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Una fuente de información acerca de los efectos de la testosterona sobre la función sexual
masculina son los estudios hechos en hombres sometidos a la castración. Esta operación,
llamada orquidectomía en lenguaje médico, consiste en extirpar los testículos, Sin embargo, aun
cuando el comportamiento sexual persiste después de la castración, los niveles de interés y
actividad sexual generalmente disminuyen a menudo de manera drástica, Hipogonadismo
Trastorno de la producción hormonal en los testículos que ocasiona deficiencia de testosterona.
Muchos estudios de hombres con hipogonadismo ofrecen una fuerte evidencia de que esta
hormona desempeña un papel importante en el deseo sexual masculino.
Otras investigaciones han encontrado que las mujeres que recibieron terapia con testosterona
o de estrógenos y testosterona después de la menopausia natural o después de la extirpación
quirúrgica de los ovarios (ovariectomía, también llamada ooforectomía) experimentaron
mayores niveles de deseo, excitación y fantasías sexuales que las que recibieron sólo estrógenos
o que no se sometieron a terapia hormonal después de la cirugía.
La testosterona en el cuerpo de ambos sexos se presenta en dos formas: unida (ligada) y libre.
Cerca de 95% de la testosterona circulante en la sangre del hombre está unida a una proteína
(ya sea albúmina o globulina), donde está inactiva o es metabólicamente ineficaz. El 5% restante
es testosterona libre, la cual es metabólicamente activa e influye en la libido masculina. De igual
manera, para las mujeres la testosterona unida representa entre 97 y 99%, y la libre, sólo entre
1 y 3% para producir efectos en los tejidos del cuerpo (Rako, 1996). La suma de las testosteronas
libre y unida es la testosterona total en hombres o mujeres. El intervalo normal de testosterona
total en la sangre de un varón es de 300–1 200 ng/dL (nanogramos por decilitro; un nanogramo
es un milmillonésimo de gramo, o bien 1 × 10–9 gramos). En las mujeres el intervalo normal
total es de 20–50 ng/dL (Rako, 1996; Winters, 1999). La cantidad esencial, o masa crítica
necesaria para un adecuado funcionamiento varía de persona a persona en ambos sexos. Los
signos generales de deficiencia de testosterona son similares en ambos sexos, aunque su
aparición es más rápida en mujeres que en hombres.
Si presenta alguno de los síntomas listados en la tabla 6.1, debe buscar ayuda médica para una
posible terapia de reemplazo de testosterona- El uso de suplementos de testosterona para
tratar problemas sexuales masculinos es relativamente común. En contraste, la comunidad
médica es más reservada para recetarlos a mujeres que manifiestan síntomas de deficiencia. Los
suplementos de testosterona pueden ser administrados a hombres y mujeres por vía oral,
sublingualmente (mediante tabletas debajo de la lengua), por inyección, implantación de una
cápsula, o directamente aplicada a la piel mediante un gel de testosterona o un parche
transdérmico.
Algunos llaman a la oxitocina la sustancia del amor o del bienestar porque su liberación durante
el amamantamiento facilita la unión madre-hijo. Esta hormona es secretada durante el abrazo
y la intimidad física, y el tacto es un poderoso mecanismo que detona su liberación.
El cerebro y la excitación sexual
Por experiencia propia, sabemos que el cerebro juega un papel importante en nuestra
sexualidad. Todos nuestros pensamientos, emociones y recuerdos están mediados a través de
complejos mecanismos cerebrales.
Los eventos estrictamente sexuales, como las fantasías, son producto de la corteza cerebral, el
centro pensante del cerebro que controla funciones como el razonamiento, el lenguaje y la
imaginación. La corteza cerebral representa sólo un nivel de funcionamiento en el cual el
cerebro influye en la excitación y la respuesta sexual. A un nivel subcortical, el sistema límbico
parece jugar un papel importante en la determinación del comportamiento sexual tanto en el
hombre como en algunos otros animales. Éstas incluyen el giro del cíngulo, la amígdala, el
hipocampo y partes del hipotálamo que desempeñan un importante papel regulador. Las
investigaciones vinculan varias partes del sistema límbico con el comportamiento sexual.
El sistema límbico, una región del cerebro asociada con la emoción y la motivación, es
importante en la función sexual humana. Sus principales estructuras, sombreadas, son el giro
del cíngulo, algunas partes del hipotálamo, la amígdala y el hipocampo.
También se sabe que algunas sustancias naturales del cerebro, llamadas neurotransmisores
(sustancias químicas que transmiten mensajes en el sistema nervioso) influyen en la excitación
y la respuesta sexual debido a su efecto en el área preóptica media.
Se ha dicho que el cerebro es el órgano sensorial más importante de la excitación sexual. Esto
indica que cualquier evento sensorial, si es interpretado como tal por el cerebro, puede servir
como un estímulo sexual efectivo.
Tacto
Las zonas erógenas primarias son los genitales, las nalgas, el ano, el perineo, las mamas
(especialmente los pezones), la cara interna de los muslos, las axilas, el ombligo, el cuello, las
orejas (en especial los lóbulos) y la boca (labios, lengua y toda la cavidad oral).
Las zonas erógenas secundarias son prácticamente todas las demás partes del cuerpo. Por
ejemplo, si su pareja besa con ternura y acaricia su espalda durante el acto sexual, esta área
puede transformarse en una zona erógena.
Vista
En nuestra sociedad, el estímulo visual parece ser de gran importancia. La principal prueba de
esto es el énfasis que ponemos en la apariencia física con actividades como el arreglo personal,
la selección de la ropa adecuada y el uso extendido de cosméticos. Por lo tanto, no es
sorprendente que la vista ocupe el segundo lugar, detrás del tacto, en la jerarquía de estímulos
que la gente encuentra excitantes.
Olfato
Las hembras de muchas especies secretan ciertas sustancias, llamadas feromonas, durante su
periodo fértil. Feromonas Ciertos olores producidos por el cuerpo que se relacionan con las
funciones reproductoras.
Gusto
El gusto, el cual no ha sido bien estudiado, parece jugar un papel relativamente pequeño en la
excitación sexual humana.
algunas personas pueden detectar y apreciar aquellos que aprenden a relacionar con la
intimidad sexual, como el sabor de las secreciones vaginales o del semen.
Oído
El que las personas emitan sonidos durante la actividad sexual es muy variable, ya que se trata
de una respuesta de pareja. Algunas sienten que las palabras, las conversaciones íntimas o
eróticas, los gemidos y quejidos orgásmicos son muy excitantes; otras prefieren que la pareja
permanezca en silencio durante el juego sexual.
En un estudio, muchas mujeres reportaron que el silencio de sus parejas masculinas dificultaba
su propia excitación.
Hasta este punto, hemos considerado el impacto de las hormonas, los procesos cerebrales y la
parte sensorial de la excitación sexual humana.
Afrodisíaco Sustancia que se dice aumenta el deseo sexual y la capacidad de la actividad sexual.
Tres medicamentos (Viagra, Levitra y Cialis) utilizados para tratar la disfunción eréctil podrían
ser clasificados como afrodisíacos, ya que aumentan la capacidad para la actividad sexual
facilitando la vasocongestión genital y la erección.
Anafrodisíacos
Entre las sustancias comunes con potencial anafrodisíaco se encuentran: los antiandrógenos, los
opiáceos, los tranquilizantes, los anticoagulantes, los antihipertensivos.
Respuesta sexual
La respuesta sexual humana es un proceso individual físico, emocional y mental. (Un nuevo
medicamento para tratar la disfunción sexual en hombres y mujeres está en investigación. Este
medicamento, conocido con el nombre genérico de bremelanotida, es una sustancia sintética
también llamada científicamente PT-141. Éste podría ser el primer afrodisíaco genuino que
aumenta de manera directa el deseo y la excitación sexuales.)
Está claro, entonces, que no toda la expresión sexual es precedida por el deseo. Por ejemplo,
una pareja puede acordar tener actividad sexual aunque no se sienta sexualmente inclinada al
momento.
Masters y Johnson distinguen cuatro etapas en los patrones de respuesta sexual de hombres y
mujeres: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
a segunda respuesta fisiológica básica es la miotonía, la tensión muscular intensa que ocurre en
todo el cuerpo durante la excitación sexual. La miotonía es evidente tanto en las contracciones
voluntarias como en las involuntarias. Sus manifestaciones más dramáticas son los gestos
faciales, las contracciones espasmódicas de manos y pies, y los espasmos musculares que
ocurren durante el orgasmo.
Fase de excitación Término usado por Masters y Johnson para la primera fase del ciclo de
respuesta sexual, en el cual se hinchan los órganos sexuales y aumenta la tensión muscular, la
frecuencia cardiaca y la presión sanguínea.
Rubor sexual Enrojecimiento que puede aparecer en el pecho o los senos durante la excitación
sexual.
Fase de meseta Término de Masters y Johnson para referirse a la segunda fase del ciclo de
respuesta sexual, durante la cual aumentan la tensión muscular, la frecuencia cardiaca, la
presión sanguínea y la vasocongestión.
Orgasmo Una serie de contracciones musculares de los músculos del suelo pélvico que ocurren
durante el pico de la excitación sexual.
SEXUALIDAD Y DIVERSIDAD
Contraria a la teoría de Freud, la investigación de Masters y Johnson sugiere que existe un tipo
de orgasmo en las mujeres fisiológicamente hablando, sin importar el método de estimulación.
La mayoría de los orgasmos femeninos es resultado de la estimulación directa o indirecta del
clítoris.
Fase de resolución Cuarta etapa del ciclo de respuesta sexual de Masters y Johnson, en el cual
los sistemas sexuales regresan a su estado de no excitación. Durante la fase final del ciclo de
respuesta sexual, la resolución, los sistemas sexuales regresan a su estado no excitado; si no hay
más estimulación, la resolución comienza inmediatamente después del orgasmo.
Después del orgasmo, el hombre generalmente entra a un periodo refractario, aquel donde
ningún estímulo adicional provocará un orgasmo.
Periodo de refracción Lapso posterior al orgasmo del varón, durante el cual no puede lograr otro
orgasmo.
En general, todas las fases del ciclo de respuesta se siguen dando en las mujeres mayores, pero
con menor intensidad
Fase de excitación:
la lubricación vaginal, se hace más lenta en una mujer mayor; en lugar de tomar de 10 a 30
segundos, puede llevar varios minutos o más.
Estudios realizados con el uso del fotopletismógrafo vaginal encontraron que el aumento del
volumen sanguíneo vaginal de las posmenopáusicas durante la excitación sexual es menor que
en las premenopáusicas; sin embargo, en ambos grupos se reportaron niveles de actividad y
satisfacción sexual similares, lo que indica que el relativo nivel de vasocongestión se encuentra
dentro del rango necesario para el funcionamiento normal (Morrell y colaboradores, 1984). Otro
estudio encontró que las mujeres mayores que tienen relaciones sexuales una o dos veces por
semana lubrican más fácilmente que aquellas cuya actividad sexual es poco frecuente. Cuando
la lubricación y expansión vaginal disminuyen de manera considerable durante la respuesta
sexual, el coito puede ser molesto o doloroso. algunas reportan disminución en el deseo sexual
y en la sensibilidad del clítoris, factores que interfieren con la excitación sexual. La terapia
hormonal, las cremas con estrógenos aplicadas a la vagina y los lubricantes vaginales por lo
general ayudan a aliviar estos síntomas.
Fase de meseta
Fase de orgasmo
Las contracciones de la plataforma orgásmica y del útero siguen ocurriendo durante el orgasmo,
aunque su número por lo regular se reduce en mujeres mayores. Sin embargo, muchas de ellas
requieren un periodo de estimulación más largo para alcanzar el orgasmo, y algunas
experimentan una reducción en la capacidad para tenerlo.
Fase de resolución
La mayoría de los cambios que ocurren en el ciclo de respuesta sexual de hombres mayores son
alteraciones en la intensidad y duración de la respuesta.
Fase de excitación
Durante la juventud, muchos hombres experimentan una erección en unos cuantos segundos.
Esta habilidad se ve afectada con el envejecimiento. En lugar de necesitar de 8 a 10 segundos,
pueden requerir varios minutos de estimulación efectiva para tener una erección.
Fase de meseta
La completa erección del pene se obtiene al final de la fase de meseta, justo antes del orgasmo.
Uno de los resultados de estos cambios es que el hombre mayor es capaz de sostener la fase de
meseta más tiempo que cuando era joven, lo que puede aumentar significativamente su placer.
Fase de orgasmo
Fase de resolución
Una gran diferencia entre los sexos es el rango de variación en el ciclo de respuesta sexual.
Una gran diferencia entre los sexos es el rango de variación en el ciclo de respuesta sexual.
En la gráfica femenina, el patrón de respuesta sexual representado por la línea A es más parecido
al patrón masculino (véase fi gura 6.3). Sin embargo, difiere de manera importante en el
potencial de tener orgasmos adicionales sin caer por debajo del nivel de meseta. La línea B
representa un patrón femenino diferente: un suave avance a través de la excitación hasta el
nivel de meseta, donde la mujer puede permanecer por algún tiempo sin lograr el orgasmo. La
consecuente fase de resolución es más lenta. La línea C representa un rápido aumento de la
excitación, seguido por un orgasmo intenso y una resolución rápida.
Periodo de refracción del hombre
El periodo de refracción en el ciclo masculino es, en efecto, una de las diferencias más
significativas en la respuesta sexual de ambos sexos. Por lo general, los hombres descubren que
debe transcurrir un mínimo de tiempo después de un orgasmo antes de que puedan
experimentar otro clímax. La mayoría de las mujeres no tiene esta fase de bloqueo impuesta
fisiológicamente.
Existe mucha especulación acerca de las razones por las cuales sólo los hombres tienen un
periodo de refracción. Otra explicación sugiere que la prolactina, una hormona pituitaria
secretada copiosamente después del orgasmo en ambos sexos, puede ser el “interruptor” que
induzca el periodo de refracción en el hombre.
Multiorgasmia