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y sociedad
R * sta deCienciasSociales
A
Luigi Ferrajoli y Danilo Zolo 1 afrontar el tema "marxismo y
Universidad de Camerino - Italia.
Universidad de Siena - Italia. cuestión criminal" se hace pre-
ciso distinguir dos órdenes de
problemas. Primero, el constituído por
la siguiente cuestión: pueden hallarse en
la producción de Marx y en la reflexión
marxista posterior los elementos de una
doctrina "materialista" de la desviación
y del control social, capaz de explicar
estos fenómenos en los términos en que
los mismos se manifiestan en las socie-
dades capitalistas avanzadas? El segun-
do se define en relación a una diversa
interrogante: ¿pueden trazarse, y sobre
la base de qué hipótesis teóricas, indica-
ciones estratégicas de política criminal
en la perspectiva de la transición al so-
cial ismo?
Antes de responder a estas preguntas
nos parece oportuno hacer una adver-
Publicado en "La questione criminale", año III,
N91, Roma, 1977 y en "Democracia autoritaria y tencia. Es nuestra opinión que el análi-
Capitalismo maduro". El viejo topo - Barcelona sis marxista de la sociedad burguesa ofre-
1980.-
60 Luigui Ferrajoli - Danilo Zolo
ce elementos teóricos necesarios para no cabe obtener, sino en forma más bien
una explicación científica de los funda- embrionaria, en el patrimonio científico
mentos estructurales de la criminalidad del marxismo 2.
moderna y de los actuales procesos Es lógico que adoptando este punto
institucionales de criminalización tal y de vista creamos oportuno en primer
como resultan determinados por el modo lugar contrastar como científica y políti-
de producción capitalista. Entendemos, camente infecundo el intento de cons-
no obstante, que dichos elementos, aun- truir una teoría materialista de la crimi-
que indispensables para una explicación nalidad filológicamente anclada en los
de la criminalidad que no hipostatice el textos clásicos del marxismo y contra-
delito como fenómeno natural y ahistó- puesta como "alternativa global" -en
rico, no son, sin embargo, suficientes nombre de una supuesta exhaustividad
para la construcción de una teoría y exclusividad de las indicaciones suge-
"global "o "total" de la desviación cri- ridas por el análisis marxiano- a las po-
minal del tipo de la que nos parece pro- siciones teóricas desarrolladas por la nue-
pugna por ejemplo la revista La va criminología crítica (de ascendencia
Questione Crin inale'. Una teoría sociológica, antropológico-cultural,
"global - de la criminalidad requiere, en psicoanalítica)'. En segundo lugar, con-
efecto, a nuestro modo de ver, que las sideramos carentes de actualidad y
indicaciones recabables del amílisis mar- valor científico aquellos elementos de
xista de la economía capitalista -que ata- filosofía política presentes propiamente
ñen sobre todo, como procuraremos de-
mostrar, a las condiciones históricas y
estructurales del fenómeno criminal- se (2) Sobre el escaso desarrollo de una teoría pólítica
integren con teorías sociológicas empí- marxista se ha registrado un acuerdo general
entre teóricos marxistas y no marxistas en ocasión
rica y analíticamente explicativas de la del reciente debate teórico-político suscitado en
compleja trama de factores "sobreestruc- 1975 por Norberto Bobbio. Véase ahora AA. VV. "Il
marxismo e lo Stato", en "Quaderni di Mondo-
tura les", de orden psicológico, socioló- peraio", n.° 4, Roma 1976 y N. Bobbio, "Quale
gico, político y cultural, presentes en los socialismo".7, Torin.o 1976. (Hay trad. castellana
de ambas, ya citada.)
procesos criminógenos. Por otro lado,
una teoría de ese alcance postula la ela- (3) Disentimos completamente, en particular, de
las indicaciones epistemológicas propuestas por
boración de una doctrina política del Dario Melossi en el escrito antes citado. Según él
control social en materia criminal, y más se trataría de "extender la hegemonía de la única
teoría social científica, el marxismo, a todo el
en general del derecho y del Estado, que campo constituido por los objetos de las llamadas
`ciencias sociales', en el esfuerzo de eliminar, de
este modo, las distintas y separadas concepciones
de 'ciencias diversas', como la sociología, el dere-
( 1 ) Cfr. A. Baratta, "Criminologia liberale e cho, la psicología, la economía, etc. Puesto que
ideologia della difesa sociale", en La Questione "cuando el marxismo toma posesión de nuevos
Criminale, enero-abril 1975, n.° 1, p. 60 V. y D. sectores del 'conocimiento', como por ejemplo la
Melossi, "Criminologia e marxismo: alle origini criminología, destruye la criminología como tal, al
della questione penale nella societa de `il Capitale'." mismo tiempo que enriquece sus propios concep-
/VI, marzo-agosto 1975, 1, n.° 2, pp. 332 ss. tos base" (pp. 333-4).
Marxismo y Cuestión Criminal 61
des del sector terciarioi". Bajo el prisma a aquellos modelos'2. Nunca pudo re-
criminológico estos sectores marginales sultar más trastocada la idea de la des-
son muy escasamente asimilables al pro- viación como acto político o manifesta-
letariado. Por otra parte, parecen intere- ción de la lucha de clases: según la hi-
-
sados sobre todo en fenómenos de de- pótesis que avanzaremos más adelante,
-
lincuencia innovadora ", es decir de cuanto mayor es la conflictividad social
conductas transgresoras que no se diri- en las formas de la lucha de clases orga-
gen contra los modelos sociales domi- nizada y consciente, tanto más disminu-
nantes -como sucedía en el raso del pro- ye, junto a los fenómenos de disgrega-
letariado "rebelde" de los países capita- ción social y cultural de los sectores
listas más avanzados del pasado siglo- subalternos, la rebeldía individual y
sino que afectan por el contrario a los qualunquista que se expresa en las ma-
medios y a las reglas institucionales es- nifestaciones criminales.
tablecidas para la adecuación subjetiva Por lo demás, las penas privativas de
(10) En 1973, de entre 88.400 condenados, los (11) Cfr. R. K. Merton, Teoría e struttura sociale,
trabajadores industriales (los obreros) eran sólo Bologna 1957, pp. 373-80. (Hay trad. castellana,
15.664 y sólo 3.010 los dedicados a la agricultura México 1964.)
(Istat, "Annuario di statistiche giudiziarie", 1974,
Roma 1976, pp. 2702): es decir, en su conjunto, un, (12) La circunstancia, invocada con frecuencia, de
porcentaje del 21,12 % sobre el total de los conde- que un gran número de los delitos penalmente
nados, que corresponde perfectamente al de los perseguidos en nuestro país, como en la mayoría
obreros y campesinos sobre el total de la población de los de capitalismo avanzado, lo constituyen los
italiana excluidos los menores de 14 años y los de contra la propiedad, no dice aún nada acerca de
jubilados (7.511.291 trabajadores dependientes su carácter de clase, y tampoco sobre la directa
de la industria y de la agricultura sobre 34.734.373 función capitalista de las instituciones penales.
personas, equivalente al 21,62 % ). (Datos tornados Dice, más sencillamente, que la apropiación de la
del censo de 1971: Istat, "Annuario statistico ita- riqueza, sin ser la única, es ciertamente una causa
liano", 1976. Roma 197(3, pp. 25-26, 1(3-7, 32.) fundamental del conflicto social: pero ésta no
Particularmente significativo es el dato relativo a parece una característica peculiar del capitalismo,
los emigrantes. En 1974 sobre 83.513 ingresados puesto que se encuentra en todo grupo social
en la cárcel, el número de condenados por delitos caracterizado por profundas desigualdades y
cometidos en una región distinta de la de naci- estratificaciones sociales. Por otra parte, la cir-
miento fue de 32.502. El porcentaje de emigrantes cunstancia a que se ha hecho referencia debe ser
resulta altísimo, hasta superar ampliamente el de reconsiderada. En 1973, de 88.400 condenados, lo
los naturales, en las regiones del triángulo indus- fueron por delitos contra el patrimonio 17.629 (de
trial (Piamonte, Lombardia y Liguria), donde de los que 12.363 por hurto), es decir, alrededor de un
25.748 ingresados en las cárceles por delitos come- quinto del total (Istat, "Annuario di statistiche
tidos en las tres regiones, sólo 8.551 habían nacido giudiziarie", 1974, cit. p. 234): una fracción bastan-
en la misma región en que delinquieron todos los te modesta, si se tiene en cuenta el hecho de que
demás eran emigrantes en ella, preferentemente los delitos contra el patrimonio constituyen el 75
(11.28(3) de las regiones meridionales (Campania, % del total. de los delitos que dan lugar a procedi-
Puglia, Basilicata, Calabria, Sicilia, Cerdeña). miento penal (1.189.402, de los que 1.126.601 son
(Istat "Annuario di statistiche giudiziarie", 1975, hurtos, sobre un total de 1.591.109 delitos denun-
cit. pp. 260-1.) Por lo demás, las regiones meridio- ciados en 1973). Como se sabe, los de hurto son los
nales pagan a la cárcel el tributo más pesado: de delitos en que se registra el más alto porcentaje de
77.694 ingresados en 1974 y nacidos en Italia, denuncias contra autor desconocido (1.082.989,
46.57010 habían sido en las regiones meridionales equivalente al 86,12 % de los hurtos denunciados)
(ibid). (ivi, p. 208).
Marxismo y Cuestión Criminal 65
las nuevas agencias públicas y privadas legitimación del dominio y del -orden-
de control social (de la CIA al SID, a los socio-económico, fuera de aquel, arcai-
"vigilantes"); los sistemas cibernéticas co y elemental, para el que la represión
de centralización autoritaria de la inter- violenta, posiblemente sangrienta, del
pretación legal, como el que la Corte de crimen es, como el crimen mismo, un
Casación prepara silenciosamente en es- elemento disuasorio simbólico necesa-
tos anos y, por otra parte, los de catalo- rio para el mantenimiento de la discipli-
gación con fines policiales de simples na y del orden.
imputados nunca condenados''. Todas Por lo demás, las instituciones
estas estructuras de producción del con- carcelarias italianas, incluido el sistema
senso y de estigmatización político-cor- de las medidas de seguridad privativas
porativa de los disidentes parecen de libertad (piénsese en el infame archi-
perfilarse como un sistema diferenciado piélago Gulag de los manicomios judi-
de control social bastante más eficaz que ciales) y las distintas formas institu-
las formas tradicionales de penalización cionales, públicas y privadas, de repre-
carcelaria; las cuales, sobre todo allí don- sión de los menores, han sido siempre
de conservan como en Italia su carácter ejemplares por su escasa violencia ideo-
toscamente vejatorio, parece que hoy tie- lógica, su brutalidad y atraso. Desde este
nen reservada ya sólo una función gené- punto de vista tales instituciones no son
ricamente represiva, sin otro efecto de más que lugares criminógenos, por sus
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68 Luigui Ferrajoli - Danilo Zolo
rá también el Estado-23. Ciertamente será oficina y una sola fábrica, con trabajo
necesario, "mientras llega la fase 'supe- igual y salario igual -27. "Pues cuando
rior' del comunismo, que por parte de la todos hayan aprendido a dirigir y dirijan
sociedad y del Estado se ejerza el más en realidad por su cuenta la producción
riguroso control sobre la medida de tra- social, a llevar por su cuenta el registro
bajo y la medida de consumo -24. Pero se y el control de los haraganes, de los
tratará de un control "ejercido no por un señoritos, de los gandules y de toda esta
Estado de burócratas, sino por el Estado ralea de 'guardianes de las tradiciones y
de los obreros armados": un control que del capitalismo', entonces al escapar a
presupone -la transformación de todos este control y a este registro hecho por
los ciudadanos en trabajadores y em- todo el pueblo será inevitablemente algo
pleados de un gran 'consorcio' único, a tan inaudito y difícil, una excepción tan
saber de todo el Estado-25 y la forma- extraordinariamente rara, provocará pro-
ción y la educación de la disciplina de bablemente una sanción tan rápida y tan
millones de trabajadores-26 que por tan- severa que la necesidad de observar las
to, en cuanto control de la "mayoría del reglas nada complicadas y fundamenta-
pueblo", "será realmente universal, ge- les de toda convivencia se convertirá
neral, del pueblo entero, y nadie podrá muy pronto en una costumbre-28 .
rehuirlo, pues 'no habrá escapatoria po- El advenimiento de la sociedad co-
sible'." Toda la sociedad será una sola munista, es decir, la desaparición por
una parte del Estado y del derecho como
superfluos, y por otra de la desviación y
del conflicto, aparecen de esta manera
(23) Ivi, p.,365. confiados a un proceso de homoge-
nización ética del cuerpo social y de
(24) Ivi, p. 370. "Contabilidad y control: he aquí lo
principal, lo que hace falta para 'poner a punto' y socialización de la represión, que será
para que funcione bien la primera fase de la tarea de la dictadura del proletariado
sociedad comunista. En ella, todos los ciudadanos
se convierten en empleados a sueldo del Estado, imprimir y hacer cumplir. Una concep-
que no es otra cosa que los obreros armados. Todos ción de la revolución y del comunismo
los ciudadanos pasan a ser empleados y obreros de
un solo 'consorcio' de todo el pueblo, del Estado." que innova profundamente la marxiana
(ivi, 373.) y que será restaurada y desarrollada por
(25) Ivi, p. 370. Gramsci en los Quaderni, donde la tran-
sición al socialismo aparece como tran-
(2(3) Ivl; p. 373. Precisamente Lenin afirma: "el
desarrollo del capitalismo crea las premisas para
sición hacia una sociedad "ética" o "re-
que 'todos' realmente puedan intervenir en la
gobernación del Estado. Entre estas premisas se
cuenta la completa liquidación del analfabetismo,
conseguida ya por algunos de los países capitalis-
tas más adelantados, la 'instrucción y la educación
de la disciplina' de millones de obreros por el
amplio y complejo aparato socializado de Correos, (27) Ivi, p. 373.
de los ferrocarriles, de las grandes fábricas, del
gran comercio, de los bancos, etc." (ibid.) (28) Ivi, p. 374.
Marxismo y Cuestión Criminal 71
pecto radicalmente negativo del recha- líneas maestras de una "política crimi-
zo irracional e inmoral de un bien social nal del movimiento obrero" que sea una
absoluto. Y la represión asumiría en el alternativa a la burguesía y al mismo
mejor de los casos el mismo carácter tiempo inmune a las sugestiones
paternalista y didactista (teológico) que integristas y autoritarias presentes en la
generalmente ha tenido en os regímenes tradición post-marxiana.
autoritarios, desde la teocracia medieval La primera de tales indicaciones hace
a los modernos totalitarismos. A la obli- referencia a las raíces estructurales de
gación política que impone de confor- los modernos procesos criminógenos. El
mar las conductas externas a los precep- carácter específico del sistema de pro-
tos de la normativa penal se acompaña- ducción capitalista, tal como emerge de
ría, para el ciudadano en discordia, la la crítica marxista de la economía bur-
obligación moral de la persuación y de guesa, es la dependencia de los medios
la complicidad con sus represores. Una de subsistencia, y por tanto de la super-
justicia de este tipo se vería llevada a vivencia, del cambio de la fuerza de
privilegiar instrumentos teórico-penales trabajo con el capital. En este sistema,
como la confesión y la autoacusación: puesto que el cambio de la fuerza de
sería por consiguiente una justicia em- trabajo se rige por las leyes del merca-
peñada en promover en los sujetos des- do, no existe para el individuo -dejando
viados propósitos de autoenmienda, de a salvo los correctivos introducidos de
expiación y de adhesión interna a los un lado por el moderno sindicalismo y
conformismos dominantes. del otro por las prácticas asistenciales
corporativas del Estado neocapitalista-
4- Si no es útil, a nuestro modo de ninguna garantía institucional ni social
ver, el intento de elaborar una teoría de la ocupación de su fuerza de trabajo
"
global "o "total" de la desviación y del y por ende de su subsistencia. Por el
control social, sobre la base de un contrario, como se previó rigurosamen-
reexamen filológico de los clásicos mar- te por la teoría del ejército industrial de
xistas, cabe sin embargo recabar, del reserva y como ha demostrado la expe-
conjunto de la reflexión marxiana, al riencia de los países capitalistas incluso
menos tres indicaciones teóricas y en sus modelos más avanzados, la des-
metodológicas fundamentales. Se trata ocupación es un fenómeno estructural y
de indicaciones indispensables para una no coyuntural de la economía capitalis-
aproximación científica y políticamente ta; en la cual el índice de desocupación
fecunda a la cuestión criminal: ya por- tiende a variar en relación a la cantidad
que sin ellas no es posible, desde nues- de capital que ofrece empleo a la fuerza
tro punto de vista, una comprensión de de trabajo y al cambio de las técnicas
la criminalidad moderna en sus conno- productivas, sin llegar a anularse nunca.
taciones históricas específicas; o bien El desarrollo del capitalismo, en suma,
porque las mismas permiten plantear las no sólo no garantiza el pleno empleo,
74 Luigui Ferrajoli - Danilo Zolo
gicamente, no una sociedad más moral, fructíferos los resultados analíticos ob-
sino una sociedad liberada de las cate- tenidos por la m-d-derna investigación
gorías de la ética cristiano-burguesa: es criminológica, desde el labelling
una sociedad -sin moral", puesto que la approach a las teorías funcionalistas de
instancia moral se habrá resuelto de for- la anomia, de las investigaciones sobre
ma materialista en la organización las subculturas criminales a las indaga-
sinérgica de los intereses y de la liber- ciones psicoanalíticas sobre la crimina-
tad. 49 lidad y la pena. Y permiten plantear una
respuesta, aunque sea sumaria, a la se-
7- Las siete indicaciones teóricas an- gunda cuestión formulada al principio
tes expuestas son aún formulaciones de sobre las líneas de una política criminal,
principio, muy abstractas y generales. en la perspectiva del socialismo.
No obstante, valen para aclarar, por un Las hipótesis estratégicas de política
lado, el carácter histórica y socialmente criminal que nos parece se pueden ex-
determinado de la criminalidad moder- traer de lo hasta aquí expuesto son esen-
na en sus procesos criminógenos y cialmente cuatro. Las dos primeras se
criminalizantes, por otro, el carácter so- refieren a una política de prevención del
cial de la -responsabilidad penal" y la delito; las otras dos hacen referencia a
consiguiente exigencia de una socializa- las formas de tratamiento de la desvia-
ción integral del tratamiento penal. ción criminal.
Como tales, ellas prestan la base teórica La primera hipótesis tiene que ver
indispensable para una criminología con la base estructural de la desviación
científica de fundamentación materia- criminal de tipo marginal y subproleta do,
lista y al mismo tiempo capaz de hacer y consiste en la instauración de garan-
tías sociales de existencia capaces de
impedir la marginación social de la fuer-
(49)"Dentro de la sociedad comunista, la única za de trabajo y los fenómenos de
donde el desarrollo original y libre de los indivi-
duos no es una frase, este desarrollo está condicio- desocialización y disgregación cultural
nado precisamente por la cohesión de los indivi- inducidos por ella. Si es verdad, como
duos, cohesión que se da, en parte, en las premisas
económicas mismas y, en parte, en la necesaria hemos tratado de probar, que en la so-
solidaridad del desarrollo libre de todos y, final- ciedad moderna la desviación crimina-
mente, en el modo universal de manifestarse los
individuos sobre la base de las fuerzas de produc- lizada tiene raíces estructurales en la
ción existentes. Aquí se trata, pues, de individuos precariedad de vida que deriva del nexo
que han llegado a una determinada fase de desa-
rrollo histórico y no, ni mucho menos, de indivi- trabajo asalariado/medios de subsisten-
duos casuales cualesquiera, y esto aún prescin- cia, del abandono de la fuerza de trabajo
diendo de la necesaria revolución comunista, que
es, a su vez, una condición común para su libre a los mecanismos de marginación del
desarrollo. La conciencia de los individuos acerca mercado, y de la consiguiente incerti-
de sus relaciones mutuas es también, naturalmen-
te, otra muy distinta y no será; por tanto, ni el dumbre de la ocupación laboral, el pri-
`principio del amor' o el devouement ni tampoco el mero y más decisivo instrumento de una
egoismo." (K. Marx, "La ideologíá alemana", cit., p.
52(3.) política criminal del movimiento obrero
Marxismo y Cuestión Criminal 83
estará constituído por transformaciones trategia que asuma los intereses de las
radicales de la estructura productiva ca- capas marginales y subproletarias como
paces de asegurar a todos los sujetos, un todo único con los intereses del pro-
mediante la superación del carácter de letariado, y su defensa como objetivo
mercancía de la fuerza de trabajo y de no accesorio sino central de la lucha
su exposición a las dinámicas incontro- política y social.
ladas del mercado, garantías sociales de El reciente desarrollo de la crimina-
vida y supervivencia. Todo esto signifi- lidad en Italia es en este sentido ejem-
ca la -detrucción - junto con los fenó- plar. Precariedad e incertidumbre de las
menos antes ilustrados de marginación perspectivas de colocación social se han
social del subproletariado y de desarro- convertido hoy, en la actual fase de cri-
llo de las subculturas, de aquellos que sis económica, en una condición de vida
constituyen los principales factores de estratos de población cada vez más
"antisociales de nacimiento del delito": amplios. Esta condición interesa ahora
las relaciones capitalistas de producción, no ya sólo al proletariado y al subpro-
su dominio sobre los individuos y la letariado, sino también a las capas me-
subsunción en aquellas de sus relacio- dias de la burguesía intelectual y tercia-
nes personales, el mercado laboral, el ria, golpeadas sobre todo en sus sectores
consiguiente carácter antisocial de las jóvenes, por fenómenos crecientes de
actuales condiciones de vida y de traba- desocupación intelectual, de precaria
jo. ocupación, de subempleo. Bajo este as-
Es claro que así formulada la aludida pecto, el fenómeno más llamativo es la
hipótesis es estratégica se identifica con desocupación juvenil y en general la au-
el proyecto de transformación revolu- sencia para los jóvenes de perspectivas
cionaria en sentido socialista del siste- seguras de trabajo e inserción social. De
ma de. producción. Pero es también evi- él se ha seguido una expansión masiva
dente que semejante hipótesis puede ser de las capas marginales -subproletariado
perseguida ya en la sociedad burguesa a y sub-burguesía- y de las correspondien-
través de una política del movimiento tes subculturas, sobre todo juveniles, de
obrero y sindical dirigida a realizar y que es síntoma el aumento de algunos
garantizar el pleno empleo de la fuerza delitos (hurtos, robos y contra la propie-
de trabajo. Política y lucha por el em- dad en general) 50, y la creciente tasa de
pleo y política socialista de prevención delincuencia juvenil'. Contra estos fe-
del crimen son en este sentido la misma nómenos de desviación carecen de sen-
cosa: es decir, una política de autotutela tido terapias represivas o intervenciones
de los trabajadores contra la precariedad legislativas en defensa del orden públi-
de las perspectivas de subsistencia y de co, y únicamente lo tendría la superación
supervivencia orgánicamente conexa a de este orden y de sus mecanismos
la organización capitalista de la socie- desocializantes.
dad. Su presupuesto común es una es-
84 Luigui Ferrajoli - Danilo Zolo
ventivo debe estar orientada a la sociali- delitos sindicales; todos los delitos y con-
zación de los -espacios antisociales de travenciones de policía previstos para
nacimiento del delito" -bien por su des- los marginados); otros convertidos en
trucción a nivel estructural, o mediante il ícitos administrativos punibles con san-
su organización y emancipación en el ciones leves de carácter no privativo de
político y cultural- del mismo modo una libertad y sin procesos solemnes, pero
política socialista de intervención sobre obviamente con las garantías del contra-
la desviación criminal habrá de estar di- dictorio (pequeñas perturbaciones del
rigida a la socialización de todo posible orden público, resistencias y ultrajes a
tratamiento penal. La primera hipótesis los agentes del orden, riñas de vecindad,
estratégica en esta dirección es de carác- etc.); otros únicamente perseguibles a
ter negativo. Y consiste en la superación instancia de parte (los delitos contra la
de la ideología cristiana y burguesa de propiedad, desde los hurtos a las peque-
la culpa y de la responsabilidad indivi- ñas estafas).
dual que, como liemos dicho, está en la En segundo lugar, debería procederse
base del proceso de criminalización de a una profunda revisión del rango de los
tipo moderno. Si es verdad que los luga- bienes tutelados por el ordenamiento
res de originación del delito no son la penal burgués, sobre la base de una exac-
conciencia y la voluntad del individuo, ta identificación de las necesidades y los
sino las condiciones sociales y cultura- intereses de los trabajadores y de la co-
les en que éste se ve obligado a vivir y a lectividad; y por tanto a la inversión de
obrar, entonces no se trata de perseguir su actual jerarquía caracterizada por la
culpas y responsabilidades individuales, prevalencia de los intereses propietarios,
sino por el contrario de socializar las de la ética sexual y del prestigio de las
culpas y las responsabilidades. En el pla- instituciones y de la autoridad, y a su
no institucional esta indicación compor- sustitución por otra diversa, que mire en
ta, a corto plazo, una política dirigida a primer plano a la tutela del ambiente, de
una drás ti ca reducción de la esfera de la la salud, del trabajo, y en general de los
intervención penal de índole crimina- intereses materiales de la colectividad.
lizadora y a la conversión de ésta de Una revisión de esta naturaleza mos-
intrumento privilegiado en instrumento traría claramente, a nuestro parecer,
secundario y excepcional de terapia cómo en la mayor parte de los casos la
anticriminal. protección de intereses primarios y co-
Una política del derecho orientada lectivos requiere no tanto intervencio-
en tal sentido debería proceder, en pri- nes penales de carácter represivo, es de-
mer lugar, a una despenalización masi- cir, dirigidas contra personas responsa-
va de todas las hipótesis de delito no bles de sus lesiones, cuanto transforma-
graves. Muchas figuras delictivas serían ciones profundas de la organización so-
puramente suprimidas (los delitos de cial capitalista o cuando menos un dis-
opinión, de asociación y de reunión; los tinto y bastante más complejo sistema
Marxismo y Cuestión Criminal 87
lugar, la superación del principio de res- las antes mencionadas nos parece que
ponsabilidad individual-personal, y por deben rechazarse también cuando se uti-
tanto, por un lado, del culpabilismo y licen para designar una genérica alter-
del moralismo jurídico, por otro de la nativa institucional al tratamiento peni-
concepción teológica y estigma tizadora tenciario, de que no se precisen formas
de la pena; en segundo lugar, e y contenidos. En este sentido genérico,
inversamente, la socialización del con- en efecto, aquellas prefiguran y perfec-
trol y tratamiento de la desviación cri- cionan el modelo de una sociedad edu-
minal, en el doble sentido de su gestión cada, adaptada, integrada, homogénea,
social y de a su función socializadora. en una palabra, opresiva, sobre la base
de esquemas normativos o de normali-
10- Hemos hablado antes de "socia- dad social impuestos con la fuerza o con
lización" del tratamiento de la desvia- la inducción coactiva del consenso.
ción criminal. Esta expresión es nota- El único modelo de socialización que
blemente ambigua y susceptible de múl- nos parece debe ser perseguido en una
tiples usos e interpretaciones. De ella, perspectiva socialista, no es un modelo
como de toda fórmula genética del tipo de socialización en forma institucional
"reeducación", "readaptación", "recupe- ni mucho menos coercitiva. Las formas
ración social -, -reinsereión social - y si- y los medios de socialización tendrán
milares, nos vemos por principio en la que ser a su vez "sociales". Lo que quie-
necesidad de desconfiar. Desconfiamos re decir que una socialización real del
sobre todo cuando se emplea para acre- desviado puede darse únicamente desa-
ditar modelos educativos de tipo rrollando su sociabilidad, es decir, ase-
persuasorio y paternalista a practicar en gurando las más amplias condiciones
las actuales instituciones carcelarias. Por para una práctica efectiva de las liberta-
mucho que se la quiera reformar, la cár- des civiles y políticas capaz de hacer de
cel será siempre un lugar antisocial; y él sujeto activo y no pasivo de relacio-
las medidas de reeducación o resocia- nes sociales; y, por otro lado, promo-
lización que se introduzcan en ella serán viendo la emancipación colectiva, de tipo
siempre, como es el caso de la cárcel cultural y político, de las formaciones
italiana recientemente reformada, un sig- sociales en cuyo interior se desarrolla la
no autoritario y vindicador y una fun- criminalidad.
ción de integración ideológica y de La hipótesis avanzada aquí equivale
aculturación violentan. Pero las fórmu- al rechazo de un modelo socialista de
"tratamiento institucional" de la crimi-
nalidad alternativa del burgués. La al-
ternativa criminológica socialista no está,
(55) L. Ferrajoli, "Dal regolamento fascista Rocco
en efecto, para nosotros en una forma
al nuovo progetto di riforma carceraria", en jurídica diversa del tratamiento penal,
Problemi del socialismo, año XVI, n.' 21-22, mayo- sino en el abandono, obviamente
agosto 1974, pp. 420-39.
Marxismo y Cuestión Criminal 89
tendencial, de cualquier forma de "tra- nal 56 , sino sobre todo suprimir, o por lo
tamiento institucional". Esto no supone menos reducir cuantitativamente la es-
imaginar una sociedad socialista en que fera misma de la intervención penal. Con
no tenga lugar la desviación (incluso esto tratamos de tomar clara y decisiva
criminal) y el conflicto, y en que por posición contra las tentaciones antifor-
ello el derecho penal se extinga como malistas y antigarantistas en que dema-
"superfluo". Al contrario, pensamos que siado a menudo ha caído la teoría jurídi-
en la sociedad comunista se dará (debe- ca post-ma rxia na y que, presentes toda-
ría darse) si no el fin de la conflictividad, vía hoy en la cultura política de la iz-
sí la liberación de la misma, y por consi- quierda, no son sino el replanteamiento
guiente de la desviación individual, hoy de viejos y funestos modelos de legali-
reprimida por mútiples mecanismos dad estalinista: supresión de la tipicidad
integradores de la sociedad burguesa. de los delitos y de la proporcionalidad y
Se tratará, naturalmente, de una conflic- carácter tasado de las penas, normación
tividad y una desviación no -determina- no general y abstracta sino por tipo de
das - por el conflicto capital/traba jo, sino autor determinable sobre la base de cri-
estructuralmente "indeterminadas". La terios políticos (del tipo de "enemigo
alternativa socialista indicada aquí es por
lo demás la de la aceptación social, en
los límites de lo posible (y ésta del lími-
te es ciertamente una cuestión delicadí-
sima), de este tipo de desviación. Lo (56) Es ésta la indicación, de la que disentimos
que quiere decir que gran parte de la plenamente, de E. B. Pasukanis (op. cit., pp. 143-
160), que partiendo de la tésis del nexo entre
desviación debería ser no-tratada, sino "forma de mercancía" y "forma jurídica" y de una
simplemente tolerada como señal y pro- absurda configuración contractualista del delito,
de la pena y del proceso penal (pp. 151-156), llega
ducto de tensiones y disfunciones socia- a pronosticar la superación de la forma jurídica del
les que no pueden encontrar soluciones proceso y del tratamiento penal y su sustitución,
por "medidas de defensa social" ya no disciplina-
en la pena (sobre todo privativa de li- das por reglas jurídicas sino por "reglas técnicas"
bertad) sino únicamente en los grupos directamente orientadas a la defensa de la socie-
dady a la corrección del delincuente: "La transfor-
sociales en cuyo interior se manifiestan. mación de la pena de retribución en medida ade-
En este sentido, la hipótesis estraté- cuada de defensa social y de reeducación de los
individuos socialmente peligrosos significa resol-
gica expuesta se complementa con la ya ver un gran problema organizativo que no sólo
anticipada, de la progresiva reducción tiene raíces fuera del dominio de la actividad
puramente judicial, sino que, en caso de éxito,
de la esfera de intervención penal como hace sustancialmente superfluos el proceso y la
instrumento de defensa y de control so- sentencia judicial. En efecto, cuando esta tarea
está realizada completamente, la corrección por el
cial. Combatir el principio de la respon- trabajo no sólo deja de ser una simple 'consecuen-
sabilidad individual, el moralismo y el cia jurídica' de la sentencia que sanciona un su-
puesto delictivo, sino que se convertirá en una
culpabilismo jurídico-burgués, no sig- función social completamente autónoma, de natu-
nifica, por tanto, abandonar la forma raleza médico pedagógica" (ivi, pp. 158). A tal fin,
Pasukanis, propone la superación. en cuanto "pe-
jurídica del control y del tratamiento pe- netrados por el principio de equivalencia", tanto
90 Luigui Ferrajoli - Danilo Zolo