Você está na página 1de 15

wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwe

rtyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty
uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio
pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas
dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg
hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjk
LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA DE ESPAÑA

Y EL ESPAÑOL DE AMÉRICA

lzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx
cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcv
bnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn
mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq
wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwe
rtyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty
uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio
pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas
dfghsdfghjklzxcvbnrtyuiotyuom
1
ÍNDICE:
Introducción: Las lenguas indoeuropeas y las lenguas romances.
1-. La situación lingüística de España.
2-. Origen y desarrollo de las lenguas de España:
2.A) Las lenguas romances: castellano (y sus dialectos), catalán, gallego, astur-leonés y navarro-
aragonés.
2.B) El vasco o euskera.
3-. El español en el mundo.
4-. El español de América.

INTRODUCCIÓN: LAS LENGUAS INDOEUROPEAS Y LAS LENGUAS ROMANCES.

La familia lingüística indoeuropea es la más extensa del mundo, pues abarca la mayor parte de los
idiomas de Europa, América y de una buena parte de los asiáticos. Incluye los dos grandes idiomas del
mundo clásico: el latín y el griego; las lenguas germánicas (inglés, alemán, holandés, sueco…); las
lenguas romances (italiano, francés, español, portugués…); las lenguas celtas (galés, gaélico); las
lenguas esclavas (ruso, polaco, checo…); las lenguas bálticas; las lenguas índicas y varias otras.
Dentro del continente europeo, solo el vasco, el finlandés, el estonio, el húngaro, el turco y algunos
idiomas de Rusia no pertenecen a esta familia. En resumen, más de cincuenta idiomas pertenecen a la
familia indoeuropea, y se estima que alrededor de 2.250 millones de personas (casi la mitad de la
población humana) hablan alguno de ellos.

¿Quiénes fueron los indoeuropeos? ¿Cuándo y dónde vivieron? Los lingüistas creen que la civilización
indoeuropea se desarrolló en Europa del Este alrededor de 3000 a.C. y unos 500 años más tarde, había
desaparecido, si bien la hipótesis más aceptada es que, antes de su extinción, grupos indoeuropeos
emigraron hacia Grecia, Italia y norte de las Islas británicas, otros fueron hacia Rusia, mientras que otro
grupo atravesó Irán y Afganistán, llegando hasta la India. Dondequiera que se establecieran, estos
pueblos conquistaron la población nativa e impusieron su idioma.

Las lenguas romances son aquellas que derivan del latín vulgar, que, a su vez, pertenece a la rama o
familia indoeuropea, y dentro de esta, a las lenguas itálicas.

Las lenguas romances surgieron como consecuencia de la difusión del latín vulgar1, fruto esta de
diversas causas: la enorme extensión del Imperio romano, el aislamiento de algunos territorios, la
existencia de rasgos lingüísticos propios de cada zona….Así, el paso del tiempo y la evolución particular
de cada área geográfica hicieron que ese latín se fragmentara en dialectos, que son el origen de las
lenguas romances.

1. LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA DE ESPAÑA.

La gran variedad lingüística de la que goza España es resultado de un largo proceso que se inició con
la colonización romana (se adopta el latín como lengua común) y siguió con la evolución de los distintos
dialectos romances y la influencia que sobre ellos ejerció la lengua germánica (visigodos), primero, y el
árabe, después (siglos VIII-XV). Todo ello acabó de configurar la base lingüística sobre la que nacieron
las lenguas romances peninsulares. Al margen de estas, también pervive una lengua prerromana que
no pertenece a la familia de las romances, el vasco o euskera.

1
El latín vulgar era el hablado por la mayor parte de la población romana y el que, gracias a los colonos,
comerciantes, soldados, etc. llegó a los territorios conquistados por Roma. El latín culto (o clásico) era el propio de
las clases altas, y hoy se puede estudiar a partir de los textos escritos.
2
LATÍN + LENGUA AUTÓCTONA PRERROMANA = DIALECTO ROMANCE
DIALECTO ROMANCE + INFLUENCIA GERMANA Y ÁRABE = LENGUA ROMANCE PENINSULAR

La actual diversidad de lenguas que se da en España queda reconocida y amparada tanto por la
Constitución como por los Estatutos de Autonomía de aquellas Comunidades con idioma propio
(Galicia, País Vasco, Comunidad Foral de Navarra, Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana).
La Constitución española, en su Artículo III, reconoce que “el castellano es la lengua oficial del Estado”
y que “todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”; así como que “las
demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de
acuerdo con sus Estatutos”.

Esta peculiar circunstancia nos lleva a explicar la diferencia entre diglosia y bilingüismo:
- DIGLOSIA: situación de desequilibrio entre variedades lingüísticas habladas dentro de una
comunidad bilingüe. En el caso de España, la diglosia ha sido durante siglos la nota
característica porque el castellano se ha empleado como lengua dominante, mientras que la
lengua autóctona (gallego, catalán y vasco) quedaba en posición secundaria. En la actualidad,
esta situación tiende a corregirse en favor del bilingüismo.

- BILINGÜISMO: empleo alternativo y equitativo de dos lenguas por parte de un hablante o


comunidad, tanto en el ámbito público como en el privado. Hoy en día, se da esta situación en
Galicia, País Vasco, Cataluña, Valencia, Baleares y parte de Navarra.

No podemos cerrar este capítulo sin aclarar un tema muy debatido en cuanto a la denominación de la
lengua: ¿español o castellano?
Ya en plena época del Renacimiento español, el castellano se había convertido, de una manera u
otra, en idioma nacional. La Academia Española, que desde su fundación llamó castellano al idioma,
cambió su parecer en 1923, y tanto su Diccionario como su Gramática lo son “de la lengua española”.
Sin embargo, el Artículo III de la Constitución de 1978 dice que “el castellano es la lengua española
oficial del Estado”, criterio que se defiende por el hecho de que las demás lenguas son también
españolas, y, por lo tanto, no se debe privilegiar a una sola con el nombre de español. Por su parte, en
Hispanoamérica tampoco hay un criterio fijo, ya que unos países prefieren llamarla castellano y otros,
español. Los hablantes tenemos, pues, la libertad de utilizar ambos términos porque son sinónimos
cuando nos referimos al sistema de la lengua, aunque en otros ámbitos pueden dejar de serlo, como,
por ejemplo, desde el punto de vista diacrónico, ya que al referirnos a las lenguas que proceden del latín
lo correcto es emplear castellano, pues español es un término anacrónico en el contexto temporal.

2. ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS LENGUAS DE ESPAÑA.

Antes de la colonización romana (iniciada en el 218 a.C.) convivían en la península Ibérica gran
variedad de culturas, por lo que el mapa lingüístico era muy heterogéneo:
- Pueblos célticos (lusitanos, galaicos, astures, cántabros...) de origen indoeuropeo y asentados
en el noroeste y centro peninsular.
- Pueblos ibéricos (edetanos, turdetanos…) no indoeuropeos, asentados en la mitad este de la
Península.
- Vascones (en el norte).
- Otros pueblos minoritarios: fenicios, cartagineses, tartesios…localizados en la costa
mediterránea.

3
Todas las hablas de estos pueblos actuaron como lengua de sustrato y determinaron la evolución
posterior del latín, primero en sus diferentes dialectos y, después, en las lenguas romances
peninsulares. Dentro del panorama lingüístico, pero ajeno a las lenguas romances, hay que sumar el
vasco (o euskera), único ejemplo vivo de las lenguas prerromanas en España.

2.A. LAS LENGUAS ROMANCES: CASTELLANO, CATALÁN, GALLEGO, ASTUR-LEONÉS Y NAVARRO-ARAGONÉS2.

Aproximadamente entre los siglos II a.C. y el I d.C., los pueblos de la Península se fueron
incorporando al mundo cultural latino y adoptaron su lengua (latín oral o vulgar), costumbres, leyes,
forma de vida, modelo político, etc. en un proceso que conocemos como ROMANIZACIÓN. Pero esta fue
lenta y desigual, ya que la cultura latina no se impuso de igual modo en todos los territorios, pues fue
más temprana e intensa en las zonas del este y sur, y más tardía e incompleta en el oeste y el norte.
Durante este tiempo, el latín vulgar se fue diversificando, principalmente, por la influencia de las hablas
autóctonas de cada área geográfica con las que convivía, esto es, las hablas de aquellos pueblos
prerromanos (celtas, íberos, etc.) que fueron quedando relegadas al ámbito familiar pero que, antes de
su total abandono, dejaron su huella en el latín, una impronta que aún hoy se conserva en voces del
castellano como álamo, berro, garza, braga…(origen celta) o arroyo, barranco, carraca…(origen íbero).

La fragmentación del latín se acentuó con la presencia de los pueblos germanos (siglo V): LOS
VISIGODOS introdujeron una nueva lengua en la Península, y en un primer momento, esta convivió con
el latín hablado por los hispano-romanos, aunque finalmente fue abandonada. No obstante, también
dejó su influencia y aún hoy conservamos términos como guerra, albergue, yelmo, espuela, ganar,
robar… y nombres propios (Elvira, Fernando, Ricardo, Rodrigo, Álvaro, Alfonso…).

Entre los SIGLOS VIII Y XI, las influencias señaladas y la evolución regional fueron factores decisivos
para que los dialectos romances hispánicos fuesen poco a poco adquiriendo rasgos propios que los
iban diferenciando entre sí, un proceso que, con el tiempo, dio lugar al nacimiento de las lenguas
romances peninsulares (castellano, gallego-portugués, navarro-aragonés, catalán y astur-leonés). Todo
este proceso estuvo condicionado por hechos de excepcional relevancia, tales como la ocupación árabe
de la Península (711-1492) y la formación de los reinos cristianos independientes (en el norte), de
manera que la división político-geográfica del territorio resultó clave para que en cada una de las zonas
se desarrollara una lengua distinta. En la ESPAÑA MUSULMANA convivían el mozárabe (conjunto de
variedades romances habladas por los cristianos que vivían en territorio musulmán) y el árabe, lengua
de cultura en Al-Ándalus que dejó una enorme huella en los dialectos romances peninsulares (sobre
todo, en el castellano).

A partir del siglo XI podemos considerar que los distintos dialectos peninsulares nacidos del latín se
han constituido ya en dialectos independientes, por lo que, en las páginas que siguen, estudiaremos el
desarrollo de cada uno de ellos de manera particular.

2
En la actualidad, el astur-leonés y el navarro-aragonés se consideran dialectos históricos del latín, no lenguas.
4
EL CASTELLANO
El castellano tuvo su cuna en un conjunto de condados dependientes del reino de León que
ocupaban parte de las actuales Cantabria, La Rioja y Burgos. Pronto se distinguió por su gran tendencia
innovadora en cuanto a su evolución con respecto al latín y en comparación con los otros dialectos
romances hispánicos; por ejemplo, mientras que estos mantuvieron la f- inicial latina, el castellano la
perdió: filiu (latín), fillu (gallego), fill (catalán) > hijo (castellano).

PRINCIPALES ETAPAS DE FORMACIÓN Y DESARROLLO DEL CASTELLANO:

 Expansión (siglos XII-XV): a finales de la Edad Media, el castellano es lengua asentada en gran
parte de la Península. Primera normativización (Alfonso X el Sabio) y textos literarios (Cantar de
mío Cid).
 Siglos de Oro (XVI-XVII): lengua oficial del Estado y expansión por América. Distinción entre el
castellano septentrional y el meridional. Se asienta la norma y el uso del español moderno.
Grandes autores en lengua castellana (Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Góngora…).
 Siglo XVIII: nace la RAE (1713) y se fija definitivamente la norma del idioma.
 El español actual.

 Periodo de expansión del castellano (siglos XII-XV):

Entre los siglos XII y XV, los reinos cristianos avanzan hacia el sur en el contexto de la Reconquista,
un avance territorial que tuvo su repercusión en la situación de las lenguas peninsulares. Así pues, el
castellano se fue extendiendo al ritmo de los avances de Castilla (constituida en reino independiente en
1035): desde su zona de origen, primero se expandió hacia el sur por las tierras reconquistadas, y a
partir del siglo XIV, lo hizo también por los territorios vecinos de los reinos de León y Aragón. A finales
de la Edad Media, el castellano se había impuesto como lengua común y de cultura en buena parte de
la Península.

En el siglo XIII, de la mano del rey Alfonso X el Sabio (quien lo impuso como lengua oficial de su
reino), se inicia la normativización del castellano (muy temprana en relación con las otras lenguas
peninsulares y clave en su expansión territorial): nacen las primeras reglas ortográficas, se establecen
criterios para la creación de nuevos términos, etc. Estas medidas, y el impulso que el monarca dio a la
Escuela de Traductores de Toledo3, dieron un notable respaldo al castellano.

Del siglo X, aproximadamente, datan los primeros testimonios escritos, las glosas de San Millán de la
Cogolla y las glosas de Santo Domingo de Silos; y el primer ejemplo de literatura en castellano es del
siglo XII, el Cantar de mío Cid (fechado hacia 1150).

Las características más destacadas del castellano en este periodo son:


-Diptongación de las vocales tónicas e, o en ie, ue, respectivamente: serra > sierra; portam > puerta.
-Los grupos consonánticos latinos CT y LT derivan en Ch-: pectu > pecho; multu > mucho.
-Los grupos iniciales PL, FL y CL se palatalizan en LL-: clavem > llave; plorare >llorar; flamma > llama.

3
La Escuela de Traductores de Toledo fue un centro que agrupaba a hombres de ciencia (árabes, cristianos y
judíos) que traducían al castellano obras escritas en latín o árabe y creaban otras nuevas, una labor de enorme
transcendencia cultural en la época.
5
 Los Siglos de Oro (XVI y XVII):

A finales del siglo XV, el castellano es ya la lengua oficial del Estado, por lo tanto, se emplea en la
Administración, en las relaciones internacionales y los ámbitos científico y literario; y durante los siglos
XVI y XVII va perdiendo las vacilaciones de la etapa anterior y comienzan a fijarse tanto la norma como
el uso del castellano moderno (o español).

La evolución lingüística de este periodo estuvo marcada por factores sociopolíticos (unificación de la
Península -a excepción de Portugal-, el centralismo de Castilla, la colonización de América -que supuso
la expansión del idioma más allá de los límites peninsulares-, el papel hegemónico en Europa de los
Austrias -Carlos I y Felipe II-, etc.) y culturales (la aparición de la imprenta; la contribución del espíritu
humanista a la difusión y estudio del idioma, con figuras como Elio Antonio de Nebrija y su Gramática de
la lengua castellana o Juan de Valdés y su obra Diálogo de la lengua-, etc.).
El castellano alcanza en estos siglos su mayor esplendor literario con los trabajos de autores de la
talla de San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Francisco de
Quevedo, Luis de Góngora…

Entre los cambios experimentados por el castellano en estos siglos destacan:

- Reajuste consonántico que configura el sistema fonológico que hoy conocemos.

- Algunas consonantes sufren una variación en su pronunciación; así, las grafías SS, Ç y X se
transforman en los sonidos que hoy corresponden a las grafías S, Z y G/J, respectivamente. Este
cambio hizo posible que surgieran dos variedades del castellano: la septentrional y la meridional
(seseo). Dada la importancia de Sevilla como centro de comercio y comunicación con América,
será la norma meridional la que se imponga en Canarias, en las Antillas y en buena parte del
continente americano.

- La grafía H pierde la aspiración y su pronunciación se hace muda.

- En relación al léxico, el castellano se enriquece con numerosos italianismos (modelo, diseño,


novela, esbozo…), americanismos (canoa, huracán, tomate, chocolate, caimán…), lusismos
(mermelada, caramelo…), etc.

 El español en el siglo XVIII:

La Real Academia Española, fundada por Felipe V en 1713, supuso el afianzamiento definitivo del
castellano, pues fijó la norma gramatical de la lengua y le dio estabilidad decisiva a la escritura mediante
la publicación de tres obras importantes: el Diccionario de autoridades (1726-39), la Ortografía (1741) y
la Gramática (1771). Desde su creación, el propósito de la RAE ha sido velar por la corrección y la
pureza de nuestro idioma, de ahí su lema: “Limpia, fija y da esplendor”.

Entre las disposiciones aprobadas por la Academia, podemos destacar aquellas encaminadas a
acabar con las vacilaciones ortográficas que se mantenían desde los siglos anteriores:

-Sustitución de las grafías X, Ç, SS por J-G, Z, S, respectivamente (recordad que con anterioridad el
cambio se había producido sólo en la fonética, es decir, en la pronunciación, pero las grafías -las letras-
se mantenían).

-Regulación del uso de varias consonantes (J-G, Z-C, B-V…) en los mismos casos que en la actualidad.
6
-Simplificación de algunos grupos consonánticos de origen latino al inicio de palabra:
CH>C (christiano > cristiano) PH>F (philosofia > filosofía) TH>T (theatro > teatro).

-Desaparición de la grafía Ç e imposición de las grafías za, ce, ci, zo, zu.

-Conservación de la H muda y de las coincidencias fonéticas (igual pronunciación) entre B-V, C-Z (para
los casos ce-ci-za-zo-zu), J-G (salvo cuando se da la unión gu-, tienen el mismo sonido: jarra – genio).

-En cuanto al léxico, el español de este periodo recibe un enorme aporte de galicismos (voces del
francés: detalle, favorito, hotel, secreter, interesante…), neologismos (no olvidemos que estamos en el
Siglo de las Luces: microscopio, mecánica, electricidad, aerostático…) y términos del ámbito político-
social (la Ilustración trajo consigo nuevas ideas que se reflejan en el idioma: civilización, patriótico,
filantropía, cosmopolita, optimismo, etc.).

 El castellano (o español) actual: Las principales características que presenta hoy el español
son:
En el nivel fonológico y ortográfico:
-Mantiene un sistema fonológico simple: cinco vocales y diecinueve consonantes.
-La ortografía es sencilla, pues la mayoría de las veces sólo existe una grafía para cada fonema.
Algunas excepciones son: el sonido /k/, que puede corresponder a la triple grafía c, k, q (casa, kiwi,
queso); el sonido /θ/ puede ser z o c (zapato, cielo); y el sonido /‫ א‬/ se corresponde con la letra j
(jamón) o la g, en algunos casos (gente, gemir, gimotear…).

-Empleo de la tilde para marcar, en algunos casos, el acento de mayor intensidad.

En el nivel morfosintáctico:
-Existe distinción de género (femenino-masculino) y de número (singular-plural) en la flexión nominal
(sustantivos, determinantes, pronombres y adjetivos).

-Los pronombres de tercera persona presentan variación de caso: LO, LOS, LA, LAS>CD; LE, LES>CI.

-Los pronombres personales distinguen formas de tratamiento familiar (tú, vosotros) y de respeto (usted,
ustedes).

-Presenta una compleja flexión verbal, lo que en muchos casos permite la omisión del sujeto:
Aprobaremos el examen (no hay necesidad de especificar “nosotros”).

-En la actualidad, se observan ciertas alteraciones morfosintácticas que, pese a ser incorrecciones, se
van asentando en el idioma. Algunas de las más significativas son:
-Queísmo: consiste en omitir la preposición “de” delante de la conjunción “que” en casos en los
que es necesaria. Ejemplo: Está seguro que aprobará > Está seguro de que aprobará.

-Dequeísmo: consiste en anteponer la preposición “de” a la conjunción “que” cuando hacerlo no


es correcto. Ejemplo: Pienso de que tienes razón > Pienso que tienes razón.

-Quesuísmo: consiste en emplear el pronombre relativo en vez del determinante relativo.


Ejemplo: Tengo un vecino que su hijo fue mi alumno > Tengo un vecino cuyo hijo fue mi alumno.

-Forzar la concordancia entre verbos impersonales y su complemento directo (CD). Ejemplo:


Han habido cientos de manifestantes > Ha habido cientos de manifestantes.

-El uso de pronombres posesivos detrás de adverbios. Ejemplo:


Clara está delante mío en la lista > Clara está delante de mí en la lista.
7
En el nivel léxico:
-La mayor parte del vocabulario deriva del latín, también del griego (ámbito científico) y del árabe (más
de cuatro mil palabras del español actual proceden de esta lengua: cifra, logaritmo, cero, álgebra,
alcachofa, alcohol, aceite, almacén, jinete, berenjena, alcalde, alcantarilla, jarra, taza, azul…).

-Los mecanismos fundamentales para la creación e incorporación de nuevas palabras han sido y son la
derivación y el préstamo; en este último, destacan las voces tomadas del francés (garaje, tren, bisturí,
etc.) e inglés (fútbol, estándar, líder…).

DIALECTOS DEL CASTELLANO: ANDALUZ, CANARIO, EXTREMEÑO Y MURCIANO.

 Andaluz: es una de las variaciones meridionales del castellano y es hablado en Andalucía, Ceuta,
Melilla así como por los hablantes castellanos de Gibraltar. Entre sus rasgos más característicos
podemos distinguir:
- Aspiración o pérdida de la S final (Mi primo se llama Jesú > Jesús).
- Aspiración del sonido J (hamón > jamón).
- Pérdida de la D entre sonidos vocálicos (nacío > nacido; divertío > divertido).
- Tendencia a perder la L y R en el final de palabra (arbo > árbol; corré >correr).
- Tendencia a emplear el pronombre “ustedes” tanto para la forma de respeto (con el verbo en
tercera persona de plural: ustedes son…) como para la de confianza (con el verbo en segunda
persona de singular: ustedes sois…).
- Falta de distinción entre los sonidos S y Z, lo que origina dos fenómenos muy característicos:
-Seseo: pronunciación de la C o Z como S, principalmente en Sevilla, Huelva, Córdoba y
Málaga (sapato > zapato).
-Ceceo: pronunciación de la S como C o Z (Me voy a caza > casa).

 Canario: es otra derivación meridional del castellano, y su nacimiento como variedad lingüística
propia es resultado de varios factores, entre los que destacan:
- La empresa de repoblación de las islas fue llevada a cabo por Castilla (siglo XV), y la mayor
parte de los repobladores procedían de Andalucía, de ahí que el canario comparta rasgos con el
andaluz, principalmente en lo que a pronunciación se refiere: seseo, marcada aspiración del
sonido J o pérdida de la L y R al final de sílaba.

- La notable presencia de portugueses en las islas le confirió al habla canario la peculiaridad de


contar entre su vocabulario con numerosos lusismos: pica (guiñar un ojo), cañoto (zurdo), pechar
(cerrar), etc.

- Su condición de puente entre España y América hizo que la variedad meridional del castellano
fuese la que llegase al área caribeña, al tiempo que las voces amerindias arraigaran con más
fuerza en el canario que en el castellano septentrional. Así, hoy se emplean términos como papa
(patata), guagua (autobús)…

- La influencia de la lengua autóctona, el guanche, en el léxico canario: gofio (harina de maíz),


baifa (cabra), etc.

Como rasgos característicos del canario actual podemos señalar:


- Las consonantes finales son débiles y tienden a desaparecer.
- Entonación parecida a la de las islas caribeñas.
- Sustitución del pronombre “vosotros” por “ustedes”, con el verbo en tercera persona de plural.
- Preferencia por el pretérito perfecto simple en vez del compuesto.

8
 Extremeño: es un dialecto con carácter de transición entre el castellano septentrional y el andaluz.
Se extiende por Extremadura, el occidente de las provincias de Toledo y Ciudad Real, y una franja
del sur de Ávila. Sus principales características son:
- Pérdida de la S al final de palabra (niña > niñas).
- Aspiración de la J y pérdida de la R al final de palabra (muhé > mujer).
- Habitual empleo de sufijos diminutivos, especialmente -ino e -ina.
- Uso de verbos intransitivos con complemento directo: Me quedé las llaves > Me dejé las llaves;
Caí los platos > Se me cayeron los platos.

 Murciano: es un dialecto de transición que recibe influencias del castellano, el valenciano y el


andaluz. Sus rasgos destacados son:
- Tendencia a la aspiración de la S.
- Palatización de la L inicial (llengua > lengua; lletra > letra).
- Neutralización de la L y la R.
- Abertura del diptongo ei (veinte > veinte).
- Empleo frecuente del sufijo diminutivo -ico / -ica.

EL CATALÁN

El catalán es una lengua romance cuyo origen está en el noreste peninsular, concretamente en una
zona ligada a la influencia cultural de Francia, por lo que en sus inicios presentaba semejanzas con el
provenzal (un dialecto del francés).

Durante los siglos XII y XV, al amparo de la Reconquista y tras la unión del Condado de Barcelona al
reino de Aragón (1137), se fue extendiendo hacia el sur por los territorios del antiguo reino de Valencia y
por el Mediterráneo (Baleares). En este periodo, el catalán vive una etapa de esplendor como lengua
literaria, con autores como Ramon Llull, Joanot Martorell o Jordi de Sant Jordi, pero entre los siglos XVI
y XVIII, dejará poco a poco de cultivarse como lengua de cultura y su uso se fue reduciendo al ámbito
familiar y local, al tiempo que el castellano se imponía tanto en la esfera pública como en la cultural.
Esta sustitución paulatina de una lengua por otra obedeció a diversas causas, entre ellas, la unión de
las Coronas de Castilla y Aragón y el declive económico-social causado por el hundimiento del comercio
catalán en el Mediterráneo (siglo XVI).

El XVIII fue el siglo que marcó de manera decisiva la “decadencia” del catalán: El Decreto de la Nueva
Planta promulgado por Felipe V en 1716 prohibió su uso en cualquier actividad pública, lo que favoreció
aún más la implantación del castellano. Será en la segunda mitad del XIX cuando la Renaixença
(movimiento cultural y literario alentado por la burguesía catalanista) intente revitalizar su uso en todos
los ámbitos.

Ya en el siglo XX se crea el Institut d´Estudis Catalans y se publica la primera gramática moderna, lo


que abre un periodo de esplendor y de reivindicación de la lengua catalana en la esfera pública y
privada que, salvo por el largo paréntesis que supuso el Franquismo (época en la que de nuevo quedó
relegado al ámbito familiar), se mantiene a día de hoy. La Constitución de 1978 y el Estatuto de
Autonomía de Cataluña (1979) reconocen al catalán como lengua cooficial en esta Comunidad (junto
con el castellano), y en la actualidad es hablado por unos ocho millones de hablantes, repartidos en
Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Principado de Andorra, franja este de Aragón, regiones del
sureste de Francia y la ciudad italiana de Alguero (Cerdeña).

9
Las principales características que presenta actualmente son:
- Tendencia a perder las vocales finales (camp > campo).
- Sistema vocálico formado por siete fonemas, pues distingue entre las e - o cerradas y abiertas.
- No se da la diptongación en las vocales átonas de origen latino o- e (porta>puerta; vent >viento).
- Conservación de la F inicial latina (fill > hijo) y de los grupos iniciales también de origen latino PL
(plorar > llorar), CL (clau > llave) y FL (flama > llama).

- En algunos casos, mantiene la diferente pronunciación latina entre la B y V.


- Palatización de la L (lluna> luna).

EL GALLEGO
El gallego (o galaico-portugués, en su origen4) es un dialecto romance de fuerte sustrato celta que
nació al norte y al sur del río Miño. Sus principales características son el arcaísmo y conservadurismo,
tal vez debido a que en esta zona la romanización fue tardía y fueron escasas las influencias
germánicas y árabes. Por estas razones, es la lengua romance hispánica que menos ha evolucionado.
El gallego fue lengua literaria desde época temprana, de hecho, fue la lengua de la lírica, y juglares
leoneses y castellanos componían sus poesías en este dialecto, lo que le permitió vivir su esplendor
hasta el siglo XIV (ejemplo: las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio, fueron escritas en
gallego o galaico-portugués); a partir de entonces (siglo XV), se inicia su abandono literario y su uso se
irá limitando, primero, al ámbito familiar, y, poco a poco, como consecuencia del proceso de
castellanización, se irá reduciendo progresivamente a las áreas rurales, tendencia que se mantiene
hasta el siglo XIX. A mediados de esa centuria, al igual que le ocurriera al catalán, el gallego recibe un
intento de recuperación con el Rexurdimento, movimiento cultural que, si bien no consigue resultados
tan satisfactorios como la Renaixença catalana, sí logra abrir un periodo de recuperación en su uso
literario y público que a principios del siglo XX haría posible el nacimiento de la Real Academia Gallega
y, posteriormente, el de las Irmandades da Fala o el de la revista Nós (1920). Pero el Franquismo
también puso freno a todo avance, y hubo que esperar a los años 60-70 del siglo XX para que distintos
movimientos culturales reavivaran el interés por esta lengua (fundamental fue, por ejemplo, la creación
del Instituto de la Lingua Galega).
La Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía de Galicia reconocen al gallego como lengua
cooficial en esta Comunidad (junto con el castellano), y la Ley de Normalización Lingüística (1983)
regula su uso en la esfera pública (Administración, enseñanza, medios de comunicación, etc.). En la
actualidad, el gallego lo emplean unos tres millones de hablantes, localizados principalmente en Galicia,
aunque también en algunas áreas limítrofes con Asturias, León, Zamora y norte de Portugal.
Las principales características que hoy presenta son:
- Existencia de siete fonemas vocálicos, pues distingue entre las e - o cerradas y abiertas.
- No se da la diptongación en las vocales átonas de origen latino e- o (corda>cuerda; terra>tierra).
- Conservación de la F inicial latina (ferro > hierro; fillu > hijo).
- Los grupos consonánticos latinos CL, PL, FL se palatalizan en Ch (chamar>llamar; chuvia>lluvia).
- Se usa el artículo delante del posesivo cuando este va seguido de un sustantivo: A miña aldea.
- No existe el fonema /‫ א‬/ (xunta > junta; xente > gente).
- No se emplean tiempos verbales compuestos (andei >he andado / anduve).
- Conservación de numerosos diptongos de origen latino (noite > noche; moito > mucho).

4
El gallego y el portugués tuvieron un origen común a partir del latín y mantuvieron una misma evolución hasta el
siglo XV (aunque Portugal se había constituido en reino independiente en el siglo XII).
10
EL ASTUR-LEONÉS

El astur-leonés, también denominado asturiano o leonés, es un dialecto romance que nace en el


reino de León pero que, por diferentes motivos (el más importante, el empuje del castellano) no llegó a
convertirse en lengua. Existen testimonios de su uso escrito en numerosos documentos jurídicos de los
siglos XII y XIII, aunque su registro literario es bastante tardío, hacia el XVII.
En la actualidad, se calcula que lo hablan unas cien mil personas, que se extienden principalmente
por Asturias, el occidente de Cantabria y algunas áreas del oeste de León. El dialecto que más
importancia y vitalidad tiene es el asturiano central o bable, sobre todo a raíz de la creación de la
Academia de la Llingua Asturiana (1980), cuyo principal objetivo es normativizar y unificar esta lengua,
para lo que se ha promulgado una Ley de uso y promoción del bable-asturiano.

Pese a su fragmentación, podemos señalar algunos de los rasgos más generales:


- Los diptongos latinos ie y ou no se han simplificado, como sí lo hicieron en castellano (costiella
> costilla; cousa > cosa).

- La -o final de la terminación -ino se pierde en Asturias (padrín > padrino; camín > camino).
- La F inicial latina suele conservarse (formiga > hormiga; fambre > hambre).
- La L inicial se palataliza (lluz > luz; llobu > lobo).
- Se usa el artículo delante del posesivo cuando este va seguido de un sustantivo: La mi muyer.
- Conserva algunas pronunciaciones palatales que en el castellano actual se pronuncian como J
(muyer >mujer).

EL NAVARRO-ARAGONÉS
El navarro-aragonés es el dialecto romance que nace y se desarrolla en los reinos de Navarra y
Aragón, aunque no logró evolucionar hasta lengua principalmente por el empuje del castellano.
Presenta afinidad con el dialecto astur-leonés y en su etapa inicial recibió influencias del vasco y del
castellano. Actualmente, se suele denominar aragonés, que, en realidad, es un conjunto de hablas (las
fablas aragonesas) que se extiende por zonas pirenaicas de Huesca, con la excepción del valle de Arán
(Lérida), donde se habla el aranés, una variante del gascón (dialecto del suroeste de Francia).

El navarro-aragonés o aragonés se puede considerar un dialecto de transición entre el leonés y el


catalán, y sus rasgos más característicos son:
- Tendencia a perder la -e final, sobre todo en los adverbios que en castellano acaban en -mente
(finalment).

- La L inicial, por lo general, se conserva, pero en la zona oriental se palataliza (llengua >lengua).
- Presenta casos de N inicial palatalizada (ñiño > niño; ñido > nido).
- Algunos adjetivos que en castellano carecen de flexión de género sí la adquieren en aragonés
(tristo / trista > triste).

- Destaca el uso de pronombres sujeto con preposición (pa yo > para mí; con tú > contigo).
- El pronombre de cosa precede al de persona (Lo te diré > te lo diré).
- Conserva la F inicial latina (farina > harina).
- El verbo ser tiene el mismo significado que estar; y el verbo haber, que tener (Somos sin…>
Estamos sin…; He fambre > Tengo hambre).

- Uso habitual del sufijo diminutivo –ico (mañico, almendrico, jovencico…).

11
2.B. EL VASCO O EUSKERA:

El vasco o euskera es la única lengua prerromana y de origen no indoeuropeo que se conserva en


España. Debido a su antigüedad, posee un gran valor lingüístico.

Durante siglos, la lengua vasca ha estado limitada al ámbito familiar y rural, y los factores que
explican su escaso desarrollo en el ámbito público son, entre otros, su fragmentación en múltiples
variedades, la falta de una norma común y su uso esencialmente oral (su desarrollo literario ha sido muy
tardío, ya que la primera obra literaria escrita en vasco se publicó en el año 1545: las poesías de
Bernardo Detxepere).

El relativo repunte que experimentó durante la Segunda República se vio interrumpido con el posterior
régimen dictatorial de Franco, y hubo que esperar a los años 60 del siglo XX para que se iniciara su
recuperación y se reabrieran las ikastolas -aunque ilegales entonces-. Hoy, para evitar las deficiencias
que provoca la excesiva fragmentación de la lengua, el vasco cuenta con una modalidad estándar
llamada euskera batua y que la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) ha establecido como
variedad normativa y unificada que sirve de base tanto de la enseñanza como del uso formal de esta
lengua. Este euskera batua (que significa “vasco unificado”) se fundamenta en la tradición escrita de los
dialectos centrales (navarro, guipuzcoano y labortano) y su uso se ha adoptado casi de manera general
por los hablantes (aproximadamente, unos setecientos mil), que se reparten en el País Vaco
(Guipúzcoa, la parte central y oriental de Vizcaya y algunas regiones del norte de Álava), zona
noroccidental de Navarra y áreas del suroeste francés.

Entre sus rasgos más característicos destacan:

- Sistema vocálico simple (cinco fonemas vocales, al igual que el castellano).


- Falta del fonema /r/ al inicio de palabra (arroka > roca).
- Compleja conjugación verbal.
- Inexistencia de la distinción de género gramatical.
- Habitual empelo de prefijos y sufijos para crear palabras nuevas.
- Inexistencia de la grafía C.
- Acento móvil, es decir, la palabra no tiene un acento fijo en una sílaba determinada, sino que
depende de la posición que esa palabra ocupe en la frase.
- Posee una compleja y rica declinación (catorce casos) que se reconoce por el sintagma nominal
que se añade a la última palabra.

12
3. EL ESPAÑOL EN EL MUNDO

El español es hoy uno de los idiomas con mayor prestigio y presencia en el mundo: es hablado
por unos quinientos millones de personas (repartidas en varios continentes) y es la lengua oficial de
España y dieciocho repúblicas hispanoamericanas; se habla en Andorra, Guinea Ecuatorial (lengua
cooficial), parte de Filipinas, Puerto Rico y los Estados Unidos de América (país que cuenta con casi
cuarenta millones de hispanohablantes). Además, está presente en los organismos oficiales de los que
es miembro España o cualquier país hispanoamericano (UE, ONU, UNESCO, FIFA, FAO, etc.). En el
campo de la enseñanza y de la difusión de nuestra lengua destaca la labor llevada a cabo por el
Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es), fundado en 1991, que cuenta con más de cuarenta
centros distribuidos por Europa, Estados Unidos, Asia y África, y sedes centrales en Madrid y Alcalá de
Henares.
La creación de diversas Academias de la Lengua en Hispanoamérica a lo largo del siglo XIX
(Colombia, 1871; Ecuador, 1874; México, 1875; el Salvador, 1876; Venezuela, 1883; etc.) y de la
Asociación de Academias de la Lengua Española (1951), integrada por todas las Academias
hispanoamericanas y la Real Academia Española, ha hecho que el español presente en la actualidad
una importante unidad lingüística, pese a sus múltiples variaciones geográficas y número de hablantes.

EL SEFARDÍ: Los judíos expulsados de España por los Reyes Católicos en 1492 se establecieron en
diversas zonas del Imperio turco (Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, Grecia…), en el actual Israel y en el
norte de África (sobre todo, en Marruecos); más tarde, algunos emigraron a América. Con ellos se
llevaron el español que hablaban, el llamado judeoespañol o sefardí, una lengua caracterizada
fundamentalmente por su arcaísmo, ya que se conserva como en el momento de su expulsión, al no
haber sufrido los cambios que experimentó el castellano.
En la actualidad, el judeoespañol está en franca decadencia, pues ha reducido su uso al
ambiente familiar. Su léxico primitivo ha ido perdiéndose por la adquisición de préstamos rumanos,
eslavos, griegos o árabes. Además, la presión del neo-hebreo hace que cada vez esté en mayor desuso
por la tendencia a la unificación lingüística en Israel.

EL ESPAÑOL DE LAS ISLAS FILIPINAS: Desde su descubrimiento (1521) hasta su pérdida (1898), en las
Islas Filipinas nunca se dio, en realidad, la extensión del castellano como lengua general, sino que
siempre fue una lengua usada por las clases dirigentes, es decir, siempre ha sido de minorías.
Actualmente, el dialecto español que se habla en Filipinas es el llamado “chabacano”, que tiene
una gran influencia del tagalo, la lengua indígena oficial en Filipinas, junto con el inglés. Al igual que el
judeoespañol, está en franca decadencia.

13
4. EL ESPAÑOL DE AMÉRICA

Llamamos español de América al muy diverso conjunto de variedades dialectales del castellano que
se hablan a lo largo del continente americano, desde los Estados Unidos hasta Chile y Argentina.
Algunos de los factores que explican la pluralidad de nuestro idioma en aquel continente son:

- El origen heterogéneo de los colonizadores españoles, pues a las colonias fue gente de muy
diversa condición social (pueblo llano, nobles, militares, clérigos…) y procedencia (castellanos,
andaluces, canarios, etc.).

- La organización político-social de las colonias es un factor muy relacionado con el anterior. Las
más tempranas colonizaciones de los territorios americanos (zona caribeña y costera del continente)
estuvieron protagonizadas, en su mayor parte, por andaluces y canarios, por lo que estas zonas
presentan una mayor influencia del español meridional; mientras que las tierras altas del interior (los
grandes centros virreinales) reunían a funcionarios, miembros del alto clero y nobles, lo que facilitó el
uso de la variedad septentrional de España (norma culta).

- El diferente grado de influencia de las lenguas indígenas o amerindias (náhuatl, maya, guaraní,
caribe, araucano...) sobre el castellano.

Por todo ello, apenas hay en el español de América rasgos que tengan un carácter general, pero
sí hay usos del español americano que los hablantes españoles reconocen como específicos de
aquellas tierras. Es, por lo tanto, en esas peculiaridades sobre las que se asientan las características
que estudiaremos como propias del español americano:

 RASGOS FÓNICOS:
-Seseo: es un rasgo bastante generalizado, y consiste en la pronunciación de las grafías Z y C como el
sonido de la S.

-Yeísmo: pronunciación del sonido LL en lugar de Y. Es notorio en la zona del Río de la Plata (Argentina,
Uruguay y Paraguay) y áreas de Colombia, Perú y Chile.

-Aspiración de la S en posición final de sílaba y palabra (sobre todo, en el Caribe).


-Confusión de L y R en posición final de palabra (amol >amor), principalmente en las islas caribeñas.

 RASGOS MORFOSINTÁCTICOS:
-Voseo: distintivo de Argentina, América Central, Paraguay y Uruguay, consiste en el empleo de vos en
lugar del pronombre tú (Vos amás > Tú amas).

-Ausencia de los fenómenos de leísmo, laísmo y loísmo.

-Uso de sufijos diminutivos (ahorita, viejito, doctorcito...).

-Empleo de hacer y haber como verbos personales, cuando en España son impersonales. Ejemplos:
Hubieron veinte alumnos en clase > Hubo veinte alumnos en clase.
Ayer hicieron tres meses desde nuestra última cita > Ayer hizo tres meses…

14
-Preferencia por el pretérito perfecto simple en casos en los que en España se prefiere el pretérito
perfecto compuesto. Ejemplo: ¡Qué bueno que viniste! > ¡Qué bien que has venido!

-Preferencia por la terminación -ra en el pretérito imperfecto de subjuntivo (comiera) en lugar de -se
(comiese).

-Empleo de adjetivos como si fueran adverbios. Ejemplo: ¡Que te vaya bonito! > ¡Qué te vaya bien!

-Uso particular de preposiciones: arriba de > encima de; a la mañana >por la mañana.

-Uso de adverbios que resultan extraños al castellano peninsular. Ejemplos:


Ponlo allí no más > Ponlo allí mismo Recién llegó, se acostó > Se acostó nada más llegar.

 RASGOS LÉXICOS:
-Importante presencia de vocablos transferidos de las lenguas amerindias (canoa, maíz, tabaco,
chocolate, patata, cacao...) que luego pasaron al castellano.

-Pervivencia de arcaísmos, es decir, vocablos propios de los siglos XVI y XVII que en España ya no se
emplean o han variado su significado: cuadra>manzana de casas, bravo>irritado, lindo>bonito,
hacienda>casa de campo, vidriera>escaparate, etc.

-Usos léxicos propios, distintos al español de España. Ejemplos:


Manejar el carro > Conducir el coche Se desayuna con tinto > Desayuna un café solo

-Abundancia de extranjerismos, principalmente anglicismos en América Central y Caribe (Ejemplo:


overol -del inglés over all- > mono de trabajo) e italianismos en Argentina (Ejemplo: pibe > muchacho).

En muchos lugares de América, el español convive con otras lenguas. Hay países de Hispanoamérica
en los que es la única lengua materna (Cuba o Uruguay, por ejemplo), pero en otros, sin embargo, se
conserva una lengua amerindia como primer idioma. Es el caso de Bolivia, donde el quechua es
hablado por el 60% de la población, o Paraguay, donde el guaraní lo es por el 90 %. En las zonas del
sudoeste y sudeste de los Estados Unidos que tuvieron colonización hispánica (Texas, Nuevo México,
Florida, California...), el español convive con el inglés en un casi perfecto bilingüismo, y en algunas
grandes ciudades del país, como Nueva York, el español goza en la actualidad de una importante
presencia gracias, sobre todo, a la migración de hispanos. Este fenómeno ha hecho posible que se den
hoy usos particulares de ambos idiomas, el llamado spanglish: mezcla de español e inglés en un
mismo discurso. Ejemplos de ello los encontramos en términos como ganga (que significa banda y
procede del inglés gang) o parquear (aparcar, construido a partir del verbo inglés park), o en relatos
como el que sigue: “Al llegar se sintió all of sudden como una frankfurter, rodeada de aquella crowd de
mujeres coronadas por kilómetros de hair rollers, y se preguntó si no era preferible coger un bus y
refugiarse en los loving arms de su grandma”.

15

Você também pode gostar