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cuadernos de la mujer del campo Programa de Estudios y Capacitacion de la Mujer Campesina e Indigena Cfreulo de Estudios de la Mujer Academia de Humanismo Cristiano Santiago — Chile tiva mujeres del can y ‘ograma de Estudios y apacitacién de la mijer esina e ini TheCRME SEMESTRAL PROYECTO HIVOS "CAPACTTACION CRGANIZATI“ VA Y PRODUCTIVA DE LAS MUJERES DET. CAMPO" La implementacién del Proyecto, ha seguido en lineas snerales los compromisos y contenidos del Proyecto 1982/ 63. Sin embargo, cabe incluir las reformulaciones propues~ en reunion con Janny van Es-Scheffer -encargada para jca latina- a finales del pasado afio. Igualmente, este informe semestral incluiré los problemas y readecuaciones con que se ha visto enfrentado el trabajo concreto. -estacaremos los siguientes aspecto a.zeformulacién del Proyecto roblemas surgidos en el trabajo concreto yuevas dimensiones del trabajo y apertura del equipo 1 trabajo con los grupos observaciones A. REFORMULACION DEL PROYECTO pn conversaciones sostenidas por el PEMCI con la encar- gada de la Agencia Hivos en noviembre de 1982, se discutié el Troyecto y se acordé variar los siguientes aspectos: a)Personal del equipo: contratar una secretaria por media jornada de trabajo. ‘ante del circunstancias que Yarfa Teresa Marshal, intee oT, pasé a realizar el mismo Proyecto con pobladoras scanas, en SUR Profesionales, no se alteraron los items del presupuesto ya que el medio tiempo de M.T.Marshal se asigné a Angélica Willson por el trabajo de secretarfa. 2,-3n diciembre, el equipo acordé aumentar a US $ 400, el calario de Nacarena Nack, gprovechando para estos fines, el excedente por el item salarios de los meses de octubre noviembre por el traslado a SUR de M.7.Marshal. las razo~ nes de este aumento obedecen al carécter del trabajo de M.M ck, quién anima dos grupos de mujeres semanalmente. d)El diario de las mujeres del campo Dado el cardécter atomizado del trabajo con los grupos, la disgregacién y el localismo en que se encuentra cada préximo mes de abril y proponew a las sujeres la idea Ge o: crear un diario, con el fin de colectivizar y noce: grupo aislado, se piensa realizar un Encuentro en el | las experiencias de cada grupo. Para concret se piensa preparar con los grupos auténonos nes, la ejecucién de este diario. Se pro cada grupo, tome el papel de corresponsal que su informacién alimente este medio ce experiencias entre mu la proposicién del diario se trabajar Encuentro pro) también se hard entrega del libro jeres. amaco para finales de a> de Mujeres cel campo", fruto del pr Para llevar a efecto le ejecucién del disminuir al m&ximo los gastos en el los costos de tal publicacién no se to inicial. B) PROBLEMAS SURGIDOS EN EL TRABAJO CONCRETO. stos problemas derivan de las exigen- cias que se han ido pissentando en el desarrollo del Proyecto. Por lo general, obedecen a una gran necesi- aad de recursos husanos para cumplir con las etapas programadas y por tareas que requieren de gran can- tidac de trabajo que no se consideré en la programa~ ci6n inicial. Gran parte de estos problemas derivan ael cubalgamiento entre la primera fese del Proyecto (octubre 81 - septiembre 82), le presente fase y de la etapa de consclidacién institucional del equipo. 8) La ejecucién del libro. Al cabo de la finalizacién de la primera fase del Pro- yecto nos encontrébamos con 37 historias testimonia- les recopilacas y compuestas, fueron necesarios: une completa revisién de m-terial, su correcéién y seleccién de las historias m&s elocuentes para ser inelufdas en el libro que representarfa la s{ntesis de los materiales realizados por el equipo, con fines de capacitacién y formacién de monitorae rurales. sta tarea se realizé low me de diciembre y enero, ccupando enteramente la jornada de trabajo de quien coordina el equipo y Sonia Montecino. Concurrié a este mismo trabajo Kirai de Leén durante un corto tiempo, ya que al wismo tiempo realizaba la asesorfa uoc. bd) La _consolidacién d& equipo PEMCI como inatitucién de apoyo al campesinado. urante los meses de octubre y noviembre, el PEMCI se vio obligado y requerido por exigencias externas que escapaban al Proyecto. La Vicarfa de la Solidaridad, y ms concretamente su Departamento Campesino, soli- cité A porficipacicty del PEMCIc, las jornadas de Punta de Tralca, que reunieron a todas las Confe: deraciones Campesinas del pafs. Gracias a esta coor- dinacién el PEMCI figura como una institucién de Apoyo al Campesinado y de esta manera los intentos de unidad Sindical e Inatituciones ce Apoyo al Campesinado son compartidas por el equipo en un esfuer- zo de aunar criterios y recursos (1). Asistieron a tal evento Ximena Valdés y Kirai de leén. Por otra parte, las jornadas del GTA en Temuco exigieron la preparacién de dos ponencias del PEMCI (2). Asf, el mes de novieubre Macarena Wack asietié a tales jornadas con el fin de presentar las ponencias y comenzar a formar parte de la coordina- cién entre las instituciones de apoyo al campesinado respecto al trabajo con la mjer rural. Em Witimo lugar, el F estuvo pre- sente en lus jornadas de la Mujer en Santiago, orsa- nigzadas por el Centro Cul‘ural Mapocho y el Cfreulo de Eetudios de la Mujer. En esa ocasién se organizé una exposicién y paneles sobre la wujer canmpesina. Esta participacién se consideré importante por el hecho de crear un espaéio.de conocimiento en ia ciu- dad de la eituacién que vive la mijer en el campo. c) Los grupos de trabajo Bellavista. El Proyecto contemplaba un trabajo de grupo en el vi- llorrio rural de Bellavista con un grupo de mjeres con el cual ya se tenfa una experiencia de organiza- cién grupal. Dos factores nos llev: ma dejar de (1) Ver anexo Documento "Compromiso Solidsrio por la Justicia Social", (2) Ver anexo Ponencias, ee ee ee ee ee ee ee ee ee ee ee its) lado el trabajp permanente en Bellavista: la encarga- ga, -Kirai de Leén- vio urgida por las tareas que implicaba la asesorfa a la UOC (Confederacién Unidad obrero Campesina) de la cual forma parte la Federa- cién Manuel Rodriguez), Tal asesorfa implica un tiem- pe de trabajo que impidié e la encargada asumir el trabajo en Bellavista, debiendo adem&s de asesorar a la UOC, ocuparse de los materiales y encuentros en el trabajo forestal. Por otra parte, en diciexbre otra ins- titucién de apoyo (GEA), comienza a realizar un traba- jo con mjeres de Bellavista, motivo por el cual, el PEMCI decide dejar este grupo, contactando a las m- jeres solo para entregarles materiales y hacerles participar de jornadas y encuentros. d) Los ¢omités de Mujeres Campesinas. (El Monte, Lo Ermita, Los Retamos) in el Inforne de trabajo de octubre de 1982 se vislum- vraba la posibilidad de orcanizacién de las mjeres a nivel de base en Comités que unieran a las trabaja- doree asaleriadae agrfcolas en sus demandas (ver infor- me HIVOS 1981-82). Un einnfmero de factores nos han obligade a reorientar este trabajo, volviendo a nivel local con el fin de redimensionar el trabajo con el grupo El Monte, en vistas a la capacitacién productiva (1). La diffeil situacién de estos sectores poblacionales, -asalariedas temporales- nos hace pensar a los Comi- tés como organizaciones de lento desarrollo. Una de las herramientas para agilizar la unidad por le base de las mujeres asalariadas la constituye el diario propuesto para el encuentro, Esta herramienta de com- nicacién se piensa en términos de transmisién de expe- riencias y como generador de unificacién de experien- .1) Ver trabajo con los grupos. ei puntuales y locales. El ritmo de trabajo del PEMCI no puede alterar los ritmos de desarrollo de oxperiencies de pase, por tanto el equipo y la encargeda de £1 Monte han decidido animar este grupo, del cus] se informa en la seccién trabajo con los grupos. Igualmente el grupo de Colina fue dejado de lado por la imposibili- dad de recargar de trabajo a le capacitedors Macarens Mack. c) M Consideramos que estos meses de traba~ jo hen sido fruct{feros en varios sentidos, ce los cuales deben destacer: a) Confederaciones Sindicales te asesorfa a la Confederacién Unidad ( brero y los comienzos de un trabajo similar con la Confede- racién surco, Teniendo en cuenta el cardcter nacional de tales Confederaciones Sindicales, se ha estimado conveniente prolonger el trabajo en torao e 1a organi- zacién de la Mujer a la Confederacién Surco, afs all de la simple entrega de nuestros materiales y de su consiguiente evaluacién. Este trabajo conjunto sigue los lineamientos de aunar esfuerzos y recursos del Simposio de Organizaciones Sindicales Campesinas e Instituciones de Apoyo al Campesinado, realizado en Punta de T.aice en octubre pasado. Sin embargo, @ pesar de que el PUNOT le otorga el apoyy a las organizaciones eindicaies nombradas -Confederaciones de nivel nacional- el equi- po considera de war el trabajo concreto con grupos de base, por cuanto pecial importancia mantener y ref re eee ee ee ee ee ee ee ee ee ee el diagnéstico (1) sobre los problemas del Sindicalis- wo agrario en la hora presente, que da cuenta de la eal y Sindicatos a nivel de base, la no corresyondencia entre el dis- curso de les organizaciones sindicales con le précti- ca sindical real reepecto a la sindicalizacién femeni na, la fundién subordinada de las propuestas de orga- nizacién femenina ademés de los prcblenas concretor ruptuta entre Sunerestructura Sin que surgen en torno a la organizacién en la coyuntura actual (2) nos sugieren un seguimiento y profundiza- cién del trabajo « nive). de base. Por tanto, el equi- po no desestima el trabajo con las Confederaciones, el ppoyo virtual a la Comtsién © Nacicnal Campesi- na recientemente formada siempre y cuando se le otor- gue un papel prepodéarante al trabajo a nivel de base. Merece interés el trabajar con las confederaciones y més concretamente con sus Departa- mentos Femeninos, de manera tal a incidir en los mé- todos y contenidos ce sue propuestas organizatives, Es deseable, en esta misma “ {nea de accién lograr confrontar la asesorfa a Confederaciones -Leparta- mentos Femeninos- con el desempefio de estos departa- mentos, sus éxitos y fracasos a nivel de la bese de sus asociados mujeres. De esta forme el equipo propende a realizar evaluaciones conjuntas con los Departamentos Femeninos al cabo ce 1a finalizacién de esta etepa ce trabajo. (1) Ver Informe septiembre 1982 y Bengoa, José: "Trayectoria del Movimiento Campesino" GIA 1962. (2) Dificultades reales de trabajo y de formacién de grupos de mijeres de la UCC. Concretamente para que estas evalua- ciones se lleven a cabo, proponemos forualizar la evaluacién conjunta entre el Proyecto UOC y el Pro~ grama PEMCI YA Que a finales de esta etapa se conta~ r& con el tiempo suficiente de asesorfa y coordina cién como para realizarlo. Respecto al apoyo a la Confederacién Surco afin es un intento reciente como para proponer e1 mismo paso y el apoyo demandado no tiene el mismo | carfcter que le asesorfa de la UCC. Sin embargo, el equipo estima conveniente al cabo de cada etapa rea- lizar un esfuerzo por evaluer el trabajo con las or- genizaciones comprometides. ») Coordi El PEMCI ha estado atento al llamado del GIA pare coordinar el trabajo con la mujer rural. in les jornadas de Temuco en noviembre pasado, se tomé el acuerdo de llegar a una coordinacién de institucio~ nes de apoyo, El equipo forma parte de tal coordina~ cién, que se ha dado por tarea reunirse monsualmente con el fin de profundizar en las experiencias de trabajo con la mujer rural. Tal coordinacién edemés de reunir a Instétuciones de apoyo, roune a represen~ tantes de los Departamentos Femeninos de las Oonfede- racinnes sindicales. Respecto a la coordinacién con el tra- bajo de la mujer que se realiza en SUR Profesionales, se han sdstenido reuniones para el inicio de la reco pilacién testimonios de pobladoras urbanas, sin emba go, dada la reciente organizacién del equipo de tra~ bajo encabezado por Marfa Teresa Mareholl, atin no existe el tiempo suficiente como para definir tal coordinacién. Esta, por el momento se limita a tras- RHEE EB SB SB SB SB SB SB SB SB SB SB SBS SS. US pasar la experiencia de trabajo del PEMCI a SUR. Respecto al trabajo sobre sexualidad que realiza SUR con otro equipo de personas (A. Rodé, R. Delsing, etc) el PEMCI afin no desarrolla tal experiencia por cuanto no ve, por el momento, coordinacién necesaria. El PENCI se ha contactado con el Progra- ma de Economfa y Trabajo PET de la Academia de Huma- nismo Craéatiano con el fin de integrar a los grupos de base en una coordinacién que va hacia el mejora- miento de las condiciones de subsistencia de los tores populares, Con el fin de llevar a la prdctica la coordinacién, el PEMCI distribuye en todos sus grupos el Bolet{n del PET, cuyo contenido fundamental va di- rigido al abarataniento de las subsistencias y diver- sasa estrategias de supervivencia de los sectores po- puleres para enfrentar la crisis econémica que toca a les clases populares bésicamente en 1” falta de empleo. Dentro de esta linea, el PZT intenta estable- cer a través del bolet{n diversas experiencias lle- vadas a la préctica por sectores de base urbanos (ej: amamanderfas popudares ) y entrega conocimiento que apoyan técnicamente tales experiencias. c) Coordinacién de trabajo concreto. 1 PEMCI ha invitado a Gabriela Pischeda y a Marta Puenzalida (GIA y Pastoral Cbrera de Concepcién ri pectivemente) a participar de un Encuentro programa- do tentativamente para finales de abril de 1983. =1 objeto de este Encuentro es lanzer el libro en esta ocasién, en tres niveles de participacién: 1) Mujeres que hayan sido parte de las entrevistas p ra recoger los testimonios. 2) Mujeres de los grupos de base con que trabaja el PEMCI, Gabriela Pischeda del GIA y Marta ruenzali- da de la Pastoral Obrera de Concepcién. 3) Representantes de los Departamentos Temeninos de las confederaciones Sindicales Campesinas (fundamentalnente ja U.0.C, ligada al trabajo del PENTI por 1a asesorfa que realiza K ce Leén) El carécter del Encuentro El objeto primordial de este Encuentro es el de en re gar el fruto del trabajo del PENCI a sus principeles ce tarias: las mjeres que han posibilitado la ejecucién del libro "Historias Testimoniales de Mujeres del © mujeres de los grupos con que trabaja el equipoy de base de Gsorno y Concepcién que forman parte por el trabajo que realizan en esas provincias G. y M. Fuenzalida. Se ha invitado tambi representantes de los Departamentos Femeninos de © tacién elaborado y para profundizar el equipo y las mujeres de las Conf. Independientemente del hecho que el sus materiales a diversas organizacicnes dad, se pretende establecer una coors fundamentalmente entre grupos de base, co las experiencias que estos hayan des: ta invitacién a los Departamentos Feneninc raciones Sindicales, constituye un intento dei dar a conocer el método de trabajo del equire, "la capacitacién" y la produccién de materiales popular, a partir de los problemas y nec ades de de base. $i bien el Encuentro tendré como ob, entrega del libro, pretendemos en 1 jar con las participamtes en las si -la historia testimonial como forma periencias de mujeres concretas de gaEaEER SB " pafs: la memoria de la mujer como herramienta para dar a co- nocer su pasado, su situacién, experiencias y demandas. -21 libro "Historias Testimoniales de Mujeres del campo” Un cuerpo de experiencias individuales que otorga elementos ara conformar un cuerpo de experiencias colectivas: el car&c- ter especidico de los problemas de las mujeres, La busqueda ce esta metodologia a partir de los problemas concretos de las mujeres, pretende otorgar un sentido al trabajo con la mujer rural: avanzar de lo particular y especifico hacia lo general, implica tener en cuenta que la movilizacién de la jer hacia las organizaciones de clase (o etnia), debe par- tir de los problemas e intereses mas inmediatos de las muje- res y no de las propuestas organizativas que adolecen de una debida caracterizacién de la posicién de la mujer en el cam- po (familia, comunidad, etc). Zl reto que se plantea el equipo en esta etapa de trabajo, es formular el paso de lo individual (la historia testimo- mujeres, en nuestra sociedad com al) a lo colectivo (la: ates, atin cuando diversas particula- arten problemas seme ja ridades diferencien su posicién y roles en el dmbito en que viven). ~BL_PEMCT y 1a prensa femenina: e1 equipo se plantea a partir e la creacién de un érgano de comunicacién entre mujeres, ar un paso después de la elaboracién del libro; se intenta- v& a través del diario establecer una red de comunicacién en- tre los grupos. Vemos en un medio de comunicacié6n periédico, la posibilidad de comenzar a trabajar en una herramienta ue posibilite la comunicacién entre mujeres organizadas con diferentes fines. mn este sentido, el diario podria tam- ién constituir un medio para coordinar el trabajo con grupos otras instituciones que realicen un trabajo semejante al I d M. Fuenzalida) (casos de G. 1, TRABAJO CON LOS GRUPOS Grupo Santa Rosa sociedad de Hilanderas de migrantes napuches & la ciudad Informa: Sonia Montecino Grupo Lo Ermita y fundos vecinos una_bisqueda de la capacitacién en la pad Informa: Macarena Mack Grupo El Monte Hacia la colectivizacién de la elabi i Tnforma: Macarena Mack 21 trabajo realizado con el bepartanente de la Confederacién Sindical unids Informa: Kirai de Leén ge meBE BRE SE SS SB SRESRSSRSRRSR SR SE INFORME HIVOS GRUPO DE MUJERES MAPU Informa: SONIA MONTECINO. thos comienzo: Cuando se inicié el trabajo con el grupo de mujeres mapuches residentes en Santiago, se contaba desde hacfa varios afios con el conocimiento personal de quienes 1o formaron. Hacfa un afio atrés se habfan realiza- do historias de vida con dos de ellas: Marcelina Queupumil y Rosa Manquecura. Le necesidad de emprender una labor conjunta surgié a .a-tir de razones précticas y teé- vices. Estas fltimas dicen relacién con la proble- m&tica mapuche general: en Santiago se conccatra la mayor cantidad de migrantes mapuches (100.000 segin e1 cengo de 1969) y entre ellos un alto porcenta_e est& compuesto por migrantes mujeres (CF. encuesta de PAS). Sensibilizada desde tiempo con los proble- mas que enfrentan las migrantes mapuches en Santiago (entre otros, segregacién racial, relegacién a posi- ciones subordinadas laborales, problemas psicolégi- cos de ajuste, etc.) y de acuerdo a los sentimientos y necesidades de algunas de ellas, decidis, en congunto, emprender la formacién de un grupo. g isticas del_grupo.- Compuesto por cinco mujeres parientes entre sf que habfan tenido con anterioridad relacio- nes de ayuda mtua en el plano laboral. Esta carac- 14 terfatica dice relacién con un element comin a la cultura mapuche enfrentada a la ciuded: se generan organizaciones informales de parentesco que ayudan a “amortiguar" los efectos de la discriminacién y e1 paso de lo rural a lo urbano (CF. Iunizaga, 1969 gl grupo parental de mujeres contaba con un "backgroud" de trabajo en "sociedad" desde, por 10 menos cuatro afios: trabajo a domicilio en costura de faldas, factura de palitos de helacos,; tejidos (con una m{quina adquirida en sociedad), ven- ta de cilantro. acem4s presenté una alte solidaric femenina respecto a la bisqueda de trabajo a las nue- vas migrantes (generalmente partentas) y eyude econé- mica en los tiempos de cesantfe. El conocimiento previo de las mujeres y de sus reducciones natales (Ruichahue, Collahue, y Coipoléfquen) pos ibilité el contacto estrecho con el grupo. Las _participante: A) Marcelina Queupumil, pobladora urbana on Senta Rosa, casada con un chileno de extraccién campe~ sina. Dos hijos. Anteriormente se dose! empleada doméstica puertas adentro. ié como B) Juana Queupumil, empleada puertas acentro desde que llega a Santiago, un hijo, en 1s actuslided estdé cesante. ) Rosa Manquecura, empleada puertes acentro. Case” da y separada en el campo, un hijo vivo que es en la reduccién. D) Evgenia Manquecura, empleada puertas adentro, mi- gracién reciente. BEB SB SB SSSR ERR RRR SRE SE SB 5) Adriana Meliqueo, empleada puertas adentro, migra- cién reciente. Sonia Montecino, antropologa, PIMCI. Angélica Willson, Secretaria del PEMCI, egresada de Antropologfa, inte.ra al grupo en Marzo de 1983. Dadas las caracter{sticas laborales de las mujeres, las reuniones efectiiun los dfas domingos después de almuerzo, en la casa de Marcelina Queupumil se han realizado 10 reuniones (noviembre 1982-Marzo 1383). arrollo de la experiencia grupal.- En noviembre de 1382 se realizé la primera reunién formal con las mijeres. Este primer encuentro fue de biisqueda del atido" de las reu- niones, se hablé de cuél serfa nuestro objetivo en tanto agrupacién de mijeres. No habfa ninguna clari- dad frente a este "sentido". Por otro lado, la in- tegrante del PEMCI no podfa asumir la calidad de "capacitadora" puesto que el grupo de mujeres mis- mas no lo vefa como tal intengrfndola como una més centro del grupo. mm esta reunién se repartieron los materiales del PEMCI (Cuento de Ana, Historias de Mujeres mapuches, Historias de mujeres Forestale: y se planteé una lectura individual de ellos con el objeto de comentarlos la préxima reunién. j]_impacto de los materiales de capucitacién del PENCI.- Durante la segunda y tercera reunién se comentaron les lecturas individuales. A grandes vrasgos las conclusiones fueron las siguientes: 1) Historias de Mujeres mapuches: lefdas por todas 16 las integrantes. liubo con dar a conocer le vida y los problemas de los mapuches, como un modo que los "nuincas" apreciaran le real mac- nitud de su trabajo y cultura. Marcelina (cuyo relato e inclufa), estuvo de acuerdo con la"veracidad" de la historia de su vida y solo objeté el hecho que se hubiera presentado con seudonimo. Pidié que en el li- bro con testimonios saliera su nombre completo. Le nistoria que m&s gusté fue la de Catalina Cayumén, en tanto fue reconocida como "la so en 1a importancia de ws mapuche de todas" (cabe destacar que en sectores no mapuches esta historia no fue comprendica). 2) Histories Foreatales: Solo lefdas por y Juana, Hubo desacuerdo con estas historias: las m- jeres de> grupo creyeron que se tratava de testino- nios mapuches y las alusiones al alcohclieno y les vorrache tivo a los huincas para continuar con Ja imagen de "indios flojos y borrachos". 3) Quento de Ana: Lefdo solo por Rosa, dio una imagen somera de su contenido, diciendo que le habfe pareci- do bueno. Las opiniones vertidas sobre esta lectura informal ce los materiales del PEMCI, nos lievé a la conclusién que generaban elementos pera lu ciscu- elina fueron censuradas, en tento eso daba mo- sién, pero que era absolutamente necesario iniciar una lecture programada de cada uno ce ellos, con su consiguiente evaluacién grupal. La lecture preparada ademfs ayudava en tanto las mijeres no tenfan el tiempo necesario para leer (por el trabijo) ni refle- xionar detenidamente. EL_encuentro tide. Durante las tres reuniones siguientes se siguié planteando el problema del "sentido" grupal. surgieron numerosas necesidades, entre las cucles se S828 8 17 contaba la capacitacién sobre la nueva Ley Indfgena, para posteriormente entregar ellas esos conccimientos @ sus familias reduccionales, la necesidad de incor- porarse a alguna agrupacién de "ayuda a los mapuchi en Santiago", la idea de confeccionar un"manual” pi ras las mjeres mapuches que recién llegaban a Santia- 0, la elaboracién de una cartilla con conocimientos sobre costura y tejido para las mJeres mapuches de reducciones. Sin embargo, ninguna de estas ideas toma~ ba una accién concreta, ni un est{mulo real para es- ter juntas. A pesar de ser necesidades "sentidas", no habfa ningtin gatillador realmente movilizador. Se ana- lizaron los problemas laborales y poblacionales. Finalmente, durante la séptima reunién con el grupo, surgié el elemento cohesionador y con- creto: habfamos encontrado un "sentido". La idea fue la de crear un taller de artesanfa mapuche: habfa que atender a los problemas reales por los cuales atravesaban las invegrantes (cesant{a y bajo poder adquisitivo que no alcanza ni siquiera para efectuar le ayuda obligada a las familias de origen) y esto saba por buscar una solucién al problema econémico. As{, empezamos a conversar las formas de funcionar. De inmediato planteé el inicio de una "sociedad" donde la integrante del PEMCI pasaba a ser una parte mfs de dicha organizacién econémica- social (este mecanismo, propio de la cultura mapuchi tiende a generar un equilibrio entre los “parteners" de una relacién, busca la simetrfa entre ellos. Este hecho facilita el trabajo de los “agentes externos", en tanto la vida del grupo descansa en el mismo). Hubo largas discusiones para llegar finalmente a la conclusién que d verfamos partir con un trabajo de hilado. El hilo se vender{a a tiendas © informalmente. Se pened en traer a la madre de Rosa que vive en su reduccién- en el caso de teiiir lenas o de hacer tejido a telar, ella wmaestra", nos capacitarfa en esas técnicas. fa una suerte de Esta discusién dio al grupo estimulos y deseos de seguir trabajando a futuro. A fines de enero, se reelizé una reunién informal a la cual asietié le coordinadora del PENCI, para conocer e informar a las participan= tes de un posible mecanismo de comercializacién de los hilados a través de le MISIO. La idea fue muy pien acogida y concreté ain més los inicios de la "gociedad". eras A principio de marzo, 1 integrante del PEMCI, hizo entrega de tres kilos de vellones ce lan (comprados en Temuco) al grupo. Se planted «1 problema del dinero. No nabfa aceptacién por parte dei grupo de que el PEMCI aportara con 1a luna (de- pido a los mecanismos de generacién de asimetria en las relaciones). Finalmente se 11+ sign que una vez realizado el experimento y cuando hubieran utilidades el grupo fancionarfa sin la tu- tela econémica del PEMCI. gn esta misma reunién se procedié a javar 1a lana y a dietribuir el trabajo semanal. Be a lx cnelu- acoras que cada una nilarfa en la semana y todos los BES SS SB SB SB RBS SR SB SRB SB BSB SS domingos nos reunirfamos a conversar y a ver lo pro- ducido. Se planteS la idea de ampliar el gru- po, no obstante, hubo conseneo en que tenfamos que partir de un grupo pequefio y luego incorporer a més mujeres. También se hablé de la necesidad de ayudar- nos en el sentido de aprender wfs cosas y se llegS a la conclusién que deberfamos trabajar con cassettes erabados de los materiales del PEMCI, para poder trabajar en el hilado y adem{s discutir sobre los problemas de las mujeres. La segunda reunién de marzo de 1983, fue de trabajo en hilado y discusién. Se sometié a prueba, el argumento grabado del diapofilm sobre "mujeres mapuches"en la feria de Temuco". Las mujeres aportaron enormemente al trabajo del PEMCI en ese sentido, También se generé una discusién sobre la incorporacién de una de las integrantes del grupo a ANECAP y la del conjuato de mjeres a los Centros culturales Mapuches urbanos. onclusiones y trabajo a futur: El encuentro de un "sentido" grupal, mfg allé de la simple "gxapecitacién" y de la incorpo- racién a agrupaciones mayores (C.C.M.U. 0 ANECAP) ha dado como resultado un trabajo m&s comprometido y "real" de las mujeres que componen el grupo, adends ce un nexo estrecho entre éste y el PEMCI: el traba- jo en conjunto con lae mjeres como una miembra nfs del grupo de hilanderas, dé lugar a una relacién més estrecha y menos desigual, dé opciones de iniciar un trabajo disde el mismo sustrato en que se generan las necesidades y las deuandas reales (en este sentido tenemos el ejemplo, de una reivindicacién puntual de Juana, quien postula a un subsidio habitecional y se siente estafada, movilizando al grupo a escribir una carta e Pinochet denunciando su caso y el de otras mujeres en sus condiciones (1), también la denuncia de Rosa frente a sus problemas y le explotacién a las empleadas domésticas, etc. Por otro lado, la con- fianza que implica un trabajo como el que hemos dese~ rrollado, incide em una apreciacién objetiva de le labor general del PEMCI con los grupos de mujeres. La formalizacién del contacto con la MISIO se realizar’ una vez que los productos cel hi- Jado estén completos y lo hardén las propi=s mujeres, buscando ellas los nexos comerciales con otras perso- nas e instituciones. La planificacién del trabajo durante el afio, contempla la evaluacién de la socie misma yhde los materiales eportados por el Pi poracién a organizeciones fo amplias se in’ viendo segiin las necesidades reales de les componentes del grupo. Pensamos que el trabajo en ese sentido ee len- impuesto por nosotres sino por las La incor- to y no puede urgencias que adquiera el colectivo en su conjunto. Se planifica ademés de lus grabeciones que se hacen de las reuniones, un seguimiento de les tres mujeres que nos han realizado su historia de vida, con el fin de completar una carpeta individual de cade una de ellas y el sentido que ha tenido formacién del grupo, ademés del seguiniento colectivo que servirg de evaluacién al PEMCI. (1) Ver carta adjunta. SS SS SBE SR BRR SBE SERB SRB ESB SE SA 21 GRUPO DE MUJERES MAPUCHES URBANAS: UN EJEMPLO DE EUNION Informa: Sonia Montecino. A) Ie _produccién, 1a En esta reunién se escarmené lana y se hilé. Juana compré 9 kilos de lana a $ 100 cada kilo, le cual fue lavada por ella, Marcelina y Rosa durante la semana, Lo producido en 15 dfas fue 1 kilo 850 gramos de los dos kilos iniciales de lena trafdos del our. Cabe destacar que ya hemos iniciado el pro- ceso de factura ce los hilados con todas sus fa- ses: compra, lavado, secado, escarnmenado, hile. do, enmadejado, segundo lavado y pesaje de los ovillos. Se conversS la comercializacién y el asunto ce la compra de las lenas. Hiabfa inquietud por parte de las mujeres por devolver el dinero aportado por Rosi (NISIO). Esta explicé su insercién en le sociedad, con lo cual estuvo conforme el grupo: ella se integra como una socia. Hablamos del sig- nificado de nuestra insercién. Se planted que nues- tre ayuda en dinero inicial para materiales se de- bfa a la bésqueda de una "ganancia" de otro tipo por nuestra parte (Angélica, Rosi y Sonia), que estimébamos injusto que si nosotras perc{biamos un sueldo mayor que el de ellas, penséramos en obtener dinero del hiledo, que nuestro aporte era en trabajo y materiales y muy esencialmente buscar el “avance del grupo", la solidaridad. Estas expli- caciones fueron my bien recibidas, por cuanto las mijeres necesitaban tener meridiana cleridad res- pecto a los dineros y no sentir que se les estaba "regalando" el] dinero. Luego de estas aclaraciones quedé resuelto el problema de oscurided en las in- formaciones. 4.- Las mijeres mandaron a hacer usos pare todas, a $35 cada uno, 5.- Se volvié a hacer una reparticién ce lanae para el trabajo individual y se acordé no reunirse el domingo Santo (préxima reunién) B) La din&mica interna. 1.- Las mijeres deseaben integrar a m&s mujeres mepu- ches en el grupo, la necesidad de ampliacién obe- decfe a dos razone mayor cantidad de "manos" pa~ re el trabajo y biisqueda de ayuda y solidaridad a otras mujeres. kn esta reunién llegé una ce las mujeres que se habfa contactedo: le sefora Marga- rita, mapuche de Tirfa que vive en la nisma poblat cién Margozzinni y quien arrienda una pieza a Rosa. Ella se integrS muy bien al grupo, otor;fndole una dinémica extra-perental, deseosa de participar, ini- e186 su incorporacién escarmenando y contando algo de eu vida. Marcelina planteé qve les mujeres del vecindario estarfan interesadas en participer en la sociedad, pero se vio la necesidad de ir fs lento en la ampliacién del grupo hacia les mujeres huincas, 2.- Bl tema de conversacién se centré en la religién, en los diferentes modos de encararla ie cristianos y evangflicos (Cf. grabacién), Este tema surge es- ponteneamente y demuestra la vinculacién que existe entre la vide cotidiana y el mundo de las "creencias" para las mujer @ @S SSBB RB RERBS RES SSE SE RE SB SBS SE otro tema tratado fue el de la cooperative de la poblacién y las dificultades de las mijeres para participar en ella. Se cuenta ie historia de la Jormucién de la cooperative y les iniciativas ac- tuales de Marcelina y Juana por formar un Centro ta necesidad es vista de Madres en la poblacién. como un modo de enfrentar pol{ticamente e2 proble- ua de la vida: ei Centro de Madres es visto como una organizacién (legal) que permite que las mje- ves la transformen en un grupo de presién, Usando la fach.da del CEMA elles podrfan conseguir que sus problesas sean oidow por fila autoridad y que solucione ei problema de vivienda y modo de vida actual. Juana y otra pobladora han hecho tA y ya han reunido 21 firmas de mujeres para formarlo, Las families de la poblacién son 75 y las razones que dieron pare gu no incorporacién al ‘4 -segin Mercelina y Juana~ son 2] exacervado machismo de loe hombres. tay consenso en que los nombres y mis ain el geren- las averiguaciones en © + de la cooperetiva no le conviene que les mJjeres se organicen, iss mujeres tienen cabal conciencia del "inmoviliemo" de sus maridos frente «1 problema de mejora de la vivienda. se nablé ce la perticipacién del grupo en el en- OI: surgiS el problema de Narcelina uscande en comin la solucién para su wentre del y eu warido. “alice” de la casa. Se planted por parte de Juana los incovenientes de estar casada para una mujer: la mandan. Marcelina me no tiene inc pidié que hablara con su warido para que la dgje ir. Se respondié que mi conversacién ere solo una perte y que el problema de fondo debfa solucionarlo elle. 24 C) gbservaciones. Se evidencia un claro est{mlo por trabajar en el hilado, incluso Adriana y Eugenia que trabajon puer- tas adentro y que plantean las dificultades para hi- lar en el trabajo, también el hecho ce que el dfa domingo es el nico dfa de descango para cllas. Noo obstante, el sentarse a “ayudar” y conversar parace ser un atractivo my grende: participer y opinar. 2.- La retroelimentacién cultural y la préctica de tra- bajos tradicionales ha incidido en un wayor afian- zamiento de la etnicidad. Se habla micho en mapuche y se les enseiia a an. en las reunion Siica y Rosi palabras. 3.- Hay un alto grado de permeabilidad en las incorpo- raciones de nuevas gentes al grupo: lay una suerte de abertura que sorprende: se integra primero Angé- lica, la cual es aceptada y con la que se inicia una excelente relacién, Luego, surge acsi (ISIC), le cual conminada a definir eu situacién dentro del grupo y posteriormente muy bien aceptada, se incorpora Margarita quien no tienen ningiin proble- ma para empezar relsciones en un grupo ya formado. Este rasgo, que a mi modo de ver es un elemento cul- tural mapuche, ayuda en la dinfmica del grupo y en su posible ampliacién. D) Registros. 1.- Potogréfico de Angélica. 2.- Pilmado de Rosi (NISIO) 3.- Grabado de Sonia Hemos pensado que debewos planificar los registros y dividirnos el trabajo de observacién grupal entre las tres. También contemplamos la plani- ficacién del trabajo con materiales PEMCI y/o las nece- sidades que surjan del grupo mismo. Tr 25 INPORME ED GRUP. Informa: MACARENA MACK. comienzos del grupo. Bl trabajo con el grupo de mujeres de Lo Ermita se inicia en abril de 1982, Keses antes se habfa terminado la entrevista a Leontina -una de las mujeres integrantes del grupo-. A través de la entrevista se pudo conocer de la experiencia de organizacién de estas mujeres, la ctlal se habfa desarrollado principelmen- te en los CEMA desde 1964. Leontina fue le dirigente del sector y la que organiz6é al resto de las mujeres, tanto de ese fundo como de los fundos vecinos. Despuée de 1975, elle fue actsade de hacer pol{tica y marginade como dirigente, el resto las mujeres solidarizaron con ella y se retireron del CzMA, que pesS a ser controlado por sectores aco-~ nodados y partidarios del gobierno militar. Cuando se reelisa la entrevista estas sujeree llevaben varios afios fuera de la orgunizacién y manteniendo alguna ligazén entre elles solo durante las cosechas y frente a los problemas més urgentes del tor. El deseo de organizarse persist{a, pero tenfan mucho miedo y les costaba bastante definir Smo y por qué esto se podfe realizar fuera de las organigeciones controladas por el gobierno. Lo componen en un principio 10 mje- 8 que se conocfan desde hace muchos afos; algunas hhbfan llegedo juntas al fundo hace més de 20 afios y desde tiempo habfan trabajado juntas como tem~ poreres en las cosechas (elmendras y uva), exist{-n algunas jévenes que tenfen lazos de parentesco con las mayores por haberse casado con hijos de estas y también relaciones de compadrazgo. El grupo en sus comienzos era my homogeneo en cuanto a ies mujeres que lo componfan -habfan compartido les miemas experiencias tanto como como la confianza que se yenera por un en- de les domfs. temporera: piio conocimiento de iae inquietude msto ayudé en gran parte a une discusién franca de la realidad que ellas viven y poco a poco plantear el por qué elles se reunfan. Leto estab. muy ligedo con ev realidad conureta y lee relaciones con lee orgenizaciones de la comunided (escuela, sunicipa!i~ ded, patrén de fundo, S.N.S.). Su qui principio fue definido pare presionar a estae ins- tituciones en funcién de dewandas concretas. A través de los meses eliss fueron cer avade un invitende a otras aujeres a perticipar en estas re niones. asf, llegaron les cempesinas dei fundo Los Retamos y Carta Vieja y algunas parcelerua del sec- tor. warrollo de la experiencia grupal. El desarrollo de la experiencia como grupo se inicia con las converssciones sobre temas relacionados con sus vidas cotidianas trabajadas co~ mo narraciones personales de la experiencia de cada una. Se busca con eso socializar le experiencia que cada une crefa haber vivido solo en forma personal. SS Sea Sa B28 S828 S82 SB SB SB SB BSB BB SBS 27 Los problemas que se enfrentaron para tratar ae{ los temas fueron, la firzeza con que la mayorfa de las mujeres defencfa lo que crefa abso- lutamente privado y ellas misma se fueron dando cuen- ta que todo o casi todo 1o que les concernia entraba en esa categorf{a, CostS muchas sesiones que cada m- jer hablare desd sf misma y no repitiera lo que se espera de ella. No presioné, simplemente ee dejé que fveran hablando como quisieran, pero tomando guyeen cuenta las contradicciones manifiestas entre el discurso asumido y lo que constitufa eu verdade- ra experiencia. Fl papel de la integrante del PEMCI fue tomar nota de esa contradicciones y devolverlas como preguntas al grupo, la integrante del PENCI tue también incluida como perte del grupo. mes tratados por el grup: "La mujer y ei trabajo en el hogar" "La mujer y el trabajo afuera, asalariado o no". "Le mujer antes y hoy" (enfocado en los cambios) “elles y su perticipacién en las reunion de los centros de Padres en la escuela”. “Low problemas que tienen en el fundo" (en la actualided) A través de estas reuniones fueron reflexionando ante eu realidad y necesidades, in un principio fue diff{cil conseguir que todas dieran eu opinién, pero en poco tiempo esto se logrS y se manifestaron en el grupo. Desdpués del trabajo de estos temas y ya con el grupo consolidado se trabajé el libro se Ana (metodologfa a continuacién). participan 12 mujeres en forma constante y 3 lo hacen de vea en cuando, Ia lista de mujeres peraunentes 09 la siguiente: Leontina Leyton, Rosa Guitigrrez, Digna galinas, Verénica Galés, Isabel Mufloz, Marte varrasce, varfa Catalfn, Juanita Guajerdo, Blanca foblete, Isebe. cabezas, Gloria Ramirez, Purfsima Sandoval. bl encuentro del sentido. 21 grupo deade sus inicios se convirtié en rupo ce preeién por la aiffcil situacién que se vive en el sector y porque las muje-es desde siempre han tenico relativamente claras sus necesiduces como uienbras de la comunidad. Elles se han organizade para con- seguir el agua potable en el fundo, posteriornente sve un consultorio de salud (atencién de nifios sence una vez a la semana y entrega de leche en el sector por cucnt del S.N.S.) (1952)+ Han presionado en febrero ce 1485 por becas para sus hijos que estudian en el volitécnice de Maipé y becas pera los que jstudian en ensefenza bé- sica superior (7 u 6 afios) en le escuela Senta soon, ste Sitina movilisacién requirié 1 mujeres para hecer una némina con la situacién soci econémica de les femilias del fundo, documento quo cone pafaron con el fitimo recibo de los salariog de los mari- les hacen por yurentfes eefuerzo de dos y low descuentos que (cus, lus, agua) y descuentos previsicnslos. 29 Consiguieron quedar exentas en un 60% del pago de matrfcules. Actualmente el grupo se esté reunien- do y nos hen pedido que las capacitemos en “la palabra", i Sundegentar et pedido noe han sefialado que para ellae es sumemente importante aprender a plantear mejor sus sblemas y pare poder conversar y llegar a otras per- sonas del sector. idea de la "capacitacién en la pclebra" eurge ante una discusién para enfrentear el fu- ti wel grupo y llevar a la préctica algo que les pres- tare alguna utilided. Asef como durante el afio 1982 se nef: realizaao el "curso de salud", se discutié la po- sibdilidad de aprender a hacer"huertos orgénicos" o tejidos. Sin embargo, el grupo después de ha- cer um diagnéstico de su situacién concreta (despidos ce las familias del fundo, manipulacién de que son ob- jeto en lew reuniones de Centros de Padres, incapaci- sed de plentear sus demandas en la Municipalidad, etc.) eciden que van a trabejer en la “capacitacién de la pa- a", con el fin de poder plantear sus demandas y en- cenminar sus lucha Fosotros en este momento estamos tra- bajendo con ellas en las ideas para realizer este curso en el que elles serfan sujeto activo para su realiz«cién. T_DOLOGIA LIBRO DE_ANA. 1)_Aspectos generales del trabajo. libro de Ana se trabajé en 10 se- mujeres de Lo Ermita. En la prisera y cunas gesién se vieron los aspectos formales del libro (presentacién, tupas, dibujos, etc.). mm le tercera se- siones con li eién comienza la lectura, Yacarena hace una pequefia in- seleccionando temas, en ese monento se perabe la lectura y se discutfa, 2) Informe de le primera uunda_sesién. ya las dos primeras ecsiones s¢ vio el libro en forma general: los dibujos, 16 tapa, 1a le~ tra y le extensién. Cada persona dio su opinién, 10 que we recogié fue lo siguiente: troduceién y se propone rueds de lecture alrecedor de una mesa. A wedida que avenza ia lecture las mujeres van - xeferente a los personajes y ev histor: | a) "roe eonitos eon vonitos". | bd) "Al verlas sin leer el libro cuento". c) "ras curitas son redonditaa y los ojos conc sle.ress imagine que es un parece que es un cuento bonito”. - Keferente gi ilustran o no el lugar: res campesinos @) "Bueno, el lugar se parece & les lu¢ como este" (fundo). b) "on las cosechas la gente no se ve tn telizy r otra parte y a nivel interno, las miembras del Departamento Femennino configuraban un grupo my unido por relacio- nes de amistad, de parentesco y compadrazgo, mm sus reuniones se manal dedicaban a ayudarse entre sf en labores tradicionslmente femeninas, iste perfodo formé un nimero considerable de dirigentas y se quebré en el aflo 1978 con la ilegalizacién de la Confederacién, la persecusién de sus miembros $ la confiscacién de un local. A partir de ese momento, por razones de segu- ridad principalmente, pero también por carecer de un

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