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PANORAMA DE LA LITERATURA HISPANOAMERICANA

Selección de Literatura
Náhuatl
CUÍCATL Y HUEHUETLATOLLI
ILLI 260

2010

PROFESORAS: GIOVANNA IUBINI Y ESTEFANÍA PEÑA


Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 2

Selección de poesía Náhuatl.


1) Yaocuícatl
Desde donde se posan las águilas en medio de la llanura,
el polvo se alza cual si fuera humo,
Desde donde se posan las águilas, se enreda y da vueltas,
desde donde se yerguen los jaguares, con sartales floridos de muerte.
el sol es invocado.
¡Oh príncipes chichimecas!
Como un escudo que baja, ¡No temas corazón mío!
ahí se va poniendo el sol. En medio de la llanura,
En México está cayendo la noche, mi corazón quiere
la guerra merodea por todas partes, la muerte a filo de obsidiana.
¡oh Dador de la vida!,
se acerca la guerra. Sólo esto quiere mi corazón:
la muerte en la guerra...
Orgullosa de sí misma
se levanta la cuidad de México-Tenochtitlan.
Aquí nadie teme la muerte en la guerra. Haciendo círculos de jade
Ésta es nuestra gloria.
Éste es tu mandato. Haciendo círculos de jade está tendida la ciudad,
irradiando rayos de luz cual pluma de quetzal está
¡Oh Dador de la vida! aquí México:
Ténganlo presente, oh príncipes, junto a ella son llevados en barcas los príncipes:
no lo olviden. sobre ellos se extiende una florida niebla.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...? ¡Es tu casa, Dador de la vida, reinas tú aquí:
en Anáhuac se oyen tus cantos:
Con nuestras flechas, sobre los hombres se extienden!
Con nuestros escudos,
está existiendo la ciudad Aquí están en México los sauces blancos,
¡México-Tenochtitlan subsiste!. aquí las blancas espadañas:
tú, cual garza azul extiendes tus alas volando,
tú las abres y embelleces a tus siervos.
Hacen estrépito los cascabeles
Él revuelve la hoguera,
Hacen estrépito los cascabeles, da su palabra de mando
el polvo se alza cual si fuera humo: hacia los cuatro rumbos del universo.
Recibe deleite el Dador de la vida. !Hay aurora de guerra en la ciudad!

Las flores del escudo abren sus corolas,


se extiende la gloria, Canto de guerra. Canto de Motecuzoma
se enlaza en la tierra.
Dentro del gran lago fuiste creado,
¡Hay muerte aquí entre flores, Tú, Motecuzomatzin, en Méjico
en medio de la llanura! y reinas en Tenochtitlan.
Junto a la guerra,
al dar principio la guerra, Aquí es donde las Águilas se pierden,
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 3

tu casa de joyeles, cual sol brilla; Vive vuestro renombre, vuestra fama,
¡es aquí, la mansión de nuestro padre! oh príncipe, tú, hijo mío, Tlacahuepantzin,
y tú, Ixtlilcuechahuac. ¡Con florida muerte se
Vinisteis a vivir aquí en la medianía fueron,
de una gran llanura de agua. allá la merecieron!
Por brevísimo tiempo viene a tejerse
la nobleza de las Águilas, de los Príncipes: En el cielo la aurora se levanta:
Ixtlilcuechahuac en manos de Tlacuiyztin. múltiples aves hacen estrépito.
¡Se han convertido en aves color de fuego,
Es aquí como el sitio en que se adquiere gloria, se han convertido en aves color de oro!
donde alcanza renombre la nobleza:
¡Vino a tenderse el polvo, amarillea! Hay orfandad para la greda y la pluma.
Habéis de morir embriagados de flores,
¡Esforzaos, oh amigos, oh mi señor Motecuzma!
los que osamos ir allá donde se logra la gloria, ¡Se han convertido en aves color de fuego,
donde se alcanza la calidad de príncipe, se han convertido en aves color de oro!
donde solamente se merece la florida muerte!

2) Teocuícatl
obra el Dios de la dualidad.
¡Es un puro jade!...! El inventor de los hombres,
el espejo que hace aparecer las cosas.

¡Es un puro jade


un ancho plumaje ¿Eres tú verdadero?...
tu corazón, tu palabra,
oh, padre nuestro!
¡Tu compadeces al hombre, ¿Eres tú verdadero (tienes raíz)?
Tu lo ves con piedad!... Sólo quien todas las cosas domina,
¡Sólo por un brevísimo instante el Dador de la Vida.
Está junto a ti y a tu lado! ¿Es esto verdad?
¿Acaso no lo es, como dicen?
Preciosas cual jade brotan ¡Que nuestros corazones
Tus flores, oh por quien todo vive; no tengan tormento!
Cual perfumadas flores se perfeccionan, Todo lo que es verdadero
Cual azules guacamayas abren sus corolas... (lo que tiene raíz)
¡Sólo por un brevísimo instante dicen que no es verdadero
Está junto a ti y a tu lado! (que no tiene raíz)
El Dador de la Vida
sólo se muestra arbitrario.
¡Que nuestros corazón
El dios de la dualidad
no tengan tormento!
Porque él es el Dador de la Vida.
En el lugar del mundo,
en el lugar del mando gobernamos:
es el mando de mi señor principal.
Espejo que hace aparecer las cosas.
Ya van, ya están preparados.
Embriágate, embriágate,
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Percibo lo secreto Como una flor,


(Como una pintura nos iremos nos iremos secando
borrando) aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
¡Oh, tú con flores
nos iremos acabando
pintas las cosas,
nos vamos a su casa.
Dador de la vida:
Se acerco aquí,
con cantos tú
hace giros la tristeza
las metes en tinta,
de los que en su interior viven...
las matizas de colores:
a todo lo que ha de vivir en la tierra!
Medítenlo señores,
Luego queda rota
águilas y jaguares,
la orden de águilas y jaguares:
aunque fueran de jade,
¡Sólo en tu pintura
aunque fueran de oro
hemos vivido aquí en la tierra!
también allá irán,
al lugar de los descarnados.
En esta forma tachas e invalidas
Tendremos que desaparecer,
la sociedad, la hermandad,
nadie habrá de quedar.
la confederación de príncipes.
Metes en tinta (matizas de colores)
a todo lo que ha de vivir en la tierra.
Solamente él
Aun en estado precioso,
en caja de jade Solamente él,
pueden hallarse ocultos los príncipes: el Dador de la vida.
de modo igual somos, somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres, Vana sabiduría tenía yo,
todos habremos de irnos, ¿acaso alguien no lo sabía?
todos habremos de morir en la tierra. ¿Acaso alguien no?
No tenía yo contento al lado de la gente.
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh Ustedes señores! Realidades preciosas haces llover,
Así somos, de ti proviene tu felicidad,
somos mortales, ¡Dador de la vida!
de cuatro en cuatro nosotros los hombres, Olorosas flores, flores preciosas,
todos habremos de irnos, con ansia yo las deseaba,
todos habremos de morir en la tierra... vana sabiduría tenía yo...

Nadie en jade,
nadie en oro se convertirá: Las flores y los cantos
en la tierra quedará guardado. (¿He de irme?)
Todos nos iremos
allá, de igual modo.
Nadie quedará, Del interior del cielo vienen
conjuntamente habrá de perecer, las bellas flores, los bellos cantos.
nosotros iremos así a su casa. Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los echa a perder,
Como una pintura a no ser los del príncipe chichimeca
nos iremos borrando. Tecayehuatzin.
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¡Con los de él, alégrense!. 3) Xochicuícatl

La amistad es lluvia de flores preciosas. Nos ataviamos, nos enriquecemos...


Blancas vedijas de plumas de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas: Nos ataviamos, nos enriquecemos
en las ramas de los árboles, con flores, con cantos:
bajo ellas andan y liban ésas son las flores de la primavera:
los señores y los nobles. ¡con ellas nos adornamos aquí en la tierra!

Su hermoso canto: Hasta ahora es feliz mi corazón:


un dorado pájaro cascabel, Oigo ese canto, veo una flor:
lo elevas muy hermoso. ¡que jamás se marchiten en la tierra!
Estás en un cercado de flores.
Sobre las ramas floridas cantas.
¿Eres tú acaso, un ave preciosa del Dador de la Las flores y los cantos
vida?
¿Acaso tú al dios has hablado? Del interior del cielo vienen
Tan pronto como viste la aurora, las bellas flores, los bellos cantos.
te has puesto a cantar. Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los hecha a perder,
Esfuércese, quiera las flores de mi escudo, a no ser los del príncipe chimeca Tecayehuatzin.
las flores del Dador de la vida. ¡Con los de él, alegraos!
¿Qué podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado, La amistad es lluvia de flores preciosas.
en vano hemos brotado en la tierra. Blancas vedijas de pluma de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas:
¿He de irme como las flores que perecieron? en las ramas de los árboles,
¿Nada quedará de mi nombre? bajo ellas andan y liban
¿Nada de mi fama aquí en la tierra? los señores y los nobles.
¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón? Vuestro hermoso canto:
En vano hemos llegado, un dorado pájaro cascabel,
en vano hemos brotado en la tierra. lo eleváis muy hermoso.
Estáis en un cercado de flores.
Gocemos, oh amigos, Sobre las ramas floridas cantáis.
haya abrazos aquí. ¿Eres tú acaso, un ave preciosa del Dador de la
Ahora andamos sobre la tierra florida. vida?
Nadie hará terminar aquí ¿Acaso tú al dios haz hablado?
los flores y los cantos, Tan pronto como visteis la aurora,
ellos perdurarán en la casa del Dador de la vida. os habéis puesto a cantar.

Aquí en la tierra es la región de momento fugaz. Esfuércese, quiera mi corazón,


¿También es así en el lugar las flores del escudo.
donde de algún modo se vive? ¿Qué podrá hacer mi corazón?
¿Hay allá alegría, hay amistad? En vano hemos llegado,
¿O sólo aquí en la tierra hemos brotado en la tierra.
hemos venido a conocer nuestros rostros? ¿Sólo así he de irme
como las flores que perecieron?
¿Nada quedará de mi nombre?
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¿Nada de mi fama aquí en la tierra? alegras a las gentes.


¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón? Tú sólo repartes
En vano hemos llegado, flores que embriagan,
Hemos brotado en la tierra. flores preciosas.
Tú eres el cantor.
Gocemos, oh amigos, En el interior de la casa de la primavera,
haya abrazos aquí. alegras a las gentes.
Ahora andamos sobre la tierra florida.
Nadie hará terminar aquí
Las flores y los cantos, Con flores escribes
ellos perdurarán en la casa del Dador de la Vida. (Origen y Fin)

Con flores escribes, Dador de la vida,


Aquí en la tierra es la región del momento fugaz.
con cantos das color,
¿También es así el lugar con cantos sombreas
donde de algún modo se vive? a los que han de vivir en la tierra.
¿Allá se alegra uno?
¿O sólo aquí en la tierra Después destruirás
Hemos venido a conocer nuestros rostros? a águilas y a jaguares:
sólo en tu libro de pinturas vivimos,
aquí sobre la tierra.
Xopan Cuícatl
(Canto de primavera) Con tinta negra borrarás
lo que fue la hermandad,
En la casa de las pinturas la comunidad, la nobleza.
comienza a cantar,
ensaya el canto, Tú sombreas a los que han de vivir en la tierra.
derrama flores,
alegra el canto.
Xon Ahuicayan
Resuena el canto, (Alégrense)
los cascabeles se hacen oir,
a ellos responden
nuestras sonajas floridas. Alégrense con las flores que embriagan,
Derrama flores, las que están en nuestras manos.
alegra el canto.
Que sean puestos ya
Sobre las flores canta los collares de flores.
el hermoso faisán,
su canto despliega Nuestras flores de tiempo de lluvia,
en el interior de las aguas. fragantes flores,
A él responden abren ya sus corolas.
varios pájaros rojos,
el hermoso pájaro rojo Por allí anda el ave,
bellamente canta. parlotea y canta,
viene a conocer la casa del dios.
Libro de pinturas es tu corazón,
has venido a cantar, Sólo con nuestras flores
haces resonar tus tambores, nos alegramos.
tú eres el cantor.
En el interior de la casa de la primavera, Sólo con nuestros cantos
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perece su tristeza. en el interior del cielo hay cantos tristes,


con ellos va uno a la región donde de algún modo
Oh Señores, con esto, se existe.
su disgusto se disipa.
Eras festejado,
Las inventa el Dador de la vida, divinas palabras hiciste,
las ha hecho descender a pesar de ellos has muerto.
el inventor de sí mismo, El que tiene compasión de los hombres, hace
flores placenteras, torcida invensión.
con esto su dolor se disipa. Tú así lo hiciste.
¿Acaso no habló así un hombre?
4) Icnocuícatl El que persiste, llega a cansarse.
A nadie más forjará el Dador de la vida.
¡Día de llanto, día de lágrimas!
¡Ay de mí!... Tu corazón está triste.
¿Por segunda vez habrán de venir los señores?
¡Ay de mí:
Sólo recuerdo a Izcóatl,
sea así!
por ello la tristeza invade mi corazón.
No tengo dicha en la tierra
¿Es que ya estaba cansado,
aquí.
venció acaso la fatiga al Dueño de la casa,
al Dador de la vida?
¡Ah, de igual modo nací,
A nadie hace él resistente sobre la tierra.
de igual modo fui hecho hombre!
¿Adónde tendremos que ir?
¡Ah, sólo el desamparo
Por ello la tristeza invade mi corazón.
he venido a conocer
aquí en el mundo habitado!
Continúa la partida de gentes,
todos se van.
¡Que haya aún trato mutuo
Los príncipes, los señores, los nobles
aquí, oh amigos míos:
nos dejaron huérfanos.
solamente aquí en la tierra!
¡Sientan tristeza, oh ustedes señores!
Mañana o pasado,
¿Acaso vuelve alguien,
como lo quiera el corazón
acaso alguien regresa
de aquel por quien todo vive,
de la región de los descarnados?
nos hemos de ir a su casa,
¿Vendrán a hacernos saber algo
¡oh amigos, démonos gusto!
Moteuczomatzin, Nezahualcoyotzin,
Totoquihauatzin?
Nos dejaron huérfanos,
Canto de Axayácatl, señor de México
¡sientan tristeza, oh ustedes señores!
(Ycuic Axayacatzin, Mexico
Tlatohuani)
¿Por dónde anda mi corazón?
Yo Axayácatl, los busco,
nos abandonó Tezozomoctli,
por eso yo a solas doy salida a mi pena.
Ha bajado aquí la muerte florida,
A la gente del pueblo, a las ciudades,
se acerca ya aquí,
que vinieron a gobernar los señores,
en la Región del color rojo la inventaron
las han dejado huérfanas.
quienes antes estuvieron con nosotros.
¿Habrá acaso calma?
Va elevándose el llanto,
¿Acaso habrán de volver?
hacia allá son impelidas las gentes,
¿Quién acerca de esto pudiera hacerme saber?
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 8

Por eso yo a solas doy salida a mi pena. yo ya me voy, ya me voy a su casa.

Sólo trabajo en vano,


Canto triste de Cuacuauhtzin gocen, gocen, amigos nuestros.
(Cuacuauhtzin icnocuicatl) ¿No hemos de tener alegría,
no hemos de conocer placer, amigos nuestros?
Flores con ansia mi corazón desea. Llevaré conmigo las bellas flores,
Que estén en mis manos. los bellos cantos.
Con cantos me aflijo, Jamás lo hago en el tiempo del verdor,
sólo ensayo cantos en la tierra. sólo soy mendigo aquí,
Yo, Cuacuauhtzin, sólo yo, Cuacuauhtzin.
con ansia deseo las flores, ¿No habremos de gozar,
que estén en mis manos, no habremos de conocer el placer, amigos
yo soy desdichado. nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
¿Adónde en verdad iremos los bellos cantos.
que nunca tengamos que morir?
Aunque fuera yo piedra preciosa,
aunque fuera oro, Los últimos días del sitio de Tenochtitlán
seré yo fundido, (Canto de angustia de la Conquista: la visión de
allá en el crisol seré perforado. los vencidos)
Sólo tengo mi vida,
yo, Cuacuauhtzin, soy desdichado.
Y todo esto pasó con nosotros.
Tu atabal de jades, Nosotros lo vimos,
tu caracol rojo y azul así los haces ya resonar, nosotros lo admiramos.
tú, Yoyontzin. Con esta lamentosa y triste suerte
Ya ha llegado, nos vimos angustiados.
ya se yergue el cantor.
Por poco tiempo alégrense, En los caminos yacen dardos rotos,
vengan a presentarse aquí los cabellos están esparcidos.
los que tienen triste el corazón. Destechadas están las casas,
Ya ha llegado, enrojecidos tienen sus muros.
ya se yergue el cantor.
Gusanos pululan por calles y plazas,
Deja abrir la corola a tu corazón, y en las paredes están salpicados los sesos.
deja que ande por las alturas. Rojas están las aguas, están como teñidas,
Tú me aborreces, y cuando las bebimos,
tú me destinas a la muerte. es como si bebiéramos agua de salitre.

Ya me voy a su casa, Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,


pereceré. y era nuestra herencia una red de agujeros.
Acaso por mí tú tengas que llorar, Con los escudos fue su resguardo, pero
por mí tú tengas que aflijirte, ni con escudos puede ser sostenida su soledad.
tú, amigo mío,
pero yo ya me voy, Hemos comido palos de colorín,
yo ya me voy a su casa. hemos masticado grama salitrosa,
Sólo esto dice mi corazón, piedras de adobe, lagartijas,
no volveré una vez más, ratones, tierra en polvo, gusanos...
jamás volveré a salir sobre la tierra,
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 9

Comimos la carne apenas, La ruina de tenochcas y tlatelolcas


sobre el fuego estaba puesta.
Cuando estaba cocida la carne, Afánate, lucha, ¡oh Tlacatéccatl Temilotzin!:
de allí la arrebataban, ya salen de sus naves los hombres de Castilla y los
en el mismo fuego, la comían. de las chinampas.

Se nos puso precio. ¡Es cercado por la guerra el tenochca;


Precio del joven, del sacerdote, es cercado por la guerra el tlatelolca!
del niño y de la doncella.
Ya viene a cerrar el paso el armero
Basta: de un pobre era el precio Coyohuehuetzin;
sólo dos puñados de maíz, ya salió por el gran camino del Tepeyac el
sólo diez tortas de mosco; acolhua.
sólo era nuestro precio
veinte tortas de grama salitrosa. ¡Es cercado por la guerra el tenochca;
es cercado por la guerra el tlatelolca!
Oro, jades, mantas ricas,
plumajes de quetzal, Ya se ennegrece el fuego;
todo eso que es precioso, ardiendo revienta el tiro,
en nada fue estimado... ya se ha difundio la niebla:

¡Han aprehendido a Cuauhtémoc!


Se ha perdido el pueblo mexica ¡Se extiende una brazada de príncipes mexicanos!

¡Es cercado por la guerra el tenochca;


El llanto se extiende, las lágrimas gotean allá por es cercado por la guerra el tlatelolca!
Tlaltelolco.
Por agua se fueron ya los mexicanos;
semejan mujeres; la huida es general.
¿Adónde vamos?, ¡Oh amigos! Luego ¿fue
verdad?
Ya abandonan la Ciudad de México:
el humo se está levantando; la neblina se está
extendiendo...
Con llanto se saludan el Huiznahuácatl
Motelhuihtzin,
el Tlailotlácatl Tlacotzin,
el Tlacatecuhtli Oquihtzin...
Lloren, amigos míos,
tengan entendido que con estos hechos,
hemos perdido la nación mexicana.
¡El agua se ha acedado, se acedó la comida!
Esto es lo que ha hecho el Dador de vida en
Tlatelolco.
Sin recatos son llevados Motelhuihtzin y
Tlacotzin.
Con cantos se animaban unos a otros en
Acachinanco,
ah, cuando fueron a ser puestos allá en
Coyoacán...
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 10

Huehuetlahtolli
(Prosa didáctica Náhuatl)
Contra las malas palabras.

En esto esmérate, cuídate bien de palabras lascivas, de palabras burleras; no son buenas, no rectas;
provocan lascivamente a la gente, pueden, sin darse cuenta un, dañar, ensuciar, provocar a lasciva,. Echarán,
arrojarán a los hombres al río, al peñascal, a la trampa, al cordel. Procurarán a los hombres piedra, palo.
Nada bueno granjean a la gente, le procuran el andrajo, le quitan el seso y la cordura. No lo bueno, no lo
recto es con lo que el maligno espíritu hace errar a los corazones y aun a algunos los hechiza. Ya te lo dije:
No obres así: en ello está el andrajo, el pañete bragal viejo. Esto pues, hijo mío: tal como te he dado a
conocer así se haga; en paz y sosiego, párate en lo mundanal.

Consejos sobre la mujer.

Y ten esmero en no desear, en no codiciar el faldellín, la camisa; hace lascivia la gente, la envilece, la
mancha, la pervierte. No hagas tu padre y madre el derrumbadero de la ceniza o la encrucijada del camino.
Con esto va contra la cabeza, contra la testa de nuestro dios. Aún afánate como esclavo, haz esfuerzos ante
él, junto a él. Aún eres tú agua tierna, eres avecita, aún estás en brote, en espiga. Pues eres como un jade
fino, como una turquesa, pues eres como una pluma fina de quetzal, no por tu propia acción y gusto te
sangres, te desuelles. En alguna parte estará el faldellín, la camisa: está en verdor, crece, echa brotes, espiga
sobre la tierra. No te apresures: ahora aún ponte bajo el amparo y al lado de nuestro dios, que él sea tu guía
sobre el mañana y el pasado mañana. ¡Quién sabe si así se venga a parar de repente en el mar, en el viento,
para aferrarte, para atraparte! Si quieres introducir a tu lado el faldellín, la camisa, nos lo dirás a nosotros, tus
madres, tus padres, no tú por ti solo te lo dispondrás, no tú por tu solo te los arreglarás, pues tú tienes madre,
tienes padre, eres gobernado y sustentado.

Consejos a la mujer sobre sus amistades.

Y no hagas tus amigas a mentirosas, ladronas, disolutas, frecuentadoras de casas, perezosas, para que
no te contagien, para que no te contaminen; sino que no tengas más por tuyo propio que el quehacer dentro
de tu casa.
Tampoco salgas a la puerta, ni te quedes fija en el mercado, en el camino, junto al agua, no es buen
lugar, no es recto lugar: allí está lo que pervierte, lo que mancha a la gente, lo que procura dificultad,
miseria, lo que asalvaja, lo malo, lo pervertido.
No sólo como el estramonio y el acónito, sino mucho más intensamente, mucho más espantosamente,
con violencia hace perder el juicio a la gente, con violencia la saca de juicio.

Consejos sobre economía doméstica.

Y gobierna tus sementeras, tus campos sembrados, y cuida bien de tus trabajadores: y guardarás bien
el cofre, la caja, cerrarás bien la olla, la cazuela.
No solamente gastes disolutamente, no te destruyas ni desbarates a ti misma. Si sólo andas saliendo,
si sólo andas yendo y viviendo, nunca verás una olla tuya, una cazuela tuya. Nunca verás una habitación
tuya, una casa tuya, si de este modo vives.
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 11

Y si él tiene propiedades, no las gastes disolutamente, no las pondrás al mercado a tontas y a locas,
para que no empobrezca, antes bien lo ayudarás, para que guardéis vuestros bienes...
Un poco os calentaréis, un poco tendréis quietud y reposo, para que los dejéis en herencia a vuestros
hijos, a vuestros nietos.

Sobre la vida matrimonial.

Si a tu lado y contigo vive lo pondrás en tu regazo, entre el cruce de tus brazos. No tú, te habrás de
sobreponer a él como un águila, como un tigre; no harás de tal manera lo que él te mande que des motivo de
ofensa a dios y él no te dé tormentos.
En paz, en sosiego le dirás a él aquello con que te dé pena; no delante de otros, junto a otros, le
causarás vergüenza.

Contra la vanidad.

No siempre rebusques, no siempre desees, no siempre quieras la hermosa compostura; no siempre te


estés peinando, te estés mirando al espejo, no siempre te adereces, no siempre te recompongas, no siempre
estés deseando el hermoso atavío, sólo es el lazo y la trampa del maligno espíritu.

Consejos a un muchacho.

Ya lo comprendes: el ciervo, cuando lo persiguen, como va azorad de ver a la gente, no se da cuenta


de cómo viene a caer en la red, y allí muere.
Pero tú ¿eres acaso ciervo, para que no sepas dónde vas? A ti se te ha dado ver el camino que
seguirás: por tu propia culpa harás que venga el mal, si lo pierdes.
Como el árbol frutal: ya no está verde, ya no hecha brotes; si cuando estaba verde y echaba brotes cae
sobre él el hielo, no hace más que ser comido por el hielo; se seca con él.
Así, tú estás en verdor, en brotes de vida; cuando es el tiempo de tener verdor y echar brotes; sólo por
tu culpa vendrá a dar en la boca de las fieras.

Contra la embriaguez.

Lo que principalmente os encomiendo es que os apartéis de la borrachera; que no bebáis octli, porque
es como beleño, que saca al hombre de juicio.
De lo cual muchos se apartaron y temieron los viejos y viejas, y lo tuvieron por cosa muy aborrecible
y asquerosa por cuya causa los senadores y señores pasados, ahorcaron a muchos, y a otros quebraron la
cabeza con piedras, y a otros azotaron.
Este el vino que se llama octli, que es raíz y principio de todo mal y de toda perdición, porque él y la
embriagues son causa de toda discordia y disensión; de todas las revueltas y desasosiegos de los pueblos y
los reinos; es como torbellino que todo lo revuelve y desbarata; es como una tempestad infernal que trae
consigo todos los males juntos...
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 12

Es también causa, el octli o pulcre, de la soberbia, la altivez y de tenerse en mucho, diciendo el que lo
bebe con desenfreno, que es de alto linaje, y menosprecia a todos y a ninguno estima ni tiene en nada y causa
enemistades y odios.
Los borrachos dicen cosas desatinadas y desconcertadas, porque están fuera de sí. El borracho con
nadie tiene paz, ni de su boca salen jamás palabras pacíficas, sino destempladas que turban la paz de la
república... La borrachera deshonra a los hombres nobles y generosos y tiene en sí todos los males... Muy
bien dijo el que aseguró que el borracho es loco y hombre sin seso. Este tal con nadie tiene amistad, a nadie
respeta; es testimoniero, mentiroso, sembrador de discordias; es hombre de dos caras, de dos lenguas; es
como culebras de dos cabezas, que muerde por una y otra parte. El borracho nunca tiene sosiego y paz,
jamás está alegre, ni come ni bebe con quietud y paz. Muchas veces lloran estos tales y siempre están tristes;
son vocingleros y alborotadores de las casas ajenas; después que han bebido, cuanto tienen hurtan de las
casas de sus vecinos: las ollas, los platos y escudillas.
Ninguna cosa dura en su casa, ni medra en ella: todo es pobreza y malaventura; no hay allí plato, ni
escudilla, ni jarro; tampoco tienen qué vestirse, ni con qué cubrirse, ni qué calzar, ni en qué dormir; sus hijos
y todos los de su casa andas sucios, rotos, andrajosos y cubren a sus hijas con algún andrajo roto..., porque el
borracho de ninguna cosa tiene cuidado, ni comida, ni de los vestidos, ni de los de su familia.

GARIBAY, María Ángel. 1953. Historia de la literatura náhuatl. México D.F: Porrua, 412-432 pp.

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