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Selección de Literatura
Náhuatl
CUÍCATL Y HUEHUETLATOLLI
ILLI 260
2010
tu casa de joyeles, cual sol brilla; Vive vuestro renombre, vuestra fama,
¡es aquí, la mansión de nuestro padre! oh príncipe, tú, hijo mío, Tlacahuepantzin,
y tú, Ixtlilcuechahuac. ¡Con florida muerte se
Vinisteis a vivir aquí en la medianía fueron,
de una gran llanura de agua. allá la merecieron!
Por brevísimo tiempo viene a tejerse
la nobleza de las Águilas, de los Príncipes: En el cielo la aurora se levanta:
Ixtlilcuechahuac en manos de Tlacuiyztin. múltiples aves hacen estrépito.
¡Se han convertido en aves color de fuego,
Es aquí como el sitio en que se adquiere gloria, se han convertido en aves color de oro!
donde alcanza renombre la nobleza:
¡Vino a tenderse el polvo, amarillea! Hay orfandad para la greda y la pluma.
Habéis de morir embriagados de flores,
¡Esforzaos, oh amigos, oh mi señor Motecuzma!
los que osamos ir allá donde se logra la gloria, ¡Se han convertido en aves color de fuego,
donde se alcanza la calidad de príncipe, se han convertido en aves color de oro!
donde solamente se merece la florida muerte!
2) Teocuícatl
obra el Dios de la dualidad.
¡Es un puro jade!...! El inventor de los hombres,
el espejo que hace aparecer las cosas.
Nadie en jade,
nadie en oro se convertirá: Las flores y los cantos
en la tierra quedará guardado. (¿He de irme?)
Todos nos iremos
allá, de igual modo.
Nadie quedará, Del interior del cielo vienen
conjuntamente habrá de perecer, las bellas flores, los bellos cantos.
nosotros iremos así a su casa. Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los echa a perder,
Como una pintura a no ser los del príncipe chichimeca
nos iremos borrando. Tecayehuatzin.
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 5
Huehuetlahtolli
(Prosa didáctica Náhuatl)
Contra las malas palabras.
En esto esmérate, cuídate bien de palabras lascivas, de palabras burleras; no son buenas, no rectas;
provocan lascivamente a la gente, pueden, sin darse cuenta un, dañar, ensuciar, provocar a lasciva,. Echarán,
arrojarán a los hombres al río, al peñascal, a la trampa, al cordel. Procurarán a los hombres piedra, palo.
Nada bueno granjean a la gente, le procuran el andrajo, le quitan el seso y la cordura. No lo bueno, no lo
recto es con lo que el maligno espíritu hace errar a los corazones y aun a algunos los hechiza. Ya te lo dije:
No obres así: en ello está el andrajo, el pañete bragal viejo. Esto pues, hijo mío: tal como te he dado a
conocer así se haga; en paz y sosiego, párate en lo mundanal.
Y ten esmero en no desear, en no codiciar el faldellín, la camisa; hace lascivia la gente, la envilece, la
mancha, la pervierte. No hagas tu padre y madre el derrumbadero de la ceniza o la encrucijada del camino.
Con esto va contra la cabeza, contra la testa de nuestro dios. Aún afánate como esclavo, haz esfuerzos ante
él, junto a él. Aún eres tú agua tierna, eres avecita, aún estás en brote, en espiga. Pues eres como un jade
fino, como una turquesa, pues eres como una pluma fina de quetzal, no por tu propia acción y gusto te
sangres, te desuelles. En alguna parte estará el faldellín, la camisa: está en verdor, crece, echa brotes, espiga
sobre la tierra. No te apresures: ahora aún ponte bajo el amparo y al lado de nuestro dios, que él sea tu guía
sobre el mañana y el pasado mañana. ¡Quién sabe si así se venga a parar de repente en el mar, en el viento,
para aferrarte, para atraparte! Si quieres introducir a tu lado el faldellín, la camisa, nos lo dirás a nosotros, tus
madres, tus padres, no tú por ti solo te lo dispondrás, no tú por tu solo te los arreglarás, pues tú tienes madre,
tienes padre, eres gobernado y sustentado.
Y no hagas tus amigas a mentirosas, ladronas, disolutas, frecuentadoras de casas, perezosas, para que
no te contagien, para que no te contaminen; sino que no tengas más por tuyo propio que el quehacer dentro
de tu casa.
Tampoco salgas a la puerta, ni te quedes fija en el mercado, en el camino, junto al agua, no es buen
lugar, no es recto lugar: allí está lo que pervierte, lo que mancha a la gente, lo que procura dificultad,
miseria, lo que asalvaja, lo malo, lo pervertido.
No sólo como el estramonio y el acónito, sino mucho más intensamente, mucho más espantosamente,
con violencia hace perder el juicio a la gente, con violencia la saca de juicio.
Y gobierna tus sementeras, tus campos sembrados, y cuida bien de tus trabajadores: y guardarás bien
el cofre, la caja, cerrarás bien la olla, la cazuela.
No solamente gastes disolutamente, no te destruyas ni desbarates a ti misma. Si sólo andas saliendo,
si sólo andas yendo y viviendo, nunca verás una olla tuya, una cazuela tuya. Nunca verás una habitación
tuya, una casa tuya, si de este modo vives.
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 11
Y si él tiene propiedades, no las gastes disolutamente, no las pondrás al mercado a tontas y a locas,
para que no empobrezca, antes bien lo ayudarás, para que guardéis vuestros bienes...
Un poco os calentaréis, un poco tendréis quietud y reposo, para que los dejéis en herencia a vuestros
hijos, a vuestros nietos.
Si a tu lado y contigo vive lo pondrás en tu regazo, entre el cruce de tus brazos. No tú, te habrás de
sobreponer a él como un águila, como un tigre; no harás de tal manera lo que él te mande que des motivo de
ofensa a dios y él no te dé tormentos.
En paz, en sosiego le dirás a él aquello con que te dé pena; no delante de otros, junto a otros, le
causarás vergüenza.
Contra la vanidad.
Consejos a un muchacho.
Contra la embriaguez.
Lo que principalmente os encomiendo es que os apartéis de la borrachera; que no bebáis octli, porque
es como beleño, que saca al hombre de juicio.
De lo cual muchos se apartaron y temieron los viejos y viejas, y lo tuvieron por cosa muy aborrecible
y asquerosa por cuya causa los senadores y señores pasados, ahorcaron a muchos, y a otros quebraron la
cabeza con piedras, y a otros azotaron.
Este el vino que se llama octli, que es raíz y principio de todo mal y de toda perdición, porque él y la
embriagues son causa de toda discordia y disensión; de todas las revueltas y desasosiegos de los pueblos y
los reinos; es como torbellino que todo lo revuelve y desbarata; es como una tempestad infernal que trae
consigo todos los males juntos...
Panorama de la literatura hispanoamericana, 2010 12
Es también causa, el octli o pulcre, de la soberbia, la altivez y de tenerse en mucho, diciendo el que lo
bebe con desenfreno, que es de alto linaje, y menosprecia a todos y a ninguno estima ni tiene en nada y causa
enemistades y odios.
Los borrachos dicen cosas desatinadas y desconcertadas, porque están fuera de sí. El borracho con
nadie tiene paz, ni de su boca salen jamás palabras pacíficas, sino destempladas que turban la paz de la
república... La borrachera deshonra a los hombres nobles y generosos y tiene en sí todos los males... Muy
bien dijo el que aseguró que el borracho es loco y hombre sin seso. Este tal con nadie tiene amistad, a nadie
respeta; es testimoniero, mentiroso, sembrador de discordias; es hombre de dos caras, de dos lenguas; es
como culebras de dos cabezas, que muerde por una y otra parte. El borracho nunca tiene sosiego y paz,
jamás está alegre, ni come ni bebe con quietud y paz. Muchas veces lloran estos tales y siempre están tristes;
son vocingleros y alborotadores de las casas ajenas; después que han bebido, cuanto tienen hurtan de las
casas de sus vecinos: las ollas, los platos y escudillas.
Ninguna cosa dura en su casa, ni medra en ella: todo es pobreza y malaventura; no hay allí plato, ni
escudilla, ni jarro; tampoco tienen qué vestirse, ni con qué cubrirse, ni qué calzar, ni en qué dormir; sus hijos
y todos los de su casa andas sucios, rotos, andrajosos y cubren a sus hijas con algún andrajo roto..., porque el
borracho de ninguna cosa tiene cuidado, ni comida, ni de los vestidos, ni de los de su familia.
GARIBAY, María Ángel. 1953. Historia de la literatura náhuatl. México D.F: Porrua, 412-432 pp.