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- 1856- nace el 6/5 en Freiberg, Moravia, hoy Checoslovaquia. Padres judíos y el lo siguió
siendo. Su familia paterna vivió junto al Rin y en el S XIV o XV se fue al este por la
persecución judía y luego en el SXIX se fue desde Lituania para después parar en Viena
donde hizo sus estudios.
- 1860 a la edad de 4 está en Viena donde hace sus estudios en el “gymnasium", siendo el
primero de la clase. El padre quería que eligiera una carrera y eligió medico no por la
vocación sino por el deseo de saber de la condición humana que hacia objetos naturales.
- Tuvo varias influencias importantes como la biblia y su deseo de estudiar derecho sumado
a su atracción por la doctrina de Darwin y el ensayo de Goethe “die natur” hizo que se
inscriba en medicina
- 1873- ingresa en la universidad y fue discriminado mucho por ser judío. Brucke, fue uno de
los únicos que lo acobijaron en el laboratorio de fisiología y también en sus asistentes
Exner y Fleischl Von Marxow que fue el amigo.
- Entre el ’76 y ’82- trabajo con Brucke
- 1881 me doctore en medicina sin atraerme mucho la carrera.
- Entre 1880 y 1882 luego de conocer a Breuer toca su primer caso de histeria
- 1882 abandona la carrera teórica e ingresa como aspirante en el hospital general, lo
promovieron como médico interno y trabajo con Meynert. Publico un trabajo sobre el
trayecto de las fibras y su origen nuclear en la medula oblonga. Luego, por recomendación
de Meynert se consagra la anatomía del encéfalo. Inicia el estudio de las enfermedades
nerviosas. Obtuve el puesto de dozent en enfermedades nerviosas para después ir a
Francia y seguir formándome.
- En 1884 estudia los efectos de la cocaína sobre el hombre y deja su trabajo inconcluso
para ir a ver a su futura esposa. Le encarga su tesis sobre los efectos de la cocaína sobre el
ojo humano a konigstein y luego se encuentra que otra persona, koller, publica su trabajo.
Freud también le hablo a este de la cocaína.
- 1885 lo nombran docente adscripto en neuropatología en merito a trabajos historiológicos
y clínicos
- Viaja el mismo año a parís con recomendación de Brucke y entra en la Salpetriere y hace
de traductor de una conferencia de Charcot. De Charcot le impresiono su interés por la
histeria y dentro de este la aparición de histeria en varones, las parálisis y contracturas
histéricas mediante sugestión hipnótica. Hizo con Charcot el plan de un trabajo
comparativo de las parálisis histéricas con las orgánicas. Freud quería desarrollar la tesis
de que en las histerias las parálisis y anestesias de partes del cuerpo se deslindan
guardando correspondencia con las representaciones comunes (no anatómicas) que los
humanos tienen de estas últimas.
- Antes de volver a Viena paso por Berlín donde con Kassowitz abrieron un departamento
para enfermedades nerviosas de los niños. Se hizo amigo de Baginsky y publico trabajos
sobre parálisis encefálicas unilaterales y bilaterales en nenes
- 1886 en Viena es médico y se casa con su esposa, es especialista en enfermedades
nerviosas. Debía presentar ante la sociedad de medicina lo que había experimentado con
Charcot, pero nadie le creía, incluso Meynert lo desafía a encontrar casos como los que
había visto allá. Muchos hospitales le cierran las puertas para estudiar a sus histéricos.
Hasta el momento el contaba con 2 armas terapéuticas: electroterapia e hipnosis. Con el
tiempo deja la electroterapia y se focaliza en la hipnosis pero con ella no podía hipnotizar
a todos y no podía ponerlos en el estado hipnótico profundo que él quería.
- Fue a ver a Bernheim y empezó a elaborar la idea de que había la posibilidad de que
existieran potentes procesos anímicos que permanecerían ocultos para la conciencia del
humano.
- En 1889 visita a Bernheim el cual le demostró las limitaciones de la hipnosis
- Estudia luego los diferentes tipos de neurosis; bajo el nombre de neurastenia se dividían a
las neurosis en neurosis de angustia y en neurosis asociadas con lo sexual, las neurosis
actúales y las psiconeurosis.
- Luego de emanciparse de la hipnosis establece el psicoanálisis con consciente,
inconsciente y preconsciente.
- Comienza a estudiar la sexualidad infantil con la libido en cada etapa. Diferentes
cantidades de pacientes relacionaban un hecho traumático con lo sexual y también
habla del complejo de Edipo. Conceptos como zonas erógenas, lugares auto eróticos,
componentes pulsionales, libido, formaciones reactivas y la castración con el narcisismo
primario.
- Se establece la asociación libre y la atención flotante en vez del método anterior
psicoanalítico.
- Se habla también conceptualmente del concepto de transferencia, contratransferencia,
interpretación de los sueños.
- 1906 se une en Viena un círculo de discípulos como Bleuler, Jung, y otros que aceptaban el
psicoanálisis.
- En 1908 se hizo una revista psicoanalítica con Freud, Jung y Bleuler.
- En 1912-13 publica el libro tótem y tabú cosa que me interesa mucho y está en la página
29 de 115 en la pagina 62.
- Entre 1911 y 1913 se crea una escisión del psicoanálisis con 2 propuestas diferentes, una
de Jung y otra de Adler como también Stekel. Jung hablaba desde una perspectiva
abstracta, apersonal y ahistorica, no hablaba de Edipo ni sexualidad infantil. Adler hablaba
de desestimar la significación de la sexualidad y recondujo la formación del carácter y las
neurosis al afán de poder. Se asociaron al psicoanálisis Abraham, Eitingon, Ferenezi, Rank,
Jones, Brill, Sachs, Pfister, Van Emden, Reik. Desde 1895-6 a 1906 Freud estaba solo, luego
de esto se unieron.
- En 1923 establece la pulsión de muerte.
FALTA LO DE TECTONICA DE LA PERSONALIDAD
Dinámico: las pulsiones son dinámicas. Relacionada con conflicto, trauma, deseo.
Económico: conocer el destino de las cantidades de excitación y lograr estimación relativa
de su magnitud. La energía pulsional tiene este aspecto cuantitativo de circulación. Es la
cantidad de energía de la persona para hacer las cosas.
Tópico: indica los diferentes topos (lugares) en las cuales un fenómeno puede ser
estudiado. Sea consciente, inconsciente o preconsciente o ello, yo y superyó.
Psicoanálisis es:
La psicología profunda estudia la vida anímica normal, está dentro de las ciencias del espíritu,
suministra la concepción de los hechos. A diferencia de la psiquiatría que se observa y describe, es
una ciencia del espíritu.
CINCO CONFERENCIAS SOBRE PSICOANALISIS
PRIMERA CONFERENCIA
En “estudios sobre histeria” (1895) publicados por Breuer y por Freud plantea y basa su teoría. El
ambiente medico en ese momento le era hostil y no apoyaba su teoría por tratarla como
inconsistente e inexperimentable. Pero no hace falta tener formación médica para entender lo
que se quiere plantear.
CASO ANNA O.
21 AÑOS
ENFERMEDAD POR 2 AÑOS CUYOS SINTOMAS ERAN: perturbaciones corporales y
anímicas.
Parálisis con rigidez de las extremidades del lado derecho, partes insensibles y a veces
pasaba del lado izquierdo.
Perturbaciones en los movimientos oculares y en la visión
Dificultades para sostener la cabeza
Tussis nerviosa
Asco frente a alimentos
Incapacidad para beber
Disminución en la capacidad del habla al punto de no comprender la lengua materna
Estados de ausencia, confusión y deliria.
Ella contrajo su enfermedad mientras cuidaba a su padre tiernamente amado, de una grave
dolencia que lo llevo a la tumba, y a raíz de sus propios males debió dejar de prestarle esos
auxilios.
El doctor Breuer no incurrió en esta falta con su paciente: le brindo su simpatía e interés, aunque
al comienzo no sabía cómo asistirla. Es probable que se lo facilitaran las notables cualidades
espirituales y de carácter de ella, de las que da testimonio en el historial clínico. La enferma solía
murmurar entre si algunas palabras que parecían provenir de unos nexos en que se ocupase su
pensamiento. El médico la ponía en una suerte de hipnosis u en cada ocasión se las repetía a fin de
moverla a que las retomase. Así comenzaba a hacerlo la enferma, y de ese modo reproducía ante
el médico las creaciones psíquicas que las gobernaban durante las ausencias y se habían traslucido
en esas pocas palabras inconexas. Eran fantasías tristísimas, a menudo de poética hermosura que
por lo común tomaban como punto de partida la situación de una muchacha ante el lecho de
enfermo de su padre. Cada vez que contaba las fantasías quedaba como liberada y se veía
reconducida a la vida anímica normal. La paciente solo hablaba y comprendía el ingles, bautizo
este novedoso tratamiento como “talking cure” o lo definía como “chimney-sweeping” (limpieza
de chimenea).
Ella siempre tomaba era que tomaba en su mano un vaso de agua, pero tan pronto lo tocaba sus
labios lo arrojaba de si como si fuera una hidrofobica. Cuando esta situación llevaba unas seis
semanas, se puso a razonar en estado de hipnosis acerca de su dama de compañía inglesa, a quien
no amaba, y refirió entonces, con todos los signos de la repugnancia, como había ido a su
habitación, y ahí su perrito, ese asqueroso animal había bebido de un vaso. Ella no dijo nada pues
quería ser cortes. Tras dar todavía enérgica expresión a ese enojo que se le había quedado
atascado, pidió de beber, tomo sin inhibición una gran cantidad de agua y despertó de la hipnosis
con el vaso en los labios. La perturbación desaparecía para siempre. Casi todos los síntomas
habían nacido como unos restos, unos precipitados de vivencias plenas de afecto a las que por eso
llamamos “traumas psíquicos” y su particularidad se esclarecía por la referencia a la escena
traumática que los causo. Para decirlo con un tecnicismo, eran determinados por las escenas
cuyos restos mnémicos ellos figuraban, y ya no se debía describirlos como unas operaciones
arbitrarias de la neurosis. La que dejaba como secuela al síntoma no siempre era una vivencia
única; las más de las veces habían concurrido a ese efecto repetidos y numerosos traumas, a
menudo muchísimos de un mismo tipo. Toda esta cadena de recuerdos patógenos debía ser
reproducida luego en su secuencia cronológica, y por cierto en sentido inverso; era de todo
imposible avanzar hasta el primer trauma, que solía ser el más eficaz, saltando los sobrevenidos
después.
Un sentido vivencial, que es el sentido cronológico hacia el futuro en el tiempo, mediante el cual
se forman los recuerdos
Un sentido terapéutico que es hacia atrás en el tiempo, van siempre de un recuerdo que es
consciente hacia atrás, generalmente terminando en un recuerdo inconsciente que se produjo en
la primera infancia, hasta la caída del complejo de Edipo, más o menos a los 5 años. Los procesos
conscientes no se asocian directamente con un recuerdo inconsciente sino con RECUERDOS
(mediante la memoria) en el preconsciente que se encuentran de forma inmediata ya que no hay
una barrera tan solida entre preconsciente y consciente cuando si lo hay entre inconsciente y
consciente.
Nuestros enfermos de histeria padecen de reminiscencias. Sus síntomas son restos y símbolos
mnémicos de ciertas vivencias (traumáticas). Una comparación con otros símbolos mnémicos de
campos diversos acaso nos lleve a comprender con mayor profundidad este simbolismo. Los
monumentos con que adornamos nuestras grandes ciudades con unos símbolos mnémicos. Los
monumentos son símbolos mnémicos como los síntomas histéricos, hasta este punto parece
justificada la comparación. Los histéricos son como las personas que se arraigan en el pasado de
esos símbolos: recuerdan las dolorosas vivencias pasadas y permanecen adheridas a ellas, no se
libran del pasado y por el descuidan la realidad efectiva y el presente. La paciente de Breuer
poseía todos sus traumas de la época en que cuidaba a su padre enfermo, sus síntomas eran un
signo recordatorio del pasaje de la enfermedad junto con el padre y su futura muerte. El carácter
de la adherencia al pasado resulta nítido y es probable que la paciente lo haya vivido. El síntoma
que había quedado pendiente de esa escena cobraba su máxima intensidad a medida que uno se
acercaba a su causación, para desaparecer tras la completa tramitación de esta última. Recordar la
escena no recurría ningún efecto si se recordaba algo que discurría sin afecto. Los destinos de
estos afectos, que uno podía representarse como magnitudes desplazables, eran lo decisivo para
la contracción de la enfermedad y su padecimiento. Resulta forzoso suponer que aquella
sobrevino porque los efectos desarrollados en las situaciones patógenas hallarlo bloqueada una
salida normal, y la esencia de su contracción consistía en que entonces esos afectos estrangulados
eran sometidos a un empleo normal. En parte persistían como unos lastres duraderos de la vida
anímica y fuentes de excitación y en parte experimentaban inervaciones corporales que eran los
síntomas corporales de la conversión histérica. Una segunda observación nos fuerza a dar
significatividad a los estados de conciencia. La enferma mostraba múltiples condiciones anímicas
junto a su estado normal. En este último no sabía nada de aquellas escenas patógenas ni de su
conexión con sus síntomas, las había olvidado. Cuando se la ponía en hipnosis los síntomas eran
cancelados. En los consabidos fenómenos de la “sugestión pos-hipnótica” en que una orden
impartida durante la hipnosis se abre paso luego de manera imperiosa en el estado normal. Breuer
se dedico a la hipnosis y llamo a estos estados anímicos, estados hipnoides, y que de estos nacen
los síntomas.
Método de abreaccion y catarsis: este método fue utilizado por Breuer y luego lo adopto
Freud, la abreaccion produce la catarsis. Abreaccion es la descarga afectiva actual del
efecto inconsciente que no se descargo en su momento. Catarsis es la liberación de
excitación del efecto inconsciente retenido. Produce alivio sintomático.
Método de la insistencia: este método lo aprendió con Bernheim y lo aplica en la II
conferencia.
Para Breuer se formaban en la conciencia grupos psíquicos que se asocian y otros que no
Situación traumática: cantidad de excitación (es energía que te supera) intramitable para el sujeto.
Todo depende de cada uno y como tramita el mismo esas situaciones traumáticas.
Trauma primero: deseos infantiles y reprimidos (los primeros años de vida hasta que cae el Edipo)
Síntomas
SEGUNDA CONFERENCIA
Más no lo abandoné sin extraer de las percepciones que él procuraba las conclusiones decisivas.
Así, pues, yo había corroborado que los recuerdos olvidados no estaban perdidos. Se
encontraban en posesión del enfermo y prontos a aflorar en asociación con lo todavía sabido por
él, pero alguna fuerza les impedía devenir conscientes y los constreñía a permanecer
inconscientes. Era posible suponer con certeza la existencia de esa fuerza, pues uno registraba
un esfuerzo correspondiente a ella cuando se empeñaba, oponiéndosele, en introducir los
recuerdos inconscientes en la con-ciencia del enfermo. Uno sentía como resistencia del enfermo
esa fuerza que mantenía en pie al estado patológico. Ahora bien, sobre esa idea de la resistencia
he fundado mi concepción de los procesos psíquicos de la histeria. Can-celar esas resistencias se
había demostrado necesario para el restablecimiento; y ahora, a partir del mecanismo de la
curación, uno podía formarse representaciones muy precisas acerca de lo acontecido al
contraerse la enfermedad. Las mismas fuerzas que hoy, como resistencia, se oponían al empeño
de hacer consciente lo olvidado tenían que ser las que en su momento produjeron ese olvido y
esforzaron afuera de la conciencia las vivencias patógenas en cuestión. Llamé represión {esfuerzo
de desalojo} a este proceso por mí supuesto, y lo consideré probado por la in-discutible
existencia de la resistencia. Desde luego, cabía preguntarse cuáles eran esas fuerzas y cuáles las
condiciones de la represión en la que ahora discerníamos el mecanismo patógeno de la histeria.
Una 20 indagación comparativa de las situaciones patógenas de que se había tenido noticia
mediante el tratamiento catártico permitía ofrecer una respuesta. En todas esas vivencias ha-bía
estado en juego el afloramiento de una moción de deseo que se encontraba en aguda oposición a
los demás deseos del individuo, probando sur inconciliable con las exigencias éti-cas y estéticas
de la personalidad. Había sobrevenido un breve conflicto, y el final de esta lucha interna fue que la
re-presentación que aparecía ante la conciencia como la por-tadora de aquel deseo inconciliable
sucumbió a la represión {esfuerzo de desalojo} y fue olvidada y esforzada afuera de la conciencia
junto con los recuerdos relativos a ella. Entonces, la inconciliabilidad de esa representación con el
yo del en-fermo era el motivo {«la fuerza impulsora»} de la represión; y las fuerzas represoras
eran los reclamos éticos, y otros, del individuo. La aceptación de la moción de deseo in-conciliable,
o la persistencia del conflicto, habrían provocado un alto grado de displacer; este displacer era
ahorrado por la represión, que de esa manera probaba ser uno de los dispositivos protectores de
la personalidad anímica.
Una joven sintió, al casarse su hermana mayor, una particular simpatía hacia su cuñado, que
fácilmente pudo enmascararse como una ternura natural entre parientes. Esa hermana murió.
Cuando la muchacha hubo llegado ante el lecho de su hermana muerta, por un breve instante
afloro en ella una idea, “ahora el está libre y puede casarse conmigo.”
Acaso me sea lícito ilustrarles el proceso de la represión y su necesario nexo con la resistencia
mediante un grosero símil que tomaré, justamente, de la situación en que ahora nos
encontramos. Supongan que aquí, dentro de esta sala y entre este auditorio cuya calma y
atención ejemplares yo no sabría alabar bastante, se encontrara empero un individuo revoltoso
que me distrajera de mi tarea con sus impertinentes risas, charla, golpeteo con los pies. Y que yo
declarara que así no puedo proseguir la conferencia, tras lo cual se levantaran algunos hombres
vigorosos entre ustedes y luego de breve lucha pusieran al barullero en la puerta. Ahora él está
«desalojado» {reprimido} y yo puedo continuar mi ex-posición. Ahora bien, para que la
perturbación no se repita si el expulsado intenta volver a ingresar en la sala, los señores que
ejecutaron mi voluntad colocan sus sillas contra la puerta y así se establecen como una
«resistencia» tras un esfuerzo de desalojo {represión} consumado. Si ustedes trasfieren las dos
localidades a lo psíquico como lo «consciente» y lo "inconsciente», obtendrán una imagen
bastante buena del proceso de la represión.
Para decirlo ahora más directamente: mediante la indagación de los histéricos y otros neuróticos
llegamos a convencernos de que en ellos ha fracasado la represión de la idea entramada con el
deseo insoportable. Es cierto que la han pulsionado afuera de la conciencia y del recuerdo,
ahorrándose en apariencia una gran suma de displacer, pe-ro la moción de deseo reprimida
perdura en lo inconsciente, al acecho de la oportunidad de ser activada; y luego se las arregla
para enviar dentro de la conciencia una formación sustituta, desfigurada y vuelta irreconocible, de
lo reprimido, a la que pronto se anudan las mismas sensaciones de displacer que uno creyó
ahorrarse mediante la represión (EXISTEN 6 TIPOS DE FORMACIONES SUSTITUTAS: RECUERDO
ENCUBRIDOR, ACTO FALLIDO, CHISTE, SINTOMA, SUEÑO, DOBLE NIVEL EN EL DISCURSO
CONTENIDO MANIFIESTO/LATENTE). Esa formación sustitutiva de la idea reprimida -el síntoma-
es inmune a los ataques del yo defensor, y en vez de un breve conf1icto surge ahora un padecer
sin término en el tiempo.
La catarsis. De las indagacione~ que sirvieron de base a los estudios de Breuer y Freud, se
obtuvieron ante todo dos resultados que ni siquiera la experiencia ulterior conmovió. En
primer lugar: los síntomas histéricos poseen sentido y significado, por cuanto son sustitutos
de actos anímicos normales; y en segundo lugar: el descubrimiento de este sentido
desconocido coincide con la cancelación de los síntomas y así, en este punto, investigación
científica y empeño terapéutico coinciden. Las observaciones se hicieron en una serie de
enfermos tratados como lo hizo Breuer con su primera paciente, vale decir, en estado de
hipnosis profunda. Los resultados parecieron brillantes, hasta que más tarde se reveló su
lado débil. Las representaciones teóricas que Breuer y Freud se formaron en esa época
estaban influidas por las doctrinas de Charcot sobre la histeria traumática y pudieron
apuntalarse en las comprobaciones del discípulo de aquel, Pierre Janet, por cierto publicadas
con anterioridad a los Estudios, pero posteriores en el tiempo al primer caso de Breuer.
Desde el comienzo se trajo en ellas al primer plano el factor afectivo; se sostuvo que los
síntomas histéricos debían su génesis a que a un proceso anímico cargado con intenso
afecto se le impidió de alguna manera nivelarse por el camino normal que lleva hasta la
conciencia y la motilidad (se le impidió abreaccíonar), tras 10 cual el afecto por así decir
«estrangulado» cayó en una vía falsa y encontró desagote dentro de la inervación corporal
(conversión). Las oportunidades en que se engendran esas «representaciones» pat6genas
fueron designadas por Breuer y Freud «traumas psíquicos», y como casi siempre
correspondían a un pasado lejano, los autores pudieron decir que los h;stéricos padecían en
gran parte de reminiscencias (no tramitadas). La «catarsis» se lograba entonces, en el
tratamiento, por apertura de la vía hasta la conciencia y descarga normal del afecto. El
supuesto de unos procesos anímicos inconscientes fue, según se advierte, una pieza
indispensable de esta teoría. También Janet había trabajado con actos inconscientes dentro
de la vida del alma, pero, según lo destacó en posteriores polémicas en contra del
psicoanálisis, no era pam él sino una expresión auxiliar, «une maniere de parlen>, con la
que no quería indicar ninguna intelección nueva.
En una secci6n teórica de los Estudios, Breuer comu11lcó algunas ideas especulativas acerca
de los procesos de excitación que ocurren en el interior de lo anímico. Quedaron como
unas orientaciones para el futuro, y todavía hoy no se han apreciado cahalmente. Con esto,
Breuer puso fin a suscontribuciones a este campo del saber, y poco después se retiró del
trabajo en común.
Renuncia a la hipnosis. Una de estas innovaciones se apoyó en una experiencia práctica y llevó
a un cambio de la técnica; la otra consistió en un progreso dentro del conocimiento clínico
de las neurosis. Pronto se demostró que las esperanzas terapéuticas puestas en el
tratamiento catártico en estado de hipnosis quedaban, en cierto sentido, incumplidas. Es
verdad que la desaparición de los síntomas se producía paralelamente a la catarsis, pero el
resultado global demostró ser por entero dependiente del vínculo del paciente con el
médico; se comportaba, por tanto, como un resultado de la «sugestión», y si este vínculo se
destruía, volvían a emerger todos los síntomas como si nunCa hubieran tenido solución. Y a
esto se sumaba la considerable restricción que desde el punto de vista médico significaba
para la aplicación del procedimiento catártico el escaso número de las personas que pueden
ser puestas en estado de hipnosis profunda. Por estas razones, el autor se decidió a
abandonar la hipnosis. Pero al mismo tiempo, de las impresiones que de ella había recogido
extrajo los medios para sustituirla.
Uno espacial, que no lo acepto, en el cual habla de que el aparato psíquico es como un
telescopio
Uno temporal en el cual hay diferentes momentos cronológicos y un arco reflejo (reflejo
de operación psíquica) basado en el estimulo-respuesta (2 momentos)
El aparato psíquico recibe energía y la liga y reúne o asocia, para después hacer la eferencia
2 tipos de percepciones:
o Externas: 5 sentidos
o Internas: sensaciones internas, sentimientos, fantasías.
Cuando se con fin del mundo interno con el externo se produce una alucinación
Resistencia y facilitación
Fijación y regresión
o La pulsión sexual de la libido se fija a objetos, representaciones o partes del cuerpo y las
catectiza. La libido va cambiando hasta llegar a la latencia y genitalidad. En cada etapa del
periodo psicosexual se produce una fijación
o Hay 3 tipos de regresión:
Temporal: frente a una frustración vuelve a algún comportamiento de etapas
anteriores, se regresa a un punto de fijación en el cual el sujeto tuvo mayor placer
o mas displacer
Tópica: pasar del consciente al preconsciente y al inconsciente
Formal: pasar de la identidad del pensamiento a la identidad de percepción
Se establece una relación entre el polo perceptual (adentro) y el polo motor (afuera)
También hay una relación entre lo pasajero versus lo permanente siendo las huellas mnémicas
permanentes.
Figura 4:
cc. icc. Prcc.
ASOCIACION
La voluntad es preconsciente.
Los contenidos del inconsciente para que se expresen deben hacer el camino de:
INCONSCIENTE- PRECONSCIENTE-CONSCIENTE
Lo primero que nos salta a la vista es que este aparato, compuesto por sistemas 'Ij', tiene
una dirección. Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos (internos o externos) y
termina en inervaciones: Por eso asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo
motor; en el extremo sensorial se encuentra un sistema que recibe las percepciones, y en el
extremo motor, otro que abre tas esclusas de la motilidad.
Pues bien, esto no hace sino cumplir un requisito con el que ,estamos familiarizados hace
mucho, a saber, que el aparato psíquico ha de estar construido como un aparato de
reflejos. El proceso del reflejo sigue siendo el modelo de toda operación psíquica.
Ahora tenemos fundamentos para hacer que ingrese en el extremo sensorial una primera
diferenciación. De las percepciones que llegan a nosotros, en nuestro aparato psíquico queda
una huella que podemos llamar «huella mnémica». y a la función atinente a esa huella
mnémica la llamamos «memoria». Si tomamos en serio el designio de anudar los procesos
psíquicos a sistemas, la huella mnémica sólo puede consistir en alteraciones permanentes
sobrevenidas en los elementos de los sistemas. Ahora bien, como ya ha sido consignado, H
trae consigo manifiestas dificultades suponer que un mismo sistema deba conservar
fielmente alteraciones sobrevenidas a sus elementos y, a pesar de ello, mantenerse siempre
abierto y receptivo a las nuevas ocasiones de alteración.
De acuerdo con el principio que guía nuestra búsqueda, distribuiremos entonces estas dos
operaciones entre sistemas diversos. Suponemos que un sistema del aparato, el delantero,
recibe los estímulos perceptivos, pero nada conserva de ellos y por tanto carece de memoria,
y que tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a
huellas permanentes. Este sería, entonces, el cuadro de nuestro aparato psíquico:
Es bien sabido que de las percepciones que tienen efecto sobre el sistema P conservamos
como duradero algo más que su contenido. Nuestras percepciones se revelan también
enlazadas entre sí en la memoria, sobre todo de acuerdo con el encuentro en la simultaneidad
que en su momento tuvieron. Llamamos asociación a este hecho. Ahora es claro que si el
sistema P no tiene memoria alguna, tampoco puede conservar las huellas para la asociación;
los elementos P singulares se verían intolerablemente impedidos en su función si contra
cada percepción nueva se hiciese valer un resto de enlace anterior. Por tanto, tenemos que
suponer que la base de la asociación son más bien los sistemas mnémicos.
Habría que intercalar aquí una observación de naturaleza general que quizás apunte a algo
importante. El sistema P, que no tiene capacidad ninguna para conservar alteraciones, y por
tanto memoria ninguna, brinda a nuestra conciencia toda la diversidad de las cualidades
sensoriales. A la inversa, nuestros recuerdos, sin excluir los que se han impreso más hondo
en nosotros, son en sí inconscientes. Es posible hacerlos conscientes; pero no cabe duda
de que en el estado inconsciente despliegan todos sus efectos. Lo que llamamos nuestro
carácter se basa en las huellas mnémicas de nuestras impresiones; y por cierto las que nos
produjeron un efecto más fuerte, las de nuestra primera juventud, son las que casi nunca
devienen conscientes. Pero cuando los recuerdos se hacen de nuevo conscientes, no
muestran cualidad sensorial alguna o muestran una muy ínfima en comparación con las
percepciones. Si pudiéramos confirmar que en los sistemas 'W memoria y cualidad para la
conciencia se excluyen entre sí, se nos abriría una promisoria perspectiva sobre las
condiciones de la excitación de las neuronas. Lo que hasta aquí hemos supuesto acerca de
la composición del aparato psíquico en el extremo sensorial se obtuvo sin referencia al
sueño ni a los esclarecimientos psicológicos que de él pueden derivarse. Ahora, para el
conocimiento de otra pieza del aparato, el sueño nos servirá como fuente de prueba. Hemos
visto 10 que nos resultaba imposible explicar la formación del sueño si no osábamos
suponer la -existencia de dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía la actividad de
la otra a una crítica cuya consecuencia era la exclusión de su devenir-consciente.
Además, encontramos asideros [pág. 486J para identificar la instancia criticadora con 10 que
guía nuestra vida de vigilia y decide sobre nuestro obrar consciente, voluntario. Ahora,
conforme a nuestras hipótesis, sustituyamos estas instancias por sistemas; si tal hacemos,
en virtud del conocimiento citado en último término el sistema criticador se situará en el
extremo motor. Incluimos los dos sistemas en nuestro esquema, y en los nombres que les
damos expresamos su relación con la conciencia:
Al último de los sistemas situados en el extremo motor lo llamamos preconsciente para
indicar que los procesos de excitación habidos en él pueden alcanzar sin más demora la
conciencia, siempre que se satisfagan ciertas condiciones; por ejemplo, que se alcance cierta
intensidad, cierta distribución de aquella función que recibe el nombre de «atención» [d.
págs. 582-3], etc. Es al mismo tiempo el sistema que posee las llaves de la moti1idad
voluntaria. Al sistema que está detrás 10 llamamos inconsciente~' porque no tiene acceso
alguno a la conciencia si no es por vía del preconsciente, al pasar por el cual su proceso de
excitación tiene que sufrir modificaciones.
CARTA 52
Tú sabes que trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por
estratificación sucesiva, pues de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémicas
experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una retranscripcion o resignificacion. Yo no
sé cuántas de estas transcripciones existen. Por lo menos tres, probablemente más.
FIGURA 7
P son neuronas donde se generan las percepciones a que se anuda la consciencia, pero que en si
no conservan huella alguna de lo acontecido. Es que consciencia y memoria se excluyen entre sí.
Ps (signos de percepción) es la primera transcripción de las percepciones, por completo
insuscreptible de consciencia y articulada según una asociación por simultaneidad. Ic
(inconsciente) es la segunda transcripción, ordenada según otros nexos, tal vez casuales. Las
huellas Ic quizás correspondan a recuerdos de conceptos, de igual modo inasequibles a la
consciencia.
Quiero destacar que las transcripciones que se siguen unas a otras constituyen la operación
psíquica de épocas sucesivas de la vida. En la frontera entre dos épocas tiene que producirse la
traducción del material psíquico. Cada estructura posterior inhibe lo anterior. Toda vez que la
reestructura posterior falta, la excitación es tramitada según las leyes del periodo psíquico
anterior y por los caminos de los que se disponía. Subsistirá un anacronismo, regirán fueros,
relictos.
CASO EMMA
Tanto el nexo entre estos fragmentos como el efecto de la vivencia son incomprensibles. Si
ella ha sentido displacer a causa de que se rieran de su vestido, hace tiempo que eso por
fuerza estaría corregido, desde que se viste como dama; y nada cambia en sus ropas por el
hecho de ir a la tienda sola o acompañada. Que no es mera protección lo que necesita se
infiere de que, como en una agorafobia, basta que la acompañe un niño para sentirse
segura. Y es algo totalmente inconciliable que uno le gustara; tampoco cambiaría esto si
fuera acompañada. Por tanto, los recuerdos despertados no explican ni la compulsión ni el
determinismo del síntoma. La exploración ulterior descubre un segundo recuerdo que
Emma pone en entredicho haber tenido en el momento de la escena 1. Tampoco hay nada
que pruebe esto último. Siendo una niña de ocho años, fue por dos veces a la tienda de un
pastelero para comprar golosinas, y este caballero le pellizcó los genitales a través del
vestido. No obstante la primera experiencia, acudió allí una segunda vez. Luego de la
segunda, no fue más. Ahora bien, se reprocha haber ido por segunda vez, como si de ese
modo hubiera querido provocar el atentado. De hecho, cabe reconducir a esta vivencia un
estado de «mala conciencia oprimente».
Está plenamente certificado que aquí se entreveran dos clases de procesos 11', que el
recuerdo de escena II (pastelero) aconteció dentro de un estado otro que lo otro. Lo
ocurrido se puede diagramar como lo muestra la figura 16. Aquí, las representaciones
marcadas en negro son percepciones que también son recordadas. Que el desprendimiento
sexual también 10 llegó al devenir-consciente, lo prueba esta idea, de otro modo
incomprensible: el empleado riente le ha gustado. La conclusión de no permanecer sola en
la tienda a causa del peligro de atentado se formó de manera enteramente correcta, con
miramiento por todos los fragmentos del proceso asociativo. Empero, del proceso (figurado
abajo) 17 no ha llegado a la conciencia nada más que el fragmento «vestidos»; y el pensar
que trabaja con conciencia ha plasmado dos enlaces falsos 18 con el material preexistente
(empleados, risa, vestidos, sensación sexual): que se le ríen a causa de sus vestidos, y que
uno de los empleados ha excitado su gusto sexual.
Apuntes:
A los 8 años volvió a ver al panadero sin saber que esta bien o mal
A los 12 años ya sabe lo que esta bien o mal y se produce en ella una conciencia oprimente.
El núcleo del Icc consiste en agencias representantes de pulsión que quieren descargar su
investidura; por tanto, en mociones de deseo. Dentro de este sistema no existe negación
{Negation} , no existe duda ni grado alguno de certeza. Todo esto es introducido sólo por el
trabajo de la censura entre Ice y Prcc. La negación es un sustituto de la represión, de nivel más
alto. Dentro del Ice no hay sino contenidos investidos con mayor menor intensidad.
Por el proceso del desplazamiento, una representación puede entregar a otra todo el monto
de su investidura; y por el de la condensación, puede tomar sobre sí la investidura íntegra de
muchas otras. He propuesto ver estos dos procesos como indicios del llamado proceso psíquico
primario. Dentro del sistema Prcc rige el proceso secundario.
Los procesos del sistema lcc son atemporales, es decir, no están ordenados con arreglo al
tiempo, no se modifican por el trascurso de este ni, en general, tienen relación alguna con él.
También la relación con el tiempo se sigue del trabajo del sistema Ce. Tampoco conocen los
procesos Ice un miramiento por la realidad. Están sometidos al principio de placer; su
destino sólo depende de la fuerza que poseen y de que cumplan los requisitos de la
regulación de placer-displacer. Resumamos: ausencia de contradicción, proceso primario (
movilidad de las investiduras ) , carácter atemporal y sustitución de la realidad exterior por
la psíquica, he ahí los rasgos cuya presencia estamos autorizados a esperar en procesos
pertenecientes al sistema Icc.
Esta situación movió a J. Breuer a suponer dentro de la vida anímica dos estados diversos de
la energía de investidura : uno ligado, tónico, y otro móvil, libre y proclive a la descarga.
Al sistema Pree competen , además, el establecimiento de una capacidad de comercio entre
los contenidos de las re-presentaciones, de suerte que puedan influirse unas a otras, el
ordenamiento temporal de ellas,8 la introducción de una censura o de varias, el examen de
realidad y el principio de realidad. También la memoria conciente parece depender por
completo del Pree;
Ha de separársela de manera tajan te de las huellas mnémicas en que se fijan las vivencias
del J ce, y probablemente corresponda a una trascripción particular tal como la que quisimos
suponer.
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CC ICC PRCC
ICC
PRCC
- YO
- Negación
- Proceso secundario
- Temporalidad
- Principio de realidad e interior de pensamiento
- Realidad exterior
- Energía ligada
- Memoria consciente
- Fuente (somatica)
- Objeto
- Meta o fin
La pulsión de vida implica la pulsión sexual y la de autoconservacion. Esta energía sexual genera
energias libidinales yoicas (hacia el yo) y objetales( hacia un objeto)
La agencia representante de la pulsión es que la energía siempre esta unida a una representación,
siempre debe estar investida por algún afecto.
El deseo es la primera huella de la satisfacción, con lo cual es la primera mamada del bebe
Proceso psicótico
Proceso primario
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Proceso proceso
Secundario secundario
Representación es un proceso presente que primeramente desaparece y luego reaflora desde el
recuerdo y es latente en cuanto consciente.
Una representación -o cualquier otro elemento psíquico-- puede estar ahora presente en mi
conciencia, y un momento después desaparecer de ella; puede re aflorar intacta después de
un intervalo, y hacerlo, corno decirnos nosotros, desde el recuerdo, no corno consecuencia
de una nueva percepción sensorial. Es para dar razón de este hecho que nos vemos llevados
a suponer que la representación ha estado presente en nuestro espíritu también durante el
intervalo, aunque latente en cuanto a conciencia Pero no podemos formular conjetura
al-guna sobre la forma en que pudo haber existido mientras estaba presente en la vida
anímica y era latente en cuanto a conciencia.
La vida anímica del paciente histérico rebosa de estos pensamientos {ideas} eficientes, pero
inconscientes; de ellos provienen todos los síntomas. Es de hecho el carácter más llamativo
de la mente histérica el estar gobernada por re-presentaciones inconscientes. Si una mujer
histérica vomita, acaso 10 haga desde la idea de estar embarazada. Pero ella no tiene
noticia alguna de esta idea, aunque se la puede descubrir fácilmente en su vida anímica
mediante uno de los procedimientos técnicos del psicoanálisis, y hacérsela conciente. Cuando
ejecuta LIS convulsiones y gestos que constituyen su «ataque», ella ni siquiera se representa
concientemente las acciones intentadas y quizá las observe con los sentimientos
desapegados de un espectador. No obstante, el análisis podrá demostrar que ella desempeñaba
su papel en la reproducción dramática de una escena de su vida, cuyo re-cuerdo era
inconcientemente eficiente durante el ataque.
Por tanto, del análisis de fenómenos neuróticos aprendemos que un pensamiento latente o
inconsciente no necesariamente es débil, y que su presencia en la vida anímica admite
pruebas indirectas de la mayor fuerza, equivalentes casi a La prueba directa brindada por la
conciencia.
Ahora hemos adquirido la convicci6n de que hay ciertos pensamientos latentes que no
penetran en la conciencia por intensos que sean. Llamaremos entonces preconscientes a los
pensamientos latentes del primer grupo, mientras que reservaremos el termino inconsciente
para el segundo grupo. el término inconsciente, que hasta aqui empleábamos en un sentido
meramente descriptivo, recibe ahora un significado más amplio.
Lo inconsciente es una fase regular e inevitable en los procesos que fun-dan nuestra
actividad psíquica; todo acto psíquico comienza como inconsciente, y puede permanecer tal
o bien avanzar desarrollándose hasta la conciencia, según que tropiece o no con una
resistencia.
1. Los pensamientos han experimentado una mudanza, un disfraz y una desfiguración, que
constituye la parte del socio inconsciente.
Hemos aprendido el arte de descubrir los «restos diurnos» {«residual thoughts»} y los
«pensamientos oníricos latentes; por su comparación con el contenido manifiesto del sueño
somos capaces de formarnos un juicio sobre las migraciones {changes} por las que han
atravesado y sobre el modo en que estas sobrevinieron.
REPRESION
Pues bien; tenemos razones para suponer una represión primordial, una primera fase de la
represión que consiste en que a la agencia representante {Representanz} psíquica (agencia
representante-representación) de la pulsión 6 se le deniega la admisión en lo conciente. Así
se establece una fijación; a partir de ese momento la agencia representante en cuestión
persiste inmutable y la pulsión sigue ligada a ella. (MEDIANTE ESTA REPRESION SE INSTAURA
LAS 3 INSTANCIAS PSIQUICAS)
Esto acontece a consecuencia de las propiedades de los pro-cesos inconcientes, que hemos
de considerar después.7 La segunda etapa de la represión, la represión propiamente dicha,
recae sobre retoños psíquicos de la agencia representante reprimida o sobre unos itinerarios
de pensamiento que, procedentes de alguna otra parte, han entrado en un vínculo asociativo
con ella. A causa de ese vínculo, tales representaciones experimentan el mismo destino que
lo reprimido primordial. La represión propiamente dicha es entonces un «esfuerzo de dar
caza».8 Por lo demás, se comete un error cuando se destaca con exclusividad la repulsión
que se ejerce desde lo conciente sobre lo que ha de reprimirse. En igual medida debe
tenerse en cuenta la atracción que lo reprimido primordial ejerce sobre todo aquello con 10 cual
puede poner-se en conexión. Probablemente, la tendencia a la represión no alcanzaría su
propósito si estas fuerzas {atracción y re-pulsión} no cooperasen, si no existiese algo
reprimido desde antes, presto a recoger lo repelido por lo conciente.(HAY REPULSION,
REPRESENTA AL PRECONSCIENTE Y “CAZA” PALABRAS, ESOS DESEOS QUE SE MODIFICAN Y SE
TRANSFORMAN EN PALABRAS)
Pero si ahora nos volvemos al aspecto contrario, comprobamos que ni siquiera es cierto
que la represión mantenga apartados de lo con cien te a todos los retoños de lo reprimi-do
primordiapo. Si estos se han distanciado lo suficiente del representante reprimido, sea por
las desfiguraciones que adoptaron o por el número de eslabones intermedios que se
intercalaron, tienen, sin más, expedito el acceso a lo conciente. Es como si la resistencia
que lo conciente les opone fuese una función de su distanciamiento respecto de lo
originariamenté reprimido.
Ahí opera un fino sopesamiento cuyo juego se nos oculta; empero, las modalidades de su
acción eficaz nos hacen colegir que se trata de detenerse antes que se llegue a determinada
intensidad en la investidura de 10 inconciente, rebasada la cual 10 inconciente irrumpiría
hacia la satisfacción. La represión trabaja, entonces, de manera en alto grado individual; cada
uno de los retoños de 10 reprimido puede tener su destino particular; un poco más o un
poco menos de desfiguración cambian radicalmente el resultado.
Lo mismo que se consigue con un más o un menos de desfiguración puede alcanzarse, por
así decir en el otro extremo del aparato, mediante una modificación en las condiciones de
producción de placer-displacer. Existen técnicas particulares creadas con el propósito de
provocar alteraciones tales en el juego de las fuerzas psíquicas que 10 mismo que de otro
modo produciría displacer pueda por una vez resultar placentero; y tan pronto como uno de
estos medios técnicos entra en acción, queda cancelada la represión de una agencia
representante de pulsión que de otro modo sería rechazada.
Esas técnicas sólo se han estudiado hasta ahora con precisión respecto del chiste.14 Por
regla general, la cancelación de la represión es sólo provisional; enseguida se restablece.
Ahora bien, experiencias de esta índole bastan para hacernos notar otros caracteres de la
represión. Ella no sólo es, como acabamos de consignarlo, individual, sino en alto grado móvil.
No tenemos que imaginarnos el proceso de la represión como un acontecer que se
consumaría de una sola vez y tendría un resultado perdurable, como si aplastáramos algo
vivo que de ahí en más quedara muerto. No, sino que la represión exige un gasto de
fuerza constante; si cejara, peligraría su resultado haciéndose necesario un nuevo acto
represivo.
RESISTENCIA/REPRESION
Represión: son operaciones por la cual el sujeto intenta rechazar y mantener en el inconsciente
representaciones ligadas a una pulsión; que si fuera satisfecha provocaría displacer.
PULSION
REPRESENTACION
AFECTO
La represión lo que hace es dividir en 2 estos 3 conceptos y dejar de la parte consciente la pulsión
y la representación y por el otro lado el afecto que en gran parte es consciente, pero tiene
inconsciente, y se puede representar en 3 procesos: inervar el cuerpo, unirse a otra
representación o convertirse en otro afecto.
Estableciéndose como una pirámide la base de esta la da la primera fase de la represión que
genera el inconsciente y se caracteriza por la represión primordial. Se da la representación de
cosa: son imágenes visuales que crean las primeras huellas mnémicas. Estas son reinvestidas y se
constituye en deseo. El deseo es la recarga de la primera huella mnémica de satisfacción. El pasaje
de la primera fase a la segunda es la mas difícil.
AISLAMIENTO AFECTIVO
Separando las ideas de los sentimientos originalmente asociados a ellas. Se aparta de esa
asociación afectiva, pero se esta apegado a su elemento cognoscitivo.
COMPORTAMIENTO IMPULSIVO
DESPLAZAMIENTO
FORMACION REACTIVA
NEGACION
OMNIPÓTENCIA
PROYECCION
RACIONALIZACION
Inventa sus propias explicaciones, tranquilizadoras pero incorrectas, para encubrir las verdaderas
motivaciones que rigen sus pensamientos, acciones o sentimientos.
REPRESION
SUBLIMACION
Canaliza sentimientos o impulsos potencialmente desadaptativos en comportamientos
socialmente aceptables.
Apuntes:
MECANISMOS DE DEFENSA:
Son inconscientes y ayudan al yo preconsciente, por eso no hay explicación de esta tópica y
cambia a la segunda.
Son diferentes tipos de operaciones que hace el yo (inconsciente) para defenderse de las pulsiones
o de los peligros que la satisfacción de estas podrían generarle
El yo ante la emergencia de una representación fijada a una pulsión incestuosa o parricida apela a
una señal de angustia y guiado por el principio de placer cambia de camino asociativo, es decir,
que la pulsión y los retoños se reprimen.
El psiquismo antes de esta etapa de la organización del alma los otros destinos de las pulsiones
(mudanza a lo contrario(activo/pasivo, amor/odio)) vuelta hacia la propia persona
(sadismo/masoquismo) tenían a su cargo la tarea de la defensa.
En las zonas erógenas se les ponen diques a sus satisfacciones. Luego de esto se instaura el
superyó y se configura la represión de la sexualidad y se sepulta y genera amnesia. El predominio
pasa de una zona erógena a otra.
CONFERENCIA III
Sólo las primeras veces sucedía que lo olvidado pertinente se obtuviera tras un simple esforzar de
mi parte. Si uno seguía aplicando el procedimiento, en todos los casos acudían ocurrencias que no
podían ser las pertinentes porque no venían a propósito y los propios enfermos las desestimaban
por incorrectas. Aquí el esforzar ya no servía de ayuda, y cabía lamentarse de haber resignado la
hipnosis.
En los enfermos bajo tratamiento ejercían su acción eficaz dos fuerzas encontradas: por una
parte, su afán conciente de traer a la conciencia lo olvidado presente en su inconciente, y, por la
otra, la consabida resistencia que se revolvía contra ese devenir-conciente de lo reprimido o de
sus retoúos. Si la resistencia era igual a cero o muy pequeña, loolvidado devenía conciente sin
desfiguración; cabía entonces suponer que la desfiguración de lo buscado resultaría tanto mayor
cuanto más grande fuera la resistencia a su devenir-conciente. Por ende, la ocurrencia del
enfermo, que acudía en vez de lo buscado, había nacido ella misma como un síntoma; era una
nueva, artificiosa y efimera formación sustitutiva de lo reprimido, y tanto más desemejante a esto
cuanto mayor desfiguración hubiera experimentado bajo el influjo de la resistencia. Empero,
dada su naturaleza de síntoma, por fuerza mostraría cierta semejanza con lo buscado y, si la
resistencia no era demasiado intensa, debía ser posible colegir, desde la ocurrencia, lo buscado
escondido.
Así, por los problemas de la técnica psicoanalítica me he visto precisado a ocuparme c!t~ la
técnica de la formación de chistes.
Complejo: grupo de elementos de representación inves-tidos de afecto. Vemos, pues, que si para
buscar un complejo reprimido partimos en cierto enfermo de lo último que aún recuerda,
tenemos todas las perspectivas de colegirlo siempre que él ponga a nuestra disposición un número
suficiente de sus ocurrencias libres. Dejamos entonces al enfermo decir lo que quiere, y nos
atenemos a la premisa de que no puede ocurrírsele otra cosa que lo que de manera indirecta
dependa del complejo buscado.
Al aplicar esta técnica todavía vendrá a perturbarnos el hecho de que el enfermo a menudo se
interrumpe, se atasca y asevera que no sabe decir nada, no se le ocurre absolutamente nada. Si
así fuera y él estuviese en lo cierto, otra vez nuestro procedimiento resultaría insuficiente. Pero
una observación más fina muestra que esa denegación de las ocu rrencias en verdad no
sobreviene nunca. Su apariencia se produce sólo porque el enfermo, bajo el influjo de las
resistencias, que se disfrazan en la forma de diversos juicios críticos acerca del valor de la
ocurrencia, se reserva o hace a un lado la ocurrencia percibida. El modo de protegerse de ello es
prever esa conducta y pedirle que no haga caso de esa crítica. Bajo total renuncia a semejante
selección crítica, debe decir todo lo que se le pase por la cabeza, aunque lo considere incorrecto,
que no viene al caso o disparatado, y con mayor razón todavía si le resulta desagradable ocupar
su pensamiento en esa ocurrencia.
Si ustedes quieren procurarse una noticia rápida y provisional de los complejos reprimidos de
cierto enfermo, sin internarse todavía en su ordenamiento y enlace, pueden examinarlo mediante
el experimento de la asociación,
Estas pequeñas cosas. Las operaciones fallidas así como las acciones sintomáticas y casuales, no
son tan insignificantes como en una suerte de tácito acuerdo se está dispuesto a creer. Poseen
pleno sentido desde la situación en que acontecen; en la mayoría de los casos se las puede
interpretar con facilidad y certeza, y se advierte que también ellas expresan impulsos y propósitos
que deben ser relegados, escondidos a la conciencia propia, o que directamente pro-vienen de
las mismas mociones de deseo y complejos reprimidos de que ya tenemos noticia como los
creadores de los síntomas y de las imágenes oníricas. Merecen entonces ser consideradas
síntomas, y tomar nota de ellas, lo mismo que de los sueños, puede llevar a descubrir lo escondido
en la vida anímica.
SERIES COMPLEMENTARIAS:
La constitución (que unen factores hereditarios, vivencias maternas sobre el feto y la maduracion9
se unen con vivencias infantiles reales o fantaseadas (del nacimiento a los 5 años) y generan la
primera serie complementaria.
Del deseo surgen 2 pulsiones: conservación y sexual, esta ultima surge en un segundo momento
cronológico, de forma anacrónica.
Las formaciones de transición y compromiso: Las formaciones son la forma que adopta lo
reprimido(retoño de lo reprimido para aceptarse a la consciencia. También son formaciones de
compromiso entre deseo y defensas. Son formaciones sustitutas en 2 sentidos: primero en sentido
económico mediante la cual aporta una satisfacción que reemplaza el deseo inconsciente. El otro
sentido es simbolico mediante el cual se sustituye al contenido inconsciente por otro en la misma
línea asociativa.
Las formaciones son: síntoma, sueño, acto fallido, chiste, recuerdo encubridor, doble nivel en los
discursos contenido manifiesto y latente.
CHISTE
procedimiento intelectual por el que el proceso primario se ahorra parte del gasto de
represión de las pulsiones sexuales o destructivas y de los retoños de ambos. Se descarga
la energía ahorrada y se da la risa.
El método usa: proceso primario(sueño) + palabra como representación-cosa +
condensaciones (mismo significante que reúne diferentes significados), desplazamientos
(pasaje de una representación a otra), analogías, homofonías (misma palabra con
diferentes significados.
El proceso primario es un proceso alogico y rigen los procesos inconscientes. No rigen los
primeros 3 principios lógicos: ppio de identidad (todos tienen 1 identidad), ppio de no
contradicción y ppio de tercero excluido( hay una posibilidad o otra, nunca una tercera).
El principio secundario es el proceso lógico con sus 3 leyes.
Acto fallido:
Acto por el cual el resultado perseguido se reemplaza por otro. De allí que son
formaciones de compromiso.
El sujeto hace conductas de modo exitoso, pero cuando fracasa lo atribuye al azar.
Ej: errores, elipsis(oral o escrito), extraviar, olvidar, romper
Recuerdo encubridores
Recuerdos infantiles que se caracterizan por su nitidez, en otro caso por la apariencia
insignificante de su contenido
Su análisis conduce al descubrimiento de experiencias infantiles importantes y de fantasias
inconscientes.
Sueño