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PLANES Y PROGRAMAS DE

ESTUDIO DE LA
EDUCACIÓN NORMAL
ELEMENTOS PARA LOS TRABAJOS DE
ARMONIZACIÓN CURRICULAR CON LA
EDUCACIÓN BÁSICA

OCTUBRE DE 2017

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Marco normativo
En cumplimiento del mandato establecido en los Artículos 25 y 26 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos se estableció el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 20 de mayo de 2013, en el que se definieron cinco metas nacionales
y tres estrategias transversales.

Con base en la meta denominada México con Educación de Calidad, se formuló el Programa
Sectorial de Educación (PSE) 2013-2018. La definición de sus objetivos, estrategias y líneas de acción
tienen como referente el Artículo Tercero Constitucional y el contenido de la Ley General de
Educación. El PSE recupera la Reforma Constitucional en materia educativa y las leyes
reglamentarias que la concretan: Ley General del Servicio Profesional Docente, Ley del Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación y el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones de la Ley General de Educación.

Particularmente, la Ley General del Servicio Profesional Docente establece en el Vigésimo


Segundo transitorio que la Secretaría formulará un plan integral para el diagnóstico, rediseño y
fortalecimiento del Sistema de Normales Públicas a efecto de asegurar la calidad en la educación
que imparta y la competencia académica de sus egresados, así como su congruencia con las
necesidades del sistema educativo nacional.

De conformidad con el décimo segundo transitorio de la Ley General de Educación, el cual


señala que “a afecto de dar cumplimiento a la obligación de garantizar la calidad en la educación,
las autoridades educativas deberán proveer lo necesario para revisar el modelo educativo en su
conjunto, los planes y programas, los materiales y métodos educativos”, se realizaron los Foros de
Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo en el año 2014. Además, se realizaron más
de 200 reuniones y 18 talleres entre autoridades educativas, maestros, expertos y especialistas en
la educación normal donde se discutió ampliamente sobre la situación actual y el futuro de la
educación normal, sus métodos y formas de enseñanza, así como las transformaciones que requiere
con el propósito de fortalecer la función y las competencias profesionales de los futuros docentes.

Derivado de las aportaciones de los actores centrales involucrados en este nivel educativo
y del trabajo conjunto que se realizó a través de un diálogo directo con los normalistas en un proceso
incluyente, la Secretaría de Educación Pública ha considerado imperativo definir la Estrategia de
Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales para garantizar que sigan siendo el pilar
de la formación de los maestros de México y que éstos respondan a los retos del siglo XXI.

El primer punto de la Estrategia plantea la “Transformación pedagógica de acuerdo con el


nuevo Modelo Educativo” lo cual implica el rediseño curricular de los planes de estudio de la
educación normal para que se articulen con el nuevo currículo de la educación obligatoria.

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Presentación
A fin de armonizar la formación inicial docente al planteamiento pedagógico del Modelo Educativo
para la educación obligatoria. Educar para la libertad y la creatividad y de los Aprendizajes Clave
para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación básica se ha realizado un
importante trabajo por parte de diversas áreas de la Secretaría de Educación Pública. Ambos
documentos conforman la hoja de ruta que, en materia educativa, habrá de seguirse para garantizar
que niñas, niños y jóvenes reciban una educación de calidad.

El propósito fundamental es que los enfoques, fundamentos y orientaciones pedagógicas


del rediseño curricular de la educación normal se correspondan con los del currículo de la educación
básica y media superior (obligatoria). En ese sentido, los maestros habrán de lograr el dominio de
los contenidos y de los aprendizajes clave, así como de las estrategias para desarrollarlos en sus
estudiantes.

El Modelo Educativo es un proyecto educativo de Estado por lo que su implementación y


seguimiento habrán de garantizarse en el mediano y largo plazo con el fin de generar cambios
sustantivos en la educación obligaroria del país. Lo anterior implica transformaciones importantes
en la forma en que los alumnos1 aprenden, y en la manera en que actualmente se prepara a los
docente. Cambiar el paradigma educativo conlleva necesariamente a una resignificación del papel
de los maestros como artífices del cambio en la educación y, consecuentemente, un giro importante
en la manera en que éstos se preparan para sus futuras responsabilidades.

El planteamiento curricular del Modelo Educativo se sustenta en los cuatro pilares de la


educación propuestos por la UNESCO: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y
aprender a ser, en el marco del aprendizaje a lo largo de la vida. Para que los educandos desarrollen
estos pilares a través de la educación obligatoria es indispensable que la formación inicial de los
docentes se armonice con los propósitos del modelo educativo y los enfoques del currículo de la
educación básica; lo cual exige una nueva formulación de los planes de estudio de las licenciaturas
que ofrecen las escuelas normales del país.

En el Modelo Educativo se trasciende la imagen del maestro como un mero transmisor de


conocimiento. Se trata de profesionales de la educación, capaces de crear ambientes de aprendizaje
inclusivos, equitativos altamente dinámicos. Se aspira a que los docentes cuenten con los
conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores necesarios, que conduzcan a realizar una

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En este documento, se emplean los términos: niño(s), adolescente(s), joven(es), alumno(s), educando(s),
aprendiz(ces), estudiante(s), educadora(s), maestro(s), profesor(es), docente(s), formador(es) y padres de
familia aludiendo a ambos géneros, con la finalidad de facilitar la lectura. Sin embargo, este criterio editorial
no demerita los compromisos que la SEP asume en cada una de las acciones encaminadas a consolidar la
equidad de género.

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práctica docente de alta calidad, donde apliquen los conocimientos y habilidades pedagógicas
adquiridas en su formación inicial para de incidir en el proceso de aprendizaje de sus futuros
alumnos.

En atención a los planteamientos anteriores, los planes de estudio para la formación inicial
de maestros se sustentan en las tendencias actuales de la formación docente; en las diversas
perspectivas teórico-metodológicas de las disciplinas que son objeto de enseñanza en la educación
básica y de aquellas que explican el proceso educativo; en las necesidades actuales que requiere la
formación de maestros en tanto instituciones de educación superior; en la naturaleza y desarrollo
de las prácticas pedagógicas actuales y las emergentes ante los nuevos requerimientos y problemas
que el maestro enfrenta como resultado de los múltiples cambios del contexto; y en marco del
Modelo Educativo para la Educación Obligatoria que se implementará a partir del ciclo escolar 2018-
2019.

Además, el replanteamiento curricular de los planes de estudio para la formación de


maestros considera el desarrollo de la educación superior, el análisis y valoración de la experiencia
de los profesores de las Escuelas Normales, así como de otras experiencias de innovación en la
formación de docentes2.

Los intercambios académicos y socioculturales, así como la necesidad de promover la


generación de conocimiento obligan, a quienes ejercen la profesión docente, a apropiarse de las
herramientas para participar en comunicaciones globales. Por ello, la propuesta atiende a la
necesidad de que los maestros alcancen un alto dominio del idioma inglés, sin importar su área de
especialidad. A este elemento se suma la formación en el uso y aprovechamiento de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC), dado que son herramientas clave para facilitar la creación
de nuevos ambientes de aprendizaje.

De la misma forma, la diversidad cultural es un elemento que enriquece el proceso de


enseñanza y aprendizaje. En este sentido, las propuestas curriculares asumen una perspectiva
inclusiva e intercultural para favorecer la equidad. Los docentes serán capaces de promover

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El proceso de construcción de las propuestas curriculares de cada uno de los programas de formación se
caracterizó por ser altamente participativo e incluyente. En los distintos momentos de su elaboración y en
función del propósito que se perseguía, contribuyeron los profesores y estudiantes de las escuelas normales
del país, los directivos, las autoridades educativas tanto locales como federales, expertos de las Direcciones
Generales de Desarrollo Curricular y de Formación Continua de Maestros en Servicio de la Subsecretaría de
Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP). La participación se realizó a través de diferentes
modalidades como reuniones nacionales, encuestas electrónicas, foros académicos a través de la plataforma
educativa del Centro Virtual de Innovación Educativa (CEVIE) de la DGESPE, organización de grupos focales,
visitas a las escuelas normales, grupos de trabajo con expertos y entrevistas, entre otros.

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ambientes de aprendizaje incluyentes que favorezcan la convivencia y pondrán en marcha
estrategias para fortalecer la educación socioemocional de los educandos.

Con la intención de que todos los estudiantes reciban una educación de calidad también se
replantean las propuestas curriculares para la formación inicial de docentes de la educación
intercultural bilingüe, considerando la enseñanza en escuelas con población predominantemente
indígena. Así, los maestros, una vez egresados, serán capaces de adecuar su enseñanza al contexto
lingüístico y sociocultural de sus estudiantes e incluso elaborar materiales didácticos específicos.

Orientaciones curriculares y énfasis en la formación


El rediseño curricular de los programas de licenciatura se orienta por el enfoque basado en
el desarrollo de competencias y el enfoque centrado en el aprendizaje. Se incorporan elementos de
flexibilidad académica característicos de la educación superior que permitirán adaptar el currículo
a las necesidades de los estudiantes de acuerdo con el contexto en el que se encuentren situadas
las Escuelas Normales.

En los planes de estudio se asume como competencia al desempeño que resulta de la


movilización de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, así como de sus capacidades y
experiencias que realiza un individuo en un contexto específico, para resolver un problema o
situación que se presente en los distintos ámbitos de su vivir. Por lo tanto, una competencia permite
identificar, seleccionar, coordinar y movilizar de manera articulada e interrelacionada un conjunto
de saberes diversos en el marco de una situación educativa en un contexto específico (SEP, 2012).

Por otra parte, el enfoque centrado en el aprendizaje implica una manera distinta de pensar
y desarrollar la práctica docente. El aprendizaje se asume como un proceso activo y consciente que
tiene como finalidad la construcción de significados y la atribución de sentido a los contenidos y
experiencias por parte de la persona que aprende. Este enfoque consiste en un acto intelectivo,
pero a la vez social, afectivo y de interacción en el seno de una comunidad de prácticas
socioculturales (SEP, 2012, pág. 5).

Entre los rasgos de flexibilidad curricular destaca la diversificación de los cursos optativos,
lo cual plantea la posibilidad de incorporar diversos espacios curriculares que atiendan la formación
en los temas propuestos en el componente de Autonomía curricular de los Aprendizajes Clave.
Además, abre la oportunidad de incorporar cursos semipresenciales y a distancia con el apoyo de
las tecnologías.

En estos planes de estudio se otorga un mayor énfasis al conocimiento profundo de las


disciplinas y las prácticas profesionales, además de la mejora de estrategias de formación y

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evaluación de aprendizajes, considerando las necesidades particulares de los diversos grupos de la
población, independientemente de su origen o condición socio-cultural, étnica y de género.

Se fortalece el aprendizaje y enseñanza de la lengua materna, ya sea español o lengua


indígena, así como de las matemáticas con la intención de incidir favorablemente en el aprendizaje
en estas dos asignaturas. Por lo tanto, se pretende formar a los futuros docentes para que manejen
pedagogías activas apropiadas tanto al contenido de lo que están enseñando, como a las distintas
competencias y niveles de aprendizaje de sus estudiantes.

En todos los programas educativos se incorporan de manera transversal estrategias para


favorecer una educación inclusiva en concordancia con los planteamientos expresados en el nuevo
Modelo Educativo.

Entre las innovaciones de los planes de estudio se impulsa el aprendizaje del inglés como
lengua adicional, tanto como herramienta para el desarrollo profesional como para abordar su
enseñanza y se favorece la apropiación de herramientas teóricas, conceptuales y metodológicas de
la educación socioemocional para su desarrollo en el contexto escolar.

Marco para la organización y estructura de los planes de estudio


En el proceso de diseño curricular, de un plan de estudios diseñado por competencias el perfil es el
elemento más importante en su construcción, ya que expresa el resultado global de la formación
que se pretende obtener. En función del perfil es que se seleccionan contenidos, se proponen
actividades de enseñanza y aprendizaje, así como la estructura que adoptará el plan.

La elaboración del plan y de los programas se realiza retomando las unidades de


competencia definidas, con base en el análisis de su nivel de complejidad y el tipo de conocimientos,
habilidades, valores y actitudes que apoyan su despliegue, además de los criterios de pertinencia,
frecuencia y coherencia disciplinar.

En las siguientes páginas se desarrolla el marco de referencia para la organización y


estructuración de los elementos que integrarán las mallas curriculares para cada una de las
licenciaturas de la educación normal.

La función de las mallas curriculares, es establecer elementos de diverso orden


(conceptuales, instrumentales, valorales-actitudinales) que permitan que los nuevos docentes
alcancen las competencias necesarias para un ejercicio satisfactorio de su profesión. Es importante
destacar que las mallas curriculares constituyen un recurso importante para conducir la planeación,
la organización y la evaluación de los procesos de aprendizaje en cada uno de los trayectos que
integran a las licenciaturas.

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La posibilidad de lograr la articulación y sinergia entre los contenidos curriculares de la
educación normal y la educación básica, requiere de un marco general que asegure su pertinencia
y eficacia, considerando rasgos particulares que distinguen ambos niveles educativos. Entre éstos
cabe mencionar los siguientes:

Las Licenciaturas que ofrecen las Escuelas Normales, se orientan a la formación de


profesionales. Su finalidad es preparar a los estudiantes para la actividad profesional -la docencia
en educación obligatoria- y facilitar su adaptación a los cambios que dicho ejercicio profesional
experimente a lo largo de su vida, así como contribuir a su desarrollo personal y social.

En consecuencia, se trata de un proceso formativo dirigido a adultos y, si bien el diseño


curricular establece ciertos procesos de carácter general, los enfoques y la instrumentación de éstos
implica una adaptación que lo haga pertinente tanto al propósito de formación profesional como a
los sujetos a los que se orienta.

En este sentido, es imprescindible reconocer que las Escuelas Normales son Instituciones de
educación superior y comparten con éstas ciertas orientaciones que inciden en las propuestas
curriculares que desarrollan. Una de ellas es la flexibilidad curricular, la cual se expresa, por ejemplo,
en la organización a través de trayectos formativos de duración variable, así como en la
incorporación de contenidos teóricos y prácticos vinculados estrechamente al campo profesional de
la docencia y al de las disciplinas específicas que impartirá el futuro docente en el momento de
ejercer su actividad en la educación básica o media superior.

Adicionalmente, el enfoque por competencias adoptado en el diseño curricular enfatiza el


logro y la demostración de desempeños integrales, lo cual otorga características específicas a la
estructura y organización, tanto en lo referente a las mallas como a la construcción de cada uno de
sus trayectos formativos.

En consecuencia, la armonización del currículo de la educación normal con el de la


educación básica implica la realización de adecuaciones pertinentes con el nivel de educación
superior, de manera que, deberán ajustarse algunos conceptos, términos y procedimientos; por lo
q ue es conveniente desarrollar un procedimiento que eventualmente cumpla algunas etapas
en el diseño/desarrollo curricular y que logre el nivel propuesto por los programas de educación
básica.

De manera sintética se señalan los elementos básicos que serán atendidos en el diseño de
los planes de estudio, con el propósito de lograr la armonización curricular entre ambos niveles
educativos:

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Primer nivel de trabajo:

a) Determinación de las competencias

b) Definir el Grado de desarrollo general establecido como meta al término de la formación


inicial docente, así como el nivel de profesionalización que se pretende alcanzar al término de dicha
formación.

Segundo nivel de trabajo:

c) Determinar el grado de desarrollo esperado de cada una de las competencias al término de la


formación (en cada licenciatura) y estipular la continuidad/ complementariedad de cada
competencia.

d) Convenir los recursos internos, en tanto énfasis de tipo de saber que serán objeto de aprendizaje
en cada una de las competencias (conocimientos, habilidades, actitudes, valores), lo cual significa
establecer lo que el docente debe saber, saber hacer, saber ser para poder lograr las competencias
establecidas en el perfil.

Es evidente que algunas competencias pueden requerir de mayor o menor desarrollo en


función del programa educativo de que se trate y que su peso en la construcción de la malla
curricular puede ser diverso. Esto implica, para cada competencia, realizar ejercicios de
desagregación hasta lograr identificar niveles de dominio de competencias y sus correspondientes
indicadores, de manera que puedan sustentarse los espacios curriculares en cada uno de los
trayectos que componen las mallas curriculares. Además, se requiere establecer indicadores de
desarrollo relativos a cada competencia para determinar el alcance, secuencia, gradualidad de cada
trayecto formativo y de los cursos que lo integran.

e) Estructura de las mallas curriculares.

Cada una de las mallas curriculares estará conformada por tres trayectos formativos: Bases teórico-
metodológicas para la enseñanza, Formación para la enseñanza y el aprendizaje y Prácticas
profesionales, cada uno de los cuales cumple un propósito específico en la formación de los futuros
maestros. Adicionalmente se agregan cuatro espacios curriculares para cursos Optativos.

f) Construcción y ubicación de los espacios curriculares pertinentes a la(s) competencias a lograr y a


cada uno de los trayectos.

g) Selección de las metodologías de aprendizaje y enseñanza coherentes con las orientaciones y las
finalidades del programa educativo/trayecto/curso.

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h) Definición de las modalidades de evaluación, los actores responsables de la evaluación a lo largo
de la formación y al término de ésta, con base en una concepción compartida del aprendizaje, la
enseñanza y de la evaluación de aprendizajes.

Tercer nivel de trabajo:

Diseño de los programas de cada curso.

Elementos que permiten la organización y estructura de los programas de curso en cada una de
las mallas curriculares de las licenciaturas.

 Nombre del curso


 Semestre:
 Horas
 Créditos
 Clave
 Trayecto Formativo
 Carácter del curso
 Propósito y descripción general del curso
 Competencias profesionales a las que contribuye el curso:
 Estructura general del curso: unidades de aprendizaje
 Orientaciones para el aprendizaje y enseñanza
 Sugerencias de evaluación
 Bibliografía básica
 Bibliografía complementaria
 Otros recursos de apoyo

1. Descripción general y propósito del curso.

Define la contribución del curso a la formación profesional e integral del estudiante en el


marco del plan de estudios de la licenciatura.

Integra los siguientes elementos:

- Antecedentes (breve escrito con información que enmarca la temática del curso).
- Descriptor señala las características generales del curso, su forma de organización, su
posición en la malla curricular, su alcance)
- Propósitos (expresa la intencionalidad del curso en términos de la formación del futuro
docente)
- Cursos con los que se relaciona (señalar los cursos con los que tiene mayor relación o
vinculación.)

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2. Competencias del perfil de egreso a las que contribuye el curso.

Señala las competencias del perfil de egreso (genéricas, profesionales, disciplinares) a las que este
curso contribuye. Incluye las unidades de competencia, niveles de dominio e indicadores de logro
de éstos, los cuales orientan el desarrollo y la evaluación de cada una de las Unidades de
Aprendizaje, las cuales serán trabajadas por el estudiante en el curso.

3. Estructura general del curso: unidades de aprendizaje.

Enuncia el conjunto de elementos que se constituyen en un proceso tanto de enseñanza como de


aprendizaje a partir de las competencias a desarrollar y los propósitos del curso, orientados a una
construcción o reconstrucción de un conocimiento expresado en determinados contenidos.

Menciona la cantidad de unidades de aprendizaje y la secuencia de temas a desarrollar en


cada una de ellas durante el semestre. Constituyen partes del proceso global del curso en las que se
pueden identificar un inicio y un cierre conceptual y/o metodológico.

4. Orientaciones para el aprendizaje y enseñanza.

Expone el procedimiento metodológico, didáctico y técnico a desarrollar, considerando el trayecto


formativo, las competencias, unidades de competencia y las unidades de aprendizaje. El énfasis se
encuentra en las metodologías y técnicas innovadoras, que favorezcan el logro de los niveles de
desempeño definidos y que corresponden a los enfoques propuestos en educación básica.

Propone algunas de las actividades que el estudiante tiene que realizar para lograr los
aprendizajes propuestos en las unidades de competencia. Son recomendaciones de carácter
general, no limitativas de lo que el responsable del curso decida incorporar.

5. Sugerencias de evaluación.
Señala, de manera general, los criterios, enfoques, modalidades de evaluación y eventualmente la
naturaleza predominante de las evidencias, así como algunos instrumentos que apoyarán su análisis
y valoración.

6. Desarrollo de las unidades de aprendizaje del programa. (específico para los docentes que
desarrollen los programas).

Cada unidad de aprendizaje incluye la(s) unidad(es) de competencia(s) que la orientan, el propósito,
los contenidos pertinentes para su abordaje, las actividades de enseñanza y aprendizaje (incluye
estrategias, métodos, técnicas y actividades sugeridas), así como las evidencias y criterios de
evaluación mediante los cuales se comprobará el logro de la unidad de competencia.

 Nombre de la Unidad de aprendizaje


 Unidades de competencia que orientan la unidad de aprendizaje

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 Propósito
 Desarrollo de la unidad de aprendizaje:

Evidencias Criterios de Actividades de Contenidos Recursos


de desempeño aprendizaje y
aprendizaje enseñanza

 Contenidos (saberes): Son elementos que provienen de las disciplinas científicas y técnicas.
Deben asegurar la congruencia entre los elementos de la competencia (conocimientos,
habilidades, aptitudes, destrezas, valores, actitudes), que la conforman. Es importante, al
identificar contenidos, que piense en los elementos necesarios para lograr la competencia y no
en materias o asignaturas preestablecidas. Este nivel de precisión nos ayuda a reducir la
sobrecarga de elementos de contenido que encontramos en los planes de estudio de muchas
instituciones.

 Evidencias: Es una demostración de los logros de los resultados de aprendizaje, que permite
identificar los niveles de dominio de la competencia por alcanzar. Se clasifican en: evidencias de
desempeño (sabe hacer) de conocimiento (saber), actitud (valores) y de producto (resultado) y
deben ser medibles.
 Estrategias de aprendizaje y enseñanza. El modelo de formación por competencias requiere
centrar la formación en el aprendizaje y no en la enseñanza, reconocer los aprendizajes previos,
cualquiera que haya sido la forma o el espacio en que fueron adquiridos; asimismo, privilegia la
formación individualizada.

Se recomienda que las unidades de aprendizaje a desarrollar se correspondan con el tipo de


aprendizaje que se pretende lograr y las evidencias que demuestran el nivel de desempeño o de
logro, de acuerdo con el tiempo estimado para cada una durante el semestre.

Con base en lo anterior, se construirá una estructura curricular que busca ser congruente con el
maestro que se requiere formar, asegurando de esta manera un ejercicio profesional de calidad en
cada uno de los programas de formación docente dirigidos a la educación básica.

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Perfil de egreso
El perfil de egreso está integrado por competencias genéricas, profesionales y específicas3 que
sintetizan e integran el tipo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para
ejercer la profesión docente en los diferentes niveles educativos. Están delimitadas por el ámbito
de incumbencia psicopedagógica, socioeducativa y profesional que permitirán al egresado atender
situaciones y resolver problemas del contexto escolar, del currículo de la educación obligatoria, de
los aprendizajes de los alumnos, de las pretensiones institucionales asociadas a la mejora de la
calidad, así como de las exigencias y necesidades de la escuela y las comunidades en donde se
inscribe su práctica profesional. Estará organizado en las siguientes dimensiones:

El nuevo docente contará con las competencias profesionales, indispensables para su


incorporación a la profesión docente. Estas competencias se organizarán tomando como referencia
cinco dimensiones que permitirán precisar el nivel de alcance de acuerdo con el ámbito de
desarrollo profesional y conducirán a la definición de un perfil específico para cada uno de los
programas de formación inicial.

 Conoce a quienes serán sus alumnos, sabe cómo aprenden y aquello que deben
aprender.

 Organiza y evalúa el trabajo educativo, y realiza una intervención didáctica pertinente.

 Se reconoce como profesional que mejora continuamente para apoyar el proceso de


aprendizaje de sus alumnos.

 Asume las responsabilidades legales y éticas inherentes a su profesión para el bienestar


de los alumnos.

 Participa en el funcionamiento eficaz de la escuela y fomenta su vínculo con la


comunidad para asegurar que todas los alumnos concluyan con éxito su escolaridad.

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Las competencias específicas aplican a los programas de estudio de las licenciaturas para la formación de
docentes de educación secundaria, educación especial y educación física, dada la naturaleza de los ámbitos
de práctica y desarrollo profesional.
Definen de manera específica los saberes teóricos, heurísticos y axiológicos propios de la especialidad,
disciplina o ámbito de atención en el que se especializarán los estudiantes. También les permiten ampliar
sus ámbitos de incidencia laboral más allá de la educación básica y obligatoria, además mantener
interlocución como pares de profesionales egresados de otras IES con los mismos campos disciplinares.

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Organización de las mallas curriculares
A. Los trayectos formativos

Las mallas curriculares están integradas por trayectos formativos. Estos son un conjunto de espacios
integrados por distintos componentes disciplinarios, que aportan sus teorías, conceptos, métodos,
procedimientos y técnicas alrededor de un propósito definido para contribuir a la preparación
profesional de los estudiantes.

En cada trayecto formativo es posible identificar los espacios curriculares como elementos
articulados dentro del plan de estudios y que toman como punto de referencia los contenidos de la
educación básica. Igualmente, esta construcción permite entender su posición en la malla curricular
y explicar el sentido de los saberes que propone cada curso.

Los trayectos son:


- Bases teórico-metodológicas para la enseñanza,
- Formación para la enseñanza y el aprendizaje, y
- Práctica profesional
- Optativos

Trayectos formativos

- Bases teórico-metodológicas para la enseñanza

El trayecto ofrece los fundamentos y conocimientos teórico-metodológicos en los que se sustenta


el desarrollo del niño y adolescente; centra su atención en los procesos de aprendizaje y la
enseñanza que permitan potenciar competencias y habilidades cognitivas, socioemocionales y
afectivas, que contribuyan a afrotar con pertinencia los retos globales de la sociedad del
conocimiento.

Sienta bases para la interiorización razonada de valores y actitudes, la apropiación y


movilización de aprendizajes complejos para la toma de decisiones, la solución de problemas y la
creación colaborativa de nuevos saberes, como resultado de su participación activa en ambientes
educativos experienciales y situados en contextos reales.

Ofrece, además, referentes básicos con relación a los métodos y estrategias que sustentan
los procesos de planeación y evaluación de los aprendizajes, la gestión escolar y la inclusión

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educativa, lo cuales contribuirán a desarrollar capacidades para mejorar e innovar la práctica
docente.
Este trayecto incluye algunos cursos comunes a las diferentes licenciaturas ofrecidas por las
escuelas normales, lo cual permitirá la conformación de conocimientos generales entre los
estudiantes que se forman para los diversos niveles educativos.

- Formación para la enseñanza y el aprendizaje

Este trayecto comprende la formación en el saber disciplinario que se requiere para lograr una
práctica docente de alta calidad en el nivel en que el estudiante va a enseñar, razón por la cual los
maestros en formación tendrán que adquirir un conocimiento disciplinario más avanzado del que
enseñarán. Para robustecer el contenido disciplinar, se estudiarán los enfoques y procedimientos
didácticos de las disciplinas lo cual significa que los cursos tendrán, además, un nivel importante de
integración teórico- práctica.

La integración y organización de los espacios curriculares del trayecto, responde a las


necesidades específicas de formación de cada licenciatura.

Para las licenciaturas en educación preescolar, primaria, preescolar intercultural bilingüe y


primaria intercultural bilingüe el trayecto se organiza en cuatro líneas formativas que se articulan
con la estructura curricular de educación básica: Lenguaje y Comunicación; Pensamiento
matemático; Estudio del mundo natural y social; y, Desarrollo personal y social. Cada una, integra
un conjunto de cursos que prepara al futuro docente para desarrollar los aprendizajes esperados de
los alumnos en cada asignatura del plan de estudios.

Para las licenciaturas en educación secundaria y media superior, la estructura del trayecto
se organiza por cursos articulados que posibilitan el desarrollo de competencias profesionales y
disciplinarias en torno a cada una de las 10 especialidades que conforman el programa. De esta
manera, el trayecto se conforma por dos líneas de formación:

· La disciplina y su didáctica

· La disciplina y su relación con otras áreas del conocimiento

Estas dos líneas definen una inmersión plena a los ámbitos de especialidad que permitan
atender los contenidos de la educación secundaria y la media superior como parte de la educación
obligatoria.

Para la licenciatura en educación especial… [en construcción].

Para la licenciatura en educación física… [en construcción].

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- Práctica Profesional

El trayecto tiene la finalidad desarrollar y fortalecer el desempeño profesional de los futuros


docentes a través de acercamientos graduales y secuenciales en la práctica docente en los distintos
niveles educativos para los que se forman.

Propicia la integración de distintos tipos de conocimientos, tanto para el diseño didáctico


como su aplicación. De esta manera, mantiene una relación directa con los otros cursos de la malla
curricular, en particular con los referentes teórico-disciplinarios y didácticos que se desprenden de
cada uno de ellos. Los cursos que integran el trayecto permiten establecer una relación estrecha
ente la teoría y la práctica; para ello potencian el uso las herramientas metodológicas y técnicas
para sistematizar la experiencia y enriquecer l formación, propiciando la mejora e innovación.

Como trayecto atiende a tres principios básicos: gradualidad, secuencialidad y profundidad,


mismos que están asociados a la manera en que se conceptualiza y materializa el enfoque por
competencias y centrado en el aprendizaje en este plan de estudio y en particular su armonización
con los enfoques de los Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio
para la educación básica.

La secuencialidad es la articulación que existe entre cada uno de los cursos, particularmente
por las competencias a las que contribuye y los aprendizajes que promueve en cada uno de los
estudiantes.

La gradualidad es la creciente amplitud y complejidad con la que se entiende y desarrolla la


docencia; asociada al aprendizaje de los estudiantes.

La profundidad es la capacidad que desarrollar meta habilidades que permitan mayores


niveles de comprensión, explicación y argumentación de sus intervenciones en el aula.

Tiene un carácter integrador en el sentido de que recupera los trayectos formativos para
poder dar respuesta a las situaciones problemáticas encontradas o sugeridas intencionalmente para
la formación profesional.

- Optativos

Los cursos optativos permitirán al estudiante orientarse hacia un área general o específica de la
práctica docente, conocer o profundizar en diversos enfoques, o bien, en algún aspecto particular
del campo de trabajo profesional adaptándose en forma flexible a sus requerimientos y
posibilidades.

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El trayecto de cursos optativos, se constituye en un espacio que potencia y diversifica el
desarrollo de competencias profesionales de los estudiantes, de este modo, colocan en el centro las
necesidades de formación y problemáticas personales de los estudiantes y/o del contexto donde se
circunscribe la Escuela Normal.

Los definen las academias de las Escuelas Normales en la fase de planeación del semestre;
por lo que no necesariamente deben tener secuencia de semestre a semestre. Los cursos optativos
tienen asignados de cuatro a cinco espacios curriculares de acuerdo con el programa educativo, los
cuales se cursan entre el primero y el séptimo semestre.

Adicionalmente, esta línea posibilita la construcción de una identidad institucional, al


permitir que las Escuelas Normales diseñen cursos articulados, que al concatenarse a lo largo de la
licenciatura desarrollen las competencias suficientes para proponerlos como una subespecialidad o
énfasis en el perfil de egreso por los niveles de profundización de un ámbito disciplinario.

Entre la diversidad de cursos que ofrecerán los nuevos programas, se consideran aquellos
relacionados con las temáticas que se atenderán a través del componente de Autonomía curricular
de los Aprendizajes clave.

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B. Mallas curriculares de cada licenciatura

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5. Plan de Trabajo
Agenda de trabajo general

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Propuesta de Agenda octubre-diciembre de 2017

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