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EUCARISTÍA MAYO 2017

MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy celebramos la fiesta de una madre, la fiesta de una mujer sencilla y trabajadora. El curso
está terminando y esta celebración tiene sabor a despedida. Durante este año hemos
compartido muchos momentos: de estudio, de diversión, de deportes, de familia y por qué
no, también de oración y celebraciones. Hoy queremos agradecer a nuestra Madre, todo lo
que hace por cada uno de los que estamos en este colegio. En esta Eucaristía, que
recordamos la generosidad y disponibilidad de la Virgen pidámosle que también haga de
nuestros corazones lugares de acogida y generosidad.

PRIMERA LECTURA DE SAN PABLO A LOS FILIPENSES


Estad siempre alegres en el Señor: os lo repito, ¡estad siempre alegres! Que vuestro buen
ánimo sea conocido por todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por nada.
Para dar a conocer a Dios vuestras peticiones, rogadle y suplicadle, dándole gracias. Y la paz
de Dios, que supera todo lo que se puede imaginar, conservará vuestros corazones y
vuestros pensamientos unidos con Jesucristo. En una palabra, hermanos, tratad de hacer
siempre lo que es bueno lo que es digno de alabanza; hacer lo que es verdadero, respetable,
justo, agradable; poned en práctica cuanto habéis aprendido y recibido de mí, lo que me
habéis oído decir y me habéis visto hacer. Y el Dios que nos da la paz, estará con vosotros.
Palabra de Dios.

SALMO 117 (116): ACCIÓN DE GRACIAS


Repetimos todos: ¡Aleluya!

¡Alaben al Señor, todas las naciones,


glorifíquenlo, todos los pueblos!

Porque es inquebrantable su amor por nosotros,


y su fidelidad permanece para siempre.
R: ¡Aleluya!

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (Lc 1,39-56)


En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la
criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: - ¡Bendita tú
entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre
de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: -
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque
ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora, me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es Santo. Y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación. Palabra del Señor.

PETICIONES
1. Que María, Madre de la Iglesia asista y acompañe siempre al Papa Francisco. ROGUEMOS
AL SEÑOR.

2. Nuestros estudios, en esta etapa de nuestra vida, son una gran responsabilidad, pero
también un regalo. Pidamos al Señor que, al igual que María, aceptemos esa responsabilidad
y ese regalo. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3. María tuvo la importante tarea de educar a Jesús. Pedimos al Señor que acompañe y
ayude a todos los que se esfuerzan y se preocupan por nuestra educación y felicidad.
ROGUEMOS AL SEÑOR.

4. También por todos nosotros: que seamos capaces de valorar más las cosas sencillas y
miremos a las personas como Dios les mira. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5. También nos preocupan la paz y la justicia de este mundo; el bienestar para los más
necesitados. Para que entre todos construyamos un mundo más solidario. ROGUEMOS AL
SEÑOR.

6. Para que nuestro corazón sea compasivo y capaz de perdonar; para que cultivemos, y se
nos note, un corazón transparente, desprovisto de malas intenciones. ROGUEMOS AL
SEÑOR.

ORACIÓN FINAL
Que María sea la causa de nuestra alegría. Nadie aprendió la humildad tan bien como ella.
María fue la “esclava”; ser esclavos significa estar al servicio de todos con alegría.

Que nuestro pensamiento sea como el suyo: generoso, tranquilo, servicial… Y seamos
capaces de dar muestras de que somos hijos de Dios.

Gloria a ti, María, Madre de Cristo y Madre mía.

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