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INTRODUCCION
Roma es un pequeño pueblo rodeado de culturas superiores como los Etruscos, de origen
desconocido, de los que Roma recibe una gran influencia (arco de medio punto, bóveda
de medio cañón). Escaso desarrollo social, económico y político.
En los últimos siglos de república es cuando roma hace su gran expansión. Al llegar a la
parte inferior de Italia y Sicilia, la cultura griega influye en ello. También se expanden al
mundo helenístico, al norte de África y al oeste de Europa.
. La conquista de Italia
Los romanos se tuvieron que enfrentar a muchos enemigos: primero lucharon contra los
habitantes del Lacio; más tarde atacaron a los etruscos. Al empezar el siglo IV los galos
invadieron Italia y llegaron hasta la ciudad de Roma, donde quisieron tomar el capitolio; éstos
conquista de los grupos samnitas. Una vez dominadas estas regiones, los romanos se percatan
Ante el avance romano, la mayoría de las ciudades helénicas aceptaron una alianza con su
enemigo. Los romanos ya eran dueños de casi toda la península itálica y, para asegurar las
Una vez que Roma se adueñó de toda Italia, continúa su expansión hacia el Mediterráneo
occidental contra los cartaginenses, los griegos y los macedonios. A este periodo de lucha
Cartago se localizaba en el norte de África y controlaba las principales rutas comerciales del
Mediterráneo, por lo que era un obstáculo para el expansionismo político, económico y militar de
Roma.
En el 343 a.C. Roma emprendió la guerra contra los samnitas, montañeses que habitaban en la
mitad sur de la península Itálica. Los romanos utilizaron su excusa favorita para entrar en conflicto:
una supuesta petición de ayuda de Capua. El enfrentamiento duró cincuenta años. Aunque el
primero asalto acabó en empate, en el segundo Roma ganó territorio, tras lo que firmó una tregua
de cuarenta años. Sin embargo, cuando sólo habían pasado cinco años los samnitas y los demás
pueblos de Italia se sublevaron. Roma acabó con las aspiraciones independentistas de todos ellos:
Las rápidas y extensas conquistas romanas proporcionaron grandes riquezas (nuevas tierras que
explotar). Pero esas riquezas beneficiaron solamente a los más poderosos (patricios, senadores y
altos jefes militares). Además, ocurrió un fenómeno económico peculiar, las tierras conquistadas
eran grandes productoras de trigo, y vendían a Roma este cultivo a precios muy bajos; por lo tanto
los campesinos romanos se arruinaron, ya que no podían competir con el precio del trigo del
exterior. Y con respecto a la mano de obra, hubo mayor oferta que demanda (existió una
abundancia en la mano de obra esclava, por lo que muchos romanos no encontraban trabajo)
A todos estos problemas, derivados de las conquistas, se unieron otros dos surgidos en la propia
Italia:
• El primero fue la rebelión de los pueblos itálicos descontentos por habérseles negado la
ciudadanía romana. Esta guerra, conocida con el nombre de Marsia, terminó con la derrota de los
sublevados.
• El segundo problema fue la rebelión de los esclavos de gran parte de Italia, capitaneados por
Espartaco. La guerra terminó con la victoria de Roma
Otro factor que influyó fue la crisis política a la que se enfrentó el Estado romano. Las instituciones
democráticas de la República, creadas para gobernar una ciudad, resultaron inadecuadas para
regir a extensos territorios. Se necesitaba por lo tanto de un poder centralizado, único y fuerte, así
como el de un ejército permanente.
Los triunviratos
Para terminar con los enfrentamientos entre los romanos se formaron los
triunviratos, es decir, el gobierno de tres personas que contaban con el apoyo de los principales
grupos sociales.
Al ir extendiéndose el territorio romano, el poder fue quedando en manos del ejército y poco a
poco se fue debilitando el de los nobles. De esta manera, Pompeyo, militar que contaba con el
apoyo de los grupos populares; Craso, perteneciente al partido aristócrata; y Julio César, buen
guerrero y hábil político, formaron el primer triunvirato, haciéndolos dueños del gobierno de todo
el Imperio Romano. La lucha por el poder fue la causa de los sangrientos combates entre ellos.
Craso murió en las guerras contra Siria; mientras tanto César realizaba una serie de campañas en
las Galias. Pompeyo y el Senado creyeron entonces poder gobernar solos. Esto provocó una nueva
guerra civil. César se presentó en Italia y, en la batalla de Farsalia derrotó a Pompeyo. Así, César se
convirtió en dictador perpetuo. Éste utilizaba el poder en forma absoluta, imponiendo una serie de
medidas despóticas. A causa de esto fue asesinado
Después de la muerte de César se reanudó la guerra civil, que dio lugar a la formación del segundo
triunvirato. Éste se formó con Lépido, Marco Antonio y Octavio Augusto. En el 43 a. C. llegaron a
un acuerdo por el cual Octavio Augusto gobernaría el occidente del imperio; Marco Antonio el
oriente y Lépido el norte de África
La lucha por el poder se reinició de inmediato. Octavio Augusto expulsó a Lépido del triunvirato y
venció a Marco Antonio en la batalla de Accio, el año 31 a. C. Octavio Augusto suprimió la
República y fue proclamado emperador, dando inicio a la etapa política conocida como Imperio.
El imperio Romano
A partir de la victoria de Octavio Augusto hasta la invasión de los pueblos bárbaros (s. V d. C.), los
gobernantes romanos ocuparon el título de emperadores siendo unos verdaderos monarcas. Éstos
representaron tres modelos de gobierno:
Modelo de Gobierno :
-Julio César : Concentraba el poder y la responsabilidad en manos de un solo hombre sin hacer
partícipe al senado
Los primeros siglos (I y II d. C.) del Imperio fueron de gran apogeo cultural, militar y político, sin
embargo los siguientes siglos (III, IV y parte del V d. C.) saltaron a la vista síntomas de decadencia.
La sucesión de los gobernantes se realizó mediante tres formas:
1. Edad media
los últimos tiempos del Imperio; quedando siempre el Mediterráneo como centro de
la vida y civilización
De aquella edad.
3. Elementos de civilización que encierra y desenvuelve “la Edad media”.
Tres son los hechos principales que constituyeron la vida y el historiado de la Edad
media; la antigüedad, el cristianismo y los bárbaros. La antigüedad, según hemos
visto, le trasmitió los elementos permanentes de su civilización por medio de Roma.
El cristianismo, aunque comunicado también por los romanos, es un elemento casi
extraño a su civilización, puesto que el Imperio no había conseguido desprenderse
por completo de sus aficiones paganas, y solo en tiempos diferentes con pueblos
distintos estaba llamado a proporción la regeneración de la humanidad. Estos tres
elementos constituyen la vida y civilización de la Edad media; cada uno pretende el
predominio exclusivo en la sociedad; la antigüedad, fundándose en las gloriosas
tradiciones de Grecia y Roma, el cristianismo en la pureza de su doctrina y en la
representación de la divinidad; y los bárbaros según .” Artero y González, Juan de la
Gloria, 1882.Historia de la Edad Media,lec.1 pag 9
Sin embargo, en los dos siglos siguientes, sus sucesores, libertinos e Incapaces,
no supieron mantener el poderío alcanzado y hubo guerras entre ellos queriendo
apoderarse de todo el imperio que su padre les había otrogado.
2. Los Anglosajones,la hepaterquia.”reinado de Inglaterra”
La monarquía visigoda subsistió tres siglos en España; en los dos primeros eran
arrianos, en el último se convirtieron al catolicismo, desde los tiempos de
Recaredo.Los Visigodos eran quizá el pueblo ménos bárbaro dé los que invadieron
el Imperio. Habiendo vivido largo tiempo en relaciones, primero hostiles y después
pacíficas con los romanos, y profesando la religión cristiana, aunque arriana, habían
modificado sus costumbres primitivas germanas, abandonando en parte su carácter
cruel y sanguinario, y su tendencia al particularismo y a la división. La conquista de
nuestra península no estuvo exenta de crímenes y violencias; pero dista mucho de
revestir el carácter de crueldad de otros pueblos, hasta de los mismos que les
habían precedido en su dominación según .” Artero y González, Juan de la Gloria,
1882.Historia de la Edad Media,lec.7 pag 59
La forma de gobierno porque se rigió los visigodos fue la monarquía electiva,
teniendo el derecho de elección los nobles godos hasta los tiempos
De Recaredo, y con ellos más adelante los Obispos;el elegido había de ser también
de pura sangre goda. Los reyes así nombrados reunían el supremo poder,
correspondiéndoles el mando del ejército, declarar la guerra y la paz, hacer las leyes
y administrar justicia, el gobierno supremo del Estado, el nombramiento de los
Obispos y reunir los concilios, desde la época de Recaredo según .” Artero y González,
Juan de la Gloria, 1882.Historia de la Edad Media,lec.7 pag 63
la política y las costumbres romanas concluyeron con el reino visigodo, como habían
concluido con el Imperio.Y se convirtieron demasiado pronto al catolicismo, puesto
que esta religión no dominaba todavía en la conciencia del pueblo; por lo que la
religión no pudo renovarlos, ni mejorarlos en el corto tiempo que medió hasta la
invasión de los Arabes. Ni la política ni la religión, en aquellas condiciones, eran
bastantes para borrar las antipatías, y establecer la fraternidad entre vencedores y
vencidos .” Artero y González, Juan de la Gloria, 1882.Historia de la Edad Media,lec.7 pag 65
Información personal
Nacionalidad Veneciano
Familia
Información profesional
Ocupación Comerciante
Cargos Embajador
ocupados
A finales del siglo XIII, Venecia seguía siendo una de las mayores potencias comerciales y marítimas
del mundo. Era habitual escuchar allí, a la sombra de las cúpulas de ópalo, junto a los suntuosos
palacios y a la vista de las doradas góndolas, las historias más extraordinarias y peregrinas. Pero las
que contaba maese Marco Polo, recién llegado de los confines del mundo, eclipsaban a todas.
Aseguraba haber visto extraer de las entrañas de la tierra, en la China, unas piedras negras que ardían
mejor que la leña. Los venecianos, al oírle, se burlaban; para ellos, el carbón de piedra era una cosa
de lo más fantástica. También hablaba de otra piedra que podía hilarse como si fuera lana, pero que
era incombustible; sus oyentes reventaban de risa: aún más difícil de concebir que el carbón era el
amianto. Tampoco le creían cuando describía una fuente que había contemplado en algún país remoto
de la que no manaba agua, sino negrísimo aceite: sus conciudadanos no podían siquiera sospechar la
existencia de los campos petrolíferos de Bakú.
Sin embargo, no era posible que un hombre, aun dotado de una portentosa fantasía, imaginara todo
aquello. Marco Polo había regresado de sus viajes trayendo consigo grandes riquezas, entre las cuales
quizás la más valiosa era la experiencia acumulada a lo largo de veinticuatro años de ausencia. Mil
peripecias y hechos inverosímiles para sus contemporáneos cruzaban por su mente. Tenía mucho que
contar, pues no en balde era uno de los más grandes viajeros que la humanidad ha conocido.
A comienzos de 1271 decidieron partir de nuevo hacia la corte del Gran Khan. El hijo de Nicolás,
Marco, suplicó a su padre que le permitiera unirse a la expedición. Hacía dos años que escuchaba día
tras día los relatos de los viajeros, y creía ciegamente en sus historias. Les había acompañado en la
visita al papa y, aunque sólo tenía diecisiete años, estaba imbuido del espíritu de la familia. Nicolás
no pudo negarse. Sabía que Marco era capaz de cualquier cosa, que poseía una curiosidad insaciable,
una memoria privilegiada y una capacidad para sobreponerse a las contrariedades posiblemente
mayor que la suya.
Entretanto, su padre y su tío se enriquecían con el comercio. Discretos, eficientes y fieles, los tres
venecianos jamás habían decepcionado a su señor, que sentía por ellos un verdadero aprecio. Se
habían hecho ricos, pero se sentían cansados y tenían nostalgia de las suaves brisas del Adriático, del
brillo de la cúpula de San Marcos, de la llamada de los gondoleros y del dulce acento de la lengua
italiana. Ya era tiempo de regresar a la patria para gozar de su fortuna y establecer a Marco.
La dificultad estribaba en encontrar un pretexto para separarse de Kublai sin ofenderlo y, sobre todo,
sin poner en peligro el precio de sus fatigas. El Gran Khan envejecía y la envidia por los favores que
de él habían recibido crecía a su alrededor. Conocían China lo suficiente como para saber que la
muerte de su señor sería la suya. Pero era más fácil entrar en la corte de Kublai que salir de ella.
Nicolás fue el encargado de pedir un primer permiso, «porque en mi tierra tengo esposa y por ley de
cristianos no puedo desampararla mientras viva». El rey encontró quizás el pretexto demasiado fútil
y le respondió que, aunque podían andar por cualquier parte de sus dominios, por «nada del mundo
podían abandonarlos». Siguieron otras peticiones y la respuesta sería siempre negativa, alegando que
le resultaban necesarios.
Mientras tanto, los astutos mercaderes vendieron cuanto poseían, invirtieron el producto en piedras
preciosas y confeccionaron tres vestidos forrados de guata, a la que cosieron las joyas. Finalmente se
presentó una ocasión favorable. El gobernador mongol de Persia, Argón, que era primo de Kublai,
había enviudado. La última voluntad de su esposa consistía en que la nueva consorte fuera escogida
por el emperador entre los descendientes de Gengis Khan. Recibió este encargo Kublai y designó a
una hermosa princesa de diecisiete años, Cocachin, dando inmediatamente la orden de que fuera
llevada hasta la lejana Persia.
Los Polo se ofrecieron para cumplir esta misión. Marco acababa de regresar de la India y había traído
valiosos informes. Era fácil, decía, llegar al golfo Pérsico costeando el continente para evitar los
numerosos peligros que jalonaban las rutas terrestres. De mala gana, el Khan aceptó. Puso a
disposición de los venecianos trece bajeles, tripulación y una escolta, les entregó una gran fortuna en
oro y les confió a la doncella. Por fin, a mediados del año 1292, los Polo abandonaron Pekín.
En el relato de Marco Polo se manifiesta un tono maravillado ante los espectáculos de la naturaleza
y los pueblos de las riquísimas y misteriosas regiones orientales. Son famosísimas sus páginas acerca
del Viejo de la Montaña (de cuya leyenda se hallan rastros en muchas novelas medievales), sobre la
vida de la residencia veraniega del Gran Khan en Xanadú y los usos del antiguo imperio chino. Es
bella por su aliento épico y fabuloso la descripción de la batalla entre el rey Alan (Halagu, Khan de
Persia) y el rey Barca (Berke, Khan de la Horda de Oro); está reproducida de manera lograda la lucha
entre los dos pueblos conquistadores, en el sentido sangriento de la lucha por la vida y por la gloria.
Ilustración de la leyenda del Viejo de la Montaña
Estupendas por sus descubrimientos de tierras nuevas son las descripciones de sus largos viajes a
caballo por landas infinitas, pasando a vado los ríos, encontrando gentes desconocidas aun para los
mismos orientales, y conociendo animales hasta entonces considerados como fabulosos. Son notables
por su aspecto estrictamente documental, en lo que se refiere a su actividad de mercader, las noticias
sobre especias raras (como por ejemplo la pimienta y el jengibre) o sobre el petróleo de Armenia, el
carbón fósil del Catay y las piedras preciosas.
Marco Polo siente su orgullo de europeo, habituado a una civilización milenaria; pero del mismo
modo que intuye una nueva vida de pueblos errantes llena de hechizo y de misterio, sabe sostener un
tono muy suyo de moderación y prudencia, debido al conocimiento de los hombres de tierras tan
lejanas de su patria. Un importante documento histórico es el constituido por la narración de la
laboriosidad de Marco en Yangzhou, donde fue gobernador durante tres años. En sus actos se observa
siempre una gran pericia de hombre que sabe apreciar los hechos y las cosas, y en toda ocasión aplica
un espíritu de moderación justa y precisa que consigue dominar los acontecimientos. Así brilla su
cordura de guiador de hombres (veneciano de antiguo cuño) aun en medio de difíciles reveses.
Pero lo que más atrae en la narración de Marco Polo (y constituye el hechizo que han experimentado
siempre sus lectores europeos aun a través de malas refundiciones de su narración) es aquel sentido
de estupor y maravilla por un mundo aparecido como por encanto a los ojos de un hombre habituado
a la dureza de la vida cotidiana, entre la industria y el tráfico y los riesgos de marineros y mercaderes:
palacios de oro y de plata, jardines fragantes de mil raras flores, ceremonias solemnes entre
muchedumbres prosternadas ante ídolos y autoridades reales, tropas de guerreros en lucha tremenda
por la posesión de una tierra, y costumbres, lenguas, sentimientos nunca conocidos por la antiquísima
civilización mediterránea, si no eran vislumbrados a través de alguna leyenda lejana.
Esta entrega a un mundo de contrastes y de esplendores anima esta extensa narración, le confiere los
caracteres de un universo poético y la sitúa entre los más ricos testimonios de la Europa medieval y
de la época de los primeros descubrimientos geográficos. Y con justicia se ha podido decir que con
su libro Marco Polo dio a Italia precisamente la obra épica y robusta que le faltaba, en comparación
con la literatura caballeresca de los demás pueblos.
El veneciano describe a Kublai como muy apuesto, de mediana estatura, la cara redonda y blanca, los
ojos negros, la nariz hermosa y el cuerpo bien proporcionado. Las noticias de la vida sexual del Gran
Khan despertaron gran interés en Europa. Tenía cuatro mujeres legítimas y un gran número de
concubinas. Las primeras disponían, cada una, de su propio palacio, con trescientas doncellas
escogidas y numerosos criados eunucos. Seis de ellas ("mujeres bellísimas de un pueblo tártaro
llamado Unctas") tenían el cuidado de la cámara regia durante tres días y tres noches, asistiendo al
monarca y durmiendo en su aposento. El cuarto día, otras seis mujeres relevaban a las primeras y se
ocupaban de los mismos menesteres por otras tres jornadas, y así sucesivamente. El soberano tártaro
tenía veintidós hijos de las cuatro esposas legítimas, y de las criadas, otros veinticinco. El primogénito
de la primera mujer, llamado Chinchis, había muerto, siendo nombrado heredero otro hijo, llamado
Themur, al que Marco Polo califica de valiente y prudente.
Kublai Khan
De gran riqueza son las descripciones del palacio de invierno en Cambaluc (Khanbalic), en las
proximidades de Pekín, donde residía durante tres meses. El palacio era un cuadrado de dimensiones
monumentales: una milla por cada lado, con murallas de gran grosor pintadas de rojo y blanco. En
cada esquina de la muralla, y en el centro de las mismas, se levantaban hermosos palacios; el centro
de la ciudad quedaba reservado para la residencia real. Entre los diferentes palacios y edificios se
extendían estanques e inmensos jardines, en donde vivían varios tipos de animales, como ciervos
blancos, cabras y gamos.
Dondequiera que el Gran Khan supiese que había un árbol hermoso, "hace que se traslade allí con sus
raíces a lomo de elefantes, incluso desde regiones remotas, y ordena que se plante en el jardín; por
tanto, crecen en él árboles hermosos sobremanera". No menos impresionantes eran el mercado de
Cambaluc, "que supera en volumen de contratación a cualquier ciudad del mundo entero", y las
magníficas calles, "anchas y tiradas a cordel con tal precisión que desde una puerta, a causa de la
rectitud de la vía, se ve en derechura la puerta de enfrente". Todo lo que rodea al Gran Khan es de
dimensiones y riquezas impresionantes, lo que avivó la imaginación de los occidentales.
La grandeza del Gran Khan se cimentaba en las cualidades de los mongoles o tártaros. Eran, según
Marco Polo, hombres esforzados, duros, sufridos, capaces de moverse y pelear a grandes distancias,
disciplinados y justicieros. Hábiles jinetes y cazadores, vivían en tiendas magníficas y se dedicaban
al cuidado de grandes rebaños. Comían carne de perro y de caballo, y una leche "a modo de pasta
sólida, que ponen en una vasija, y la agitan con un palo hasta que se disuelve, y después se la beben".
El libro describe sus costumbres sociales; eran polígamos y tenían muchos hijos. Si fallecía el padre,
el hijo podía casarse con su madrastra, y un hermano, con su cuñada. Las mujeres tártaras eran
diligentes en las tareas del hogar y en la adquisición de alimentos, por lo que los maridos se dedicaban
a sus guerras y juegos, "pero como ahora están mezclados entre diversos pueblos, en muchas
comarcas pierden muchas de sus costumbres y se acoplan a la manera de vivir de otros".
Al desconocer el chino, Marco Polo empleó términos geográficos mongoles y un buen número de
topónimos persas, como Pianfu, Taianfu, Ciorcia y Quengianfu, ya que la lengua persa era muy
utilizada en la corte del Gran Khan. Según algunos historiadores, un mapa persa le sirvió para nombrar
a las poblaciones del centro y sur de China, recogiendo las informaciones sobre cada población
(situación, tamaño y actividades económicas) de mercaderes persas o mongoles.
CONCLUSIONES
Su padre (Nicolás Polo) y su tío, miembros de una ilustre familia de mercaderes de la próspera
República Veneciana, ambicionaban comerciar con el pueblo tártaro de Oriente.
Ambos hermanos emprendieron conjuntamente una expedición hacia Oriente en el año 1255; cuando
hubo noticias de la llegada de los mercaderes alterritorio.
El emperador mongol Kubilai Kan los mandó llamar, dado que la presencia de unos latinos constituía
un hecho extraordinario.
Durante catorce años permanecieron entre los mongoles. De regreso, los Polo actuaron como
embajadores del emperador y visitaron al Papa en su nombre, para transmitirle el deseo de Kubilai
Kan de que éste enviara sabios y sacerdotes a visitar su Imperio.
INTRODUCCION
Los habitantes del Imperio Bizantino que han luchado por mantener sus formas de
vida, por sobrevivir, por defender sus tierras, por conquistar tierras perdidas; a esas
personas que vivieron libres durante 1.123 años en la ciudad más hermosa que la
tierra haya visto jamás, la ciudad donde se representaba en el ámbito terrenal el
mismo orden que en el venerable Cielo donde moraba Dios con su propia corte
celestial. Ya que el mundo a partir de allí jamás sería como antes.
Es un hecho que los habitantes de Constantinopla de 1453, me refiero a los
genuinos bizantinos, que tal vez no llegaran al número de cuarenta o cincuenta mil
personas en total dentro de las murallas de la gran urbe, todavía creían en lo que
sus mayores les enseñaron, o sea que eran súbditos de un emperador descendiente
de Augusto y de Constantino el Grande, que eran miembros de un imperio glorioso
y universal, y que de alguna manera se salvarían de esta catástrofe que se
avecinaba, para renacer de las cenizas como tantas otras veces a lo largo de la
dilatada Historia que tenían sobre sus espaldas, todo gracias a la protección de
Cristo y de la Sagrada Virgen.
Pero la realidad golpeaba duramente a esta pequeña comunidad de bizantinos que
se negaban a perder lo suyo, o sea su cultura, su personalidad, su forma de vida,
su derecho a ser libres y de rezar a su Dios en sus propias iglesias.
En esos años que promediaban el siglo XV, Bizancio no existía prácticamente en
materia política, no tenía para ese entonces casi ninguna importancia en el marco
de las nuevas relaciones entre las potencias europeas; no obstante,
económicamente su capital todavía demostraba su importancia como puerto
internacional, aunque los beneficios se los llevaran las repúblicas italianas, como en
los últimos tres siglos y medio. La Historia parecía favorable a quienes decían que
podría salir de este difícil trance; por eso conviene antes de estudiar los hechos de
la caída, revisar muy rápidamente lo que pasó en la Ciudad durante los mil ciento
veintitrés años anteriores.
1. BIZANCIO
Fundada en la orilla europea en el año 667 a.C. por colonos griegos de Megara, a
lo largo de un golfo profundo y resguardado “El cuerno de oro”.
Se hacían llamar romanos, guiados por gobernantes que ejercían un poder
absoluto y arquitectos que superaron las maravillas de la Ingeniería Romana, los
Bizantinos construyeron el acueducto más largo de la actualidad unas Murallas
invencibles pero seguir los pasos romanos no traería nada. En el año 191 a.C. fue
reconocida por Roma como ciudad libre, fue en Posesionada por la Republica en
el año 100 a.C.
2. EMPERADOR CONSTANTINO
El 8 de noviembre del año 324 de nuestra era, después de dos décadas de una
sangrienta guerra civil, el emperador Constantino finalmente se hace con el control
absoluto de todo el Imperio Romano. Es un dirigente con amplitud de miras un
brillante estratega y un hombre que no conoce límites, en realidad llego a ser
emperador gracias a sus artimañas y fue despiadado a la hora de asumir el poder
Constantino el grande fue uno de esos dirigentes que cambio el mundo heredo el
imperio romano que había sido dividido en dos partes. Constantino reunifico el
enorme imperio y gobernó sobre su unidad oxidental y oriental. Era un político muy
astuto y se enfrentaba a dos problemas serios: Administrar y Dirigir un enorme
imperio. A las 6 semanas tan solo de su ascensión al trono Constantino viaja a los
confines del imperio, a un remoto lugar de la Turquía actual. Constantino cogió
una lanza y trazo el plano de la cuidad en el suelo, todos se quedaron
asombrados del tamaño de la cuidad que el emperador pretendía construir, se
dice que comento “llegare hasta donde aquel que me guía me detenga”.
Esa línea se convertiría en los límites de la nueva capital del gran imperio: Nova
Roma o Nueva Roma. De ese proyecto surgiría una cuidad resplandeciente en el
centro de un gran imperio nuevo, la cuidad seria conocida como Constantinopolis
o la cuidad de Constantino.
Constantino desplazo el centro del Imperio Romano y fundo una nueva capital,
quería alejarse de Roma, de sus viejas rivalidades, luchas intestinas, interés
creados y de paso crear algo nuevo que el pudiera modelar. La visión de
Constantino para su nueva cuidad venia acompañada de unas Técnicas de
Ingeniería perfeccionadas durante el Imperio Romano, hubo una gran campaña de
construcción para edificar foros, mercados, para construir los edificios a imagen y
semejanza de los de los de la antigua Roma. Pero el reinado de Constantino se
distinguiría por un aspecto fundamental, a diferencia de todos los emperadores
anteriores Constantino se sometería a un poder superior, al de nuestro señor
Jesucristo. Hay una gran presencia Cristiana en el Imperio, de manera que
reconocer esa presencia era sencillamente un acto político de sentido común,
Constantinopla se fundó de hecho como un Imperio Cristiano y un Cristianismo
ortodoxo era un pilar fundamental de su existencia. Constantino asesino a su hijo
a su hijastro y hasta a su segunda esposa en el viaje a Italia, como traería gente a
una cuidad polvorienta llamada Bizancio situada en el otro punto del Imperio,
bueno lo hizo trajo gente poniéndole su nombre y luego reconstruirla.
Fallece en el año 337, la cuidad está a medio construir con un problema abordo un
aumento demográfico pero sin ni una gota potable, a mediados del siglo cuarto la
cuidad se moría de sed tenían que crear algo para toda la cuidad y se trajo desde
lejos un sistema de acueductos del antiguo imperio romano creando túneles bajo
tierra construyendo 60 puentes acueductos guiado por el emperador Valente para
dar agua potable a la cuidad, el más impresionante tendría una altura de casi 27
metros en la actualidad es conocida como el puente acueducto de Cursulugerme.
3. CONSTANTINOPLA
La Capital Oriental del mundo Cristiano fundada por el primer Emperador Cristiano
de Roma “Constantino l” el Grande comenzó a erigir la nueva roma en el año 324
y en el 330, fue consagrada bajo el nombre de Constantinopolis o ciudad de
Constantino, convirtiéndola en Capital del Imperio Romano de Oriente, conocido
también como capital del imperio Bizantino. Fue construida sobre “siete colinas” a
imagen de Roma y dividida en 14 regiones y se encontraban en murallas. También
se dio gran importancia a la cultura. Constantino creó la primera universidad del
mundo al fundar, en el 340a.c, la Universidad de Constantinopla, aunque luego
fuera reformada por el emperador Teodosio II en el 425a.c. En ella se enseñaba
gramática, retórica, derecho, filosofía, matemática, astronomía y medicina;
también gramática latina, gramática griega, retórica latina y retórica griega. La
universidad constaba de grandes salones de conferencia, donde enseñaban sus
31 profesores. Al morir Constantino, la fragmentación del Imperio Romano era un
hecho. Sin embargo, esto no se produciría hasta la muerte de uno de sus
sucesores: Teodosio, en el año 395, después de cristo quien dividió en dos el
Imperio y cedió el mando de la parte occidental, con sede en Roma, a su hijo
Honorio; y la parte Oriental, con sede en Constantinopla, a su otro hijo Arcadio,
dando comienzo al Imperio Bizantino que, a diferencia de la parte occidental cuya
decadencia fue cada vez mayor, se mantuvo en pie hasta el año 1453.
3.1. SANTA SOFIA
Icono de la fe cristiana. La primera catedral más grande de la época construido por
Constantino ll junto al Gran Palacio y consagrada en el año 360, a lo cual tiempo
después en el año 532 sufrió graves daños, por lo que Justiniano levanto una
nueva catedral.
4. LA CAIDA DE CONSTANTINOPLA
4.1. LA PREPARACION DE LOS TUCOS
El ejército turco estaba formado, según los historiadores contemporáneos, por entre
80.000 y 160.000 hombres (Ducas habla exageradamente de 400.000), mientras
que los defensores serían aproximadamente 5.000 griegos, cifras que nos dan la
pauta de lo desigual de los ejércitos enfrentados, desigualdad que solamente estaba
salvada por las murallas de Constantinopla, barrera realmente muy difícil de vencer.
Los turcos otomanos, además de la ventaja numérica, contaban con un parque de
artillería como no se había visto jamás sobre la tierra en tiempos anteriores, y que
incluía un poderoso cañón construido por un misterioso personaje, con lo que el
ejército de Mahomet II veía multiplicarse las posibilidades de triunfo, ante la
posibilidad de quebrar las formidables murallas del siglo V con el fuego de cañones
del siglo XV. Los bizantinos, por el contrario, contaban con lanzas, flechas y
catapultas, y unos pequeños cañones para los cuales ni siquiera contaban con
proyectiles suficientes. Además, unos 400 barcos de todo tipo formaban una
impresionante flota turca, contra unos 26 ó 28 buques de guerra de los defensores
que estaban en el Cuerno de Oro y se preparaban a defender la ciudad amparados
por la famosa cadena de hierro extendida de costa a costa, y esto era fundamental
porque impedía que los varios kilómetros de muralla, junto a la costa del Cuerno de
Oro, fueran atacados por Mahomet, y así liberaban a muchos defensores que eran
útiles en otras partes de la batalla.
4.2. EL INICIO DE LA GUERRA A CONSTANTINOPLA
El 2 de abril de 1453 los primeros destacamentos turcos llegaban cerca de la ciudad,
que ya estaba preparada, abastecida al máximo posible, protegido el Cuerno de Oro
con la famosa cadena que el genovés Bartolomeo Soligo había colocado por orden
del emperador, destruidos los puentes sobre el foso que bordea la ciudad, y con las
murallas en perfecto estado, ya que habían sido reconstruidas de la mejor manera
posible, e inspeccionadas por el mismo Giustiniani Al llegar los primeros turcos ese
día se producen algunos enfrentamientos porque el emperador ordena varias
salidas del ejército bizantino, pero cuando los enemigos demostraron ser una
cantidad inmensa, los destacamentos volvieron a encerrarse dentro de las murallas.
El 5 de abril llegan los cuerpos principales del ejército turco, comandados por el
mismísimo sultán, que al día siguiente se ubica en su tienda de campaña, cerca del
río Lycus, a unos quinientos metros de las murallas y protegida por los
destacamentos preferidos de Mahomet, los jenízaros. Los ataques turcos se
seguían presentando con más frecuencia.
El 14 de mayo Mahomet resuelve insistir en su posición y trasladar más baterías de
cañones al sector de las Blaquernas, decidido a debilitar cada vez más esa parte de
la muralla; los días 15 y 16 de mayo el bombardeo a ese barrio fue infernal pero, sin
embargo, el mismo sultán pudo comprobar que no había sido lo suficientemente
efectivo, con lo cual ahora decidió por fin llevar los cañones frente al Mesoteichion;
desde el 17 de mayo, entonces, el sector del Mesoteichion recibe un terrible
bombardeo prácticamente ininterrumpido, que causa averías mucho más graves
todavía y obliga a trabajar día y noche con más energía a las partidas de ciudadanos
que reparaban los deterioros de las murallas. El 16 de mayo la flota turca trató de
superar la gran cadena sin poder lograrlo, volviendo a sus ubicaciones anteriores.
El mismo día los bizantinos descubrieron que las murallas de Blaquernas, a la altura
de la puerta Caligaria, estaban siendo minadas por los zapadores serbios expertos
en hacer excavaciones al servicio del sultán. El 23 de mayo Constantino recibió una
embajada de Mahomet II comandada por Ismail, príncipe de Sinope; se les
perdonaría la vida a todos si se rendían, pero el emperador se negó a negociar la
ciudad, aunque ante la insistencia de Ismail, que tenía amigos entre los griegos y
les recomendaba de buena fe su rendición, envió a su vez a un ignoto personaje
para negociar con el sultán; era muy probable que esta persona no volviera con
vida,
4.3. EL ATAQUE FINAL
El 28 de mayo los bizantinos ya estaban informados de que en la madrugada del
día 29 Mahomet II lanzaría un violento ataque contra la ciudad, uno de esos asaltos
despiadados y decididos que estaban destinados a vencer o morir en el intento, y
cundió el pánico en los defensores, hubo llantos en el palacio, lamentos que
expresaban la intuición de estar viviendo la verdadera última hora de la ciudad
cristiana, lágrimas de tristeza y de dolor por lo que podría significar el día de
mañana, lloros por la posible muerte del Cristianismo y del helenismo en su propio
reducto más preciado. Los defensores participaron de los oficios en Santa Sofía
junto con todos los pobladores, griegos y latinos, conscientes de que esa podía ser
la última misa que escucharan en ese tan apreciado sitio para los cristianos, y por
un día sus divergencias fueron dejadas de lado. El 29 de mayo, aparentemente
mucho antes de que despuntara el sol, Mahomet lanzó su primer ataque a las
murallas de la ciudad con miles y miles de soldados provenientes de distintos
países, serbios, búlgaros, italianos, alemanes, también turcos irregulares, los que
formaban un ejército muy colorido y poco uniforme de mercenarios que luchaban
solamente por la paga y su parte en el saqueo.
Cansados y hastiados de pelear, los protectores de la ciudad sin embargo no
bajaron los brazos en ningún momento, y cada vez que era necesario trataban de
reparar los enormes huecos que la artillería turca provocaba en las murallas,
multiplicándose en el esfuerzo. Sin embargo, en el día más largo de la Historia para
los bizantinos, había tiempo todavía para un combate más; los defensores
solamente debían contener este ataque sin medir sus esfuerzos y la moral turca iba
a desmoronarse tal vez para siempre.
4.4. LA GUERRA DENTRO DE LA CUIDAD
Los combates en las calles fueron efectuados barrio a barrio, algunos ofrecieron
gran resistencia pero otros no por la falta de hombres y armas, que estaban
concentrados en las murallas; hubo gran confusión y muchos huían desesperados,
por lo que el ejército turco ocupó la ciudad rápidamente, abriendo puerta tras puerta
en las murallas para que más y más turcos penetraran en la ciudad y solamente
unos pocos habitantes de Constantinopla, especialmente los italianos que sabían
bien donde estaban los barcos de sus compatriotas, lograron salvarse huyendo en
las naves venecianas. Murieron muchos valientes soldados atrapados entre dos
fuegos, muchos intentaron huir y no pudieron, otros fueron capturados y muertos al
instante,
4.5. EL SAQUEO DE LOS TURCOS
Bien entrada la tarde entró en la ciudad Mahomet II que, previo haber expresado su
deseo y dado la orden de que los edificios y las murallas no sean tocados, anunció
el comienzo al saqueo que había prometido como premio a los soldados en caso de
vencer. No puede atribuirse sin embargo a este saqueo la desaparición de todas las
riquezas de Constantinopla, ya que la ciudad, como dije anteriormente, ya estaba
en condiciones ruinosas, pero sí podemos decir que el mismo contribuyó a borrar
aún más la memoria de todo un pueblo que en ese momento estaba desapareciendo
como Estado libre. Comparando la desolación en que los latinos habían dejado la
ciudad en 1261, con el saqueo de los turcos, consecuencia directa de la
depredación occidental, se puede decir que cuando los turcos hicieron pie en la
ciudad ya no quedaba demasiado para destruir o robar, porque lo más preciado que
tenía Constantinopla, sus iglesias, monasterios, palacios, joyas, libros, bibliotecas,
obras de arte y todo lo demás ya había sido robado o destruido por los aventureros
extranjeros de la cuarta cruzada. Por lo tanto, la toma de Constantinopla significó
más que nada un cambio radical en cuanto a la cultura, sociedad y las costumbres
que regían en la ciudad, una pérdida de valores materiales que en realidad ya se
habían perdido luego de 1204. Sí quedaban, sin embargo, decenas de miles de
vidas inocentes que sufrieron las consecuencias del saqueo, pereciendo bajo las
armas turcas o siendo vendidos como esclavos, o soportando las conocidas
agresiones usuales en este tipo de circunstancias, como violaciones, torturas y
demás vejaciones.
La conversión de Santa Sofía, la más preciada joya de la cristiandad, en mezquita,
la adquisición de los terrenos de la ciudad por los turcos, y la forzada inmigración
de los habitantes de los territorios conquistados que repoblaron la ciudad, que pasó
a convertirse en la capital del Imperio otomano, o sea de un mundo completamente
diferente.
CONCLUSIONES
Con este trabajo concluimos que la caída de Constantinopla fue un
proceso largo que cobro muchas víctimas. Marcó el fin de la Edad
Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente.
Constantinopla era, hasta el momento de su "caída", una de las ciudades
más importantes del mundo, funcionaba como un puente para las rutas
comerciales que unían Europa con Asia por tierra. También era el puerto
principal en las rutas que iban y venían entre el Mar Negro y el
Mediterráneo.
La caída de Constantinopla provocó un gran movimiento de personas.
De esta manera se esparcieron sus costumbres a otras regiones y
terminaron por influir en muchas de las culturas ya existentes.
FUENTE DE INFORMACION
Enciclopedia Historia de National Geographic Society (2013). El esplendor
de Bizancio, pp. 15-17.
NORWICH, John Julius, Breve Historia de Bizancio, Madrid, Cátedra, 2000,
traducción de Carmen Martínez Gimeno.
Teja, Ramón, «De Bizancio a Constantinopla: el nacimiento de una capital
religiosa», Llu: Revista de ciencias de la religión, 2 (1999), pp. 11-22.
GARCÍA Y GARCÍA, “Constantino I, el Grande”, en GER VI, Rialp, Madrid 2 1979,
309-312; M. FORLIN PATRUCCO
MAPA DE CONSTANTINOPLA BIZANTINA
BIOGRAFIA:
Cistoforo Colombo nació el año 1451 en Savona, en la República de Génova, aunque una
investigación reciente estima, por el contrario, que nació en 1446. Sus padres
serían Doménico Colombo —maestro tejedor y luego comerciante— y Susanna
Fontanarossa. De los cinco hijos del matrimonio, dos, Cristoforo y Bartolomeo, tuvieron
pronto vocación marinera. El tercero fue Giacomo, que aprendió el oficio de tejedor.
Respecto a los dos restantes, Giovanni murió joven y la única mujer no dejó rastro.
Existen actas notariales y judiciales, como el mentado testamento de su hijo en donde
afirma la oriundez genovesa de su padre, que defienden esta tesis. fue
un navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias
Occidentales al servicio de la Corona de Castilla. Es famoso por haber realizado
el descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1492, al llegar a la isla de Guanahani,
actualmente en las Bahamas.
En 1476 naufragó la flota genovesa en la que viajaba, al ser atacada por corsarios franceses
cerca del cabo de San Vicente (Portugal); desde entonces Colón se estableció en Lisboa
como agente comercial de la casa Centurione, para la que realizó viajes a Madeira, Guinea,
Inglaterra e incluso Islandia (1477). En 1492 consiguió la ayuda de la reina Isabel de
Castilla. Después de firmar la Capitulación de Santa Fe (17 de abril de 1492) organizó su
expedición en busca del Lejano Oriente navegando por Occidente. En su primer viaje llegó
a la isla Guanahaní (12 de octubre de 1492) y la llamó San Salvador, exploró la isla de Cuba
a la que nombró Juana, y llegó a la isla de Santo Domingo a la que bautizó como La
Española. Retornó a España creyendo haber llegado a islas cercanas al continente
asiático.
Luego se dedicó a hacer mapas y a adquirir una formación autodidacta: aprendió las
lenguas clásicas, que le permitieron leer los tratados geográficos antiguos (teniendo así
conocimiento de la esfericidad de la Tierra, defendida por Aristóteles o Tolomeo y
comúnmente aceptada entre los estudiosos del siglo XV), y empezó a tomar contacto con
los grandes geógrafos de la época (como el florentino Toscanelli).
Con todo ello, inició su proyecto, que se basaba en que la Tierra era redonda, suponiendo que ésta
era más pequeña de lo que es ya que ignoraba la existencia del continente americano que se
interponía en la ruta proyectada. El interés económico del proyecto era indudable en aquella
época, ya que el comercio se realizaba por tierra a través de Oriente Medio, controlado por los
árabes; los portugueses llevaban años intentando abrir una ruta marítima a la India bordeando la
costa africana. Una vez pensado, ofreció su proyecto al rey Juan Carlos II de Portugal, quién le dijo
que no zarpara desde las Canarias como él tenía pensado, pero este no confiaba mucho en las
ideas del monarca y probó suerte en España con el duque de Medina Sidonia y con los Reyes
Católicos, que rechazaron su propuesta por considerarla inviable y por las desmedidas
pretensiones de Colón.
En su Primer Viaje (1492-1493) Cristóbal Colón descubrió primero la isla Guanahaní (12 de octubre
de 1492) a la que llamó San Salvador. Esta isla se ubica en las Bahamas (mar Caribe). Aquí Colón
conoció a los nativos "lucayos" (isleños). Luego descubrió las islas de "Santa María", "Fernandina"
e "Isabela", también en las Bahamas.
Por datos de los isleños, Colón supo que al suroeste había una gran isla llamada Cuba y hacia ahí se
dirigió Colón, creyendo que se trataba de una de las islas del Japón. El 27 octubre de 1492, Colón
desembarcó en Cuba y la llamó "Juana". Después de algunas exploraciones, el 6 de diciembre de
1492 llegó a la isla Bohío, a la que llamó "La Española" (Santo Domingo). Desde aquí, Colón partió
de regreso a España el 15 de marzo de 1493.
En el tercer viaje, Cristóbal Colón partió desde Sanlúcar de Barrameda capitaneando seis
barcos y llevando consigo a Bartolomé de Las Casas, quien después proporcionaría parte de
las transcripciones de los Diarios de Colón.
La primera escala la realizó en la isla portuguesa de Porto Santo, de donde procedía su mujer.
De allí partió hacia Madeira y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Desde el 4 al 12 de agosto
exploró el golfo de Paria, el cual separa Trinidad de Venezuela. En su reconocimiento de la
zona llegó hasta la desembocadura del río Orinoco, navegó por las islas de Isla
Chacachacare y Margarita y renombró Tobago («Bella Forma») y Granada («Concepción»).
Desembarcaron en la zona de Macuro, en Venezuela, en agosto de 1498,213siendo esta región
parte de la masa continental americana.
Inicialmente, describió las tierras como pertenecientes a un continente desconocido para los
europeos, pero luego se retrajo y dijo que pertenecían a Asia.
El 19 de agosto retornó a La Española para encontrar que la mayoría de los españoles allí
asentados estaban descontentos, al sentirse engañados por Colón sobre las riquezas que
encontrarían. Colón intentó repetidas veces pactar con los sublevados, los taínos y
los caribes. Algunos de los españoles que habían retornado acusaron a Colón ante la corte
por mal gobierno.215 Los reyes enviaron a La Española al administrador real Francisco de
Bobadilla en 1500, el cual a su llegada (23 de agosto) detuvo a Colón y a sus hermanos y los
embarcó hacia España. Colón rehusó que se le quitaran los grilletes en todo su viaje a
España, durante el cual escribió una larga carta a los Reyes Católicos.Al llegar a España
recuperó su libertad, pero había perdido su prestigio y sus poderes.
Cuarto viaje (3 de abril de 1502-7 de noviembre de 1504)
Entre 1500 y 1502 Colón, sintiéndose acosado por sus enemigos, lanzó una operación de
imagen. En 1501, su amigo Pedro Mártir redactó la que se puede considerar la "biografía
oficial" del Almirante. El año siguiente, Colón legó el 10% de sus rentas a la ciudad
de Génova para ganarse su favor mientras mercaderes genoveses aportaron la financiación
necesaria para un nuevo viaje de exploración a las Indias.221
El cuarto y último viaje de Cristóbal Colón partió desde Sevilla el 3 de abril de
1502,183 184 185 186 se dirigió hacia la Puebla Vieja y posteriormente Colón se mantuvo ocupado
en Sevilla para asuntos de municiones y tripulación mientras los navíos aguardaban en Cádiz,
de donde zaparon el 9 de mayo. El 25 de mayo hicieron escala por Gran Canaria y, tras una
travesía de 21 días por el Atlántico, llegaron al Caribe, recalando en una bahía de La
Española. Colón exploró las costas de las actuales Honduras, Nicaragua, Costa
Rica y Panamá. Desde este golfo intentó retornar a La Española pero una tormenta lo hizo
desembarcar en Jamaica, donde permaneció hasta 1504.222
En 1503, en su último viaje por las Antillas Mayores, descubrió las islas llamadas
actualmente Caimán Brac y Pequeño Caimán (pues Colón nunca vio la isla de Gran Caimán),
que recibieron el nombre de Las Tortugas. Se les dio ese nombre por la gran cantidad
de tortugas que había en ellas y en sus alrededores. Regresó en 1504 a Sanlúcar de
Barrameda.
Siguiendo las costumbres vigentes en esos tiempos, las relaciones de Cristóbal Colón y sus
hombres con otros pueblos y tierras se regían por las posibilidades de conquistarlas para el
reino al que representaban.
Pensando que se hallaban en las tierras del Gran Kan, intentaron tomar posiciones militares
defensivas y entablar contacto con algún rey, pero no encontraron nada parecido y
comprobaron poco a poco que poseían una gran superioridad armamentística sobre
los indígenas y que estos desconocían las palabras «Gran Kan». Atribuyeron ese
desconocimiento a un muy bajo nivel cultural de los indios y fueron asumiendo la facilidad de
conquista del nuevo territorio. Así lo demostraron en los comunicados a sus monarcas.
II. Cuerpo:
1. AMÉRICO VESPUCIO
Américo Vespucio (en italiano Amerigo Vespucci; Florencia, 9 de marzo de 1454 -
Sevilla, 22 de febrero de 1512) fue un comerciante y cosmógrafo florentino,
naturalizado castellano en 1505, que participó en al menos dos viajes de exploración
al Nuevo Mundo, continente que hoy en día se llama América en su honor.
Desempeñó cargos importantes en la Casa de Contratación de Sevilla, de la que fue
nombrado piloto mayor en 1508; pero su fama universal se debe a dos obras
publicadas bajo su nombre entre 1503 y 1505: el Mundus Novus y la Carta a Soderini,
que le atribuyen un papel protagonista en el Descubrimiento de América y su
identificación como un nuevo continente. Por esta razón el cartógrafo Martín
Waldseemüller en su mapa Universalis Cosmographia, de 1507 acuñó el nombre de
«América» en su honor como designación para el Nuevo Mundo. El relato a menudo
fantasioso y contradictorio de sus viajes lo han ubicado como una de las figuras más
controvertidas de la era de los descubrimientos.
El 18 de julio de 1500 que relata una expedición castellana realizada "con dos carabelas" en
1499-1500. Las seis copias son prácticamente idénticas si bien ninguna es de la mano de
Vespucio.47 Fue publicada por vez primera por el abate florentino Angelo María Bandini en
su Vita e lettere di Amerigo Vespucci gentiluomo fiorentino de 1745.
Según la carta, la escuadra partió el 18 de mayo de 1499 e hizo escala en las Canarias. Desde
allí cruzaron "el mar Océano" y tras 24 días de navegación avistaron tierra. Vespucio describe
una isla poblada por caníbales y una "tierra firme" continental muy poblada; a continuación una
isla cuyos habitantes tenían gran estatura comparada con los europeos y otra con "una
grandísima población que tenía sus casas construidas en mar como Venecia".
La carta de Cabo Verde (4 de junio de 1501,Se trata de una carta manuscrita dirigida
a Lorenzo di Pierfrancesco desde cabo Verde el 4 de junio de 1501. Fue
encontrada y publicada por Giovanni Battista Baldelli Boni en 1827.
En la cartai Vespucio sostiene haber acudido de Sevilla a Lisboa a petición del rey
de Portugal. Dice que embarcó en una escuadra que partió el 13 de mayo de 1501,
pasó a la vista de las Canarias y llegó al cabo Verde, "principio de la provincia de
Etiopía", donde se encontró con otros dos barcos portugueses que regresaban de
la India.56 Existe un informe independiente de este encuentro, en la relación escrita
por uno de los pilotos que regresaban a Portugal.56 Ello da credibilidad al hecho de
que Vespucio tomase parte realmente en esa expedición
2.3 TERCERA CARTA
La carta de Lisboa (1502), Carta manuscrita enviada, como las anteriores, a Lorenzo
di Pierfrancesco desde Lisboa al regresar de la expedición portuguesa en el año 1502. Fue
descubierta en la Colección Strozzi y publicada por Francesco Bartolozzi en 1789. Se
conserva en dos copias manuscritas prácticamente idénticas, ninguna del puño y letra de
Vespucio.
En esta misiva Vespucio relata un viaje portugués de exploración en el que embarcó con un rol
que no menciona, continuando la narración iniciada en la carta de Cabo Verde del 4 de junio
de 1501.
La carta describe la flora, la fauna y los habitantes de estas regiones meridionales, que van
desnudos, son barbilampiños y no tienen religión ni estadok pero sí guerras.
2.4 CUARTA CARTA
En 1503 o 1504 apareció impresa en París una obra en latín titulada Mundus
Novus que afirmaba ser un resumen traducido de una carta escrita en italiano por
"Albericus Vespuccius" desde Lisboa a Lorenzo de Pierfrancesco de Medici.
Mundus Novus relata el viaje realizado por Vespucio en 1501 en una flotilla de tres
naves portuguesas, afirma que las costas exploradas son tierra firme continental,
no islas, y añade que ese continente está «más densamente poblado que nuestra
Europa o Asia o África» y que es lícito llamarlo "Novum Mondum" (Nuevo
Mundo), introducen embellecimientos, noticias sensacionalistas y contradicciones
significativas. Por ejemplo detalla los bellos cuerpos y activa vida sexual de las
indígenas, afirma haber conocido a un hombre que se había comido a otros 300 y
sostiene que el Paraíso Terrenal debía encontrarse cerca de las tierras visitadas.
2.5 QUINTA CARTA
III. Conclusiones:
Los viajes y las cartas de Vespucio han sido objeto de análisis, estudios,
comentarios, defensas, ataques y discusiones. Desde Bartolomé de Las
Casas en su “Historia General de Indias” hasta los trabajos más recientes se
examinan las aventuras del navegante florentino, sobre todo en lo referente
a su "tercer viaje".
Descubridor o no, fantasioso o erudito, Américo Vespucio despertó entre los
hombres de su época y posteriores el ansia de aventurarse hacia el sur y
desafiar esas nuevas rutas marinas que abrirían paso a esa nueva
concepción de vida marinera que fue la navegación oceánica.