La jornada de trabajo haba terminado y Carlos iba a pasar este
fin de semana con su abuela. Haca mucho tiempo desde la ltima vez, y por ello se haba decidido a hacerlo ahora antes de las nieves del invierno. La noche era oscura y no era precisamente un placer conducir en moto, pero Carlos conoca bien el camino.
De repente recibi el reflejo de una luz a pocos metros delante de
l y redujo la marcha . En medio de la carretera se encontraba una chica joven haciendo seas con los brazos.Ella le pregunt si podia llevarla a su casa y le explic donde viva. Carlos conoca el lugar y le dijo que no haba problema. La chica no llevaba mucha ropa encima, por ello l le puso su cazadora sobre los hombros antes de que se subiera a la moto.
Al llegar al lugar donde ella viva, le dijo gracias por haberla
llevado y se fue corriendo hacia dentro de la casa.Carlos no se dio cuenta en principio de que la chica se haba quedado con su cazadora, y pens que poda pasarse a recogerla de regreso. Prosigui su camino y disfrut de un agradable fin de semana con su abuela.
El domingo a la vuelta , se par delante de la casa de la chica y
llam a la puerta. l vena a recoger su cazadore, pero aquella seora ya entraba en aos que le abri la puerta, no entienda nada de lo que Carlos estaba diciendo.-Nadie ha estado aqu de visita, dijo la seora. l insisti y por ello fue invitado a entrar a casa. Al entrar en el saln, pudo ver un cuadro colgado en la pared con una foto de una chica. - Es ella, dijo l apuntando hacia el cuadro, esa fue la chica que yo traje aqu.
Aquella mujer le miraba un tanto extraa. - Es mi hija, dijo,muri
hace varios aos. La mujer le llev al cementerio donde estaba enterrada su hija. Cuando llegaron, se dirigieron hacia la tumba y all, en la lpida, estaba colgada su cazadora