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En cuanto a

las velas
perfumadas
que arden
en los
templos
lamaicos y
que
tambiénse
usan en las
procesiones,
tienen reglas
especialísim
as. Tales
velas o
pebetes se
llaman enel
lenguaje del
culto del
lamaísmo
“dug-boi” o
“dugbo”
(escrito bdug
spos).
Ambas
sílabas,tradu
cidas literal
mente, signif
ican exacta
mente lo mis
mo, es decir,
perfumador.
Otrosejempl
os en idioma
tibetano nos
autorizan
para
interpretar la
sílaba “dug”
(“bdug”)
comoabrevia
ción de la
palabra
“dugsching”
(escrita
“bdug
sching”), con
que se
designa
unavariedad
de enebro a
la que los
botánicos,
por
indicación
del
diccionario
tibetano del
hindúSara
Chandra
Das, en la
página 666,
llaman
“Juníperos
excelsus”.
Ese arbusto,
según
lasideas ind
otíbetanas,
debe, según
su esencia,
y por excele
ncia, servir
para el que l
osuministra,
de perfume
para fines del
culto. Se
comprende
mejor esto, si
observamos
que
loshindúes
designan
ese arbusto
en el
sánscrito
sagrado, por
“devadara”.
Entre los
mongoles
I n s t i t u t o
C u l t u r a l
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D e l I n c
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l a O s m
o t e r a p i
a D r . A r
n o l d K r
u m m H e
l l e r
que pasan
por conocer
el lamaísmo,
los pebetes
se llaman
“Küdschí”.
Esas finas
velashumea
ntes
consisten en
una masa
dura,
resinosa,
proveniente
de una
especie de
junípero,cuy
o porte
según los
investigador
es
autorizados,
Przewalski,
por ejemplo,
alcanza a
veces,la
notable
altura de tres
metros. Las
velas usadas
en el culto
lamaico son
más
pequeñas
quelas de la
China.
Además, en
las iglesias
lamaicas no
debe
sentirse
ningún
almizcle,
puescomo ni
las cobras ni
los lagartos
soportan su
olor, podrían
ahuyentarse
de los
templos.
Paraimpedir
que también
se extingan
los seres
menores en
los templos
debido a las
velashumea
ntes,
los monjes,
protegen
durante
la estación
ardiente
debajo
de una
linterna,
comolo
refiere en su
libro el ya
citado doctor
Fílchner.Co
mo los
mandamient
os budistas
mandan no
perjudicar a
ningún ser
viviente,
ellamaísmo
también
aplicó
esa regla y
a eso se
debe,
en suma, el
que
se prohíba
prender
lasvelas chi
nas; pues e
n su fabrica
ción entra el
cebo, que t
ambién es p
roducto ani
mal,recubier
to de una
capa de
cera. Por lo
tanto, esas
velas dan
humo feo
que deposita
unsedimento
y obscurece
las imágenes
del
altar. Ademá
s de las vela
s humeantes
y de los vaso
s mencionad
os, en el lam
aísmo secon
ocen los
incensarios
parecidos a
los que usan
los católicos
aunque un
poco
diferentes
ensu forma y
acabado,
como en su
mayor peso
y tosco
trabajo de
mano. Pero,
en el
lejanoTíbet,
se conocen
elegantes
tipos de
vasos para
el servicio
del culto. Al
respecto,
AustinWadde
ll, miembro
de la
conocida
expedición
inglesa a la
capital de
ese país, nos
informa ensu
libro “Lasha
and its
Mysteries”,
que Dalaí
Lama
mandó
fabricar a un
joyero de
Parísincens
arios de oro.
También se
encuentran
ahí algunos
de
Pforzheím,
cuya marca
estáinequívo
ca a primera
vista
1
La diferencia
en el uso de
los
incensarios
está en el
que el monje
oficiante no
lo
haceoscilar
suspendido
en
cadenitas,
sino que se
sirve de un
corto cabo.
En el culto
lamaico
sequeman
diferentes
resinas deno
minadas
con el
término
general
tibetano
“dug ba”
(bdug pa,má
s arriba
“bdug
spos”), o
también
“ssang”
(escrito
“bsang”). Es
interesante
anotar que
losmongoles
que
importaron
para su
idioma la
expresión
tibetana,
asimilan
todavía la
delmongol
puro “íden”
(escrito
“idegen”),
a la nutrición
(entiéndase
alimentos).
De modo
que elinciens
o en ignición
o el perfume
del vapor
que se
desprende y
sube,
equivale de
alimento,de
manjar, a la
divinidad. La
expresión
total, medio
tibetana,
medio
mongólica,
es “ssang-
uniden”. En
los claustros
que no se
pueden dar
el lujo de
emplear
incienso
legítimo en
formade
resina,
hallamos, tal
como entre
los israelitas,
hierbas
odoríferas,
que reunidas
se
quemandesp
ués de secas
y
pulverizadas.
Los
incensarios
suspendidos
por
cadenitas se
llaman entre
los tibetanos
“boí-por”
o“bo-
por” (escrito
“spos por”), l
o que, desco
mpuesto, sig
nifica, “vaso
de incienso”.
Losmongole
s emplean la
misma
palabra. La
expresión
“hacer subir
incienso a
los dioses”,
setraduce en
tibetano por
“1ha-
la podschi d
ugba”, y en
mongol “ten
ggrí-
dür anggílac
hu”.Séanos
permitido
referir ahora
un
interesante
giro muy
opuesto
según Sara
Chandra
Das, dela
literatura
tibetana;
“ssabhg
ssel” (escrito
“bsangs
bsel”) .
Conforme
refiere ese
escritor hind
ú ello
significa:
incienso que
borra la
mancha (en
este caso, el
pecado, la
culpa).Comp
aremos esta
misma idea
con la
acción del
incienso,
que tuvimos
oportunidad
deconocer,
por idéntica
costumbre
de los
cristianos
coptos,
según
la cual
el creyente c
onfiesa
1
Nosotros en la
aplicación de la
Osmoterapia
usamos también
velas y cirios
para actuar sobre
el subconsciente
y eso cadavez
con más resultado
como lo vemos
por las miles
y miles de cartas
de
agradecimiento
de personas
atendidas.
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l l e r
sus pecados
ante el
incienso y e

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