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FORMACIÓN DEL CARÁCTER DE LOS HIJOS

El desarrollo del carácter debe tener la más alta prioridad y para ello, hay que entender antes qué es un
buen carácter; necesitamos tener:
 Sabiduría para tener buen juicio y poder discernir entre lo bueno y lo malo.
 Justicia, que es el respeto a la dignidad de toda persona, incluido uno mismo; de ella emanan la
tolerancia y la honestidad.
 Fortaleza que implica paciencia, perseverancia, virtud esencial para que no se frustren.
 Dominio propio saber controlarse a sí mismo en toda situación
 Amor que se entiende como sacrificarse por los demás y que va más allá de la justicia pues tiene
que ver con la empatía y la generosidad. Actitud positiva. Trabajo duro. Integridad es ser
consistente con uno mismo. Gratitud que es el secreto de la vida feliz y es una elección. Y
humildad, un deseo de ser mejor.
1. Buscar el desarrollo espiritual de los hijos para que puedan ver en Dios su carácter de amor y
paciencia, (oración y canticos)
2. Brindarle un ambiente tranquilo, cálido y armonioso en el hogar, esto le ayudará a sentirse en
paz. (Promover el orden y limpieza)
3. El paseo al aire libre en la naturaleza; formará el carácter sano y saludable en los menores.
4. Proporcionarle afecto, tiempo y atención exclusiva cada día, cuando ellos logran apego
emocional se relacionan mejor con la autoridad del padre y son más receptivos y seguros.
5. Satisfacer sus necesidades básicas, a tiempo (alimentación, descanso, vestido, recreación)
6. Respetar sus emociones sin reprochar sus reacciones negativas darles tiempo para reflexionar
para luego dialogar. (con paciencia y voz suave)
7. Motivar el desarrollo de sus capacidades y habilidades.
8. Amar, implican tres cosas: afecto, atención, tiempo, comunicación y sacrificio.
9. Ser padres con autoridad moral siendo afectuosos y seguros, utilizando el razonamiento y
diálogo en toda situación.
10. Enseñar a través del ejemplo el amor y la confianza entre los miembros de la familia sobre todo
en la pareja ya que los niños están siempre observando a los padres como dignos ejemplos a
seguir.
11. Formar hábitos y educar la conciencia de manera clara y con convicción a través de figuras,
historias ilustradas, juegos interactivos, etc. De esta manera motivaremos un dialogo abierto.
12. Disciplinar con sabiduría o enseñar a los niños a tomar buenas decisiones. Esto implica hacerlos
entender porque algunos actos son buenos y otros malos y que ellos aprendan a cuestionarse
esos actos con preguntas tales como ¿me gustaría que alguien me hiciera esto a mí? o ¿qué
sentirían mis padres si descubrieran esto? o la prueba de la fe o de la conciencia como ¿me
sentiré culpable después?
13. Resolver los conflictos en forma justa que implica poder detectar el problema, hablar sobre éste y
luego encontrar una solución (resiliencia).
14. Darles oportunidades de practicar las virtudes ya que éstas se desarrollan en la práctica. Esto
significa que no basta que sólo se hable de ellas, sino que se entreguen responsabilidades en la
vida familiar que les permitan aplicarlas.

BIENESTAR ESTUDIANTIL

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