Você está na página 1de 11

García Marín, R.; Alonso Sarría, F.

;
Belmonte Serrato, F.; Moreno Muñoz, D. (Eds.) 2016
Xxxx, X., Xxxx, X. (Eds.) 2016
XV Coloquio Ibérico de Geografía.
XV Coloquio Ibérico de Geografía.
Retos y tendencias de la Geografía
Retos y tendencias Ibérica:Ibérica:
de la Geografía 1270-1280
x-x
Universidad de Murcia-AGE-APG.
Universidad ISBN: 978-84-944193-4-8
de Murcia-AGE-APG. ISBN: XXXXXXX

Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril


(Granada)

D. García-Álvarez1
1
Departamento Análisis Geográfico Regional y Geografía Física, Universidad de Granada. Facultad de Filosofía y
Letras. Campus de Cartuja SN, 18071 Granada.
dagaral@ugr.es

RESUMEN: La progresiva generalización de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y de las cartografías de
usos y coberturas del suelo ha promovido en los últimos años el estudio cuantitativo de los cambios que se han dado en
el territorio. Sin embargo, la ausencia de cartografías a gran escala ha impedido fomentar estudios de detalle que,
además, analicen espacios caracterizados por patrones y procesos de cambio complejos, como en el caso de los ámbitos
urbanos.
En el presente trabajo se intenta superar tal barrera a través de un análisis que, a partir de la información proporcionada
por la cartografía catastral, permite estudiar la evolución de los cambios experimentados por la ciudad de Motril, no
sólo en relación con los distintos patrones seguidos por la trama urbana sino, sobre todo, en conexión con la
densificación de la ciudad, es decir, su progresivo crecimiento en altura.
Motril, como caso paradigmático de densificación urbana consecuencia de la falta de una adecuada planificación
durante toda la etapa desarrollista, constituye un ejemplo perfecto para mostrar las posibilidades que ofrece el estudio
de la densificación de los espacios urbanos. Los resultados y la metodología propuesta pretenden ayudar a todos los
especialistas interesados en el análisis de las dinámicas de los espacios urbanos españoles y, especialmente, en el
estudio de los grandes cambios que los mismos sufrieron, en ausencia de planificación efectiva, durante el
desarrollismo.

Palabras-clave: cartografía catastral, espacios urbanos, análisis multi-temporal, densificación.

ABSTRACT: The increasing diffusion of both Geographical Information Systems (GIS) and land use and land cover
(LULC) maps have encouraged the quantitative study of the territorial changes in the last years. However, the lack of
maps at finer scales has hindered the development of detailed studies focusing their attention on the study of spaces
characterized by complex change patterns and processes, such as urban areas.
The present paper tries to overcome this barrier with an analysis which, using the information provided from the
cadastral maps, allows studying changes in urban areas and its evolution. This study has address not only the analysis of
the urban patterns changes, but also the densification of the city, that is, the evolution of the height of the buildings.
The selected urban area of study in this paper is Motril. Motril, a paradigmatic case of urban densification consequence
of the lack of a suitable planning during the highest economic development period in Spain (desarrollismo), is a perfect
example to show the potential of studying urban densification. The results and methodology proposed can help to all
researchers interested in the analysis of the Spanish urban areas dynamism and, specifically, in the study of their major
changes during the desarrollismo.

Key-words: catastral maps, urban areas, multi-temporal analysis, densification.

1. INTRODUCCIÓN
Son numerosos los estudios geográficos de diversa índole que han mostrado su interés en el análisis de
la expansión y transformaciones de los espacios urbanos. Dentro de esta amplia literatura, podemos
encontrar enfoques puramente descriptivos que, apoyados en planos históricos y actuales, buscan explicar el
crecimiento de la ciudad (Fernández, 2012). Junto a ellos, otros enfoques cuantitativos que, a través del uso
de Sistemas de Información Geográfica, pretenden dotar de objetividad el estudio de la expansión y

1270
D. García-Álvarez

transformación de los espacios urbanos, ya sea utilizando cartografías de usos y coberturas del suelo
obtenidas por fotointerpretación (Merlotto et al, 2012; Villar y Ojeda, 2007) o bien a partir de técnicas de
teledetección (Reza et al. 2016).
Pese a esta gran cantidad de estudios dedicados a analizar la expansión y crecimiento de las ciudades,
en pocos casos se han efectuado análisis de la densificación de tales ámbitos, no sólo a partir del relleno de
parcelas vacantes, sino también a partir de la sustitución de edificaciones antiguas por otras nuevas de mayor
altura. Estos procesos de sustitución poseen gran importancia, por cuanto en muchos casos han implicado la
transformación de los cascos antiguos de las ciudades, suponiendo la pérdida de un importante legado
arquitectónico, así como la merma de la calidad urbana de tales áreas.
El estudio de la densidad urbana, a partir de la identificación de las distintas tipologías constructivas y
sus alturas, resulta también de gran utilidad de cara a diferenciar las diferentes formas de hacer ciudad,
permitiendo análisis mucho más objetivos y reveladores que contribuyan al debate existente sobre la forma
de hacer ciudad (ciudad difusa vs ciudad compacta) (Fernández, 2003). En este sentido, se han detectado
pocos estudios en relación con metodologías para evaluar esa densificación del espacio urbano. De los casos
analizados, la mayor parte se dedica a analizar la densidad urbana como una relación entre superficie
construida frente a la superficie libre en un área previamente definida (Jiao, 2015), o bien a partir de índices
más complejos basados fundamentalmente en la utilización de la información censal para obtener valores de
densidad de población (Laidley, 2015), siempre dependientes de la unidad de análisis utilizada y, por tanto,
proclives al problema conocido como “unidades modificables de análisis” (Modifiable areal unit problem,
MAUP) (Goodchild, 2001; Obeso, 2014). Se han encontrado también aportaciones en el campo de la
teledetección, entre las que destaca el reciente trabajo de Reza et al. (2016) que distingue entre expansión y
densificación (re-densification) del espacio urbano. En el plano teórico, Churchman (1999) y Forsyth (2003)
proponen diferentes métricas para evaluar la densidad urbana, pudiendo presentar las de mayor complejidad
ciertos problemas de aplicación en función del detalle de los datos disponibles.
Con todo, se considera que existe un amplio espacio de investigación en el estudio de la densificación
de los espacios urbanos. Esta comunicación propone, para el caso español, una metodología de estudio de la
densificación urbana. El principal objetivo pasa así por el establecimiento de tal metodología. De manera
complementaria, se pretende ahondar en un mayor conocimiento de las características y posibilidades de la
cartografía catastral, la utilizada como base para el presente estudio, así como aportar un mejor conocimiento
de la geografía urbana de la ciudad de Motril.

2. ÁREA DE ESTUDIO
La ciudad de Motril se ubica en la costa de Granada, formando parte del municipio de Motril,
enmarcado a su vez en la comarca de la Costa Tropical. Tal ámbito se caracteriza por un clima favorable que,
unido a su posición litoral, ha facilitado la difusión de la actividad turística en toda la línea de playa. Del
mismo modo, las condiciones climáticas han permitido el desarrollo de una pujante economía agrícola
basada en los frutales subtropicales (fundamentalmente chirimoyo y aguacate) así como en los cultivos bajo
plástico.
Si bien los efectos de tales actividades económicas han tenido una influencia directa en la ciudad de
Motril, es principalmente en sus anejos donde más se han dejado sentir. Por su parte, la ciudad de Motril
mantiene su condición como capital comarcal aglutinadora de los principales servicios de todo el litoral. Del
mismo modo, es en la ciudad y su entorno donde se desarrollan la práctica totalidad de los suelos industriales
y logísticos de toda la costa (Junta de Andalucía, 2011), derivado fundamentalmente de su posición
estratégica en el centro de la mayor planicie de la comarca litoral y como nudo de comunicaciones de ésta.
La ciudad de Motril presenta desde hace siglos un claro aspecto urbano, inicialmente vinculado a la
industria azucarera y el consiguiente cultivo de caña de azúcar en la vega del Guadalfeo. La caña fue el
principal motor económico de Motril durante décadas, hasta su caída rentabilidad y sustitución por los
frutales subtropicales y cultivos bajo plástico. Éstos, junto al turismo y al desarrollo industrial, impulsado por
la instalación de una fábrica de celulosa en los años 50, han sido los motores de desarrollo reciente del
municipio.
A ellos, así como al éxodo rural de los años 60 y 70, se debe el intenso proceso de expansión urbana y
crecimiento demográfico de Motril durante el desarrollismo. La ciudad se convirtió en el destino de la mayor
parte de las familias rurales de su entorno, que acudían a Motril en búsqueda de nuevas oportunidades
laborales. En consecuencia, la ciudad ha experimentado desde entonces amplios procesos de expansión
urbana, caracterizados por una deficiencia de los instrumentos de planificación que los regulaban. Esto ha

1271
Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril (Granada)

llevado a la conformación de una ciudad polarizada y densificada, con una abultada carestía de espacios y
equipamientos públicos, problemática que sólo recientemente se ha solucionado de manera parcial.
A la par que se producía la expansión de la ciudad, uno de los procesos urbanos más significativos ha
sido el de reconstrucción del casco histórico, en búsqueda de la máxima rentabilidad del suelo. Este proceso
ha sido de tal intensidad que, para el año 2003, el PGOU de Motril cuantificaba en más del 90% las
viviendas con menos de medio siglo de vida (Ayuntamiento de Motril, 2003). La intensidad de ese proceso
de sustitución del caserío tradicional, que se remonta hasta la actualidad, así como la notable velocidad del
proceso de expansión urbana de Motril desde la década de los 60, hacen a esta ciudad de la costa granadina
un ámbito de estudio idóneo para el análisis de la densificación urbana

Figura 1. Plano y mapa de localización de Motril

3. MATERIALES Y METODOLOGÍA
3.1. La cartografía catastral como fuente para el estudio de la densificación urbana
Varios autores han remarcado la utilidad y potencialidad de la cartografía catastral, debido a su detalle
y riqueza de información (Ramón, 2015; Santos, 2015), si bien tales características la hacen también una
fuente especialmente compleja. Su carácter de registro de los cambios de la propiedad la convierten de igual
modo en una fuente de especial utilidad para cualquier estudio geográfico-histórico y, en este sentido, son
numerosas las aportaciones que han utilizado el Catastro del Marqués de la Ensenada para aportar luz sobre
el parcelario de siglos pasados (Ferrer, 2002; García et al. 2008). Una detallada descripción de las
características de esta fuente en formato digital, tal y como puede obtenerse a través de su descarga en la
Sede Electrónica del Catastro, puede ser encontrada en Ramón (2015) y Cocero et al. (2014), así como en la
propia documentación auxiliar proporcionada con los datos.
En este caso, se ha utilizado la cartografía catastral para obtener dos planos, de altura (Figura 2) y edad
de la edificación (Figura 3), con los que poder fotointerpretar distintos tipos de morfología urbana en función
de la altura de los edificios. Al quedar el plano de altura de la edificación referido a la fecha actual, es
necesario el apoyo del plano de cronología de las construcciones de cara a poder introducir el componente
temporal en el análisis de la densidad urbana. De este modo, para Motril, se ha comprobado a través de
fotografía histórica, tanto aérea como convencional, como la edificación tradicional ha sido, por lo general,
de escasa altura (inferior a dos plantas y raramente superior a tres). En este sentido, para el periodo temporal
considerado (1956-2011), todos los cambios acaecidos se han realizado a partir de esa morfología tradicional

1272
D. García-Álvarez

y en búsqueda de una mayor rentabilidad del suelo urbano, por lo que prácticamente la totalidad de los
procesos de reedificación que han tenido lugar quedan recogidos en el plano de edad de la edificación. De
esta manera, al no haberse producido más de un proceso de reedificación del entramado urbano, casi siempre
a partir de esas dos alturas aludidas, la cartografía catastral nos indica con precisión la fecha en la que se ha
producido la reedificación, así como la altura del nuevo edificio. En consecuencia, a partir de los dos planos
citados, y contando con material complementario (epígrafe 3.2) para aquellos casos dudosos, se pudieron
delimitar las categorías de la leyenda que distinguen los espacios residenciales en función de su altura (Tabla
1).

Figura 2. Mapa de alturas de las edificaciones del casco antiguo de Motril

Figura 3. Mapa de antigüedad de las edificaciones del casco antiguo de Motril

1273
Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril (Granada)

Para la obtención de los mapas de altura y cronología de las construcciones se ha utilizado la


cartografía catastral urbana con historia y, concretamente, el archivo de texto CAT relativo a las
construcciones, que nos da información acerca del año de construcción de cada unidad constructiva, así
como el shapefile “CONSTRU”, en el que se recogen los volúmenes edificados dentro de una parcela,
indicando la altura de cada uno. No obstante, tal información sobre la altura aparece desglosada en forma de
texto de una manera bastante compleja: se indican en números romanos los volúmenes bajo y sobre rasante,
incluyendo además atributos en el caso de que se trate de un balcón, una terraza, un patio, etc. Por tanto, fue
necesario llevar a cabo una simplificación de tal información, de tal manera que cada unidad constructiva
quedase asignada a una única altura numérica.
Hecho lo anterior se obtiene para cada unidad constructiva dibujada en la cartografía catastral, datos
acerca de su año de construcción así como de su altura. Sin embargo, en tanto cada edificio puede quedar
compuesto por varias unidades constructivas, la información anterior resulta demasiado detallada para
nuestras necesidades, por lo que se optó por vincular los datos anteriores al conjunto de la parcela (Figura 4).
Ésta, en la mayor parte de las ocasiones, refleja el espacio visual ocupado por el edificio. No ocurre así en el
caso de las viviendas unifamiliares, con jardines, ni tampoco en el caso de equipamientos con amplios
terrenos libres. En esos casos, se optó por mantener la unidad constructiva dibujada en el archivo
“CONSTRU”.

Figura 4.  Mapa de alturas obtenido a partir del mapa de unidades constructivas (izquierda) y mapa de alturas
resultante del proceso de simplificación efectuado (derecha)  
Para obtener el mapa de alturas por parcela catastral primero se generó un mapa de unidades
constructivas para cada altura (mapa con unidades de 1 altura, mapa con unidades de 2 alturas, etc).
Posteriormente, en el archivo de parcelas catastrales se creó un campo dentro de su tabla de atributos para
cada altura posible, señalándose el campo correspondiente en el caso de que una unidad constructiva de una
determinada altura quedase ubicada dentro de la parcela catastral. Finalmente, se hizo una revisión de todas
las parcelas, especificando para cada una su altura final, que en general suele corresponderse con la altura
máxima de alguna de sus unidades constructivas, si bien existen algunas excepciones que fueron
oportunamente corregidas.
Con este último paso se consiguió obtener un plano de altura de la edificación simplificado y más fácil
de interpretar. No obstante, en tanto su creación implica una inversión de tiempo significativa, se puede
utilizar directamente para el proceso de fotointerpretación el plano de altura por unidades constructivas, que
si bien introduce una gran cantidad de ruido en los datos, que supondrá la necesidad de una mayor atención
en el proceso de fotointerpretación, ha de generar unos resultados muy similares.

1274
D. García-Álvarez

3.2. Obtención de una cartografía de usos del suelo para el área de estudio
Para el cumplimiento del objetivo propuesto en la comunicación se llevó a cabo la elaboración de una
cartografía de usos del suelo con una leyenda específica para el área de estudio (Tabla 1). Ésta, de carácter
jerárquico de cara a flexibilizar su posible utilidad, se ha realizado teniendo en cuenta las características del
ámbito elegido, recogiendo así la máxima variabilidad posible de sus usos urbanos. Ha sido el carácter local
del estudio lo que ha permitido la adopción de una leyenda muy detallada que, en este sentido, permite
realizar análisis precisos y de gran poder descriptivo.
La cartografía se obtuvo a través de fotointerpretación de ortofotografías aéreas de los años 1956,
1977, 1984, 1998, 2003, 2007 y 2011. Junto a éstas, se han utilizado también diversos materiales
complementarios, entre los que destacan fundamentalmente los dos planos obtenidos a partir de la cartografía
catastral (Figuras 2 y 3). Otras fuentes de apoyo utilizadas han sido fotografía antigua de los paisajes y calles
de Motril publicadas en www.historiademotril.es, la herramienta Street View de Google y el PGOU de Motril
(2003). Del mismo modo, se realizaron varias jornadas de campo de cara a explorar el terreno y reconocer
algunos de los usos no discernibles mediante fotointerpretación.
La escala local del análisis ha permitido que a partir de las imágenes áreas se hayan podido distinguir
diferentes densidades de urbanización (residencial compacto, semicompacto, abierto y unifamiliar). La
información complementaria y, especialmente, el PGOU, ha sido una de las principales herramientas de cara
a evaluar los diferentes usos industriales, de ocio y equipamientos. Finalmente, han sido los mapas derivados
a partir de la cartografía catastral los que nos han permitido dividir las diferentes morfologías urbanas en
varias clases en función de la altura de los edificios.

Tabla 1. Leyenda de la cartografía de usos del suelo


Residencial Industrial y terciario Espacios libres y de ocio
Compacto Abierto Concentración industrial Espacios públicos
1-2 alturas 1-5 alturas Industria aislada / Nave industrial Avenidas y espacios de paseo
3-5 alturas 6-8 alturas Naves / Construcciones de carácter rural Plazas o parques
6-8 alturas Más de 9 alturas Terciario Aparcamientos
Más de 9 alturas Unifamiliar Equipamiento Espacios de ocio
Semicompacto Fragmentado Deportivo Campings
1-5 alturas Rural Dotacional Campos de golf
Más de 6 alturas Religioso Espacios residuales
Portuario En construcción
Técnico / Infraestructura Solares vacíos o escombreras
Rural

Durante el proceso de fotointerpretación, además de asignar a cada polígono una categoría de la


leyenda diseñada para el área de estudio, se ha incluido un campo de intensificación, que nos informa si, para
cada polígono, se han producido en las fechas analizadas procesos de intensificación en los usos del suelo.
Esto es especialmente útil por cuanto en algunos casos se puede haber producido un crecimiento en altura
(intensificación) que, sin embargo, no queda recogido en la cartografía por cuanto no alcanza la extensión
crítica como para quedar dibujado (área mínima cartografiable). En nuestro caso, debido al carácter local del
estudio y al notable detalle que exige el análisis de los procesos urbanos, el área mínima cartografiable
elegida ha sido de 1000m2, es decir, el polígono más pequeño que se ha delimitado durante el proceso de
fotointerpretación ha sido uno de mínimo 1000m2, debiendo de efectuar en el resto de casos una
generalización de la realidad que permita incluir la heterogeneidad de ésta en algunas de las categorías de la
leyenda definida.
En la delimitación de los polígonos los ejes viarios, salvo cuando pudieron ser incluidos por razones
tipológicas en alguna de las categorías de la leyenda, quedaron asociados al polígono más próximo tomando
como referencia el eje de la calzada. Por su parte, el límite del área de estudio se ha establecido tomando
como referencia el espacio calificado como urbanizable por el PGOU de Motril (Figura 1).

1275
Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril (Granada)

3.3. Análisis de los planos creados y generación de resultados


Una vez obtenidos los diferentes mapas de usos del suelo, se han comparado por pares mediante el
SIG ArcGIS a través de herramientas de superposición y análisis de datos. De este modo, se ha obtenido para
cada par de fechas tanto el mapa de cambios como una matriz cruzada o de transición entre usos, lo que nos
ha permitido observar los cambios que han sucedido en cada periodo.

4. RESULTADOS1
La ciudad de Motril se ha expandido con gran rapidez desde mediados del siglo XX. Paralelo a ese
proceso de expansión del suelo edificado, se ha producido una densificación urbana en los ámbitos centrales
y de mayor valor. Si bien es en las décadas de los años 60, 70 y 80 cuando estas dinámicas adquirieron su
máximo apogeo, estos cambios se han venido sucediendo de manera constante hasta la actualidad, aunque
reduciendo su importancia en los últimos años (Figura 6). La crisis económica y la colmatación de los suelos
centrales de mayor valor, que han sufrido procesos de reedificación muy recientes, son las causas principales
que explican el cambio de ritmo en los procesos de expansión y densificación urbana. Del mismo modo, cabe
tener en cuenta que, si bien Motril ha experimentado siempre un notable crecimiento demográfico durante
todo este periodo, fue fundamentalmente durante el desarrollismo cuando se produjeron las tasas de
crecimiento poblacional más altas, con un notable incremento de la demanda de vivienda. En este sentido, la
variación poblacional para Motril en el periodo 1960-1970 fue de más de un 25% (Montero, 2001).
Hasta mediados del siglo XX Motril había experimentado un crecimiento lento, de carácter orgánico, a
base de pequeños añadidos anexos a la trama tradicional, siguiendo una pauta de crecimiento radial, que ha
mantenido hasta la actualidad. No obstante, aún por entonces presentaba la ciudad una clara impronta rural,
que abandonó como consecuencia de los crecimientos acontecidos en los años 60 y 70. La edificación
tradicional era, como se ha comentado, de baja altura, que sólo excepcionalmente superaba las dos plantas.
Se trataba de una arquitectura popular que se combinaba, en ocasiones, en el caso de los lugares centrales,
con estilos arquitectónicos de tipo burgués, asociados a las clases vinculadas a la actividad azucarera y sus
rendimientos. Eran este tipo de edificios los que solían sobrepasar las dos alturas (Figura 5C, disponible en el
material complementario asociado a la comunicación (doi.org/10.6084/m9.figshare.3383035)).
El grueso de la expansión urbana desarrollista se realizó a base de viviendas de tipo obrero que, en
general, conectan con las características básicas de ese tipo de arquitectura tradicional: vivienda unifamiliar
agrupada que no suele superar las dos plantas de altura. Sólo en aquellos casos en los que la anchura de la
calle era mayor y, por tanto, los instrumentos reguladores del suelo lo permitían, la edificación alcanzó un
mayor desarrollo vertical. Es el caso de los edificios de la calle Ancha y la Avenida de Salobreña. En este
último caso se dio lugar a la creación de un importante muro edificado, de unas 8 alturas, que rompió el
tradicional vinculo visual que hasta entonces se había producido entre la ciudad y su vega (Figura 1C).
El crecimiento en altura se dio también de manera intensa en el casco antiguo de la localidad, en este
caso asociado a procesos de especulación urbanística que buscaban sacar la máxima rentabilidad a los suelos
centrales de la ciudad, los más codiciados. En este sentido, para el primer periodo analizado (1956-1977),
prácticamente todo el centro urbano de Motril quedó reconstruido de nuevo a partir de edificaciones siempre
superiores a las tres plantas (Figura 1C). Aunque en la mayor parte de los casos no se suelen superar las
cinco, importantes retazos del casco y, fundamentalmente, las partes exteriores del mismo (sobre todo Calle
Nueva y Avenida de Andalucía), quedaron colmatadas por edificios de entre 5 y 9 alturas, conformando así
la actual imagen de densidad urbana que presenta el centro de la ciudad. De hecho, de los suelos analizados,
en general, solo aquellos que corresponden a equipamientos o edificios religiosos se han quedado a salvo de
ese proceso de reedificación y densificación del centro urbano motrileño.

1
Por razones de espacio no se han podido incluir en este epígrafe los mapas de cambios de usos del suelo. Estos se pueden encontrar,
junto a los mapas de usos del suelo para cada una de las fechas estudiadas, en el material complementario asociado a esta comunica-
ción (doi.org/10.6084/m9.figshare.3383035). Las figuras del presente apartado con el sufijo “C” se encuentran disponibles a través
de tal enlace.

1276
D. García-Álvarez

El muro edificado que rodea parte del casco antiguo, que en ocasiones alcanza las 9 plantas, debe su
origen a la idea de ciudad concebida por el PGOU de 1976, que planteaba duplicar e incluso triplicar la
anchura de las calles que rodean al casco (Cañas, Cartuja, Nueva y las avenidas de Andalucía y Salobreña),
permitiendo así edificios de mayor altura en ellas. Si bien la ideó llegó a ponerse en marcha., acabó
fracasando, y de ahí los procesos de densificación comentados para parte de estas calles y la irregularidad de
las alineaciones que hoy las definen.
La mayor parte de la expansión física de Motril se realizó en dirección norte (Figuras 1C y 2C), en
tanto al sur la expansión de la ciudad encontraba como barrera la acequia de riegos de la vega (Figura 1) y,
sobre todo, los propios terrenos de ésta, cuyo cultivo de azúcar, de elevada rentabilidad hasta entonces, hacía
desaconsejable el crecimiento urbano en esta dirección. También hacia el este la rambla de los Álamos
constituyó, hasta su canalización, una importante limitación para el crecimiento de la ciudad.
Como se ha comentado, gran parte del nuevo parque residencial del periodo desarrollista obedece a las
necesidades de las clases humildes y, en este sentido, hablamos fundamentalmente de grandes promociones
de vivienda obrera. Entre éstas se encuentran numerosos polígonos de vivienda pública de iniciativa estatal
que dieron lugar a los primeros retazos de ciudad que, siguiendo los postulados de la Carta de Atenas,
quedaban constituidos a partir de edificación abierta de gran desarrollo vertical, entre la que se desarrollaban
espacios libres de cierta importancia. Por tanto, es a este tipo de iniciativa pública a la que cabe atribuir la
práctica totalidad de los crecimientos de tipología abierta en el periodo. No obstante, en las promociones
recientes de las últimas dos décadas la iniciativa privada ha optado también por una edificación basada en
tipologías similares.
En cualquier caso, en tanto el desarrollo de estas construcciones es fundamentalmente vertical, no se
muestra espacialmente, en número de hectáreas, un gran crecimiento de este tipo de suelos, y de ahí el escaso
protagonismo que tienen estos cambios en la figura 5.
Por otro lado, la velocidad del proceso de expansión urbana que se dio en Motril desde los años 60,
unido al interés por extraer la máxima rentabilidad al suelo que se consumía, llevó a una alta densificación
del espacio urbano de la ciudad que aún se aprecia hoy en día. En este sentido, casi todo el nuevo terreno
edificado fue ocupado por usos residenciales, siendo inicialmente mínimos los equipamientos y espacios de
esparcimiento. Éstos, en buena medida, se reducían a lo elemental y, para el caso de los primeros, destinados
a aquellos servicios más básicos, como colegios y centros de salud, en relación con las demandas de una
población cada vez más numerosa.
Sólo tras la conformación de los primeros ayuntamientos democráticos, una vez se aprobó la
Constitución del 78, se empezó a dar un vuelco a esta situación. En este sentido, es a partir de los años 80
cuando se crean de manera más intensa un importante número de nuevos equipamientos y espacios públicos
(Figuras 5 y 3C). Se intentaba así salvar la pobre dotación que Motril había tenido hasta entonces. De este
modo, el crecimiento físico de la ciudad, como se ha comentado, se había realizado únicamente a partir de
bloques de vivienda, sin tener en cuenta ningún otro aspecto, y de ahí que solo a partir de los años 80 y 90 se
acometieran importantes procesos de mejora de las vías urbanas. En muchos casos, éstas eran meros caminos
de barro que no habían sido objetivo de ningún tipo de acondicionamiento.
Gran parte de las nuevas dotaciones creadas para la ciudad lo hicieron sobre los solares que el
crecimiento expansivo anterior había dejado vacantes. La ciudad creció así de manera bastante caótica,
dejando en su interior importantes espacios urbanos que sólo en las últimas décadas han ido colmatándose,
dando así lugar a una ciudad cada vez más compacta.
Con todo, Motril se presenta hoy en día como una ciudad con una baja calidad urbana en la que la gran
altura de los edificios de su centro urbano así como la falta de importantes espacios públicos de
esparcimiento, muy concentrados, al igual que los equipamientos, en los exteriores de la ciudad, condicionan
de manera notable su tejido urbano. De este modo, el proceso de expansión ha dado como resultado una
ciudad polarizada, con centros de actividad muy focalizados, y en la que el espacio público, en la mayor
parte de los casos, no es de suficiente calidad.

1277
Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril (Granada)

Figura 5. Gráficos de cambios de los usos del suelo del municipio de Motril para la serie temporal analizada
(1956-2011)

1278
D. García-Álvarez

5. CONCLUSIONES
La metodología propuesta ha demostrado su utilidad en el estudio de las dinámicas de cambio de las
áreas urbanas, como en el caso de la ciudad de Motril. Sus principales ventajas radican en permitir análisis
detallados y precisos que, además, incorporan la objetividad del análisis cuantitativo a un aspecto hasta ahora
poco considerado en los estudios a los que el autor ha tenido acceso: el crecimiento en altura.
No obstante, el método propuesto requiere de un importante trabajo, que puede ser de gran magnitud
en el caso de que el área de estudio escogida sea una ciudad de grandes dimensiones. En este sentido, el
proceso de fotointerpretación a escala local, si bien nos proporciona un alto grado de fiabilidad, es muy
exigente en la cantidad de tiempo invertido. Del mismo modo, las peculiaridades del marco edificado de
Motril han permitido depositar una confianza casi plena en la información proporcionada por la cartografía
catastral a la hora de realizar el proceso de fotointerpretación. Ciudades con tejidos más complejos, en las
que la edificación previa haya podido contar con un desarrollo en altura considerable, hacen más complejo el
análisis propuesto. No obstante, la cartografía catastral, apoyada en la fotointerpretación de fotografía aérea
histórica, si permite estudiar con bastante objetividad los procesos recientes de reedificación que,
generalmente, llevan asociados mayores aprovechamientos urbanísticos.
Futuras líneas de investigación han de pasar por la utilización de nuevas fuentes de datos de gran
fiabilidad y precisión, como los datos LIDAR. Éstos, al igual que el catastro, son una fuente bastante
compleja que, sin embargo, alberga mucha información con una elevada precisión. Su utilización para
estudios como el aquí propuesto puede ser de gran utilidad, si bien el horizonte temporal considerado ha de
ser, por la propia disponibilidad de estos datos, completamente distinto. Por tanto, desde esta perspectiva,
podemos considerar a ambas fuentes como complementarias.

AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo se enmarca en el proyecto MINECO I+D BIA2013-43462-P, titulado
“SIMULACIONES GEOMÁTICAS PARA MODELIZAR DINÁMICAS AMBIENTALES II. Horizonte
2020” (SIGEOMOD_2020) financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y por el Fondo
Europeo de Desarrollo Regional FEDER. El autor agradece también al Ministerio de Economía y
Competitividad y al Fondo Social Europeo por la financiación de su actividad investigadora (Ayudas para
contratos predoctorales para la formación de doctores 2014).

6. BIBLIOGRAFÍA
Ayuntamiento de Motril (1976): Plan General de Ordenación Urbana. Motril.
Ayuntamiento de Motril (2003): Plan General de Ordenación Urbana. Motril.
Churchman, A. (1999): “Disentangling the Concept of Density”. Journal of Planning Literature, 13, 4, 389-
411.
Cocero, D., Muguruza, M. del C., Santa Cecilia, F., Azcárate, M. V., Borderías, M. del P., y Prieto, M. E.
(2014): “La utilización en los estudios urbanos de la cartografía catastral y su manejo mediante un SIG:
aplicación al municipio de Getafe (Madrid)”. En XVI Congreso Nacional de Tecnologías de la
Información Geográfica 25, 26y 27 de Junio de 2014. Alicante.
Fernández, A. (2003): “Las pautas del crecimiento urbano posindustrial: de la rururbanización a la ciudad
difusa”. Ería, 60, 88–92.
Fernández, G. (2012): “San Sebastián: un modelo de construcción de la ciudad burguesa en España”. Ería,
88, 101-128.
Ferrer, A. (2002): “La documentación del Catastro de Ensenada y su empleo en la reconstrucción
cartográfica”. CT: Catastro, 46, 99–110.
Forsyth, A. (2003): “Measuring Density: Working Definitions for Residential Density and Building
Intensity”. Design Brief, 8, 2-8.
García, L., Escalona, J., Camarero, C. (2008): “Propuesta metodológica para la reconstrucción del parcelario
antiguo mediante sistemas de información geográfica”. CT: Catastro, 63, 203–214.

1279
Estudio de la densificación espacial y temporal de la ciudad de Motril (Granada)

Goodchild, M. F. (2001): “Models of Scale and Scales of Modeling”. En Tate, N. y Atkinson, P. M. (ed)
Modeling Scale in Geographical Information Science. Chicester, New York, Weinheim, Brisbane,
Singapore, Toronto, John Wiley & Sons, 3–10.
Jiao, L. (2015): “Urban land density function: A new method to characterize urban expansion”. Landscape
and Urban Planning, 139, 26–39.
Junta de Andalucía (2011): Plan de Ordenación del Territorio de la Costa Tropical de Granada.
Laidley, T. (2015): “Measuring Sprawl: A New Index, Recent Trends, and Future Research”. Urban Affairs
Review, 52, 66-97.
Merlotto, A., Cintia, M. y Ricardo, G. (2012): “Crecimiento urbano y cambios del uso/ cobertura del suelo
en las ciudades de Necochea y Quequén, Buenos Aires, Argentina”. Revista de Geografía Norte Grande,
53, 159–176.
Montero Pleite, (2001): Avance del Plan General de Ordenación Urbana. Información Urbanística. Oficina
del Plan General, Motril.
Obeso, I. (2014): “Análisis geográfico de los desahucios en España”. Ería, 95, 327-342.
Ramón, T. (2015): La información catastral. Características y aplicación al estudio de la ocupación
urbanística reciente en la ría de Pravia. Trabajo Fin de Máster. Universidad de Oviedo. Disponible en:
http://hdl.handle.net/10651/31530
Reza, A., Song, J., Zheng, Q., Blackburn, G. A., Wang, K., Huang, L. Y., … Deng, J. S. (2016): “Remote
sensing of impervious surface growth: A framework for quantifying urban expansion and re-densification
mechanisms”. International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, 46, 94–112.
Santos, J. M. (2015): “Metodología para medir la estructura urbana de la ciudad actual, utilizando la base de
datos del catastro. Aplicación al sector suroeste de la Comunidad de Madrid”. Boletín de La Asociación
de Geógrafos Españoles, 67, 37–60.
Villar, A. y Ojeda, J. (2007): “Evolución del suelo urbano/alterado en el litoral de Andalucía”. Geofocus, 7,
73-99.

1280

Você também pode gostar