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CLASIFICACIÓN
[Existen distintos tipos, de acuerdo con la población leucocitaria que afecten:
Leucemia mieloide crónica (LMC) incluida dentro de los síndromes
mieloproliferativos crónicos.
Leucemia linfoide crónica (LLC) incluida dentro de los síndromes linfoproliferativos
y equiparable al linfoma linfocítico.
Leucemia linfoide aguda o Leucemia Linfoblástica (LLA)
Leucemia mieloide aguda o Leucemia Mieloblástica (LMA)
Leucemia mielógena (LM)
CARACTERÍSTICAS
La principal característica de las leucemias agudas es la presencia de un "cese
madurativo" de las células de línea mieloide (LMA) o Linfoide (LLA) con blastosis en
médula ósea (superior de 20% de celularidad no eritroide según la OMS). Dado que
todavía queda hematopoyesis normal residual, puede verse en sangre periférica la
existencia de un "hiato leucémico", es decir, presencia de formas inmaduras en sangre
periférica y formas maduras pero con
ausencia de elementos intermedios.
¿Qué es la leucemia?
La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos que se origina en la médula ósea, pero
puede propagarse a la sangre, los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, el sistema
nerviosocentral y otros órganos. En contraste, otros tipos de cáncer pueden originarse en
estos órganos, y luego se propagan a la médula ósea (o a otras partes). Estos tumores
cancerosos no son leucemia. La leucemia puede desarrollarse tanto en niños como en
adultos.La leucemia es una enfermedad compleja que tiene muchos tipos y subtipos
diferentes. La clase de tratamiento administrado y el pronóstico del paciente leucémico
varían grandemente, de acuerdo con el tipo exacto de leucemia y otros factores
individuales. El objetivo de este artículo consiste en ofrecer un resumen de los
diferentes tipos de leucemia:
de cómo se desarrollan, a quiénes afectan y la manera en que se tratan. La Sociedad
Americana del Cáncer (American Cancer Society) dispone de información más
detallada acerca de cada uno de estos tipos.
El término aguda significa "de rápido desarrollo". Aunque las células crecen
rápidamente, no pueden madurar de forma adecuada. El término crónica se refiere a una
condición en la que las células parecen ser maduras, pero no son completamente
normales. Éstas viven demasiado tiempo y causan una acumulación de ciertos tipos de
glóbulos blancos.
La tabla siguiente muestra los cuatro tipos principales de leucemia, así como la
distribución de los mismos entre niños y adultos.
causas de la leucemia
Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los casos de leucemia. Sin embargo,
durante los últimos años, los científicos han hecho considerables avances en la
comprensión de cómo ciertos cambios en el ADN (conocido en inglés como DNA)
pueden hacer que las células madres de la médula ósea se conviertan en leucemia. El
DNA es la estructura química portadora de las instrucciones para casi todo lo que
nuestras células hacen. Por lo general, nos parecemos a nuestros padres porque ellos son
el origen de nuestro DNA. Sin embargo, el DNA afecta más que nuestra apariencia
externa. Algunos genes (que forman parte de nuestro DNA) contienen instrucciones
para controlar el momento en que nuestras células crecen y se dividen. Ciertos genes
que promueven la división celular reciben el nombre de oncogenes. Otros, llamados
genes supresores de tumores, hacen más lenta la división celular, o bien que las células
mueran en el momento adecuado. El cáncer puede ser causado por cambios
(mutaciones) en el DNA que activan los oncogenes o desactivan los genes supresores de
tumores. Los cambios en el DNA relacionados con la leucemia suelen presentarse
después del nacimiento, en lugar de ser heredados. Estos cambios pueden ser causados
por exposición a radiación o a productos químicos cancerígenos (que causan cáncer),
pero, por lo general, ocurren sin motivo aparente. Cada vez que una célula se prepara
para dividirse en dos nuevas células, debe hacer una copia de su DNA. Este proceso, sin
embargo, no es perfecto, y a veces se producen errores al copiar. Afortunadamente, las
células tienen enzimas reparadoras que corrigen el DNA. No obstante, es posible que se
escapen algunos errores, especialmente si las células crecen con rapidez. Las
translocaciones son otro tipo de problema del DNA que puede provocar el desarrollo de
una leucemia. El DNA humano está contenido en 23 pares de cromosomas. Si el DNA
de un cromosoma se une a un cromosoma equivocado, el error puede activar los
oncogenes. Con frecuencia, diferentes tipos de leucemia experimentan translocaciones
que afectan diferentes cromosomas. En ocasiones, las pruebas destinadas a detectar
estas translocaciones resultan muy útiles para diagnosticar la leucemia, pronosticar el
desenlace y determinar si la enfermedad ha recurrido (regresa) después del tratamiento.
Síntomas de la leucemia
La leucemia puede causar muchos signos y síntomas, algunos de éstos de carácter muy
general. Tenga en cuenta que los síntomas que se mencionan a continuación también
pudieran ser causados por otras enfermedades. Los síntomas generales de la leucemia
pueden incluir cansancio, debilidad, pérdida de peso, fiebre y pérdida del apetito. La
mayoría de los síntomas de la leucemia aguda se deben a la escasez de células
sanguíneas normales, debido a que las células leucémicas desplazan a la médula ósea
formadora de células sanguíneas normales. Por consiguiente, la persona no cuenta con
suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas que funcionen adecuadamente.
La anemia es el resultado de una escasez de glóbulos rojos, y puede causar falta de aire,
cansancio y palidez. Una cantidad insuficiente de glóbulos blancos normales puede
aumentar el riesgo de infección. Aunque las personas que padecen de leucemia pueden
tener niveles muy altos de glóbulos blancos, las células no son normales y no ofrecen
una buena protección contra las infecciones. Una cantidad insuficiente de plaquetas
puede dar lugar a moretones, pérdida de sangre, hemorragias nasales frecuentes o graves
y encías sangrantes.
La propagación de la leucemia fuera de la médula ósea a otros órganos o al sistema
nervioso central puede causar diversos síntomas, tales como dolores de cabeza,
debilidad, convulsiones, vómitos, dificultad para mantener el equilibrio y visión
borrosa. Algunas personas sienten dolores en los huesos o en las articulaciones debido a
la propagación de las células cancerosas a la superficie del hueso o al interior de la
articulación. La leucemia también puede causar inflamación del hígado y del bazo. Si la
enfermedad se ha propagado a los ganglios linfáticos, éstos pueden inflamarse. Un tipo
de leucemia mielógena aguda tiende a propagarse a las encías, haciendo que éstas se
inflamen, duelan y sangren. La propagación a la piel puede ocasionar pequeñas manchas
coloreadas que parecen erupciones comunes. Cierto tipo de leucemia linfocítica aguda
(de linfocitos tipo T) a menudo afecta el timo. Una gran vena, la vena cava superior, que
transporta la sangre de la cabeza y los brazos de regreso al corazón, pasa cerca del timo.
Un timo agrandado puede comprimir la tráquea contigua, causando tos, falta de aire o
incluso asfixia. Si las células leucémicas comprimen la vena cava superior, pueden
inflamarse los brazos y la cabeza (síndrome de la vena cava superior). Esta condición
puede afectar el cerebro y pone en peligro la vida del paciente. Las personas que
presentan este síndrome necesitan tratamiento inmediato.
Punción lumbar
En este procedimiento, se introduce una pequeña aguja en la cavidad vertebral de la
región lumbar para extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo, el cual se
examina para ver si contiene células leucémicas. La punción lumbar también puede
emplearse para administrar medicamentos quimioterapéuticos directamente al líquido
cefalorraquídeo.
Pruebas de laboratorio
Los médicos utilizan una serie de pruebas de laboratorio muy precisas para diagnosticar
y clasificar la leucemia. Es importante saber el tipo exacto de leucemia que padece la
persona para seleccionar el mejor tratamiento. Todas las muestras de biopsia (médula
ósea, tejido de ganglios linfáticos, sangre y líquido cefalorraquídeo) son examinadas en
el microscopio por un médico especializado en enfermedades de la sangre y del tejido
linfoide. El médico analiza el tamaño y la forma de las células, así como otras
características, para
clasificarlas en tipos específicos. Un objetivo importante de este proceso es ver si las
células parecen ser maduras o no. Las células más inmaduras se denominan =lastos.
Estos blastos son ineficaces para combatir las infecciones, pero pueden reproducirse y
desplazar a las células maduras normales.
El porcentaje de blastos ayuda al médico a determinar la presencia de una leucemia
aguda. Por lo general, un 30% de blastos en la médula indica una leucemia aguda. Para
que una persona se considere en remisión (cuando el cáncer no es detectado por cierto
período de tiempo), el porcentaje de blastos no deberá ser mayor del 5%.
Los médicos europeos del siglo XIX fueron los primeros observadores de pacientes que
presentaban un marcado aumento en los conteos de glóbulos blancos. La expresión
³Weisses Blut´ o ³sangre blanca´ surgió como una designación para el trastorno. Luego
el término ³leucemia´ (que proviene de las palabras griegas ³leukos´, que significa
³blanco´, y ³haima´, que significa ³sangre´) se utilizó para darle nombre a la
enfermedad. Las principales formas de leucemia se dividen en cuatro categorías. Los
términos ³mielógena´ y ³linfocítica´ denotan el tipo de célula implicada. Existe una
forma aguda y una crónica de la leucemia mielógena y de la linfocítica. Por lo tanto, los
cuatro tipos principales de leucemia son: leucemia mielógena aguda o crónica (CML
por sus siglas en inglés), y leucemia linfocítica aguda o crónica. La leucemia aguda es
una enfermedad que avanza rápidamente y que afecta principalmente las células que no
están totalmente desarrolladas o diferenciadas. Estas células inmaduras no pueden
desempeñar sus funciones normales. La leucemia crónica avanza lentamente y permite
la proliferación de mayores cantidades de células desarrolladas. En general, estas
células maduras pueden desempeñar algunas de sus funciones normales. La capacidad
de medir las características específicas de las células (que incluyen el aspecto, las
anomalías cromosómicas y genéticas y las características inmunitarias) ha llevado a una
posterior subclasificación de las principales categorías de la leucemia. Las categorías y
subgrupos permiten a los médicos determinar con qué rapidez puede avanzar la
enfermedad y decidir qué tratamiento funciona mejor para una forma determinada de la
enfermedad.
En la leucemia mielógena aguda (AML) y en la leucemia linfocítica aguda (ALL), la
célula leucémica aguda original continúa formando aproximadamente un billón de
células leucémicas más. A estas células se las describe como ³no funcionales´ porque
no funcionan como las células normales. También desplazan a las células normales en la
médula ósea; a su vez, esto produce una disminución en la cantidad de células nuevas
normales producidas en la médula, lo cual además conlleva una disminución en los
conteos de glóbulos rojos(anemia).
Fase acelerada: hay más blastos en la sangre y la médula con menor cantidad de células
normales. Es común la presencia de síntomas.