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1
Cohen, Bruce. Introducción a la Sociología, Mc. Graw Hill, México, p. 211.
Cabe mencionar que de igual forma, la diversidad de movimientos sociales se
analiza a partir de características en común. Como lo describe Bruce Cohen, son
tres elementos, los que a grandes rasgos, permiten conocer la realidad de un
movimiento. La identificación de objetivos, donde los fines últimos pueden
representarse como religiosos, emotivos o tradicionales. Los programas o
medios para alcanzar dichos objetivos; es decir, la estrategia que llevarán a cabo.
Y por último, la ideología del movimiento; adherida a valores, como forma de
organización humana, señalando la distribución del poder, y como elemento
aglutinador.
2
Ibíd., p. 11
3
Pasquino, Gianfranco. Movimientos sociales. p. 273
“Comportamientos colectivos y movimientos sociales constituyen intentos
fundados en un conjunto de valores compartidos para redefinir las formas de
acción social e influir en sus consecuencias. Comportamientos colectivos y
movimientos sociales difieren según el grado y el tipo de cambio que intentan
provocar en el sistema y según los valores y el grado de integración interna”4.
Otros son los autores que el propio Pasquino cita en su obra, al igual que otras
reflexiones en torno a los movimientos sociales. Aparecen así, autores como Alain
Touraine y la trascendencia de los actores; Alberoni, y el status naciente; Melucci,
y el papel de los grupos oprimidos. Todos ellos, con quienes genera en breve pero
sustancial diálogo dando como resultado, el señalamiento de puntos clave
nuevamente complejos; relacionados con la institucionalización, las fases de los
movimientos sociales, y los cambios producidos por ellos.
Las aportaciones acerca de las fases o los ciclos de los movimientos sociales, son
realmente significativas. En las reflexiones de André Gunder Frank y Marta
Fuentes5, se encuentra nuevamente otro de los elementos a considerar para el
análisis de los movimientos sociales. El trabajo de ambos se formuló a partir de
una serie de interrogantes, conectadas con el desarrollo de los movimientos
sociales de protesta, particularmente. Mediante una reflexión en torno al
nacimiento, el desarrollo, la culminación, la declinación y la muerte de los
movimientos, fue que los autores comenzaron sus planteamientos.
4
Ibíd., p. 273
5
Frank G. André. Fuentes, Marta. Sociológica, año 10, número 28, Actores, clases y movimientos sociales II,
mayo-agosto de 1995.
En sus escritos, Gunder Frank y Fuentes, retomaron muchas de las contribuciones
de Sidney Tarrow, expusieron que la “estructura de oportunidad económica y/o
política, generada por la mayoría de las instituciones políticas dentro de las
cuales los movimientos sociales surgen y declinan”6, tiene un papel fundamental
para analizar los ciclos de los movimientos sociales.
Señalan una serie de factores en su obra: las causas de otros ciclos o las propias
causas internas, al momento de analizar las etapas de un movimiento; la
comparación entre los ciclos de los movimientos sociales y los ciclos de negocios,
describiendo giros ascendentes, descendentes, endógenos al/o en el sistema que
ocurren; así como la relación existente entre los ciclos de los movimientos sociales
con la información y la difusión. Observando que los movimientos sociales en el
sistema político, han de conservar relación con los medios de comunicación.
Los factores exógenos se describen como los económicos, una variable externa
que produce crisis económica y por ende mayor tensión social. Sin embargo,
aparece en entre dicho que la etapa en la que los movimientos sociales alcanzan
su máximo esplendor, puede estar o no paralela a una estructura de oportunidad
económica y/o política positiva. Dejaron entre ver los autores, que no llegaron a
estar totalmente convencidos con los postulados de Tarrow; y por otro lado, que
los movimientos sociales de protesta llegan a ser más radicales cuando los
incentivos para activar los movimientos crecen, es decir, cuando los rendimientos
marginales son decrecientes.
Los movimientos sociales se han ido configurando con el paso del tiempo. Cada
nueva generación ha tenido que enfrentar una lucha contra distintos problemas;
los individuos, hemos ido resignificando la importancia de los movimientos
sociales en nuestra sociedad. André Gunder Frank y Marta Fuentes, son un par de
autores a quienes se puede acudir para comprender mejor esta idea.
6
Ibíd., p. 38
En su ensayo “Diez tesis acerca de los movimientos sociales”, ambos abordan la
diferencia que se ha observado respecto a la aparición, motivos, conflictos, y
fracaso de los movimientos sociales. En su distinción entre los movimientos
sociales nuevos (modernos) y los viejos (nuevos), aparecen ciertas características
que complementan y ejemplifican de manera más sólida los apartados anteriores7.
Éstos, son algunos de los planteamientos que ambos autores presentan. A pesar
del largo tiempo que ha transcurrido desde la publicación de este material,
continúan vigentes la mayoría de sus ideas. Y es que en una era global,
conectada mediante múltiples flujos de información, los movimientos sociales se
han expandido, se han interconectado, y continúan configurando nuevas formas
de vida; muy acorde a lo que nos exponen Gunder Frank y Fuentes.
“Es probable que varios movimientos sociales tengan militancia en común, o que
sean más compatibles entre sí y permitan formar coaliciones, […], los movimientos
sociales actuales sirven para ampliar, profundizar y hasta para redefinir la
democracia tradicional del Estado político y la democracia económica”.8
Que a su vez, traen consigo una diferenciación entre ellos, pero con un creciente
sentido de unidad. Coaliciones y conflictos que se representan en lo político, pero
7
Frank G. André. Fuentes, Marta. Revista mexicana de Sociología, 1989. p. 21.
8
Ibíd., p.21
que repercuten de manera trascendental en lo social; un importante elemento más
a considerar para su análisis.
Pero, aunado a esto. ¿Qué es lo que realmente une y mantiene activas a las
personas dentro de un movimiento social? Alberto Melucci proporciona claridad al
respecto.
Además, el autor nos esboza un especie de esquema que ilustra esta posición
respecto al tema. La acción colectiva se construye a través del intercambio de
orientaciones, relacionadas con los fines de la acción, los medios y con las
relaciones con el ambiente. Expone que el sistema de acción multipolar está
representado dentro del mayor activo que determina la oportunidad de actuar del
movimiento; es decir, la capacidad organizativa. “La forma organizada de la
acción es la manera a través de la cual el actor colectivo busca darle una
9
Melucci, Alberto. Estudios sociológicos, año 1991, número 29, vol. IX. Notas críticas, mayo-agosto. p. 357.
10
Ibíd., p. 358
11
Ibíd., p. 358
aceptable y duradera unidad a ese sistema, que está continuamente sujeto a
tensiones”12. Todo ello, sobre un panorama de inestabilidad entre los fines, los
medios y el ambiente.
Habla acerca del carisma como el elemento irracional predominante; sin embargo,
se deja entre ver como un elemento “disfraz”, el cual colabora dentro del sistema
de acción multipolar a partir del liderazgo en los individuos; inspira solidaridad
orgánica y mantiene un fuerte vínculo con el colectivismo. Algo muy semejante a
lo que Bruce Cohen sostenía del liderazgo carismático.
“El líder carismático de un movimiento social tiene la habilidad para aglutinar a las
masas en apoyo de las metas y objetivos del movimiento. El líder carismático
puede ser un miembro del grupo directamente interesado en el cambio, o puede
ser de una clase social más privilegiada. La función principal de un líder es inspirar
entusiasmo entre sus seguidores, exaltar los ánimos y estimular la unión”13.
12
Ibíd., p. 358
13
Cohen. Op. cit., p. 213
Resaltando la importancia de otro de los elementos en el estudio de los
movimientos sociales.
Los bienes públicos, por cuya naturaleza nadie puede privar a otro de él, juegan
un papel muy importante. Representados como beneficios positivos; es decir,
bienes colectivos (alumbrado, drenaje, banquetas, etc.), hacen que la sociedad se
alguna forma se divida. Las grandes colectividades van a depender de ellos, los
necesitan; mientras que para los grupos pequeños, no son algo necesario, ya
cuentan con ello. ¿Cómo se relaciona todo ello con los movimientos sociales?
Mancur Olson describe en su obra la relación entre los grupos grandes y los
grupos pequeños, sean estos económicos o no. Sin embargo, vincula a los
movimientos sociales con esta lógica, señalando que para ambos tipos de grupos
grandes, es necesario la utilización de incentivos (positivos o negativos) para
lograr la acción colectiva; es decir, deja completamente de lado algunos elementos
ya revisado con anterioridad, uno de ellos el carisma (liderazgo), fundamental para
la unidad y organización de un movimiento social (planteado por Melucci y Cohen).
Conclusiones.
Mientras que el autor sugiere ver a los movimientos sociales bajo esta perspectiva,
es necesario comprender que otros autores han abordado el fenómeno de muy
distinta manera, contraria se podría afirmar. Es así que analizamos una teoría que
podría trabajarse igualmente; sin embargo, que muy probablemente responda a
otras realidades sociales, e incluso otros movimientos, pese a lo que exprese el
autor.
Cabe mencionar los aportes de M. Olson, para ilustrar o visualizar los nuevos tipos
de movimientos sociales; aquellos que respondan a las condiciones cambiantes
de nuestra sociedad actual y que de alguna manera estén representando las
prácticas sociales del momento. Y no sólo eso, es importante volver a subrayar
que los movimientos sociales son el resultado de grandes procesos, y es en estos
donde podremos observar una infinidad de interacciones sociales y políticas. Y
que entendamos que los movimientos sociales no se reducen a algo tan simple;
hace referencia a la comunicación, a la capacidad de agencia de las personas, a
la ciudadanía, a la participación, a los diferentes sistemas sociales, a la política y
su relación con la sociedad, a la calidad y formas de vida, a nuestra visión de un
mundo mejor, a las formas de pensamiento y sentir del ser humano, a la justicia, a
diversas cosmovisiones, entre muchos otros factores más.
Bibliografía.
Frank G. André. Fuentes, Marta. Sociológica, año 10, número 28, Actores,
clases y movimientos sociales II, mayo-agosto de 1995.
Melucci, Alberto. Estudios sociológicos, año 1991, número 29, vol. IX. Notas
críticas, mayo-agosto.