa si me gano la
beca de Yale dentro de dos años”, estamos en presencia de una condición suspensiva, si el
vendedor se gana la beca, nace el derecho del comprador.
Falla la condición si transcurrido los dos años no se gana la beca. Si falla la
condición el comprador nunca va a poder exigir que le venda la casa.
Si gana la beca y la casa se quema antes, se cumplió la condición, pero el objeto se
destruyó, por lo tanto, también se extinguió su obligación. Si no existiera esta excepción el
riesgo es del acreedor y le podría exigir el pago de la casa al comprador y entregarle la casa
quemada.
En este caso el riesgo es del vendedor, o sea que no puede exigir el pago del precio.
Si siguiéramos la regla del art. 1550 el riesgo es del acreedor, que en este caso es el
comprador, y él debería pagar el precio convenido.
• Las partes pueden estipular la regla contraria: que el riesgo es del deudor.
Requisitos:
1- Que se trate de una acción prescriptible. Y aquí la regla general es que todas las
acciones prescriben, salvo regla expresa en contrario.
Ejemplos de excepciones encontramos en:
• La acción de partición, los comuneros pueden pedir en cualquier momento la
partición, por lo tanto no prescribe. Art. 1317.
• En materia de familia hay varias y la más importante es la acción de
reclamación de filiación, es decir, el hijo siempre podrá demandar que se
establezca la paternidad o maternidad respecto de él.
• La acción de demarcación y cerramiento en materia de servidumbre. Es la
que tiene el dueño de un predio colindante para que se establezca el límite del
otro predio y se cierre. Como deriva del derecho de dominio no prescribe.
2- Transcurso del tiempo. La regla general es que el plazo corre desde que la
obligación se hizo exigible, ello salvo las excepciones legales, como el pacto comisorio en
la compraventa por no pago del precio (corre desde que se celebra el contrato).
El plazo se cuenta según las reglas de los arts. 48 a 50.
3- Inactividad en la relación jurídica, tanto del acreedor como del deudor, que el
acreedor no cobre, ni que el deudor pague.
Plazos de prescripción:
1- Acciones ordinarias: respecto de ella el plazo es de 5 años, salvo que la ley
establezca otro plazo para una obligación particular. Art. 2515.
2- Acciones ejecutivas: el plazo es de 3 años. Art. 2515.
Aquí hay dos particularidades:
• Extinguida la acción ejecutiva subsiste por dos años como acción ordinaria.
• De acuerdo a las normas del C.P.C el juez la puede declarar de oficio, en
realidad es una obligación legal del juez.
También hay acciones ejecutivas que prescriben en menos tiempo, por ejemplo:
pagares, letras de cambio, etc.
3- Acciones accesorias: se aplica la regla general de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal, por lo tanto no hay un plazo especial para ellas. Prescrita la acción
principal, prescribe la accesoria. Art.2516.
4- Acción de dominio y acción de petición de herencia: estas acciones no tienen
un plazo especial, sino que se van a extinguir cuando otra persona adquiera el dominio
respectivo. Art. 2517.
RESPONSABILIDAD CIVIL
El término responsabilidad va ligado a la consecuencia del actuar de las personas o
de las cosas que están a su cargo. En definitiva es la necesidad de hacerse cargo de las
consecuencias de una conducta o de un acto que se le va a atribuir a esa persona.
Hay distintos tipos de responsabilidad, la gran división la tenemos entre
responsabilidad moral y responsabilidad jurídica.
La Responsabilidad Moral está regulada por otro tipo de normas que no son
jurídicas. Esta responsabilidad está dada por la infracción a las exigencias de la ley moral,
ley natural, ley de la religión, etc.
La Responsabilidad Jurídica surge de la violación de deberes jurídicos y produce
consecuencias jurídicas que se van a traducir en la reparación del daño causado.
Dentro de la responsabilidad jurídica distinguimos:
Responsabilidad disciplinaria.
Responsabilidad sancionatoria.
Responsabilidad civil.
Responsabilidad Civil: necesidad que tiene una persona de reparar el daño que ha
causado a otro por un hecho culpable o doloso.
Elementos:
• Acción dolosa o culpable.
• Daño que se produce a otro (único elemento que no puede faltar).
No existe una definición legal. En derecho comparado sí, por ejemplo el Código de
Portugal: “es la obligación para el autor del hecho u omisión de reponer a la persona
lesionada en la situación de que gozaba antes de la lesión y de indemnizarla de todo el daño
que ella haya sufrido”.
La responsabilidad civil se divide principalmente en:
Responsabilidad civil contractual.
Responsabilidad civil extracontractual.
Cúmulo de Responsabilidades.
No es un problema de acumulación de responsabilidades, sino que es un problema
de opción de responsabilidades. En definitiva consiste en si se puede optar entre la
responsabilidad contractual o la extracontractual para pedir la reparación de un daño.
¿Cuándo se presenta este problema? En el caso de que un mismo hecho da lugar a
responsabilidad civil contractual, pero, además, tiene consecuencias que van más allá del
incumplimiento del contrato y que entran en el ámbito de la responsabilidad
extracontractual. Por ejemplo: se celebra un contrato de transporte, en el trayecto, antes de
llegar al destino, el bus choca y una persona resulta lesionada. Hay incumplimiento de la
empresa porque la obligación era llevar al destino, pero, además, hay responsabilidad
extracontractual por las lesiones. El pasajero puede pedir la reparación a través de las
normas de la responsabilidad contractual o puede renunciar a ella y pedir la reparación en
virtud de las normas de responsabilidad extracontractual.
Tradicionalmente (Alessandri, Abeliuk) sólo se acepta el cúmulo, la posibilidad de
optar:
1º Cuando las partes así lo hayan convenido.
2º Cuando el incumplimiento, infracción del contrato, constituye al mismo tiempo
un ilícito penal.
Más modernamente Hernán Corral plantea una tesis bastante parecida, expresa que
procede:
1º Cuando exista convención expresa de las partes.
2º Cuando el incumplimiento da lugar a un daño que sería igualmente indemnizable
por la vía de la responsabilidad extracontractual en general. Es decir, aunque no mediara
contrato entre las partes el que causó el daño tendría que indemnizarlo igual porque hay
responsabilidad extracontractual.
El autor expresa que hay excepciones en las cuales no procede, o sea quien sufrió el
daño no podría optar por la responsabilidad extracontractual:
Cuando las partes así lo hayan convenido.
Cuando no habiendo estipulación expresa hay otras cláusulas en el contrato que
determinan la distribución de los daños previsibles en caso de incumplimiento del mismo.
Por ejemplo: el caso de una asociación de amigos de antigüedades que realizarían una
exposición, hicieron una exhibición para los periodistas y a estos se les hizo firmar un
contrato en el que se decía que se eximía a la asociación de los daños que pudieran causarse
en la exhibición, se eximía de responsabilidad contractual. Hubo un accidente y se
provocaron daños. Los periodistas trataron de demandar por la vía de las normas de
responsabilidad extracontractual y el tribunal denegó la demanda porque había una cláusula
que hablaba de los daños y debía estarse a las normas de la responsabilidad contractual y,
por lo tanto, a lo que decía esa cláusula. En el fondo debía aplicarse el contrato y una de las
partes no podía burlar lo que había aceptado expresamente demandando por la vía
extracontractual.
Clases de Indemnización.
En materia contractual las más importantes son:
Indemnización Compensatoria, que es la cantidad de dinero que equivale al
cumplimiento efectivo e íntegro de la obligación. por ejemplo, si la obligación consistía en
la entrega de un cuerpo cierto la indemnización compensatoria va a estar dada por el precio
de la especie o cuerpo cierto.
Indemnización Moratoria, que es la cantidad de dinero que equivale al
cumplimiento oportuno de la obligación, pretende reparar el daño que produjo el retardo en
el cumplimiento.
2- Perjuicios:
En términos generales debemos entenderlo como sinónimo de daño. Generalmente
se define como el detrimento que sufre el patrimonio del acreedor, ya sea una disminución
real y efectiva del mismo (daño emergente) o por la privación de una ganancia futura (lucro
cesante). Ahora, más modernamente habría que agregar el daño moral.
El requisito esencial de los perjuicios es que estos sean ciertos, debe tratarse de un
daño cierto, es decir, que no se trate de un perjuicio eventual, sino que de uno que
necesariamente se produjo o se va a producir.
En materia de prueba, los perjuicios debe probarlos el acreedor, porque él es quien
los va a alegar, ellos con dos excepciones:
• Cláusula penal, porque de acuerdo al art. 1542 siempre se puede exigir la
pena, aún cuando no existan perjuicios.
• Caso de las obligaciones de dinero, ya que según el art. 1559 regla 2ª si el
acreedor cobra solamente intereses no tiene necesidad de probar perjuicios.
3- Relación de Causalidad entre Incumplimiento y Perjuicios:
Quiere decir que el incumplimiento tiene que ser la causa de los perjuicios
producidos al acreedor, es decir, los perjuicios deben venir del incumplimiento y no de otra
circunstancia. Por ello es que no procede la indemnización de perjuicios indirectos, y esto
se desprende fundamentalmente de los arts. 1556 y 1558.
a. El Dolo:
Se encuentra definido en el art. 44, es una definición muy poco precisa porque el
dolo tiene importancia como vicio del consentimiento.
En materia contractual el dolo está constituido por el “incumplimiento intencional
de la obligación con el fin de dañar al acreedor”.
En materia contractual si el hecho es doloso constituye un agravante de
responsabilidad (art.1558) porque normalmente el deudor sólo va a tener que responder de
los perjuicios directos previstos, pero si existe dolo debe responder también de los
imprevistos, en otras palabras, debe responder de todo perjuicio directo.
En relación a la prueba del dolo, quien alegue el dolo va a tener que probarlo y
quien lo alega es el acreedor. Esto no está señalado expresamente en materia contractual,
pero hay una norma en los vicios del consentimiento que lo señala expresamente: el art.
1459. La regla general es que debe probarse.
Si bien la norma es relativa a otra materia se entiende de aplicación general y
además porque la buena fe se presume y, por lo tanto, si se alega dolo hay que probarlo
porque el dolo presupone mala fe.
Efectos del Dolo:
1- Es una agravante de la responsabilidad, responde de los perjuicios imprevistos.
2- Origina responsabilidad solidaria, según la interpretación que se da al art. 2317
inc. 2º. Si el incumplimiento es doloso y participan dos o más deudores, la
responsabilidad de ellos es solidaria, aunque la obligación incumplida hubiese sido
simplemente conjunta.
3- Imposibilidad de que se renuncie anticipadamente. No se puede pactar la
exención de responsabilidad del dolo por incumplimiento doloso (art. 1465). Si se pacta
la exención de responsabilidad sólo incluye la culpa.
Esta imposibilidad de renuncia incluye a la culpa grave, porque en materia civil la
culpa grave equivale al dolo.
Sí se puede renunciar a la acción de perjuicios derivada del incumplimiento doloso,
pero sólo una vez que éste se produjo.
b. Culpa:
En general en materia contractual “es la falta de la debida diligencia en el
cumplimiento de la obligación”.
Tiene mayor aplicación que el dolo en materia contractual, porque el incumpliendo
se presume culpable (art.1547).
Es mucho más conveniente para el acreedor alegar que el incumplimiento es
culpable porque se presume y no tiene que probarlo, en cambio, si alega dolo tiene que
probarlo.
En nuestra legislación el art. 44 establece diversos grados de culpabilidad, distingue
entre:
• Culpa Grave.
• Culpa Leve.
• Culpa Levísima.
Culpa Grave: este tipo de culpa se produce cuando existe una negligencia máxima,
implica tal descuido que el legislador lo ha equiparado al dolo. Por eso cuando se dice que
el deudor responde de culpa grave es porque se le exige un mínimo de diligencia, se le
impone un menor cuidado.
Culpa Leve: es la regla general, porque cuando la ley habla de culpa sin otro
calificativo es culpa leve, es la que se exige en los casos que la ley habla de buen padre de
familia.
Culpa Levísima: impone mayor responsabilidad al deudor, porque se va a tener que
utilizar la máxima diligencia para que no se produzca esta culpa.
La determinación del caso fortuito es una cuestión de hecho, queda entregado a los
tribunales y, además, lo que puede constituir ceso fortuito en un momento y para una
persona puede no serlo en otro momento o para otra persona, es algo relativo.
Prueba del Caso Fortuito: el caso fortuito debe ser acreditado por quien lo alega, en
este caso el deudor.
Respecto del caso fortuito o fuerza mayor no hay duda de que la responsabilidad del
deudor no se produce, pero otras situaciones que no son tan claras:
1- Caso de Ausencia de Culpa por Parte del Deudor:
El inc. 3º del art. 1547 impone la prueba de la diligencia o cuidado al que debió
emplearlo. Aquí se produce la duda de si ¿le basta al deudor probar que ha empleado la
diligencia y cuidado suficiente para el cumplimiento de la obligación y que no ha podido
cumplir, o será necesario que concurra el caso fortuito para eximirlo de responsabilidad?
Frente a este tema encontramos dos posiciones doctrinarias:
1º La primera posición sostiene que si lo exime de responsabilidad y señala varios
argumentos:
La redacción de este inciso del art. 1547, que está distinguiendo dos
situaciones: caso fortuito y diligencia, ¿para que probar la diligencia si no se va
a poder eximir de responsabilidad?
El art. 1670, este artículo no hace ninguna distinción y señala que la
obligación se extingue si la especie o cuerpo cierto perece, ello salvo los
artículos siguientes y el artículo siguiente para este caso sería el 1672 que
expresa que solamente en el caso de culpa o mora va a haber responsabilidad del
deudor. Esta sería la única excepción al art. 1670, en otras palabras, la ausencia
de culpa lo exime.
El art. 1678, que habla de hecho voluntario no culposo, en este caso sólo está
obligado al precio de la cosa. Si en esta circunstancia se debe sólo el precio, con
mayor razón en caso de un hecho involuntario sin culpa va a estar exento de
responsabilidad.
Importante es señalar que para que el deudor responda por estas personas debe
existir culpa del tercero, la cual, siguiendo las reglas generales, se va a presumir, y por lo
tanto es el deudor quien debe acreditar que el incumplimiento no se produjo por culpa del
tercero. Ello porque establecida la relación con el deudor y que responde por este tercero, lo
único que le queda es probar que no se produjo por culpa del tercero el incumplimiento.
4- Teoría de la Imprevisión:
-
Efectos de la Mora:
1- Da derecho a reclamar la indemnización de perjuicios, si es que se cumplen los
demás requisitos.
Este efecto lo encontramos en el art. 1557, pero se presenta un problema de
interpretación ya que éste señala que “Se debe la indemnización de perjuicios desde que el
deudor se ha constituido en mora…”, entonces ¿antes de la mora no había obligación de
indemnizar o ésta era inexigible?
Según Fueyo se deben también los perjuicios producidos antes de la mora, pero no
pueden exigirse sin ella.
Para Abeliuk se debe distinguir entre la indemnización compensatoria y la
moratoria. Respecto de los perjuicios compensatorios, ellos se producen o generan antes de
la constitución en mora por el sólo hecho del incumplimiento, pero se suspende la
exigibilidad hasta que se constituya en mora. Él se basa en el art. 1672 inc. 1º.
Respecto de la indemnización moratoria es necesaria la mora para que se devengue.
Sólo debería indemnizarse el período posterior a la constitución en mora, se basa
para ello en el art. 1559 nº 1 que se refiere a la indemnización moratoria en las
obligaciones de dinero.
3- El riesgo del cuerpo cierto que se debe pasa a ser de cargo del deudor.
La regla general es que el riesgo del cuerpo cierto que se debe es del acreedor.
En caso de mora como el riesgo es del deudor la otra obligación también se
extingue, es inexigible a lo menos, y si el acreedor ha cumplido su obligación podrá pedir la
repetición.
Acción de Perjuicios:
En relación a la acción de perjuicios propiamente tal, es decir, la pretensión del
acreedor de pedir la reparación que nace del incumplimiento, es:
Una acción patrimonial, consecuencia de esto es que es:
• Cesible.
• Transmisible.
• Renunciable, ya que mira al interés particular del acreedor.
• Prescriptible. La regla general es que se va a tratar de una acción ordinaria,
independientemente del título en el cual conste la obligación incumplida, ello
porque puede ser que la obligación que no se ha cumplido conste en un título
ejecutivo, pero debe establecerse primero si procede la indemnización de
perjuicios.
La única excepción es el caso en que se cobren los perjuicios moratorios de
una obligación de dinero, costando la obligación de dinero en un título ejecutivo
y el acreedor sólo busca el cobro de los intereses. Art. 1559 y ley nº 18.010.
Al ser ordinaria prescribe en cinco años desde que la obligación se hizo
exigible. En el caso de la excepción prescribe a los 3 años y subsiste dos años
más como ordinaria.
Procedimiento:
Como se trata de una acción ordinaria, será, por lo general, un procedimiento
ordinario.
Podría ejercerse conjuntamente con la de cumplimiento forzado, en subsidio de ésta.
También, podría conjuntamente solicitar la resolución del contrato y la
indemnización de perjuicios.
El art. 173 C.P.C establece que puede reservarse la discusión y el establecimiento
sobre la especie y monto de los perjuicios para la etapa de cumplimiento del fallo o para un
juicio posterior, siempre que se hayan establecido las bases de los mismos.
En relación al sujeto pasivo de la obligación de indemnizar perjuicios en el caso que
existan varios deudores hay que hacer varias distinciones para establecer quienes están
obligados a indemnizar los perjuicios. En este caso estamos hablando de una obligación con
pluralidad de sujetos que no se cumple.
1º Si el incumplimiento es de un deudor y se produce por hecho o culpa, por
regla general independientemente de la naturaleza de la obligación infringida sólo es
responsable el deudor incumplidor. Esta regla general se encuentra en el art. 1526 nº 3, que
se ve reafirmada para las obligaciones indivisibles en el art. 1533.
En el caso de las obligaciones solidarias hay una excepción a esta norma, que la
entrega el art. 1521, porque aunque el incumplimiento sea de uno de los deudores respecto
del precio permanecen obligados solidariamente, pero los perjuicios derivados de la mora
los debe exclusivamente el deudor por cuya culpa se produjo el incumplimiento.
También en materia de cláusula penal, de acuerdo al art. 1540, hay otra excepción:
en el caso que se haya pactado expresamente que la pena no pueda cumplirse por
parcialidades independientemente de quien incumple y cuando la obligación principal es
indivisible.
2º Si el incumplimiento es de varios deudores, aquí se debe distinguir:
Si el incumplimiento se debe a dolo o culpa grave, se aplica el art. 2317 inc.
2º que establece la responsabilidad solidaria. Esta norma habla de fraude o dolo,
pero en materia contractual la culpa grave se asimila al dolo.
Si el incumplimiento se debe a culpa leve o levísima, la responsabilidad va a
ser simplemente conjunta.
No hay norma que lo establezca en forma general, pero el inc. 1º del art.
1533 lo establece respecto de las obligaciones indivisibles. Si para estas que no
son cumplidas por culpa leve o levísima de dos o más deudores la
responsabilidad es simplemente conjunta, con mayor razón lo va a ser para las
demás obligaciones.
Esta regla general tiene las mismas excepciones señaladas para el
incumplimiento de un deudor: arts. 1521 y 1540.
Dentro del daño material el art. 1556 dice que debe indemnizarse el daño emergente
y el lucro cesante.
Daño emergente es el empobrecimiento real y efectivo que sufre el patrimonio del
acreedor por el incumplimiento de la obligación. Por ejemplo: el valor de la cosa que no se
le entregó, lo que debió pagar en razón del incumplimiento de la obligación, etc.
Lucro cesante es lo que el acreedor dejó de ganar o de percibir en razón del
incumplimiento de la obligación. Por ejemplo: la diferencia de precio que se dejó de
percibir al no poder revenderse la mercadería porque no se le entregó ésta o se le entregó
tardíamente, las remuneraciones que el acreedor deja de cumplir en caso de incumplimiento
de contrato.
Esto siempre que sean perjuicios directos o previstos y también imprevistos pero
sólo si existe dolo.
Los perjuicios previstos son aquellos que las partes anticiparon o pudieron
anticipar a la fecha del contrato.
Perjuicios imprevistos son los que las partes no pudieron anticipar o contemplar a
la fecha del contrato.
Por regla general sólo se indemnizan los perjuicios previstos y sólo en el caso de
dolo o culpa grave se van a indemnizar los imprevistos.
Todas estas reglas que da la ley pueden ser alterados por las partes, aquí no hay
limitación, salvo que no se puede condonar el dolo futuro.
Cuando el juez determina los perjuicios que deben indemnizarse lo que él debe
considerar, en teoría, es el daño causado al acreedor, o sea la indemnización teóricamente
debe ser igual al daño sufrido, no puede ser mayor, ni menor.
Como es una caución tiene el carácter de obligación accesoria que, por lo tanto,
sigue la suerte de lo principal. Si se extingue la obligación principal se va a extinguir la
obligación en que consiste la pena. El art. 1536 lo señala expresamente para el caso de la
nulidad, el inc. 1º expresa la regla general y en los incisos siguientes se establecen dos
aparentes excepciones que en realidad no lo son:
El inc. 2º expresa “con todo” lo cual pareciera una excepción, pero este inciso se
refiere a la promesa de hecho ajeno, regulada en el art. 1450, en que una persona se
compromete a que otra va a ejecutar alguna prestación. Por ejemplo: A se compromete
(promitente) con B a que C le va a vender su casa, va a celebrar un contrato de
compraventa. Lo que A se compromete para con B no obliga a C hasta que éste no preste su
consentimiento (ratifique, acepte lo prometido en su nombre). Ahora puede suceder que C
ratifique o no lo haga.
Si no ratifica, B se va a poder dirigir sólo contra A por la indemnización de
perjuicios.
Si C ratifica se extingue la primera obligación y B podrá exigir que se cumpla lo
que se prometió.
Si se estipula una pena para el incumplimiento de un hecho ajeno, hay dos
posibilidades: que se estipule para el caso que no exista ratificación (incumplimiento de la
obligación de A), o que se estipule para el caso de que ratificado no se cumpla lo prometido
(incumplimiento de la obligación de C). En el primer caso A garantiza su propia obligación.
También podría estipularse que la cláusula penal se va a establecer no sólo para el
caso en que C no ratifica, sino además para el caso que C no cumpla.
Aquí la excepción es aparente porque en realidad no hay nulidad de ninguna
obligación principal, ni tampoco se aplica el principio de que lo accesorio sigue la suerte de
lo principal. Porque en el caso que no haya consentimiento la obligación nunca llegó a
existir, y lo que garantiza la cláusula es la obligación del que se comprometió a que otro
hiciera algo.
El inc. 3º se refiere a la estipulación a favor de otro, que regula el art. 1449. Aquí
una parte que se llama estipulante contrata a favor de un tercero (beneficiario) con otra
persona que es el promitente. Por ejemplo: A compra para C el inmueble de B quien acepta
vendérselo. Como C no tiene porqué quedar obligado se necesita su ratificación, mientras
éste no acepte la compra A y B pueden resciliar el contrato, una vez que C acepta ya el
contrato se entiende irrevocable.
El inc. 3º expresa el caso en que el promitente se sujeta a una pena para el caso de
no cumplir lo prometido (en el ejemplo si no se entrega el inmueble que es su obligación
como vendedor).
La ventaja de la cláusula penal aquí es que al estipularse una cláusula penal si B no
cumple con C va a quedar sujeto o podría quedar sujeto a dos obligaciones:
• La cláusula penal.
• La obligación principal, que es cumplir el contrato.
Esto es una ventaja porque según el art. 1449 sólo C puede exigir el cumplimiento
del contrato, pero en este caso A podría exigir la pena para obligar a B a cumplir el
contrato.
Inc 2º y 3º: se refieren al caso del mutuo, se rebaja al máximo que la ley permita
estipular (hay que tener en cuenta la ley 18.010 y en las demás operaciones las normas del
código civil).
1- Daño:
Aquí no puede faltar el daño. En la contractual si puede faltar en un caso: en la
cláusula penal.
Es necesario que exista un daño o perjuicio para la victima, ya que este es el
elemento esencial de la responsabilidad extracontractual. Si no hay daño para la victima no
hay nada que indemnizar.
Teóricamente rige en este tipo de responsabilidad el principio de la reparación
integral, es decir, debe indemnizarse todo tipo de daño causado a la victima.
Como contrapartida la indemnización no puede significar una ganancia para la
victima, al determinar la cuantía los tribunales sólo deben tener en cuenta el daño
producido.
Con el daño moral comienza el problema, ya que no es posible cuantificar, ni
siquiera de reparar, quizás va a compensar el daño pero no lo va a reparar.
El segundo problema es que los jueces, como seres humanos, toman en
consideración otras circunstancias para determinar la cuantía como, por ejemplo, el grado
de culpa, incluso las facultades económicas del autor del daño, lo que hace que ante daños
de igual entidad la cuantía de la reparación varíe.
Por estas razones en la práctica el principio de la reparación integral no se cumple.
Las circunstancias económicas están reconocidas en algunas legislaciones, por
ejemplo: ley del consumidor art. 24 inc Final.
El daño lo podemos definir como todo detrimento o menoscabo que un sujeto
experimenta en su persona, en su patrimonio o en cualquiera de sus derechos
extrapatrimoniales.
Para que el daño pueda ser reparado tiene que:
• Ser cierto, es decir, no debe tratarse de un daño hipotético o eventual, lo que no
obsta a que pueda ser un daño futuro, como es el caso del lucro cesante. Ello ya que
un daño eventual no es seguro que se produzca, pero el daño futuro es aquel que no
se ha producido, pero es seguro que se va a producir.
• Debe lesionar un interés legítimo de la victima, la doctrina señala que no es
necesario que lesione un derecho subjetivo, sino que lesione un interés legítimo de
la victima.
Esto es importante porque si se exigiese que lo lesionado fuera un derecho se
reduciría bastante el ámbito de resarcibilidad del daño.
Interés legítimo es un interés tutelado por el ordenamiento jurídico, no contrario
a éste.
En nuestra legislación hay ciertos casos en que el daño está tarifado, es decir,
avaluado legalmente, por ejemplo en materia laboral. La discusión está en si pueden
demandarse otros daños en el caso de despido injustificado, por ejemplo: si despidieron a
una persona por falta de probidad y después se demuestra que no fue así, E. Court dice que
si cabe el daño moral basándose en los arts. 1º, 5 inc. 2º, 19 nº 1 y 19 nº 2.
Hay indemnizaciones tarifadas:
• En el caso de responsabilidad aérea no excederá de 4.000 U.F.
• Responsabilidad nuclear, su limite máximo por accidente nuclear es de 75
millones de dólares.
• Contaminación con hidrocarburos: 2000 francos oro por tonelada del
registro de la nave.
Sin embargo, la regla general es que los tribunales tienen la facultad de determinar
libremente el daño.
Muchos autores dicen que esta distinción no tiene mayor importancia, sin embargo,
hay diferencias importantes en:
• Accidentes del trabajo, ya que la ley 16.744 exceptúa de indemnización los
accidentes producidos intencionalmente por la victima.
• Cláusula de irresponsabilidad, la cual no procede en relación al dolo.
• Seguros, ya que una persona no puede asegurarse contra el riesgo proveniente
de su propio delito, ello está prohibido por el art. 552 C.Com. pero si lo puede hacer
respecto del riesgo de su negligencia, por ejemplo: seguros de accidentes del
transito.
• Sólo en el caso del dolo la acción puede dirigirse contra un tercero, que sin ser
autor, ni cómplice de un delito, ha obtenido provecho de él. Art. 2316.
Delito:
Aquel hecho ilícito cometido con la intención de dañar a otro y que ha producido
injuria o daño a la otra persona.
El elemento esencial es el dolo.
La doctrina tradicionalmente en relación al dolo señala que para que haya dolo debe
existir un ánimo o intención específica de dañar a otro. Esta doctrina concluye que si el
móvil de la conducta fue otro no hay delito civil, aún cuando la persona se haya
representado la posibilidad del daño.
La doctrina más moderna señala que no sólo en el caso que hay ánimo específico de
dañar hay dolo, sino cuando existe la conciencia de hacerlo injusto. Basta con que el sujeto
se haya representado como posible el daño y haya querido ejecutar la conducta para que
exista dolo.
Cuasidelito:
El elemento esencial el la culpa.
En materia extracontractual no hay graduación de la culpa, como existe en materia
contractual.
Tradicionalmente se señala que se responde de todo tipo de culpa.
Otros señalan que se responde de culpa leve porque el art. 44 expresa que cuando la
ley habla de culpa sin ninguna otra calificación debe entenderse culpa leve. Esta es la
postura mayoritaria.
3- Relación de Causalidad:
Entre el comportamiento ilícito del agente y el daño que se ha producido a la
victima debe haber una relación de causa a efecto.
El código no lo ha señalado expresamente como un elemento de la responsabilidad,
pero está implícito en la mayoría de las disposiciones. Como la ley no ha señalado nada al
respecto, surgen varias teorías para explicar la relación de causalidad:
a. Teoría de la Equivalencia de las Condiciones: es la doctrina tradicional. Dice
que el daño, como todo hecho, no tiene una causa única sino que son múltiples las causas
que lo producen, hay diversos factores que influyen en la producción del daño. todos estos
factores van a ser considerados causas cuando puedan ser considerados como un hecho o
circunstancia indispensable en la producción del daño.
Establecido esto se entiende que no procede realizar ninguna selección entre todas
estas causas ya que si alguna hubiese faltado el daño no se habría producido.
Esto se produce mediante la supresión hipotética mental, es decir, si uno elimina ese
hecho y el daño se produce igual quiere decir que no es causa.
Tiene que ser una condición sine qua non.
Las críticas que se le hacen a esta teoría es que es muy amplia, podrían extenderse
las causas hasta el infinito. Pero sus partidarios se defienden señalando que se deben
descartar las causas que son irrelevantes.
b. Teoría de la Causalidad Adecuada: se funda en un criterio de previsibilidad.
Señala que un hecho debe considerarse causa del daño cuando era previsible o
razonable según el curso ordinario y normal de las cosas que ese hecho era apto para
producir el perjuicio.
Aquí no se aplica una supresión hipotética, sino un criterio de previsibilidad.
Es causa si al momento de ejecutar el hecho, el agente estaba en condiciones de
prever el resultado dañoso, todo esto teniendo en consideración el curso ordinario de las
cosas.
Los tribunales muy pocas veces se refieren al vínculo causal, muchas veces lo dan
por establecido o no, pero no señalan en base a que teoría lo hacen. Los pocos fallos que se
han pronunciado sobre ello lo han hecho sobre la base de la teoría de la equivalencia de las
condiciones.
El nexo causal puede interrumpirse y las causales son:
● Caso fortuito,
● Hecho de un tercero, y
● Hecho de la victima.
El art. 2330 atenúa la responsabilidad del autor cuando la victima ha colaborado a la
producción del daño, pero por supuesto no ha sido la causa exclusiva del daño.
En este caso el daño se produjo por culpa o dolo del agente y, además, la victima se
expuso negligentemente al daño, por ello la indemnización no va a ser equivalente al daño
producido.
En el caso que exista pluralidad de agentes, es decir, varios autores y sus acciones
puedan ser consideradas como causas del daño, el art. 2317 inc. 1º establece que son
solidariamente responsables del perjuicio.
El art. 2317 ha sido esgrimido por los partidarios de la teoría de la equivalencia de
las condiciones a su favor. Ellos señalan que el código seguiría esta teoría al hacer
responsable a todos los agentes, porque el artículo no distingue en cuanto al grado de
participación en el delito o cuasidelito.
4. Capacidad:
Como nuestro sistema general de responsabilidad es un sistema subjetivo es lógico
que se le exija al autor capacidad, es decir, que esté en condiciones de darse cuenta de lo
adecuado o pernicioso de su acción.
Al igual que en materia contractual, la regla general es la capacidad, toda persona es
capaz de realizar delito o cuasidelito, salvo aquellos que la ley exceptúe y en este caso la
regla es el art. 2319.
En cuanto a las incapacidades hay que distinguir dos grandes grupos:
a. Dementes: son absolutamente incapaces de cometer delito o cuasidelito.
Puede ser considerado demente jurídicamente aquellos que al momento de ejecutar
el hecho u omisión estén privados totalmente de razón.
Requisitos de la demencia:
Demencia actual al momento de ejecutar el hecho u omisión.
Privación de razón debe ser total, que la persona se encuentre absolutamente
impedido de darse cuenta de las consecuencias de sus actos.
Debe ser involuntaria. No debe ser imputable a la voluntad del sujeto, esto
en relación con el art. 2318 que se refiere a la situación del ebrio.
No debe ser una privación de razón que en su origen sea voluntaria.
La doctrina unánimemente entiende que debe extenderse a cualquier
privación causada por drogas o estupefacientes.
Aquí estamos hablando del que se emborracha o droga voluntariamente, si
intercero lo fuerza podría declararse como falta de voluntad y, por lo tanto sería
inimputable.
Tampoco sería imputable en caso de enfermedad.
Presunciones de Culpa
El Código Civil establece una serie de presunciones de culpa que implican que la
carga de la prueba se va a invertir, es decir, el autor del hecho ilícito va a ser quien va a
tener que acreditar que su acción u omisión no fue dolosa o culposa o que concurrió alguna
circunstancia eximente de responsabilidad, como el caso fortuito o el hecho de la victima.
Por lo tanto, en estos casos la victima necesita acreditar el hecho (acción u omisión)
y el daño y se presume la culpa y la relación de causalidad entre la acción dolosa o culposa
y el daño.
Estas presunciones se agrupan en tres grupos:
• Presunciones de culpa por hecho propio.
• Presunciones de culpa por hecho ajeno.
• Presunciones de culpa por hecho de las cosas.
Requisitos:
a. Que exista un vínculo de dependencia o subordinación entre ambas personas. O
sea debe haber una relación de autoridad por una parte y de obediencia por otra, aunque
sólo sea teórica.
Este vínculo puede provenir de la ley, del contrato o de una situación de hecho.
b. Este vínculo de dependencia o subordinación debe ser de Derecho Privado, esto
contrapuesto a Derecho Público, porque si se trata de un vínculo de derecho Público hay
normas especiales y no se aplican las normas del Código Civil, sino tan sólo
subsidiariamente.
c. Ambas partes deben ser capaces de delito o cuasidelito civil. Si el subordinado
es incapaz se aplica el art. 2319.
Esta distinción tiene importancia porque de acuerdo al art. 2319 tiene que probarse
negligencia de quien tiene al cuidado al tercero. En cambio, en el 2320 se presume la culpa
de éste.
d. Se requiere que el subordinado haya cometido un delito o cuasidelito. Respecto
del subordinado deben concurrir todos los elementos para que se configure la
responsabilidad extracontractual, o sea daño, hecho ilícito culpable o doloso, relación de
causalidad y capacidad.
Respecto de él no se presume la culpa, se debe probar, se presume la culpa del que
lo tenía a su cuidado.
Requisitos:
Que se trate de un edificio. Se entiende por éste, en general, toda obra o
construcción hecha por el hombre mediante la unión de materiales y que adhiere
permanentemente al suelo.
Es más bien una edificación, por ejemplo: casa, torre de departamento, bodegas,
almacenes, etc. Esto porque la edificación podría no tener destino habitacional, así lo ha
interpretado la jurisprudencia.
Que el daño se produzca por la ruina del edificio.
Según el Diccionario de la RAE, una de las acepciones de ruina es: acción de caer o
destruirse una cosa.
El daño debe producirse o debe tener su origen en los materiales que están
incorporados en el edificio.
Entonces no seria aplicable si es que los materiales tienen un papel pasivo en la
producción del daño. Como si por algún defecto de construcción alguien se cae. Aquí no
hay una ruina en el edificio.
Por ejemplo: si hay un hoyo en el edificio y no está bien señalado o no está bien
iluminado y la persona se cae. No se aplica esta norma porque no hay ruina.
Ahora bien, si ese hoyo está tapado y la persona lo pisa y se cae ahí si se aplica.
El dueño debe haber omitido las necesarias reparaciones o haber faltado de
alguna otra manera al cuidado de un buen padre de familia
Aquí el responsable es el dueño actual del edificio, aunque lo haya comprado ayer o
aunque sea otra persona quien haya tenido que efectuar las reparaciones.
Obviamente el dueño tiene acción de repetición contra quien este obligado a las
reparaciones.
Si hay varios dueños, el artículo establece una excepción al artículo 2317, cada uno
responde a prorrata de sus cuotas de dominio.
En un edificio de departamentos cada dueño va ser responsable por lo que le
corresponda a su propiedad exclusiva y todos van a ser responsable a prorrata en los lugares
de propiedad común.
Según el art. 2327 responde quien tenga el animal, o sea aquel en cuyo poder este en
el momento que se cause el daño.
Basta que lo tenga materialmente, no importa que no sea el dueño, ni que no se sirva
de él. Esto hay que relacionarlo con lo que se dijo acerca de los animales fieros, ya que sólo
se aplica respecto de ellos. En este caso la responsabilidad es objetiva.
Si el animal es fiero pero es útil para la guarda o servicio del predio se aplica el
artículo anterior. Por ejemplo: caso de animal de circo que causa lesiones a otra persona. Lo
mismo en el caso de animales de un zoológico.
1. Sujeto Activo: hay que distinguir entre daño en las cosas y en las personas.
a) Daños en las cosas: existe una norma especifica en el articulo 2315 C.C.
donde se enumeran titulares de forma no taxativa. De acuerdo al tenor de la
norma no solo el dueño de la cosa puede tener la acción, sino que también se
admiten otros títulos.
Por ejemplo: incendio de una casa que estaba dada en usufructo a otra
persona. Aquí puede pedir la indemnización por su derecho de usufructo (dado
que tiene el uso y goce de la cosa).
El C.C. recoge la pluralidad de partes y luego de acción. En este caso
emanan dos acciones del mismo hecho en forma directa.
Existen también algunos casos de acción popular, es decir, que la puede ejercer
cualquier persona. Entre las que encontramos el art. 2328 inc. Segundo y la del art. 2333.
3. Características:
a. Es personal, es decir, sólo se
puede dirigir en contra de algunas de las personas obligadas.
b. Es patrimonial, por lo tanto:
Es renunciable, podrá incluso hacerse en aquellos casos en que se
produce con demanda, si es posterior.
Es prescriptible, cuatro años desde el acto.
Es transferible por acto entre vivos.
Es transmisible, es decir, también se paga por sucesión por causa de
muerte. Pero aquí hay que distinguir:
• Si es daño en las cosas no hay problema, el dueño transmite.
• Pero, en el daño en las personas sólo se pueden transmitir aquellas
acciones que al momento del fallecimiento estaban en poder del causante
(en su patrimonio). Por ello habrá que determinar: si la victima falleció
coetáneamente al delito o cuasidelito no incorporara ninguna acción a su
patrimonio, por lo tanto, no transmite ninguna acción (su acción no la
transmite, pero los otros perjudicados la seguirán teniendo por los
perjuicios que a ellos se le ocasionaron). A su vez, si no fallece
inmediatamente por el hecho, alcanza a incorporarla en el patrimonio y
los herederos tendrán dos acciones si es que también han resultado
dañados.
4. Extensión de la Reparación:
Rige como principio general la reparación integral del daño, es decir, se debe
indemnizar todo el daño producido a la victima y por otra parte ello no puede significar un
lucro para ella.
El problema se encuentra en determinar la cuantía en el daño moral, que de todas
formas es indemnizable.
La única excepción a esta reparación la encontramos en el articulo 2330 C.C.