Você está na página 1de 54

UN POETA NUNCA MUERE

Lic. Juan Sabines Guerrero Sergio Witz


GOBERNADOR DEL ESTADO

Mtro. Alfredo Palacios Espinosa


DIRECTOR GENERAL

Lic. Óscar David Herrán Salvatti UN POETA


COORDINADOR OPERATIVO TÉCNICO

Lic. Carlos Gutiérrez Villanueva NUNCA MUERE


DIRECTOR DE PUBLICACIONES

© SERGIO WITZ

CUIDADO EDITORIAL
Dirección de Publicaciones
DISEÑO
Mónica Trujillo Ley
FORMACIÓN ELECTRÓNICA
Mario Alberto Palacios Álvarez
CORRECCIÓN DE ESTILO
PREMIO DE POESÍA YDALIO HUERTA ESCALANTE 2007
Roberto Rico Chong

PORTADA: Corazón brujo (detalle) RAFAEL ARAUJO.

D.R. © 2007 Consejo Estatal para las Culturas y


las Artes de Chiapas, Boulevard Ángel Albino
Corzo No. 2151, fracc. San Roque, Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas. C.P. 29040.
CONSEJO ESTATAL PARA LAS CULTURAS Y LAS ARTES DE CHIAPAS
ISBN: 978-970-697-227-9
HECHO EN MÉXICO 2 0 0 7
Contenido

Un poeta nunca muere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

UN POETA NUNCA MUERE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

LA SELVA DE TU CUERPO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Hablando de literatura con una mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

HABLANDO DE LITERATURA CON UNA MUJER . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

LOS SUICIDAS GRIEGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

(HA DE SER UN SUEÑO MIRAR TU CUERPO JUNTO AL MÍO) . . . . . . . 62

Amantes que estremecen a Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

LA QUIMERA DEL FUEGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

AMANTES CAPACES DE ESTREMECER A DIOS . . . . . . . . . . . 76

EROTISMO Y LITERATURA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

ECLIPSE DE MUJER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Para Lourdes y mis hijas Demayansi,
Beyatli y Arumyta, por su generosidad compartida
de todos estos años y permitir que el poeta sobreviva en cada palabra.
Un poeta
nunca muere
UN POETA NUNCA MUERE

Un poeta nunca muere

EN LA TUMBA de un poeta
recuerdo las palabras de Giuseppe Ungaretti:
“Estas son las horas de terror para mí; para esta estúpida
vida que me atormenta; para los hombres que no comprenden nada,
que serán siempre reacios a comprender y que recompensan
con presunción humillante la pureza que el poeta cava
en el alma y ofrece al sol”.

Un poeta nunca muere


porque respira en la trascendencia de una plegaria,
en la apuesta de un mar entusiasmado por el oleaje,
en la ofrenda de unas manos que denigran la codicia,
en la boca de vínculos exactos en la hora de la custodia,
el verbo conjugado de manzanas que hieren la naturaleza
y la imaginación, el cáliz de las certezas y el diámetro
entre la vida del verso y su estrofa.

13
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

2 3

REIVINDICO LA poética EL AZAR nos hace náufragos de la literatura


en estos tiempos que la palabra declina y se pierde donde cada quien tiene escrito su réquiem.
en un ámbito de parodias, la reivindico porque la calamidad
jamás triunfará sobre su tumba, esa tumba donde su voz El poeta es un escrutador del lenguaje,
es un ritual de privilegio, el sosiego donde el destino un nómada que hace de Paris una religión de amor
es una plaza abierta para vivir y meditar a solas y fe literaria. Lector de Darío y de Verlaine.
como siempre lo hace un poeta verdadero.
Su tumba no es el final, es la oscilación
Conocimos los sueños y retornamos a la palabra, hacia otra entidad, hacia otro límite de amatistas
al canto inaudito de los que tienen alma y ojos para no ser y provisiones; una tumba es la saliva pétrea de la
indiferentes. golondrina imprudente, el desalojo hiriente del poema
cuya silueta permanece a solas.
Nunca él lo fue ante la amargura
porque ningún poeta lo es,
porque ningún hombre lo es.

14 15
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

4 5

EL POETA tiene dominio de su sombra, POR ESO creemos en el albatros de Baudelaire


es una piedra de toque, un punto que mueve el mundo. como un símbolo, como el ropaje interior del texto
Es la voz que geometriza el alma y los girasoles. que se adentra en el mar del poema.

Y cuando otro poeta lee junto a su tumba El poeta no muere porque es la certeza
percibe todos los amaneceres que encierran de un mar entusiasmado y sus manos lo vinculan
en su corazón la dualidad de nubes asustadas, a la custodia de la tarde y al verbo donde las manzanas
el dialecto donde los abanicos son fronteras hieren la naturaleza y la imaginación.
que convocan la resina del mar.
El poeta no es un pequeño dios,
Cuando un poeta lee junto a la tumba es el dios de su propio caos, de su fugacidad,
se fortalece su vocación de su esperanza, de lo que simboliza el instinto
y se le señala un rumbo de obsesiones de perpetuar el milagro de existir,
y respuestas. el poeta es dios, no el fingimiento,
no la rapiña, no la burla.
La poesía es un juego extremo
donde el murmullo acrecienta su perseverancia,
su reiteración de voz anónima y silenciosa.

16 17
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

6 La selva de tu cuerpo

EL POETA es su propio mundo, 1


su propio éxtasis,
su propio mar… TU CUERPO encierra el misterio de la hoguera,
la selva donde el tiempo dicta su advertencia de labios
Poeta, sílabas son tus dedos, amatorios,
sílabas son tu mente y tu cuerpo: el naranjo réplicas de un tatuaje que vincula al mar con el silencio de los
florece en la extensión de un himno, de un himno presagios
que nos dice que eres el más grande artista que crecen como una circunstancia manuscrita.
de tu generación.
Llegas a mí con la trascripción que da certidumbre
al jade y a la orquídea; todo se bifurca cuando el sol agrega a
la arcilla
las pulsaciones de las palabras que nacen al amparo de los
enigmas.

Tu cuerpo es entonces el acantilado que adorna


el cautiverio de los amantes, la conjetura donde se da
respuesta
al espléndido ropaje de los cardos y los murmullos heridos,
–peces que tejen la marisma y el rescate de una flor–.

18 19
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

2 3

HEMOS DESAFIADO lo imprescindible de esa voz ALGO NOS recobra en el desfile de las dudas
y nuestro pacto emprende su viaje de liberación y fugacidad, o las interrogaciones, en las sombras donde se halaga
es un buen gesto tuyo acariciar mis labios y mis manos, el tiritar de la memoria; sin embargo, hallamos lo espléndido
el crepúsculo de un hombre que moriría por entregarte la del cáliz donde bebemos el vino que encarna la perpetuidad
sutileza de la noche y su arrogante privilegio.
de todos sus impulsos y todos sus anhelos.
Me has dejado entrar en ti, en la pupila
No hay casualidades en esta relación, en nuestra de ese cuerpo que yace infinito ante el deseo y la cumbre
relación de lenguajes asombrados por la figura matutina, de golondrinas, ante la sensualidad de las encrucijadas y los
por lo minucioso de este misterio que esconde la furia destinos,
de un desafiante halcón. de los episodios donde las navajas cortan la provocación
del que se aísla en la voluntad de amar y vivir.
Es notorio el testimonio de los pájaros,
la perspectiva transparente de quienes vigilan el impenetrable
paraíso donde confluyen las impresiones y las risas
furtivas de besos con olor a piel.

20 21
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

4 5

SOMOS LOS excesos y las quemaduras, HABLEMOS COMO huéspedes que somos
los amantes vírgenes que se esconden en el exilio de la y cíñenos a la lluvia la persuasión de las quimeras
mandrágora, que inventan el árbol y los habitantes, tregua y fulgor,
en los destellos del mineral agazapado de la colina espacio donde las campanas convulsan inauditas
que trasciende y se transforma en rostros ante lo remoto de la sangre que estremece el paso
que maquillan la música y el voyeurismo de los espejos en penumbras.
de un sol impávido.
Algo quizá se obscurece en la resurrección del polvo,
Hemos ganado batallas, colores cuyo linaje en lo que nutre nuestro aliento, en el enigma que palidece
disfraza la primavera, la belleza de esas alas que confirman por una transformación de lunas, de gacelas que defienden
el plumaje del estío, el mensaje súbito de unas manos el eco del trigo y del agua.
que son la continuidad de un puente matutino.

22 23
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

6 7

NADA ES tan hondo como la visión de un mundo SOMOS PARTE de este juego que parece extraño
diferente y distante o el porvenir de gotas que son semillas al testigo que desvía los navíos, la subsistencia de una esperanza
de ausencias y delirios, de ruedas acomodadas por los rebaños que convierte la sed en mariposa y la tristeza de los dioses.
de ríos invisibles que nos acosan cuando la madrugada
es una dulce soledad. Nunca una mujer estuvo tan amenazada
por tantos murmullos y extravíos, por tantos destierros
Todo vuelve al círculo donde naufragan los nombres ocultos en los labios de la vida, esos ojos derramados
y las traiciones, la sobrevivencia de una costumbre que que son aves y cipreses, cuadernos absolutos
dictamina donde los ángeles insertan su bufanda de plegarias.
el rencor de las fragancias.

24 25
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

8 9

PERO TODO se resquebraja en la aurora, MIRAMOS COMO las estatuas, como las brújulas
en la negación del sueño, en la resaca de la piedra y o los deseos, somos fantasmas recorriendo el corazón de un
la tormenta, destino,
en el remordimiento de la sal y su queja. de una fe, de un convencimiento natural de espiga y multitud.

Somos parte del juego y de su soledad, En nuestra ropa se juntan todos los caminos,
de la crucifixión que nos aísla de las imágenes poderosas todos los paisajes, todos los temores, todos los cortejos…
y de golondrinas expuestas al porvenir, al río de hojas que lo que vive y muere, lo que se transforma y se vuelve
presagian inexplicable,
la justicia del amanecer y su marea. locura de amar y copular en la nieve, en el bosque, en la edad
de la furia
que nos convence de ser únicos y blasfemos.

26 27
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

10 11

FLEXIBLE ES el oleaje que desata esta pasión, UNA MUJER es un poema, la libertad para mirar a solas
esta entrega de rostros y cuerpos, de muslos hechos lo que ha sido nuestra vida.
de fuego y ternura, de colinas y profundidades.
Nada como el mundo en ti, esencia, bosque, planisferio,
Nos llaman el vértigo y su ropaje, el asombro nupcial totalidad y plenitud de un alma, reloj, bruma, incendio,
de quienes aún gimen en el radar de peces que copulan a garganta,
orillas nombre, infancia, parpadeo, gota sublime en comunión con
de una luz insomne, vago incesto de ocasos vertidos por la roca el zafiro
de un génesis insensato. y la inmensidad de la luciérnaga junto a Dios.

28 29
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

12 13

TOMA ESTE anillo donde se concibe la voluntad VIVIMOS EN habitaciones anónimas,


de los amantes que se adhieren al maíz, a la promesa en planisferios que vaticinan la ferocidad del manantial,
que debe ser cumplida, a la sílaba ardiente de los pétalos la confidencia que establece el dialecto y la claridad de los
intemporales que construyen cenizas y puentes cuerpos:
con el mineral de la sonrisa. confusión de casas y museos de muertes.

Todo es atrevimiento cuando los delfines


evaden y rememoran el pulso del agua, visión de un péndulo
que teje el pectoral de la lluvia como una noche limpia
y castaña,
voz escarlata de una biografía que arde en el ocre del pubis
y su metamorfosis, eclipse y enredadera de niños asustados.

30 31
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

14 15

SOMOS UNA partitura escondida en la cifra Todo lo que nombras es un manantial, un grabado
de un rumor de pájaros asustados, palabras dichas de superficies que muestran el oráculo de una voz que es la
con holgura y remembranza, discretos goces de diluvios trilogía
y encrucijadas, burbujas en la orilla de una ciudad discreta del granito y lo agreste del perfume tibio, luna y monasterio,
y enigmática por el lenguaje de una fonética olvidada. pesadumbre y confín que imita a la piedra.

Se desprenden de nosotros el pardo de los gatos, Todo lo que nombras es una tinta de signos y palabras.
la solemne captación de un colibrí que emerge de la sombra
y de unos ojos color granizo, emisarios de fábulas Una mujer es un poema, la libertad para mirar a solas
y relámpagos lo que ha sido nuestra vida.
que rechazan la mentira.

32 33
Hablando de literatura
con una mujer
UN POETA NUNCA MUERE

Hablando de literatura con una mujer

EVOCO LA mujer que habita tu cuerpo


y la literatura siembra su alquimia de follaje.

Me acompaña la piedra de luna


que asume la esperanza de tu inocencia.

37
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

2 3

DEBO EXPLICARTE todo cuando Y GOZAMOS de la rebelión


el silencio traza la frontera del musgo. de nuestra sed en una isla
donde los cuerpos
Me has recordado con acierto son cisnes en silencio,
todas las palabras. penumbras de mareas infinitas.

Pertenecemos y somos habitantes Te amo como una lágrima


de una quimera donde el mar nos hace o un reloj.
invictos, sobrevivientes
de los naufragios amorosos Mis manos se han tatuado de ti,
que reencarnan. de la vorágine
que respalda el derecho
a imaginar el juego de la vida,
de nuestra vida.

38 39
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

4 5

ME HAS hecho útil y necesario HE ANOTADO

y mi alma flota como la tuya con cuidado los lugares


en un paseo por el eco del crepúsculo. donde hemos ido
y el destino nos reserva.
Somos el crepúsculo las huellas del invierno
y su hoguera. mientras la luna desposa
a su luciérnaga de fuego.
Puedo mover una montaña
con sólo decir tu nombre, Estos son los astros.
con sólo estructurar la rosa sublimes de la espera
de los vientos. y comparten su ansiedad
como amantes taciturnos.

40 41
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

6 7

Amo los abecedarios ME EMBRIAGO de ti,


y sílaba por sílaba de lo que significas,
pronuncio tu nombre de tus invitaciones,
con ese hermoso lenguaje del jade etéreo que te vincula
donde habita el horizonte. a la menguante escarcha
de la alondra.
Beso tu cuello
y me comprometo más contigo, Pienso en ti
eres mi compañía, la reacción natural como en el viento
de un río que me ama y me seduce y su raíz, como en ese bosque
con el agua de su esperanza. donde encuentro
el trébol de la suerte.

42 43
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

8 9

MÁGICA REALIDAD NO ES UN espejismo,


que nos acompaña es una lluvia de hojarasca,
y nos perfila a lo contemporáneo de corazones en la niebla
de la fuerza mineral de la primera noche.
que nos prodiga
el acto de amarnos
a contraluz.

A contraluz
el mundo luce perfecto
y nos otorga
la subterránea noche
y la cumbre del preludio.

44 45
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

10 11

HEMOS ADORAS

recogido los enigmas,


a nuestro paso la vastedad del viento
las pupilas del horizonte que recrea
y la enrancia. la imagen de la infancia.
de los dioses.
Somos felices
Somos porque todo lo compartimos:
el mismo sueño la piel, los versos,
y el mismo tiempo. el mundo interior
que se bifurca
No hay para crear un arco iris
necesidad de obstinaciones
de ser otros y relámpagos.
en este drama
de sonidos
que alimentan
a la espiga.

46 47
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

12 13

TE HE regalado NUESTRA VIDA

mis recuerdos, fue escrita en la arena,


mi adolescencia, en el abrazo de los que se hacen
el futuro y el regocijo invisibles al fuego.
de mis proyectos.
Puedo mover
Somos dos cuerpos una montaña con sólo elogiarte,
y dos almas vertiendo porque me conmueve
el frenesí de la primavera, la desnudez del árbol,
el abecedario donde el perfume la creencia de que siempre
nos otorga su viaje de luz, estaremos juntos
ajedrez de manos y nostalgias, y seremos una carne,
ajedrez de acertijos y gaviota, la demostración de una teoría
de libros y alamedas. que prolonga la plenitud
del alba y el estío.

48 49
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

14 Los suicidas griegos

TODO NOS protege, 1


hasta el océano donde el poema
me otorga tu cuerpo, LOS CÍCLOPES nos han unido
sílaba por sílaba. y permanecen fieles a nuestro pacto
de suicidas griegos.

El desgaste es obsceno
como la propia tinta y es sutil la órbita
de esta ambición que concibe el infinito
con un propósito relevante.

Nuestra cercanía
nada trasgrede; quitemos
nuestras máscaras
y mostrémonos tal como somos,
sin tragaluces ni distancias,
sin ese léxico
de constelaciones y abalorios.

50 51
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

2 3

COMO PAREJA A NUESTRO cuerpo


aplazamos todo encuentro se adhiere la certeza
que no revitaliza y la dádiva del que avizora
el cardumen de los ecos. el delta de la sangre,
la respiración que cierne a un gato
No cabe duda, a las siete vidas del poema.
la retina mella la rémora
del reflejo. El mundo es el mejor
afrodisíaco y trepa en nuestros labios
Y descendemos como una metamorfosis
como huéspedes en ese mástil de vulvas ardientes.
que conserva la señal del mar.

Somos la pareja
que asume su condición
de mamíferos foráneos.

52 53
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

4 5

EL PAÍS en el que crecimos LAS PALABRAS

tiene un manantial de lluvia, un diálogo convocan al silencio,


de eternidad. Pero aún así somos vulnerables a no mutilarse anticipadamente
por los cuchillos de mediodía y el ritual de un océano como un fruto.
lascivo. Entre nosotros también solloza la ciénega
y su vestigio, el color de la esperanza. (Ya nos conocen
los elementos rebeldes,
Y las islas nos contagian de sargazos, apresuremos el paso porque hay que dar respuesta
de premoniciones, de pájaros que abrevian a esa claridad transcurrida)
el alimento de la ira y de los espejos y las torres
que invaden el jardín donde se violenta La sinagoga es un diamante
la espera de la hidra. de sueños, de cauces, de obviedades,
de reiteraciones matutinas.

54 55
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

6 7

NOS HICIMOS amantes, FLAMEA EL día


convivencia perfecta sin los prejuicios y la sombra se torna impasible,
de una religión o una idolatría. simplemente impasible,
simplemente vanidosa.
Doy todo de mí y las manzanas
El dialecto del musgo
nos llevan a lo profundo de la sed,
se revela y se desnuda,
a lo salvaje del mito que se rompe
flota en su vértigo la definición
como una lámpara.
que lo juzga como una verdad contradictoria,
como una descripción contemporánea
del desasosiego.

Sabemos del juego,


de sus reglas y enigmas.

Sin embargo, entre nosotros,


existe un lazo que nos fortalece
y nos hace auténticos.

Nuestro erotismo es un paso más


de la esperanza.

56 57
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

El archipiélago yace bajo el agua y habita con gozo su matri-


monio de paloma árabe.
8

EL AMOR pulula como un dios errante, es un dios errante en


camino de perfeccionarse, pero debe escalar esa montaña
donde las aves migratorias lo esperan en primavera.

La desnudez nos cubre desesperadamente. Congreguemos,


entonces, al sol que jamás claudica, al eclipse que cree en el
júbilo de los sentimientos.

Nos sentimos fugitivos cuando volvemos al pasado, cuando


los niños que fuimos se agotan de tanto mirar estrellas.

No hay opciones en esta mitología personal, en este asombro


que hereda la pasión de un ajedrez marítimo.

He cedido por ti y ante ti, es un triunfo de inquietudes mutuas,


de destellos sublimados en el instante que compartimos el
mismo destino.

Somos sinceros y eso hace inagotable nuestra búsqueda de


perfección; la luna ha dejado de ser la calle desierta en este
viaje de dibujos y estatuas.

58 59
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

9 10

LA DIMENSIÓN EL CIELO nos hace


de este juego no importa. perpetuos, sexo sin parentescos,
alucinaciones entre la perseverancia
Somos nuestro y la fatalidad (nuestra fatalidad de suicidas griegos).
propio oráculo, nuestra propia ternura,
nuestra jerarquía, nuestra reiteración inducida Te amo y me amas,
a perpetuar el gozo de las gaviotas somos nuestra propia resurrección,
en celo. nuestro propio himno, la nueva versión
de Celestina.
Beso tus pezones
adolescentes y el mar Y todo es válido
(nuevamente el mar) goza de aquello que se aprende,
al transformarse en el erótico reptil del encuentro de la vida, del texto
que ha de seducirme. que alumbra nuestro reino.

Estamos conscientes Ha de ser un sueño


de ser los prisioneros, de no vivir mirar tu cuerpo junto al mío,
según la lógica, pero también en esa densidad de piel y epigrama,
hacemos castillos en la arena de abeja compartida por el vello púbico
y escribimos nuestras iniciales. de las sirenas cuando palidecen.

60 61
SERGIO WITZ

(Ha de ser un sueño mirar tu cuerpo junto al mío)

EVOCO EL mar
que habita tu cuerpo,
ese cuerpo que se adhiere al mío
con la totalidad del sol y la luna.

Evoco el mar
que habita tu cuerpo,
ese cuerpo que abre todas
las puertas de mis deseos
y cohabita
con el poema y mi piel.

Amantes que
estremecen a Dios

62
UN POETA NUNCA MUERE

La quimera del fuego

NUESTROS CUERPOS

tienen el semblante del amor,


nada los perturba en esa fugacidad
donde prevalece el otoño.

Nuestros cuerpos
son la memoria del sol y la luna,
el exilio de esa tempestad
que desahoga la quimera del fuego.

Y esas sensaciones
nos orillan a vivir más allá
de los prejuicios cotidianos.

Todo es lascivo y tormentoso


en este juego del amor, en esta
oligarquía donde un minotauro evade
el claroscuro de nuestros sueños.

65
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

2 3

NUESTROS CUERPOS TODA DINASTÍA de amantes traslada su obsesión como un canto,

son el agua y la tierra, intuyen con rapidez la misma reverencia de quien cree en la
la voluntad y el ámbito magia de un pájaro.
de un resplandor y el invierno
donde el frío petrifica una acuarela No hay represalias ni puede haberlas, un rapto se justifica
al contacto de las estrellas. como se justifica una controversia o una entrega.

A veces nuestra entrega


es absoluta
como en este instante.

Y se lo debemos
a lo profundo del mar,
a ese naufragio de la otra sed.

Sabemos que nada debe quedar sin respuesta, nada.

66 67
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

4 5

LA VIDA es esa soledad aparente, NUESTROS ROSTROS

esa resurrección que parodia la secuencia tienen el esbozo de un dibujo renacentista,


de un abismo, ese vestíbulo de mar y acantilado. de un escozor concentrado en ser agradable
a todos los deseos.
Nosotros los amantes
espiamos nuestros cuerpos, Nos aferramos
nuestra piel, nuestros rencores; a esas miradas que entrelazan
y con los dedos jugamos y jugamos, la sorpresa de seguir vivos,
nos divertimos hasta hacer el trueque de sentirnos fugitivos
y la danza de esa rara representación que nos llega ante la tempestad
en la madurez. y la inocencia.

Nuestra postura es la misma:


el amor es la certeza de evocar y convivir
entre luna y luna.

Somos miles de dudas y preguntas,


amantes y gatopardos
con ansias animales.

68 69
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

donde buscas tu huella


y encuentras el sentido de la vida.

6 Qué volátil resulta


el mundo cuando el ego
ESCUCHO TUS pasos desgrana su paciencia,
y mi vida tiene sentido, el rumor de la pasión
tu cuerpo y tu alma son míos, que nos hace únicos.
perturban generosamente
mi goce infinito. Nuestras bocas
desnudan nuestras lenguas,
Qué extraño nuestros alientos, nuestras salivas:
no poder nombrarte dan testimonio de que somos criaturas
y desahogarme en ese torrente que se aproximan a la perfección.
de erotismo que imagino
cada noche que tu sombra
es intensa
y danzas para mí,
para mí que lo dejo todo
y me envuelvo en la lucidez
de un tiempo que no pasa
y donde sucede lo inexplicable
y lo fortuito de amar
a sangre y fuego.

Me elogias el pubis
y lo comparas con ese mar

70 71
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

7 8

DICEN LA VIDA es delirante


que somos distintos y nos responde en este laberinto
porque nunca nos reprochamos nada donde hasta el más hábil
de lo que se presagiaba de nosotros. quema sus naves.

La sensación Nadie ama si en su interior


sigue siendo perversa existe el odio,
porque debemos nadie ama si hay un vacío
impregnarnos de su en sus ojos.
ritmo mágico,
de su evocación. Sólo la nostalgia
guarda para siempre
Dicen nuestros nombres,
que somos distintos nuestros proyectos,
porque rompemos los tabúes nuestras rivalidades,
de los seres humanos. nuestra sumisión a ese agotamiento
de sucesos no vividos.
Todo
eso hablan de ti y de mí,
amor, de nosotros que nos miramos
con la mirada de los amantes
infinitos.

72 73
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

9 10

NADA NOS fatiga, CUANDO TU cuerpo se adhiere al mío son inútiles las palabras;
ni somos indiferentes, únicamente los gemidos pueblan el bosque de esa alegría que
nuestros rostros también crece como un manantial de ocultas madreselvas.
asimilan el contacto de los semblantes
amargos. Ruedan enlazados nuestros destinos, nuestros talismanes de
caracoles y crepúsculos, somos la presencia absorta de esos
En el reino días que nutren la lluvia y la higuera.
del corazón la ambigüedad
no conoce límites. Nos tatuamos de navíos y girasoles, el amor sigue siendo ese
ávido temblor, esa guirnalda desempolvada como un retrato.
El amor tiene sus razones personales.
Llenas mi alma y tu influencia está lejos de todo compromiso,
El brillo inaudito del placer es divino gozarnos y describir esos sentimientos que nos galo-
hostiga siempre a los cuerpos pan como un sonido al alba.
en un campo de batalla.

Somos el ciclo vital,


el camino sin retorno
de dos párpados extasiados,
la promesa de sobrevivir en medio
del agua y el humo.

74 75
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

No vacilamos para nada y nuestros ojos contribuyen a rebe-


larnos entre las sábanas. Somos dos adultos forjando una
Amantes capaces de estremecer a Dios coincidencia, una víspera, una señal que rompe el tabú del
cautiverio.
1
Somos felices en esta diáspora donde cada detalle ha sido ana-
EN ESTE vértigo que nos encadena y nos sublima, el rencor es lizado, donde cada detalle expone su ornamento y aborda el
ajeno, disputa la dualidad del relámpago y la hidra, duerme ánimo de la vida.
escondido en su fábula de ciprés moribundo.
Nada está restringido, al contrario, esta complejidad de amar-
Inventamos esa voz que precisa el término de nuestra agitada nos tiene su albedrío, su tentativa de exponer gratamente la
respiración: a veces nos herimos y a veces nos enfurecemos, fiesta de una luz frenética.
estamos hechos de sombras y equinoccios, de solsticios e inti-
midades. En nosotros se cumple la ley de los laberintos, giramos a la
izquierda.
Somos la ansiedad de ese universo donde vivimos y amamos
como dioses. En nuestros cuerpos fluyen los ocasos, las qui- Nuestros cuerpos son las manecillas de un reloj disidente, el
mera, el éxtasis de la sobrevivencia –sorpresa que nos ata y armisticio que elogio el festín de la piel. Gesticulamos como
nos dispersa. dos amantes, como los ruiseñores que devoran a los árboles.

Es legítimo el hallazgo de una respuesta porque todo es Nos agazapamos y tenemos suerte, los destellos sintetizan la
consciente y excepcional en esa tregua donde la habitación euforia donde la lluvia delata su transparencia. Hemos abor-
permanece a solas y donde descendemos estimulados por la dado la temática de la provocación, la oportunidad de invadir
clarividencia de quien conoce el santuario de los deseos. la intimidad del fuego, la utopía prometeica que fascina a la
censura.

76 77
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

Nuestros cuerpos están hechos de expectativas que descifran


las pautas de un inexorable murmullo, todo llega y se hace tan
rápido, socava lo pernicioso de un placer distinto y ajeno. 2

Tú y yo nos fascinamos de esta vida, de reclutar nuestros ins- NADA ES inefable ni absorbente, el amor cae por su propio peso
tintos y nuestras respuestas, nuestros tatuajes donde el poema y en él la esperanza es recíproca, inusitada, exhausta… como
aún yace en la página en blanco. un silencio que convierte la arena en la esencia de los cuerpos
fugitivos.
En este escenario de enigmas y vastedades hay algo irrevoca-
ble, algo inminente que oscila y dispone de todo lo que se Mis manos te reciben como una ofrenda, eres una ofrenda
transforma, de todo cuanto se entrega. donde el mundo y las teorías amatorias han puesto lo mejor
de sí mismos, de esas encrucijadas que enfrentan a la seden-
taria luna.

Tú también me has dado todo de ti: tus labios y tus muslos


son mi refugio, la reconstrucción de un sol agónico y tutelar.

Y nuestros cabellos advierten de la tiranía de las palabras, del


inconveniente de prorrogar la diversión del tiempo.

La edad no ha hecho estragos en nosotros, ni siquiera es un


obstáculo, al contrario, somos maduros y capaces de asumir la
fuerza de esta innovación errante.

78 79
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

Rodamos en la arena y las sombras nos advierten de crepús-


culos y traiciones. Miramos cara a cara ese cielo que duda en
reprimirnos, en desalentarnos. Nuestra relación está más allá 3
de que soy un poeta y tú una mujer de rasgos cotidianos.
Lo nuestro se sustenta en que somos huéspedes de la lujuria y
el sadismo, el amor no es un dios que se ignora, es la cortesía
de un intromisión corpórea, el proyecto de cuerpos que se aís-
lan y se incrustan como el universo de asombros y aprobacio-
nes donde siempre importa el contacto.

Nos acostamos y nos acariciamos, somos el regocijo que con-


tribuye a la dicha de perpetuar la felicidad, somos el libro que
dignifica el frenesí de las mil y una noches árabes, el kamasutra
hindú, el cantar de los cantares hebreo.

No hay delito que perseguir porque es previsora la afinidad


de nuestras ansias, de nuestros deseos, de nuestros descon-
ciertos.

Nos amamos con la turbulencia del aire, con las propuestas


dogmáticas de las otras religiones, con la experiencia de los
amantes humanos y literarios, con la fe de los mitos y las
invenciones.

80 81
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

Somos correspondidos a pesar de la imperfección que evocan


nuestros latidos o esa raíz oscilante de los infortunios y las pre-
moniciones, nuestros cuerpos son la poderosa metáfora donde AÚN ENTRE los escombros viviremos, aún entre los escombros
alguien lee su destino amoroso como una mano donde no exis- intuiremos el amor, aún entre los escombros la tierra respeta-
te la duda. rá nuestros cuerpos.

Que nadie subestime la configuración que hemos dado a estos


momentos donde se bifurcan los enigmas. La mala suerte no
existe, es sólo consecuencia de una represalia inerte de quien
no sabe vivir.

Te amo y me amas, somos el tejido y la resina, la controversia


que dilata el apremio del mundo. Somos nuestro mundo, nues-
tra predicción, nuestro rapto primigenio, nuestras herejías
capaces de estremecer y seducir a Dios.

82 83
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

Erotismo y literatura 2

1 EN TORNO a ti los relojes


son el diálogo donde el paisaje
ME ENLAZO al erotismo es otra metáfora de la luna,
de tu mirada, a la disposición la transparencia del amor
del juego que teje el cristal que grita los besos
y las orillas que incendian el mundo de su agitada naturaleza.
de tigres y palomas, de ruiseñores
que se alzan hasta la cúspide
de una guirnalda.

84 85
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

3 4

ERES LA voz que rodea, ERES

el eco de la sangre que alimenta Medea, Ana Karenina


un arco iris de murciélagos y cipreses; o quizás Margarita Gautier… personajes
hoy tus manos duermen en las mías, y canciones que estallan como labios,
en ese cuerpo que reconstruye como el fuego supremo de un arte
nostalgias anónimas que oscila y compromete
donde se escuchan todos la orfandad de la arena.
los sueños y latidos,
todos los nervios de la rosa
y la alondra.

86 87
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

5 6

JUNTAS AL delirio y al hastío, ME ENTREGO a ti con la misma


al esbozo del viento en comunión intensidad de un sol que vive para festejar
con la lluvia; y sabes que el barro tu rostro, la simple respuesta de un niño
es un anhelo desesperado, comiendo helados en el atril de la quimera,
una contradicción de calles y penumbras, en presencia de estalactitas que nos abrazan
sombras que persuaden con la predicción de seres imaginarios.
la esperanza de una luz perfecta.

88 89
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

7 8

ESTE JUEGO UNA MUJER es una presencia, una mirada donde yacen los que
nos lleva a la furia se entregan y resucitan, los que se evaden y se desean.
de la respiración, al canto
Una mujer es un verso que se codicia toda la vida. Sus alas son
que acompaña a los amantes el naufragio y la fascinación del instante. Bella suerte de rein-
cuando la luz es un atardecer olvidado. tegrarse al alma sensible de los amantes.

Temblamos Todo en ti es propicio y da respuesta a mis preguntas, a lo que


porque nuestros ojos desborda nuestra vida con la sensibilidad del trigo. Frágil ino-
encuentran cartas cencia que se lleva la noche con su viento de palabras inútiles.
y mareas inacabadas. Todo en ti es propicio y a la vista del fuego que aprisiona la
tarde de la lejanía y la higuera.
El salitre no sólo viene
del mar sino de los cuerpos
que se niegan a morir.

El amor es una ola


que destruye el follaje
de toda profanación,
de todo vértigo permitido.

90 91
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

Eres la que multiplica


los panes y la que se regocija
9 en mi paraíso de palabras.

EN CARNE viva
nos expresamos cuando
las manecillas han marcado
el plenilunio y su recuerdo.

Nada debe ya parecernos


ambiguo o distante.

Abriremos las puertas


que nos muestren el camino
de los pájaros y los crepúsculos
de los planetas que humedecen
el silencio de su eternidad, las calles
que redimen al otoño y su luciérnaga.

No hay en ti,
ni vileza ni mezquindad,
tampoco la confusión bíblica
de Babel.

92 93
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

10 Eclipse de mujer

ERES LA presencia DEJO LA memoria


mística que se adhiere y abro la habitación y el deseo,
al abrazo del zodiaco, la piel fluye la noche con su bosque de tiempo y luna,
que alumbra el aire y el reino luna que todo lo transforma en eclipse de mujer.
de los invitados a vivir con el alimento
de los versos surtidores de tréboles Ella define las palabras,
y esmeraldas, abrigo de un lenguaje los ocasos, la ambigüedad del camino
transformado en espejo y mar. en que toco la rara lucidez del polvo.

Me enlazo a ti, Me invita


a tu mirada de erotismo y literatura. a justificar la presencia de su cuerpo,
la conformación de una gota de sal embellecida
por el arte de vivir a solas.

94 95
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

EL AMANECER EL AGUA es su aliada en la hora que presagia


la lleva de la mano y la corona la unidad del mundo.
con su árbol de espuma.
Me ha dicho la palabra vida,
Ella despierta y es una hoguera, el otro nombre de nuestra tempestad.
alguien que descifra el azul del mutilado mar.
Ella viste al sol con la historia de siempre,
Somos el sueño que los labios desafían, con su visión de mujer luna
el puente con rostro de largo invierno. (mitad abril, mitad sonido).

Su secreto es un imperio de ojos Otra vez el amanecer habla de nosotros,


donde la piel nace del alba y del cristal amurallado. los de muslo color de madrugada.

Esta calle lleva su nombre:


¿Por qué, entonces, extraño el conjuro de la luz
si sé que la música no muere sola
cuando se adhiere con la avidez del vidrio?

96 97
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

SU CUERPO y mi cuerpo son una desbandada de sombras, TE AMO

de murmullos fecundos por una realidad de peces. por tu brillo de diosa


y la sustancia de la que presiente en la orilla
Quiero impregnarla con los pasos tibios la diafanidad del día.
de una mezquita de sal.
Tu recinto
Que venga la piedra es la ternura que el mármol conoce, el alimento
y roce el umbral de su nítida red. y el aire.

Mujer, te escribo desde el litoral Aún no te deslumbra la obsidiana


donde respira el musgo y la arena mientras la torre hechiza
(celda y cardumen, nido y helecho). el color de mi huella y la tuya.

Luce tu boca Tienes sed y me abrazas,


Porque desciende al placer y besa mi vientre nos miramos nuevamente con el relámpago
(lava de volcán indigno al reflejo). de siempre. Son libres nuestros pasos
en la monotonía de la tarde.

Celebramos la ceremonia
donde el colibrí pronuncia su nostalgia.

98 99
SERGIO WITZ UN POETA NUNCA MUERE

TU IMAGEN, entonces, ¿QUIÉN DICE que hemos


se repite en el reverso de la nube abandonado los recuerdos si nos hacen falta?
que recorre el gesto de una tristeza moribunda
(te contemplo y yergues la silueta del olvido). Tu secreto es un imperio de ojos,
un sueño que los labios desafían en el largo invierno
Todo se parece a ti: (todo tiene una causa y un por qué).
la frase huye como una desnudez,
todo se parece a ti. Hemos seducido la costumbre,
el argumento de la ráfaga y la derrota,
Y… la puerta donde el asombro ha olvidado su rencor
nos envuelve la vida con la carne del delirio, y su presencia.
con las deliberaciones que señalan la esperanza
de un lecho matutino (donde ahogamos los retratos Persistimos en descubrir la tregua y el misterio,
y los sobrenombres) todo abismo que deletree el nacimiento de un beso
porque todo tiene –anónima frontera de la duplicada claridad de un río–
una causa
y un El amor es un huésped que no duerme,
por qué. una criatura que transforma en deseo el instante.

Apoyo en ti la embriaguez y el aliento,


el manantial de mis hábitos nocturnos.

Invítame, mujer luna, a justificar la memoria de mis manos.

100 101
D A T O S B I O B I B L I O G R Á F I C O S

Sergio Witz Rodríguez


Campeche, Campeche, 1962

Es autor de los siguientes libros de


poesía: Como hierba ardiente,
Ciudad de paso, Mi odio por los barcos,
El bosque explicativo, El poeta se corta las
venas, Parásitos literarios que protegen a
sus crías, Las partes nobles, Profanador
de poemas, De cómo la mercadotecnia
privatiza al poeta y Los mirones son de
palo, poesía infantil. También es coautor
de la antología literaria contemporánea
de Campeche, El silencio cambia de voz.
Becario del Fondo Nacional para la
Cultura y las Artes en el género
de ensayo y Premio Nacional de Poesía
Efraín Huerta 2005, de Tampico.
Su obra ha sido traducida al inglés, al
francés y al italiano. Imparte clases de
Poesía Latinoamericana del Siglo XX en
la Universidad Autónoma de Campeche.
Un poeta nunca muere
se terminó de imprimir
en diciembre de 2007 en Talleres Gráficos,
en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Los interiores se tiraron sobre couché mate
de 90 grs y la portada sobre cartulina couché
de 169 kg. En su composición tipográfica
se utilizó la familia Cantoria MT.
Se imprimieron mil ejemplares.

Você também pode gostar