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El reverso del amor1 Pude percibir a posteríorí, no sin los comentarios de quienes me habían

escuchado en ese momento, que en ese testimonio había relatado finalmente


Silvia Salman tres historias de amor: la del padre, la áApartenaire y la de la transferencia.
Uno de los grandes descubrimientos freudianos fue la existencia del
amor de transferencia a partir del cual el analista se encuentra en calidad de
' objeto en el centro de la cura. Lacan recoge esta concepción freudiana de la
transferencia para formalizarla en la "Proposición {[^octubre del_!67" con
el algoritmo que la escribe en términos de saber. A partir de allí, un aspecto
de la transferencia quedarí^cernido en la fórmula del Sujeto supuestojsaber,
En el Banquete de los analistas, Miller propone considerar a la "Proposi- aspecto que designa su dimensión simbólica.
ción del 9 de octubre sobre el psicoanalista de la Escuela", texto con el que Sin embargo en el Seminario 11, tres años antes de la "Proposición..." ya
Lacan funda el pase, como la quinta contribución a la psicología de la vida había destacado su fundamento libidinal. Este otro aspecto indicaba en ese
amorosa. Ésta se agregaría a las tres contribuciones freudianas sobre el amor, momento la incidencia en el movimiento de la transferencia de la presencia
y a la cuarta lacaniana que es "La significación del falo". del objeto a que se encuentra siempre y en todas partes.
¿En qué el pase es una contribución a la teoría del amor? EsM_dJmensión_libidhjal de la transferencia resulta crucial en la direc-
El pase, en su demostración del final de análisis, es una vía privilegiada / ción de la cuta ya que permite que^l^nalis£a_fbrme^attó¿ej.osjcircuitos
para captar el programa de goce que condicionó_la^elección^de_objeto í de goce a través de los cuales el sujeto despliega su síntoma, su fantasma y
amoroso; ya que muestra, si lo demuestra, que esa elección estd condicionada I surepetición.
por cierto numero de rasgos que pueden ser imaginarios, depender de una I Tal como nos advierte Lacan en el Seminario 11 refiriéndose a la transfe-
configuración simbólica ojnnás secretamente de una relación con el goce. J rencia: "En este asunto no solo entra en juego lo que el analista se propone
A diferencia de Freud quien considera que esos rasgos constituyen una hacer con el paciente. También está lo que el analista se propone que su
repetición de los objetos amorosos de la vida infantil, Lacan propone la paciente haga de él".2 Lo que lo llevará a proponer el término_deseo del
experiencia del pase como el lugar en donde sepuede verificar cómo el rasgo analista para ubicar laposición que conviene enjajransferencia, o¿i£^s la.
en cuestiónse forma ajjartirjel dispositivo analítico mismo, a partir de la delempjilme..de la demanday la pulsión.
lectura del lu^ar que ocupó dicho rasgo en la transferencia. En este movimiento que ya del amor a lo jmisional, el recorrido de un
"El reverso del amor" índica una orientación que es la del análisis de la análisis llevado hasta el final permite demostrar que_el fundamento de la
transferencia en una cura llevada hastaal final. Enja entrada el su jetojiabla transferencia no es tanto el amor sino kpukión y que el amor la reviste con
al nivel del amor, a la salida el sujeto sabe que habla al nivel de la pulsión. sus encantos para desconocer la condición de goce que la determina.
Esta torsión implicó llevar el análisis de la transferencia hasta sus últimos
laberintos, tal como le dije al analista un tiempo antes de terminar, en
ocasión de un decir que al modo de un lapsus dejaba al descubierto un goce La elección del analista
ignorado hasta el momento.
Recién había terminado la facultad y comenzaba a transitar algunos lugares
donde el psicoanálisis de orientación lacaniana podía hacerse escuchar. Mi
intetés por el psicoanálisis ya se había despertado, pero en aquellos tiempos
Un psicoanálisis es una experiencia de amor no era sencillo encontrarse con el discurso analítico.
El título del primer testimonio al que llamé "Ánimo de amar" recogía Comenzaba mi práctica con una concurrencia en el Hospital Tobar García,
sin duda el nombre de una película japonesa que había marcado todo un un lugar de formación en el que me encontraría con diversos analistas de
tramo del trabajo analítico. Se trataba de los desencuentros de un hombre diferentes orientaciones.
y una mujer. Pero también regolfa un significante que formaba parte de Por ese entonces decidía comenzar mi primera experiencia de análisis.
mi historia y que había determinado enteramente la relación con el Otro
del amor.

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Hoy puedo decir que este último análisis consistió en analizar el lazo trans-
Lo que definió la consulta en ese momento fueron los embrollos en el
ferencial con el analista anterior. Ello implicó correr el velo délas marcas
amgj.Se trataba del malestar en el que me encontraba« con*.v»i mi
iid pareja que
pdicju ijue
dfsAt* f\" -l~ --I de goce que habían condicionado aquella elección y revelar la_satisfacción
: el comienzo de 'esa relación había tomado la forma de "estar y nq
en la transferencia^uebajo los_engaños del amorjiesconocían su_reyerso,
estar al mismo tiempo". Ese padecimiento, histérico por cierto, recortó los
signos de aquel a quien orientaría mi demanda. el acuerdo con la ley inexorable de la pulsión.
Me dirigí entonces a un analista a quien había escuchado hablar de IJn análisis permite aislar los encuentros iniciales que hacen escritura, ~~^
"histeria" en un seminario en el hospital, convencida de que con él me iba aquellos que han tenido el valor de producir una inscripción en el sujeto, C
a curar. una marca. Se trata de un elemento absolutamente contingente, que ha sido '
Pero, la demanda no fue alojada en ese momento. determinante para lo que ha venido después a título de repetición. Se instala C
así un modo de gozar que opera a partir de ese momento como condición (
Acepto de su parte una derivación a otro analista, con quien comienzo
de un programa de goce que prevalece para ese sujeto.3
mi primer análisis. Es en el transcurso de ese análisis que pude realizar la
elección del partenaire amoroso, concluyendo el mismo con el nacimiento Es de lo más singular que le puede ocurrir a cada uno. En cada caso habrá
de mi primer hijo. que dilucidar qué tipo de encuentro, sea_conj)tros seres, sea con palabras
o aun con una coyuntura determinada, lo ha dejado al sujeto enganchado
Sin embargo, los resortes ignorados de una transferencia desencadenada
con ese analista ya se habían instalado y a los pocos meses de esa primera en una repetición.
consulta en la que me derivó, me dirijo nuevamente a él, esta vez para deman- Por unlado, la fórmula"dibujo animado" con su valorsignificante penetró
darle realizar un grupo de estudio. Comenzaba así un lazo transferencia! alre- en el cuerpo inanimado de la niña.
dedor de mi formación que incluiría también el control de mi práctica. q, una escena mfantil_enjajiue la niña se mira frente al
espejo, dejando al descubierto sus genitales y un hombre la mira a cravés
del espejo, fijó unjz¡oce.
En su contingencia, y contando con la presencia del analista.^el trabajo
£1 programa de goce en la transferencia
analíticoj3«mitió anudar los tres términos del trayecto pulsional: el sujeto,
Luego de algunos años, el retorno del padecimiento a causa de un nuevo
la mirada y el Otro, en la transferencia.
embrollo_con_eljiar<g»i?/'rg. pero esta vez alrededor de la decisión de tener
otro hijo, definió una nueva consulta. Con su interpretación, efainaniSTormó parte de los circuitos de goce a
través de los cuales el sujeto desplegó su síntoma, su fantasma y su repeti-
Nuevamente me dirijo a aquel analista a quien había orientado mi primera
ción,
- —*~— alrededor de la,—_..
fórmula:__^—
"una mirada que
~ —agarra".
g __._
-~ ^\n el prime
demanda de análisis y con quien estudiaba y controlaba desde entonces. Esta
vez el deseo decidido dio lugar a una nueva experiencia de análisis.
por la mirada del Otro" y a la del síntoma "huidiza" que cerraba el circuito I
En esa experiencia, tal como lo relaté e^ejjmmerjrestimonio, se analizó
pulsional de "hacerse agarrar para huir".
lo que entesa ocasión llamé el complejo materno que anudaba el objeto
oral, k anorexja y el problema con la demanda. i Si "huidizo" fiíe el significante que nombraba la condición de la elección
del segundo analista, "alguien que nojne dejajr" es la condición que porta la
Bréese análisis también se aisló el significanr.e^lil?ujp animado\:on el que
elección del último analista, condición que se despeja al final de k cura..
había sido nombrada por el padre y alrededor del cual se construyó tanto
el síntoma como el fantasma, escribiéndose de este modo la conscrucción
de la necrosis infantil. ..
La muerte prematura del analista puso fin a esa experiencia que aún no La erosión del goce
había llegado a su térnrúng. I Esta última experiencia transcurrió alrededor de la erosión del goce que
¿Qué quedaba por analizar? se hallaba concentrado en el objeto mirada. Este objeto que se había recor-
Eso sólo lo sabría a la salida deja tercera experiencia de análisis que fue la tado en ¿TEorizonte del padre se encontraba revestido de los espejismos de
última: lo que restaba era la transferencia y la posición femenina queestaba la^imagen fílica^Espejismos que en su faz engañosa alimentaban una satis-
definitivamente articulada a ella. ™ facción desconocida en la transferencia.

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El amor articulado al Sujeto supuesto Saber interviene en su función esen-
^cial dTenganoZjiljmalistase presta para, llegado el caso, aislar Lacondición Esa intervención consiguió agregar la dimensión de un vacfo e inyectar
de goce velada tras dicho funcionamiento de engaño.. la dimensión de lo extraño en la experiencia.
f~' ^pr ello al final del análisis no se tratará de la liquidación de la transfe- Una cierta inquietud invadió al sujeto. En ese tiempo ya contaba con
rencia, sino de la liquidación permanente de ese engaño. De este modo se los efectos que lo "animado" había producido en el cuerpo. ¿Cómo me íEá
^jooTra revelarJaj|e^la^u£^sjb_de_cada_uno, la de la pulsión y el plus de a desprender de ese significante que me había vivificado separándome de¡
/ gozar articulado a ella. Y será también un modo de acceder a lo que condi- goce mortífero materno?
' 'cionó la elección del analista.^ \
'FudTpercibir.
E^,.-.,.^.», entoncesTim
«,»>w.»>-wj« un sentimiento
d\.iiiiiiuciiLu de
uc extrañeza
cMiancza que ya i
*~" Y en esto, la posición del analista supone el acceso al reverso del amor.4 en el inicio de la cura
».» aunque encubierto K
Huu^ui. w»«wuvii<lll' por el <*M1UI.
ul CIamor
Un sueño déla serie de los sueños que en el primer testimonio desiominé Accederá su reverso
Acceder a su n>vpr*n marca
moiv* il rtk;,af~ .—- la
alobjgto.con I—¿-J:J-
pérdida de su valor y designa
jiuefios de desinvestimiento" aportójajdav£^jac[uetodavía no se había al 7-i.._'-T_
Otro con el-i V11'" •
rasgo de r-===^H!_--
su inexistencia — ""'"
disipado dejajransferencia con el analista anterior.
s "Se trata de la espalda de un hombre, es el analista y se destaca el color
V camel del saco." .-
Un amor sinthomático
^, Pecía enese momento que restarle la mirada al Otro de la transferencá Un sueño en el último tramo del análisis pone de relieve una nueva moda-
trae los signos de lo que de la transferencia con el analista anterior atirTño lidad del funcionamiento de la libido, índice de la disponibilidad que se ha
Babia sido vaciado. ~~'~ ' """" obtenido a lo largo del recorrido:
El color camel, que en el sueño se presenta con un brillo e intensidad
remarcable, identificaba particularmente a aquel analista. Emerge el recuerdo En una discusión en la Escuela tomo la palabra para hablar de "una nueva
de una ocasión en la que yo llevaba un pullover de ese color y en la que articulación entre el amor y la pulsión". Una colega AE me da la palabra
había recibido una mirada especial por parte de él. diciendo que era yo quien podía decir algo sobre eso.
Surge entonces un decir que al modo del lapsus interpreta y enuncia
una última verdad que permanecía escondida tras el amor de transferencia. Si en el comienzo la condición de goce articulada al fantasma se despliega
Digo: "Nunca me acosté con él" poniendo de relieve que aquella experiencia en el marco de la repetición, al final, un nuevo uso de la condición permi-
de análisis había transcurrido cara a cara desde su comienzo hasta el final. tirá, lo diría de esta manera, contar con ella de un modo más sinthomático
De este modo quedaba al descubierto el goce de la mirada que se había que fancasmático. Al final se dibuja un nuevo anudamiento entre el amor y
sostenido en ese análisis, así como que el análisis se había sostenido en ese la pulsión menos limitado por el padre que hasta allí condicionaba la repe-
goce a lo largo de todos esos años sin saberlo. tición y más abierto a la contingencia de los encuentros por venir.
Esto permitía revelar uno de los resortes de aquella poderosa concen- Se trata de una disponibilidad de la libido que sólo se alcanza cuando
tración de la transferencia en ese analista, de la que sólo me pude percatar se han podido desinvertir los circuitos fijos por donde la pulsión hacía su
luefio de su muerte. trayecto.
A ¿Cuál fue la operación anajítica^uejermitió acceder al reverso del amor? Sin embargo, ninguna desinvestidura puede impedir que permanezca el
¿—•"Lálñierpretación proféríd^^njiernpo^ñtespoTel analista "Usted aún no modo de gozar. Algo se inviste al final y el pase lo demuestra.
encontró el significante desanimado ,, que a la aa el análisis alcanzaría "Encarnada" es el significante que surge como invención al final del
su justo lugar, había desencadenado lo que llamé en el primer testimonio análisis. Como tal, no forma parte de la serie de los significantes amo del
"el tiempo de desinvestimientoV^ sujeto, pero está hecho de lo que resta de ella, una vez que se vaciaron y
tEfectiyamente.jl "significante desanimado" se insinuab^como el reverso desanimaron las identificaciones a los significantes del Otro.
dePdJbujoanimado". Si este último contaEacon el brillo fálico de la palabra En este significante se concentra el cuerpo, lo vivo y lo femenino que se
proferida por elp^Hre^significante¿emrumad£ejisujiio¿ilidad equívoca pudo obtener al final de la experiencia, y que en tanto tal es el índice de
apunta al vacío de toda significación que el significante pudiera acarrear. una satisfacción correlativa, a un cuerpo que se puede agarrar.

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i
Si el sínthoma es lo que viene a escribirse en el lugar de la relación sexual Esa extraña topología entre el ar
jmposible de ser escria, lo que se ama en el fondo en alguien es su sínthoma,
es decir, los signos que éste envía y que reflejan la manera como cada uno
trata la ausencia de relación sexual. Y eso —por suerte a veces ocurre—
puede desencadenar el amor.

Yo he vi
forelmun

Notas Desde la soledad al sínthoma


He presentado hace un tiempo un testimor
1 Testimonio presentado en las XII Jornadas en el que hablé sobre el amor antes y después
Anuales de la EOL Santa Fe "El goce y los lazos lo único que puede serle fiel un hombre es a su
amorosos", octubre de 2010, publicado en El en un número 14 de la revista Enlaces, No voy
Caldero de la Escuela Nro. 14, 2010.
pueden leerlo. Pero quizás pueda destacar algui
! Lacan, J.: El Seminario, libro 11 "Los cuatro con-

ceptos fundamentales del psicoanálisis", Raidos, tantes para mí.


Buenos Aires, 1987, p. 165. Como cantaba Julio Sosa "Yo anduve siempre
3 Miller, J.-A.: "El porvenir del Mycoplasma labora- sobran los consejos, y no creo que sepa demasi
torlum" en £/ Caldero Nueva Serie N°6, 2008. dice el tango. Sin embargo, esta temática ha sid
' Miller, J.-A.: La angustia lacanlana, Raidos, durante mi vida como psicoanalista. Y debo decir
Buenos Aires, 2007.
viviendo el tema, como escribe Hornero Expósi
En aquella presentación repasé la relación con.
a lo largo de mi vida, en un recorrido que puede
del Edipo, desde la soledad al sinthoma. Entre
permite horadar esa ética del soltero que es ce
Siempre hay en los Hombres, habrá excepción*
de solterón, por el temor que le tienen los h'om
Esto irrumpe en muchas ocasiones en la ado
excepción, bajo la figura de la inhibición.
Una serie de significantes se asociarían a esta
la misma sea trabajada en el análisis.
No podría asegurar si esos signiñcantes es
probable, o quedarían establecidos a partir de u
zada por un actor que ya ha fallecido: Tony Cu
líos significantes ya eran fundamentales para, rr
esefílm, hubieran hecho de él la que elegí por

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