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BIOGRAFIA FREUD

- 1856- nace el 6/5 en Freiberg, Moravia, hoy Checoslovaquia. Padres judíos y el lo siguió
siendo. Su familia paterna vivió junto al Rin y en el S XIV o XV se fue al este por la
persecución judía y luego en el SXIX se fue desde Lituania para después parar en Viena
donde hizo sus estudios.
- 1860 a la edad de 4 está en Viena donde hace sus estudios en el “gymnasium", siendo el
primero de la clase. El padre quería que eligiera una carrera y eligió medico no por la
vocación sino por el deseo de saber de la condición humana que hacia objetos naturales.
- Tuvo varias influencias importantes como la biblia y su deseo de estudiar derecho sumado
a su atracción por la doctrina de Darwin y el ensayo de Goethe “die natur” hizo que se
inscriba en medicina
- 1873- ingresa en la universidad y fue discriminado mucho por ser judío. Brucke, fue uno de
los únicos que lo acobijaron en el laboratorio de fisiología y también en sus asistentes
Exner y Fleischl Von Marxow que fue el amigo.
- Entre el ’76 y ’82- trabajo con Brucke
- 1881 me doctore en medicina sin atraerme mucho la carrera.
- Entre 1880 y 1882 luego de conocer a Breuer toca su primer caso de histeria
- 1882 abandona la carrera teórica e ingresa como aspirante en el hospital general, lo
promovieron como médico interno y trabajo con Meynert. Publico un trabajo sobre el
trayecto de las fibras y su origen nuclear en la medula oblonga. Luego, por recomendación
de Meynert se consagra la anatomía del encéfalo. Inicia el estudio de las enfermedades
nerviosas. Obtuve el puesto de dozent en enfermedades nerviosas para después ir a
Francia y seguir formándome.
- En 1884 estudia los efectos de la cocaína sobre el hombre y deja su trabajo inconcluso
para ir a ver a su futura esposa. Le encarga su tesis sobre los efectos de la cocaína sobre el
ojo humano a konigstein y luego se encuentra que otra persona, koller, publica su trabajo.
Freud también le hablo a este de la cocaína.
- 1885 lo nombran docente adscripto en neuropatología en merito a trabajos historiológicos
y clínicos
- Viaja el mismo año a parís con recomendación de Brucke y entra en la Salpetriere y hace
de traductor de una conferencia de Charcot. De Charcot le impresiono su interés por la
histeria y dentro de este la aparición de histeria en varones, las parálisis y contracturas
histéricas mediante sugestión hipnótica. Hizo con Charcot el plan de un trabajo
comparativo de las parálisis histéricas con las orgánicas. Freud quería desarrollar la tesis
de que en las histerias las parálisis y anestesias de partes del cuerpo se deslindan
guardando correspondencia con las representaciones comunes (no anatómicas) que los
humanos tienen de estas últimas.
- Antes de volver a Viena paso por Berlín donde con Kassowitz abrieron un departamento
para enfermedades nerviosas de los niños. Se hizo amigo de Baginsky y publico trabajos
sobre parálisis encefálicas unilaterales y bilaterales en nenes
- 1886 en Viena es médico y se casa con su esposa, es especialista en enfermedades
nerviosas. Debía presentar ante la sociedad de medicina lo que había experimentado con
Charcot, pero nadie le creía, incluso Meynert lo desafía a encontrar casos como los que
había visto allá. Muchos hospitales le cierran las puertas para estudiar a sus histéricos.
Hasta el momento el contaba con 2 armas terapéuticas: electroterapia e hipnosis. Con el
tiempo deja la electroterapia y se focaliza en la hipnosis pero con ella no podía hipnotizar
a todos y no podía ponerlos en el estado hipnótico profundo que él quería.
- Fue a ver a Bernheim y empezó a elaborar la idea de que había la posibilidad de que
existieran potentes procesos anímicos que permanecerían ocultos para la conciencia del
humano.
- En 1889 visita a Bernheim el cual le demostró las limitaciones de la hipnosis
- Estudia luego los diferentes tipos de neurosis; bajo el nombre de neurastenia se dividían a
las neurosis en neurosis de angustia y en neurosis asociadas con lo sexual, las neurosis
actúales y las psiconeurosis.
- Luego de emanciparse de la hipnosis establece el psicoanálisis con consciente,
inconsciente y preconsciente.
- Comienza a estudiar la sexualidad infantil con la libido en cada etapa. Diferentes
cantidades de pacientes relacionaban un hecho traumático con lo sexual y también
habla del complejo de Edipo. Conceptos como zonas erógenas, lugares auto eróticos,
componentes pulsionales, libido, formaciones reactivas y la castración con el narcisismo
primario.
- Se establece la asociación libre y la atención flotante en vez del método anterior
psicoanalítico.
- Se habla también conceptualmente del concepto de transferencia, contratransferencia,
interpretación de los sueños.
- 1906 se une en Viena un círculo de discípulos como Bleuler, Jung, y otros que aceptaban el
psicoanálisis.
- En 1908 se hizo una revista psicoanalítica con Freud, Jung y Bleuler.
- En 1912-13 publica el libro tótem y tabú cosa que me interesa mucho y está en la página
29 de 115 en la pagina 62.
- Entre 1911 y 1913 se crea una escisión del psicoanálisis con 2 propuestas diferentes, una
de Jung y otra de Adler como también Stekel. Jung hablaba desde una perspectiva
abstracta, apersonal y ahistorica, no hablaba de Edipo ni sexualidad infantil. Adler hablaba
de desestimar la significación de la sexualidad y recondujo la formación del carácter y las
neurosis al afán de poder. Se asociaron al psicoanálisis Abraham, Eitingon, Ferenezi, Rank,
Jones, Brill, Sachs, Pfister, Van Emden, Reik. Desde 1895-6 a 1906 Freud estaba solo, luego
de esto se unieron.
- En 1923 establece la pulsión de muerte.
FALTA LO DE TECTONICA DE LA PERSONALIDAD

El psicoanálisis es el estudio de la vida anímica desde el punto de vista:

 Dinámico: las pulsiones son dinámicas. Relacionada con conflicto, trauma, deseo.
 Económico: conocer el destino de las cantidades de excitación y lograr estimación relativa
de su magnitud. La energía pulsional tiene este aspecto cuantitativo de circulación. Es la
cantidad de energía de la persona para hacer las cosas.
 Tópico: indica los diferentes topos (lugares) en las cuales un fenómeno puede ser
estudiado. Sea consciente, inconsciente o preconsciente o ello, yo y superyó.

Psicoanálisis es:

 Un método de investigación que hace evidenciar el significado inconsciente de palabras,


producciones de un individuo
 Una técnica psicoterapéutica basado en la validez de la interpretación de las resistencias,
transferencias y del deseo.
 Un tratamiento psíquico (ya sea a las perturbaciones anímicas o corporales) o el alma con
recursos que influyen sobre lo anímico del hombre. Un recurso es la palabra, instrumento
esencial del tratamiento.
 Una teoría psicológica en la que se sistematizan datos de clínica, investigación o
metapsicología.

Para Freud lo más importante es la clínica, luego la teoría o metapsicología

Metapsicología tiene 3 pilares:

 Es supuesto de que existen procesos inconscientes


 La admisión de la teoría de la resistencia (todo lo que se opone al trabajo terapéutico), la
represión (desalojar del consciente cosas desagradables) y la transferencia.
 La apreciación de la sexualidad infantil y del complejo de Edipo.

Detrás de toda resistencia hay una represión.

Psicoanálisis es la ciencia de los procesos psíquicos inconscientes que se denomina psicología


profunda.

La psicología profunda estudia la vida anímica normal, está dentro de las ciencias del espíritu,
suministra la concepción de los hechos. A diferencia de la psiquiatría que se observa y describe, es
una ciencia del espíritu.
CINCO CONFERENCIAS SOBRE PSICOANALISIS

PRIMERA CONFERENCIA

Psicoanálisis: panorama acerca de la historia, la génesis y el ulterior desarrollo de este nuevo


método de indagación y terapia.

En “estudios sobre histeria” (1895) publicados por Breuer y por Freud plantea y basa su teoría. El
ambiente medico en ese momento le era hostil y no apoyaba su teoría por tratarla como
inconsistente e inexperimentable. Pero no hace falta tener formación médica para entender lo
que se quiere plantear.

CASO ANNA O.

 21 AÑOS
 ENFERMEDAD POR 2 AÑOS CUYOS SINTOMAS ERAN: perturbaciones corporales y
anímicas.
 Parálisis con rigidez de las extremidades del lado derecho, partes insensibles y a veces
pasaba del lado izquierdo.
 Perturbaciones en los movimientos oculares y en la visión
 Dificultades para sostener la cabeza
 Tussis nerviosa
 Asco frente a alimentos
 Incapacidad para beber
 Disminución en la capacidad del habla al punto de no comprender la lengua materna
 Estados de ausencia, confusión y deliria.

Varios médicos la habían tratado previamente y le habían diagnosticado histeria.

ORIGEN DEL TRAUMA

Ella contrajo su enfermedad mientras cuidaba a su padre tiernamente amado, de una grave
dolencia que lo llevo a la tumba, y a raíz de sus propios males debió dejar de prestarle esos
auxilios.

Los estudios médicos y todo su saber, su previa formación patológica y anatomico-fisiologica, lo


desasiste al enfrentar las singularidades de los fenómenos histéricos. No puede comprender la
histeria, ante la cual se encuentra en la misma situación que el lego. He aquí algo bien ingrato para
quien tanto se precia de su saber en otros terrenos. Por eso los histéricos pierden su simpatía: los
considera como unas personas que infringen las leyes de su ciencia.

El doctor Breuer no incurrió en esta falta con su paciente: le brindo su simpatía e interés, aunque
al comienzo no sabía cómo asistirla. Es probable que se lo facilitaran las notables cualidades
espirituales y de carácter de ella, de las que da testimonio en el historial clínico. La enferma solía
murmurar entre si algunas palabras que parecían provenir de unos nexos en que se ocupase su
pensamiento. El médico la ponía en una suerte de hipnosis u en cada ocasión se las repetía a fin de
moverla a que las retomase. Así comenzaba a hacerlo la enferma, y de ese modo reproducía ante
el médico las creaciones psíquicas que las gobernaban durante las ausencias y se habían traslucido
en esas pocas palabras inconexas. Eran fantasías tristísimas, a menudo de poética hermosura que
por lo común tomaban como punto de partida la situación de una muchacha ante el lecho de
enfermo de su padre. Cada vez que contaba las fantasías quedaba como liberada y se veía
reconducida a la vida anímica normal. La paciente solo hablaba y comprendía el ingles, bautizo
este novedoso tratamiento como “talking cure” o lo definía como “chimney-sweeping” (limpieza
de chimenea).

Ella siempre tomaba era que tomaba en su mano un vaso de agua, pero tan pronto lo tocaba sus
labios lo arrojaba de si como si fuera una hidrofobica. Cuando esta situación llevaba unas seis
semanas, se puso a razonar en estado de hipnosis acerca de su dama de compañía inglesa, a quien
no amaba, y refirió entonces, con todos los signos de la repugnancia, como había ido a su
habitación, y ahí su perrito, ese asqueroso animal había bebido de un vaso. Ella no dijo nada pues
quería ser cortes. Tras dar todavía enérgica expresión a ese enojo que se le había quedado
atascado, pidió de beber, tomo sin inhibición una gran cantidad de agua y despertó de la hipnosis
con el vaso en los labios. La perturbación desaparecía para siempre. Casi todos los síntomas
habían nacido como unos restos, unos precipitados de vivencias plenas de afecto a las que por eso
llamamos “traumas psíquicos” y su particularidad se esclarecía por la referencia a la escena
traumática que los causo. Para decirlo con un tecnicismo, eran determinados por las escenas
cuyos restos mnémicos ellos figuraban, y ya no se debía describirlos como unas operaciones
arbitrarias de la neurosis. La que dejaba como secuela al síntoma no siempre era una vivencia
única; las más de las veces habían concurrido a ese efecto repetidos y numerosos traumas, a
menudo muchísimos de un mismo tipo. Toda esta cadena de recuerdos patógenos debía ser
reproducida luego en su secuencia cronológica, y por cierto en sentido inverso; era de todo
imposible avanzar hasta el primer trauma, que solía ser el más eficaz, saltando los sobrevenidos
después.

Debemos hablar de 2 sentidos en la vida:

Un sentido vivencial, que es el sentido cronológico hacia el futuro en el tiempo, mediante el cual
se forman los recuerdos

Un sentido terapéutico que es hacia atrás en el tiempo, van siempre de un recuerdo que es
consciente hacia atrás, generalmente terminando en un recuerdo inconsciente que se produjo en
la primera infancia, hasta la caída del complejo de Edipo, más o menos a los 5 años. Los procesos
conscientes no se asocian directamente con un recuerdo inconsciente sino con RECUERDOS
(mediante la memoria) en el preconsciente que se encuentran de forma inmediata ya que no hay
una barrera tan solida entre preconsciente y consciente cuando si lo hay entre inconsciente y
consciente.

Nuestros enfermos de histeria padecen de reminiscencias. Sus síntomas son restos y símbolos
mnémicos de ciertas vivencias (traumáticas). Una comparación con otros símbolos mnémicos de
campos diversos acaso nos lleve a comprender con mayor profundidad este simbolismo. Los
monumentos con que adornamos nuestras grandes ciudades con unos símbolos mnémicos. Los
monumentos son símbolos mnémicos como los síntomas histéricos, hasta este punto parece
justificada la comparación. Los histéricos son como las personas que se arraigan en el pasado de
esos símbolos: recuerdan las dolorosas vivencias pasadas y permanecen adheridas a ellas, no se
libran del pasado y por el descuidan la realidad efectiva y el presente. La paciente de Breuer
poseía todos sus traumas de la época en que cuidaba a su padre enfermo, sus síntomas eran un
signo recordatorio del pasaje de la enfermedad junto con el padre y su futura muerte. El carácter
de la adherencia al pasado resulta nítido y es probable que la paciente lo haya vivido. El síntoma
que había quedado pendiente de esa escena cobraba su máxima intensidad a medida que uno se
acercaba a su causación, para desaparecer tras la completa tramitación de esta última. Recordar la
escena no recurría ningún efecto si se recordaba algo que discurría sin afecto. Los destinos de
estos afectos, que uno podía representarse como magnitudes desplazables, eran lo decisivo para
la contracción de la enfermedad y su padecimiento. Resulta forzoso suponer que aquella
sobrevino porque los efectos desarrollados en las situaciones patógenas hallarlo bloqueada una
salida normal, y la esencia de su contracción consistía en que entonces esos afectos estrangulados
eran sometidos a un empleo normal. En parte persistían como unos lastres duraderos de la vida
anímica y fuentes de excitación y en parte experimentaban inervaciones corporales que eran los
síntomas corporales de la conversión histérica. Una segunda observación nos fuerza a dar
significatividad a los estados de conciencia. La enferma mostraba múltiples condiciones anímicas
junto a su estado normal. En este último no sabía nada de aquellas escenas patógenas ni de su
conexión con sus síntomas, las había olvidado. Cuando se la ponía en hipnosis los síntomas eran
cancelados. En los consabidos fenómenos de la “sugestión pos-hipnótica” en que una orden
impartida durante la hipnosis se abre paso luego de manera imperiosa en el estado normal. Breuer
se dedico a la hipnosis y llamo a estos estados anímicos, estados hipnoides, y que de estos nacen
los síntomas.

Con Freud se presentan 2 métodos pre-psicoanalíticos:

 Método de abreaccion y catarsis: este método fue utilizado por Breuer y luego lo adopto
Freud, la abreaccion produce la catarsis. Abreaccion es la descarga afectiva actual del
efecto inconsciente que no se descargo en su momento. Catarsis es la liberación de
excitación del efecto inconsciente retenido. Produce alivio sintomático.
 Método de la insistencia: este método lo aprendió con Bernheim y lo aplica en la II
conferencia.

Alucinación es un trastorno de la percepción


Delirio es un trastorno del pensamiento

Para Breuer se formaban en la conciencia grupos psíquicos que se asocian y otros que no
Situación traumática: cantidad de excitación (es energía que te supera) intramitable para el sujeto.
Todo depende de cada uno y como tramita el mismo esas situaciones traumáticas.

Trauma primero: deseos infantiles y reprimidos (los primeros años de vida hasta que cae el Edipo)

Síntomas

Son restos o símbolos mnémicos de vivencias de afecto, de vivencias traumáticas


Monumentos históricos, es algo férreo, es un símbolo que representa algo
Fijación de la vida anímica a los traumas patógenos
Cuerpo extrañoalgo que no es mío
Donde existe un síntoma hay una amnesia
Aporta una satisfacción que reemplaza a la del deseo inconscienteesta es en parte
Es sustituto del contenido inconsciente y la respuesta a este en una línea asociativa (vs.
Azar) los síntomas no son al azar, son con un propósito
Nexo de los síntomas histéricos con la biografía de los enfermos.

SEGUNDA CONFERENCIA

Acudió en mi auxilio el recuerdo de un experimento muy asombroso e instructivo que yo había


presentado junto a Bernheim en Nancy. Bernheim nos demostró por entonces que las personas a
quienes él había puesto en sonambulismo hipnótico, haciéndoles vivenciar en ese estado toda
clase de cosas, solo en apariencia habían perdido el recuerdo de lo que vivenciaron sonámbulas y
era posible despertarles tales recuerdos aun en el estado normal. Cuando les inquiría por sus
vivencias sonámbulas, al comienzo aseveraban por cierto no saber nada. Fue lo que hice también
yo con mis pacientes. Cuando había llegado con ellos a un punto en que aseveraban no saber nada
mas, les aseguraba que empero lo sabían, que solo debían decirlo, y me atrevía a sostenerles que
el recuerdo justo sería el que les acudiese en el momento en que yo les pusiese mi mano sobre su
frente. Así conseguía sin hipnosis averiguar de los enfermos todo lo requerido para restablecer el
nexo entre las escenas patógenas olvidadas y los síntomas que estas habían dejado como secuela.
Pero era un procedimiento trabajoso, agotador a la larga, que no podía ser el apropiado para una
técnica definitiva.

Más no lo abandoné sin extraer de las percepciones que él procuraba las conclusiones decisivas.
Así, pues, yo había corroborado que los recuerdos olvidados no estaban perdidos. Se
encontraban en posesión del enfermo y prontos a aflorar en asociación con lo todavía sabido por
él, pero alguna fuerza les impedía devenir conscientes y los constreñía a permanecer
inconscientes. Era posible suponer con certeza la existencia de esa fuerza, pues uno registraba
un esfuerzo correspondiente a ella cuando se empeñaba, oponiéndosele, en introducir los
recuerdos inconscientes en la con-ciencia del enfermo. Uno sentía como resistencia del enfermo
esa fuerza que mantenía en pie al estado patológico. Ahora bien, sobre esa idea de la resistencia
he fundado mi concepción de los procesos psíquicos de la histeria. Can-celar esas resistencias se
había demostrado necesario para el restablecimiento; y ahora, a partir del mecanismo de la
curación, uno podía formarse representaciones muy precisas acerca de lo acontecido al
contraerse la enfermedad. Las mismas fuerzas que hoy, como resistencia, se oponían al empeño
de hacer consciente lo olvidado tenían que ser las que en su momento produjeron ese olvido y
esforzaron afuera de la conciencia las vivencias patógenas en cuestión. Llamé represión {esfuerzo
de desalojo} a este proceso por mí supuesto, y lo consideré probado por la in-discutible
existencia de la resistencia. Desde luego, cabía preguntarse cuáles eran esas fuerzas y cuáles las
condiciones de la represión en la que ahora discerníamos el mecanismo patógeno de la histeria.
Una 20 indagación comparativa de las situaciones patógenas de que se había tenido noticia
mediante el tratamiento catártico permitía ofrecer una respuesta. En todas esas vivencias ha-bía
estado en juego el afloramiento de una moción de deseo que se encontraba en aguda oposición a
los demás deseos del individuo, probando sur inconciliable con las exigencias éti-cas y estéticas
de la personalidad. Había sobrevenido un breve conflicto, y el final de esta lucha interna fue que la
re-presentación que aparecía ante la conciencia como la por-tadora de aquel deseo inconciliable
sucumbió a la represión {esfuerzo de desalojo} y fue olvidada y esforzada afuera de la conciencia
junto con los recuerdos relativos a ella. Entonces, la inconciliabilidad de esa representación con el
yo del en-fermo era el motivo {«la fuerza impulsora»} de la represión; y las fuerzas represoras
eran los reclamos éticos, y otros, del individuo. La aceptación de la moción de deseo in-conciliable,
o la persistencia del conflicto, habrían provocado un alto grado de displacer; este displacer era
ahorrado por la represión, que de esa manera probaba ser uno de los dispositivos protectores de
la personalidad anímica.

CASO VON ERRE

Una joven sintió, al casarse su hermana mayor, una particular simpatía hacia su cuñado, que
fácilmente pudo enmascararse como una ternura natural entre parientes. Esa hermana murió.
Cuando la muchacha hubo llegado ante el lecho de su hermana muerta, por un breve instante
afloro en ella una idea, “ahora el está libre y puede casarse conmigo.”

Acaso me sea lícito ilustrarles el proceso de la represión y su necesario nexo con la resistencia
mediante un grosero símil que tomaré, justamente, de la situación en que ahora nos
encontramos. Supongan que aquí, dentro de esta sala y entre este auditorio cuya calma y
atención ejemplares yo no sabría alabar bastante, se encontrara empero un individuo revoltoso
que me distrajera de mi tarea con sus impertinentes risas, charla, golpeteo con los pies. Y que yo
declarara que así no puedo proseguir la conferencia, tras lo cual se levantaran algunos hombres
vigorosos entre ustedes y luego de breve lucha pusieran al barullero en la puerta. Ahora él está
«desalojado» {reprimido} y yo puedo continuar mi ex-posición. Ahora bien, para que la
perturbación no se repita si el expulsado intenta volver a ingresar en la sala, los señores que
ejecutaron mi voluntad colocan sus sillas contra la puerta y así se establecen como una
«resistencia» tras un esfuerzo de desalojo {represión} consumado. Si ustedes trasfieren las dos
localidades a lo psíquico como lo «consciente» y lo "inconsciente», obtendrán una imagen
bastante buena del proceso de la represión.
Para decirlo ahora más directamente: mediante la indagación de los histéricos y otros neuróticos
llegamos a convencernos de que en ellos ha fracasado la represión de la idea entramada con el
deseo insoportable. Es cierto que la han pulsionado afuera de la conciencia y del recuerdo,
ahorrándose en apariencia una gran suma de displacer, pe-ro la moción de deseo reprimida
perdura en lo inconsciente, al acecho de la oportunidad de ser activada; y luego se las arregla
para enviar dentro de la conciencia una formación sustituta, desfigurada y vuelta irreconocible, de
lo reprimido, a la que pronto se anudan las mismas sensaciones de displacer que uno creyó
ahorrarse mediante la represión (EXISTEN 6 TIPOS DE FORMACIONES SUSTITUTAS: RECUERDO
ENCUBRIDOR, ACTO FALLIDO, CHISTE, SINTOMA, SUEÑO, DOBLE NIVEL EN EL DISCURSO
CONTENIDO MANIFIESTO/LATENTE). Esa formación sustitutiva de la idea reprimida -el síntoma-
es inmune a los ataques del yo defensor, y en vez de un breve conf1icto surge ahora un padecer
sin término en el tiempo.

En el síntoma cabe comprobar, junto a los indicios de la desfiguración, un resto de semejanza,


procurada de alguna manera, con la idea originariamente reprimida; los caminos por los cuales
se consumó la formación sustitutiva pueden descubrirse en el curso del tratamiento psicoanalítico
del enfermo, y para su restablecimiento es necesario que el síntoma sea trasportado de nuevo
por esos mismos caminos hasta la idea reprimida. Si lo reprimido es devuelto a la actividad
anímica consciente, lo cual presupone la superación de considerables resistencias, el conf1icto
psíquico así generado y que el enfermo quiso evitar puede hallar, con la guía del médico, un
desenlace mejor que el que le procuró la represión.

De tales tramitaciones adecuadas al fin (ACEPTAR EN LA CONCIENCIA, SUBLIMAR, HACER UN


JUICIO ADVERSO), que llevan conflicto y neurosis a un feliz término, las hay varias, y en algunos
casos es posible alcanzarlas combinadas entre sí. La personalidad del enfermo puede ser
convencida de que rechazó el deseo patógeno sin razón y movida a aceptarlo total o
parcialmente, o este mismo deseo ser guiado hacia una meta superior y por eso exenta de
objeción (Jo que se llama su Sublimación), o bien admitirse que su desestimación es justa, pero
sustituirse el mecanismo automático y por eso deficiente de la represión por un juicio adverso con
ayuda de las supremas operaciones espirituales del ser humano: así se logra su gobierno
consciente.

Dos artículos de la enciclopedia psicoanálisis y teoría de la libido.

Psicoanálisis es el nombre: 1) De un procedimiento que sirve para indagar procesos


anímicos difícilmente accesibles por otras vías; 2) de un método de tratamiento de
perturbaciones neuróticas, fundado en esa indagación, y 3) de una serie de intelecciones
psicológicas, ganadas por ese camino, que poco a poco se han ido coligando en una nueva
disciplina científica.

Historia. Lo mejor para comprender al psicoanálisis es estudiar su génesis y su desarrollo.


Entre 1880 y 1881, el doctor Josef Breuer, de Viena, conocido como internista y fisiólogo
experimental, se ocupó del tratamiento de una muchacha que había contraído una grave
histeria mientras curaba a su padre enfermo, y cuyo cuadro clínico se componía de
parálisis motrices, inhibiciones y perturbaciones de la conciencia. Obedeciendo a una
insinuación de la propia paciente, mujer de gran inteligencia, la puso en estado de hipnosis
y así obtuvo que por comunicación del talante y de los pensamientos que la dominaban
recobrara en cada oportunidad una condición anímica normal. Mediante la repetición
consecuente de idéntico, laborioso procedimiento, pudo liberarla de todas sus inhibiciones y
parálisis, de suerte que al final su empeño se vio recompensado por un gran éxito
terapéutico, así como por inesperadas intelecciones sobre la esencia de la enigmática
neurosis. No obstante, Breuer se abstuvo de seguir adelante con su descubrimiento y de
publicar nada sobre él por un decenio más o menos, hasta que el autor de este artículo
(Freud, de regreso en Viena en 1886 después de concurrir a la escuela de Charcot) logró
moverlo a retomar el tema y a emprender sobre él un trabajo en común. Ambos, Breuer y
Freud, publicaron entonces, en 1893, una comunicación provisional, «Sobre el mecanismo
psíquico de fenómenos histéricos», y en 1895, un libro, Estudios sobre la histeria (reimpreso
en 1922 en cuarta edición), donde llamaron «catártico» a su procedimiento terapéutico.

La catarsis. De las indagacione~ que sirvieron de base a los estudios de Breuer y Freud, se
obtuvieron ante todo dos resultados que ni siquiera la experiencia ulterior conmovió. En
primer lugar: los síntomas histéricos poseen sentido y significado, por cuanto son sustitutos
de actos anímicos normales; y en segundo lugar: el descubrimiento de este sentido
desconocido coincide con la cancelación de los síntomas y así, en este punto, investigación
científica y empeño terapéutico coinciden. Las observaciones se hicieron en una serie de
enfermos tratados como lo hizo Breuer con su primera paciente, vale decir, en estado de
hipnosis profunda. Los resultados parecieron brillantes, hasta que más tarde se reveló su
lado débil. Las representaciones teóricas que Breuer y Freud se formaron en esa época
estaban influidas por las doctrinas de Charcot sobre la histeria traumática y pudieron
apuntalarse en las comprobaciones del discípulo de aquel, Pierre Janet, por cierto publicadas
con anterioridad a los Estudios, pero posteriores en el tiempo al primer caso de Breuer.
Desde el comienzo se trajo en ellas al primer plano el factor afectivo; se sostuvo que los
síntomas histéricos debían su génesis a que a un proceso anímico cargado con intenso
afecto se le impidió de alguna manera nivelarse por el camino normal que lleva hasta la
conciencia y la motilidad (se le impidió abreaccíonar), tras 10 cual el afecto por así decir
«estrangulado» cayó en una vía falsa y encontró desagote dentro de la inervación corporal
(conversión). Las oportunidades en que se engendran esas «representaciones» pat6genas
fueron designadas por Breuer y Freud «traumas psíquicos», y como casi siempre
correspondían a un pasado lejano, los autores pudieron decir que los h;stéricos padecían en
gran parte de reminiscencias (no tramitadas). La «catarsis» se lograba entonces, en el
tratamiento, por apertura de la vía hasta la conciencia y descarga normal del afecto. El
supuesto de unos procesos anímicos inconscientes fue, según se advierte, una pieza
indispensable de esta teoría. También Janet había trabajado con actos inconscientes dentro
de la vida del alma, pero, según lo destacó en posteriores polémicas en contra del
psicoanálisis, no era pam él sino una expresión auxiliar, «une maniere de parlen>, con la
que no quería indicar ninguna intelección nueva.
En una secci6n teórica de los Estudios, Breuer comu11lcó algunas ideas especulativas acerca
de los procesos de excitación que ocurren en el interior de lo anímico. Quedaron como
unas orientaciones para el futuro, y todavía hoy no se han apreciado cahalmente. Con esto,
Breuer puso fin a suscontribuciones a este campo del saber, y poco después se retiró del
trabajo en común.

El paso al psicoanálisis. Ya en los Estudios se habían insinuado disensos en las concepciones


de ambos autores. Breuer adoptó el supuesto de que las representaciones patógenas
exteriorizan un efecto traumático porque se han engendrado dentro de «estados hipnoides»
en que la operación anímica está sometida a particulares restricciones. El que esto escribe
rechazó tal explicación y sostuvo que una representación deviene patógena cuando su
contenido aspira en la dirección contraria a las tendencias dominantes en la vida anímica,
provocando así la «defensa» del individuo (Janet había atribuido a los histéricos una
incapacidad constitucional para la unificación coherente de sus contenidos psí-quicos; en este
punto se apartan del suyo los caminos de Breuer y de Freud). Por otra parte, las dos
innovaciones con que el autor abandonó poco después el terreno de la catarsis va habían sido
mencionadas en los Estudios. Tras el retiro de Breuer se convirtieron en el punto de
arranque de ulteriores desarrollos.

Renuncia a la hipnosis. Una de estas innovaciones se apoyó en una experiencia práctica y llevó
a un cambio de la técnica; la otra consistió en un progreso dentro del conocimiento clínico
de las neurosis. Pronto se demostró que las esperanzas terapéuticas puestas en el
tratamiento catártico en estado de hipnosis quedaban, en cierto sentido, incumplidas. Es
verdad que la desaparición de los síntomas se producía paralelamente a la catarsis, pero el
resultado global demostró ser por entero dependiente del vínculo del paciente con el
médico; se comportaba, por tanto, como un resultado de la «sugestión», y si este vínculo se
destruía, volvían a emerger todos los síntomas como si nunCa hubieran tenido solución. Y a
esto se sumaba la considerable restricción que desde el punto de vista médico significaba
para la aplicación del procedimiento catártico el escaso número de las personas que pueden
ser puestas en estado de hipnosis profunda. Por estas razones, el autor se decidió a
abandonar la hipnosis. Pero al mismo tiempo, de las impresiones que de ella había recogido
extrajo los medios para sustituirla.

La asociación libre. El estado hipnótico había traído aparejado un gran aumento de la


capacidad de asociación del paciente. Sabía hallar enseguida el camino, inaccesible para su
reflexión conciente, que llevaba desde el síntoma hasta lospensamientos y recuerdos enlazados
con él. El abandono de la hipnosis pareció crear una situación de desvalimiento, pero el autor
recordó aquella demostración de Bernheim: 10 vi· ven ciado en estado de sonambulismo
sólo en apariencia se había olvidado y en cualquier momento podía emerger su recuerdo si
el médico aseguraba con insistencia al sujeto que él lo sabía. El que esto escribe intentó
entonces esforzar también a sus pacientes no hipnotizados a que comunicasen asociaciones,
y ello con el objeto de hallar por medio de ese material la vía hacia 10 olvidado o 10
caído bajo la defensa. Más tarde notó que ese esforzar no era necesario, pues en el paciente
casi siempre emergían copiosas ocurrencias, sólo que las apartaba de la comunicación, y aun
de la conciencia, en virtud de determinadas objeciones que él mismo se hacía. En la
expectativa (en ese tiempo todavía indemostrada, pero más tarde corroborada por una rica
experiencia) de que todo cuanto al paciente se le ocurría acerca de un determinado punto
de partida se hallaba por fuerza en íntima trabazón con este, se obtuvo la técnica de
educarlo para que renunciase 2 toda!: su~ actitudee críticas, y de aplicar el material de
ocurrencias así traído a la luz para el descubrimiento de los nexos buscados. En el vuelco
hacia esa técnica, destinada a sustituir a la hipnosis, desempeñó sin duda un papel la sólida
confianza en la existencia de un rígido determinismo dentro de lo anímico. La «regla técnica
fundamental», ese procedimiento de la «asociación libre», se ha afirmado desde entonces
en el trabajo psicoanalítico. El tratamiento se inicia exhortando al paciente a que se ponga
en la situación de un atento y des· apasionado observador de sí mismo, a que espigue
únicamente en la superficie de su conciencia y se obligue, por una parte, a la sinceridad más
total, y por la otra a no excluir de la comunicación ocurrencia alguna, por más que: 1) la
sienta asaz desagradable, 2) no pueda menos que juzgarla disparatada, 3) la considere
demasiado nimia, o 4) piense que no viene al caso respecto de lo que se busca. Por 10
general, se revela que justamente aquellas ocurrencias que provocan las censuras que
acabamos de mencionar poseen particular valor para el descubrimiento de 10 olvidado.

INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS

El termino aparato es un término que se usa en medicina.

Freud estableció 2 modelos:

Uno espacial, que no lo acepto, en el cual habla de que el aparato psíquico es como un
telescopio
Uno temporal en el cual hay diferentes momentos cronológicos y un arco reflejo (reflejo
de operación psíquica) basado en el estimulo-respuesta (2 momentos)

El aparato psíquico recibe energía y la liga y reúne o asocia, para después hacer la eferencia

2 principios del aparato psíquico:

 Constancia: los organismos necesitan energía constante para responder al “apremio de la


vida”. La excitación proviene del cuerpo para satisfacer las necesidades realizaran
acciones. Se necesita de energía constante para acceder al principio de inercia y descargar
la excitación para así generar homeostasis
 Placer: el principio de inercia devino principio de placer. Es la tendencia del devenir
psíquico que es atraído al placer (distensión) y alejarse del displacer (tensión). Se prolonga
en el principio de realidad conoce si el objeto es atraído o no y actuar en consecuencia.
Busca el placer inmediato, el principio de realidad busca aplazar el placer y dárselo a lo
largo del tiempo el placer, el placer en cuotas
2 tipos de identidades:

 identidad de percepción: psiquismo infantil


 Identidad de pensamiento: psiquismo maduro

2 tipos de percepciones:

o Externas: 5 sentidos
o Internas: sensaciones internas, sentimientos, fantasías.

Cuando se con fin del mundo interno con el externo se produce una alucinación

Tercer sistema: sistema de las huellas mnémicas

Cuarto sistema: 2 leyes de asociación:

Resistencia y facilitación

o La resistencia es lo que se opone a la facilitación, a mayor facilitación menor resistencia y


viceversa
o El termino facilitación lo toma de la neurología. Dice que la energía psíquica pasa de una
neurona a otra y después se hace un camino facilitado. Ej.: habito

Fijación y regresión

o La pulsión sexual de la libido se fija a objetos, representaciones o partes del cuerpo y las
catectiza. La libido va cambiando hasta llegar a la latencia y genitalidad. En cada etapa del
periodo psicosexual se produce una fijación
o Hay 3 tipos de regresión:
Temporal: frente a una frustración vuelve a algún comportamiento de etapas
anteriores, se regresa a un punto de fijación en el cual el sujeto tuvo mayor placer
o mas displacer
Tópica: pasar del consciente al preconsciente y al inconsciente
Formal: pasar de la identidad del pensamiento a la identidad de percepción

Se establece una relación entre el polo perceptual (adentro) y el polo motor (afuera)

También hay una relación entre lo pasajero versus lo permanente siendo las huellas mnémicas
permanentes.

Figura 4:
cc. icc. Prcc.

ASOCIACION

Todo acto psíquico comienza en el inconsciente

Este proceso se divide en 2 instancias:

Instancia criticada: inconsciente mediante el cual desalojamos de la conciencia algo


displacentero
Instancia criticadora: pre-consciente
Consciencia: el pre-consciente saca de la consciencia lo inaceptado.

La voluntad es preconsciente.

Los contenidos del inconsciente para que se expresen deben hacer el camino de:

INCONSCIENTE- PRECONSCIENTE-CONSCIENTE

Del inconsciente al preconsciente el pasaje se hace con dificultad

Del preconsciente al consciente se hace el pasaje fácil

FORMACIONES DE TRANSACCION Y COMPROMISO: mediante estas formaciones pasan del


preconsciente al consciente. Se llaman así por que se comprometen algunos elementos y se
transforman

Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos


elementos llamaremos instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas. Después
formulamos la expectativa de que estos sistemas han de poseer quizás una orientación
espacial constante, al modo en que los diversos sistemas de lentes de un telescopio se
siguen unos a otros. En rigor, no necesitamos suponer un ordenamiento realmente espacial
de los sistemas psíquicos. Nos basta con que haya establecida una secuencia fija entre ellos,
vale decir, que a raíz de ciertos procesos psíquicos los sistemas sean recorridos por la
excitación dentro de una determinada serie temporal. La serie puede experimentar una
alteración en el caso de otros procesos; queremos dejar abierta 'esa posibilidad. En lo que
sigue, y en aras de la brevedad, nos referiremos a los componentes del aparato como
«sistemas “letra griega”».

Lo primero que nos salta a la vista es que este aparato, compuesto por sistemas 'Ij', tiene
una dirección. Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos (internos o externos) y
termina en inervaciones: Por eso asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo
motor; en el extremo sensorial se encuentra un sistema que recibe las percepciones, y en el
extremo motor, otro que abre tas esclusas de la motilidad.

Pues bien, esto no hace sino cumplir un requisito con el que ,estamos familiarizados hace
mucho, a saber, que el aparato psíquico ha de estar construido como un aparato de
reflejos. El proceso del reflejo sigue siendo el modelo de toda operación psíquica.

Ahora tenemos fundamentos para hacer que ingrese en el extremo sensorial una primera
diferenciación. De las percepciones que llegan a nosotros, en nuestro aparato psíquico queda
una huella que podemos llamar «huella mnémica». y a la función atinente a esa huella
mnémica la llamamos «memoria». Si tomamos en serio el designio de anudar los procesos
psíquicos a sistemas, la huella mnémica sólo puede consistir en alteraciones permanentes
sobrevenidas en los elementos de los sistemas. Ahora bien, como ya ha sido consignado, H
trae consigo manifiestas dificultades suponer que un mismo sistema deba conservar
fielmente alteraciones sobrevenidas a sus elementos y, a pesar de ello, mantenerse siempre
abierto y receptivo a las nuevas ocasiones de alteración.

De acuerdo con el principio que guía nuestra búsqueda, distribuiremos entonces estas dos
operaciones entre sistemas diversos. Suponemos que un sistema del aparato, el delantero,
recibe los estímulos perceptivos, pero nada conserva de ellos y por tanto carece de memoria,
y que tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a
huellas permanentes. Este sería, entonces, el cuadro de nuestro aparato psíquico:

Es bien sabido que de las percepciones que tienen efecto sobre el sistema P conservamos
como duradero algo más que su contenido. Nuestras percepciones se revelan también
enlazadas entre sí en la memoria, sobre todo de acuerdo con el encuentro en la simultaneidad
que en su momento tuvieron. Llamamos asociación a este hecho. Ahora es claro que si el
sistema P no tiene memoria alguna, tampoco puede conservar las huellas para la asociación;
los elementos P singulares se verían intolerablemente impedidos en su función si contra
cada percepción nueva se hiciese valer un resto de enlace anterior. Por tanto, tenemos que
suponer que la base de la asociación son más bien los sistemas mnémicos.

El hecho de la asociación consiste entonces en lo siguiente: a consecuencia de reducciones en


la resistencia y de facilitaciones, desde uno de los elementos Mn la excitación se propaga
más bien hacia un segundo elemento Mn que hacia un tercero.
Una mayor profundización nos muestra la necesidad de suponer no uno sino varios de esos
elementos Mn, dentro de los cuales la misma excitación propagada por los elementos P
experimenta una fijación {Fixierung} de índole diversa.

El primero de estos sistemas Mn contendrá en todo caso la fijación de la asociación por


simultaneidad (el recuerdo de un hecho me hace recordar otro), y en los que están más
alejados el mismo material mnémico se ordenará según otras clases de encuentro, de tal suerte
que estos sistemas más lejanos han de figurar, por ejemplo, relaciones de semejanza u
otras(SEMEJANZA: DIFERENTES SITUACIONES QUE TIENEN UNA CUALIDAD EN COMUN). Desde
luego, sería vano empeñarse en indicar con palabras el significado psíquico de un sistema
semejante. Su característica residiría en la intimidad de sus vínculos con elementos del
material mnémico en bruto, o sea, si queremos apuntar a una teoría que vaya más a lo
hondo, en las gradaciones de la resistencia de conducción hacia esos elementos.

Habría que intercalar aquí una observación de naturaleza general que quizás apunte a algo
importante. El sistema P, que no tiene capacidad ninguna para conservar alteraciones, y por
tanto memoria ninguna, brinda a nuestra conciencia toda la diversidad de las cualidades
sensoriales. A la inversa, nuestros recuerdos, sin excluir los que se han impreso más hondo
en nosotros, son en sí inconscientes. Es posible hacerlos conscientes; pero no cabe duda
de que en el estado inconsciente despliegan todos sus efectos. Lo que llamamos nuestro
carácter se basa en las huellas mnémicas de nuestras impresiones; y por cierto las que nos
produjeron un efecto más fuerte, las de nuestra primera juventud, son las que casi nunca
devienen conscientes. Pero cuando los recuerdos se hacen de nuevo conscientes, no
muestran cualidad sensorial alguna o muestran una muy ínfima en comparación con las
percepciones. Si pudiéramos confirmar que en los sistemas 'W memoria y cualidad para la
conciencia se excluyen entre sí, se nos abriría una promisoria perspectiva sobre las
condiciones de la excitación de las neuronas. Lo que hasta aquí hemos supuesto acerca de
la composición del aparato psíquico en el extremo sensorial se obtuvo sin referencia al
sueño ni a los esclarecimientos psicológicos que de él pueden derivarse. Ahora, para el
conocimiento de otra pieza del aparato, el sueño nos servirá como fuente de prueba. Hemos
visto 10 que nos resultaba imposible explicar la formación del sueño si no osábamos
suponer la -existencia de dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía la actividad de
la otra a una crítica cuya consecuencia era la exclusión de su devenir-consciente.

La instancia criticadora, según inferimos, mantiene con la conciencia relaciones más


estrechas que la criticada. Se sitúa entre esta última y la conciencia como una pantalla.

Además, encontramos asideros [pág. 486J para identificar la instancia criticadora con 10 que
guía nuestra vida de vigilia y decide sobre nuestro obrar consciente, voluntario. Ahora,
conforme a nuestras hipótesis, sustituyamos estas instancias por sistemas; si tal hacemos,
en virtud del conocimiento citado en último término el sistema criticador se situará en el
extremo motor. Incluimos los dos sistemas en nuestro esquema, y en los nombres que les
damos expresamos su relación con la conciencia:
Al último de los sistemas situados en el extremo motor lo llamamos preconsciente para
indicar que los procesos de excitación habidos en él pueden alcanzar sin más demora la
conciencia, siempre que se satisfagan ciertas condiciones; por ejemplo, que se alcance cierta
intensidad, cierta distribución de aquella función que recibe el nombre de «atención» [d.
págs. 582-3], etc. Es al mismo tiempo el sistema que posee las llaves de la moti1idad
voluntaria. Al sistema que está detrás 10 llamamos inconsciente~' porque no tiene acceso
alguno a la conciencia si no es por vía del preconsciente, al pasar por el cual su proceso de
excitación tiene que sufrir modificaciones.

La conciencia surge en remplazo de la huella mnémica

Bewusstsein = Bw (Conciencia = Ce); Unbewusst = Ubw (Inconciente = iic); Vorbewusst =


Vbw (Preconsciente = Pree, con el agregado de la «r» para diferenciar mejor de:)
Wahrnehmung = W (Percepción = P). Además, cuando el término así abreviado cumple
función de adjetivo (p. ej., «cualidades ice») hemos utilizado la sigla en minúscula. «Mm>
es abreviatura de «mnémico».}]

CARTA 52

Tú sabes que trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por
estratificación sucesiva, pues de tiempo en tiempo el material preexistente de huellas mnémicas
experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una retranscripcion o resignificacion. Yo no
sé cuántas de estas transcripciones existen. Por lo menos tres, probablemente más.

FIGURA 7

P son neuronas donde se generan las percepciones a que se anuda la consciencia, pero que en si
no conservan huella alguna de lo acontecido. Es que consciencia y memoria se excluyen entre sí.
Ps (signos de percepción) es la primera transcripción de las percepciones, por completo
insuscreptible de consciencia y articulada según una asociación por simultaneidad. Ic
(inconsciente) es la segunda transcripción, ordenada según otros nexos, tal vez casuales. Las
huellas Ic quizás correspondan a recuerdos de conceptos, de igual modo inasequibles a la
consciencia.

Prc (preconciencia) es la tercera retranscripcion, ligada a representaciones-palabra,


correspondiente a nuestro yo oficial. Las investiduras devienen conscientes de acuerdo con ciertas
reglas.

Quiero destacar que las transcripciones que se siguen unas a otras constituyen la operación
psíquica de épocas sucesivas de la vida. En la frontera entre dos épocas tiene que producirse la
traducción del material psíquico. Cada estructura posterior inhibe lo anterior. Toda vez que la
reestructura posterior falta, la excitación es tramitada según las leyes del periodo psíquico
anterior y por los caminos de los que se disponía. Subsistirá un anacronismo, regirán fueros,
relictos.

CASO EMMA

Emma está hoy bajo la compulsión de no poder ir sola a una tienda.

Tanto el nexo entre estos fragmentos como el efecto de la vivencia son incomprensibles. Si
ella ha sentido displacer a causa de que se rieran de su vestido, hace tiempo que eso por
fuerza estaría corregido, desde que se viste como dama; y nada cambia en sus ropas por el
hecho de ir a la tienda sola o acompañada. Que no es mera protección lo que necesita se
infiere de que, como en una agorafobia, basta que la acompañe un niño para sentirse
segura. Y es algo totalmente inconciliable que uno le gustara; tampoco cambiaría esto si
fuera acompañada. Por tanto, los recuerdos despertados no explican ni la compulsión ni el
determinismo del síntoma. La exploración ulterior descubre un segundo recuerdo que

Emma pone en entredicho haber tenido en el momento de la escena 1. Tampoco hay nada
que pruebe esto último. Siendo una niña de ocho años, fue por dos veces a la tienda de un
pastelero para comprar golosinas, y este caballero le pellizcó los genitales a través del
vestido. No obstante la primera experiencia, acudió allí una segunda vez. Luego de la
segunda, no fue más. Ahora bien, se reprocha haber ido por segunda vez, como si de ese
modo hubiera querido provocar el atentado. De hecho, cabe reconducir a esta vivencia un
estado de «mala conciencia oprimente».

Ahora comprendemos escena 1 (empleados) si recurrimos a escena II (pastelero). Sólo nos


hace falta una conexión asociativa entre ambas. Ella misma señala que es proporcionada
por la risa. Dice que la risa de los empleados le hacía acordarse de la risotada con que el
pastelero había acompañado su atentado. Entonces el proceso se puede reconstruir como
sigue: En la tienda los dos empleados ríen, esta risa evoca (inconcientemente) el recuerdo
del pastelero. La situación presenta otra semejanza: de nuevo está sola en un negocio.
Junto con el pastelero es recordado el pellizco a través del vestido, pero ella entretanto se
ha vuelto púber.

El recuerdo despierta (cosa que en aquel momento era incapaz de hacer) un


desprendimiento sexual que se traspone en angustia. Con esta angustia, tiene miedo de que
los empleados pudieran repetir el atentado, y se escapa.

Está plenamente certificado que aquí se entreveran dos clases de procesos 11', que el
recuerdo de escena II (pastelero) aconteció dentro de un estado otro que lo otro. Lo
ocurrido se puede diagramar como lo muestra la figura 16. Aquí, las representaciones
marcadas en negro son percepciones que también son recordadas. Que el desprendimiento
sexual también 10 llegó al devenir-consciente, lo prueba esta idea, de otro modo
incomprensible: el empleado riente le ha gustado. La conclusión de no permanecer sola en
la tienda a causa del peligro de atentado se formó de manera enteramente correcta, con
miramiento por todos los fragmentos del proceso asociativo. Empero, del proceso (figurado
abajo) 17 no ha llegado a la conciencia nada más que el fragmento «vestidos»; y el pensar
que trabaja con conciencia ha plasmado dos enlaces falsos 18 con el material preexistente
(empleados, risa, vestidos, sensación sexual): que se le ríen a causa de sus vestidos, y que
uno de los empleados ha excitado su gusto sexual.

Apuntes:

A los 8 años volvió a ver al panadero sin saber que esta bien o mal

A los 12 años ya sabe lo que esta bien o mal y se produce en ella una conciencia oprimente.

PROPIEDADES DEL SISTEMA INCONSCIENTE

El núcleo del Icc consiste en agencias representantes de pulsión que quieren descargar su
investidura; por tanto, en mociones de deseo. Dentro de este sistema no existe negación
{Negation} , no existe duda ni grado alguno de certeza. Todo esto es introducido sólo por el
trabajo de la censura entre Ice y Prcc. La negación es un sustituto de la represión, de nivel más
alto. Dentro del Ice no hay sino contenidos investidos con mayor menor intensidad.

Por el proceso del desplazamiento, una representación puede entregar a otra todo el monto
de su investidura; y por el de la condensación, puede tomar sobre sí la investidura íntegra de
muchas otras. He propuesto ver estos dos procesos como indicios del llamado proceso psíquico
primario. Dentro del sistema Prcc rige el proceso secundario.

Los procesos del sistema lcc son atemporales, es decir, no están ordenados con arreglo al
tiempo, no se modifican por el trascurso de este ni, en general, tienen relación alguna con él.
También la relación con el tiempo se sigue del trabajo del sistema Ce. Tampoco conocen los
procesos Ice un miramiento por la realidad. Están sometidos al principio de placer; su
destino sólo depende de la fuerza que poseen y de que cumplan los requisitos de la
regulación de placer-displacer. Resumamos: ausencia de contradicción, proceso primario (
movilidad de las investiduras ) , carácter atemporal y sustitución de la realidad exterior por
la psíquica, he ahí los rasgos cuya presencia estamos autorizados a esperar en procesos
pertenecientes al sistema Icc.

Esta situación movió a J. Breuer a suponer dentro de la vida anímica dos estados diversos de
la energía de investidura : uno ligado, tónico, y otro móvil, libre y proclive a la descarga.
Al sistema Pree competen , además, el establecimiento de una capacidad de comercio entre
los contenidos de las re-presentaciones, de suerte que puedan influirse unas a otras, el
ordenamiento temporal de ellas,8 la introducción de una censura o de varias, el examen de
realidad y el principio de realidad. También la memoria conciente parece depender por
completo del Pree;

Ha de separársela de manera tajan te de las huellas mnémicas en que se fijan las vivencias
del J ce, y probablemente corresponda a una trascripción particular tal como la que quisimos
suponer.

PROPIEDADES DEL SISTEMA INCONSCIENTE

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

CC ICC PRCC

ICC

- el nucleo son las agencias representantes de pulsión QUE QUIEREN DESCARGAR LA


INVESTIDURA, MOCIONES DE DESEO.
- no existe duda, certeza ni negación
- el proceso primario es mediante desplazamiento y condensación
- procesos atemporales
- principio de placer e identidad de percepción
- realidad psíquica
- energia libre
- huellas mnémicas

PRCC

- YO
- Negación
- Proceso secundario
- Temporalidad
- Principio de realidad e interior de pensamiento
- Realidad exterior
- Energía ligada
- Memoria consciente

El nucleo del inconsciente se basa en 3 cosas: agencias representantes de la pulsión , investidura y


deseo, estos son los 3 elementos del psicoanálisis que generan energía que produce pulsión
dividida en representación(cualidad) y afecto (cantidad).
La pulsión es un proceso dinamico, fuerza de empuje que hace tender al organismo hacia una
meta.

Los elementos de la pulsión son 3:

- Fuente (somatica)
- Objeto
- Meta o fin

1era teoría de las pulsiones: 2 tipos:

- Autoconservacion: conservan la vida


- Sexual: busca el placer de una zona erógena

2da teoría de las pulsiones: 2 tipos:

- Pulsión de vida: es la fuerza de unión, lo simple se complejiza (eros)


- Pulsión de muerte: fuerza de desunión, lo complejo se vuelve simple (tanatos)

La pulsión de vida implica la pulsión sexual y la de autoconservacion. Esta energía sexual genera
energias libidinales yoicas (hacia el yo) y objetales( hacia un objeto)

Representación es una imagen

La agencia representante de la pulsión es que la energía siempre esta unida a una representación,
siempre debe estar investida por algún afecto.

El deseo es la primera huella de la satisfacción, con lo cual es la primera mamada del bebe

El inconsciente no esta abierto al mundo, el mundo solo se encuentra en la conciencia

El sueño del soñante es proceso primario. Cuando se cuenta es secundario

Proceso psicótico

Proceso primario

----------------------------------------------

Proceso proceso

Secundario secundario
Representación es un proceso presente que primeramente desaparece y luego reaflora desde el
recuerdo y es latente en cuanto consciente.

Puede haber representaciones tanto conscientes como inconscientes

3 sentidos del inconsciente

1) Descriptivo: hay pensamientos latentes o inconscientes, son latentes en cuanto


conscienciay diferentes a la represión consciente e inconsciente. La prueba clínica es la
sugestion post-hipnoptica
2) Dinamico: los pensamientos inconscientes son eficientes. El acto psíquico empieza por el
inconsciente y puede permanecer tal o avanzar. Hallamos un presonsciente eficiente y un
inconsciente eficiente. La prueba es el síntoma.
3) Tópico: las leyes de la actividad anímica es diferente de las que rigen la actividad
consciente. Indicio de que el proceso participa de una categoría psíquica de la que
conocemos por otros y pertenece a un sistema de actividad psíquica que merece atención.
La prueba es el sueño.

NOTA SOBRE EL CONCEPTO DE LO INCONSCIENTE EN EL PSICOANALISIS

Una representación -o cualquier otro elemento psíquico-- puede estar ahora presente en mi
conciencia, y un momento después desaparecer de ella; puede re aflorar intacta después de
un intervalo, y hacerlo, corno decirnos nosotros, desde el recuerdo, no corno consecuencia
de una nueva percepción sensorial. Es para dar razón de este hecho que nos vemos llevados
a suponer que la representación ha estado presente en nuestro espíritu también durante el
intervalo, aunque latente en cuanto a conciencia Pero no podemos formular conjetura
al-guna sobre la forma en que pudo haber existido mientras estaba presente en la vida
anímica y era latente en cuanto a conciencia.

Ahora llamemos «consiente» a la representación que está presente en nuestra conciencia y


de la que nosotros nos percatamos {we are aware}, y hagamos de este el único sentido del
término «consciente»; en cambio, a las representaciones latentes, si es que tenemos
fundamentos para suponer que están contenidas en la vida anímica -como los tuvimos en el
caso de la memoria-, habremos de denotarlas con el tér-mino «inconsciente». entonces, una
representación inconsciente es una de la que nosotros no nos percatamos, a pesar de lo
cual estamos dispuestos a admitir su existencia sobre la base de otros indicios y pruebas.
(el icc es adjetivo ya que no supone diferenciación tópica entre contenido de icc y prcc.)

Esto podría considerarse un trabajo descriptivo o clasificatorio. Pero el bien conocido


experimento de la «sugestión poshipnótica» nos enseña a insistir en la importancia del
distingo entre conciente e inconsciente.
Nos hemos visto llevados de una concepción puramente descriptiva del fenómeno a una
dinámica. La idea de la acción ordenada en la hipnosis no devino un mero objeto de la
conciencia en un momento determinado, sino que, además, devino eficiente (eficiente por
que produce la acción. El icc dinámico es un adjetivo pero supone diferenciación entre lo icc y
prcc), y este es el aspecto más llamativo del hecho: fue trasferida a la acción tan pronto
como la conciencia se hubo percatado de su presencia. Puesto que el estímulo real para
actuar es la orden del médico, es difícil no conceder que la idea de la orden del médico
devino eficiente también, Sin embargo, esta última no fue acogida en la conciencia como
ocurrió con su retoño {outcome}, la idea de la acción; permaneció inconsciente y por eso
fue al mismo tiempo eficiente e inconsciente.

La vida anímica del paciente histérico rebosa de estos pensamientos {ideas} eficientes, pero
inconscientes; de ellos provienen todos los síntomas. Es de hecho el carácter más llamativo
de la mente histérica el estar gobernada por re-presentaciones inconscientes. Si una mujer
histérica vomita, acaso 10 haga desde la idea de estar embarazada. Pero ella no tiene
noticia alguna de esta idea, aunque se la puede descubrir fácilmente en su vida anímica
mediante uno de los procedimientos técnicos del psicoanálisis, y hacérsela conciente. Cuando
ejecuta LIS convulsiones y gestos que constituyen su «ataque», ella ni siquiera se representa
concientemente las acciones intentadas y quizá las observe con los sentimientos
desapegados de un espectador. No obstante, el análisis podrá demostrar que ella desempeñaba
su papel en la reproducción dramática de una escena de su vida, cuyo re-cuerdo era
inconcientemente eficiente durante el ataque.

Por tanto, del análisis de fenómenos neuróticos aprendemos que un pensamiento latente o
inconsciente no necesariamente es débil, y que su presencia en la vida anímica admite
pruebas indirectas de la mayor fuerza, equivalentes casi a La prueba directa brindada por la
conciencia.

Ahora hemos adquirido la convicci6n de que hay ciertos pensamientos latentes que no
penetran en la conciencia por intensos que sean. Llamaremos entonces preconscientes a los
pensamientos latentes del primer grupo, mientras que reservaremos el termino inconsciente
para el segundo grupo. el término inconsciente, que hasta aqui empleábamos en un sentido
meramente descriptivo, recibe ahora un significado más amplio.

Hemos hallado un preconciente eficiente, que sin dificultad pasa a la conciencia, y un


inconsciente eficiente, que permanece inconsciente y parece estar cortado {cut off} de la
conciencia.

Al producto de lo inconsciente eficaz en modo alguno le es im-posible penetrar en la


conciencia, mas para ello es necesario cierto gasto de esfuerzo. Si lo intentamos en nosotros
mismos, recibimos el nítido sentimiento de una defensa {repulsion} que tiene que ser
dominada; y si 10 provocamos en un paciente, recibimos los más inequívocos indicios de lo
que llamamos su resistencia a ello. Así aprendemos que el pensamiento inconsciente es
excluido de la conciencia por unas fuerzas vivas que se contraponen a su aceptación,
mientras que no estorban a otros pensamientos, los preconcientes.( LO INCONSCIENTE ES
RECHAZADO DE LA CONSCIENCIA Y SE DA LA RESISTENCIA Y LA DEFENSA)

Lo inconsciente es una fase regular e inevitable en los procesos que fun-dan nuestra
actividad psíquica; todo acto psíquico comienza como inconsciente, y puede permanecer tal
o bien avanzar desarrollándose hasta la conciencia, según que tropiece o no con una
resistencia.

Pero el distingo entre actividad preconciente e inconsciente, y el discernimiento de la


barrera que las divide, no es ni el último ni el más significativo resultado de la investigación
psicoanalítica de la vida anímica. Hay un producto psíquico que se encuentra en las
personas más normales y, empero, ofrece notabilísima analogía con las más silvestres
producciones de la insania; por otra parte, no fue más inteligible para los filósofos que la
insania misma.

Me refiero a los sueños. El psicoanálisis se funda en el análisis de sueños; la interpretación


de estos es el trabajo más acabado que la joven ciencia ha realizado hasta hoy.

Un caso típico de la formación de sueños puede describir5e del siguiente modo: Un


itinerario de pensamiento fue despertado por la actividad mental del día y ha retenido algo
de su capacidad eficiente; en virtud de esta, ha escapado a la disminución general del
interés, la cual es la introducción al dormir y su preparación mental. Durante la noche,
este itinerario de pensamiento consigue hallar la conexión con uno de los deseos
inconscientes que han estado siempre presentes desde la infancia en la vida anímica del
soñante, pero por lo común reprimidos y excluidos de su presencia conciente. Entonces, en
virtud de la fuerza que les presta ese apoyo inconsciente, estos pensamientos, los relictos
del trabajo diurno, pueden devenir otra vez eficientes y aflorar a la conciencia en la forma
de un sueño. Han ocurrido, pues, tres cosas:

1. Los pensamientos han experimentado una mudanza, un disfraz y una desfiguración, que
constituye la parte del socio inconsciente.

2. Los pensamientos han conseguido investir {have occupied} la conciencia en un momento


en que no debía serIes ello asequible .

.3. Un fragmento de 10 inconsciente. ha aflorado en la conciencia, cosa que de ordinario le


habría resultado imposible.

Hemos aprendido el arte de descubrir los «restos diurnos» {«residual thoughts»} y los
«pensamientos oníricos latentes; por su comparación con el contenido manifiesto del sueño
somos capaces de formarnos un juicio sobre las migraciones {changes} por las que han
atravesado y sobre el modo en que estas sobrevinieron.

Los pensamientos oníricos latentes no se diferencian en nada de los productos de nuestra


actividad anímica conciente ordinaria. Merecen el nombre de pensamientos preconcientes y
de hecho pueden haber sido concientes en algún momento de la vigilia. Pero en virtud de
la conexión que por la noche establecieron con las aspiraciones {tendencies} inconscientes,
fueron asimilados a estas últimas, en cierto modo rebajados al estado de unos
pensamientos inconscientes y sometidos a las leyes por las que es regulada la actividad
inconsciente. Y aquí se ofrece la oportunidad de aprender algo que no habríamos podido
colegir sobre la base de reflexiones o cualquier otra fuente de saber empírico: las leyes de la
actividad anímica inconsciente se distinguen en amplia medida de las que rigen a la
actividad conciente.

Mediante un trabajo de detalle tomamos noticia de las peculiaridades de lo inconsciente y


podemos esperar aprender todavía mucho de una exploración más a fondo de los procesos
que sobrevienen en la formación del sueño. Esta indagación no ha llegado siquiera a
promediarse, y no es posible exponer los resultados obtenidos hasta ahora sin entrar en los
problemas, en extremo enredados, de la interpretación de los sueños. Sin embargo, no
quiero interrumpir esta elucidación sin apuntar el cambio y el progreso de nuestra
inteligencia de lo inconsciente, que debemos al estudio psicoanalítico de los sueños.

Lo inconsciente nos pareció al comienzo un mero carácter enigmático de un cierto proceso


psíquico; ahora significa para nosotros algo más: es un indicio de que ese proceso participa
de la naturaleza de una cierta categoría psíquica, de la que tenemos conocimiento por otros y
más importantes caracteres, y pertenece a un sistema de actividad psíquica que merece
nuestra mayor atención. El valor de lo inconsciente como índice ha superado con mucho a
su significación como propiedad. A falta de una expresión mejor y menos ambigua, damos
el nombre de «el inconsciente» al sistema que se da a conocer por el signo distintivo de
ser inconscientes los procesos singulares que 10 componen. Para designar este sistema
propongo las letras Ice palabra abreviatura de la palabra «inconsciente».

Este es el tercer sentido, y el más importante, que el término «inconsciente» ha cobrado en


el psicoanálisis.(ES UN SUSTANTIVO E INDICA EL LUGAR EN EL QUE ESTA LO REPRIMIDO Y SON LOS
CONTENIDOS INFANTILES).

REPRESION

Atengámonos preferentemente a la experiencia clínica tal como nos la brinda la práctica


psicoanalítica. Aprendemos entonces que la satisfacción de la pulsión sometida a la
re-presión sería sin duda posible y siempre placentera en sí misma, pero sería inconciliable
con otras exigencias y de-signios. Por tanto, produciría placer en un lugar y displacer en
otro. Tenemos, así, que la condición para la represión es que el motivo de displacer cobre un
poder mayor que el placer de la satisfacción. Además, la experiencia psicoanalítica en las
neurosis de trasferencia nos impone esta conclusión:
La represión no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede
engendrarse antes que se haya establecido una separación nítida entre actividad condente
y actividad inconciente del alma, y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y
mantenerlo alejado de ella.3 Este modo de concebir la represión se complementaría con un
supuesto, a saber, que antes de esa etapa de la organización del alma los otros destinos de
pulsión, como la mudanza hacia 10 contrario y la vuelta hacia la persona propia, tenían a su
exclusivo cargo la tarea de la defensa contra las mociones pulsionales.

Ahora caemos en la cuenta de que represión e inconciente son correlativos.

Pues bien; tenemos razones para suponer una represión primordial, una primera fase de la
represión que consiste en que a la agencia representante {Representanz} psíquica (agencia
representante-representación) de la pulsión 6 se le deniega la admisión en lo conciente. Así
se establece una fijación; a partir de ese momento la agencia representante en cuestión
persiste inmutable y la pulsión sigue ligada a ella. (MEDIANTE ESTA REPRESION SE INSTAURA
LAS 3 INSTANCIAS PSIQUICAS)

Esto acontece a consecuencia de las propiedades de los pro-cesos inconcientes, que hemos
de considerar después.7 La segunda etapa de la represión, la represión propiamente dicha,
recae sobre retoños psíquicos de la agencia representante reprimida o sobre unos itinerarios
de pensamiento que, procedentes de alguna otra parte, han entrado en un vínculo asociativo
con ella. A causa de ese vínculo, tales representaciones experimentan el mismo destino que
lo reprimido primordial. La represión propiamente dicha es entonces un «esfuerzo de dar
caza».8 Por lo demás, se comete un error cuando se destaca con exclusividad la repulsión
que se ejerce desde lo conciente sobre lo que ha de reprimirse. En igual medida debe
tenerse en cuenta la atracción que lo reprimido primordial ejerce sobre todo aquello con 10 cual
puede poner-se en conexión. Probablemente, la tendencia a la represión no alcanzaría su
propósito si estas fuerzas {atracción y re-pulsión} no cooperasen, si no existiese algo
reprimido desde antes, presto a recoger lo repelido por lo conciente.(HAY REPULSION,
REPRESENTA AL PRECONSCIENTE Y “CAZA” PALABRAS, ESOS DESEOS QUE SE MODIFICAN Y SE
TRANSFORMAN EN PALABRAS)

Pero si ahora nos volvemos al aspecto contrario, comprobamos que ni siquiera es cierto
que la represión mantenga apartados de lo con cien te a todos los retoños de lo reprimi-do
primordiapo. Si estos se han distanciado lo suficiente del representante reprimido, sea por
las desfiguraciones que adoptaron o por el número de eslabones intermedios que se
intercalaron, tienen, sin más, expedito el acceso a lo conciente. Es como si la resistencia
que lo conciente les opone fuese una función de su distanciamiento respecto de lo
originariamenté reprimido.

Ahí opera un fino sopesamiento cuyo juego se nos oculta; empero, las modalidades de su
acción eficaz nos hacen colegir que se trata de detenerse antes que se llegue a determinada
intensidad en la investidura de 10 inconciente, rebasada la cual 10 inconciente irrumpiría
hacia la satisfacción. La represión trabaja, entonces, de manera en alto grado individual; cada
uno de los retoños de 10 reprimido puede tener su destino particular; un poco más o un
poco menos de desfiguración cambian radicalmente el resultado.

Lo mismo que se consigue con un más o un menos de desfiguración puede alcanzarse, por
así decir en el otro extremo del aparato, mediante una modificación en las condiciones de
producción de placer-displacer. Existen técnicas particulares creadas con el propósito de
provocar alteraciones tales en el juego de las fuerzas psíquicas que 10 mismo que de otro
modo produciría displacer pueda por una vez resultar placentero; y tan pronto como uno de
estos medios técnicos entra en acción, queda cancelada la represión de una agencia
representante de pulsión que de otro modo sería rechazada.

Esas técnicas sólo se han estudiado hasta ahora con precisión respecto del chiste.14 Por
regla general, la cancelación de la represión es sólo provisional; enseguida se restablece.
Ahora bien, experiencias de esta índole bastan para hacernos notar otros caracteres de la
represión. Ella no sólo es, como acabamos de consignarlo, individual, sino en alto grado móvil.
No tenemos que imaginarnos el proceso de la represión como un acontecer que se
consumaría de una sola vez y tendría un resultado perdurable, como si aplastáramos algo
vivo que de ahí en más quedara muerto. No, sino que la represión exige un gasto de
fuerza constante; si cejara, peligraría su resultado haciéndose necesario un nuevo acto
represivo.

En las elucidaciones anteriores consideramos la represión de una agencia representante de


pulsión, entendiendo por· aquella a una representación o un grupo de representaciones
investidas desde la pulsión con un determinado monto de energía psíquica (libido, interés).
Ahora bien, la observación clínica nos constriñe a descomponer lo que hasta aquí concebimos
como unitario, pues nos muestra que junto a la re-presentación {Vorstellung} interviene algo
diverso, algo que representa {rapresentieren} a la pulsión y puede experimentar un destino
de represión totalmente diferente del de la representación. Para este otro elemento de la
agencia representante psíquica ha adquirido carta de ciudadanía el nombre de montú de
afecto/7 corresponde a la pulsión en la medida en que esta se ha desasido de la
representación y ha encontrado una expresión proporcionada a su cantidad en procesos que
devienen registrables pata la sensación como afectos. Desde ahora, cuando describamos un
caso de represión, tendremos que rastrear separadamente lo que en virtud de ella se ha
hecho de la representación, por un lado, y de la energía pulsional que adhiere a esta, por el
otro.(3 CAMINOS AL ESTABLECERSE LA REPRESION= 1- INHERVAR EL CUERPO; 2-DESPLAZARSE A
OTRO AFECTO; 3-MUDARSE EN OTRO AFECTO.
Apuntes:

RESISTENCIA/REPRESION

Sale de la conciencia y se aloja al inconsciente o preconsciente.

Represión: son operaciones por la cual el sujeto intenta rechazar y mantener en el inconsciente
representaciones ligadas a una pulsión; que si fuera satisfecha provocaría displacer.

La satisfacción de la pulsión sometida a la represión seria placentera pero inconciliable.

Condición: que el motivo de displacer sea mayor que el placer

Esencia: rechazar algo de la consciencia y mantenerlo alejado de ella.

Todo vivenciar se basa en 3 conceptos:

PULSION
REPRESENTACION
AFECTO

La represión lo que hace es dividir en 2 estos 3 conceptos y dejar de la parte consciente la pulsión
y la representación y por el otro lado el afecto que en gran parte es consciente, pero tiene
inconsciente, y se puede representar en 3 procesos: inervar el cuerpo, unirse a otra
representación o convertirse en otro afecto.

Estableciéndose como una pirámide la base de esta la da la primera fase de la represión que
genera el inconsciente y se caracteriza por la represión primordial. Se da la representación de
cosa: son imágenes visuales que crean las primeras huellas mnémicas. Estas son reinvestidas y se
constituye en deseo. El deseo es la recarga de la primera huella mnémica de satisfacción. El pasaje
de la primera fase a la segunda es la mas difícil.

La segunda fase de la represión constituye en el preconsciente y es la represión propiamente


dicha:esta recae sobre retoños psíquicos de la agencia representante de pulsión, esta represión
puede ser exitosa o fallida. Mediante esta represión hay repulsión, mediante lo cual hay una
fuerza de desalojo y una atracción mediante lo cual lo semejante atrae a lo semejante. Todo lo que
vivo lo vivo en funcion de los contenidos inconscientes. El ejemplo es la representación de palabra:
que son imágenes acústicas que forman la huella mnémica. Se aprende en el vinculo con su
madre. La alteración interna (dolor) que se descargaba activamente se transforma en llamado,
lenguaje, palabra para asi conocer sus deseos

La tercera fase es la consciente mediante la cual hay retoños de lo reprimido: hay un


distnciamiento del representante reprimido por desfiguración individual y moral. Son: sueños,
síntomas, actos fallidos, chiste, recuerdos encubridores (contenido manifiesto o latente), discurso.
Se genera una representación de objeto: la representación de objeto consciente comprende la
representación-palabra preconsciente y la representación de la cosa inconsciente.
MECANISMOS DE DEFENSA

El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo…

AISLAMIENTO AFECTIVO

Separando las ideas de los sentimientos originalmente asociados a ellas. Se aparta de esa
asociación afectiva, pero se esta apegado a su elemento cognoscitivo.

COMPORTAMIENTO IMPULSIVO

A través de la acción mas que a través de reflexiones o sentimientos

DESPLAZAMIENTO

Reconociendo o generalizando un sentimiento o una respuesta a un objeto hacia otro menos


importante.

FORMACION REACTIVA

Sustituye los comportamientos, pensamientos o sentimientos que le resultan inaceptables por


otros diametralmente opuestos (actua en simultaneo con la represión)

NEGACION

negándose a reconocer aspectos dolorosos de la realidad externa o de las experiencias subjetivas


que son manifiestos para los demás.

OMNIPÓTENCIA

Piensa o actua como si dispusiera de poderes y fuera superior a los demás

PROYECCION

Atribuye incorrectamente a los demás sentimientos, impulsos o pensamientos propios que le


resultan inaceptables

RACIONALIZACION

Inventa sus propias explicaciones, tranquilizadoras pero incorrectas, para encubrir las verdaderas
motivaciones que rigen sus pensamientos, acciones o sentimientos.

REPRESION

Expulsa de la consciencia lo que le parece inaceptable y le produce malestar

SUBLIMACION
Canaliza sentimientos o impulsos potencialmente desadaptativos en comportamientos
socialmente aceptables.

Apuntes:

MECANISMOS DE DEFENSA:

Son inconscientes y ayudan al yo preconsciente, por eso no hay explicación de esta tópica y
cambia a la segunda.

Son diferentes tipos de operaciones que hace el yo (inconsciente) para defenderse de las pulsiones
o de los peligros que la satisfacción de estas podrían generarle

El yo ante la emergencia de una representación fijada a una pulsión incestuosa o parricida apela a
una señal de angustia y guiado por el principio de placer cambia de camino asociativo, es decir,
que la pulsión y los retoños se reprimen.

El modelo de mecanismo de defensa es la represión, se han hecho diferentes clasificaciones pero


las mas importantes son las de Freud, anna Freud y Klein.

El psiquismo antes de esta etapa de la organización del alma los otros destinos de las pulsiones
(mudanza a lo contrario(activo/pasivo, amor/odio)) vuelta hacia la propia persona
(sadismo/masoquismo) tenían a su cargo la tarea de la defensa.

Si el psiquismo se define como una línea, las defensas están en el principio.

Aparecen diques antes de la represión, ej: asco, pudor, vergüenza, moral.

En las zonas erógenas se les ponen diques a sus satisfacciones. Luego de esto se instaura el
superyó y se configura la represión de la sexualidad y se sepulta y genera amnesia. El predominio
pasa de una zona erógena a otra.

Los diques se encuentran después de las defensas.

CONFERENCIA III

Sólo las primeras veces sucedía que lo olvidado pertinente se obtuviera tras un simple esforzar de
mi parte. Si uno seguía aplicando el procedimiento, en todos los casos acudían ocurrencias que no
podían ser las pertinentes porque no venían a propósito y los propios enfermos las desestimaban
por incorrectas. Aquí el esforzar ya no servía de ayuda, y cabía lamentarse de haber resignado la
hipnosis.

En los enfermos bajo tratamiento ejercían su acción eficaz dos fuerzas encontradas: por una
parte, su afán conciente de traer a la conciencia lo olvidado presente en su inconciente, y, por la
otra, la consabida resistencia que se revolvía contra ese devenir-conciente de lo reprimido o de
sus retoúos. Si la resistencia era igual a cero o muy pequeña, loolvidado devenía conciente sin
desfiguración; cabía entonces suponer que la desfiguración de lo buscado resultaría tanto mayor
cuanto más grande fuera la resistencia a su devenir-conciente. Por ende, la ocurrencia del
enfermo, que acudía en vez de lo buscado, había nacido ella misma como un síntoma; era una
nueva, artificiosa y efimera formación sustitutiva de lo reprimido, y tanto más desemejante a esto
cuanto mayor desfiguración hubiera experimentado bajo el influjo de la resistencia. Empero,
dada su naturaleza de síntoma, por fuerza mostraría cierta semejanza con lo buscado y, si la
resistencia no era demasiado intensa, debía ser posible colegir, desde la ocurrencia, lo buscado
escondido.

Así, por los problemas de la técnica psicoanalítica me he visto precisado a ocuparme c!t~ la
técnica de la formación de chistes.

Complejo: grupo de elementos de representación inves-tidos de afecto. Vemos, pues, que si para
buscar un complejo reprimido partimos en cierto enfermo de lo último que aún recuerda,
tenemos todas las perspectivas de colegirlo siempre que él ponga a nuestra disposición un número
suficiente de sus ocurrencias libres. Dejamos entonces al enfermo decir lo que quiere, y nos
atenemos a la premisa de que no puede ocurrírsele otra cosa que lo que de manera indirecta
dependa del complejo buscado.

Al aplicar esta técnica todavía vendrá a perturbarnos el hecho de que el enfermo a menudo se
interrumpe, se atasca y asevera que no sabe decir nada, no se le ocurre absolutamente nada. Si
así fuera y él estuviese en lo cierto, otra vez nuestro procedimiento resultaría insuficiente. Pero
una observación más fina muestra que esa denegación de las ocu rrencias en verdad no
sobreviene nunca. Su apariencia se produce sólo porque el enfermo, bajo el influjo de las
resistencias, que se disfrazan en la forma de diversos juicios críticos acerca del valor de la
ocurrencia, se reserva o hace a un lado la ocurrencia percibida. El modo de protegerse de ello es
prever esa conducta y pedirle que no haga caso de esa crítica. Bajo total renuncia a semejante
selección crítica, debe decir todo lo que se le pase por la cabeza, aunque lo considere incorrecto,
que no viene al caso o disparatado, y con mayor razón todavía si le resulta desagradable ocupar
su pensamiento en esa ocurrencia.

Si ustedes quieren procurarse una noticia rápida y provisional de los complejos reprimidos de
cierto enfermo, sin internarse todavía en su ordenamiento y enlace, pueden examinarlo mediante
el experimento de la asociación,

Me refiero a las pequeñas operaciones fallidas de los hombres

Estas pequeñas cosas. Las operaciones fallidas así como las acciones sintomáticas y casuales, no
son tan insignificantes como en una suerte de tácito acuerdo se está dispuesto a creer. Poseen
pleno sentido desde la situación en que acontecen; en la mayoría de los casos se las puede
interpretar con facilidad y certeza, y se advierte que también ellas expresan impulsos y propósitos
que deben ser relegados, escondidos a la conciencia propia, o que directamente pro-vienen de
las mismas mociones de deseo y complejos reprimidos de que ya tenemos noticia como los
creadores de los síntomas y de las imágenes oníricas. Merecen entonces ser consideradas
síntomas, y tomar nota de ellas, lo mismo que de los sueños, puede llevar a descubrir lo escondido
en la vida anímica.

SERIES COMPLEMENTARIAS:

La constitución (que unen factores hereditarios, vivencias maternas sobre el feto y la maduracion9
se unen con vivencias infantiles reales o fantaseadas (del nacimiento a los 5 años) y generan la
primera serie complementaria.

Esto genera una predispicision (fijación) y, mediante la conducta se genera un factor


desencadenante que es el conflicto real(frustración, impedimento de lo externo, privación) y esto
todo junto genera la segunda serie complementaria

Del deseo surgen 2 pulsiones: conservación y sexual, esta ultima surge en un segundo momento
cronológico, de forma anacrónica.

Las formaciones de transición y compromiso: Las formaciones son la forma que adopta lo
reprimido(retoño de lo reprimido para aceptarse a la consciencia. También son formaciones de
compromiso entre deseo y defensas. Son formaciones sustitutas en 2 sentidos: primero en sentido
económico mediante la cual aporta una satisfacción que reemplaza el deseo inconsciente. El otro
sentido es simbolico mediante el cual se sustituye al contenido inconsciente por otro en la misma
línea asociativa.

Las formaciones son: síntoma, sueño, acto fallido, chiste, recuerdo encubridor, doble nivel en los
discursos contenido manifiesto y latente.

CHISTE

 procedimiento intelectual por el que el proceso primario se ahorra parte del gasto de
represión de las pulsiones sexuales o destructivas y de los retoños de ambos. Se descarga
la energía ahorrada y se da la risa.
 El método usa: proceso primario(sueño) + palabra como representación-cosa +
condensaciones (mismo significante que reúne diferentes significados), desplazamientos
(pasaje de una representación a otra), analogías, homofonías (misma palabra con
diferentes significados.
 El proceso primario es un proceso alogico y rigen los procesos inconscientes. No rigen los
primeros 3 principios lógicos: ppio de identidad (todos tienen 1 identidad), ppio de no
contradicción y ppio de tercero excluido( hay una posibilidad o otra, nunca una tercera).
 El principio secundario es el proceso lógico con sus 3 leyes.

Acto fallido:
 Acto por el cual el resultado perseguido se reemplaza por otro. De allí que son
formaciones de compromiso.
 El sujeto hace conductas de modo exitoso, pero cuando fracasa lo atribuye al azar.
 Ej: errores, elipsis(oral o escrito), extraviar, olvidar, romper

Contenido manifiesto y latente

 En los discursos hay estas 2 cosas


 Estas expresiones surgen en interpretación de los sueños para diferenciar el sueño tal
como lo dice el soñador cuando lo narra(manifiesto) y la traducción de la palabra, la
expresión adecuada de su deseo (latente)

Recuerdo encubridores

 Recuerdos infantiles que se caracterizan por su nitidez, en otro caso por la apariencia
insignificante de su contenido
 Su análisis conduce al descubrimiento de experiencias infantiles importantes y de fantasias
inconscientes.

Sueño

 El trabajo psíquico en la formación del sueño se divide en 2 operaciones: producción de


los pensamientos del sueño (pensamiento onírico latente(POL)) Y SU TRANSFIGURACION
EN CONTENIDO MANIFIESTO DEL SUEÑO (COM).

Pol(inconscientes)(son estimulos corporales, restos diurnos (restos de las ultimas 72 horas),


recuerdos inconscientes, infantiles y reprimidos) + COM(preconsciente y consciente) = trabajo del
sueño, mediante el cual se cambia el POL A COM, se da la condensación, un desplazamiento, un
miramiento por la figurabilidad (los sueños siempre son esencias figuradas, no se sueña con
conceptos abstractos), el proceso secundario(proceso lógico que esta en otros lugares y se basa en
las 3 leyes de la lógica).

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