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INTRODUCCION

En principio, no tiene nada que ver con el famoso trastorno obsesivo-compulsivo o


"TOC"; de hecho, para evitar confusiones, en la otra clasificación de trastornos
mentales que existe (la CIE-10, de la Organización Mundial de la Salud) a este
problema le llaman “trastorno anancástico de la personalidad”. No obstante, sí es
frecuente que en una misma persona coincidan ambos trastornos, aunque no
necesario, ni mucho menos.

La personalidad obsesivo-compulsiva o anancástica se distingue por su extrema


rigidez, por estar continuamente sometida a horarios, planificaciones y normas no
pudiendo salirse de las mismas y sintiéndose muy mal si no se adapta a ellas. Por
ejemplo, la rigidez puede llegar al extremo de que si a las dos es la hora de comer y
se está acabando una tarea, la persona se encontrará en un conflicto brutal entre
terminar algo que ha empezado y comer a la hora correspondiente, sin poder tener
la flexibilidad de comer diez minutos más tarde. Este conflicto cursará generalmente
con miedo, sensación muy habitual en la persona con este trastorno de la
personalidad por su continua autoobservación y rigidez.

Asimismo, también suele tratarse de gente muy seria, que está continuamente
haciendo cosas de trabajo u obligaciones. Es como si estuvieran siempre en la fase
de instrucción del ejército, con un mando continuamente dándoles órdenes con el
silbato en la boca. Piensan que no hay tiempo para el esparcimiento o la distracción
porque es signo de vaguería e irresponsabilidad: siempre hay cosas que hacer y hay
que llevarlas a cabo meticulosamente, de una determinada manera. En esta
meticulosidad reflejan también la rigidez a la que nos estamos refiriendo, porque
quieren hacer las cosas de una manera tan perfecta (obedeciendo a su miedo de
trabajar mal o de no cumplir con las órdenes o con la propia autoexigencia) que
pueden tirarse horas para algo que cuesta minutos.

Por esta autoexigencia, suele tratarse de personas con un elevado sentido de la


moral, de la pulcritud y de la disciplina, teniendo una gran conciencia jerárquica.
Siguiendo el ejemplo del ejército que hemos puesto antes, tienen claro y bien
presente que ellos están en un escalafón inferior al de sus superiores, guardándoles
el debido respeto, como mandan las normas.

Toda esta rigidez, exigencia y perfeccionismo se acompaña de un miedo intenso a no


adecuarse a los objetivos, a las normas o a instrucciones que pueden haber recibido
en la empresa, por ejemplo.

Este trastorno de la personalidad no sólo coincide en ocasiones con el trastorno


obsesivo-compulsivo, sino que también lo hace con la anorexia o con otros trastornos
de la personalidad como el esquizotípico o el evitador.
INDICE
CAPITULO I: “TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA
PERSONALIDAD”

1.1 DEFINICION
1.2 CARACTERÍSTICAS
1.3 ¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TOCP?
1.4 ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE TOCP Y EL TRASTORNO
OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)?
1.5 ¿CUÁNTAS PERSONAS PADECEN DE TOCP?
1.6 ¿QUÉ CAUSA EL TOCP?

CAPITULO II: “PARA EL DSM V EN TRASTORNO OBSESIVO-


COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD F60.5 [301.4]”
2.1 CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS
2.2 SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS
2.3 SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE LA CULTURA Y EL SEXO
2.4 PREVALENCIA
2.5 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
2.5.1 RELACIÓN CON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE
INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10
2.5.2 CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE F60.5 TRASTORNO

CAPITULO III: “TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DE LA


PERSONALIDAD OBSESIVO COMPULSIVO”
3.1 COMORBILIDAD
CAPITULO I: “TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA
PERSONALIDAD”

1.1 DEFINICION
El trastorno de la personalidad obsesiva-compulsiva (TPOC) (conocido en inglés como
Obsessive–compulsive personality disorder (OCPD)) es un trastorno de personalidad
caracterizado por un patrón general de preocupación por el orden, perfeccionismo, control
mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la apertura y la eficienc1.2

CARACTERÍSTICAS
 Falta de decisión, dudas y precauciones excesivas, que reflejan una profunda inseguridad
personal.
 Preocupación excesiva por detalles, reglas, listas, orden, organización y horarios.
 Perfeccionismo, que interfiere con la actividad práctica.
 Rectitud y escrupulosidad excesiva junto con preocupación injustificada por el
rendimiento, hasta el extremo de renunciar a actividades placenteras y a relaciones
personales.
 Pedantería y convencionalismo con una capacidad limitada para expresar emociones.
 Rigidez y obstinación, con un intenso sentido del deber.
 Insistencia poco razonable en que los demás se sometan a la propia rutina y resistencia
también poco razonable a dejar a los demás hacer lo que tienen que hacer.
 La irrupción no deseada e insistente de pensamientos o impulsos.
 Estilo de vida avaro muy por debajo de sus posibilidades económicas.
 Hiperexigencia hacia sí mismo y los demás.
 Sentimientos de frustración, rabia, irritabilidad y agresividad por no lograr las metas que
se exige.

1.3 ¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TOCP?


o Devoción excesiva al trabajo que afecta las actividades sociales y familiares.
o Fijación excesiva con las listas, reglas y detalles menores.
o Perfeccionismo y rigidez ante los códigos morales y éticos.
o Falta de voluntad para asignar tareas a menos que las realicen tal y como las pidió.
o Austeridad extrema sin motivo alguno.
o Comportamientos de acumulación (ver “acumulación/hoarding”).
El diagnóstico del TOCP se realiza cuando estos rasgos dan como resultado un deterioro
significativo de la vida social, laboral y/o funcionamiento familiar. Una persona no
necesita tener todos estos síntomas para ser diagnosticado con TOCP.

1.4 ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE TOCP Y EL TRASTORNO


OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)?
o Las personas con TOC son conscientes de que sus pensamientos no deseados son
irracionales presentando incomodidad al respecto. Las personas con TOCP piensan que
su forma de ser y hacer las cosas es el “camino correcto y el mejor” y por lo general se
sienten cómodos con dichas imposiciones auto-impuestas en su sistema de reglas.
o Los pensamientos, comportamientos y las temidas consecuencias comunes en TOC
generalmente no son preocupaciones relevantes en su vida diaria; las personas con TOCP
están obsesionados en seguir procedimientos para realizar tareas diarias.
o A menudo, el TOC interfiere en varias áreas de la vida de la persona como el trabajo, lo
social y/o la vida familiar. En las personas que padecen TOCP por lo general interfiere
con las relaciones interpersonales pero hace que su trabajo lo desempeñe con mayor
eficacia. No es el trabajo en sí lo que se ve perjudicado por rasgos TOCP sino en
relaciones con los compañeros de trabajo y empleados, dando como resultado situaciones
tensas e incomodas.
o Por lo general, las personas con TOCP no creen requerir tratamiento. Ellos creen que si
todos los demás se ajustan a sus normas estrictas, ¡las cosas serían perfectas!. La amenaza
de perder un trabajo o una relación debido a un conflicto interpersonal puede ser la
motivación para buscar tratamiento. Este es un contraste con las personas que padecen
TOC, ya que se sienten torturados por sus pensamientos y rituales no deseados, son más
conscientes de sus demandas poco razonables y a menudo se sienten culpables por esto.
o Los familiares de las personas con TOCP a menudo se sienten muy criticados y
controlados por las personas con TOCP, lo cual puede ser muy molesto y frustrante, al
igual que convivir con alguien que padece del TOC.

1.5 ¿CUÁNTAS PERSONAS PADECEN DE TOCP?


o Aproximadamente 1 de cada 100 personas en los Estados Unidos padecen de TOCP.
o El TOCP se diagnostica el doble en hombres que en mujeres.
o Muchas personas tienen rasgos TOCP sin tener el diagnóstico como tal.

1.6 ¿QUÉ CAUSA EL TOCP?


o No existe un única y específica “causa”.
o Varias teorías sugieren que las personas con TOCP pueden haber sido criados por padres
ausentes, o bien, obsesionados con el control, o la protección excesiva, o niños que fueron
castigados severamente. Los rasgos TOCP pueden haberse desarrollado como una especie
de mecanismo de defensa para evitar el castigo, en un esfuerzo por ser “perfecto” y
obediente.
o La genética puede desempeñar un papel importante dentro del TOCP, pero no ha sido
estudiado a fondo.
o Los factores culturales juegan un papel importante, las sociedades o religiones que son
muy autoritarias y que se rigen por reglas muy estrictas pueden afectar el desarrollo
infantil y afectar su personalidad.
Nota: no todas las sociedades o religiones con reglas estrictas desencadenan un TOCP y
hay que tomar en cuenta el contexto cultural.

CAPITULO II: “PARA EL DSM V EN TRASTORNO OBSESIVO-


COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD F60.5 [301.4]”
Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, clasificado por la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría como uno de 10 trastornos de la personalidad, según casi
todas las etiologías se considera un síndrome condicionado por el entorno. Sin embargo,
explicaciones evolutivas recientes, tomando en consideración los índices de divulgación
y valoraciones de heredabilidad, explican la patología obsesiva como adaptación a las
especificidades climáticas del clima norteño, que tienen expresadas las estaciones del año,
baja densidad de población y baja complejidad social. Aunque esta etiología evolutiva
evita con razón las suposiciones de la patología, no explica por qué estas suposiciones
existen desde hace mucho tiempo. Con este fin se usa la inercia filogenética, o sea, la
disminución en las capacidades que proviene de la incongruencia entre las presiones
selectivas pasadas y actuales. El estudio aclara de qué manera esta estrategia desarrollada
se puede confundir con el trastorno dañino, investigando la desalineación entre la
psicología obsesiva desarrollada y las exigencias sociales para la atención flexible,
cooperación, franqueza y complejidad. Como se indica, las investigaciones empíricas
están divididas y sólo algunas tienen pruebas sobre la disfunción, que también es relativa
ya que no pone en duda la supervivencia y no disminuye la reproducción. Se dan
sugerencias para investigaciones futuras. A base de investigaciones actuales se puede
considerar que el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, desarrollado ya en
los tiempos prehistóricos, sigue adaptativo en la sociedad moderna y la inercia
filogenética se puede usar sólo como heurística metafórica.

2.1 CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS


La característica esencial del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad es una
preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a
expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia. Este patrón empieza al
principio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad intentan mantener la
sensación de control mediante una atención esmerada a las reglas, los detalles triviales,
los protocolos, las listas, los horarios o las formalidades hasta el punto de perder de vista
el objetivo principal de la actividad (Criterio 1). Son excesivamente cuidadosos y
propensos a las repeticiones, a prestar una atención extraordinaria a los detalles y a
comprobar repetidamente los posibles errores. No son conscientes del hecho de que las
demás personas acostumbran a enfadarse por los retrasos y los inconvenientes que derivan
de ese comportamiento. Por ejemplo, cuando estos individuos pierden una lista de las
cosas que hay que hacer, son capaces de invertir una gran cantidad de tiempo buscándola,
en lugar de emplear unos minutos en volver a confeccionarla de memoria y ponerse a
hacer las tareas de que se trate. El tiempo se distribuye mal y las tareas más importantes
se dejan para el último momento. El perfeccionismo y los altos niveles de rendimiento
que se autoimponen causan a estos sujetos una disfunción y un malestar significativos.
Pueden estar tan interesados en llevar a cabo con absoluta perfección cualquier detalle de
un proyecto, que éste no se acabe nunca
(Criterio 2). Por ejemplo, se retrasa la finalización de un informe escrito debido al tiempo
que se pierde en reescribirlo repetidas veces hasta que todo quede prácticamente
«perfecto». Los objetivos se pierden y los aspectos que no constituyen el objetivo actual
de la actividad pueden caer en el desorden.
Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad muestran una
dedicación excesiva al trabajo y a la productividad, con exclusión de las actividades de
ocio y las amistades
(Criterio 3). Este comportamiento no está motivado por necesidades económicas.
Piensan muy a menudo que no tienen tiempo para tomarse una tarde o un fin de semana
para salir o simplemente relajarse. Van posponiendo una actividad placentera, como son
unas vacaciones, de manera que nunca la llegan a realizar. Cuando dedican algún tiempo
a las actividades de ocio o a las vacaciones, se sienten muy incómodos, a no ser que hayan
llevado consigo algo de trabajo, de forma que no estén «perdiendo el tiempo». Puede
haber una gran concentración en el trabajo doméstico (p. ej., haciendo limpieza
repetidamente, de manera que «hasta se podría comer en el suelo»). Si pasan un tiempo
con amigos, es probable que sea en algún tipo de actividad organizada (p. ej., deportes).
Se toman las aficiones o las actividades recreativas como tareas serias que exigen una
cuidadosa organización y un duro esfuerzo para hacerlas bien. Lo que importa es que la
ejecución sea perfecta. Estos sujetos convierten el juego en una tarea estructurada (p. ej.,
corrigiendo a un niño por no ensartar los aros en los postes en el orden correcto, diciendo
a un niño que aún está aprendiendo a andar que conduzca su triciclo en línea recta,
convirtiendo un partido de pelota en una pesada «lección»).
Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad pueden ser demasiado
tercos, escrupulosos e inflexibles en temas de moral, ética o valores (Criterio 4). Pueden
forzarse a sí mismos y a los demás a seguir unos principios morales rígidos y unas normas
de comportamiento muy estrictas. También son críticos despiadados de sus propios
errores. Los sujetos con este trastorno son rígidamente respetuosos con la autoridad y las
normas, e insisten en su cumplimiento al pie de la letra, sin saltarse ninguna norma por
circunstancias atenuantes. Por ejemplo, el sujeto no dejaría dinero para llamar por
teléfono a un amigo, porque «nadie tiene que pedir ni tomar nada prestado» o porque
«sería perjudicial para el carácter de esa persona». Estas características no deben ser
explicables por la identificación cultural o religiosa de la persona.
Los sujetos con este trastorno son incapaces de tirar los objetos gastados o inútiles, incluso
cuando no tienen un valor sentimental (Criterio 5). Admiten que son como esos animalitos
que todo lo guardan. Piensan que el tirar cosas es un despilfarro, porque «nunca se sabe
cuándo va a necesitar uno alguna cosa» y les molesta mucho que alguien trate de
desprenderse de algo que ellos han guardado. Sus esposas y compañeros de habitación
pueden quejarse de la cantidad de espacio ocupado por ropa vieja, revistas, utensilios
rotos y cosas parecidas.
Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad son reacios a delegar
tareas o trabajo en otros (Criterio 6). Insisten obstinada e irrazonablemente en que todo
se haga a su manera y en que la gente se adapte a su forma de hacer las cosas. Con
frecuencia, dan instrucciones muy detalladas sobre cómo se tiene que hacer todo (p. ej.,
hay una única forma de segar el césped, de lavar los platos o de hacer una caseta para el
perro) y se sorprenden e irritan si los demás sugieren otras alternativas posibles. Otras
veces rechazarán ofertas de ayuda, aunque sea de una forma programada, porque piensan
que nadie más lo puede hacer bien.
Los individuos con este trastorno no pueden ser tacaños y avaros, y llevar un nivel de
vida muy inferior al que pueden permitirse debido a su creencia de que los gastos tienen
que controlarse mucho para prevenir catástrofes futuras (Criterio 7). Los sujetos con
trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad se caracterizan por la rigidez y la
obstinación (Criterio 8). Están tan preocupados por hacer las cosas de la única forma
correcta, que les cuesta estar de acuerdo con las ideas de nadie más. Estas personas
planifican meticulosamente cualquier detalle y son reacios a considerarla posibilidad de
un cambio. Puesto que están inmersos en su propia perspectiva, tienen dificultades para
acusar recibo de los puntos de vista de los demás. Los amigos y colegas acaban frustrados
por esa continua rigidez. Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad, aunque reconozcan que el hecho de transigir puede ir en beneficio propio,
se negarán a ello obstinadamente, argumentando que se mantienen «por principios».

2.2 SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS


Cuando las normas y los protocolos establecidos no dictan la respuesta correcta, la toma
de decisiones se convierte en un proceso de larga duración y a menudo doloroso. Los
sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad tienen tantas dificultades
para decidir qué tareas son prioritarias o cuál es la mejor forma de hacer alguna cosa
concreta, que puede ser que nunca empiecen a hacer nada. Tienen tendencia a trastornarse
o enfadarse en las situaciones en las que no son capaces de mantener el control de su
entorno físico o interpersonal, si bien es típico que la ira no se exprese de manera abierta.
Por ejemplo, una persona puede enfadarse si el servicio de un restaurante es malo, pero,
en lugar de quejarse a la dirección, meditará sobre cuánto va a dejar de propina. En otras
ocasiones, la ira puede expresarse con una indignación justiciera por lo que aparenta ser
una cuestión secundaria. Las personas con este trastorno están especialmente atentas a su
status respecto a las relaciones de dominio-sumisión y muestran una deferencia exagerada
a una autoridad a la que respetan y una resistencia exagerada a una autoridad que no
respetan.
Los individuos con este trastorno suelen expresar afecto de forma muy controlada o muy
ampulosa y se sienten muy incómodos en presencia de otras personas emocionalmente
expresivas.
Sus relaciones cotidianas son serias y formales, y pueden estar serios en situaciones en
que los demás ríen y están contentos (p. ej., al dar la bienvenida a la novia en el
aeropuerto). Se contienen cautelosamente hasta estar seguros de que lo que van a decir es
perfecto. Pueden estar preocupados por lo lógico y lo intelectual y ser intolerantes con el
comportamiento afectivo de los demás.
Es frecuente que les cueste expresar sentimientos de ternura y es raro que hagan halagos.
Los sujetos con este trastorno pueden experimentar dificultades y malestar laborales,
especialmente al enfrentarse a situaciones nuevas que exijan flexibilidad y transigencia.
Aunque algunos estudios sugieren una asociación con el trastorno obsesivo-compulsivo
(incluido en la sección «Trastornos de ansiedad», pág. 428), parece que la mayoría de las
personas con un trastorno obsesivo-compulsivo no tienen un patrón de comportamiento
que cumpla los criterios para el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.
Muchos de los rasgos del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad se solapan
con las características de la personalidad «tipo A» (p. ej., hostilidad, competitividad y
sensación de urgencia), y estas características pueden darse en la gente con riesgo de
sufrir un infarto de miocardio. Puede haber una asociación entre el trastorno obsesivo-
compulsivo de la personalidad y los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.

2.3 SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE LA CULTURA Y EL SEXO


Al evaluar a un sujeto con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, el clínico
no debe incluir los comportamientos que reflejan los hábitos, las costumbres o los estilos
interpersonales que están culturalmente admitidos por el grupo de referencia del sujeto.
Algunas culturas ponen un énfasis especial en el trabajo y la productividad, y los
comportamientos resultantes en los miembros de estas sociedades no han de considerarse
indicadores de un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad. En los estudios
sistemáticos parece que se diagnostica el trastorno unas dos veces más en los varones.

2.4 PREVALENCIA
Los estudios que han utilizado evaluaciones sistemáticas sugieren una prevalencia
estimada del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad aproximadamente del 1
% en las muestras de población general y del 3-10 % en los individuos que acuden a
clínicas de salud mental.

2.5 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


A pesar de la similitud de los nombres, el trastorno obsesivo-compulsivo se suele
distinguir fácilmente del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad por la
presencia de verdaderas obsesiones y compulsiones. Hay que tener en cuenta el
diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo especialmente cuando la tendencia a
acumular objetos sea importante (p. ej., si la acumulación de objetos inútiles representa
un peligro de incendio y llega a dificultar a los demás la deambulación por la casa). Si se
cumplen los criterios para ambos trastornos, hay que diagnosticar los dos.
Otros trastornos de la personalidad se pueden confundir con el trastorno obsesivo-
compulsivo de la personalidad porque tienen algunas características en común. Por tanto,
es importante distinguir entre estos trastornos basándose en las diferencias en sus rasgos
característicos. Sin embargo, si un sujeto presenta características de personalidad que
cumplen criterios para más de un trastorno de la personalidad además del trastorno
obsesivo-compulsivo de la personalidad, pueden diagnosticarse todos estos trastornos.
Los sujetos con trastorno narcisista de la personalidad también presentan una inclinación
al perfeccionismo y creen que los demás no pueden hacer las cosas tan bien como ellos,
pero son más propensos a creer que han alcanzado la perfección, mientras que quienes
tienen un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad suelen ser autocríticos.
Los sujetos con trastorno narcisista o antisocial de la personalidad carecen de
generosidad, pero se miman a sí mismos, mientras que los que tienen un trastorno
obsesivo-compulsivo de la personalidad adoptan un estilo avaro en los gastos tanto para
ellos mismos como para los demás.
Tanto el trastorno esquizoide de la personalidad como el trastorno obsesivo-compulsivo
de la personalidad pueden caracterizarse por una aparente formalidad y distanciamiento
social. En el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad esto se sustenta en el
malestar emocional y la excesiva dedicación al trabajo, mientras que en el trastorno
esquizoide de la personalidad existe fundamentalmente una falta de capacidad para la
intimidad.
El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad debe distinguirse de un cambio de
la personalidad debido a una enfermedad médica, en la que los rasgos surgen como un
efecto di recto de una enfermedad del sistema nervioso central. También se debe
distinguir de los síntomas que se pueden presentar en asociación con el consumo crónico
de sustancias (p. ej., el trastorno relacionado con la cocaína no especificado).
Los rasgos obsesivo-compulsivos de la personalidad en un grado moderado pueden ser
especialmente adaptativos, en particular en las situaciones que recompensan el
rendimiento elevado. Estos rasgos sólo constituyen un trastorno obsesivo-compulsivo de
la personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos y persistentes, y ocasionan
deterioro funcional significativo o malestar subjetivo.

2.5.1 RELACIÓN CON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE


INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10
Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 y los criterios del DSM-IV son
diferentes, pero definen en líneas generales el mismo trastorno. En la CIE-10, esta entidad
está recogida con el nombre de trastorno anancástico de la personalidad.

2.5.2 CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE F60.5 TRASTORNO


 Obsesivo-compulsivo de la personalidad [301.4]
Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e
interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que empieza
al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o
más) de los siguientes ítems:
(1) Preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad
(2) Perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de acabar
un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas)
(3) Dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de
ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes)
(4) Excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores
(no atribuible a la identificación con la cultura o la religión)
(5) Incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor
sentimental
(6) Es reacio a delegar tareas o trabajo en otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a
su manera de hacer las cosas
(7) Adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera algo
que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras
(8) Muestra rigidez y obstinación.

CAPITULO III: “TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DE LA


PERSONALIDAD OBSESIVO COMPULSIVO”
o El TOCP puede ser tratado con fármacos, que en general regulan la biodisponibiliad de
ciertos neurotransmisores en el cerebro, especialmente la serotonina; sin embargo, el
método de tratamiento que más éxito tiene es el combinado, en donde se trata al paciente
con fármacos a la vez que se le ayuda con psicoterapia.
o Psicoterapia- terapia cognitivo-conductual (TCC) y las técnicas que ayuden a mejorar la
capacidad de “insight” de la persona, como por ejemplo, la terapia psico-dinámica. El
objetivo es disminuir las expectativas rígidas y aprender a valorar las relaciones cercanas,
las actividades de recreación y diversión y darle menos énfasis al trabajo y la
productividad.
o Medicamento- los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS) pueden ser
útiles, además de psicoterapia, ayuda a la persona con TOCP a estar menos abrumado por
detalles menores y disminuir su rigidez.
o Relajación- respiración y técnicas específicas de relajación pueden ser útiles para reducir
la sensación de urgencia y estrés.

3.1 COMORBILIDAD
El desgaste y sufrimiento que supone para el afectado este trastorno, conlleva el riesgo de
desarrollar trastornos de ansiedad derivados, trastornos depresivos y afectivos.
CONCLUSIONES

Las personas con personalidad obsesivo-compulsiva son formales, fiables, ordenadas y


metódicas pero a menudo no pueden adaptarse a los cambios. Son cautos y analizan todos
los aspectos de un problema, lo que dificulta la toma de decisiones. Aunque estos signos
están en consonancia con los estándares culturales de occidente, los individuos con una
personalidad obsesivo-compulsiva toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no
toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden llegar a completar
sus tareas. Consecuentemente, estas personas pueden entretenerse en los medios para
realizar una tarea y olvidar su objetivo. Sus responsabilidades les crean ansiedad y
raramente encuentran satisfacción con sus logros.
Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y
otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles son
fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas
con sus relaciones u otras situaciones que no controlan, con eventos impredecibles o
cuando deben confiar en otros.
WEB GRAFIA

https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_obsesivo-compulsivo_de_la_personalidad

http://tocmexico.com.mx/trastorno-obsesivo-compulsivo-de-la-personalidad-
tocp/

BIBLIOGRAFIA

- MANUAL DIAGNISTICO Y ESTADISTICO DE


LOS TRASTORNOS MENTALES – DSM -5º
ANEXOS

Caso Clínico:
Robin Chatterjee
"Lo admito soy más que ordenada". Robin Chatterjee acomodó uno de los
pliegues en su sari hindú tradicional. Robin era una estudiante graduada en
biología, nacida en Bombay y educada en Londres. Ahora pasaba parte de su
tiempo libre como asistente de enseñanza en biología, y el resto tratando de
hacer su trabajo en una universidad importante en EUA. Miraba el entrevistador
sin parpadear.
De acuerdo con su asesor el Dr. MacLeish, un escocés un tanto severo que le
había solicitado acudir a la entrevista, el problema no era el orden. Era completar
el trabajo. Cada uno de los documentos que ella entregaba era hermoso, estaban
referidos todos los hechos, cada conclusión era correcta, incluso carecía de
errores de ortografía. Él le había preguntado porque no podía aprender a
entregarlos un poco mas rápido, "antes de que las ratas murieran de vejez".
Aquello le había parecido chistoso en el momento, pero la había hecho pensar.
Robin siempre había sido ordenada. Su madre la había obligado a hacer
pequeñas listas de sus tareas, y el hábito había echado raíz. Robin admitía que
se sentía tan "perdida en las listas" que en ocasiones apenas tenía tiempo para
terminar el trabajo. Sus estudiantes parecían estar contentos con ella, pero
algunos de expresaban que deseaban que les delegara una responsabilidad
mayor. Uno de ellos le había dicho al Dr. MacLeish que Robin parecía temer
incluso dejarles hacer sus propias disecciones, sus métodos no eran tan
compulsivamente correctos como los de ella, de forma que Robin trataba de
hacerlas.
Por último también admitió que casi todas las noches sus hábitos de trabajo la
hacían permanecer hasta tarde en el laboratorio. Habían pasado varias semanas
desde su última cita de hecho, cualquier ida social. Esta noción fue la que le hizo
seguir el consejo del Dr. MacLeish e ir en busca de una evaluación de salud
mental.

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