Los habitantes de una vecindad en el centro de Guadalajara estaban
contentos porque haban reunido sus ahorros y haban trabajado juntos para arreglar su vivienda. Sacaron lo que no serva, resanaron las paredes, las pintaron de un color blanco que llenaba de luz el lugar y adornaron el patio con macetas. Cuando qued lista, doa Eva, la seora de la letra F, propuso organizar una fiesta. Doa Mara y doa Norma se entusiasmaron y se les ocurri preparar pozole, un guiso sabroso que rinde y es fcil de servir. Cuando lo pensaron mejor se pusieron tristes: no podan cubrir solas los gastos de los ingredientes y, adems, estaban cansadas por las obras realizadas. sa era la situacin de todos los dems
Doa Mara propuso pedirles su opinin y pidi a sus amigas que
reunieran al vecindario. Cada quien sali de su casa y se agruparon en el patio. Despus de escuchar el problema, don Gustavo, el seor que boleaba zapatos, les propuso: As como entre todos arreglamos la vecindad, hagamos juntos ese pozole. Cada uno compr parte de los ingredientes segn poda (algunos slo podan llevar un poco de sal, pero era indispensable) y realiz su tarea: las seoras cocieron el maz y deshebraron la carne, los seores picaron la lechuga y lavaron los rbanos, los nios pusieron la mesa con las tostadas, la crema, el chile piqun y las jarras de agua fresca que haban llevado otros vecinos. Los ms viejitos doblaron las servilletas de papel y un muchacho que andaba en muletas se encarg de la msica. Todo estaba listo y haba que compartirlo! Los amigos de la cuadra preguntaron cul era el ingrediente secreto para que el pozole fuera el ms sabroso de Jalisco: Hacerlo entre muchas personas dispuestas a dar lo mejor de s, respondi doa Mara. Pues a nosotros nos toca lavar los platos!, exclamaron los invitados.