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secretaría de
seres que se transforman, tesoros escondidos
educación pública
y matrimonios engañosos
De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública
Historias de espantos,
seres que se transforman, tesoros escondidos
y matrimonios engañosos
Directorio
Historias de espantos,
seres que se transforman, tesoros escondidos
y matrimonios engañosos
De las cosas
que se cuentan
Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Edición
Consejo Nacional de Fomento Educativo
Adaptación
Elisa Ramírez Castañeda
Diseño
Cynthia Valdespino Sierra
Ximena Pérez Viveros
Coordinación editorial
Pedro Antonio López Salas
Rodolfo A. Montes Martínez
HECHO EN MÉXICO
10 Presentación
Índice
12 De las cosas que se cuentan...
22 Shiguergue
23 Jícara de lumbre
30 In naguali
31 Salen nada más de noche
34 Tapalajni
35 El señor que se convertía
36 To xhigul no to rig bruj
37 El señor y la gallina bruja
40 Cochibrujë
41 La bruja cochi
44 Je xa chota
45 El señor león
48 In nagual
49 El nagual
82 Glosario
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
De las cosas que se cuentan…
Quién sabe quién espanta, por qué sucede, ni cómo nos
espantamos. Pero cuando nos toca, sabemos de inme-
diato de lo que se trata. A veces, las apariciones no ha-
cen mal: avisan o previenen, dan dones o descubren
algún secreto, muestran algún tesoro oculto destinado
solamente a quien los mira.
Los naguales son hombres o mujeres que se convier-
ten en animales y también espantan. Se transforman y
salen de noche; como verás, tienen diferentes maneras
de convertirse en animales. No son como los animales de
los cuentos, que se comportan y hablan como hombres,
aunque sólo aparezcan en los relatos. Tampoco son bru-
jos; aunque tengan poder para dañar, algunos son pro-
tectores de las comunidades y los pueblos.
Los naguales como los que aparecen en los textos
siempre son descubiertos, porque transformarse no es
fácil. Lo interesante es saber que ese puente entre los
animales y los hombres tal vez nunca ha estado cerrado
del todo, como lo muestran los relatos donde se llegan
a casar con humanos o a vivir con ellos.
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Hacedores de las Palabras
Kataya ze huelta ze ojli huan kataya pa ajzik pin pueblo; kijtulo len lajko di pin
Pin ojli
Náhuatl
ojli kataya ze tixkali palak, kijtulo len umpa in lakamez amo panulhuaya ka layua
leka da panulhuaya kin mulalhuaya ka tixkalijmiz. Axan ajmo lamajtilo. Ki lajlanije
in tata di pan tiopan huan kilije len panuhuaya pin ojli huan in tata di pa tiopan
amo la niltok huan kijtok:
—Matian ti laxhan ya ma muxhia layua pa nikitas dajmo hizlakatilizli.
Kiman ya muxhiak layua yahuije kapa kataya in lamajtilizli huan pehuaje tixlaxilije
tixkalijmiz; in tata di pa tiopan kijtuk ze lakal mik huan ajmo kilalilije cruz. Huan
umpa kilalilije ze cruz pa kamo la majtiloz izkiaya.
Axan ya panulo huan amo lamajtilo huan, nikan lakiza in
lakitzalizli.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
En el camino
Había una vez un camino que estaba lejos
para llegar al pueblo. Y dicen que en medio del
camino había una piedra ancha, que dizque allí
la gente no pasaba de noche porque los ape-
dreaban. Y ahora ya no asustan. Le preguntaron
al padre por qué pasaba eso en el camino. El
padre no creyó y dijo:
—Vamos a ver, pero ya que se haga de no-
che, a ver si es cierto o es mentira.
Cuando se hizo de noche fueron a donde es-
taba el espanto y empezaron a tirar pedradas.
Y el padre dijo que un hombre se murió y no
pusieron cruz. Y entonces eso pusieron allí mis-
mo, para que ya no asustaran.
Ahora pasan y ya no asustan y ya, es todo el
cuento.
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Hacedores de las Palabras
Una vez, el señor Juan platica que hace como tres años fue
No to dze to gue gre guiael rulecilme lec eo no to dze biequime lecreo choup
Shiguergue
Zapoteco de Guevea
tzon meñ ni guiot tziquiñ ru viequime lecreo bshucnime no gueve risnal lec ime
no to nquie ni bsaglo lec me to gue niralme lec eo shiguergue no to nqureni bruj
per gueve ptiuñme a enquieve no gujtme no to ngnac go gac ru biecme gueve no
viasme com dzleo len guindeme nare nemeu guev elec eo ru viasme tluñnex
ngnave le gujtme no to nqure guiame bicshime rubieme lec eo gueve nesh zo
leme mbelt no nquieve socteñme meñ no shiguirgueve ptushme no
zleme meñ nor godmemeñ.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Jícara de lumbre
y una vez la vieron unos hombres que fueron
a trabajar; cuando la vieron, corrieron y esa
luz los seguía. Y un hombre la conoció: era
una luz que le dicen jícara de lumbre.
El hombre era brujo y ese hombre la
conoció, le tiró con arma pero la luz le
pegó y del miedo él se murió. Una mu-
jer vio esa luz cuando estaba durmien-
do, vio que la luz se levantaba; como
estaba en su fogón creyó que era
lumbre y cuando se levantó a apagar-
la le pegó la luz y ella se murió del
miedo.
Un hombre fue a un mandado
cuando vio la luz; no le hizo nada, por-
que él la vio como un hombre que era
su amigo, siempre lo veía de día. La vio
ese hombre, la luz no le hizo nada y el
hombre regresó, le avisó a la gente: el jíca-
ra de lumbre se enojó y espanta a la gente
y los mata, de tanto pegarles.
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Hacedores de las Palabras
Cuento de nahuat chojkani
Náhuatl
Y on kemiantika se chojkani,
yetoya ne ajkopa, monextia youak
iikuitik, se siuat manke,
nikochtoya uan nikakik, se okichpil
kinojnostoya, ne chojkani.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
La Llorona
Había una vez una Llorona.
En las noches, como a las doce de la noche, luego yo como
estoy durmiendo, hay más ruidos con la Llorona. Después un
niño lo quitó la Llorona, dijo la mamá que se lo quitó.
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Hacedores de las Palabras
Ute, que jan sda sdo; mijon fuu jn itojmuñe quiá tu sdí y ku jé
Jan sda sdo
Chinanteco
sda sdo coon i yañin yane jmujon kañin ajian elanni mejoon gno
ka jinjan tusdí tikän shi jni mejoon gno y tgoon kagnie yjoo
tusdo jnie sdasdo ki capt capi ke jo cañin y cajua, juo rakut kié
eracaá jnie mejoon cajua i majun jun tusdo porke maín espiritu
kian y ejoon jias gne’ je gne rikuna je tu jn porke espiritu kiana
saaban gne jmugura maakekekuna jaikí maa kesiñina.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Cuento de un tejón
papá lo mandó a que fuera a ver la siembra; pero no era
cierto que él cuidaba la siembra, lo que hacía era que saca-
ba lo sembrado.
Cuando regresaba a su casa el muchacho, su papá le pre-
guntaba que si seguían sacando la siembra.
—Que sí la seguían sacando.
Entonces el papá se enojó, y cuando lo mandó otra vez,
el señor fue tras del joven para ver si de veras cuidaba la
siembra. El señor llegó a donde estaba la siembra; ahí vio
que no eran animales los que sacaban la siembra sino
que era el mismo Pedro quien la sacaba.
Cuando vio el señor que el joven estaba haciendo
eso, le gritó:
—Pedro, Pedro, ¿qué haces?
Cuando escuchó esas palabras de su padre, brincó al
monte y se convirtió en un animal y se le llamó tejón,
pero en náhuatl se le llama petzotli.
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Hacedores de las Palabras
Xwankan makgtun chixku tapalajni puskat wa. Chu akgtun kilhtamaku alh
Tapalajni
Totonaco
Jun y kij jun y jawanlab in jidhtal akal ka kuachiy, jaik’i lajujun y okal ulich jun
an inik ne’chich ti wayal in utsa wan y borrego an uxum k’ale kin telo’oy
xí tu wayal, in tomtal tok’on neéch max u wayalich nin tomtal, kom yab in
ku tajá jun y thik’al an tam ulich an chuú xojta, an uxum in wixk’a in akan
borrego ki kauná an uxum k’alejtam in jila bolidh k’al jun y k’udhk’um any
kin telá nin tomtal max u wayalich, an k’ale k’al an borrego, an inik ch’akay kin
uxum in puná an borrego k’aletan kin t’elá janey in jilam in tomtal kom in
chuú an yaúl tam ti witsiy dhajaw an chuú jaich nin akan an uxum an inik in
inik utsan k’al in at inik na tomtal u pená in kuajbantsi ti, ajo, comino jaiki
k’alel kin alná y yaúl max yab tín beltsal xon ché y wakal an uxum in le’ná kin
kit jilkon jun y akal ejat, an inik jilk’on ti k’uajba’ nin akan yab in ejto kom
tilom k’al in tontal tayíl in utsa ne’chich jaik’ich dhajau an uxum chemech.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
El borrego y la señora
—Ya me voy a acostar, estoy bien
y le dijo a su esposa: cansado.
—Ya vámonos a dormir. Ya como a las once llegó otra vez
La esposa le dijo que iba a orinar. el borrego, y la señora fue a ver si su
Luego llegó un borrego y le habló esposo estaba dormido. Y como vio
a la señora. Ella fue a ver a su esposo que no se movía, la señora se quitó
para ver si ya estaba dormido. los pies y los dejó envueltos en una
La señora se montó en el borrego sábana y se fue con el borrego.
para ir a ver a un enfermo y regresó El señor se paró para ver qué era
temprano. lo que había dejado su esposa. Como
Después un señor le avisó al espo- vio que eran los pies, les echó ajo, co-
so que su mujer iba a ver a un enfer- mino; y como a las cuatro, la señora
mo con un borrego. se quiso poner sus pies y nunca pudo.
—Si no me crees, una noche qué- Y como ya era temprano, la mujer se
date despierto. murió.
El señor estuvo platicando con su
esposa, pero después le dijo:
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Hacedores de las Palabras
La bruja cochi
años había una pareja que se quería mucho,
pero el señor no sabía que su esposa era mala.
La señora todas las noches salía cuando su
esposo estaba dormido y se iba al panteón
para convertirse en ganado. La se-
ñora daba siete vueltas
para poder convertirse en
animal y su esposo no se
daba cuenta.
Pero un día la gente
empezó a hablar acerca de la
cochibruja. Su esposo se dio
cuenta de que ella no estaba a su
lado y la buscó y no la encontró. An-
tes de amanecer ella llegó y se
acostó al lado de su esposo. Él se
dio cuenta de que era mala.
El señor regresó a su casa y se
acostó haciéndose el dormido. La
señora llegó pensando que su es-
poso estaba dormido; y se iba a
acostar, cuando el señor se levantó y
la mató.
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Hacedores de las Palabras
Tochan kjicho jngo nizjin nga ja’ai x’inle chjon, tonga ts’inxoni
tsajeni x’inle to xá xonítsak’onya, senizjinle jexo chjonle likui
tsabetsa
kuini senizjinle x’inle je chjon kisik’asen nd’iale. K’ianga kiskind’a
nd’ile k’ua k’iakisikang’a je chjon x’inle. Tonga tsixo tsate jyoo
b’ejnale nd’i nga tsakang’a totikjind’ia nd’e xí nd’ibe,
kuixo nga belekon je nd’i nga tsi tsa ni ndaa senizjinle n’aile:
—Tjin soyofé jee nijña’na kitsoxo je xabe. K’ua k’ia kii kjayofe
kisikits’ao l’ile.
K’ianga je kicho ja chua nga njlioya, k’ia nga see chaxicha. Je
x’inle chjon tsakisotje k’ua kiskué nd’i nga kiskine, k’ua jé chjon
nga jaále to k’ua kuanle ñaki to kuaxkonxole nga tsi nd’ile. Tonga
je xa yalaxí tikjine nanda ya ndail’i jé xo jko kao ndsoko nd’i
kiskanis’eji a chaol’i.
K’iaxo nga tsabeni chjon x’inle nga tejeni
xi nd’ile kiskine, kitjoxo nd’iale, xi je kuankichoxo
nd’iale nds’e. K’ua kitsoyaxo’le, k’uajexo x’inle chjon
xi choo tsak’oya, kichaxo tsakale chjota k’ua k’exo.
Kui choa xi sik’ejnana nga k’ua xí ma nga tjin xi
choyale tsí je chjota xi i ts’e.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
La señora y el león
Como a las tres de la mañana, a la
rando a su marido; no llegaba. hora que cantó el gallo, el león que
Hasta que llegó un día el señor de dizque era el papá se levantó y aga-
la casa; pero el espíritu del señor se rró al bebé para comérselo. Como la
había convertido en león. Su esposa señora estaba dormida, el león apro-
no se dio cuenta, lo pasó a la casa. El vechó para comerse al bebé.
bebé no dejaba de llorar; el león lo El león se fue al brasero para co-
cargó y más lloraba, porque sabía mérselo. Echó su cabeza, sus manos
que no era su papá. Y el que dizque y sus pies en las cenizas. Al ratito la
era su papá dijo: señora se levantó y se asustó al ver a
—Vamos a dormir, ya tengo sue- su esposo comiendo al bebé.
ño. Y apagaron la luz y se fueron a La señora salió de su casa y se fue
dormir. a la de su hermano. Y al esposo que
se convirtió en león lo machetea-
ron y se murió.
Recomendación: dicen los
habitantes de esta comunidad
que así pasa cuando uno
está esperando mucho a
alguien.
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Hacedores de las Palabras
Ñandia xo ngo chjo on xi nsai nsai koya le xinle, kua xinle ngi
Je xa chota
Mazateco
naxi xí kisixa. Tonga nga kui nixin ngo xí xa xi chota m’íya, jkua
ja jai, xí y’a xí hajmé. Kua ndile chjoon kiskídiá, tsen xí male. Je
xa chota b’axí t’so:
—Toma jkí tje nsa jkua, tonga ni kui xí nda kiskota nga je xí ndi
n’io xí kjindia, k’uaxí tso je, ti ká jna fae ndixíli kiala chít’a ngáni
nsa jkua, k’ua je nsa jko toma xí nchole nati. Xi je koan tsakien
xí, kikayofexío, kuan basen nitjen, je xa ti k’inexo’ ndixo’le chjoon,
kua chjoon che’che xo’ kijto ya xontjua, kua kisoya xíle je chota
xiantía, le tjin sain ya ndoya, tsa k’jnxo’lexi, je jele yaole ndixíje
xa sa tsexíchjoon; kiká sai nga tonga je chjoon nikui tiya tijna
ni, k’ua je xa kiká sai xí je choon, kua b’a xo’ kisole chota:
—¿Atsi ika fa ai je choon na?
—Jaon ika fai, ya ti jnaya ndoya. kua je xa tsa k’a ‘na b’e, xí nga ki
sjen xi jexí tjen basen je yaole je h’i xian ndiale ngo kicna x’i kisjin
nga basen, le k’ua kia xíni tsa y’ale nga je ni xa xi chota m’íya, je
xi kiski je ndí ts’en.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
El señor león
era medianoche, el león señor se es-
taba comiendo el bebé de la seño-
ra. Entonces la señora se salió
despacito por la puerta y fue a avisar
a sus vecinos; sus vecinos le dijeron:
—Escóndete ahí en el baño de te-
mascal; métete ahí.
H abía una vez una señora que Cuando al león se le acabó la carne
siempre esperaba a su esposo, y su del bebé, fue por la señora. Pero la se-
esposo había ido a trabajar en San ñora ya no estaba ahí y el león señor la
Martín. Pero sucedió que un león se fue a buscar, dijo a los señores:
convertía en persona, así llegó, traía —¿No ha llegado aquí mi esposa?
maíz. Cuando llegó, el bebé de la se- —Sí aquí llegó —le dijeron—, está
ñora empezó a llorar fuerte, él pre- ahí adentro del baño. Entonces él se
sentía algo. metió arrastrándose, cuando ya su
El león señor decía: cuerpo iba a la mitad, el vecino le dio
—Tengo mucha comezón. un tremendo hachazo con un hacha y
—Te voy a revisar — dijo la señora. lo partió a la mitad, entonces fue
Revisó su cabeza, pero no le revisó cuando vieron que era aquel león que
bien su cabello porque el bebé llora- se convertía en hombre.
ba mucho. Yo soy de una familia muy pobre,
—Mejor ve a dormir a tu bebé — mi comunidad se llama San Jorge
decía él—, luego me revisas otra vez. Buena Vista. Este bonito cuento me
Y lo revisó otra vez; en el cabello lo contó mi abuelito Aurelio de
tenía muchos piojos. Después comie- ochenta y cinco años, saludos para
ron; se fueron a dormir. Cuando ya ustedes jurado calificadores.
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Hacedores de las Palabras
La mujer convertidora
lo que hicieron fue que mejor la es-
convertía en coyote, pero esa mujer piaron y la cacharon convirtiéndose
tenía su marido. Ella iba de casa en en coyote.
casa todas las noches. En todos los Así se dio cuenta toda la gente.
pueblos iba a robar chivos, borregos Esa mujer se convertía de esta ma-
y gallinas. nera: cada vez, cuando su marido se
Y cada vez que iba hacía dormir a iba al trabajo, la mujer salía diariamen-
los perros que cuidaban el corral y el te. A medio camino había un río y en la
gallinero, para poder entrar y sacar orilla del río había un llano lleno de
los animales. pasto, y cuando ella llegaba al río se
Pero no se los comía luego, nomás quitaba toda su ropa y se metía a ba-
los mataba y se los llevaba car- ñarse. Después se revolcaba en la pas-
gando hasta la casa donde tura y en ese momento se convertía
vivía. Y allí amanecía el animal en coyote. Y luego salía a buscar
ya muerto, y después se los qué comer.
comía. Su marido, secreta- Pero después se le
mente, pensó cómo haría ocurrió salir de día y se
su mujer para robar tantos vino caminando a la co-
animales. munidad y uno de mis
Una vez el marido se fue al tíos que estaba en el
monte y se encontró con sus campo trabajando la
amigos y se pusieron a hablar mató.
sobre esa mujer convertidora y
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Hacedores de las Palabras
El nagual
afuera. La señora se desmayó y gritaba:
—¿Quién mató a mi bebé?
Ahora mañana lo vamos a velar y el miércoles lo vamos a enterrar.
Contrataron a los mariachis para que le fueran a tocar y dieron frijoles, ato-
le y tamales y pasaron los días y le fueron a dejar su Santa Cruz.
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Hacedores de las Palabras
Alas de petate
—Ábreme la puerta, por favor, yo
su esposa. Una noche, cuando el se- te quiero, yo no te he engañado.
ñor dormía, la señora se quitó los Y el señor, que estaba muy asusta-
pies y la cabeza, se puso alas de pe- do, salió por la ventana de su casa.
tate y se convirtió en un pájaro que Cuando ya iba llegando en la casa de
quita corazones a los bebés chiqui- su compadre, escuchó que lo venían
tos. El señor se dio cuenta que su correteando. El señor se detuvo y vio
esposa no estaba y vio su cabeza y detrás, no era nadie; cuando vio arri-
sus pies atrás de la puerta. Se asus- ba, vio que iba volando un pájaro
tó, agarró la cabeza y los pies y les que llevaba un bebé. Llegó a casa de
echó cal y sal; otra vez se acostó. su compadre y le dijo que su mujer
Cuando llegó a su casa, la señora se era un pájaro que quita corazones y
dio cuenta que no estaban sus pies ni cuando amaneció vio que vienen sus
su cabeza y la señora habló y dijo: hijos y les empezó a contar todo lo
que le pasó y después vivieron felices
y su mujer murió, nunca volvía a apa-
recerse en las noches.
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Hacedores de las Palabras
mam, pejtyüle’ k’iñ che’ mi saj tyiel junty kil kixtyiañuj, jintyio
tzaiy y mukuyob ily ñejep mu’ by y majlel ty xin a’büle’ yai tyi
mujkibül mu’ by i lu’ lokben y yok y k’ü’ jiñy kixtyiañ, peru añ
juntykil y mañ, wen kámbü y tyi tzützü sajtxi, ty mukuxob jintyio
a’bu’elix ty lok’y mojie’ jiñi ñejep ty lu’ ‘ok’ be y yok y k’ü’ tyi’
chümümaj’e’ tyi’ yoty’oty.
Jintyio ty suk’ü y chich jiñi a’üi tza’bü sajtyi ty k’ujki tyi’ pam y
chak y ko’ y tyi tyiaja ka’bü’ tama’ ko’elix ikaje’ y kux ty wejiy
y k’el y ko’ mach a k’ux’ jiñi bajñe keha’an che’ tyi’ su’ bej peru
tüüch y yilu chuky yes ty’ep’el tyi yopom, mach tyioja weelik
yok y k’ü’ kixtyiañ’u tza y lu’ su’be y mam jiñi a’ül yai pe’jtyiü’e’
kixtyiaño’ tyi’ lu’ u’bij, che’ xi’baj jini ñejep tyi’ yu’uyob y pulob.
Tyi jo’yeeyob tyi wen tz’ünsuyob ty ich, axux y ty chokoyob
ochel, jintyio samux y kaje’ ty pole’ ty wejly loke’ bajche’ tyiow.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
La viejita bruja
vo y le dijo que ella no podía comer
vía una viejita con sus nietas y cada vez porque era sólo de ella, pero la niña
que alguien se moría, después que las se dio cuenta que no era carne lo que
personas regresaban del entierro, contenía sino que eran manitas y pie-
a eso de la medianoche, la viejita iba a citos de niña, y corrió a decírselo a su
desenterrar al difunto y se llevaba al- mamá y pronto se divulgó todo. El
gunas partes para comérselas. pueblo decidió quemar viva a la vieji-
Un día, una de sus nietas se enfer- ta porque era una bruja, entonces la
mó y finalmente se murió y la enterra- agarraron y la bañaron con ajo, chile,
ron; en la noche salió la viejita, hizo lo y la metieron al fuego. Ella gritaba y
mismo. al buen rato salió volando un zopilote
En la mañana, la hermana de la de entre el fuego.
niña que se murió subió a la cama de
la abuela y encontró una mano y se la
iba a comer; la abuela la vio y la detu-
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Hacedores de las Palabras
La vaca bruja
cachos, con la cara de la mujer, y salía
que corría una vaca bruja. a los potreros a bramar y a cargarse
Había una vez una mujer que se con los toros toda la noche.
casó con su marido vestida de blanco Cuando ya empezaba a amanecer
en el altar; bailaron, comieron y al ter- se iba atrás de su casa, otra vez volvía
minar la pachanga se fueron a casa de a revolcarse, otra vez trece vueltas y
su marido. se convertía en mujer. Y así, así hacía
Pero la muchacha, cuando dormía cada noche y dicen que el marido
con su marido sólo se hacía la dormi- empezó a enfermarse, empezó a dar-
da. Y cuando veía que su marido ya le calentura y se empezó a poner muy
estaba bien dormido, la muchacha pálido. Pero un amigo le dijo que su
agarraba un trozo de palo y se lo mujer no era de en balde y que la vi-
daba a su marido que lo abrazara gilara, que se hiciera el dormido y que
cuando ella salía corriendo al campo
y se revolcaba trece vueltas: de ahí se
convertía en una enorme vaca con
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Hacedores de las Palabras
yil ta mero melel kete maba chen yilel y la laj y kíalal jultalel lalaj yalbe tesbak’, etalem’ooair
yalteya kokta wuayiche, pero mauk, mero bak’et, pete stibalele ya lajxmn pero yalajcha koj
smelelil k’alalta yan k’ajk’al la cholbe te ya migo jichta ma’o binora moixtes tibalele pero teantse
te ja’te mach’a jalbot yu’une, te binta wualbone ni ta lajmel yax me ya yil stibalelel, petes
mero smelelil matij. manalale nok’ol lasjilbel binyas como wol
—Ja’ lotuk laj yut, jich te yamíkoe kía laj ja bak’etla y k’alal saku’btalel te wuinike laj la
winame te lokém binia walbe, pero teme nopol chukioel ta ch’ajan, la ya’bey binla pasbonto
yax och’ix ka wuil te ajkíabale ak’a sjuch atsam antse,la sjach moel te wuinike, las tsob moel laj
sok teme kíalal la wuil teya sbalalins testiba. yuna kía yilik te.
Lule, tsakate ats’ame lilinba tes tibalele y ka Yiname k’amp’ujem ta, chamen wakax.
wuil bin yaspas. Y lalaj smaliya sta k’alal sutalel
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Tesoro enterrado
Mucho tiempo después algunas
llegaran a fundar esta comunidad, personas de Guevea y de Lachiguiri
aquí era una selva con muchos ani- llegaron a este lugar, pero la comuni-
males. En aquellos tiempos camina- dad todavía no tenía nombre.
ban personas de otros lugares. Según Llegaron más habitantes y un señor
cuentan los antepasados, en este ca- llamado Antonio se acordó que en
mino venía caminando un arriero este lugar aparecía una lumbre gran-
como a las doce del día y cuando de. Como el lugar es un llano, el señor
pasó por un arroyo vio una gran luz lo registró como Llano de Lumbre.
en forma de lumbre. Desde ese entonces, cuando el
El señor iba caminando por donde arriero quitó la plata escondida, la
la había visto. Cuando llegó a ese lu- lumbre desapareció y nunca volvie-
gar comenzó a escarbar y no escarbó ron a ver la luz que aparecía en ese
muy hondo cuando va viendo un ba- lugar.
rril lleno de plata. El señor, muy con-
tento, se regresó a su casa.
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Hacedores de las Palabras
El pobre y el rico
En el camino escuchó que estaban
res, uno era pobre y el otro era rico. regañando a los burros unas perso-
Entonces el pobre fue a visitar al rico nas, escuchó las voces; se quedó pa-
para preguntar de dónde sacaba tan- rado unos momentos para escuchar
to dinero; el rico contestó: de dónde surgían las voces. Entonces
—Yo vendo carbón en la ciudad se acercó despacio y se subió a un
de Oaxaca, allá lo compran las perso- cerro de donde venían las voces. El
nas. Van a llegar algunas personas cerro se abrió y el señor pobre reco-
que quieren comprar, si quieres pue- gió el dinero que había dentro del
des llevar el carbón. cerro, después se regresó a su casa.
Entonces el pobre empacó su car- El señor rico preguntó de dónde ha-
bón, lo cargó a su burro. En el camino bía sacado tanto dinero; el señor po-
encontró a una persona que venía de bre contestó que de un cerro donde
la ciudad de Oaxaca, le preguntó había mucho dinero. Por la ambición,
qué llevaba. Él contestó que llevaba el señor rico se dirigió al cerro, se
carbón, entonces la persona le dijo: abrió el cerro y entró el señor y
—Lo compraré, te daré mucho, se quedó atrapado en el cerro.
muchísimo dinero. Y el señor pobre disfrutó el
El señor pobre aceptó, después la dinero el resto de su vida
persona se regresó y el pobre tam- con su familia.
bién se regresó rumbo a su casa.
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Hacedores de las Palabras
‘mo e s kuo dso kien y kie jö ka ‘gnan aan ‘luu ta’ nn y ajiá
ma r li juo’ e r an y ajia’ sha jio’k jui e ran y ka kuan’ jen y
ijoo gmi’ ku la nn ‘luu y m ra joo gmi ku la kuo kié uu’n y
‘luu ‘l guï y m ran ajia’ ‘ne r an porque lan e r ante’ porque
bi la jman ‘luu y m ran en’ ds juo’. y shi juii je en’ ds s an dsa
ashen ka an. y m ran m ake ka kö mo s jin dsa.
y m li la ajia’ ma nin ‘luu y ‘luu ka yi jen koo y ka jï
‘dxi y k la jan ka ‘gna’te’ y m ake lá ka an m ran y m
ake ka dxe je nin ‘luu ka dxa’ kón sho’ ‘mo le m
kuä’ ‘luu e r la kon shó ‘mo e ajia’ l ko ‘gno m ran
ajia’ ka kö te ka joo. y m ake ka dxe’ je jen dso
kien y ka s’ e la la m jin’ shi juii. y ka an ji ñi y kön
gm m ran ka s’ jan dsa e la la m jin’ la kan m jö y
ka s’ ekurukakö shó ‘mo yi i r kuo jubii.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
El don de poder
se acercaban y juntaron sus cabezas y
ñora hace muchos años. Esa señora cada una se fue por su lado y enton-
siempre iba a dejar la comida a donde ces fue cuando la señora se decidió a
estaba trabajando su esposo. Una vez, pasar.
cuando iba por el camino a llevarle la Y cuando la señora llegó al lugar
comida a su esposo, de pronto, a lo donde las víboras se habían peleado
lejos, vio unas víboras peleando en el encontró varias ramitas amontona-
camino y no pudo seguir; y como no das que habían dejado las víboras.
había otro camino para seguir, se que- Era una yerbita que la señora nunca
dó esperando. había visto; pero la señora no las re-
A lo lejos veía cómo peleaban las cogió, solo las miró.
víboras y dice que parecía como que Después se fue a donde estaba su
se agarraban y se azotaban y salta- esposo y le contó lo que había visto y
ban bien alto. Se veían bien enoja- pasaron los años y una vez la señora
das, por eso la señora no se atrevía a le contó a un curandero lo que ella
pasar porque pensaba que la iban a había visto hacía muchos años. Y él le
corretear. dijo que lo que ella había visto era un
Esa señora estaba bien asustada y don que le daban a ella, es decir, que
esperaba que alguien pasara, pero ella debió haber recogido las ramitas
nunca pasó nadie. Cuando ella iba a que habían dejado las víboras.
dejar la comida siempre se encontra- Ella tendría el don de poder curar
ba alguna persona trabajando y aho- picaduras de víbora, por eso fue la
ra no. única que pudo ver la pelea
Después de un buen rato, las ví-
boras dejaron de pelear y ella vio que
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Hacedores de las Palabras
Una vez un señor había ido a trabajar. Cuando regresó, vio a una
El señor y la bruja
señorita; el señor le dijo:
—¡Te acompaño!
La señorita le respondió:
—Claro, joven.
Pero resultó que era una bruja y entonces el joven le pre-
guntó:
—¿Adónde vives?
La señorita dijo que muy lejos. El señor quiso regresar a su
pueblo, pero ella hizo magia y entonces la bruja se fue muy
lejos. La magia se rompía cuando llegara una señorita bonita
con zapatos, traje, con pelo rubio y una minifalda.
Pero un día llegó una señorita y le dio un beso al joven,
despertó y dijo que la bruja era la vecina de su casa. El chis-
me corrió por todo el pueblo. Cuando se enteraron que era la
viejita que vendía quesos, la fueron a quemar, pero hizo otra
magia: puso un arroyo donde no podían pasar las personas que
la querían quemar. La bruja se rió mucho porque sabía que no iban
a poder quemarla; y un señor que pasa por atrás de las puertas y
entonces le encendió la ropa. La bruja murió quemada, el señor
murió después. La bruja quería pasar al reino de Dios. Dios le
dijo:
—Tú no puedes pasar porque fuiste mala.
En eso viene el joven quien mató a la bruja. Dios le dijo que sí
podía pasar por matar a la bruja que hacía sufrir a las personas.
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Hacedores de las Palabras
El muchacho enamorado
a las seis de la mañana. Ya venía de regreso cuando
de pronto vio a una mujer; también estaba cortando
leña, y le dijo:
—¿Qué haces aquí, te llevo tu leña?
El muchacho se enamoró pero no le habló,
entonces el muchacho se fue cuando vio que
lo perseguían. Pero como llevaba perros y lo
ayudaron, la mujer se sentó y desapareció.
Llegó a su casa y les explicó lo que le había pa-
sado, entonces su abuelito le dijo al muchacho:
—Es la Llorona.
Aquí acaba el cuento.
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Hacedores de las Palabras
El perro y el viejito
U na vez un viejito, murió su esposa y tenía un perro el
viejito. Va a trabajar, su perro también se va, el perro va a
dormir. A medio sol el perro se levanta, va a su casa. Dia-
rio así se va a su casa el perro.
El viejito llega a su casa y ya está hecha la tortilla. Una
vez el viejito lo espió, y se dio cuenta que el perro está ha-
ciendo tortillas y colgó el cuero del perro en un arriate.
Cuando el viejito le gritó, el perro se quería poner su cuero,
pero ya no pudo ponérselo.
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Hacedores de las Palabras
El tigre y la muchacha
El tigre se alegró mucho porque ya
tos y una muchacha estaba parada en creyó la muchacha que se comió el ti-
el camino del tigre. Al verla el tigre, le gre a Juan. Le dijo:
gritó: —No te preocupes, muchacha,
—¿Qué haces ahí? Por favor, lár- nosotros nos casaremos y voy a invi-
gate, porque te voy a comer. tar el grupo de Tigres del Norte.
La muchacha contestó: La muchacha se puso muy feliz y
—No me comas, estoy esperando fue a su casa a avisar a los papás, ve-
a Juan, que es mi novio. cinos y parientes. Toda la gente tuvo
—Ya no lo esperes, ya me lo comí, miedo porque nadie ha visto que se
estoy lleno de carne del puro cuerpo case alguien con un animal.
de Juan. Los papás fueron a la Presidencia
La muchacha empezó a llorar y a avisar a las autoridades cómo está
dijo llorando: el asunto, todos se enojaron: los sol-
—¿Por qué lo comiste?, si estamos dados, policías y judiciales, hasta el
cerca para casarnos y ya invita- padre y pensaron matar a todos
mos a los presidentes muni- los tigres uno por uno, aun-
cipales y auxiliares, también que sea prohibido. Encontra-
está invitado el goberna- ron al tigre y le preguntaron:
dor del estado; solamente —¿Cómo te vas a casar
nos faltaba avisar a los pa- con una muchacha bautizada?
drinos. El tigre contestó:
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Hacedores de las Palabras
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
50 Petlatl ieltlapal 60 To’o cuent runu’u la chigue
Alas de petate Tesoro enterrado
Juliana Vidal San Juan, Elizabeth Ortega Chávez,
10 años, náhuatl, Tepeco, 13 años, zapoteco de Guevea,
Huautla, Hidalgo. Llano de Lumbre, Guevea
de Humboldt, Oaxaca.
52 Juntyikil nejep’ xi’bajbil
La viejita bruja 62 Mäjtskë jä’y kyam tyu’ntë
Juana Martínez García, El pobre y el rico
9 años, chol, Ranchería Profesor Gloria Secundino Martínez,
Caparroso Segunda Sección, 8 años, mixe alto, Casa Grande,
Macuspana, Tabasco. Asunción Cacalotepec, Oaxaca.
58 Juntúl xtabay, yeétel jump’eel winik 66 Mjö ka li xen jan m ran e ka jin’ lan
ku yuk’iik sánsamaj El don de poder
Una bruja y un señor que tomaba Saúl Martínez Cardoza,
diario 10 años, chinanteco, José López
Agustina Poot Chan, Portillo, San Juan Lalana, Oaxaca.
12 años, maya, Yaxhaltún,
Hecelchakán, Campeche.
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Hacedores de las Palabras
68 Nu nar pa ar koi, ui ma ar pefi 74 Itskuintli y wa se ta tatsi
El señor y la bruja El perro y el viejito
Marisol González Domínguez, Felicia Rosales Flores,
11 años, otomí, Santiago 13 años, náhuatl, Villanueva,
Mezquitlán, Amealco, Querétaro. Soledad Atzompa, Veracruz.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Agustín Vázquez Vázquez, Enedina Hernández Santos,
Listado de ilustradores
13 años, totonaco, Iscalsipi 11 años, mixteco alto,
Hueyitlalpan, Puebla. Montenegro, Santiago
Tilantongo, Oaxaca.
Albina Díaz de la Cruz,
13 años, huichol, El Cora, Estanislao Calixto Flores
Tepic, Nayarit. 11 años, mazateco bajo
Sección Fabián, San Felipe
Armando Crispín Pesa, Jalapa de Díaz, Oaxaca.
12 años, zapoteco-itsmo,
El Crucero, San Blas Eusebio Sánchez Hernández,
Atempa, Tehuantepec, 12 años, chinanteco,
Oaxaca. Jóse López Portillo,
San Juan Lalana, Oaxaca.
Catalina González Ortiz,
11 años, mixteco, Federico Benitez Jiménez,
Río Delgado, Santa María 14 años, mixe alto, Casa Grande,
Asunción, Tlaxiaco, Oaxaca. Asunción Cacalotepec, Oaxaca.
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Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros escondidos y matrimonios engañosos
Pablo Romero Cruz, Sebastián Reyes López,
9 años, náhuatl, 12 años, , amusgo, Barrio
Villanueva, Veracruz. Llano San Pedro,
Tlacoachistlahuaca,
Paula Guzmán Tapia, Guerrero Guerrero
8 años, Guerrero.
Serafina García Jesús,
Paula Saavedra Hernández, 47 años, Oaxaca.
12 años, mixteco,
La parota, Oaxaca. Silverio Hernández Zuñiga,
14 años, tepehua, Arroyo
Pedro Corrales Flores, Grande Tlachichilco,
12 años, náhuatl, Veracruz.
El Cayaquito, Aquila,
Michoacán. Tirzo Cota López,
10 años, kiliwa,
Roberto Campos Alvarado, Juntas de Nejí, Tecate,
13 años, Michoacán. Baja California.
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Hacedores de las Palabras
Historias de espantos,
secretaría de
seres que se transforman, tesoros escondidos
educación pública
y matrimonios engañosos
De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública