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Seminario de Movimientos Sociales I.

Alejandra Malinali Brito Pastrana.

“Movimientos sociales; nuevas coyunturas; nuevas alternativas”.

Los movimientos sociales en la actualidad, son el resultado de un largo y complejo


proceso. Un proceso socio-histórico, político, cultural, e inclusive económico. Son
el resultado de una serie de transformaciones que de manera diversa nuestras
sociedades e individuos, han producido bajo diferentes contextos a lo largo del
tiempo.

Estas transformaciones se conceptualizan de manera más clara en el ámbito


sociológico, como el cambio social. Este hace referencia, precisamente a los
cambios que transitan constantemente dentro de la multiplicidad de prácticas que
conforman nuestros procesos sociales. Sin embargo, es preciso aclarar que los
movimientos sociales están profundamente ligados con el sistema político.

Al analizar el sistema político y su relación con la sociedad, es en donde


encontramos representado de manera más clara y contundente, el papel que
juegan los movimientos sociales. Resulta un tanto complejo, lograr exponer una
única definición de lo que es un movimiento social. Sin embargo, gracias a
diversos autores y a sus contribuciones, es que la complejidad de lo diverso que
envuelve a un movimiento social, se ha podido trabajar. Se ha convertido con el
paso de los años, en uno de los temas más sobresalientes para el estudio,
análisis, revisión, y actualización. Y para objeto del presente ensayo, trabajaré con
ello.

Las definiciones de los movimientos sociales.

Los movimientos sociales indican en lo general, la conformación de un grupo de


individuos con cierto nivel de organización, y con cierto grado de permanencia en
el tiempo. “Un movimiento social existe cuando un grupo de individuos está
comprometido en un esfuerzo organizado, ya sea para cambiar o para mantener
algún elemento de la sociedad, […]. La diferencia básica entre movimiento social e
institución es la permanencia de esta última, mientras que el movimiento social es
de carácter temporal”1. Es así como podemos comenzar a presentar lo que
constituye un movimiento social, como algunos de sus elementos.

1
Cohen, Bruce. Introducción a la Sociología, Mc. Graw Hill, México, p. 211.
Cabe mencionar que de igual forma, la diversidad de movimientos sociales se
analiza a partir de características en común. Como lo describe Bruce Cohen, son
tres elementos, los que a grandes rasgos, permiten conocer la realidad de un
movimiento. La identificación de objetivos, donde los fines últimos pueden
representarse como religiosos, emotivos o tradicionales. Los programas o
medios para alcanzar dichos objetivos; es decir, la estrategia que llevarán a cabo.
Y por último, la ideología del movimiento; adherida a valores, como forma de
organización humana, señalando la distribución del poder, y como elemento
aglutinador.

En conjunto, estos elementos hacen que un movimiento social tome forma,


nombre, y de alguna manera pueda ser estudiado con un poco más de claridad.
Asimismo, Cohen expone una tipología de los movimientos sociales 2, basándose
primordialmente en la idea de que los movimientos tienen una reivindicación
política, dentro de lo político.

Los tipos de movimientos que describió, representaron (y continúan haciéndolo)


precisamente a algún grupo de la sociedad con demandas e inquietudes
específicas, al igual que con la variabilidad de los elementos básicos ya
mencionados. Señala el movimiento expresivo, el regresivo, el progresista, el
conservador, el reformista, el revolucionario, el utopista, y el migratorio. Dando
cuenta de la importancia de examinar la composición de los factores de cada
movimiento social. El autor comentado, expone otra serie de aportaciones al
estudio de los movimientos sociales que retomaré más adelante.

Regresando un poco a lo ya mencionado sobre la complejidad de los movimientos


sociales, otro autor se sumó a lo diverso de este estudio. Gianfranco Pasquino
elaboró una profunda reflexión en torno a ello, exponiendo que los movimientos
sociales pueden ser analizados a través de dos filones de la reflexión. Según él,
partiendo del hecho de que tanto en los autores clásicos como en los
contemporáneos, se presentaba un etos común en el pensamiento de los
movimientos, “…la existencia de una tensión en la sociedad, la individualización
de un cambio, la observación del paso de un estadio de integración a otro a través
de las transformaciones sea como fuere inducidas por los comportamientos
colectivos3”. Reflexión que hasta el día de hoy, causa un fuerte sentido al
internarse en el tema.

Pasquino contribuyó enormemente al presentar una definición, que según él, se


encontraba alejada de prejuicios e interpretaciones.

2
Ibíd., p. 11
3
Pasquino, Gianfranco. Movimientos sociales. p. 273
“Comportamientos colectivos y movimientos sociales constituyen intentos
fundados en un conjunto de valores compartidos para redefinir las formas de
acción social e influir en sus consecuencias. Comportamientos colectivos y
movimientos sociales difieren según el grado y el tipo de cambio que intentan
provocar en el sistema y según los valores y el grado de integración interna”4.

En esta definición se muestra un “nuevo” elemento para el análisis de los


movimientos sociales. Se marca la diferencia entre movimientos sociales y los
comportamientos colectivos, hecho que de igual forma desarrollaría el autor en su
obra. Remota asimismo a otro autor para darle peso a su reflexión, Neil Smelser
(alumno de Talcott Parsons), quien a partir de algunos otros elementos explica su
punto de vista frente al tema; conceptos como acción social estructural,
propensión estructural, tensión estructural, control social, metas generales, reglas,
movilización, facilidades o medios, y creencias; son los utilizados por el mismo,
para exponer una dinámica social donde el comportamiento colectivo cobra fuerza.
Sin embargo, Pasquino señala nuevamente diversas precisiones que se deben
tomar en cuenta respecto a las reflexiones de este otro autor, dejando claro que,
así deba reconocerse lo grandioso de este trabajo, no se debe pasar por alto la
complejidad en el tratamiento de los movimientos sociales.

Otros son los autores que el propio Pasquino cita en su obra, al igual que otras
reflexiones en torno a los movimientos sociales. Aparecen así, autores como Alain
Touraine y la trascendencia de los actores; Alberoni, y el status naciente; Melucci,
y el papel de los grupos oprimidos. Todos ellos, con quienes genera en breve pero
sustancial diálogo dando como resultado, el señalamiento de puntos clave
nuevamente complejos; relacionados con la institucionalización, las fases de los
movimientos sociales, y los cambios producidos por ellos.

Los ciclos de los movimientos sociales.

Las aportaciones acerca de las fases o los ciclos de los movimientos sociales, son
realmente significativas. En las reflexiones de André Gunder Frank y Marta
Fuentes5, se encuentra nuevamente otro de los elementos a considerar para el
análisis de los movimientos sociales. El trabajo de ambos se formuló a partir de
una serie de interrogantes, conectadas con el desarrollo de los movimientos
sociales de protesta, particularmente. Mediante una reflexión en torno al
nacimiento, el desarrollo, la culminación, la declinación y la muerte de los
movimientos, fue que los autores comenzaron sus planteamientos.

4
Ibíd., p. 273
5
Frank G. André. Fuentes, Marta. Sociológica, año 10, número 28, Actores, clases y movimientos sociales II,
mayo-agosto de 1995.
En sus escritos, Gunder Frank y Fuentes, retomaron muchas de las contribuciones
de Sidney Tarrow, expusieron que la “estructura de oportunidad económica y/o
política, generada por la mayoría de las instituciones políticas dentro de las
cuales los movimientos sociales surgen y declinan”6, tiene un papel fundamental
para analizar los ciclos de los movimientos sociales.

Señalan una serie de factores en su obra: las causas de otros ciclos o las propias
causas internas, al momento de analizar las etapas de un movimiento; la
comparación entre los ciclos de los movimientos sociales y los ciclos de negocios,
describiendo giros ascendentes, descendentes, endógenos al/o en el sistema que
ocurren; así como la relación existente entre los ciclos de los movimientos sociales
con la información y la difusión. Observando que los movimientos sociales en el
sistema político, han de conservar relación con los medios de comunicación.

Los factores exógenos se describen como los económicos, una variable externa
que produce crisis económica y por ende mayor tensión social. Sin embargo,
aparece en entre dicho que la etapa en la que los movimientos sociales alcanzan
su máximo esplendor, puede estar o no paralela a una estructura de oportunidad
económica y/o política positiva. Dejaron entre ver los autores, que no llegaron a
estar totalmente convencidos con los postulados de Tarrow; y por otro lado, que
los movimientos sociales de protesta llegan a ser más radicales cuando los
incentivos para activar los movimientos crecen, es decir, cuando los rendimientos
marginales son decrecientes.

Tras lo ya mencionado, Gunder Frank y Fuentes, continúan detallando en su obra,


la investigación sobre las olas con mayor crecimiento de los movimientos sociales
en distintos países, rompiendo con los planteamientos de Tarrow, y señalándose a
sí mismos lo valioso e importante que sería analizar otros contextos; aludiendo
nuevamente a la diversidad en el estudio del contenido y formas de analizar los
movimientos sociales.

La diversidad y transformación de los movimientos sociales.

Los movimientos sociales se han ido configurando con el paso del tiempo. Cada
nueva generación ha tenido que enfrentar una lucha contra distintos problemas;
los individuos, hemos ido resignificando la importancia de los movimientos
sociales en nuestra sociedad. André Gunder Frank y Marta Fuentes, son un par de
autores a quienes se puede acudir para comprender mejor esta idea.

6
Ibíd., p. 38
En su ensayo “Diez tesis acerca de los movimientos sociales”, ambos abordan la
diferencia que se ha observado respecto a la aparición, motivos, conflictos, y
fracaso de los movimientos sociales. En su distinción entre los movimientos
sociales nuevos (modernos) y los viejos (nuevos), aparecen ciertas características
que complementan y ejemplifican de manera más sólida los apartados anteriores7.

Aparecen entonces, ciertos postulados como que los nuevos movimientos


sociales- “modernos”, ya no apuntan hacia una reivindicación de clase social, ni de
toda la sociedad; por el contrario, se guían mediante sólo un aspecto de la
sociedad. Siguen manteniendo una fuerte motivación y sentido de poder social,
autónomo del poder político, no institucionalizado; donde la justicia es el principal
motor. Los movimientos sociales están estrechamente vinculados con las
condiciones relacionadas a los ciclos políticos, económicos e ideológicos (como ya
se mencionó); y estas intervendrán de manera crucial en su desarrollo. La
atención en la composición de los movimientos es de gran relevancia, ya que este
punto contiene implícito el principio de complejidad (en cuanto a actores),
mencionado al comienzo. Observar la naturaleza y razón de los movimientos
sociales, guiará a quien los estudie de manera objetiva, contraponiendo los
hechos frente a una falsa interpretación. Contemplar a los movimientos sociales
como agentes del cambio y en contraposición de la inercia burocrática, es clave
en este sentido.

Éstos, son algunos de los planteamientos que ambos autores presentan. A pesar
del largo tiempo que ha transcurrido desde la publicación de este material,
continúan vigentes la mayoría de sus ideas. Y es que en una era global,
conectada mediante múltiples flujos de información, los movimientos sociales se
han expandido, se han interconectado, y continúan configurando nuevas formas
de vida; muy acorde a lo que nos exponen Gunder Frank y Fuentes.

“Es probable que varios movimientos sociales tengan militancia en común, o que
sean más compatibles entre sí y permitan formar coaliciones, […], los movimientos
sociales actuales sirven para ampliar, profundizar y hasta para redefinir la
democracia tradicional del Estado político y la democracia económica”.8

Reflexiones que sin lugar a duda siguen profundamente vigentes. Llenas de


sentido y carácter, correspondientes con nuestros nuevos movimientos alrededor
del mundo.

Que a su vez, traen consigo una diferenciación entre ellos, pero con un creciente
sentido de unidad. Coaliciones y conflictos que se representan en lo político, pero

7
Frank G. André. Fuentes, Marta. Revista mexicana de Sociología, 1989. p. 21.
8
Ibíd., p.21
que repercuten de manera trascendental en lo social; un importante elemento más
a considerar para su análisis.

La acción colectiva como construcción social.

Pero, aunado a esto. ¿Qué es lo que realmente une y mantiene activas a las
personas dentro de un movimiento social? Alberto Melucci proporciona claridad al
respecto.

Este autor presenta en el desarrollo de su obra, que los movimientos sociales se


están redefiniendo constantemente. Y regresando al comienzo de mi texto, los
movimientos sociales son explicados por el autor, como el producto de una
reflexión a partir de una pluralidad de elementos analíticos, algunos de ellos ya
vistos.

Como él lo comenta, el fenómeno de los movimientos sociales “en realidad


contiene un amplia gama de procesos sociales, actores y formas de acción”9. No
se trata simplemente de describir a los movimientos sociales como un conjunto de
individuos bajo “algo” que los une. La acción colectiva para él “es considerada
resultado de intenciones, recursos y límites, con una orientación construida por
medio de relaciones sociales dentro de un sistema de oportunidades y
restricciones, -dejando por un lado-, el simple efecto de precondiciones
estructurales, o de expresiones de valores y creencias”10. Distante de lo que
anteriormente se había examinado con otros autores.

Melucci muestra que los movimientos sociales responden a una racionalidad


valorativa, aunque con un elemento de racionalidad; distinto al de la racionalidad
instrumental de las instituciones. Habla acerca de una acción coordinada, de un
sistema de acción multipolar. “Los eventos en los que actúan colectivamente los
individuos combinan diferentes orientaciones, involucran a múltiples actores e
implican un sistema de oportunidades y restricciones que moldean sus
relaciones”11. Por ello, el hablar de proceso, y no de fenómeno empírico unitario.

Además, el autor nos esboza un especie de esquema que ilustra esta posición
respecto al tema. La acción colectiva se construye a través del intercambio de
orientaciones, relacionadas con los fines de la acción, los medios y con las
relaciones con el ambiente. Expone que el sistema de acción multipolar está
representado dentro del mayor activo que determina la oportunidad de actuar del
movimiento; es decir, la capacidad organizativa. “La forma organizada de la
acción es la manera a través de la cual el actor colectivo busca darle una

9
Melucci, Alberto. Estudios sociológicos, año 1991, número 29, vol. IX. Notas críticas, mayo-agosto. p. 357.
10
Ibíd., p. 358
11
Ibíd., p. 358
aceptable y duradera unidad a ese sistema, que está continuamente sujeto a
tensiones”12. Todo ello, sobre un panorama de inestabilidad entre los fines, los
medios y el ambiente.

Expone una serie de factores que intervienen en el sistema de acción multipolar: la


negociación y renegociación, el liderazgo, la percepción, la integración, los
factores de tipo coyuntural, y la identificación (identidad). Entremezclados con la
solidaridad, el conflicto o la oposición (competencia), y la compatibilidad con el
sistema de relaciones sociales; dan como resultado la generación de tipos ideales
(distinciones analíticas) para las orientaciones de la acción colectiva.

El autor señala nuevamente la complejidad que un movimiento social contiene.


Dicho sea de paso, que la concepción que plantea de sistema le permite exponer
el fenómeno como un proceso, mantener una apertura semántica y de categorías,
siempre y cuando se establezca una diferenciación en cuanto al comportamiento
de agregación, y de los significados que pueda adquirir la acción colectiva.

Los elementos de complejidad que le introduce a los movimientos sociales para


explicarlos, se encuentran inversamente proporcionales al entorno, ayudando así
a una mejor visualización de lo analizado (desde mi punto de vista). A. Melucci
plantea en su obra que gracias a la apertura en el significado de la acción social,
se evitan limitaciones ideológicas. Pensando que el significado de la acción social
pueda ser significado a gran escala por una sola unidad (el líder); tanto pueda
verse disminuido como la acción colectiva resultado de un comportamiento
agregativo o de patología social. Donde como conclusión, muestra a los
movimientos sociales como agentes potencializadores de las transformaciones
sociales.

Habla acerca del carisma como el elemento irracional predominante; sin embargo,
se deja entre ver como un elemento “disfraz”, el cual colabora dentro del sistema
de acción multipolar a partir del liderazgo en los individuos; inspira solidaridad
orgánica y mantiene un fuerte vínculo con el colectivismo. Algo muy semejante a
lo que Bruce Cohen sostenía del liderazgo carismático.

“El líder carismático de un movimiento social tiene la habilidad para aglutinar a las
masas en apoyo de las metas y objetivos del movimiento. El líder carismático
puede ser un miembro del grupo directamente interesado en el cambio, o puede
ser de una clase social más privilegiada. La función principal de un líder es inspirar
entusiasmo entre sus seguidores, exaltar los ánimos y estimular la unión”13.

12
Ibíd., p. 358
13
Cohen. Op. cit., p. 213
Resaltando la importancia de otro de los elementos en el estudio de los
movimientos sociales.

Siendo realmente acertado Melucci al destacar los factores coyunturales dentro


del sistema de acción multipolar, no hay que dejar pasar por alto el análisis de
coyuntura. Herramienta del análisis sociológico que nos brinda un amplio
panorama para la comprensión de un movimiento social. El autor hace referencia
justamente en el conocimiento que se ha de tener del entorno (contexto), es
fundamental para conocer las oportunidades políticas, entender, diagnosticar e
interpretar nuestra realidad social; vital para el éxito o fracaso de un movimiento
social.

Movimientos; grupos y organizaciones.

Posteriormente a los desarrollos que durante muchas décadas han realizado


diversos autores, aparece en escena una de las últimas reflexiones que generado
gran controversia entre los estudiosos de los movimientos sociales.

Mancur Olson encabeza la narrativa sobre La teoría de los grupos y las


organizaciones14. Señala que el Estado introduce un elemento irracional como el
patriotismo, o el nacionalismo, para poder sobrevivir. Mediante incentivos
selectivos negativos (impuestos) es como se trabaja el mantenimiento de la
población en general.

Los bienes públicos, por cuya naturaleza nadie puede privar a otro de él, juegan
un papel muy importante. Representados como beneficios positivos; es decir,
bienes colectivos (alumbrado, drenaje, banquetas, etc.), hacen que la sociedad se
alguna forma se divida. Las grandes colectividades van a depender de ellos, los
necesitan; mientras que para los grupos pequeños, no son algo necesario, ya
cuentan con ello. ¿Cómo se relaciona todo ello con los movimientos sociales?

Olson argumenta que en un movimiento social se encuentran presentes ciertas


reglas. En un grupo social pequeño, únicamente un sólo miembro puede ser capaz
de actuar, su beneficio es o será tan grande, que absorbe el costo del bien. Muy
por encima de los grupos grandes, donde entre más sea el número, menos se
favorecerán sus intereses.

Partiendo de la teoría de los grupos económicos es que Olson desarrolla su


propuesta. Dentro de un grupo económico (empresas) las condiciones serán
exclusivistas, un juego de suma cero con utilidades privadas. Se generarán
barreras (monopolios) las cuales no permitan la entrada de nuevos miembros, y
aunado a ello, se buscará eliminar a los demás contendientes.
14
Olson, Mancur. La lógica de la acción colectiva, Trillas, México, 1992.
Por otro lado, en los grupos ajenos al mercado, se plantea que entre mayor sea el
número de participantes, no implica una competencia; por el contrario, ayuda en
la reducción de costos y en la permanencia del grupo. Son grupos inclusivos, de
juego justo y suma positiva; haciendo alusión al acceso de los bienes públicos y el
mantenimiento de estos.

Mancur Olson describe en su obra la relación entre los grupos grandes y los
grupos pequeños, sean estos económicos o no. Sin embargo, vincula a los
movimientos sociales con esta lógica, señalando que para ambos tipos de grupos
grandes, es necesario la utilización de incentivos (positivos o negativos) para
lograr la acción colectiva; es decir, deja completamente de lado algunos elementos
ya revisado con anterioridad, uno de ellos el carisma (liderazgo), fundamental para
la unidad y organización de un movimiento social (planteado por Melucci y Cohen).

Pasa por alto la solidaridad orientándose hacia los resultados, medios-fines y


hacia una noción de conveniencia. Su propuesta contempla la adaptación pero
parece carecer de normas sociales; es insensible a las circunstancias y fuerzas
inherentes de los hechos sociales. Y muestra particularmente que los movimientos
sociales son racionales, cuando eso es caer en el error.

Conclusiones.

Mientras que el autor sugiere ver a los movimientos sociales bajo esta perspectiva,
es necesario comprender que otros autores han abordado el fenómeno de muy
distinta manera, contraria se podría afirmar. Es así que analizamos una teoría que
podría trabajarse igualmente; sin embargo, que muy probablemente responda a
otras realidades sociales, e incluso otros movimientos, pese a lo que exprese el
autor.

Cabe mencionar los aportes de M. Olson, para ilustrar o visualizar los nuevos tipos
de movimientos sociales; aquellos que respondan a las condiciones cambiantes
de nuestra sociedad actual y que de alguna manera estén representando las
prácticas sociales del momento. Y no sólo eso, es importante volver a subrayar
que los movimientos sociales son el resultado de grandes procesos, y es en estos
donde podremos observar una infinidad de interacciones sociales y políticas. Y
que entendamos que los movimientos sociales no se reducen a algo tan simple;
hace referencia a la comunicación, a la capacidad de agencia de las personas, a
la ciudadanía, a la participación, a los diferentes sistemas sociales, a la política y
su relación con la sociedad, a la calidad y formas de vida, a nuestra visión de un
mundo mejor, a las formas de pensamiento y sentir del ser humano, a la justicia, a
diversas cosmovisiones, entre muchos otros factores más.
Bibliografía.

 Cohen, Bruce. “Introducción a la Sociología”, Mc. Graw Hill, México.

 Frank G. André. Fuentes, Marta. Revista mexicana de Sociología, 1989.

 Frank G. André. Fuentes, Marta. Sociológica, año 10, número 28, Actores,
clases y movimientos sociales II, mayo-agosto de 1995.

 Melucci, Alberto. Estudios sociológicos, año 1991, número 29, vol. IX. Notas
críticas, mayo-agosto.

 Olson, Mancur. “La lógica de la acción colectiva”, Trillas, México, 1992.

 Pasquino, Gianfranco. “Movimientos sociales”.

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