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PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD
Las leyes rigen solo para casos futuros, posteriores a su sanción y no pueden
aplicarse a hechos ocurridos antes de su entrada en vigencia. Se debe aplicar la
ley que estaba en vigencia al tiempo de cometerse el delito.
Fundamento
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ZAFFARONI
Puede suceder que una ley sea más favorable que la otra en algunos aspectos, y en
otros aspectos más perjudiciales
Por ejemplo:
Ley 1: pena de 1 a 6 años, pero no admite causas de justificación.
Ley 2: pena de 2 a 8 años, pero admite causas de justificación.
Ambas leyes favorecen y perjudican, en ciertos aspectos, al procesado.
En Estos casos, el Juez debe decidir cual de ellas va a aplicar en su totalidad.
A través de la retroactividad se aplica la nueva ley a hechos anteriores a su entrada
en vigencia (ocurridos bajo la ley anterior) pero siempre que sea más favorable al
procesado o condenado.
Ejemplos:
1° caso: La nueva ley considera delito una conducta que antes no lo era;
Deberá aplicarse irretroactivamente (solo será aplicable a hechos posteriores, y no
podrá aplicarse a hechos ocurridos antes de su entrada en vigencia, según el principio
de legalidad: “no hay delito ni pena, sin ley previa”.
2° caso: La ley quita el carácter de delito a una conducta que antes era
considerada delito: deberá aplicarse retroactivamente (podrá aplicarse a hechos
anteriores a su entrada en vigencia, por ser más benigna, y porque, si el legislador
considero innecesario sancionar cierta conducta, seria injusto mantener esa
sanción para hechos anteriores).
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3° caso: La nueva ley establece condiciones más gravosas o severas: deberá
aplicarse irretroactivamente (solo podrá aplicase a hechos futuros).
Los hechos anteriores, seguirán juzgándose por la ley derogada (se denomina
ultra-actividad de la ley derogada)
La ley penal es retroactiva cuando es más benigna. Hasta la ratificación de los tratados
internacionales de derechos humanos esta regla solo tenia carácter legal (art.2 del
CP), pudiendo ser derogada o excepcionada por otra ley. Estas leyes eran las que la
doctrina llama excepcionales y temporarias (son leyes que rigen en determinadas
circunstancias o en cierto periodo de tiempo señalado de antemano). Se sostenía que
en estos casos no operaba la retroactividad de la ley penal más benigna. La CADH y
el PIDCP (inc.22 del art.75 de la CN) ya no admiten excepciones.
La determinación de la ley más benigna no siempre es clara, porque lo que puede ser
más benigno par alguien, puede se más gravoso para otro. Así, no se trata solo de
magnitud de pena, sino también si es aplicable una nueva justificación, atenuante, si
es viable la prueba, condenación condicional, libertad condicional. Para decidir debe
imaginarse la solución del caso conforme a cada una de las leyes. La ley más
benigna se aplica de pleno derecho (art.2 CP); no obstante, siempre debe oírse al
interesado, cuya opinión no es vinculante (no obliga al juez) pero es sin duda
necesaria, en especial en los casos dudosos.
ZAFFARONI
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a| Para algunos es cuando se realizo la acción: ya sea cuando comienza
la actividad voluntaria o cuando termina (Zaffaroni)
b| Para otros cuando se produjo el resultado.
c| Otros consideran que lo importante no es cuando se cometio el delito
porque en definitiva se va a aplicar la ley más benigna, ya sea la que
regia al tiempo de la acción, o al tiempo del resultado.
Con anterioridad a la reforma constitucional del año de 1994, nuestra Carta Magna
nada decía respecto de la ley más benigna o más severa. La cuestión venia resuelta
por el art.2 del Código Penal que establecía que si la ley vigente al tiempo de
cometerse el delito fuere distinta de la que exista al tiempo de pronunciarse el fallo o
en el tiempo intermedio, se aplicara siempre la más benigna. En el párrafo siguiente
dicho precepto habla de “una ley más benigna” y en el ultimo, refiere a los “efectos
de la nueva ley”, el legislador de 1921 nunca se refirió a la ley penal más benigna, sino
tan solo a la más benigna.
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Previo a la reforma constitucional de 1994, la doctrina mayoritaria considero que el
concepto de ley es amplio y abarca cualquier modificación que se produzca dentro del
derecho positivo vigente. Es evidente que el derecho penal no es una fracción aislada
del resto del ordenamiento jurídico y por consiguiente, el legislador al construir la ley
penal necesariamente presupone y apoya en una multiplicidad de conceptos jurídicos
acuñados en otras ramas del derecho con las cuales se interrelaciona.
Pero esa situación se vio alterada al incorporarse con rango constitucional art.75,
inc.22 Const. Nacional) el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)
que en sus respectivos arts. 15.1 y 9° in fine, luego de afirmar el principio nullum
crimen, nulla poena sine praevia lege, agregan “…Si con posterioridad a la comisión
del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se
beneficiara con ello”
Dicha incorporación de esa norma superior a nuestro ordenamiento tiene diversas
repercusiones:
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f| Las varias hipótesis no contempladas por los arts.9 del Pacto de San José de
Costa Rica y 15.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, no
tienen la jerarquía constitucional que si tiene la ley penal posterior más leve.
Hay veces en que la cuestión no presenta mayores dudas, como ocurre cuando
se desincrima un hecho anterior punible, o se rebaja la penalidad que consagraba
la ley anterior, o se modifica el tipo requiriéndose mayores exigencias para su
configuración. Pero no siempre las modificaciones resultan tan claras y
concluyentes, pues ocurre con alguna frecuencia que la nueva ley introduce
disposiciones que son mas benignas en algunos aspectos, pero por otra parte,
por ejemplo, agrava la penalidad.
Ello nos pone de relieve que los dos extremos dentro del cual es posible la
aplicación de la ley mas favorable al imputado o condenado son:
Como es sabido, la doctrina llama delito permanente o continuo a aquel cuya acción
delictiva se prolonga en el tiempo, siendo todos y cada uno de sus momentos
idénticamente violatorios del mandato o prohibición establecido en la ley penal,
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pudiéndose imputar cualquiera de ellos a titulo de consumación. Un ejemplo típico de
esta clase de infracciones lo tenemos en el secuestro o retención ilegitima de la
libertad previstos en los arts.142, 142 bis y 143 del Cód. Penal. En este tipo de delitos
permanentes, pueden darse diferentes alternativas:
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ley más favorable. También en este supuesto el castigo provendrá de lo hecho
luego de la vigencia de la ley y no por lo anterior, pues a partir del dia en que
ella entro en vigor, el autor del secuestro la siguió infringiendo.
Es que el principio de irretroactividad relativa de la ley penal quiere proteger
al infractor respecto de las consecuencias más graves que este pueda sufrir
como resultado de las nuevas valoraciones legales que se proyecten sobre
hechos ocurridos antes de la vigencia formal de esas valoraciones más
rigurosas, pero no cuando la acción se sigue ejecutando luego de que ellas son
obligatorias. Por eso, si el autor desiste de la acción al comenzar la vigencia
de la ley nueva-liberando al secuestrado, por ejemplo- habrá entonces que
aplicarle ultraactivamente la ley penal anterior mas benigna que fue la única
que el transgredio.
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Al sucederse una o varias leyes penales, la cuestión que se presenta es la de
investigar con que ley debe juzgarse un hecho, a saber: si con aquella que regía cuando
el hecho se cometió, o con la que rige cuando se dicta la sentencia, o mientras se
cumple la pena, o con una ley intermedia. Al haber varias leyes, las diferencias posibles
se concretan en 4 casos:
La ley nueva crea una figura delictiva nueva y aplica una pena a un hecho
anteriormente impune.
En este caso la ley deberá aplicarse irretroactivamente, es decir, que solo será
aplicable a hechos posteriores, y no podrá aplicarse a hechos ocurridos antes de
su entrada en vigencia (conforme al principio de legalidad: “no hay delito ni pena,
sin ley previa”
La ley nueva quita carácter delictivo a un hecho reprimido por la ley anterior,
derogando expresa o tácitamente una incriminación.
En este caso opera retroactivamente, se podrá aplicar a hechos anteriores a su
entrada en vigencia.
La aplicación de la nueva ley a hechos anteriores se justifica por ser ella mas
benigna, y además, porque, si el legislador ha considerado innecesario para la
defensa social mantener bajo sanción una conducta, sería injusto mantener esa
sanción para hechos anteriores.
La nueva ley puede importar una modificación de la ley anterior que la haga menos
gravosa.
En este caso tambien procede la aplicación del principio de retroactividad, pues
cuando la ley es más benigna se puede aplicar a hechos anteriores.
Principios de excepción:
Retroactividad
Absoluta: sostiene que el delincuente debe ser juzgado por la ley en vigencia
al momento de realizarse el hecho, sin importarse leyes posteriores, ya que fue
durante su vigencia cuando quedó establecida la relación jurídico-penal
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Relativa: se aplica siempre la ley en vigencia en el momento del hecho, salvo
que la ley posterior sea más benigna para el imputado
Diversas han sido las tentativas para establecer solidos argumentos que permitan
justificar la aplicación retroactiva de la ley penal. Esta concepción reconoce dos
variantes principales, catalogadas como teoría de la retroactividad absoluta y teoría
de la retroactividad relativa, con profundas diferencias en cuando a sus alcances
prácticos.
El argumento central es aquel que afirma que toda ley nueva supone siempre un
mejoramiento y un progreso en la legislación o, al menos, existe la firme creencia
compartida de que la nueva disposición normativa procura corregir los defectos
evidenciados por el anterior régimen legal. Las leyes deben recibir inmediata aplicación
sin condicionamientos temporales, los nuevos preceptos tienden a mejorar el derecho.
Esta aseveración trae consigo el interrogante acerca de lo que debe hacerse respecto
de las relaciones existentes nacidas al amparo de la ley vieja, este enfoque se
pronuncia por aplicar la ley nueva a la mayor cantidad de situaciones posibles,
posteriores o anteriores. La ley neuva pretende suplir las deficiencias, imperfecciones
y olvidos de la ley vieja, adaptando mejor las prescripciones legales a las exigencias
de la época.
Ningún penalista conocido partidario de la aplicación de la retroactividad absoluta ha
llegado a sostener que el alcance que le deba a sus tesis implicaba castigar hechos
que antes de su promulgación de la nueva ley más severa, eran considerados impunes.
Todos coinciden en afirmar que entienden por retroactividad la absoluta aplicación de
una ley más severa o más benigna dictada con posterioridad a la que regia en el
momento de cometerse el hecho, pero enfáticamente se preocupan en destacar que
en modo alguno se puede castigar en virtud de una ley posterior a la comisión de un
hecho que era impune al momento en que se lo llevo a cabo. Convendría precisar que
dicha conducta podría no haber sido licita en virtud de hallarse prohibida por alguna
normal del derecho privado o publico (civil, comercial, administrativo); bastando a
estos efectos tan solo que fuera impune, esto es, penalmente indiferente.
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cuando la ley nueva reconozca como más idónea a una pena más severa que la antigua
y la considere como un recurso más apto y eficaz para evitar la comisión de delitos y
corregir de tal modo a los delincuentes que ya hubieran infringido la ley, resulta
menester aplicar esa nueva ley a todos los casos, porque ella nos enseña mejor el
camino tendiente a lograr el fin ineludible que se le ha asignado al derecho penal.
Señala Abegg que cuando el legislador establece una pena más severa , lo hace porque
la experiencia le ha demostrado que la ley anterior no tenia la eficacia necesaria para
impedir la comisión de los delitos en ella configurados, motivo por el cual debe
capitalizarse ese error y superarlo, aplicando la ley nueva más severa.
Florian manifiesta en su definición de delito, este constituye una violación a las
condiciones de existencia en una sociedad determinada en un momento histórico dado.
Agrega este autor que la ley penal consiste en la expresión de la medida del daño o
del peligro social posible de determinadas acciones. La represión debe corresponder
a la valoración social del daño que entraña un delito en un momento dado, y cuando
dicha valoración varia, igualmente debe variar la medida de la represión.
Reconoce Florián que el punto de partida por el defendido conduce necesariamente a
castigar los hechos inocentes anteriores a la vigencia de la nueva ley y solo por esta
declarados punibles.
Rechaza Florián la tesis que solo admite la aplicación retroactiva de la ley penal en
tanto esta sea más benigna
Como punto de partida de la tesis de la retroactividad relativa, resulta conveniente
tomar en consideración las conclusiones a las que arriba el jurista francés Roubier
sobre el tema. Proclama que debe aplicarse la ley nueva, salvo que esta sea más
rigurosa. Siempre debe estarse a lo regulado por la valoración representada por la ley
reciente y no por la derogada- se sienta como regla la aplicación retroactiva de la ley
penal y se consagra como excepción la circunstancia de que ella sea más severa para
el imputado o para el condenado. (continuar de la fotocopia)
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Si durante la condena se dictara una ley más benigna, la pena se limitará n 10
establecida por dicha ley. En todos los casos del presente artículo, los efectos de la
nueva ley se operaran de pleno derecho".
Dado que el art. 2 del código habla de la Iey que "exista" al pronunciarse el fallo,
cabe preguntarse qué se entiende por ley- "existente". Por tal debe entenderse la
ley vigente y, la vigencia de la ley penal se rige por los principios generales reglados
por el código civil.
Ultractividad
Ante una ley que establece condiciones más gravosas para un hecho en concreto, se
debe seguir el principio de irretroactividad y en consecuencia la nueva ley se aplica a
hechos futuros. Los hechos anteriores se seguirán juzgando por la ley derogada, esta
aplicación de la ley luego de haber sido derogada se denomina ultractividad.
Significa que una ley tiene vigencia después de su derogación tácita o expresa
siempre que sea en beneficio del imputado.
Ultractividad: cuando el fallo aplica una ley ya derogada. Se ha indicado la
impropiedad de éste vocablo, ya que significa pura y simplemente la aplicación del
principio de irretroactividad, sin embargo sigue utilizándose.
Se llaman leyes intermedias, según de desprende del Art. 2 CP a aquellas que son
dictadas entre medio de la ley que rige al cometerse el delito y la ley que rige al dictar
sentencia.
En el caso de que estas leyes tengan distinta severidad, se aplicara la más benigna, la
solución nace del mismo art. 2
Esta solución, no rige tratándose de ciertas leyes intermedias: las leyes temporarias
y las transitorias.
Leyes temporarias: son aquellas que se fijan a si mismas su periodo de duración, pues
establecen en su texto cuando dejaran de tener vigencia.
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El fundamento de esta solución es que las leyes temporarias y transitorias son
dictadas con fines especiales o por motivos excepcionales, por lo tanto si se
permitiera que una ley posterior más benigna las dejara sin efecto, ellas carecerían de
utilidad y de eficacia, pues no se cumplirán los fines para los cuales fueran
sancionadas.
a| Leyes intermedias: Son definidas como las leyes existentes entre la que regía al
momento del hecho y la que se encuentra en vigor al dictarse la sentencia [(iU; y,
para el caso que de algún modo beneficien al imputado, de conformidad con lo
establecido por el art. 20 del Cód. Penal. deben ser aplicadas ultraactivamente.
Afirma Roxin que, si después de la comisión del hecho se atenúa la pena prevista
para esa conducta, pero, debido a la mala experiencia de esa reforma, en el
momento del enjuiciamiento se ha vuelto a la dureza originaria, pese a ello el
delincuente puede exigir que se lo castigue con la norma intermedia más benigna,
pues con la atenuación había conseguido la posición jurídica más favorable de la
nueva ley, que a partir de ahí sigue quedando garantizada frente a cualquier
agravación retroactiva en el sentido del derecho anterior. Agrega el citado autor
que igualmente ha de quedar impune el sujeto activo en caso de que el hecho sea
punible tanto en el momento de su comisión como en el de la sentencia, pero haya
habido un período intermedio en el que quedó exento de pena \(i9. La Cámara
Nacional de Casación Penal. estando ya vigente la nueva ley penal tributaria
24.769, sostuvo -en un fallo citado en el punto anterior-que era más favorable la
ley intermedia 24.587, cuyo art. 8", del Título V. modificó, entre otros, el art. 20
de la ley 23.771 (evasión de obligaciones tributarias) 170.
b| Leyes temporales y excepcionales: Son temporales las que tienen un plazo previo
de vigencia, ya sea porque su caducidad está fijada de antemano en la propia ley
(leyes temporales en sentido estricto) o bien porque sea reconocible que las
mismas se ciflen a situaciones temporales especiales y quedarán sin objeto con la
desaparición de éstas (leyes temporales en sentido amplio) 171. Estas últimas
también se denominan leyes excepcionales siendo específicamente definidas como
aquellas que tratan de servir a una transitoria circunstancia: guerras, epidemias,
bandolerismo, intensificación del delito, etc. 172.
El problema de la aplicación de estas leyes se daría cuando la ley temporal resulta
más gravosa y, al momento del fallo o antes del agotamiento de la condena, vuelve
a regir la ley común más benigna.
La doctrina ha dado divergentes respuestas para estas situaciones.
Así, para algunos, la ley temporal es siempre ultraactiva, es decir que se aplica a
los hechos ocurridos durante su vigencia, aunque cuando deba hacérselo ella ya
hubiese cesado. Se sostiene como fundamento que, si una vez cumplido el término
de su validez
DETERMINACIÓN DE LA LEY PENAL MÁS BENIGNA
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El Art. 2 CP dice: “si la ley vigente al momento de cometerse el delito fuere
distinta de la que existía al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará
siempre la más benigna. Si durante la condena se dictase una ley más benigna, la pena
se limitará a la establecida por esa ley. En todos los casos del presente artículo, los
efectos de la nueva ley operaran de pleno derecho”.
Tal disposición importa reconocer no solamente la retroactividad de la nueva ley
más benigna, sino también la ultractividad de la ley anterior más benigna, quedando el
principio general de la irretroactividad de la ley penal, contenido en el Art. 18 CN,
interpretado en el sentido de que el se refiere solamente a la inaplicabilidad de una
ley más gravosa, posterior a la comisión del hecho.
Los fundamentos de nuestro sistema legislativo en materia de aplicación de la
ley con relación al tiempo están dados por los siguientes principios:
1) La ley que contiene una nueva incriminación no puede aplicarse a hechos
anteriores, porque ello importaría vulnerar el principio de reserva.
2) La nueva ley que quita carácter delictivo a un hecho anteriormente reprimido
cobra plena aplicación, por ser innecesaria para la defensa social mantener bajo pena
esa determinada clase de actos.
3) La ley nueva que establece condiciones más graves no es retroactiva en
virtud del principio de reserva.
4) La ley nueva es menos gravosa, se aplica de pleno derecho desde la época
de su promulgación, en virtud del principio general, según el cual las leyes rigen desde
su publicación, y en conformidad con el principio enunciado en el punto 2 todos los
principios rigen de pleno derecho sin excepciones.
El art. 2 no hace referencia solamente a las variaciones que pueda haber en el monto
y calidad de la pena, sino a las variaciones contenidas en la ley, es decir, que habrá
lugar en la retroactividad de la ley posterior o a la ultractividad de la ley derogada,
según sea el resultado de la comparación no de las penas, sino de las leyes mismas.
Esa comparación debe, pues, se hecha con referencia a todo el contenido de la ley,
partiendo de la pena de los elementos constitutivos de la figura delictiva, de las
circunstancias agravantes o atenuantes del a infracción, y tomando en cuenta también
las demás situaciones que en la ejecución de la pena, suspensión, perdón, etc.
La constatación de la ley más benigna debe hacerse en relación concreta con el caso
en particular. El juez no resuelve cual de las dos aplica a ese caso. Ese examen
comparativo debe conducir por la elección de una ley que será ilícita en la aplicación
del mismo caso, simultánea o sucesivamente, de disposiciones de leyes distintas, en
cuyo caso no se aplicaría en realidad ninguna ley, dictado por el poder legislativo, sino
una nueva ley confeccionada por el juez, con elementos de distintas leyes, para un
caso concreto.
Este principio que prohíbe la simultanea aplicación de dos leyes, tiene, sin embargo,
una excepción en nuestro Código Penal con referencia al cómputo de la prisión
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preventiva, para el cual la ley establece que se observara separadamente la ley más
favorable al sujeto procesado Art. 3 CP.
Si tenemos que comparar entre dos leyes (una derogada y una nueva) diremos que es
más benigna aquella que reúna alguno de los siguientes caracteres:
1) La que imponga pena menos rigurosa o pena menor
2) La que no considere delito la conducta que la otra si lo hacia.
3) La que exija mas elementos para que una conducta sea delito.
4) La que admite mas atenuantes o causas de justificación.
5) La que admite menos agravantes que la otra
6) La que posea menor tiempo de prescripción.
Prisión preventiva
Concepto
Objeto
Conclusión
La prisión preventiva -en lo que aquí respecta-se extiende hasta que el imputado
queda liberado (sea por la concesión de la excarcelación o porque se haya dictado a
su favor un sobreseimiento o una absolución), se sustrae ilegítimamente a aquella
(fuga), o la sentencia condenatoria queda firme y comienza -en ese instante- a
ejecutarse la pena correspondiente. El órgano judicial. al dictar una sentencia
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condenatoria, tiene que declarar la fecha en que quedará extinguida la pena, para lo
cual habrá de realizar lo que se conoce como "cómputo", excluyendo de la pena a
cumplir en el futuro, el tiempo que haya sufrido el condenado en prisión preventiva.
Dicho cómputo, si bien es integrativo de la sentencia, se realiza -por lo general-por
medio de un acto procesal (una resolución) posterior. una vez que se han completado
ciertos datos imprescindibles para llevarlo a cabo (entre otros, la fecha en que la
sentencia queda firme) :;.17. Precisamente, la forma en que debe ser deducido el
tiempo sufrido en prisión preventiva es lo que reglamenta el art. 24 del Cód. Penal
Sistema de cómputo
Se afirma que el sistema adoptado por nuestro código penal es una variante del
llamado sistema ecléctico, según el cual la prisión preventiva que ha soportado el
agente se computa en todos los casos en que de\'iene la condena, aunque no de la
misma manera. el art. 24 establece una equivalencia ficta, según la cual dos días de
prisión preventiva equivalen a uno de reclusión, y un día de prisión preventiva, a uno
de prisión o dos de inhabilitación o ala cantidad de multa que el tribunal fijase entre
treinta y cinco pesos y ciento setenta y cinco pesos:
Fundamento
Aspectos generales
La regla del artículo 24 establece cómo debe ser computado el tiempo de prisión
preventiva cumplido durante el proceso. por medio de este cómputo se estipula, en
definitiva, la pena que el condenado deberá cumplir a partir del momento en que la
sentencia quede firme. por lo demás, se afirma que el cómputo es obligatorio para el
juzgador
a) Modo de computar: El Código prevé un cómputo fijo para las penas de reclusión,
prisión e inhabilitación (de 2 x lla primera, 1 x lla segunda, y 1 x 21a tercera S51),
pero graduable con relación a la multa (de $ 35 a $ 175 por cada día 352).
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(p. ej. a los fines de determinar si corresponde conceder una excarcelación). Al
respecto, se afirma que la prisión preventiva debe computarse hasta el momento
en que la sentencia condenatoria ha pasado en autoridad de cosa juzgada.
c) Modo de contar los plazos: No hay acuerdo sobre la forma de computar los días,
pues mientras algunos sostienen que se computan el día de la detención y el de
la soltura como enteros 556, otros entienden que el tiempo se cuenta desde la
medianoche del día de la detención 557 hasta la medianoche del día en que la
sentencia firme convierte el encierro preventivo en pena, posición esta última que
se apoya en las disposiciones del Código Civil que regulan la forma de contar los
plazos y la regla del art. 77 del Cód. Penal 558. de las que se desprende que nunca
se cuenta el día en que el plazo comienza a correr.
Sin embargo, en materia penal no puede aplicarse un criterio que implique una
prolongación real de la pena judicialmente impuesta. lo que obliga necesariamente
a computar el día de la detención como día completo. Dicho argumento se ve
reforzado con la regla general dispuesta por el art. 3° del cód. PenaL según la
cuaL en materia de cómputo de la prisión preventiva. siempre debe atenderse al
criterio que resulte más favorable para el justiciable. Así. la prisión preventiva se
computará como ejecución material de la pena, entendiéndose que comienza a la
O hora del día en que el sujeto fue privado de su libertad
e) Penas comprendidas: El sistema del código comprende todas las penas posibles,
esto es, reclusión, prisión, multa e inhabilitación.
f) Dos o más penas principales: De la Rúa advierte que el Código ha omitido prever
el caso de imposición de dos o más penas principales. Plantea el caso de una
condena a prisión y multa y señala que -en tal supuesto- debe computarse, en
primer término, la prisión preventiva respecto de la pena de prisión y, si existiera
un remanente, respecto de la multa, siguiendo así el orden del arto 5° del Cód.
PenalS(iO. Esta solución parece acertada ya que el cómputo debe hacerse ante la
totalidad de la pena, y no existe razón para excluir de él otra pena principal.
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1) Art. 24 del Código Penal:
2) Ley 24.390
La prisión preventiva no podrá ser superior a dos años.
Transcurrido el plazo de dos se computará 1 día de preventiva por dos de reclusión o
prisión.
Posee ultractividad frente a la ley 25.430.
3) Ley 25.430
Vuelve a los plazos del Art. 24 para los hechos cometidos con posterioridad al
01/06/2001.
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