Teatro de la Universidad Católica

Instituto Chileno Británico de Cultura

PRESENTAN

ENORMES DETALLES
De Andrés Kalawski
Dirección: Ramón López
Con Ramón Núñez y Alexei Vergara

Cuadernillo de Mediación Cultural TEUC Nº 14 / Obra Enormes detalles

Esta publicación ofrece claves y herramientas para comprender
la obra Enormes detalles desde diferentes perspectivas.
Está concebida como una iniciativa de mediación cultural en
el marco del Programa de Formación de Públicos del TEUC.
 ENORMES DETALLES
De Andrés Kalawski Isla

Dirección y diseño: Ramón López

Producción: Mario Costa

Asistente de diseño: Natalia Manzor

Asistente de producción: Andrea Pelegri

Elenco: Ramón Núñez
Alexei Vergara
 CONTENIDO

Editorial
Por Inés Stranger

Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)

Por Miriam Rabinovic y María Inés Silva Barraza

Entrevista a Andrés Kalawski, dramaturgo de Enormes detalles

Por Inés Stranger

Pequeños fragmentos para enormes detalles

Por Ramón López

Entrevista a Ramón Núñez y Alexei Vergara

Por María Inés Silva Barraza
 EDITORIAL
Por Inés Stranger

Enormes detalles es un proyecto teatral que surge, en una primera instancia, del interés del
Instituto Chileno Británico de Cultura, de contar con una obra pequeña para celebrar sus 70
años en Chile. Buscaban una puesta en escena que fuera adecuada a esta celebración y que
diera cuenta también de los lazos culturales y de amistad que unen nuestros países. Como el
Teatro de la Universidad Católica es colaborador entusiasta de las actividades del Instituto,
aceptamos el desafío y pusimos nuestras capacidades expresivas al servicio de este proyecto.

El primer paso fue pensar y definir el tema que trataríamos. Conformamos un pequeño
equipo compuesto por Ramón López -quien tomó las riendas del proyecto- y Andrés
Kalawski, profesor de dramaturgia de la Escuela de Teatro UC.

Queríamos que la obra tuviera algo de ingenio, de humor, algo de aquel espíritu flemático
e irónico con el que habitualmente asociamos el carácter británico. Por ahí orientamos
nuestras búsquedas. Pasamos, naturalmente, por todos los clichés y los estereotipos posibles,
una revisión de la historia común y un listado de los grandes personajes que nos habían
influido. Desde Sherlock Holmes, hasta Darwin, desde Los Beatles a Oliver Twist, fuimos
recorriendo y buscando quienes podían ser nuestros personajes.

En las discusiones, la figura de Chesterton apareció como uno de los escritores ingleses,
-aparte de Shakespeare, siempre presente- que más nos había divertido y nos pusimos a releer
su obra. Al encontrar una foto de este autor, el asunto quedó definido: con varios kilos de
más, Chesterton se parecía bastante a Ramón Núñez, académico de la Escuela de Teatro,
gran actor y maestro de muchas generaciones. Ramón, que realizó sus estudios de dirección
en Inglaterra, rápidamente se interesó en el proyecto. Llamamos a Alexei Vergara, también
profesor de nuestra escuela, y el equipo quedó conformado.

Entonces, si bien el proyecto surgió por un “encargo”, el llevarlo a la práctica ha sido para
el equipo del Teatro de la Universidad Católica una oportunidad de realizar una investigación
dramatúrgica y escénica tendiente a buscar y definir lo que es esencial: un espacio ingenioso y
útil, una buena historia, actores sólidos y consistentes que pueden contarla.

El último de los antecedentes: el 17 de octubre del 2008, el Teatro de la Universidad

Católica cumplió 65 años de vida. Es también el momento para celebrar una vida dedicada
al teatro universitario, cuya vocación artística y compromiso con la Universidad Católica se
sellaron en el año 1943.

¡Son tantos los enormes detalles que nos permitimos celebrar!

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 Enormes detalles

Gilbert Keith Chesterton (1874 – 1936)

Por Miriam Rabinovic1 y María Inés Silva Barraza

Su vida y religión
Gilbert Keith Chesterton, el influyente escritor y pensador inglés de comienzos del siglo
pasado, nace en Londres el 29 de mayo de 1874, en el seno de una familia de clase media. Hijo
de librepensadores, fue bautizado en la fe anglicana más por tradición que por convicción. Como lo
menciona en su Autobiografía:
(…) Doblegado ante la autoridad y la tradición de mis mayores por una ciega credulidad
habitual en mí y aceptando supersticiosamente una historia que no pude verificar en su
momento mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que
nací el 29 de mayo de 1874, en Campden Hill, Kensington, y de que me bautizaron según
el rito de la Iglesia anglicana en la pequeña iglesia de St. George…
Chesterton estudió dibujo y pintura en The Slade School of Art (1893 – 1896) y llegó a
ilustrar algunos libros de su amigo Hilaire Belloc. Por ello, aún cuando más tarde se consagró a
la literatura, en sus libros siempre se encontraba mucho de pictórico. Fue un escritor sumamente
prolífico. Escribió alrededor de 80 libros, cientos de poemas y cuentos, miles de ensayos y artículos
periodísticos y varias obras de teatro.

Chesterton fue además famoso por su corpulencia y su sentido del humor. Medía casi dos
metros y pesaba alrededor de 140 kilos. Se dice que se ponía de pie para ofrecer su asiento a tres
señoras. Una de sus anécdotas famosas cuenta que durante la Primera Guerra Mundial una mujer
en Londres le preguntó por qué no estaba “afuera, en el Frente”, a lo que éste replicó: “Si usted da
una vuelta hasta mi costado, podrá ver que sí lo estoy”.

Alrededor de 1893 atravesó por una crisis y comenzó a interesarse en el ocultismo y a

experimentar con la ouija. En su Autobiografía señala que dentro del grupo de los que realizaban
espiritismo, ocultismo o “juegos con el demonio”, él era el único de los presentes que realmente
creía en el demonio. Lo señalaría de la siguiente forma:
Me imagino que ellos no son casos raros. De todos modos, el punto está aquí que bajé lo
suficiente como para descubrir al diablo y, aun de algún débil modo, de reconocer al diablo.
Al menos nunca, aún en esta primera etapa vaga y escéptica, me complací muchísimo de
los argumentos corrientes sobre la relatividad del mal o la irrealidad del pecado. Quizás,
cuando eventualmente emergí como una especie de teórico, y fui descrito como un
optimista, fue debido a que yo era una de las pocas personas en aquel mundo de diabolismo
que realmente creía en los diablos.

1. Miriam Rabinovich ha tenido una larga relación laboral con el Instituto Chileno Británico. En la actualidad es relatora del componente
local del Certificate of Translation Studies ofrecido conjuntamente por la Universidad Chileno Británica y la Universidad de Warwick. Su
traducción de Ricardo III de William Shakespeare fue puesta en escena por el Teatro de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

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Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura

En 1885 dejó inconclusos sus estudios y comenzó a trabajar para la casa editorial de Redway
and T. Fisher Unwin, a lo que luego siguieron varios empleos en diferentes periódicos. Publicó sus
primeros trabajos en The Speaker, Daily News, Illustrated London News, Eye-Witness, The New
Witness y, posteriormente, en su propio semanario G.K.’s Weekly, fundado en 1925.

Su matrimonio con Frances Blogg (1901), anglicana practicante, lo sacaría de la crisis y lo

ayudaría a descubrir el cristianismo. La inquietud de Chesterton se puede ver claramente en el
siguiente artículo publicado en el Daily News:
No puedes evadir el tema de Dios, ya sea que hables sobre cerdos, o sobre la teoría binominal
estás, todavía, hablando sobre Él. Ahora, si el Cristianismo es… un fragmento de metafísica
sin sentido inventado por unas pocas personas, entonces, por supuesto, defenderlo será
simplemente hablar de metafísica sin sentido una y otra vez. Pero si el Cristianismo resultara
ser verdadero – entonces, defenderlo podría significar hablar sobre cualquier cosa, o sobre
todas las cosas. Hay cosas que pueden ser irrelevantes para la proposición sobre que el
Cristianismo es falso, pero ninguna cosa puede ser irrelevante para la proposición sobre que
el Cristianismo es verdadero.

A la idea del superhombre, planteada por Nietzche y seguida por Shaw y Wells, respondió con
un ensayo titulado ¿Por qué creo en el Cristianismo?:
Si un hombre se nos acerca (como muchos se nos acercaran muy pronto) a decir, “Yo soy una
nueva especie de hombre. Yo soy el superhombre. He abandonado la piedad y la justicia”;
nosotros debemos contestar: “Sin duda tú eres nuevo, pero no estás cerca de ser un hombre
perfecto, porque él ya ha estado en la mente de Dios. Nosotros hemos caído con Adán y
nosotros ascenderemos con Cristo, pero preferimos caer con Satán, que ascender contigo.
Su obra y el Padre Brown
Su primera colección de poemas, Barba Gris en escena, apareció en 1900. En 1904 publicó
su primera novela, una fantasía política, denominada El Napoleón de Notting Hill. Ese mismo año
aparece El Hombre que era Jueves, donde describe algunas de las paradojas de la condición humana
que lo preocupaban. La adaptación de este libro fue llevada al teatro en 1926.

Se han referido a Chesterton como el “príncipe de las paradojas”. Su personaje más famoso es
el Padre Brown, un sacerdote católico de apariencia ingenua cuya agudeza psicológica lo vuelve un
formidable detective.

El Padre Brown hizo su debut en 1910 en el cuento El caso de la cruz azul. Sin embargo. se hizo
conocido en La inocencia del Padre Brown (1911), una colección de doce casos entre los cuales está
El jardín secreto. En El caso de la cruz azul, Chesterton describe al Padre Brown visto desde los ojos del
detective Valentine:
El pequeño sacerdote era la esencia misma de aquellas llanuras Orientales; tenía una cara
redonda y embotada como un buñuelo de Norfolk; tenía unos ojos tan vacíos como el Mar
del Norte, y llevaba varios paquetes de papel de estraza que no conseguía mantener juntos.

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 Enormes detalles

El Padre Brown resuelve todo tipo de misterios y lo hace en forma intuitiva antes que lógica,
aplicando su experiencia como sacerdote y confesor. El resto de las historias con este detective
de protagonista apareció en La sabiduría del Padre Brown (1914), La incredulidad del Padre Brown
(1926), El secreto del Padre Brown (1927) y El escándalo del Padre Brown (1929).

En Lepanto, publicada en 1911, Chesterton se muestra como un artesano de la balada. Entre

sus otros trabajos se incluyen ensayos históricos, artículos periodísticos, obras de teatro, libros de
viaje y biografías de autores como Robert Browning, George Bernard Shaw, Charles Dickens y
William Blake. Sus temas abarcaban desde su propia conversión al catolicismo hasta su opinión
socio-política, pasando por temáticas históricos como la Edad Media. Su Autobiografía aparece en 1936.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Chesterton, junto con su hermano menor Cecil y su
amigo Belloc crearon el movimiento distributista, que postulaba que la propiedad privada se debe
dividir tanto como sea posible para poder ser distribuida en la sociedad. También fue presidente
de la Liga distributista.

Chesterton creía que la Iglesia Católica poseía un conocimiento superior del bien, pero ponía
en duda su conocimiento del mal. Su posterior amistad con el padre John O’Connor, inspiración
para su personaje del Padre Brown, le demostró que la Iglesia tenía experiencia del mal obtenida a
través del sacramento de la confesión. Finalmente, se convirtió al catolicismo en 1922, fruto de sus
discusiones teológicas con el padre O’Connor. Sobre la Iglesia Católica dirá:
No existe ninguna otra institución estable e inteligente que haya meditado sobre el
sentido de la vida durante dos mil años. Su experiencia abarca casi todas las experiencias,
y en particular casi todos los errores. El resultado es un plano en el que están claramente
señalados los callejones sin salida y los caminos equivocados, esos caminos que el mejor
testimonio posible ha demostrado que no valen la pena, el testimonio de aquellos que los
han recorrido antes (...). Además, la Iglesia defiende dogmáticamente a la humanidad de sus
peores enemigos, esos monstruos horribles, devoradores y viejos que son los antiguos errores.
Tras su conversión, escribió varias obras de carácter teológico, entre las que se cuentan las
vidas de Santo Tomás de Aquino y de San Francisco de Asís. Recibió títulos honoris causa de las
universidades de Edinburgo, Dublin, y Notre Dame. En 1934 fue nombrado Caballero Comandante
cum placca, de la Orden de San Gregorio el Grande.

Chesterton falleció el 14 de junio de 1936 en su casa en Beaconsfield en compañía de su mujer

y su hija adoptiva. Dorothy Collins, su secretaria, fue la albacea de su legado literario hasta su muerte
en 1988.

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Entrevista a Andrés Kalawski,
dramaturgo obra Enormes detalles
Por Inés Stranger
¿De dónde surge el nombre de esta obra?
Existe un texto de Chesterton que
se llama Enormes minucias. Yo quise
recuperar esa idea porque Chesterton
era famoso por escribir con paradojas
y contradicciones, y también porque
pienso que en el texto y la puesta en
escena debe haber mucha atención a
los detalles. En los cuentos policiales
siempre son los pequeños detalles los
que revelan al asesino. Un pequeño
detalle que termina siendo un enorme
detalle. Por un pequeño error todo se
echa a perder.
Todos los criminales son culpados
por pequeños detalles, pero no sólo
los criminales. También el hermano
de Chesterton que, siendo tan valiente
como para ir voluntariamente a la guerra
y mostrar el pecho desnudo a las balas,
consigue una pulmonía. También las
cosas nobles fracasan por lo pequeño.
Chesterton es interpretado por Ramón
Núñez. ¿Cómo fue para ti escribir
un texto conociendo al actor que
interpretaría al personaje principal?
Los compositores aprenden
organología, el estudio de cómo están
hechos, para qué sirven y las diversas
posibilidades que los instrumentos
13
Enormes detalles
pueden ofrecer. Esta disciplina es
fundamental para ellos porque, como
deben componer para instrumentos
concretos, tienen que saber que hay
notas que el clarinete, por ejemplo, no
puede hacer. Yo creo que los dramaturgos
deberíamos estudiar organología de los
actores y por eso es bueno que tengamos
cursos de actuación. Tiene que ver con
escribir cosas que uno querría actuar.
En este caso específico, lo que traté
de hacer fue acordarme de Ramón
Núñez, de lo que le he visto hacer en el
escenario, lo que no le resulta tanto, y lo
que considero que le resulta muy bien.
Como lo he visto ensayar, dirigir,
actuar y ser su alumno, creo que tengo
distintos registros para saber más o
menos cuál es su tesitura, qué es lo que da.
El hermano del filósofo Ludwig
Wittgenstein era pianista, y perdió una
mano en la guerra. Entonces, llamó a
un concurso que mandaba a componer
un concierto para su mano izquierda.
Lo ganó Ravel. Actualmente, cuando
un pianista toca ese concierto, usa las
dos manos. Lo que yo trato de hacer es
lo mismo: explotar la capacidad que los
actores tienen y exigir un poco más.
Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura
Por ejemplo, usando lo que hace
Ramón en clase, que no lo hace arriba
del escenario, donde él, por lo general,
restringe parte de su repertorio que
le conocemos los que hemos sido sus
alumnos.
¿Qué diferencias hay entre la forma de
caracterizar de Chesterton y el de otro
autor de novelas policiales?
Yo diría que no es tan distinto.
Todos usan la psicología, pero más que
la psicología es la lógica.
Por ejemplo, la fórmula de Sherlock
Holmes era: “descartado lo imposible, lo
que queda, aunque sea improbable, será
lo verdadero”. Entonces lo que importa
es cómo hacer eso que hacen los magos
cuando estiran un cordel que parece
muy amarrado y, con nada más que un
soplido, deshacen el nudo.
En Enormes minucias aparece una
persona decapitada, en una casa cerrada,
que antes no estaba ahí. Aparentemente
eso es imposible porque cómo puede
ser que alguien haya entrado sin entrar,
que hayan decapitado a alguien sin
que esté la cabeza; cómo puede ser
que no nos hayamos dado cuenta
ni hallamos sentido nada cuando lo
estaban decapitando; cómo puede ser
que los culpables no sean los culpables.
¿Cómo resolver esto? Entonces quién
lo hizo y por qué lo hizo puede ser
una pregunta que requiera de una
respuesta psicológica, pero siempre es
más importante el cómo lo hizo, cómo
consiguió hacerlo.
Se puede hacer una distinción entre
el género policial y el negro. El policial
tiene una moral, pero una moral bien
cínica porque finalmente apunta al
virtuosismo de la razón que, finalmente,
no tiene mucha ética.
Algunos dicen que la misión del
policial es el crimen sin motivo, que no se
ejecuta más que para desafiar al detective
a descubrir su procedimiento, entonces,
también hay algo profundamente
perturbado ahí. Por ejemplo, con Edgar
Allan Poe encontramos a un hombre
muerto en un charco de agua, en una
habitación cerrada. ¡Ah! Es que fue un
mono, con una estaca de hielo quien
lo mató y por eso pudo pasar esa cosa,
lo que resulta al final bastante ridículo.
Mientras que en el género negro lo
que hay es mucho motivo y poco
procedimiento. Se trata de preguntas
éticas sobre el crimen.
¿Y hacia dónde se dirige el personaje-
detective de Chesterton, el Padre
Brown?
El Padre Brown no es muy
espectacular para descubrir los crímenes,
no es un detective de acción como lo era
Sherlock Holmes, por ejemplo, que se
14
 Enormes detalles

disfraza y suelta un perro. No, el Padre

Brown se sienta y piensa. Usa la lógica
porque cree que esa es la herramienta
con la que Dios ordena el mundo.

Otra de las ideas de Chesterton

es que no hay que revelarlo todo. En
Las aventuras del Padre Brown siempre
hay un secreto, muchos de sus cuentos
terminan con el secreto de la confesión.
Y ahí el personaje se calla. Explica el
cómo, pero no explica el porqué. ¿Por
qué no lo explica? Porque se lo dijeron
en un secreto de confesión. Eso, lo que
tiene de base, es que hay un cierto pudor
que es saludable como en Chéjov, donde
encontramos un elogio del recato, de la
moderación. Nosotros vivimos en un
mundo que intenta mostrarlo todo, pero
sabemos que eso es imposible. No es que
la fotografía haya dominado el siglo XX,
sino que el siglo XX usó la fotografía para
buscar lo real, y toda la búsqueda de lo
real tiene que ver con que no hay mesura
ni límite de conocerlo y atraparlo todo.

¿Qué vigencia le encuentras tú al

género policial?
Este género obliga al autor a
pensar mucho en cuánto y cómo el
espectador es capaz de adelantarse
a los hechos, y aprender a entregar
y dosificar la información. En ese
sentido, es una escritura muy técnica
que yo creo que vale la pena aprender.
Se pueden entregar pistas falsas para

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Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura
que el espectador se equivoque, pero
al final el espectador debe sentir que si
se hubiese fijado lo suficiente hubiera
podido descubrir al culpable o dilucidar
el crimen.
Si hubiera sido más inteligente
que el detective, o tan inteligente
como el detective, lo habría sabido. Se
trata de construir algo así como una
“confusión clara”, para usar una fórmula
que me parece que le hubiera gustado a
Chesterton.
¿Cómo se presenta esta idea en
Enormes detalles?
En el texto, Chesterton dice -está
tomado de un libro de él-, que “el
pasado no es brumoso, el presente es el
brumoso”. El pasado es nítido, porque él
tenía una fijación con su infancia como
un paraíso perdido. Cuando él resuelve
un crimen, es como encender la luz. Un
crimen no es más que una luz apagada,
una brumosidad. Basta encender la luz
para ver con claridad lo que hasta ese
momento parecía una cosa muy confusa,
sólo porque había poca luz.
Chesterton tiene fe en que Dios
construyó un mundo que tiene
sentido, como decía antes. Pero lo más
importante es que éste es comprensible;
que si uno hace un esfuerzo, si piensa
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correctamente, el mundo y la creación
están ordenados. La cosa tiene un
sentido y no tres: puede ser cierta o
falsa, pero no puede ser cierta y falsa.
Es la tradición Tomista de la Iglesia que
muestra que hay una razón oculta en la
creación y que se puede entender. Yo
siento que a ratos los artistas exageramos
con que las cosas no tienen sentido:
suena tan atractivo que el mundo no
tenga ninguna razón.
A veces creo que el trabajo de
los intelectuales es volver los dramas
del mundo comprensibles, porque
negarles el sentido es darles demasiado
poder. Si no tienen explicación, no
podemos hablar de ellos porque son
como Dios. Hay que buscar que hechos
como el genocidio en Ruanda se pueda
comprender aunque parezcan, al prin-
cipio, incomprensibles.
En el sentido metafísico, el policial
puro está totalmente perdido, sirve
sólo para entretenerse, pero es muy
bueno como ejercicio de escritura: la
mecánica de trabajar con las hipótesis
del espectador, mostrando y ocultando
información. Yo creo que Edgar Allan
Poe inventó el principio y el final del
cuento policial cuando escribió Los
crímenes de la rue Morgue. Pero también
inventó La carta robada que es como
 Enormes detalles

una broma ya que al final lo que ha Nos enfrentamos a diferentes

pasado con la carta es que está encima
del escritorio y nadie la encuentra. Poe
cerró el policial llegando al absurdo.
Borges lo volvió a hacer absurdo y se
ha hecho varias veces. El policial, en
su estado puro, es inocente para estos
tiempos, pero es una mecánica muy útil.
Es como un juego.
¿Y crees tú que en Enormes detalles el
espectador va a jugar?
Podría decir que este proyecto es
una especie de obra educativa. Quiero
decir que está hecha para un público
que, nos imaginamos, no tiene mucha
relación con el teatro.
niveles: Ramón es un actor, Ramón es
Chesterton, Ramón representa al Padre
Brown. Yo espero que los saltos entre los
distintos niveles y lo que puede hacerse
de un nivel a otro, sea a lo que juegue
el espectador. Espero que se vayan
asombrando con las vueltas de la historia,
pero que no se fatiguen mucho tratando
de descubrir al asesino. La obra es muy
corta para eso. Más que preocupado de
construir hipótesis, creo que el público
estará más atento a la maquinita escénica
que construye Ramón López, el director
de la obra.

El montaje está pensado para hacer

lo que sólo el teatro puede hacer: una
construcción a partir de la experiencia
de compartir –actor y espectador- el
mismo espacio y el tiempo.

No espero que el público juegue

tanto con el policial -que sería descubrir
quién es el asesino-, sino que con los
distintos niveles y códigos de actuación.
Ramón Núñez lee muy bien, entonces
uno entiende todo lo que está pasando
al mismo tiempo. Su capacidad de pasar
de una cosa a la otra, de manera muy
rápida, creo que será visto como un
ejercicio de virtuosismo.

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 Enormes detalles

Pequeños fragmentos
para enormes detalles
Por Ramón López Cauly2.

El proyecto artístico Enormes detalles se constituyó, desde sus inicios, como una instancia de trabajo
teatral que convocaba a un grupo de profesores y creadores de nuestra Escuela de Teatro. En el
rol principal de Chesterton, estaría Ramón Núñez; Andrés Kalawski, como dramaturgo del texto
Enormes detalles, Ramón López, a cargo de la puesta en escena y el diseño, y Alexei Vergara como
el “deuteragonista”, lo que, en el sentido griego de la palabra, se conoce como segundo actor.

Nuestro principal desafío era construir, en un brevísimo plazo, un divertimento escénico que
no sólo diera cuenta de aspectos biográficos y/o históricos del Gilbert K. Chesterton, sino que
también nos hiciera recuperar una dimensión interpretativa apoyada (por qué no decirlo) en el
virtuosismo actoral de un artista como Ramón Núñez.

Montar Enormes detalles nos permite adentrarnos en un microcosmos teatral, entrecruzando

el ámbito de la narración y el del ensayo escénico. Todo ello destinado a entregar al público un
relato ameno, asumido al modo de cuentacuentos. Este ejercicio nos ha concedido el reencuentro
en áreas simples del encantamiento escénico, las que aparentemente van quedando marginadas en
la vorágine de los distintos lenguajes contemporáneos de la puesta en escena o de la significación
de los nuevos códigos de interpretación de la modernidad.

Nuestra propuesta es simple y se trata de ir armando la historia frente al público, juntando

pequeños fragmentos de un todo inconcluso y revelando los secretos del montaje a modo de un
gran borrador que privilegia el trabajo del actor. El público no asiste a un espectáculo, más bien
participa del “work in progress”.

En esta oportunidad se trata de experimentar con el desdoblamiento de los actores Ramón y

Alexei, que encarnan a Chesterton y su mayordomo, como también los distintos personajes que
dan vida al nuevo cuento abordado por el Padre Brown: El jardín secreto. En este desdoblamiento
no sólo se trata de que los actores salten de un personaje a otro con la libertad que propone el texto,
sino que también intercambien la humanidad de éstos, como seres de la ficción, con la de ellos
como actores y seres humanos. De este modo caemos nuevamente en el juego y el divertimento
cuyas reglas se van trazando en la medida que avanza la acción.

2. Arquitecto, diseñador, director teatral y docente de la PUC. Actualmente es Director Técnico del Teatro de la Universidad
Católica de Chile. Por tres períodos ha sido Director de la Escuela de Teatro de la misma Universidad.

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Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura

Mi rol será poder conducir este juego histriónico entre dos actores, los cuales deben
desentrañar y guiar el misterio policial del cuento original, pero recontextualizado por la pluma del
dramaturgo Andrés Kalawski, en el momento supuesto en que Chesterton se enfrenta al encargo
literario y el dilema que conlleva su solución.

Mi intención de dirección no tiene determinantes preestablecidas. Más bien hay una intuición
de cómo puede desarrollarse la acción, fundamentalmente apoyado en lo que los actores vayan
descubriendo y construyendo. Los ensayos otorgan un espacio de confianza y de conocimiento
recíproco en el cual toman vida los personajes creados por el autor en simbiosis con los talentos
del actor. Entonces, el buen teatro no sólo está basado en un texto bien escrito o en un texto bien
dicho, sino que fundamentalmente en la buena ejecución que compromete el alma y la verdad de
los intérpretes.

El azar o las circunstancias permiten que nuevamente me encuentre en el escenario con

Ramón Nuñez, el actor. Si bien hemos compartido muchos montajes teatrales, él como director
y yo como diseñador, esta vez se han modificado los papeles. Ahora podré disfrutar de nuevo el
privilegio de dirigirlo.

A esta circunstancia de reencuentro escénico entre “Ramones”, se nos une Alexei Vergara,
sumándose otra coincidencia: los tres hemos tenido experiencias de vida y de estudio en Inglaterra.
Entonces es inevitable la nostalgia y el recuerdo que nos une con ese país. Se establecen acuerdos
tácitos desprendidos de una cultura que nos marcó e hizo crecer como profesionales. Este capital
también será utilizado con cautela y humor para construir el juego al que queremos invitarlos.
Esperamos, todos, complacernos con este juego.

20
Conversación con Ramón Núñez y Alexei Vergara
Mr Chesterton y su mayordomo
Por María Inés Silva Barraza
¿Cómo fue el encuentro con la obra
Enormes detalles?
Ramón Núñez: Cuando Ramón López
presentó una primera versión del texto
Enormes detalles, mi reacción tuvo que
ver con el hecho de que se tratara de un
monólogo. Entonces, le dije: el rey Lear
es el rey Lear porque tiene al loco al lado;
el Quijote tiene a Sancho; Holmes tiene
a Watson… Un buen autor siempre va a
tener la otra mitad.
El diálogo que realizamos constante-
mente con nosotros mismos, desde que
nos despertamos e incluso en sueños,
es una condición del ser humano.
Cuando observamos una obra de teatro,
escuchamos un concierto o vemos
un cuadro, no solamente estamos
recibiendo la emisión directa del
mensaje artístico, sino que en forma
automática estamos haciendo analogías,
descubriendo mundos, preguntándonos
si no es ya la hora de ir a almorzar, o por
qué no se quedará callado el señor que
está a un metro de distancia.
Alexei Vergara: Es por eso que surge mi
personaje, el arquetipo del mayordomo.
Sin embargo, yo no considero que el
mayordomo sea un personaje, ni que sea
necesario hacer un trabajo particular de
caracterización, sino que él está allí para
colaborar con Ramón, está a su servicio.
23
Es la idea del contrapunto, del distinto,
del que ayuda al otro a contar la historia.
Esto es lo más interesante que veo en
el proyecto. No estoy trabajando con
Chesterton ni con El jardín secreto. Lo
estoy haciendo con Ramón Núñez, en el
marco de una tradición que comienza a
desaparecer.
En los ensayos, lo que suelo hacer es
escuchar leer a Ramón. El lee y ejecuta
el acto de leer, situándose siempre en
cómo esto podría ser puesto en escena.
Mi generación tiene una formación
más conceptual o semiótica del escenario.
Cuando realizamos montajes con los
alumnos, les pedimos que desarrollen
ejercicios que tienen más que ver con
un concepto escénico, con un lenguaje,
con cómo se insertan en un lenguaje,
en el espacio, a través de la gestualidad,
del movimiento. Y muchas veces esto se
lleva a cabo en la abstracción, más allá de
la lectura de lo real.
Ramón hace esto mismo desde
un realismo muy codificado, que le es
propio y que todos reconocemos. Lo
hace desde su propia manera de trabajar y
ver el teatro, que no es necesariamente lo
que está en la vanguardia, pero que tiene
un valor, incluso en la codificación, muy
profundo, muy fuerte, muy elaborado.
Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura
Su lectura artística está implícita en la
lectura verbal del texto. Tiene que ver
con su bagaje, su cultura del teatro y su
inteligencia.
Desde ahí me instalo yo en el
ejercicio. A mí como actor me resulta
muy interesante. Pueden tomarme
como que no estoy haciendo mi propia
propuesta, pero es que yo siento que
no me corresponde cuestionar cómo lo
habría hecho yo.
Ramón Núñez: Con respecto a hacer
un diálogo, Alexei llegó en buena hora.
Su personaje está precioso, bonito, muy
entretenido y, obviamente, mucho más
sagaz y agudo que el propio Chesterton.
¿Cómo ha sido el encuentro con
Chesterton?
Ramón Núñez: Durante mis 47 años
de carrera en la UC, he desarrollado
la facultad de enamorarme de todos
los personajes que me han asignado
(nunca he pedido hacer uno). Y soy feliz
haciéndolos, pero esta relación no se da
si no los conozco. No se puede amar lo
que no se conoce.
En este caso, mi primer acerca-
miento fue cuando tenía 21 años y leí
una obra del señor Gilbert K. Chesterton
que se llama El mago, pero que no me
motivó a seguir indagando. En los casi
tres años que viví en Inglaterra jamás
escuché hablar del señor Chesterton. En
los casi tres años que estuve en Londres,
con toda la reverencia que tienen los
ingleses por sus próceres militares,
civiles, legislativos, políticos, poetas,
dramaturgos, jamás vi una retrospectiva
de Chesterton, ni una exposición, ni una
placa recordatorio de dónde vivió.
Después, más tarde, me enteré que el
señor Chesterton se había convertido al
catolicismo en un país que causó una de
las divisiones más profundas dentro de
la Iglesia, durante el reinado de Enrique
VIII . Creo que eso puede haber influido
en que Chesterton fuera disminuido
ante los ojos del mundo cultural que yo
conocí hace treinta años.
En estos momentos, y sólo a tres
semanas de la presentación de este
proyecto, estoy en una investigación
sobre Chesterton para apropiarme de él.
No podía ser antes, ya que la prioridad
era esclarecer y corregir algunos signos
escénicos escritos en el texto. Eso es
parte del proceso.
Por ahora, te puedo decir que me
gusta mucho el hecho de que Chesterton
sea un glotón, un sibarita, que traiga
a colación a su hermano. Me parece
interesante la mención que hace a su
hermana ausente, de la cual no se pudo
hablar durante un tiempo. Es interesante
su amistad con Wells, con Benard Shaw,
y que haga referencia a James Joyce.
¿Cómo actor, cuál es tu método de
trabajo con el texto dramatúrgico?
Ramón Núñez: Yo no puedo encerrarme
en una pieza y repetir como loro los
parlamentos hasta aprendérmelos de
memoria. No funciono así y, por lo
24
Teatro de la Universidad Católica e Instituto Chileno Británico de Cultura

mismo, soy la angustia de los directores. la imagen de Sancho y el Quijote. En

Entonces, les digo, tranquilos, para el
estreno me voy a saber los textos. Es
parte de mi metodología. Estoy más
preocupado de escudriñar el texto, que
de repetirlo. Si entiendo cómo funciona
el mecanismo interno, si tengo claro los
aspectos del personaje, el texto me va a
salir con la misma facilidad con la que
me está saliendo esta conversación que
tengo con ustedes ahora, sin haberme
aprendido de memoria este discurso.
Pienso que esa es la forma con la que
se logra crear un personaje con verdad,
sinceridad y fundamento. Es lo que yo le
pido siempre a mis alumnos: la primera
regla mía es amarás a tu personaje como
a ti mismo, nunca lo juzgarás.
¿Cuál es la aproximación que ustedes
tienen frente a este proyecto?
Alexei Vergara: Yo lo tomo como un
ejercicio grande y no como una obra,
como una puesta en espacio. Así es
como me aproximo al trabajo y es desde
allí de donde trato de aportar. Desde
esta perspectiva, me parece interesante
el hecho de que Ramón sea en algunos
momentos Ramón Núñez, en otros que
represente a Chesterton y, en otros, a
otros personajes.
este sentido, el texto de Andrés Kalawski
propone el juego de distanciarse y
alejarse del teatro. Me parece que eso es
interesante y, de alguna manera, justifica
este ejercicio.
Ramón Núñez: Yo abordé este
proyecto como una etapa de búsqueda,
de encuentro, de cálculo y error, de
seguimiento y de hacerle caso a los
procesos interiores que tienen que ver
con el mundo subjetivo de cada uno de
nosotros, sustentados en la experiencia.
Lo que vamos a presentar es un
ejercicio de laboratorio, una primera
etapa del trabajo teatral, una puesta
en espacio. La obra acabada sería una
segunda etapa. En este sentido, pienso
que las cosas que producen los mejores
frutos son las rosas que están sembradas
en los lugares más áridos.

Lo mismo sucede conmigo: a veces soy

Alexei Vergara en el escenario, también
puedo ser el mayordomo, así como
otros personajes. Con ello, queda más
o menos claro el momento donde la
ficción se instala. Desde los arquetipos,
podríamos decir que ella se instala desde

26
25
ENORMES DETALLES
By Andrés Kalawski
Direction: Ramón López
Cast: Ramón Núñez y Alexei Vergara
Editorial
By Inés Stranger
Enormes Detalles is a dramatic project that stemmed from
the Instituto Chileno Britanico de Cultura’s interest in
offering a short play to celebrate its 70 years in Chile. They
wanted a production that would fit into the celebration
and that would mirror the cultural links and friendly
relations that exist between our countries. As Teatro de
la Universidad Católica is an enthusiastic collaborator of
Institute activities, we accepted the challenge giving our
best to work for this project.
The first step was to think about and define the subject we
would approach. We created a team headed by Ramón
López, and by Andrés Kalawski, professor of Drama at the
Escuela de Teatro UC.
We wanted the play to reflect the wit, humour, nonchalance
and irony that is habitually linked to Britain and the British,
so we focused our search on these features. Naturally,
we flirted with every possible cliché and stereotype; we
looked at history and milestones and at a list of important
characters who had influenced us - from Sherlock Holmes
to Darwin, from the Beatles to Oliver Twist, we explored
different roads in search of our characters.
In the course of our discussion, Chesterton appeared as one
of the great English writers, with the same permanence as
Shakespeare; he had always amused and entertained us, so
we began to reread him. The matter was settled when we
found a photograph of the author, and saw that, although he
was much fatter, he was quite like Ramón Núñez, a teacher
at our Drama School, a great actor who has taught many
generations of actors. Ramón, who studied stage direction
in England, became instantly interested in our project.
Alexei Vergara, who teaches at our Drama School, was the
final addition to the team.
1. Miriam Rabinovich has had an extended relationship with the British Institute. At present she is a lecturer on the Certificate of Translation Studies that
Universidad Chileno Británica offers in conjunction with the University of Warwick. Her translation of Shakespeare’s Richard III was performed by the Teatro
de la Pontificia Universidad Católica de Chile
30
Subsequently, in spite of the fact that the project was
“commissioned” for the Catholic University Drama School,
those of us involved believe that it gave us the opportunity to
do a piece of dramatic as well as stage research, with a view
to looking for and defining what we essentially needed: a
witty and useful space, a good story, together with solid and
consistent actors capable of telling it well.
A final piece of information: The Catholic University’s
Theatre had its 65th anniversary on 17th October 2008. So
we must also celebrate a life devoted to university theatre,
an organisation that sealed its commitment and artistic
vocation with the Catholic University in 1943.
There are so many enormous details to commemorate
and celebrate!
Gilbert Keith Chesterton (1874 – 1936)
By Miriam Rabinovich1 and María Inés Silva
His life and religion
Gilbert Keith Chesterton, the influential writer and thinker
of the early 20th century was born into a middle-class family
in London on 29th May 1874. The son of freethinkers, he
was baptised in the Anglican Church more for tradition
than conviction. As he mentions in his Autobiography:
(...)Bowing down in blind credulity, as is my custom,
before mere authority and the tradition of the elders,
superstitiously swallowing a story I could not test at the
time by experiment or private judgment, I am firmly of
opinion that I was born on the 29th of May, 1874, on
Campden Hill, Kensington; and baptised according to
the formularies of the Church of England in the little
church of St. George
Chesterton studied drawing and painting at The Slade
School of Art (1893 – 1896) and even illustrated some
books by his friend Hilaire Belloc. For this reason, even
though he devoted himself to literature, his books always
contained pictorial elements. He was an extremely prolific
writer. He wrote some 80 books, hundreds of poems and
stories, thousands of essays and articles and several plays.
Chesterton was also famous for his bulk and sense of
humour. He was six feet four inches tall and weighed some
21 stone. It is said that he would rise and offer his seat to
three ladies. One of his most famous anecdotes is that once,
during World War I, a London woman asked him why he
was not “away on the front”, to which he replied “If you turn
around to my side, you can see that I am there”
Around 1893 he had gone through a crisis of skepticism
and depression and during this period he experimented
with the Ouija board and grew fascinated with diabolism.
In his Autobiography he said that of the members of the
group that played with spiritualism, occultism or “games
with the devil”, he was the only one who really believed in
the devil. These were his words on the subject:
I fancy there are not uncommon cases. Anyhow, the point
is here that I dug quite low enough to discover the devil;
and even in some dim way to recognise the devil. At least I
never, even in this first vague and sceptical stage, indulged
very much in the current arguments about the relativity
of evil or the unreality of sin. Perhaps, when I eventually
emerged as a sort of theorist, and was described as an
Optimist, it was because I was one of the few people in
that world of diabolism who really believed in devils.
In 1895 Chesterton left University College without a degree
and worked for the London publisher Redway, and T. Fisher
Unwin, and later worked for different newspapers. Much of
his works were first published in such publications as The
Speaker, Daily News, Illustrated London News, Eye Witness,
New Witness, and in his own G.K.’s Weekly (1925).
His marriage to Frances Blogg (1901), a practicing Anglican,
helped him to overcome his crisis and discover Christianity.
Chesterton’s concern is clearly seen in the following article
published in the Daily News:
31
You cannot evade the issue of God, whether you talk
about pigs or the binomial theory, you are still talking
about Him. Now if Christianity be ... a fragment of
metaphysical nonsense invented by a few people, then,
of course, defending it will simply mean talking that
metaphysical nonsense over and over. But if Christianity
should happen to be true - then defending it may mean
talking about anything or everything. Things can be
irrelevant to the proposition that Christianity is false,
but nothing can be irrelevant to the proposition that
Christianity is true.
He wrote the essay Why I Believe in Christianity in response
to the idea of superman as described by Neitzche and then
by Shaw and Wells:
But if a man came up to us (as many will soon come up to
us) to say, “I am a new kind of man. I am the super-man.
I have abandoned mercy and justice”; we should answer,
“Doubtless you are new, but you are not nearer to the
perfect man, for he has been already in the mind of God.
We have fallen with Adam and we shall rise with Christ;
but we would rather fall with Satan than rise with you.”
His work and Father Brown
His first collection of poems Greybeards at Play was
published in 1900. He published his first novel, a political
fantasy called The Napoleon of Notting Hill in 1904. He
published The Man who was Thursday the same year; in
his book he described some of the paradoxes of the human
condition that concerned him. This book was adapted for
the stage in 1926.
Chesterton has been called the “Prince of Paradoxes”. His
most famous character is Father Brown, a naive-looking
Roman Catholic priest whose psychological skills made
him a formidable detective. Father Brown made his debut
in 1910 with a story called The Blue Cross, but became
famous with The Innocence of Father Brown (1911), a
collection of twelve cases including The Secret Garden. In
The Blue Cross, Chesterton describes Father Brown as seen
through the eyes of Detective Valentine:
 The little priest was so much the essence of those
Eastern flats; he had a face as round and dull as a Norfolk
dumpling; he had eyes as empty as the North Sea; he had
several brown paper parcels, which he was quite incapable
of collecting.
Father Brown solves all kinds of mysteries intuitively rather
than logically, applying his experience as a priest and
confessor. The rest of the stories featuring this detective
appeared in The Wisdom of Father Brown (1914), The
Incredulity of Father Brown (1926), The Secret of Father
Brown (1927), and The Scandal of Father Brown (1929).
In Lepanto, published in 1911, Chesterton shows himself
as a master ballad writer. He also wrote historical essays,
articles, plays, travel books and biographies of different
authors like Robert Browning, George Bernard Shaw,
Charles Dickens and William Blake. His subjects ranged
from his own conversion to Catholicism to his social and
political beliefs, he also wrote about the Middle Ages. His
Autobiography appeared in 1936.
At the end of World War I, Chesterton, his younger
brother Cecil and his friend Belloc created the distributist
movement that suggested that private property should be
divided as much as possible in order to be distributed among
all society. He was also the President of the Distributist
Society.
Chesterton believed that the Catholic Church has a
superior knowledge of good, but doubted its knowledge
of evil. His friendship with Father John O’Connor, who
inspired his Father Brown, showed him that the Church had
experience of evil through the sacrament of confession. He
finally converted to Catholicism in 1922, as a result of his
theological discussions with Father O’Connor. He said the
following about the Catholic Church.
There is no other case of one continuous intelligent
institution that has been thinking about thinking for two
thousand years. Its experience naturally covers nearly all
32
experiences; and especially nearly all errors. The result is a
map in which all the blind alleys and bad roads are clearly
marked, all the ways that have been shown to be worthless
by the best of all evidence: the evidence of those who
have gone down them.... She does dogmatically defend
humanity from its worst foes, those hoary and horrible
and devouring monsters of the old mistakes.
After his conversion, he wrote various theological works,
such as the lives of Saint Thomas Aquinas and Francis
of Assisi. Chesterton received honorary degrees from the
Universities of Edinburgh, Dublin and Notre Dame. In
1934 he was decorated with the Order of Commander of
Saint Gregory the Great.
Chesterton died on 14th June 1936 at his house in
Beaconsfield in the company of his wife and his adopted
daughter. Dorothy Collins, his secretary, managed his
literary estate until her death in 1988.
Interview with Andrés Kalawski, author
of Enormes Detalles.
By Inés Stranger
Where did you get the name of this play?
There is a text by Chesterton called Tremendous Trifles. I
wanted to recover this idea because Chesterton was famous
for paradox and contradiction in his writing, and because I
also believe that both text and production must pay great
attention to detail. In mystery stories it is always the minor
details that reveal the killer. A minor detail that becomes
enormously relevant. A minor mistake can lead to disaster.
All criminals are discovered because of minor details, and
this is not only the case with criminals. And this is also the
case of Chesterton’s brother, who was brave enough to go
to war and bear his chest to oncoming bullets, only to get
pneumonia. Noble gestures are also defeated by minor
details.
Ramón Núñez plays Chesterton. What was it like to
write a text when you knew the actor that would play
the lead?
Composers learn organology, the study of how instruments
are made, what they are used for and the diverse possibilities
that they offer. This discipline is essential for them, because
as they must compose for concrete instruments, they have
to know specifically which notes cannot be produced by
a clarinet, for example. I believe that playwrights should
study the organology of actors and that is why it’s good that
we take acting lessons. It means writing things that one
would want to act.
In this specific case, what I did was think of Ramón Núñez,
of what I have seen him do on stage, and of what he has not
done so well, and what I have seen him do extremely well.
As I have seen him rehearse and direct, as I have acted with
him and been his student, I think I have lots of different
views of him and know his range.
Ludwig Wittgenstein’s brother was a pianist and lost
his hand in the war. So he created a contest in which
composers had to compose a concert for his left hand.
Ravel won. Currently, when a pianist plays that concerto
he uses both hands. I try to do the same: make the most of
actors’ abilities and ask for even more. For example, using
what Ramón does in class, which he does not do on stage,
where he generally uses only part of the ample repertory he
uses with his students.
What differences are there between the characteri-
sation of Chesterton and of other mystery writers?
I wouldn’t say it’s all that different. They all use psychology,
logic rather than psychology. For example, Sherlock
Holmes’s formula was: “discard the impossible, what’s left
no matter how improbable it looks, it must be truth”.
So what matters is to do what magicians do when they show
us a piece of rope that seems to be very strongly knotted and
unknot it with a slight blow.
33
Tremendous Trifles gives us a closed house with a beheaded
victim that had never been there before. This is apparently
impossible because how can someone enter a house without
doing so; how can someone have been beheaded without
a head in sight; how can we possibly not have noticed or
felt that someone is being decapitated; how can the guilty
not be the guilty? How can we solve this; then who did it
and why it was done can become a question that requires
a psychological answer, but the most important thing is
always how it was done; how it was possible.
There is a difference between mystery stories and the
“black” literary genre. The mystery story has a moral sense,
but a very cynical moral sense that aims at the virtuosity of
reason, which in the long run is quite removed from ethics.
It is said that the mission of the mystery novel is crime
without a motive, a crime that has as its reason to challenge
the detective to discover his/her modus operandi; and
there is something definitely wrong there. For example,
in Edgar Allan Poe we find a man dead in a pool of water
in a locked room. Ah, well! It was done by a monkey with
an icicle, so it was possible, but somewhat ridiculous. The
black mystery has a lot of motive but little action. Its focus
is ethical questions about crime.
Where is Father Brown, Chesterton’s character-
detective, going?
Father Brown is not very spectacular in his detecting, he is
not an action detective like Sherlock Holmes, who dresses
up and releases his dog. No, Father Brown sits down and
thinks. He uses logic because he believes that this is the
tool that God uses to organise the world.
Chesterton also believed one did not have to tell all. The
Adventures of Father Brown always hold a secret, many
of his stories end with the secret of confession, when the
character remains silent. The how is explained but not the
why. Why doesn’t he explain it? Because he heard about
it in the confessional. This is basic, and it has a certain
modesty like Chekhov’s, where modesty and moderation
are praised. We live in a world that tries to show all, but we
know that this is impossible. I don’t mean that photography
dominated the 20th century, what I mean is that the 20th
century used photography to look for what was real, and
all search for reality relates to the fact that there is no
moderation in getting to know it all and capturing all. In the
case of Father Brown, the secret of the confessional gives
him a prudence and moderation that prevent him from
being arrogant. He’ll never be Achilles.
Do you feel that the mystery novel is still valid? Is
it worth learning?
This genre forces the author to think a lot about how much
and how far the audience is able to anticipate events, so the
author has to learn to give out and measure out information.
In this sense, it is a very technical method of writing which
I believe is worth learning. False clues can be given so that
the audience makes mistakes, but in the end the audience
should feel that if they had paid enough attention they
would have been able to discover the criminal or solve
the crime. If they had been more intelligent than or as
intelligent as the detective, they would have solved it. The
idea is to create a “clear confusion” , which is a formula that
Chesterton would have liked.
How does this idea come up in Enormes Detalles?
In the text, Chesterton says that “the past is not foggy, what
is foggy is the present”. The past is clear, because he had
a fixation with his childhood which he considered to be a
paradise lost. A light seems to shine when he solves a crime.
A crime is nothing more than a light that is out. All we have
to do is turn on the light to clearly see what was confusing
because of a lack of light.
Chesterton believes that God built a world that has
meaning, as we said before. But the most important fact is
that it is understandable; if one makes an effort and thinks
34
correctly, the world and creation are organised for us. It
has a single specific sense and not three senses, it can be
true or false, but cannot be true and false at the same time.
In the Thomistic tradition of the Catholic Church we are
shown that there is an occult reason for creation and that
that is understandable. I feel that there are times in which
artists exaggerate with the fact that things are meaningless:
a meaningless world sounds so attractive.
I sometimes think that the work of intellectuals is to make
the dramas of the world comprehensible to all, because to
deny their meaning is to give them too much power. If they
cannot be explained, we cannot speak of them because they
are like God. We must look for ways of making events like
the genocide in Ruanda understandable, although initially
they may seem completely incomprehensible.
In the metaphysical sense, the genre of pure mystery is totally
lost, its only purpose is entertainment, but it is excellent as
an exercise in writing: the mechanics of working with the
hypotheses of the audience, giving and hiding information.
I believe that Edgar Allan Poe invented the beginning and
the end of the mystery story with his The Murders in the Rue
Morgue. But he also invented The Purloined Letter, which is
something like a joke because in the long run the letter is
on top of the desk and nobody finds it. Poe finished the
mystery story by making it absurd. Borges also made it
absurd, and it has been done quite a few more times. In
its purest sense, the mystery story is innocent by current
standards, but its mechanics are useful. It’s like a game.
Do you think that the audience is going to interact
with Enormes Detalles?
We could say that this project is a kind of educational play.
I mean, it has been made for an audience that doesn’t know
much about the theatre. It is made to do what the theatre,
and only the theatre can do; a construction based on the
experience that both actor and spectator will share in the
same space and time.
I do not expect the audience to play with the mystery – to
discover the criminal – but with the different levels and
codes of acting. Ramón Núñez reads very well, so one
understands what is going on at all times. His ability to go
from one thing to another very quickly will be seen as an
exercise in virtuosity.
We are on two different levels: Ramón is an actor, Ramón
is Chesterton, Ramón is Chesterton and represents Father
Brown. I hope that the jumps between these different levels,
and what can be done from one level to another, will be
the game played by the audience. I hope that they will be
astonished by the turns in the story, but that they will not
tire themselves trying to discover the criminal. The play is
too short for that. I hope that the audience will focus more
on the stage dynamics constructed by Ramón López, the
director of the play, rather than try to build up a hypothesis
of the play.
Small Fragments for great details
By Ramón López Cauly.2
The Enormes Detalles project was built from its very
beginnings on the basis of a theatrical work that would bring
together a group of teachers and creators from our School
of Drama. Ramón Núñez would play Chesterton; Andrés
Kalawski, would write the text of Enormes Detalles, Ramón
López would take charge of the production and design, and
Alexei Vergara would act as the Deuteragonist, in the Greek
sense of the word.
Our main challenge was to construct, in a very short period
of time, a scenic “divertimento” that would offer biographic
and/or historical details of Gilbert K Chesterton, and
would also enable us to recover an acting dimension based
on the virtuosity (let’s call it what it is) of an artist like
Ramón Núñez.
2. Architect, designer, theatre director and teacher at the PUC. Currently Technical Director of the Teatro de la Universidad Católica de Chile. He has been
Director of the School of Drama for three periods.
35
The production of Enormes Detalles enables us to enter
a theatrical microcosm, in which narration and stage
discourse intermingle. All this with the aim of offering
the audience an pleasant plot that is told like a story. This
exercise has given us the chance to bring us once again into
the world of simple stage magic, which, apparently, different
contemporary languages of theatre production or different
acting codes have made disappear.
Our proposal is simple and is based on bringing the plot
together in front of the audience, of joining the fragments of
an unfinished piece of work and revealing the secrets of the
production in the guise of a draft that enhances the work of
the actor. The audience does not attend a performance, it
takes part in a “work in progress”.
On this occasion we are trying to experiment with the way
in which Ramón and Alexei, who play Chesterton and his
butler unfold before the audience, and with the behaviour
of all the different characters that give life to the new Father
Brown story called The Secret Garden. This split personality
not only enables the actors to jump from one character to
another with the freedom proposed by the text, but also
enables them to exchange their humanity as actors and
human beings with fictional beings. So we are once again
involved in a game and divertimento that unfolds with
the plot.
My role will be to conduct this historical game between
these two actors, who must solve and play with the original
plot as recontextualised by Andrés Kalawski. Chesterton
is supposed to face his literary drama and the dilemma
involved in its solution.
My intention as a director has no pre-established ideas. I
would say that we are working on the basis of an intuition
of how the plot can develop, based on what the actors will
discover and construct during the play. The rehearsals give
us time for confidence and reciprocal knowledge in which
the characters created by the author gain a symbiotic life,
thanks to the talents of the actor. So, good theatre is not
only based on a well-written text or a well read text, but on
good execution that reflects the commitment of the soul
and essence of the actors.
Chance or circumstances have enabled me to share the stage
once again with Ramón Núñez the actor. We have shared
many theatre productions with him as director and me as
designer. Now the roles have changed and I will be able to
enjoy the privilege of directing him.
Alexei Vergara joins us in this stage meeting of the two
Ramones. We also share something else: the three of us
have lived and studied in England. So we inevitably share
a certain degree of nostalgia for the country. We have
established tacit agreements that are reflections of a culture
that marked our professional growth. This capital will also
be used with caution and humour, to build a game we want
to share with you. We hope that you will enjoy our game.
A conversation with Ramón Núñez and
Alexei Vergara, Mr Chesterton and his butler.
By María Inés Silva.
How was your first meeting with Enormes Detalles?
Ramón Núñez: When Ramón López presented the first
version of Enormes Detalles, my reaction was that it was a
monologue. So I said, King Lear is King Lear and he has
the Fool next to him; Quixote has Sancho; Holmes has
Watson... A good writer always needs an alter ego.
Our constant dialogue with ourselves is part of the human
condition, and it goes on from the moment we wake up and
even appears in our dreams. When we watch a play, listen to
a concert or look at a painting, we are not only receiving the
direct broadcast of the artistic message, we are automatically
making analogies, discovering worlds, asking ourselves if it’s
time for lunch or hoping that the man in front of us would
keep quiet.
36
Alexei Vergara: That is the reason for my character, the
archetypal butler. But, I don’t believe that the butler is a
character, or that he requires enormous acting effort on my
part, I believe that he is there to collaborate with Ramón.
He is at his service. This is the idea of counterpoint, of
the other half that helps tell the story. This is the most
interesting point in this project. I am not working with
Chesterton or with The Secret Garden. I am working with
Ramón Núñez, within the framework of a tradition that is
beginning to disappear. At rehearsals, I tend to listen to
Ramón read. He reads and acts out his reading, in the way
it might appear on stage.
My generation has a more conceptual and semiotic stage
training. When we produce plays with students, we ask
them to do exercises that are related to the concept of the
stage. With language we work the way in which gestures
and movement play with language and space. And this
work is often an abstraction that goes beyond a real reading.
Ramón does the same from the point of view of a very
codified realism, which belongs to him and which we all
know. He works from his own perception of acting and the
theatre, and although this may not necessarily be an avant-
garde stance, it is extremely valuable, very profound, very
strong and very elaborate. His artistic reading is implicit in
the verbal reading of the text. It is related to his cultural
background, his theatrical culture and his intelligence.
That is my position in the exercise. And it is very interesting
for me as an actor. You should believe that I am not
proposing anything of my own, but I feel that I have no
right to ask him how I would have done it.
Ramón Núñez: Alexei arrived just in time for the dialogue.
His character is lovely, good and very entertaining, and
obviously much more intelligent and much brighter than
Chesterton himself.
Tell us about your encounter with Chesterton?
Ramón Núñez: During my 47-year career at the UC, I have
managed to fall in love with all the characters I have been
asked to play (I have never asked for a character myself).
And I am happy playing them, but this relationship doesn’t
develop unless one knows the character. One cannot love
what one doesn’t know.
In this case, our first meeting was when I was 21 years old,
and I read something by this Mr Gilbert K Chesterton, a
book called Magic, but it didn’t make me look for more.
I never heard of Mr Chesterton during the three years I
lived in England. During those years in London, I never
saw a Chesterton retrospective, or an exhibition, or a
commemorative plaque in his home, or anything, in spite
of the reverence of the British for their military and civil,
heroes statemen, or for their poets and dramatists.
I later discovered that Mr Chesterton had converted to
Catholicism in a country that caused one of the deepest rifts
in the Church during the reign of Henry VIII. I think that
this might have influenced Chesterton’s virtual inexistence
in the eyes of the cultural establishment thirty years ago.
Now, a mere three weeks before our first night, I am working
on a piece of research on Chesterton and plan to own him. I
couldn’t do it before because the priority was to clarify and
correct some parts of the text. That is part of the process.
I can tell you that I like the fact that Chesterton is a glutton,
a sybarite that refers to his brother. I also find that his
reference to his absent sister is also interesting, as she
was not mentioned for a time. His friendship with Wells,
Bernard Shaw is also interesting as is the fact that he refers
to James Joyce.
As an actor, how did you approach the play?
Ramón Núñez: I cannot lock myself into a room and
repeat lines until I have learned them off by heart. I do not
operate like that, so I drive directors crazy. So I say, take it
easy, I’ll know all my lines for the opening night. It’s part of
my method. I am more concerned with exploring the text
than with repeating it. If I understand the behaviour of the
character, his inner being, the text will flow out with the
37
same ease as this conversation, which flows easily although
I did not memorise what I would say.
I believe that that is the way to create a character: with
truth, sincerity and foundation. This is what I always ask my
students. My foremost rule is you will love your character
like you love yourself, you will never judge him.
How did you both approach the project?
Alexei Vergara: I take it as a big exercise not as a play, as
spatial production. This is how I approach my work and I try
to give my best from that position. From that perspective,
I find it interesting that Ramón Núñez is Ramón Núñez at
times, at other times, he becomes Chesterton and at others
he becomes other characters. The same happens with me; I
am sometimes Alexei Vergara on the stage, I can also be the
butler, and other characters as well. This shows that fiction
settles in. In archetypal terms, we could say that it settles in
the guise of Sancho and Quixote.
In this sense, Andrés Kalawski’s text proposes a game
that includes moving beyond the theatre. I think this is
interesting and that it justifies this exercise to a certain
extent.
Ramón Núñez: I approached the project by considering
it a search, an encounter, an act of calculation and error, of
following up and paying attention to the inner processes that
are related to the subjective world of our own experience.
We are going to give you a laboratory exercise, a first stage
of a play, a stage production. The finished play will be the
second stage. In this sense, I believe that the best fruit grows
in the driest places.
 w w w . t e u c . c l

PROGRAMACIÓN 2008

El mercader de Venecia Marzo, abril, mayo

Dirigida por Felipe Castro - Fiebre

Los caminos de don Floridor Abril, mayo, junio

Colectivo Artístico La Patogallina

Frikchou Abril, mayo, junio

Colectivo Artístico La Patogallina

Las huachas Julio, agosto, septiembre / enero 2009

Dirigida por Alexis Moreno

¿Y quién no sabe cómo es un dragón? Agosto, septiembre, octubre / enero 2009

Dirigida por Horacio Videla

Enormes detalles Octubre

Dirigida por Ramón López

Sin sangre Octubre

Teatro Cinema
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Dirección Escuela de Teatro: Milena Grass

Dirección TEUC: Inés Stranger
Dirección Técnica: Ramón López
Administración y Finanzas: Luis Coloma
Producción: Mario Costa
Comunicaciones y Públicos: María Inés Silva
Jefe Técnico: Francisco Lacalle
Administración de sala y gestión de públicos: Carola Zuleta Hidalgo
Asistente de comunicaciones y públicos: Pamela López
Acogida de públicos: Constanza Alvarado
Asistente de producción: Sebastián Castro
Prensa: Carola Guzmán
Promoción y ventas: Mario Contreras
Raúl Pacheco
Secretaria: Verónica Vergara
Estafeta: José Caro
Sonido: Marco Díaz
Operador técnico: Maximiliano Cornejo
Operador iluminación: Juan Carlos Araya
Realización escenográfica: Juan Pablo Cuevas
Ariel Medrano
Claudio Viedma
Sastrería: Sergio Aravena
Boletería: Marcela Gómez
Paula Pavez
Asistente de administración: Juan Hormazábal
Asistente de servicios: Lautaro Ortiz

Cuadernillo de Mediación Cultural

Edición: María Inés Silva Barraza

Coordinación: Pamela López

María Inés Silva Barraza

Colaboradores: Miriam Rabinovic

Fotografías: Elio Frugone

Ilustración portada: Joaquín Cociña
Diseño gráfico: Joaquín Cociña

Ventas de Funciones: Mario Contreras

mcontree@uc.cl
T: 354 5106
Boletería: 205 56 52
 F A C U L T A D
ESCUELA DE TEATRO UC (ETUC)
Extensión
La Escuela de Teatro, a través de sus actividades de
Extensión, quiere invitarle a ser parte de su espectro
educativo, que se expande más allá de la comunidad
universitaria, llegando a variados grupos sociales. Con este
fin, se ofrecen los siguientes programas de estudio:
Programa Anual “Teatro Abierto” (Marzo a Octubre)
Cuatro talleres consecutivos de aproximación al estudio
de lasv artes escénicas (Voz, Movimiento, Actuación y
Montaje). Se diferencia de los Talleres de Verano e Invierno
en su duración, lo que permite una formación de plan anual,
con materias secuenciales y contenidos acumulativos.
Talleres de Verano e Invierno (Enero y Julio)
Talleres intensivos en materias específicas del Teatro.
La modalidad de duración acotada de los Talleres de
Verano e Invierno ETUC hace posible ejecutar los Talleres
paralelamente a otros estudios o actividades laborales.
Público Objetivo:
Los Talleres de Extensión ETUC están dirigidos a público
general, sin requisito de estudios previos en sus áreas
de estudio. Se otorga Certificado de Asistencia.
Más información:
www.uc.cl/artes
extensionteatro@uc.cl
Coordinadora: Gala Fernández Frésard/ T: 354
5141
PUBLICACIONES
Apuntes de Teatro - Escuela de Teatro Cátedra de Artes - Magíster en Artes
www.revistaapuntes.puc.cl / T: 354 5083
D E A R T E S U C
MAGÍSTER EN ARTES UC
El Magíster es un Programa multidisciplinario en artes, con
énfasis en un diálogo con la producción cultural chilena
e internacional, particularmente latinoamericana. Este
postgrado aborda las disciplinas de teatro, música
y artes visuales, en diferentes orientaciones.
En TEATRO se puede optar a:
· Modalidad laboratorio contemporáneo de
investigación y experimentación escénica.
· Modalidad teórica en torno a teoría cultural
del drama y de la perfomatividad: su
actualización en la escena latinoamericana.
· Modalidad pedagogía teatral.
En MÚSICA se puede optar a:
· Composición.
· Musicología.
En ARTES VISUALES se puede optar a:
· Creación de obra visual, acompañada de una
memoria de obra.
· Realización de una tesis en teoría, historia
del arte, patrimonio y desarrollo tecnológico
con sus influencias sobre el arte chileno.
· Proyecto multidisciplinario que integre las
áreas mencionadas anteriormente.
Más información:
www.uc.cl/artes
magisterenartes@uc.cl
Jefa de Programa: Alejandra Bendel / T: 354
5202
www.catedradeartes.cl / T: 354 5159