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UNA VISIÓN HUMANISTA AL TRATAMIENTO INSTITUCIONAL DE

PERSONAS EN SITUACIÓN DE ADICCIÓN A DROGAS DE ABUSO1

Ligia Mena villa2

Lina María Montoya3

www.artespain.com/.../dol-Pablo-Picasso.

“No buscamos culpables; somos responsables de la solución” (Osorio, 2005).

1 El presente es un artículo de reflexión, fruto del proyecto de investigación Una Visión Humanista
al Tratamiento Institucional de Personas en Situación de Adicción a Drogas de Abuso, realizado en
la especialización en Pedagogía y Desarrollo Humano, Cohorte XVIII; bajo la dirección de Jorge
Hernán Jaramillo Asociado a la Universidad Católica de Pereira.

2 Profesional en Psicóloga, Universidad Nacional Abierta y a Distancia. (Pereira Colombia),


aspirante al título de Especialista en Pedagogía y Desarrollo Humano, Universidad Católica de
Pereira. Correo electrónico: limevi84@hotmail.com

3 Profesional en Psicóloga, Universidad Nacional Abierta y a Distancia. (Pereira Colombia),


aspirante al título de Especialista en Pedagogía y Desarrollo Humano, Universidad Católica de
Pereira. Correo electrónico: linamontoyar@hotmail.com
RESUMEN están dispuestas a reencuadrar la
pecepción del mismo y a trabajar en
El presente artículo constituye una
consecuencia. Procesos similares de
visión humanista al tratamiento
intervención, analizados desde otras
institucional de personas en situación
ópticas menos estigmatizadoras y
de adicción a drogas de abuso y
encasilladoras, pueden ser no sólo la
supone un cambio de paradigma en
puerta de salida a circunstancias
relación con la comprensión del
extremas de adicción, sino una
fenómeno y los riegos y las
oportunidad de replantearse prácticas
posibilidades que este suceso
médicas y sociales con relación a las
conlleva en la persona que lo
personas que abusan de sustancias.
presenta y su familia y la manera en
que podría abordarse este tipo de (Palabras clave: drogas de abuso,
situaciones desde una perspectiva paradigma, humanista, reencuadrar,
humanista. La remisión de una percepción, familia, rehabilitación,
persona al CADRI (Centro de Pedagogía humanista, riesgos,
Atención en Drogadicción de posibilidades).
Risaralda) rompe con la cotidianidad
ABSTRACT
familiar “soportada”, “negada”,
“racionalizada” en la mayoría de los A HUMANIST VISION
casos; la relación figura fondo de las INSTITUTIONAL TREATMENT OF
problemáticas personales y familiares PEOPLE WITH DRUG ABUSE
se hace visible y es cuando tiene ADDICTION
lugar la decisión de enviar a una
persona a un programa de
rehabilitación lejos de ser esta "We see things as they are, we see
situación un infortunio familiar, se as we are."
convierte en la puerta de entrada, una Anais Nin
oportunidad desde la pedagogía
humanista a un mundo de
posibilidades, si todas las personas This article is a humanistic vision to
que hacen parte de este proceso institutional treatment of people
Visión Humanista del tratamiento 3

experiencing addiction to drugs and becomes the front door, an


represents a paradigm shift in relation opportunity from the humanist
to the understanding of the pegagogía a world of possibilities, if
phenomenon and the risks and all persons who are part of this
opportunities that this event involves process are willing to reframe the
the person presenting and his family perception of it and work accordingly.
and how they could address this type Similar processes of intervention
of situation from a humanist looked at other optical less
perspective. A referral of a person stigmatizing and boxes may be not
CADRI (Addiction Care Center of only the gateway to extreme
Risaralda) (breaks with everyday circumstances of addiction, but an
family "supported", "denied", opportunity to rethink medical and
"streamlined" in most cases, the social practices in relation to persons
relationship appears problematic who abuse substances.
background of personal and family
becomes visible and when it occurs (Keywords: drugs of abuse, paradigm,
the decision to send a person to a humanist, reframe, perception, family,
rehabilitation program far from this rehabilitation, humanist pedagogy,
situation as a family hardship, risks and possibilities).

ABORDAJE TERAPÉUTICO DESDE LA INSTITUCIONALIDAD

Los modelos de trabajo de la práctica médica tradicional y la educativa van en


contravía, pero en el tratamiento de personas con adicciones se hace necesario
aunar esfuerzos y trabajar de manera interdisciplinaria en pro del desarrollo
humano de la persona usuaria del servicio.

Es así como el abordaje terapéutico, debe contener una visión pedagógica


que permita el afrontamiento de las situaciones, desde una concepción
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epistemológica más amplia y por tanto con mayor posibilidad de acomodaciones


internas, acordes con las retroalimentaciones de los procesos.

El trabajo con personas adictas a sustancias, sobre todo a la heroína para el


estado y las instituciones que desde la figura de I.P.S (institución prestadora de
salud) prestan este servicio se hace complejo pues este, no sólo implica
tratamientos farmacológicos también hospitalización, procedimientos y dedicación
exclusiva del personal; ya que en la mayoría de los casos, cada paciente tiene
historiales de delitos menores asociados, que hacen que su cuidado, tenga
matices no sólo clínicos sino también de seguridad frente a sí mismos y a las
demás personas de la institución. Si a esto le agregamos el bajo índice de
recuperación y las constantes recaídas, tenemos que aceptar que existe en el
medio, una desesperanza aprendida con relación a este tipo de empeños.

Las investigaciones realizadas desde hace ya varias décadas en el Hospital


Mental de Risaralda, permiten la consolidación de un espacio de atención
ambulatorio a usuarios que se encuentren en situación de consumo, posibilitando
el cambio, con una estructura de base, que permita realizar un trabajo de
desarrollo integral y replantear la solución de problemáticas que se ubican como
antecedentes al consumo y sus consecuencias. Con la realización de un trabajo
conjunto del individuo, familia y equipo de profesionales; en el CADRI (centro de
atención de drogadicción para Risaralda), se interviene el contexto social, familiar
y educativo, con la intención de dar respuesta efectiva y oportuna a la demanda de
atención a los jóvenes, en una situación de uso, abuso y/o dependencia de
consumo de sustancias psicoactivas; con la posibilidad de continuar su proceso de
desarrollo en su espacio inmediato, evaluando y adecuando las características de
las mismas a su posición frente al consumo.

En el seminario taller realizado el 30 de Noviembre de 2010, en el cual se trato


el tema de consumo de opioides y específicamente el PMM (Plan de
Mantenimiento con Metadona), en el cual se presenta una deserción del 66% y un
64% (ver anexo 8), de reincidencia en el consumo de heroína. Ocasionada por
diferentes factores como lo son: Los bajos recursos económicos, la ubicación
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geográfica que dificulta el acceso caminando; además de factores familiares de


riesgo, al igual que los factores protectores, e indican la caracterización de las
familias de las personas ingresadas por adicciones (ver anexo 7). En ellas se
encuentran referenciadas las relaciones estrechas entre los tipos de vínculos
afectivos y la incidencia de la adicción.

Existe un gran miedo en la familia a aceptar la corresponsabilidad familiar en


la instauración y mantenimiento de las conductas adictivas en algunos de sus
miembros. Esto se entiende por la tendencia de todo sistema a recomponerse
homeostáticamente frente a situaciones de desequilibrios en una de sus partes,
por eso aparece la negación como un esfuerzo inconsciente colectivo de mantener
el equilibrio, cualquiera que este sea, es un momento que ha sido llamado en la
vacío-fértil y se describe cómo un momento en la estructura relacional personal o
familiar en el cual los recursos utilizados para hacer frente a las crisis que trae la
realidad, no son suficientes y la única opción es tratar de resolver la situación de
una manera diferente a las formas anteriores de afrontamiento.

La familia y el proceso de recuperación en drogodependientes.

La familia como estructura se da cuenta de la persistencia de una crisis en su


propia dinámica y esto lo hace evidente aquel miembro que presenta el síntoma
(Stanley Siegel y Ed Lowen, 1995) siendo ésta una oportunidad para intervenir y
reajustar los procesos relacionales, en el momento del reconocimiento de la crisis,
la familia busca ayuda, a través de la decisión de acompañar a uno de sus
integrantes en el proceso de recuperación de una adicción y deja que sea el
profesional, el programa o la institución los que tomen las decisiones
fundamentales en este proceso, depositando en ellos la esperanza de la “curación
al adicto”, esto permite a la familia en muchas ocasiones, seguir segura en el
nicho de invulnerabilidad que la asunción del rol de paciente “chivo expiatorio”
según René Girard (1986), permaneciendo intacta su dinámica disfuncional y
garantizando con este estatus quo que en la institución todo cambie, para que en
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casa todo pueda seguir siendo igual (Osorio, 2005, inedito), es esta la manera, de
evitar el dolor de aceptar su participación en la problemática de consumo de
sustancias psicoactivas (SPA), la familia intenta llenar el vacío a través de la
realización de tareas como responsables del paciente pero no se siente
involucrada directamente con la totalidad del tratamiento lo que dificulta iniciar el
abordaje terapéutico.

Los procesos de relación que se establecen entre el drogodependiente y la


familia presentan unas características entre las que resaltan, la mutua
dependencia, alimentando la condición de consumo en el integrante identificado,
como si este fuera el responsable de las dificultades, especialmente de la madre
(ver anexo 4).

Cuando existe una estructura conyugal, la relación se mantiene aún cuando se


den innumerables separaciones. El dolor y compromiso de producir el cambio es
tan duro para el grupo familiar que casi siempre se queda allí, y se crea un
resistencia al cambio, a mejorar. Cualquiera que sea la dinámica funcional familiar
es preferible a aventurarse a la experiencia de confiar y cambiar; es por esto que
la resistencia al cambio se evidencia continuamente tornándose en el principal
aspecto a intervenir. En muchos casos el drogodependiente con su conducta
“problema” se vuelve quien le da salida a situaciones de conflicto más ondas
presentes en la estructura familiar antes de que la familia y él mismo reconocieran
la adicción como el síntoma.

Aceptación de la problemática.

La aceptación de la problemática se vuelve un proceso complejo a nivel de toda la


estructura familiar pues implica que esta elabore un duelo sobre el modelo de hijo,
hija, esposo, esposa, papá, mamá etc. Cuando los pacientes ingresan al programa
es frecuente encontrar que la problemática ha existido desde hace tiempo y que
sólo en este momento logra ser visibilizada por suficiente tiempo como para
comprometerse en un proceso de rehabilitación. La percepción familiar es de
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fracaso en las tareas compartidas la presencia de un tercero institucional que


representa la norma y el ideal lleva a conductas regresivas de desconfianza en
los modos y cuestionamiento tácito o explícito constante, lo que hace que la
adherencia al tratamiento sea un camino por recorrer y no algo que supone el
mero hecho de la prescripción médica o la institucionalización, en este caso todo
lo referente al seguimiento de las instrucciones y dispositivos terapéuticos
adquiere una connotación metafórica que toca la relación a la norma, no sólo del
paciente sino de toda su estructura familiar y su entorno social, representa
potencialmente el peligro de poner a tambalear todas las prácticas relacionales y
de estilos de comunicación en un grupo y en un entorno familiar. Aquí la institución
procede análogamente como los padres cuando enfrentan la tarea de direccionar
el proceso de desarrollo evolutivo de un adolescente.

Las instituciones, como ocurre a veces a los padres, se blindan frente a las
conductas de autonomía en los participantes de programas de rehabilitación y
asumen una actitud de control excesivo sobre los formalismos de los protocolos y
prácticas terapéuticas realizadas, actuando esta conducta institucional como
variable extraña en el logro de procesos de independencia de la persona dentro
del programa. Idealmente las acciones de apoyo a sus pacientes incluye el
manteniendo de una comunicación abierta estimulando con esto las posibilidades
emocionales y materiales para que el interno comience a desarrollar un proyecto
de vida independiente y exitoso en la medida de lo que es posible en cada etapa
del tratamiento. Otras instituciones en concordancia con políticas de servicio
cotidianas asumen a través de sus funcionarios una postura desinteresada o
impotente, que se manifiesta en una excesiva permisividad y falta de control en
procesos, que también tiene consecuencias negativas para el desarrollo del
proceso de recuperación del interno, constituyéndose las mismas prácticas
institucionales en factores predisponentes de las recaídas tan frecuentes, cuando
del tratamiento de personas con adicciones se trata.

La institución de rehabilitación como un sistema social abierto, en constante


interacción con el medio natural, cultural y social; transmite también los valores y
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creencias institucionales a través de la experiencia del interno como “paciente”. Y


este no es ajeno a las posibilidades reales que el ejercicio práctico de las
funciones permite a la aplicación de las legislaciones sobre promoción y
prevención en salud, muy específicamente en salud mental en el tema de las
adicciones. En ese sentido, frente al problema clínico de una determinada
persona no es suficiente que sea considerado como un fenómeno individual e
interno, sino que los problemas de las personas pueden ser entendidos en
conjunto con sus relaciones, en un determinado contexto social el cual ejerce
mecanismos de control en el continuo individuo, institución, sociedad y es a través
de la "retroalimentación" como este o cualquier otro sistema puede acceder a
información valiosa sobre su propio funcionamiento y permitirse ajustar sus
propias reglas. Este proceso constante de autoevaluación puede ser positivo o
negativo en la medida en que el error se interprete como inherente a la condición
humana y cómo una oportunidad para hacer adecuaciones en el camino. Ningún
modelo terapéutico o de intervención es un proceso acabado, todos por estar
siendo aplicados en contextos, tiempos y espacios específicos y con y por
personas también muy particulares son siempre una experiencia antigua y
novedosa en sí misma.

La retroalimentación negativa implica que el sistema, frente a una señal de


cambio, corrige su desempeño, volviendo al funcionamiento original. Esta forma
de retroalimentación lleva, por lo tanto, una dirección inversa a la del cambio que
la originó. La retroalimentación positiva implica que el sistema, frente a una señal
de cambio, modifica aún más su propio funcionamiento. Es decir, esta
retroalimentación actúa en la misma dirección que el cambio que la originó.

Considerando que las familias consultantes, en su mayoría sus hijos, están en


la etapa adolescente y se enfrenta a intensos cambios de uno a más de sus
miembros y por lo tanto necesariamente también cambia su propio
funcionamiento. En este sentido, es una etapa en la cual se debe reajustar en un
nuevo nivel de funcionamiento, más apropiado para el desarrollo de sus
miembros. Hay interacciones que muestran que la retroalimentación positiva
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predomina sobre la negativa, es decir, se producen cambios que a su vez activan


nuevos cambios (buenas prácticas) pudiendo utilizarse la retroalimentación
positiva como estrategia pedagógica.

Por las razones anteriormente expuestas, la etapa en que la familia tiene hijos
adolescentes suele ser considerada por diversos autores, entre ellos Papalia
(1997) como una de las más difíciles dentro del ciclo vital de la familia. Es decir,
es una etapa donde los distintos miembros de la familia cambian su orientación
hacia relaciones extrafamiliares y las fronteras pueden volverse menos
permeables que en etapas anteriores. Esta característica se nota con claridad en
los típicos conflictos padres-hijos referidos a la defensa de la privacidad y de la
autodeterminación por parte de los adolescentes, en contraposición al intento de
los padres por mantener las pautas de relación de la niñez. Sin embargo, hay que
tomar en cuenta que el hijo adolescente también está viviendo cambios, en el
sentido que mantienen conductas que reflejan sus necesidades infantiles de
protección y control por parte de sus padres.

Como objetivo de la intervención familiar, inicialmente se debe dirigir a


promover cambio en la actitud que permita asumir “buenas prácticas” en las
relaciones haciéndolas más funcionales, menos dolorosas, más satisfactorias,
influyendo en un funcionamiento familiar “sano”. La terapia familia puede ser una
ayuda importante en el tratamiento en especial en los trastornos en la formación
de la identidad; conflictos con los padres; cambios relacionados con las normas;
problemas de autoestima., pero se puede moldear al adolescente permitiéndole
que cambie y crezca a su propio ritmo y de acuerdo con sus propios intereses.

Factores de riesgo

La percepción que el ser humano tiene de sí mismo y del mundo que le rodea,
está determinada por las vivencias que acompañaron su desarrollo evolutivo, en el
seno de su familia; si se dan las condiciones adecuadas el individuo desarrolla
aspectos de su personalidad que favorecen su desenvolvimiento social y el
afrontamiento de circunstancias difíciles, en los ambientes donde se presentan
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disfuncionalidad en los vínculos estructurales de la familia , la construcción de una


percepción adecuada de la realidad se hace más difícil, la experiencia en atención
de personas con consumo de spa evidencia dificultades en la capacidad de
apropiación de emociones y sentimientos que generan malestar tales como: el
enojo, el aburrimiento, la soledad, la impotencia entre otros y dificultan la
autonomía y la responsabilidad en la construcción de su proyecto de vida.

Siendo la familia tal como lo plantea Ackerman (1979) “la unidad básica de
desarrollo y experiencia, de realización y fracaso, es también la unidad básica de
enfermedad y salud mental” dos factores principales pueden poner en peligro el
equilibrio de la familia estos son:

a. La incapacidad para negociar soluciones adecuadas a las demandas


propias de cada etapa del ciclo vital (problemas generacionales)

b. Cambios abruptos en el funcionamiento producidos por eventos


estresantes, agudos e inesperados (problemas situacionales)

Comunicación

La familia como sistema social conformada por un grupo de unidades e


interelaciones entre las mismas, con unas características, reglas y roles
específicos; adopta también un estilo de comunicación y un modo único de
interacción entre sus miembros que da cuenta de la particularidad en la dinámica
relacional de cada familia.

La familia como sistema está en permanente cambio ya que sus actividades


se desarrollan dentro de un contexto social, cultural, político e histórico particular
que la impacta y moldea.

En muchos casos el miembro sintomático social en la familia asume la función


de elemento canalizador de emociones y sentimientos y opera como válvula de
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escape de un sistema en cuyo interior hay grandes presiones, la experiencia


también indica cómo las dificultades para que las familias se comprometan en el
proceso terapéutico y asuman la corresponsabilidad en la aparición y
mantenimiento de la problemática del paciente obedecen al temor de toda la
estructura familiar por enfrentar nuevas situaciones que pondrían a tambalear la
frágil estructura que con esfuerza se ha construido alrededor del síntoma familiar.

Confianza en sí mismo y afectividad

Como lo plantaba Erik Erikson (1950) en el estadio de confianza básica “el


individuo ha evolucionado, adquiriendo una serie de características de la
personalidad y actitudes positivas que lo han preparado para afrontar el resto de
vida, en las cuales tiene un papel fundamental la familia”. Así la confianza básica,
que se alcanza cuando los cuidados maternos son apropiados y permiten la
generación de un vínculo afectivo, el afecto permite fortalecer su estructura
psíquica. El mayor factor de riesgo lo constituye la privación afectiva dando lugar a
la desconfianza básica. El sentido de autonomía, auto control, un sentimiento de
asertividad opuesto a la excesiva dependencia y al sentimiento de vergüenza y
duda. El ajuste y aceptación de la autoridad, la formación de hábitos y se inicia los
aprendizajes escolares; siendo el afecto primordial para el desarrollo del menor y
en la etapa escolar pueden ser fuente de conflictos los problemas de aprendizaje y
la convivencia con otra personas, maestros y compañeros. Se adquiere el sentido
de responsabilidad, se acepta las reglas, sé internalizar los valores que le
permiten vivir socialmente; lo cual es posible lograrlo a través del contacto con los
demás, al tiempo permite entrenamiento y perfeccionamiento en el aprendizaje de
dar y recibir afecto y aceptar las reglas sociales. Se fortalece la identidad, la cual
supone una certeza de sí mismo, de su continuidad en el tiempo, la satisfacción
con su propio cuerpo, el sexo, el sistema de valores, la propia personalidad y las
relaciones sociales, el trabajo entre otros.
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Normas y autoridad

Lo real es que en muchas ocasiones los problemas se originan porque los hijos
sienten que los padres los hipercontrolan y los padres sienten que los hijos se
revelan. Los hijos necesitan autonomía para poder vivir y de acuerdo a sus
habilidades determinar su manea de afrontar la vida. Es así como la confianza,
mutua es lo que mantiene la comunicación en las familias, el respeto a la
autonomía del otro es crucial para que la familia siga su curso y se vaya
adaptando a los cambios inevitables que va marcando el paso de las diferentes
etapas.

Pautas de crianza

La familia tiene un papel fundamental en la evolución del individuo, adquiriendo


una serie de características de su personalidad y actitudes positivas que lo
preparan para afrontar el diversa circunstancias de la vida, potencializando
aspectos como: La confianza básica, que se alcanza cuando los cuidados
maternos son apropiados y permiten la generación de un vínculo afectivo: el afecto
permite fortalecer su estructura psíquica. El mayor factor de riesgo lo constituye la
privación afectiva dando lugar a la desconfianza básica. El sentido de autonomía,
auto control, un sentimiento de asertividad opuesto a la excesiva dependencia y al
sentimiento de vergüenza y duda. El ajuste y aceptación de la autoridad, la
formación de hábitos y se inicia los aprendizajes escolares; siendo el afecto
primordial para el desarrollo del menor y en la etapa escolar pueden ser fuente de
conflictos los problemas de aprendizaje y la convivencia con otra personas,
maestros y compañeros. Se adquiere el sentido de responsabilidad, se acepta las
reglas, se internalizar los valores que le permiten vivir socialmente; lo cual es
posible lograrlo a través del contacto con los demás, al tiempo permite
entrenamiento y perfeccionamiento en el aprendizaje de dar y recibir afecto y
aceptar las reglas sociales. Se fortalece la identidad, la cual supone una certeza
de sí mismo, de su continuidad en el tiempo, la satisfacción con su propio cuerpo,
el sexo, el sistema de valores, la propia personalidad y las relaciones sociales, el
trabajo entre otros.
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Participación en el proceso

Ahora bien, en el tratamiento tiene gran importancia la familia sin ser la única,
diferentes experiencias demuestran que se ha tenido resultados más efectivos
cuando se realiza algún trabajo con ella. Algunas familias al vincularse al
tratamiento tienden a mejorar en sus relaciones familiares, desde la confianza, la
disminución de las peleas, el establecimiento de normas. En los casos de las
familias nucleares el padre deja de ser una figura ausente en la crianza de los
hijos y se involucra en el establecimiento de las normas apoyando la autoridad de
la madre. Se encontró con frecuencia que estas familias restablecen las
expresiones de afecto, cambiando la comunicación por una más abierta,
retomando la confianza y el respeto entre los diferentes integrantes, apoyándose
en la realización de las actividades del hogar (aseo, organización, preparación de
alimentos, arreglo de la ropa, dando lugar a compartir algunos momentos de
esparcimiento. En algunos casos donde la figura paterna por su formación y su
desempeño laboral –ejercito, policía- persiste el conflicto en la relación padre-hijo
o la relación sigue siendo distante.

Es importante que la participación de la familia en el proceso sea más que


colaboración dándole el permiso, realizando los pagos, reclamando el
medicamento; lo trascendental es que toda la estructura familiar modifique en
alguna forma su disfunción familiar.

La monotonía del día a día se constituye en un factor de riesgo importante en


la dinámica familiar llevando a prácticas inadecuadas en la expresión de
sentimientos, la comunicación, el manejo del estrés

La presencia de altos niveles de estrés, las expresiones de intolerancia,


violencia, poco sentido del humor y las pocas habilidades comunicativas debilitan
de los vínculos filiales que se establecen al interior de las familias y actúan como
situaciones adversas.
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No existen formas establecidas de expresión del afecto entre los diferentes


integrantes del grupo familiar en el día a día como factor protectivo relevante,
además de no considerarlo importante.

La comunicación entre padres e hijo es inadecuada o nula son muy pocos los
espacios o actividades en que están juntos (ver cuadros)

Existe consumo o abuso de alguna sustancia en los padres, hermanos o


familiares

El enfoque estructuralista de Minuchin (1977) plantea como fundamental


cambiar los mecanismos de comunicación; lenguajear como lo plantea Humberto
Maturana permite a partir del paso de la realidad por el filtro del lenguaje hablado
restablecer la relación figura fondo en la que todas las partes del sistema tienen
una correlación esencial y estructurante.

Responsabilidad compartida

“Intentemos ser más justos, para no tener que ser generosos” (Osorio, 2005 ) es
el pensamiento semilla, que idealmente, debería instalarse en el psiquismo de las
familias de las personas en situación de adicción, se vuelve fundamental la
orientación, sensibilización, educación a la familia para que acepte que es parte
del problema y sobretodo de la solución y se comprometa con el proceso
terapéutico para el ajuste y desarrollo de la estructura familiar propicia a un nuevo
proyecto de vida en el paciente elegido y porque no de toda la familia.

Por esto la intervención familiar, inicialmente debe dirigirse a promover


cambios en la actitud, que permitan asumir “buenas prácticas” en las relaciones,
haciéndolas más funcionales, menos dolorosas, más satisfactorias e influyendo
en un funcionamiento familiar “sano”.
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La pedagogía y proceso de formación en la atención a drogodependientes

Las buenas prácticas de las que se habla en párrafos anteriores se refieren a una
serie de estrategias para la comunicación, la expresión de sentimientos, la
asertividad, la resolución de conflictos que mejoren toda la estructura relacional de
la familia y le permitan potencializar sus propios recursos para afrontar
circunstancias adversas.

Entre estas están:

a. De eso si se habla: Poder Lenguajear, como diría Maturana, o pasar por la


palabra una serie de circunstancias sobre las cuales la familia ha guardado
silencio, pero que en el fondo cada uno percibe como foco importante de
tensión en varias situaciones.
b. Acuerdo de significados: Hablar el mismo idioma no sólo supone el uso
preciso de una lengua, implica establecer explícitamente cuales serán las
interpretaciones que los interlocutores darán a determinadas palabras o frases
en un contexto y no suponer, asegurarse mediante el uso del lenguaje verbal.
c. No más de lo mismo: Analizar las estrategias que se ha utilizado la familia
para tratar de hacer frente a la situación “ problema” y establecer nuevas
formas de proceder que posibiliten no seguir dando vueltas en torno al mismo
asunto.
d. El fondo también existe: Advertir en las situaciones de conflicto, aquellos
aspectos que estando presentes no constituyen el foco de atención y tomarlos
en consideración a la hora de tomar decisiones posibilitando otras ópticas de
la situación.
e. Los aprendizajes que deja el síntoma: el provecho que el síntoma puede
tener como revelador de aspectos a modificar en la estructura en familiar, si
se sabe aprender de los errores.
f. Valoración de lo positivo: Al valorar una situación sobre todo si esta es
considerada problemática apreciar lo positivo resulta muy liberador para las
personas implicadas.
Visión Humanista del tratamiento 16

g. Uso de agenda terapéutica: El uso de cuadernos que permitan sobre lo que


las personas sienten, ayuda a liberar tensiones y a poder revisar notas sobre
situaciones vividas, pudiéndose tomar distancia de ellas y verlas desde otras
perspectivas.
h. Preguntarle al síntoma: imaginariamente interrogar al síntoma y dejar que
fluya una respuesta inconsciente desde el dibujo u otra expresión artística que
luego pueda ser tomada en cuenta para reflexionar sobre la situación y tomar
decisiones.
i. Retroalimentación positiva como estrategia pedagógica: devolver a los demás
una imagen amable de lo que ellos nos trasmiten y la forma cómo los
percibimos crea un efecto benéfico para la comunicación en ambas
direcciones.
j. Artefactos simbólicos: Crear y usar artefactos simbólicos para trabajar ópticas
de la percepción. Ej: catalejo, periscopio etc.
k. Jerigonzas: Uso de lenguaje exageradamente incomprensible o ridículo, en el
agenciamiento de los conflictos.
l. Resimbolización de la droga de abuso de tal manera que permita control
social como en las culturas primitivas.
m. El rompecabezas, foto del individuo (la más dura) y cada miembro de la
familia tiene una pieza que aporta, rituales de liberación de la culpa, mediante
la foto que querían ej: tipo collage.
n. Construir un sensor de conciencia de estados de ánimo
o. Fragmentar las metas y objetivos y hacerlo un paso a la vez (Bepo
barrendero, en Momo de Michel Ende).
p. Palabras amuleto: acuerdos sobre significantes con poder reparador de
circunstacias adversas (fotos, cartas, recurrir a personas específicas que
tengan ascendencia sobre la persona en recuperación.)

Para la recolección de la información se revisaron las evaluaciones familiares


de la historia clínica de estos usuarios, la visita de seguimiento, el apgar, el
familigrama y entrevistas individuales familias objeto de intervención, se tendrán
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en cuenta algunos relatos de vida a manera de crónicas para evidenciar los


cambios.

METODOLOGÍA.

La investigación realizada fue de tipo descriptivo, en la cual se revisan los


diferentes instrumentos de valoración familiar aplicados a 27 familias, en el CADRI
en período comprendido de mayo a noviembre del 2010, para evaluar las clases
de familia, los ciclos vitales de las mismas, la funcionalidad y las diferentes
relaciones e interacciones entre sus miembros (ver anexos 1 y 2).

Entre los instrumentos analizados de la historia física de los usuarios del


programa, los cuales han sido avalados y experimentados en estudios de familias,
están: La entrevista sociofamiliar y la ficha de visita domiciliaria, aplicadas por la
profesional en desarrollo familiar del programa y algunas entrevistas a diferentes
integrantes del equipo profesional para lograr mayor precisión en la interpretación
de la información consignada. De estos documentos se retomaron los datos del
APGAR familiar, familiograma lo que permitió un conocimiento de la funcionalidad
de la familia, las interacciones entre sus integrantes y su capacidad de reacción y
acción ante la situación problema (consumo de sustancias psicoactivas). (Alwin,
2002), como también se implementaron actividades grupales con la familia desde
las áreas de pedagogía reeducativa y Psicología, sumados al proceso de
seguimiento, evaluación y recuperación que se da en la etapa de desprendimiento
frente al proceso de rehabilitación planteado en el CADRI bajo la figura de la visita
domiciliaria y periódicas valoraciones individuales

RESULTADOS.

Indicadores del PMM 2010.

a. Abstinencia al consumo de opiáceos ilícitos

Porcentaje de usuarios con positivos de heroína en los 3 primeros meses.


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Durante el tiempo que se adelanta el PMM en nuestra región se han vinculado 58


usuarios al programa de los cuales 37 continúan con el uso de heroína, esto
representa el 64% del total de la población vinculada al PMM y 21 presentan
abstinencia a la heroína, equivale al 36% de la población vinculada. Se sustentan
estas cifras debido a; actualmente el porcentaje más alto de los usuarios se
encuentran en etapa inicial (menos de 3 meses) con dosis terapéuticas (20
mg/día).

Porcentaje de recaídas al uso de heroína tras finalizar el programa con alta


terapéutica a los 6 – 12 y 24 meses.

Se inicio con 9 usuarios para dispensación domiciliaria, por decisión unánime del
equipo terapéutico y debido al cumplimiento de los objetivos iniciales establecidos
en el programa para acceder a esta modalidad de tratamiento (5 meses), de los
cuales actualmente se sostienen 7 usuarios y 2 que nuevamente retomaron
actividades diarias en el programa debido a problemas asociados al consumo de
sustancias.

Porcentaje de recaídas por uso de heroína tras un alta voluntaria a los 6 – 12


y 24 meses.

Hasta el momento en lo que va recorrido del año y desde el momento de inicio del
PMM, el porcentaje de recaídas después del alta voluntaria es del 98%, también
después de la realización de una desintoxicación corta o el retiro voluntario en
períodos iniciales del proceso.

b. Abstinencia al consumo de otras drogas

Porcentaje de usuarios con resultados positivos a otras drogas.


Dentro del programa la sustancia ilegal más consumida es la marihuana, 40
usuarios la usan actualmente, representa el 69% del total de la muestra, 18
usuarios no usan drogas ilegales equivale al 31% de la muestra.
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Porcentaje de usuarios que demandan tratamiento por otras drogas.


Los usuarios participantes en el PMM generalmente son policonsumidores, sin
embargo demandan ayuda además de la heroína también por basuco, sin
embargo la cifra no es significativa dentro de la muestra.

c. Control y reducción de riesgos por infección por VIH y otras


enfermedades infectocontagiosas

Prevalencia de enfermedades infectocontagiosas (VIH, Hepatitis B y C, TBC,


etc.) entre los usuarios previas y posteriores a la incorporación del
programa.

Hasta el momento se ha realizado una jornada para pruebas de VIH-SIDA y otras


enfermedades infectocontagiosas en lo corrido del año, los resultados fueron 2
reactivos, 1 usuario positivo con VIH – Hepatitis B, 1 usuario con Hepatitis C. Se
tiene establecida nueva jornada de pruebas para el resto de usuarios vinculados al
programa.

Usuarios que abandonan la vía endovenosa.

Durante el desarrollo del PMM se han sostenido 23 usuarios con uso endovenoso,
esto representa el 40% de la totalidad de la población del programa, hasta la fecha
19 usuarios refieren abandono del uso parenteral, y representa el 83% de los
usuarios con esa vía de administración, sostienen con alguna frecuencia el uso
endovenoso 4 usuarios que equivale al 17% de la muestra de usuarios con esa vía
de administración.

d. Aumento de niveles de retención


Visión Humanista del tratamiento 20

Índices de retención tras 6 meses, 12 meses y dos años de iniciar el


tratamiento.
Hasta la fecha han participado de algún tipo de atención dentro del programa 167
usuarios de los cuales 58 se encuentran activos esto representa el 34% de la
totalidad de la población usadora de heroína con demanda de tratamiento. 109
usuarios se retiraron del proceso por diferentes razones, representa el 66% de la
totalidad de usuarios consultantes, la ubicación geográfica, situación legal al
momento de la consulta, horarios laborales, escolares y situación de calle fueron
las razones que prevalecieron para suspender el proceso.

Índices de reintegros en el programa tras su abandono (a los 6 – 12 y 24


meses del mismo).
Los reintegros de usuarios al programa tienen directa relación con los procesos de
desintoxicación cortos, esta demostrado que cada vez que algún usuario con
criterios de dependencia (F112) realiza un proceso de desintoxicación regresa
nuevamente a solicitar proceso debido a que la ansiedad predispone al sujeto
nuevamente al consumo de la sustancia.

Índices de altas en el programa por cumplimiento de objetivos.


Desde la fecha de inicio del programa en el mes de marzo del presente años con
cerca de 167 usuarios que han solicitado tratamiento, solamente 9 usuarios han
cumplido con los objetivos básicos en el programa, esto representa el 5% de la
población total, pero es importante precisar que la mayor parte de los usuarios se
encuentran en etapas iniciales del proceso.

Porcentaje de derivaciones a otros programas.


Por intermedio de convenios con programas cerrados habilitados por secretaria de
salud se ha venido adelantando remisiones para usuarios que requieren
vinculación a esta modalidad, hasta la fecha son 8 usuarios que se remitieron a
comunidad terapéutica, esto equivale al 14% del total de la muestra.
Visión Humanista del tratamiento 21

e. Reducción de conflictos e incidencias legales

Porcentaje de usuarios implicados en delitos tras su incorporación al


programa.
Hasta la fecha 167 usuarios han solicitado tratamiento por el uso de heroína de los
cuales, 108 no refieren conductas delictivas, esto representa el 65% de la
población entrevistada, 46 usuarios refieren hurtos menores y representa el 27% y
13 usuarios presentan problemas asociados a hurtos mayores y equivale al 8% de
la población encuestada.

Detenciones, procedimientos judiciales y condenas entre los usuarios del


programa.
Hasta el momento y durante el tiempo que lleva el programa en funcionamiento,
de los usuarios vinculados al programa con cierta regularidad en el proceso,
solamente 1 usuario presenta condena por procesos legales asociados al
consumo de sustancias.

f. Mejora del estado de salud

Niveles de receptividad al consejo del equipo profesional.


Dentro de la población participante en el programa se evidencia mayor
receptividad a los procesos de orientación con un contenido educativo sobre el
fenómeno de la drogodependencia.

Niveles de receptividad a la atención psicológica.


Se ha encontrado buena aceptación por parte de los usuarios en las atenciones
individuales, se evidencia mayor receptividad debido al nivel de privacidad,
confidencialidad y también por el perfil de cada usuario y su problemática
personal. Las actividades grupales tienen buena aceptación en etapas educativas.

Niveles de incorporación de hábitos higiénicos y alimenticios adecuados.


Visión Humanista del tratamiento 22

La orientación que se realiza en el tema de reducción del riesgo asociado al uso


de drogas por vía parenteral ha generado conciencia en la mayoría de usuarios,
se evidencia la incorporación de mejores hábitos y preventivos frente al uso de las
drogas por esta vía.

g. Aumento de los niveles de calidad de vida

a. Variaciones en el ámbito de convivencia:

Porcentaje de usuarios que han reiniciado la convivencia con familia de


origen y/o propia.
No se tiene el dato preciso frente a este indicador debido a que tras el ingreso al
programa los usuarios básicamente cuentan con un ultimátum por parte de sus
familias y redes de apoyo, y los usuarios que presentan situación de calle se les
vincula a programas cerrados. Lo que sí es importante referir es la mejoría en las
relaciones familiares y personales de los usuarios vinculados al programa y en
especial los usuarios que tienen un tiempo regular en el proceso.

b. Variaciones en el ámbito laboral:

Usuarios incorporados a programas de formación laboral.


Solamente se ha implementado esta posibilidad con los usuarios que tienen
dispensación domiciliario por cumplimiento de objetivos en el programa, de 9
usuarios, 5 se encuentran adelantando formación en el Sena, esto equivale al
55% de la muestra, 4 se encuentran vinculados laboralmente esto representa el
45% de la muestra.
La vinculación al sector laboral tiene directa relación con la mejoría en el aspecto
físico, su presentación personal y los hábitos saludables incorporados a su vida
cotidiana.
Visión Humanista del tratamiento 23

h. Reducción de la mortalidad

Tasas de mortalidad por reacción aguda al consumo de drogas ilegales.


Los espacios de carácter educativo tienen como finalidad orientar y generar
conciencia frente a los permanentes riesgos a los que se exponen los usuarios al
uso de drogas, con la implementación de talleres reflexivos los usuarios han
encontrado respuestas a muchas de las inquietudes que antes de la vinculación al
programa tenían y no hallaban respuesta en otros espacios. Por tal motivo el
porcentaje de mortalidad se ha reducido notablemente, sin embargo el tiempo que
se lleva con la implementación del PMM es prematuro para establecer cifras
concretas.

i. Potenciación del consumo de otras drogas (legales e ilegales)

Porcentaje de usuarios que han iniciado el uso de nuevas drogas.


Hasta la fecha los usuarios participantes del programa no refieren el uso de
drogas que antes de su vinculación al PMM no usaran, la mayoría de esas drogas
eran usadas por los participantes.

Porcentaje de usuarios que han iniciado tras su incorporación notablemente


el consumo de otras sustancias diferentes a los opiáceos (alcohol, cannabis
entre otras).
El incremento más significativo de consumo de drogas tras la incorporación al
programa tiene que ver con la marihuana y el tabaco, pero en la mayoría de
usuarios se ha presentado una disminución muy importante en la dosis y
frecuencia del uso de estas sustancias.

j. Inducción del uso de la vía intravenosa para consumo de drogas no


opioides
Visión Humanista del tratamiento 24

Porcentaje de usuarios que han iniciado tras su incorporación al programa,


el uso endovenoso de sustancias.
No se tiene referencia de usuarios que tras su ingreso al PMM iniciaran el uso de
drogas por vía endovenosa, pero sí es significativo el número de usuarios vía
parenteral que actualmente no utilizan esa vía de administración.

k. Muertes por sobredosis

Índices de mortalidad entre usuarios por reacción aguda tras el uso de


drogas.

En nueve meses de funcionamiento del PMM no se registran muertes de usuarios


activos en el programa, se tiene referencia de 2 usuarios fallecidos por reacción
aguda tras el uso de heroína que en algún momento participaron del proceso.

CONCLUSIONES

Cuando se analizan los resultados del APGAR se encuentra disfuncionalidad


severa en el 95% de los casos y moderada en el 5%, además de no considerar
importante el fortalecimiento de las relaciones familiares (ver anexo 6) entre los
integrantes del grupo para apoyar la superación de la problemática que los
vinculó al programa.

En 22 de las familias el integrante consumidor es un joven entre 20 a 24 años, en


4 casos es adolescente entre 15 a 19 años y solo un caso de 30 años (ver anexo
7). En su totalidad manifiestan insatisfacción con el apoyo de la familia frete a los
problemas, se rechazan, se maltratan, la comunicación es inadecuada, evitan
compartir tiempo, espacio y dinero (ver anexo 6). Las relaciones entre sus
miembros son débiles y estresantes por las múltiples carencias sociales,
económicas y del desconocimiento de los servicios que ofrece el sistema de salud.
(Informe de Gestión Gobernación de Risaralda, 2010).
Visión Humanista del tratamiento 25

Si bien existen programas de intervención frente a la problemática, hace falta


hacer seguimiento a los casos, investigaciones longitudinales, estudios de caso,
visiones hermenéuticas que no circunscriban sólo a suspender el síntoma o
disminuirlo sino que lo escuchen, validen y aprovechen para desarrollar el
potencial de la persona o grupo de personas que lo portan.
Visión Humanista del tratamiento 26

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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universitarios. Ediciones Universidad Católica de Chile, 2002. Procedencia
original Universidad de Texas digitado 28 de septiembre de 2009 326 p.

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Watzlawick, P. (1989). Teoría de la comunicación humana. España: Heder.

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Minuchin, Salvador, un modelo familiar en familias y terapia familiar. Gramica.


Barcelona. 1977.p 87-107

Ackerman, Nathan. Psicoterapia de la familia neurótica. Paidos. Buenos Aires


1979
Visión Humanista del tratamiento 27

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aires.1978
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www.cfnavarra.es/salud/Anales/textos/vol21/.../suple1.html Evaluación de
variables que pueden contribuir al éxito del tratamiento en comunidad
terapéutica
Osorio, L. M. (2005). Apuntes con relación al ejercicio de las subjetividades.
Cuadernos de trabajo (documento inédito). Manizales"Es la emoción
(dominio de acciones) desde donde se realiza o se recibe un hacer, lo
que da a ese hacer su carácter como una acción (agresión, caricia,
huida) u otra. Por esto nosotros decimos: si quieres conocer la emoción
mira la acción, y si quieres conocer la acción mira la emoción" (Maturana
y Verden-Zöller. “Amor y juego”) MATURANA , H. y VERDEN-ZÖLLER,
G. “Amor y juego: Fundamentos Olvidados de lo Humano”. Colección
Experiencia Humana., Santiago de Chile. 1993
Los trastornos del comportamiento son una función de las relaciones
humanas y no de psiques enfermas (Watzlawick, 1992)
Parece oportuno retomar la distinción hecha por Watzlawick (1992) entre
realidad de primer orden, que se refiere a los hechos tal cual son y la
realidad de segundo orden que es construida por medio de la atribución
de sentido, de valor y de significado que se da a la realidad en cuestión
de primer orden
Visión Humanista del tratamiento 28

Anexo1: Historias de vida No. 1

Nombres: Ernesto S. O.

Edad: 17 años

Altura: 173 cm

Peso: 54 Kgm (ingreso) – 58 Kgm (egreso)

Cuerpo: Masculino mediano

Peso ideal: 70 Kgm

Porcentaje de su peso al peso ideal: 71,27%

IMC: 18,04

Estado nutricional: Desnutrición

Sustancia problema: Heroína

Vía de administración: Endovenoso

Tiempo de consumo: 5 años

Diagnóstico:

F112 Trastornos mentales y de comportamiento debidos al uso de opiáceos,


síndrome de dependencia

Otras spa: Marihuana, basuco y cigarrillo

Tipología familiar: Nuclear

Nivel académico: Grado 10

Conductas delictivas: No

Fecha de inicio en PMM: Abril 6 de 2010

Intervenciones por psicología: 18


Visión Humanista del tratamiento 29

Manejo farmacológico: Metadona 40 mg/día

Ernesto ha sido policonsumidor desde los 13 años de edad, sin embargo la


sustancia problema al momento de ingresar a Cadri es heroína, refiere que ha
intentado dejarla en varias ocasiones y no lo ha logrado debido a que la
enfermedad (abstinencia) es muy difícil de controlar y lo obliga a repetir el
consumo de la sustancia ilegal. Al momento de ingreso al PMM presentaba
problemas asociados al consumo como:

Agresividad
Baja tolerancia a la frustración
Autoestima insuficiente
Distanciamiento en las relaciones interpersonales
Aislamiento
Abandono de sus actividades cotidianas
Desescolarizado
Desempleado
Problemas personales y familiares
Hurtos frecuentes en la casa
Deterioro físico y psicológico
Consumo crónico de varias sustancias
Aislado de actividades deportivas

Edison siempre ha presentado buena disposición para participar en el programa,


ha sostenido buena adherencia al proceso farmacológico y también al proceso
terapéutico durante el tiempo que ha participado en PMM.

Edison participó de las siguientes actividades en PMM:

Atención individual.
Actividades grupales de carácter terapéutica.
Atención en familia, educación y orientación sobre el manejo del problema de la
drogodependencia.
Visión Humanista del tratamiento 30

Actividades deportivas y recreativas.


Talleres psicoeducativos (la familia)
Apoyo farmacológico con metadona.

Logros significativos del usuario durante el proceso:

Mejoró la dinámica familiar, actualmente ha generado confianza frente a su familia.


No refiere consumo de sustancias ilegales en los dos últimos meses.
Actualmente se encuentra estudiando.
Modificó el comportamiento dentro y fuera de la institución.
No refiere consumos recientes de heroína y acepta la prueba de heroína para
verificar consumos recientes.
Mejoró la presentación personal y el vocabulario.
No presenta conductas asociadas al hurto.
Manifiesta el deseo de finalizar el bachillerato el próximo año.
Ha modificado sus hábitos anteriores asociados al consumo.

No refiere consumos recientes de heroína, sin embargo presenta consumos


repetidos de marihuana. Siempre mostro un gran compromiso con su proceso y su
familia da fe de su cambio, se encuentra actualmente estudiando, es de los pocos
jóvenes que después de culminado el proceso presencial ha mantenido asistencia
con regularidad al proceso individual cada 15 días, presenta buen manejo de las
herramientas terapéuticas asignadas y ha generado cambios en su vida
significativos, se le realizó prueba de heroína reciente con resultado negativo.
Visión Humanista del tratamiento 31

Anexo 2: Historia De Vida No. 2

Nombres: Gonzalo L.V.

Edad: 22 años

Sustancia problema: Heroína

Vía de administración: Fumada

Tiempo de consumo: 2 años

Diagnóstico:

F112 Trastornos mentales y de comportamiento debidos al uso de opiáceos,


síndrome de dependencia

Otras spa: Marihuana y cigarrillo desde los 14 años

Tipología familiar: Nuclear

Nivel académico: Universidad incompleta

Conductas delictivas: No

Fecha de inicio en PMM: junio 22 de 2010

Intervenciones por psicología: 12

Manejo farmacológico: Metadona 10 mg/día

Inicia en el programa luego de dos días de internación en el ISNR, clara decisión


de abandonar el consumo, manifiesta ocho meses de abstinencia, tiempo en el
que vivió en Estados Unidos; donde mantuvo una relación con una puerto riqueña,
quien lo apoyo logrando cambiar algunos comportamientos.

Pertenece a una familia nuclear con una disfuncionalidad severa, conformada por
los padres y cuatro hermanas, tres son profesionales y la menor estudia medicina
en la UTP. Al iniciar el tratamiento vivía en un hotel pagado por los padres, ya que
Visión Humanista del tratamiento 32

las relaciones eran de permanente conflicto, desconfianza, constantes maltratos


verbales, aislamiento, manipulación, robos, culpa, recriminaciones.

Al inicio interrumpe la participación en los talleres refiriendo su interés solo en la


metadona, luego participa con motivación en actividades grupales sobre manejo
de la ansiedad, programación de las actividades diarias, técnicas de relajación,
sustitución de imágenes, manejo del conflicto mediante la concertación con los
padres.

La familia participo en todas las actividades psicoeducativas, las intervenciones


por los diferentes profesionales del equipo y cambio su presión, desconfianza,
mejoro su comunicación y lo aceptan de nuevo en su residencia –finca-

Ingreso al SENA a estudiar inseminación artificial en bovinos y luego pastos y


follajes. La familia lo acoge de nuevo en el hogar, involucrándolo en las diferentes
actividades económicas de la familia.

Anexo 3: Aspectos a observar

NOMBRE Dirección
COMPONENTE PADRES HERMANOS PAREJA OTROS
Adaptación (Manejo del estrés)
Vinculo Afectivo
Toma de decisiones
Autoridad –
Expresión de sentimientos
Interacciones
Comunicación
Normas
Visión Humanista del tratamiento 33

Acargo de quien esta la autoridad -


normas - decisiones
61%
18% 11% 4% 7%

Madre Padre Hermano Tia Padres

(Anexo 4) Porcentaje

Composición Familiar
Frecuencia

11
7
2 3 2 2

(Anexo 5) 27 familias analizadas

Manejo del conflicto


13

6
5
3

Dialogo Insultos Dejar de Agresion Se va de la


hablar fisica casa

(Anexo 6) Categorización
Visión Humanista del tratamiento 34

Jovenes Atendidos

Activos desercion

35%

65%

(Anexo 8) Niveles de deserción

(Anexo 7) Edad de Inicio

1% 1%
22%

76%

Entre 11 a 20 años Entre 21 a 30 años


Entre 31 a 40 años 45 años ó más

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