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CAMINOS

Aprendizajes de la acción del Programa por la Paz

Programa por la Paz - Cinep

Primera edición. Bogotá, marzo de 2007

ISBN:

Bogotá, Colombia
Marzo de 2007

Programa por la Paz - Cinep


propazsj@cinep.org.co
Tel. 245 - 6181
Cra. 5 No. 33 A - 08

Director Cinep
Alejandro Angulo S.J.

Director Programa por la Paz - Cinep


Jorge Julio Mejía S.J.

Coordinación editorial
Carolina Tejada B.

Colaboraron en esta producción


Marco Andrés Acosta
Rocío Castañeda
Paula Mariana Jaimes
Liliana Múnera
Maria del Carmen Muñoz
Juan David Villa

Agradecimientos especiales a
Aura Patricia Orozco
Vilma Gómez
Roberto Rueda

Diseño y Diagramación
PENSÀ / Diseño editorial
imagologo@yahoo.com

Impresión Panamericana formas e impresos

Con el apoyo solidario de


ALBOAN
Aprendizajes de la acción del Programa por la Paz

Con el apoyo de:

PROGRAMA
POR LA PAZ
cinep
Apostaremos
por lo germinal
con toda la verdad
de un amor
que se derrama
como el agua,
que no pregunta
cómo crecerá la planta,
ni exige
una altura a tiempo fijo,
ni impone
una dirección precisa,
ni urge
los frutos más temprano
compitiendo,
mirando de soslayo Apostaremos como el agua
los otros árboles que confía
del huerto en el poder de la semilla,
que crecen a su lado. en el sol
que guía el tallo
en su estatura,
y en la tierra
que la nutre sin descanso.

Apostaremos
por lo germinal
como Tú,
como el agua
de la Vida.

Benjamín González Buelta


Presentación
Nos llena de alegría poder compartir con cada uno/a de ustedes este material, en
él recogemos la mirada sincera en torno a nuestra acción con todas las reflexiones,
logros, dificultades y preguntas que allí existen.

Este es el resultado de la necesidad planteada por el mismo equipo de escribir y


hacer explícitas las intuiciones que acompañan el trabajo; tal vez de esto se trata
un proceso de sistematización, es el intento por fijar lo que circula en medio de
la acción diaria, de la planeación juiciosa y de la búsqueda permanente. A través
de esta queremos percibir lo que sucedió en lo profundo de las personas con
quienes entramos en relación; detectar los procesos que iniciaron transformaciones
no sólo personales sino sociales y darnos cuenta del papel que pudimos tener en
ellos. En definitiva comprender mejor la vida de hombres y mujeres y su proceso
de cambio gracias a una respetuosa relación educativa.

La elaboración de este documento se desarrolló en tres grandes momentos: en el


primero seleccionamos los proyectos y las intervenciones que considerábamos
más representativas de la apuesta institucional. Con esto se inicia una revisión
documental de las experiencias, recogiendo los principales aprendizajes, logros
y dificultades obtenidos. A la vez se buscan pistas en torno a lo que es la
sistematización y a la manera de llevarla a cabo. En este momento no
imaginábamos la puerta que estábamos abriendo, y es ahora cuando
comprendemos lo que muchos/as otros/as dicen en torno a la sistematización,
solo se aprende haciendo y ante todo implica abrirse a un proceso de múltiples
caminos que sólo pueden ser definidos a través de la reflexión.

En un segundo momento se empiezan a recoger las reflexiones del equipo del


PPP, fundamento para la elaboración del marco conceptual, y se abre el diálogo
con personas participantes de estos procesos, indagando en torno a los aportes
obtenidos en el trabajo con el Programa por la Paz y de manera especial sobre
los cambios que fueron generados y que han logrado sostenerse en el tiempo. Se
abre la atarraya y la cantidad de insumos, de voces, de pensamientos, de historias
obtenidas es impresionante.
Ya con esto entramos en un tercer momento, donde se decanta toda la
información, se le da un orden y se establece lo que se considera es la mejor
forma de presentarla. Y es aquí donde nos encontramos.

El texto que presentamos a continuación ha sido pensado en cuatro grandes


capítulos, cada uno de ellos recoge una de las dimensiones que hacen parte
de nuestro trabajo: en el primero está el espíritu, el aire que alimenta el día
a día de nuestra acción; en el segundo tratamos de recoger las apuestas y los
presupuestos por los que hemos optado, son manos y visiones que
trabajan por la paz; en el tercero quisimos dar la palabra a quienes nos
han acompañado a lo largo de los años, son voces que dan cuenta de los
cambios generados en el encuentro; y en el cuarto están los pensamientos,
las reflexiones en torno a las maneras como concebimos la paz y los caminos
para poder hacerla parte de nuestra cultura.

Finalmente queremos agradecer el apoyo incondicional y solidario de


ALBOAN, quienes amorosamente nos acompañaron comprendiendo los ritmos
y los tiempos necesarios para el desarrollo del proceso.

Esperamos que este texto más allá de las palabras nos permita seguir siendo
espíritu que en medio de las dificultades, de los aciertos o desaciertos apuesta
por la paz.

Carolina Tejada B. - Responsable del proceso de sistematización


Jorge Julio Mejía S.J. - Director Programa por la Paz- Cinep
Tabla de Contenido

EL ESPÍRITU: APRENDER A VIVIR COMO HUMANOS 11

MANOS Y VISIONES QUE TRABAJAN POR LA PAZ 17

VOCES: EL APORTE DEL TRABAJO POR LA PAZ EN LAS PERSONAS 73

PENSAMIENTOS: LA PAZ COMO CULTURA COLOMBIANA 117


EL ESPÍRITU:
APRENDER A VIVIR COMO HUMANOS

“Hemos aprendido a volar como las aves,


a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido a vivir como humanos”.
Martin Luther King

Trabajar por la paz, alcanzar la paz, crear condiciones para que la paz sea posible. He ahí
el centro en torno al cual se realizan acciones de toda índole al servicio de los procesos
que buscan el afianzamiento de la Paz como cultura en Colombia.

La bibliografía en torno a la violencia es extensa: orígenes y causas de la violencia,


características culturales que favorecen comportamientos violentos, caracterización de
los diversos actores de la violencia, diferentes tipos de violencias. Igualmente hay
muchas reflexiones en torno a la paz, a la reconciliación, a la justicia, a la reparación, al
perdón. Inmensa riqueza de pensamiento originado a partir de los conflictos vividos en
América Latina: desde las dictaduras militares, hasta las revoluciones armadas y las
violencias del narcotráfico y la delincuencia organizada. Análisis importantes sobre las
causas económicas, políticas y culturales de los conflictos y los posibles caminos para
alcanzar la paz.

11
El grupo de mujeres y hombres que constituimos el Programa
por la Paz nos hemos ido sumergiendo paulatinamente en todas
estas lecturas y reflexiones. Buscamos claridad y habilidad en
el manejo de instrumentos teóricos y prácticos para
desencadenar y acompañar los procesos de hombres y mujeres
ciudadanas comprometidas con la Paz. Nuestro punto de
referencia fundamental ha sido el contacto directo con los
conflictos, con las víctimas de la guerra, con los
comportamientos sociales injustos, excluyentes, violentos y
con la lucha de tantas comunidades por superar el dolor, la
postración causada por la tristeza, el odio y el deseo de
venganza. Allí hemos descubierto que hay una dimensión
fundamental donde se gestan todos los procesos sociales,
políticos, económicos, psicosociales: la dimensión subjetiva.
Ese lugar del ser humano que puede denominarse el Interior,
la Espiritualidad, el Alma.

Hemos constatado que sin la atención al desarrollo de esa


dimensión ningún proceso será real y duradero: allí están en
juego las condiciones subjetivas que nos permiten
transformarnos en actores de paz, “ser el cambio que queremos”
como decía Gandhi.

En cierta ocasión le preguntaron al Dalai Lama: ¿Qué es la


espiritualidad? Y él respondió: “Espiritualidad es aquello que produce en el ser humano
un cambio interior”. ¿Pero si yo practicara la religión y observara las tradiciones, todo
eso no es espiritualidad? Y el Dalai Lama comentó: “Puede ser espiritualidad. Pero si
eso no produce en usted ninguna transformación, no es espiritualidad. Una cobija que
ya no calienta, deja de ser cobija”.

Las verdades espirituales no pueden estar separadas de las realidades sociales. Muchos
profetas y sabios reflexionaron sobre la condición humana y el estado de la sociedad,
para descubrir las respuestas a los asuntos vitales de la vida, de la muerte y del futuro
de este mundo. Fueron guiados por la divina inspiración y los axiomas morales que
enseñaron a la gente frecuentemente referidos a los retos eternos de la vida. Es evidente
que para profetas y sabios la semilla de la espiritualidad sólo se puede nutrir en el seno

12
de la sociedad. Es la vida con sus triunfos y tragedias, sus alegrías y penas, la que
invariablemente revela la luz de Dios.

Buda, por ejemplo, fue profundamente movido por el sufrimiento. El código ético de
Confucio, se formuló en una era problemática y turbulenta, caracterizada por el caos
moral. Igualmente los profetas de la tradición Judía lucharon contra la tiranía y la opresión,
y buscaron dar a la gente una visión alternativa de la vida fundamentada en la creencia
de Dios. Jesucristo denunció la codicia y la soberbia que se habían devorado la fibra
moral de la sociedad de su tiempo. Sintió que el remedio descansaba en establecer
claramente las bases espirituales de la existencia humana mediante el contacto con
Dios, fuente de vida, tronco del árbol1 del cual forman parte las ramas que somos los
seres humanos, del que tomamos la vida para crecer, florecer y dar los frutos del
espíritu: “amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre
y temperancia”2, frutos fundamentales para hacer viables la vida y la convivencia sobre

1
Juan 15
2
Gálatas 4, 22

13
la tierra. Es una visión de la transformación del ser humano que insiste en la calidad de
la vida después del nacimiento, de la que depende la vida después de la muerte.

El profeta Mahoma también luchó implacablemente contra la corrupción y la decadencia,


el odio y la intolerancia. Abogó por la conducta recta expresada en el compromiso con
la libertad e igualdad, la integridad y la compasión, la justicia y la unidad, alcanzadas a
través de la total sumisión a Dios.

Las tradiciones espirituales insisten, pues, en que todo proceso social se inicia adentro,
recuperando y desarrollando el potencial de humanidad de hombres y mujeres, para que
cumplan responsablemente con su misión, en comunidad y en los contextos en los que
les toca vivir.

Nuestro trabajo por la paz ha incorporado la atención prioritaria (no única), a los procesos
mediante los cuales por diversas experiencias nos volvemos más plenamente presentes,
estamos más conectados con nosotros y nosotras mismas y con el mundo que nos
rodea, que es cuando nos ponemos en contacto con la calidez, la inocencia, la gratitud,

14
la pasión, la amabilidad, la espontaneidad, la autenticidad, la confianza, la belleza, la
admiración, la franqueza, el gozo, la afirmación, la generosidad, la integridad, el poder.

La franqueza existente en el núcleo de nuestro ser nos lleva a percibir la existencia


como algo básicamente bueno, aun en las circunstancias más difíciles. Desde esta
perspectiva, todas las maldades de este mundo son consecuencia de no reconocer, o de
no tener fe en este fundamento esencial de nuestra existencia.

Nuestra cultura nos enseña muchísimo sobre tener y hacer, pero muy poco sobre esta
clase de ser.

Cuando sentimos el impulso de conectar con lo que es más real dentro de nosotros y
nosotras mismas, conectamos con el Alma. Para hacer contacto con ella tenemos que
retroceder desde la superficie, avanzar en el interior profundamente y entrar.

En lo más hondo de nuestro ser está la Fuente de toda realización en la vida: la viveza
y presencia esenciales en el núcleo de nuestra naturaleza, cuya gran belleza y abundancia
están descritas en ciertas tradiciones espirituales como una “gema de la realización de
los deseos” o “joya de incalculable valor”3.

Ser simplemente nosotros y nosotras mismas, ser verdaderos, es estar en contacto con
el Alma. Es estar en contacto con nuestro ser primordial, que es aquello que está en,
alrededor de, detrás de y entre todos nuestros particulares pensamientos y experiencias.
Se llama nuestra verdadera naturaleza, nuestro hogar base, también yo esencial o
espíritu sagrado.

Vivir es aprender a ponernos en contacto con el corazón de la vida, en contraste con las
vías indirectas por las que normalmente nos relacionamos con las cosas: a través de la
actividad mental y la reactividad emocional. Ese lugar interior es el único lugar verdadero
y fidedigno que podemos encontrar en esta tierra.

Nuestra propia naturaleza ya contiene su propio valor intrínseco e incondicional. Ese


valor incondicional se encuentra a mucha más profundidad que nuestra personalidad y
actitud condicionadas, que siempre son una mezcla de tendencias positivas y negativas.

3
Mateo 13, 44-46).

15
Trabajamos por la recuperación psicosocial de las víctimas de la guerra, por la formación
de ciudadanos y ciudadanas concientes, responsables, éticas, competentes; por la
organización y la participación en el ámbito público donde se toman las decisiones que
afectan a la comunidad, por las alternativas de la comunicación en la construcción de
nuevas imágenes del mundo, pero nunca perdemos de vista esta dimensión, lo que hará
que nunca sean víctimas del sistema y el entorno social que puede matarles el alma y
convertirlos y convertirlas en agentes codiciosos, soberbios y vengativos que están
dispuestos a combatir y eliminar a quienes son diferentes o a quienes son considerados
rivales o enemigos por razones económicas, políticas, culturales, religiosas o étnicas.

En el trabajo permanente que tenemos que hacer para aprender a vivir de manera
auténticamente humana, tenemos que aprender a utilizar las diferentes formas de
nutrir el Alma. Se trata de diferentes prácticas espirituales: silencio, meditación, oración,
lectura de los textos sabiduría, celebración de la vida en los diferentes rituales del alma,
decisión de aceptar hacer parte responsable y comprometida de la sociedad y del
universo y tener claro que hay que hacer contacto con esa dimensión de la Trascendencia
que es interior a nosotros, a nosotras y a todo lo que nos rodea y que es la fuente del ser
y del actuar, que no es patrimonio de ninguna creencia ni de ninguna religión, sino de
la humanidad por el solo hecho de ser humana.

Tal manera de considerar al ser humano y su espiritualidad puede estar vinculada a una
forma religiosa, pero es indispensable que cualquier pertenencia y práctica religiosa
tenga presente qué es aquello que le da sentido y es su origen: esta experiencia
profunda de la existencia4. Desde este lugar es desde donde el Programa por la Paz
alimenta su acción e invita a otros y otras a unirse en el empeño de aprender a ser
humanos.

Jorge Julio Mejía, S.J.

4
Cfr. John Welwood, Amar y Despertar, ed. Obelisco.

16
MANOS
Q U E T R A B A J A N P O R LA P A Z

visiones
17
18
MANOS
y visiones
Q U E T R A B A J A N P O R LA P A Z

En este aparte queremos compartir con ustedes las maneras como el 1


Estatuto Programa por la
Programa por la Paz ha pensado su intervención, son manos y visiones que Paz – Compañía de Jesús
2001. Capítulo II : Objetivo.
han gestado un camino con muchos/as otros/as buscando hacer de la paz Pág. 14. Bogotá - Colombia.
parte de la cultura colombiana y así generar dinámicas alternativas a aque-
llas que perpetúan las formas violentas existentes.

El Programa por la Paz inicia su trabajo en 1987, apoyando y animando


múltiples acciones de comunidades, instituciones o de organizaciones en
diferentes regiones del país que quieren aportar en la construcción de la paz
desde sus realidades. La experiencia dada por el acompañamiento a estas
iniciativas va unida a una reflexión continua en torno a la manera de conce-
bir la paz y de intervenir en el ámbito de lo social; en el año 2000 se opta
por centrar la acción en la transformación de la cultura reconociendo que
desde esta será posible hablar de una paz duradera, que apunte a la cons-
trucción de una sociedad más justa y equitativa.

Esta intención se hace explícita en los estatutos elaborados en este


mismo año y aprobados en el año 2001, donde también se establecen las
principales estrategias de trabajo: “El Programa por la Paz, en consonancia
con el Proyecto Apostólico de la Provincia Colombiana - de la Compañía de
Jesús-, tiene como objetivo central contribuir a la generación y a la forma-
ción de una cultura de paz en el país. Para ello trabajará en la construcción
de una paz duradera, justa y estable en Colombia, procurando formar una
opinión pública favorable a la conciliación, reconciliación y negociación
política, apoyando el fortalecimiento del movimiento social por la paz, y
educando para la convivencia pacífica.”1

19
2
Esta información es tomada Desde allí y hasta el momento han transcurrido dos planes trienales a
de la ficha elaborada por
Andrés Acosta y Gladys
nivel institucional, 2001 a 2003 y 2004 a 2006, en donde se han desarrolla-
Rivera, en la primera fase del do diferentes apuestas en el campo de la educación para la paz, la opinión
proceso de sistematización pública y la organización de la sociedad civil. El universo de acción y el
del 2004. número de proyectos ha sido bastante amplio siendo necesario para esta
sistematización delimitar y seleccionar las propuestas a tenerse en cuenta.

En el año 2004 el equipo elige 15 procesos, tratando de recoger las


experiencias más significativas en cuanto a la búsqueda de las apuestas
institucionales; como se verá en ellas existen logros pero también dificulta-
des y preguntas frente a las maneras de intervenir en el complejo mundo de
los procesos sociales.

A continuación se presentan dichos procesos con su duración, una


breve descripción, población, ubicación y línea estratégica.2 Aunque algu-
nos procesos iniciaron antes del primer plan trienal (año 2001), para el
presente análisis se hizo un mayor énfasis en lo ocurrido después de esta fecha.

No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA


DURACIÓN ESTRATÉGICA

1 Escuela de Paz y ALIANZA: Secretariado Nacional de Pas- Agentes de pas- En 20013 Provincia Educación para la
Convivencia toral Social, Pontificia Universidad Javeriana toral: Obispos, Eclesial de Tolima paz y organiza-
(Antes Escuela Móvil de – Instituto Pensar. Clero, Religiosos y Grande, 2002 Arquidió- ción de la socie-
Derechos Humanos). Se ha buscado fortalecer la acción pasto- Religiosas y Lai- cesis de Bogotá, 2003 dad civil.
1997 a la fecha. ral de la Iglesia desde un proceso formati- cos/as. Provincia Eclesiástica de
vo y de organización que abre las puertas Manizales, 2004
a la participación y a la acción, haciendo Provincia Eclesiástica de
de la Iglesia un actor determinante en la Barranquilla, 2005
construcción de una cultura de paz. Provincia Eclesial de
Cartagena, 2006
Regional centro.

2 Red Diocesana de ALIANZA: Diócesis de Duitama-Sogamoso. Docentes de ins- Diócesis de Duitama - Educación para la
Educadores por los Se consolidó una red de docentes que a tituciones educa- Sogamoso: paz y organiza-
Derechos Humanos y través de su propia formación y de la lec- tivas oficiales. 26 municipios. ción de la socie-
la Paz tura crítica de su realidad generaron pro- dad civil (red).
1998 a 2001 yectos de formación para la construcción
de una cultura de paz y convivencia demo-
crática.
3
Ver al final del cuadro

20
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA

3 Organizaciones de ALIANZA: Parroquia de San Pablo. Pescadores San Pablo Educación para la
Pescadores de San A través de procesos educativos se forta- (Sur de Bolívar) paz y organiza-
Pablo lecieron organizaciones de pescadores, ción de la socie-
1998 a 2003 quienes han asumido su papel en el desa- dad civil.
rrollo y construcción de la paz de la región.

4 Casa de la Paz ALIANZA: Casa de la Paz perteneciente Comunidad de Cali Educación para la
1999 a 2001 a la Parroquia San Ignacio de Loyola. Terrón Colorado. paz y organiza-
Gracias al encuentro y a la reflexión con- ción de la socie-
junta un grupo de docentes de institucio- dad civil.
nes educativas oficiales de este sector de
la ciudad han desarrollado propuestas pe-
dagógicas en Derechos Humanos.

5 Desarrollo Rural y ALIANZA: Vicaría del Sur. Caquetá. Campesinos/as Albania (Caquetá) Educación para la
Derechos Humanos Con organizaciones campesinas se realizó paz y organiza-
1999 - 2001 un proceso formativo tendiente a su forta- ción de la socie-
lecimiento desde la solidaridad, la coope- dad civil.
ración y el respeto a los derechos huma-
nos; generando alternativas de resistencia
noviolenta frente a la guerra.

6 Habilidades para la Se cuenta con una estructura pedagógica Personas vincula- Nacional Educación para la
Construcción de la que favorece el desarrollo de habilidades das a los proyec- paz
Paz psicosociales en la relación consigo mis- tos acompañados
2000 a la fecha. mo/a, con las personas cercanas y en lo por el Programa
colectivo, fundamentales en la transfor- por la Paz.
mación de la cultura.

7 Semana por la Paz: Se han diseñado diferentes materiales Heterogénea Nacional Educación para la
Materiales Pedagógicos. lúdico - pedagógicos de amplia difusión paz
2001 a 2005 (Juguémonosla por Colombia, Chachafruto
batalla o trueque, La leyenda del pantano,
Songo-sorongo), que sirven de camino
metodológico para la reflexión con grupos
en torno a las temáticas propuestas por la
Semana por la Paz.

21
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA

8 Educación para la ALIANZA: Asociación de Colegios Jesui- Rectores y Docen- 10 colegios ubicados en: Educación para la
paz en los Colegios tas de Colombia – ACODESI. tes de los colegios Barranquilla, Medellín, paz
Jesuitas de Colombia Se acompañó a ACODESI en el proceso de de ACODESI Manizales,
- ACODESI articulación de la propuesta educativa para la Bucaramanga, Cali,
2000 a 2006 construcción de una propuesta en educación Pasto y Bogotá.
para la paz acorde a la Formación Integral.

9 Jóvenes ALIANZA: Parroquia de San Pablo. Jóvenes San Pablo Educación para la
por San Pablo Se creó un espacio de encuentro juvenil (Sur de Bolívar) paz y organiza-
2001 a 2003 para el desarrollo de actividades que de ción de la socie-
acuerdo a sus intereses se fueron centran- dad civil.
do en el lenguaje audiovisual. A través de
éste se afianzan lazos de solidaridad y
cooperación en la construcción de la paz.

10 Ciudadela Educati- ALIANZA: Ciudadela Educativa. Comunidad Barrancabermeja Educación para la


va del Magdalena Construcción de una propuesta integral en Educativa Comuna 7 paz
Medio (C.E.M.M.) educación para la paz y la convivencia, a
2001 a 2004 partir de la consolidación del equipo de
Bienestar Estudiantil y de la realización de
Habilidades para la vida.

11 Emisoras Comunita- ALIANZA: Instituto Mayor Campesino I.M.C.A. Promotores/as Municipios de Buga, Opinión Pública
rias y Promotores Se desarrolló un proceso de formación a locales y Restrepo y Riofrío del
Locales de Opinión promotores/as locales como generadores comunicadores Valle del Cauca.
Pública Favorable a de opinión pública, y personas vinculadas a de medios
la Paz medios comunitarios buscando construir comunitarios.
2002 a 2003 una propuesta de comunicación para las
comunidades de la región.

12 Diplomado ALIANZA: Corporación Medios para la Paz Periodistas Hasta este momento se Opinión Pública
«Periodismo Res- y Pontificia Universidad Javeriana. ha realizado en Medellín,
ponsable en el Con- Se cuenta con una propuesta de forma- Cali, Barrancabermeja y
flicto Armado» ción para la cualificación de la producción Bogotá.
2002 a la fecha periodística en donde se da la recolección
y análisis de textos periodísticos, el enri-
quecimiento del ejercicio periodístico a tra-
vés de nuevas herramientas y el fortaleci-
miento de la reflexión ética ante la función
del periodista en la sociedad.

22
No. NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN POBLACION LUGAR LINEA
DURACIÓN ESTRATÉGICA

13 Habilidades ALIANZA: Fe y Alegría Eje Cafetero, Instituciones Edu- Manizales y Regional Educación para la
para la Vida Costa Norte. cativas de Fe y Costa Norte (Barranqui- Paz
2002 a 2004 Se acompañó el proceso de implementa- Alegría lla, Cartagena, Isla Barú,
ción de la propuesta diseñada por Fe y Berástegui y Tierralta)
Alegría Nacional, Habilidades para la Vida.
Se brindaron algunos elementos para su
mejoramiento a través de las herramien-
tas diseñadas por el Programa por la Paz.

14 Colectivo Nacional ALIANZA: Corporación Universitaria Mi- Personas com- Nacional Organización de
por la Noviolencia: nuto de Dios, Benposta Nación de Mucha- prometidas con la la Sociedad Civil
Aquí Estoy País. chos, Pontificia Universidad Javeriana, noviolencia: aca-
2003 a la fecha. Ficonpaz para la coordinación de activida- démicos, repre-
des centrales. sentantes de or-
Se ha participado en el proceso que busca ganizaciones, po-
construir un movimiento nacional por la blación de base,
Noviolencia, desde el desarrollo de proce- pastoral social,
sos regionales alternativos a la guerra y a etc.
las violencias existentes.

15 Asociación de ALIANZA: Conciudadana y A.M.O.R. Mujeres Oriente Antioqueño Organización de


Mujeres del A través del acompañamiento y asesoría se la Sociedad Civil
Oriente Antioqueño busca el fortalecimiento de A.M.O.R. quienes
A.M.O.R. a la vez se han constituido en gestoras de
2003 a la fecha cambio en su región, de manera especial en
la dinamización de un proceso de reconcilia-
ción y de organización de víctimas.

3
Para cada año se acuerda con la Iglesia la zona donde se realizará la Escuela de Paz y Convivencia, que desde su inicio
han sido: en 1997 la Provincia Eclesiástica de Popayán (Arquidiócesis de Popayán, Diócesis de Pasto, Ipiales, Tierradentro
y el Vicariato apostólico de Mocoa - Sibundoy), en 1998 la Provincia Eclesiástica de Medellín (Arquidiócesis de Medellín,
Diócesis de Girardota, Caldas, Sonsón - Rionegro, Jericó) y la Provincia Eclesiástica de Santafé de Antioquia (Arquidiócesis
de Santafé de Antioquia, Diócesis de Santa Rosa de Osos, Apartadó y Quibdó), en 1999 la Provincia Eclesial de Cali
(Arquidiócesis de Cali, Diócesis de Buga, Palmira y Buenaventura), en 2000 la Provincia Eclesial de Nueva Pamplona
(Arquidiócesis de Pamplona, Diócesis de Cúcuta, Arauca, Ocaña y Tibú), en 2001 Provincia Eclesial de Tolima Grande
(Diócesis de Garzón, Espinal, Líbano-Honda, Neiva y el Vicariato apostólico de San Vicente-Puerto Leguízamo), 2002
Arquidiócesis de Bogotá, 2003 Provincia Eclesiástica de Manizales (Arquidiócesis de Manizales, Diócesis de Pereira,
Armenia, y Cartago de la Provincia Eclesial del Valle), 2004 Provincia Eclesiástica de Barranquilla (Arquidiócesis de
Barranquilla, Diócesis de Santa Marta, Riohacha, Valledupar y Vicariato Apostólico de San Andrés), 2005 Provincia
Eclesial de Cartagena (Arq. de Cartagena, Diócesis de Magangué, Montelíbano, Sincelejo y Montería), 2006 Regional
Centro (Arquidiócesis de Tunja y Diócesis de Chiquinquirá, Duitama-Sogamoso y Garagoa).

23
El permanente diálogo establecido entre la
revisión de las experiencias, las percepciones y LOS APRENDIZAJES
aportes de las personas con las que trabajamos
y la reflexión con el equipo del Programa por la
Paz permitieron construir una serie de aprendi-
INSTITUCIONALES
zajes que queremos compartir a continuación.
Estos se estructuran en cuatro grandes temas:
Los aprendizajes institucionales, La acción
educativa, Experiencias para la paz y Estrate-
gias para la paz.

En ellos iremos entretejiendo los elementos de


análisis y aprendizajes junto a algunos escritos
realizados por cada una de las personas del
equipo donde se hace un especial énfasis en lo
ocurrido en el último plan trienal, pretendiendo
así compartir tanto la reflexión como el sentir de
quienes han estado profundamente vinculados/as
a cada uno de los procesos.

Trabajar por la paz en un contexto como el Por esto uno de los principales aprendizajes está
colombiano implica la revisión permanente de las dado por una manera de actuar y de estar en las re-
maneras de “ser y hacer” como organización siem- giones, siempre tratando de dar primacía a las perso-
pre buscando responder a los retos de la interven- nas, a la dimensión subjetiva, partiendo de la histo-
ción social. ria y de la singularidad, favoreciendo la construcción
de lazos sólidos, puerta de entrada para la transfor-
Trabajamos en un mundo complejo, en donde no mación de determinadas dinámicas sociales.
existe una relación lineal causa – efecto que permita
garantizar que una acción va a generar un determina- Unido a lo anterior está el establecimiento de
do resultado; sin embargo, es necesario encontrar las “alianzas”, hacer de la paz parte de la cultura ante
maneras de desatar procesos desde las personas sus- todo implica el encuentro y la acción conjunta. Sin
tentados en la construcción de nuevas manera de ser embargo, debemos reconocer que existen formas de
y de vivir. Se trata de hacer sinergia entre nuestra estar con los/as otros/as que permiten una interven-
búsqueda y su deseo, entre la elaboración de un saber ción más profunda y sostenible. La existencia de
y la visión de un horizonte común: el de un país más sintonía en las apuestas éticas, en el tipo de compro-
justo y equitativo, que reconozca en la diferencia po- miso y en los caminos que es necesario recorrer para
sibilidad para lo nuevo. la construcción de la paz parece ser fundamental.

24
Esto no quiere decir que en la alianza todos/as estamos haciendo lo
mismo, sino que tenemos la capacidad de reconocer la importancia de lo
que cada quien está realizando, de alguna manera sentimos que la interven-
ción del otro/a es fundamental para el desarrollo de la propuesta de una
manera integral. Pero cuando alguna de las partes siente que la presencia
del otro/a puede ser suplida por su propia actuación y que no es necesaria,
las alianzas se enfrentan a una gran fragilidad.

Otro de los factores que da fragilidad a la alianza es sentir que el


camino o proceso desatado por una de las partes no tiene importancia, la
acción no va acompañada de la convicción, por lo que fácilmente se deja de
lado el seguimiento. En otras ocasiones la convicción ha estado unida a la ...uno de los
presencia de una persona y no logra hilarse a una apuesta institucional, lo principales
que igualmente da una gran vulnerabilidad al proceso. aprendizajes está
dado por una manera
Todo esto nos lleva a reafirmar que desde lo institucional una de las de actuar y de estar
principales acciones es el establecimiento de alianzas, reconociendo la im- en las regiones,
portancia que tiene la interlocución y construcción de acuerdos entre quie- siempre tratando de
nes en lo local o nacional apostamos por la construcción de la paz.
dar primacía a las
personas, a la
Pero esta es solo una dimensión de lo institucional, también existe un
dimensión subjetiva,
mundo de relaciones internas, un equipo de personas que se compromete,
actúa y espera a través de su esfuerzo aportar en la transformación del país.
partiendo de la
Allí surge la necesidad de crear espacios y dinámicas que a la vez brinden historia y de la
equilibrio y flexibilidad para las transformaciones, pero donde exista la singularidad.
posibilidad de pensar para hacer, de aprender y de compartir para crecer.

Este es otro de los grandes retos institucionales, en medio de las diná-


micas propias de la intervención trascender el actuar para generar un saber
frente a lo ocurrido. Aunque contamos con un espacio mensual de revisión
de lo sucedido en los diferentes proyectos, aún tenemos la necesidad de
generar mecanismos que nos permitan establecer mayores tiempos para re-
flexionar sobre algunos de los ejes que sabemos deben acompañar el trabajo
de una manera transversal. Tal es el caso de la perspectiva de género donde
hemos tenido algunas aproximaciones al tema enmarcándolo en la dinámi-
ca cultural y en la necesidad de relaciones equitativas, recibimos insumos
importantes gracias a los aportes que al respecto han hecho organizaciones

25
nacionales e internacionales, pero aun debemos traducir estos materiales en
maneras particulares de actuar y de comprender nuestra intervención en
diferentes lugares. Sin duda, no podemos dejar de reconocer que algunos de
los avances se han derivado de la experiencia vivida con organizaciones de
mujeres en el Oriente Antioqueño y no es casual que en nuestro equipo
exista una mayor representación femenina.

Finalmente podemos decir que la acción por la paz no puede estar


separada de una determinada manera de comprenderse como organización,
siendo este un tema amplio y que requiere de una continua reflexión. Noso-
tros/as hemos querido compartir tan solo algunas ideas pero sabemos que
estas requieren de una mayor profundización y desarrollo pero que en virtud
del objetivo del presente texto solamente hemos enunciado.

La institución ambigüa
El 16 de noviembre de 2005 me nombraron director del Programa por la
Paz. Encontré un local, un equipo responsable de los proyectos, otro de la
administración y un Plan Trienal, buen instrumento para saber hacia dónde
dirigir los procesos de trabajo y negociar el apoyo económico con posibles
donantes.

El 1 de abril el Programa por la Paz culminó un proceso iniciado en


noviembre del año 2000: la unión entre centros sociales de la Compañía
de Jesús en Colombia. Nos trasladamos a la sede del CINEP (Centro de
Investigación y Educación Popular) donde nos integramos como una
Subdirección. Fuimos recibidos por un equipo numeroso, experimenta-
do y complementario.

En este nuevo lugar hemos culminado el plan trienal 2004 - 2006, una
unidad de tiempo que parece definir el ritmo en el que los objetivos de los
procesos sociales deben alcanzarse obligatoriamente y sus resultados e im-
pactos “medidos”, esos que en general sólo evalúa la historia.

26
Tensión entre Carisma e Institución
La tensión entre el sueño, la aspiración de una vida mejor para todas y
todos y la organización para canalizar los esfuerzos para alcanzarla, existe
desde el momento en que nos inventamos la institución. Ésta se puede
comparar con un bus al que los viajeros y viajeras resuelven subirse para
realizar el viaje hacia un destino común. Provechoso y al mismo tiempo
riesgoso. El provecho: hacer el recorrido juntos, juntas y de manera organi-
zada. El riesgo: que el vehículo sea tan demandante (mantenimiento,
jerarquías, reglamentos, procedimientos, informes, cuentas, proyectos),
que se olvide el viaje y el destino común. Una buena parte de energías
puede llegar a emplearse en la gestión (conseguir el dinero, administrar
y hacer informes).

Esa tensión es inherente al compromiso social organizado y que


nunca debe perder de vista la utopía de otro mundo posible, de una
convivencia humana con justicia y en paz, la opción por la vida con
calidad integral. Ese es el punto de evaluación de la dimensión institu-
cional del Programa por la Paz.

27
4
Cfr. Edouard Pousset, Miremos más cerca esa tensión. Hoy contemplamos unos extraordi-
Lectures Théologiques selon
l’Evangile de Saint Marc,
narios logros, “fruto del esfuerzo de una formidable decisión de la hu-
Centre Sévres, Paris 1994 manidad para construir, mediante cálculo y gran esfuerzo, un mundo
humano a la medida de sus inmensas aspiraciones”4. Pero el trabajo en
procesos sociales y educativos tiene que ver mucho más con la actividad
del “agricultor que después de que ha trabajado y sembrado abandona el
grano, su esperanza, al juego de fuerzas que no dependen de él. Este
tiempo de desprendimiento total de la acción en relación con el resultado
que pretende, no tiene cabida en los cálculos y actividades del mundo
industrial”. En la acción social las variables tomadas en cuenta por los cál-
culos y acciones de nuestros proyectos son bastante menos que las que de
hecho intervienen en el éxito o fracaso de la misma. Nuestras planeaciones
tienen el peligro de reducirlas adaptando o forzando la realidad a modelos
más simples.
Cada árbol (ser
En el mundo industrial los objetos de deseo son tratados como cosas
humano) es la que se pueden alcanzar por medio de cálculos y acciones metódicas. Sin
revelación de un embargo no todo lo que desea el ser humano se presta a este tratamiento.
hábitat, cada uno y Muchas de las cosas que deseamos se siguen obteniendo por fuera de los
cada una de ellas circuitos de la planificación y de las decisiones de la voluntad organizado-
tiene ciudadanía en ra. En la búsqueda de soluciones a los problemas sociales hay una clara
un mundo específico. necesidad de creatividad y búsqueda de otras alternativas y de respetar la
naturaleza de los procesos que le son propios.

Sigue realizándose un gran esfuerzo por alcanzar metas de desarrollo


social, de convivencia, de calidad de vida que no dependen sólo del bienes-
tar económico. Sin embargo este esfuerzo tiene el riesgo de ser cada vez
más desesperanzado, unido a una solidaridad que se desmoviliza progresi-
vamente.

La globalización determinada por el formidable desarrollo tecnológico


parece propiciar la aparición de una humanidad diferente que sin embargo
comienza a mostrar la fatiga, la flojera, porque ha llegado a un extremo en
el que el esfuerzo comienza a parecer insignificante. Es una especie de ago-
tamiento de las hipótesis que han sostenido la búsqueda de solución a sus
problemáticas y la persistencia en sus actividades. Es como un yacimiento
que estuviera a punto de agotarse.

28
Nos hemos dedicado a buscar la paz para Colombia. Pero en la medida 5
Ruben Alves,
Conversas con quem gosta
en que nos hemos entregado a lo que nuestros cálculos y esfuerzos tenían de ensinar,
en la mira, en esa misma medida hemos visto esos esfuerzos y cálculos Cortez Editora, São Paulo,
golpeados poco a poco por la insignificancia. La Paz no es como terminar la 1991, pp. 11-15
construcción de una casa. La Evaluación de nuestro Plan Trienal no es el
balance de lo que falta aún al logro de nuestras metas, o la posibilidad de
terminar lo inacabado. Nos damos cuenta y reafirmamos que lo que parece
necesitar nuestra sociedad es aquello que supone un profundo cambio en
las disposiciones íntimas y en la conducta.

Se trata de educar

Este grupo de mujeres y hombres que constituyen el equipo de trabajo


del Programa por la Paz, es un equipo de educadores. Su acción es funda-
mentalmente educativa. Volviendo a la imagen del agricultor, podemos afir-
mar que cultivan árboles de madera fina. No es lo mismo cuidar un Caobo
que un Eucalipto5. Cada árbol (ser humano) es la revelación de un hábitat,
cada uno y cada una de ellas tiene ciudadanía en un mundo específico. El
Caobo, en el mundo del misterio, el Eucalipto, en el mundo de la organiza-
ción, de las instituciones, de las finanzas.

Estas mujeres y estos hombres del equipo, así como las mujeres y los
hombres con quienes trabajan poseen una cara, habitan un mundo en el que
lo que vale es la relación que los liga, siendo que cada persona es una
“entidad” sui generis, portadora de un nombre, también de una historia,
sufriendo tristezas y alimentando esperanzas. Y la educación para la Paz es
algo que acontece en este espacio invisible y denso, que se establece entre
dos. Espacio artesanal.

El que estas personas canalicen a través de instituciones su acción no


puede producir el salto de persona a funciones. “Lo que define la identidad
de la persona, desde el punto de vista de la ética religiosa cristiana, no es lo
que ella hace objetivamente, sino sus disposiciones íntimas. Se articula
aquí el mundo a partir de la interioridad. Con la llegada del utilitarismo,
todo se alteró. La persona pasó a ser definida por su producción: la identi-
dad es devorada por la función. Y esto se arraigó tanto que cuando alguien

29
6
Alves, ibidem. nos pregunta qué somos, respondemos inevitablemente por lo que hace-
mos. Con esta revolución se instauró la posibilidad de gerenciar y adminis-
trar la personalidad, pues aquello que se hace y se produce, la función, es
susceptible de medida, de control, de racionalización. La persona práctica-
mente desaparece, reduciéndose a un punto imaginario en el que se amarran
varias funciones”6.

Nuestra búsqueda en el Programa por la Paz es la creación de una


institucionalidad que sea el nicho ecológico adecuado para el cultivo de la
“humanidad”. Las mujeres y los hombres que somos convocados por la Utopia
de un mundo diferente, habitamos en un mundo en el que la interioridad
marca la diferencia, en el que las personas se definen por sus visiones,
pasiones, esperanzas y horizontes utópicos. No queremos ser funcionarios
de un mundo dominado por el Estado y por las empresas. No queremos ser
simplemente gerenciados, administrados según la excelencia funcional, ex-
celencia que siempre es juzgada a partir de los intereses del sistema. Y
debemos confesar que en este sentido somos malos funcionarios o funcio-
narias, porque el ritmo de nuestro mundo busca ir más allá de algunos
ritmos institucionales que se quedan en el cumplimiento de formatos o de
informes olvidando la dimensión humana y social que hay en este tipo de
procesos.

Apostar por la paz nos hace reafirmar que no estamos estancados en el


desencanto de quienes dicen que no hay nada que hacer o que se acabó la
utopía.

Jorge Julio Mejía M., S.J.


Director del Programa por la Paz – Cinep

30
LA ACCIÓN
EDUCATIVA DEL
PROGRAMA POR LA
PAZ
En el quehacer del Programa por la Paz existe
un elemento en común, la acción educativa como
posibilidad de encuentro desde el compromiso
con la realidad, espacio para la construcción de
herramientas que favorezcan su transformación.
Diplomado “Cultura de Paz y Con-
La experiencia desarrollada en este campo nos vivencia” de la Escuela de Paz y
permite decir en este momento que contamos con Convivencia, realizado en articula-
propuestas pedagógicas que no sólo sirven de ción con el Secretariado Nacional
sustento a la intervención, sino que a la vez de Pastoral Social y el Instituto Pen-
inspiran la realización y re – creación de nuevos sar de la Pontificia Universidad
procesos. Javeriana. Se dirige a agentes de
pastoral (sacerdotes y laicos/as)
Partiremos de cinco (5) grandes procesos comprometidos en la construcción
formativos, que soportados en una serie de de una Iglesia participativa, cuen-
supuestos comunes han permitido responder a ta con 3 cartillas que recogen la
diferentes poblaciones y énfasis: experiencia.

31
Desarrollo de Habilidades para la Cons- Diplomado “Periodismo Responsable en el
trucción de la Paz, proceso formativo sus- Conflicto Armado” realizado en alianza
tentado en el desarrollo de habilidades con la Corporación Medios para la Paz y la
psicosociales, dirigido a representantes de facultad de Ciencias de la Comunicación y
diferentes organizaciones sociales, proce- el Lenguaje de la Pontificia Universidad
sos de Iglesia, instituciones educativas que Javeriana, en el que participan periodistas
se encuentran vinculados al trabajo por la de medios masivos y comunitarios que en
paz. Este proceso se encuentra sistemati- su ejercicio profesional deben narrar las
zado en 3 cartillas publicadas por el PPP noticias y situaciones vinculadas con el
con el apoyo solidario de la Fundación Santa conflicto armado. Este se ha realizado en
María. cuatro ciudades: Medellín, Cali, Barranca-
bermeja y Bogotá. Existe un libro que re-
Hacia una Pedagogía de la noviolencia, coge los principales aprendizajes de este
publicado en “El poder de la fragilidad: ex- proceso “Prensa, conflicto armado y re-
periencias en la senda de la noviolencia”. gión: Aprendizajes del diplomado Periodis-
Dirigido a todas aquellas personas que asu- mo Responsable en el Conflicto
men una opción por la noviolencia. Publi- Armado”publicado en el año 2006.
cación de “Aquí estoy país” con el apoyo
de Caritas Sverige, Diakonia, Fundación San- Más que entrar a describir cada uno de los mate-
ta María, Cordaid, Uniminuto y Programa riales y las estructuras propuestas para el trabajo, se
por la Paz. 2003. expondrán los elementos comunes que sustentan la
acción pedagógica y que le permiten ajustarse a los
Proceso de sensibilización zonal sobre contextos y escenarios donde se desarrolla; evidente-
“Reconciliación desde la perspectiva de mente son diferentes los lenguajes y las maneras como
la noviolencia”. Proyecto ético - político se llevan a la acción cada una de las apuestas pero
para el Oriente Antioqueño. Proceso que todas toman aliento de unos mismos presupuestos.
se ha desarrollado en alianza con
Conciudadanía y la Asociación de Mujeres
del Oriente Antioqueño A.M.O.R., dirigido
Primero las personas
a mujeres y víctimas del conflicto armado.
Documento interno del Programa por la Sin duda en la mayoría de propuestas pedagógicas
Paz. que conocemos, si no en todas, se enuncia la persona
como centro de la acción pero esto no siempre se lleva a
la práctica quedando enunciado sin desarrollarse
metodológicamente. Desde el Programa por la Paz partir
del reconocimiento del sujeto ha implicado que en cada
una de las propuestas se tenga en cuenta:

32
La creación de metodologías que favorecen, tos y las poblaciones, existe de manera permanente
1
hacen explícita, la expresión de la singularidad. un esfuerzo por incluir lo afectivo, lo corporal, lo
espiritual y lo mental en tanto esferas que entran a
En el caso de la Escuela de Paz y Convivencia el jugar de manera particular en las formas como nos ve-
primer paso está dado por el “evocar de la experien- mos a nosotros/as mismos/as pero también como nos
cia” partiendo así de la persona para la construcción relacionamos con los/as otros/as, ya sea en los espacios
de la práctica formativa o en Habilidades para la Paz de la cotidianidad o de organización más amplios.
la introducción a cada una de las habilidades se ini-
cia con un “hacer”, una acción lúdica ya sea indivi- Esto parte de un supuesto pedagógico existente
dual o colectiva que lleva a actuar desde sí mismo/a en todas las propuestas, la acción es uno de los prin-
como primera instancia. De igual manera en el proceso cipales caminos para el logro de un aprendizaje cen-
formativo de Reconciliación siempre se da espacio al re- trado en el cambio de actitudes y maneras de actuar,
conocimiento y expresión de emociones y sentimientos de por si se descartan visiones en donde la enseñanza
frente a cada una de las actividades realizadas que por está centrada en un ejercicio mental que involucra
demás están vinculadas a experiencias vitales. solamente la reflexión y el pensamiento.

Desde la Pedagogía de la noviolencia, son las En la Escuela de Paz y Convivencia aunque existe
singularidades y su reconocimiento las que dan sus- una mirada particular a la espiritualidad desde una
tento al encuentro, su emergencia es necesaria para opción católica, nunca queda de lado la dimensión
que sea posible el proceso de formación. corporal o la emocional, demostrando siempre que la
acción comprometida para la construcción de la Igle-
Finalmente, el Diplomado de Periodismo Respon- sia implica a la persona en su totalidad. En el caso de
sable traduce esto en un taller sobre “dimensión hu- una Pedagogía para la Noviolencia la espiritualidad se
mana del periodista”, pero sobre todo en el “Obser- aborda a través del sentido trascendente que se expresa
vatorio” donde se da el seguimiento y diálogo uno/a de diferentes maneras, una es la opción cristiana pero
a uno/a a partir del quehacer y ejercicio profesional; otras son las cosmovisiones indígenas o las expresiones
más que un instrumento con indicadores para valorar de otras iglesias, igualmente este sentido se une a una
la proyección de lo aprendido en la vida profesional corporalidad, a la emotividad siempre en la búsqueda
ésta es oportunidad para ser reconocidos en su modo de una profunda coherencia entre el ser y el hacer.
particular de producción periodística.
En Habilidades para la Paz y Reconciliación la
Concebir a la persona como un ser integral emotividad tienen un papel central, pero igualmente
2
para la acción educativa. unida a la corporalidad y a una espiritualidad que
sustenta el sentido sagrado de la vida.
Aunque en cada uno de los procesos se aborda la
integralidad haciendo énfasis en una u otra dimen- El Diplomado de Periodismo Responsable no se
sión del ser humano para responder así a los contex- limita a brindar una serie de herramientas para el ejer-

33
cicio profesional sino que esto lo integra a una op- En el caso del Diplomado de Periodismo, el re-
ción de vida que involucra todo su ser. conocimiento de la complejidad vivida en los medios
de comunicación, especialmente en los masivos, hace
3 El primer universo de cambio, la persona que todas las apuestas estén dadas en la acción de las
personas que asumen de manera responsable y ética
Tal como lo propone la Pedagogía de la el ejercicio de una profesión que cada vez posee ma-
Noviolencia la primera esfera de cambio está en la yor fuerza en el mundo moderno.
persona y esto es algo que se mantiene en las diferen-
tes propuestas; es verdad que la construcción de la 4 La identidad,
paz debe estar dada por amplios procesos sociales
pero si estos no están soportados en profundos cam- De una u otra manera la pregunta por la iden-
bios personales adquieren una gran fragilidad o se tidad está en las propuestas, ¿quién soy?, ¿desde
constituyen en espacios de poca coherencia entre vida dónde me defino? Pregunta que vincula la interio-
personal – espacio social siendo poco convincentes ridad con la exterioridad, el sí mismo/a con los/as
para los/as otros/as. De una u otra manera las pro- otros/as.
puestas pedagógicas hacen un llamado a la coheren-
cia entre el decir – actuar – sentir – pensar, funda- En la Escuela de Paz y Convivencia se parte de la
mento para las transformaciones que son necesarias identidad personal pasando por la identidad regional
en la cultura y que hacen de la paz parte de esta. hasta llegar a la identidad cristiana; se trata de reco-
nocer que no estamos solos/as y nos construimos en
En el proceso de Habilidades para la Paz, todas el mundo relacional, desde los referentes sociales, re-
las personas que asistieron a la sistematización re- gionales o culturales.
portaron que los cambios en ellos/as mismos/as es lo
que más ha perdurado, paso fundamental en la com- En la Pedagogía Noviolenta la pregunta por la
prensión profunda del valor sagrado de la vida. identidad busca desmontar los referentes culturales y
sociales que han justificado la violencia como algo
Por supuesto, el proceso de Reconciliación parte connatural al ser humano, aspecto que también se
de las víctimas, siendo el primer espacio por re- encuentra en la propuesta de Reconciliación.
conciliar su propio corazón y es desde este que se
hace posible proyectarse a escenarios sociales cla- Habilidades para la Paz sin distanciarse de esta
mando por la verdad, la justicia y la reparación propuesta, hace énfasis en la manera como la identidad
desde una opción noviolenta. personal entra a construir los espacios colectivos, la co-
munidad, la organización y claro está el país.
Para la Escuela de Paz y Convivencia la Iglesia se
construye en el encuentro con otros/as pero este solo Por su parte el Diplomado de Periodistas propo-
puede darse cuando está sustentado en una opción ne una manera de asumir la profesión, en tanto iden-
personal sólida y coherente. tidad personal y como grupo profesional.

34
Junto a las personas, el encuentro para consolidar un proceso organizativo en donde
todos/as se sientan responsables y partícipes de la
Aunque en las propuestas se hace énfasis en la construcción de Iglesia.
dimensión personal esta solamente cobra importan-
cia por la posibilidad del encuentro, se trata de tras- En Habilidades para la Paz además de ser tema
cender en la relación con las otras personas y en los de trabajo “lo colectivo”, la aplicación de aprendiza-
procesos comunitarios u organizativos. jes que realizan los/as participantes en sus contextos
pretende ser alternativa para fortalecer y cuidar los
Sentido colectivo y cuidado por el “noso- procesos organizativos ya existentes.
1
tros/as”
Una Pedagogía para la Noviolencia no solo tiene
Comprender la importancia de estar con otros/as en cuenta la toma de conciencia del otro/a, del ser y
es fundamental, esto no sólo parte del reconocimien- estar con otros/as sino que busca desarrollar como un
to de las diferencias sino de la convicción de que no sentimiento permanente el cuidar de esos otros/as y de
es posible quedarse en la acción individual y es nece- la colectividad a través de las expresiones que esta pue-
sario el encuentro y la acción colectiva. No sólo se de tener.
busca al grupo sino que también se lo cuida, se trata
de aprender estrategias que le permitan fortalecerse y Para la Reconciliación el cuidado colectivo em-
resolver sus tensiones internas. pieza por el apoyo mutuo dado entre las víctimas,
después de que el mundo de relaciones se ha visto
La Escuela de Paz y Convivencia plantea para esto fuertemente afectado por la acción de la guerra.
diferentes estrategias, una de ellas es la re – crea-
ción, el compartir los aprendizajes con otros/as, en En el Diplomado de Periodistas, este sentido co-
donde se busca ir más allá de la estrategia formativa lectivo se ha ido traduciendo en la necesidad de ac-

35
tuar colectivamente, constituyendo red y grupo des- sión de lo local, es imposible seguir narrando y cons-
de las ciudades donde se ha realizado. truyendo noticia sin hacer referencia a las circuns-
tancias vitales que la acompañan.
2 Partir de lo local, reconocer la realidad vital
3 La acción colectiva y su proyección
Estas propuestas pedagógicas parten de la nece-
sidad de reconocer la realidad vital de las personas; Aunque se ha insinuado de diferentes maneras,
diferente en cada región, marcada por determinadas es importante hacer explícito que desde estas pro-
circunstancias como el tipo de oficio al que se vincu- puestas la acción colectiva y la proyección a lo social
lan, sus posibilidades de participación en lo econó- hacen parte fundamental de las mismas. Ninguna de
mico y político, etc. ellas se agota en la realización de talleres, estos son
el punto de partida para un proceso mucho más com-
La Escuela de Paz y Convivencia que cada año está plejo que se quiere desencadenar y que hace parte de
en una región del país, contextualiza la propuesta antes los mínimos para la construcción de la paz, la orga-
de iniciar la experiencia y construye con las personas lo nización social.
referente a la identidad regional reconociendo así las
lecturas que poseen en torno a lo que los/as define. Efectivamente la Escuela de Paz y Convivencia
cuenta con una estructura pedagógica consolidada
Habilidades para la paz y la Pedagogía para la que adquiere sentido en el fortalecimiento de los pro-
Noviolencia brindan herramientas para que las personas cesos organizativos de la Iglesia. Se trata de cons-
puedan reconocer en su contexto las posibilidades y truir el sentido de comunidad a través de la partici-
oportunidades de cambio, los espacios y los mecanis- pación y de la proyección a lo social con una acción
mos para actuar desde allí. Para el proceso de Habilida- ordenada, planeada y articulada que promueve la paz
des es fundamental que los/as participantes hagan par- y la convivencia.
te de procesos organizativos y de instituciones, prime-
ros espacios en donde deben aplicar lo aprendido. La Pedagogía para la Noviolencia ha acompaña-
do el fortalecimiento y la dinamización del “Movi-
Reconciliación parte de una realidad regional que miento Nacional de Noviolencia Aquí estoy país”, a
ha estado atravesada por las dinámicas de la guerra, través de esta se muestra un nuevo camino que debe
es fundamental el reconocimiento de lo que allí ha traducirse en acciones que vinculen procesos
ocurrido desde la perspectiva de las víctimas para hacer organizativos y acciones en el espacio público que
posible un proceso más amplio que permita cambiar inviten a más personas a unirse a la propuesta.
dinámicas dentro de la región.
El principal aprendizaje de Habilidades para la
Finalmente el Diplomado de Periodismo, convier- paz se da en el ejercicio y la aplicación que las perso-
te en parte fundamental del ejercicio periodístico la nas hacen de la propuesta en sus organizaciones o
utilización de herramientas que permitan la compren- instituciones, los seminarios taller son un momento

36
de encuentro en donde se presentan las herramientas. Para el proceso de
Reconciliación, la reconstrucción del tejido social roto por la guerra solo
puede darse desde la organización social por lo que toma tanta importancia
el fortalecimiento de lo existente, en este caso la Asociación de Mujeres del
Oriente Antioqueño (A.M. O.R.) y la creación de organizaciones de víctimas
que les ayuden a recuperar su voz ante la sociedad.

El Diplomado para Periodistas a través del Observatorio, ejercicio de se-


guimiento a las producciones realizadas por los/as participantes, hace una gran
énfasis en la necesidad de la proyección a través de la misma actividad profesio-
nal. Sin embargo, ha sido interesante ver como desde los/as mismos/as diplo-
mados/as surge la necesidad de consolidar una red que alimente este tipo de
ejercicio periodístico y lo fortalezca.

4 La Celebración

El encuentro con los/as otros/as es motivo de alegría y se constituye


en espacio sagrado, de tal manera, que en cada uno de los procesos hay
espacio para la celebración y el ritual; todas estas, expresiones de la
sacralización de la vida, caminos para el restablecimiento de un mundo
simbólico que se ve roto por las violencias.

En cada uno de los procesos y estos a su vez, en cada uno de los


momentos de encuentro, generan múltiples expresiones de celebración, lo
importante es mostrar que es una forma de resignificar y dar un valor pro-
fundo al hecho de estar juntos/as.

Los principios pedagógicos

Con los elementos enunciados hemos querido mostrar que en la base de


estas cinco propuestas existen unos principios pedagógicos comunes sustenta-
dos en la construcción de saberes desde el diálogo y el encuentro con las
diferencias, lo que se vincula a la acción y la proyección con otros/as. Creemos
que para la construcción de la paz necesitamos desarrollar maneras de ser y
estar en el país, que se traduzcan en nuevas maneras de hacer en medio
de la cotidianidad. Es así como todo esto se traduce en la generación y forta-
lecimiento de actitudes, reflejo de una ética que opta por la paz.

37
La Vida Con Risa Entra...
Parodiando aquel oscuro y antiguo refrán “la letra con
sangre entra” podemos decir desde la experiencia educativa
del Programa por la paz que la “la vida con risa entra”.

La experiencia de una educación para la paz ante todo


nos lleva a recordar imágenes de rostros que sonríen, que
encuentran en la alegría y en el goce un nuevo camino para
aprender.

Hablamos de un aprendizaje especial porque estamos


haciendo referencia a la vida misma; se trata de aprender
sobre nosotros y nosotras, sobre nuestras historias para en-
tenderlas desde la orilla del amor y de las posibilidades de
crecimiento, reconociendo la manera particular de afrontar
nuestras rabias nuestra ira, nuestros miedos y también nues-
tra alegría ... y así nos preguntamos ¿cómo está mi clima
afectivo?, ¿cómo está mi mar de emociones y sentimientos?.

No puedo dejar de olvidar la manera como docentes,


aquellos llamados por algunos/as como “los duros del sector
oficial”, gozaron navegando en su mar de emociones y senti-
mientos, se sumergieron, afrontaron grandes olas para des-
pués poder compartir con sus grupos de estudiantes esta misma
alegría... salones convertidos en mar, con peces, ballenas,
delfines, corazones, historias, dolores y alegrías. Ahora nave-
gar es una aventura que los acerca, en la que todos y todas crecen: las/os
profes en la manera de comprender y hacer pedagogía, los niños y niñas en
la forma de ver a ese adulto que los acompaña en su vida.

Efectivamente “la vida con risa entra...” y no solo entra, fluye, se cons-
truye, crece.

No sólo fueron profes, niñas y niños los que asumieron esta tarea, a este
grupo se unieron otros/as,... también fueron pescadores, campesinos/as, nue-
vas empresarias de alimentos, mujeres, comunicadores, personas vinculadas

38
a la iglesia, adultos y jóvenes, los que quisieron entrar a aprender sobre la
vida misma para así construir otras posibilidades de convivencia.

Todos ellos y ellas se aventuraron a jugar, a representar, a hacer títeres,


a pintar para ir aprendiendo maneras de abordar los conflictos, reconocién-
dolos como parte indispensable de la vida que nos abre a una infinitud de
caminos y por lo tanto, nosotros/as debemos ser igualmente creativos en el
momento que nos sentimos enredados, anudados, amarrados, atrapados en medio
de alguno que aún no logra transformarse. Al conflicto le perdimos el miedo, ya
sabemos que no es sinónimo de ruptura y de pérdida... es posibilidad.

También aprendimos que la comunicación nos da la oportunidad de


cambiar el transcurrir de un conflicto: cuando nos comunicamos como co-
madrejas pensando solamente en nuestros intereses, en nuestros sentimien-
tos y no vemos más allá de nuestras narices enredamos aún más los conflic-
tos o hasta podemos crear uno nuevo. Pero cuando nos comunicamos como
jirafas y levantamos nuestra cabeza para mirar más allá y buscamos conec-
tarnos desde el corazón con el otro/a no
sólo transformamos los conflictos sino que
nos hacemos más humanos.

En el juego recordamos que por la vida


vamos atados – unidos a otros/as, corre-
mos de un lado a otro superando obstácu-
los y encontrando las pistas que nos ayu-
dan a construir un ser colectivo, una mane-
ra de andar en comunidad, como organiza-
ción y es desde allí como vamos constru-
yendo país... aprendemos sobre nosotros y
nosotras, sobre la manera como construimos
relaciones con los/as otros/as, pero también
sobre las formas como nos hacemos país.

“Nosotros todavía seguimos siendo


alumnos de habilidades para la paz, ¿ver-
dad Caro?” me dice alguien con acento cos-
teño, aunque ya han pasado un par de años

39
del proceso formativo; no sólo aprendemos sino que asumimos
una nueva actitud que invita a abrirse permanentemente, en
donde cada momento de la vida es oportunidad para aprender
y para reír también...

“Sabemos que no estamos solos pero no queremos sentirnos


solos”, también dice alguien, aprender a valorar la vida en toda su
magnitud contagia a la gente de unas profundas ganas de estar
en contacto con otros/as, de seguir reconociendo que la vida se
construye desde diferentes lados, desde diferentes rostros y así
surge la necesidad de una red... de un tejido que nos une, que nos
permite encontrarnos y alentarnos al ir compartiendo lo aprendi-
do, pero sobre todo al compartir la risa.

Esta misma alegría la hemos querido contagiar a otras perso-


nas, de muchas de ellas no conocemos su rostro, pero estamos
seguros que son quienes se unen a nosotros/as en la apuesta por
la vida... la invitación es A JUGAR! Camino para el encuentro,
para compartir, para reflexionar sobre las maneras como vamos
generando ciertas dinámicas en el país, como optamos desde la
cotidianidad por la guerra o por la paz, como ponemos a circular
los valores de la noviolencia, o como songo sorongo vamos per-
petuando los dolores, las venganzas, bloqueando los caminos y
las posibilidades para que todos/as puedan llegar al punto del
encuentro.

Todas estas experiencias nos llevan a reafirmar desde lo más profundo


que aquello que se aprende desde la risa, desde la alegría, desde la vida
misma no se olvida... En contraste con las realidades del país que son atra-
vesadas por la guerra, por el dolor y por la injusticia nosotros/as nos vamos
uniendo a un país en el que definitivamente “La vida con risa entra”.

Carolina Tejada B.

40
OTRA PEDAGOGÍA - LOS JUEGOS
Han existido otros caminos pedagógicos que partiendo de los mismos
supuestos han buscado traducirse en un instrumento, en una herramienta
asequible a muchos/as, estos son los juegos.

Desde hace algún tiempo, el Programa por la Paz ha querido hacer un


aporte a la Semana por la Paz con un material lúdico y pedagógico, excusa
para el encuentro y la sensibilización en torno a algunas de las preguntas
que nos hacemos para hacer de la paz parte de la cultura. Los juegos hasta
ahora producidos son:

 Juguémonosla por Colombia (2001)


 Chachafruto, Batalla o Trueque (2002)
 La Leyenda de Pantano (2003)
 Songo sorongo y nos vamos encontrando (2005)

Queremos de manera general compartir algunos de los presupuestos


que nos guían en su construcción, y el camino recorrido hasta ahora.

Empezamos por el tema.

De acuerdo a las reflexiones que el equipo del Programa por la Paz va


teniendo desde su experiencia, desde las realidades vividas en lo nacional y
en lo local van surgiendo preguntas. Estas se constituyen en el marco para
iniciar el diseño del material lúdico; en el caso de Juguémonosla por Colom-
bia la pregunta es por la manera como se abordan los conflictos desde las
diferentes identidades regionales, y desde allí cómo se construyen territo-
rios de paz o territorios de violencia.

Al diseñar Chachafruto el país estaba preguntándose por las posibili-


dades del diálogo o de la guerra como caminos para la solución del conflic-
to armado, así surge la pregunta por los costos de la guerra.

Posteriormente en la Leyenda del Pantano surge la pregunta por cómo


hacer evidente que las acciones que están sustentadas en la violencia nos

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dividen, hacen que perdamos el sentido de “nosotros/as” mientras que las
acciones que parten de la noviolencia nos permiten encontrarnos y fortale-
cernos como comunidad.

Finalmente Songo sorongo hace la pregunta por las dinámicas sociales


que perpetúan los rencores, y que cierran las puertas a las posibilidades de
la reconciliación para encontrarnos como país.

Ahora la dinámica

Teniendo establecida la pregunta central se empieza a construir una diná-


mica que nos aproxime. Hemos encontrado que la utilización de cierto tipo de
juegos que ya son reconocidos por las personas facilita la utilización del mismo.

Utilizar cartas como en Chachafruto y la Leyenda del Pantano; dados y


recorrer un tablero siguiendo la imagen de un parqués como en Juguémonosla
por Colombia y Songo sorongo, facilita la apropiación, sobre todo por la
diversidad de personas a las que puede llegar el material.

Pero a la vez la dinámica debe permitir el encuentro, la risa y la parti-


cipación de un buen número de personas; el parámetro está dado por las
instituciones educativas en donde los grupos oscilan entre 35 y 45 personas.

No olvidemos a las personas

En todos los materiales tratamos de encontrar una estrategia que


permita la participación de las personas, que exista un referente
que les de identidad en medio del juego pero que a la
vez les permita distanciarse para actuar de manera
espontánea.

En el caso de Chachafruto son los animales de la


fauna colombiana los que se constituyen en personajes
para actuar en el juego, mientras que en Songo sorongo
son los personajes y elementos de los cuatro escenarios
propuestos (selva, ciudad, campo y playa) los que entran

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en el juego. Tener un personaje como referente facilita
que las personas se involucren en el juego y a la vez lo
hacen sin ponerse en ridículo o en tela de juicio.

En La leyenda del Pantano y en Juguémonosla


por Colombia el personaje central es el grupo, desde
este se actúa.
?
Un juego para portarnos bien?

Estos materiales no están diseñados para que las


personas actúen desde un “deber ser”, el juego busca
abrir las opciones para actuar desde la cooperación o
la competencia siendo esta una opción de las perso-
nas y del grupo. En el caso de Juguémonosla por Co-
lombia, las actitudes que se asumen para abordar los
conflictos pueden ser matizadas o no por el grupo
llevándolos a enredar los conflictos en vez de transformarlos.

Con Chachafruto, la opción por la batalla o el truque está a la mano de


las manadas, ellos/as mismos/as van eligiendo el camino por el que esperan
lograr su tarea especial. Mientras que en La Leyenda del Pantano circulan
talentos y maleficios que los pueden ayudar o por el contrario hundir en la
violencia. Y finalmente en Songo sorongo las cartas “tumbao” y las accio-
nes que se dan en el recorrido pueden generar acciones solidarias de en-
cuentro o por el contrario de competencia y de exclusión del otro/a.

Se abren caminos y alternativas para que en medio de la dinámica


actuemos de la manera más desprevenida, es decir, que lo hagamos lo más
cercano posible a como ocurre en el día a día.

Y todo esto para charlar, para reflexionar

Con estos materiales se espera crear un momento de encuentro que nos


lleve a hablar sobre las maneras como actuamos en la cotidianidad, haciéndo-
nos responsables de la construcción de la paz desde los espacios cercanos.

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En Juguémonosla por Colombia, la reflexión se centra
en las actitudes que cotidianamente asumimos frente a los
conflictos y la manera como estas facilitan o no su transfor-
mación. En Chachafruto queremos hacer visible que la op-
ción por la guerra no sólo es de algunos pocos, muchas ve-
ces asumimos esta manera de actuar (ya sea imponiéndonos
a los otros/as, tomando sobre las necesidades de los otros/
as lo que creemos es nuestro, etc) por que consideramos que
es un camino más rápido sin darnos cuenta que es más cos-
toso. En la Leyenda, la fragilidad de la comunidad y del
tejido social se hacen evidentes así como la fuerza de la
noviolencia para fortalecer los lazos y en Songo sorongo, las
maneras como asumimos ir por el país ya sea bloqueando el
camino a los/as otros/as o dándoles paso y llamándolos al
encuentro con nosotros/as, son determinantes.

Es fundamental hablar de lo que ocurre en cada uno/a de nosotros/as


en el momento de jugar, ¿son más fuertes las acciones competitivas que las
cooperativas?, ¿nos divierte generar algún tipo de daño en el otro/a? Que-
remos ofrecer una excusa para reconocer algunas prácticas culturales que
tenemos insertas de manera profunda y que pueden ser formas silenciosas de
la violencia.

Con este rápido recorrido por las propuestas educativas del Programa
por la Paz hemos querido compartir un camino, con algunos elementos
consolidados pero donde creemos que debemos seguir avanzando. Hay mu-
chos aspectos que tal vez no alcanzamos a mencionar, pero lo importante
después de esta mirada es poder reafimar que la acción educativa es alterna-
tiva para hacer de la paz cultura, enfrentándose a las lógicas eficientistas
que buscan resultados inmediatos, y reafirmando la opción por lo humano.

A continuación presentamos otros dos grandes caminos que hemos


encontrado en nuestra intervención, la acción a través de experiencias para
la paz o la generación de estrategias.

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EXPERIENCIAS
PARA LA PAZ

Al revisar los proyectos propuestos para esta sistematización, encontramos que una de las
formas de intervención desarrolladas se articula a la capacidad de una comunidad o de una
organización para interpretar una realidad de violencia desde la paz. Esto ocurre cuando
las personas pueden comprender de una modo diferente lo que ocurre a su alrededor
traduciéndolo en una manera de ser y sobre todo en una forma de actuar, es decir, en un
plan de acción que compromete sus vidas.

Uno de los elementos centrales que identificamos en estos casos está dado por la posibilidad
de significar, de dar sentido a la vida y a la acción conjunta; así como la violencia (ya sea
directa, estructural o cultural) tiene de por sí la cualidad de irrumpir en lo simbólico, de
quedarse en la acción sin mediación, donde parece que no hay palabra alguna para poder
“decir” o “expresar” lo que ocurre, en las Experiencias para la Paz las personas encuen-
tran nuevos referentes simbólicos que les permiten decir, construir relato, historia pero sobre
todo un futuro colectivo que se traduce en un plan de vida.

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LA INTERVENCIÓN DESDE LAS EXPERIENCIAS 1 La fuerza viene de adentro,
PARA LA PAZ... SU FUERZA Y SU FRAGILIDAD Uno de los elementos que inicialmente llama la
atención tiene que ver con el sentido construido en
Al hacer referencia a las “experiencias” in- torno a lo colectivo. Cuando las posibilidades de in-
cluimos el trabajo desarrollado con organizacio- tervención se unen a procesos organizativos fuertes
nes de pescadores en San Pablo y el llevado a cabo en donde las personas han consolidado una apuesta
para la conformación de Jóvenes por San Pablo (en por el estar juntos/as o la intervención de manera
el Magdalena Medio, sur de Bolívar), el proceso de explícita ayuda a esto, existe una mayor permanencia
Desarrollo Rural y DDHH que se ejecutó con la en el trabajo.
Vicaría del Sur (Albania, Caquetá), el fortalecimien-
to de la Asociación de Mujeres del Oriente Tal es el caso de las organizaciones de pescado-
Antioqueño A.M.O.R. y el proyecto educativo co- res en San Pablo, aquellas que asumieron nuestra in-
munitario con Ciudadela Educativa del Magdalena tervención como una oportunidad de encuentro para
Medio (Barrancabermeja). el fortalecimiento interno sin dejar de lado la bús-
queda de su autonomía, han logrado mantenerse y
Tal como definimos al principio estas se cons- crecer constituyéndose en fuerza para su municipio.
tituyen en experiencias por la capacidad que tie- Las que establecieron una relación de mayor de-
nen las poblaciones para comprender una realidad pendencia esperando que nuestra presencia les per-
que ha sido marcada por las violencias y proponer mitiera mantener la dinámica de reuniones, resol-
planes de vida alternativos que les permiten soñar ver cuestiones internas o encaminar posibilidades
con un futuro diferente. En este punto es impor- de gestión han tenido más dificultades para soste-
tante aclarar que una experiencia no está defini- ner desde sí una acción y proyección en pro de la
da como tal por ser exitosa, aunque existe un alto construcción de la paz.
nivel de compromiso de la población hay factores
y elementos que pueden hacerla frágil o por el Con aquellas organizaciones de pescadores don-
contrario perdurable y fuerte. Por otro lado, como de existe una mayor autonomía se hace evidente
siempre ocurre con las clasificaciones, la ubica- que la posibilidad de actuar juntos/as es lo pri-
ción de estos proyectos se hace desde algunos ele- mordial, nuestra presencia llega a alimentar un sen-
mentos pero siempre existe la pregunta por su per- tido que ya está afianzado. Con el segundo grupo
tinencia en este lugar. de organizaciones, pareciera que en parte el en-
cuentro está mediado por la presencia de un terce-
Sin más preámbulos presentamos a continua- ro que viene de afuera; podemos concluir que el
ción algunos puntos comunes en torno a las fortale- sentido de pertenencia y lo colectivo son aspectos
zas y las fragilidades vividas a través de este tipo de esenciales que se deben trabajar cuando se está en
procesos. medio de experiencias.

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Esto mismo pudo observarse en la Asociación de
Mujeres del Oriente Antioqueño, A.M.O.R., quienes
Del Silencio a la Palabra, de la
han asumido el acompañamiento del PPP como opor- Palabra a la Acción
tunidad para el logro de una mayor autonomía y ca-
pacidad de gestión generando propuestas que se tra-
El tiempo tiene su propio ritmo. La historia
ducen en nuevos procesos organizativos que buscan
transcurre inexorablemente al ritmo de nuestra
responder a la realidad de la región. Las mujeres van
acción, de nuestro trabajo, de nuestra voz, y tam-
planteando una agenda para la región, proponen te-
bién al ritmo de nuestras parálisis, nuestros mie-
mas y ante todo salidas a las problemáticas vividas,
dos y nuestros silencios. ¿Cómo condensar esa ex-
es así como asumen la dinamización de un proceso
periencia y esa vivencia?, ¿Qué palabras pueden ser
de reconciliación que poco a poco da voz a las vícti-
adecuadas para poner la vida en el papel? Cualquier
mas hasta constituir organizaciones con las que se
relato se queda corto, cualquier palabra es mera
espera ayudar en la reconstrucción de la memoria, el
aproximación, un intento fallido por reconocer aque-
esclarecimiento de la verdad para abrir alternativas a
llo que tiene su propio ritmo y su propio tiempo.
la justicia y a la reparación integral.
¿Qué significa entonces hablar de reconcilia-
En estas dos experiencias la construcción de pla-
ción en una región, en lugares golpeados fuerte-
nes de vida sólidos y la posibilidad de proyectar sus
mente por la guerra?, ¿Qué significa promover pro-
vidas de una manera diferente, les permite asumirse
puestas de reconciliación en lugares donde los
desde un lugar más activo, disminuyendo los senti-
muertos se han contado por centenas y millares y
mientos de vulnerabilidad que da la guerra y las dife-
donde cada quien tiene un dolor escondido, en-
rentes expresiones de la violencia.
cogido y apretado en los rincones del alma?

¿Qué significa promover


propuestas de reconciliación
en lugares donde los muertos
se han contado por centenas
y millares y donde cada quien
tiene un dolor escondido,
encogido y apretado en los
rincones del alma?

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Fue la muerte, la alucinación de una guerra ab- verle el rostro a su propia desesperanza y su sinsabor.
surda, la soberbia del poder de las armas, la humilla- Y al mirarlo cara a cara, al hablar con sus miedos,
ción, el doblegarse en el silencio guardando todas comprendieron que nada detiene la vida y que basta
las rabias y todos los pesares; fue la tristeza absoluta, un resquicio, una grieta para que la vida se filtre,
aquella que no tiene derecho a expresarse, la que se surja, emerja y sobreviva...
encierra en el último rincón porque el llanto, las lá-
grimas, el reclamo, el dolor y la indignación son pe- Estas mujeres acogieron a otras, las abrazaron y
ligrosos: “Nuestra Alma quedó pendiendo de un hilo” las acompañaron a mirar de frente sus propios dolo-
decía una mujer de Rionegro (Antioquia). res, sus angustias y miedos. En este momento lenta-
mente se fueron abriendo las puertas. Lo innombrable,
¡Un Hilo! ¡Frágil y tenue hilo! ¡Tan fácil de rom- aquello que aterrorizaba y paralizaba, dejó de ser fan-
per! No se podía hablar de lo que se sentía, ni de la tasma indomable y se convirtió en relato, en historia
desolación que se paseaba campante por las calles de que se podía contar. Renace la palabra para que otros y
los pueblos. Algunos/as prefirieron irse para otro lugar otras empiecen a escuchar, “lo que no se podía hablar”
intentando salvar, además de su vida, la esperanza de se convirtió en historia de vida, en pintura, en símbolo,
vivir. Y para muchos/as esa esperanza fue un recuerdo en luz que se enciende cada primer viernes de cada mes.
remoto que se perdía entre una niebla espesa que no
tenía visos de abrirse al rayo de sol. Otras personas se unen a estas mujeres y se
conforman grupos de personas solidarias para que
Sin embargo, es en este escenario, en medio de otras voces se escuchen y el dolor sea propuesta.
estas historias de horror y sangre, terror y silencio, Se organizan pequeños comités para trabajar la re-
donde tiene sentido hablar de reconciliación. ¿De conciliación. Su objetivo, proclamar en sus muni-
qué manera? Nuestro primer paso para acompañar cipios que no era legítima la guerra, que debíamos
estas vidas, estas historias, estas comunidades fue detenerla: NO MÁS. Que ninguna muerte se justifi-
comprender que las víctimas, los/as dolientes tenían ca y que el valor de la vida está por encima de
que salir de la oscuridad, levantarse de su postración, cualquier consideración política, económica o es-
alzar su cabeza con dignidad y expresar abiertamente tratégica: NI UNA (Víctima) MAS. Y que por lo
que todo lo que han vivido no es justo ni legítimo, tanto, ni el horror ni la desolación pueden volver a
que nada justifica arrebatarle la vida a otro ser huma- sus terruños: NUNCA MÁS.
no, que necesitamos poner un límite y que es funda-
mental decir: NO MÁS. Así pues, de la soledad se pasó a la compañía del
grupo de apoyo mutuo y de allí a la necesidad de
Se pudo entonces, nombrar lo innombrable. Al- estar organizadas y organizados para trabajar por un
gunas mujeres decidieron que sus dolores no las iban futuro compartido, por unos derechos, por una vida
a paralizar y se comprometieron en un proceso de mejor. El pequeño hilo del que había quedado pen-
formación: Promotoras de Vida y Salud Mental. Apren- diendo el alma se convirtió en tejido que arropa el
dieron a conocer su sufrimiento, a hablar de él, a sueño de muchos y muchas. Hemos asistido a la

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metamorfosis de muchas víctimas, hemos visto como
del anonimato han salido a la luz y de la desolación
han pasado a la esperanza. Orugas que han salido de
la crisálida, cual mariposas cuyos colores reflejan la
fuerza del sueño, de la capacidad de la vida para siem-
pre renacer. Hemos sido testigos y acompañantes de
un proceso en el que las víctimas de esta guerra tie-
nen una voz y en donde su dolor se ha hecho pro-
puesta y ésta comienza a ser acción.

Estamos entonces en el camino de la reconcilia-


ción, donde hemos decidido dar un lugar primordial
a la víctima. Sin desconocer al ofensor, es fundamen-
tal que la víctima esté en un lugar de equidad frente en el Oriente Antioqueño nos enfrentamos al reto de
a su agresor para poder afrontarlo en un escenario ir a otras regiones del país a través de las parroquias
diferente al armado. Estamos allí acompañando este de San José (Tierralta), San Pablo (sur de Bolívar) y
proceso, pensando que es fundamental seguir tejiendo Santa Rita (Cartagena). Ya estamos en camino: ahora
ese hilo para que pueda arropar incluso a los victimarios, las voces que nadie escuchaba comienzan a tener voz
a quienes les reconocemos su humanidad y que por tan- propia, soñamos con que su organización se fortalez-
to, bajo ninguna circunstancia se les debe eliminar, por- ca y con que en este Macondo eterno sin memoria su
que su vida también tiene un enorme valor. Pero donde palabra sea sinónimo de historia y proyecto de
sabemos que es necesaria su transformación y su com- sobrevivencia, de tesón, de esperanza para que todos
promiso con la verdad, así como su disposición para y todas comprendamos que el rumbo llevado hasta el
responder por lo que ha sucedido y reparar. momento es equivocado. Se debe dar un viraje desde
adentro para que cada colombiano, cada colombiana
En cualquier tragedia humana los/as sobrevivien- se comprometa con No Matar, con reconocer el rostro
tes son fundamentales: tienen la voz y la fuerza de la humano de cada persona. Estamos invitando a una
memoria, nos pueden contar la historia, llevan tatuada reconciliación que no borra el dolor ni oculta la his-
en su piel la experiencia que otros/as necesitamos reco- toria, sino que parte de reconocernos en nuestras ver-
nocer para no repetir lo ocurrido, para no olvidarlo. dades y desde allí asumir las responsabilidades para
Los/as sobrevivientes son insignias, son estandartes de comprometernos con la transformación de un país,
un pueblo, de una experiencia histórica; y como tal, con un futuro para todos y todas.
debemos hacerlos visibles y reconocerlos. Esta es una
tarea ineludible para esta sociedad y para este país. Las víctimas con las que trabajamos, los proce-
sos que acompañamos ya están en este camino...
El Programa por la Paz está comprometido con
esta tarea y con este proceso, después de lo avanzado Juan David Villa

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2 Los ritmos y los tiempos

Los procesos sociales poseen unos determinados ritmos y tiempos que


son marcados por las circunstancias del contexto, por dinámicas culturales
y por las características de la población que allí se ve comprometida.

Al reflexionar en torno a las Experiencias para la Paz que hacen parte de


la sistematización encontramos algunas circunstancias en donde estos ele-
mentos generan ciertas condiciones particulares; en un caso hacemos refe-
rencia a una etapa de la vida, mientras que en el otro a las diferencias
existentes entre los ritmos que marca un contexto violento frente a las
posibilidades dadas para el acompañamiento.

Al plantear la necesidad de un espacio para los/as jóvenes de San Pablo


donde puedan construir nuevos sentidos de vida que los vincule al munici-
pio, surgen diferentes iniciativas unidas a las expresiones culturales y artís-
ticas que poco a poco se van consolidando en la producción audiovisual.
Aunque desde un principio se comprende que esta es una población cam-
biante, existen condiciones que vulneran la sostenibilidad de la propuesta.

50
Para responder a la dinámica de los/as jóvenes se currió en el sur del país, en el municipio de Albania –
decide establecer un acompañamiento permanente en departamento del Caquetá, con la Vicaría del Sur quie-
la zona, lo que permitió brindar una formación espe- nes poseen una trayectoria de muchos años gestando
cial a algunos/as de ellos/as esperando que en el fu- alternativas de vida. Allí la población campesina hace
turo dieran continuidad al trabajo; sin embargo, las frente a una difícil situación derivada de la guerra
condiciones económicas del municipio han hecho que existente entre los diferentes grupos armados ilega-
muchos/as tengan que salir a ciudades cercanas para les, los cultivos de uso ilícito, la falta de alternativas
buscar un trabajo remunerado. Esto ha dado cierta económicas y de desarrollo para la región.
fragilidad al proceso, existen momentos, cuando está
presente alguno/a de los/as jóvenes con mayor Es sorprendente la ca-
liderazgo y formación, en donde la iniciativa se pacidad que existe en esta
dinamiza; y otros,cuando no está ninguno de estos, población para soñar en
en donde decae. medio de las dificultades Los procesos sociales
y construir planes de vida poseen unos
Sabemos que la producción audiovisual podría soportados en la presencia determinados ritmos
constituirse en una actividad económica que ayude a del otro/a; tuvimos la y tiempos que son
la sobrevivencia de algunos/as de ellos/as, pero para oportunidad de reconocer marcados por las
esto se requiere de un mayor fortalecimiento y de la la fuerza de las Juntas de circunstancias del
gestión constante de recursos de tal manera que pue- Acción Comunal o de gru- contexto, por
da albergar la formación permanente de un grupo sig- pos de trabajo agro- dinámicas culturales
nificativo de nuevos jóvenes. ecológicos. Sin embargo, y por las
la guerra impone un ritmo características de la
El proyecto siempre ha estado vinculado a la Pa- a los procesos y exige de población que allí se
rroquia de San Pablo para así brindarle cierto respal- una presencia institucio-
ve comprometida.
do institucional, sin embargo, queda la pregunta por nal que en muchas ocasio-
la construcción de más lazos intergeneracionales que nes no coincide con las
puedan ayudar a la sostenibilidad de la propuesta. condiciones derivadas de
Con todo esto no se quieren desconocer las caracte- la gestión de recursos. Era necesaria una mayor per-
rísticas derivadas de las experiencias con jóvenes, en manencia para haber construido más vínculos entre
donde hay de por sí una vulnerabilidad dada por los los procesos organizativos a los que brindó una for-
cambios de esta etapa de la vida. Sin embargo, queda mación el Programa por la Paz y aquellos más conso-
la pregunta por el diseño de nuevas estrategias que per- lidados gracias al trabajo de la Vicaría del sur, así
mitan responder a este tipo de circunstancias, bastante como para haber establecido mayores lazos con la
frecuentes en la realidad de los/as jóvenes del país. administración municipal y entes locales.

Otra de las experiencias que nos ha llevado a Este tipo de experiencias hace evidente la nece-
pensar en la importancia de los ritmos y tiempos trans- sidad que tenemos las organizaciones por crear estra-

51
tegias que nos ayuden a armonizar los ritmos de los lena Medio, Fe y Alegría Nacional, el Laboratorio de
procesos sociales con los tiempos institucionales; así Paz, la Parroquia San Pedro Claver y la Diócesis de
como establecer caminos para que las personas res- Barrancabermeja entre muchos otros que han anima-
ponsables de la cooperación puedan comprender la do y participado de la propuesta.
importancia de la permanencia para el logro de cam-
bios en contextos complejos. De esta manera la intervención pedagógica he-
cha por el Programa por la Paz para la consolidación
Un sueño común que se convierte en un Pro- del equipo de Bienestar Estudiantil y la aplicación de
3 yecto comunal Habilidades para la Vida se vio fortalecida, siendo
apropiada por las personas para constituirse en ac-
Finalmente incluimos la experiencia de Ciuda- ción propia. Claro está que para este proceso siguen
dela Educativa del Magdalena Medio porque mate- las dificultades propias de la vida en comunidad, de
rializa el empeño de una comunidad que cree en lo la relación con la administración municipal, es decir,
educativo como respuesta a sus necesidades. En esta de seguir llevando a la realidad lo que inicialmente
ha sido determinante la decisión y el compromiso era un sueño que los convocaba y les daba esperanza
de la población, lo que se refleja en la existencia en medio de la guerra.
de procesos organizativos que han hecho frente a
las situaciones vividas allí como efecto de la po- Al leer estas cinco experiencias encontramos
breza, la presencia de grupos armados ilegales que una manera de intervenir desde el corazón mismo de
además poseen el control del robo de gasolina que las personas, pero a la vez reconocemos un compro-
se da en el sector por estar ubicados cerca de la miso y un reto inmenso que debe traducirse en una
refinería de petróleo más grande del país. acción institucional que pueda dar cuenta de las ne-
cesidades que allí pueden surgir.
Ha sido muy enriquecedor ver cómo la comuni-
dad convierte el sueño de una educación para su de- Pasaremos ahora a hablar de otro camino, el que
sarrollo, en un plan y proyecto que es ejecutado y es dado por la creación de estrategias que aunque se
acompañado por las mismas entidades del estado. Se pueden vincular al fortalecimiento de experiencias
trata de insertar un plan de vida común con una di- implican una intervención diferente, si queremos de-
námica local, que se traduce en una forma de cons- cirlo así, tal vez más puntual pero no por esto menos
truir ciudad. En la consolidación de esta apuesta ha compleja e importante en este camino que busca ha-
sido significativo el apoyo dado por otras institucio- cer de la paz parte de la cultura colombiana.
nes como el Programa de Desarrollo y Paz del Magda-

52
La creación de «Estrategias» para la paz implica la generación de
nuevos significados que se traducen en acciones concretas, algunas
veces estas se constituyen en una herramienta de trabajo, en una
forma de mejoramiento de la acción por la paz o pueden incluso
animar y fortalecer proyectos de vida. Lo importante es que implican
una mirada más estratégica pero no por esto menos humana y
comprometida.

ESTRATEGIAS
PARA LA PAZ
Este tipo de intervenciones no nos lleva necesariamente a entrar de
lleno en la vida de una comunidad o de una organización, pero si nos exige
la construcción de lazos sólidos, el reconocimiento profundo de las condi-
ciones de vida existentes y la identificación de aspectos que al ser
potencializados pueden desencadenar procesos fuertes y transformadores.
Como vemos esta no es una tarea fácil y tal como lo hemos mostrado en los
aprendizajes institucionales, en la acción pedagógica o en la intervención a
través de experiencias es un camino con aciertos y dificultades, con logros y
preguntas que nos lanzan a la creación y al mejoramiento como institución.

53
La Iglesia hace de la Paz Cultura
Presentaremos las diferentes estrategias de acuer-
do a los escenarios en los que se actúa: Iglesia, edu- “Nosotros solo cumplimos durante el
cación formal, educación no formal, comunicación y curso de nuestra vida
participación, tratando de cuidar su especificidad, con una pequeña fracción de la
mostrando elementos que han sido claves en su desa- grandiosa empresa que es
rrollo sin entrar a realizar una descripción de lo eje- el trabajo de Dios. Nada de lo que
cutado. hacemos está completo.
Ninguna afirmación dice todo lo que
Todos/as somos Iglesia podría ser dicho.
Ninguna plegaria expresa completamente
De alguna manera hablamos de la Escuela de Paz nuestra fe.
y Convivencia al abordar los aprendizajes pedagógi- Ninguna acción pastoral lo da todo.
cos, sin embargo, creemos que es importante hacer Ningún programa cumple
mención a su papel en tanto estrategia para el forta- completamente con la misión
lecimiento de la acción de la Iglesia. de la Iglesia.
Eso es de lo que estamos hechos.
Tal como se menciona al principio una estrate- Plantamos las semillas
gia permite la creación de nuevos significados, en que un día crecerán. Regamos las
este caso las personas – laicos/as y religiosos/as – semillas apenas son plantadas,
pueden dar un nuevo sentido a la Iglesia al encontrar sabiendo que ellas esperan un futuro
que en ella la participación, la vinculación a la re- promisorio (…)”.
flexión política y ciudadana que busca ligar la espiri-
tualidad a una acción social y que deja de estar dele-
gada a la función de unos pocos. Estas palabras de Monseñor Romero bien aplican
en lo que ha sido el paso de la Escuela de Paz y Con-
La Escuela no solo habla de una opción cris- vivencia por la Región Caribe y el Departamento de
tiana que debe traducirse en compromiso, propone Boyacá en estos tres últimos años, en donde cada
a través de la organización una manera de hacer sitio ha determinado el aporte que desde la Iglesia
vivo el mensaje del evangelio, haciéndolo parte de Católica, sin excluir otras confesiones religiosas, se
la vida de todos/as, mostrando que la construc- adelanta en el tema de Cultura de Paz. En este cami-
ción del Reino no es una tarea para unos pocos o nar se han plantado semillas y se riegan otras sabien-
para el más allá sino que es una realidad que debe do que sus frutos alimentarán desde el punto de vista
construirse en el día a día, en el presente porque es organizativo, formativo y de sostenibilidad todo una
aquí, a través de la vida con todas sus expresiones infraestructura humana que no busca una cosa dis-
que Dios se hace presente. tinta que vivir en paz y dignamente.

54
Cuando nos referimos a la cultura como determinante en la cons-
trucción de la paz, hacemos alusión a la manera como perciben las per-
sonas que comparten un mismo territorio, unos valores, unos hábitos y
unas costumbres, los estilos de convivencia y de organización social y
política.

En el ejercicio del proceso formativo veíamos que bue-


na parte de las 4.043 personas que se vincularon en los pro-
cesos de las escuelas desarrollaban un matiz de actitudes y
percepciones que legitimaba una forma de establecer rela-
ciones sociales mientras que en otros sitios era reprochable,
por ejemplo en la Costa Atlántica encontramos un ambiente
festivo que se llevaba incluso a la celebración eucarística en
donde los ritos se inundan de danza, música y expresiones de
alabanza que, a la luz de los costeños, estrecha su relación
con Dios; en el contexto boyacense esta manera de relacionarse
y de comportarse en un templo es impensable en la medida que
su vínculo con Dios se propicia mediante una celebración so-
lemne en donde cualquier manifestación distinta al ritual tra- La Escuela no solo habla de
dicional puede ser calificada de manera negativa. una opción cristiana que
debe traducirse en
Traspasar el ejemplo anterior a la dinámica de la convi- compromiso, propone a
vencia deja ver de manera clara la diferencia cultural; mien- través de la organización
tras los costeños son abiertos, comunicativos, les gusta estar una manera de hacer vivo
juntos/as para todo tipo de acontecimiento y compartir la el mensaje del evangelio,
pobreza, los boyacenses prefieren estar solos/as, son poco haciéndolo parte de la vida
de todos/as, mostrando que
comunicativos e introvertidos además que no acostumbran
la construcción del Reino
trabajar en equipos. Estas características a la luz de la cons-
no es una tarea para unos
trucción social no es buena ni mala, solo son formas de ser y
pocos o para el más allá
estar en espacios pero a la hora de generar reflexiones y revi- sino que es una realidad
sar estilos de convivencia para transformar entornos socio- que debe construirse en el
políticos, han resultado de una gran riqueza para la Escuela. día a día...
Aquí es donde cobra un valor enorme la estrategia pedagó-
gica que se ha implementado pues ha tenido que contar con
un carácter incluyente y participativo para recoger el poten-
cial que tiene cada persona para de manera lúdica y didácti-
ca, colocarlo como patrimonio colectivo.

55
Desde este punto de vista la Es-
cuela a través de su proceso formati-
vo y pedagógico les ha aportado a los
costeños la necesidad de capitalizar
ese valor de mantenerse juntos/as para
traducirlo en compromisos y respon-
sabilidad social para organizarse a
nivel pastoral y comunitario mejoran-
do su calidad de vida; y, a los/as
boyacenses reflexiones importantes
sobre la diversidad de maneras para
establecer vínculos, la riqueza del
trabajo en equipo, de la cooperación,
la solidaridad y el sembrar la inquie-
tud de organizar proyectos colecti-
vos. Y a las dos culturas, todo el
aprendizaje de la construcción política que parte del ejercicio de la ciuda-
danía a través de los procesos de apropiación y participación activa.

También se ha potenciado el valor de la espiritualidad como un ele-


mento que aunque está definido por nuestra confesión religiosa es necesa-
rio cultivarla cada día para, a partir de su vivencia, que no es otra cosa que
la experiencia de Dios en los hombres, dignificar cada vez más la vida de las
personas y las comunidades. En esta dinámica de crecimiento la voz de la
espiritualidad ha cobrado gran importancia por generar reflexiones que re-
percuten en la manera de comportarse y de reaccionar frente al entorno.
Esto lo ratifica la afirmación hecha por la señora Asunción Mahecha delega-
da de una de las escuelas de Tunja quién luego de haber compartido la
dinámica vivida siente ahora que tiene la capacidad de: “poner en práctica
lo que Jesús quiere de ella comprometiéndose con ayudar a resolver las
necesidades de las otras personas. Una cosa es orar, y otra distinta, orar y
trabajar con los otros para que a todos les vaya bien”.

Este carácter espiritual y participativo que imprime la Escuela es una


estrategia que potencia espacios de interlocución ciudadana y es instru-
mento político de inclusión que propicia reflexiones profundas para promo-
ver cambios en la actitud, en el pensamiento, en la acción y la percepción

56
del sentido de la vocación política que se debe desarro- solidario frente a la comunidad. Otras están en pro-
llar en espacios sociales para generar crecimiento y de- ceso de fortalecimiento como son el caso de Magangué
sarrollo sostenible en las personas y comunidades. que repitió todo el proceso de formación con el cle-
ro. En Barranquilla se conformó la comisión de Vida,
En el caso de la Escuela la sostenibilidad está Justicia y Paz, ahora en proceso de fortalecimiento,
dada por las proyecciones que se realizan desde cada al igual que Riohacha, la que además potencio el tra-
jurisdicción en donde se parte de la premisa que las bajo con el tema de la reconciliación y cuenta en la
personas que se involucran en el proyecto se manten- actualidad con grupos de pastoral social parroquial
drán de principio a fin, garantizando su cualifica- organizados. Otras han desaparecido y con el tiempo
ción, la generación de confianza para crear sinergias han brotado bajo diferentes formas de organización
de grupo y la continuidad en el tiempo de las estra- como es el caso de Dorada Guaduas que hoy hace
tegias de acción. Desde esa perspectiva la Escuela no parte de la Corporación para el Desarrollo y la Paz del
se acaba sino que se transforma hasta adquirir un ni- Magdalena Centro y siguen acompañando las comu-
vel de madurez en la dinámica y formación de los nidades con los comités parroquiales de pastoral so-
equipos que les lleva a crear iniciativas productivas, cial y la pastoral rural.
diferentes formas de organización comunitaria e in-
serción en espacios políticos locales lo que sin duda La experiencia de la Escuela a nivel nacional ha
se traduce en desarrollo local y regional. Esa sosteni- contribuido desde la Iglesia Católica a hacer de la
bilidad vista también desde el punto de vista de cada Paz cultura lo que ha significado tejer puntada a
persona que participa en el proyecto se refiere a la puntada con las manos de campesinos/as, pescado-
capacidad de apropiar los aprendizajes, experiencias res, madres cabeza de familia, desplazados/as, estu-
y vivencias y hacer de ellas un estilo de vida que sirva diantes, delegados de las juntas de acción comunal,
de ejemplo a quienes lo rodean. comunidades afro descendientes, sacerdotes, religio-
sas, grupos apostólicos etc., una red social en donde
Las escuelas de la Costa y Boyacá, hacen parte de prima el placer de la convivencia y no el de la com-
los once procesos de construcción de Paz que se han petencia, vivir en un mundo en que no se lucha con-
desarrollado en el país las que comparadas con el sí- tra la naturaleza sino que se convive con ella, un
mil de las semillas han producido frutos de diferente mundo en el que se respeta la vida y su valor en
manera: hay experiencias exitosas como la de Mani- todas sus dimensiones: es propiciar la creación del
zales que se empeñó en consolidar un equipo de vivir cotidiano sin centrar la relación en la violencia,
formadores que ahora vende servicios y acompañan competencias, dominación , autoridad, sino en las
procesos de desarrollo comunitarios en las localida- relaciones de colaboración, confianza y convivencia.
des más deprimidas de la ciudad; o como los equipos
de San Andrés y Providencia quienes se convirtieron Maria del Carmen Muñoz
en los grupos encargados de la atención de desastres
en las islas, tarea que les fue encomendada por su
capacidad organizativa, de planificación y espíritu

57
Nuevos significados de las tareas y ritmos que poseen las instituciones
educativas.
en la educación formal
En la comuna 1 de Cali, por iniciativa de “La
Alrededor de las instituciones educativas se te- Casa de la Paz” se vive un proceso similar que posee
jen preguntas y esperanzas; a veces pareciera que su mucha fuerza gracias al empeño de un grupo de maes-
estructura no favorece algunos de los cambios que tros/as y de algunos líderes de la comunidad que le
son necesarios para hacer de la paz parte de la cultu- apuestan a la paz; es así como se ha consolidado una
ra, pero es desde su interior, desde el aula, desde el red de docentes que cada vez contagia más institu-
empeño de maestros/as que se hacen realidad apues- ciones educativas haciendo de sus proyectos una al-
tas y alternativas pedagógicas que han permitido el ternativa por la convivencia en una zona urbana mar-
surgimiento de nuevas generaciones que le apuestan ginal que está agotada de imágenes de muerte y de
a la vida. exclusión. Contrario a lo ocurrido en Boyacá, en esta
experiencia se logró la vinculación de la secretaría de
Dentro de estas podemos mencionar la “Red educación a través de la dirección de núcleo hacien-
Diocesana de Educadores”, animada por la Diócesis do de ésta una propuesta avalada y animada desde la
de Duitama – Sogamoso en Boyacá, allí los/as maes- administración local.
tros/as han consolidado un espacio de encuentro,
donde reflexionan sobre su quehacer y se proponen Un camino diferente a la construcción de redes
nuevas formas de llegar a sus alumnos/as con el tema para el fortalecimiento de propuestas pedagógicas fue
de la paz reconociendo que en su región son muchas el vivido con Fe y Alegría, especialmente con las re-
las expresiones violentas que se han connaturaliza- gionales del Eje Cafetero y Costa Norte. En este caso
do, asumiéndolas como parte de su cultura y que de el PPP acompaña la aplicación de una propuesta
alguna manera son inamovibles. metodológica, Habilidades para la Vida, en donde
docentes y alumnos/as encuentran nuevas maneras
A través de su intervención el PPP ayudó a con- de acercarse para aprender sobre la vida misma, para
solidar los espacios de encuentro, buscando que es- mirarse a sí mismos/as y para hacer lo que parece
tos se constituyeran en el mecanismo idóneo para el imposible en muchos de sus contextos, ser y actuar
fortalecimiento de relaciones y para el establecimiento de manera armónica desde el respeto, resolviendo los
de ciertas formas de pensar la realidad, base funda- conflictos sin recurrir a la violencia. Existen algunas
mental para la proyección de la propuesta. El reto es dificultades, claro está, ¿cómo involucrar a los/as
llegar a los otros/as maestros/as y a las instancias otros/as maestros/as para hacer de éste un lenguaje
administrativas que pueden hacer de esta una acción común?, ¿a la comunidad y a las familias?, ¿cómo
más permanente y comprometida trascendiendo el puro mostrar a niños/as y jóvenes que es efectiva su ac-
gusto personal, lo que a su vez favorecerá la existen- ción en medio de contextos urbanos marginales?. Pre-
cia de propuestas que vayan más allá de las activida- guntas que plantean la necesidad de una escuela
des puntuales que realizan los/as maestros/as en medio abierta a la sociedad, reto que poco a poco y con

58
En este camino fuimos planteando una serie de
presupuestos que ahora reconocemos, no eran obvios
y debieron abordarse desde otros lugares. Uno de ellos
hace referencia a la comprensión de las violencias
desde la institución educativa; desde el PPP conside-
ramos que es importante reconocer los lugares y las
maneras como las dinámicas institucionales pueden
insertarse en las lógicas de la violencia, especialmen-
te en lo concerniente a la violencia simbólica y es-
tructural. De esta manera queremos que todas las
personas asuman un compromiso ante la difícil rea-
lidad que desde hace varias décadas vive el país.
Otra manera de comprender esta relación, surge
cuando se percibe que ésta – la violencia – es un
problema que atañe a una realidad social exterior a
la institución educativa y donde el tipo de acción
debe centrarse más en la ayuda de la población que
se ha visto afectada.

grandes esfuerzos es asumido por Fe y Alegría desde Otro de los presupuestos se soporta en la posi-
sus centros comunitarios. bilidad de establecer puentes entre la experiencia
social desarrollada por el PPP y la acción educati-
Finalmente queremos hacer referencia a la expe- va de los colegios, reconociendo en las diferencias
riencia vivida en el ámbito de la educación privada de visiones, de lenguajes y de maneras de actuar
con los colegios de la Compañía de Jesús en donde se una riqueza más que un obstáculo para la cons-
dan una serie de circunstancias que hacen necesaria trucción de propuestas. Pareciera que para las ins-
la revisión de las estrategias de intervención. Se plan- tituciones educativas es importante encontrar len-
tea inicialmente la necesidad de una propuesta en guajes similares y maneras de intervenir que les sean
educación para la paz acorde al proyecto educativo cercanas.
de los colegios, siendo el PPP llamado para brindar
su experiencia y su visión frente al tema. Para esto se Para terminar, vale la pena reconocer que la cons-
considera fundamental el trabajo con ACODESI (Aso- trucción de acuerdos y consensos pudo ser más sólida si
ciación de Colegios Jesuitas en Colombia) ente en- se hubiese realizado con cada una de las instituciones
cargado de la articulación del proyecto educativo educativas manteniendo un marco común dado por
como tal y del seguimiento a una propuesta pedagó- ACODESI, esto lo vemos actualmente cuando el reto es
gica que es común, pero que se desarrolla de manera asumido de manera diferente por cada uno de los cole-
particular en cada uno de los colegios. gios de acuerdo a sus dinámicas y necesidades.

59
Al compartir estos elementos solamente queremos abrir las puertas
a una serie de preguntas que deben llevarnos a pensar de una mejor
manera la intervención en las instituciones educativas, especialmente
en aquellas del sector privado desde donde se pueden sentir algunas
problemáticas de país como lejanas o distantes por la realidad que viven
en su cotidianidad.

Otra educación es posible

La educación no se da solamente en el aula dentro de las instituciones


educativas, esta es una acción que acompaña nuestras vidas y que determi-
na formas de actuar, de relacionarse, de sentir y de comprender el mundo.

A través de Habilidades Por esta razón el PPP asume como parte importante de su trabajo el
para la paz hemos asumido desarrollo de propuestas que permitan transformar las maneras de ser y ha-
el reto de romper con la cer que se vinculan a la violencia y que hemos llegado a asumirlas como
tradición, mostrando que sí parte de la vida, imposibles de cambiar.
es posible actuar de otra
manera pero que esto El camino parece estar marcado por la construcción de nuevas maneras
implica ejercicio, un de “hacer”, de afrontar las situaciones propias de la cotidianidad que le
esfuerzo conciente y permitan a las personas construir un nuevo “conocimiento” frente al mundo
constante por cambiar. y la manera de habitarlo, para así generar otras “actitudes”, formas de ser
que alimenten a la vez nuevas maneras de actuar. Se trata de un espiral que
se va alimentando desde la vida misma, en donde se busca partir de la
cotidianidad para transformar algunas maneras de estar en ella.

Esta ha sido la base que ha inspirado la construcción de “Habilidades


para la Paz”, apuesta pedagógica que pretende desarrollar ciertas capacida-
des en la relación consigo mismo/a como son el autoconocimiento y el
manejo de emociones y sentimientos, como es la comunicación y la trans-
formación de conflictos en la relación con las personas cercanas, o la parti-
cipación y concertación en los espacios colectivos.

A través de Habilidades para la paz hemos asumido el reto de romper


con la tradición, mostrando que sí es posible actuar de otra manera pero
que esto implica ejercicio, un esfuerzo conciente y constante por cambiar.

60
Otras imágenes del país que son
narradas
En la actualidad la acción de los medios de co-
municación tiene una gran importancia, estos nos
narran y llevan a construir una imagen de lo que ocu-
rre; en el caso Colombiano esto se hace más evidente,
ya que son ellos – en gran parte - los responsables de
convertir en relato lo que es invisible para una gran
parte de la población, el conflicto armado y las si-
tuaciones de violencia derivadas de la exclusión y la
injusticia social.

Una de las estrategias desarrolladas en este cam- Buscando alternativas de impacto en espacios
po se centró en el fortalecimiento de emisoras comu- comunicativos más amplios como son los medios
nitarias en Buga – Valle, a través de la formación de masivos, se ha creado el diplomado «Periodismo res-
algunos de sus encargados, aumentando a la vez la ponsable en el Conflicto Armado»; propuesta formativa
participación de la comunidad y fortaleciendo el pa- que enriquece el ejercicio del periodista pero que ante
pel de los “promotores locales de paz”. De esta mane- todo ofrece una mirada más reflexiva y comprometida
ra la comunidad empieza a hacerse responsable de lo con el país. Esta ha sido la intención y búsqueda de
que comunica desde lo local y asume los medios para las organizaciones comprometidas en su ejecución,
construir una realidad propia, sin mantenerse some- Corporación Medios para la Paz, Pontificia Universi-
tidos a los relatos ya dados por los medios masivos dad Javeriana - Facultad de Ciencias de la Comunica-
en donde se dice lo que existe y no existe de acuerdo ción y Lenguaje, y el PPP.
a una serie de intereses y políticas nacionales. Exis-
tieron situaciones que vulneraron la sostenibilidad En la construcción de la propuesta se han entre-
de la propuesta, una de ellas tiene que ver con el tipo tejido tres estrategias complementarias: la existencia
de procesos establecidos por parte del Estado (Minis- de módulos con temas y herramientas pertinentes a la
terio de Comunicación) para la legalización de las temática, el desarrollo de talleres que van desde la
emisoras comunitarias, pero otra con el seguimiento adquisición o el fortalecimiento de herramientas pe-
después de haber realizado un proceso de fortaleci- riodísticas hasta el reconocimiento de la dimensión
miento a través de la formación y del acompañamien- humana del periodista, y el observatorio, donde se
to de algunas producciones. Hubiese sido necesario hace seguimiento a las producciones que van reali-
crear lazos y relaciones más fuertes con instituciones y zando los/as participantes para así llevar a la prácti-
organizaciones de la región interesadas en este tipo de ca lo aprendido. Esta estrategia no sólo cualifica el
producciones comunicativas y que a la vez hubiesen ge- ejercicio periodístico, ante todo lo hace más ético y
nerado caminos para la gestión de recursos. responsable frente al país.

61
La comunicación está en todas partes
La comunicación está en todas partes; es algo tan connatural a noso-
tros/as mismos/as y nuestras relaciones que, por lo mismo, puede pasar
desapercibida; y sin embargo, puede ser también el canal para construir y
recrear formas de ser, hacer y estar. Hacer de la comunicación una estrategia
para construir cultura de paz fue, y sigue siendo, un propósito y una bús-
queda permanente.

Cuando iniciamos el plan trienal en el 2004 buscá-


bamos servir de canales para cualificar el trabajo de quie-
nes inciden directamente en la opinión pública. Es de-
cir, trabajábamos con periodistas y con medios de co-
municación comunitaria en procesos que pretendían en-
tregar herramientas conceptuales y del oficio que les per-
mitieran realizar un periodismo más responsable y com-
prometido con la búsqueda de la paz en Colombia. Así,
tanto el Diplomado Periodismo Responsable en el Con-
flicto Armado como el trabajo que se venía realizando
con algunas emisoras comunitarias en el Valle, buscaba
cualificar a los/as informadores/as en aras de mejorar la
información.

Por otra parte, en ese año nacía un nuevo proyecto


de comunicación en el que nos atrevimos a buscar inci-
dencia directa en la opinión pública, y lo que eso signi-
ficaba, era tratar de instalar preguntas en la cabeza, pero
sobre todo en el corazón de muchas personas, sobre lo
que nos ha costado la guerra en este país, sobre el costo que todos hemos
tenido que pagar por haber apostado, y seguir haciéndolo, a las salidas
violentas a los conflictos. En el año 2004 salía a la luz nuestra campaña de
opinión pública La Viga en el Ojo – Los Costos de la Guerra.

A través de estos tres años de camino hemos ido descubriendo nuevas


formas de hacer de la comunicación una manera para forjar la paz como
cultura. De la mano de cada una de las personas que hacen parte de los
proyectos hemos ido descubriendo estrategias, formas de relacionar un

62
proyecto con otro, y hasta rutas - insospechadas hace un tiempo – para 7
Expresión coloquial que
significa algo flojo, sin mucho
intentar “meternos” en los medios de comunicación masivos y desde allí sustento, mediocre.
ofrecer una mejor información.
8
Se refiere al nombre de la red de
Con los periodistas del Diplomado descubrimos, por ejemplo, que si bien periodistas: REPORTEROS DE
COLOMBIA.
el Diplomado es una herramienta clave para cualificar el oficio, pues brinda
elementos de contexto y del oficio mismo que se convierten en herramientas
para cubrir la guerra y la paz en el país, había una serie de obstáculos que no se
logran superar únicamente con formación. Hay políticas editoriales, condicio-
nes laborales, falta de interés en la investigación, que hacen que muchos perio-
distas, por más capacitados/as y dispuestos/as que estén, sencillamente no
elevan su calidad profesional en las notas que realizan; y por tanto – al final del
cuento – los ciudadanos/as no estamos mejor informados.

Sin abandonar las estrategias formativas como el Diplomado, ¿cómo ir


más allá de estas?; ¿cómo aprovechar el talento con el que contábamos en
ya cuatro ciudades del país por donde había transitado el Diplomado? Co-
menzamos a plantearnos estas preguntas y surgió así la posibilidad de crear
una Red de Periodistas cuyo objetivo central es producir información de
alta calidad y en condiciones benéficas para los/as periodistas. Hacer una
buena información cuidando al informador. Así, estamos construyendo lo
que hemos llamado Reporteros de Colombia, una red que integra a 115
periodistas en Cali, Barrancabermeja, Bogotá y Medellín que, al mismo tiempo
que buscan estrategias formativas para mantenerse actualizados, se dedican
a relatar el conflicto y los procesos de búsqueda de paz desde aquello que
construimos en el Diplomado como el deber ser del periodismo; por lo
menos, en búsqueda de eso.

El trabajo hasta ahora comienza. El reto es grande y vamos descubriendo


en la marcha nuevas preguntas sobre la intervención que no nos habíamos
hecho anteriormente. Pero en este punto de partida, la esperanza está cifrada en
el entusiasmo de los/as periodistas que ven en esta opción una posibilidad de
hacer un mejor periodismo. Recientemente uno de ellos, al entregar la tercera
versión de un artículo para prensa que ha estado preparando en las últimas
semanas, nos decía: “No se preocupen por exigir tanta rigurosidad. La verdad
hace rato no escribía tan largo y profundo, en medio de tanto hueso7, del que
me da el sustento. Me gusta lo de reporteros”8.

63
En este mismo sentido, pasamos de apoyar los mejor, donde siguen soñando, bailando, creando y constru-
medios de comunicación y producir una que otra se- yendo, intentamos comunicar semana a semana un punto
rie radial a tener un magazín informativo semanal: de vista alternativo para que nuestros oyentes puedan acer-
AH! SIMPLE Y CLARO. Esto fue como pasar de la crí- carse a la realidad, asimilarla y actuar frente a ella.
tica a la acción. De hacer diagnósticos a proponer
alternativas. Fue un camino para construir una pro- AH! SIMPLE Y CLARO ha sido este reto perma-
puesta de información responsable con una ciudada- nente, pero también ha sido el espacio para conocer,
nía que requiere elementos de análisis, puntos de vista sentir y definir criterios y límites frente a la concerta-
múltiples y contrastados, miradas comprensivas e ción interinstitucional. Con este proyecto pudimos
integradoras para asimilar la realidad y forjarse una indagar que no sólo se trata de compartir objetivos
opinión pública crítica y constructiva. Ese fue nues- comunes con otros para trabajar juntos, sino también
tro propósito al unirnos con otras ONG como Viva la cómo es de fundamental compartir los caminos para
Ciudadanía y Codhes y con redes de emisoras comuni- hacerlo. Para el Programa por la Paz es central la co-
tarias como ALER y ARCA. herencia entre los objetivos trazados y la forma de
alcanzarlos. Buscar la democracia por medios de-
En el transcurso de casi 15 meses de concerta- mocráticos. Hablar de diversidad e inclusión crean-
ción interinstitucional para dar a luz el Magazín y de do estrategias de trabajo respetuosas con los/as
18 meses de producción y emisión semanal del pro- otros/as y participativas. Propugnar por miradas al-
grama, que se transmite por 5 emisoras ubicadas en ternativas, y que tales comprensiones nos lleven a
Bogotá, Pasto, San Gil, Villavicencio y Líbano, vimos dialogar con todas las voces; también con las que no
como en muchos momentos logramos acercarnos a nos gustan. Si bien AH! SIMPLE Y CLARO pretendía
nuestro propósito de hacer una información útil al construir una información así, las relaciones entre las
ciudadano/a, a la democracia y la paz. Informamos organizaciones del consorcio no lograron reflejar co-
de y en un país que ha estado viendo cómo un proce- herencia con estos propósitos. Por ello, el Programa
so de desmovilización de grupos paramilitares, im- por la Paz decidió tomar distancia de este espacio y
pulsado por el presidente Alvaro Uribe, trae consigo seguir construyendo otras opciones de información y
anhelos y frustraciones respecto al logro de la verdad, participación en aras de forjar opiniones públicas au-
justicia, reparación y reconciliación; pero también el tónomas y estructuradas.
rearme de estos grupos, destape de sus vínculos profun-
dos con los poderes políticos y económicos tanto loca- Con este mismo propósito, durante estos tres años
les como nacionales; un proceso que trasluce las fallas recorrimos muchos lugares de este país compartiendo
estructurales de nuestro sistema de justicia y de nuestra en diferentes espacios las reflexiones de la Campaña
democracia, pero también la tenacidad de muchas vícti- La Viga en el Ojo – Los costos de la guerra. Así, desde
mas y organizaciones por hacer valer su voz y su dolor. los empresarios en Medellín hasta las víctimas
adoloridas y valientes de San Onofre en Sucre, pasan-
Acerca de este país complejo y adolorido, donde do por espacios compartidos con estudiantes, ma-
día a día miles y miles de personas trabajan para vivir dres, líderes comunitarios, funcionarios públicos, y

64
muchos otros/as. Se construyeron espacios para que
cada uno de ellos expresara su percepción de la gue-
El encuentro como estrategia
rra que hemos vivido, que seguimos viviendo y que
muchas veces no vemos. Los jóvenes de algún cole- Para terminar la reflexión en torno a las “Ma-
gio de clase media alta se resistieron a sentirse parte nos y Visiones que trabajan por la paz” queremos
de esta historia, mientras las hombres y mujeres de hacer referencia a los procesos de fortalecimiento
San Onofre reclamaban hacer parte de este relato des- de la sociedad civil, que desde el ámbito nacional
de su propia voz y que todos los colombianos/as es- o desde la experiencia local han querido aportar
cuchemos su dolor, “lo que nos pasó”. en la construcción de la paz.

Esta Colombia, que sigue fragmentada también Cuando hablamos de procesos de encuentro
desde la experiencia de la guerra que hemos vivido, que convocan un sentido de país, hacemos refe-
pasó en cada momento por los lugares de trabajo de rencia a un proceso complejo en el que se busca
la Viga en el Ojo. Pasó el dolor y también el cansan- entrecruzar sueños, opciones éticas, visiones de
cio de esta historia, pasó también la necesidad de futuro y lugares políticos para determinados ejer-
multiplicar las voces que cuentan los costos de la cicios de poder. A veces pareciera ser este un ejer-
guerra y por eso se comenzó a tejer la posibilidad de cicio que se repite una y otra vez, en diferentes
que el proyecto impulse producciones locales del tema, lugares, con diferentes nombres pero donde vuel-
a partir del trabajo que se realice con emisoras comu- ven a surgir preguntas en torno a las maneras de
nitarias a nivel municipal. comprender la paz, a las necesidades de lugares
dentro de una estructura que pretende ordenar una
Por estos espacios también pasó la necesidad de acción que muchas veces no se llega a dar y donde
dar un paso adelante y preguntarnos por cuál es la las coyunturas parecen generar una espiral que
Inversión para la Paz que debemos hacer para que hacen difícil la proyección más allá.
este país se parezca mucho más a lo que soñamos.
Este es el nuevo reto. Esta será la nueva campaña de Sin embargo, y a pesar de las dificultades, el
opinión pública del Programa por la Paz. PPP cree que vale la pena el encuentro y la
interlocución; se trata de hacer presencia, de brin-
Estos tres años han sido, así, el espacio para con- dar palabras, de generar cuando es posible cami-
solidar las apuestas hechas, para abrir nuevos cami- nos metodológicos. Pero la experiencia a la vez
nos y arriesgarnos en rutas inexploradas por noso- nos hace ver que es en lo regional donde toma
tros/as, pero sobre todo ha sido un constante lugar una gran fuerza, y posibilidad de concreción el
de encuentros y desencuentros que nos ratifica la encuentro con otros/as. Por esto hemos apostado
necesidad de seguir estando y aprendiendo a estar también a la construcción de espacios en regio-
juntos/as para continuar construyendo opciones de nes, con comunidades específicas como es el caso
paz para Colombia. del trabajo actualmente realizado en la Sierra Ne-
vada de Santa Marta con sus cuatro comunidades
Rocío Castañeda

65
indígenas. Aunque esta experiencia no hace parte de los 15 proyectos selec-
cionados para la sistematización, ya que inició después de haber elegido
nuestro campo de análisis, creemos que es importante tenerla en cuenta
porque nos abre las puertas al futuro y nos da nuevas pistas frente a la
concertación y la participación dentro de procesos locales.

Participación Pública por la Paz:


Voces que Buscan Articularse
“Una golondrina no hace verano - Refrán popular”.

Movilización, pero... ¿Movimiento?

En medio de las premuras del tiempo, de las ocupaciones diarias y tareas


propias de cada uno/a, delegados/as de distintas organizaciones se han dado
cita uno y otro día en torno a diversas preocupaciones de paz. Colectivos, o
plataformas para utilizar la expresión que ha hecho carrera en los últimos años,
han asumido el propósito de aunar esfuerzos para gestar ‘procesos de paz’, no
entendidos solamente en su referencia más inmediata de negociaciones forma-
les de paz, sino ampliando su significado a una efectiva participación pública
de la ciudadanía y de la sociedad en general por la paz:

Los esfuerzos de Redepaz han intentado articular en red iniciativas


ciudadanas de paz del nivel nacional, regional y local, la Asamblea Perma-
nente de la Sociedad Civil por la Paz se ha preocupado porque dicha socie-
dad tenga una incidencia efectiva, y no pocos fincaron sus esperanzas en el
Mandato por la Paz de más 10 millones ciudadanos (realizado tiempo atrás)
por el que exigíamos por la vía de las urnas a unos y otros (gobierno y
grupos armados) la necesidad de hacer la paz y proteger la población civil.

Otros menos conocidos insistieron en retomar el Consejo Nacional de


Paz cuya fuerza de ley haría viable definir de manera consultada con la
sociedad una política permanente de paz que fuera más allá del gobierno de
turno. Con los anuncios de desmovilización de las ‘autodefensas’ del 2003
nos dimos a la tarea de hacer seguimiento tanto a sus aciertos como des-
aciertos, y de manera más reciente (2005) nos propusimos plantear pro-

66
puestas que hicieran fructíferos los acercamientos entre el gobierno nacio-
nal y la insurgencia del ELN, a través de la experiencia de ‘Casa de Paz’.
También hay que señalar el creciente influjo en regiones y localidades de las
denominadas ‘Constituyentes Ciudadanas’, en clara y franca sintonía con un
‘Estado social que se dice de Derecho’, o bien el rostro cada vez más visible
y reconocido de las mujeres en estos propósitos y aún de las víctimas que
por fin parecen contar con una oportunidad para aparecer en la escena pú-
blica y ser reconocidas como tales.

Esta irrupción pública de la paz de los últimos años ha contado también


con la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines, y su preocupación por la
cooperación internacional para la paz y por las recomendaciones de la
comunidad internacional en derechos humanos, así como con‘ La Plataforma
DESC’ que ha querido trascender en la vigencia de los derechos económicos,
sociales y culturales.

Todas ellas más o menos coincidentes en reconocer y promover el papel de


las regiones, quizá más con deseo que con realidad...
Todas más o menos coincidentes en unos contenidos de la paz que se quie-
re, todavía por enriquecer...
Todas más o menos coincidentes en la urgencia de una efectiva participa-
ción de la gente, que requiere de nuevas estrategias...
Todas más o menos coincidentes en reclamar para sí logros y resultados
alcanzados...
Y todas también más o menos coincidentes en la necesidad de alcanzar una
mayor articulación entre sí, constatando la necesidad de no actuar por se-
parado, concientes que “una golondrina no hace verano”, y donde algunos
han visto más una ‘movilización por la paz’ que un ‘movimiento de paz’
propiamente dicho.

¿Hacia la Articulación?

Esta breve descripción de la movilización por la paz, encontró a finales


del 2005 un momento que hizo propicio la pregunta por lo que habría de
venir: ¿Sería posible tal articulación? ¿Cómo? ¿Hasta dónde podríamos lle-
gar? ¿Habría “algo” acaso que pudiera recoger las distintas perspectivas por
la paz? Y de pronto, como si hubiera estado cocinándose a fuego lento

67
durante los últimos años, a partir de los aportes de la  Conformar una Comisión Humanitaria para pro-
Comisión de Conciliación Nacional surgió algo así mover en la sociedad colombiana y a nivel inter-
como un sentido común: Caminar hacia el II grito de nacional el respaldo a la materialización del in-
independencia... por la paz o 2010, cautivador, pro- tercambio humanitario.
vocador y convocante como imaginamos pudo haber  Compromisos en la acción integral en lo que toca
sido hace 200 años. a las minas antipersona, el desplazamiento for-
zado, la restitución de tierras, los desapareci-
Nos preguntamos abierta y serenamente ¿Por qué dos, la identificación de fosas comunes, los se-
no caminar hacia allá? Podría ser un faro hacia el cual cuestros, la protección especial a niños y niñas,
orientar las distintas preocupaciones que hasta el día de el respeto a las comunidades indígenas y
hoy día tanto nos han ocupado y en las cuales hemos afrodescendientes.
gastado demasiado tiempo intentando ganar adeptos.  Acciones internacionales urgentes para la paz
2010, 5 años, no está lejos, ni es una coyuntura como el restablecimiento del Asesor Especial de
inmediatista a la que simplemente estemos respondien- Paz en Colombia del Secretario General de Nacio-
do, y así en vez de reaccionar a la coyuntura del mo- nes Unidas y la conformación de un Grupo de
mento, podríamos, por el contrario, suscitar y cultivar países y de organizaciones civiles latinoamerica-
en el tiempo una coyuntura relevante para la paz. nos por la paz de nuestro país.
 En las elecciones de 2007, una consulta para un
Nació así lo que se ha dado en llamar el «Punto mandato popular por el cese al fuego, el respeto
de Encuentro» de las iniciativas de paz, con un pro- a la población civil, la democracia y el diálogo
pósito común y un cronograma compartido, y donde por la paz.
las acciones asumieron un carácter ‘vinculante’ en
cuanto nos propusimos que involucraran a todas las Pero todo ello requiere una tarea nada insustan-
iniciativas de paz. Para la operatividad de este espa- cial: “descubrir, montar y activar los mecanismos que
cio fue conveniente acoger la labor de facilitación permitan cumplir esos buenos deseos”, sigue dicien-
del Programa Redes de Naciones Unidas, y con ello la do nuestro Director. No hay, entonces, otra conclu-
paradoja de que fuera un organismo multilateral, re- sión: lo que ha de venir para la todavía incipiente y
presentante de la comunidad de naciones, quien hi- necesaria participación pública en procesos de paz
ciera las veces de articulador de un colectivo de ini- hace referencia no sólo a su contenido, sino a su pro-
ciativas ciudadanas de paz. pia forma, y esa forma no tiene un nombre distinto
que el de ‘articulación’, y terminar de asumir de una
Una de sus primeras pruebas de fuego fue la pre- vez por todas y con toda contundencia que «una go-
paración y convocatoria de la V Asamblea Plenaria de londrina no hace verano».
la sociedad civil de Octubre del 2006, cuyos resulta-
dos renovaron buena parte de la agenda de paz, resal- Escrito por Marco Andrés Acosta
tada así por nuestro Director General (Ver editoriales
Cinep en: www.cinep.org.co)

68
El espiral del Encuentro:
Participación pública con pueblos
indígenas
Enfrentamos el reto de encontrar un lenguaje
común para dialogar con las organizaciones y los
pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Ese es el motivo que nos inspira, que hemos descu-
bierto por el camino y aterrizado en la experiencia.

Para comenzar tuvimos que dejar atrás la idea de


“intervenir para que mejore la situación de derechos
humanos de esta población”, pues a los indígenas les
interesa en cambio que acompañemos su propio pro-
ceso: el de resistir culturalmente a tantas influencias
y agresiones externas. Podríamos homologar los con-
ceptos, pero la diferencia semántica y cultural es más El valor que merece esta confianza nos permite
que relevante: nuestra relación con ellos se desen- hacernos bastón, en el que sólo ellos saben cuánto
vuelve hace ya dos años alrededor de la manera en apoyarse, para impulsar las prácticas y los sentidos
que podemos acompañarlos. culturales que se han desdibujado entre las comuni-
dades. Con algunos interlocutores esta confianza se
Estos códigos lingüísticos, sociales y culturales convierte en confidencia cuando tiene cabida la
distintos nos ponen en riesgo de hablar frente a otros autocrítica, justo lugar del diálogo intercultural.
en lugar de interactuar con otros alrededor de una
base común; de dejar de lado el esfuerzo por una co- Los indígenas reconocen que no se trata de res-
municación real y profunda y apenas alcanzar un in- tablecer las imágenes del pasado, pero tampoco de
tercambio artificial con el que sin embargo, podría- acoger las estrategias y visiones del deber ser del Es-
mos sentirnos cómodos todos. Ahí el acompañamiento tado, las ONGs y la academia, aunque estas constitu-
se queda como lo expresaba un indígena, en el “acom- yan de una u otra forma parte de su realidad. Por eso
pañar a la tienda”, estar sin compromiso. en el lenguaje tratan de marcar la diferencia entre la
manera en que ellos y nosotros comprendemos los
El recorrido comunicativo que vamos haciendo len- conceptos.
tamente adquiere una trayectoria en espiral. Esta se
profundiza con la confianza que genera una aproxima- Allí, por ejemplo, nuestra definición de justicia
ción respetuosa y franca, sin afanes u oportunismos. no existe como tal; la noción más cercana es “organi-

69
zarse”. Los elementos externos también adquieren su propia dimensión en la
tradición: el dinero que hoy en día es necesario para recuperar el territorio
e incluso para fortalecer la cultura, sólo puede recibirse, sí a través del
trabajo tradicional se paga espiritualmente y con la moneda propia, pues de
lo contrario “sería como sembrar una semilla para que luego otros se sien-
tan con el derecho de cosechar el fruto”.

A pesar de que los indígenas reivindican la distancia cultural, las orga-


nizaciones indígenas de la Sierra Nevada sufren las dificultades e incluso
apropian los vicios que amenazan a todo tipo de organización. Sus líderes
nos presentan discursos, proyectos e informes universales, que son produc-
to de un lenguaje externo que los cooperantes queremos escuchar, construi-
dos en muchos casos por asesores no indígenas.
Ese lugar de frontera es
el que nos atrae, el que
Los indígenas se debaten en la tensión entre mostrarse como esencia, o
nos convoca, porque nos
dejar evidenciar las fisuras de su sistema de gobierno violentado continua-
abre el espacio para
mente a lo largo de la historia. Algunos perciben que mostrar su conoci-
interactuar, para aportar
desde quienes somos, al miento los ha hecho aún más vulnerables, pues es manipulado como argu-
reto que se han mento que justifica nuevas intervenciones que irán a afectarlos.
propuesto los indígenas
de “escribir en el Hoy en día son lugares comunes la Ley de Origen, la misión ancestral
pensamiento” de los pueblos indígenas de la Sierra, el poder de sus autoridades tradicio-
nales y sus prácticas para el cuidado del medio ambiente. Estas categorías
se presentan a quienes desde diversas posturas pretendemos aportar a su
resistencia cultural, pero no alcanzan a transmitir el sentido que tienen en
la tradición y la organización interna y quizás no sea posible, pues esto sólo
se vive “carne a carne” dicen ellos, cuerpo a cuerpo en la práctica cotidiana,
no en la explicación abstracta.

De otro lado, nuestro discurso social sobre fortalecimiento organizativo,


construcción de paz y derechos humanos, puede también caer en la abstrac-
ción frente a las realidades concretas de las comunidades y sus representan-
tes. Desde allí construimos nuestra mirada respecto a su proceso. Esta
tiende a idealizarlo, a subordinarlo a nuestra “ayuda” o asesoría.

Es posible asumirlo también como una dinámica en la que indígenas y


no indígenas no somos tan distintos y hay puntos de encuentro y de diálo-

70
go profundo que pueden derivar en formas de coope- ra, que sin embargo, los indígenas encuentran nece-
ración mutua, que trata de equilibrar la relación. sario conocer para manejar, y en algunos aspectos va-
loran.
Esta búsqueda de equilibrio no implica hacer
concesiones paternalistas, pero sí reconocer las de- Ese lugar de frontera es el que nos atrae, el que
bilidades y desarrollar estrategias para transformar- nos convoca, porque nos abre el espacio para
las. Así mismo requiere asumir el hecho de que interactuar, para aportar desde quienes somos, al reto
nuestra relación esté mediada por el dinero, ade- que se han propuesto los indígenas de “escribir en el
más de la prevención y la desconfianza que han pensamiento”, no en el papel que no trasciende la
generado múltiples intromisiones que desconocen cultura, sino en la mente de sus individuos que hoy
la autonomía indígena. no la viven plenamente.

Nuestro trabajo nos ha exigido cuidar el lengua- El papel nos lo dejan a nosotros para explicar las
je, ha sido un ejercicio de construir acuerdos sobre el dimensiones del fortalecimiento organizativo y para
sentido de los términos que utilizamos para reflexio- registrar los aprendizajes respecto a la
nar conjuntamente en la frontera entre lo indígena y interculturalidad. Mientras tanto, ellos y nosotros
lo no indígena. Allí los temas son integrales y trans- asumimos que al compartir el reto pedagógico que
versales, la gobernabilidad adquiere enfoques no nos proponen, seguimos recorriendo la espiral del
dimensionados: en la música y la danza tradicional, encuentro.
en las prácticas médicas, en la forma de cultivar, de
preparar los alimentos. A esto se opone la otra cultu- Liliana Múnera

71
En este aparte “Manos y Visiones que trabajan por la Paz”
hemos querido mostrar desde los aprendizajes institucionales, la
acción educativa, la intervención a través de experiencias y el
diseño de estrategias, algunos de los aprendizajes y muchas de
las preguntas que surgen al leer la intervención realizada por el
PPP en los últimos años. Reconocemos que esta tan sólo es una
aproximación a muchas cuestiones que requerirían de una mayor
profundización y hasta el desarrollo de un estudio propio. Pero en
este momento consideramos que hemos podido enmarcar nuestra
acción y ganar pistas para proyectarnos al futuro.

72
El aporte del trabajo por la paz
en las personas
D espués de compartir las apuestas y los principales aprendizajes ob-
tenidos en estos últimos años por el Programa por la Paz, quere-
mos dar un espacio y hacer explícita la voz de las personas que han
estado vinculadas a estos procesos. Sabemos que sus palabras re-
cogen nuestro esfuerzo pero ante todo su compromiso y el empe-
ño de organizaciones e instituciones que se encuentran con noso-
tros/as en un sueño común.

Sus voces y relatos fueron recogidos de diferentes maneras, en el


caso de la Escuela de Paz y Convivencia, y de la propuesta en Educa-
ción para la Paz desarrollada con colegios de la Compañía de Jesús,
se tuvieron en cuenta entrevistas y testimonios que emergieron de
procesos de evaluación realizados en su interior.

Los otros testimonios surgieron de la realización de encuentros


regionales donde se invitaron personas que hicieron parte de los
proyectos incluidos en la sistematización. En total se efectuaron 5
encuentros, en Medellín se reunieron las personas de Antioquia y
del Eje cafetero, en Bucaramanga quienes viven en el departamen-
to de Santander, Norte de Santander y en el Magdalena Medio, en
Bogotá quienes están en Huila, Boyacá y Cundinamarca (lo llama-
mos centro del país), en Barranquilla quienes viven en la Costa
Norte (Cartagena, Barranquilla, Tierralta) y en Buga quienes es-
tán más cerca del sur del país (Buga, Cali, Pasto y Caquetá). En
total contamos con la asistencia de 76 personas (43 mujeres y 33
hombres). También se realizaron 4 reuniones con los/as partici-
pantes del Diplomado Periodismo Responsable contando con una
asistencia total de 35 personas pertenecientes a Medellín, Cali,
Barrancabermeja y Bogotá.

75
Las personas hablaron en estos espacios sobre sus experiencias al
trabajar con nosotros/as el tema de la paz y de manera especial
sobre las transformaciones que consideran se han dado en sus
entornos haciendo énfasis en el ámbito de la cultura. Al revisar
sus aportes encontramos una amplia referencia a sus experiencias
vitales; hablan con mucha fuerza de cambios en las maneras de
verse a sí mismos/as, de relacionarse en su cotidianidad con las
personas cercanas, con su familia, en el barrio o en la comunidad,
hasta llegar a las formas de actuar en lo colectivo encontrando una
expresión propia a su ciudadanía. En este sentido podemos resal-
tar la importancia de la EXPERIENCIA, es decir, de la capacidad
de significar la vida desde otros lugares diferentes a los de las
violencias para el desarrollo de nuevos procesos sociales.

Por otra parte, y no lejos de estos cambios, se reporta la adquisi-


ción de herramientas y habilidades como logro que facilita la trans-
formación de dichas experiencias vitales y que podemos ubicar en
el ámbito de las ESTRATEGIAS para la intervención, construcción
y mantenimiento de la cultura de paz.

Tratamos de ser fieles a estos sentires que serán presentados a


modo de voces; las voces interiores reflejan los cambios en sí mis-
mos/as; las voces que dialogan, hacen referencia a los cambios en
las relaciones cercanas, son las formas de conversar y construir
acuerdos en la cotidianidad; posteriormente están las voces que
son voz de otros y otras, en donde los/las periodistas cuentan las
historias que construyen cultura de paz. Finalmente mostraremos
las voces que tejen región, que tejen país, donde la acción social
fortalece el sentido de hacer y pertenecer, para ejercer la ciudada-
nía está en el centro. Y en el cierre las voces que aprenden, apro-
piación de saberes y herramientas que alimentan sus procesos in-
dividuales y colectivos en relación a la paz.

76
VOCES INTERIORES
A l hablar del trabajo por la paz las personas reportan haber tenido una gran cantidad
de cambios en sí mismos/as. Este las ha llevado a revisar sus actuaciones cotidianas
hasta transformar los referentes de identidad y las maneras como se asume la pro-
yección en lo social. Este se constituye en elemento fundamental para la construc-
ción de nuevos significados, perspectivas, actitudes, valores, aprendizajes, etc. tal
como podemos observarlo cuando nos dicen:

Tener un conocimiento para vivir la vida,


que cada día aprendamos de nuestros
conocimientos adquiridos en los talleres,
para enfrentar o analizar cada clase de
conflicto; Es una forma de pensar, sentir y
actuar para un cambio total. Seguir …para mi ha significado vida,
buscando formas que nos ayuden a libertad, compromiso conmigo mismo
superarnos, moral y espiritualmente. y con mi comunidad, seguridad,
(Centro del país) autoconocimiento, ha generado en
mi el deseo de superarme como
persona (Costa Norte)

Estas voces nos cuentan que gracias al reconocimiento y fortalecimiento de diferen-


tes aspectos de sí mismos/as han consolidado una «manera de ser» que les ayuda a
actuar en consonancia con el horizonte de la paz. Uno de estos aspectos hace refe-
rencia al logro de una mayor aceptación de sí, ayudándolos/las a tener una com-
prensión más integral del ser humano.

77
Otras voces, nos muestran como el auto-conocimiento cambia la
manera de verse y de relacionarse consigo, transformando diná-
micas violentas que se generan en ese primer territorio que es el
cuerpo.

Auto aceptarme como soy con


Después de que he logrado elaborar lo bueno y lo malo, ser más
muchos de los aprendizajes que ustedes me comprensiva y tolerante.
han dejado, me he vuelto más tolerante (Antioquia)
conmigo misma, reconociendo mis defectos
y virtudes, sin autoflagelarme por los
errores que cometo.
(Antioquia)
Facilita, porque permite llevar
a cabo procesos internos y
transformar pensamientos para
un mejor vivir.
(Costa Norte)
Algo muy bello es que me conservo
sana del cuerpo y corazón, he
cambiado hábitos y en mi familia
siento un ambiente agradable,
igualmente en mi trabajo. Porque me hizo ver el cuerpo
(Costa Norte) como una herramienta para
vivir en armonía
(Costa Norte)

78
No deja de llamarnos la atención que las voces que hacen un mayor énfasis en los
cambios personales insisten en la importancia de los procesos formativos, reafir-
mando que es la acción pedagógica, la que más ayuda a abordar esta dimensión
personal. Y que a la vez ayuda a cimentar una actitud más coherente, tranquila y
armónica para su vida,

El proceso de Desarrollo de Habilidades


me ha dado la oportunidad de experimentar
nuevas temáticas que me han servido para
conocerme más profundamente y
reconocer mis valores y mis defectos
como Ser Humano que soy.
(Antioquia)

Otro de los aspectos que las personas señalan al hablar de lo que en ellos/as ha
ocurrido a través de este trabajo por la paz, está dado por el encuentro de nuevos
sentidos que los llevan a cambiar su posición ante la vida, lo que a su vez les permite
encontrar nuevas formas de manejar sus emociones y sentimientos,

He logrado tener un cambio de


actitud frente a la vida, entendí que De pensar de una manera menos
soy otro, que construyo para otros, emotiva cuando una actitud mía o
pero a partir de mí, que tengo de otra persona me molesta.
derecho a sentir miedo y rabia y lo (Antioquia)
puedo manifestar.
(Antioquia)
79
Son voces que muestran la manera como se ha dado un cambio de
actitud lo que a la vez genera una transformación interna en su
forma de mirarse y de mirar la vida,

El cuestionamiento personal, Facilita, porque permite Esa consciencia que he adquirido


el proceso de cambio llevar a cabo procesos y que me ha permitido actuar
personal al aplicar las internos y transformar ahora de manera reflexiva,
herramientas aprendidas. pensamientos para un procurando hacerlo en cada
(Centro del país) mejor vivir. momento de mi vida.
(Costa Norte) (Antioquia)

Hacer de la paz parte de una experiencia vital permite construir


nuevas maneras de entender las relaciones con personas que de
una u otra forma han sido origen de maltrato o daño. Son voces Elaborar duelos pasados,
que nos hablan de la posibilidad de sanar, de elaborar el pasado y sanación, resignificar mi vida y
de alguna forma de iniciar un proceso de resignificación frente a lo que me ha permitido ser más
lo ocurrido abriendo las puertas a la recuperación.
armoniosa conmigo misma.
(Antioquia)
Que ya puedo hablar de ellos
con menos resentimiento y por
otra parte de alguna manera, Poder vivir este proceso de
puedo compartir espacios con las sanación interior hoy me
personas que me hicieron daño y proyecta como una persona
no rechazarlas. constructora de paz.
(Centro de País) (Costa Norte)

80
Han posibilitado encontrarnos a Vivir a plenitud este proceso ha
nosotras mismas, identificando nuestros permitido que reconociera mi pasado,
dolores, miedos, sentimientos, aceptara mi historia, con todo lo bueno y
necesidades y llegar a perdonarnos y lo malo, que le encuentro sentido o que
aceptarnos como somos. aceptara las adversidades que me
(Antioquia) correspondió vivir de otra manera.
(Magdalena Medio)

De esta manera reafirman sentimientos amorosos como sustento de la vida misma,

Hoy amo más las cosas, la


naturaleza, los niños, aunque siempre
lo hice es como sentir regocijo,
eso es lo que siento…
(Costa Norte)
Las voces que nos hablan de una «manera de ser para la paz» han ganado una nueva
visión ante la vida, comprenden la importancia de la dimensión humana y la urgen-
cia de darle un espacio en medio de la guerra,

Entendí lo importante que es trabajar lo


humano dentro de un trabajo colectivo, de
exteriorizar los dolores, sobre todo en un
contexto de guerra, y sacar tiempo y
espacio para hablar de lo que nos pasa.
(Antioquia)
81
Son voces que quieren ir más allá del discurso y que encuentran en
sí mismos/as la mayor fuerza para la construcción de la paz,

Esta oportunidad de contacto – encontrar o encontrarme a mi misma –


reconocer en cada actividad que no es un recuerdo habilidades sino que
hace parte de mi pensar, actuar y proyección, siempre ha estado en mi, en
mis actitudes, autoevaluaciones (DOFA) en mis formas de reflexionar (he-
chos, situación de alrededor – sentimientos, etc.), incluida la forma de co-
municarme con los cuatro o a veces tres de los pasos de la CNV… tengo
presente que no quiero luchar contra las personas sino contra las acciones,
no puedo lesionar a la persona pero si puedo señalar el evento, cómo me
siento y hacer una o más peticiones… puedo afirmarles que todo el apren-
dizaje no fue en vano y que sin darme cuenta sigo en proceso, construyen-
do y tratando de aporta en la construcción de otros…me hago consciente
que debo ser constante y perseverante.
(Magdalena Medio)

Encender en mi la chispa, la pasión, para


Para mi la noviolencia ya no es un transformar desde mi, mi entorno, a veces
cuento, es una forma de vida, a la cual no se ve, pero el cambio esta ahí y hoy
debemos llegar; es una manera de comprendí que no es desde «salvar el
relacionarnos distinto como seres mundo» sino desde el detalle, desde la
humanos, con diferencias y sueños. persona, desde lo pequeño... gran error es
(Antioquia) olvidar que somos «humanos»
(Centro del país)

82
En este momento se sienten más activos/as en lo que se refiere al sentido y proyec-
ción que le dan a su vida, asumiendo una posición diferente que les impulsa a trans-
formar su mundo; dejar de ser victima, reconocerse, construir, ser agente de paz,
mejorar las relaciones,

Dejar de ser víctima como


persona y como pueblo. He crecido no sólo en la forma de
(Centro del país) mirar el conflicto, sino también
como enfrentarlo. que me siento un
multiplicador agente de paz en mi
Colegio, mi familia, mi entorno.
(Centro de país)
Mi vida ha tenido un sentido más objetivo y una
visión más real y consciente de la situación del
país en todos los aspectos, especialmente en lo
relacionado con el tema de la paz. He comprendido Mejorar mis relaciones con mi familia y
que la paz empieza en el interior de cada uno de con mi pareja. (comunicación noviolenta)
nosotros si aprendemos a reconocernos, a (con mi familia todavía sigue en proceso
valorarnos y aceptarnos como personas, como pues pienso que es el trabajo más largo por
seres únicos que velamos y que somos capaces de sus convicciones, porque aunque siendo las
construir nuestro futuro. personas más cercanas y que más lo
(Centro del país) conocen a uno, a la hora de la verdad no es
así, allí el trabajo es más fuerte e incluso
a veces agotador).
(Costa Norte)

83
VOCES QUE DIALOGAN

E
l fortalecimiento de la dimensión personal a través de una manera
de ser para la paz abre las puertas al encuentro con los otros/as;
en vez de darse una situación de ensimismamiento, el cambio per-
sonal hace necesario abrirse al ámbito de las relaciones.

Mi comunicación ha mejorado, he logrado


salir de mi misma en función del otro, en
una entrega gratuita, vivo al servicio de
los demás, al cambiar mi forma de ser
puedo contribuir a la conversión de otras
personas mediante mi ejemplo.
(Magdalena Medio)

Siento que mi vida ha cambiado de una


manera trascendental; pero este cambio
también ha influido en las personas que
están a mí alrededor; y me siento tan
contento al saber que puedo expresar todo
lo que siento en este nuevo reencuentro.
(Magdalena Medio)

84
Las voces dialogan y se sienten parte de una comunidad, son voces que tejen relacio-
nes, que quieren decir algo a los/as otros/as,

Como persona inserto en una comunidad y parte activa


y viva de un tejido social «entendí que no podía dejar
para mi un tesoro de saberes tan importante en donde
solo se saca provecho cuando busco las necesidades y
dificultades de los demás para buscarles solución y
sacar aprendizajes de ellas».
(Sur del país)

Así, la diferencia es fuente para el encuentro, llevándolos/as a buscar al otro/a te-


niendo la certeza de que esto más que hacerlos/as vulnerables les permite reafir-
marse en la construcción de red social,

A su vez, el buscar en el otro al ser que no


hay en mi y que gracias a esas diferencias
yo puedo crecer como el otro también…
Es poder entender que todos somos posibles
en lo imposible y que éste concepto solo
existe en la mente de los mediocres.
(Sur del país)

85
El proceso en general ha sido de mucho beneficio en mi
vida personal, ya que marcó desde su inicio el camino a
seguir en la línea de la vida, la construcción de la paz en
nuestro territorio colombiano desde nuestra perspectiva y
con la ayuda y el desarrollo de nuestras habilidades que
cada ser humano tiene, así mismo del constante
acompañamiento, creciendo en todos el sentido de
pertenencia, de la recuperación del tejido social perdido.
(Sur del país)

Haberme sensibilizado desde lo personal, el


reconocimiento del otro, mirar con otros ojos la
expresión del conflicto, como un elemento de la
cotidianidad y ver la participación, la construcción
de lo público y el ejercicio político como un
derecho y una responsabilidad.
(Centro del país)

86
Son voces que en el diálogo consolidan un proyecto de vida coherente con la paz,
que se traduce en contribuciones valiosas en su dimensión profesional,

Me aportó el desarrollo de habilidades,


conocimientos de herramientas, una
intención pedagógica acertada para la He reafirmado muchas cosas que ya
pastoral juvenil. conocía, he aprendido otras cosas que
(Centro de país) me han ayudado sobremanera
especialmente en mi trabajo.
(Magdalena Medio)

Cuando las voces dialogan con el Programa por la Paz logran ampliar perspectivas,
logran cambios, inclusive algunas personas refieren a como la reflexión respecto a la
paz, la noviolencia y el hecho de pertenecer a un país, los ha convertido en actores
de cambio,

Encuentro la No Violencia Eso ayuda a que las personas


Más comunicación y manejo concienticen a otros que
como una opción de vida para del conflicto. generen movimientos
transformar. (Antioquia) constructores.
(Antioquia) (Sur del país)

87
Las cooperativas, asociaciones
El Programa por la Paz también ha contribuido en la y grupos tocados por el
educación entendida ésta como la intervención que busca Programa han recibido
generar habilidades para la vida en las escuelas de la formación y apoyo económico
comuna y en la formación de las personas encaminadas a para iniciar cambios sociales.
que sean ellas mismas las responsables de su propio (Sur del país)
desarrollo. (Sur del país)

Educación: formación y
conscientización a la gente
más necesitada en la
posibilidad de mejorar sus
Definitivamente el trabajo por la paz permite que las voces hablen condiciones de vida.
de un cambio y transformación en sus relaciones, dando lugar a (Sur del país)
nuevas formas de construir sus vidas, ampliando perspectivas y
permitiendo formas de ser no-violentas, brindando opciones de
resolución de los conflictos en la vida familiar y comunitaria,

Porque me ha enriquecido más Permitió que transmitiéramos la Aplicándolo en el aula de


y lo he puesto en práctica experiencia a muchas familias clases con los alumnos del
con mi familia y muchas cuya realidad se viene Colegio San Francisco de
personas. transformando a través de los Asís de Fe y Alegría
(Magdalena Medio) talleres que se viven y Berástequi
practican. (Córdoba – Costa Norte).
(Costa Norte)

88
En el contexto familiar y comunitario Haber sembrado con el equipo que se
aplico los mecanismos de transformación formó en el Santa Catalina la semilla, la
no violenta de los conflictos. Situación herramienta para enfrentar los
que ha conllevado a que haya un mejor conflictos de otra manera, con otra
entendimiento. visión, con otra mentalidad.
(Antioquia) (Centro de País)

Estar en habilidades, siento que ha


marcado mucho mi vida a nivel personal, He ayudado personalmente en la
familiar, grupal y comunitario. comunicación familiar y con amigos.
(Costa Norte) (Magdalena Medio)

Comprensión de los conflictos Beneficia todo esto la economía de las


teniendo en cuenta la relación familias y regiones porque a mayor
entre los sentimientos y conciencia mayor análisis y mejores
necesidades. soluciones para los problemas.
(Costa Norte) (Sur del país)

89
Siendo la comunicación un elemento clave para este cambio,

Crear y mantener siempre una En el caso mio, me sirvió estas habilidades


comunicación activa y no violenta; para trabajar con jóvenes especialmente en
buscar la mejor manera para hacer «comunicación noviolenta» donde pudo
la transformación de un conflicto y transformar a ciertos compañeros e
lograr un verdadero diálogo que nos incluyéndose a si mismo.
lleve a lo que tu has querido: una (Costa Norte)
cultura de paz.
(Centro de país)
Mantener la escucha ante mis
amigos los cuales son muy
Construir o fortalecer las relaciones en el día a día significa au- importantes para mi (ponerme
mentar los espacios de intercambio de las voces que se escuchan en los zapatos del otro).
en el vivir, en el acontecer, en el existir de cada uno/a. Es la posi- (Costa Norte)
bilidad de estar con los/las demás, sentir que no se esta solo, que
la presencia del otro/a es importante en tanto se comparten las
experiencias de estar, de pertenecer a un objetivo común.

Aprendimos a valorar y a
Construir afecto y confianza respetar a los otros, a Aprender a trabajar en
con lo otros y otras. encontrar en cada rostro la equipo.
(Antioquia) humanidad dándole un (Antioquia)
verdadero valor a la vida.
(Antioquia)
90
Es una realidad que el Programa por la Paz ha
Veo como otras mujeres sienten y viven un estado permitido tomar distancia de las dinámicas
deterministas, entendiendo que siempre es po-
de cambio. Se sienten más acompañadas, sienten el sible la creación de otras opciones distintas a
deseo de una comunicación más a fondo. Se sienten las de las violencias. La posibilidad de apro-
liberadas, relajadas, se reconocen como personas, piarse de una forma de ser y hacer, que se orien-
como mujeres, acompañan a otros, sueltan esa ta hacia la convivencia armónica y la construc-
opresión en los espacios que por las habilidades ción de diálogos pacificadores,
crean confianza.
(Centro del País)
También maneras y herramientas de
relación con los otros cercanos a
nosotros y ahí la manera de reconocer
y manejar los conflictos en forma
Habilidades para la paz, estoy plenamente adecuada para que estos nos lleven a
convencida que tu estás aportando mucho, mucho a crecer y no degeneren en violencia.
que la paz se vaya logrando a través de mi, a (Centro de país)
través de todos y cada uno de los que hemos
tenido la fortuna de vivir este proceso, porque de
una manera u otra lo vamos transmitiendo a
nuestros hogares, nuestros sitios de trabajo y a
nuestro entorno. He replicado cada palabra y
(Magdalena Medio) estrategia que me has enseñado
aunque he optado por crear otra
habilidad que va más allá de la
espiritual.
(Magdalena Medio)

91
Desde lo que las voces dicen, se nota cómo la familia es uno de los
Mi familia se vio fortalecida espacios básicos y principales en los procesos de cambio y de for-
con la nueva sangre y el talecimiento de las estructuras que favorecen las experiencias y
estrategias para la paz. Esto, aunque pareciera simple o esperado,
nuevo impulso igual sucede es de profunda importancia y significación, ya que la casa conti-
con mi comunidad de Terrón. núa siendo uno de los lugares fundamentales para construir las
(Cali – Sur del país) identidades, las subjetividades. Y por otro lado, se sabe que la
pérdida de las referencias de hogar y de familia es uno de los
factores de mayor complejidad a trabajar en las poblaciones afec-
tadas de diferentes formas por las violencias,

Hemos decidido unir esfuerzos


y fortalecer lo que estamos A nivel de comunidad también me
haciendo, encaminados enseñó a convivir con ella y además
básicamente a la familia. a colaborar aprovechando la
(Costa Norte) experiencia recibida, para solucionar
algunos conflictos familiares.
(Sur del País)

Valoración de la unidad familiar,


fortalecimiento de lazos fraternales,
comunicación y resolución de conflictos
y el desarrollo de aptitudes para
comprender y tolerar a sus familiares.
(Escuela de Paz y convivencia)

92
Esta característica de transformación interior conectada con la
posibilidad de dar contenido real a la paz, permite, repensar
lo que se entiende como cultura de paz.

Entendiendo por Cultura de Paz la materialización de conceptos


obvios y fundamentales como el respeto por la diferencia y el
cuidado que conviene brindar a quienes divergen de mis opiniones y
consideraciones para que resulten en un dialogar sincero, ideas que
aclimatan un estado general de bienestar y de posibilidades a la
medida de cada quien.
(Periodista)

La Cultura de Paz no es un asunto que


niegue la existencia del conflicto, sino
que parte del hecho de que existe pero
Que la paz se empieza a construir desde muy con retos que buscan caminar para
dentro de nuestro corazón y que Dios es el que entenderlo.
nos mueve a estar abiertos a esta gracia, (Periodista)
empezando a entender al otro y respetando sus
diferencias, construyendo como hermanos
espacios o situaciones más justas en nuestra
comunidad.
(Costa Norte)
93
El hecho de pensar en lo que es la paz, el conflicto, sus implicaciones
y relaciones complejas, lleva a las personas a entender que una
cultura de paz es mucho más que una disposición hacia algo y que Cultura de Paz es un ejercicio
es preciso profundizar en los elementos necesarios para la cons- cotidiano que no contribuye a
trucción de estructuras que permitan su emergencia y manteni- generar más violencia o formas
miento, de dominación económica,
cultural, política.
Además creo que incluyendo en las (Periodista)
informaciones de hechos violentos y acciones
de los grupos ilegales, presentando
antecedentes que ayuden a entender el por
qué de las cosas, se puede llegar a una
posible salida. Eso trato de hacer en los Creo un medio pedagógico desde
informes aunque no siempre es posible. el canal Día a Día, con gente
(Periodista) nueva, serios, que aportamos
herramientas que abren caminos
a la reconciliación.
(Periodista)

Por Cultura de Paz entiendo todas esas


posibilidades que están siendo construidas
desde la sociedad civil para insertar
comportamientos, opciones, miradas y
avances concretos de paz (vida digna,
pacífica, revolución pacificada en esas
miradas, conflictos, etc.)
(Periodista)

94
Los valores morales de una comunidad se deben Pensar la paz implica pensarse siempre en re-
estimular con la proyección de sus trabajos lación con el otro/a, el reconocer la necesidad
de crear un espacio de subjetividad compartido,
positivos en favor de todo un conglomerado.
Cuando mis noticias o informaciones, reportajes,
crónicas y entrevistas, se elaboran con base en Cultura de Paz: yo la llamaría
los hechos que consolidan un proceso de más bien cultura de la diferencia,
tranquilidad y de hermandad, creo que estoy del debate de las ideas.
sembrando para la paz. (Periodista)
(Periodista)

Los espacios de trabajo deben


ser espacios para fortalecer la
ESCUCHA, es seguir en el
Creo que la Cultura de Paz se construye intento de tratar de entendernos
también a través de la generación de y re-conocernos.
espacios para la pregunta, la crítica, la (Periodista)
reflexión... es la posibilidad del uso de la
palabra y también de los medios a favor de
la justicia, la equidad, la humanidad y el Cultura de Paz, entendiéndolo como una
respeto por la diferencia. forma de pensar, de actuar, de expresar en
(Periodista) colectivo y con el ánimo de dignificar al
ser humano de nuestra región, no es una
labor individual; debe ser compartida con
colegas, directores, estudiantes, audiencias.
(Periodista)
95
VOCES QUE SON VOZ DE OTROS Y DE OTRAS

P
ara el Programa por la Paz ha sido muy importante el trabajo con
quienes son voz de otros/as, los/las periodistas. Ahora queremos
recuperar su propia voz, desde lo que ha significado para su labor
el horizonte de la paz, el cambio de perspectiva sobre el conflicto
armado y la reflexión respecto al ejercicio en tanto periodistas,
comunicadores y mediadores de la construcción de la realidad.

Un cambio de posición y de visión


frente a ciertos fenómenos del
conflicto que antes eran invisibles
para mi.

La reflexión permanente sobre


mi papel comunicacional en la
organización y en la sociedad.

Fue un ejercicio de autoevaluación de


mi formación periodística donde logré
madurar mi labor como reportera… y
reafirmar mi convicción sobre las
razones que me llevaron a ser
periodista.

96
Los cambios se convierten en formas de ser y de relacionarse con las demás perso-
nas, asumiendo así una forma de construir lazos sociales y acciones de cambio al
hacer visibles, dando voz a quienes trabajan por la paz y no la tienen,

Sólo con la visualización de las


víctimas de los movimientos Se puede contribuir con lo que
sociales y el trabajo comunitario ahora me parece obvio: cubrir y
como blindaje a la guerra se logra hacer periodismo consultando los
construir una Cultura de Paz. dos lados pero dando protagonismo
a quienes tienen menos
posibilidades de presentar su
versión: la Comunidad.

Con mi trabajo intento hacer visibles


las experiencias personales y
comunitarias de quienes en medio de la Divulgando de manera permanente los
confrontación resisten a las diferentes temas de los derechos
consecuencias de la guerra. humanos y derecho internacional
humanitario. El respeto a la vida,
resaltar los valores, la formación
integral del estudiante. Colocar de
ejemplo las buenas acciones y labores de
Cultura de Paz se construye a través funcionarios, entidades, organizaciones y
de la promoción de los valores, la gente del común.
necesariamente se debe hacer a través
de personajes que los representen y
generen empatía con el público. En mi
caso he publicado varias piezas
informativas en este estilo. Aporto a ella (la cultura de paz) escribiendo
sobre las comunidades rurales, experiencias de
vida e historias que puedan identificar a la
gente las diferentes problemáticas que viven los
campesinos, mineros, madereros, pescadores.
Sin embargo, se intenta mostrar ese lado de
lazos exitosos en regiones que han sido
olvidadas por el Estado.

97
Esta es oportunidad para mirar el mundo al cual se pertenece (lo
local), para entender las complejidades existentes en el conflicto
armado y en las violencias desde diferentes dimensiones de la
vida humana. Desde aquello que es mas evidente hasta lo que es
sutil y que no se ve con claridad a menos que se realice un acerca-
miento más intencionado,

A partir del Diplomado ha cambiado mi forma de


pensar frente al conflicto armado que se vive en la
región y la importancia de que la comunidad
conozca realmente y de manera responsable lo que
pasa en la zona, que el conflicto y la guerra van
mucho más allá de los enfrentamientos entre los
grupos armados y de las consecuencias que
verdaderamente deja este fenómeno.

Como periodista considero que una


información que educa con el contexto y
con la explicación de lo que sucede,
cumple con la tarea diaria de ir más allá
que la simple referencia de los
acontecimientos. Entiendo que son las
El conocer más sobre el conflicto
víctimas y no los victimarios los
armado ocasionó en mi ejercicio
protagonistas de los hechos. Esta es una
importantes cambios: ser más cauto,
necesidad y un compromiso diario.
al revisar trabajos hechos con
anterioridad observé lo atrevido y
arriesgado que había sido con mi
equipo de trabajo.

98
Voces que ahora poseen mayor reflexión y sentido de responsabilidad como
informadores y formadores de opinión en el país; entienden que su labor como
comunicadores o periodistas no se limita a presentar imágenes y textos sino que
muestra las dimensiones de los conflictos del país,

A partir del diplomado entendí que el El principal cambio ha sido la


ejercicio periodístico es una tarea que se autocrítica, el cuestionarme la
debe realizar con responsabilidad social, responsabilidad con que estaba
desde entonces mi proceso por capacitarme realizando mis notas, el detenerme a
permanentemente para mejorar las técnicas pensar que por falta de investigación en
periodísticas. El diplomado me hizo entender algunas cosas mi trabajo era solo
que informar sobre el conflicto es una «redundancias».
obligación que tengo como periodista porque
la región necesita aproximarse a la verdad y
escribir su historia.

Me ha representado seguridad,
conocimientos profundos en el
manejo de la información. Me ha
motivado para realizar un
periodismo más responsable y con
Primero que todo ha hecho alto punto de vista positivo.
que sea más responsable con
todo lo relacionado a mi oficio
profesional.

Ética, responsabilidad,
estar pendiente de las
imágenes, buscar otras
formas de mirar el
contexto.

99
Son voces que se plantean preguntas acerca de las formas de ejer-
cer la profesión de periodista, ampliando las perspectivas de los
elementos que son necesarios en la comprensión de los hechos so-
ciales, superando una visión simplista o dualista de las tensiones
que produce la guerra,

Luego del Diplomado, siento que


retroalimente mis prácticas cotidianas
para el ejercicio periodístico. Llené mis
vacíos con las experiencias de los
Una valoración de los trabajos catedráticos, por ejemplo, mejoré mi
teóricos sobre la realidad del directorio de fuentes, oxigené los
conflicto. Una real aproximación temas, pero luego de mi salida del
hacia el equilibrio en la producción noticiero, lo que he hecho, es ser más
noticiosa, reconociendo antiguos y crítica, reflexiva respecto a los
nuevos actores del conflicto y de acontecimientos diarios y los temas
quienes lo analizan. actuales respecto al proceso de paz, la
ley de justicia, paz y reparación.

Manejando información positiva,


investigando, dialogando con las
El acompañamiento comunicativo víctimas o las personas afectadas,
en los diferentes escenarios desde llevando un proceso en la información
mi institución. El manejo apoyándolos; no solamente el
periodístico utilizando con mayor periodista busca la información como
frecuencia la crónica y la algo noticioso sino también dar como
entrevista. Dando realce a la un aporte de solución a un problema,
importancia de visionar y hacer periodismo social humanitario.
seguimiento del proceso
comunicativo.

100
La reflexión a partir de las herramientas adquiridas, por quienes tomaron el di-
plomado, los/as lleva a aumentar la exigencia respecto a la calidad de sus pro-
ducciones,

Mayor rigor en la confrontación de


informaciones, más cuidado en la
exactitud del lenguaje al momento de
Dejó de ser mecánico para convertirse en redactar las notas (no exagerar en
más reflexivo, integral, menos episódico. En adjetivos, usar un lenguaje neutro),
ese sentido estoy más preocupado por el manejo de una sana desconfianza con la
contexto y por las causas, los movimientos información que suministran las
sociales o mejor las claves de nuestro fuentes. No dejar perder la sensibilidad
tiempo, lo que hay detrás de los hechos. por el drama de las víctimas del
conflicto (antes que periodista soy un
ser humano).

Capacidad para confrontar a los jefes


entorno a una noticia relacionada con el Rigor informativo: me he vuelto
conflicto. Contexto local, departamental y exigente con mis informes y con los de
nacional sobre la guerra y su dinámica. mis colegas. Después del diplomado
siento que tengo fundamentos más
sólidos para criticarlos y
especialmente para no tragar entero.
Puedo ver con facilidad, puedo después
del diplomado descubrir incluso
Cambio de léxico y actitud frente a las cuando un informe es pegado u obedece
personas y los hechos. La forma de decir a intereses diferentes a lo que es la
las cosas y las palabras utilizadas me prensa responsable.
habían ocasionado muchos problemas.

Contextualizar, definitivamente el
entregar la información completa,
ilustrando desde diferentes puntos y con
reseña del por qué de los hechos ha
generado mayor confiabilidad,
credibilidad y aceptación.

101
Las herramientas obtenidas les ha permitido elaborar significados
y sentidos que enriquecen su identidad profesional, desarrollan-
do una posición mas elaborada y crítica del papel que juegan los
medios en la construcción de las representaciones, imaginarios y
formas de ver aquello que se divulga o transmite,

Desde mi ejercicio profesional Evitando al máximo palabras explosivas con


seguir entregando los informes. Tratando de fomentar e irradiar
información sustentada, temas más comunitarios que fortalezcan la
seria, de directo interés, convivencia y la armonía. Informando
contextualizada y sobre todo cuentos, pero con sentido crítico y elementos
con participación colectiva, históricos que contribuyan a la formación de
sería herramienta de opinión pública saludable. Dimensionando las
construir cultura de paz. potencialidades culturales, jerárquicas y
artísticas de las comunidades.

El cambio del lenguaje es


Capacidad para interpelar
un asunto básico para la
con criterio, capacidad de
construcción de la Cultura
cuestionamiento. Nos
Yo creo que mi rol como de Paz.
confrontó: somos más
exigentes. Se mira, se docente me ha permitido
evalúa con más rigor la sembrar mis conocimientos
información. de periodismo responsable en
el conflicto armado en
jóvenes que van a enfrentar
en su ejercicio periodístico la
compleja guerra que vive
Colombia.

102
Reproducir este rigor (se refiere al periodismo
responsable) periodístico en las nuevas generaciones
podría ser parte del engranaje que se necesita en los
medios para construir una Cultura de Paz. Igual desde
mi posición como presentadora cuido mucho la
terminología con que transmito o presento el informe
que es clave, pues desde ese lead empiezas a generar
opinión entre los televidentes cada día. Mi reto es que la
gente reciba de entrada una información que genera
análisis y no rechazo.

Superando el simple sentido laboral o de oficio, para así implementar nuevas herra-
mientas y elementos que les permitan fortalecer el ejercicio de un periodismo res-
ponsable,
Indudablemente, una mayor cualificación
para el abordaje de los temas relacionados
Me he puesto en la tarea de sistematizar con la guerra y con la paz. Después una
y enriquecer mi directorio de fuentes. Me interiorización de ese conocimiento para
he preocupado por la lectura de textos plasmarlo en las piezas periodísticas
periodísticos, históricos y señales que me propias.
ha ayudado a ampliar mi visión de la
realidad colombiana y mi actitud crítica
ante los hechos que ocurren a diario en
Colombia.

Incentivo para continuar analizando,


leyendo y estudiando sobre la realidad
Potenciar desde los elementos colombiana. -Mayor criterio para hacer
metodológicos y conceptuales mis informes periodísticos que incluyan
habilidades como facilitadora en el historia, contexto. «No tragar entero
trabajo social. sobre información oficial», hablar o decir
los términos adecuados. Mayor nivel de
exigencia sobre la información que
entregan los colegas «ojo crítico».

103
Estas voces han logrado un cambio en la visión y en las formas de
producir la información, dando mayor relevancia al sentido de lo
local, la cuestión de los derechos humanos, la contextualización.
Lo que permite pensar que la mirada respecto al conflicto se des-
plaza de la situación de tensión y conflicto propiamente dicha a
los dramas humanos intrínsecos existentes en las historias que se
cuentan, validando la necesidad de reflexión respecto al sufrimiento
y ruptura que provoca la guerra en las personas,

Mayor rigurosidad en la
presentación de la información
priorizando a las victimas por
Cubrimiento del conflicto desde las
encima de la parte oficial o el actor
víctimas, importancia del contexto de
armado ilegal. También a través de
los hechos, fundamentos del derecho
los informes hacer visible las
internacional humanitario, periodismo
violaciones al DIH (Derecho
que crea puentes en vez de destruirlos.
Internacional Humanitario) y
abriendo espacios de discusión.

La reflexión en el cubrimiento del Orden


Público. La guerra hay que contarla desde
las víctimas. Responsabilidad social para
tocar temas relacionados con las
violaciones de D.H. (Derechos Humanos)
y el DIH. El contraste de la información,
contextualizar los hechos.

104
VOCES QUE TEJEN REGIÓN,
QUE TEJEN PAÍS
o ír y pensar las voces, nos permite dar cuenta de cómo se crea el
tejido social, permite visualizar los triunfos y logros de la coope-
ración, de la solidaridad, del estar con el otro. No son voces solas,
son voces que tejen juntas una historia, un país.

Las voces que tejen región y país refieren cómo el trabajo por la
paz les permitió no solamente un cambio de perspectiva, sino una
actitud de participación y de compromiso social, que a su vez am-
plía la posibilidad de reconocer y de integrarse con el otro/a en
un proyecto común.

Más apropiación, pertenencia y Ver la vida desde concepciones


compromiso con Colombia, con mi región, distintas, me enseñaste a ver la
con los míos y conmigo… Y aparece la vida con los ojos de los demás, y
conexión con la noviolencia, qué mágico me diste muchas herramientas
encontrar e iniciar a nombrar este para compartir y transmitir esto
concepto, esta filosofía como parte de mi, con otras personas.
qué transformación interior tan fuerte, (Costa Norte)
cuanto compromiso, cuanta posibilidad.
(Antioquia)

Hoy soy mucho más sensible y


cercana con el dolor del otro, más
solidaria y comprometida con lo
que hago o me propongo.
(Costa Norte)

105
Creer en nuestra propia
cultura y en nuestros propios
valores, no querer ser como
el otro.
(Centro del país)

Uno construye, o toma


conciencia de su identidad
regional en el encuentro con
los otros diferentes.
En lo que se refiere a ampliar las perspectivas (Centro del país)
de comprensión y análisis de sus contextos y de
El Programa de Habilidades
la posibilidad de visualizar la paz como reali- para la Paz, se ha convertido
dad cultural, escriben: para mi, en un medio y
espacio que me ha permitido
superar muchas dificultades
ya que me permite el análisis
Lo que sí generan esos espacios son reflexiones, que segura- del contexto desde
mente no hubiesen tenido lugar si no se comparte la experien- diferentes puntos de vista.
cia de escuchar e intercambiar ideas. (Antioquia)

Ahora, tiempo después veo que tengo


más preguntas que respuestas pero
creo que esto siempre es sano por que
donde quiera que voy, traigo estos
aprendizajes y trato al menos sembrar
la duda en otros.
(Magdalena Medio)

106
Ese simple ejercicio de estar con otro/a, es una forma de reconocer y de recono-
cerse como voces integradas en un mismo canto, en un mismo espacio social y
por lo tanto, de compartir un compromiso. Este proceso ha permitido a las voces
un elemento imprescindible y poderoso para la construcción de cultura de paz: el
reconocimiento y empoderamiento de sus subjetividades, es decir de sus identi-
dades colectivas.

Nuestro papel como También me ha permitido tener


agentes una agenda de trabajo propia,
transformadores es proponer temas de iniciativas
clave, plantearnos de paz, miradas positivas y
nosotros mismos porque experiencias exitosas de
somos parte de la individuos u organizaciones,
cultura de paz. otras vinculadas con la guerra.
(Centro de país) (Periodista)

Esto ha sido y será fundamental


en mi formación académica, Han fortalecido la
como persona y el trabajo de valentía y la esperanza
comunidad en el Cerro de la de los líderes, que a
Popa en Cartagena y mi familia, pesar de los problemas
me ha enseñado a vivir y regionales ellos no han
enseñar al otro el arte de vivir. perdido lo aprendido.
(Costa Norte) (Sur del país)

Fortaleciendo las Lograr que las personas de los


escuelas de padres y grupos que participan en los
grupos de estudio con diferentes procesos crean en que
los empleados en Lipaya se pueden alcanzar
Barranquilla. transformaciones positivas.
(Costa Norte) (Antioquia)

107
Si la violencia genera ruptura y dispersión, es claro que lo que se ha logrado en el trabajo del Progra-
ma por la Paz es generar espacios en donde las personas se pueden reunir e intercambiar inquietu-
des, ideas, percepciones y que el intercambio de experiencias y perspectivas en muchos casos se
convierten en acciones comunes que crean grupos o fortalecen asociaciones ya establecidas.

Es así como las voces se vinculan;

Todos estos aprendizajes han sido trasladados a En Cartagena se utilizaron los mecanismos de
las organizaciones teniendo eco. participación ciudadana en la defensa de los
(Antioquia) servicios públicos domiciliarios y la resolución
pacífica de los conflictos con las empresas
Claridad de la apuesta de la organización, frente prestadoras del servicio.
a lo que es el horizonte de reconciliación que (Costa Norte)
tiene A.M.O.R. (Asociación de Mujeres del
Oriente Antioqueño) en la región. En otros espacios como en la formación de
(Antioquia) policías en la escuela de Carabineros
Alejandro Gutiérrez de Manizales he
A partir de habilidades me empecé a vincular a implementado gran parte de las temáticas que
otros grupos, a movimientos locales, regionales y abordan habilidades.
nacionales. (Centro – Eje Cafetero)
(Centro de país)
Esta capacitación me ha servido muchísimo
He podido proyectar lo aprendido en los para facilitar mi trabajo pedagógico con los
diferentes grupos de trabajo. estudiantes, padres de familia, compañeros
(Centro del país) docentes, diversos grupos como las madres de
hogares comunitarios, sus padres usuarios y
En mi labor con Fe y Alegría he trabajado con los diversos grupos de la parroquia a la que
proyectos con organizaciones sociales, niños/as, pertenezco.
jóvenes y mujer y siempre teniendo presente (Centro del país)
habilidades.
(Eje Cafetero) Nosotros como comunidad hemos seguido tus
pasos, paz querida, hemos construido una
Para lograr mejores resultados, nos hemos Red, y hemos incluido otras estrategias más
conformado en comités de trabajo, con para ti.
cronograma hasta el mes de diciembre y medir (Magdalena Medio)
resultados a corto plazo.
(Costa Norte) La preocupación por la cultura de paz nos
llevó a conocer otros grupos y redes que
Tener un diagnóstico sobre liderazgo o grupos y tenían la misma tarea, como el conocimiento
cómo estamos en lo organizativo, los conflictos de noviolencia.
¿cómo se manejan? (Antioquia) (Centro del país)

108
Pero también las voces se fortalecen en espa- Hace un mes trabajo en San Pablo
cios organizativos ya existentes; (Bolívar), yo soy de Barrancabermeja; mi
trabajo es como instructora del Sena y
desde que pisé San Pablo mi camino de
habilidades ha sido fundamental, por eso
ahora que inicié un nuevo camino (Sena),
que es tan enriquecedor que incluye
El presidente de la Junta de Acción tanto con la gente, esta nueva llamada a
Comunal del barrio Las Granjas (donde cambiar experiencias es abrir nuevos
vivo) me ha invitado a que le ayude a horizontes y saber que cada día
«hacer algo» o elaborar un proyecto para podemos aprender más, para así poder
que los niños y jóvenes del barrio se llevarlo a todos los que queremos.
ocupen y no estén ahí tan «disponibles» (Magdalena Medio)
para lo ilegal (venta de gasolina robada de
ECOPETROL, A.U.C, etc.). Yo he
pensado en algunos proyectos
productivos donde se incluya primero Me ha permitido desenvolverme más
formación y luego capacitación; desde lo eficazmente en el trabajo social que
formativo voy a preparar unos talleres desarrollo en mi profesión, en mi
para trabajar con ellos habilidades para parroquia, en el sector donde vivo.
la paz, contando con la ayuda del (Magdalena Medio)
presidente de la Junta de Acción
Comunal que también es docente y está
trabajando en C.E.M.M.(Ciudadela
Educativa del Magdalena Medio)
asesorando proyectos pedagógicos en el
bachillerato, contratado por P.D.P.M.M. Lograr que muchas organizaciones de la
(Programa de Desarrollo y Paz del sociedad civil a nivel local, se interesen
Magdalena Medio) por hacer un trabajo en el cual puedan
articularse con otras organizaciones.
(Antioquia)

En C.E.M.M. (Ciudadela educativa del


Magdalena Medio) hemos aplicado 8
El proceso formativo también ha sido
replicas con el grupo «Construyendo
favorecido, hay mayor empoderamiento y
Huellas» y algunos jóvenes de la comuna
el colegio de Barú es muestra de dichos
y el colegio. Se han conseguido recursos
avances.
para la aplicación de estos talleres con el
(Costa Norte)
S.J.R. (Servicio de Jesuitas a Refugiados)
(Magdalena Medio)

109
Es claro que estas experiencias de participar, de aportar a la socie-
dad, son estrategias de construcción de cultura de paz, que gene- Ha sido de mucha importancia
ran en las personas el sentimiento y noción de que son útiles a su para el desarrollo de nuestra
comunidad, dignificando la vida de aquellos/as que creen y apues- región. He resuelto muchos
problemas y dificultades.
tan en la posibilidad y construcción de cambios sociales significa- (Sur del país)
tivos, pero principalmente convirtiéndose en ejemplo de opciones
distintas a las de las violencias,

El Programa por la Paz también ha Ha significado demasiado porque desde


contribuido en la educación entendida el cargo que desempeño como docente y
ésta como la intervención que busca juez de paz del corregimiento de Fenicia,
generar habilidades para la vida en las me corresponde dar soluciones y
escuelas de la comuna y en la capacitar a la comunidad en la
formación de las personas encaminadas resolución de conflictos de toda especie.
a que sean ellas mismas las responsables (Sur Occidente del país)
de su propio desarrollo.
(Sur del país)

Al acercarme al SEPAS me pude dar


cuenta que en parroquias, veredas,
grupos apostólicos o personas por su
La comunidad en general donde se han aplicado cuenta, siguen replicando la formación y
las réplicas del Programa por la Paz, desde sembrando la semilla de la inquietud de
Habilidades por la Paz, enseñando a la gente a un trabajo por la paz desde lo personal.
construir una cultura de paz, han permitido ir (Escuela de Paz y Convivencia)
paso a paso, estar dentro del proceso de generar
espacios, como la formación de líderes
comunitarios que aprendan a desempañarse en
distintas áreas que se necesitan para la vereda o
el barrio. No sólo en lo económico, sino que A nivel de comunidad
también se busca en prestar un servicio a quien lo también me enseñó a convivir
necesite. con ella y además a colaborar
(Sur del país) aprovechando la experiencia
recibida, para solucionar
algunos conflictos familiares.
(Sur del país)

110
En el conjunto de posibilidades y procesos que se derivan del trabajo por la paz, las
voces que tejen país, al referirse a las posibilidades de participación y asociación se
conectan con mucha intensidad con la noción, reconocimiento y ejercicio de lo que es
la ciudadanía. Concepto y elemento complejo y difícil de ubicar con exactitud, pero
que surge como relato y referencia en prácticas cotidianas,

Capacidad de trabajo – liderazgo - conocimiento


Se recrea la Escuela, se promueve y apoya la apertura a la conciencia de lo social, es así como
organización de la población, la autogestión encontramos referencias que aluden al
de iniciativas comunitarias, y la incidencia y fortalecimiento de la identidad grupal,
gestión ante la municipalidad y las entidades convivencia pacífica, desarrollo de capacidades y
estatales. destrezas, aptitudes hacia la colaboración e
(Escuela de Paz y Convivencia) integración, compromiso comunitario.
Fortalecimiento de la participación en las
comunidades - formación de agentes de paz -
herramientas para realizar análisis de los
contextos en los que se mueven, asumir un rol
En medio de este contexto de guerra están las
más activo en el ámbito de lo comunitario, asumir
mujeres, los niños y niñas y la juventud como
actitudes proactivas frente a problemáticas
principales victimas. Con ellas trabajamos un
comunes y desarrollar aptitudes de solidaridad y
gran número de líderes que en cada municipio
compromiso social.
tratamos de reconstruir este tejido social que
(Escuela de Paz y Convivencia)
esta en andrajos.
(Centro del país)

Inicié en Tulúa la escuela de reporteros


comunitarios, personas que son líderes en sus
Educadores, lideres y promotores de salud han sectores, he ido entregando conocimientos
podido ser sembradores de paz en sus básicos de periodismo tendientes al mejor
regiones, mediante comunicación y solución aprovechamiento del tiempo en los medios en
pacífica de conflictos. beneficio de sus comunidades, su participación
(Sur del país) abierta en el proceso que construye Cultura de Paz.
(Sur del país)

Participación activa de las comunidades en


grupos, asociaciones.
(Sur del país)

111
VOCES QUE APRENDEN
HERRAMIENTAS Y HABILIDADES

M
uchas personas que han trabajado con el Programa por la Paz re-
fieren haber obtenido, como uno de los muchos beneficios, herra-
mientas que les ayudan a resolver las dificultades que se les pre-
sentan y el desarrollo de habilidades para mejorar muchos aspec-
tos de su vida, principalmente en el ámbito laboral y familiar, lo
que nos muestra que los procesos, espacios y desarrollos produci-
dos se extienden en el tiempo y espacio, generando más que cam-
bios cuantitativos, cambios cualitativos,

Ver la vida desde


concepciones distintas, me El afiche con las reglas
También creo que el
enseñaste a ver la vida con los para convertirme en un
diplomado nos permitió ojos de los demás, y me diste
tener herramientas para periodista amenazado, me
muchas herramientas para
hacer análisis críticos y compartir y transmitir esto
ha servido mucho como
estos se deben hacer de con otras personas. sistema de autoprotección.
manera permanente no solo (Costa Norte)
en los medios sino en Es cuestión de no tener
cualquier espacio de trabajo tendencias o
con organizaciones, favorecimientos ni tampoco
estudiantes, movimientos, provocador de situaciones
etc. peligrosas para el ejercicio
(Periodista) del periodismo.
Tengo herramientas para
(periodista)
materializar la apuesta
por la vida y la
reconciliación.
(Antioquia)

112
En medio del afán diario, lo aprendido en el
Es claro que los espacios de pensarse a sí mis-
diplomado ha servido para agudizar los mos y de reflexión ubican a las personas en po-
sentidos ante los hechos y fuentes siciones más elaboradas y críticas respecto a lo
relacionadas con el conflicto armado. Hay que hacen, y plantean la necesidad de obtener
más conciencia y criterio al momento de nuevos conocimientos y nuevas herramientas,
contrastar versiones, buscar testimonios y
hacer cubrimiento en viajes.
(Periodista)

Más responsabilidad en el
quehacer, además de ser más
crítica en la práctica cotidiana
de revisión o «cliente» de los
medios de comunicación
(Periodista)

La formación y el rigor
como elementos esenciales
en el ejercicio diario.
(Periodista)

En esa exploración comprendí que debía


profundizar algunos temas para tener un
referente conceptual más fuerte y empecé con
un diplomado en Derechos Humanos, una
especialización en Desarrollo Local con
perspectiva de género y todo muy de la mano
con el Movimiento de noviolencia. A leer, a
estudiar, a conocer otras experiencias de
trabajo por la paz en Colombia.
(Periodista)

113
Las herramientas que obtienen las personas definitivamente se usan
en todos los ámbitos de sus vidas, donde lo mas importante de
ese uso se refiere a cómo dichas herramientas se convierten en
formas de proyectar el futuro con esperanza y optimismo, logran-
do nuevas formas de relacionarse con las situaciones que les pue-
den ser conflictivas,

Después de haber
Capacidad para resolver mis adquirido esas
conflictos de manera pacífica herramientas no las he
y noviolenta. dejado en mi sino que
(Antioquia) ahora puedo y siento que
ofrezco grandes cosas
Aplicar comunicación activa o no con calidad y calidez
violenta en las situaciones diarias; humana.
aplicación de lo aprendido con grupos (Antioquia)
específicos (jóvenes, adultos, hogar,
agentes de pastora); nos ha dado bases
para conocernos más y saber que se
puede trabajar con diversidad de
Estas habilidades propenden personas (herramientas).
desarrollar en cada uno de (Magdalena Medio)
nosotros destrezas para
enfrentar nuestra vida
pacíficamente. He mejorado en la resolución
(Costa Norte) pacífica de los conflictos. He
puesto en práctica el buen
manejo del mismo y pienso que
me ha traído buenos
resultados para mí y para los
En mis direcciones de grupo y actores involucrados.
orientación personal con los (Antioquia)
Nuestro papel como agentes estudiantes he podido aplicar
transformadores es clave; algunos temas como manejo y
plantearnos nosotros mismos expresión de sentimientos,
porque somos parte de la resolución de conflictos de manera
cultura de paz. no violenta, entre otros.
(Centro de país) Especialmente autoconocimiento.
(Magdalena Medio)

114
Mas allá de convertir las herramientas en un
elemento instrumental y mecánico, las voces han Se preguntarán el por qué esta herramienta ha
logrado integrar una actitud de paz, de gene- sido la que más me ha impactado. Les cuento que
rar un sentido de trascendencia que les permi- gracias a ella mi vida, poco a poco, va creciendo
en aspectos tales como: comprender más al otro,
te ampliar las miradas sobre la vida, afirman- tratar de ser más flexible y ponerme en el lugar
do los valores, actitudes, habilidades y afectos del otro; pensar más en cambiar más aspectos
que permiten la construcción, fortalecimiento negativos como el vivir acelerado, el pensar tres
cosas al mismo tiempo, también me ha servido
y mantenimiento de la paz como cultura, para disfrutar más la vida en los momentos.
(Sur del país)

Lo que ha significado el proceso, lo he Ésta ha hecho que lleve una convivencia


multiplicado y he puesto en práctica, no sólo se excelente a nivel familiar y comunitario lo cual me
ha quedado en el papel. Los conflictos son ya convirtió en una persona muy feliz a pesar de los
más fáciles de solucionar, ha cambiado la manera inconvenientes económicos y de violencia que vive
de resolverlos. (Sur del país) nuestro departamento.
(Sur del país)

115
c on estas voces hemos querido
hacer visible el lugar de tantas
personas en medio de nuestro
caminar, ellas han hecho posible
nuestro trabajo, se unen a
nuestros sueños empeñando sus
vidas y alimentan la esperanza
de un país que asume la paz
como parte de su cultura.
Pensamientos:
La paz como cultura colombiana*
Resumen

En este escrito se abordan algunas de las implicaciones y propues-


tas que se desprenden al pensar la paz como parte de una cultura,
donde se apuesta por la posibilidad de sembrar desde múltiples accio-
nes sociales, esperando que sus semillas puedan germinar como re-
sultado del esfuerzo colectivo por el logro de una convivencia armóni-
ca y pacífica en donde el conflicto es oportunidad para la generación
de acuerdos que tejen sociedad.

Procura explorar una visión de lo humano que rescata la subjetividad, un sí


mismo/a particular que se constituye en eje para el intercambio y la cohesión
de un ser y saber colectivos encaminados a la aceptación de la diferencia.
Aborda la compleja y profundamente importante noción de ciudadanía, inclu-
yendo algunos elementos en torno a los cambios que las estructuras econó-
micas generan siendo este uno de los principales nodos desde donde se pien-
sa la actualidad, relación entre ciudadano/a y consumidor/a.

El concepto de cultura que posteriormente se presenta, permite compren-


der que lo humano y lo simbólico son un camino para la construcción de
condiciones que den paso a un futuro prometedor de cooperación y convivencia.

Teniendo este marco general se hace referencia a las violencias


como la producción de contra-sentidos, que si en un principio parecie-
*
Escrito por Carolina Tejada B., asesora de proyectos del Programa por la Paz - CINEP y Roberto Rueda L.,
quien colaboró como asesor externo. Este documento pretende brindar un marco conceptual, reflexivo y de
referencia para la comprensión de la construcción de la paz desde la cultura, por esta razón, además de
elementos teóricos, incorpora reflexiones del equipo de proyectos del Programa por la Paz – CINEP producto
de la sistematización ¨Experiencias y Estrategias de construcción de Cultura de paz¨.

119
ran tener algún tipo de lógica, en un análisis más profundo y detallado,
solo muestran la ruptura, dispersión y desintegración que caracteriza
el acto violento.

En lo que se refiere a las formas colectivas para comprender la reali-


dad, se indaga sobre la actuación, responsabilidad y oportunidad de los
medios de comunicación como agentes generadores de una opinión públi-
ca que acepta y connaturaliza las violencias.

También se insinúan algunas características del ser colombiano/a, in-


tentando comprender las dinámicas y tensiones que sustentan algunas
expresiones violentas, procurando señalar elementos que han jugado un
papel central en la constitución de país.

Finalmente se resalta que pensar la paz como cultura es abrir innume-


rables perspectivas, entre ellas la de la UNESCO, marco internacional que se
basa principalmente en la aceptación y el respeto a la diferencia.

Desde las experiencias del Programa por la Paz, entrar a la cultura


para generar transformaciones es moverse en el mundo de las relacio-
nes, de los vínculos y los encuentros, partiendo de aquellos que se dan en
la dimensión personal, en el sí mismo/a y que se van proyectando a espa-
cios sociales como la familia, la escuela y la comunidad hasta llegar al
país. Se entiende que la pregunta y propuesta de una paz que se hace
cultura, posee en principio una pregunta respecto a la ética que se cons-
truye en el múltiple y posible horizonte de las relaciones, no solamente
humanas, sino de las relaciones que implican el Ser y estar en el mundo.

Finalmente presenta las apuestas del Programa por la Paz en la bús-


queda de otras dinámicas culturales, contenidas en el plan bienal 2007 -
2008 relacionadas con el sujeto y la ciudadanía (ser colombiano/a), la
comunicación y opinión pública favorable a la paz, la reconciliación y la
participación pública.

120
Introducción
Una de las principales tareas que posee actualmente la investiga-
ción social al pensar la historia de la humanidad, es poner en eviden-
cia los triunfos y logros de la cooperación, así como la capacidad de
asociación y de encuentro humano; elementos determinantes en el
nacimiento, crecimiento y desa-
rrollo de las civilizaciones.

Esta mirada permite recono-


cer los innumerables eventos,
sucesos y acontecimientos que
dieron paso a las expresiones
de la cultura que sustentan la
vida, y que fueron determinadas
por el desarrollo de una com-
prensión de lo colectivo; el ca-
mino para el logro del bienes-
tar propio es el bien común. Para
esto se hace necesario resigni-
ficar y reevaluar aquellas nocio-
nes de ¨darwinismo social¨, o
¨egoísmo biológico¨, en donde
la violencia se naturaliza como
parte constitutiva de lo huma-
no, y por lo tanto fundamento
de la cultura. Se trata de inte-
rrogar profundamente la aso-
ciación cultura-violencia que
ha hecho carrera en la comprensión de lo social, donde los desa-
rrollos culturales se explican y se legitiman a par tir y gracias a la
existencia de las guerras y de otras formas de violencia.

121
Pero con esto no se quiere negar la existencia De igual manera no podemos negar que en el
de múltiples violencias; son innumerables los ac- caso colombiano, la mayor parte de la población
tos de sometimiento forzoso que se han dado a lo vive en la injusticia social, en la exclusión, en el
largo de la historia, las guerras o las estructuras miedo y en la zozobra, en múltiples formas de
sociales sustentadas en la inequidad, etc. To- violencia física y simbólica. Situación que es pro-
dos estos componen una larga cadena de he- ducto de la indiferencia y negación de las necesi-
chos que parecen desplegarse de manera hi- dades del/a otro/a, de la incapacidad de solidari-
lada, en donde uno justifica la aparición de otro dad, de la no cooperación, de aceptar sin reflexión
y así sucesivamente. o compromiso social formas de imposición de
unos/as pocos/as, porque siempre ha sido así y
Es así como en muchas ocasiones al reflexionar por ende, esto es lo que somos.
en torno a las múltiples violencias y sus diferentes
expresiones en Colombia, parece suficiente la refe- Sin embargo, volviendo a la hipótesis inicial, des-
rencia histórica, como si se buscara en el pasado de la experiencia de trabajo en el Programa por la
alguna ¨pista secreta¨ desde donde justificar la si- Paz, son innumerables los ejemplos y situaciones
tuación actual, corriendo así el riesgo de quedar ins- vistas en que ese mismo ser humano, capaz de una
talado en la lógica de la tradición, donde el presente violencia sin límites, es también capaz de proponer y
es el resultado de un pasado ineludible y determi- construir formas de apoyo y ayuda que superan los
nante, que condena a vivir de una sola manera sin actos barbáricos, sin dejarse atrapar en la espiral
posibilidad de cambio. Se sitúa entonces una forma violencia -venganza -miedo- violencia; generando a
de comprender la vida en el país, dispositivos de con- la vez formas noviolentas de resolver los conflictos,
vivencia y relación que parecen repetir una y otra apoyadas en el respeto, la solidaridad, el amor, la
vez las violencias1, dificultando la aparición de otras tolerancia y otros elementos que hacen de la paz
formas de vida social. parte de la cultura.

1
Es importante tener en cuenta que al hablar de violencias se incluye la violencia directa ya sea física, verbal o psicológica, pero también
la simbólica que hace referencia a los elementos de la cultura que la legitiman y sostienen, y la estructural sustentada en las formas de
injusticia social. Una definición amplia de violencia también se encuentra en Fisas, ¨Por violencia podemos entender el uso o amenaza de uso
de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no conscienten libremente o de
hacerles algún tipo de mal (físico, psíquico o moral). La violencia , por tanto, no es solamente un determinado tipo de acto, sino también una
determinada potencialidad…En una definición ya clásica, Galtung afirmaba que la violencia está presente cuando los seres humanos se ven
influidos de tal manera que sus realizaciones efectivas, somáticas y mentales, está por debajo de sus realizaciones potenciales.¨ FISAS , V.
Cultura de paz y gestión de conflictos. pp. 24.

122
Parece ser entonces que una
de las muchas tareas que quedan
por lograr es encontrar nuevas for-
mas de mirar nuestro pasado, com-
prender el presente e imaginar el
futuro. No se trata de mirar con
desdén la historia, se debe recor-
darla, analizarla, entenderla y
resignificarla para encontrar nue-
vos sentidos que permitan supe-
rar los significados que la ¨tradi-
ción de la violencia¨ ha legado e
impone de diferentes maneras,
hasta constituirlos y convertirlos en
referentes de la cotidianidad: ¨el
tener es poder¨ ¨la fuerza sobre la
razón¨, ¨quien no está conmigo
está contra mi¨ ¨el que no esta de
acuerdo, se baja del bus¨, ¨en el
amor y la guerra todo se vale¨, ¨el mundo no es de los débiles¨, etc.

De esta manera olvidamos que la paz en tanto posible - realizable - debe construirse desde los modos
como actuamos, sentimos, pensamos y significamos en la actualidad 2, superando con acciones, no sólo con
discursos, el peso de lo ocurrido.

A través de este texto se espera ampliar la comprensión en torno a algunos de los elementos que
desde la cultura colombiana nos enmarcan en las dinámicas propias de las violencias. Para también
reconocer algunos de los elementos que pueden permitirnos ser y actuar desde otros lugares, para

2
Al respecto Ignacio Lewkowicz (historiador de subjetividades) nos dice: ¨Interesa sobre todo precisar, si fuera posible, cómo las situaciones
constituyen actualidad; cómo las situaciones se constituyen en actualidad; cómo los modos de pensar, significar y hacer se constituyen en actualidad
y no en función de unas determinaciones históricas.¨ Tomado de : Suceso, situación, acontecimiento. Charla FADU - Buenos Aires. 2003.Pág. 1
www.estudiolwz.com.ar

123
generar nuevas situaciones3, camino a la paz. Se trata
de for talecer las acciones ya emprendidas y abrir
las puertas a otras nuevas para seguir haciendo de
la paz un acontecimiento.4

La paz es un metasignificado que construye nue-


vos sentidos, desde donde es posible vivir de otra
manera, el cambio, rompiendo con una vieja tradi-
ción que nos desdibuja, tal como lo afirman algunos
autores; ¨A diferencia de otros países latinoamerica-
nos que tienen un hecho positivo como configurador
de identidad, a los colombianos nos identifica algo
que nos destruye: la violencia.¨5

Que en algún momento se piense la violencia como


dispositivo identificador de lo que es ser colombiano/a
y lo que es su hacer, hace necesario reflexionar sobre
lo que somos y lo que hacemos no solamente desde
una posición sistemática, académica y discursiva, sino
ante todo desde las prácticas cotidianas, mundanas y
corrientes. Se trata de observarnos desde lo que son

3
¨La situación es el punto en que tenemos que hacernos responsables, el punto en que tenemos que
constituirnos, el punto que tenemos que habitar, sin remitirnos a una totalidad.¨ Lewkowicz. I. Suceso,
situación, acontecimiento. Charla FADU - Buenos Aires 2003. Pág. 3
4
Cuando se habla de acontecimiento, no se está haciendo referencia a una acción puntual como
puede ser una marcha o un encuentro de representantes de determinadas organizaciones socia-
les por citar algunos ejemplos. Se está haciendo alusión a algo que irrumpe en la dinámica
social, cambiándola profundamente, llevando a la construcción de nuevas formas de relación
¨…necesitamos situar el acontecimiento como una interrupción, una anomalía o una heteroge-
neidad respecto de un orden estructural.¨ LEWKOWICZ. I. Suceso, situación, acontecimiento. Charla
FADU - Buenos Aires 2003. Pág. 5
5
Elsa Blair en su texto Conflicto armado y militares en Colombia, pág.89 cita a Gonzalo Sánchez
¨Colombia, un país que se identifica con algo que lo destruye: la violencia¨, entrevista publicada por El
Espectador, Bogotá, 27 de noviembre de 1988.

124
nuestros valores, actitudes, afectos y habilidades. Cuestionarnos,
desde la pasión con el/la otro/a, desde la compasión, como es
que en el día a día construimos nuestra subjetividad, nuestros
vínculos, relaciones, nuestra noción de ciudadanía. Este texto es
pretexto para mirarnos con honestidad, con valentía, con orgu-
llo, con felicidad, con esperanza, con proyección hacia ese lugar
que habita el corazón de los humanos: LA PAZ.

Es así cómo en la primera parte, el texto establece un marco


general en torno a las comprensiones sobre lo humano y la
cultura para posteriormente entrar a proponer algunas hipóte-
sis en torno a lo colombiano como expresión de una cultura que
se ha ligado a diferentes formas de violencia para finalmente
abordar el tema de la paz como tal.

125
I. Una visión de lo humano:
subjetividad, ciudadanía y cultura

Al hablar de la paz como cultura – parece ser necesario hacer explícita


una visión de lo humano/a que ayude a comprender los elementos que entran
en juego en la constitución del sujeto/a, de la persona, de su subjetividad.
Identidad e identidades relacionadas con dinámicas sociales específicas, dadas
por la cultura, que establecen el marco para el ejercicio de la ciudadanía.

Para ello se parte del reconocimiento de la profunda relación existente


entre la persona y lo social, donde uno/a y otro/a se constituye en una
correlación dialéctica, abierta y en permanente cambio. No es posible ser
sino es en relación con los/as otros/las pero a su vez la dinámica social
solamente existe gracias a la presencia de cada uno/a de los/as sujetos
que allí entran en juego.

126
Lo social es una estructura dinámica que implica la identidad y las múlti-
ples facetas, los sentidos y subjetividades que emergen de la experiencia
relacional con otros/as. Aquel que es hijo/a, es también padre o madre, aquel
que es hermano/a, es amigo/a, es elector/a, es ciudadano/a. En fin, es el
permanente e incesante movimiento lo que define las dinámicas sociales y las
relaciones entre las personas. Por eso quienes piensan las culturas, siempre
lo hacen desde la noción de presencia-ausencia, cambio-permanencia, donde
no es posible encontrar una esencia, lo posible de encontrar es un campo u
orden de relaciones en permanente cambio y fluidez.

A. Subjetividad

En la actualidad las ciencias sociales plantean que justamente lo propio del


ser humano es lo particular, llegando a construir nuevas y diferentes herra-
mientas conceptuales que indagan lo subjetivo o subjetividad, sin perder de
vista su complejidad. Tal es el caso del concepto de subjetividad social
planteado y descrito por Fernando González Rey (2002)6, que se toma en este
texto como referente básico, pero no único, para la reflexión.

La subjetividad social hace referencia a un sistema complejo que sur-


ge del interjuego continúo e indivisible entre la singularidad y el mundo de
relaciones que se dan en un determinado contexto. Desde allí se estable-
cen los espacios para la vida social, las formas de relación, y las maneras
en que es posible hacerse persona (configuraciones subjetivas). Es claro
que es un sistema de símbolos, de significantes y significados que permi-
ten a través del tejer relaciones, la emergencia de una red de formas de
saber, sentir y actuar. En palabras de Maturana (1998)7, nos hacemos hu-
manos a través del vivir humano, en la realización relacional que se da en
la red de conversaciones. Se trata de un flujo permanente que retroali-

6
GONZÁLEZ R., F. Sujeto y subjetividad: una aproximación histórico cultural. Thomson Editores.
México 2002.
7
MATURANA, H. El sentido de lo humano. Dolmen. TM editores. Colombia. 1998.

127
menta la parte y el todo; las narraciones y relatos de subjetivación dominantes. Y por otro, formas es-
son el campo de la ¨realidad¨ que lo constituyen, lo pontáneas de organización, de institucionalización,
modifican dialécticamente, en una espiral que se ex- de acción de los sujetos, de las relaciones que se
pande en todas las direcciones, construyendo el pa- establecen en los diferentes espacios de la vida so-
sado, presente y futuro. cial, que abren las puertas a la creación de nuevos
significados y sentidos, que corresponden a sus ex-
En este sistema o campo, se constata la existen- pectativas, experiencias de subjetivación y construc-
cia de un entramado social que le pre-existe a toda ción de identidad.
persona, la determina, la sujeta, pero que a la vez le
permite generar múltiples formas de interrelación y Esto permite a su vez mostrar la relevancia e im-
apropiación. Cada quien, de una manera particular, portancia que tiene la experiencia y la acción; todo ser
desde su experiencia e historia personal, se acerca humano/a, todo sujeto se hace desde la propia expe-
y construye realidad, es decir, se trata de una reali- riencia y a su vez es constituido por las acciones de
dad social que es subjetivada. Con esto se quiere los/as otros/as. Al hablar del ¨sujeto¨10 y de la ¨consti-
hacer énfasis en que se esta frente a un sujeto que tución de subjetividades¨ se incluyen las maneras como
de una u otra manera es partícipe y activo, que no cada quien se hace mujer y hombre dentro de un con-
es pasivo, que es generador de transformaciones en texto socio-histórico que establece unos significados en
los espacios sociales existentes8. torno a las acciones y lugares, y por lo tanto sobre las
maneras de interactuar. Esto implica a su vez el desa-
En este complejo interjuego de la subjetividad rrollo de un cierto grado de autonomía, para poder,
social, coexisten dos campos de significación que según el horizonte de posibilidades de cada cual y
se realizan y se complementan en las prácticas cul- de cada situación, sembrar y producir las condicio-
turales; por un lado existen una serie de significados nes que permitan la emergencia de lo que se espe-
y sentidos9 propuestos e impuestos desde formas ra del/a otro/a, de nosotros/as y de la vida.

8
Esta postura se distancia de quienes hablan de un sujeto que es hablado, constituido por y en el lenguaje, efecto de un orden simbólico que le preexiste, cuyas
posibilidades de actuación se limitan a la ocupación y repetición de un lugar ya determinado por una estructura que está por encima de él. Tal es el caso de
algunos de los desarrollos propuestos por Michelle Foucault, Jaques Lacan y algunos pensadores del campo de los Estudios Culturales.
9
Podemos plantear que significar es la capacidad para representar, para hacer presente a través de la palabra y de lo simbólico las realidades
percibidas, Gergen (1996) explica que el significado sólo es posible en el mundo de relaciones, siendo este asignado por las respuestas de los
otros/as (¨el complemento¨). Por su parte, la construcción de sentido implica un proceso de discernimiento, que lleva a construir una manera
particular de Entender las realidades, de encontrarles una razón de ser y una finalidad o finalidades.
10
En tanto categoría conceptual que incluye la perspectiva de género, se toma a lo largo del texto la palabra ¨sujeto¨ sin colocarle el femenino (¨a¨).

128
En ese lugar que es la vida misma se hace viable reconocer la diferen-
cia más allá de la desigualdad, y re-significar tanto lugares como formas
de actuar para la constitución de identidades masculinas y femeninas. De
esta manera ese otro, femenino o masculino, construye subjetividad, con-
voca, exige un tipo de respuesta ética responsable, pero sobretodo,
legitimadora de la existencia. Estar con el/la otro/a no solamente se refie-
re a compartir experiencias o situaciones, significa pensarse como parte y
todo a la vez, donde lo que se produce, mas allá de un sistema de relacio-
nes, es un campo de posibilidades.

Otro elemento vincula-


do al encuentro, al campo
de la subjetividad social y
de manera especial a la
generación de sentidos es
la trascendencia; apropia-
ción del mundo, de la vida,
de la historia y de la expe-
riencia más allá de los li-
mites de la inmediatez y
del sí mismo.

Sustento de la espiri-
tualidad. Para cada ser
humano, explica Maturana
(1998), existe un sentido
que impregna el vivir y que
es construido en el
entrelazamiento del len-
guaje y las emociones,
siendo el amor la emoción
primaria, básica de lo hu-
mano. Trascender signifi-

129
ca por lo tanto transformar la realidad en conjunción con los demás, lo-
grar la noción de integralidad desde el reconocimiento, aceptación y ejer-
cicio de la compasión como principio fundamental para la convivencia, el
equilibrio entre las necesidades individuales y grupales, el cuidado y regu-
lación responsable de todos/as sobre los recursos disponibles, la creación
y construcción de significado y sentido vital en armonía con el entorno.

Se trata de una persona imbricada en la compleja dinámica social, que


puede comprender la realidad desde el amor como experiencia profunda
que la une a los/as otros/as, y la lleva a actuar; que construye una expe-
riencia de pertenencia y arraigo que brinda seguridad, acogimiento, esta-
bilidad. El vivir y crear conexiones, intersecciones con los/as demás crea
sociedad, vínculos, propósitos comunes, convivencia que se traducen en
una forma de ejercer la ciudadanía.

B. Ciudadanía

La ciudadanía es una de las concepciones relacionadas con lo polí-


tico que ha generado una innumerable gama de significados, aumen-
tando la complejidad de su reflexión. Por eso se presentan las princi-
pales ver tientes desarrolladas entre el siglo pasado y éste.11

Desde la tradición liberal ortodoxa se habla de la pertenencia a un


grupo que establece maneras de asociarse (derechos, deberes, poderes,
etc.) dentro de un Estado que es encargado de su bienestar, generando
una ciudadanía instalada en el lugar del ¨cliente¨, en tanto consumidor de
los ¨bienes públicos¨. Su acción se centra en reclamar el cumplimiento de
dichos servicios por parte del Estado, que a su vez se burocratiza y crece
desmedidamente en la administración de los mismos tratando de satisfa-
cer una demanda creciente día a día.

11
GARAY, L.J. Ciudadanía, lo público, democracia. Santafé de Bogotá, 2000.

130
El liberalismo político descrito por John Rawls (1921 - 2002) se centra en
las posibilidades de construcción de la justicia, entendida esta como el conjun-
to de principios que enmarcan las formas de relación, de cooperación y de
distribución de bienes, tanto en lo económico como en lo so-
cial. Esto implica que todos/as aceptan dichos princi-
pios de la misma manera, para la construcción
del bien común, y que prima la identidad ciu-
dadana sobre la personal quedando de lado
las diferencias que pueden surgir de la
pluralidad de intereses.

Por su par te el liberalismo


procedimental se centra en el ejer-
cicio de los derechos y de las
normatividades para mediar las di-
ferencias existentes entre los suje-
tos y su relación con el Estado, quien
está dentro de esta normatividad es
protegido y/o beneficiado por este para
la realización de su propio proyecto o
plan de vida. La voluntad política surge del
encuentro de intereses privados que bus-
can influir en la administración pública.

En los diferentes desarrollos del liberalismo, el Esta-


do-Nación cumple un papel central, este es el eje de la emergencia de las
subjetividades, de la identidad y del ejercicio de las cuestiones políticas y
públicas. Es así como la figura del ciudadano/a toma fuerza dentro de las
lógicas del adentro-afuera, de la pertenencia - no pertenencia, la naciona-
lidad-extranjería. La principal función del Estado-nación es brindar a los
ciudadanos/as la experiencia de pertenencia a un proyecto social común,
donde cada cual tiene acceso a unos derechos y la implicación del cumpli-
miento de deberes; inserta a los sujetos en una red de estatutos y com-

131
promisos políticos, que van desde la cédula de ciudadanía hasta el pago
de los impuestos, pasando por el acceso a servicios públicos. Dispositivos
que además de inscribirlo/la en un orden de relaciones, proveen a los
ciudadanos/as de referentes identitarios.

Por otro lado, encontramos las pers-


pectivas comunitaristas donde prima el
sentido de encuentro y de consenso so-
cial (más allá de la regulación a través
de normas, derechos y deberes), cons-
truido desde la valoración del bien co-
mún. En este caso, las diferencias y sen-
tidos derivados de la esfera privada pue-
den verse como algo que irrumpe en lo
público de tal manera que obliga a re-
pensar las formas de construir el orden
de relaciones entre los derechos y los
deberes en una sociedad, a repensar la
administración y competencia pública,
sembrando la pregunta respecto a la
manera de constituir el Estado.

Finalmente, encontramos las propues-


tas de la tradición republicana y especial-
mente la teoría de acción social desarro-
llada por Hannah Arendt (1906 - 1975). Allí
se habla de un ciudadano/a activo/a, que
participa en la configuración de la sociedad y de sus planes a futuro, a
través del debate para la toma de decisiones públicas que tienden a la
promoción del bien común. Ser ciudadano/a, habitar la civilización, ser
cívico/a, construir con el otro/a las posibilidades de accionar mecanis-
mos de debate, de decisión, de cambio y de permanencia. Ser sujeto/a
hablante y participante de lo público, construir las posibilidades de acción,

132
son ejercicios de ciudadanía que generan estruc- consumo, disminuyendo la importancia de lo que se
turas y cultura de participación, pero sobre todo vive y se comprende como ciudadanía;
la construcción de relatos, de historia, de proyec-
Hoy, el ciudadano comienza a debilitarse como soporte subjetivo de
tos compartidos. los Estados actuales. […] Asistimos a una mutación del concepto
práctico del concepto de hombre -ahora determinado como consu-
En la actualidad las posibilidades de ejercicio de midor-, una mutación del estatuto práctico del lazo social y del
Estado. […] La distancia historiográfica permite pensar que esta-
la ciudadanía se entrecruzan con las lógicas de la
mos viviendo el agotamiento de una ficción y la presentación sin
economía y los lugares que el mercado da al sujeto, claridad discursiva de otro orden de ficciones: El Estado técnico-
ser consumidor/a. Pensar esta relación es cuestio- administrativo y su soporte subjetivo consumidor.13
nar el modelo de primacía económico, -lugar por
excelencia de la globalización y del avance de la ra- Lo que Lewkowicz plantea es la gran transforma-
cionalidad neoliberal, -es pensar en cómo se puede ción del estatuto central de la civilización ilustrada
dar lugar a otras formas de resistencia creativas, hacia el de la sociedad posindustrial; allí donde ha-
otras racionalidades innovadoras, con sentido del bitaba ciudadano/a, emerge consumidor/a. Pensar
humor y amorosas. una sociedad en la que el consumo sea el eje prin-
cipal de los procesos de subjetivación es pensar
Sin embargo, en la actualidad, la estructura que la idea o concepto de humanidad se diluye en
imperante del sistema económico ha puesto al mer- un sistema económico que se sustenta en la acu-
cado como factor determinante en la construcción mulación.
de los derechos y deberes de una categoría que se
han conver tido, según García Canclini, en el Se hace necesario repensar las identidades y las
sincretismo de dos actores; los consumidores-ciu- subjetividades de hombres y mujeres construidas
dadanos12. En el cambio de las estructuras econó- desde la competitividad ambiciosa y desmedida que
micas y políticas al final del siglo XX, con la emer- trata de responder al mandato de tener para ser. El
gencia del neoliberalismo, lo que define el orden ya reto esta en abrir paso a relaciones soportadas en
no es lo político, es lo económico. Lo económico pen- la solidaridad y en la cooperación, en generar alter-
sado como las reglas de producción-consumo im- nativas para estar con los/as otros/as construyendo
puestas por las grandes corporaciones que deter- sin temor lazos profundos que trascienden el consu-
minan, mas allá del Estado-Nación, los modos de mo y den forma a nuevos modelos económicos.

12
AMADO S., Adriana. Medios Modernos: lectores -consumidores y ciudadanos. Oficios Terrestres. Publicación de la facultad de periodismo y
comunicación social de la Universidad Nacional de la Plata. Argentina. Comunicación y Memoria. 2004. Año X, Número 15/16. pp. 242-249.
13
LEWKOWICZ, Ignacio. Del ciudadano al consumidor. Pensar sin Estado. Paidós. Buenos Aires. 2004. pp. 32-35.

133
Las diferentes posibilidades de compra a las que asiste el consumidor
son una forma de establecer relaciones y de participar en un intercambio
de significaciones, para establecer estructuras de ¨colaboración y tran-
sacción entre unos/as y otros¨14.

Es importante aclarar que consumir no solamente se refiere al acto de


compra, el consumir es un acto de apropiación de las realidades diarias
de los sujetos en relación a si mismos y a los otros/as. El otro/a no sola-
mente es aquel que se presenta como alteridad, es decir, semejante, es
también aquel que le permite al sujeto la experiencia de su mismidad,
de ser un alguien, de tener identidad. La identidad es la posibilidad del
sujeto de reconocerse como individuo, como unidad pensante en un
contexto a par tir de dinámicas relacionales, entre ellas el consumo,
que le confieren un lugar en el mundo. Acciones en el diario vivir del
sujeto, intercambios, que le permiten conocer cuales son sus límites y
cuales son sus posibilidades.

Las alternativas para una realidad tan compleja no son claras y tam-
poco son sencillas. Sin embargo es posible pensar que la crisis, lugar de
incertidumbre, es también lugar de oportunidad para ver nuevas posibili-
dades de construcción de identidades que respondan, más allá de la lógi-
ca de la acumulación, a la lógica del dar, recibir y compartir.

C. Cultura

Al hablar de cultura se hace referencia a una gran variedad de ideas y


conceptos; por ejemplo, las expresiones del arte y del folklore, el tipo de
educación que ha tenido una persona, o las costumbres y las tradiciones
de un grupo humano, las formas de apropiación del mundo, las mediacio-
nes existentes en tanto maneras de relación con la información, conoci-

14
GARCÍA CANCLINI, N. Consumidores y ciudadanos, Grijalbo, Mexico, 1995. Pág. 42.

134
miento y saberes que circulan, ciertas estructuras formales
y no formales que surgen de las relaciones entre lo
político, lo económico y lo social, las nociones de lo
masculino y lo femenino, etc. Es decir, nos en-
frentamos de por sí a una palabra heterogé-
nea en su significado.

Desde su raíz latina (colere15) esta palabra


ha sido utilizada para significar diferentes ac-
ciones como son atender, cuidar, trabajar, cui-
dar la tierra, habitar, adornar, decorar, hon-
rar, adorar, etc., sin perder por este hecho nin-
guno de sus sentidos, llegando a ser utilizada
igualmente con una u otra acepción. La noción
de cultura es de amplio espectro y uso, inclusi-
ve en la actualidad se podrían diferenciar las
nociones de ¨Estudios sobre la cultura¨ de los ¨Es-
tudios Culturales¨, lo que muestra el desarrollo con-
ceptual que se ha gestado en torno a este término y la
complejidad en su aplicación. Para este escrito trataremos
de delimitar su comprensión desde las humanidades, procuran-
do entender que es un término abierto y rico en significaciones.

La preocupación por la comprensión de la cultura va de la mano con el


anhelo de identificar lo que es propiamente humano. En el siglo XIX, algunas
ciencias sociales, específicamente la antropología motivada por los hallazgos
en la arqueología trata de construir un concepto más viable del ser humano,
reconociendo la imposibilidad de separarlo de la producción de cultura.16

15
SERJE, M.R. (2002) Palabras para desarmar. Ministerio de Cultura. Instituto Colombiano de Antropo-
logía e Historia. Colombia.2002. Pág. 120.
16
GEERTZ, C. La interpretación de las culturas. ¨El impacto del concepto de cultura en el concepto del
hombre.¨ Gedisa. Barcelona. 1989. pp. 43-59.

135
Entre las muchas mentes que piensan al respecto, Clifford Geertz (1989)
plantea que la cultura es justamente lo que nos ha hecho constituirnos
como seres humanos a nivel evolutivo, llegando inclusive a determinar
nuestra anatomía, nuestro desarrollo biológico; ¨la cultura más que
agregarse, por así decirlo, a un animal terminado o virtualmente termina-
do, fue un elemento constitutivo y un elemento central en la producción de
ese animal mismo.¨17 Así la disyuntiva naturaleza y cultura que muchas
veces se ha planteado en el ser humano se pierde, entendiendo que el
desarrollo de nuestro cerebro, de nuestras potencialidades y facultades
fue dado gracias al uso de herramientas, al descubrimiento del fuego, a la
organización de la colectividad, etc.; entre lo natural y lo cultural existe una
relación dialéctica y complementaria en una estructura integradora.

Desde estos aportes se puede decir que la cultura son todas las for-
mas de comportamiento propias y comunes a un determinado grupo hu-
mano, que sirven para regular diferentes dimensiones de la vida (alimen-
tación, sexualidad, espiritualidad, vivienda, condiciones de vida, arte, reli-
gión, relación con el entorno, etc.). Estos comportamientos se sustentan
en campos de información, saberes y conocimientos construidos colecti-
vamente (compartidos) que se implican, en un efecto de conjunto, en la
producción de artefactos, símbolos y referentes comunes. Es importante
recordar que la condición geográfica ha sido uno de los elementos más
importantes en el origen y diferenciación de las culturas humanas. Las
condiciones geofísicas han sido determinantes en las estrategias de su-
pervivencia generadas en cada cultura, lo que se vincula a los significados
y sentidos referidos a la concepción de mundo que emerge de la adapta-
ción del ser humano a su entorno.

A modo de ejemplo veamos algunas definiciones:


¨Cultura significa la manera en la que un grupo de personas vive, pien-
sa, siente, organiza, celebra y comparte la vida. En toda cultura subyace
17
Ibídem. Pág. 54.

136
un sistema de valores, de significados, de vi-
siones del mundo que se expresan al exterior
en el lenguaje, en los gestos, los símbolos, los
ritos y estilos de vida.¨18

¨Conjunto de modos de vida y costumbres de


una época o grupo social.¨

¨Es todo aquello que hace a la forma de


vida de un pueblo, comunidad o grupo: usos,
costumbres, tradiciones, manera de comu-
nicarse y todo lo que hace a la identidad de
ese grupo.¨19

¨…conjunto de nociones aprendidas de ma-


nera sistematizada y organizada, para ade-
cuar a ellas la conducta de acuerdo con lo que
practica la mayoría de los componentes del
propio grupo; el cúmulo de tradiciones y
saberes de un pueblo o de toda la humanidad; o el conjunto de inventos, adelantos y productos de una
época concreta.¨20

Más allá de los elementos observables como es la conducta, tradiciones, artefactos, podemos decir que
la cultura implica la construcción de una visión de la realidad y del mundo constituyéndose en un ejercicio
de significación que permite interpretar y comprender de manera colectiva la realidad. Trama de signifi-
cados desde donde nos hacemos seres humanos/as, que hace posible interpretar la existencia, la expe-
riencia y determina el accionar, siempre abierta, múltiple, heterogénea y cambiante. La cultura es compleja
y generativa, produce un infinito de relaciones y conexiones, y genera en su avance como campo social,
estrategias de adaptación, solución, organización, sobretodo de cooperación.

18
Nota 3. Decreto 4, Nuestra misión y la cultura. Congregación General 34 de la Compañía de Jesús.
19
Tomado de www.definicion.org
20
HERMOSO, P. (1981) Teoría de la Educación. Cap. 23 Cultura y educación. Editorial Trillas. México. Pág. 360.

137
¨La cultura, para ponerlo en palabras de Pierre Humberto Maturana22 habla de la cultura como una
Bourdieu (1998), es como ¨una inmensa máquina red cerrada de conversaciones. Según él, estas conver-
simbólica¨ a través de la cual se configura lo verda- saciones recurrentes construyen un entramado de in-
dero, lo posible, lo tolerable y se definen las condi- terpretaciones y de respuestas posibles (dominios de
ciones, las significaciones posibles de lo real.¨21 acción), a través del interactuar de formas culturalmente
distintas de emocionar y razonar, trascendiendo el sen-
La cultura en tanto código simbólico se funda- tido de lo biológico en el ser humano y poniendo el
menta en un sistema arbitral (no hay nada que énfasis en el poder generativo del encuentro uno/a a
establezca porque una determinada par te de la uno/a como tal. Vale la pena resaltar el papel del poder
realidad se significa de tal manera), posee una en tanto generador de significaciones, de sentidos. ¨El
historia que siempre antecede y que por lo tanto poder, entonces, más que reprimir, produce realidad;
en gran par te es aprendida, pero también tiene más que ideologizar, más que abstraer u ocultar, pro-
una gran capacidad de transformación, siempre duce verdad.¨23
compartida por otros/as, y a pesar de la multipli-
cidad se constituye en un sistema integrado. Son La cultura pre-existe, pero no condena, abre las
conjuntos de relatos y narraciones que se tejen puertas a nuevas significaciones, a la construcción
desde los mitos, ritos, representaciones e imagi- de sentidos que permiten el relacionarse, compren-
narios que circulan a través de las historias que der y asumir al ¨ser humano¨ de una manera dife-
se cuentan, que se transmiten; la cultura se vive rente; se trata de convertir la experiencia de suje-
como hecho social dialógico que implica la ción y de significación en oportunidad para crear las
otredad, para devenir identificación, identidad, se- condiciones que admitan la emergencia de nuevas
mejanza, diferencia, pluralidad, singularidad y experiencias y nuevas estrategias de relación, for-
otras experiencias identitarias. mación, cambio, proyección y de futuro.

21
SERJE, M.R Op. Cit. Pág. 128.
22
MATURANA, R., Amor y juego - fundamentos olvidados de lo humano. Editorial del Instituto de Terapia Cognitiva. Santiago. 1993.
23
Ibídem. Pág 130.

138
II. Contra-Sentidos de las violencias

En diferentes escritos sobre cultura de paz parece ineludible la referencia a una ¨cultura de la violencia¨;
Fisas (1998) explica que la violencia se puede entender dentro del orden cultural cuando ¨a lo largo del
tiempo ha sido interiorizada e incluso sacralizada por amplios sectores… a través de mitos, simbolismos,
políticas, comportamientos e instituciones.¨24

Es decir, se puede comprender la cultura como un marco más amplio en donde se construyen sentidos
que justifican la presencia de la violencia con sus diferentes expresiones, ya sea la directa (¨la letra con
sangre entra¨) como la estructural (¨si reconocemos las diferencias debemos aceptar que siempre existirán

24
FISAS, V. Cultura de paz y gestión de conflictos. Pág. 351. Icaria Antrazyt. UNESCO. Primera edición 1998, segunda edición 2001. Barcelona – España.

139
unos que tienen más que otros¨). Pero en la medida que estas significa-
ciones no se sustentan en el valor de la vida y de la dignidad humana, se
sugiere para este texto hablar de contra-sentidos de las violencias.

En los diálogos, relatos y narraciones que se escuchan día a día, en donde


cada uno es actor/actriz, es posible reconocer los argumentos que se aceptan
como propios para explicar las violencias (¨somos así...¨, ¨siempre ha sido así¨,
¨me criaron así¨, etc.) y que han estado presentes a lo largo de la historia;
muchos de estos se manifiestan inicialmente en ¨posturas personales¨, poste-
riormente trascienden la dimensión del sujeto a la dimensión social a través de
un conjunto de postulados que circulan en las representaciones, imaginarios y
relatos que explican la vida de relaciones25:

 La violencia hace parte de la constitución del ser humano, se trata de


una predisposición -tal vez genética-. Ésta hace que a lo largo de la
historia la guerra y la exclusión sean una constante.

 Existen grupos humanos que representan el mal, de ellos es legítimo


defenderse o en el mejor de los casos, actuar directamente para poder
salvarlos. Contra-sentido que es reforzado desde la producción noticiosa
donde se muestra a unos que atacan y actúan contra“ los buenos/as” ;
situación que se hace más compleja cuando se une al sentido de lo religio-
so y lo sagrado26.

25
¨Mecanismos de justificación de la violencia y cultura de paz¨ de Jesús María Alemany, en ¨Seminario
de Investigación para la Paz: La Paz es una cultura.¨ 2001. Centro Pignatelli -Gobierno de Aragón.
Barcelona, España.
26
En el texto ¨Guerra justa y Cristianismo en el Nuevo Mundo¨, Rodolfo de Roux muestra la manera
como en la conquista se habla de la ¨guerra justa¨ contra los indígenas desde la misión evangelizadora,
acción directa de Dios. A partir del Requerimiento -1513- los indígenas tenían la opción de aceptar la
intervención de los españoles (representantes de los reyes de Castilla, a su vez designados por el Papa
representante directo de Dios en la tierra) lo que incluía la perdida de sus tierras ó asumían su
responsabilidad al ocasionar una guerra injusta e implacable. Llegando inclusive a plantear que esta no
sólo era justa sino también un acto ¨humanitario y caritativo¨ que les ofrece un mayor bien.

140
 La inequidad existente más que ser efecto de la injusticia, es resulta-
do de la acción ineficaz de algunos (¨existen pueblos que no han sabi-
do como trabajar lo suficiente para producir lo necesario¨) o de un
orden natural, donde siempre vamos a encontrar a algunos/as que
poseen más que otros/as (¨inclusive así es en la naturaleza¨).

Una de las primeras tareas que se tiene al abordar el tema de la


cultura de paz, es la de ¨desnaturalizar¨ la acción violenta como algo pro-
pio del ser humano y reconocer que esta parte de una opción, de una
manera de leerse frente a los/as otros/as, lo que convierte a la acción
violenta en un atributo de las determinaciones culturales.

Las investigaciones realizadas sobre la supuesta ¨naturaleza¨ de la


violencia, comprueban que no existe una determinación genética que la
fije aunque sí existe una tendencia hacia la agresividad vinculada a la su-
pervivencia27. La acción sobre el otro (sea para eliminarlo, excluirlo, de-
gradarlo, etc.) está marcada por un significado construido colectivamente,
que eleva el lugar de lo propio y des-humaniza al otro/a28.

Parece que la mejor justificación frente a las violencias es su ¨naturali-


zación¨, en donde la persona no se hace responsable de lo que ocurre, de
lo que hace, ya que hay un ¨más allᨠque la lleva a reaccionar de esta
manera, que soporta las relaciones de inequidad y exclusión a partir de la
raza, el género, la religión o cualquier otro elemento.

Otro de los aspectos que no puede dejarse de lado al hablar sobre los
contra-sentidos de la violencia, es el contexto global actual. Aunque la

27
ALEMANY, J.M., Mecanismos de justificación de la violencia y la cultura de paz. Seminarios de Investigación para
la Paz: la Paz es una Cultura. Centro Pignatelli, Gobierno de Aragón. Zaragoza. 2001. pp. 495-506.
28
Para Alemany este mecanismo tiene un sustrato psicológico que oscila entre dos puntos; en un lado
encontramos la frustración y la impotencia expresadas en el desamor por el otro/a y en el otro, el
narcisismo y la omnipotencia sin límites.

141
globalización podría permitirnos pensar el planeta de manera conjunta, en
la medida que ha sido estructurado desde la economía y no desde la
política (mucho menos por una ética sustentada en la solidaridad y coope-
ración), ha generado una difícil situación en lo que se refiere a las condi-
ciones de vida de la mayoría de la especie humana.

Como ya se explicó, el mercado es el lugar donde se constituyen las


nuevas subjetividades, más precisamente la lógica del sistema neoliberal
genera la pérdida de referentes de sentido como la religión o el Estado. Se
deja de ser ciudadanos/as para entrar a determinarse como ¨consumi-
dor/a¨29; las posibilidades de realización, satisfacción y gratificación están
dadas por el consumo, y la manera de alcanzarlo es a través de la
competitividad. Las opciones oscilan entre la ¨felicidad¨ de quienes acce-
den fácil y rápidamente a los bienes ofrecidos por un mundo homogenizado
desde la economía neoliberal, o la ¨frustración¨ de quienes no pueden
acceder a estos y en el mejor de los casos aspiran a ganar la lotería lo que
garantizará el acceso a este mundo lejano de bienestar.

El punto crítico no es el consumo en sí mismo, es la codicia, indife-


rencia y egoísmo, que se convierte en un tipo de violencia estructural,
que reduce el ¨tener¨ a la única posibilidad de ser reconocido y valida-
do. Y por el lado de las corporaciones, el margen de ganancia que se
convier te en el único objetivo, ignorando los efectos negativos sobre la
ecología o salud de los compradores.

La dinámica de mercado, entre los productores y compradores, trae


junto a la promesa de bienestar, inequidad e incremento en la pobreza;30lo
que a su vez hace que se consoliden más los procesos de industrialización
29
LEWKOWICZ, I. y otros. ¨Suceso situación acontecimiento¨, ¨Una respuesta ética ante la violencia¨, ¨Del
fragmento a la situación¨, ¨La experiencia de nosotros: apuntes para una microfísica del pensar¨ en
www.estudiolwz.com.ar 2003.
30
ALEMANY, J.M. según el PNUD para el 2000 existen ya 1.800 millones de personas en la pobreza
absoluta aunque existen en el planeta los medios técnicos para erradicarla.

142
y enriquecimientos corporativos y la creación de imaginarios que susten-
tan su creciente demanda, constituyéndose en un ¨bien¨ y en un ¨valor¨.
Para todos/as son conocidas las estrategias de mercado orientadas a
aprovecharse del deseo de los niños/as y de la influencia que estos tienen
sobre sus padres para convertir esa relación en un elemento de decisión
de compra.

A. Violencia y Medios

También hay que hacer referencia a


los medios de comunicación masivos, quie-
nes además de tener un papel central en
el proceso de globalización, han llegado
a determinar formas de apropiación de
la realidad de tal manera que ¨aquello
que no tiene imagen no existe¨31, y es más,
hay cosas que aunque no existen su ima-
gen las hace de algún modo reales.

Es así, como a través de los medios


se ven los hechos violentos concentra-
dos (en media hora se condensa lo que
ocurre en 24 horas en muchos lugares
del planeta), a una mayor velocidad, sin
pausas para el pensamiento y donde la
imagen construye significados que van
más allá del discurso que se puede presentar en la cotidianidad32. La no-
ticia se constituye en la presentación de¨imágenes¨ sin explicación o
contextualización alguna -ver es comprender- , reduciendo la lectura de la

31
ALEMANY, J.M. Op. Cit. Pg. 502
32
Las nuevas generaciones pueden construir significados y sentidos más fuertes a través de la imagen
de los medios masivos, que a través de los discursos dados desde la escuela o la familia.

143
realidad a elementos simples
(imagen y eslogan), sin mayor
pensamiento y cargados por una
emotividad poco integrada que
afianza los lugares de buenos y
malos, y donde las opciones de
actuación son la huída o la fasci-
nación ante la imagen. Por otra
parte las imágenes de violencia
en los medios, si no son interpre-
tadas desde una perspectiva am-
plia, integral y contextualizada,
pueden ser ¨utilizadas¨ o ¨mani-
puladas¨ para justificar la violen-
cia como única posibilidad de
solución.

Stuart Hall(1990)33 pionero en el abordaje de esta dinámica significante, explora y analiza las imágenes
que hacen parte de publicaciones y plantea que existe un filtro que responde a los intereses de aquellos que
producen o construyen la realidad, a través de la promoción de ciertos estereotipos que justifican ciertas
prácticas sociales, como es el caso de las imágenes y representaciones de los guerreros, héroes, que
promueven la acción violenta.

En esa misma línea se puede ver que co-existen aspectos que revelan el alcance de los medios de
comunicación en la construcción de la realidad, como lo plantea Rocío Castañeda en su escrito ¨Relatos y
Representaciones Sobre Colombia (2006)¨:

Los medios comparten la vida cotidiana de las personas y recrean su realidad. Es decir, reflejan ciertos aspectos del mundo con los matices que
les interese promover y ocultan otras dimensiones de la realidad. Los medios señalan las agendas públicas. Definen los temas de debate colectivo
y lo hacen basados en sus lógicas mercantiles. Su fuerza se dispara en tiempos de falta de credibilidad general y crisis de representación, cuando
la participación política emigra de las movilizaciones masivas y de los partidos políticos hacia ellos, transformados en las nuevas plazas
públicas(Erro Sala, 2003:62).34

33
HALL, S. ¨Representation: Cultural Representations and Signifying Practices¨, Sage publications, The Open University, London, 1990

144
Algunas teorías de la comunicación han abordado el efecto que tienen los
medios en el desempeño de los actores sociales; existe un margen importante
de influencia en la opinión o conciencia de las audiencias. El público, los/as
espectadores/as de los medios definitivamente construyen una noción de rea-
lidad gracias a lo que asimilan de estos. Pensar como se construyen las repre-
sentaciones de la realidad en un mundo mediatizado y globalizado es pregun-
tarnos en cómo se funda la opinión pública y cuál es el papel de los medios en
tal bastimento. A propósito, Castañeda 2006, escribe:

Las razones expresadas para trabajar el tema de la opinión pública se enmarcan en una preocu-
pación mayor: ¿cómo podemos favorecer una opinión pública que aporte a la construcción de una
cultura de paz? Un primer acercamiento en este sentido nos lleva a decir que la opinión pública da
cuenta del posicionamiento de una sociedad frente a la gestión de la ¨cuestión pública¨, y por otro,
que una opinión pública calificada es un elemento de fortalecimiento de la democracia; cuestión
que interesa de hecho frente a la construcción de una cultura de paz.35

B. Contra - Sentidos del ser Colombiano/a

Hablar de lo que es ser colombiano/a, es hablar de diversidad, de


regiones, de acentos, de diferentes etnias y culturas que comparten un
territorio. Es hablar de muchas formas de ser y estar en los distintos
departamentos, ciudades y lugares que se incluyen en un gran referente
simbólico, el de nación, en cada caso significado de diferente manera.

Se podría intentar definir aquellos elementos que constituyen una


identidad en el colombiano/a, a través de las costumbres, ritos, tradi-
ciones - siguiendo los elementos propuestos en las definiciones de
cultura que inicialmente se citaron- ; esto haría necesario hablar de la
música folklórica y sus orígenes (la cumbia, el currulao, el san juanero,
etc.) o de las estructuras predominantes en las familia según la región

34
CASTAÑEDA, Rocío. Relatos y representaciones sobre Colombia. Elementos para aportar en la construc-
ción de una cultura de paz a través de la opinión pública. Escrito presentado en el Programa Por la Paz
en la línea de opinión pública. Bogotá. 2006.
35
Ibídem.

145
o de las mezclas entre la medicina alopática, con los rezos y remedios
caseros, etc.

Son múltiples los lugares comunes que distinguen lo colombiano/a,


pero, teniendo en cuenta la intención de este escrito, es más pertinente
hacer el ejercicio de reconocer la construcción de sentidos y de significa-
dos que circulan y determinan ciertas formas de relación, tendientes a la
perpetuación de las violencias.

Tan solo se van a enumerar algunas aproximaciones al tema, recono-


ciendo que faltan elementos por desenmarañar y probablemente muchos
de los mencionados no serán pertinentes en algunos casos. No se trata de
establecer verdades, se trata de reconocer y entender las dinámicas de
construcción de nuestra cultura a partir de tensiones y elementos que
parecen contradictorios, y saber que justamente estas dinamizan la vida
en el país:

146
1. El primero de estos contra-sentidos hace referencia a la tensión exis-
tente entre significados homogenizadores36, que establecen lo posible, lo
bueno, lo legal, el deber ser, lo aceptado socialmente; frente a lo ilegal o
ilegalidad, que no es sancionado sino cuando se hace mas que evidente (inclu-
sive llega a censurarse el hecho de hacerlo evidente más que el acto ilegal
como tal). Esta tensión muestra como se está entre las formas correctas
dadas por la ley, por la Iglesia, el Estado, la familia, etc., gran discurso que
enmarca una serie de acuerdos sociales, que quedan vacíos, y contrastan con
la actuación en la cotidianidad, que se enuncia a través de las prácticas de
trampa, atajo y engaño. Prácticas que enlazadas y compartidas, producen una
subcultura del fraude. (¨Es legítimo lo ilegal¨).

2. En el campo de lo político, se hace evidente la falta de espacios


construidos donde puedan ser entendidas la participación y la democracia
de una manera efectiva37. Colombia es uno de los países latinoamericanos
con más baja votación pero con más alta conformidad con el gobierno
actual. Y donde los mayores espacios de participación son las reuniones
religiosas y las reuniones de padres de familia en los colegios y escuelas.
Siguiendo las investigaciones de la OPAL, en Colombia se cree en la de-
mocracia (83.1% cree que se necesita un líder fuerte, pero mejor que
sea elegido), pero a la vez se posee una baja tolerancia política y un
50.2% considera que podría haber una buena razón para un golpe de
estado. Si se distingue entre la política (como la estructura de la vida
política -democracia- mecanismos de participación, etc.) y lo político (como
las nociones y rasgos culturales que legitiman esas determinadas formas)
podríamos afirmar que en Colombia existe una incoherencia en el ejerci-
cio de la política, es decir, entre la política y lo político, pues nos move-
mos en la formalidad de la política pero tenemos una cultura política, es
36
Las instituciones a las que los/as colombianos/as reportan un mayor respaldo son la Iglesia Católica
y las Fuerzas Armadas, según el estudio del Proyecto de Opinión Pública en América Latina (OPAL) del
2004. La cultura política de la democracia en Colombia.
37
Datos tomados de “La cultura política de la democracia en Colombia”. 2004. Proyecto de Opinión
Pública en América Latina (OPAL)

147
decir unas improntas culturales que
distan mucho de las que suponen las
democracias modernas.

3. Más que la modernización, con


el planteamiento de caminos para un
desarrollo sostenible, el país se ha que-
dado en la industrialización/acu-
mulación traducida en el enriqueci-
miento de unos pocos/as a costa del
empobrecimiento de muchos/as. Es-
tructuras y dinámicas de apropiación
que privilegian el orden de lo privado
sobre la construcción de escenarios
para lo colectivo, el bien común o lo
público. Se asocia la imagen del bien-
estar con la acumulación individual que
se convierte en sinónimo de poder. Las
prácticas económicas se instalaron desde la lógica de la apropiación -acumulación egoístas, excluyentes y
segregadoras, que amparada en una falsa visión de crecimiento y modernización, gestaron un conjunto de
situaciones negativas, principalmente de carácter público, en lo relacionado con las oportunidades y cons-
trucción de las condiciones de vida de la mayoría de la población. Situación que es en muchos casos el
origen y causa de tensiones sociales como el desempleo, las migraciones desde el campo, la pobreza,
y muchos más.

4. En relación con lo anterior, encontramos el enriquecimiento como camino para la dignificación- o


por lo menos determinado reconocimiento social- y acceso a lugares, ejercicios y relaciones de poder. Esto
unido a la aceptación que tácitamente existe frente a los caminos ilegales, genera un escenario propicio
para el florecimiento del narcotráfico, no sólo como actividad económica ilegal sino como dinámica social
(dinero fácil y rápido como anhelado deseo de las personas, sueño social). Es posible pensar que las situacio-
nes de pobreza unidos a la cultura del fraude y la representación social de prestigio por la acumulación de dinero,
fueron insumos claves para permitir la emergencia de los ¨capos¨ del narcotráfico, como un tipo de estructura que
se sitúa como réplica de las clases élite.

148
5. La situación se hace más compleja cuando se rompe el límite del
¨no matarás¨, origen de la violencia alienante y del ¨no robarás¨, que
da pié a la violencia transgresora38, así se pierde la posibilidad de recono-
cer al otro/a, dándose un proceso de anulación de la humanidad a través
del sometimiento, la exclusión o la muerte. Acción que restringe, en el
ejercicio de violencia, las posibilidades de pensar. En Colombia, no sólo
existen estas dos formas de violencia de manera independiente, se llega a
combinarlas a través de acciones como el secuestro o la desaparición
forzada, donde ¨se roba la vida¨.

6. La falta de confianza en el Estado y en las instituciones que lo represen-


tan ha fortalecido una concepción de la justicia como una acción propia
que va ligada a la fuerza y al sometimiento como forma efectiva de solución de
los conflictos y tensiones. De esta manera, y durante muchos años, la opción
por las armas y la construcción de justicia vinculada a la amenaza y venganza
personales ha circulado por las diferentes regiones del país, llegando en mu-
chos casos a institucionalizarse y crear formas de organización que toman
vida en los grupos armados ilegales que se conocen actualmente. Esta lógica
de lo justo y el derecho de la defensa de lo propio, hace que en Colombia
pareciera ¨más fácil militarizar a un civil que civilizar a un militar.¨39

Probablemente se pueden reconocer otras tensiones que enmarcan


los contra-sentidos de ser colombiano/a, pero se considera que las
planteadas permiten establecer unas líneas generales para continuar
con la reflexión.

38
PUGET, J. and Käes, R. Violencia de Estado y Psicoanálisis. Centro Ed. de América Latina, Buenos Aires. 1990
39
BLAIR, Elsa. Conflicto armado y militares en Colombia. Cultos, símbolos e imaginarios. Editorial
Universidad de Antioquia. CINEP. Medellín - Colombia. 1999.

149
III. La Paz como Cultura

A. Horizonte global - La U NESCO

Cada vez se hacen más fuertes y determinantes los


lazos de un país, de una comunidad, con la dinámica
global; de tal manera que no podemos hablar de la
construcción de una cultura de paz en Colombia sin
hacer referencia a un contexto más amplio. Incluso de-
bemos reconocer que en gran parte nuestras búsque-
das en favor de la paz parten de un referente y necesi-
dad mundial.

Por esta razón expondremos algunos de los


elementos que al respecto propone Naciones Uni-
das a través de la U NESCO, ente preocupado desde
su mismo origen por la construcción de la paz
mundial, y que posee una proyección y reconoci-
miento global. 40

A finales del siglo XX, decenio de los 90, se puede


reconocer el fortalecimiento de un movimiento in-
ternacional en torno a una cultura de paz, impulsa-
do por la UNESCO. Un Proyecto Transdisciplinar hacia
una cultura de Paz (1995), donde se plantea la im-
40
Después de la II Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones da paso a la creación de la Organización
de Naciones Unidas (1945) esperando así contar con un organismo internacional más fuerte y con
mayor capacidad para dirimir conflictos internacionales. A través de este se crea la UNESCO, encargada
de la educación, la ciencia y la cultura, elementos fundamentales para la construcción de la paz.
Actualmente se encuentran vinculados a este organismo 191 estados y a pesar de los cuestionamientos
existentes por sus posturas y acciones frente a conflictos internos como los de Balcanes, Ruanda, Irak,
no podemos desconocer su importancia dentro del orden mundial actual.

150
portancia de la educación para la paz, la promoción de los derechos hu-
manos y la democracia, el pluralismo cultural y la prevención de los con-
flictos hasta llegar a la elaboración del ¨Decenio Internacional de una cul-
tura de paz y no violencia para los niños del mundo 2001 - 2010.¨ (1998)41

El trabajo por una cultura de paz se sustenta en la necesidad de una


paz que surja de un proceso positivo, dinámico y participativo, que elimine
toda forma de discriminación, exclusión e intolerancia.

Dentro de la ¨Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de


Paz¨, se define en el artículo 1 y 2:

Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de


vida basados en:

a ) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y práctica de la noviolencia por medio


de la educación, el diálogo y la cooperación;
b ) El respeto pleno de los principios de soberanía (…);
c ) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
d ) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
e ) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente
de las generaciones presentes y futuras;
f ) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
g ) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres;
h ) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión
e información;
i ) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, coopera-
ción, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y
entre las naciones;

41
Recuento cronológico de las principales resoluciones y acciones efectuadas en torno a una cultura de paz:
-1995. 28ª Conferencia General - Proyecto Transdisciplinar Hacia una Cultura de Paz.
-1996. Estrategia a mediano plazo 1996-2001.
-1997. Resolución 52/15. Proclamación al año 2000 del ¨Año Internacional de la Cultura de la Paz¨.
-1998. Resolución 53/25. Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del
mundo 2001-2010.
-1999. Resolución 53/243. Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz.

151
Y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.

El progreso hacia el pleno desarrollo de una cultura de paz se logra por medio de valores,
actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el fomento de la paz entre las
personas, los grupos y las naciones.42

Junto a estas reflexiones en torno a una cultura de paz, igualmente


desde la UNESCO, se ha dado un movimiento por la diversidad cultural y el
pluralismo que debemos contemplar. En la ¨Declaración universal de la
UNESCO sobre la diversidad cultural¨, se toman como ejes centrales en toda
aproximación a la cultura conceptos como identidad, diversidad, pluralis-
mo, creatividad, cohesión social y posibilidades para el desarrollo de una
economía fundada en el saber de los pueblos.

Para la ejecución del plan que busca llevar a la acción la construcción


de una cultura de paz, se proponen como ejes fundamentales: la educa-
ción, el desarrollo económico y social sostenible, los derechos humanos,
la igualdad entre hombres y mujeres, la participación democrática, pro-
mover la comprensión, tolerancia y solidaridad, la comunicación participativa,
la promoción de la paz y la seguridad internacional.

B. La Paz como Cultura

Hoy en día pareciera que siempre han existido las reflexiones y pro-
ducciones conceptuales hechas respecto al tema de la paz, como si estas
fuesen una herencia propia de las constituciones de las sociedades, pero
no es así. La paz como concepto de peso e importancia para las ciencias
sociales solamente se desarrolla a partir de los años cincuenta. Es desde
entonces que surge la necesidad de abordar el tema desde un estatuto
cientificista que permita comprender la guerra y la paz como entidades
conceptuales y prácticas sociales factibles de ser estudiadas. Lo que es real-
mente interesante de los muchos estudios es que cuando se piensa la paz, se

42
A/RES/53/243 Naciones Unidas.

152
piensa desde la guerra, no desde un lugar propio y legítimo que le confiera un
referente desprovisto de relación con la violencia.

Teniendo en cuenta lo anterior se hace necesario al pensar lo humano,


ubicar los ciclos de emergencia y mantenimiento de las relaciones y
convivencias pacificas que seguramente han existido en la historia de to-
das las sociedades, preguntarse por qué unas sociedades parecieran ser
más pacificas que otras, ó por qué en muchos casos los conflictos no se
resuelven por la vía de los hechos violentos. Entender que es difícil pensar
lo societal sin la cooperación y el compartir.

Encontrar el momento histórico en que la paz surge como preocupa-


ción, como hecho social organizador y atributivo de una forma de ser o
hacer no es lo más importante. Lo importante es entender el por qué si
existe la posibilidad de la paz, se opta por la guerra. Eso lleva a preguntar
cómo se entiende aquello que se llama paz, desde dónde se ubican las

153
personas para pensarse como sociedad pacifica, o cuáles son los elemen-
tos imprescindibles que permiten asegurar un ¨estado de paz¨.

Muchas veces en los anhelos y búsquedas de la paz, se concibe esta


como una conformación idealizada o perfecta, que una vez lograda se
mantiene, garantizando que no volverá a haber guerra; concibiéndola como
un hecho total, terminado, en donde no hace falta el mantenimiento y
sustento del mismo.

Dicha representación de la paz ha estado presente en la mayoría de


las aproximaciones, sin embargo es importante reconocer que, como lo
dice Muñoz, la paz es en su esencia, paz imperfecta;

Sin embargo, nos gustaría huir del sentido negativo


que el término imperfecto arrastra. No se trata de
negar una forma de ¨hacer¨, de no-hacer. Sino más
bien nuestra propuesta en actuar, crear, engendrar,
incidir, llevar a cabo, obrar, operar, practicar, proceder,
realizar en un sentido de transformación positiva,
propositiva -de cambio hacia-, de regulación de los
conflictos ontológica, axiológica y epistemológica
positiva. En esta línea imperfecta seria equivalente a
conflictiva en cuya correspondencia se abre una in-
gente capacidad de acción fértil.43

Muñoz (2000) con la propuesta de


paz imperfecta, invita a comprender su
posibilidad más allá de la ausencia de
guerra, lo que se llama la paz negativa
y anterior a la paz positiva, entendida
como un estado preeminente de tran-
quilidad. Hace un llamado a concebir la
paz como hecho inacabado, que en vez

43
MUÑOZ, Francisco A. La paz imperfecta ante un universo en conflicto. Instituto de la paz y los conflictos.
Universidad de granada.(2000). www.ugr.es/neirehe/eirene/imperfecta.pdf.

154
de cerrar, abre un infinito de posibilidades; donde interioridad; hacer posible el reconocimiento de
se reconoce el conflicto como elemento constitu- la historia propia, con sus dolores, esperanzas,
tivo del universo, aprovechando las tensiones para encuentros y desencuentros para resignificarla.
generar formas conciliadoras e integradoras de Desarrollar habilidades que permitan responder
concertación y construcción conjunta. La paz im- de una manera constructiva a los retos de la vida
perfecta es concebida y asumida como un pa- diaria, fundamentar el sentido de la vida propia
radigma desde donde se puede comprender la en lo trascendente, como hilo invisible que une de
naturaleza, características y dinámicas de la una manera profunda y veraz, llevando a hacer de
violencia directa, simbólica y estructural. la solidaridad y la cooperación una expresión de
este sentir.
Asumir la paz imperfecta permite ver en los El reconocimiento de la ajenidad, de la importan-
contra-sentidos de la violencia la oportunidad para cia de las relaciones desde la cotidianidad, abre las
captar formas de ser y hacer que pueden ser puertas a los sentidos tejidos alrededor del ser hom-
redireccionadas hacía un camino diferente. Es de bre y la masculinidad, así como del ser mujer y la
cier ta forma la capacidad estratégica de la cultu- feminidad. Fisas (1998) habla del patriarcado y los
ra para transformar los sentidos de la paz, el con- elementos de fuerza asociados a la masculinidad
trasentido de las violencias y articularlo como base como uno de los componentes que hacen de una
desde donde se piensa y se construye la convi- cultura, una cultura violenta y en el otro extremo se
vencia pacifica. encuentra lo femenino en tanto cuidador, que hace
alusión y posiblemente funda una ética del cuidado.
Es necesario y urgente hablar de los sentidos y los
significados que sustentados en la vida y en la dignidad Pensar la masculinidad y feminidad como
humana permiten hacer de la paz parte de una cultura; generarador de espacios de relación, implica la re-
sentidos que surgen de la relación con el otro/a, y con flexión también de uno de los elementos que de
lo social -tal como se menciona en la subjetividad so- manera, a veces invisible, a veces visible, marcan la
cial- donde se reconocen diferentes ámbitos de rela- constitución de significaciones: el poder.
ción que entran en juego de manera permanente; la
relación consigo mismo/a, la relación con los otros/as Desde los contra - sentidos de la violencia se puede
cercanos/as y la relación con lo colectivo. entender el poder como aquel ejercicio de fuerza que
lleva a imponer unos determinados significados sobre
En cada uno de estos espacios se pueden iden- el otro/a, negando y borrando toda posibilidad de dife-
tificar algunos elementos claves. En la relación con- rencia. Este puede expresarse de diferentes maneras,
sigo mismo/a se debe par tir del sujeto, de la a través del hacer (¨aquí se hace así¨, ¨es posible y

155
permitido actuar de esta manera¨), pero también del pensar y expresar (¨de
esto se habla, de aquello no¨, ¨llorar no es permitido¨, etc.). Pero, también es
posible pensar el poder como potencialidad44, como aquello que es posi-
ble hacer y que al hacer de la paz parte de una cultura abre las puertas a la
acción de la sociedad civil.

Desde este lugar, ya no se piensa en los lugares de poder, sino en la


proyección de acciones desde donde se está, de manera proactiva. Cambiar la
tradicional concepción del poder como elemento negativo de desintegración y
ubicarlo desde las prácticas cotidianas en un lugar de gestación y cuidado,
construyendo vínculos, redes de cooperación, desde la diferencia y desde la
ajenidad, es fundamental para la construcción de la paz.

Asumir se en la Paz

Desde allí es posible pensar los conflictos - por demás inherentes a la


vida misma-, como posibilidad de crecimiento, de afectación positiva, ya
que es a través de estos que el encuentro con el/la otro/a se hace más
humano y más empático. Podemos decir que más allá de la transforma-
ción de los conflictos, es más pertinente plantear la transformación de las
personas por medio del desarrollo de ciertas habilidades que permitan
reconocer la ajenidad como algo necesario en las relaciones, sin temor a
que la diferencia implique o se resuelva por imposición o sometimiento,
ruptura o negación.

Ampliar las posibilidades de encuentro con el otro/a, mas allá de una


posición de control y dominio de los afectos, genera puentes de empatía,

44
¨La tensión en la que esta transitando entre violencia y ética intenta pensar la diferencia entre el
poder como imposición y el poder como posibilidad. Todo lo que llamamos violencia es el poder
imponiendo un solo camino, el poder como determinación… Y la respuesta ética tiene que ver con
abrir los otros posibles, con la otra dimensión del poder: lo que puede ser. En el primer caso el poder
es un sustantivo, en el segundo es un verbo.¨ LEWKOWICZ, I. Una respuesta ética ante la violencia. Cátedra
de Psicología, Ética y Derechos Humanos, Facultad de Psicología, UBA. Buenos Aires. 2002.

156
para así construir la convivencia desde la compasión,
entendida esta no como una actitud de lástima, pie-
dad o de paternalismo sino como una de las muchas
formas de ponerse en el lugar del otro/a compren-
diendo compasivamente lo que él/ella es, lo que
siente y lo que puede compartir.

Otro de los ejercicios fundamentales de ese


encontrarse en la paz, esta dado por la imagina-
ción, creer y visualizar que es posible estar de
otra manera, relacionarse, actuar en la cotidiani-
dad, construir país, etc. Obviamente a este ejerci-
cio debemos darle un contenido, a partir de la
interlocución, del encuentro y diálogo.

Aquí la educación para la paz 45 , tiene un


gran reto que debe unirse a la construcción de
caminos y estrategias para hacer de los conflic-
tos una oportunidad, que fortalezcan la construc-
ción de relaciones desde el sentido de lo ciudada-
no y por lo tanto del bien común. Educar para la
paz significa educar para construir una sociedad de
la ayuda y apoyo al próximo/a, una sociedad que
comprende que el desarrollo y crecimiento colectivo solo es posible si todos/as
se benefician de los logros, de los derechos y que los deberes se asumen
desde una posición ética, no estratégica.

45
¨La Educación para la Paz, en cuanto puesta en juego de la sociedad civil, esto es, en cuanto es
pensada desde un horizonte amplio que de cabida tanto a principios universales como a diferencias
culturales, se inscribe entonces, como una propuesta cultural alternativa que pone en entredicho a la
escuela como agente único de educación en la sociedad, que replantea la finalidad de la educación en
cuanto la percibe como elemento de emancipación y que la inscribe en el contexto de prácticas políticas
y culturales concretas. ¨ Hacia una educación para la paz: Estado del arte. Pág. 51. Aportes 8. ACODESI
Programa por la Paz. Mayo 2003. Colombia.

157
Otra posibilidad tendrá que ver con el desarrollo de espacios para el
análisis y el pensar de manera conjunta46; es decir, abrir preguntas en
torno a aquellos aspectos que se consideran propios de la cultura y que se
unen a los contra-sentidos de las violencias, los mitos, los lugares de lo
masculino, el poder, la identidad, la comunicación, los medios masivos,
etc., para así construir nuevas miradas, nuevas categorías de análisis, que
ayuden a generar otros sentidos, desnaturalizando lo que se ha perpetuado a
lo largo de la historia.

Encontrarnos en la Paz

En la transformación de la cultura, uno de los primeros retos que se


deben asumir es la superación de la fragmentación dada por el mercado,
donde se pierde el sentido del encuentro, elemento de exclusión que a su
vez lleva a la consolidación de identidades primarias que afianzan las ideas
en torno a los fundamentalismos, sean raciales, territoriales, urbanos, etc.
Se reafirma, falsamente, un sentido de lo humano, a través de una expe-
riencia violenta y colectiva, dando lugar a la deshumanización de los/as
otros/as. En esa dirección, el encuentro o estar con otros/as cobra valor
en la medida que existe otro/a afuera que es visto como enemigo/a o
como amenaza.

Uno de los elementos que sustentan la diversidad cultural, en medio de


un mundo globalizado, es la construcción de identidades, a través de aquello
que se llama sentido común. Cuando la paz hace parte de la cultura existe
la posibilidad de una identidad proyecto 47, que supera la identidad
46
¨Estos juegos de miradas y voces, de encuentro, de ver que otro me piensa de un modo en que no
me pensé, o en que no me puedo pensar si no es aquí, este juego de otro u otros, o ellos, o esos otros,
o esa mirada colectiva, todos estos juegos producen un cada uno en la contingencia del encuentro…
me parece que la tarea de pensamiento de nuestra generación es investigar los mecanismos concretos
de la producción de nosotros, tanto respecto de cómo se produce un nosotros como de qué modo un
nosotros nos produce.¨ LEWKOWICZ, I. La experiencia de nosotros: apuntes para una microfísica del pensar.
Facultad de Psicología, Córdoba Argentina. 2003
47
LÓPEZ, A. Paradojas de la identidad. Pág. 193 en Seminario de Investigación para la Paz: La Paz es
una cultura. 2001. Centro Pignatelli - Gobierno de Aragón. Barcelona, España.

158
legitimadora amarrada a instituciones dominantes y de resistencia, para
constituirse en la posibilidad de asumirse como sujeto, como actores co-
lectivos que dan sentido a su historia, para transformarla desde un hori-
zonte de sentido compartido.

Entre las muchas estructuras y dispositivos que permiten erigir colec-


tivo y horizonte de sentido, se pueden reconocer a los medios de comuni-
cación como uno de los campos sociales que empoderan y potencializan
el proceso de construcción de estas identidades. Los productos mediáticos
así como permiten el uso, consumo y apropiación de los discursos y re-
presentaciones sobre las formas de ser y hacer sustentadas en las violen-
cias, también se constituyen en alternativa para cuestionar dichas repre-
sentaciones abriendo paso a nuevas. De esta manera es posible que pue-
dan colaborar en la construcción de experiencias y estrategias que supe-
ren la competitividad como tendencia de mercado y orienten al público a
una posición que nace principalmente en la cooperación y en la elabora-
ción de una red de relaciones que permita el surgimiento del campo de
subjetividad social, que en vez de fragmentar y aislar a las personas, inte-
gre la diferencia y recupere un proyecto común.

Reconocerse en un mundo de relaciones más amplio lleva a hablar de


las posibilidades para participar desde el espacio comunitario hacia un
sentido más amplio de país a través de un orden constitucional, sintiéndo-
se parte y responsable de las decisiones y de las posibilidades de cons-
trucción de sueños de vida colectivos. Aquí también juega un papel funda-
mental la concertación, la capacidad de encuentro en los deseos y anhe-
los de quienes componen la comunidad.

Actualmente, es la democracia el proyecto que busca hacer posible


este horizonte común, sin embargo, es en su construcción y en esta bús-
queda48 donde se encuentran las paradojas que como se ha mencionado
48
¨La democracia (como principio de legitimidad) presupone una identidad que la democracia (como
principio de organización) nunca puede producir como algo permanente y definitivo.¨ LECHNER, Norbert

159
son generadoras de sentidos para la paz y contra- Otro de los elementos que surge, hace refe-
sentidos de las violencias. En este juego, entre la rencia a la recuperación de la política, no
construcción de identidades y la democracia, hay que como la actuación de unos cuantos, porque en-
tener presente la noción de paz imperfecta49 cons- tonces queda reducida a la capacidad o incapaci-
truida desde las personas, desde lo local, a partir dad que estas personas muestran para leer y re-
de las historias de la vida cotidiana en tanto solver los problemas ciudadanos, sino como una
dinamizadoras y transformadoras de los significa- manera de entender la vida en común desde la
dos primarios de la cultura. liber tad, la solidaridad, la igualdad, la tolerancia
y la fraternidad. Se trata de encontrar las estra-
Cuando se piensa la paz en relación a espa- tegias y mecanismos que garantizan el ejercicio
cios más amplios, como el Estado y el territorio, de lo político, sin estar subrogado únicamente a
surgen otras estrategias a tener en cuenta. Ac- las lógicas del mercado como ocurre con el mo-
tualmente, uno de los elementos que es necesa- delo neoliberal; es decir, vincular la política a la
rio abordar con mayor urgencia es el análisis y ética. Pero, para que eso sea factible es necesa-
comprensión de una cultura de defensa dentro rio primero for talecer en la sociedad civil la no-
de una cultura para la paz. Respecto de esa com- ción de que las participaciones y acciones políti-
pleja relación entre paz, guerra y defensa, Toltosa cas son posibles, efectivas y están al alcance de
(2001) plantea la importancia de cambiar las per- muchos/as.
cepciones que sobre la identidad y la seguridad
existen. Para ello es necesario abrir espacios para C . Ética para una Cultura de Paz
la comprensión de la relación existente -desde la
prácticas sociales- entre lo que se considera que Al abordar el tema de la ética, se encuentran di-
es la paz y la seguridad, reconocer que el camino ferentes definiciones y delimitaciones entre esta y la
militar no resuelve las crisis vividas al interior de moral, innumerables campos que surgen de la am-
los estados. El problema es que tampoco se reco- plia reflexión que desde la filosofía se ha dado al
noce la capacidad política para abordarlas, así que respecto. Así que parece ineludible, aunque se haga
surge un espacio vacío que es necesario empezar de manera general, establecer un marco inicial so-
a llenar desde las acciones de la sociedad civil. bre lo que vamos a comprender por ética.

Democracia y modernidad. Ese desencanto llamado posmoderno. En: Revista Foro, No. 10 Septiembre de 1989. Pág.38
49
Aunque son varios las autores que plantean este término para su ampliación se puede recurrir a Francisco Muñoz, director del Instituto para la Paz
y los Conflictos de la Universidad de Granada.

160
Al consultar la raíz griega, êthos, encontramos
una serie de acepciones que puede ser intere-
sante tener en cuenta: lugar habitado por los ani-
males, hábitat, habitual50 y que hacen referencia
a un espacio, a una parte, donde es posible el
encuentro.

Se puede hablar por lo tanto de la ética, como la


manera en que se habita una realidad inevitable-
mente determinada en la relación con otros/as. Es
decir, la ética implica el mundo de lo relacional, de lo
vincular y desde allí la construcción de lo que es
posible como ¨vida buena.¨51

En la ética existen una gran número de desa-


rrollos, pero en este momento, parece pertinen-
te empezar aclarando que no se habla de una
ética centrada en el deber ser52 y por lo tanto
sancionada desde el castigo, sino en aquella que
par te de la responsabilidad. Se trata de una
acción ética que toma como centro la dignidad
humana, la conservación de la vida misma con
todas sus implicaciones y complejidades sociales,
culturales, económicas, políticas y que de por sí debe ir unida a la cons-
trucción de la justicia y por lo tanto trascender al espacio de lo colectivo.53

50
BADA, J. Una ética mundial para la paz en Seminario de Investigación para la paz. Pág.379.
51
¨…la pregunta fundamental de la ética es la pregunta sobre qué es la vida buena y cómo puedo vivir una
vida digna de este nombre¨. MESA sj, JA. El reto de una educación moral para vivir a la intemperie. Pág. 13.
Coloquio Internacional sobre Teología y Espiritualidad de la Pedagogía Ignaciana. Bogotá, 2002.
52
Algunos ubican los desarrollos de Kant (Paz perpetua) en este lugar, especialmente cuando habla de
la paz como un bien político máximo, ideal inalcanzable.
53
BADA, J. Op. Cit.

161
Con esta perspectiva, no se está desvalorizando a quienes asumen el
cuidado por la vida y los otros/as desde la dimensión individual, logrando
cuando más la transformación de conflictos que encuentran en su cotidia-
nidad y que pueden llegar incluso al ¨pacifismo de la convicción¨54 donde la
paz se constituye en el bien absoluto.

Se trata más de asumir un lugar que permita la interlocución y por lo


tanto la compresión, inclusive, de quienes optan por la violencia, donde se
asume la responsabilidad de hacer y hacerse como lugar de poder, en
tanto potencia y posibilidad55.

De esta manera la ética, esa manera como se habita, se constituye en


fuente de significaciones y de sentidos que apuntan a la paz o que por el
contrario pueden entrar a circular con los contra-sentidos de las violencias.

Construir sentido es construir posibilidades, es realizar aquello que al


principio era una idea y que se convirtió en realidad. Se plantean algunas
ideas que pueden ayudar a que este habitar ayude en el logro de una vida
buena y digna para todos/as:

Reconocer al otro/a como diferente y ajeno. ¨Si tomo al otro como


semejante, el espacio dialógico se empobrece porque queda abolido un
espacio de diferencia que es lo mejor que el otro tiene para ofrecerme –
y lo mejor que tengo para ofrecerle.¨56

54
BADA, J. Op. Cit. Pg. 387.
55
¨Uno pierde potencia si no se hace responsable de lo que es responsable; uno pierde potencia si se hace
responsable de lo que no es responsable; y uno gana potencia si se hace responsable de lo que es
responsable. Pero la responsabilidad es un camino… Hacerse responsable aquí no es soportar el castigo sino
construirse como sujeto potente a partir de la responsabilidad. Así, la ética se va ligando cada vez más con
el campo del hacer y el hacerse.¨ LEWKOWICZ. I. Una respuesta ética ante la violencia. 2002.
56
LEWKOWICZ, I. Suceso situación acontecimiento. Una respuesta ética ante la violencia. Del frag-
mento a la situación. La experiencia de nosotros: apuntes para una microfísica del pensar, en
www.estudiolwz.com.ar 2003.

162
Trascender, ir más allá de lo posible y de la responsabilidad ética indi-
vidual en la construcción de la paz, para reconocerse como sujetos en
relación, siendo siempre co-responsable.

Desde la diversidad se debe reconocer la importancia de unos


mínimos, que al hacerse universales no pueden quedar vacíos
y sin significado, como ocurre con los Derechos Humanos en
muchas partes del país y del planeta.57 Estos quedan en
muchas ocasiones planteados como un deber ser que
no toca la identidad, las significaciones y mucho me-
nos las actuaciones de las comunidades. Se propone
entonces, construir un mundo donde quepan muchos
mundos, donde se acepta el disenso y se cuida el
consenso, donde el reconocimiento de la pluralidad
marca un camino, una forma de tratar los conflictos,
que es el discurso democrático.

La ética debe unirse a actitudes, principios, afectos


para constituirse en acción coherente que parta siem-
pre del reconocimiento de la dignidad humana y la justi-
cia, expresada en algunas religiones a través de la frase ¨No
hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti.¨58

Devolver a la ética su fuerza moral en el espacio de lo público a través de la


solidaridad como condición y complemento de la justicia, la responsabili-
dad y la tolerancia, como la capacidad para vivir y generar unidad con lo
distinto a través de lo comunicativo, del diálogo, reconociendo que sólo es
posible ser con los/as otros/as. Recuperar en lo colectivo los sentidos para una
buena vida, desde la esperanza, la fe y el amor.

57
BADA, J. Una ética mundial para la paz en Seminario de Investigación para la paz: La Paz es una
cultura. Centro Pignatelli - Gobierno de Aragón. Barcelona, España. 2001.
58
Ibídem. Pág. 398

163
IV. En la búsqueda de otras dinámicas
culturales: Apuestas del PPP en
Colombia, Plan Bienal 2007- 200859

El trabajo desarrollado por el Programa por la Paz ha estado acompa-


ñado en los últimos años por una profunda reflexión en torno a las posibi-
lidades de transformación de una cultura que pareciera haber connatura-
lizado la existencia del conflicto armado y las diferentes expresiones de la
violencia. Sin desconocer la importancia de los procesos de negociación y
de desarme de los grupos ilegales, se debe reconocer que para lograr la
construcción de una paz sostenible se deben realizar amplios cambios en
las dinámicas sociales existentes.

Cambios que deben sustentarse en el poder y capacidad que ha mos-


trado una sociedad civil a través de las acciones contrarias y alternativas a
las violentas, tal como se puede observar en el Banco de Buenas Prácticas
para Superar el Conflicto60 del PNUD -Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo- donde se han registrado 300 acciones o de acuerdo a Datapaz,
banco de datos de acciones colectivas por la paz del CINEP61 en el primer
semestre del presente año se han dado 78 acciones la mayoría de estas a
nivel municipal (56%).

Partiendo de esta inmensa fuente de propuestas hechas por las mis-


mas poblaciones, el Programa por la Paz hace frente a una nueva etapa
de trabajo en donde recoge aprendizajes y propone una acción integral

59
Los elementos que a continuación se presentan han sido construidos por el equipo del PPP y
se encuentran en el documento ¨Plan del Programa por la Paz 2007-2008, Versión de marzo
8 de 2006¨.
60
www.saliendodelcallejon.pnud.org.co
61
www.cinep.org.co

164
desde cuatro dimensiones, que aunque se sabe no son las únicas, si las considera indispensables para
hacer de la paz parte de la cultura en Colombia.

Sujeto y Ciudadanía (Ser Colombiano/a)

Es fundamental la manera como el sujeto se concibe dentro de una sociedad, es decir, como cada quien
asume ser parte de un colectivo proponiendo y construyendo desde allí unas determinadas relaciones,
formas para resolver los conflictos o para el ejercicio de la democracia, entre muchas otras cuestiones.

Es así como se hace necesaria una visión integral de la persona que incluya las maneras como se ve y
relaciona consigo misma, la vivencia que pueda tener de su espiritualidad, las maneras como construye
vínculos con las personas cercanas que hacen parte de su comunidad hasta la manera como actúa en los
espacios colectivos y que implican el ejercicio de una ciudadanía.

El desarrollo de esta dimensión deberá permitir:

- Identificarse como sujetos en transformación, con una historia que es posible resignificar a través del
autoconocimiento y crecimiento interior.
- Reconocerse como un ser llamado a la vida, al amor y a la común-unión con los/as otros/as, es decir,
seres trascendentes (que hacen parte de una totalidad mayor).

165
- Asumir la vida como valor sagrado para rechazar la guerra y cual-
quier tipo de violencia como medio para solucionar conflictos.
- Reconocer el conflicto como elemento dinamizador de las relaciones
humanas, para asumirlo y tramitarlo de manera noviolenta.
- Comprender y resignificar la noción de bien común dentro de su en-
torno social, a partir de la cual se construyen proyectos colectivos.
- Asumirse como ciudadano/a activo/a y responsable dentro de su grupo
social, lo cual implica ejercer sus derechos y deberes y por tanto ayu-
dar a construir, con su participación, una democracia real.
- Reconocer las condiciones de inequidad e injusticia social del país
como una de las principales causas del conflicto armado y aportar en
la construcción de alternativas para el desarrollo sostenible.

Para desarrollar lo anterior es necesario contar con:

- Metodologías educativas y comunicativas que favorezcan la constitu-


ción de un sujeto que se proyecta a espacios colectivos de organiza-
ción y participación.
- Una reflexión en torno al papel de la espiritualidad en la constitución
de un sujeto que se proyecta a espacios colectivos, con sugerencias
metodológicas para su desarrollo.
- Avances en la investigación sobre la construcción de significados so-
ciales acerca de la ciudadanía en algunos sectores sociales, lo que
permitirá crear estrategias educativas y comunicativas para el fortale-
cimiento de un sujeto participativo/a, responsable en la construcción
de paz y democracia.

Comunicación y Opinión Pública

Se entiende esta dimensión como el proceso por el cual un colectivo o


colectivos construyen representaciones a partir de la interacción con in-
formación sobre las cuestiones públicas.

166
Esta dimensión tiene los siguientes elementos fundamentales:
1) Sujetos con creencias, valores, necesidades, etc., que de acuerdo a
la información que reciben y a la manera como la entienden, actúan y
responden.
2) Procesos de mediación, a través de los cuales se da sentido y signi-
ficado a la realidad donde se interviene.
3) A partir de estos elementos las personas construyen un modelo de
representación del mundo, que llamamos representaciones sociales desde
las cuales las personas inciden en el desarrollo de la vida colectiva.

El desarrollo de esta dimensión deberá permitir a personas y gru-


pos organizados:

- Conocer procesos de construcción de paz que se dan a nivel regional


y nacional.
- Elaborar información cualificada, ética, con criterios de equilibrio y
veracidad, que brinde elementos de análisis y visiones críticas sobre la
realidad y el acontecer.
- Leer críticamente y comprender la información que entregan los me-
dios masivos de comunicación.
- Comprender qué tipo de representaciones sociales están sustentan-
do la relación con los otros/as y con la vida colectiva.
- Desarrollar habilidades básicas de comunicación que les permitan
recrear representaciones sociales a favor de la paz como cultura.
- Desarrollar habilidades de comunicación y producción de medios
para generar información a nivel local e incidir en procesos de mo-
vilización social.

Es así como sectores y grupos sociales amplios de la sociedad


colombiana pueden tener acceso a:

- Información cualificada, ética, construida desde criterios de equilibrio


y veracidad, que brinda elementos de análisis y visiones críticas sobre

167
la realidad y el acontecer nacional.
- Información (datos, testimonios) que los sensibilizan sobre la situa-
ción de violencia e injusticia que vive el país, sus costos y los dispone a
apoyar la búsqueda de la paz por medios noviolentos.

Para lo anterior es necesario desarrollar:

- Procesos permanentes de formación -reflexión con periodistas y directo-


res de medios de comunicación sobre la responsabilidad que tienen en la
formación de ciudadanos/as desde la información que ofrecen.
- Alianzas para el desarrollo de espacios informativos con proyección na-
cional y altos niveles de calidad periodística, a través de la radio, Internet,
televisión y prensa.
- Publicaciones que son socializadas, que integran nuevas visiones y pro-
puestas sobre los procesos claves de construcción de paz para el país.
- Propuestas pedagógicas para la formación de audiencias.
- Propuestas pedagógicas para el desarrollo de procesos de comunicación
y producción de medios a nivel local.
- Campañas de opinión pública que recreen imaginarios sociales a favor de
la paz como cultura.
- Avances de investigación sobre la construcción de representaciones so-
ciales que pueden ayudar a hacer de la paz una expresión de la cultura.

Reconciliación

A través de esta dimensión se busca restaurar las relaciones rotas en


el tejido social a causa de la violencia social y política en Colombia. Este
proceso conlleva los componentes de verdad, justicia y reparación desde
una perspectiva integral.62
62
Es decir, una perspectiva que incluye tanto a las víctimas como a los excombatientes, donde la verdad
se teje desde estas diferentes perspectivas incorporando las comunidades; en el horizonte de la justicia
restaurativa; y donde la reparación integral que va más allá de la indemnización por los bienes perdidos
y busca restablecer la dignidad de todos/as.

168
Para el desarrollo de esta dimensión se deben tener en cuenta:

- El apoyo psicosocial, empoderamiento y organización de las víctimas


para la reivindicación de sus derechos, su participación en los procesos
de desarrollo local y gestión pública.
- Promover la recuperación y reinserción a la vida civil de
excombatientes63 dentro de los procesos de verdad, justicia y repa-
ración que hagan posible el reencuentro con las víctimas y la socie-
dad en general.
- Movilización social desde la acción noviolenta.

El desarrollo de esta dimensión permite que las personas y comunidades:

- Se sensibilicen sobre la situación de las víctimas y la necesidad de la


memoria, la verdad, justicia y reparación para el logro de la paz.
- Promuevan procesos de recuperación psicosocial y reconstrucción
del tejido social, sustentados en un desarrollo personal y espiritual que
prepara y motiva para la participación social y política.
- Se organicen para incidir en la vida pública junto con otras organiza-
ciones sociales en favor de una convivencia pacífica basada en la justi-
cia social.
- Se movilicen a través de acciones noviolentas para sensibilizar y ge-
nerar compromiso en la sociedad que se traduzca en la exigencia de la
negociación para el fin del conflicto armado y la construcción de nue-
vos pactos sociales.
- Se incluyan a los/as excombatientes en los procesos de reconcilia-
ción, posibilitando que su reinserción a la vida civil esté acompañada
de procesos de desarrollo social y construcción de democracia.

63
Teniendo en cuenta el actual proceso negociación con las AUC, se considera que no todos los
desmovilizados son excombatientes ya que continúan vinculados a este accionar ilegal.

169
Para lo anterior es necesario desarrollar: organización, estrategias, formas de planeación
y proyección.
- Una reflexión profunda sobre el papel de la re- 2) Fortalecimiento de la relación entre organi-
conciliación desde una espiritualidad, para la cons- zaciones y comunidades a través de la creación o
tr ucción de una paz sostenible. Esta debe pertenencia a redes.
traducirse en herramientas que se incorporen 3) Fortalecimiento de su capacidad de incidencia
en el quehacer cotidiano de las organizaciones y en las dinámicas políticas regionales y nacionales.
colectivos que desarrollan procesos sociales en
esta perspectiva. El desarrollo de esta dimensión deberá permitir:
- Metodologías educativas y comunicativas que
dinamizan los procesos de fortalecimiento espi- - Unas organizaciones sociales capacitadas y for-
ritual, atención psicosocial y reconstrucción del talecidas internamente, que participan en los pro-
tejido social. cesos de paz y desarrollo locales y regionales.
- Estrategias de acompañamiento para el forta- - Mayor capacidad de concertación entre las or-
lecimiento organizativo y la movilización social. ganizaciones para incidir en la negociación políti-
ca del conflicto armado y la construcción de la
Par ticipación Pública paz desde el cambio en las estructuras sociales
y políticas que favorezca la justicia social.
Fortalecimiento de la sociedad civil mediante pro- - Desarrollar estrategias de reconocimiento y apren-
cesos de participación ciudadana y organización social dizaje de diferentes experiencias organizativas.
surgidos en contextos locales, regionales y nacionales - El fortalecimiento de la capacidad de las orga-
en los que se desarrollan mecanismos y estrategias de nizaciones sociales para incidir en la vida pública
acción que aportan a la construcción de la paz y a la de sus contextos locales y regionales.
negociación del conflicto armado como política pública
fundamental para la vida del país. Para ello es necesario desarrollar:

Para ello es necesario abordar tres componen- - Metodologías educativas y comunicativas para
tes o niveles: el fortalecimiento organizacional.
- Una propuesta de formación política para la par-
1) Fortalecimiento interno de las organizaciones ticipación pública en la construcción de la paz.
a partir de la formación para la participación po- - Aprendizajes a par tir de la sistematización
lítica y de la afirmación de una conciencia colec- de experiencias en el ámbito de la organiza-
tiva que les ayude a consolidar sus objetivos, su ción social.

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- Espacios de diálogo y encuentro entre las organizaciones que aportan a
la construcción de la paz.
- Estrategias para la creación y el for talecimiento de redes y
movilizaciones de paz.

Plan Bienal 2007 - 2008

El desarrollo de estas cuatro dimensiones debe realizarse de manera


integrada, apuesta que empieza a concretarse en el Plan Bienal 2007 -
2008 y que se espera seguir desarrollando a futuro; donde también exis-
ten algunos elementos que se
hacen presentes de manera
transversal como es el caso
de la perspectiva de género.

Se considera que ésta en-


marca la acción involucrando
tanto a hombres como a mu-
jeres, y que está dirigida a la
construcción de un horizonte
ético sustentado en el valor
de la vida, la dignidad huma-
na, la inclusión, equidad, jus-
ticia y solidaridad.

Los elementos que gene-


ran una cultura violenta son
los mismos que enmarcan las
relaciones entre los géneros
en la exclusión, la inequidad y el sometimiento, por lo que una perspectiva
de género implica reflexionar y analizar cómo la cultura colombiana signi-
fican las diferencias, la valoración social existente en torno a los diferentes
roles y la forma como se dan las relaciones de poder.

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Dicha perspectiva se vincula profundamente a cada una de las di-
mensiones:

- Parte fundamental de la subjetividad está ligada a los lugares de lo


masculino y lo femenino; desde allí se construye el entramado de rela-
ciones de la cultura y por lo tanto, las maneras como actuamos en
tanto ciudadanos y ciudadanas.
- Estas formas de ser desde lo masculino y lo femenino también están
dadas por lo comunicativo, siendo este mismo un camino propicio para
su transformación.
- Procesos de reconciliación existentes en el país han mostrado el
lugar de la mujer y su papel en la reconstrucción de lazos rotos, lo-
grando transformar los círculos de la venganza. La experiencia del per-
dón permite reconocer la fuerza de lo femenino que reside en hom-
bres y mujeres.
- La participación ha dejado de ser tarea delegable y poco a poco se
constituye en lugar de reconocimiento de la diferencia; de esta manera
la equidad y la solidaridad nacen del encuentro de diferentes visiones,
una de ellas la que aporta el hombre y otra igualmente valiosa en la
construcción de la vida, la aportan las mujeres.

Con estos elementos, el Programa por la Paz - Cinep, quiere


dar vida a un espíritu que se compromete con la transfor-
mación de la cultura, haciendo de la paz uno de sus valores
centrales.

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Para ampliar el tema en torno a la construcción de la paz desde la organización social en Colombia,
recomendamos el texto ¨Apoyo a iniciativas ciudadanas para la paz¨ elaborado por Fernando Sarmiento
Santander del Cinep por encargo del Programa Participación Ciudadana para la Paz - Pacipaz de la GTZ
(Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit), donde también se encuentra un índice con 115
materiales para la paz.

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