AQUINO ORONZOR GISELLE 528

PELÍCULA SUBMARINO K19

Esta fue una película muy emotiva y a lo largo de la historia resaltan muchos valores
y se demuestran bajo la presión que sufren los hombres en el conflicto. No pensé
que se complicaran tanto las cosas y la verdad me esperaba un final más trágico
pero el final fue equilibrado y los personajes se lo merecían. Se resalta mucho el
valor, la lealtad, la valentía y el honor de un soldado, aunque también se muestran
los elementos negativos del hombre, como el orgullo, el miedo, la ambición excesiva
y el fanatismo, el egocentrismo y el egoísmo, todo lo natural en el ser humano.
La película nos muestra que por defender sus ideales y sus creencias, un hombre
puede dar todo lo que tiene y hasta su vida como estos chicos que murieron a causa
de la radiación porque la lealtad a su partido los movía. El valor que tuvieron estos
marines al entrar a ese cuarto radiactivo es uno de los principales actos de la
película y es lo que salvará las vidas de la mayoría de la tripulación. Creo la Unión
Soviética no valió lo que este sacrificio junto con todas las vidas perdidas no solo
en este accidente, sino en el conflicto que crearon con otros países para que al final
se desintegrara. Tal vez pudieron valerlo sus ideales aunque en la mayoría de las
veces, si no en todas, esta clase de ideales que nacen casi puros se corrompen por
la ambición de los hombres que buscan poder y todo termina solo como una
organización más que desperdició vidas. Y creo que la guerra solo trae consigo
cosas malas, pérdida de vidas e infelicidad; parece que los humanos estamos
programados para ser infelices y cultivar los malos sentimientos, esa es nuestra
naturaleza y cada día nos esforzamos por encontrar maneras más eficientes de
autodestrucción, una prueba de lo anterior.
Por otro lado queda comprobado que el orgullo puede más que la razón con la
escena en donde el Capitán decide continuar maniobrando aunque las condiciones
en el submarino son inestables, él quiere demostrar que puede hacer lo imposible.
Aquí vemos que ya no lo está haciendo tanto por los ideales que se supone que
perseguía la URSS sino que por mérito propio, otro ejemplo de que los sistemas
humanos se corrompen fácilmente.
Desde el punto de vista químico es sorprendente como unas inocentes ondas de
alta frecuencia pueden acabar con la vida de un hombre. Me gustaría poder ver el
proceso desde dentro del cuerpo, me gustaría ver como cada parte se daña y el
resultado final. Han sido muchas las vidas sacrificadas, hablando otra vez de
sacrificios, que se han invertido en la investigación de la radiactividad. Creo que
nunca vamos a poder entender el universo en su totalidad y aunque la humanidad
se yergue orgullosa de sus logros a veces no se da cuenta de que entre más cree
que sabe, sabe menos, lo que cree que ha entendido aún tiene un trasfondo
desconocido, que sus formas de explicarse su propia existencia son solo teorías y
que nunca va a poder entender cómo es que existe un universo tan complejo y tan
perfecto si ni siquiera puede entenderse a sí mismo.