A Marsia, llorando

A Marsia, cubrindose los ojos con la mano

Arder en viva llama

Enviando una cesta de jazmines a una dama

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A MARSIA, CUBRINDOSE LOS OJOS CON LA MANO

A tu esplendor se opone soberano

de candor sensitivo nube helada,
porque a poder tu luz ser eclipsada,
lo pudiera ser slo de tu mano.

Escrpulo viviente ms lozano,

solicita a tu sol Clicie nevada,
y, celosa de puro enamorada,
le da en poco cristal mucho oceano.
De breve oposicin blanca osada,
sepulcro y cuna le aplic en una hora
a la de luces doble monarqua.

A MARSIA, LLORANDO

Tanto a tus ojos claros desafa

el tirano dolor que el alma siente,
que a los diluvios de cristal corriente
todas sus luces tu beldad les fa.

Vivo el cuidado, mustia la alegra,

dio sepulcro a tu sol tu mismo oriente;
y, a pesar del ahogo, se consiente
ms triste si no menos bello el da.

Fue de tus luces providencia rara

el que a un afn el llanto las rindiera,
y en derretido aljfar anegara;

y a los activos rayos de tu esfera

fue preciso que el agua los templara,
porque el mundo a su ardor no se encendiera.

ARDER EN VIVA LLAMA...

Arder en viva llama, helarme luego,

mezclar fnebre queja y dulce canto,
equivocar la risa con el llanto,
no saber distinguir nieve ni fuego.

Confianza y temor, ansia y sosiego,

aliento del espritu y quebranto,
efecto natural, fuerza de encanto,
ver que estoy viendo y contemplarme ciego;

la razn libre, preso el albedro,

querer y no querer a cualquier hora,
poqusimo valor y mucho bro;

contrariedad que el alma sabe e ignora,

es, Marsia soberana, el amor mo.
Preguntis quin lo causa? Vos, Seora.
ENVIANDO UNA CESTA DE JAZMINES A UNA DAMA

Envidiosa es porcin de tu blancura

esa que hoy de una verde celosa,
para honrar a tu mano, hurt la ma,
sta si cortesana, aquella pura.

El alba bella entre mbares supura

en su limpio cambray sustancia fra,
madrugando ms ste que otro da
y ms que a otros crecida su ventura.

Y si ignoras el nombre a estos lozanos

jvenes que te ofrezco a celemines
-que con serlo, se miran todos canos-

fcilmente creer que lo adivines

si entre ellos mezclas, Lsida, tus manos.
Silos tocas, vers que son jazmines.