Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
DE PERINATOLOGÍA
PERINATOLOGIA
Órgano
Organo Oficial de la
Federación Latinoamericana de Asociaciones de Medicina Perinatal
Rev. Latin. Perinat. Vol. 17 (4), 2014 Fundada en 1982 ISSN: 1390-8480
Inmunología perinatal.
Dra. Lay Salazar, Dr. Dalton Avila (Villa Clara. Cuba/Guayaquil. Ecuador)
CONSEJO EJECUTIVO
MIEMBROS FUNDADORES DIRECTORIO ADMINISTRATIVO, 2012-2015
Dr. Samuel Karchmer (México) Presidente: Dr. Samuel Karchmer (México)
Dr. Dalton Ávila Gamboa (Ecuador)
Vicepresidente: Dr. Ricardo Fescina (Uruguay)
Dr. Carlos Suárez Lavayen (Bolivia)
Secretario General: Dr. Dalton Ávila (Ecuador)
Dr. Luis Carlos Jiménez (Colombia)
Dr. Francisco Klein (Chile) Tesorera: Dra. Liliana Voto (Argentina)
Dr. Carlos Ávila Gamboa (Ecuador) Director Asuntos Científicos y Académicos:
Dr. Roberto Cassis (Ecuador) Dr. Roberto Romero (Estados Unidos/Venezuela)
Dr. Ernesto Díaz del Castillo (México) Director de Asuntos Políticos y Estatutarios:
Dr. Guillermo Vasconcelos (México) Dr. Arnaldo Acosta (Paraguay)
Dr. Pedro Ponce Carrizo (Panamá)
Directora de Cursos de Actualización y Becas:
Dr. Manuel González del Riego (Perú)
Dra. Ana Bianchi (Uruguay)
Dr. Luis Grullon (Rep. Dominicana)
Dr. Saul Kizer (Venezuela) Director de Asuntos Interinstitucionales:
Dr. Nelson Aguilar (Colombia)
PAST PRESIDENTES
Dr. Samuel Karchmer
Dr. Dalton Ávila Gamboa Vocal/Coordinador, Dr. Byron Arana (Guatemala)
Dr. José Garrido Vocal/Coordinador, Dr. Carlos Briceno (Venezuela)
Dr. Marcelo Zugaib Vocal/Coordinador, Dr. Gonzalo Giambruno (Uruguay)
Dr. Arnaldo Acosta Vocal/Coordinador, Dr. Julio Gonell (Dominicana)
Dr. Soubhi Kahhale Vocal/Coordinador, Dra. Teresa Leis (Mexico)
PRESIDENTES FILIALES Vocal/Coordinador, Dr. Cesar López (Dominicana)
Dra. Teresa Leis (Mexico)
Vocal/Coordinador, Dr. Mario Palermo (Argentina)
Dr. Byron Arana (Guatemala)
Dr. Augusto Bal (Panamá) Vocal/Coordinador, Dr. Miguel Ruoti (Paraguay)
Dr. Cesar López (Rep. Dominicana) Vocal/Coordinador, Dr. Renato Sa (Brasil)
Dr. Carlos Briceno (Venezuela)
Vocal/Coordinador, Dra. Hortensia Solano (Panamá)
Dr. Gustavo Vásquez (Colombia)
Dr. Gonzalo Mantilla (Ecuador) Vocal/Coordinador, Dr. Gustavo Vásquez (Colombia)
Dr. Arturo Ota Nakasone (Peru)
Dr. Gonzalo Giambruno (Uruguay)
Dr. Arnaldo Acosta (Paraguay)
Dra. Liliana Voto (Argentina)
www.flamp.info
Dr. Eduardo Fonseca (Brasil)
ÓRGANO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN LATINOAMERICANA DE ASOCIACIONES DE MEDICINA PERINATAL
Inmunología perinatal.
Dra. Lay Salazar
Dr. Dalton Avila
(Villa Clara. Cuba/Guayaquil. Ecuador)
Resultados perinatales de pacientes con diabetes gestacional con y sin hiperglucemia en ayunas.
Dra. Ana M. Nicolotti
Dra. Liliana E. Salcedo
Dra. Virginia Bustos
Dra. Maria M. Gonzalez Alcantara
Dra. Adriana Serfati
Dra. Liliana S. Voto
Dra. Mabel Poncelas
(Buenos Aires. Argentina)
FIGURA 2 CUADRO 1
Ecografía abdominal, se observa el abdomen fetal y se mide CARACTERISTICAS TIPO I SIMETRICO TIPO II ASIMETRICO
la C.A. con la elipse Definición: Segmentos corporales del Compromiso predo-
cuerpo mantienen una minante de la circun-
proporción adecuada. ferencia abdominal
con respecto al diámetro
biparietal o el fémur
ECOGRAFÍA
La introducción de la Ecografía fue la gran revolu-
ción en reproducción humana. Existe una Obstetricia
pre Ecografía y otra post aparición y desarrollo de la
misma. Otro cambio muy importante se produjo al
agregar el transductor transvaginal. El desarrollo de
la Ultrasonografía de los últimos años ha permitido
concretar el diagnóstico de los llamados Marcadores
ecográficos para el estudio de Semana 11-13.6 que
consiste en identificar y evaluar la Translucencia Nu-
Velar por el bienestar fetal y determinar el momento cal (marcador de primer órden), observar la presencia
óptimo para el parto del feto con restricción de creci- del Hueso Nasal, identificar el Ductus Venoso y des-
miento es un objetivo primordial del obstetra. cartar su anomalía, al igual que la posibilidad de Re-
gurgitación Tricuspídea, entre otros signos que se van
incorporando en el primer trimestre de la gestación y
la evaluación del Doppler de las arterias uterinas que
hoy es un marcador y/o predictor de preeclampsia, lo primer trimestre las arterias uterinas que hoy se utili-
cual permite invertir la pirámide de atención obstétri- zan como predictores de HTA, RCIU, y Preeclampsia
ca y seleccionar el grupo de embarazo de alto riesgo y en el tercer trimestre evaluar la redistribución del
precozmente. flujo, con el registro de la arteria umbilical y la cere-
FIGURA 5 bral media evaluando la RCIU.
Estudio semana 11-13.6, se identifica la Translucencia
Nucaly el Hueso Nasal (flecha) FIGURA 8
Doppler de arteria uterina
FIGURA 6
TN aumentada
FIGURA 9
Doppler triplex de arteria cerebral media
FIGURA 7
Se observa la onda de flujo del Ductus Venoso
CONCLUSIÓN
El examen clínico completo, el control normatizado
para el embarazo de alto riesgo de la gestación y la
ecografía son hoy las mejores armas para combatir
la RCIU.
BIBLIOGRAFÍA
1. Breeze ACG, Prediction and perinatal outcomes
of fetal growth restriction. Sem Fetal Neonatal Med
(2007) 12:383-397.
2. Goldman A y colab. Ultrasonografía Tocoginecoló-
gica. Ed. Corpus, Argentina 2009
3. Mari G. Doppler Vascular Changes in Intrauterine
Growth Restriction, Semin Perinatol (2008) 32:147-
La incorporación del Doppler permitió evaluar en el 150.
4. Maulik D, Fetal Growth Restriction: The Etiology. para la Edad Gstacional (PRG). Consensos Colom-
Clin Obstet Gynecol (2006) 49:236-356. biano. Rev Colombiana Obstet Ginecol (2009) 60:
5. Nien JK. Restricción del Crecimiento intrauterino, 247-261.
Boletín Perinatal 2002. 9. Valenti E, Casasco G, Amenabar S, Guerzovich E,
6. Ott WJ, An update in the ultrasonic diagnosis and Crespo H. RCIU Consenso FASGO 2009.
evaluation of intrauterine growth restriction. Ul-
traound J Obstet Gynecol (2005) 5:11-124. Direccion del Autor
7. Platz E. Diagnosis of IUGR: Traditional Biometry, Dr. Armando Goldman
Semin Perinatol (2008) 32:140-147. email:agoldman@intramed.net
8. Sanin Blair JE, Gómez Díaz J,Ramírez J, Mejía email 2: armandogold@yahoo.com
CA. Diagnóstico y seguimiento del feto con Restric- Buenos Aires. Argentina
ción del Crecimiento intrauterino y del feto pequeño
amniótico lleva a la formación de bridas amniocoria- difícil comprender como todas las alteraciones pue-
les, produciendo las bridas amnióticas. Torpin (10) den ser causadas por la presión de un área del feto.
propuso que las asimetrías en las amputaciones digi- Segundo, esta teoría depende en parte del concepto
tales y las asociaciones con los anillos de constricción de la ruptura del amnios que lleva a disminución del
excluían las causas genéticas o intrínsecas. La causa líquido amniótico (2). Sin embargo, a pesar de algu-
de la ruptura amniótica temprana aún es desconocida, nos informes de pérdida de líquido amniótico (16), el
aunque se ha reportado al trauma como la causa en oligohidramnios no es reportado en forma consistente
algunos casos (11). y la presencia del corion puede evitar la ruptura como
El embrión en desarrollo se ubica en dos cavidades: causa directa del oligohidramnios.
la cavidad amniótica interior y la cavidad coriónica
exterior. La cavidad amniótica (delimitada por célu- TEORÍA VASCULAR
las ectodérmicas embrionarias) gradualmente se ex- Esta teoría sugiere que la disrupción vascular puede
pande, a las doce semanas, y el espacio coriónico se llevar a defectos internos o externos (17). El autor re-
oblitera (12). Se ha sugerido que si este espacio no se lacionó varias anomalías (especialmente lesiones de
oblitera, el corion no apoya el amnios y el saco corió- órganos internos) a la disrupción vascular que causa-
nico puede romperse (13). Si este se rompe, el líqui- ba alteración sistémica del flujo sanguíneo de sangre
do amniótico puede escaparse y el feto puede pasar al embrión. Se propuso que un evento traumático,
parcial o talmente a la cavidad coriónica; desarrollán- como la ruptura del amnios, amniocentesis, trauma
dose bridas amnióticas como resultado de la ruptura directo o exposición a un teratógeno entre las 4 y 6
del saco amniótico, y las bridas y los fragmentos del semanas de gestación, puede alterar el desarrollo al
amnios junto con cuerdas fibrosas mesodérmicas (las interrumpir el flujo de sangre al embrión, producien-
cuales se forman tanto en la superficie de las mem- do necrosis hemorrágica y colapso circulatorio. El
branas amnióticas y la superficie interna del corion) momento del estímulo determina la presencia de la
pueden englobar varias partes fetales (1,5). Las bridas anomalía (18). Otra teoría de la disrupción vascular
amnióticas están compuestas por tejido acelular fibro- sostiene que un evento traumático intrauterino espe-
so o tejido fibroso que contiene fibroblastos cubiertos cífico, como el estimulado en un modelo animal por
por células escamosas. La naturaleza fibrosa de estas la inyección de glucosa en alguno de los anexos, lleva
bridas amnióticas no les permite ser elásticas y pro- al desarrollo de SBA (19).
ducen efectos de ligaduras (1). Se considera que la Sin embargo, Chadran y colaboradores (8) evaluó la
edad gestacional en la cual se rompe el saco amnióti- hipótesis vascular en términos de organización em-
co es el principal factor para determinar el rango y la brionaria y no encontró que esta teoría fuese creíble
severidad de las deformidades causadas por la cons- debido a que no observó las anomalías descritas en el
tricción de la brida. La ruptura puede ocurrir en cual- patrón vascular embrionario. Consideró que la proxi-
quier momento durante la gestación; sin embargo, midad embrionaria era más “importante” que las rela-
ocurre antes de las doce semanas es en el momento ciones vasculares.
que se observan mayor número de manifestaciones.
Existen importantes críticas a la teoría externa. Pri- OTRAS TEORÍAS
mero, las anomalías viscerales internas y los defec- Ninguna de las teorías anteriores puede explicar to-
tos de los miembros y pared corporal son difíciles de dos los hallazgos en recién nacidos con SBA, espe-
explicar por el concepto de presión aplicada por la cialmente en los hallazgos fueras de las extremidades.
brida. Las anomalías faciales también son difíciles de Los ratones D (D de “desorganización”) son mutantes
explicar por la teoría extrínseca, aunque la presión de que produce una variedad de defectos al nacer. Se ha
la brida ha sido propuesta como la causa de tales de- utilizado como un modelo para un fenotipo similar
fectos. Se ha propuesto al oligohidramnios (producto al SBA (20). Los gen D han sido identificado y gran
de la ruptura temprana del amnios) como la referencia cantidad de información ha sido tomada de este mo-
entre las bridas y las alteraciones más severas (14). delo a través de diferentes estudios (7). Este gen es un
Las consecuencias de esta ruptura muy temprana candidato para ser el factor intrínseco.
pueden incluir consecuencias compresivas de la limi-
tación temprana, como la escoliosis, al igual que la MANIFESTACIONES CLÍNICAS
disrupción vascular que lleva a alteraciones faciales El SBA está asociado con tres tipos generales de ano-
y reducción de la longitud de los miembros (15). Es malías: disrupción, deformaciones y malformaciones.
La consideración de las manifestaciones de la SBA estudio demostró que las malformaciones están aso-
en este contexto es útil tanto para la discusión como ciadas con SBA o que esta tiene más de una etiología.
para determinar la etiología. La disrupción es la rup- El fenotipo clásico del SBA incluye la afección de
tura del tejido normal por cualquier causa. Dos fetos múltiples extremidades en diferentes grados y una
afectados por la disrupción del tejido no presentaran variedad de anomalías en cada paciente. Las tres ano-
los mismos hallazgos. Además, no existe un único ha- malías más comunes incluyen amputación de dedos o
llazgo que se observe en forma consistente. Los ha- miembros, anillos de constricción y acrosindactilia.
llazgos disruptivos clásicos en las bridas amnióticas Hallazgos adicionales pueden ser pie equino y, menos
son amputaciones y acrosindactilia (figura 1). Las de- comúnmente, escoliosis. Aún más raras son las ano-
formaciones se producen por fuerzas anormales sobre malías craneofaciales, como labio leporino o paladar
un feto sano. En forma clásica, y en bridas complejas, hendido, defectos de la pared corporal y anomalías
las deformaciones pueden producirse por el oligohi- de órganos internos. Estas anomalías requieren de la
dramnios, asociados an un fenómeno de presión di- evaluación por especialistas, ya que pueden ser mor-
recta y disminución de los movimientos fetales. Se tales. También se debe realizar una evaluación genéti-
puede producir escoliosis y alteraciones contráctiles ca, en especial en aquellos recién nacidos con hallaz-
de diferentes articulaciones (2). La alteración en el gos poco comunes para evaluar las posibles etiologías
embarazo temprano produce malformaciones, o de- (24).
sarrollo anormal, de un órgano. Las malformaciones La acrosindactilia, o sindactilia fenestrada, es la fu-
clásicas asociadas al SBA incluyen defectos de las pa- sión cutánea distal de la piel con separación proximal
redes corporales, anomalías de órganos y anomalías de los dedos. La diferencia de la sindactilia típica, la
craneofaciales. cual se produce cuando no ocurre la muerte de las
células interdigitales normales durante el desarrollo
FIGURA 1
Hallazgos disruptivos clásicos en las bridas amnióticas.
de la mano y siempre afecta la región proximal. Ge-
(A) Síndrome de bridas amnióticas mostrando alteraciones neralmente, se describen dedos cortos en los recién
superficiales y profundas. (B) Amputación de la pierna con nacidos con acrosindactilia. En contraste, los dedos
alteraciones ortopédicas del pie del otro miembro (C)
Sindactilia fenestrada con edema distal y pérdida parcial son de longitud normal en los recién nacidos con sin-
del pulgar. (D) Sindactilia fenestrada con afección y dactilia del desarrollo (25, 26).
acortamiento de todos los dedos.
Existen reportes de grandes series de recién nacidos
con SBA que aportan información sobre las manifes-
taciones más comunes de este desorden. Se encontró
una alta prevalencia de prematuridad, junto con alta
frecuencia de hemorragia y disminución del volumen
del líquido amniótico. También se ha demostrado una
mayor afección de las extremidades superiores. Las
extremidades superiores mostraron más frecuente-
mente anillos de constricción, acrosindactilia y alte-
raciones de los dedos (afectando principalmente los
dedos centrales). Los anillos de constricción se obser-
varon en todos los segmentos de la extremidad (27).
Los factores de riesgo del SBA no están bien defi-
nidos. Un análisis epidemiológico de un estudio de
casos y controles de los defectos al nacer demostró
que las madres de los recién nacidos con SBA eran
Existen varios reportes de anomalías adicionales en generalmente jóvenes y de raza negra, aunque no se
recién nacidos con SBA, la mayoría de las cuales encontró una asociación clara con la edad o raza en
son consistentes con estas malformaciones (21, 22). las madres de los recién nacidos con solo anomalías
En una serie, los anillos de constricción se asociaron de los miembros. Los autores sugieren que estas dife-
con labio leporino (con o sin paladar hendido), atre- rencias pueden indicar diferentes etiologías (27).
sia anal, y defectos de septo ventricular (23). Si estas Los defectos de la pared corporal representan una
anomalías faciales y orgánicas son malformaciones variedad de anomalías de la pared ventral; cuya etio-
propias más que disrupciones o deformaciones, ese logía exacta es desconocida, ya que estos defectos
DIAGNÓSTICO
La evaluación ecográfica permite la detección del
SBA en el periodo prenatal por la visualización de las
láminas o bridas amnióticas adheridas al feto (figura
2). En el primer trimestre, es extremadamente difícil
detectar el SBA, especialmente si las bridas están li-
mitadas a las extremidades. Sin embargo, en el segun-
do y tercer trimestre del embarazo, es relativamente
fácil detectar las anomalías mayores por sus hallaz-
gos característicos y la restricción del movimiento
(29). Yamaguchi y colaboradores (30) propusieron
que el diagnóstico de SBA puede ser hecho solo por
la visualización de la restricción de los movimientos.
Daly y colaboradores (31) agregaron que la ecografía
secuencial, junto con la restricción de los movimien-
tos, solo la única forma de lograr un diagnóstico co-
rrecto de SBA intrauterino. Este diagnóstico también
se debe considerar cuando se observan anomalías fe-
tales asimétricas características, a pesar de la presen-
cia o ausencia de membranas fibrosas (32).
Aunque la visualización de las bridas amnióticas por
ecografía es útil para confirmar el SBA, pero por si
solo no es un hallazgo diagnóstico. Las láminas o bri-
das amnióticas han sido descritas como láminas de
tejido aberrante, generalmente amnios y corion, con
un borde libre dentro del líquido amniótico. El borde
libre no se fija al feto y ha sido descrito como “lamina
amniótica inocente” (33). Estas láminas no restringen
desconoce la evidencia definitiva sobre la relación el movimiento del feto ni causan anomalías fetales.
causal. Wehbeh y colaboradores (34) asociaron estas láminas
Si se consideran las anomalías más del tipo mal- con embarazadas con partos prematuros y recién na-
formaciones que disrupciones, Se esperaría que las cidos de bajo peso al nacer.
hendiduras craneofaciales y los defectos severos de Johnson (35) reportó algunos casos en los cuales las
la pared corporal tengan una patrón predecible con elevadas concentraciones de alfa-fetoproteína mater-
na se asociaron con el SBA. Sin embargo, Este mar- minante (37). Otro diagnóstico diferencial es la ec-
cador no permite el diagnóstico de SBA, debido a que trodactilia, displasia ectodérmica y paladar hendido
también esta elevado en los defectos del tubo neural, (síndrome EEC), una condición autosómica domi-
corioangioma de placenta y nefrosis congénita. nante causado por la mutación en el p63 del 7q21-22
con deficiencia variable de los rayos centrales de las
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL manos y los pies, labio leporino y/o paladar hendido,
El SBA se ha convertido en un diagnóstico de ex- piel seca con hipohidrosis variable, cabello escaso y
clusión en los recién nacidos con anomalías de los seco, hipodontia y uñas finas y débiles (11).
miembros. Esto es, en parte, debido al hecho que el Se han identificado varios genes que producen labio
SBA puede imitar otras condiciones, especialmente leporino y/o paladar hendido; los sujetos con estos
en aquellos que presentan defectos de reducción de perfiles genéticos pueden tener también bridas fibro-
los miembros. El hecho que diferentes etiologías pue- sas orales o faciales. Los síndromes de Van Der Wou-
de causar anomalías similares hace el diagnóstico de de y pterigio poplíteo han sido asociados con la muta-
estos defectos particularmente difícil. ción IRF6. Hallazgos similares han sido descritos en
Al evaluar las anomalías de los miembros que son el síndrome Hay-Wells, causado por la mutación p63.
consistentes con el diagnóstico de SBA, Se debe con- Más aún, las mutaciones p63 son conocidas por estar
siderar la edad gestacional específica. Existen múlti- asociadas a anomalías en miembros. Por lo tanto, el
ples y diferentes teratógenos en humanos que afectan hallazgo de labio leporino y/o paladar hendido en un
la morfogénesis de los miembros incluyendo talido- recién nacido con un síndrome similar al SBA poder
mida, warfarina, fenitoina, ácido valproico y cocaína. presentar un síndrome no conocido previamente con
La fenitoina y el misoprostol pueden causar ruptura una base genética (3).
vascular en un miembro formado normalmente. Los La mayoría de los casos de SBA son esporádicos; Por
procedimientos diagnósticos y terapéuticos durante el lo tanto, el riesgo de recurrencia para esta condición
embarazo, como las muestras de vellosidades corióni- parece ser ínfimo (38), en contraste con el riesgo aso-
cas y la dilatación-legrado, puede producir disrupción ciado a otros desordenes genéticos que causan ano-
vascular y producir anomalías de los miembros (11). malías clínicas similares con alta recurrencia como
La simbraquidactilia es generalmente mal diagnos- el síndrome EEC. Esto demuestra la importancia de
ticada con SBA. Mientras que ambos desordenes establecer el diagnóstico de SBA.
pueden afectar la extremidad a nivel del antebrazo,
muñeca o mano, varios hallazgos diferencian estos CLASIFICACIÓN
diagnósticos. Primero, la simbraquidactilia afecta solo Existen dos sistemas de clasificaciones para el SBA
una extremidad, mientras que el SBA generalmente (tabla 1). En una clasificación inicial dividieron los
afecta varios miembros. Segundo, con la perdida de anillos de constricción en tres amplias categorías
los dedos o la falla transversal de formación asociada basados en el flujo sanguíneo a la piel (39). Clasifi-
a la simbraquidactilia, la porción distal generalmente caron la constricción dependiendo si era lo suficien-
tiene esbozos con uñas y existen invaginaciones al fi- temente profunda para producir linfedema o ampu-
nal de la región (representando la fijación muscular a tación. Weinzweig y colaboradores (40) modificaron
la piel (36). Estos hallazgos no son observados en las la clasificación para incluir un estadio “intermedio”.
amputaciones asociadas al SBA. Finalmente, mien- Reportaron un caso en el cual la alteración del flujo
tras la sindactilia puede estar presente en ambas enti-
TABLA 1
dades, se manifiesta como acrosindactilia en el SAB
SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN DEL SÍNDROME DE
y como sindactilia del desarrollo, generalmente con BRIDA AMNIÓTICA
dedos cortos, en la simbraquidactilia. Original Modificada
Otras condiciones que deberían ser consideradas en 1. Constricción 1. Constricción leve (sin linfedema)
leve (sin linfedema) 2. Constricción moderada con deformidad
el diagnóstico diferencial del SBA incluye el síndro- 2. Constricción distal, sindactilia o estructuras
me Adams-Oliver (defectos heterogéneos de heren- moderada (linfedema) neurovasculares o musculotendinosas
discontinuas sin compromiso vascular.
cia autosómica dominante, incluyendo alteraciones A. Sin linfedema
transversas del miembro o los dedos, aplasia cutis y B. Con linfedema
3. Constricción 3. Constricción severa con compromiso,
malformaciones cardiacas) (11) y una condición muy severa (amputación) linfático, venoso o arterial.
rara caracterizada por deficiencia distal transversa A. Sin pérdida de tejido blando
B. Con pérdida del tejido blando
unilateral con esbozos de herencia autosómica do- 4. Amputación intrauterina
sanguíneo distal no produjo amputación. Un estadio 3. Purandare SM, Ernst L, Medne L, Huff D, Zac-
intermedio 3B se traduce en un agravamiento progre- kai EH. Developmental anomalies with features of
sivo de los sistemas linfáticos, venosos y/o arteriales disorganization (Ds) and amniotic band sequence
asociado con necrosis del tejido blando. (ABS): A report of four cases. Am J Med Genet A.
(2009)149A:1740-8.
TRATAMIENTO 4. Garza A, Cordero JF, Mulinare J. Epidemiology of
Varias opciones de tratamiento están disponibles para the early amnion rupture spectrum of defects. Am J
las alteraciones de las extremidades relacionadas al Dis Child. (1988)142:541-4.
SBA. Las bridas laxas o los orificios amplios no re- 5. Lockwood C, Ghidini A, Romero R, Hobbins JC.
quieren tratamiento quirúrgico, a menos que interfie- Amniotic band syndrome: reevaluation of its patho-
ran la circulación sanguínea o linfática. Las bridas de genesis. Am J Obstet Gynecol. (1989)160:1030-3.
constricción profunda que generalmente se presentan 6. Rayan GM. Amniotic constriction band. J Hand
con inflamación distal a la brida y disminución de la Surg Am. (2002)27:1110-1.
vascularización deben ser liberadas en forma inme- 7. Calis M, Aksu AE, Nacak U, Safak T, Mavili ME.
diata por procedimientos quirúrgicos para evitar la Abdominal amniotic band associated with fenestrated
gangrena o la auto-amputación. La resección quirúr- syndactyly: A rare amniotic band syndrome presenta-
gica de las bridas fibrosas y del tejido necrótico con tion. J Plast Reconstr Aesthet Surg. (2013)66:e390-1.
una plastia en forma de Z o W es el procedimiento 8. Chandran S, Lim MK, Yu VY. Fetal acalvaria with
más comúnmente empleado. La remoción de las bri- amniotic band syndrome. Arch Dis Child Fetal Neo-
das de compresión puede ser realizado en una o dos natal Ed. (2000)82:F11-3.
etapas, generalmente durante el segundo o tercer tri- 9. Kino Y. Clinical and experimental studies of the
mestre. Las intervenciones tempranas son necesarias congenital constriction band syndrome, with an
para evitar la progresión del linfedema (40). Los pa- emphasis on its etiology. J Bone Joint Surg Am.
cientes tratados en forma tardía en el curso del SBA (1975)57:636-43.
generalmente curan muy lentamente con cambios 10. Torpin R. Amniochorionic mesoblastic fibrous
eccematosos secundarios en las partes distales (41). strings and amnionic bands: Associated constricting
Algunos autores han propuesto los procedimientos en fetal malformations or fetal death. Am J Obstet Gy-
dos fases para evitar el compromiso vascular de los necol. (1965)91:65-75.
segmentos distales (40,42). Sin embargo, otros infor- 11. Holmes LB. Teratogen-induced limb defects. Am
mes apoyan la liberación en una sola fase de las bri- J Med Genet. (2002)112:297-303.
das circunferencial debido a que este procedimiento 12. Knöfler M, Pollheimer J. Human placental tro-
evita la necesidad de una segunda intervención y no phoblast invasion and differentiation: a particular fo-
suministra ningún otro riesgo potencial a las estruc- cus on Wnt signaling. Front Genet. (2013)4:190.
turas vasculares o neurológicas subyacentes (5,43). 13. Levy PA. Amniotic bands. Pediatr Rev.
Se deben hacer injertos de tejido subcutáneo y de las (1998)19:249.
fascias sobre el defecto para evitar la recurrencia de 14. Miller ME, Graham JM Jr, Higginbottom MC,
las deformidades. Si el edema persiste después de la Smith DW. Compression-related defects from early
corrección de la brida, puede ser necesario la remo- amnion rupture: evidence for mechanical teratogene-
ción del área edematosa, con cierre directo y conver- sis. J Pediatr. (1981)98:292-7.
sión de la piel sobrante con injertos de piel gruesa. 15. Graham JM Jr, Higginbottom MC, Smith DW.
Las alteraciones motoras y sensoriales que producen Preaxial polydactyly of the foot associated with early
neuropatía con ulceras secundarias y osteomielitis amnion rupture: evidence for mechanical teratogene-
son tratadas con amputación (44). sis? J Pediatr. (1981)98:943-5.
16. Askins G, Ger E. Congenital constriction band
BIBLIOGRAFÍA syndrome. J Pediatr Orthop. (1988)8:461-6.
1. Kim JB, Berry MG, Watson JS. Abdominal cons- 17. Kaplan CG. Fetal and maternal vascular lesions.
triction band: A rare location for amniotic band Semin Diagn Pathol. (2007)24:14-22.
syndrome. J Plast Reconstr Aesthet Surg. (2007) 18. Higginbottom MC, Jones KL, Hall BD, Smith
60:1241-3. DW. The amniotic band disruption complex: timing
2. Charrow J. Missing fingers and toes. Amnion rup- of amniotic rupture and variable spectra of conse-
ture sequence. Pediatr Ann. (2007)36:269-70. quent defects. J Pediatr. (1979);95:544-9.
19. Clavert JM, Clavert A, Berlizon A, Buck P. Ab- defects, amniotic bands and limb-body wall complex.
normalities resulting from intra-adnexal injection Ultrasound Obstet Gynecol. (2002)20:94-5
of glucose in the rabbit embryo--an experimental 33. Tan KB, Tan TY, Tan JV, Yan YL, Yeo GS. The
model of “amniotic disease”. Prog Pediatr Surg. amniotic sheet: a truly benign condition? Ultrasound
(1978)12:143-64. Obstet Gynecol. (2005)26:639-43.
20. Robin NH, Nadeau JH. Disorganization in mice 34. Wehbeh H, Fleisher J, Karimi A, Mathony A,
and humans. Am J Med Genet. (2001)101:334-8. Minkoff H. The relationship between the ultrasono-
21. Pottinger CC, Joshi H, Rowe SA, Fryer AE. graphic diagnosis of innocent amniotic band deve-
Septo-optic dysplasia, limb anomalies and cutis lopment and pregnancy outcomes. Obstet Gynecol.
aplasia: further evidence for overlap between Pagon (1993)81:565-8.
and Adams-Oliver syndromes. Clin Dysmorphol. 35. Johnson VP. Rare causes of elevated maternal
(2009)18:228-31. serum alpha-fetoprotein. A report of three cases. J
22. Taub PJ, Bradley JP, Setoguchi Y, Schimmen- Reprod Med. (1992)37:93-6.
ti L, Kawamoto HK Jr. Typical facial clefting and 36. Kallemeier PM, Manske PR, Davis B, Goldfarb
constriction band anomalies: an unusual associa- CA. An assessment of the relationship between con-
tion in three unrelated patients. Am J Med Genet A. genital transverse deficiency of the forearm and sym-
(2003)120A:256-60. brachydactyly. J Hand Surg Am. (2007)32:1408-12.
23. Orioli IM, Ribeiro MG, Castilla EE. Clinical and 37. Neumann L, Pelz J, Kunze J. Unilateral terminal
epidemiological studies of amniotic deformity, adhe- aphalangia in father and daughter--exogenous or ge-
sion, and mutilation (ADAM) sequence in a South netic cause? Am J Med Genet. (1998)78:366-70.
American (ECLAMC) population. Am J Med Genet 38. Czeizel AE, Vitéz M, Kodaj I, Lenz W. Study of
A. (2003)118A:135-45. isolated apparent amniogenic limb deficiency in Hun-
24. Patterson TJ. Congenital ring-constrictions. Br J gary, 1975-1984. Am J Med Genet. (1993)46:372-8.
Plast Surg. (1961)14:1-31. 39. Lateo SA, Taylor AE, Meggitt SJ. Raised
25. Bouché-Pillon MA, Lefort G, Daoud S. Amniotic limb bands developing in infancy. Br J Dermatol.
disease. Apropos of a series of 20 cases. Chir Pediatr. (2006)154:791-2.
(1987)28:235-9. 40. Weinzweig N. Constriction band-induced vascu-
26. Beidas O, Rayan GM, Al-Harthy A. Digital suc- lar compromise of the foot: classification and mana-
king induced trophic ulcers caused by nerve deficit gement of the “intermediate” stage of constriction-
from amniotic constriction band. J Plast Reconstr ring syndrome. Plast Reconstr Surg. (1995)96:972-7.
Aesthet Surg. (2010)63:e631-4. 41. Gabos PG. Modified technique for the surgical
27. Werler MM, Louik C, Mitchell AA. Epidemio- treatment of congenital constriction bands of the
logic analysis of maternal factors and amniotic arms and legs of infants and children. Orthopedics.
band defects. Birth Defects Res A Clin Mol Teratol. (2006)29:401-4.
(2003)67:68-72. 42. Al-Qattan MM. Classification of the pattern of in-
28. Pumberger W, Schaller A, Bernaschek G. Limb- trauterine amputations of the upper limb in constric-
body wall complex: a compound anomaly pattern in tion ring syndrome. Ann Plast Surg. (2000)44:626-32.
body-wall defects. Pediatr Surg Int. (2001)17:486-90. 43. Magee T, Mackay DR, Segal LS. Congenital
29. Inubashiri E, Hanaoka U, Kanenishi K, Yamas- constriction band with pseudoarthrosis of the tibia: a
hiro C, Tanaka H, Yanagihara T, Hata T. 3D and 4D case report and literature review. Acta Orthop Belg.
sonographic imaging of amniotic band syndrome in (2007)73:275-8.
early pregnancy. J Clin Ultrasound. (2008)36:573-5. 44. Martinot-Duquennoy V, Bonnevalle M, Her-
30. Yamaguchi M, Yasuda H, Kuroki T, Mori N. Early baux B, Pellerin P, Debeugny P. Congenital annular
prenatal diagnosis of amniotic band syndrome. Am J constricting band: a case report with pseudarthro-
Perinatol. (1988)5:5-7. sis and review of the literature. Eur J Pediatr Surg.
31. Daly CA, Freeman J, Weston W, Kovar I, Phelan (1995)5:380-4.
M. Prenatal diagnosis of amniotic band syndrome in
a methadone user: review of the literature and a case Dirección del Autor
report. Ultrasound Obstet Gynecol. (1996)8:123-5. Dra. Maria Labarca Acosta
32. Chen CP, Tzen CY, Chang TY, Yeh LF, Wang W. email: sippenbauch@hotmail.com
Prenatal diagnosis of acrania associated with facial Zulia. Venezuela
Inmunología perinatal.
Perinatal Inmunology.
* Especialista en Inmunología. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba. Rev. Latin. Perinat. 17 (4) 2014
** Especialista en Gineco Obstetricia y Medicina Perinatal. Guayaquil. Ecuador.
Villa Clara. Cuba/ Guayaquil. Ecuador
290
huésped-agente extraño es esencial para permitir al la que la madre conserva su capacidad de respuesta
receptor, eliminar el agente sin daño excesivo a sus inmunitaria al mismo tiempo que el feto es objeto de
propios tejidos. El reto del sistema inmune es por otra una protección muy especial (6, 7).
parte, su capacidad de seleccionar entre una respues- Tradicionalmente, se ha considerado al útero gestan-
ta protectora contra microorganismos, tumores, tras- te como un lugar inmunológicamente privilegiado,
plante o aceptar mediante tolerancia inmunológica a donde el feto es protegido del rechazo por el sistema
los antígenos propios y alimentarios. Los agentes ex- inmune materno. La gestación en sí misma constitu-
traños son diversos y potencialmente patógenos para ye un acontecimiento de equilibrio inmunológico, ya
el organismo1. Los mecanismos que intervienen en que mientras el sistema materno mantiene la compe-
la defensa del organismo son: a) Inmunidad natural, tencia para la defensa contra antígenos foráneos, los
innata o inespecífica; b) Inmunidad adquirida, adap- mecanismos de tolerancia local y periférica previenen
tativa o específica. una respuesta inapropiada contra aloantígenos fetales
Dada la exposición limitada a antígenos in útero y de origen paterno lo que pudiera provocar el rechazo
los defectos en la Inmunidad adaptativa neonatal, los del feto. La tolerancia inmunológica en la interfase
recién nacidos deben recaer en su sistema inmune in- materno-fetal es un evento natural, por el cual el sis-
nato para su protección de manera significativa. Las tema inmunológico huesped no inicia una respuesta
barreras físico-químicas constituyen la primera línea contra el antígeno semialogénico representado por el
de defensa, que al declinar, ceden el paso para que feto; se ha observado que tanto interacciones celula-
se produzca una respuesta inmune innata que ejecuta res como moleculares de los sistemas inmunológicos
diversos mecanismos inespecíficos, como son: fago- materno y fetal, generan una condición que permite la
citosis, inflamación, proteínas de fase aguda, sistema progresión del embarazo y con ello preservar la sub-
del complemento, células NK, células dendríticas (1, sistencia de la especie (6, 7).
2,3.) Los mecanismos que participan de manera importan-
La Inmunidad adquirida o adaptativa incluye la pro- te en la tolerancia inmunológica del embarazo com-
liferación de Linfocitos T y B antígeno específico, si- prenden una secuencia sincronizada de eventos que
guiendo a la presentación del antígeno a su receptor se inicia desde la concepción y fertilización, que con-
por las células del sistema inmune innato, que se di- tinúa con la implantación y progresa constantemente
vide en Inmunidad Humoral mediada por Linfocitos hasta alcanzar un embarazo a término. En el proceso
B productores de anticuerpos (inmunoglobulinas), e se incluyen factores fetales, maternos y placentarios,
Inmunidad Celular mediada por los Linfocitos T que como ocurre con el acoplamiento de los factores ce-
se diferencian en el timo y producen citoquinas. El lulares y moleculares que pone en evidencia la pobre
Linfocito T según sea CD4+ o CD8+ producen dife- expresión de moléculas clase I del complejo principal
rentes patrones de citoquinas y por tanto tienen dife- de histocompatibilidad (MHC-CI) sobre células del
rentes funciones(1, 4,5.) trofoblasto, la inhibición de las respuestas citotóxi-
cas de células Natural Killer especializadas del útero
INMUNIDAD Y EMBARAZO (uNK) , el balance de citoquinas Th1/Th2 de células
El embarazo constituye una paradoja desde el punto T, la actividad inmunosupresora de las T regulado-
de vista inmunológico, ya que los mecanismos nor- ras; varias moléculas con acción inmunomoduladoras
males de protección contra las infecciones son poten- como progesterona, indoleamina (2,3)-dioxigeneasa
cialmente capaces de rechazar y destruir al feto debi- y glicodelina, entre otros (7,8).
do a que éste puede ser visto por el sistema inmune Existen estudios que muestran que la pérdida de esta
materno como un injerto semialogénico; sin embar- tolerancia inmunológica se asocia con abortos espon-
go, un amplio repertorio de estrategias de evasión de táneos, preeclampsia, eclampsia, entre otras patolo-
este sistema, contribuye a la sobrevivencia del feto gías del embarazo. Gran parte de los conocimientos
durante la gestación. Entre dichos procesos naturales sobre la participación del sistema inmune gestacio-
se encuentra el silenciamiento o modulación de los nal, se han obtenido de las mujeres con padecimien-
mecanismos de inducción en los compartimientos tos autoinmunes, en las que existen modificaciones
inmunes innato y adaptativo, por lo que se continua en el curso de la enfermedad durante el embarazo.
buscando una explicación de los diferentes compo- Por ejemplo, las mujeres con artritis reumatoide pre-
nentes de este sistema que es el determinante para el sentan una mejoría clínica, mientras que, en aquellas
inicio y establecimiento de una gestación exitosa, en que padecen lupus eritematoso sistémico la enferme-
dad se exacerba, lo cual es una clara muestra de que para el desarrollo del producto. El patrón de citoqui-
el embarazo modifica el sistema inmune y de que en nas no es constante durante todo el embarazo, estas
este proceso, intervienen múltiples factores que mo- varían dependiendo el momento del embarazo en que
dulan la respuesta inmune innata y adaptativa de la se determinen, manteniéndose un patrón Th2 durante
madre (7,8). el primer trimestre, periodo en que se lleva a cabo la
implantación del producto y formación de la placen-
INMUNIDAD INNATA Y EMBARAZO ta. Al final del tercer trimestre predomina un patrón
El feto es protegido de forma intrauterina por diferen- de citoquinas tipo Th1, algunos autores han conside-
tes barreras mecánicas, como la placenta, el saco vi- rado que este cambio en el perfil de citoquinas a un
telino y el moco cervical, este último debido a su gran ambiente inflamatorio es necesario para el inicio del
viscosidad y su alto contenido de péptidos antimi- parto. Actualmente, se ha establecido que existe un
crobianos. Se ha descrito que las células amnióticas balance de las citoquinas Th1/Th2, el cual es regu-
producen b-defensinas con actividad antimicrobiana, lado entre otros factores por los niveles hormonales;
además de que el líquido amniótico tiene propiedad la pérdida de este equilibrio se asocia con la pérdida
bacteriostática (6, 8). fetal, desarrollo de preeclampsia, entre otros proble-
Alrededor de 40 % de las células deciduales son célu- mas (8).
las de la inmunidad innata. Una proporción conside-
rable, tomando en cuenta que el útero no es un órgano INMUNIDAD ESPECÍFICA O ADAPTATIVA Y
linfoide. Durante un embarazo normal la decidua está EMBARAZO
poblada por una gran variedad de leucocitos, en su Los Linfocitos T más estudiados en el embarazo son
gran mayoría pertenecientes a la inmunidad innata los Linfocitos T reguladores y se les ha propues-
(neutrófilos, macrófagos, células asesinas naturales to como moduladores de la respuesta inmunológica
y células dendríticas), que son células que cumplen de la madre. Durante el primer trimestre de gesta-
múltiples funciones como la fagocitosis, producción ción existe un incremento de células T reguladoras
de citoquinas y de metabolitos del oxígeno, como el CD4+CD25+, por lo que se ha propuesto que la fun-
óxido nítrico (ON), anión superóxido, entre otros; ción de estas células es la regulación del proceso de
también quimiotaxis, liberación de prostaglandinas, implantación. En abortos espontáneos se ha obser-
proteínas de fase aguda y péptidos antimicrobianos. vado una disminución en el número de las células T
En el embarazo se han encontrado modificaciones en reguladoras en la decidua comparada con los niveles
estas células, por ejemplo, los neutrófilos tienen una observados en los embarazos normales. En mujeres
disminución en la quimiotaxis, así como en la adhe- con preeclampsia se ha demostrado que existe una
rencia y liberación de metabolitos del oxígeno. Los disminución en los niveles de células T reguladoras.
macrófagos persisten durante toda la gestación, sus Durante el primer trimestre existe una disminución
funciones son inciertas pero podrían estar asociados en los niveles de Linfocitos B (CD19+) y un aumento
con la presentación de antígenos a linfocitos T, fago- de los linfocitos T (CD4+) y para finales del tercer
citosis de bacterias y restos celulares que se producen trimestre ambas subpoblaciones de linfocitos están
durante la implantación. Al término del embarazo los disminuidas en sangre periférica (4, 7, 8).
macrófagos tienen bajos niveles de moléculas coes-
timuladoras de células T (CD80/CD86) y expresan INMUNIDAD EN EL FETO
indolamina (2,3)-dioxigenasas, por lo que se les ha El sistema inmune es la principal barrera que el ser
atribuido un papel en la prevención de las células T humano posee para protegerse de las infecciones. Du-
maternas8. rante la vida intrauterina el feto está protegido de las
Las células inmunológicas más abundantes en la in- agresiones externas por la madre, por lo que no nece-
terfase materno-fetal son las NK uterinas, que consti- sita que su sistema inmunológico sea operativo; sin
tuyen aproximadamente el 70 % de todas las células embargo, el recién nacido, inmediato al nacimiento,
inmunológicas presentes en éste tejido, con función recibe una avalancha de elementos extraños, por lo
fundamentalmente inmunomoduladoras más que ci- que necesitará disponer de cierta protección, así como
totóxicas (7, 8). una preparación para ejecutar las defensas necesarias
Para la evolución normal de un embarazo debe exis- para su protección inmunológica (9).
tir un balance entre las citoquinas proangiogénicas El feto se desarrolla en un medio estéril pero no
y antiangiogénicas, para generar un ambiente viable exento de exposición ocasional a distintos microor-
ganismos que pueden alcanzar el claustro materno circulación fetal. Por ello, el recién nacido posee un
y el medio interno del feto. De esta manera, desde limitado bagaje de anticuerpos, IgG, fiel reflejo de las
muy temprano del desarrollo de los distintos órganos que existen en la madre. De todas las Inmunoglobu-
y sistemas, los elementos relacionados con la inmu- linas, la única que atraviesa la barrera placentaria es
nidad también tienen lugar (10, 11). El sistema in- la IgG, lo cual ocurre fundamentalmente en el último
mune proviene de las células derivadas de las células trimestre, comenzando aproximadamente desde las
precursoras del sistema hematopoyético, cuya mayor 32 semanas de gestación con alrededor de 400 mg/
fuente es el saco germinal hasta la tercera semana de ml y se incrementa a 1,000 mg/ml al término. La
vida fetal, seguido por el hígado fetal a las 8 semanas transferencia de IgG materna se inicia entre las 12-14
y finalmente por la médula ósea después del quinto semanas y hay un incremento gradual del transporte
mes de gestación. Durante la vida intrauterina estas de IgG entre las 20-30 semanas de gestación; sin em-
células son sometidas al efecto de un microambien- bargo, no todas las subclases de IgG van a estar sufi-
te especializado, tales como el de la médula ósea y cientemente representadas, ya que si bien es eficiente
el timo, respondiendo a las señales de estimulación, la transferencia de IgG1 e IgG3, es muy bajo el aporte
proliferación y diferenciación, para así formar el sis- de IgG2 (5, 10, 11).
tema inmune innato y el adaptativo (9). La IgG en el feto aumenta a partir de la semana 32
En las semanas 5-6 de gestación, la Inmunidad inna- hasta a término del embarazo y excede el nivel de la
ta está representada por macrófagos en el hígado y madre debido al transporte placentario activo. En la
la sangre y en cuanto a la Inmunidad celular, existen edad fetal se sintetizan pequeñas cantidades de IgM
precursores de las células T en el hígado. Entre las desde aproximadamente los cuatro meses y medio del
9-10 semanas de embarazo, en la Inmunidad innata embarazo. La producción de Inmunoglobulinas pro-
se inicia la síntesis de complemento y se encuentran pias es escasa, aunque en los fetos infectados en útero
células NK en hígado; en la Inmunidad Humoral se se estimulan la producción de IgM y ocasionalmente
registran precursores de células B en el hígado y en IgA, pero raramente su propia IgG en respuesta a la
la Inmunidad Celular hay precursores de las células infección, debido a la presencia de IgG pasiva trans-
T en el timo. A las 12-14 semanas en la Inmunidad placentaria, así como también por la falta de cambio
innata se encuentran macrófagos en nódulos linfoides del isotipo, aunque se debe reconocer que el feto sí es
y células presentadoras de antígeno con HLA mayor capaz de producirla también si fuera necesario pero
clase II; en la Inmunidad humoral hay células pre- en menor medida. La mayor función de la IgG en de-
B con IgD, IgG e IgA y en la Inmunidad celular se fensa del huésped es proporcionar actividad opsónica
observa células T CD4+ y células CD8+ en el timo, para bacterias piógenas y actividad neutralizante para
hígado y bazo. Se inicia de la transferencia pasiva de virus. Los prematuros nacidos antes de las 32 sema-
IgG materna. En las semanas 16-17, la Inmunidad in- nas de gestación tienen una profunda deficiencia de
nata tiene macrófagos maduros en el hígado y neutró- IgG (9, 11).
filos circulantes; en la Inmunidad Humoral hay una A medida que se avanza en el embarazo el feto alcan-
gran número de células B en el bazo, sangre y médula za mayor provecho, tanto en lo referente al traspaso
ósea y en cuanto a la Inmunidad Celular, hay células pasivo de IgG materna, como en la propia madura-
T en la sangre y tejido linfoide/reordenamiento de re- ción de sus defensas y sistema inmune. Con ello se
ceptores. Entre las 20-30 semanas en la Inmunidad verifica que el recién nacido tiene capacidad de res-
Humoral las células B secretan anticuerpos y en la puesta, pero todavía en este período no ha alcanzado
Inmunidad Celular hay un incremento gradual de los la adecuada madurez inmunológica. Está claro que el
Linfocitos T secretores de citoquinas y se incrementa principal estímulo para la maduración postnatal de la
gradualmente el transporte transplacentario de IgG 9. función inmune son las señales del ambiente micro-
Los monocitos son funcionales en las últimas sema- biano, particularmente en el tracto gastrointestinal,
nas de gestación (10), mientras que las proteínas del con la formación de la flora microbiana. Las infeccio-
complemento, no son transferidas a través de la pla- nes, particularmente en el tracto gastrointestinal y res-
centa por lo que el feto debe fabricarlas por sí mismo piratorio, también pueden contribuir a este proceso.
(11-13). Ontogénicamente se producen múltiples cambios en
La inmunidad sérica durante la vida fetal queda limi- los niveles de inmunoglobulinas desde el nacimiento
tada a la transferencia de IgG materna, que mediante hasta los 8 ó 10 años, en que estos se estabilizan (9,
un sistema complejo logra desde la madre alcanzar la 12, 14). La inmunidad celular comienza a ser patente
al final del primer trimestre cuando el hígado comien- adecuadamente al estímulo quimiotáctico. Por otro
za a liberar linfocitos B y el timo linfocitos T (10). lado, existe anormalidad en la adherencia leucocitaria
A modo de resumen, se debe señalar que el feto goza y alteración en la migración. (2, 3, 11,17)
del medio ambiente protector intrauterino, fortificado La presentación del antígeno, en especial la función
por las barreras mecánicas, recibe un buen aporte de de células dendríticas, puede estar disminuida debido
anticuerpos maternos y posee un sistema inmune ca- a que estas células en el neonato tienen una capacidad
paz de reaccionar, aunque no completamente a antí- menor para sobreregular las moléculas coestimula-
genos y microbios extraños. En general, aunque todos torias en la célula CD4 (Linfocitos). Los monocitos/
los componentes del sistema inmune estén operativos macrófagos del neonato tienen una capacidad reduci-
desde finales del primer trimestre su capacidad de da para matar a organismos intracelulares, tales como
respuesta es limitada, aun en el recién nacido. Este micobacteria, listeria y ciertos virus, en parte debido
obtendrá cierta protección a las infecciones entéricas a la activación disminuida de citoquinas de las célu-
gracias a las IgA que aporta la lactancia materna. El las T. Las respuestas de granulocitos de los neonatos
feto tiene la facultad de sintetizar inmunoglobulinas son inicialmente adecuadas, pero hay reserva pobre
en las primeras etapas de la gestación. Se demostró la en médula ósea y una tendencia a neutropenia con in-
producción de IgM e IgG en el bazo humano, después fección severa. El movimiento de estas células puede
de la vigésima semana de gestación. Los niveles de también ser limitado. (11, 12)
Ig G son muy altos en la vida fetal y en las primeras El sistema de complemento es un buen ejemplo de un
semanas de vida extrauterina, debido a que esta inmu- proceso de activación secuencial en cascada, permi-
noglobulina es la única que pasa de la madre al feto a tiendo una amplificación de la respuesta humoral, ya
través de la placenta. En útero la infección es rara y el que proporciona actividad opsónica limitada debido
momento crítico para la mayoría de los recién nacidos a que la actividad y los niveles del complemento son
ocurre cuando emergen del útero, ya que el afluen- solo 50% del de los adultos. Es considerablemente
te de inmunoglobulina materna G (IgG) se suspen- más bajo en el prematuro y son inferiores en propor-
de abruptamente y entra en un mundo de gérmenes ción a la menor edad gestacional, siendo el C1 incluso
(9-12). Biológicamente, el feto requiere de un cierto más bajo. Los niveles disminuidos del complemento
número de semanas en el útero para que su organis- causan deficiencias de activación de productos que
mo esté maduro para adaptarse a la vida extrauterina. son esenciales para la quimiotaxis y opsonización. La
Cuando nace antes de haber completado este ciclo de actividad de la vía alternativa del complemento, se-
maduración, se dice que ha nacido prematuramente y cundaria a las concentraciones disminuidas del factor
por lo tanto puede presentar problemas en su adapta- B, también está de esta manera en el neonato. Así, la
ción a este nuevo estado (15, 16). fibronectina, una proteína plasmática que promueve
la depuración reticuloendotelial de los microorganis-
INMUNIDAD EN EL NEONATO mos invasores, es deficiente en el plasma del cordón
Al nacimiento, el niño tiene su sistema inmunológico neonatal. Esta deficiencia observada en neonatos pue-
completo aunque inmaduro, pero es capaz de respon- de contribuir a incrementar la susceptibilidad a infec-
der a los estímulos antigénicos. Tiene múltiples anor- ciones. (2, 3, 5, 9, 13, 15, 17)
malidades en el desarrollo de su sistema inmune, que El recién nacido tiene un número normal o aumenta-
involucran a los anticuerpos/inmunoglobulinas, com- do de células B pero con mínima diferenciación celu-
plemento y granulocitos, pudiendo contribuir a la alta lar plasmática, son Linfocitos B no funcionales pero
incidencia de sus infecciones. El recién nacido carece con un aporte completo de IgG materna a través de
de memoria inmunológica debido a que en condicio- la placenta. Esto protege generalmente de infección
nes normales, el feto está exento de estímulos produ- por 6 meses, momento en el cual el niño de término
cidos por antígenos extraños. Dicha memoria se va está sintetizando sus propias inmunoglobulinas, por-
adquiriendo a medida que entra en contacto con los que al nacimiento tiene niveles disminuidos de todas
diferentes antígenos (1-5, 9, 11, 14, 17, 18). las clases de Inmunoglobulinas (Ig), excepto para la
Las respuestas de las células mononucleares del recién IgG, gracias al paso pasivo transplacentario. Estos ni-
nacido son inmaduras, en particular la producción del veles a su vez disminuyen pocos meses después del
interferón. Además, están disminuidas en respuesta a período nacimiento, creando un bache inmunológico.
una variedad de estímulos, por la deficiente habilidad La producción específica de anticuerpos es débil al
de los leucocitos polimorfonucleares para responder nacer para la mayoría de los antígenos, adecuada por
2 meses para muchos antígenos proteicos, pero retra- los prematuros, pues sufren de más procedimientos
sada hasta los 24 meses para los antígenos polisacá- invasivos y sus mecanismos de defensa son más rús-
ridos. Durante la lactancia, descienden los niveles de ticos. (18-21)
IgG por catabolismo de esas moléculas, que no tienen El neonato es un ser en desarrollo constante de todos
repuesta por carecer el niño aún de la capacidad de sus aparatos y sistemas. Al nacimiento no ha logrado
síntesis de las mismas. (5, 9,17-23) obtener aun la madurez en determinadas funciones,
La única inmunoglobulina que los neonatos sinteti- tales como el sistema de defensa inmune, sin embar-
zan normalmente es la M. Tiene acción muy particu- go, su capacidad de respuesta es lo suficientemente
lar para los Gram negativos y al no estar en suficien- elemental y necesaria para poder sobrevivir. Al pasar
te cantidad en el recién nacido, hay predisposición bruscamente de la vida fetal en un medio estéril, a la
también a la infección por estos microorganismos. La etapa extrauterina, en la cual hay un constante enfren-
concentración de IgM en el recién nacido pre térmi- tamiento a una extensa variedad de agentes biológi-
no menor de 28 semanas de gestación es de 6 mg/dl, cos, con los que tiene que interactuar y a la vez, evitar
aumentando a 11 mg/dl en el recién nacido a término. ser agredido por los mismos. La exposición prenatal
En el periodo postnatal, las concentraciones de IgM y postnatal a productos microbianos ambientales que
aumentan en forma rápida, probablemente como res- pueden activar la inmunidad innata, puede acelerar
puesta a los estímulos antigénicos, de tal manera que este proceso de maduración (11, 12, 14,18-20.)
al año de edad se estima que se alcanza el 59% del
valor de IgM del adulto. Esto es similar en los recién INMUNIDAD EN EL PREMATURO
nacidos prematuros y a término. (5, 9, 15, 17, 18, 20, La característica que define la patología del prema-
21) turo es la inmadurez de sus diferentes sistemas, los
La inmunoglobulina A constituye la primera línea cuales no están preparados para responder a las exi-
de defensa en la inmunidad de piel y mucosas, pero gencias de la vida extrauterina. De acuerdo a esto, a
están deficientes en el epitelio mucoso intestinal fe- menor edad gestacional más graves y frecuentes son
tal, pero pronto hacen su presencia en respuesta a los los problemas de adaptación y más complejo su tra-
factores estimulantes después del nacimiento. La ali- tamiento. Prácticamente no hay ningún órgano o sis-
mentación con leche materna adiciona un mecanismo tema que no requiera de una adecuación a las nuevas
protector al tracto intestinal por la gran cantidad de condiciones que demanda la vida extrauterina y que
factores protectores que contiene, sobre todo esta In- en el caso del prematuro puede estar afectado y re-
munoglobulina. (11, 15, 22) quiere de cuidado. (24, 25)
Los linfocitos T del recién nacido (RN) son diferentes El sistema inmune del recién nacido pre término es
a los del adulto y producen con limitaciones las cito- insuficiente y tiene respuestas leves a varios estí-
quinas. Se ha demostrado que en el feto y el RN estas mulos antigénicos. La inmunidad inespecífica no es
células exhiben deficiencias tales como baja respues- eficaz, ya que esta relacionada a la vulnerabilidad de
ta proliferativa, menor producción de IL-2, disminu- la barrera cutánea, mucosa e intestinal, disminución
ción de la actividad citolítica y producción anormal de la reacción inflamatoria e incompleta fagocitosis
de citoquinas. Por esto, las respuestas a antígenos y función bactericida de los neutrófilos y macrófa-
T-dependientes específicos, incluyendo citotoxicidad gos. La inmunidad específica, muestra disminución
dependiente de CD8+ y la producción de anticuerpos de IgG que es de transferencia materna, con práctica
dependientes de CD4+ están reducidas o retardadas ausencia de IgA e IgM (concentraciones reducidas de
en comparación con el adulto. (9, 23) gammaglobulinas al nacimiento y reducción de la re-
Los cuadros infecciosos en el recién nacido siguen serva de inmunoglobulinas maternas).
siendo una importante causa de morbimortalidad en La respuesta de la inmunidad celular es relativamen-
el neonato, permaneciendo la letalidad por sepsis en te competente. Casi 33% de los neonatos con peso
cifras cercanas al 30%. Un 2% de los niños se infec- corporal menor de 1 500 g desarrollan hipogammag-
ta in útero y hasta un 10% de los recién nacidos en lobulinemia sustancial. Por lo tanto, son susceptibles
período neonatal. El feto y neonato son más suscepti- a infecciones bacterianas piógenas, ya que la mayor
bles a la infección y cuando ella se presenta adquiere parte de los anticuerpos que pueden opsonizar los
rasgos de mayor severidad. Está demostrado que las antígenos capsulares de las bacterias piógenas son
respuestas inmunológicas primarias y secundarias es- IgG e IgM. Estos infantes no producen anticuerpos
tán disminuidas, siendo particularmente vulnerables de tipo específico, lo que al parecer es consecuencia
de un defecto de la diferenciación de los linfocitos por la enfermedad como por los medicamentos nece-
B en plasmocitos secretores de inmunoglobulinas y sarios para su control. Es una de las complicaciones
la facilitación mediada por linfocitos T de la síntesis médicas más frecuentes, 7-10%, que eleva significa-
de anticuerpo. La incapacidad de limitar la infección tivamente la incidencia de mortalidad y morbilidad
a un territorio orgánico, hace que un proceso de este materna–fetal y la primera causa de muerte materna
tipo sea sinónimo de sepsis, con focos secundarios en la segunda mitad de la gestación debido a sus múl-
que comprometen severamente el pronóstico. Si se tiples complicaciones. Es un reto médico permanente
tiene en cuenta las manipulaciones médicas que el y su manejo difiere del resto de la hipertensión en la
neonato pretérmino precisa, con procedimientos in- mujer no embarazada (27-32). Existe el consenso de
vasivos múltiples (cateterismos vasculares, intuba- que el bajo peso (BP) al nacer se relaciona con la hi-
ción endotraqueal, alimentación parenteral, etc) aso- pertensión arterial en el embarazo. La asociación en-
ciados a la ecología hospitalaria donde es atendido, la tre la hipertensión materna y sepsis neonatal ha sido
posibilidad de adquirir una infección es alta, a las que motivo de gran interés y se describe un aumento de
se añade una respuesta limitada que compromete su las infecciones en el RN de madres hipertensas. (33-
pronóstico. (24-26) 35)
Se plantea que en los recién nacidos de bajo peso la En la etiología de la preeclampsia-eclampsia se plan-
inmadurez del sistema inmune es más marcada, tan- tean varias teorías. Algunas de las más difundidas son
to en aquellos niños con insuficiencia de su peso en el desequilibrio entre prostaciclina y tromboxano, el
relación con la edad gestacional, como a los nacidos papel del óxido nítrico, la susceptibilidad genética,
antes del término de la gestación. Aunque se plantea causas inmunológicas, alteración en la reactividad
que el desarrollo del sistema inmune se inicia alrede- vascular y el riego sanguíneo, disminución del volu-
dor de la sexta semana de gestación y su maduración men vascular y la filtración glomerular, entre otras.
ocurre dentro del útero, los tejidos linfoides, respon- (27, 29, 30,36) La inmunología participa muy proba-
sables de la producción de Linfocitos T, se afectan blemente en la alteración de la implantación placen-
tanto cuando el bajo peso es secundario al nacimiento taria y de los factores circulantes con capacidad de
pretérmino, como cuando está asociado a la desnutri- hiperactivar el endotelio. (37)
ción. Se ha demostrado que los neonatos con restric- En la preeclampsia se han encontrado diferentes al-
ción en el crecimiento intrauterino (RCIU) tendrán teraciones inmunológicas en la gestante. Con rela-
menos Linfocitos T al nacimiento e incluso durante ción al compromiso de la Inmunidad Humoral, se ha
los años futuros, a diferencia de los prematuros que reportado disminución en los niveles circulantes de
nacen con similar deficiencia, pero que rápidamente inmunoglobulinas (IgG e IgM), de anticuerpos blo-
alcanzan la normalidad. Esta Inmunidad celular afec- queadores y de las fracciones del complemento C3 y
tada, propia de los productos con bajo peso al nacer, C4. La elevación de la IgM se asocia con efecto agu-
les confiere especial predisposición a las infecciones. do de la enfermedad en problemas inmunológicos,
(24-26) lo que sugiere que la elevación observada en la fase
aguda se presenta por efecto de la preeclampsia. (37)
PREECLAMPSIA El aumento de las infecciones en los recién nacidos
El embarazo es una situación fisiológica en el que de madres hipertensas, además de su sistema inmu-
ocurren grandes cambios destinados a crear un am- ne inmaduro, se relaciona con el estado precario del
biente materno favorable al desarrollo del feto, en intercambio gaseoso a nivel de la unidad fetoplacen-
cuya génesis participan tanto el organismo materno taria como consecuencia de la enfermedad, lo cual
como la unidad feto-placentaria. Resultado de estas favorece la aparición de gérmenes anaeróbicos. El
modificaciones hormonales, metabólicas, inmuno- incremento en la frecuencia de las infecciones en el
lógicas y otras, es que durante la gestación pueden neonato se relaciona con una mayor severidad de la
agravarse algunas afecciones previas, se facilita el hipertensión en la madre. Dentro de la morbilidad
inicio de otras o aparecen situaciones que son propias neonatal las infecciones se encuentran en segundo lu-
del embarazo, tal es el caso de los trastornos hiper- gar en frecuencia y su predominio de inicio temprano
tensivos. (27) (connatales), ocurren en los neonatos de madres hi-
La hipertensión durante el embarazo es causa fre- pertensas. Las infecciones de inicio tardío (adquirido)
cuente de partos pre términos y bajo peso al nacer, también predominan en este grupo, hecho atribuible a
en la que el producto de la gestación se afecta tanto factores como su prematuridad, bajo peso y enferman
más que los de madres no hipertensas, riesgo a los en estos casos el riesgo de padecer una preeclampsia
que se suma el uso y abuso de antibióticos, de alimen- se duplica. (54-65)
tación parenteral, uso de catéteres y otros procedi- Algunos investigadores han propuesto que el reco-
mientos invasivos a los que se someten estos infantes nocimiento inmunológico en el embarazo es esencial
que pueden complicar aún más su evolución. (38, 39) para el éxito del mismo, pues además de prevenir el
Dentro de los factores de riesgo de preeclampsia se rechazo del hemialoinjerto (la mitad de la carga gené-
hallan los padecimientos inmunológicos como el sín- tica es paterna), faculta el estímulo para la descarga
drome antifosfolípido secundario, las trombofilias y de citoquinas y factores de crecimiento, los cuales
dislipidemia. (37) Existe consenso de que uno de los promueven la progresión y desarrollo del producto de
principales trastornos que produce la hipertensión la concepción. La primigravidez presenta susceptibi-
materna es una mayor frecuencia de prematurez y lidad 6 a 8 veces mayor que en las multíparas. Las
por lo tanto, una elevada incidencia de neonatos de mujeres jóvenes nulíparas o mayores de 35 años mul-
bajo peso (BP) y de muy BP al nacer debido a una típaras; son más susceptibles a padecer hipertensión
disminución del flujo útero placentario que afecta al inducida por el embarazo. (37, 48, 52, 53)
crecimiento fetal, afectándose el feto tanto por la en- La preeclampsia se reconoce actualmente como una
fermedad materna como por los medicamentos que enfermedad provocada por un fenómeno de inadapta-
pudieran usarse para lograr su control. Asimismo, es ción inmunitaria de la madre a la unidad fetoplacenta-
bien conocido el hecho de que la hipertensión mater- ria, contiene antígenos paternos que son extraños para
na retrasa el crecimiento fetal y por lo tanto, la inci- la madre huésped y que se supone sean los responsa-
dencia de neonatos pequeños para la edad gestacional bles de desencadenar todo el proceso inmunológico
es mayor que en la población general, registrando una que provoca el daño vascular, causante directo de la
morbimortalidad mas elevada que los de peso normal. aparición de la enfermedad. En la preeclampsia, el
Este aspecto tiene implicaciones en el futuro desarro- sistema reticuloendotelial no elimina los antígenos
llo de los niños afectados, al incrementar diversos fetales que pasan a la circulación materna y se forman
trastornos tanto en la infancia como en la vida adulta, entonces inmunocomplejos, que se depositan final-
ya que hay fuertes evidencias de que el bajo peso al mente en los pequeños vasos sanguíneos y provocan
nacer se relaciona con una incidencia mayor de hi- daño vascular y activación de la coagulación con ne-
pertensión arterial y enfermedad cardiovascular en el fastas consecuencias para todo el organismo. Durante
adulto. (40-51) el primer embarazo se pondría en marcha todo este
En las mujeres menores de 20 años se plantean teo- mecanismo inmunológico y surgiría la preeclampsia,
rías hereditarias e inmunológicas del desarrollo de la pero a la vez, también se desarrollaría el fenómeno
hipertensión en el embarazo, que se interpreta fun- de tolerancia inmunológica, que evitará que la enfer-
damentalmente por una mayor resistencia del mús- medad aparezca en gestaciones posteriores, siempre
culo uterino y una deficiente adaptación vascular a que se mantenga el mismo compañero sexual. Así,
las necesidades que impone la gestación. Varios auto- el efecto protector de la multiparidad se pierde con
res plantean que en las embarazadas que transcurren un cambio de compañero. El fenómeno de tolerancia
en los extremos de la edad reproductiva, aumenta la inmunológica disminuye con el tiempo y aproxima-
frecuencia de bajo peso al nacer, señalando un pre- damente 10 años después de una primera gestación,
dominio en madres menores de 20 años y en las eda- la mujer ha perdido la protección que le confiere esta.
des mayores a 35 años, debido a que las condiciones (37)
biosicosociales repercuten en mayor cuantía y existe Algunos investigadores han confirmado la asociación
una incidencia más alta de gestosis, seudogestosis e de los trastornos hipertensivos con el parto pretér-
intervenciones obstétricas. (52-65) mino debido a la decisión obstétrica de interrumpir
Para las madres añosas se reportan nacimientos de el embarazo por esa causa, así de cada 10 gestantes
bajo peso con la peor calidad (peso menor de 1500 hipertensas severas, 9 terminan su embarazo por ce-
g) debido a que se les asocian varios factores de ries- sárea. (38, 39, 40, 42) Por todos estos antecedentes es
go que pueden tener carácter biológico, psicológico, importante identificar y modificar el riesgo existente
social y ambiental y pueden influenciarse entre ellos. antes del embarazo, con el fin de lograr que la con-
Para algunos autores las edades extremas constituyen cepción ocurra en las mejores condiciones posibles.
uno de los principales factores de riesgo de hiperten- La identificación temprana de los factores de riesgo,
sión inducida por el embarazo, y se ha informado que seguida de una atención adecuada, pueden prevenir o
modificar los resultados perinatales desfavorables66, 10. Fisiología fetal. Tema 1. Curso 2006-2007, p 6-7.
señalando sin duda que la prevención que permite Disponible en: http://www.uv.es/dpog/santonja/
una consulta preconcepcional para tratar los signos 11. Lewis DB, Gern JE, Hill HR, Friedlander SL, La
de riesgo en la madre y el producto de la concepción pine TR, Lemanske RF, et al. Inmunología neonatal:
antes de haber llegado una condición crítica es el ma- Relevancia para el clínico. Curr Probl Pediatr Ado-
yor contribuyente para evitar la presencia y las con- lesc Health Care May/June 2006; 36:189-204.
secuencias ominosas de esta patología hipertensiva. 12. Lewis DB, Wilson CB. Developmental immuno-
logy and role of host defenses in fetal and neonatal
BIBLIOGRAFÍA susceptibility to infection. In: Remington JS, Klein
1. Inmunología celular y molecular. Abul K. Abbas, JO, Baker C, et al, editors. Infectious diseases of the
Jordan S. Pober y Andrew H. Lichtman. Capítulo 1 fetus and the newborn infant. 6th ed. Philadelphia:
Propiedades y consideraciones de la Respuesta In- Saunders/Elsevier; 2005. p. 87-210.
mune. Elsevier Saunders Edit., 7ma edición, 2011; p. 13. Bequer Mendoza LC, Gómez Hernández T, Sa-
1-14. lazar Torres L, Molina Hernández O, Heredia Ruiz
2. Roitt Essential Immunology. Roitt l M y Delves D, Hernández Moreno V. Valores de referencia de
P J. Capítulo 1 Inmunidad innata, p. 1-20. Blackwell proteínas del complemento en recién nacidos, niños
Science Ltd a Blackwell Publishing company. Déci- y adultos sanos cubanos. MedLab 2011; 3 (4): 4-9.
ma Edición. 14. Salazar Torres L, Bequer Mendoza L, Gómez
3. Inmunología celular y molecular. Abul K. Abbas, Hernández T, Pérez de Alejo L, Molina Hernández O
Jordan S. Pober y Andrew H. Lichtman. Capítulo 4 R. Niveles de inmunoglobulinas y complemento en
Inmunidad innata. Elsevier Saunders Edit., 7ma edi- recién nacidos sano de villa clara, cuba. Rev. Hosp.
ción; 2011, p. 55-88. Mat. Inf. Ramón Sardá 2011; 30(3): 107-111.
4. Roitt Essential Immunology. l Roitt l M y Delves 15. Valdez MS, Gómez Vasallo A. Recién nacido. Ge-
P J. Capítulo 2 Inmunidad Adquirida Específica, p. 2 neralidades. Definiciones básicas. En: Temas de Pe-
1-36. Blackwell Science Ltd a Blackwell Publishing diatría. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2006.
company. Décima edición. p. 115-136.
5. Inmunología celular y molecular. Abul K. Abbas, 16. Ashwood ER, GI Knight. Disorders of pregnancy.
Jordan S. Pober y Andrew H. Lichtman .Capítulo 12 In: Tietz. Fundamentals of clinical chemistry. Burtis
Mecanismos Efectores de la Inmunidad Humoral. El- CA, Ashwood ER, Bruns DE, editors. 2008, 6th edi-
sevier Saunders Edit., 7ma edición; 2011, p. 269-292 tion, Saunders Elsevier. p. 802-824.
6. Arias M. E., Villegas J. Avances en Inmunidad Ges- 17. Enríquez-Rincón F. Inmunología-Capítulo uno.
tacional. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo. Inmunidad Innata (No-Específica). 2007 [accedido 31
php?pid=S0717-95022010000300009&script=sci_ de Mayo del 2007] URL disponible en: http://pathmi-
arttext. cro.med.sc.edu/Spanish-immuno/imm-chapter1.htm.
7. Vázquez-Rodríguez S, Bouchan-Valencia P, Gon- 18. Roserberg a. The IUGR newborn. Semin Perina-
zález-Jiménez MA, Paredes-Vivas LY, Calixto-Gon- tol 2008; 32(3):219-24.
zález R, Cérbulo-Vázquez A. Mecanismos de toleran- 19. Avery ME, Richardson D. Historia y epidemio-
cia inmunológica en el embarazo. Perinatol Reprod logía. En: Ballard T. Tratado de neonatología. 7ma
Hum 2011; 25 (1): 39-45. Disponible en: http://www. edición; 2010. p. 1-13.
medigraphic.com/inper. Disponible en: www.medi- 20. Verdecia Pacheco Y, Estrada García C, Rodés
graphic.org.mx. Santiesteban E. Factores de riesgo de la infección
8. Armenta Martínez OA, Espinosa Villaseñor N, neonatal. Multimed; 2010 14(2). Citado en: http://
Arroyo Kuribreña JC, Soto Vega E. Modulación de la www.multimedgrm.sld.cu/articulos/2010/v14-2/4.
respuesta inmunológica durante el Embarazo. Revista html.
Cubana de Obstetricia y Ginecología. 2011; 37(2):p. 21. Kricka LJ. Principles of Inmunochemical techni-
277-287. Disponible en: http://web.a.ebscohost.com/ ques. In: Tietz. Fundamentals of clinical chemistry.
ehost/pdfviewer/pdfviewer?vid=7&sid=. Burti CA, Ashwood ER, Bruns DE, editors. 2008, 6th
9. Manuel Díaz Álvarez. Inmunidad en el período edition, Saunders Elsevier. p. 155-170.
neonatal. Ciudad Habana. Consultado en septiembre 22. Inmunología celular y molecular. Abul K. Abbas,
2013. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/ Jordan S. Pober y Andrew H. Lichtman .Capitulo 13
sitios/pediatria/inmunidad en el periodo neonatal.pdf Inmunidad de las Mucosas. Elsevier Saunders Edit.,
Salazar ME. Predictores de la preeclampsia-eclamp- 60. López JI, Lugones Botell M, Mantecón Echeva-
sia en un grupo de gestantes de alto riesgo. Rev Cu- rría SM, González Pérez C, Pérez Valdés-Dapenal
bana Obstet Ginecol 2011; 37(2). D. Algunos factores de riesgo relacionados con el
48. Cunningham FG et al. Trastornos hipertensivos bajo peso al nacer. 2011. Disponible en: http://scie-
del embarazo. En: Williams Obstetricia. Editorial lo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
Ciencias Médicas 2007; p. 489-532. 600X2012000100006.
49. Albers LL, Overman B, Sedler KD. Intrapartum 61. Guevara Cosme JA, Montejo Echavarría E,
hypertension in a low risk obstetric population. J Nur- Fernández Meralles RM, Cordero Isaac R, Villa-
se Midwifery 2008; 43 (2): 106-10. mil Blanco Y. Factores de riesgo del bajo peso al
50. Rinaudo PF, Lamb J. Fetal origins of perinatal nacer en el Hospital Materno de Palma Soriano
morbidity and/or adult disease. Semin Reprod Med durante un trienio. MEDISAN 2009 [citado 20 di-
2008; 26(5):436-45. ciembre 2008]; 13(2):24-36. http://www.scielo.
51. Rrybertt F. Patologías maternas, su efecto sobre el sld.cu/scielo.php?script=sci_issues&pid=1029-
feto y el recién nacido. Rev Med Clin Condes 2008, 3019&lng=es&nrm=iso.
19(3): 236-44. 62. Domínguez Domínguez, Inés. Estudio del bajo
52. Riesgo reproductivo. De EcuRed, 14 de noviem- peso al nacer en Cayo Hueso. Rev Haban Cienc Méd
bre 2012. http://www.ecured.cu/index.php. [revista en internet] 2010 [citado 8 diciembre 2010];
53. Pedraza D, Silva A. Síndrome hipertensivo del 9(4):588-594. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scie-
embarazo. En: Salinas H, Parra M, Valdés E, Carmo- lo.php?script=sci_arttext&pid=S1729519X2010000
na S, Opazo D. Obstetricia. 1ra. edición. Ed. RED, 400019&lng=es&nrm
Santiago de Chile 2005; 329-36. 63. Gala Vidal H, Crespo Mengana E, García Díaz
54. Siza JE. Risk factors associated with low birth RC, Bertrán Bahades J, Valón Rodríguez AO. Facto-
weight of neonates among pregnant women atten- res de riesgo asociados al bajo peso al nacer en una
ding a referral hospital in northern Tanzania. Tanzan comunidad venezolana. MEDISAN [revista en in-
J Health Res 2008; 10(1):1-8. ternet] 2010 [citado 8 diciembre 2010]; 14 (2): [11
55. Umans JG. Approach to hypertension manage- páginas]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.
ment in pregnancy. ASH. American Society of Hyper- php?script=sci_arttext&pid=S102930192010000200
tension Annual meeting. San Francisco 2009; p.87. 011&lng=es&nrm=iso
56. Gómez Hernández T, Salazar Torres L, Bequer 64. Martínez Barreiro LA, Herrera León L. Un exa-
Mendoza L, Molina Hernández O, Alfonso Pestano men crítico del peso al nacer, en su relación con la
AD, Rodríguez Pérez M. El bajo peso al nacer: com- edad gestacional, el tipo y resultado del embarazo.
portamiento de algunos factores asociados. Rev. La- Revista Especializada en temas de población [revista
tin. Perinat. 17 (1) 2014. en internet] 2008 [citado 12 marzo 2009]; 4(8): [12
57. Martínez Argudín XE, Duarte Duarte Y, Portales páginas]. Disponible en: http://www.cedena.uh.cu/
Gil E, Mirabal Martínez G. Factores maternos y bajo Revista/portada.html
peso al nacer, Bahía Honda. 2011. http://publicacio- 65. Álvarez Ponce VA. Comportamiento de la enfer-
nes.pri.sld.cu/rev-fcm/rev-fcm15-1.html medad hipertensiva en la Sala de Cuidados perinata-
58. Mederos Ávila ME, Casas Fernández JA, Ramos les [tesis]. La Habana: Hospital Docente Ginecoobs-
Borlot DM, Arañó Rodríguez M, Abellás La O AC. tétrico Guanabacoa; 2007.
Algunos factores biosociales y obstétricos de la en- 66. Herrera Alcázar V. Atención Prenatal. En: Álva-
fermedad hipertensiva gravídica en el Hospital de rez Sintés R. Temas de Medicina General Integral. La
Chitungwiza (Zimbabwe). MEDISAN 2010; 14(6) Habana, Cuba: Editorial Ciencias Médicas 2008; p.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid 225-31.
=S102930192010000600006lng=es&nrm=iso
59. Luque Fernández MA. Evolución del riesgo de Dirección de la Autora
mortalidad fetal tardía, prematuridad y bajo peso al Dra. Lay Salazar
nacer, asociado a la edad materna avanzada, en Es- email: layst@ucm.vcl.sld.cu
paña (1996-2005). Gac Sanit [serie en internet] 2008 Villa Clara. Cuba
[citado 11 enero 2009]; 22(5):396-403. Disponible
en: http://www.scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_
isc&pid=0213911120080005&lng=pt&nrm=iso.
los fetos si estan normales, sin embargo presenta una bio, el balance energético es positivo y el ECG mues-
gran tasa de falsos positivos, pues en aquellos regis- tra una onda ST normal, que se define como un seg-
tros que muestran alteraciones no se discrimina acer- mento ST positivo horizontal o inclinado hacia arriba,
tadamente el estado fetal de deterioro, especialmente y una altura de la onda T que es estable y no aumenta.
cuando la presencia de dips umbilicales enmascara la En caso de presentarse hipoxia fetal, la cantidad de
verdadera situación de salud fetal. oxígeno disminuye, al mismo tiempo que continúa
Para solventar este problema se intentan buscar otros igual la carga de trabajo, esto genera un balance ener-
métodos de monitorización que complementen a la géti-co negativo. En este momento el ECG cambia
CTG y que detecten mejor los fetos con riesgo de hi- debido a la hipoxia del miocardio y puede verse un
poxia. Con esta intención surge el análisis del electro- segmento ST bifásico que pasaría de ser horizontal,
cardiograma (ECG) fetal que nos proporciona datos o inclinado positi-vamente, a inclinarse hacia abajo.
precisos sobre la frecuencia cardíaca fetal y lo que El feto reacciona con la liberación de adrenalina, que
es más importante, permite el estudio automatizado activa aún más el miocardio, con lo que el metabo-
de la morfología de las ondas del ECG, lo que aporta lismo anaerobio apoya el aerobio para conservar el
importantes datos diagnósticos. En concreto el inter- balance energético y a través de la glucogenolisis se
valo ST refleja la función del músculo cardíaco fetal libera glucosa y potasio, esto último se traducirá en
durante las situaciones de estrés, ya que dicho seg- un aumento de la amplitud de la onda T. Al mismo
mento representa la re-polarización miocárdica. Ade- tiempo se produce ácido láctico que contribuye a la
más se conoce que el corazón y el cerebro fetal son generación de acidosis metabólica, habiendo sido de-
igualmente sensibles a la deficiencia de oxígeno y por mostrada una fuerte correlación de la relación T/QRS
tanto los datos relativos a la función del miocardio con la tasa de incremento de lactato.
aportan una medición indirecta del estado del cerebro
fetal du-rante el parto. INTERPRETACIÓN CLÍNICA DEL ECG FE-
FIGURA 1 TAL
ECG y alteraciones del segmento ST En una situación basal adecuada, y por tanto con el
balance energético del feto positivo, el ECG fetal
R presenta una relación T/QRS estable, sin que se pro-
duzcan as-censos pronunciados del segmento ST ni
ST bifásicos. En este caso el equipo de aná-lisis del
P T QRS
ECG fetal no detecta ninguna alteración y consecuen-
temente no presentará ningún mensaje. Ante situacio-
nes que pueden comprometer dicha situación basal
equilibrada, el ECG fetal puede presentar tres tipos
Q de alteraciones distintas:
S Ascenso episódico de la relación T/QRS: Es un as-
censo de la relación T/QRS en 10 minutos, en la que
FISIOLOGÍA DEL ELECTROCARDIOGRAMA existe una relación proporcional entre el grado de
FETAL cambio y el estrés fetal. En caso de que este ascenso
El electrocardiograma fetal se puede obtener a través supere 0,10 se mar-cará como un evento en la gráfi-
de una derivación unipolar me-diante un electrodo in- ca del registro cardiotocográfic0. Esta alteración se
serto en cuero cabelludo fetal. El sistema de análisis corresponde con una hipoxia breve donde el feto se
automatizado del ECG fetal con el que actualmente ve obligado a recurrir al metabolismo anaerobio para
se dispone de más experiencia es el equipo STAN® mantener la función cardíaca.
(Neoventa Medical, Moelndal Sweden). Ascenso de la relación T/QRS desde la línea de base:
El complejo QRS es muy fiable para registrar la fre- Se trata de un ascen-so de la relación T/QRS que per-
cuencia cardíaca con exactitud a través de la medi- manece durante más de 10 minutos. En este caso se
ción del intervalo R-R, además la valoración del ECG marca como un evento si es superior a 0,05. Es una
fetal puede combinar la evolución de los cambios del situación donde el feto debe responder a la hipoxia
segmento ST y la relación de la altura de la onda T con el metabolismo anaerobio pero es un estrés per-
con la amplitud del complejo QRS (T/QRS). sistente y sin oportunidad de recuperación.
Cuando el corazón fetal utiliza el metabolismo aero- ST bifásicos: Hay tres tipos; 1; cuando el segmento
ST queda por encima de la línea de base, 2; cuando el que produce el estrés en el feto, según el evento acae-
segmento ST cruza la línea de base y 3; cuando todo cido y la fase del parto en la que se encuentre.
el segmento ST queda por debajo de la línea de base.
TABLA 1
Serán patológicos los tipos 2 y 3. Se marcan como Directrices clínicas del STAN
eventos cuando aparecen tres o más seguidos.
Clasificación de la CTG
FIGURA 2
Clasificación Frecuencia cardiaca Variabilidad y Deceleraciones
Tipos de segmentos ST bifásicos de la CTG en la linea de base reactividad
ST bifasico
CTG +110-150 Ipm +Aceleraciones +Deceleraciones
Normal +5-25 Ipm precoces
RP 1 +Deceleraciones
variables sencillas
con una duracion
ST bifasico 1° grado de <60 segundos
y perdida
de <60 min
El ECG fetal siempre se debe valorar conjuntamente CTG *Falta total de variavilidad (<2 Ipm) y reactividad
Preterminal con o sindeceleraciones o bradicardia
con el trazado cardiotocográfico ya que cuando el feto
se encuentre en un proceso hipóxico activo y haya Análisis ST
agotado sus recursos metabólicos y por tanto no ten- Estas pausas pueden indicar situaciones en las que se recuerde
intervencion observica
ga capacidad para adaptarse, no dará lugar a cambios
en la relación T/QRS, permaneciendo estable, esto Acontecimiento CTG
ST Normal
CTG CTG
Intermedio Anormal
CTG
Preterminal
es debido a que el análisis del ECG fetal es capaz
de detectar cambios en el grado de oxigenación fe- Ascenso +> 0.15 +> 0.10
tal, pero no detectará una acidosis si comenzamos la Episodico de
la T/QRS
monitorización cuando la misma ya está presente. Sin
+> 0.10 +> 0.05
embargo el RCTG será capaz de mostrar los patrones Ascenso de +Expectante
propios de la hipoxia y acidosis fetal, es por ello que la linea
de Base
+Observación
continua
no se debe olvidar la CTG, ni interpretar el aná-lisis la T/QRS
+1 +0 +Parto
del segmento ST de forma aislada. Registros Registros inmediato
El ECG fetal está indicado cuando en RCTG empiece ST Bifásico
de mensaje
Bifásico
de mensaje
Bifásico
a mostrar alteraciones o cuando se prevea que puedan
aparecer aunque no lo hayan hecho aún. No está in- EVIDENCIA CIENTÍFICA ACTUAL
dicado cuando se tiene un patrón CTG ominoso. Una Desde los primeros estudios sobre ECG fetal entre los
vez colocado el ECG fetal se establecen unas direc- años 1979 y 89, en los cuales se verificaron los resul-
trices clínicas para la valoración del mismo. Primero tados experimentales y se estableció la relación nor-
se debe catalogar el trazado CTG y en función de esta mal T/QRS que se relacionaba con valores normales
clasificación hay unas tablas donde se indica en qué de bases en cordón umbilical; se han realizado más
momento y con qué tipo de evento es necesario inter- estudios en los cuales se ha intentado ver si el ECG
venir, finalizando la gestación, o eliminando la causa fetal mejoraba la especificidad de otros métodos de
monitorización intraparto. al análisis del segmento ST, dando lugar a una gran
En el año 2001, Amer-Wahling y cols.1 publican los variabilidad inter e intraobservador.
resultados del estudio más impor-tante para la histo- En 2011 se publicaron los resultados del Hospital
ria del ECG fetal, según el cual concluyen que gracias Universitario “Virgen de las Nieves” de Granada,
a este método se produce una reducción significati- donde Valverde y cols.10 realizan un estudio pros-
va de los casos de acidosis en arteria umbilical (pH< pectivo aleatorizado para comparar la pulsioximetría
7,05) en el grupo monitorizado con el ECG fetal, a fetal y el ECG fetal como métodos de monitorización
través del sistema STAN®21, con un riesgo relativo fetal intraparto complementarios a la CTG, y conclu-
de 0,4. También se produce una reducción significa- yen que existe una diferencia es-tadísticamente sig-
tiva de las cesáreas por riesgo de pérdida de bienes- nificativa en el pH en vena umbilical al nacimiento,
tar fetal (RPBF), en las pacientes monitoriza-das con más alejado de los términos de acidosis, en los fetos
ECG fetal y CTG frente a las pacientes monitorizadas monitorizados con ECG fetal a través del sistema
con CTG solo. Ese mismo año Karl Rosén2 valora STAN®21, también se detectó de un descenso signi-
el ECG fetal para el control del parto y afirma que ficativo en la tasa de cesáreas realizadas por RPBF en
apor-ta una información adicional a la cardiotocogra- las gestantes monitorizadas con ECG fetal.
fía sobre la hipoxia fetal, implicando con ello una ma- Posteriormente se realizó un metaanalisis11 en el cual
yor habilidad para detectar la necesidad de actuación se analizan cuatro grandes es-tudios (Amer-Wahling
o intervención en un parto. En el año 2004 Ross y et al. 2001; Ojala et al. 2006; Vayssiere et al. 2007 y
cols, publican resultados respecto a este método de Westerhuis et al. 2010), comparando la efectividad en
mo-nitorización y concluyen que puede reducir el nú- cuanto a la detección de acidosis fetal del ECG fetal
mero de intervenciones obstétricas innecesarias3 , en respecto a la CTG y se analizan los datos de forma
el mismo año Kwee y cols. Concluyen que mejora unitaria. Se concluye que el análisis del segmento ST
la especificidad para la detección de acidemia fetal4. no reduce el riesgo de acidosis metabólica al naci-
La biblioteca Cochrane realiza una revisión biblio- miento, pero sí la necesidad de realizar determinacio-
gráfica en 20075 en la que se afirma que el ECG fetal nes de pH de calota fetal y tam-bién de partos instru-
produce una disminución de la frecuencia de recién mentados.
nacidos con aci-dosis metabólica severa y con ence- En conclusión, tras analizar todos los trabajos comen-
falopatía neonatal, así como una disminución de la tados se puede afirmar que el ECG fetal ha demostra-
instrumentación obstétrica en los partos, sin modifi- do ser una herramienta eficaz en el control del parto,
car la tasa de cesáreas ni los ingre-sos en las Unida- disminu-yendo los partos operatorios, así como redu-
des de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN). Norén ciendo varios de los problemas que pre-senta tanto la
y cols.6 en ese mismo año, realizan una aportación CTG (alta tasa de falsos positivos, alta variabilidad
muy importante a la valoración del método ya que inter e intraobserva-dor) como el pH de calota fetal
afirma que las alteraciones del segmento ST que in- (dificultad técnica y aportación puntual de informa-
dican finalizar el parto preceden a la instauración de ción).
acidosis en pH de calota fetal en 29 minutos, lo que
permite adelantarse a este proceso y extraer un feto BIBLIOGRAFÍA
sano, sin acidosis. 1. Amer- Wahlin I, Hellsten Ch, Norén H, Hagberg
Según Vayssiere y cols.7 la sensibilidad del sistema H, Herbst A, Kjellmer I, el al. Cardiotocography only
STAN® es moderada para predecir acidosis leve-mo- versus cardiotocography plus ST analysis of fetal
derada; pH< 7,15 pero alcanza el 60% si se trata de electrocardiogram for intrapartum fetal monitoring:
acidosis grave, pH < 7,05. Siira y cols. publican en el a Swedish randomized con-trolled trial. The Lancet.
mismo año sus datos y encontrando una sensibilidad 2001; 358: 534-38.
del 89% para predecir acidosis neonatal y una especi- 2. Rosén KG. Fetal electrocardiogram waveform
ficidad del 80%8. analysis in labour. Current Opinipn in Obstetrics and
Westerhuis y cols.9 en 2009 concluyen que gracias al Gynecology. 2001; 13: 137-40.
ECG fetal se produce una dismi-nución de los casos 3. Ross MG, Devoe LD, Rosen KG. ST segment
de acidosis metabólica, de las intervenciones obsté- analysis of the fetal elec-trocardiogram improves fe-
tricas y de las tomas de pH de calota fetal, también tal heart rate tracing interpretation and clinical deci-
afirma que una importante desventaja del método es sion making. J Matern Fetal Neonatal Med. 2004;
la necesidad de interpretación del trazado CTG junto 191: 879-84.
4. Kwee A, van derl Hoorn-van den Beld CW, Veer- 9. Westerhuis ME, Strasser SM, Moons KG, Mol
man J, Dekkers AH, Visser GH. STAN S21 fetal heart BW, Visser GH, Kwee A. Intrapartum foetal moni-
monitor for fetal surveillance during labor: a study toring: from stethoscope to ST analysis of the ECG.
in 637 patients. J Matern Fetal Neonatal Med. 2004; Ned Tijdschr Geneeskd. 2009; 153: B259-60.
15: 400-7. 10. Valverde M, Puertas AM, López-Gallego MF,
5. Neilson JP. Electrocardiograma fetal (ECG) para Carrillo MP, Aguilar MT, Montoya F. Effectiveness
la monitorización del feto durante el trabajo de parto. of pulse oximetry versus fetal electrocardiography
En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2007 (1). Ox-ford: for the intrapartum evaluation of nonreassuring fetal
Update Software Ltd. heart rate. European Journal of Obstetrics & Gyneco-
6. Norén H, Luttkus A, Stupin J, Blad S, Arulkuma- logy and Reproductive Biology. 2011; 159: 333-37.
ran S, Erkkola R. Fetal scalp pH and ST analysis of 11. Schuit E, Amer-Wahlin I, Ojala K, Vayssière C,
the fetal ECG as an adjunct to cardiotocography to Westerhuis ME, Marsál K et al. Effectiveness of elec-
predict fetal acidosis in labor. J Perinat Med. 2007; tronic fetal monitoring with additional ST analysis in
35: 408-14. vertex singleton pregnancies at > 36 weeks of gesta-
7. Vayssiere C, Haberstich R, Sebahoum V, David E, tion: an individual participant data metaanalysis. Am
Roth E, Langer B. Fetal electrocardiogram ST- seg- J Obstet Gynecol. 2013; 208: 187.e1-13.
ment analysis and prediction of neonatal acido-sis. Int
J Gynaecol Obstet. 2007; 97: 110-4. Direccion de Autor
8. Siira S, Ojala T, Ekholm E, Vahlberg T, Blad S, Dr. Alberto Puertas
Rosén KG. Change in heart rate variability in relation email: apuertas51@hotmail.com
to a significant ST event associates with newborn me- Granada. España
tabolic acidosis. BJOG. 2007; 114: 819-23.
ARTÍCULO ORIGINAL
* Instituto de Patología- Facultad de Medicina UNMSM Rev. Latin. Perinat. 17 (4) 2014
** Departamento de Ginecologia y Obstetricia UNMSM
*** Jefe del Servicio de Neonatología, Hospital Nacional Docente Madre-Niño San Bartolomé
**** Departamento de Pediatria UNMSM.
***** Jefe del Servicio de Anatomía- Patológica. , Hospital Nacional Docente Madre-Niño San Bartolomé
Lima, Perú
306
plicados por hipertensión arterial. La preeclampsia y significativo mayor riesgo de infección urinaria (pre-
eclampsia correspondió el 95% (8085/8,506) de los valencia 15,3%), insuficiencia renal aguda [oliguria,
casos de embarazos complicados por hipertensión depuración creatinina < 50 mL/min y creatinina >
arterial . La preclampsia ocurrió en 8,07%(7,993 0,90 mg/dL] (prevalencia 9,9% ), parto vaginal asis-
/98,956 ) y la eclampsia , en el 0,09% (92/98,956) tido (prevalencia 9,9%), falla hepática o hemorragia
del total de embarazos comprendidos en el periodo hepatica (prevalencia 9,99%), internamiento prena-
de estudio. La preeclampsia leve ocurrió en 5,201 tal ( prevalencia 9,25%), Síndrome HELLP [ TGP >
(5,25%) y la preeclampsia severa en 2,792 (2,82%) 55, TGO > 67 y plaquetas < 150,000] (prevalencia
embarazos. 2,99%), prediabetes-diabetes (prevalencia 2,8%),
Comparado con el grupo normotensión, el grupo hi- infección puerperal (prevalencia 1,9%), hemorragia
pertensión, en forma significativa, presentó mayor puerperal (prevalencia 1,4%), sangrado vaginal en
peso pregestacional, mayor indice de masa corporal, tercer trimestre (prevalencia 1,6%), desprendimien-
mayor peso en la primera y ultima visita prenatal, to prematuro de placenta normoinserta (prevalencia
mayor edad gestacional por fecha de ultima mens- 1,71%), eclampsia (apoplejía) (prevalencia 1,08%) y
truación, menor edad por examen del recién nacido, edema pulmonar (prevalencia 0,15%).
mayor número de controles prenatales, mayor ga- Comparado con los fetos de embarazos normotensos,
nancia de peso por semana, mayor número de días los fetos de embarazos complicados con eclampsia
de internamiento antes del parto, posparto y de es- presentaron mayor probabilidad de ser producto de
tancia hospitalaria total. Además, el grupo normoten- embarazo múltiple, nacer por parto pretermino, tener
sión presentó, en forma significativa, menor número mala presentación fetal (feto podalico/trasnverso),
de gestaciones anteriores, menor numero de partos, presentar mayor morbilidad neonatal, presentar pun-
menor puntaje de Apgar en minuto 1 y 5. El recién taje de Apgar bajo en minuto 1 y 5, tener bajo peso
nacido del grupo hipertensión fue de menor tamaño al nacer y ser pequeño para la edad (PEG). Los hijos
(peso al nacer , talla y perimetro cefálico) comparado de preeclampticas tuvieron significativo mayor ries-
con el grupo normotension. No hubo diferencia signi- go de muerte neonatal comparado con las gestantes
ficativa en edad materna, grado de instrucción, estado normotensas.
civil, edad gestacional en la primera y ultima visita.. TABLA 1
Las gestantes menores de 20 años tuvieron mayor Riesgo de muerte fetal según edad gestacional en los
embarazo complicados con preeclampsia-eclampsia
posibilidad de presenta preeclampsia severa que las (Hipertensión) comparado los embarazos sin trastorno
gestantes mayores de 20 años [OR 1,2 (IC 95% : hipertensivo (Normotensión). Hospital Nacional Docente
1,02-1,35)]; mientras que las gestantes mayores de Madre-Niño “San Bartolomé”. Lima 1991-2006
(IC95% 1,05-1,27)]. No hubo diferencia significativa Semana 22 - 27° 2 14 152 25 0,02 0,05-0,11
Semana 28 - 33 2 219 401 457 0,01 0,03-0,04
por edad en la presentacion de eclampsia. Semana 34 - 36 23 855 53 3,700 1,88 1,14-3,08
Las complicaciones maternas más frecuentes de los Semana 37- 39
Semana 40 o mas
18
64
3295
2876
392 45,976
414 33,496
0,64
1,80
0,40-1,02
1,38-2,35
embarazos con preeclampsia y eclampsia comparado OR: Odds ratio; IC 95%: Intervalo de confianza al 95%
con los embarazos normotensos aparecen en la tabla
2. Los embarazos complicados con eclampsia presen- A diferencia de fetos de embarazos normotensos, los
taron la mayor probabilidad de tener menos de cinco de embarazos complicados con preeclampsia presen-
años de educación formal, parto pretermino, despro- taron, en forma significativa, mayor posibilidad de
porción feto-pélvica, e hipertensión pregestacional ser de sexo masculino, presentar restricción del cre-
comparado con las gestantes normotensas. cimiento fetal, desarrollar sepsis neonatal, membrana
Comparado con las gestantes normotensas, las ges- hialina , muerte fetal, muerte neonatal, bajo peso al
tantes con preeclampsia, presentaron significativo nacer, ser recién nacido pequeño para la edad (PEG),
mayor probabilidad de sobrepeso (IMC > 24,9), obe- ser recién nacido grande para la edad gestacional
sidad (IMC > 29,9), obesidad extrema (IMC > 34,5), (GEG) (tabla 3), presentar dificultad respiratoria neo-
edad mayor de 30 años, ser madre soltera y muerte natal (prevalencia 3,0%, OR1,52; IC95: 1,30 - 1,77) ,
materna. hiperbilirrubinemia neonatal (prevalencia 4,0%, OR
Comparado con las gestantes normotensas, los em- 1,60; IC 95%: 1,39 - 1,83), sepsis neonatal (preva-
barazos complicados con preeclampsia presentaron lencia 4,4%,OR 1,47; IC95% 1,30 - 1,68), muerte
neonatal (prevalencia 1,6%, OR 1,45; IC95%: 1,16 a partir de la semana 40. El hijo de gestación mayor
- 1,81) y enfermedad de membrana hialina (prevalen- de semana 33 en la población general presentó una
cia 0,7%,OR 2,06; IC95%:1,49 - 2,85). sobrevida perinatal del 98,6% (91,162/92,434).
Comparado con el feto de gestantes normotensas, el El analisis de regresion logistica arrojo que las va-
riesgo de muerte fetal en embarazos complicados con riables independientes que predicen la morbilidad
preeclampsia-eclampsia fue significativamente ma- del hijo de madre con preeclampsia y eclampsia es la
yor en las semanas 34 a 36 (OR 1,88 ; IC95% 1,14- edad al nacer del recien nacido menor de 37 semanas
3,08) y a partir de la semana 39 (OR 1,80 ; IC 95% (prematuridad), el tener sexo masculino y el mayor
1,38-2,35). (Tabla 1) número de visitas prenatales.
Comparado con las gestantes normotensas, el riesgo La edad materna, el sobrepeso (IMC > 24,9kg/mt2),
de muerte neonatal en los embarazos complicados el estado soltera, la infeccion urinaria materna, la he-
con preeclampsia-eclampsia fue significativamente morragia ante- parto, la ruptura prematura de mem-
mayor en las semanas 34 a 36 comparado con el gru- branas fetales no eran variables independientes que
po control (OR 2,73; 1,98-3,78). (Tabla 2) predicen la morbilidad neonatal en el hijo de madre
TABLA 2 con preeclampsia y eclampsia. (Tabla 4)
Riesgo de muerte neonatal según edad gestacional en los TABLA 4
embarazos complicados con preeclampsia-eclampsia
Analisis de regresion logistica para la prediccion de
(Hipertensión) comparado los embarazos sin trastorno
morbilidad del recien nacido de madre con preeclampsia y
hipertensivo (Normotensión). Hospital Nacional Docente
eclampsia. Hospital Nacional Docente Madre-Niño
Madre-Niño “San Bartolomé”. Lima 1991-2006.
“San Bartolomé”. Lima 1991-2006.
MUERTE FETAL
Edad Variables B D.E. Wald df Sig. Exp(B)
Gestacional Hipertensión Normotensión OR IC96% ingresadas
SI NO SI NO
Semana 22-27° 12 4 150 27 0,50 0,15-1,67 Paso 1 Inferior Super. Inferior Super. Inferior Super. Infer.
Semana 28-33 95 126 401 457 0,86 0,64-1,16 Edad -0.006 0.006 1.024 1 0.312 0.994 0.983
Semana 34- 36 63 815 103 3,650 2,73 1,98-3,78 maternal
Semana 37-39 21 3292 298 46,070 0,98 0,63-1,53 IMC > 24,9 -0.020 0.080 0.063 1 0.802 0.980 0.837
Semana 40 o mas 6 2934 350 30,620 0,18 0,08-0,40 kg/mt2
OR: Odds ratio; IC 95%: Intervalo de confianza al 95% Solteria 0.034 0.100 0.113 1 0.736 1.034 0.850
IVU 0.158 0.095 2.759 1 0.097 1.172 0.972
maternal
Comparado con las gestantes normotensas, el riesgo Hemorrgia 0.284 0.238 1.421 1 0.233 1.329 0.833
antes del
de muerte perinatal en los embarazos complicados parto
con preeclampsia-eclampsia fue significativamente RPM 0.172 0.127 1.836 1 0.175 1.187 0.926
Numero 0.028 0.011 5.954 1 0.015 1.028 1.005
mayor en las semanas 22 a 27 (OR 1,15; IC95% 1,80- de consultas
Sexo varon 0.153 0.071 4.726 1 0.030 1.166 1.015
35,31) y a partir de la semana 33. El mayor riesgo de Prematuridad 1.373 0.080 292.162 1 0.000 3.947 3.372
muerte perinatal ocurrió entre las semanas 34 a 36 Constante -0.268 0.341 0.618 1 0.432 0.765
B: Valor del coeficiente para la variable en prueba (y=a+Bx).
(OR 2,50 ; IC95% 1,90 – 3,29). (Tabla 3) DE: Desviación estándar del valor previo
A partir de la semana 33, los hijos de madre con Wald: Prueba de estabilidad de la regresión logística
df: Grados de libertad
Sig.: Nivel de significación estadística
TABLA 3
Exp(B): Operación matemática para calcular el OR para esa variable
Riesgo de muerte neonatal según edad gestacional en los IVU: Infeccion urinaria materna
embarazos complicados con preeclampsia-eclampsia RPM: ruptura de membranas fetales
(Hipertensión) comparado los embarazos sin trastorno
hipertensivo (Normotensión). Hospital Nacional Docente
Madre-Niño “San Bartolomé”. Lima 1991-2006. DISCUSIÓN
Edad
MUERTE FETAL Los hallazgos de este estudio demuestran que si bien
Gestacional Hipertensión Normotensión OR IC96% la preeclampsia y la eclampsia son manifestaciones
SI NO SI NO
Semana 22 - 27° 14 2 152 25 1,15 1,80-3531 clínicas de la enfermedad vascular del embarazo, los
Semana 28-33
Semana 34-36
97
86
124
792
401 457
156 3597
0,89
2.50
0,66-1,20
1.90-3.29
factores patogénicos de ambos estados clínicos son
Semana 37-39 39 3274 286 46,082 1,91 1,37-2,69 diferentes. Así, las complicaciones maternas, fetales
Semana 40 o mas 70 2870 414 33,496 1,97 1,53-2,55
y neonatales del embarazo complicado por la pree-
OR: Odds ratio; IC 95%: Intervalo de confianza al 95%
clampsia son similares al del síndrome metabólico
preeclampsia-eclampsia presentaron 2 veces mayor (2), lo que explica por que estos embarazos tienen
posibilidad de muerte perinatal comparado con las mayor posibilidad de sobrepeso-obesidad, predia-
gestantes normotensas (tabla 6). La mortalidad peri- betes-diabetes, sexo fetal masculino, desproporción
natal a partir de la semana 33 fue 2,6% (195/7368), feto-pelvica (tabla 2), asi como mayor incidencia de
siendo la mortalidad 1,2% en semana 37 a 39 y 2,4% recién nacidos GEG, a diferencia de las gestaciones
complicadas por eclampsia que tienen mucho mayor Para diagnosticar la preeclampsia se requiere conoci-
riesgo de tener neonatos PEG y de bajo peso (tabla miento y experiencia del profesional de salud, quien
3). Otros hallazgos que favorecen esta afirmación es debe detectar la hipertensión arterial, o daño vascular
el hecho de que las gestantes de mas de 35 años tu- en forma clínica (petequias, oliguria, hematuria, de-
vieron mayor posibilidad de presentar preeclampsia tención de la altura uterina, alteración de latidos car-
leve que las menores de 35 años [OR 1,15 (IC95% diacos fetales, sangrado por vía vaginal, hipertonía
1,05-1,27)]. El síndrome metabolico es mas frecuente uterina) o por examenes de laboratorio (proteinuria,
conforme la persona aumenta en edad (2). plaquetopenia, transaminasemia, anemia hemolitica,
La edad gestacional establecida por examen fisico del oligohidramnios, restricción del crecimiento fetal,
recien nacido de madre con preeclampsia/eclampsia NST no reactivo, placenta grande o pequeña). Por
fue significativamente menor y con mayor riesgo de otro lado, la condición de privación social, la falta
prematuridad que la del hijo de gestante normotensa de cooperación social y de solidaridad (indolencia)
(tabla 1). Sin embargo, la edad gestacional por fecha hacia la paciente no permiten identificar a tiempo y
de última regla de madre con preeclampsia/eclampsia tratar adecuadamente los síntomas premonitorios de
fue significativamente mayor que la del hijo de ges- hemorragia cerebral que conduce a la eclampsia (9).
tante normotensa. (tabla 1). Esto nos señala, que en Toda gestante debiera encontrarse en una situación
los embarazos que desarrollan preeclampsia/eclamp- social que le permita el acceso de la atención de la
sia es posible sobreestimar la edad gestacional si solo salud por un profesional competente, quien es capaz
se toma en cuenta la fecha de ultima de menstruación. de realizar el diagnóstico de preeclampsia severa a
La mejor forma de establecer la edad de la gestacion fin de iniciar la terapia anticonvulsiva con sulfato de
es mediante el diagnostico temprano del embarazo y magnesio (11) y brindar un parto seguro cuando la
la determinación del tamano del feto por ultrasono- situación clínica de la madre o el feto lo ameriten a fin
grafia antes de la semana 24; ya que la variación del de evitar la eclampsia (12). En cambio, la eclampsia
tamano del feto puede ser hasta de 6 semanas debido ocurre porque la mujer se encuentra en una situación
a la presencia de ovulaciones tardias que ocurren des- de abandono social que no le permite acceder a una
pués del dia 14 de la ultima fecha de menstruación atención oportuna y ser atendida por un profesional
(10). competente y compasivo.
Debido a las complicaciones obstétricas asociadas Debido a que toda paciente eclámptica es precedida
a la preeclampsia (hipertensión arterial, amenaza de de signos vasculares premonitorios (9) , todo profe-
parto prematuro, ruptura de membranas antes del par- sional competente debe saber reconocer estos signos
to, restricción del crecimiento fetal, oligohidramnios, e identificar a estas pacientes con preeclampsia seve-
hemorragia via vaginal) estas pacientes requieren ra o inminencia de eclampsia (5,8,12) independiente
mayor número de días de hospitalización antenatal del nivel de hipertensión arterial y proteinuria, a fin
y posnatal y debido al daño vascular a nivel placen- de iniciar prevención de las convulsiones eclámpti-
tario la antropometría del recién nacido es de menor cas (9). Actualmente, se reconoce que el sulfato de
tamaño (Tabla 1) y tienen mayor posibilidad de tener magnesio es el medicamento de elección para evitar
un recién nacido PEG y de bajo peso al nacer que los las convulsiones. (11).
embarazos sin trastornos hipertensivos (Tabla 3). Dos hallazgos de este estudio, llaman seriamente a la
Por otro lado, este estudio sugiere que la eclampsia reflexión: 1) El riesgo de muerte de las madres con
es la manifestación clínica de la enfermedad vascular preeclampsia fue mayor que el riesgo de las madres
del embarazo determinado por la situación de bajo con eclampsia comparado con las madres normoten-
grado de instrucción y privación social de la mujer. sas (tabla 2); y 2) El riesgo de muerte neonatal de los
Así, las gestantes que presentaban eclampsia registra- recién nacidos de gestantes preeclampticas fue mayor
ron 4,6 veces mayor probabilidad de tener menos de que el riesgo de los recien nacidos de madres eclamp-
5 años de educación formal comparado con el grupo ticas comparado con las madres normotensas (tabla3).
de gestantes normotensas (tabla 2). La explicación de estos dos fenómenos obedecería a
En realidad, la preeclampsia y la eclampsia represen- los siguientes factores: 1) la característica de la ma-
tan dos manifestaciones clínicas diferentes de la en- nifestación clínica de la preeclampsia y eclampsia; 2)
fermedad vascular del embarazo, la cual se manifiesta la eficacia en la intervención de los actores medicos
por daño del endotelio vascular manifestado por is- y sociales que rodean a la mujer. Así, el cuadro de
quemia, ateroesclerosis, infarto o rotura (9). eclampsia, caracterizado por convulsiones o perdida
de la conciencia, llama la atención a todos los profe- el hijo de gestante sin preeclampsia-eclampsia (nor-
sionales de la salud. Esto obliga a los profesionales a motension), la probabilidad de muerte fetal, neonatal
intervenir médicamente, terminando el embarazo lo y perinatal del hijo de pacientes con preeclampsia-
más pronto o trasladando a la paciente a un centro de eclampsia es significativamente mayor entre las se-
referencia inmediatamente. En cambio, la preeclamp- manas 34 a 36 comparado con las otras edades gesta-
sia se manifiesta usualmente en forma subclínica y cionales (tabla 4, 5, y 6). Estos hallazgos señala que
se descubre solo cuando el profesional sospecha la toda preeclampsia que se manifiesta clínicamente an-
presencia de la enfermedad e interroga sobre los sig- tes de la semana 37 es severa, ya que el hijo de estas
nos premonitorios de eclampsia,examina cuidadosa- mujeres tienen una alta probabilidad de morir o nacer
mente a la madre y al nino no nacido (determina la enfermo (prematuro).
presion arterial, mide la altura uterina y la compara En apoyo de esta aseveración está el resultado del
con los examenes anteriores, indaga la presencia de analisis de regresion multivariado de este estudio
hiperreflexia osteotendinosa,oliguria, restricción del para la prediccion de la morbilidad del recien naci-
crecimiento fetal y oligohidramnios) y corrobora su do de madre con preeclampsia y eclampsia. La pre-
sospecha clinica mediante exámenes de laboratorio maturidad (nacimiento antes de la semana 37) fue la
(proteinuria, falla hepática, falla renal, plaquetopenia, variable más importante que predice la existencia de
anemia hemolítica). De manera que a la preeclamp- morbilidad de estos niños al momento de nacer con
sia, por ser de manifestación subclinica, se le permite un riesgo de posibilidad (OR) de 3,9 (tabla 7). Otros
que el embarazo continué y progrese el daño vascular factores independientes que predicen la morbilidad
materno-fetal , exponiendo a la madre a la eclampsia, neonatal fueron el sexo fetal varon y el mayor numero
al deterioro hepático, renal, o a la muerte. Además, al de consultas prenatales.
progresar el embarazo, se lo expone al feto a sufrir Comparado con el sexo femenino, el feto masculino
hipoxia cerebral y posterior trastorno del desarrollo tiene mayor riesgo significativo de nacer prematura-
neuroconductual, colocándole en situación de mayor mente en diferentes poblaciones (16) y se asocia con
riesgo de muerte fetal, neonatal y menor calidad de riesgo aumentado de pre-eclampsia (17). Asi, en una
vida. serie de 1’158,276 ninos suecos nacidos durante los
Este estudio ha encontrado que los hijos de madres anos 1990 a 2001 cuando se evaluo todas las edades
con preeclampsia presentan mayor riesgo de enfer- gestacionales, los recien nacidos varones se asocia-
mar o morir a partir de la semana 33 comparado con ron con significativo riesgo de pre-eclampsia, infec-
las mujeres no preeclampticas (Tabla 4,5 y 6). Este cion, ruptura prematura de membranas fetales, abrup-
hallazgo coincide con estudios experimentales en tio placentae, polihidramnios nacimiento premturo
animales en donde se ha demostrado que el daño ce- comparado con los recien nacidos femeninos (17).
rebral por hipoxia es más grave en gestaciones cerca Ademas, el feto varon se asocia con la diabetes ges-
del término comparado con embarazos muy tempra- tacional, macrosomia fetal, partos distocicos debido
nos (13,14). El cerebro fetal humano es más plástico a mayor tamano del feto y accidentes del cordon um-
y resiste mejor a la noxas en gestaciones pretermino bilical, lo que obliga el mayor empleo de cesarea de
que en gestaciones a termino (14). El feto inmadu- urgencia comparado con los fetos femeninos (18-19).
ro puede sobrevivir periodos prolongados de asfixia, Las primigrávidas con feto varón tienen mayor ga-
pero paradójicamente, su capacidad para sobrevivir nancia ponderal y mayor volumen de expansion
le expone a hipotensión e hipoperfusión. Un perio- plasmatica, el cual mejora el flujo sanguineo utero-
do siguiente de hipoperfusión cerebral importante y placentario, facilitando el pasaje de nutrientes y per-
reducción de la distribución de oxigeno ocurre luego mitiendo el mayor crecimiento del feto varon. Una
de la asfixia conduciéndole a secuelas neurológicas y volemia mayor del normal con fetos varones que con
conductuales en la vida postnatal (13). Así, el 96,3% femeninos es parte de la razón por la que es más fre-
(105/109) de las muertes cerebrales fetales en las ges- cuente la hipertensión arterial en gestantes con feto
tantes con preeclampsia-eclampsia de este estudio varón. La otra razon seria el factor 3 similar a la hor-
ocurrieron a una edad mayor de la semana 33 ; el mona insulina (INSL3), el cual es producido por las
58,7% (64/109) de las muertes cerebrales fetales ocu- celulas de Leydig del testiculo fetal. Esta hormona es
rrieron luego de la semana 39 (64/109), y el 21,1% responsable de la primera fase del descenso testicular
(23/109) ocurrieron a una edad entre semana 34 y transabdominal (21). Nuestros hallazgos senalan que
36 de gestación (tabla 4). Además, comparado con la preeclampsia y la eclampsia son manifestaciónes
clínicas de la enfermedad vascular del embarazo y los motivo, estas conclusiones no pueden generalizarse
factores patogénicos de ambos estados clínicos son a toda la población peruana y se requieren estudios
diferentes. La preeclampsia seria la manifestación interinstitucionales en todo el pais que nos permitan
clinica del síndrome metabólico del embarazo carac- corroborar las conclusiones a las que se ha arribado.
terizado por el sobrepeso/obesidad pregestacional de En conclusión, la preeclampsia y la eclampsia son
la paciente (tabla 2) asociado al dano vascular (hiper- manifestaciónes clínicas de la enfermedad vascular
tensión arterial, restricción de crecimiento fetal, neo- del embarazo y los factores patogénicos de ambos es-
nato PEG, apgar bajo al nacer, tabla 3). Actualmente, tados clínicos son diferentes. La preeclampsia es ma-
se acepta que el tejido adiposo es un sistema endocri- nifestación del síndrome metabólico del embarazo y
no porque secreta varias proteínas metabolicamente su diagnostico requiere de profesionales competentes
activas, tales como la resistina, leptina, resistina, adi- durante el cuidado prenatal. La eclampsia se asocia
ponectina, TNF- , IL-6 y adipokinas (23), los cuales a bajo grado de instruccion de la mujer, que no le
se encuentran elevados en la sangre de las mujeres permitiría a acceder al cuidado de su salud en forma
con preeclampsia (22). El diagnostico de preeclamp- oportuna y de calidad. Se recomienda la inducción
sia requiere de profesionales competentes durante el del parto a partir de la semana 33 en embarazos com-
cuidado prenatal que sospechen el diagnostico y con- plicados por preeclampsia por existir mayor riesgo
firmen el dano endotelial en los organos vulnerables. de lesiones cerebrales fetales irreversibles debido a
En cambio, la eclampsia es precedida siempre por sín- la hipoxia ocasionado por la preeclampsia y a fin de
tomas de apoplejía (cefalea, tinnitus, vision borrosa) evitar la hemorragia cerebral materna que conduce a
y/o signos inminente de rotura hepatica (epigastralgia la eclampsia. La figura 1 muestra la etiopatogenia de
o dolor en cuadrante superior derecho del abdomen). los cuadros clinicos de preeclamosia y eclampsia.
De manera que la eclampsia ocurre porque la mujer
no esta informada del riesgo de perder la conciencia y BIBLIOGRAFÍA
la vida en el embarazo ; la falta de información ma- 1. Parretti E, Lapolla A, Dalfrà M, Pacini G, Mari A,
terna se asocia a bajo grado de instruccion de la mujer Cioni R, Marzari C, Scarselli G, Mello G. Preeclamp-
(tabla 2), que no le permitiría a acceder al cuidado de sia in lean normotensive normotolerant pregnant wo-
su salud en forma oportuna y de calidad. men can be predicted by simple insulin sensitivity
La asociación del número de consultas prenatales ma- indexes.Hypertension. 2006 ;47(3):449-53.
ternas con la mayor riesgo de morbilidad del recien 2. Núñez O y Pacora P. Diabetes Mellitus y Gestación.
nacido de madre con preeclampsia-eclampsia obede- En Texto de Ginecología , Obstetricia y Reproduc-
ceria al hecho que cuanto mayor es el numero o seve- ción.(Ed. José Pacheco),REP SAC, Lima-Peru,2007,
ridad de las complicaciones maternas, el numero de p. 1169-1187.
atenciones antenatales es mayor, tal como se observa 3. Pacora P. El origen de la Preeclampsia y Eclamp-
en la tabla 1. sia: La Placentacion. Rev Per Gin Obst 2006 ; 52; 4:
Se reconocen dos limitaciones del presente estudio: 202-212.
1) la caracteristica retrospectiva de la información 4. Pacora P, Inar W, Huiza L. El síndrome metabóli-
que se ha recogido a traves del sistema informatico co del embarazo en Lima: consecuencias en la salud
perinatal y no de las historias clinicas, lo que pudo de la madre, el feto y el recién nacido.Ana Fac Med
haber impedido registrar con exactitud la frecuen- Lima 2005; 66 (Suppl1) : S34.
cia de las complicaciones maternas y perinatales; y 5. Comité on Technical Bulletins of The American
2) las pacientes estudiadas pertenecen a una pobla- Collage of Obstetricians and Gynecologists.Techni-
ción seleccionada de estrato economico medio y bajo cal Bulletins No. 219.Int J Obstet Gynaecol Obstet
proveniente del cono norte de Lima en un 60% (24), 1996;53:175-83.
quienes tuvieron atención prenatal en un hospital 6. Belmont TL, De los Rios F, La Hoz RM; Salviz M,
universitario donde se sigue un protocolo de manejo Contreras H. Mortalidad materna en la Division de
estandarizado (27), a traves del cual las pacientes ,du- Salud Lima Ciudad V. 2000-2004. Rev Per Ginecol
rante su atención prenatal, reciben consejo nutricional Obstet 2005;51;5:143-149.
y orientación para mejorar el estilo de vida y durante 7. Pacheco J. Disfunción endotelial en la preeclamp-
el parto, se sigue un manejo protocolizado. Estas me- sia. Anales de la Facultad de Medicina UNMSM
didas pudieron haber alterado la historia natural de 2003;64;1:43-54.
la preeclampsia y eclampsia en las gestantes. Por tal 8. Pacheco J. Preeclampsia/eclampsia : Reto para el
ginecoobstetra.Acta Med Per 2006;23;2: 100-111. ce of pre-eclampsia. Acta Obstet Gynecol Scand.
9. Pacora P, Guibovich A, Ingar W , Oliveros M, Hui- 2006;85(11):1285-91.
za L y Barreda A. Factores Patogénicos e Historia 18. Lieberman E, Lang JM, Cohen AP, Frigoletto FD
Natural del Embarazo complicado por la hipertensión Jr, Acker D, Rao R The association of fetal sex with
arterial en una Población de Lima 1991-2006. Rev the rate of cesarean section. Am J Obstet Gynecol.
Per Obstet Gin Obst 2008 (En Impresión). 1997 Mar;176(3):667-71.
10. Verburg BO, Steegers EA, De Ridder M, Snijders 19. Sheiner E, Levy A, Katz M, Hershkovitz R, Leron
RJ, Smith E, Hofman A, Moll HA, Jaddoe VW, Wit- E, Mazor M. Gender does matter in perinatal medici-
teman JC. New charts for ultrasound dating of preg- ne. Fetal Diagn Ther. 2004 Jul-Aug;19(4):366-9.
nancy and assessment of fetal growth: longitudinal 20. Naeye RL. Dirrering Effects of Male and Female
data from a population-based cohort study . Ultra- fetuses on Pregnancy Outcome. Chapter 12 in Disor-
sound Obstet Gynecol. 2008 ;31(4):388-96. ders of the Placenta, fetus, and Neonate. Diagnosis
11. The Magpie Trial Collaborative Group. Do wo- and Clinical Significance pp. 353359. Mosby Year
men with pre-eclampsia, and their babies, benefit Book, Inc, USA, 1992.
from magnesium sulphate? The Magpie Trial: a ran- 21. Anand-Ivell R, Ivell R, Driscoll D, Manson J.
domized placebo controlled trial. Lancet 2002; 359: Insulin-like factor 3 levels in amniotic fluid of human
1877-9. male fetuses. Hum Reprod. 2008 May ;23(5):1180-6.
12. Pacheco J, Wagner P, Williams M y Sanchez S. Epub 2008 Feb 29.
Enfermedades hipertensivas en la gestacion. En Obs- 22. Trayhurn P and Beattie JH. Physiological role of
tetricia, Ginecología y Reproducción (Pacheco J, edi- adipose tissue: white adipose tissue as an endocrine
tor). Pag 1097-1130. Segunda Edición. Lima-Perú, and secretory organ. Proc Nutr Soc 60: 329–339,
REP SAC 2007. 2001.
13. Bennet L, Roelfsema V, Dean JM, Wassink G, 23. Haugen F, Ranheim T, Harsem NK, Lips E, Staff
Power GG, Jensen EC, Gunn AJ. Regulation of cyto- AC, Drevon CA. Increased plasma levels of adipoki-
chrome oxidase redox state during umbilical cord oc- nes in preeclampsia: relationship to placenta and adi-
clusion in preterm fetal sheep. Am J Physyiol Regul pose tissue gene expression. Am J Physiol Endocrinol
Integr Comp Physiol 2007; 292(4): R1569-76. Metab. 2006 Feb;290(2):E326-33.
14. Bennet L, Rossenrode S, Gunning MI, Gluckman 24. Oficina de Estadistica e Informatica. Hospital Na-
PD, Gunn AJ. The cardiovascular and cerebrovas- cional Docente Madre Niño “San Bartolomé”. Lima,
cular responses of the immature fetal sheep to acute Peru, 2007.
umbilical cord occlusion. J. Physiol 1999;517 ( Pt 25. Franco A. Manual de atención Obstetrica. Hospi-
1):247-57. tal San Bartolomé. Lima, Peru 1994.
15. Meyer U, Nyffeler M, Engler A, Urwyler A, Sche-
dlowski M, Knuesel I, Yee BK, Feldon J. The time Dirección del Autor
of prenatal immune challenge determines the specifi- Dr. Percy Pacora Portella
city of inflammation-mediated brain and behavioral email: percypacoraportella@gmail.com
pathology. J Neurosci 2006; 3;26(18):4752-62 Lima. Perú
16. Di Renzo GC, Rosati A, Sarti RD, Cruciani L, Cu-
tuli AM. Does fetal sex affect pregnancy outcome?.
Gend Med. 2007 ;4(1):19-30.
17. Elsmén E, Källén K, Marsál K, Hellström-Westas
L. Fetal gender and gestational-age-related inciden-
ARTÍCULO ORIGINAL
through 1 to 4 lumbar laminectomy with opening of sición a varios agentes teratogénicos como el ácido
bone marrow channel and exposure to amniotic fluid. valproico, la carbamazepina, antagonistas del calcio
All sheep were randomized to be included in three y la hipertermia han sido implicados. El déficit de fo-
groups: control group A, and intervention groups B lato y su suplementación dieron como resultado una
(conventional intervention) and C (conventional plus disminución del 70% de trastornos del cierre del tubo
noncellular porcine skin patch). Neonate lambs (3 neural (4,5,6).
out of 5) in the control group presented with severe También existirían factores genéticos, que en el hu-
clinical disease related disabilities, namely walking mano se asocian a las trisomías del cromosoma 13 y
impairment and incontinence. Lambs in B and C 18, pero aún no se ha podido aislar ningún gen que lo
groups showed less severe impairment: slight wal- produzca (7,8).
king handicap and lack of incontinence. Because of Este desorden embriológico determina graves secue-
the small sampling the results we reached are not con- las, como por ejemplo paraplejía, paresias, inconti-
clusive, though they show a trend in favor of intraute- nencia urinaria y fecal, reflujo vesicoureteral, disfun-
rine correction of Myelomeningocele. ción sexual, deformaciones esqueléticas y herniación
KEYWORDS: Myelomeningocele; Fetal surgery. del cerebro posterior, siendo esta ultima la principal
causa de muerte en los primeros 5 años de vida de es-
tos niños (9,10). La herniación del cerebro posterior
INTRODUCCIÓN se define como el desplazamiento de la parte inferior
El Mielomeningocele representa una de las malfor- del vermis cerebeloso y de las amígdalas cerebelosas
maciones congénitas más frecuentes y severas en hu- dentro del canal cervical, produciendo la elongación
manos, que afecta aproximadamente a 1 de cada 2000 del cuarto ventrículo dentro del canal cervical (11).
recién nacidos en el mundo (1). En Estados Unidos Si bien se desconoce la patogénesis de la herniación
es la segunda malformación más frecuente, y afecta cerebelosa la hipótesis más sólida sostiene que la pér-
a uno de cada 1000 recién nacidos; por año nacen dida de líquido cefalorraquídeo a través de la lesión
entre 1500 y 2000 niños con MMC, lo que determina espinal causaría un desequilibrio de las presiones en-
un costo anual de 200.000.000 U$S (2). tre este último y la cavidad amniótica (12).
En esta patología las meninges y el tejido neural son Existe evidencia que demuestra que la alteración pri-
expuestos al medio intrauterino en una etapa tempra- maria de esta patología se desarrollaría a nivel del
na del desarrollo (alrededor de la tercera semana de mesodermo, sin existir compromiso neurológico ini-
gestación). Posterior a la gastrulación, se forma pla- cial, por lo tanto, el objetivo de la cirugía fetal intrau-
ca neural y se fusiona progresivamente hasta que se tero es realizar la corrección de este defecto debido
forma el tubo neural, el cual luego será cubierto por a que una vez instaladas las lesiones neurológicas son
mesénquima. El cierre del tubo neural ocurre desde la irreversibles, no existiendo en la actualidad una te-
región cervical media y procede, simultáneamente, en rapia apropiada que mejore el daño neurológico ya
dirección cefalica y caudal. El MMC ocurre al existir instalado. El objetivo de este estudio es observar la
una falla localizada del cierre del tubo neural. evolución clínica y por imágenes en un modelo ani-
Esta puede ocurrir en cualquier sitio de la medula mal, de las distintas técnicas quirúrgicas propuestas
espinal, pero es mas frecuente en la zona lumbar. en la reparación de la columna vertebral en mielome-
En esta porción afectada se observa el canal espinal nigoceles creados instrumentalmente. Evidencia que
abierto, con una placa neural adelgazada en lugar de apoya la corrección de mielomeningocele intrautero
un cordón (3). Hay información muy limitada que explique la lesión
La afectación neurológica del feto ocurriría en dos del tejido neuronal cuando es expuesto al medio in-
estadios (two–hit hypothesis) (9). Un primer estadio trauterino.
con alteración del cierre de la columna donde apare- Experimentos que incluyen cultivos de medula espi-
ce primero el defecto en el cierre del tubo neural y nal en líquido amniótico de embarazos avanzados su-
cualquier mielodisplasia asociada, y un segundo es- gieren que este último sería altamente tóxico para el
tadio en el que se produce el trauma generado por la tejido neural. En médulas espinales de ratas que fue-
exposición del tejido neural al medio intaranmiotico. ron expuestas a líquido amniótico a diferentes edades
La cirugía fetal del MMC teóricamente evitaría este gestacionales, las neuronas no se alteraron temprano
último evento. en la gestación, pero a partir de las 34 semanas, el lí-
Se cree que la etiología es multifactorial. La expo- quido amniótico se volvía mas tóxico, aparentemente
debido a un aumento de la urea y una disminución de trabajos anteriormente publicados (24). En resumen,
la tonicidad del líquido amniótico (13). luego de realizada una anestesia de tipo inhalatoria
Se han estudiado varios métodos de reparación intra- con isoflorano en la oveja preñada, se realizó una ci-
uterina de MMC en ratones, conejos, ovejas, cerdos y rugía símil cesárea con una histerotomía para exponer
monos (14,15,16,17,18,19). el dorso del feto, a quien se realizó una escisión oval
En un modelo de feto de mono se realizaron laminec- sobre la piel y plano muscular paraespinal a nivel de
tomías intrautero, cerrando un grupo inmediatamente la columna lumbar, evidenciando las apófisis dorsa-
y dejando el otro abierto. Al nacer, el grupo sin repa- les y transversas. Posteriormente, bajo microscopia,
rar desarrollaró paraplejía e incontinencia, mientras para reconocer los diferentes planos, se realizaron las
que en el grupo con reparación inmediata los monos laminectomías de lumbar 1 a 4, se abrió la durama-
se encontraban sin alteración. dre, retrayendo lateralmente ambos flaps y finalmente
En modelos de ratas, la creación de una disrrafia espi- se realizó una incisión en el rafe medio de la médula
nal a la mitad de la gestación, causó deformidad y dis- hasta el conducto del epéndimo hasta permitir la sali-
función motora. El cierre de este defecto resultó en da de líquido cefalorraquídeo.
animales normales al nacer. Estos resultados también De esta manera se dejó expuesto el tejido medular al
fueron duplicados por el mismo equipo de estudio en liquido amniótico, y el espacio subaracnoideo en con-
cerdos. tacto directo con la cavidad amniótica. Se reposicionó
La mayor evidencia de lesión intrautero de la medula el feto y se realizó una primer línea de sutura dejando
espinal expuesta fue demostrada espacio para colocar el catéter fijado con un punto, se
en MMC creados quirúrgicamente en fetos de ovejas. reintrodujo el liquido amniótico, previamente extraí-
En estos estudios experimentales fueron intervenidos do, con el agregado de antibióticos y se procedió al
los animales a los 75 días de gestación. Un grupo fue cierre de la pared por planos según técnica habitual.
estudiado antes del término y a otro se le permitió Luego de esta primera cirugía, los animales fueron
llegar al final de la gestación, observándose que los FOTO 1
animales que habían llegado a término tenían mayor REALIZACIÓN QUIRÚRGICA DEL MIELOMENINGOCELE
daño en el tejido neural que aquellos nacidos preter-
mino.
En otros experimentos realizados por Meuli y cola-
boradores (19,20), quienes crearon mielomenigoceles
quirúrgicamente en fetos de ovejas y que luego corri-
gieron, se observó que al nacimiento estas, presen-
taban función motora normal, continencia vesical y
fecal conservada y función sensorial conservada.
Recientemente, Paek y colaboradores demostraron
que la herniación del cerebro posterior ocurre en fe-
tos de ovejas a quienes se les creo un MMC y que
luego de la reparación intrautero la herniación estaba
ausente (21).
Además, ya existen importantes evidencias en huma-
nos que el cierre precoz del Mielomeningocele per- divididos en forma aleatoria en tres grupos: grupo A
mite la regeneración de las lesiones en la medula es- o control (sin reparación), grupo B o con reparación
pinal luego de la cirugía, disminuyendo en los recién neuroquirúrgica tradicional y grupo C reparados con
nacidos la hidrocefalia y la herniación del cerebro parche dérmico.
posterior (22,23). La aleatorización se realizó con tabla de números
aleatorios y la asignación se realizó en sobres opacos
MATERIAL Y MÉTODOS cerrados.
Se intervinieron quirúrgicamente 23 ovejas raza me- A los 110 días de gestación se realizó una segunda ci-
rino con gestación de 80 días, realizando sobre el feto rugía para la corrección de la lesión, implementando
una apertura del canal vertebral y medular reprodu- dos técnicas diferentes. Una, la reparación tradicional
ciendo instrumentalmente una lesión de MMC. Para neuroquirúrgica, realizada por un neurocirujano con
lo anterior se utilizaron las técnicas descriptas en experiencia en la reparación postnatal de mielomeni-
RESULTADOS
Las 23 ovejas reclutadas fueron asignadas en forma
aleatoria a los tres grupos: “A” o grupo control con 9
(nueve) individuos, “B” o neurocirugía convencional
con 7 (siete) individuos y “C” o grupo de reparación
quirúrgica con membrana con 7 (siete) individuos. En
los tres grupos se practicó la primera cirugía a los 80
días de preñez y ocurrieron 3 (tres) abortos en el gru-
po control y 1 (uno) en el grupo convencional.
La 2ª cirugía de reparación, por los dos métodos men-
cionados, se realizó a los 110 días de preñez, sin rea-
lizar ninguna intervención en el grupo de control; en
ésta cirugía ocurrieron 2 (dos) abortos en cada uno de
los grupos de intervención, sin abortos para el grupo
de control. Ocurrieron 1(una) muerte en cada uno de
los grupos y 1 (uno) parto prematuro en el grupo al
programadas, con anestesia epidural o los partos. El que se le realizó la reparación con membrana.
Se produjeron los nacimientos a los 155 días de ges- los 2 corderos eran clínicamente G1; y en el grupo en
tación obteniéndose: 3 (tres) cesáreas y 2 (dos) partos el que se colocó la membrana 2 de los corderos de los
en el grupo control; 2 (dos) cesáreas, ningún parto y 3 corderos fueron G1 y un cordero G2; ninguno de los
parto distócico con la muerte del cordero en el grupo corderos de los grupos en los que se realizó la inter-
de intervención convencional; y para el grupo repa- vención, presentaron defectos clínicos graves (G3).
rado con membrana, 2(dos) cesáreas y 1 (uno) parto. El desarrollo de las técnicas quirúrgicas, tomando
De las 9 ovejas asignados al grupo control, se pierden como modelo las técnicas aplicadas por otros grupos;
4 y quedan 5, y los productos son 5 corderos, 2 ma- la aplicación de nuevo instrumental adecuado a las
chos y tres hembras. En el grupo de cirugía conven- necesidades de la cirugía fetal en el modelo animal;
cional de las 7 se pierden 5 y quedan 2 ovejas, cuyos la revisión y modificación de los protocolos de anes-
productos son 2 corderos 1 macho y 1 hembra. En el tesia que permitió obtener mejores resultados en la
tercer grupo, cirugía de membrana, de las 7 ovejas relación de la oveja y su cordero para la lactancia, son
se pierden 4 y quedan 3, con 2 corderos hembra y 1 sólo algunos de los temas que éste grupo ha debido
macho. Fue establecida la siguiente clasificación clí- resolver durante el desarrollo de la investigación. El
nica para la evaluación de los corderos: G0: animal trabajo conjunto del equipo ha permitido la adqui-
sin signología clínica, absolutamente normal; sición de nuevas destrezas que serán fundamentales
G1: deambulación normal o con dificultad leve-con- para el manejo futuro de la cirugía fetal intrautero en
trola esfínteres-PESS:pos; G3: deambula con dificul- humanos.
tad-no controla esfínteres-PESS:neg; G4: no deam- Consideramos que el desarrollo de la Cirugía Fetal
bula, no se sostiene-no controla esfínteres-PESS:neg Intrautero, será en el futuro una herramienta funda-
Se realizaron imágenes de resonancia magnética, y mental para la corrección de alteraciones como el
según los criterios de diagnóstico por imágenes de Mielomeningocele que evitarán la progresión de la
la Espina Bífida, se clasificó a los corderos si pre- enorme morbilidad y significación sanitaria que tiene
sentaban: Chiari: herniación de cerebro posterior o ésta patología y otras similares.
amígdalas cerebelosas; Siringomielia; Xifosis; adhe- Colaboradores: Dres. Lijdens, E. Mónaco, A. Sticotti, S. Pelle-
rencias en reparación. Se los clasificó como grado 0, grino, F .Drago, H. Dr. Dominici, A. Fernández, A. Cornicelli, P.
1, 2, 3 ó 4 según tuvieran ninguno, 1, 2, 3 ó los 4 Solis, S. Sr.Fonseca, Sra.Lazarte, Sr. Palomeque.
defectos sumados respectivamente. Se realizaron en
los corderos Potenciales Evocados Somato Sensitivos BIBLIOGRAFÍA
(PESS). Los resultados son consignados en la tabla 1. Lary JM, Edmonds LD. Prevalence of spina bifi-
siguiente, junto con los resultados finales clínicos y da at birth-United States, 1983-1990: a comparison
de imágenes y las correlaciones entre los valores: of two surveillance systems. MMWR Morb Mortal
En el cordero V376, perteneciente al grupo control, se Wkly Rep 1996;45:15-26.
encuentra un defecto en la RMN, pero clínicamente, 2. Goodman RA. Economic burden of spina bifida
el cordero es normal. Este comportamiento se debe a - United States, 1980-1990. MMWR 1989; 38:264-
que ocurrió una reparación espontánea de la apertura 267.
del canal realizada quirúrgicamente. Este resultado es 3. Larsen WJ. Human embryology, 2nd ed. New
coincidente con iguales hallazgos de otros grupos de York: Churchill Livingstone; 1997.
investigación. 4. Kadir RA, Sabin C, Whitlow B, et al. Neural tube
defects and periconceptional folic acid in England
CONCLUSIONES and Wales: retrospective study [see Comments]. BMJ
Los resultados no son concluyentes, pero muestran 1999; 319:92-93.
una tendencia a favor de los dos grupos de interven- 5. Scholl TO, Johnson WG. Folic acid: influence on
ción en los que se realizó la reparación neuroquirúrgi- the outcome of pregnancy. Am J Clin Nutr 2000; 71(5
ca convencional y la reparación con la colocación de Suppl.):1295S-1303S. A review and summary of the
la membrana de tejido dérmico porcino. Clínicamen- studies on folate and pregnancy to date.
te el grupo sin reparar, exceptuando el caso mencio- 6. Einarson A, Parshuram C, Koren G. Periconceptio-
nado de reparación espontánea con clínica G0, tuvo nal use of folic acid to reduce the rates of neural tube
un cordero G1 y 3 corderos G3, para un total de 5 defects: is it working? Reprod Toxicol 2000; 14:291-
corderos en éste grupo. En los grupos de interven- 292.
ción: en la reparación neuroquirurgica convencional 7. Partington MD, McLone DG. Hereditary factors in
the etiology of neural tube defects. Results of a sur- 19. Tulipan N, Hernanz-Schulman M, Bruner JP.
vey. Pediatr Neurosurg 1995; 23:311-316. Reduced hindbrain herniation after intrauterine mye-
8. Melvin EC, George TM, Worley G, et al. Gene- lomeningocele repair: a report of four cases. Pediatr
tic studies in neural tube defects. NTD Collaborative Neurosurg 1998;29:274-8.
Group. Pediatr Neurosurg 2000; 32:1-9. 20. Bruner JP, Tulipan N, Paschall RL, et al. Fe-
9. Heffez DS, Aryanpur J, Hutchins GM, et al. The tal surgery for myelomeningocele and the inci-
paralysis associated with myelomeningocele: clinical dence of shunt-dependent hydrocephalus. JAMA
and experimental data implicating a preventable spi- 1999;282:1819-2517.
nal cord injury. Neurosurgery 1990; 26:987-992. 21. McCullough DC, Johnson DL. Myelomeningoce-
10. Steinbok P, Irvine B, Cochrane DD, Irwin BJ. le repair: technical considerations and complications.
Long-term outcome and complications of children Pediatr Neurosurg 1994;21:83-9
born with meningomyelocele. Childs Nerv Syst 22. De Lahunta A. (ed): Veterinary Neuroanatomy
1992;8:92-6. and Clinical Neurology. Philadelphia, PA, Saun-
11. McLone DG, Naidich TP. Myelomeningocele: ders,198326 Nuwer MR, Aminoff M, Desmedt J,
outcome and late complications. In: McLaurin DL, et al: IFCN recomended standards for short latency
Schut L, Venes J, Epstein LG, editors. Pediatric neu- somatsensory evoked potentials. Report of an IFCN
rosurgery. Philadelphia: WB Saunders; 1989 committee. Electroenceph Clin Neurphysiol 91:6-11,
12. McLone DG, Knepper PA. The cause of Chiari II. 1994
Neurosurgery 1993; 32:1005-1010. 23. Sutton LN, Adzick NS, Bilaniuk LT, Johnson MP,
13. Housley HT, Graf JL, Lipshultz GS, et al. Crea- Crombleholme TM, Flake AW. Improvement in hin-
tion of myelomeningocele in the fetal rabbit [in Pro- dbrain herniation demonstrated by serial fetal mag-
cess Citation]. Fetal Diagn Ther 2000; 15:275-279. netic resonance imaging following fetal surgery for
14. Meuli M, Meuli-Simmen C, Yingling CD, et al. myelomeningocele. JAMA 1999;282:1826-31.
Creation of myelomeningocele in utero: a model of 24. E Mansilla and col. The derma project. : Present
functional damage from spinal cord exposure in fetal and future possibilities of skin procurement for the
sheep [see Comments]. J Pediatr Surg 1995; 30:1028- treatment of large burns in Argentina, Tissue enginee-
1032; discussion 1032-1033. ring and the cadaver skin bank transplant proc. 2001
15. Michejda M. Intrauterine treatment of spina bifi- Feb- Mar; 33 (1-2) : 637-9.
da: primate model. Z Kinderchir 1984; 39:259-261. 25. Gao Z-R. Porcin dermal collagen as wound dres-
16. Meuli M, Meuli-Simmen C, Hutchins GM, et al. sing for skin donor sites and deep parietal skin thick-
In utero surgery rescues neurological function at birth ness burns. Burns. (1992) 18, (6) ,492-496.
in sheep with spina bifida. Nat Med 1995; 1:342-347.
17. Meuli M, Meuli-Simmen C, Yingling CD, et al. In Direccion del Autor
utero repair of experimental myelomeningocele saves Dr Mario Palermo
neurological function at birth. J Pediatr Surg 1996; email: mariopalermo@fibertel.com.ar
31:397-402. Buenos Aires. Argentina
18. Paek BW, Farmer DL, Wilkinson CC, et al. Hin-
dbrain herniation develops in surgically created mye-
lomeningocele but is absent after repair in fetal lambs
[in Process Citation]. Am J Obstet Gynecol 2000;
183:1119-1123.
ARTÍCULO ORIGINAL
Servicio de Obstetricia y Ginecología - Maternidad “Dr. Nerio Belloso” Rev. Latin. Perinat. 17 (4) 2014
Hospital Central “Dr. Urquinaona”.
Maracaibo, Estado Zulia.Venezuela.
320
more frequent in group B (p = ns). It is concluded that El objetivo de la investigación fue comparar la efi-
transdermal nitroglycerin is as effective as isoxuprine cacia del clorhidrato de isoxuprina endovenoso con
clorhidrate for tocolysis in treathened preterm labor. nitroglicerina transdérmica en el tratamiento de la
KEYWORDS: Isoxuprine; Nitroglycerin; Preterm amenaza de parto pretérmino.
Labor.
MATERIALES Y MÉTODO
INTRODUCCIÓN Se incluyeron a todas las pacientes con edad gestacio-
El parto pretérmino representa cerca del 10% de los nal entre 24 y 34 semanas diagnóstico de amenaza de
nacimientos y es la principal causa de muerte perina- parto pretérmino, que se definirá como la presencia
tal (1). Las infecciones locales y sistémicas, hemo- de contracciones uterinas regulares (6 o más por hora
rragia pre-parto y las anomalías fetales predisponen y con una duración de más de 30 segundos) con o
a las contracciones uterinas antes del término, pero sin evidencia de dilatación y/o borramiento cervical
en cerca de la mitad de los casos no se encuentra una y membranas integras. Se excluyeron las pacientes
causa obvia para la aparición del trabajo de parto (2). con gestaciones múltiples, con condiciones médicas
Debido a que el riesgo perinatal es inversamente pro- que contraindiquen el uso de cualquiera de los me-
porcional a la edad gestacional al momento del parto, dicamentos, presencia de infección intrauterina, alte-
se ha propuesto que retrasar el parto pretérmino redu- raciones de la frecuencia cardiaca fetal, hemorragia
ciría la morbilidad y mortalidad perinatal. anteparto o polihidramnios. El Comité de Ética del
Los betamiméticos son las de primera elección en el hospital aprobó el estudio y se obtuvo consentimiento
tratamiento del trabajo de parto pretérmino (3,4). De por escrito de todas las pacientes.
los tres tipos de receptores β adrenérgicos, los β2 son Una vez que la paciente se le realizó el diagnóstico de
los que se encuentran en el útero, y su estimulación amenaza de parto pretérmino se le realizó un electro-
provoca la relajación de la fibra muscular lisa uterina. cardiograma antes, a las 24 horas después del inicio
Los efectos secundarios más comunes se asocian al del tratamiento y al momento de omitir el tratamien-
efecto estimulante de los otros receptores β. (5). Ade- to. La presión arterial y la frecuencia cardiaca fue-
más, la terapia con betamiméticos puede aumentar el ron monitorizadas al inicio del tratamiento y cada 15
riesgo neonatal de hemorragia intraventricular (6). minutos durante las primeras dos horas y luego cada
La nitroglicerina (NTG) es un relajante del múscu- 8 horas. Las muestras de sangre venosa para deter-
lo liso que actúa a través de su metabolito, el óxi- minar las concentraciones de glicemia y electrolitos
do nítrico. La nitroglicerina y otros nitritos de larga se repitieron en ambos grupos de pacientes a las 24
acción son administrados en una amplia variedad de horas y al final del tratamiento. También se realizó un
condiciones cardiovasculares, pero su uso en la obste- ecograma antes de iniciar el tratamiento.
tricia se ha limitado a su administración endovenoso Posterior a la obtención del consentimiento infor-
en casos esporádicos que requieren rápida dilatación mado se les administró 500 ml de solución salina al
uterina como la remoción manual de la placenta o co- 0,9% y se practicó la asignación al azar. Para obtener
rrección de la inversión uterina (7). Durante el emba- una distribución igual del uso de los medicamentos
razo, es comúnmente utilizada para el tratamiento del en cada uno de los grupos, se asignaron sobres sella-
infarto del miocardio y la hipertensión materna (8). dos con una distribución al azar entre los diferentes
El uso potencial como tocolítico de la NTG fue ex- grupos. Las pacientes tratadas con NTG (grupo A)
plorado inicialmente en un estudio observacional (9), recibieron un parche de 50 mg de NTG. El parche
en el cual se incluyeron 13 pacientes con parto pretér- fue colocado sobre la piel de la cara lateral del tó-
mino y se reportó una prolongación del embarazo de rax. Si las contracciones no desaparecían en la hora
59 días sin efectos adversos significativos. Rowlands siguiente a la colocación del primer parche, se colocó
et al. (10) estudiaron 10 mujeres y el promedio de un parche adicional sobre la piel. Si las contracciones
prolongación observada del embarazo fue de 46 días. cesaban se dejaba el parche por 12 horas y luego fue
A excepción de un caso de hipotensión materna y retirado y se colocó un nuevo parche cada 12 horas.
algunos casos de cefalea, el medicamento fue bien Si las contracciones no cedían luego de 2 horas de
tolerado. Los resultados de estos estudios, debido al la colocación de los parches de NTG, entonces estos
pequeño número de pacientes no permiten comprobar fueron removidos y se comenzó el tratamiento con
la efectividad de la NTG transdérmica sobre las dro- clorhidrato de isoxuprina y se excluyó a la paciente
gas betamiméticas. del estudio.
GRUPO B
Los efectos de la NTG transdérmica y el clorhidrato
GRUPO A Clorhidrato p de isoxuprina sobre la presión arterial sistólica y dias-
Nitroglicerina de isoxuprina tólica, y la glucosa sérica se muestran en el tabla 3.
Edad, años (n = 41) (n = 41)
Edad gestacional al 27,7 +/- 5,4 26,5 +/- 4,2 ns
Se observó que en las pacientes tratadas con parches
momento del ingreso, n (%) de NTG los valores promedio de presión arterial sis-
tólica en los diferentes periodo de evaluación presen-
24-28 semanas 12 (29,3) 10 (24,4) ns
28-30 semanas 15 (36,6) 14 (34,1)
taban una tendencia a ser más altos comparado con
30-34 semanas 14 (34,1) 17 (41,5) las pacientes tratadas con clorhidrato de isoxuprina.
Sin embargo, no se observaron diferencias estadísti-
Paridad, n (%)
camente significativas entre los dos grupos (p = ns).
Nulípara 21 (51,2) 18 (43,9) ns Con respecto a la presión arterial diastólica, se obser-
Multípara 20 (48,8) 23 (56,1) vó que las pacientes del grupo A presentaban valores
Tratamiento tocolítico previo,n(%)
significativamente mas bajos al compararlos con las
Dilatación cervical, n (%) 19 (46,3) 17 (41,5) ns pacientes del grupo B (p < 0,05). En el grupo de pa-
cientes tratadas con clorhidrato de isoxuprina se ob-
< 2 centímetros 39 (95,1) 37 (90,2) ns
> 2 centímetros 2 (4,9) 4 (9,8)
servó un aumento significativo de las concentraciones
séricas de glucosa (p < 0,05) tanto en comparación
principales para evaluación de la eficacia tocolítica de la cefalea puede ser tratada con paracetamol y su du-
la NTG transdérmica. Además, el número de pacien- ración no es mayor de 5 días (19). En esta investiga-
tes con diagnóstico de amenaza de parto pretérmino ción, la cefalea fue reportada en más del 70% de las
en ambos estudios eran menor que el de la presente pacientes tratadas con nitroglicerina.
investigación. Las pacientes en el grupo de clorhidrato de isoxuprina
Entre las pacientes de la presente investigación trata- describieron la presencia de palpitaciones y calorones
das con parches de NTG, se observaron efectos car- en combinación con la presencia de temblores. Se ha
diovasculares de relevancia clínica. Se evidenció una descrito que el uso de betamiméticos en bolo puede
disminución de la presión arterial diastólica superior reducir los efectos adversos, pero esto no evita la apa-
al 10%, producto de la vasodilatación inducida por el rición de estos (27).
óxido nítrico. En estudios previos, no se observaron La NTG transdérmica y el clorhidrato de isoxuprina
cambios en la presión arterial durante la tocólisis uti- endovenoso actúan en forma diferente sobre el útero
lizando parches de NTG transdérmica (14,16). grávido y no es extraño que un grupo importante de
Al igual que lo observado en esta investigación, los pacientes que son resistentes al tratamiento con beta-
estudios de equivalencia usando NTG transdérmica miméticos respondan a la NTG. Por lo tanto, en las
no han descrito casos de hipotensión severa (14-17). pacientes que presentan contraindicaciones o intole-
En un estudio en el que se comparó NTG endoveno- rancia al clorhidrato de isoxuprina, el tratamiento con
sa con sulfato de magnesio para la tocólisis (18), se NTG transdérmica podría ser eficaz.
observó la presencia de hipotensión materna después Se concluye que la nitroglicerina transdérmica es
del tratamiento. Estudios en animales (23) y huma- igual de efectiva que el clorhidrato de isoxuprina en
nos (14-19) sugieren que la NTG es segura cuando la tocólisis de la amenaza de parto pretérmino. Sin
se utiliza en dosis bajas, ya que no cruza la barrera embargo, produce más efectos adversos.
feto-placentaria (23). Además, estudios de Doppler
en humanos demuestran que la NTG no altera el flujo BIBLIOGRAFÍA
sanguíneo fetal o útero-placentario normal (20,24), 1. Faneite P., Rivera C., Amato R., et al. Prematurez:
pero puede mejorar la resistencia úteroplacentaria resultados perinatales. Rev Obstet Ginecol Venez.
anormal (24). 66:213. 2006.
En forma similar a los hallazgos de esta investigación, 2. Engle W., Kominiarek M. Late preterm infants,
Dos investigaciones previas (25,26), reportaron una early term infants, and timing of elective deliveries.
elevación significativa en las concentraciones de glu- Clin Perinatol. 35:325. 2008.
cosa sérica en pacientes tratadas con betamiméticos, 3. Wilson-Costello D., Friedman H., Minich N., et al.
lo cual es explicado por la actividad sobre los recep- Improved survival rates with increased neurodeve-
tores β pancreáticos. En esta investigación se observó lopmental disability for extremely low birth weight
un aumento de las concentraciones séricas de glucosa infants in the 1990s. Pediatrics. 115:997. 2005.
en el grupo de pacientes tratadas con clorhidrato de 4. Torres-Cepeda D., Guerra-Velásquez M., Reyna-
isoxuprina comparado tanto con las concentraciones Villasmil E., et al. Tocólisis con clorhidrato de isoxu-
antes del inicio del tratamiento como al compararlas prina o nifedipina en la amenaza de parto pretérmino.
con el grupo de pacientes tratadas con NTG. Rev Obstet Ginecol Venez. 70:11. 2010.
En este estudio, se observaron más efectos adversos 5. Eroglu D., Yanik F., Oktem M., et al. Prediction
en las pacientes tratadas con NTG comparados con of preterm delivery among women with threatened
las pacientes tratados con clorhidrato de isoxuprina. preterm labor. Gynecol Obstet Invest. 64:109. 2007.
Sin embargo, el principal efecto adverso asociado a 6. Tan T., Devendra K., Tan L., et al. Tocolytic
los parches de NTG fue la cefalea, conocida como treatment for the management of preterm labour: a
“cefalea por nitratos”, que es el efecto adverso repor- systematic review. Singapore Med J. 47:361. 2006.
tado mas significativo, junto con la taquicardia refrac- 7. Bayhi D., Sherwood C., Campbell C. Intravenous
taria y dermatitis de contacto (14). Los efectos adver- nitroglycerin for uterine inversion. J Clin Anesth.
sos de la NTG han sido bien descritos posteriores al 4:487. 1992.
uso a largo plazo como terapia cardiológica. Todos 8. Shahabi S., Smith N., Chanana C., et al. Pregnan-
los estudios de la nitroglicerina transdérmica han de- cy-associated myocardial infarction: a report of two
mostrado que la cefalea es efecto adverso mas común cases and review of the literature. Ups J Med Sci.
en 30-65% de los casos (11,15,18). Afortunadamente 113:325. 2008.
9. Lees C., Campbell S., Jauniaux E., et al. Arrest Obstet Gynecol. 93:79. 1999.
of preterm labour and prolongation of gestation 19. Schleussner E., Möller A., Gross W., et al. Mater-
with glyceryl trinitrate, a nitric oxide donor. Lancet. nal and fetal side effects of tocolysis using transder-
343:1325. 1994. mal nitroglycerin or intravenous fenoterol combined
10. Rowlands S., Trudinger B., Visva-Lingam S.. with magnesium sulfate. Eur J Obstet Gynecol Re-
Treatment of preterm cervical dilatation with glyceryl prod Biol. 106:14. 2003.
trinitrate, a nitric oxide donor. Aust N Z J Obstet Gy- 20. Leszczynska-Gorzelak B., Marciniak B., Las-
naecol. 36:377. 1996. kowska M., et al. The influence of transdermal ni-
11. Smith G., Walker M., Ohlsson A., et al. Rando- troglycerin patches on fetal blood flow parameters in
mized double-blind placebo-controlled trial of trans- threatened preterm labor. Ginekol Pol. 73:756. 2002
dermal nitroglycerin for preterm labor. Am J Obstet 21. Frambach T., Müller T., Freund S., et al. Self-li-
Gynecol. 196:37. 2007. mitation of intravenous tocolysis with beta2-adrener-
12. Panter K., Hannah M., Amankwah K., et al. The gic agonists is mediated through receptor G protein
effect of indomethacin tocolysis in preterm labour on uncoupling. J Clin Endocrinol Metab. 90:2882. 2005.
perinatal outcome: a randomised placebo-controlled 22. Münzel T. Recent findings on nitrates: their ac-
trial. Br J Obstet Gynaecol. 106:467. 1999. tion, bioactivation and development of tolerance.
13. Wisanskoonwong P., Fahy K., Hastie C. The Dtsch Med Wochenschr. 133:2277. 2008.
effectiveness of medical interventions aimed at pre- 23. Bustard M., Farley A., Bennett B., et al. Steady-
venting preterm birth: a literature review. Women state maternal and fetal plasma concentrations of
Birth. 24:141. 2011. glyceryl trinitrate (GTN) in the preterm sheep. Can J
14. Black R., Lees C., Thompson C., et al. Maternal Physiol Pharmacol. 81:884. 2003.
and fetal cardiovascular effects of transdermal gly- 24. Kähler C., Schleussner E., Möller A., et al. Nitric
ceryl trinitrate and intravenous ritodrine. Obstet Gy- oxide donors: effects on fetoplacental blood flow. Eur
necol. 94:572. 1999. J Obstet Gynecol Reprod Biol. 115:10. 2004.
15. Lees C., Lojacono A., Thompson C., et al. Gly- 25. Matijevi R, Grgi O, Vasilj O. Ritodrine in oral
ceryl trinitrate and ritodrine in tocolysis: an interna- maintenance of tocolysis after active preterm labor:
tional multicenter randomized study. GTN Preterm randomized controlled trial. Croat Med J. 47:25. 2006
Labour Investigation Group. Obstet Gynecol. 94:403. 26. Papatsonis D., van Geijn H., Bleker O., et al. He-
1999. modynamic and metabolic effects after nifedipine and
16. Bisits A., Madsen G., Knox M., et al. The Ran- ritodrine tocolysis. Int J Gynaecol Obstet. 82:5. 2003
domized Nitric Oxide Tocolysis Trial (RNOTT) for 27. Herzog S., Cunze T., Martin M., et al. Pulsatile vs.
the treatment of preterm labor. Am J Obstet Gynecol. continuous parenteral tocolysis: comparison of side
191:683. 2004. effects. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 85:199.
17. Wani M., Barakzai N., Graham I. Glyceryl trini- 1999.
trate vs. ritodrine for the treatment of preterm labor.
Int J Gynaecol Obstet. 85:165. 2004. Direccion del Autor
18. El-Sayed Y., Riley E., Holbrook R., et al. Ran- Dr. Eduardo Reyna-Villasmil
domized comparison of intravenous nitroglycerin and email: sippenbauch@gmail.com
magnesium sulfate for treatment of preterm labor. Maracaibo. Venezuela
ARTÍCULO ORIGINAL
cervical disrupture, 37.84% (n = 14). This inconve- para estimular la contractilidad uterina. (2) A princi-
nience lesion may be due to the passage of the fetal pio del siglo veinte, los principales preparados para
head by a cervix that has not reached full dilatation este fin fueron los derivados del cornezuelo de cente-
and also by maternal pushes stimulation generated no, la quinina y extractos de hipófisis. En 1906, Dale
by synthetic oxytocin administration. The experien- observó el efecto uterotónico de la porción posterior
ce gained from the Perinatal Information System and de la hipófisis de la gata. Fue en mano de Blair Bell
medical records data let to register our institution pre- que se le dio aplicación clínica en el manejo de la
valence and the important obstetric work played by hemorragia puerperal, en casos de parto diferido y
Midwife on perinatal service. como inductor del trabajo de parto. (2) En 1949, Deu
KEYWORDS: Induction of labor; Oxytocin; Cesa- Vigneaud sintetizó el primer agente moderno para la
rean section; Neonatal evaluation. inducción, la ocitocina, aislada de manera pura de la
neurohipófisis y describió su estructura molecular.
INTRODUCCION Fue por la síntesis de esta hormona que Deu Vigneaud
La información acerca de los inicios de la obstetricia en 1955 recibió el premio Nobel y desde entonces es
es mínima, ya que las imágenes de la vida primitiva que en obstetricia se puede contar con ocitocina sin-
que han descubierto los arqueólogos fueron plasma- tética altamente purificada. (2) Theobold, Graham y
das por hombres que tenían prohibido el acceso al Gange, introdujeron el método de administración in-
momento del parto. Desde épocas remotas se utili- travenosa de la ocitocina, que permitió el control de
zaron numerosos elementos para favorecer el inicio las contracciones uterinas.
de las contracciones con el objetivo de lograr el na- La inducción del trabajo de parto hace referencia a
cimiento. Los métodos utilizados por los estadouni- un conjunto de maniobras encaminadas a iniciar y
denses consistían en la pulverización de cascabeles mantener contracciones uterinas que modifiquen el
de serpientes o material obtenido de raeduras de uñas cuello uterino y provoquen el nacimiento fetal. Entre
de oso administradas en una poción. las indicaciones maternas más frecuentes se encuen-
Williams describió la práctica de un curandero que tran: diabetes, hipertensión inducida por el embara-
se arrodillaba ante la parturienta con una calabaza en zo (HIE), la colestasis intrahepatica del embarazo, la
una mano, que agitaba constantemente y una pipa en preeclampsia. Entre las indicaciones fetales: la muer-
la boca de la que obtenía humo que expulsaba hacia te fetal, el embarazo cronológicamente prolongado,
los genitales maternos. Existían también creencias la restricción de crecimiento intrauterino (RCIU), la
populares que se usaban para estimular en inicio del isoinmunización (RH). Entre las indicaciones ovu-
trabajo de parto. Entre las técnicas más comunes se lares: la rotura prematura de membranas ovulares
recomendaban las largas caminatas, el consumo de (RPM), la corioamnionitis, el oligoamnios. La Induc-
laxantes, ingesta de alimentos picantes y te de hier- ción al Parto es un procedimiento común que se reali-
bas. Entre las técnicas menos utilizadas encontramos za en alrededor del 20% de las mujeres embarazadas
la ducha de agua caliente, bailar, ingerir comida chi- en Argentina. (3)
na, tomar ginebra o jugo de arándanos. (1) Por otro La frecuencia de la inducción de la actividad uterina
lado, los médicos griegos, romanos y de otras socie- es variable a nivel mundial y según datos de 1980,
dades recomendaban dos métodos: estimulación del en el continente europeo alcanza entre el 12 y 25%
pezón, que causaría contracciones uterinas e inicio de de los nacimientos y en Estados Unidos alrededor
trabajo de parto y el manteo, acto de colocar a la pa- del 11%. (4) Sin embargo, un estudio de tipo cohor-
ciente en una cama de ramas de árbol o manta y agi- te retrospectiva desde el año 1990 a 2002 donde se
tarla lanzándola hacia arriba. También se recomenda- encontraron diferencias en relación a la prevalencia
ba el vaciamiento de la vejiga, la administración de de inducciones al parto en dicho período, refiere un
un enema con una mezcla de aceite, agua y miel, el incremento de la misma de 10% en 1990 a 21% en
escurrimiento de varias claras de huevo en la vagina el 2002. En relación a la tasa de cesáreas también se
para reblandecer y relajar el cuello uterino, la lubrica- observó un incremento del 21% al 26% en el período
ción de la mano del médico con aceite y la rotura de de estudio antes mencionado.5 En un estudio de tipo
membranas con el dedo. (2) revisión simple realizada en Oxford, Inglaterra, so-
En 1810, Hamilton sugirió la separación digital de las bre un total de 14.892 inducciones al parto, se obser-
membranas del segmento inferior uterino y luego su vó en 1985 una prevalencia de 17,5%. Entre 1995 y
rotura por encima de la cabeza fetal como maniobra 2002 esta prevalencia se mantuvo constante alrededor
del 20%, pero la tasa de cesárea aumentó un 10% en del Sistema Informático Perinatal (SIP) en el perío-
este grupo de estudio. Entre las indicaciones más fre- do comprendido entre el 1 de Junio de 2006 al 31 de
cuentes observadas en esta cohorte se encuentran el mayo de 2007 del Hospital Nacional Profesor Alejan-
embarazo prolongado y los desórdenes hipertensivos dro Posadas de la ciudad de Buenos Aires. Se toma-
maternos. (1) ron como criterios de inclusión: Pacientes cuyo inicio
Se realizó un estudio transversal, prospectivo y ana- de trabajo de parto sea inducido y finalizado en el
lítico en el período de Junio a Noviembre de 1996 mismo hospital, con gestaciones mayores de 24 se-
en el Hospital Provincial “Justo Legón Padilla” de manas. Se excluyeron los casos en que no fue posible
Pinar del Río, Cuba, con el objeto de comparar algu- encontrar la historia clínica en el archivo del hospital
nos aspectos de la inducción del parto mediante pros- o cuando el inicio de trabajo de parto era desconocido
taglandinas, ocitocina o ambas. En dicho estudio se o dudoso.
encontró una prevalencia del 14.7% de inducciones y El SIP es un sistema elaborado por el Centro Lati-
sus principales causas fueron: la hipertensión arterial, noamericano de Perinatología (CLAP) en colabora-
la rotura prematura de las membranas ovulares, el ción con la Organización Panamericana de la Salud
oligoamnios y el embarazo prolongado. En el grupo (OPS) en 1982 y esta basado en una historia clínica
estudiado hubo un índice de cesáreas 33,4% y se des- que conjunta los datos maternos del embarazo, parto,
tacaron como sus principales causas: el sufrimiento puerperio y los del recién nacido. Tiene por objetivo
fetal agudo (35,1%) y la desproporción céfalo-pélvi- normatizar y unificar la recolección de datos, facilitar
ca (23,4%). No hubo diferencias significativas en el la comunicación intra y extrahospitalaria, favorecer
Apgar de los recién nacidos al comparar los diferen- el cumplimiento de las normas, lo cual sirve para la
tes métodos de inducción utilizados. (6) planificación de la adecuada atención de las pacientes
Un estudio de cohorte retrospectiva realizado entre embarazadas y sus recién nacidos. Es una herramien-
1980 y 1995, sobre una población de 1293 mujeres ta que provee datos para identificar la población, eva-
con embarazos de término fue llevado a cabo para luar la asistencia brindada, categorizar problemas de
evaluar los cambios temporales en las tasas y las cau- salud y realizar investigaciones para mejorar la salud
sas de inducción al parto. Como conclusión se obser- perinatal. Los datos fueron extrapolados a una base
vó un aumento en la prevalencia de inducción entre de formato Excel para las variables de interés. Los
las fechas mencionadas de 12.9% a 25.8% respecti- resultados se analizaron con el programa Stata 8.0.
vamente. Las indicaciones también variaron, con un Las inducciones se realizaron según protocolo del
aumento en 2 veces para embarazos cronológicamen- Servicio de Obstetricia con infusión endovenosa de
te prolongado y una disminución de 22 veces para la ocitocina cuando el Score de Bishop era favorable,
ruptura prematura de membranas. El porcentaje de comenzando con 1mU/min y aumentando la dosis
cesárea entre los embarazos inducidos fue mayor que en forma geométrica cada media hora hasta obtener
en aquellos de inicio espon-táneo. (7) dinámica uterina regularizada de trabajo de parto.
Según una cohorte retrospectiva realizada en Wash- Se utiliza como dosis máxima 16mU/min. El score
ington - Estados Unidos, sobre un total de 4541 mu- Bishop toma en consideración la altura de la presen-
jeres con gestaciones únicas se observó que la induc- tación en la pelvis, la consistencia y posición cervical
ción al parto es un procedimiento obstétrico que se y su grado de dilatación y borramiento, otorgándo un
encuentra incrementado observándose una prevalen- puntaje mayor a 7 cuando se considera que el cuello
cia que oscila entre el 20% y el 34% anual. (8) uterino es favorable para conseguir el éxito de la in-
El objetivo primario de este reporte es conocer la pre- ducción al parto.(9)
valencia de la inducción al parto y sus indicaciones Los resultados serán expresados como medidas de
en el Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas frecuencia (porcentajes) para las distintas variables
entre el 1 de Junio de 2006 al 31 de mayo de 2007. categóricas de resultado. Las variables continuas se
También se planteó registrar los resultados maternos expresarán con medidas de tendencia central, media
y neonatales observados en las pacientes a las cuales con sus desvíos estándar o mediana con sus rangos
se les realizó la inducción al parto en dicho período. según la dispersión de la muestra. Para comparar va-
riables continuas se utilizará el t-test o Mann Whitney
MATERIAL Y MÉTODOS Test y para variables categóricas el Test x2 o la Prue-
Se llevo a cabo un estudio de tipo observacional, ba exacta de Fisher. Se consideran resultados estadís-
descriptivo y transversal. Los datos fueron obtenidos ticamente significativos con valores de p=0.05.
La medida de resultado primaria es la prevalencia de (6,2%) y 734 terminaron en cesárea electiva (16.5%).
la inducción al parto en nuestra población de estudio. En la Tabla 1 se presentan las indicaciones de induc-
Se considerarán todas aquellas pacientes cuyo inicio ción al parto y las mas frecuentes fueron embarazo
de trabajo de parto haya sido inducido al ingreso hos- prolongado (41,97%), rotura prematura de membra-
pitalario. Como variables de resultado secundarias se nas (14.96%), preeclampsia y eclampsia (6.57%).
describirá medidas de resultado maternas, conside- TABLA 1
rando las indicaciones más frecuentes e inducción al Indicaciónes de la Inducción al Parto
parto. Tambien la finalización del embarazo, vaginal
Indicación n° de Casos Porcentaje
o instrumental, y en aquellos casos que culminaron Prolonqado 115 41.97
en cesárea o fórceps dentro del grupo en estudio. Se RPM 41 14.96
(mayor a 4000 gramos), mientras que el 14,02% fue caciones maternas que representó una prevalencia del
en recién nacidos con un peso inferior a 4000 gramos 13,5%. Dentro de las complicaciones maternas más
(p<0,02). frecuentemente observadas se encontró la presencia
En la Tabla 3 se presentan los resultados maternos de desgarros cervicales 37,84% (n=14), endometritis
intraparto y postparto. La duración en minutos de la e infección de la herida quirúrgica 10,81% (n=4 cada
inducción al parto tuvo una media 463,47 +/-189,79. una).
Sólo el 7,66% del total de las pacientes requirieron En la tabla 4 se presentan los resultados neonatales:
una segunda inducción. Se realizó episiotomía en el el 52,55% de los recién nacidos fueron de sexo fe-
21.01% de las pacientes, también fueron observados menino, cuyo Capurro mostró una media de 39,05
desgarros de primer grado (21,74%), de segundo gra- +/- 1,47, que al ser estratificado se registró un 4,71%
do (2,54%) y de tercer grado (0.72%). Al comparar recién nacidos menores de 37 semanas, un 83,7% de
las variables de minutos de duración de la inducción los neonatos fueron de término (37 a 40 semanas) y
y el numero de gestaciones de las pacientes, la media un 11,59% fueron de post-término (mayores a 41 se-
de duración de la inducción al parto en primigestas manas).
fue de 492,47+/-188,68 y para pacientes con más de TABLA 4
una gestación fue de 437,68+/-187,66 (p<0,01). Resultados Neonatales
TABLA 3 Variable n° casos Media Desvio est.
Resultados Maternos Capurro 274 39.05 1.47
Peso (grs.) 273 3289.23 547.6
Variable n° casos Media Desvio est.
Apgar 1 minuto 274 8.59 1.23
Minutos de Inducción 274 463.47 189.79
Appar 5 minutos 274 9.84 0.78
Variable n° casos Porcentaje
Variable n° casos Mediana Rango
Episiotomia (n= 276)
Dias UTIN 38 4 1 -38
No 218 78.9
Dias LMT 25 3 1 - 12
Si 58 21.1
Variable n° casos Porcentaje
Desgarros (n=276)
Sexo (n= 274)
No 207 75
Femenino 144 52.55
Grado 1 60 21.74
Masculino 130 47.45
Grado II 7 2.54
Ingreso a UTIN (n= 274)
Grado III 2 0.72
Si 38 13.87
Segunda Inducción (n- 274)
No 236 86.13
No 253 92.34
Ingreso a LMT (n=274)
Si 21 7.66
Si 25 9.12
Complicaciones (n= 37)
No 249 90.88
Desgarro CerVcal 14 37.84
Endometritis 4 10.81
Infección de la Herida 4 10.81 GRAFICO 1
Dehiscencia 3 8.11 Complicaciones maternas
Alumbramiento Patológico 2 5.41
Translusión 2 5.41
Hellp 2 5.41
Histerectomia 1 2.7
Otras 5 13.5 Desgarro Cervical
14% Endometritis
Infección de la
3% Herida
Al comparar las variables minutos de duración de la 5% 38% Dehiscencia
inducción al parto y el Score Bishop, se registra una Alumbramiento
diferencia estadísticamente significativa, ya que las 5% Patológico
Transfusion
pacientes con calificación favorable tuvieron una me- 5% Hellp
dia de duración de inducción de 346,12=/-131,04 mi- Histerectomía
8%
nutos en comparación con las que tuvieron gradación Otras
0,92, mientras que en los embarazos no prolongados blemente inferiores a los observados en la población
fue de 38,41+/- 1,55 (p<0,00). cubana6, donde manifiestan que esta indicación con-
Al comparar las variables de ingreso a UTIN y vía de lleva el 35,1% de todas las indicaciones, mientras que
finalización de las inducciones, se observa diferencia en nuestra población es del 13,58%. Las indicaciones
estadísticamente significativa, ya que 10,47% de los de inducción al parto en nuestra población de estudio
recién nacidos por vía vaginal ingresaron a UTIN en son similares a las encontradas en la bibliografía don-
comparación con 22,22% de los recién nacidos por de se identifica los embarazos prolongados con una
vía instrumental (p<0,01). prevalencia relativamente alta (41,97%), que al agre-
El peso de los recién nacidos mostró una media de gar la tasa de inducciones producidas por embarazos
3289,23 +/- 547,6 gramos. El Apgar al minuto re- cronológicamente prolongados, alcanza el 46,35%
gistró una media de 8,59 +/- 1,23. El Apgar a los 5 del total de las indicaciones.
minutos mostró una media de 9,84 +/- 0,78. Sólo el Asimismo, el Score de Bishop observado en nuestras
14% de los recién nacidos ingresaron a la Unidad de pacientes fue relativamente bajo con una media de
Terapia Intensiva Neonatal (UTIN), observándose 4,03+/-1,73 puntos, lo que indica que en su mayo-
una mediana de 4 (1-38) días. El 9,12% de los recién ría eran desfavorables al comienzo de la inducción al
nacidos requirieron luminoterapia con una media de parto. Esto podría haberse traducido en un aumento
3,84% +/- 2,43 días. en la tasa de cesáreas en el grupo de estudio, lo cual
no fue así, ya que se encontró una tasa de éxito supe-
RESULTADOS rior a la esperada al haber finalizado el 70,1% de las
En las últimas décadas la inducción al parto es un inducciones por vía vaginal.
fenómeno que se encuentra en vertiginoso aumen- La complicación más frecuentemente observada fue
to debido a los avances de la ciencia que ameritan la presencia de desgarros cervicales, con una tasa del
la finalización del embarazo como consecuencia de 37,84% (n=14) del total de las complicaciones, pu-
la presencia de diversas patologías. Los métodos de diendo deberse al pasaje de la cabeza fetal por un cue-
screening y diagnósticos han favorecido al incremen- llo uterino que no ha alcanzado la dilatación comple-
to de las tasas de inducción al parto. Se considera ta, a pujos intempestivos maternos y a la estimulación
que la tasa de inducción en el Servicio de Obstetri- externa generada por la administración de ocitocina
cia del Hospital Nacional Profesor Alejandro Po- sintética.
sadas es relativamente baja (6,2%) en relación a la Las comparaciones realizadas entre variables arro-
prevalencia encontrada en la bibliografía mundial, jaron significancias estadísticas acerca de los re-
siendo notablemente inferior a la observada en los sultados, lo que permite conocer la población que
países desarrollados donde oscila alrededor del 25%. asistimos cotidianamente. Por último, la experiencia
La prevalencia de la inducción al parto en países en obtenida al extraer datos del Sistema Informático
vías de desarrollo como Cuba duplica la tasa de in- Perinatal y la lectura e interpretación de las historias
ducción observada en nuestra población de estudio. clínicas permitió conocer la prevalencia en nuestra
Asimismo, es notablemente inferior a la reportada en institución de trabajo y donde las obstétricas jugamos
las “Guías de manejo de la inducción al parto”3 de la un papel fundamental.
Maternidad Ramón Sarda, que oscila en un 20%.
Por otro lado, el índice de cesáreas en el grupo es- BIBLIOGRAFÍA
tudiado fue inferior al de la población cubana6, que 1. MacKenzie I. Z.: Inducción al parto al inicio del
oscilo en un 33,4 %, encontrándo una diferencia de 4 nuevo milenio. Reproduction 2006; 131: 989–998.
puntos entre ambas. En relación a las poblaciones de 2. Rodríguez Donado A.: Guía de manejo de la induc-
países desarrollados la tasa de cesárea fue similar. Si ción del trabajo de parto. Secretaría Distrital de Salud
bien era esperable que en las pacientes con inducción de Bogotá, D. C. Asociación Bogotana de Obstetricia
al parto las tasas de cesárea aumenten debido a fraca- y Ginecología.
so del procedimiento, esto no fue así, ya que la tasa 3. Valenti E.: Guias de manejo induccion al trabajo de
de cesárea por inducción fallida en nuestra población parto. Hospital Materno Infantil Ramón Sardá.
de estudio fue del 24,7% (n=20) de todas las indica- 4. Ibarra Quiroz HE: Eficacia y seguridad del miso-
ciones de cesárea. prostol para madurar el cérvix en pacientes con emba-
Con respecto a las cesáreas producidas por estado razos de término y alto riesgo obstétrico. Universidad
fetal no tranquilizador, nuestros resultados son nota- Nacional Autónoma de Nicaragua.
5. Fajardo Rodríguez O., Humaran Martínez I., Piloto 10. Manual de Uso del Sistema Informático Perinatal
Morejón M.: Tendencias de la inducción al parto en para Windows e Internet. CLAP (OPS/OMS) Monte-
Estados Unidos: ¿es real que todo lo que sube tiene video – Uruguay. Octubre, 2002.
que bajar? Birth 2004; 31: 148-151. 11. Schwarcz R. : Atención del parto, métodos para la
6. Inducción del parto con oxitócica, prostaglandinas interrupción artificial del embarazo y embarazo pato-
o ambas. Revista Cubana Obstet Ginecol 2001; 27: 2 lógico. Obstetricia – Editorial El Ateneo – 5º Edición
7. Yawn B; Wollan P.; McKeon K.; Field C.S: Cam- 12. Pérez Sánchez E, Donoso Siña E.: Retardo de cre-
bios temporales en las tasas y las causas de inducción cimiento fetal. Obstetricia – Editorial Mediterráneo
al parto en embarazos de termino, 1980-1996. Amer. – 3° Edición. A.
J. Obstet. Gynecol. 184:611-9 13. Mónaco A., Casale R., Ferreirós J., Lorea M.:
8. Lydon – Rochell MT; Cardenas V; Nelson JC.; “Guía de procedimientos en Obstetricia basados en
Holt V.l.: Inducción al parto en ausencia de indicacio- las evidencias” Editorial Lucrecia – 20004.
nes médicas habituales: correlaciones e incidencia.
Medicine Care 2007; 45 : 505-12 Direccion de la Autora
9. Pino García T., Iturralde S., Perez Días G.: Miso- Lic. Obstet. Liliana P. Errandonea
prostol para la maduración cervical, una alternativa emil: cembeposadas@gmail.com
terapéutica en la Obstetricia Moderna. Rev. Cubana Buenos Aires. Argentina
Obstet. Ginecol., 2005; 31 : 1
ARTÍCULO ORIGINAL
* Médica del Servicio de Obstetricia, Hospital Cosme Argerich Rev. Latin. Perinat. 17 (4) 2014
** Ex Jefa de del Servicio de Obstetricia, Hospital Cosme Argerich
*** Médica del Servicio de Endocrinología, Hospital Cosme Argerich
**** Médica de la División Obstetricia, Hospital Juan A. Fernández
***** Médica del Departamento de Clínica Médica, Hospital Juan A. Fernández
****** Jefa del Departamento Materno Infantil, Hospital Juan A. Fernández
******* Jefa del Departamento Materno Fetal , Hospital Cosme Argerich
Buenos Aires. Argentina
333
87%, NGD: 22% ; p<0,0001), rate of caesarean sec- nuestro medio y de los resultados maternos y neonata-
tions (HDG: 59%, NGD:42%; p=0,005) and rate of les. Determinar si hay diferencias entre las pacientes
prematurity (HGD: 13%, NGD: 3% ; p<0,0001). A con diagnóstico de DG con normoglucemia (DGN)
significantly higher rate of macrosomia in subjects en ayunas versus DG con hiperglucemia (DGH) en
that required insulin was observed (28% versus 7 %; ayunas. Determinar si la prevalencia de macrosomía
p= 0,0004). Pregnant women with gestational diabe- neonatal es mayor en pacientes con DBG que recibie-
tes and fasting hyperglycemia are the group at highest ron insulinoterapia en comparación con aquellas que
risk of maternal and neonatal morbidity; its identifi- no la recibieron.
cation will cooperate with developing countries in the
allocation of resources to optimize results. Women MATERIAL Y MÉTODOS
with fasting hyperglycemia are at increased risk of Se realizó un trabajo comparativo, descriptivo, trans-
macrosomia and perinatal complications if treatment versal, retrospectivo y observacional, a través de la
is not suitable. Moreover gestational diabetes are evaluación de las Historias Clínicas de las pacientes
at considerable risk of developing type 2 diabetes con diagnostico de DG atendidas en los consultorios
throughout his life. DG prevalence varies according de diabetes y embarazo de los Servicios de Obste-
to the population under consideration, ranging from tricia del Hospital General de Agudos Dr. Cosme
2 to 15%. 8 Is on the rise worldwide, especially in Argerich y Hospital General de Agudos Dr. Juan A.
young, obese women Fernández entre el 1 de enero de 2008 y el 31 octubre
KEY WORDS: Gestational diabetes; Perinatal mor- de 2010.
bidity; Macrosomia. Se incluyeron embarazos de feto único con diagnós-
tico de DG según criterios de Sociedad Argentina de
INTRODUCCIÓN Diabetes (SAD) que consideran diabética gestacional
La Diabetes Gestacional (DG) es una patología que a toda embarazada con dos o mas glucemias plasmáti-
se define como intolerancia a los hidratos de carbo- cas en ayunas ≥ 100 mg/dl y/o una glucemia plasmá-
no de severidad variable que se inicia o reconoce tica a las dos horas de una sobrecarga con 75 gramos
por primera vez en el curso del embarazo. 1 El trata- de glucosa ≥140 mg/dl. 13-14
miento estándar es la dieta y en aquellos casos en que Se compararon los datos y resultados de las pacientes
esta no sea suficiente, la insulina. 2 De la literatura con DG y normoglucemia en ayunas y aquellas con
mundial surge, que la DG no tratada se asocia con hiperglucemia en ayunas. En la primera consulta se
aumento de la morbilidad materna y morbimortalidad realizó evaluación metabólica y obstétrica y se ini-
perinatal . El adecuado tratamiento diabetológico y ció el tratamiento con plan de alimentación indicando
obstétrico disminuye dichos riesgos.3-4. El impacto valor calórico total según la fórmula tradicional de
sobre los resultados maternos y neonatales guarda re- peso teórico por actividad física, pero nunca inferior
lación con el aumento de la glucemia materna. 5 a 1700 calorías/día.
Las mujeres con hiperglucemia en ayunas presentan La fórmula calórica utilizada fue: hidratos de carbono
mayor riesgo de macrosomía y complicaciones peri- 45-55%, proteínas 1 gr/kg peso teórico; en adoles-
natales si el tratamiento no es adecuado. 6-7 Por otra centes 1,5 gr/kg peso teórico más 10 gramos, lípidos
parte las diabéticas gestacionales tienen un riesgo hasta el 30%, fibras 20 a 25 gramos/día solubles e
considerable de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo insolubles. La distribución de la ingesta fue en 4 co-
de su vida. 2 La prevalencia de DG varía de acuerdo midas y 2 a 3 colaciones, la última antes de dormir.
a la población que se considere, oscilando entre el 2 y Se instruyó a las pacientes para realizar automoni-
el 15%. 8 Está en incremento a nivel mundial, sobre- toreo glucémico (AMG) con tirillas reactivas y re-
todo en mujeres jóvenes y obesas en las dos últimas flectómetro. La frecuencia indicada de AMG fue: en
décadas. 9-10 . En Argentina en 1993, la Sociedad las hiperglucémicas en ayunas y preprandial y en las
Argentina de Diabetes en un estudio multicéntrico normoglucémicas en ayunas y post almuerzo y cena
halló una prevalencia de 5%, aunque utilizando cri- a los 120 minutos. En las pacientes que requirieron
terios diagnósticos distintos de los actuales.11 En el insulina la frecuencia indicada de AMG fue la mis-
Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich se ma que en las diabéticas pregestacionales. 13-14 Los
registró una prevalencia de 2,88% en el 2005. 12 objetivos de control metabólico fueron: ayunas 70 a
Con estos antecedentes se decidió realizar un análi- 90 mg/dl; 2 hs postprandial a partir del inicio de la
sis de las características de las pacientes con DG en ingesta 90 a 120 mg/dl. 13
Se indicó insulinoterapia en aquellas pacientes que Los datos fueron volcados en una base de datos (Mi-
tras 7 días de tratamiento dietético no alcanzaron los crosoft Excel 97) y analizados empleando el paquete
objetivos de control metabólico en el 80% de los con- estadístico (Medcalc 11.5 y VCCstat 2.0). Se estable-
troles. Cuando los valores glucémicos fueron muy ció distribución de frecuencias y/o porcentajes en re-
elevados se abrevió dicho plazo, o inclusive se inicio lación con el total de casos. Se computaron número
tratamiento con insulina desde el comienzo. de casos, valor mínimo y valor máximo hallados, me-
Los tipos de insulina utilizados fueron: insulina hu- diana, media aritmética, desvío típico. Se realizaron
mana NPH, insulina humana corriente e insulina as- pruebas de significación Test Chi cuadrado, Test de
pártica. Se comenzó con una dosis de insulina de 0,1 Student, Test de Mann Whitney y Kruskal Wallis. El
a 0,2 UI/KG de peso actual de insulina NPH o bien nivel de significación se estableció en alfa 0.05.
con pequeñas dosis preprandiales de insulina aspár-
tica o regular de manera personalizada en base a los RESULTADOS
AMG. Posteriormente las dosis y el momento de apli- Se analizaron los datos de 327 mujeres embarazadas.
cación se ajustó en cada caso a los requerimientos de El 56,9% (186/327) fueron atendidas en el Hospital
cada paciente. Argerich y el 43,1%(141/327) restante en el Hospital
La frecuencia de control prenatal a partir del diag- Fernández. La edad promedio fue 32 ± 6 años (míni-
nóstico fue semanal hasta alcanzar los objetivos de mo = 17, mediana = 32, máximo = 46 ).Del total de
control metabólico. Posteriormente las pacientes con las pacientes 60,6% fueron de nacionalidad argenti-
normoglucemia en ayunas sólo tratada con dieta , sin na, 25,7% paraguayas, 6,7% peruanas, 3,7% bolivia-
patología asociada materna ni fetal fue controlada nas y el resto (3,4%) de otras nacionalidades. El 74%
cada 15 días hasta semana 36 y luego semanalmen- reside en áreas urbanas y el 26% restante en áreas su-
te hasta la terminación, siempre que no se presentara burbanas. El 66%(216/327) presentaron diabetes ges-
ninguna patología concomitante que requiriera con- tacional con normoglucemia en ayunas (DGN) y el
troles más frecuentes. En las pacientes con hiperglu- 34% (111/327) presentaron diabetes gestacional con
cemia en ayunas, o en aquellas con normoglucemia hiperglucemia en ayunas (DGH). El índice de masa
en ayunas que hubieran requerido insulinización la corporal preconcepcional promedio fue 30 ± 6 (mí-
frecuencia de controles fue quincenal hasta la semana nimo =16 ; mediana =30 ; máximo =58).Recibieron
32 y luego semanal. Insulinoterapia el 37% (120/327) de l total de las pa-
Para la evaluación de la salud fetal se realizó una
TABLA 1
ecografía mensual con medición de circunferencia Características de las pacientes (N: 327)
abdominal fetal, estimación de peso y valoración de
Hospital de orígen Argerich 186 (56,9%)
líquido amniótico para control del crecimiento fetal.
Fernández 141 (43,1%)
Para el control de la vitalidad fetal se utilizó el auto-
control de movimientos fetales desde semana 36 y la Edad promedio 32 ± 6 años
cardiotocografía anteparto: semanal desde semana 38
en pacientes con normoglucemia en ayunas y tratadas Nacionalidad Argentina 198 (61%)
sólo con dieta, dos veces por semana desde semana Paraguaya 84 (25%)
34-36 en las pacientes con normoglucemia en ayunas Peruana 22 (7%)
tratada con insulina y con presunción de macrosomía Boliviana 12 (4%)
y dos veces por semana desde semana 32 en pacientes Otras 11 (3%)
con hiperglucemia en ayunas. Se realizó velocimetría
BMI preconcepciona 30 ± 6 kg/m2
doppler en pacientes con hipertensión o restricción
promedio
del crecimiento intrauterino. 15
30 ± 5 semanas
El manejo médico obstétrico se realizó de acuerdo a Edad gestacional al ingreso
las normas de cada uno de los hospitales asociando DGN 216 (66%)
las recomendaciones de SAD. 13-14 Tipo de DG DGH 111 (34%)
Los recién nacidos fueron considerados macrosómi-
cos cuando el peso al nacimiento fuera ≥ 4000 gr. o 120 (37%)
superior al percentilo 90 para una dada edad gesta- Pacientes que requirieron
cional. Se consideraron prematuros a aquellos niños insulinoterapia Parto normal 170 (52%)
nacidos antes de las 37 semanas. Terminación del embarazo Cesárea 157 (48%)
cientes incluidas. En la misma Tabla se describen los paración con pacientes normoglucémicas en ayunas:
diferente tipos de terminación del embarazo, siendo DGH 13% vs. DGN 3%; Chi2=8,03; p<0,0001. La
el de mayor prevalencia el parto normal (partos nor- tasa de malformaciones fetales fue superior en el gru-
males 52% vs. cesáreas 48%).Del total de los partos po de pacientes con hiperglucemia en ayunas, pero la
normales el 83,55 % fueron de inicio espontáneo y el diferencia no fue estadísticamente significativa: DGH
16,5% fueron inducidos. Tabla 1. 6% vs DGN 2%; Chi2=1,91; p = 0,1663). Tabla 2
Cuando se compararon las pacientes con DGN y TABLA 2
aquellas con DGH no se halló diferencia significativa Comparación de las embarazadas con diabetes gestacional
entre el promedio de edad de ambos grupos (DGN e hiperglucemia en ayunas y aquellas con normoglucemia
en ayunas (N: 327)
31 ± 6 años de edad versus DGH 34 ± 6 , .t = 1,62;
HIPERGLUCEMIA NORMOGLUCEMIA
p = 0,1051).El antecedente de DG en embarazos an- EN AYUNAS EN AYUNAS P
(DGH= 111) (DGN=216)
teriores fue significativamente superior en pacientes
Proporción de 34 % 66 %
con hiperglucemia en ayunas versus aquellas nor- la muestra
moglucémicas: DGN 6% vs. DGH 25%; Chi2=24,6; Edad 34 ± 6 años 31± 6 años 0,1051 ns.
p<0,0001. No se hallaron diferencias significativas Antecedente de DG 25% (28/111) 6% (12/216) <0,0001 s.
entre ambos grupos en relación al antecedente de
Antecedente de 24% (26/111) 18% (39/216) 0,29 ns.
macrosomía fetal en embarazos previos: DGH 24% macrosomía
vs. DGN 18%; Chi2 =1,09, p = 0,2956. El índice de IMC Preconcepcional 32 ± 6 kg/m2 30 ± 6 kg/m2 0,0006 s.
masa corporal preconcepcional promedio en pacien-
Edad gestacional al 29 ± 6 semanas 31 ± 5 semanas 0,0019 s.
tes con hiperglucemia en ayunas fue significativa- ingreso
mente superior en comparación con las pacientes con Ganancia ponderal 10 kg. 12 kg. 0,180 ns.
normoglucemia en ayunas: DGH 32 ± 6 versus DGN promedio
30 ± 6; t = 3,47; p = 0,0006. La edad gestacional a la HTA 31% (34/111 12% (25/216) <0,0001 s.
primera consulta fue significativamente superior en Terminación del
el grupo de mujeres con diabetes gestacional con nor- embarazo
Cesárea 59% (66/111) 42% (91/216)
moglucemia en ayunas en comparación con el grupo Parto 41% (45/111) 58% (125/216) 0,005 s.
con hiperglucemia en ayunas: 31 ± 5 versus 29 ± 6, t Recién nacido
Prematurez 13% (14/111) 3% (7/216) <0,0001 s.
= -2,53; p = 0,0019. No se halló asociación significa- Macrosomí 19% (21/111) 13% (28/216) 0,1936 ns.
tiva entre la mediana de ganancia ponderal entre las Malformaciones 6% ( 7/111) 2% ( 5 /216) 0,1663 ns.
pacientes con diabetes gestacional con normogluce-
mia en comparación con aquellas con hiperglucemia
en ayunas. La prevalencia de hipertensión arterial fue GRÁFICO 1
18% (IC95 14-23%). La HTA fue significativamen- COMPARACIÓN DEL TIPO DE TRATAMIENTO REQUERIDO
te superior entre las mujeres con diabetes gestacio- ENTREPACIENTES DIABÉTICAS GESTACIONALES CON
HIPERGLUCEMIA EN AYUNAS Y CON NORMOGLUCEMIA
nal e hiperglucemia en ayunas en comparación con EN AYUNAS.
aquellas con normoglucemia en ayunas: DGH 31%,
90%
DGN 12%; Chi2=16,74; p<0,0001. La tasa de cesá-
rea significativamente superior en pacientes con dia- 80%
puede deberse a múltiples causas, pone de manifiesto grafica claramente la relación entre diabetes e hi-
la necesidad de preconizar la importancia del scree- pertensión como manifestaciones de la hiperinsuli-
ning entre las 24 y 28 semanas, y aún más temprano, nemia, ya que de hecho estas pacientes son muchas
fundamentalmente en las pacientes con factores de veces en realidad mujeres con síndrome metabólico
riesgo. 19-20 preconcepcional.
En relación a los factores de riesgo, la obesidad apa- El porcentaje de prematurez fue significativamente
rece claramente como uno de los más importantes, de superior en el grupo de pacientes con hiperglucemia
hecho el índice de masa corporal (IMC) promedio de en ayunas (13 % vs. 3 %).
la muestra fue 30 +- 6. Mas aún, el IMC preconcep- El porcentaje de pacientes con antecedente de diabe-
cional fue significativamente superior en el grupo de tes gestacional en embarazos previos fue significa-
pacientes con hiperglucemia en ayunas al comparar- tivamente superior en el grupo de hiperglucemia en
las con aquellas con glucemias en ayunas normales. ayunas. La proporción de pacientes con anteceden-
La mediana de incremento ponderal fue mayor en el tes de macrososmía en gestas previas fue mayor en
grupo de pacientes con normoglucemia en ayunas, si el grupo de hiperglucemia pero la diferencia no fue
bien la diferencia entre ambos grupos no fue signifi- significativa entre ambos subgrupos.
cativa. Probablemente esto se relacione con el hecho De acuerdo a nuestros resultados dentro de las pacien-
el ingreso de estas pacientes al consultorio especia- tes con diabetes gestacional aquellas con hipergluce-
lizado y el inicio de el tratamiento dietético también mia en ayunas representan un grupo de embarazadas
fue más tardío en este grupo. de mayor edad, con mayores índices de masa corporal
Las pacientes con hiperglucemia en ayunas requirie- preconcepcional y con mayor riesgo de prematurez,
ron tratamiento insulínico en un 87% de los casos, hipertensión, cesárea abdominal y macrosomía. Fi-
porcentaje significativamente superior al grupo de nalmente, es posible concluir que: a) Las pacientes
normoglucémicas en ayunas que requirió insuli- con DBG e hiperglucemia en ayunas representan
noterapia en un 22% de los casos. Sin embargo, el un grupo de mayor riesgo de morbilidad materna y
hecho de que una quinta parte de las pacientes con neonatal en relación a las pacientes con DBG y nor-
normoglucemia en ayunas haya requerido tratamien- moglucemia en ayunas; b) La tasa de prematurez, hi-
to con insulina refuerza la importancia del automoni- pertensión y cesárea abdominal es significativamente
toreo glucémico en todas las pacientes con diabetes superior en este grupo; c) Estas pacientes requieren
gestacional, ya que aún en pacientes con glucemias un control metabólico y obstétrico aún más estricto
de ayuno normales puede resultar insuficiente el tra- para minimizar las complicaciones maternas y peri-
tamiento dietético. natales.
Si bien no se hallaron diferencias significativas en la
prevalencia de macrosomía entre las pacientes con hi- BIBLIOGRAFÍA
perglucemia y normoglucemia en ayunas, fue ligera- 1. Metzger BE, Coustan DR, and the Organizing
mente superior en las primeras. Por otra parte, la tasa Committee: Summary and recommendations of the
de macrosomía fue significativamente superior en las Fourth International Workshop- Conference on Ges-
pacientes que requirieron insulinoterapia versus las tational Diabetes Mellitus. Diabetes Care 1998 ;volu-
que recibieron tratamiento dietético sin insulina. La me 21 (Suppl. 2,):B161– B167.
tasa de pacientes insulinizadas fue significativamente 2. Damm.P ,Kuhl C,Bertensen A ,Molsted-Pedersen
mayor en el grupo de hiperglucemia en ayunas. L. Predictive factors for development of diabetes in
La tasa global de cesáreas duplica la de la población women with previous gestational diabetes mellitus.
general de embarazadas que concurren a instituciones Am J .Obstet Gynecol.1992 ;167 : 607-16
públicas, y dentro de la muestra fue significativamen- 3. Pettitt DJ , Knowler WC , Baird HR ,Bennett PH.
te superior en el grupo de pacientes con hipergluce- Gestational diabetes : infant and maternal compli-
mia en ayunas. Esto puede deberse no solo a la mayor cations of pregnancy in relation to third – trimester
prevalencia de macrosomía fetal, sino también a la glucose tolerance in the Pima Indians. Diabetes Care
mayor indicación de inducción en estas pacientes y a 1980 ; 3 :458-64.
la mayor asociación con otras patologías. 4. Crowther CA, Hiller JE, Moss JR, McPhee AJ, Je-
La prevalencia de hipertensión con o sin preeclamp- ffries WS, Robinson JS. Australian Carbohydrate In-
sia fue significativamente superior en el grupo de tolerance Study in Pregnant Women (ACHOIS) Trial
pacientes con hiperglucemia en ayunas. Este dato Group. Effect of treatment of gestational diabetes me-
REPORTE DE CASO
último el más severo y característicamente asociado técnica de realizar ecocardiografía fetal desde antes
a la presencia de anticuerpos en el plasma materno. de la semana 16 de embarazo, apuntando identificar
El bloqueo de tercer grado o BAVC se caracteriza 2/3 partes de los defectos cardiacos mayores. El es-
porque la comunicación eléctrica a través del nodo tudio en el primer trimestre también provee informa-
AV está interrumpida, por lo que la frecuencia cardía- ción prenatal de progresión de lesiones cardíacas. El
ca está determinada por el automatismo ventricular, BAVC se diagnostica por ecografía fetal con modo M
que es mucho más lento que el auricular. Esta com- y eco Doppler, complementada con ecocardiografía.
plicación se observa en 1-3% de los hijos de madres La frecuencia ventricular oscila entre 45-80 lpm, aso-
con anticuerpos anti-Ro/anti-La, con una recurrencia ciándose a peor pronóstico cuando desciende de 55
en el siguiente embarazo de 8-25%. La mortalidad lpm. En las pacientes con riesgo de BAVC, se acon-
asociada es de 18-43%. La aparición de este BAVC seja evaluación ecográfica y controles frecuentes de-
ocurre en general entre las 18- 24 semanas (13) Esta bido a que el desarrollo de un bloqueo tercer grado y
alteración tiene principalmente causa inmune como miocardiopatía en algunos casos se ha descrito en el
en el síndrome antifosfolipidos y estructural como en plazo de una semana de un ecocardiograma normal y
la trasposición de grandes vasos. sin aparición previa de bloqueo de primer grado (2,7).
Se presenta con una ausencia de transmisión de nin- En pacientes con diagnóstico de un proceso autoin-
gún estímulo desde la aurícula hacia el ventrículo, mune, se ha documentado el manejo con esteroides
con una frecuencia entre 10 y 60 latidos por minu- para prevenir desarrollo de un bloqueo cardíaco fetal.
to. Al haber BAVC las contracciones auriculares y (10,12). Las frecuencias ventriculares <60 lpm, se
ventriculares se hacen asincrónicas lo que junto a la han asociado con requerimiento de implantación de
bradicardia hacen que el gasto cardíaco sea muy redu- marcapasos al nacimiento y/o miocardiopatía.
cido, lo que se traduce muchas veces es insuficiente Se presenta el caso clínico de una paciente que se
cardíaca fetal (hidrops), sufrimiento fetal y alta mor- evalúa durante el control prenatal con un seguimiento
talidad (3,5). La incidencia de alteraciones del ritmo ecocardiográfico desde la detección de bradicardia fe-
cardiaco se estima en 1-2% de los embarazos, siendo tal persistente hasta la terminación del embarazo con
solo el 10% fatal para el feto. El bloqueo completo los resultados perinatales.
tiene una incidencia variable de 1/2.000 a 1/20.000
recién nacidos, sin variaciones entre sexo femenino o CASO CLÍNICO
masculino. Estudios prenatales previos muestran que Paciente de 26 años, G1 sin antecedentes de impor-
una importante proporción de fetos mueren antes de tancia, que inicia su control prenatal a las 5.4 semanas
llegar a término, sugiriendo una alta tasa de prevalen- de gestación con exámenes de laboratorio normales
cia de bloqueo cardíaco en la vida fetal. De acuerdo y asintomática y a las 27.3 semanas se identifica por
a la asociación de hallazgos, los fetos con bloqueo ultrasonido una bradicardia fetal persistente, por lo
cardíaco se pueden dividir dentro de 3 principales que se envía al Instituto de Medicina Materno Fetal
grupos: aquellos con anticuerpos antinucleares ma- para su valoración ecocardiográgica, reportándose los
ternos, aquellos con anomalías cardíacas y aquellos siguientes hallazgos: Producto único vivo sexo mas-
con bloqueo cardíaco aislado. (9). Se debe descartar culino de 27.5 semanas de gestación por biometría
etiología inmunologica (2%), cardiopatía estructural promedio, por el momento sin evidencia de anorma-
(4-9%) (8) y otras causas de bloqueo tales como in- lidades estructurales en el corazón. Motilidad fetal
fecciones fetales. normal así como el volumen de líquido amniótico.
Vital es la importancia de descartar colagenopatías Arritmia cardiaca fetal determinada por bradicardia
maternas, en ocasiones no diagnosticadas antes de la de hasta 48 latidos/min. Al utilizar modo M en eje
gestación, como el síndrome de Sjogren, enfermedad largo se nota movimientos de las aurículas con fre-
mixta del tejido conectivo o vasculitis leucocitoclásti- cuencia de 130 latidos/min y un movimiento irregular
ca y sobre todo lupus eritematoso sistémico. El riesgo de las válvulas AV con frecuencia cardiaca a nivel de
no está relacionado a la gravedad de la enfermedad los grandes vasos (medición doppler) de menos de 70
materna. El riesgo de que una madre con anticuerpos latidos /min. De ésta manera nuestra impresión inicial
presente un hijo con bloqueo congénito es del 0.5-2% es de que se trata de un bloqueo AV. Cardiomegalia
durante la primera gestación y del 10-17% con el 2° (cavidades derechas algo mayores). No hay evidencia
hijo. (1,6,11) de acumulación de líquido en algún espacio seroso.
Hay estudios (4,9,11) que demuestran la factibilidad Sin evidencia de edema subdérmico. Se estudian An-
BIBLIOGRAFíA 8. Siles C., Hernández A., Calvo A., Vergara A., Ur-
1. Bartrons Casas J.; Ecografia fetal, examen de la celay G., Carvajal J., Bloqueo cardiaco fetal comple-
anatomía y circulación normal del feto; Sociedad es- to. Reporte de dos casos y revisión de la literatura,
pañola de cardiología pediátrica y cardiopatías con- Rev Chil Obstet Ginecol (2011) 76: 449-456.
génitas. Cap. 48. Disponible en: http://www.secardio- 9. McAuliffe F., Trines J., Nield L., Chitayat D., Jae-
ped.org/Descargas/PyB/LP_cap48.pdf ggi E., Hornberger L., Early fetal echocardiography.
2. Sadler TW. Sistema cardiovascular. Langman Em- A reliable prenatal diagnosis tool, Amer. J. Obstet.
briologia medica; 11va edición, Edit. Lippincott Wi- Gynecol (2005) 193: 1253–9.
lliams & Wilkins, W. Klumber. Cap. XII. 2009, Pag. 10. Bustos P., Santiago C., Bahamondes F., Jaramillo
165-186. L., Bloqueo auriculoventricular completo fetal, Rev
3. Protocolo ecocardiografía fetal. Guías Clínicas Chil Obstet Ginecol, (2002) 67: 408-411.
Medicina Materno Fetal ICGON – Hospital Clinic 11. Matsubara S., Morimatsu Y., Shiraishi H., Kuwata
Barcelona 2010. T., Ohkuchi A., Izumi A., et al, Fetus with heart failu-
4. Guidelines by The International Society of Ul- re due to congenital atrioventricular block treated
trasound in Obstetrics and Gynecology. Ultrasound by maternally administered ritodrine, Arch Gynecol
Obstet Gynecol (2013) 41: 348–359. Obstet. (2008) 278:85-88.
5. Berg C., Geipel A., Kohl T., Breuer J., Germer U., 12. Maeno Y., Hirose A., Kanbe T., Hori D., Fetal
Krapp M., Bashat A. et al, Atrioventricular block de- arrhythmia: Prenatal diagnosis and perinatal manage-
tected in fetal life: associated anomalies and poten- ment, J. Obstet. Gynaecol. Res. (2009) 35:: 623–629
tial prognostic markers Ultrasound Obstet Gynecol 13. Rodriguez M., Moreno J., Soto A., Bachmann M.,
(2005) 26: 4–15. Márquez R., Eltit R., Miocarditis y bloqueo aurículo-
6. Bergman G. Wahren-Herlenius M., Sonesson E. ventricular fetal asociado a lupus eritematoso sisté-
Diagnostic precision of Doppler flow echocardiogra- mico materno, Rev Chil Obstet Ginecol, (2012) 77:
phy in fetuses at risk for atrioventricular block, Ultra- 388-397.
sound Obstet Gynecol, (2010) 36: 561–566.
7. Campos S., Aguiar M., Pardo M., Vázquez M., Dirección del Autor
Cumbraos J., Bloqueo aurículo-ventricular comple- Dr. Pedro Beltran
to fetal de causa inmune, Progresos Obstet. Ginecol email: drpedrobeltran@yahoo.com
(2010) 53: 30–33. Monterrey. México
ARTÍCULO DE REVISIÓN
insertan directamente en el miometrio; Placenta in- 7%,3,4,5,. La morbilidad materna queda reflejada en
creta: cuando las vellosidades penetran en el interior el cuadro 2.
del miometrio; Placenta percreta: cuando las vellosi-
dades alcanzan la serosa peritoneal e incluso penetran CLINICA
en la cavidad abdominal e invaden órganos vecinos. Durante el embarazo suele ser asintomática, salvo que
También se puede clasificar según su extensión en fo- esté asociada a placenta previa. La primera aparición
cal, parcial o completa, dependiendo del número de clínica suele ser en el periodo del alumbramiento, en
cotiledones afectados. el que aparecerán falta de cotiledones durante la re-
Los factores de riesgo asociados a la aparición de visión placentaria o ausencia de desprendimiento. El
acretismo placentario (AC) son los que se relacionan resultado es una hemorragia masiva. Se estima que
en el cuadro 1. Entre ellos, destacan la cirugía uterina la pérdida sanguínea tras intentar el alumbramiento
es mayor de 3000 ml en el 90% de las pacientes con
CUADRO 1
placenta ácreta5.
Factores de riesgo para acretismo placentario
la separación entre la placenta y el miometrio, éste cia; c) Interfase uterovesical hipervascularizada con
representa una delgada línea menos hiperecogénica vasos anómalos de la placenta a la vejiga; d) Vasos
que la placenta. En la cara anterior a partir de la pared sanguíneos dilatados en la región subplacentaria.
vesical aparece seguida por continuidad, una interfa- Shih et al. en 2002, describen el uso del Doppler en
se hipoecoica entre vejiga y placenta que corresponde el primer trimestre. Encuentran una dilatación anor-
a miometrio y a la vascularización normal retropla- mal de vasos subplacentarios bajo el segmento ute-
centaria y miometrial. rino, así como la existencia de lagos placentarios de
Los hallazgos ecográficos en el acretismo placentario bajo flujo que se extienden hacia el miometrio9. Otras
son: a) Pérdida del espacio anecoico retroplacentario, técnicas de imagen son la ecografía 3D y el Doppler
que es uno de los hallazgos más frecuentes, aunque color 3D y pueden ser usadas como pruebas de ima-
cuando se registra de forma aislada es poco sensible gen complementarias. Chen et al. publican un caso de
y específico, por lo que se recomienda despistaje con acretismo placentario detectado en el primer trimestre
otros marcadores ecográficos, como anomalías en la y señalan la presencia de lagos venosos con flujo y
interfase miometrio-vejiga con interrupción de la pa- pérdida de la zona hipoecoica retroplacentaria. Reco-
red posterior de la vejiga, lo cual es un signo específi- miendan revisión temprana en aquellas pacientes con
co de acretismo, aunque poco sensible; b) Adelgaza- riesgo de acretismo10.
miento del miometrio retroplacentario, lo cual Indica Resonancia Magnetica Nuclear (RMN)
proximidad entre el tejido placentario y la serosa La RMN es una prueba costosa y requiere experiencia
retroperitoneal. Un segmento miometrial de menos y pericia por parte del radiólogo para evaluar una pla-
de 1 mm sugiere placentación anómala; c) Lagunas centación anormal. Se indica en aquellos casos en los
placentarias o lagos venosos; d) Espacios anecoicos que la ecografía es dudosa, aunque la mayoría de los
intraplacentarios adyacentes a la pared uterina, que estudios sugieren que es equiparable a la ecografía7.
corresponden a un drenaje venoso anómalo en res- Tiene una sensibilidad del 77-88%, una especificidad
puesta a una vascularización arterial anormal6. Dan del 96-100% y es especialmente útil en los casos en
una imagen clásicamente llamada en “queso suizo”. los que la placenta está localizada en la cara posterior
Su etiología es desconocida y su presencia, caracte- o que la ecografía no es concluyente o cuando existen
rísticas y número no está relacionada directamente dudas sobre la afectación de órganos adyacentes.
con la gravedad del acretismo7. Cuando se identifi- Las diferencias en la especificidad pueden ser expli-
can en el segundo y tercer trimestre, la sensibilidad de cadas por el uso de Gadolinio, que muestra imáge-
este signo es del 79% con una VPP del 92%; e) Masa nes más claras, aunque su uso durante el embarazo es
exofítica hacia vejiga en casos de placenta pércreta. controvertido, ya que es una molécula que atraviesa
Aunque el diagnóstico por ecografía se realiza en el la placenta, entra en la circulación fetal y se excreta a
segundo y tercer trimestres, el momento de la implan- través de los riñones. Se desconocen sus efectos sobre
tación anormal del trofoblasto se produce al final del el feto, por lo que sociedades como el American Co-
primer trimestre, por lo que parecería lógico estudiar llege Obstetricians and Gynecologist (ACOG) reco-
esta patología entre las semanas 11-14, sobre todo en miendan evitar su uso durante la gestación y dejarlo
pacientes de riesgo por antecedente de cesárea ante- únicamente para casos en que su uso sea absoluta-
rior y con una implantación del saco gestacional en el mente esencial 2.
segmento uterino inferior. Los criterios que indican acretismo placentario en la
El cribado se llevaría a cabo con una ecografía trans- resonancia magnética son: Bandas intraplacentarias
vaginal en estas semanas mediante un corte medio de baja intensidad en T2, cuyo volumen se correspon-
sagital, debiéndose reconocer y localizar tanto la ci- de con la invasión placentaria; Señal de intensidad
catriz como el trofoblasto. Se considera signo de sos- heterogénea en la placenta; Placenta previa; Engro-
pecha, no de diagnóstico, la localización del saco en samiento uterino por efecto masa de la placenta; Inte-
el segmento uterino inferior 8. rrupción focal de la pared miometrial; Adelgazamien-
Ecografía Doppler to miometrial, con una anchura inferior a 1 mm en el
Su sensibilidad y especificidad varían ampliamente lugar de implantación de la placenta; Vejiga en tienda
según los estudios. Los hallazgos que se pueden en- de campaña; Invasión de tejido placentario fuera del
contrar en el Doppler color son: a) Patrón de flujo la- útero. La bandas intraplacentarias o las lagunas veno-
cunar difuso o focal; b) Flujo turbulento en los lagos sas en la ecografía, corresponden a zonas de infarto y
venosos (velocidad pico >15cms/s) con baja resisten- hemorragia placentaria y se observan con frecuencia
hemorragia3 y excluye el uso de la angiografía y la nejo conservador puede realizarse siempre que la si-
embolización selectiva pélvica si fuera necesario. tuación hemodinámica de la paciente lo permita y no
Tratamiento Conservador exista riesgo de infección. Si por el contrario, existe
Esta indicado sobre todo en pacientes que quieren una sospecha de placenta ácreta anteparto debe pro-
conservar su fertilidad. En la actualidad son muy po- gramarse la finalización con el equipo médico y las
cos los estudios sobre fertilidad tras manejo conser- medidas apropiadas y debe informarse a la paciente
vador exceptuando algunos casos aislados de embara- sobre las distintas opciones de tratamiento, entre ellas
zo. Según las series, la tasa de éxito oscila alrededor el conservador.
del 78%. Tiene como principal ventaja evitar una Es importante localizar la posición placentaria para
histerectomía que suele ser dificultosa, especialmente evitar su lesión en la entrada a cavidad uterina. El
en los casos de placenta pércreta, además de la po- manejo conservador puede considerarse en casos de
sibilidad de lesiones urológicas o de otros órganos placenta posterior o fúndica, ya que la cirugía pre-
vecinos. El tratamiento conservador evita también las senta menos complicación. El procedimiento consiste
complicaciones psicológicas derivadas de la histerec- en cortar el cordón umbilical a nivel de la inserción
tomía. La paciente debe ser advertida e informada de placentaria, dejar la placenta “in situ” y cerrar la
que el resultado del tratamiento conservador es im- cavidad uterina. El objetivo es la reabsorción de la
predecible y que, no está exento de riesgos, donde se placenta. Durante este proceso pueden darse compli-
incluyen, sangrado, infección, aparición de fístulas y caciones tales como hemorragia, infección o coagulo-
fracaso en la reabsorción placentaria que hagan nece- patía, de ahí que se requiera un seguimiento estrecho
saria la práctica de una histerectomía. de la paciente para detectar su aparición, que será en
Puede ser particularmente útil y seguro en casos de principio semanal con exploración y monitorización
placenta pércreta en el que se ve involucrada la vejiga, mediante hemograma, PCR y ecografía, con uso de
ya que reduciría la morbilidad materna (lesiones ure- uterotónicos, profilaxis antibiótica y tromboembóli-
terales, cistostomías y fístulas urinarias), comparada ca. Se recomienda seguimiento durante 6 meses. El
con la histerectomía. Las desventajas de este procedi- control semanal del descenso de los niveles sanguí-
miento son un mayor riesgo de infección abdominal neos de βHCG en sangre no garantiza la completa
y la posibilidad de sangrado. El tratamiento conserva- reabsorción de la placenta13.. Es importante duran-
dor varía según la extensión del acretismo: Acretismo te el seguimiento no intentar la extracción, incluso
focal, esta entidad no se diagnostica con frecuencia cuando alguna parte de la placenta es expulsada, por-
anteparto y se detecta intraparto por la hemorragia y/o que puede hacer fracasar la técnica al desencadenar
la retención parcial de placenta. El tratamiento puede hemorragia. El éxito del tratamiento consiste en que
ser farmacológico con ocitocina, prostaglandinas o se produzca reabsorción de la placenta, que se calci-
ergotónicos para controlar la hemorragia y favorecer fique a lo largo de las semanas o meses o incluso que
la contracción uterina. Pueden usarse tratamientos se expulse espontáneamente.
complementarios como las técnicas de radiología in- Otras técnicas conservadoras
tervencionista mediante embolización selectiva de las Oclusión profiláctica de arterias hipogástricas: la ra-
arterias iliacas internas, siempre que exista disponibi- diología intervencionista juega un importante papel
lidad en el centro. Otras formas de tratamiento dispo- en el manejo del acretismo, colaborando a reducir
nibles, son los mecánicos con el balón de Bakri, sutu- el flujo sanguíneo uterino y prevenir la hemorragia.
ras para favorecer la compresión uterina como las que La cateterización con balón de las arterias iliacas o
se utilizan en la plicatura de B-Lynch o el abordaje en las arterias uterinas, realizada preoperatoriamen-
quirúrgico. Se trata de extraer la placenta adherida y te, permite colapsarlas en el momento del parto para
suturar el lecho placentario. Si esto no controla la he- disminuir el riesgo de hemorragia o bien realizar la
morragia, el siguiente paso será realizar una resección embolización tras la cesárea. Esta técnica evita la pér-
en cuña del miometrio y una sutura en capas para re- dida masiva de sangre y la aparición de shock hipo-
parar el defecto miometrial. Hoy en día, se disponen volémico con trastornos de coagulación, en pacientes
de agentes tópicos hemostáticos que pueden ayudar a de riesgo15.
prevenir o coactar el sangrado del lecho quirúrgico; Los resultados publicados son contradictorios y no
Acretismo total: depende del momento del diagnósti- concluyentes y tienen como principal limitación el
co. Si el acretismo se descubre intraparto, no debe de pequeño tamaño muestral. Los estudios más opti-
forzarse el alumbramiento. En esta situación el ma- mistas muestran una tasa de éxito del 40%. Esto es
centa accrete: a cohort series and suggested approach. and obstetric management of placenta accrete. Int J
Am J Obstet Gynecol. (2010)202:38.e1-9. Women´s Health. (2012) 4: 587-594.
17. Provansal, M. Courbiere, B. Agostini, A. D’Ercole,
C. Boubli, L. Bretelle, F. Fertility and obstetric outco- Direccion de la Autora
me after convervative management of placenta accre- Dra. Isabel Pérez Herrezuelo
ta. Int J Gynecol Obstet. (2010) 109:147-50. email: iherrezuelo@yahoo.es
18. Cheung, C. Chan, B. The sonographic appearance Granada. España.
ARTÍCULO DE REVISIÓN
maturity and complications neonatales.Actualmente Se han descrito numerosos factores de riesgo para
convincing evidence exists to recommend universal el parto de pretérmino espontáneo. Su pesquisa, así
screening length cervical between 19 and 24 weeks como la corrección de aquellos factores modifica-
and supplemented with intra-vaginal progesterone bles, resultan de suma importancia para disminuir la
until the end of pregnancy to those with neck <or incidencia y las complicaciones de la prematurez. El
equal to 25mm. antecedente de partos prematuros previos constituye
KEYWORDS: Preterm birth; Transvaginal ultra- uno de los factores de riesgo más importante para que
sound; Progesterone. el evento ocurra nuevamentell. Sin embargo, la ma-
yoría de los partos prematuros ocurren en pacientes
IMPORTANCIA DEL TEMA nulíparas, y solamente el 10% de las pacientes que
La prematurez, entendida como el nacimiento de fe- tienen un parto prematuro presentan historia previa de
tos con edad gestacional comprendida entre las 22 y prematurez (12). De esto se desprende que además de
las 36 semanas, ocurre a nivel global entre un 6% a realizar un completo interrogatorio haciendo hincapié
20% de todos los embarazos. En nuestro país, datos en la historia obstétrica, resulta fundamental la imple-
aportados por el Sistema Informático Perinatal mues- mentación de pruebas de screening que determinen
tran una frecuencia de aproximadamente 12% en el riesgo de prematurez en todas las embarazadas. La
período 2010- 2012 en el Centro Hospitalario Pereira existencia de intervenciones que han demostrado ser
Rossell MSP1. Se considera que entre el 20 a 30% efectivas en pacientes con riesgo de prematurez, je-
de los nacimientos de pretérmino, la interrupción rarquiza la necesidad de detectar aquellos grupos de
es realizada por una indicación médica (prematurez riesgo que se beneficien de terapéuticas probadas.
“iatrogénica”). Sin embargo, en la gran mayoría de Actualmente se sabe que durante el embarazo existe
los casos se produce en forma espontánea, ya sea un lento proceso de remodelación del tejido conjunti-
por desencadenamiento del trabajo de parto o secun- vo cervical asociado a mediadores inflamatorios que
daria a una rotura de las membranas ovulares (2). precede en varias semanas al inicio de las contrac-
Cualquiera sea el mecanismo que la produce, la pre- ciones uterinas que llevan al desencadenamiento del
maturez constituye una de las principales causas de trabajo de parto (13). Este conocimiento permitió,
mortalidad perinatal e infantil (3). En Estados Uni- mediante la valoración del cuello uterino, identifi-
dos, aproximadamente un tercio de las muertes en car pacientes con alto riesgo de prematurez en una
esta etapa están vinculadas directa o indirectamente fase preclínica, y así adoptar determinadas medidas
al nacimiento de un niño prematuro(4). Además, los terapéuticas que intenten prolongar la duración del
recién nacidos prematuros, sobre todo aquellos con embarazo y/o reduzcan las complicaciones de la pre-
menos de 32 semanas tienen alta incidencia de enfer- maturez.
medad de membrana hialina, hemorragia intracranea-
na grave, enterocolitis necrotizante, sepsis neonatal METODOLOGIA
y retinopatía del prematuro, entre otras complicacio- El propósito general de esta revisión es actualizar el
nes(8-11) (5,6). A largo plazo, están expuestos a un rol de la ecografía como prueba diagnóstica para de-
mayor riesgo de parálisis cerebral, retardo mental, tectar población de mayor riesgo de prematurez y el
alteraciones sensoriales, trastornos del comporta- efecto de la progesterona aplicado a esta población
miento, así como de enfermedades gastrointestinales con el fin de disminuir el parto de pretérmino.
y pulmonares crónicas (7,8). Comparado con recién Para la elaboración de esta revisión se realizó una
nacidos de término, el nacimiento de un prematuro búsqueda bibliográfica en las bases de datos accesi-
implica cuidados intensivos prolongados en la etapa bles en nuestro medio (Medline, Cochrane, Lilacs,
neonatal, así como a un contacto más frecuente con el Bireme) con el fin de capturar estudios primarios,
personal de salud, múltiples hospitalizaciones y reha- revisiones sistemáticas y guías clínicas relacionadas
bilitación de posibles secuelas (9). a la temática. Mediante una búsqueda bibliografía
Se puede concluir entonces que la prematurez signi- sensible para la temática, y específica para los dise-
fica un problema importante de salud pública en tér- ños de estudio se recuperaron revisiones sistemáticas
minos económicos de años de vida potencialmente y meta-análisis así como también estudios de prue-
perdidos y de discapacidad permanente, y por lo tanto bas diagnósticas, estudios epidemiológicos y ensayos
su prevención constituye en la actualidad el principal clínicos. También se recuperaron guías clínicas de la
reto para la medicina perinatal (10). temática publicadas por instituciones o sociedades
relevantes. Esta búsqueda fue actualizada a la fecha ECOGRAFÍA ABDOMINAL VS. ECOGRAFÍA
28/02/2014. En base a los documentos recuperados y TRANSVAGINAL
mediante pesquisa de citas en sus respectivas biblio- Habiendo llegado a la conclusión que la longitud
grafías, se recuperó artículos potencialmente útiles cervical valorada por ecografía es un poderoso mé-
que no fueran capturados en la búsqueda electrónica. todo para identificar a las pacientes en riesgo de par-
En este trabajo específicamente no se realizó ni actua- to prematuro (21,22), queda por analizar cuál es la
lizó revisiones sistemáticas. Cuando los meta-análisis vía de elección. Algunos investigadores continúan
no estuvieran actualizados por nuevos estudios pu- proponiendo que la evaluación de la longitud cervi-
blicados, se describieron los diferentes hallazgos. En cal transabdominal se puede utilizar para identificar
base a la bibliografía existente se presenta los hallaz- a los pacientes con un cuello uterino corto. Saul et
gos en forma de una revisión narrativa. al encontraron que la ecografía transabdominal tie-
ne un 100% sensibilidad en la detección de un cuello
MODIFICACIONES CERVICALES COMO uterino corto (utilizando como estándar de oro una
PREDICTORES DE PARTO DE PRETÉRMINO longitud cervical menor de 25 mm medida por eco-
Uno de los elementos que se han asociado fuerte- grafía transvaginal). El punto de corte utilizado para
mente con la mayor incidencia de parto prematuro la longitud cervical mediante medición transabdomi-
es la modificación cervical durante la gestación (12). nal fue de menos de 30 mm (23). Sin embargo, gran
Dentro de las modificaciones cervicales que pode- parte de las publicaciones consideran que la ecografía
mos cuantificar, encontramos la permeación o ca- transvaginal es más adecuada para la medición cer-
nalización cervical (14) y la longitud cervical (15). vical. Recientemente, Hernandez-Andrade et al. (24)
Este último elemento es el de mayor jerarquía a la evaluaron 220 embarazadas, y encontraron que la me-
hora de valorar el riesgo de parto prematuro entre dición ecográfica transabdominal no pudo identificar
los diferentes parámetros analizados, y la mayoría el 57% de casos con un cuello uterino corto (<25 mm)
de los investigadores han centrado sus estudios en la según lo determinado por ecografía transvaginal. Esta
longitud del cuello uterino, método bien aceptado y diferencia era mayor y estadísticamente significativa,
estandarizado de evaluación (16), siendo que cuanto si la paciente tenía un cuello corto que si presentaba
más corto sea la longitud entre el orificio interno y el una longitud cervical normal. En la muestra encon-
orificio externo, mayor será el riesgo de prematurez traron que había una sobreestimación sistemática de
(17). La evaluación de la longitud cervical puede rea- la longitud cervical en relación con la ecografía trans-
lizarse mediante la valoración clínica o bien mediante vaginal (diferencia media de 8 mm). Otro elemento
paraclínica utilizando la ecografía. En el primer caso, a considerar es que la medición de la longitud cer-
se realiza durante el examen físico genital median- vical por ecografía transvaginal es más reproducible
te el tacto vaginal el cual permite valorar la forma, en comparación con la ecografía transabdominal y la
consistencia, longitud y permeabilidad del cuello ute- primera, permite detectar la canalización del cuello
rino. Las modificaciones cervicales importantes per- uterino y la presencia de barro (“sludge”) amniótico
mitirían detectar las pacientes con alto riesgo de parto en todos los casos (24).
de pretérmino siendo una maniobra simple, barata, Otro elemento a considerar en la valoración ecográfi-
pero cargada de gran subjetividad, presentando esca- ca del cuello uterino es que la visualización del cuello
sa sensibilidad y moderada especificidad (18,19). La uterino con ecografía transabdominal requiere una
ventaja de la ecografía frente al examen digital está vejiga materna llena para proporcionar una ventana
relacionada con la posibilidad de evaluación de la acústica para visualizar el canal endocervical, orifi-
porción supra vaginal y del orificio cervical interno, cio cervical interno y externo (25). A pesar de esto,
siendo imposible esta evaluación al examen digital la definición completa de los puntos de referencia
(20). Matijevic et al. compararon el examen digital anatómicos no siempre es posible (26). El tamaño de
con el examen ecográfico en un estudio controlado la vejiga también contribuye a la variabilidad de las
demostrando que la medición ecografía de la longitud mediciones obtenidas mediante ecografía transabdo-
del cuello uterino tiene una mayor exactitud y es un minal, una vejiga llena puede afectar la identificación
mejor predictor del parto pretérmino en una pobla- de los puntos de referencia para las mediciones y au-
ción de bajo riesgo (Índice de verosimilitud positivo mentar artificialmente la longitud cervical debido a
para el examen digital de 3.2 vs 37.4 en el examen la sobredistensión vesical. También hay evidencia de
ecográfico) (19). que la ecografía transabdominal puede ser asociada
con una incomodidad mayor que el examen transva- acción en el adecuado desarrollo de embarazo a nivel
ginal. Braithwaite et al. informaron que mientras que placentario, contribuyendo a mantener la quiescen-
el 3,8% de las mujeres reportaron marcado malestar cia uterina y limitando las reacciones inflamatorias a
durante la ecografía transabdominal, sólo el 0,7% de nivel cervical (31). Múltiples estudios han planteado
las mujeres lo manifestó al ser examinadas mediante que la disminución en la concentración de esta hor-
ecografía transvaginal (27). Por otro lado, las medi- mona se vincula al desencadenamiento del trabajo de
das obtenidas para el cuello del útero por ecografía parto. La disminución en la concentración de proges-
transvaginal se ven afectados por el grado de la pre- terona generaría una activación decidual prematura
sión aplicada con el transductor que puede cambiar con liberación de citoquinas (Il1, FNTa, Il6) respon-
ligeramente la orientación y por lo tanto las medi- sables de la producción de prostaglandinas y produc-
ciones (28). Se considera que el momento oportuno ción de metaloproteinasas que digieren el colágeno
para la valoración del cuello uterino debe ser lo su- tipo 1 de la matriz extracelular cervical provocando
ficientemente precoz durante la gestación como para modificaciones cervicales (acortamiento y dilatación
que cualquier intervención terapéutica efectiva logre cervical) que preceden al desencadenamiento del tra-
un cambio significativo en la evolución del embara- bajo de parto y pueden ser detectadas mediante eco-
zo. En ese sentido, Owen et al. determinaron que la grafía ginecológica (31). Teniendo en cuenta estos
evaluación de la longitud cervical entre las 16 y 23 conceptos se han realizado varios estudios donde se
semanas y 6 días de edad gestacional puede contri- ha ensayado la suplementación con progestágenos en
buir con significativa información con respecto al poblaciones de riesgo de prematurez, intentando co-
riesgo de parto prematuro espontáneo tomando como rregir su déficit y evitando la cascada de eventos que
corte valor de corte 25 mm (29). Por estos elemen- culmina con el parto de pretérmino.
tos analizados, puede considerarse que la ecografía El primer meta-análisis presentado por Goldstein et
transvaginal es una herramienta diagnóstica adecuada al en 1989, evaluó los primeros 15 estudios clínicos
para la valoración de la longitud del cuello uterino, controlados desarrollados entre 1960 y 1983 y no de-
encontrándose que las pacientes con una longitud mostró que la suplementación con progestágenos se
cervical menor de 15 mm tienen un 50% de probabi- asociara a la reducción de la tasa de abortos, muerte
lidad aproximadamente de tener un parto pretérmino fetal y prematurez (32) en la población general. Kier-
menor a las 32 semanas, independientemente de los se en 1990 publica un segundo meta-análisis que eva-
factores de riesgo presentes en la embarazada(30). luó el efecto de 17 caproato de hidroxiprogesterona
(Figura 1. Imagen ecográfica que registra la forma de (17 cHP) en pacientes con alto riesgo de prematurez,
medir la longitud del cuello uterino. En el presente demostrando una disminución en la incidencia del
caso mide 43 mm) parto prematuro y bajo peso al nacer (33). Las dos
FIGURA 1 revisiones sistemáticas citadas, fueron antagónicas
entre sí, y por tanto dieron paso en los últimos años al
desarrollo de estudios multicéntricos, basados en en-
sayos clínicos controlados aleatorizados en poblacio-
nes de alto riesgo para prematurez que han arrojado
evidencia de aceptable calidad para sustentar el uso
de progestágenos en la prevención de la prematurez
(34;35). Es así que Meis et al. (34) desarrolla un es-
tudio aleatorizado controlado multicéntrico en el cual
evaluó en 463 mujeres con alto riesgo de prematurez
(con el antecedente obstétrico de parto de pretérmino
espontáneo) y el efecto del 17 cHP por vía parenteral.
Las pacientes fueron aleatorizadas a recibir 250 mg
de 17cHP semanal o placebo entre las 16-20 sema-
nas hasta las 36 semanas. Los autores reportaron una
LA PROGESTERONA Y SU ROL EN LA PRE- reducción del 34% del riesgo de prematurez a favor
VENCIÓN DEL PARTO DE PRETERMINO del grupo progestágeno (17 cHP 36,3% vs. placebo
La progesterona es una hormona fundamental en el 54,9%, RR: 0.66 IC 95% 0.54 -0.81) (34). En el mis-
mantenimiento del embarazo. Es bien conocida su mo año Da Fonseca35 publica un estudio clínico alea-
torizado controlado desarrollado en Brasil que enroló paran progesterona versus placebo/no progesterona
157 pacientes consideradas población de alto riesgo para partos de pretérmino por debajo de 34 semanas
para prematurez (antecedente de parto de pretérmino de edad gestacional.)
previo, cerclaje, o malformaciones uterinas) seleccio- FIGURA 2
nadas a recibir progesterona micronizada intravaginal
o placebo entre las 24 y 34 semanas, tomando como
resultado primario el parto antes de las 37 semanas.
Fonsesa (2007) 0.58 (0.36, 0.92) 45.36
Los hallazgos demostraron una reducción del riesgo
en el grupo progesterona (progesterona micronizada OBrien (2007) 0.40 (0.05, 3.13) 3.70
13,8% vs. placebo 28,5%. p = 0,03) (35). Estos dos Rode (2011) 1.20 (0.40, 3.63) 3.98
estudios fueron relevantes para que diversas guías Hassan (2011) 0.55 (0.33, 0.92) 44.10
clínicas promovieran el uso de progesterona en po- Cetingoz (2011) 0.33 (0.04, 2.91) 2.86
blaciones de embarazadas con factores de riesgo para Overall (I-squared = 0.0%, p=0.722) 0.58 (0.42, 0.80) 100.00
0.42 - 0.80)), para el outcome secundario 31% de re- nalmente, el meta-análisis no encontró beneficios en
ducción para <35s, 39% <34s, 42% <32s, 42% <30s, el grupo de pacientes con longitud cervical acortada y
50% <28s, síndrome de distress respiratorio neonatal embarazo múltiple o en presencia de cerclaje (38). La
(RR 0.48 IC 95% 0.30-0.76), muy bajo peso al na- figura 3 resume los hallazgos del meta-análisis en em-
cer (RR 0.55 IC95% 0.38-0.80), admisión a UCI (RR barazadas con longitud cervical menor de 25 mm, con
0.75 IC95% 0.59-0.94) y necesidad de ventilación énfasis en los dos trabajos de mayor tamaño muestral.
mecánica asistida (RR 0.66 IC95% 0.44-0.98). En (Figura 3. Diagrama de efecto de la progesterona en
base a la prevalencia de prematurez en las poblacio- las diferentes longitudes cervicales utilizadas por los
nes estudiadas, se calculó que el número necesario a estudios primarios.)
tratar (NNT) de pacientes con longitud cervical entre En el año 2012 se publica un análisis de costo-efec-
10 y 20 mm para evitar un parto de pretérmino menor tividad evaluando diferentes opciones y aplicándolo
de 35 semanas fue de 11 (IC95% 7 - 27). Es decir en forma hipotética a la población de Estados Uni-
cada 11 pacientes que se tratan con progesterona se dos (39). Se plantearon cuatro estrategias posibles:
evita un parto de pretérmino (menor de 35 semanas). 1) Screening universal ecográfico (transvaginal) de
En el mismo sentido, el NNT para evitar un síndrome longitud cervical, al momento de la realización de
de distress respiratorio neonatal fue de 15 (IC95% 11 ecografía estructural y tratamiento diario con proges-
- 33) y para evitar un muy bajo peso al nacer fue de 13 terona para aquellas mujeres con cuello acortado, 2)
(IC95% 10-30). En cuanto a la oportunidad para rea- Screening ecográfico de longitud cervical (transvagi-
lizar la ecografía transvaginal, se plantea entre las 19 nal), para aquellas pacientes con factores de riesgo
y 24 semanas, pudiendo incorporarse en la práctica para parto pretérmino, 3) Tratamiento con 17a-Ca-
clínica durante la realización de la ecografía morfoes- proato de Hidroxiprogesterona (17 cHP) sin screening
tructural. De la revisión no se puede concluir la dosis ecográfico previo, y 4) Norealización de screening
ideal, habiendo sido utilizado el gel, supositorios y ni tratamiento (39). Los autores concluyeron que el
progesterona micronizada en dosis de 90, 100 y 200 screening universal ecográfico de la longitud cervical
mg respectivamente. Basados en el estudio de mayor y el tratamiento en base a los hallazgos es la mejor es-
tamaño muestral (Hassan et al.) (37), se recomienda trategia desde el punto de vista costo-efectividad, con
utilizar la progesterona en cuellos con longitud de en- la mayor reducción de parto pretérmino por debajo
tre 10 a 20 mm, dado que específicamente se exclu- de las 34 semanas y con la consiguiente disminución
yeron pacientes con menor de 10 mm. Se destaca que en la morbi-mortalidad. La aplicación de una política
en el estudio de Hassan et al, los investigadores se de screening global y progesterona para la población
basaron en los hallazgos previos del estudio de Fon- de Estados Unidos, significaba una reducción en más
seca en el cual el efecto de la progesterona fue menor de 95.000 nacimientos de pretérmino al año. Para al-
en pacientes con cuello < 5 mm (36). Bajo la hipóte- gunos autores, el beneficio encontrado habla de un
sis de que en pacientes con modificaciones cervicales impacto muy importante, siendo improbable que el
avanzadas pudieran presentar procesos inflamatorios efecto encontrado sea diferente en otros países o en
que potencialmente interfirieran con la acción de la otros sistemas de salud (31).
progesterona, y esto ocasionara una refractariedad a
la medicación, decidieron excluir pacientes con lon- ROL DE LA PROGESTERONA EN EL TRATA-
gitud cervical menor de 10 mm y con presencia de MIENTO DE LA AMENAZA DE PARTO PRE-
sludge amniótico (sugestivo de corioamnionitis). Fi- TERMINO
Al momento actual los avances en el estudio de la
FIGURA 3
prevención del parto pretérmino analizan el efecto de
Meta-analisis de 5
Long. cervical Fonseca et al. Hassan et al.
estudios agentes progestacionales como parte del tratamiento
1 a 5 mm Reducción Refracta-
prematurez riedad
a la
Evidencia del
metaanálisis
de la amenaza de parto pretérmino. Recientemente se
en un 15% ***
proges-
terona?
(4 estudios) publicó un meta-análisis de los datos de ocho ensa-
Reducción
yos aleatorizados en mujeres con amenaza de parto
25 mm
6 a 10 mm prematurez
en un 25%
10 11 a 15 Reducción Evidencia directa pretérmino o establecido, se encontró que la terapia
prematurez Reducción de los dos estudios
a mm en un 75%
20 16 a 10
prematurez
en un
mas grandes
incluidos en el
de progesterona no redujo el riesgo de parto pretérmi-
mm mm 58% meta-
análisis (total 5 no en gestaciones menores a 34 semanas o con fetos
20 a estudios)
25 mm
No incluidas
Evidencia del meta- menores a 2500 gramos, Estos resultados no apoyan
No incluidas análisis (3 estudios)
el uso de agentes progestacionales para el manejo de
*** No incluidas en el estudio basado en hallazgos de Fonseca et al. Se plantea
la hipotesis que entre 0-10 mm existiría mayor presencia de citoquinas
proinflamatorias y menor probabilidad de efecto de la progesterona
Rev. Latin. Perinat. 17 (4) 2014
356
Swain M, Dildy GA, III, et al. Natural history of cer- Ultrasonography in the detection of cervical incom-
vical funneling in women at high risk for spontaneous petency. J Clin Ultrasound 1988 Jul;16(6):383-91.
preterm birth. Obstet Gynecol 2007 Apr;109(4):863- 26. Bernstine RL, Lee SH, Crawford WL, Shimek
9. MP. Sonographic evaluation of the incompetent cer-
15. Crane JM, Hutchens D. Transvaginal sonogra- vix. J Clin Ultrasound 1981 Oct;9(8):417-20.
phic measurement of cervical length to predict pre- 27. Braithwaite JM, Economides DL. Acceptability
term birth in asymptomatic women at increased risk: by patients of transvaginal sonography in the electi-
a systematic review. Ultrasound Obstet Gynecol ve assessment of the first-trimester fetus. Ultrasound
2008;;31(5):579-87. Obstet Gynecol 1997 Feb;9(2):91-3.
16. Hibbard JU, Tart M, Moawad AH. Cervical length 28. Londero AP, Bertozzi S, Fruscalzo A, Driul L,
at 16-22 weeks’ gestation and risk for preterm deli- Marchesoni D. Ultrasonographic assessment of cer-
very. Obstet Gynecol 2000 Dec;96(6):972-8. vix size and its correlation with female characteris-
17. Owen J, Szychowski JM, Hankins G, Iams JD, tics, pregnancy, BMI, and other anthropometric fea-
Sheffield JS, Perez-Delboy A, et al. Does midtrimes- tures. Arch Gynecol Obstet 2011 Mar;283(3):545-50.
ter cervical length >/=25 mm predict preterm bir- 29. Szychowski JM, Owen J, Hankins G, Iams J, She-
th in high-risk women? Am J Obstet Gynecol 2010 ffield J, Perez-Delboy A, et al. Timing of mid-trimes-
Oct;203(4):393-5. ter cervical length shortening in high-risk women.
18. Holcomb WL, Jr., Smeltzer JS. Cervical efface- Ultrasound Obstet Gynecol 2009 Jan;33(1):70-5.
ment: variation in belief among clinicians. Obstet Gy- 30. Vaisbuch E, Romero R, Erez O, Kusanovic JP,
necol 1991 Jul;78(1):43-5. Mazaki-Tovi S, Gotsch F, et al. Clinical significance
19. Matijevic R, Grgic O, Vasilj O. Is sonographic of early (< 20 weeks) vs. late (20-24 weeks) detec-
assessment of cervical length better than digital tion of sonographic short cervix in asymptomatic wo-
examination in screening for preterm delivery in a men in the mid-trimester. Ultrasound Obstet Gynecol
low-risk population? Acta Obstet Gynecol Scand 2010 Oct;36(4):471-81.
2006;85(11):1342-7. 31. Campbell S. Universal cervical-length screening
20. Michaels WH, Montgomery C, Karo J, Temple and vaginal progesterone prevents early preterm bir-
J, Ager J, Olson J. Ultrasound differentiation of the ths, reduces neonatal morbidity and is cost saving:
competent from the incompetent cervix: preven- doing nothing is no longer an option. Ultrasound
tion of preterm delivery. Am J Obstet Gynecol 1986 Obstet Gynecol 2011 Jul;38(1):1-9.
Mar;154(3):537-46. 32. Goldstein P, Berrier J, Rosen S, Sacks HS, Chal-
21. Berghella V, Baxter JK, Hendrix NW. Cer- mers TC. A meta-analysis of randomized control
vical assessment by ultrasound for preventing trials of progestational agents in pregnancy. Br J Obs-
preterm delivery. Cochrane Database Syst Rev tet Gynaecol 1989 Mar;96(3):265-74.
2009;(3):CD007235. 33. Keirse MJ. Progestogen administration in preg-
22. Romero R. Prevention of spontaneous preterm nancy may prevent preterm delivery. Br J Obstet Gy-
birth: the role of sonographic cervical length in naecol 1990 Feb;97(2):149-54.
identifying patients who may benefit from proges- 34. Meis PJ, Klebanoff M, Thom E, Dombrowski MP,
terone treatment. Ultrasound Obstet Gynecol 2007 Sibai B, Moawad AH, et al. Prevention of recurrent
Oct;30(5):675-86. preterm delivery by 17 alpha-hydroxyprogesterone
23. Saul LL, Kurtzman JT, Hagemann C, Gham- caproate. N Engl J Med 2003 Jun 12;348(24):2379-
sary M, Wing DA. Is transabdominal sonography 85.
of the cervix after voiding a reliable method of cer- 35. da Fonseca EB, Bittar RE, Carvalho MH, Zugaib
vical length assessment? J Ultrasound Med 2008 M. Prophylactic administration of progesterone by
Sep;27(9):1305-11. vaginal suppository to reduce the incidence of spon-
24. Hernandez-Andrade E, Romero R, Ahn H, Hus- taneous preterm birth in women at increased risk: a
sein Y, Yeo L, Korzeniewski SJ, et al. Transabdomi- randomized placebo-controlled double-blind study.
nal evaluation of uterine cervical length during preg- Am J Obstet Gynecol 2003 Feb;188(2):419-24.
nancy fails to identify a substantial number of women 36. Fonseca EB, Celik E, Parra M, Singh M, Nico-
with a short cervix. J Matern Fetal Neonatal Med laides KH. Progesterone and the risk of preterm bir-
2012 Sep;25(9):1682-9. th among women with a short cervix. N Engl J Med
25. Podobnik M, Bulic M, Smiljanic N, Bistricki J. 2007 Aug 2;357(5):462-9.
37. Hassan SS, Romero R, Vidyadhari D, Fusey S, DM, Hassan SS, Macones GA, et al. Universal cer-
Baxter JK, Khandelwal M, et al. Vaginal progestero- vical length screening and treatment with vaginal
ne reduces the rate of preterm birth in women with a progesterone to prevent preterm birth: a decision
sonographic short cervix: a multicenter, randomized, and economic analysis. Am J Obstet Gynecol 2010
double-blind, placebo-controlled trial. Ultrasound Jun;202(6):548.
Obstet Gynecol 2011 Jul;38(1):18-31. 40. Su LL, Samuel M, Chong YS. Progestatio-
38. Romero R, Nicolaides K, Conde-Agudelo A, Ta- nal agents for treating threatened or establis-
bor A, O’Brien JM, Cetingoz E, et al. Vaginal proges- hed preterm labour. Cochrane Database Syst Rev
terone in women with an asymptomatic sonographic 2014;1:CD006770.
short cervix in the midtrimester decreases preterm
delivery and neonatal morbidity: a systematic review Direccion del Autor
and metaanalysis of individual patient data. Am J Dr. Claudio Sosa
Obstet Gynecol 2012 Feb;206(2):124-19. email: sosaclau@gmail.com
39. Cahill AG, Odibo AO, Caughey AB, Stamilio Montevideo. Uruguay
ARTÍCULO DE REVISIÓN
con eritrocitos de monos rhesus y encontraron que el nos que contiene D de ambos padres o heterocigota
suero anti-eritrocitos de monos rhesus aglutinaba los (Dd) por haber heredado un grupo de antígenos que
eritrocitos en 85% de los animales que participaron contienen D de un padre y un grupo de antígenos que
en el experimento y los denominaron rhesus positivos no contiene D (d) del otro padre. La expresión del
y no los aglutinaba a 15%, a los cuales los denomina- antígeno D se hereda en forma autosómica dominante
ron rhesus negativos abreviándose como factor Rh. El y la probabilidad de que un RN de padre homocigoto
más importante de los factores Rh es el Rho, también (DD) y madre Rh (-) (dd) sea Rh (+) se observa en el
llamado factor D. Levine y Col en 1941 demostra- Cuadro 1 y 2.
ron que la inmunización Rh de mujeres Rh negativas CUADRO 1
era la causa más común de eritroblastosis fetal. La Probabilidad de recién nacido (+) con padre homocigoto
reciente aclaración de las bases genéticas del sistema DD y madre RH (-)
Rh tendrá un importante impacto en el diagnóstico Padre
prenatal y en el manejo de las embarazadas isoinmu- D D
madre desarrolla anticuerpos IgM – IgG, siendo estos primaria es muy variable y depende de procesos bio-
últimos capaces de atravesar la placenta y acelerar la lógicos actualmente no muy claros.
destrucción de los glóbulos rojos fetales (1). Pasada la respuesta inmune primaria, la madre que-
da sensibilizada con IgG circulante; ante una nueva
FISIOPATOLOGÍA exposición secundaria, incluso con pequeñas cantida-
Durante el embarazo normal, cerca del 5% de pacien- des de glóbulos rojos Rh (+), se genera una respuesta
tes presenta paso de hematíes fetales a la circulación inmune secundaria con gran producción de IgG que
materna durante el primer trimestre, cifra que puede atraviesa la barrera placentaria, adhiriéndose a los
alcanzar entre 45 y 50% hasta el final del tercer tri- glóbulos rojos fetales, haciéndolos susceptibles a ser
mestre. En la gran mayoría de los casos el número destruidos por el sistema retículo endotelial del feto.
de glóbulos rojos que pasan a la madre es pequeño e De esta forma se genera un cuadro de hemólisis de se-
insuficiente para generar una respuesta inmune. Por veridad variable, anemia, hipertrofia e hiperplasia del
esta razón, la incidencia de sensibilización primaria sistema retículo endotelial, eritropoyesis extramedu-
anteparto durante el primer embarazo, es muy rara y lar compensadora (hepatoesplegnomegalia), insufi-
no llega al 1%7. La isoinmunización materna es, por ciencia cardiaca de gasto alto, insuficiencia hepática,
regla general, consecuencia del paso de sangre fetal hipoalbuminemia, hipertensión portal, disminución
a circulación materna en el momento del parto; cerca de presión oncótica, edema placentario, hidrops fetal
de 10% a 15% de madres Rh (-) con recién nacidos y muerte fetal.
Rh (+) se sensibilizan en el momento del parto sin Si no hay intervención efectiva, mueren in útero entre
medidas profilácticas. Este porcentaje bajo de sensi- 20 y 30% de los fetos afectados. La presentación del
bilización es secundario a: hidrops fetal en la actualidad es poco frecuente por la
• Cantidad del inoculo o paso de glóbulos rojos feta- disminución de la isoinmunización Rh y los factores
les Rh (+) a circulación de una madre Rh (-): Cuanto asociados con su fisiopatología aparecen en la Figura
mayor sea el número de hematíes fetales que entra a 1.
la circulación materna mayor será la probabilidad de
FIGURA 1
sensibilización. Por fortuna la gran mayoría de trans-
fusiones feto maternas involucran pequeñas cantida- HEMOLISIS
el recién nacido, el aumento de la hemólisis produce tos para el antígeno Rh. Según datos del Registro del
mayor cantidad de bilirrubina indirecta cuya capaci- Centro Nacional de Estadística de Salud de los EEUU
dad para metabolizarla es muy limitada, debido a la la prevalencia de la aloinmunización Rh es de un 6.8
deficiencia de la glucuroniltransferasa y de la proteí- por 1000 nacidos vivos. En general se describe que
na de transporte y el exceso de bilirrubina ocasiona hasta el 1.5% de todos los embarazos se complican
kernícterus, con depósito de los complejos de bilirru- con aloinmunización Rh. (19)
bina y albúmina en los ganglios basales del sistema
nervioso central; suele pensarse que si se pueden DETERMINACIÓN DEL FACTOR RH FETAL
conservar los niveles de bilirrubina por debajo de Tal vez esta tecnología perinatal cambiara en forma
18 mg. en la circulación neonatal es posible evitar el importante el manejo de la paciente Rh (-) con esposo
kernícterus, pero condiciones tales como sepsis, des- Rh (+) especialmente heterocigoto. El Rh del feto se
hidratación, acidosis y prematurez, predisponen al puede determinar serológicamente utilizando sangre
kernícterus con niveles menores que la cifra señalada. fetal obtenida por cordocentesis o por amplificación
Con niveles superiores a los 30 mg. aparecerá ker- del DNA de células fetales obtenidas por medio de
nícterus en 75% de los lactantes. biopsia de vellosidades coriales o por amniocentesis
Originalmente se pensaba que la hidropesía era debi- usando la reacción en cadena de la polimerasa. Es
da a la insuficiencia cardiaca fetal, condicionada por claro que tanto la biopsia de vellosidad corial como
la anemia progresiva, pero muchos niños hidrópicos la cordocentesis podrían aumentar el riesgo de sen-
no presentan evidencias de hipervolemia o insufi- sibilización materna mientras que la amniocentesis
ciencia cardiaca (10). La insuficiencia hepática, más realizada entre la semana 15 a 16 evitando la punción
que la insuficiencia cardiaca, es la probable causa o traumatismo placentario disminuiría este riesgo. La
de la hidropesía fetal. Con la severa destrucción de determinación del Rh fetal mediante la amniocentesis
sangre y la amplia eritropoyesis extramedular hepá- tiene una sensibilidad global para la determinación
tica, se alteran el parénquima y la circulación hepá- del Rh fetal de un 98.7%, especificidad del 100%,
tica. Existe hepatomegalia con hipertensión venosa vPP de 100% vPM 96.9%. También se están utilizan-
portal y umbilical. Se produce aumento del tamaño do protocolos identificando eritrocitos fetales en san-
placentario por edema, con disminución de la perfu- gre periférica materna para la determinación del Rh
sión placentaria y como resultado de la hipertensión aunque estos estudios no han sido concluyentes y no
portal se produce ascitis. Por las alteraciones a nivel hay datos contundentes sobre su utilización.(19 - 20)
del hepatocito se origina hipoalbuminemia y apare-
ce anasarca. Como resultado de la hipoproteinemia y TRATAMIENTO
la hipertensión portal, el edema se hace extremo. Se En el tratamiento de la eritroblastosis fetal, el obstetra
desarrolla derrame pleural con hipoplasia pulmonar, suele enfrentarse a dos tipos de pacientes1,9: Paciente
por compresión, lo que imposibilita la oxigenación Rh (-) no sensibilizada: Sin riesgo de sensibilización
del niño después del nacimiento. También se observa y con riesgo de sensibilización; Paciente Rh(-) sen-
disminución notable en la producción de factores de sibilizada. El manejo de estas pacientes es diferente:
coagulación que depende de la vitamina K10. Paciente Rh (-) no sensibilizada. Idealmente en la
La verdadera base del manejo de la eritroblastosis en consulta preconcepcional o en su defecto en la pri-
el recién nacido es la exanguinotransfusión, que co- mera consulta de control prenatal se debe identificar
rrige la anemia y la hipervolemia mediante el rempla- el grupo y Rh de la madre y del padre para definir el
zo de los eritrocitos Rh positivos, por eritrocitos Rh riesgo de sensibilización:
negativos y con la remoción de la bilirrubina se con- • Paciente Rh (-) con esposo Rh (-), el feto será Rh
trola la hiperbilirrubinemia existente o potencial (10). (-), en cuyo caso no habrá necesidad de más pruebas
adicionales y ahí termina el estudio.
INCIDENCIA • Si la paciente es Rh (-) y el esposo Rh (+) se hará el
La incidencia e incompatibilidad Rh es difícil de de- diagnóstico de incompatibilidad Rh; se definirá sí la
terminar ya que varia según la raza y origen étnico. madre está o no sensibilizada; para tal efecto se reali-
Aproximadamente el 15% de los blancos, del 5 al 8% zará una historia obstétrica indagando sobre abortos,
de afroamericanos, 1 al 2% de los asiáticos y nati- partos prematuros, muertes intrauterinas, estado de
vos americanos son Rh (-). De los hombres Rh (+) los recién nacidos, antecedentes de hiperbilirribine-
el 60% son heterocigotos y el 40% son homocigo- mia neonatal necesidad de fototerapia o exanguino-
bidimensional como por flujometría Doppler del Pico utilizado en aorta y en especial en arteria cerebral me-
sistólico máximo de arteria cerebral media, tecno- dia para el diagnóstico de fetos con anemia moderada
logía últimamente vinculada para el diagnóstico del a severa. Estudios de Mari et al., utilizando el pico
feto anémico. sistólico máximo de la arteria cerebral media, infor-
- Espectrofotometría del líquido amniótico. man una sensibilidad 100% para el diagnóstico de fe-
- Cordocentesis cuando existe alta sospecha de feto tos con anemia moderada a severa y una tasa de falsos
con anemia moderada a severa para la determinación positivos de 12%14. Por tanto la tendencia actual es
de hemoglobina, hematocrito, grupo sanguíneo, Rh y ser lo menos intervencionista posible y controlar es-
transfusión feto-fetal en caso necesario. tos pacientes con Doppler fetal. Cuando este examen
Los títulos de anticuerpos séricos maternos son útiles indique anemia fetal de moderada a severa se realiza-
en el seguimiento de pacientes pero sólo en su primer ra, de ser necesario, la cordocentesis y la transfusión
embarazo inmunizado. No hay correlación entre los intrauterina, obviando la amniocentesis (13, 14, 17.)
títulos y los anticuerpos y el grado de compromiso La metodología para la medición del pico sistólico
fetal, pudiendo haber madres con títulos de coombs máximo de la arteria cerebral media cosiste en: el feto
indirectos bajos (incluso por debajo del valor críti- debe estar en reposo, la madre debe estar en apnea
co) con fetos severamente afectados; o por el con- idealmente durante el momento de la medición, vi-
trario, títulos altos de coombs indirectos con fetos sualización del polígono de Willis con Doppler color,
poco afectados. La paciente Rh (-) que se ha sensibi- es necesario aumentar la imagen de tal forma que la
lizado durante la gestación actual (títulos iniciales de Arteria Cerebral Media más cercana al transductor
coombs indirectos (-) que se han positivizados), sin ocupe más del 50% de la pantalla. La Arteria cerebral
llegar al nivel crítico (1/16), pueden ser vigiladas me- media debe ser visualizada en toda su extensión. El
diante coombs indirecto cada 3 a 4 semanas y vigilan- cursor es localizado cercano al origen de la Arteria
cia estricta fetal mediante ecografía obstétrica y flu- y el ángulo de insonación debe ser lo más cercano
jometría Doppler la cual se repetirá dependiendo de posible a 0 grados. No se debe utilizar el corrector de
los protocolos según el compromiso fetal (13,14,17.)
FIGURA 2
Si la paciente presenta títulos positivos de coombs
Pico Sistólico máximo de arteria cerebral media, según edad
indirectos por encima del nivel crítico durante la pri- gestaciona
mera determinación o durante cualquier momento de
la gestación, ya no seguirá haciendo control con este 100
Velocidad pico MCA(cm/seg)
ángulo. Las ondas (aproximadamente 5 a 15) deben transfusión intravascular directa al feto en el mismo
ser similares en su morfología y se debe medir el pico procedimiento, lo que ha permitido el tratamiento in-
sistólico más alto. La medición debe realizarse al me- trauterino con éxito de los fetos con anemia moderada
nos en 2 ocasiones y tener resultados similares. El a severa e hidrópicos. En manos expertas el riesgo
resultado se expresa en centímetros por segundo y se de muerte fetal mediante la cordocentesis es de 1.5%
transpone a múltiplos de la mediana de acuerdo a la cuando se hace después de la semana 24 y de 5%
tabla referida por Mari (14). cuando se hace por debajo de esta época.
(Figura 2, 3)
CUADRO 3
Conducta a seguir según resultado de espectrofotometría
LA ESPECTROFOTOMETRÍA DEL LÍQUIDO de Líquido Amniótico
AMNIÓTICO
Aunque la mayoría de los protocolos actuales para Zona 1 Parto al término
ZONA 1 Repetir en 4 semanas Zona 2 Repetir amniocentesis
el manejo de la paciente Rh (-) sensibilizada tienen en 1 semana
Zona 3 Cordocentesis
como elemento de primera línea para el diagnóstico
Zona 1 Parto al término
de fetos con anemia moderada a severa el Doppler ZONA 2 Repetir en 1 semana Zona 2 Repetir amniocentesis
de la arteria cerebral media, no podemos descono- en 2 semana
Zona 3 Cordocentesis
cer la importancia histórica que tuvo la amniocente- Hematocrito fetal < 30%
sis para la determinación de productos de la degra- transfusión parto
ZONA 3 Cordocentesis Hematocrito fetal > 30%
dación de la bilirrubina en el líquido amniótico. El repetir cordocentesis en
Doppler tiene la ventaja de ser un procedimiento no 1 semana
* Artículos por Invitación.- Reportes a requerimiento del Cuerpo Editorial. Se intenta que sirvan de ilustración
general sobre temas médicos o paramédicos, aunque no correspondan implícitamente al campo perinatal; máximo
diez páginas. Puede ser aceptado sin citas bibliográficas, ya que en algunos casos son opiniones o experiencias.
* Artículos de Investigación.- Resultados propios de la experiencia personal o de grupo en el área clínica o expe-
rimental, máximo diez páginas, cuatro figuras y hasta treinta citas bibliográficas.
* Artículos Históricos.- Reportes con antigüedad de 25 años o más y que hubieren representado un aporte im-
portante a la literatura regional, por lo cual deban ser editados para el conocimiento de las nuevas generaciones.
Podrán llevar un segmento de opinión del autor en caso de estar vigente o de algún miembro de su grupo original.
* Reportes de Casos o Resultados Preliminares.- Al publicar un hallazgo clínico se incluye una revisión de la
literatura sobre el tema. Debe restringirse el número de s o fotos y se sugiere limitar a aquellas que muestren
claramente el objetivo del estudio; máximo cuatro páginas, cinco figuras y veinte citas bibliográficas.
* Artículos de Revisión y de Metanálisis.- Presentan una amplia visión de la literatura mundial sobre el tema
tratado; se debe exponer datos informativos o controversiales que tiendan a un punto de orientación que sirva de
guia al lector; máximo veinte páginas, diez figuras y cincuenta citas bibliográficas.
* Protocolos Multicéntricos.- Incluyen Justificación (Marco teórico, Hipótesis u Objetivos); Material y Métodos
(característica de sujetos de estudio, equipos, fármacos, clasificaciones, tiempo de procesamiento, entidad donde
se realizo, pruebas estadísticas, hoja de recolección de datos y aprobaciones de Comités). Referencias bibliográfi-
cas. Necesita un Director o Coordinador Principal y una Consultoría permanente para los participantes. El grupo
directivo debe estar en la aceptación de que otros investigadores se incorporen al estudio, por lo cual señalará los
requerimientos pertinentes.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
1. Solo se publican reportes originales.
2. Cuando en el trabajo se presenten medicamentos o equipos médicos, se debe mencionar exclusivamente el
nombre de la sal o las características del aparato. No se acepta el nombre comercial o clave de investigación en la
industria farmacéutica. En caso de que en el original no sugiera el autor los lineamentos, queda a criterio del Editor
modificarlo sin previo aviso.
3. Los originales pueden estar escritos en español, portugués o inglés, con resumen no mayor a 150 palabras en los
mismos idiomas. Deberá enviarse en versión digital.
4. Las referencias bibliográficas deben reducirse a las relacionada con los trabajos citados en el texto anotándose al
final del articulo y con arreglo a las normas internacionales apellido del (os) autor (es) e iníciales de los nombres,
título completo del trabajo, abreviaturas usuales del título de la revista número del volumen, primera página y año
Si se trata de libros, se pondrá; autor (es), título, edición, editorial, ciudad donde fue publicado, año y página. Para
señalar la bibliografía se utilizan los métodos alfanuméricos y el de orden mención, que corresponden a un ordena-
miento alfabético de las citas del reporte y en el otro caso, de acuerdo al orden de citación en el texto.
5. Los cuadros y figuras sólo se publican cuando son indispensables para ilustrar el contenido del artículo.
6. Se recomienda a los autores: a.- Redactar el título con brevedad. b.- Emplear poco espacio para las introduccio-
nes de índole histórica. c.- Señalar claramente los objetivos del estudio y ceñirse a ellos al reportar los resultados
y las discusiones. d - Evitar la inclusión de reportes clínicos, protocolos de autopsia o detalles técnicos, a menos
que sean indispensables y se redacten concisamente.
7. La procedencia del trabajo y los títulos que el autor desea que se incluya con su nombre, irán al pie de la página
inicial.