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Labosatorh Las formas de crecimiento urbano Manuel de Sola-Morales i Rubio Primera edicién: abril de 1987 Roimprosién: marzo do 2006 Disefo cubierta: Manuel Andreu Manuel Sola-Moralos, 1997 © — Edicions UPC, 1997 Edicions de la Universitat Politécnica de Catalunya, SL Jordi Girona Salgado 31, 08034 Barcelona Tel: 934 016 863 Fax: 934 015 485 Exicions Viruals: wwnv.edicionsupc.es E-mail: edicions-upc @ upc.es Cubiorta: Sorvai de Publicacions dala UPC. Compesicién y fotomecinica: Edition Book y Gover BCN Produccion: EI Tinter, SAL (empresa certificadia [SO 14001 | EMAS) La Plana 8, 08032 Barcelona Dopésito logal: B-21414-2003 ISBN: 84-8301-197-2 (Scbloccns onlays a epi bal opal sa srn pcs dso prewrse. ‘SSrordoasta nomgues ys tena tora. Yt una oo Introducién 13 Las foumas del evecimienta 19 SLESTLDIO DEL CRECIMIENTO URANO Capital v ciudades en Catalunya: una perspectiva de ttwio 25 1. El crecimiento de las ciudades espafolas I 2. Chusas estructurales dol crotiniento urbane (0: desoquilibiog regionals y movimiontes migrateros 42 ‘3._Gausas estructurales del crecimiento urbano (11): la industrializacson 43 4 Las causa indrectas dal eresimiento wrbano (I) of mereado del suelo 45 5. Las causasindirectas da erecimiento urbano (IN: policas de fomento y planiicacion 46 Crecimiento urbano como inversion de capital fo Er] ‘LAS EORMAS DE CRECIMIENTO LIRRANO La relacin morfologia-localizacion 3 61S fois de crecionianta wihana a 7. Las tipologias descriotivas del crecimiento urbano a 5. Las tipotolas estrueturales del crecimiento wrbano 78 9. Laestructura espacial del erecimiant (): as elaciones entre los diferentas uS0s del suelo 79 10, La estructura espacial del crecimiento (ll): las rolaciones de accesibilidad 50 PaLiganas #1, Andisis a os polionos de la comarca de Barcelona (I) sy 12. Andisis 62 los potigones de la comarca do Barcelona (I sy 15.Ideae ieologla del poigono. 3 ‘4. Los grands ensembles trancesas 88 15. La exparincia de las siadiungen centoauropeas 3 16. Los barrios de postquarra en los pases da Euroma oriental 35 ENSANCHES Los onsanch 4 Por aus 221207 119 Aaliiea de ensanche ir 4B. Los instrumentos do gestibn del ensanche 126 19, EL ansanche de Barcelona 128 20. Gionsanche enciudades menos 21, ELansanchs y ta ciudad 132 22_Lacuadfowla Caractonsicas de exiicanién 134 23. Lamalla de referencia, Transformaciones en los ensanches 16 CRECIMIENTO SULIRRANO Grazia: Disefio del suelo y forma urbana en los origenes de la Barcelona moderna 145 24_La wivienda unitamilar coma slemerta comin de estas lounas de crecimiento 25._Usbanizacién suburbana y vivienda suburban 184 26, Las formas de crecimiento suburbano 158 27, La vivienda suburbana como tipo bass en policas de vivienda 158 UBBANIZACION HAABGINAL 28,_La urbanizeci6n marginal en Barcefona: el proceso 166 28. La urbanizacién marginal. Su locallzacién on Barcelona. Causas explicativas 168 30. Ejemplos da urbanizacién marginal 170 31, La evolucion de la wrbanizacion marginal wm a urbanizacién marginal y la tormacion da plusvala del euelo 175 cWOAD.JAADIN Unwin: por un urbanismo particular 187 32, La ciudadl-jarain 130 8. Teoria y métoda en el origen de fa ciudad jardin 11 34, La primera vuelta inglesa y la segunda americana 192 35, Derivactones de la cludad-jardin 194 36. La ciudad jardin en Catalunya 195 15 cevepelonal,y donde la idea del proceso urbano se asia bastante al funcionamientoiberal-cornpetive de is cversas formas urbanas, en un teido que resuta a posteriori imagen expresiva de su \6gica de formacitn, También esté claro que esta idea de la forma urbana miltiple -donde fa variedad de las elementos y los procesos es el material que debe conformarse en seeuercias y episodios sigifieatives- no supone asurni un comportamiento precisamenta liberal y competitive de (os sujetos sopiales que la integren o de la Sociedad humana que Se mueve en ella. Wo, Es ésta una tearla de la pura forma fsica, en la que los elementos son las unidades de forma (tipos edficatcros, parcelas, calles, infaestructuras), y los procesos individuals son los diterentes mecanismas d actuacién, construccién, propiedad, uso y Iranformacién que van siguiénidose a fo largo del tempo Mortologia-ipologia forman un eje de dualidades al cual se pueden reteririas formas de as leentes partes de a ciudad, segun las carac teristicas arquitecténieas y constructivas de la etificacién. con un argumente conceptual poco conocido, Pero sien los trabajos de Rossi y de Aymonino, 0 en los de Panaraly Gastex, estas dos categoria pavecian suficientes para analiza a arquitectura de ls ciadades, me pare ce, todavia hoy, qu una explicacin estructural mds cornpleta dela forma urbana en sus partes y en Conjunto, en los proyectos y enka his toria, en sus momentos brilantes y en sus zonas vuigares, en sus resutados pero también en sus procesos- necesita reconocs la impor tancia de las formas infraestructurles (os trazados varios, las redes de servicio, los mdrgenes de agua, los nudos de comunicacianes, los grandes accesos) como formas indepeniientes -en el proyecto, en su ejecucion y en su funcionamiento- da las formas parcelaras que, mor- Yoidgicamente, configuran et diseto del suelo Gon toda ta variedad de formas, sistematicas o casuales, compuestas gpométvicamente 0 a ‘veces por repetitin,otributarias ain de las situaciones topogticas, agrcolasy catastales precedentes. ¥ qué, por tanto, visto més bien desda el proyecto que desde el recenocimiento geogrdtica, et concepto de morfotogia se ha de aclarardistingulenc ls formas del ints estructura de las formas del porceario. Midas de esta forma, las diferentes maneras de organiza calles, solaes y casas -inraestucturas, parclas y tios~ son formas de Urpaniacién, Parcelacion Editicacién que, en sus cferentes combinaciones, dan lugar alas formas urbanas. ¥ entender ta forma urtaa, en toda Su variedad, signifea enterderta como resutado de ideas y proyectos sobre «a fovma de la Urbanzacin + a forma de la Parcelaiéa + la Jorma de ta Ecfcacdns, cada una oe eas sujeto de ideas y proyectos propios, con ritmos de ejacucién aterentes, can momentos de rigen iterentes y dmbitos de escala también ciferentes, pero que a veces también pueden ser uritarios Y este entendimienta nos puede dara clave para entender, clasficay valorar la totalidad de ls formas urbanas aparentes, y también para orienta la naturaleza de los proyectos uanos _adecados para cada ocasién. La descomposicign conceptual de a Forma Urbana -un concepto simpdtica para todo el mundo, perc hasta ahora prcticamente initil por su extensién y vaguedad- en tres niveles de Forma superpuestes -de la Urbanizacin, de la Parcelacién y de fa Eeiticacién: diferentes ente i, con leyes y azonamientos propios de su Hgica, con rtmos y condlcionanta social histérico diferentes, con ‘orente impacto visual y estético, proyectados a veces conjuntamente y a veves con total independencia, es un paso analtico que, aunque ‘893 el precio que at esquamatismo necesaramente comport abe, en cambio, una lz tadriea importante para él eonoeimiento y la proyes- facidn de unas formas ia dc la ciudad como tal- que, si no, eaen demasiado a menudo en un tratansenta simplemente subjtivo oItearo. Este es ei molde del curso y el fondo elemental de un pensarianto analtico sobve La ciudad que a o largo de estos afos parece haber prodicido, en la eficacia de su esquematismo, el truto dela simplicidad en ef bien entender a ciudad que fos arquitectoe que han salido de ‘sta Escuela han demostrado en la mayorla de sus intervenciones wrbanas més comprometidas Es verdad que, metodeldgkeamente, este camino 8 deudor dal presupuesto estractursta de los aios 70 consitente en la defnicién sisto- mmitica de unos Conceptos ¥ en la confianza en la articulaciéw de 10s concepts como generatiz del conocimiento. Es verdad, también, que Io {que en su momento fue eriicado de como meramente deseriptivo (es decir, no estructuramente explcatvo), podtia serio hoy, contraia Intradonsion ‘mente, como sobredetinico. No obstante, pienso que establecer el puente entre las formas urbanas tebricas y sus margenes de Nbertad-o de indeterminacién, esclarecer sus diferencias y akernatvas, sefiala con bastante justca el eampo y la escala de opeionalidad para el proyecto ‘uvano y, por tanto, para la itervencién profesional del arquitecto en ta ciudad, con cbjetivos urbans especiicas y na sto edticatoros La misma idea de -arguitectura dela ciudad so defiende aqu! de manera bastante diferente a como ciertos epigonos de la tendenza la han interpretado, sin concesiones al oportunism de «reduc fos probvemas de la forma urbana a los estrechas lites del profesionaismo, Yo crea que hay una arquitectura de la ciudad que no es lt de Sus edifcios indviduales, ni tampoco los proyectes de los espacies vacios, imo que esté en fa aticlacién formal de sus partes} 1 éntasis puesto sobee las formas de crecimiento como momento de fa produccién dala ciudad, que es ala vez momento en la produce ion de a civdad, ¢s un enroque conceptual, tipicamentealthuseriano, dt cual, pese a todo, me alreveria a defender la actuaidad teica. Rodedndolo hoy de otras razones pero con la misma energla para procisar al dnd, el cusndoy et coma puede el arquiteeto hacer ciudad en sentido general. El arquitecto como prayectista-es decir, como configurador- de las formas del crecimiento urbano, queda bien enten dido como engranaje dentro del sistema productivo dela ciudad, pero también come factor independiente que genera por sf mismo el cre- cimiento, tal como fa forma es en parte resultant extema y en parte auténoma. Comprender bien este ahorraria muchas horas y paginas indtles de debate banal sobre la gicotomia plan-proyecto y muchos descubrimientos Ge diicltades teicas, que slo laignorancia puede wesentar como nuevos y mediterraneos. ‘No.es tan ti -e6rice y précticamente- toma la ciudad como campo de proyectos (las experiencias municipal dels itimos diez aos lo demuestran ampliamente) siempre que no se acepte la miseria intelectual de reducit a maqullaje 0 a expoiaci6n toda el sentido de la ‘arqutectura de fa ciudad. Las formas urbanas ejemplares cemuestran hasta queé punto es necesaro el proyecto, laideay a innovacion ata hora de hacer ciudad; tan nevasavio como inseparable de otras cuestiones con las cuales el arquilecto wrbanista ha de aprender a tral: la ‘topagralia, a propiedad, la Coexistencia de formas controladas formas Indecsas, las diferentes formas de accestbildad, y el tipo -jah eliempol principal material y principal objeto de la construccion de la ciudad. «Como en el dalle, (oda la cuestidn estd en mecir bien ef tiernpo mediante ol espacio, Como los que bailan, describiondo figuras y distancias can formas que representan el ritmo -los pasos de tiem po musical, fa creacisn usbanistica ha de atreverse a dar forma al tempo con las materiales fisicos del espacio wrbano=? estudio de las ensanches:-grandes y pequefios-. alos que ef Laboratori éUrbanisme ha dedicado tanta atencidn, la Interetacion de las coreas o urbanizaciones marginales, el inventari de los potiganos de vivienda en el drea de Barcelona, las repettivas lecciones y efer Ciclos sobre ciudad-jardin y patcalaciones unitamiiares (en la cabecera, el bro de Unwin), la editieacién suburban, Gracia, la Barcaloneta son paradigmas tan constantes e insistentes que han acabado pareciendo conceptas conocidos por los estudiantes, incluso antes de empe zar ef curso. Como un vocabuario de cada dla, que ya no hace falta explcar porave es del dominlo comin, porque ha aprovechado el paso agradecido de vente cursos para perder el acartonamiento tecrico quel programa funcional necesariamante tenia, hacia la naturalidad y el ‘ono convencionat con el que hoy se habla ‘Ahora los programas de nuestros eursos de Urbanistica pueden orlentarse mas cirectamente al proyecto urbano coma campo de discusidn y de ejercicio. La experiencia de los citimos veinte afios en muchas ciudades eurapeas y americanas ha dejado més claro ‘el campo y la importancia del proyecto urbanistico, como propuesta Integradora entre tas formas urbanas y las arquitecténicas. ‘Expariencia que dastaca todavia mista necesaria simbiosis. ce Las diferentes escalas de actuacion y de razonamiento que se conjugan en las intervenciones urbanas sigifcativas, y por descrédito de aquellos que -por comodidad o rutna-prefertan tenes como riveles sepa- rados, Me parece que un objet tedrco principal para la proyectaicn urbana es superar las limitaciones que tas versiones més simplisas det paradigma tipologla-mortologia han producido come férmula de aplicacién insulsa. En aste sentido, e reconocimiento de una nueva parce- Jacida de acuerdo con las acualas formas da promocin, e estudio Gel orden abiarto darivaco del movimiento moderno como un meca~ rnismo compositivo casi inexplorado, fa tendencia.dominante hacia el ediicia grande y aisiado como un tipo cast obligado, el interés pro- yeetual dal dsefo arquileténico de kas grandes inrasstructuras y dé las construccionas de servici, ete, son los temas pilto de fos cur 505 actuales, porque creemos que son hoy los temas criicas del urbanismo real. Los viejos entramades de fa tipologia-morfologia se han de ejempliicar ahora con laos nuevos y ms complejes, pero también suficentemente cesistentes y rantes Esta es una tematica intrigante, llena de agujeros y da cuasttones dudosas. en las cuales, sin emibanga, nes jugamos la. forma de las clu» ades en los afios venideros, dance nuestras tesis estaran mas por una arqutectura y un urbanism de articuacién de las cierencias come propésits formal predominante- que no por la revindicaeion municipal y por la reconstrucciOn mertologica que han caracterizado la trbanistica desde 1968 hasta hoy. En esta reesicin del programa hemos afadido les textos de algunos escritos contempardnens que lo desarollan y que pueden senir fara comprender mejor su contenido. Son textos que resumen estudios de investigacit u opiniones que actualmente son Didiiogratia pro pla del curso y que muestran cémo este curso ha sido la matriz de todo un conjunto de trabaies. Estas artievlos no figuraban abviamente eel programa orginal porque:no estaban ain esesits, Los anoxos de bibfiograia del LUB iustran hasta qué punto este programa ha sido la base de un trabajo colectvo, Joan Busquets, Juli Esteban, Amador Fercer, Antonia Font y José Lu's GOmez Ordéllez tveron sus colaboradores ineiaes, en a investigaidn y la docancis, durante ol curso 1971-72. Después, Enne Serra, Eduard Bru, Rosa Barba, Miquel Corominas y Jaquim Sabat® dieron su aportacién perso ral a programa, La tesis doctoral de Busquets sobre las urbanizaciones marginales de Barcalonay la de Amador Fetter Sabre los poligonos de vviendas fueron furdamentales. Ena escuela de Arquitectura de Valladolid, Antonio Font empen6 fos cursos haclendo un programa para- leo a ste, que todavia continga, Tambin ha influido en las escuelas de Arquitectura de Las Palmas, de La Corufa de Port. En cuanto al resto, nos ha parecida mejor dejar el programa en su estructura y formato iniciales,Incluso la exclusiva revision de fa Dito oratia habia Nevado a una representacidn sesgada del propSsito actual ya un producto completamente nuevo y diferent. Las iustraciones son eff de las precariedades del momento en que se inicié el programa y testimonia de ls difcutades de informacidn, cuand todavia ‘no habia libros, ni revistas, ni perbdicas, ni novelas que hablasen de urbanismo en la forma en la que nosotros estdtamos haciéndoto. CConservando su version original, slo ofrecemos un fice de ideas, terns y referencias sin expicar: es e! programa de un curso. Pero en cambio espero que fa esteuctura de guiOn peta al lctorinfoxrado, 0 simplemente cesplerto,relacionar las referencias que le sean iis cercanas, y entender ripidamente la idea y a acttud sin toner que leer demrasiad, Tambien permnitird a. algunos de los muchos arquitectos que en estos afios han venido a nuestras cases y hen seguido nuestros elec os, rfrescarviejs ideas y stuaclones y quizk-quién sabe- entenderlas mejor. Laboratori Urbanism Bareslona, septiembre de 1991 ‘Agradezco especialmente fa ayuda a esta edicién de Pascual Mas y Josep Parcerisa, profesores que iitimamente han ampliado el pro- ‘rama, [a de Mista Katz, coordinacora de las pubicaciones det LUB, Ver del mismo autor, 1 2 3. «Barcelona» Col. Materiales de la ciudad. G. Gili, Barcelona, 1974. «Spaciaterpo e cité» Lotus international 51, Min, 1986, incluldo en esta misma puiiacin = Rieanession! urhanos Aredo Urbano n® 26, Roma, 1968 Las formas del crecimiento Mor de Soares ‘eke pbized en as earl, SI 1988: «Spain, tengo t cits Toda la cuestin esté en medi el tempo con ol espacio. Camo ‘enel bale, en que se describen anos y distancia en et espacio ‘como formas por las que ropresentamos el rtm, los pasos det tiempo musica, en ta concepcién urbanistica hay que atreverse también a mecir el tiempo sobre el espacio, ‘ui, después de la masica, la mds perfecta métrica expresi- \a del tempo, ninguna otra actividad creativa requiara una incor= eracion del lempo come materia compositiva tan propia coma ef proyecto urbanistico, Pero el baile rbanistico tiene partiipan- tas envarados, que no comprenden los tempos de fa obra urba~ 1na- tiempos muy laigosa menudo -,y confunden el proyecto con ‘a construccién de una maqueta 0 de ua objeto industri La construccgn dela ciudad - de una parte de ciudad - combi- ‘na ao largo del tiempo ls distintas operaciones sobre el suelo y ‘a edifcacion, y la complejidad de su resutado no es séto repeti- itn de tipos 0 yuxaposicién detelids, sino que expresa el pro- oso eneadanado en que las formas y los ramentes construct- Ys se suceden can ritmos propos, Distanias o contiuidades, dineaciones y vatios,perfiles y encuentros, slares y manurnan- tos descriten astla secuencia de un proceso temporal materiali- zado en formas estiticas Pero las figuras de Robe-Grilet han parado de bailar en HMarienbad, Ya no distinguimas apenas entre balarines y esta~ tuas. Los colores que distinguieron lo vivo se contunden con ef as de marmotes y pavimentos. Cuando se habla de morfologaa bana - tipo edificatorio- estes 10 que ocurr. El proceso tern- poral queda muerte petificado la dalctica entre detales y can junto se reduce alo invariante repetitive, el tiempo ya ha dejado de exstr. Parece como sila forma urbana fuese dato arqueolégi- Co para examinar desde arriba, y poder descriir asi sus reias de coherencia, Pro el temp - al tempo interno a! proceso de cons Iruceidn urbana - queda fuera. Por esto la relacon morfologiatipo na aportato poco al pro- yecto urbano. Ha favorecido los mimetismos, las arqueologis- mos, Ha legtimado hasta el abuso las reconstrucciones y tas recuperaciones, La fuorza Ge sus sugerencias acta casi slempra en sentido involutive. ¥ para la ciudad eontemporinea no ha odio anortar mas que el desprecia (0 un resentimiento entre fa ignorancia y la nostalgia) E proyecto urbaniston es proyecto para dar forma a un proce: 50 tisico, arqutectnico ¢ ingenieni, que combine suslo, edtica- cién einfraestructura. Cuando, en ef LUB, expicamos esta distin- ion a los estuciantes, el descubrimiento resuta de tal cavidad (ue fo recuerdan toda fa vida. Le construccién de la ciudad es parcelcién + urbanizaci6n + eificacién, Pero estas tes opera- clones no son actos simulténeos ni encadenados siempre de igual manera. Al contraro, de sus miltiples formas de combirar- ‘se en el tiempo y en el espacio, se origina la riqueza mortotégica de las ciudades. Tanto mayor, cuanto mds variadas sean las fo- mas de esa combinatola No, no. No Son los planivolumstricos nls estindares, os reg imentos nilaszonifcaciones, & momento del proyecto urbanfstico. Proyeetar las formas del ereciméento urbano serd confgurar un ‘lima de tempos que combine suelo, eiicacién ¢ infrastructure con formas mds sutles més all dé los que puadan cactaniplase en ‘a construccién arqutecténica o la produccién industrial Cando Unvrin proyecta Hampstead, o cuando Berlage proyec- ta La Haya, tienen en su cadezs un encadenado de formas que Son ala ver tas del trazado viero y las del reparto del suelo en parcelas, la de caricter de fa obra piblica a construir en plazas, fuentes, calles y monumentes, y ta de las arquitecturas residen- lales en un canjunto de tamaitos, estos y agrupaciones, Sy idea Global, que es Gniea y fj, paro dversifeada, surge precisamen: te como canjuncién de las formas que tamardn los: momentos sucesivos del proceso de construccién urbana. Mirerios en Hampstead cémo la division del suelo, marcada en tuncidn de tuna idea de casa que Se anticipa, forma ta armadura fundamental 4s ls propuesta; pero esta disposicién de solares va (ntimamente ligada a la contiguracion de calles y cruces de modo que s¢ ‘efverzan mutuamento. EI momenta iniialosté en la clecién y agrupaci6n de solares, pero la imagen del area se contia al trazar dio viario que es el qua resumira y expresard la organizacién con- tov Servees Sel wesieniontn__ tari, parece desaparocerlanocién misma de trazado urbano, Sin embargo, a posterio, resulta incluso en estos casos que el tar zado queda como el elemento permanente y expresivo de la forma ciudacana al cabo de tos ates. Porque al argumenta mortoldgico hasta agu expuesto hay que aad, en favor del trazado, la razbn compositva, Imagen y forma de ta cludad construida se resumen en las trazas planimé- tricas de calles y espacios péblicos, de las que los volimenes ayuda al recverdo, Nos intresa proyectar can el trazado, pues, por ser on tado «caso resumen clertey colectivo dele forma - construible cons: ‘tuida - dé i cluded, Nos interesa como instrumento de proyecs to, capaz de jugar con a tiempo futuro de las distntas construc cones, sin mover su forma Tada de una vee por todas. Nos inex resaigualmente, para interven ena ciudad ya hecha, com rato rencia entre fo estable y lo mévil, entre lo infraestructural y lo volumeérico,entte el tiempo y el espacio. La tadicion compositva sobre la ciudad (la de Beriage y Unsin, ee Garniat y de Hiberseimer, de Olmsted y de Burnham, de Perit, Tau, de Finett, Quaroni..) tena en el wso del trazado su recurso discplinar primatio, Las simetvias y los eles de las composiciones Boaux Arts, han de seguir sienco justamante cr ticadas, (pero no por ser composiciones de trazada!, sino por sae bste como expresion de jerarquias y relaciones aspaciales falsas 0 inexistentes en la ciudad actual ‘Ala inversa, hay que denuncar la confusién del trazado urba- ‘a como proyecto 0 como permanencia, con la banal noeién de «espacio piblica» (0 de lugar witano) con que recientemente ha \enido confundidndose ad nauseam. La plena vigencs actual de la maniputacién del trazado como instrumento de proyecto exige siempre su comprensidn precisamente como pardmetro de rete- rencia comin entre las oistintas formas constuidas da las amas urbanas y como pauta espacial, sutl pero potentisima, de sus transtormaciones tornporales. En of programa sobre «El trazado y la ordananza» que desde hace aos explicames a los estudiantes de arquiteciura en arcelona, la claridad (sin confusion posible entre plea y privado, entre leno y vara), la permanenca (qua combina rigor y fexilidad). y la economia expresiva (00 mis formas que las necesarias) son temidas por ls principales vitu- des proyectuales, Desde John Craig en Edinburgo hasta Frank Loyd Wright an su Brosdacre City, desde Burnhen en Chicago hasta Perret en La Fave, la cialécica inten ive tos ntmos componentes de la forma urbana ha sido la provocadora dela creatvidad urbaist a. Pero laga el IAN I de Bruselas,y Le Corbusier decide aten- Gonar el estudio de ciadades barrio a barrio, la discusicn entra formas de sueo y formas de editcaci, y desplazarlatarea aun bate Global sobre la ciudad en sus tunciones de conjunto, Sera nla Carta de Atenas y 6] IAM IV evando el proyecte waris co quetara sividico entre ayes y palabras. por un lao. y volume tas abstracts por oto Y cuando Gropius royecta Dammerstock, la nocgn de tempo na oesapareido dla concepcion la cbr. proyecto es: unitar Fie, monoliico y simultinea,y el bale se ha converte en pavada militar. Serde! proteipa de tod les Nousing projets, tos grands censambles, los pogonos que como ferma comin dein urbarist- ca madera van a lena las peifleias de las eidades europeas Uroanizaion,parais:Gny edtcaién son an simuitinees y un tars, y consttuyen un acto puntval de constuccion utbana Gosiiin y proyecto se contunden en esta imagen concentra que a rain, en arta, ds fa monotonfa resultant ye lx ncapacat dl Sigaticar para la Gucad algo mas que epssoces sstades, También ia Barealoneta fue en su onigen un barvio de nueva planta. Pero i paso del tempo ha constr ido sobre aque! traza- do un hecho urbano mds rico, que reforzande las vitudes de su \@gic orginal, yarn puede reductse ala pura reguznidad de sus cases, AI contrario,civersigad y caticta formal son pratagons- tas cada vee mis evdentes de la imagen del baeio, Eero ha atadido nuevos sitmos a aquella geometria. Y, sin ambargo, ‘hora mis que entences, el elemento fundamental, sintica por ‘exeelencia desu forma, es su taza. Un tazado eapar oe ran tener ia tensifn de a cialéchca continua ente cenoapto y forma, El estudio del crecimiento urbano Capital y ciudades en Catalunya: una perspectiva de futuro Monel de Sl eres ete pbizode en Cty cop Hen 2000 {itr Blue, 1979, (Traducée deleignal coon) |. Crisis definitiva del régimen franquista, crisis estructural del desarrollo copitalista Des cambios fundamentals, claves, marcan las persperctivas el tertitoro catalan en el momento actual. En pocas circunstan- ‘se habrd prod ucdo con tanta vveza, al argo del siglo, una situacion en la que el pasedo entre en crisis, deforma atva, con la apariencia de rebosar tanta expectativa como ambigiedad, pero que sefiale de forma abierta, en cualquier caso la profunda iterdependencia entre los dstntos niveles de incidencia sobre el lerritaio, y fa unidad de cualquier reflexion que se estuerce en comprendertas desde una dptica general; desde una éptes que, al relacionar en su historia y su dindmica tos factores econém cos, demogréticos y polticos que se hallan en fa base de esta interdependencia,capte fos cambios en fa estructura social preci- samente en las formas Gulturales que adquier el territario, a) paso a una democratizacién progresiva de los gobiernos Focales asi como la usstereivindicacién de autonomva jurl- fica, administrativayfiseal que asume mayoritariamente dal proyecto poltico de la izquierda catalana, debaran cambiar las carts del juego del teritorio, sin que, ya pesar del dibu- jo del nuevo juego de catas, se diferencie ms que en aque No que to distingue del juego usado. Pero sise susttuyen as cartas de wna en una se corre el peligro de acabar en una contusion total, y dé que quede aplazada para siernare la contiguracién de un nuevo juego oe cartas, ‘La demooratization plitiea peoyeeta sin sombras laespe- ranza de acabar con la explatacién misera de la plusvalia inmediata, con la ebrrupeién especutatva @, incluso, con Ciertos mecanismos de acumulacion basadas en la corrup- ion administrativa y en fa picaresca.irracional del abuso controlado. De momento, los objetivos mis protundos ‘esultan cities de plantear, objetivos que, desde una pers pectiva de pactointeclaista,resutan siempre quimércos, Ineportunos © bien antigconémicos. incluso ta légica dela ‘ecuperacién democrdtica de injusticias pasadas yla correc: in de desequilbrios relatvos son ya una sola pretensiGn (qe atafe alas bases mas protundas del funcionamiento det sistema terntaral tal oma venia desartoléndose Si se puede hablar de una maniiesta conciencia de recx peracién que caraceriza la actuat politica urbana de los par tidos de lequiarda, desee la dotacién de fos extensos subur- bios metropattanos, la delensa de tas costs, tos transpartes péblicos alos cents histricos de las cudades 0 el alquiler limite, solo se encuentran ayudas minontarias que permitan \vanstormar esta detensiva estructural en un modelo positive cue rasuite ala vez echerente y movitizador Las contnibuciones criticas recientes han sido en el pasa- o inmediato fuertes, pero es convenientedilerencarlas en os grupos distintos: as que intentan sobratodo a denunicia Yas que intertan, antes que naga la aterntiva, et cambio de mtodo. La distineidn entre fos dos grupos no es precisa, ya que la mayor de los ejemplos son ristos, aunque todos sean priorarios en uno u atr sentido, No hay duda que han dominado los primeros, aquellos que han otorgado la prima- cia ala utiizacin Indiecta de los aspectos trritriles con al tn de atacar temas de oxganizacin municipal, de injusticia tributaria 0 de desigualdad distnibutiva del consumo, Mo tan iteresadas en averiguar como estes problemas implicaban en gran medida un falso entendimiento de los objetivos, cuando una alternatha tenia que redefinir no sOlo as tes puesta, sino mas bien las preguntas que hoy tendan a pro- doit, desde una siuacién polticamente avanzada, respues- tas solo mecdnicas a las antiguas solicitaciones. La confan- 2zciega que hoy parece que se otorga a a planificacién urba ristica, con una fe oréenancista y buroctatica, lagalmente rigida desde los mecanismos cldsicos de la adminstracion, deters por los mismos grupos y personas que hace noCo consideraban todavia wsuperestructural» @ wideol¢gica» cualquier rellesidn sobre fa ciudad, es un ejemplo de este andlisis demasiado instrumental de los temas teritorisles, 0 eredie dot crecimiento wives Ei falso popuitsma que tiende ala clsolucion aparente de los problemas tertriles en los mecanismos de programacién, _absurdos porque son irrealeso ben tecnocrdticas porque son dermasiado reales, muestra también a menudo una fata de atencién a a verdadera naturlera alas importantes alterrat- ‘yas que planta ia gostion del terrtorio. Los grandes temas de ‘atencién popular durante los iikimos meses (rasvase de bis aguas de Ebro, centrales nucleres, remodelacidn de nies histricas, gobierno comarca, vivid coma senicio dco, ft.) damuestran que la justificacion defensiva y recuperatia 3 insufclente para aimentar la imagen de transformacién democrética de! futuro, que las poblacones de Catalunya aso- Cian ofactivamente a la perspactiva del cambio poco actual 1b) dunia canal cambio palfico, se produce i frenaga ecené- ‘2 que actualmente la crisis comporta en las pauas de Iver- sion uibanstica expansiv:resticién de las propuestaspui- 2s, Iberallacin del mercado oe a vivienda medians as leyes de privatizacin de fa promacign subvencionada y cel desbloqueo del abquiler, dismimucidn de ls tasas inmigrato- rs, Estos cambios coyuntules sefaan un giro radio en las ‘endencias de ls times quince aos de marcada expansion ‘ y «subordinaciéne han aperecito a menedo, resumen de los males y problamas -y de las soluciones- parece concentrarse en la negatividad de este esquema, Metropaltanos y comarcalistas, cetialistas y autogestionarias, industriales y ecologistas, centraron una discusicn no siempre ‘eimarcada por un andlss claro, sino justamente insoluble por fa ‘equvocada detinicién del problema, Sequramente a aternatva en a que se hallaactualmente etern- torio catalén se ha de entender desde una cirta Spica de historia ‘econdmica en un periodo ms largo, que englobe la naturaleza de los iterentes pracesos que canfiguranlacrisis actual, cual noes 61a efecto de a cojuntura, sino de toda una especifica superposi- im histoica,cuya estructura no puede tampoco reconducise a esquemas excesivamente simples. Se han de tener en cuenta las formas pecutlares con que durante ls dios sigios se configura en Catalunya primero el desarrollo del capalsma primitivo, y des pus la cultura madema, y cdmo se caracterza la eispesitidn del terior y la naturalza Ge tos problemas actuals. Aunque por el momento la refledén goneral sobre fa estructura tenitoriat de Catalunya sea excesivamente escasa, y a veces desviada la ei- dente oportunidad del memento impele a recager tages los efe- smentos disponibles y avanzar algunas hipttesis que permitan esciarecer colectvamente fas opciones de futuro, MIL. La formacién del territorio moderno de Cotalunya 4} Una industrializacion esquizofrénica La primera figura de fa moderna historia econémica espafiola, Jauine Viewns, reconocta ya en 1960 en fa historia de la indus 7 triaizacién espafiola de los dos ultimos cigos, las caracteristicas tipicas de la indus rializecidn en areas mediterréneas, a) Fuerte regionalzacién de tos grupos industrials, al menos, hasta cierta fecha reciemte +) Dopendencia dela expansion de estos grupos -exeopto dala industria tex- de las ingesiones extraneras, af menos en sus etapa iniciales. 6} Biminacion dela competencia extranera, gracias al prin plo del mercado reservad y la amplaciOn de otras tantas aduaneras. 4) Dependencia del extanjero por fo que respecta a matetes rims, utile e innavaciones téicas ) Sumision dela. industia a las fuetuaciones de fa actividad agraria Gel pals, su principal twente de iquaza hasta la actualidad Esta definicién ldsica de la focalidad de un fuerte desarrllo en las regiones industrials trente al conjunto nacional qua se man- tiene anclado a fa agricultura tradicional, con el suelo mal repar- tidoy bastante despoblado, sin capacidd de consumo y eon un bajo nivel de conciencia técnica y econémica, encaja ya el tras- fondo (los principcs) del desequiirio regional interno (en tér- minos de rentas seetoriaes y de mercado de trabajo) y de (2 dependencia extarna (en términas de mercado de captaes y de tecnologia), en que se ha de considerar la intensa industriaiza- cin de Catalunya Quince aos més tarde, su cisetpwlo Jordi Nadal? confimaria lo que podia pareeer una desczipelén de simple espetiatizacion territorial, alustandola a una tesis mis precisa: la del divorcio ‘entre las translormaciones en la Espafia industrial yet inmobilis~ ‘mo secial y ectnomico en ta Espafia agricola; la ausencia, no Glo de ura revolucitn agreria, sine incluso de «cambios pro- ‘resiv0s» sensibles en la propiedad agricola y miners, sord la ‘causa bdsica del etracaso» dea revoluciOn industrial en Espafa ‘la escaser de copitales locales se sumard el cardcter explota- {i ertutia del crecimiento wane. ‘entre poderes desde ariba, més que una paticipacion real de nue- ‘vas capas sociales en ta proniedad, al estilo de la revolucidn ala strancesayS. Los cambios de mano desde la aristocracia y la ‘obleca hasta la alta burguesia comercial dejan cast siempre sin moditcar ts estructura dela propiedad. Aungue este efecto tiene ‘co interés en Catalunya, dande las grandes extensiones lattun- distas no hablan existido ni tampoco habia una nobleza terrate- niente igada al poder entra, sino uns feudalidad saferial mis locatsta, sucesivamente domesticada por retarmas jurdicas pro- ‘resivas (entenisién de a parceriay la enfiteusis}:no cbstante, fos seforas reforzaron la continuidad de la posesin cl tierra. En cualquier caso, lo que resulta comin es fa inexistencia de una clara revolueién urbana ligada al erseimianto dela industia- lzacin y de la sociedad burquesa, en el sentido de implicar una transtormacién sustancial de toda la estructura territorial ante- ‘ior, Los precedentes histricos de los enclosure acts, y del des- ‘oblamiento rural como factor precedente de ta recrgantzacién capitalist dolaagricultura y como origen de a repablacin de las ciudades, no tlenen un paralelo comparable en tos fendmenos «we aparacen en Catalunya ~7 en toda Espatia- a fo largo del XIX. En cambio, fa continuidad y ta potencia del sistema teritoral esablecido en ol orden agricola anterior se mantiona, aunque cambia de manos, sin que elo presente una innovactén cvalta- ta de las formas y las cantidadas da explotacicn, de la cistribu- ‘i6n de poblacién agricola, det nivel de servicios @ intragstructu- ras de las Sas rurale, (Serd s6lo la abeiniustrada de na Ger- ‘a administracion piblica, que en forma de carrteras, edificios institucionales -escuelas, ayuntamiento, hospiclos- 0 servicios, se hard presente en algunas regiones -como Galiia 0 Navatra- ‘san cierta fuerza innovadora.) fn Catalunya, si se exeluyen algunas inversiones importantes e regacio en la provincia de Lleida, todavia en proceso de ‘mplantacin, no se encuentran, pues, resultados importantes de esamortizacién del tenitoria que introduzcan carnbios racicales «e concentracion capitasta o de socializacion poltira municipal © estatel- dol suelo. Et crecimiento préximo de las ciudades se Darcelard sobre ta base catastal agricola traccionada y tradiio- nal, propia del precaplalismo agricola fvertemente establecio. Esta estructura catastral sara decisiva en ef mamento de for mast las periterias de fos ndcleos urbanos, en sv siguiente expansién. Excepto las poblaciones con operaciones de enser- che, que tuvieron un mecanismo juridico y morfol6gico de racioy nalizacién de la propledad con vistas al desarrollo urbano més ‘endibl, la mayor propercion del crecimiento resigencialy indus- tral se produjo superpuesta (aprovechando, ¢ incluso reforzando ta estructura de la propiedsd agricola). La importanciaefectiva de ls tres tentativas de desamortiza- cidn (Flordablanca, 1787; Mendizabal, 1633; Madoz, 1855) para las ciudades de Catalunya se na analizada poco: pero, en Cualquler caso, mas bien seria de efectos singulares que no una ‘ransformacién general importante del arden urbano, Por las relerencias de la ciudad, se sabe en qué medida contibey6 en Catalunya el plan de secularzacién de solares retigioses, cermenterios® y aperturas de plazas” y calles, con un gran valor de innovacion espacial y funcional: pero que relacién tuvieran estas operaciones de capital intereses y grupos, y cudl ue la conexién dal sector inmobitavio en alza cen el capital industiial en formacién, es por ahora dificil de decir (Medinacel) Igualmente, © quiza mas desconocido, es todo el proceso de ‘eambios de mano y de espeeulaciGn-divsidn de fincas que se pracujo en la peritria de fos nicleos importants, y sobretodo alrededor de Barcetona En cualquier caso et suelo sigue una dingmica propia impor tante, que aparece allanada por su facilidada entrar direcamente en of mercado da solares desde ta misma distibucién catastal ristica. La traza de Ios ensanches de las principales captaes, unos doce en treinta anos (Barcelona, Tarragona, Girona, Terrassa, Vlanova, Mataré, Reus, Manresa, {qualada, Badalona, Tortosa), constituyen ef mecanlsmo innovator que racionalzaré do manera sistematica esta proparaciéin dol suelo para el marea- do urban, alé donde la trensfarmacién del catastro anterior resulta inmobiizada (dominio miltar o controles piblicos) o ben | estudio del erecimionte urbane Insuficiete. Los ensanches permitiran paner en juego hectéreas de suelo urbano, cosa que consttuird una enorme inyeccién ‘inanciera para el sistema econdmico y un empuje particular {espectico) para el sistema urbano. Entre estos das Grdenes existentes -una propiedad agricola fraccionada y unas areas sistomatizadas para et desarrolio urba- ro privilegiado- se fundard el crecimiento urbano qua, durante 150 alos, mutipicara por 15 la densidad globat de Catalunya. Este proveso de formacién del suelo urbano es, segurament, muy diferente dé aqualos que $2 pueden ver en atros paises ‘donde, por ejemplo, la civisiGn de tincas grandes {como explican {os historiagores de Londres) @ a promocian mercantil de zonas ‘untaris (como en Europa cantral hicieron Viena o Bern) tueren Jos mecanisrnos principales de config uracion moderna de las civ: dates. Tanto las formas internas de los asentamientes, su dist bucin territorial, sus extensiones y distancias, coma el significa ‘do social y econdmico de su crecimiento explican pues, en cieria toca, esta espocitidad, ¢) Inversion pblica de explotacian Es Importame reconacer en ta carattrizaclén i teritorio ‘afalin, los efectos det rttao particular con el que la infraestruc tra del teritorio se ha ido construyendo. La construccion de infraestructra no es nunca un proceso exclustvamente funcional, ‘nel sentido de responder divectamenta a una necasidad | indiscutiolemente manitiesta Si fuese asl, su andisis seria inne- casario, en la medida que es rtleo directo del que ia poblacién y la teonologiaplantean. La contraciccidn preterente de la ciudad, ‘coma matco del consumo colectiva y de 1a repraduccién de la fuera de raha, ovida a vaces que éstas no sot siempre y en ‘cada momenta historico is Cnicas funcionas primordial cue la cconcontrasiéa y al crecimiento urbano representan para el orden capitalista ¥ que la consideracion dela ciudad coma mecanismo de produccién en si misma, y del crecimiento urtano en la medi- da que es producciin de ciudad, eeflejan la enorme trascendancla dda estos procesos como formas de reproduccion del capital y ‘coma translonmacién de su composicisn organiza. De manera Darecida reflejan los antagonismos que aparecen en la particpa- cidn y la retribucién alos dilorentas lactores productivos (capital trabajo y suelo), y explian el significado politica mis protundo «2 tos confictos sociales que surgen, cada dla con mds intensi- dad, de sus contradicciones. En este sentido, resulta explicatva, aunque parcial, tomat coma punta de patida el examen de la ciudad que, en tanto que Capital tjo del sistema productvo, 58 ha desarcllado reciente ‘mente a nivel taérico; el cual, y concretamonte por in agiomaa: cin barcelonesa, hemos iniciado ya en trabajos anterores*, La ablidad no sOto teriea sino tambien empirica de Las hipOtesis 4 la basa econémica como explicativas de fa naturaleza de la turbanizacln parece a veces reclamar una consideraciin mis atenta de creciiiento urban en tanto que operackén del capital Y en tanto que propia deciston inversora en suelo, exificciin & infraestructura (Ovidar esto signitica aceptar impfcitamente, como ocurte con frecuencia, una idea de crecimiento urbano esquemsticaments linet rospeeto al desarroio industrial y al crecimiento econémi- Go (y, la vee, tespecto al determinisme de una eirta imagen indefinida esponténea 6 fatal), la cual lgaria, con demasiada Coherencia, mercado de trabajo con desarrollo de las fuerzas 910° ductvas, crecimiento con industrializacion, migeatiOn con ocupa: cin, y oferta con necesidades, Ei pape de la urbanizacion en tanto que cagital tio del sistema productive, insistimos, no es siampre igual ri fiene la misma impartancia; pero si que resulta en particular cruciah para ater pretar ustamenta fos actualas problemas urbanos caracterist- cas, Dasde esta dptica, el andlisis interpretativo del crecimiento de Barcelona, en cuanto a acumulacidn de versiones en intra estructura -y teniendo en qventa las proporcianes entre esta Inversion y las del suelo y ediacién- resulta una contibucién relavante al debate sobre la cuestidn tertitoral Ente los tres sectores -infraestructura, sueto, ediicacita-, 2 ferroviarias que imponen fa dominacién de ts sociadades de eré- to extranjeras constigas a partr del 1880, Las inversiones ferroviaras que en Catalunya en tes petiodos sucesivos van articulando el teritorio (es decir, van unienda las ciudades cercanas), segin extensiones a partir de Barcelona y del {eco Reus- Tarragona, se podtianinterpretar como el requisita del desarrollo capitalist, no tanto en sentido ge articulacién de wn mercado de productos, sino én el de mercado de factores (Capi tal trabajo y suelo) que fluyen hacia las ciudades como lugar de acumulaclon de estos factores, de cuya construccién se derivan plusvalias ahora dominantes. De hecho, la coniguracin del svui catlae, much aes que la coneaién llegase a Zaragaza -de donde, en cambio, se supcnia (que habia de venir fa conexin conta ted nacional que daa una [ustiicacién ecandmica interregional al proyecto- mugstraa plana lla fuerza del sistema. de ciudad y de Breas infusriaies locales (que, siendo capaz de abarcar ura red de transportes intemos mas tecnificades, s2 ha reconacido y confirmada en la contiguracién (que la inversiones terroviaias van siguiendo NNaturalmente, una vez implantado, el errocaril consotidaré ste orden teritorial del cual nacia al garastizar la sexplotacién rendible de las tineas; y, en certo mado, la explotcién se con vertrd en un-verdadero servicio pico durante afcs, cuando et ‘transporte que etrece acuda a eubrit una demanda que sa vaait- mando y que el mismo ferrocarrt ha contiouido, en parte, a ‘rear. Pero ya durante este siglo, la progresiva descapitalzacén del servicio ta fata de renovaciGn del material y del manteni- mmiento, han convartido aquella inversidn en mencs capaz de res- ponder ala funcién infraestructural que tomé en su origen,y que -apatentamente manteni, Ex:epto las lineas de conexiéa nacional internacional (y ain éstas), las lineas de recorrdo interior son absoletas justamente por esta falta de reinversiGn, cuando ya la ‘xpiotacion financlera dela obra s@ 6a por consumada. Este cardcter colonial de la inversién, en tanto que solamente \igado al benetiio fnanciero del pariado inci de reacthvacion, que ‘0 traduce en le “tcontinided de manteniniento y ce actualza ‘cn, es en general caracerstco dela inversion cet intraestructy ra que ha habido-en Catalunya, La construccige de los ferroraries ‘de montata y de via estrecha (carts), que legan a cansttuir una extensa red de ms de 500 km, y que prograsivaments son des ‘mantelados ahora que justamente su vblidad como servicio pi coserla maxima, ademas del agotamienta ce su explotacion empre- safialrendibie, son otro episodio significative de este proceso de estracturacién tbtitorial db Catalunya, a a ver vigoraso y ptcario. Vigoroso, en el sentido que en ciertos momentos consigue una entensin inustada que permit sostaner durante aos una expan sia, cosa que habriafomentado el poder pibica muy dciment, Precatlo,juslamente por la falta de continuidad de inversiones pblicas qua, no siondo totalmente pablicas, se ven interrompicas al ritmo discontrvo de la oportunidad de explotacin, segundo y gran componente de la inversion en infraes- tiuctura Son los Seivicis. Las sociddades inversoras en la construccitn y la explotacidn de servicios urbanos: adquieren importanciapriortaria a partir del 1870. E1 1877 se constiuye la Sociedad franco-belga Compania de Aguas de Barcelona, y ese mismo afo se multiplica por diez la extraccién de aguas de Monteada. De los 45 kildmetros de red ce esta altima sociedad se pasa, en 1900, a los 1.000 km de la Sociedad Goneral de Aguas (fusi6n de las compafias parciales anteriores en la cons- ‘uceién e un «monopolio~ muy signifiztiva). Hay que tener en cuenta que en 1868 se realiza un proyecto que no Nega a cristalizar. de un canal de tralda de aguas de 120 km para una poblacién de un milén y medio de habitantes (cuando Barcelona se acercaba a los 300,000). Ademds del agua. se ha de tener en cuenta el proyecto de sanzamiento do Garcia Fria transcendental para la materializacion del Ensanche Cerca, y tas inversiones en transporte y encrgia de los primeros afios de ste siglo (50 km. de tranvias en 1905, centrales térmicas de Sant Adria y el Paraleo, electriicacicn urbana, ets). ‘Amos tipas de inversiones en intaestructura (etrocaries y servicios péblicos) representan una acumulacion de capital para la ciudad sélo comparable en importancia. con la inversion que se produce a partir del 1968; as teroviasy las carreteras construi- das hasta 1880 preparan ef marco teritorial que ha de posiiitar gran crecimiento urbano de finales de siglo, Las inversiones en servicios péblices, que traerin agua, gis, alumbrado, transporte piibico, dotarén a este crecimiento con tas condiciones que el consumo colectivo necesita y esté preparedo para absorber (Gnancieray fsealmente), Ctra vez el paso de los alos dejard obsoleto el eardcter avan- za (intraestructural) de aquelis primeres inversiones, recon- duciendo a! ritmo dla renibltad de su explotacién la vida piblica de estos servicios municinaes. Para un dagndstico actual del problema urbano en Catalunya, hace falta tener en cuenta la importancta de este hecho: que la ‘an infaestructura del terior eatalén estd agenciada de esta manera; que es enormemente pujante, pero estancada; que es ‘extensa, pero quebradiza, Porque la mayor parte de sus inversio- ns pleas han dejado de sar ~capital tho» para el pas -y tien- den a los beneficios de 1a obsolescencia-, 0 buscan cicios de amortizaciény benelicio mds y ms cortos (autopistas) ytienden, or tanto, alos el despitara Frente a ela, el peso de ls inersiones fas mas constanes, coma gon las necasaras en careteras, en parquos naturales, an costas y Itoraies, en enerla, ha sido desproporcionadamente ‘escasa, En este pusto, son bien conacidas tas continuas recla- ‘maciones que se han hecho en todo momento ala Administracién central. No debe extrafar Ia constatacion de que han sido mas importantes para hacer nuestras ciudades las estaciones quo los parques, mas debiles las carreteras que las comarcas, ¥ més otentes las concesionariss que sus servicios, y que hoy las subutbios Son mayores que las ensanches. €) 4 sstoma urbano: udades «madurase y eretientess, eparadass y avacias» Las earactoristicas de fa industriatizacién en Catalunya, d2 a estructura propietaria de la terra y del proceso de inversién infraestructural que hasta ahora hemos descrito, ayudan a entender fa actual situacién del sistema tersitoral, Consideremos, slo con tinalidad de estudio y aceptando las implicaciones que evalquler modelo de andlists supone, que podemos interpretar este sistema bajo la dualidad centro barce- lonés-perifeia catalana, un modolo que, vale la pena recordar, se ha tepetido con diversas finalidades en los momentos dis- tantes de la historia de Catalunya, y actualmente pasa por la formulacidn, més o menos técnica, de la idea de «macrocefalia barcelonesa. Este esquema nos interpreta el territario catatin efectivamente articulado en dos sectores (el centro barcelonés ¥y el resto dal teritario). Sobre la base del sistema de asenta- ‘mientos que hemos considerada, podemos plantear este esque rma matizado ast: 1) Elcentro barcefonés, donde cate cistinguir: la. zona central del municipio de Barcetona, sometida a fuer tes presiones de densiicacidn y, por consiguients ala con- cestién en la circulacién arterial, a inciatvas de remodela- ion que sustiuyen las barrios residenciales populares: cn- trices por nuevas actuaciones, y a fuertes operaciones de infeagstructura de accesos (cinturones, metro, enlaces terroviaios, aparcamientos subterréneos); 5) el suburbio cemarcl, qus tom el protagonismo por io que ‘especta al crecimiento dela poblaciGn en os dlimos afios (01 70% en la década 1960-1870), y también en cuanto ala ‘ocupacion del suelo -65% del tolal de suelo urbanizado", ‘que deviene la destnacion gentrica de inveriones nuevas y de desplazamientos desde el centro En conjunto, este proceso de crecimiento suburbial ha sido consumidar intensive dol suelo, con un coeticiente muy allo en extensién superficial por vivienda o por habitante y af, En cambio, la falta de espacios pablicos y de elementos Colectvos es general, y el acceso a servicios y dotacicnes ‘muy escaso, por no decir inexistenta, Una prueba de estos (stelle del reshmiente where arqueventos es ot hecho que la infrostruturas antes ca das, que pretendan estructurarel centro dea gran capital en telacidn con el gran terior, atraviesan esta primera coro- 1a casi sin datle saricio y provocan, en cambio, electos raves de barrera,rompiend intomamante las zones. 2) Pero sera demasiado esquamdticosise pensase que el resto det pais se puede entender solamente como teritoria perité- Flea del tea gentral barelonesa, El mapeado de las cudades por tamafo supiere ya (grate |) que la imeortaneia incon testable de Ia agtomeracidn bareelonesa ha de ser matizada si se valoran los recursos y las posibldades que la red urba- ra ha teido histoicament, y que ain mantiene pese a asta istrlbucion polaraga, La macroestala en el Principado no puede ser asimilada sin caer en misiiecicnes, alos eiam- ios de capitalidad centralsta (francés, austiaco) 0 tercer ‘mundista(latinoaméticeno), con lared urbana rota y sin ar ‘culacion y una jerarguia macho mayor entre sus nicleos. En efecto, sines fijamos en la dindmica de erecimianto de los nclegs urbanos en Catalunya, enccntramos una dimensién mas explicatica que la de igual tamafio, para entender fa stuacién actual del territoio catalin y sus tendencias, con vista a fturo St consideramos no solamente fa evcluclon de cada ciudad, sino también la evolucién, por gradacin, de fas familias do ciudades (orupos de ciudades cada rango 0 tamafo).remarcaremnos que el ndmero acumulad de ciudades por cada grupo va cre- endo siempre, durante os titimos cincuenta afes, en todos los Grupas, ES decit, que considerande mileos: por encima dé los 2.000 habitantes. cada vez hallamos ms ciudades de todos las lamafos: la concentracion uibana s® produce, por tanto, a todos {ns nivetes (en todos os rangos) (gifico 2}, La evotueion con junta vel voluman demogrtico que reprasentan estos gropos aparece en el grafico, Gueremos destacar que no aparece discontinuidad dimensio- fal entre el centro urbano principal y el orden nuclear del resto OA . ac 1, ‘Niclas unas da Calunya agin tami y enieica (A cites madras, 8: canes recientes C:cudades paradas, 0. custades vaca) sel tersitorio, sine que esta proceso de asentamiento qua hemos, caractetizade antes ha permitido asegurar, en gran parte, una. estructura continua de implantacion en la cual, consecuente- ‘mente, la distribuctén de servicios, las comunieaciones, la resi~ ‘encia y las actividades se articulan con una notable regulate cad. Por otto lado, en todas los niveles aparece alguna viudad de sdinémica especialmente pujante. Gtras, en cambio, son de creci- siento més lento y sostenida, Asimismo, otras ciudades son practicamente estables y algunas incluso deerecientes. &¢ dacir, (que dada la singular dindmica de cada ciudad, y agrupdndolas desputs segiin comportamientos parecidos, detectarlamos cua- ‘ro trayectoras representativas de las dinkmicas de crecimiento ‘de las ciudades catalanas (gréfico 3): A) erecimionto constante y acumulativa desde hace 60 aflos; B) crecimiento intensivo inter= mitente; G) sostenimiento casi sin ninguna variacién; 0) lenta regresi¢n'? ‘Ove tipo de ciudades se agruparian en cada una de estas trae yectorias? ¢Refieja cada una de estas dindmicas caracteristicas peculiares de los problemas y la estructura de las ciudades que ay RENAE 2. Placid deus princes ctades de Cary en 1920, 1950, 1970 Y nerd ciudad de cada ur dls tras a blo da ests prods, 3s ‘agrupan'? ,Podemos daducir algunas hipétesis sobre su capac- dad de translormactn futura y sobre el propio progreso conjun- 10 de aestructuraterrtoral oe Catalunya? Por ejemplo, las ciudades dl primer tipo (A) se earactrizan ‘por una curva de crecimiento con dindmicas apicables en los periodos 20-30 y 50-70 (cerca del 20%): en su crecimiento ‘durante periodos ha actuado siempre en un nicleo urbano -es deci en concreta en un gran ndmeto de obras de urbantzacién- ‘de unas medidas y de una entidad considerable respectoal nuevo erecimianto. Han sido estructaras urbanas generadas poco 2 ‘poco, meciants un proceso histrica que ha dejada en estas ciu~ dades, justamente en sus tipas de edifcacién, en el tipo de sus calles y sus plazas, en los servicios de que distratan 0 qua han tenido en otros momentos, la huella Ge las transformaciones cexperimentadas en su organizacién social y productva. Son ciu- fades de tamafios diversos vente cinco y cincuenta mil habitan ‘es, que han tenido una signiticacign especial en la historia de Catalunya y que expresan el sentido general que han tendo las sucesivas obras de urbanizai6n. Asi entre los alos 1850, 1884, la construccin da los frrocarls sigificarélainversién decsl- asa Bia ° I Ste a 9 p sear 3. Trayectriascaracteristicas las evlucones demogrtfieas ces cu ates cablanas (Ac maduras; B: recientes; C: parades: D: vaca), Hasta los aflos $0, estas cludades, conlormadas segin este tipo da inversi6n en infraestructuras, experimentardn un creci- mignio productivo diferente y jerarquizado (segun el tamafio de las cludades habra unos daterminados lindares de inver- sidn productiva). Pero las actividades econdmicas especializa- das del sistema de ciudades modernas definirin en su conjun- to la estructura productiva y financiera capitalsta, que, peso 2 Sus desajustes interns, no presenta caractersticas de dualt- dad, El crecimiento de estas cludades no se estanca entre los afios 30 y 50, aunque baja el ritmo de crecimiento, el vevo'sucto que se urbaniza y la nueva vivienda que se construye encuentra amplias posibildades para utilizar infraestructuras construidas, 6, Crecimento de poblacin oe ls eiutades «paradas= (1920-1970) anteriormante, mediante prolongaciones y extensiones de las anteriores a costes muy balos. (Que los cebcimientos de estas ciudades hayan sido relatia- mente suaves en los litimos veinteafos, es un hecho importan- ‘te a entender. Por un lado, el hecho que se hayan mantenido a umn tmo menor que la explosin del centro macrocdtalo se expll- ‘exen la medida que ta necesidad de los operadores protagonis: "as del crecimiento reciente ha levado a imponer mas bien el modelo polarizado; sin embargo, por otro lado, cabe decir que ‘esto no ha sido asi porque estas ciudades no sean potencial mente lugares rendibless, sino porque la naturaleza de las inversiones en infraestructuras durante estos uitimos afios ha hhetho que no resulten de este modo. En cambio, al haber esta- sda apartadas del protagonismo que habia sido «ldgico» -an tér- ‘minos capitaistas-, han sutrido mucho menos las hipoteca’ v los problemas que se planteaban en el suburbio comarcaly ofte- ‘en, pretisamente por ello, una capacidad ain muy alta de ere- simiento. Estas ciudades podrlan ser lamadas, con justicia, -ciudades smagurass, Por contra las dela segunda trayectoria dinsmica (8) serian sciudades recientesm, Estas «ciudades recientese se han ‘araclorizado por fases de erecimianio elovadtcimo de poblacién perioda 1960-1970 (entre 150 y 200%, aproximadament), 4) fuertes también en el petiodo 50-60 (cerca del 80%). Este neste sentido ha parecida adecuado examinar el proceso his- ‘ico dela inversién infraestructural en Bareelona y formular una perioditicacién del mismo que permita su resumen Interpretativa Uti a etecos anafticos y comparatives. Hay que lamar la ater ci6m sobre dos opeiones metodoldgicas signiticatas de este enfoque: largo alcance de los cites considerados (examen his- tirico desde fa mitad del siglo XIX. punto crucial del cambio Se representa fas magnituaes de Inversén em inrzetruturas eon centradae en granoes actuacenes. Su importanciarelavay sa eeper- cusion respecto a crecimiento lutano wenen expuestas en os Calo periods detinios como sealonlls (A) de foment (8) a esubsstencias () y ob explo ‘ucion (0), estructural de la ciudad mercantil a la industria) y 12 integracion de las operaciones concretas en magnitudes agregadas, ¢stas son, seguramente, las opciones que hacen diferir este trabajo de la mayoria de andlisis urbanos reatizados recientemente y, en cambio, to acercan mas bien a enfoques de historia econdmica interpretativa, Barcelona €s una ciudad que de una manera singuiar experi- smeata (por natualea y cantidad dela inversiones proyectua- ‘mente detnidas,apleadas a su transformacién tke) una suce- sim de operaciones do construcién de inraesiuctura, caramen- te dilerenciadas. Manera singular en cuanto en esta cludad puede ‘preciarse, con nitide2, la correspondencia entre ia naturalza ce ‘estas inversionesy la transformaciones fisces inducidas; quis, ‘eno poca media, le venga otorgada esta viwalidad por ser una ‘ciudad tan proxima a las grandes capitals euroneas de nals el Ill como encajda en una estructura econémica nacional muy ‘poco evolucionada. Esta stwacin la converte en objeto ejemplar ‘donde veificar las feyes que ligan y median entre las transforma: siones econbmicasy las translormaciones urbana, en lirumsic ‘y evolucionar del modo captasta de produccio. Esta es la razbn de que les grandes episodios tecnoldgicas y ‘inancier os de tos Gitimos 160 afos, ls ya iicas periodtticacio- ines a moderna historia economia ~l carbo, la industiatex- ti el vapor, los ferracarriles, la electricad, la industria sidero- ‘melalirgica, los servicios... enewentren en Barcelona una reso- rrancia tn cara, tan exclusiva, una acotaciin tan austada de los imaiganas d2 explicaciOn que suministran, una capacidad de ‘eformiacidn y eniquecimiento teicos tan grande. Y porque estos episodios de la historia econémica se han heeno topogratias, mareas tsieas en el lano de Barcelona, son la ‘configuracign del suelo, las rolaciones espaciales que sobre el rmisrna an establecido aquellos proyectos e transtormacion ‘econdmica ios-elemantos de cuyo andlisis poderes esperar una ‘comprensia del sentido que puede arbuirse a las intervencio- ras que hoy se plantean y da cues podrian ser las aternativas ins adecuadas alas mismas, La perlodifeacién qua a estos etectos propondrarnos, seria la ‘que a continuacion se desceibe 2. Naturaleza de las infraestructuras: 1840-1975 1) Infraestructura colonial» Entendsmos como «colanial- Ia inversn en intaastreturas Dropia de este periodo, no tanto por el notable -preponderante, ppudiera dacirse- protagonismo dal capital extranjer, cuanto por suponer proyectos innovatores, que comprometen y necasian asogurarse efectos a largo plazo y que, en consecuencia,aienden ‘de una manera exc a los mecanismas de control -administra- tivos, urdicos, financieres..- de aquelos efectos metiplcadores. udiera hacerse coincidir con al periodo da industrialzacién ‘que tiene lugar en el seguridotercio del XIX (da naturaleza ciara- mente citerente al arangue industrial de finales del XVI, en ka medida en que la bosqueda del beneticio mercant-va.deanda et ‘pape! motor de fa acumulacién a la plusvatia de proceso indus ‘ral el comienzo oe un provese evaltativamente dstinto de pro- ‘duccidn de ciudad, proceso que exigiré andisis especiicas y que ‘ho 5 detiene con la crisis industrial d2 las aflos 60, sino que, al contrast, ¢s en los aes finales del XIX y primeros del XX cuan- dol crecimiento urban adquiere dominancta fundamental en la ‘vansformacién histrica* sta nueva manera de producirse la cludad se maniista en kas iversiones. de capita! oriontadas hacia ta transformaci6n do la estructura de! tentorio tendiendo a focalizara en las cludades y construyendo relacionas entre las eiudades que se sobreponan y adquieren dominancia respecto ala rdacidn entre a cdad y su entormo espatial. Es asl que, desde este puto de vista es episo- dios signifcativas de este cambio no son siempre los mas rele- vantes para aquelas historias que enftian las tanstormadiones e tes sectoras productivas ni, a veoss, siquiara la focalizacién Urbana snuvevas da deterinadas actividades refeja snovedad> en dl papel y et modo de construiss la eudad.Prestrlames atenci6n, en cambio, a aquelasinversiones que atienden ala construccion de cludad de un modo mas cirect, a aqualas cuya productvidad asa por Sus consecuencias sobre el crecimiento urbano ols sim- les expectativas del mismo. Y tendriamas por primera inversi¢n importante de este tipo ala supuesta por los ferrocatles. En elec- ta, Las iversiones ferroviarias(parten de Barcelona ls de Matard 148, Granollers 1954, Sabadol-Tarrasa 1855, Martorel 1856), también, yen menor media, la construccion de carsteras que, 8 partir de 1840 y hasta 1865, suponen extensiones dela red espa- fila en casi $00 klbmetros cada aio, demuastran una atencién 1H extudio det crecimiento urbane ‘ueva, en sus objetives terntariaes, hacia as cludases como foes de este espacio, a través de elas, aticulado, Los ferrocarrles consttuyen, eon mucho, fa iaversién mis trascendante; en 1870, en Espafia hay un klémetro de ferrocari ‘or sélo tes kildmetros de carretera (la proporcin, si atendemnas sblo ala red primaria es de 1:1) y esta proporcién ain se man: tendré casi hasta 190; en Catalufa, la proporcion seria bastante parecida (piénsese que en Francia la proporcitn es ge 1:40 en estas mismas fechas). Esta inversiOn, en la que en Cataufa par- ticina of capital catalan junto al extranjero (exclusiva en el resto del pals), marca una dependencia del exterior en cuanto a mate- rales y tecnologia y, progresivamenta,financiera al irse produ- tiendo adsorciones y fusiones con paso creciente de las grandes (A) La construc deste Barcel a de cuatro brazos ferovaris, ta traiga y dsnbaton de aguas y ‘onstruceién del aleanarilags ‘segtn ef proyecto de Garcia Fiia= ‘son obcas bien cepreseratvas oo ‘esta primera tase de crecimiento urbana como colnizacon, companias ferroviarias que imponen la dominacién de las socie- ages de crétito extraneras, consuituidas @ partir de 1680, as inversionesterovlarias que on Catalufa,y en tes periods sucesivos. van articulando el tertitorio (es deci, uniéndose con las cludades proximas), segin extensianes a partir de Barcelona y del foco Reus-Tarragona puiran interpretarse como el requi- sito del desarrolio capitalista no tanto como articulacion de un mercado de productos cuanto de mercado de factores (capital, trabajo y suelo) que tuyen alas cludades como lugar de acumu- laciGn de los mismos, lugar de cuya construccitn se derivan plus- vals ahora dominentes, 1 segundo y gran componente do fa inversin en intraesttuc- tura es el do los servicios. Las saciedades inversoras en a cons- truccitn y explotactn de servicios wrbanos van adquiriendo importancia prioritaria a partir de 1870. En 1877 se constituye la sociedad franco-belga Compania de Aguas de Barcelona, en 1878 ‘se matiplica por diz la extraccign de aguas de Montcada. Delos 45 kilimatros de red de esta dltima sacledad se pasa en 1900 a Js 1.000 kiiémetros dela Sociedad General de Aguas (tusion de las compatias parciales anteriores, en la constitucién de un smonopelias ben signficativa). Pénsase que en 1968 se reaiza un proyecto, que no Hega a cristalzar, de un canal de 120 kilé- metros de iraiéa de aguas del Ter para una poblaciOn de milion medio de habitantes {cuando Barcelona rondaba tes 300.000). Junto at agua, pensemos en e proyecto de seneamiento de Garcia Fara, traseendental para la materialzaein del Ensancho Cords, en ls inversiones en transporte y enevgia de fos primaros aflos de este siglo (50 kil6metras de tranvias en 1905, centrales térmi- cas de San Adkidn y el Parlelo, electritcacion urbana...) {Uno y otro tipe de inversiones en infraestructua (ferrocarres y servicios ptbicos) suponen una acumutaci6n de capital en la cluded comparable en importancia tan sOlo ala inversin que se produce a partir de 1960; las feravla y as caretaras const das hasta 1880 vienen a preparar el marco territorial que ha de posibittar el gran crecimiento-Ga la civcad a partir del deribo de sus mutaias. Crecimiento cuya pauta viene establecida por el Plan Gerda, ordenacion antcipada de coma debe serla ciudad, en tal sentido, instrumento de regulacién de las rentas urbanas frente al campa, y de distibucién taritoril de la plusvaia del proceso de canstruccin de fa ciudad Las inversiones en servicios piblicos que se producen a partir e 1880 suponen a dotacidn que hace de la cua! objeto de con sumo colectvo, que realiza el valor del suelo urbano que ol Plan habia ya prefigurado y distbuido. Valoricactin de suelo que no ea de manitestaren este periodo contradicciones entree! crec miento d2 la ciudad central y el de los niclens peritéricos, eon- tragiocion que patmanece incluso después de la propuesta admi ristrativa (1898) de anexidn de estas municipios y que son las «ue la propuesta del Plan Jaussely (1905), no realizado més que 53 en aguno de sus elementos, pretende atrontar mediante un rmecanismo de creacién de rents dilerenciales, que erarquicen al mismo tiempo la periteriarespecto al centro, es deo, que incor poran el pluvalor data extensin de la ciudad a tas rentas die- tenciates dl mismo. b) Infraestructura de «fomento> A diferencia de ta anterior, esta inversi6n no deriva sus expec- tativas de ganancia dé un elacto innavacién, €@ un ha sido teerizada ya desde oltos Sngulos™-, y tambin que 1a funcionalidad interna del artetacto producido exige mas aten- ion a accesos, centros cambiadores de transport, reparto ‘modal, dla ue las genéricas redes arteries vienenprestando. spor aqui que iia las «condiciones que nabria que paner a cdchas infraestiueturas para gatantizar su forma «fii como capitals; y con tales iniraestructuras -capital fio- ¢S como se Doda entender que la construccin de ciudad suponga opciones reorganizadoras de un capital monopalsta, bajo cuya aparienca, hoy, patocen encubrirse estrategias do acumutacion histérica- mente regreshvas. Notas 1 Una discusin de eae tabao tue presentadn por los avlorcs al ‘Seminario interraciona sore los prablemas de crecimienta de iat ca dades latnoeutopeass arganizada por ef Instituto de Economie Urbane y epianl del UAY, Veneta, nia 1975, En esta nea, se contin en et Laboratori o"Urtanisme i investignién sobre el papel dea constrceién de infraestracuras el explicacn dela foma urbana caplaisa 2 Esta funccraled camblane de i ciudad al interna del proceso Hstorca puede Ser valorada prestango alancn no nto al mercado de ‘produces cuanto al mercado defactores, es doce, aljuegay retbucid ‘versa del suelo cambio ruraurtano, del capital tip yovalacion de ‘alaversian y ce! trabajo ~mipraciones camparcudac, erpien en econo sia agricola vs, Industial y de servicios ‘Un sjempio de eslaalzncton alos tacores ws otecido por 8. Secchi (1974) en la caractrzacién cel crecimienta urtano de estos timos ‘teiataaos en italia, quo raiaa un rive de agregacon regional por sec> teres productive fs ty jas de trabajo y raptal,y esciarec las relacones fe oferta ydamanca Ge aqullos dos factres con rlaidn al sudo, Por tra pare, lamarlamas igualmenie le atencn sobre un carunto de taba, expuestos an 1s itiros cinco aflos en Land Economics Envircnment and Planning A, que en i recnasiseracién de Von Thnan {1828} y pattrechados de inctrenentes de ardisiz mazgialistas extn reconducendo las esfuerzos de autores come Wingo, Alnso y Beckman ‘ayaa mis preocupeda orentcién haca mecanismas de alert de 13 lactores,especiamente de svt. Por unoy clro camino se est em este momento superandoclerta dos- ‘sign de eterligad que en el campo dela economia espacia habia suce- ho al solid estabecimiento por Isard (1996), Hirschman (1858). de ‘un tratamalo agregado dela eindad como productora de econamias ‘extemas obtendas y apropiadas por cada una de fos sectores product vas instills ye Servids en el lotercamos oe us preductos, 3 La eonsideracidn dela ciudad como medio de picaverén, coma ‘maquina del proceso general de acumulaciony apraplacsn cs pluswaor, Dermite Far la aencidn en ta produccié especitia de ai dad cama bien de consumo productive, caratterzada en su creulaciin como me ‘ancia por un lento desgaste, es decir, por sy laga inercis oduacion, La Teorizacidn mis expiita en este sentido, sgucosamante analgiea a tas ‘ateporias marsianas, vendsia representada por M. Folin (1872), Asimisma, pudieraencontarse cierto sari ce aquelhipétsis en eb tranala dl grupo sCita-tabhncas de MUA (1970), +4 Uae arqumentalén concseta sabre as ktacianes da a hess de la base econdrmca rete al caso de Barcetona puede verse en M. de Solé~ Moraes, =f Model of Barcelona, Intermaronal Confrerea on Urban Development Modes, Universidade Camonde, 1874, de pxina spar tidn en espaol en a anlage La cut camo madela, Barton, 197%,

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