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ANTOLOGIA

DERECHO CIVIL I

LICENCIATURA EN DERECHO

CUATRIMESTRE

LIC. BENITO LIMA MONTAÑO


INTRODUCCION

El maestro Rafael de Pina define "El derecho civil es el conjunto de normas


jurídicas referentes a las relaciones entre las personas en el campo
estrictamente particular, y se puede considerar como la Rama de la Ciencia del
derecho que tiene por objeto el estudio de las instituciones civiles", se dice
entonces que es aquella rama que establece normas jurídicas que tiene
relación con las personas. Este constituye el mayor campo en el Derecho
Privado.

Derecho civil, es el conjunto de normas e instituciones destinadas a la


protección y defensa de la persona y de los fines que son propios de ésta.
Consta de las siguientes grandes ramas: derecho de la persona —capacidad,
estados civiles, derechos de la personalidad, nacimiento, muerte y domicilio,
entre otras materias. Derecho de obligaciones y contratos —teoría general de
las obligaciones y de los contratos, contratos en particular (compraventa,
permuta, donación, arrendamientos, entre otros supuestos) y responsabilidad
civil. Derechos reales —posesión, propiedad, Registro de la propiedad,
derechos reales sobre cosas ajenas. Derecho de familia —parentesco,
matrimonio, filiación, patria potestad, tutela. Derecho de sucesiones —
testamento, herencia, legados, sucesión intestada. El Derecho civil, que se
ocupa de la persona, sin más, es derecho privado general, contrapuesto a los
derechos privados especiales —mercantil, del trabajo—, que se ocupan de
categorías concretas de personas o sectores profesionales definidos —
comerciantes, empresarios, trabajadores.

Por estas razones, por la importancia de sus instituciones, por su coherencia y


tradición milenaria, el Derecho civil tiene un valor paraconstitucional y es
considerado, con frecuencia, como Derecho común, complementario de otros
derechos y leyes, cuyas lagunas llena. El Derecho civil se contiene, en muchos
países, en códigos que llevan el mismo nombre, inspirados —en mayor o
menor medida— en el Código de los Franceses o Código de Napoleón (el
primero de todos fue redactado a comienzos del siglo XIX), cuyo desarrollo
actual se produce, sobre todo, mediante la promulgación de leyes especiales
relativas a las más variadas materias.
INDICE

1. CONCEPTO DE DERECHO CIVIL

2. FORMACIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO CIVIL

3. EL ACTO JURIDICO

4. LAS PERSONAS

5. LA FAMILIA

6. LA PATRIA POTESTAD

7. LA TUTELA

BIBLIOGRAFIA
DERECHO CIVIL I

CONCEPTOS

El Derecho Civil es el conjunto de principios y normas jurídicas que regulan las


relaciones personales o patrimoniales entre personas privadas, tanto físicas
como jurídicas, de carácter privado y público, o incluso entre las últimas,
siempre que actúen desprovistas de imperium.

Se le puede definir también, en términos generales, como el conjunto de


principios y normas jurídicas que regulan las relaciones más generales y
cotidianas de la vida de las personas, considerando a las personas en cuanto a
tal, como sujeto de derecho, o como aquél que rige al hombre como tal, sin
consideración de sus actividades peculiares; que regla sus relaciones con sus
semejantes y con el Estado, cuando este actúa en su carácter de simple
persona jurídica y en tanto esas relaciones tengan por objeto satisfacer
necesidades de carácter genéricamente humanas.

Del mismo modo, en ocasiones se denomina Derecho civil al conjunto de


normas incluidas dentro de un Código civil.

Por último, también se utiliza el término Derecho civil, sobre todo en el ámbito
del Derecho anglosajón, para referirse al:

1. Contenido

El Derecho civil habitualmente comprende:

1. El Derecho de las personas, que regula el inicio y fin de la existencia de


las personas naturales y jurídicas, la capacidad jurídica y la
administración de los bienes de los incapaces, los derechos de la
personalidad, los atributos de la personalidad, es decir, los elementos
que determinan las condiciones de cada individuo en su relación jurídica
con los demás, tales como el estado civil, el domicilio, la nacionalidad, y
ciertos derechos calificados de "personalísimos", por cuanto no pueden
transmitirse o transferirse a otras personas.

2. El Derecho de las obligaciones y los contratos, que regula los hechos,


actos y negocios jurídicos, y sus consecuencias y efectos vinculantes.

3. El Derecho de cosas o de bienes, que regula lo que se conoce como


derechos reales y, en general, las relaciones jurídicas de los individuos
con los objetos o cosas, tales como la propiedad, los modos de
adquirirla, la posesión y la mera tenencia.

4. Normas de responsabilidad civil

5. El Derecho de familia que regula las consecuencias jurídicas de la


relaciones de familia, provenientes del matrimonio y del parentesco. Sin
perjuicio, que parte de la doctrina la considera una rama autónoma del
Derecho.
6. El Derecho de sucesiones o sucesorio, que regula las consecuencias
jurídicas que vienen determinadas por el fallecimiento de un individuo en
cuanto a las formas de transmisión de sus bienes y derechos a terceros.

7. Por último, también incluye normas genéricas aplicables a todas las


ramas del Derecho, como la aplicación e interpretación de las normas
jurídicas, y normas de Derecho internacional privado. Por esta última
razón, el Derecho civil recibe su denominación de "Derecho común".

8. Es necesario tener en cuenta que el estudio del Derecho civil


comprende, además, el análisis de las diferentes acciones judiciales que
el ordenamiento jurídico otorga para la protección de las situaciones
jurídicas antes descritas.

2. CARACTERISTICAS

El Derecho civil es el derecho privado común y general de los países

Derecho civil como Derecho privado

El Derecho civil ha sido desde la época del Derecho romano el conjunto de


normas que constituyen el Derecho privado, entendiendo por tal a aquél que
regula las relaciones entre las personas. Se oponía, por tanto, al Derecho
público, que regula las relaciones de las personas con los poderes del estado y
de los poderes públicos entre sí.

Derecho civil como Derecho común

Las normas del Derecho civil se aplican a todas las materias de Derecho
privado que no tengan una regulación especial de carácter legal. La evolución
del derecho, y su especialización, hicieron nacer ramas específicas de Derecho
privado como el Derecho mercantil. Estas ramas tienen en común el hecho de
mantener como derecho supletorio al Derecho civil, que se instituye así como
Derecho común.

Derecho civil como Derecho general

Derecho civil contiene normas que regulan las relaciones jurídicas privadas
aplicables a todos los individuos independientemente de factores como
nacionalidad, profesión, religión, etc. Se aplica a todos los que se hallan en la
misma situación jurídica social.
FORMACIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO CIVIL

Su desarrollo y apogeo se da en Roma con el nacimiento del Derecho Romane


en donde destaca:

a. El IUS CIVILE que es el Derecho que regula las relaciones entre los
ciudadanos romanos entre sí.

b. El IUS GENTIUM que es el Derecho que vincula a Roma con los


demás pueblos (ciudadanos extranjeros).

En el IUS CIVILE pertenece al Derecho público.

Con la caída del imperio romano los pueblos bárbaros se encuentran con un
ordenamiento jurídico más avanzado al suyo y por tanto lo incorporan a sus
códigos.

Sin embargo durante la edad media ese ordenamiento jurídico Romano se usa
únicamente en su sentido privado ya que el público no se podía adaptar a la
sociedad ya que era distinta a la composición de la sociedad romana. IUS
CIVILE comienza a privatizarse y los pueblos comienzan a crear su propio
Derecho público, de acuerdo al tipo de sociedad.

Durante el XIII y el absolutismo el Derecho Civil comienza a nacionalizarse,


deja de ser el Derecho Romano aplicable en cualquier territorio y comienza a
limitar sus fronteras territorialmente.

Comienzan los nacionalismos y este Derecho adquiere caracteres diferentes


dependiendo del estado en el que se limite.

La cristalización definitiva del Derecho Civil se produce con la codificación


(creación de códigos civiles en cada país).

1. ROMA.

Lus Civile.- Llamado Derecho civil que regia la vida privada de los romanos.
Llamado también derecho de los privilegiados, regula as instituciones privadas
(persona, familia, propiedad, obligaciones, herencia),

Lus Gentium (o Naturale).- Llamado Derecho de Gentes o derecho Derecho


común a todos los hombres sin distinción de nacionalidad, sistema
estrictamente romano para dar tratamiento jurídico a las relaciones entre
romanos y extranjeros, producto de la expansión económica y militar del pueblo
romano

2. EDAD MEDIA.

A la caída del Imperio Romano el inicio de la Edad Media, seguía


sobreviviendo en la práctica de los pueblos dominados y con gran influencia en
las leyes de los pueblos invasores.
Durante muchos años no va a haber más Derecho que la costumbre, el fuero,
los estatutos de las ciudades e incluso el estatuto de las corporaciones y
gremios.

A partir del siglo XII los glosadores de Bolonia estudian el Derecho romano
mediante glosas y exégesis, aplicando la técnica escolástica de los silogismos,
distinciones y subdivisiones. Desde entonces se va identificando el Derecho
civil con el Derecho romano, con el Derecho que Roma ha legado tal y como lo
ha dejado, hasta el punto que desde el siglo XII la obra de Justiniano recibe el
nombre de Corpus Iuris Civilis.

Ahora bien, la compilación justinianea contenía numerosos textos de tipo


público que habían perdido actualidad e interés, pues no eran aplicables a la
sociedad política del tiempo de la Recepción. De ahí que los glosadores y
comentaristas mostrasen una mayor atención hacia normas e instituciones
privadas (circulación de los bienes, derechos sobre ellos, situación de las
personas, etc.). Empieza, por tanto a abrirse camino la idea de Derecho civil
como Derecho privado.

El Derecho civil, entendido como Derecho romano, va a desempeñar un


papel sumamente importante en la Edad Media: el de Derecho común. Hemos
dicho en líneas anteriores que hasta la recepción reinó un absoluto
particularismo jurídico. El Derecho civil va a ser Derecho común, es decir, un
derecho normal frente al que los derechos particulares son anomalías. Hay que
destacar que la fuerza del Derecho Civil como Derecho común provenía
también de una necesidad política: el concepto de Imperio Sacro Romano
Germánico, restaurado por Carlomagno en el año 800 como continuación del
Imperio Romano. La sociedad medieval hasta finales de la Edad Media va a
vivir, no sin tensiones, la idea de que era un todo unitario bajo el Imperio, que
tenía, por tanto, un único Derecho. El Imperio postulaba un único Derecho, que
va a ser el civil-romano. Al mismo tiempo, la idea de Cristiandad, también
unitaria en el plano religioso, llevaba a que el Derecho de la Iglesia fuese
igualmente un Derecho común. Este Derecho común era la ley eclesiástica que
junto a la ley civil representaban las potestades del Imperio y la Iglesia.

El Derecho canónico adquiere una importancia relevante a partir de las


Decretales de Gregorio IX (1234), y se estudiará intensivamente. Es un
Derecho que no se limitaba a regular el fuero interno de los fieles sino que
también se extendía a aspectos de su vida ordinaria, y sus principios
espiritualistas (buena fe, obligación de cumplir la palabra dada, etc.) ejercerán
una influencia decisiva en los textos de la compilación justinianea y en el
Derecho civil que hoy conocemos y estudiamos. Entre el Ius Civile y el Ius
Canonicum va a darse una influencia recíproca y continua. También como
Derecho común se considera el Derecho feudal. El sistema de vasallaje propio
de la época obliga a utilizar normas (costumbres sobre todo) para resolver los
litigios entre señores y vasallos. El estudio de este Derecho feudal por los
juristas va a constituir un tercer elemento del naciente Derecho común, junto al
romano y al canónico, aunque mucho menos importante que ellos.

Una que pierde fuerza la idea de Imperio (a mediados del siglo XIII), el Derecho
romano no deja de tener valor de Derecho común, y ahora porque se considera
como ratio scripta. Ese Derecho se estudia ya (porque las nuevas necesidades
hacen inaplicables muchos de sus textos) más como sistema conceptual que
como sistema normativo, porque es un sistema racionalmente construido.
El Derecho Civil.(= Derecho romano) se convierte en un derecho de los
principios tradicionales. De él van a salir ya otros Derechos que atienden a la
evolución social y económica de los siglos XIV y XV, como el Derecho
mercantil. Las compañías mercantiles, la letra de cambio, el comercio marítimo
exigían regulación que no daban los textos romanos.

3. EDAD MODERNA

En la Edad Moderna, el Estado se convierte en el Estado absoluto que tiende a


que su Derecho nacional sea el exclusivo o predominante. De ahí que el
Derecho civil, entendido como Derecho romano, sufra un gran eclipse, si bien
ello ya estaba preparado desde finales de la Edad Media por la crítica a que se
somete: las fuentes que se manejaban -se dice- no son genuinas; las glosas y
comentarios a los textos romanos eran cada vez más contradictorios y más
abundantes; la aplicación del Derecho se había convertido en una tarea
insegura ante tantas interpretaciones dispares.

Los Estados modernos, soberanos y absolutos, inician ante todo una labor de
consolidación de su Derecho nacional. En Castilla esta labor la harán las
Ordenanzas de Montalvo (1484) y la Nueva Recopilación (1567). En Francia,
las antiguas costumbres son recopiladas y reducidas a textos escritos,
continuándose posteriormente esa tarea de fijación del Derecho nacional
(Ordenanza de Colbert y D'Aguessau). En Alemania, la atomización de los
Estados miembros del Imperio impide esta realización, pero Prusia, al ganar
hegemonía, recopila su Derecho civil (Allgemeines Landrechí).

Ahora bien, todavía en las viejas definiciones de los siglos XVI y XVII se sigue
llamando Derecho civil al Derecho romano, que se contrapone al Derecho real,
que es el Derecho nacional. Pero la fijación legislativa de este Derecho ha sido
el primer paso para la nacionalización del Derecho civil. El segundo paso se
dará cuando el estudio del Derecho real se imponga. Sin abandonar el estudio
del Derecho civil, las Universidades, los teóricos y eruditos estudian y
comentan el Derecho real. La sustitución se opera insensiblemente, y el
Derecho civil vuelve a ser no ya el Derecho romano, sino el Derecho propio y
exclusivo de cada Estado. Paralelamente cabe anotar que ese Derecho civil va
a identificarse con el Derecho privado. En efecto, la teoría de la organización
política (el Derecho público) se estudia con separación del Derecho civil, lo
mismo que el aspecto jurídico de la actividad política. Se desligan también,
desde el siglo XVI, las materias de Derecho penal o Derecho criminal. La
materia procesal se separa igualmente del tronco del Derecho civil por la falta
real de vigencia de los textos romanos en esta materia, y el Derecho mercantil
sigue con su evolución y desarrollo apartado, como desde su nacimiento en la
Edad Media, del Derecho civil.

4. LAS CODIFICACIONES

La cristalización definitiva del Derecho civil como Derecho nacional y privado se


opera con la codificación.

La idea de un Código civil hay que ligarla con el pensamiento de la Ilustración y


del racionalismo que dominó en Europa a partir del siglo XVIII. Hasta ese
momento se acostumbraba, como ya hemos visto, a recoger las diversas leyes
vigentes en un determinado momento en un solo texto, recopilándolas. La idea
de la codificación es, sin embargo, más amplia que la de una pura recopilación
de textos. Recopilar es reunir en un texto, por orden sistemático o por orden
cronológico, las leyes que hasta un determinado momento han sido dictadas.
Codificar es una tarea más ambiciosa. Una codificación es la reunión de todas
las leyes de un país o las que se refieren a una determinada rama jurídica, en
un solo cuerpo presididas en su formación por una unidad de criterio y de
tiempo. Según esto, un Código civil es un cuerpo de leyes racionalmente
formado y asentado sobre unos principios armónicos y coherentes. Un Código
es siempre una obra nueva, que recoge de la tradición jurídica aquello que
debe ser conservado y que da cauce a las ideas y aspiraciones de todo signo
vigente en la época en que se realiza.

Los factores que parecen determinar la idea de codificación, entendida como


proceso histórico, pueden ser esquematizados del modo siguiente:

1.° La codificación se identifica inicialmente con un intento de insuflar en los


ordenamientos jurídicos unos determinados ideales de carácter político,
económico y social. El Código es un vehículo de transmisión y de vigorización
de una ideología y de unas directrices políticas. Inicialmente, fueron las
aspiraciones y los ideales del tipo de vida liberal-burgués, aunque
posteriormente hayan podido ser otros diferentes.

2.° Porque significaban la renovación de unos ideales de vida, los Códigos


debían constituir obras unitarias. Ello exigía la derogación de todo el Derecho
anterior y la prohibición o interdicción de una heterointegración del sistema (el
recurso a los llamados Derechos supletorios), sustituyéndola por una auto
integración, en virtud de la cual el Código se basta a sí mismo.

3.° En los Códigos ha existido siempre un intento de tecnificación y de


racionalización de las actividades jurídicas, que se traduce, primero, en un afán
por la simplificación, que es una reducción del material normativo, y una
formulación del mismo que se quiere que sea clara e inequívoca. Los Códigos
vienen a expresarse en un lenguaje somero, lacónico y, en cierto modo,
lapidario o, por lo menos muy comprimido, como si esa reducción o
comprensión ahuyentara los problemas.

La tecnificación quiere decir también instalación del material normativo en unas


condiciones que lo hagan más fácilmente cognoscible y manejable.

4.° Por último, la codificación entendida como racionalización del mundo


jurídico pretende la construcción de un sistema que se funda en la lógica
jurídica y que pueda desarrollarse conforme a ella. En este sentido, en el ideal
codificador es evidente la idea progresista de suponer que el orden jurídico
sigue una línea evolutiva de mejora. Los Códigos pretenden poner la
legislación al nivel «de los adelantos de la ciencia jurídica». En otro sentido, la
racionalización consiste también en la conveniencia de sustituir una práctica
jurídica empírica y casuística por un sistema que proceda con una cierta
automaticidad y que proporcione una mayor dosis de seguridad en los negocios
y en las actividades jurídicas.

A finales del siglo XVII Prusia tiene un Código: el denominado «Derecho


territorial general de los Estados prusianos», que acusa un enorme influjo de la
escuela protestante del Derecho natural, pero que no recoge las ideas sociales
y políticas de la época y, además, deja subsistentes los Derechos particulares
de los Estados. También a finales del siglo XVIII se inicia en Austria la labor
codificadora.

En el siglo XIX florece el fenómeno codificador. Se abre con el Código civil


francés, llamado Código Napoleón en recuerdo del hombre genial que lo llevó a
cabo en los días del Consulado, que tanto recordó en Santa Elena donde
esperaba la muerte. Promulgado en 21 de marzo de 1804, fue el resultado de
su tenaz voluntad para verlo hecho realidad tras los fracasos de anteriores
proyectos en la época revolucionaria, y el resultado también de su intuición
certera al escoger a los juristas que podían redactarlo y defenderlo.

El Código francés es una obra capital, de enorme influencia en el mundo, sobre


todo en el siglo XIX. Fue el vehículo de las ideas de la Revolución Francesa, y
responde a una ideología típica del liberalismo burgués, pues no en balde es la
burguesía la que inicia la Revolución y la que, a la postre, sale vencedora. Es
un Código que afirma el primado del individuo, de su igualdad ante la ley fuera
de las circunstancias de su condición social, y de su libertad, y de ahí que sus
pilares básicos sean la libertad contractual, el carácter absoluto del derecho de
propiedad y la responsabilidad civil basada en la culpa. El matrimonio se
sustrae a la Iglesia Católica, adquiriendo la institución un carácter laico y
fundada en el contrato. Igualmente se sustrae a la Iglesia el registro de los
estados civiles, organizándose y regulándose detalladamente el Registro Civil.
Ahora bien, el Código Napoleón no rompe con la tradición jurídica francesa en
la que se recogía el Derecho romano y las antiguas costumbres, lo que hace es
continuarla y adaptarla a las nuevas ideas. Es una sabia combinación de
tradición, principios racionales (es la época del racionalismo) y revolucionarios.

En 181 1 Austria tiene su Código civil, de gran perfección técnica e influenciado


por las ideas de la escuela del Derecho natural, pero preservándose de las
revolucionarias francesas.

En Alemania el problema de la Codificación se planteó desde un punto de vista


completamente distinto. No debe olvidarse que en Alemania no se logró la
unidad nacional hasta el año 1870. A principio del siglo XIX se suscita en torno
a la conveniencia de la Codificación una polémica famosa entre SAVIGNY y
THIBAUT. Este último publicó en el año 1814 un trabajo, “Sobre la necesidad
de un Código civil para Alemania”, sosteniendo la conveniencia de redactar un
Código, sobre el modelo francés, inspirado en la razón, que pudiera constituir el
vehículo para conseguir la unidad de Alemania. SAVIGNY le replicó en su obra
“De la vocación de nuestro tiempo para la legislación y para la jurisprudencia”,
sosteniendo que el Derecho es sustancialmente un producto histórico y una
obra del espíritu del pueblo y no un producto de laboratorio como sería un
Código civil. Retrasada la unidad nacional alemana, se promulgan, a lo largo
del siglo XIX, algunos Códigos civiles de naciones alemanas (por ejemplo,
Código de Sajonia, etc.), pero la obra de la codificación no se reanuda sino una
vez instaurado el Imperio. El Código civil, que se realiza a través de dos
proyectos, se promulga finalmente en 1896, para comenzar a regir el l.° de
enero de 1900. Es con el Código civil francés el prototipo de los Códigos civiles
modernos europeos. Influye en él, de manera decisiva, el pandectismo, con
todas sus características como son la técnica más depurada y su carácter un
tanto esotérico, abstracto, positivista y logicista. El Código civil alemán ha
influido en otros Códigos del centro de Europa y en algunos Códigos
americanos (Brasil).
Como paradigma de los Códigos civiles europeos ha de mencionarse también
el Código civil suizo. En Suiza la Codificación se retrasó como consecuencia de
la autonomía cantonal. Algunos cantones elaboran sus propios Códigos y la
codificación general comenzó mediante la unificación del Derecho de
Obligaciones (Código de Obligaciones). Conseguido este último, la redacción
de un proyecto de código civil, bajo la dirección de HUBER, se realizó dentro
del presente siglo (1908). Es un Código que ha merecido los elogios de los
profesionales del Derecho y que ha sido también adoptado como modelo por
algunos países.

La codificación italiana tomó como modelo a la codificación francesa. El Código


de 1865 seguía fielmente al Código de Napoleón. El régimen fascista se
propuso reformarlo y sirviéndose de la gran tradición jurídica italiana así como
de los trabajos de los más notables juristas de aquel país, tras una larga
elaboración de más de quince años, dio cima a su obra en 1942. El Código es
una obra de gran perfección técnica, que permitió que, no obstante la caída del
régimen fascista, siguiese en vigor con algunas muy leves modificaciones. Ha
servido también de ejemplo y de modelo a algunos Códigos civiles, como
puede ser, por ejemplo, el Código civil de Venezuela de 1947.

El ciclo de la Codificación ha continuado hasta nuestros días. Algunos países


sustituyen sus antiguos Códigos decimonónicos por otros más técnicos y
perfectos, como el de Portugal de 1966, que empezó a regir en 1967. Otros
readaptan su Derecho civil a sus nuevas condiciones sociales y políticas como
Polonia en 1966.

No puede cerrarse este apartado sin señalar que el movimiento de la


Codificación civil, originariamente europeo, trascendió casi inmediatamente a la
América Latina, continente del que sería injusto no recordar la obra de dos
grandes juristas como fueron BELLO, autor del Código chileno, y VÉLEZ
SARSFIELD, autor del Código argentino, uno y otro con clara resonancia e
influencia en el Código español.

5. EL DERECHO CIVIL EN LA ACTUALIDAD

La evolución histórica del Derecho civil nos lo presenta como el sector del
ordenamiento jurídico que se ocupa de la persona y sus diferentes estados, de
su patrimonio y del tráfico de bienes.

Pero más importante que determinar de qué se ocupa el Derecho civil es


analizar cómo se ocupa, pues de ahí nace la crisis por la que está atravesando.
Efectivamente, si hoy el criterio de valores está en crisis, el Derecho civil no
puede por menos de sufrir también las consecuencias de esa crisis. La del
Derecho civil es, además, la del desmoronamiento de la sociedad que
contempló la obra de la codificación, y si estamos ante otra sociedad o hacia
ella nos dirigimos, el Derecho civil heredero de los Códigos decimonónicos nos
va a servir de poco.

La codificación se basaba en la afirmación del individuo frente al Estado, sin


cuerpos intermedios; el Código civil aseguraba el libre desenvolvimiento del
individuo, de su voluntad. De ahí que el principio de la autonomía de la
voluntad, con su reflejo en el derecho de propiedad que se concebía absoluto y
con las mínimas excepciones posibles a este absolutismo, fuese el pilar de
sustentación de todo el edificio. El sistema jurídico va a ser en realidad el
sistema de los derechos subjetivos, señala ORESTANO, de poderes del
individuo.

Pero la evolución social ha ido por otros caminos. Los ideales de la burguesía,
que detentadora de los bienes económicos y de producción quería un sistema
que le permitiese su libre y omnímodo disfrute, no se han aceptado por
inmensas capas de la sociedad sin poder económico, para las que el juego de
la autonomía de la voluntad no significa más que la sumisión al más fuerte y
para la que los derechos subjetivos que les reconoce el ordenamiento jurídico
no son más que abstracciones. Por otra parte, el rechazo de un puro sistema
liberal de economía, cuyo motor era la persecución del interés individual que
redundaría en el bienestar colectivo, hace que la propiedad de los medios de
producción no se identifique con propiedad privada.

Todo ello indica que el Estado va a intervenir decisivamente en la vida


económica y jurídica, y que las normas no van a sancionar la autonomía de la
voluntad individual sino que la van a dirigir o coartar en beneficio de los
intereses colectivos o para evitar que sea un instrumento de dominación de los
débiles. Así, el propietario tendrá cada vez más deberes; no se le va a prohibir
ya que haga o no haga, sino que se le va a obligar a un hacer. Así, el
empresario no impondrá los contratos de trabajo que quiera a los que no
pueden discutir sus cláusulas. Es un nuevo orden jurídico distinto del
cristalizado en la codificación del XIX.

Los principios escuetamente expuestos anteriormente producen un impacto en


el Derecho civil, que se traduce en una disgregación. Son Derechos especiales
los que surgen frente al Derecho civil que queda como común, en los que se
desarrollan nuevas normas. Se habla así de un Derecho del trabajo, de un
Derecho de la economía, de un Derecho agrario, de un Derecho bancario, de
un Derecho de arrendamiento, de un Derecho urbanístico, etc. La
disgregación, como puro fenómeno externo e índice de una especialización
técnica o científica, no tiene trascendencia grave. La gravedad radica en a
consolidación de los desmembramiento, porque entonces se ha roto la unidad
interna del Derecho civil.

La crisis del Derecho civil codificado tiene otras causas. Básicamente es de


anotar su carácter excesivamente patrimonial, que hace que la persona se
contemple y regule en función de sujeto de una relación jurídica de aquella
naturaleza y no por sí misma: sus valores, sus bienes y atributos como tal
persona pasan por completo desapercibidos y abandonados al campo de las
declaraciones constitucionales sonoras y espectaculares. Al Derecho civil se le
priva así de lo más sustancial que tenía, pues su función y su finalidad no es
otra que la defensa de la persona y de sus fines. El movimiento
contemporáneo, por el contrario, está prestando una gran atención al campo de
los derechos fundamentales de la persona, al margen de las facetas políticas o
penales del tema.
EL ACTO JURÍDICO

1. LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD.

Principio Jurídico de acuerdo con el cual se tiene la facultad de realizar o no


determinados actos jurídicos y de realizarlos, en su caso con la forma y en la
extensión en su caso con la forma y en la extensión que las partes consideran
convenientes.

En sentido muy general se entiende por autonomía privada el poder de


autodeterminación de la persona es aquel poder complejo reconocido a la
persona para el ejercicio de las facultades, sea dentro del ámbito de libertad
que le pertenece como individuo.

La autonomía privada y el ordenamiento Jurídico.- si bien es cierto que la


voluntad desde el punto de vista de la filosofía suele definírsele como la
facultad de querer, como la potencia del espíritu dirigida hacia un fin, desde el
punto de vista del derecho, se define como la expresión del querer de un sujeto
o de varios dirigidos a la realización de un determinado acto jurídico.

En las fuentes romanas la significación de las palabras voluntas se identificaba


con las palabras consenso, animus, y affectus.

La autonomía Privada es considerada como la capacidad de los sujetos de


autorregular sus relaciones en la forma que lo desee.

2. LIMITES DE LA AUTONOMÍA PRIVADA.

Los ordenamiento jurídicos privados no imponen moldes preestablecidos en


cuanto al tipo de relaciones jurídicas que puedan surgir, si no que deja en
manos de los propios Interesados la regulación de sus intereses, lo anterior
quiere decir que los sujetos de una relación pueden diseñarla a su gusto
estableciéndolos derechos y deberes que tengan por convenientes, su
contenido, alcance y sentido, van encaminados a que se puedan alcanzar los
objetivos propuestos.

Los límites de la autonomía privada son;

1. La voluntad de las partes es libre respecto de todo aquello que la ley no


le prohíba o le ordene.
2. En todo contrato operaran las cláusulas que se refieren a los requisitos
esenciales.
3. Lo que no esta expresamente prohibido estará permitido.
4. Las normas relativas al orden público y a las buenas costumbres son
inderogables por voluntad de las partes.
5. Las consecuencias derivadas de la buena fe, el uso o la ley resultan
aplicables en los contratos por encima de los que se hubiesen pactados.
6. La cláusula penal nunca podrá exceder en valor o en cuantía a la
obligación principal.

3. AUTONOMÍA PRIVADA Y ORDENAMIENTO JURÍDICO.


Como ya he señalado la autonomía, es la facultad de hacer, no hacer o dejar
hacer, lo que la voluntad del individuo como sujeto desee siempre y cuando
esta autonomía, de la voluntad no atente contra la moral, las costumbres, el
derecho, visto como un ordenamiento jurídico tendiente a regular la autonomía
privada a través de cuerpos normativos, restrictivos de conducta, que permiten
que el hombre coadyuvé en sociedad, toda vez que sin estos ordenamientos
jurídicos que hasta cierto punto limitan la autonomía privada, seria imposible
coincidir una sociedad.

Por lo tanto desde épocas antiguas, o desde el momento mismo que nace la
sociedad es necesario contar con ciertos ordenamientos que a lo largo del
tiempo se fueron haciendo forzosos.

FUERZA VINCULANTE DE LA AUTONOMÍA PRIVADA.

La voluntad cuando es exteriorizada, puede vincular o constreñir a los sujetos


en realizar alguna conducta bien sea de dar, de hacer, de no hacer o de dejar
de hacer, lo anterior en virtud de que la autonomía privada puede llegar a
concretarse en diversas situaciones o supuestos que caen en el supuesto
jurídico normativo y que le pueden constreñir al surgimiento de determinadas
relaciones contractuales consetudianarias consistentes en determinadas
situaciones jurídicas, que podrán hacerse valer de manera forzosa a través de
un poder coercitivo denominado estado.

LOS HECHOS JURÍDICOS EN SENTIDO AMPLIO

1. HECHOS JURÍDICOS

Los hechos Jurídicos serán acontecimientos Independientes a la voluntad


Humana susceptibles de producir efectos en el campo del derecho.

2. ACTO JURÍDICO.

El Acto Jurídico es considerado como la manifestación de la voluntad humana


susceptible de producir efectos jurídicos.

Para que esta manifestación de la voluntad produzca efectos jurídicos, además


de la capacidad para realizar ese acto, es preciso que se realice de acuerdo
con los requisitos legales previamente establecidos para cada caso.

La relación jurídica puede nacer a consecuencia del acaecimiento de un simple


hecho, en virtud de un acto humano o como derivación de un acuerdo o pacto
celebrado entre personas con capacidad suficiente para obligarse a prestar u
observar una determinada conducta. Por supuesto, no todos los hechos de la
naturaleza son trascendentes para el Derecho. Sin embargo, son numerosos
los hechos que acaecidos sin dependencia alguna de la voluntad de las
personas, tienen consecuencias jurídicas. Su mera producción genera
derechos u obligaciones hasta entonces inexistentes y por tanto, puede
afirmarse que, atendiendo a sus consecuencias, cabe hablar de HECHOS
JURÍDICOS. En tal sentido, los hechos jurídicos consisten en eventos que
constituyen, modifican o extinguen una relación jurídica cualquiera.
Los hechos productores de consecuencias jurídicas pueden considerarse como
SUPUESTOS DE HECHO de la entrada en juego de una norma jurídica
cualquiera, aunque se trate de un mero hecho naturales o físico sin
intervención de persona alguna.

3. PRINCIPIO DE AUTONOMÍA PRIVADA.

La teoría de la norma jurídica funcionaría como un silogismo en virtud del cual


si se produce un evento, se podrán generar efectos o de otra manera, las
consecuencias jurídicas de cualquier hecho o acto se encontrarían
predeterminadas por el Derecho positivo de tal manera que incluso en relación
a los actos humanos conscientes y voluntarios, la libertad o albedrío de la
persona quedaría limitada a la decisión de realizar o no el acto que representa
el supuesto de hecho típico de la norma jurídica aplicable.

Semejante entendimiento de la cuestión presenta, al menos, dos objeciones


fundamentales que la doctrina jurídica ha tratado de superar recurriendo a una
categoría complementaria de las anteriores, el negocio jurídico:

En primer lugar, la libertad de la persona no puede quedar reducida al extremo


de limitarse a decidir si lleva a cabo o no el supuesto de hecho contemplado en
las normas jurídicas. Al menos en las relaciones entre particulares, resulta
necesario reconocer a las personas ámbitos de libertad superiores, que les
permitan no sólo decidir si realizan o no de-terminado acto, sino poder
determinar las consecuencias del mismo, con-forme al propio acuerdo o pacto
conseguido con otra persona o según la propia voluntad del actuante.

En segundo lugar la comprensión del Ordenamiento Jurídico no llega al


extremo de prever una solución concreta para todo hecho o acto jurídico que
realmente pase.

El reconocimiento de la autonomía privada supone que las relaciones entre


particulares se encuentran sometidas no sólo a las normas jurídicas en sentido
estricto (ley, costumbre y principios generales) sino también a las propias
reglas creadas por los particulares.

4. EL NEGOCIO JURÍDICO.

El negocio jurídico es la manifestación de voluntad que tiende a producir


efectos jurídicos consistentes en la adquisición, modificación o extinción de un
derecho subjetivo. Con él se trata de englobar en una figura unitaria todos
aquellos hechos o supuestos en los cuales el papel de la voluntad individual es
relevante y en cierta medida condiciona y determina los efectos jurídicos que
los actos del hombre van a producir. Es una figura jurídica que trata de
englobar los contratos, testamentos y análogos, como las renuncias de
derechos, aceptación de herencias, etc.

Nuestro Código Civil, al igual que los restantes Códigos latinos, no utiliza la
expresión “negocio jurídico”. Sin embargo, todas las exposiciones generales de
Derecho civil dedican amplias páginas a esta temática.

La construcción conceptual del negocio jurídico en nuestro sistema normativo


sólo es posible realizando una generalización de las disposiciones normativas
referentes a los diversos contratos y al contrato en general. Una vez
conseguidos los rasgos comunes de todas las instituciones, se estructura la
teoría general del negocio jurídico, para pasar de inmediato a la necesidad de
distinguir entre negocios jurídicos familiares (o de Derecho de familia), los
negocios jurídicos testamentarios, los contratos, convenios...

4. ELEMENTOS DEL ACTO JURÍDICO

El Acto Jurídico es considerado como la manifestación de la voluntad humana


susceptible de producir efectos jurídicos. Para que esta manifestación de la
voluntad produzca efectos jurídicos, es preciso que se realice de acuerdo con
los requisitos legales previamente establecidos para cada caso

ELEMENTOS ESENCIALES, EXISTENCIA.


 CONSENTIMIENTO.
 OBJETO.
 SOLEMNIDAD
 (RECONOCIMIENTO DE LA NORMA)
ACTO JURÍDICO.

ELEMENTOS DE VALIDEZ.
 CAPACIDAD.
 AUSENCIA DE VICIOS.
 OBJETO Y CAUSAS LÍCITOS.
 FORMA.

Como el acto jurídico no es un fenómeno, como el hecho jurídico, sino toda una
expresión de la voluntad o de un acuerdo de voluntades de su Autor o autores,
para que este acto exista, tenga el reconocimiento y genere efectos jurídicos,
será necesario que en su integración se reúnan sus elementos, requisitos o
condiciones que la Ley exige, que los autores han denominado elementos
esenciales o de existencia y elementos de validez.

I. LOS ELEMENTOS ESENCIALES

De la propia definición de acto jurídico, se pueden advertir cuales son sus


elementos esenciales o de existencia, los que de manera indispensable,
requiere para existir, pues faltando cualquiera de ellos el acto no existiría es
decir seria INEXISTENTE, y operaria la NULIDAD ABSOLUTA. Es decir no
puede producir ningún efecto jurídico.

Para la existencia del Acto jurídico se requiere que en dicho acto, se reúnan los
siguientes elementos; Voluntad del Autor del acto para realizarlo, Objeto
Posible (Físicamente y Jurídicamente), y en ciertos casos cuando se trata de
actos solemnes (Matrimonio, Testamento, reconocimiento), la solemnidad que
la ley establece para emitir la declaración de la voluntad.

a). EL CONSENTIMIENTO
Por consentimiento se puede entender el acuerdo entre dos o más voluntades
acerca de la producción o transformación de derechos y obligaciones.

Si un acto jurídico es unilateral, es decir que en el mismo interviene tan solo


una voluntad, como en el testamento o en la declaración unilateral de la
voluntad, SU ELEMENTO ESENCIAL O DE EXISTENCIA, será de carácter
subjetivo y será la manifestación o expresión de dicha voluntad.

Por otra parte si en ese acto participan dos o más voluntades como sucede en
los contratos, ese elemento recibe entonces la denominación de ACUERDO
DE VOLUNTADES O CONSENTIMIENTO. El consentimiento existe cuando las
partes convienen en un mismo objeto y unas mismas condiciones.

Los actos jurídicos nacen de la voluntad de la (s) parte (s), la voluntad puede
ser expresa o tácita.

Será Expresa.- cuando se exterioriza por medio del Lenguaje; Oral, escrito o
Mímico.

Será Tacita.- cuando se desprende de Hechos u Omisiones que de manera


necesaria e indubitable revelan un determinado propósito, aun que el autor del
Acto Jurídico no exteriorice su voluntad a través del lenguaje.

b).EL OBJETO

La Intencionalidad que tiene el Acto jurídico encaminada a producir efectos o


consecuencias de derecho, viene a determinar que su objeto se traduzca en
crear, Transmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.
El objeto deberá de ser física y judicialmente posible, en los actos jurídicos
debemos distinguir un objeto directo y en ocasiones un objeto indirecto.

El objeto directo según Rafael Rojina Villegas es crear, Transmitir, modificar o


extinguir derechos y obligaciones. La definición del acto jurídico revela su
objeto por eso se dice que es una manifestación de la voluntad con el objeto de
crear, Transmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.

Existe también un objeto indirecto; pero este no se presenta en la totalidad de


los actos jurídicos; es sobre todo en los contratos y en los convenios en donde
se presenta y consiste en la cosa o en el hecho materia del convenio.

La ilicitud en el objeto, en la causa o en la condición del acto produce su


nulidad, ya sea absoluta, ya relativa.

c). LA SOLEMNIDAD.

La solemnidad señala Gutiérrez y González, en su obra Derecho de las


Obligaciones, es el conjunto de elementos de carácter exterior, sensibles en
que se plasma la voluntad de los que contratan y que la Ley exige para que
exista el acto.
La Solemnidad es una formalidad que la técnica jurídica ha elevado a la
categoría de ELEMENTO ESENCIAL, en nuestro Derecho el matrimonio
requiere de ciertas solemnidades sin ellas el matrimonio no Existe.

Pocos actos en México requieren de solemnidad puedo mencionar; El


matrimonio, El testamento, y el reconocimiento de un hijo.

LA NULIDAD POR FALTA DE LOS ELEMENTOS ESENCIALES EN EL


ACTO JURÍDICO.

La nulidad hace ineficaces los actos jurídicos, y puede ser absoluta o relativa.
Se considera que el acto jurídico es afectado con nulidad absoluta por falta de
consentimiento, de objeto que pueda ser materia de él, o de las solemnidades
prescritas por la ley. La ilicitud en el objeto, en la causa o en la condición del
acto produce su nulidad, ya sea absoluta, ya relativa.

El acto jurídico afectado por nulidad absoluta produce efectos provisionales, los
que serán destruidos retroactivamente cuando se decrete por autoridad judicial,
y por ser de orden público, no es susceptible de revalidarse por confirmación ni
por prescripción, pudiendo invocarse por todo afectado.

II. ELEMENTOS DE VALIDEZ

a). CAPACIDAD
La capacidad es la aptitud para adquirir un derecho o para ejercerlo disfrutarlo.

Sólo a la ley le corresponde regular la capacidad e incapacidad de las


personas, tanto de goce, como de ejercicio:

1. Hay capacidad de goce cuando se tiene la aptitud para adquirir derechos


y contraer obligaciones; y
2. Hay capacidad de ejercicio cuando se tiene aptitud para ejercitar
derechos y cumplir obligaciones.

La capacidad jurídica es la regla, y la incapacidad debe ser establecida en la


ley. La menor edad, el estado de interdicción y las demás incapacidades
establecidas por la ley, son restricciones a la capacidad de ejercicio.

Sin embargo, los incapaces pueden ejercitar sus derechos o contraer


obligaciones por medio de sus representantes.

La capacidad de ejercicio se reconoce por la ley a los mayores de edad en


pleno uso de sus facultades psíquicas y a los menores emancipados.

a). LA AUSENCIA DE VICIOS.


La voluntad o voluntades (Consentimiento) de los participantes de una Acto
Jurídico, debe manifestarse en forma libre y consciente, si no concurren estas
circunstancias la voluntad se habrá dado en forma viciada.

La voluntad puede sufrir una interferencia por que se halla dado por error, esto
es en forma Involuntaria o bien por que se haya provocado el error, en cuyo
caso se habla de dolo.

Los vicios se clasifican en:

1. Dolo.- el dolo es la mala fe, producida por maquinaciones o artificios de


que se sirve un contratante para engañar a otro.

También existe interferencia cuando la voluntad se arranca de forma


violenta o cuando se aprovecha uno de los celebrantes del acto de la
situación ruinosa o de la inexperiencia del otro, en este caso se habla de
lesión.

2. Lesión.- Bajo el nombre de lesión se puede considerar el vicio del que


resulta afectado un contrato bilateral cuando existe en el una
desproporción inequitativa entre las prestaciones reciprocas de las
partes, susceptibles de causar a una de ellas un daño o perjuicio en
atención al cual y a su origen esta quede legalmente autorizado para
reclamar la rescisión.

3. El error.- Es una creencia contraria a la realidad es decir un estado


subjetivo que esta en desacuerdo con lo que realmente es la realidad o
con la exactitud que nos aporta el conocimiento científico.

El error vicia la voluntad, porque la persona se obliga partiendo de una


creencia falsa o ha creado, modificado, transferido extinguido un
derecho o una obligación sobre la base de un dato erróneo.

No todo tipo de error vicia la voluntad o el consentimiento.

b). OBJETO, MOTIVO FIN O CONDICIÓN LÍCITOS.

Los actos necesitan ser lícitos para en todas sus manifestaciones para que el
Derecho los ampare y les de consecuencias Jurídicas, el acto es ilícito cuando
va en contra de las leyes de orden Publico o de las buenas costumbres.

El objeto de la Relación Jurídicas decir la prestación debida debe ser posible,


licita determinada o determinable.

c). FORMA.

Finalmente la forma es también un elemento de validez. Los actos Jurídicos en


cuanto a su forma pueden ser solemnes, formales o consensúales.

En el acto formal la ley le establece como requisito para la validez del acto que
la voluntad se declare con las formalidades requerida, la voluntad puede existir
pero se ha declarado de manera imperfecta o defectuosa.
En los actos formales la ausencia de forma requerida por la ley no afecta la
existencia del Acto, solo su validez.

1. Los actos jurídicos consensúales son aquellos en donde basta con


que se otorgue el consentimiento sobre el objeto del acto, para que
estos actos sean perfectos es decir se perfeccionen y para que genere
obligaciones como consecuencia de acto.
2. Los actos formales son aquellos que para que los mismos sean validos
requerirán que se realice con una forma previamente establecida por la
legislación, la falta de forma de estos actos puede ocasionar que los
mismos sean inválidos.
3. Los actos solemnes son aquellos que requieren de determinadas
solemnidades o palabras sacramentales para que el mismo exista. La
solemnidad señala Gutiérrez y González, en su obra Derecho de las
Obligaciones, es el conjunto de elementos de carácter exterior, sensibles
en que se plasma la voluntad de los que contratan y que la Ley exige
para que exista el acto.

La Solemnidad es una formalidad que la técnica jurídica ha elevado a la


categoría de ELEMENTO ESENCIAL, en nuestro Derecho el matrimonio
requiere de ciertas solemnidades sin ellas el matrimonio no Existe. Pocos actos
en México requieren de solemnidad puedo mencionar; El matrimonio, El
testamento, y el reconocimiento de un hijo.

Los actos de dominio, son aquellos actos en donde interviene la voluntad


humana relacionada con la propiedad, la posesión o la disposición de bienes
reales que forman parte o son considerados como patrimoniales.

Los actos de administración también versaran sobre bienes o derechos


reales, y es en donde interviene el consentimiento a efecto de administrar,
proteger, custodiar bienes o derechos reales.

Los actos jurídicos podrán ser entre vivos o por causa de muerte, todos los
actos jurídicos se realizan entre personas vivas pues resultaría inútil, que estos
actos los realizara un muerto, pero existen actos que se realizan para que
surtan sus efectos hasta después de que las personas mueren, a estos actos
jurídicos como lo son el testamento los juristas les han dado por llamarlos actos
por causa de muerte ya que los mismos surtirán sus efectos hasta la muerte de
la persona, es decir cuando su vida terrenal termine.

Los actos gratuitos, son también denominados actos de liberalidad, pues una
de las partes no recibe contraprestación alguna a cambio es decir no existe un
fin de lucro ni de allegarse de un bien, por cualquiera que sea el acto jurídico
gratuito por excelencia es la donación, viéndolo desde el punto de vista de la
parte que recibe el bien o la cosa.

De igual forma la donación será onerosa para la otra parte el donante, ya que a
esta parte el simple acto de donar presupone que del mismo se desprende de
un bien o de su patrimonio para donarlo a otro. Debido a que los provechos los
recibe el donatario y los gravámenes los reporte el donante.

Es acto oneroso aquel en el que se dan provechos y gravámenes recíprocos; y


gratuitos aquel en que el provecho es solamente de una de las partes.
En el oneroso hay sacrificio reciproco y equivalente; en el gratuito el sacrificio
es solo para alguna de las partes y la otra no tiene gravamen alguno sino solo
beneficios, en este tipo de actos hay un animus liberal altruista.

Los actos instantáneos y de tracto sucesivo.- Los actos Jurídicos existen y


pueden darse y perdurar en un tiempo y momento determinado, no obstante en
esa temporalidad existen actos que se dan y se pueden extinguir en ese mismo
momento, no perdurando en el tiempo si no que se dan los elementos de
existencia del acto, así como de forma y sus efectos no se prolongan a través
del tiempo, a este tipo de Actos que se dan de manera Instantánea y se
extinguen, se les denominara actos instantáneos, mientras que existen actos
jurídicos en virtud de los cuales sus efectos se prolongan a través del tiempo, a
estos se les denomina contratos de tracto sucesivo por que sus efectos se
prolongan a través de un tiempo.

Existen así también actos que son Principales mismos que tiene su razón
de ser y su explicación en si mismo; surge en forma independiente y no son
apéndice de otro acto, pues cumplen con sus funciones jurídico-económicas, a
estos, a estos actos se les denomina Principales por que existen y subsisten
por si mismos, es decir, no dependen de ningún otro acto jurídico.

Los contratos Accesorios, el contrato accesorio, en principio no tienen una


existencia independiente, se explican referidos a otro acto, del cual es su
apéndice, solo se justifican como parte complementaria de otro acto.

Los actos Verdaderos, por lo regular el acto jurídico será verdadero cuando
las partes verdadera y realmente desean realizarlos mismos producirán todos
su efectos jurídicos, mientras que la simulación consiste en;

La manifestación de la voluntad de las partes que interviene en el acto jurídico


por medio de la cual declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no ha
pasado o no se ha convenido entre ellas.

Los actos civiles.- Se conciertan entre particulares, o aun entre el particular y


el estado cuando interviene en un plano de igualdad, como si fuera un sujeto
privado por ejemplo cuando el estado toma en arrendamiento la finca de un
particular para instalar allí una escuela.

Los actos mercantiles.- Es cuando las partes que intervienen están


realizando un acto de comercio, los actos de comercio son los que están
enumerados en el articulo 25 del código de Comercio.

Los Actos Procesales.- Con la Expresión de origen Hispánico Judiciales se


pueden designar genéricamente todos los actos procesales del órgano
jurisdiccional dentro de este nombre, Autos, Actos de ejecución y las
comunicaciones procesales.

Cabe aclarar sin embargo que la expresión actuaciones judiciales también se


utiliza para designar al conjunto de piezas escritas que documentan los actos
procesales tanto del órgano jurisdiccional como de las partes y los terceros.

En este sentido la denominación actuaciones judiciales alude a todo el


expediente procesal, independientemente del sujeto procesal que haya suscrito
los documentos que lo integran.
LAS PERSONAS

Remontándonos al nacimiento mismo de la conducta colectiva del hombre, es


posible identificar la naturaleza social de éste, la cual motiva indudablemente
la aparición de vínculos grupales, no solo con el objeto de coordinar esfuerzos
en la búsqueda de satisfactores primarios, si no también en la intima necesidad
de establecer relaciones constantes, así pues, el hombre acepta su naturaleza
social y deja de vivir en soledad para sumarse a pequeños grupos que le
permiten realizar funciones específicas y aunque rudimentariamente
especializadas, es decir, nace la división de funciones, mientras que unos se
dedicaban a la casa, otros recogían frutos, etc.

La diaria convivencia humana determina, una serie de lazos y contactos de


muy variada naturaleza, que validan y justifican la existencia de reglas,
cayendo en la esfera del mas rudimentario esbozo del derecho como
instrumento regulador de las mismas, actualmente tales vínculos son definidos
como relaciones jurídicas, a las cuales se les otorga la función principal de
coordinar y regular a los hombres dentro de su entorno social, sirviendo para el
establecimiento de contactos mutuos, aplicables a la generalidad de los
individuos que conforman la población de un estado.

Sin embargo, dichas relaciones son entabladas y sostenidas por sujetos a los
cuales es necesario definir e identificar, lo que dentro de la técnica jurídica
habrá de otorgar el carácter de personas, surgiendo la necesidad de dotar a
tales seres humanos de características propias y perfectamente delineadas, de
manera que sea posible diferenciar a todos y cada uno de ellos, debiendo dicha
identificación no aplicarse únicamente a la persona por si misma, sino que
habrán de incluirse las cualidades y derechos que permitan diferenciar
igualmente sus bienes y pertenencias.

Así mismo, el derecho actual acepta la existencia de personas morales,


compuestas en la unión de dos o más individuos para alcanzar objetivos
comunes, las cuales deben también contar con ciertos atributos que permitan
su pronta identificación y delineamiento de derechos y obligaciones.

Existen dos clases de personas dentro del derecho positivo mexicano, cada
una de ellas perfectamente delineada en cuanto a su existencia y personalidad,
tales personas son la individual (física) y la colectiva (moral), persona individual
es el ser humano mismo, sin importar su genero, raza o posición social
mientras que la persona moral es la agrupación o entidad constituida
primariamente por un grupo de seres humanos, con el objetivo de alcanzar o
cumplir fines que por su naturaleza sobrepasan las posibilidades individuales, o
bien que requieren de esta unión de varios sujetos para cumplir de mejor
manera los objetivos a alcanzar.

PERSONAS FÍSICAS

La persona física es el individuo, el ser humano, sin distinción de genero, raza


o posición social, el cual desde el momento mismo de su concepción adquiere
la capacidad de goce y por consecuencia tiene derecho a la protección que el
Estado le brinda a través del derecho a todos y cada uno de sus miembros.
El derecho constitucional mexicano, descarta de manera tajante la existencia
de individuos carentes de capacidad jurídica, abole la esclavitud y formula la
declaración de libertad a cualquiera que entre a su territorio, brindando así
mismo la protección de sus leyes a través de su carta Magna.

Desconoce, igualmente, el derecho de nuestros días la institución de la muerte


civil, que el Código Napoleónico regulaba y que no desapareció hasta
mediados del siglo pasado, más sin embargo en algunas democracias
totalitarias o dictaduras de tipo castrense existen grandes núcleos de población
sometidas a una situación tan cruel e inhumana como la que suponía la muerte
civil, y que representa una verdadera muerte política que los coloca marginales
de toda intervención en negocios públicos.
Todo individuo tiene los siguientes atributos:

1. Capacidad
2. Estado Civil
3. Nombre
4. Domicilio
5. Patrimonio, y
6. Nacionalidad.

A continuación analizaremos cada uno de los atributos de las personas.

1. CAPACIDAD

La capacidad es el atributo mas importante de las personas, ya que todo sujeto


de derecho posee implícitamente y por su propia naturaleza la capacidad
jurídica ya sea total o parcial que es en consecuencia reconocida por la ley a
todas las personas desde el momento de su concepción y hasta el momento de
su muerte concretándose como la aptitud en que se encuentran de ser sujetos
de derechos y obligaciones aun durante la minoría de edad.

La doctrina admite la aptitud de la persona física para ser sujeto activo o pasivo
de relaciones jurídicas, señalando así que dicha capacidad presenta 2
manifestaciones que son:

a) La capacidad de goce que es la aptitud para ser titular de derechos o para


ser sujeto de obligaciones, ya que si se niega o suprime esta característica,
desaparece la personalidad del sujeto, impidiendo la posibilidad jurídica de
acción del mismo.

b) La capacidad de ejercicio es la aptitud en que se encuentran las personas


para ejercer por si mismos sus derechos y para contraer y cumplir obligaciones.
La capacidad de goce supone para CASTAN una posición estática, mientras
que la de ejercicio denota una capacidad dinámica, debiendo señalar al
respecto que en consecuencia la capacidad de goce es la aptitud para ser
titular de derechos y obligaciones, mientras que la segunda es la facultad de
dar vida a relaciones y actos jurídicos.

a). Capacidad de goce

De lo anteriormente dicho se desprende que la capacidad de goce no puede


ser suprimida en el individuo, que basta la calidad de ser humano para que se
reconozca dicha capacidad de goce y en consecuencia una personalidad,
debiendo entender que todo hombre es una persona y en consecuencia posee
capacidad de goce.

Esta capacidad se reconoce desde antes del nacimiento, es decir con


anterioridad a la existencia orgánica independiente al seno materno, para ello
el Código Civil recoge la teoría del nasciturus, manifestando al respecto que el
concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, es
decir que la capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por
nacimiento, pero desde la concepción, el individuo es protegido por la Ley.

De esta manera el embrión humano tiene capacidad de goce y personalidad


desde antes de nacer para actos jurídicos como son el heredar, recibir legados
y donaciones, mas sin embargo dichos derechos (específicamente el
hereditario) requiere que el ser concebido nazca vivo y además viable, es decir,
que desprendido del seno materno viva 24 horas fuera del seno materno o bien
sea presentado vivo al Registro Familiar o Civil.

La capacidad de goce se pierde con la muerte, sin embargo, si se ignora el


momento en que esta sucedió no se extingue la personalidad, esto sucede en
las personas declaradas ausentes, es decir, cuando se ignora si el ausente vive
o ha muerto, la ley esta incapacitada a determinar la extinción de la
personalidad por carecer de certeza.

Ahora bien tal presunción puede darse anterior o posteriormente a la muerte


real, por esto a pesar de que se declare la presunción de muerte cuando el
sujeto aparece se destruyen sus efectos jurídicos.

De esta manera la muerte es la única causa extintiva de la capacidad de goce,


pero no así de las relaciones jurídicas anteriores al hecho físico del
fallecimiento.

Grados de capacidad de goce

Estos determinan el principio y fin de la personalidad y pueden ser:

a) Mínimo, este se da en el ser concebido pero no nacido, bajo la condición de


que nazca vivo y sea presentado al Registro Civil, este grado brinda derechos
subjetivos patrimoniales, también sirve como base para determinar la condición
de hijo legitimo o natural.
b) Medio bajo, este grado se presenta en los menores de edad, en ellos la
capacidad de goce es casi equivalente al del mayor en pleno uso de facultades
mentales, existiendo restricciones.

c) El tercer grado esta representado por mayores de edad, debiendo


diferenciar a aquellos que se encuentran en pleno uso de sus facultades
mentales de aquellos sujetos a interdicción.

Cuando un mayor de edad padece locura, imbecilidad, retraso mental, idiotismo


o bien es un alcohólico o hace uso de drogas y enervantes, se dice que se
encuentra en estado de interdicción y en consecuencia es incapaz de ejercer
derechos y mucho menos de contraer y cumplir obligaciones, debiendo
entonces contar con un representante, figura que podrá recaer en su padre o
tutor.
La causa de esta medida es proteger al incapaz, puesto que este no posee
inteligencia o bien, sus facultades están perturbadas, por lo que no podrá
desempeñar la función educativa ni representativa.

Esta interdicción es por lo tanto un estado especial de las personas, que


constituye una incapacidad para la realización de ciertos actos civiles y se
produce mediante resolución judicial de índole civil o penal.

b) Capacidad de ejercicio

Para estar en posibilidades de adquirir la capacidad de ejercicio (capacidad de


actuar y dar origen a relaciones jurídicas), es necesario cubrir los requisitos
exigidos al caso por la ley y que son:

1. Ser mayor de edad (18 años)


2. El pleno uso de las facultades mentales
3. No ser sordomudo que no sepa leer o escribir
4. No ser ebrio consuetudinario ni adicto a drogas.

Esta supone la posibilidad jurídica de un sujeto para hacer valer sus derechos,
celebrar actos jurídicos, contraer y cumplir obligaciones, así como ejercitar
acciones ante los tribunales, es posible definirla de manera muy breve en la
aptitud de participar de manera activa y directamente en la vida jurídica de
manera individual y personal.

Existen 4 grados de incapacidad de ejercicio los cuales son:

a) En el caso del ser concebido, el cual requiere forzosamente de una


representación física y jurídica que vendrá a recaer en las figuras paternas,
primordialmente en la madre, en los casos de herencias, legados o donaciones,
la madre tiene la representación del no nato para adquirir y hacer valer
derechos.

b) El segundo grado se origina desde el momento del nacimiento hasta la


emancipación, esta incapacidad es tanto natural como legal, requiriendo de un
representante para poder contratar o comparecer a juicio.

En este supuesto, deberá exceptuarse los bienes obtenidos por el menor en


virtud de su trabajo, ya que la legislación le otorga la capacidad para actos de
administración relativos a dichos bienes.

c) A los menores emancipados se les otorga una semi capacidad, pudiendo


llevar a cabo actos relativos a bienes muebles sin contar con un representante,
ejecutar actos de dominio relativos a sus bienes muebles, mas sin embargo
para ejecutar actos sobre inmuebles o bien para comparecer en juicio requieren
forzosamente de autorización judicial o tutor.

Igualmente se requiere el consentimiento paterno para contraer matrimonio.

d) En este grado se considera a los mayores de edad cuya inteligencia o


facultad mental se encuentra perturbada.

Para esta incapacidad es el representante quien hace valer los derechos y


acciones del incapaz, así mismo, no existe capacidad de ejercicio en acto
jurídicos familiares tales como la adopción, el matrimonio o reconocimiento de
hijos.

Esta incapacidad es tajante, aun cuando se tengan intervalos de lucidez,


siendo la excepción que confirma la regla, aquella que se presenta en materia
de testamentos, que acepta la presencia de un momento de lucidez para
validar el testamento y aquello en el perpetuado. Así pues, la incapacidad debe
ser declarada por la ley y no impuesta por contrato o acto jurídico.

Todo aquel sujeto que no se encuentre dentro de los supuestos antes


mencionados, posee plena capacidad, por lo que la representación legal es una
institución auxiliar, pues sin ella, aun cuando existiera la capacidad de goce, se
carecería de la posibilidad de hacer valer los derechos adquiridos.

2. ESTADO CIVIL

El estado civil consiste en la situación jurídica concreta que posee un individuo


con respecto a la familia, el Estado o Nación a que pertenece.

Por lo que hace a la familia, este puede ser hijo, padre, esposo, etc.; en el
segundo caso se señala la situación del individuo, expresando su relación
respecto a ser nacional o extranjero, pudiendo así mismo ser ciudadano en el
caso de ser mayor de edad y contar con un modo honesto de vida.

El estado civil de las personas es el conjunto de cualidades que distinguen al


individuo de la sociedad y en la familia, tales cualidades dependen de tres
hechos o situaciones que son:

a. Nacionalidad
b. Matrimonio, y
c. Parentesco por afinidad o consanguíneo.

Así pues, el estado es un valor de orden extrapatrimonial, indivisible e


inalienable cuya naturaleza social y moral impide intentar acciones a los
acreedores donde se afecte la situación jurídica de la persona.

Con relación al estado de las personas la Ley reconoce dos acciones


fundamentales a saber:

1. La reclamación de estado, donde se faculta a quien carece de cierto estado


para exigirlo, y
2. El desconocimiento, donde el titular de un estado se encuentra facultado
para impedir que otro se atribuya esto o bien obtenga beneficios morales y
patrimoniales inherentes.

3. REGISTRO CIVIL

Toda vez que el estado de las personas se determina por la relación poseída
en una situación jurídica con relación al seno de familia se deben considerar
como fuentes de dicho estado a:

a) Parentesco
b) Matrimonio
c) Divorcio
d) Concubinato.

Tal estado determina derechos subjetivos tanto patrimoniales como carentes


de valor económico, como el derecho a heredar, exigir alimentos y llevar el
apellido de los padres, toda vez que la finalidad especifica del nombre y
apellido como se vera en capitulo aparte es la de identificar a las personas.

El estado civil se comprueba con las constancias del Registro Civil, que es una
institución cuyo objetivo es hacer constar, a través de un sistema organizando
todos aquellos actos relacionados con el estado civil, por medio de funcionarios
estatales dotados de fe publica, con el fin de que las actas y testimonios que
otorgue tengan pleno valor probatorio.

La función del Registro Civil como institución de orden publico, funciona bajo el
orden de publicidad y permite la regencia estatal de los actos primordiales de
las personas físicas.

Esta institución encuentra sus antecedentes en los registros parroquiales de la


Iglesia católica, donde se hacían constar por la autoridad eclesiástica los datos
referentes a bautizos, matrimonios y defunciones. Posteriormente los
movimientos revolucionarios secularizaron tales registros adoptándolos al
régimen gubernamental y en consecuencia a las necesidades de orden civil.

En México, fue instaurado por ley el 27 de enero de 1857, donde se emancipó


totalmente de la tutela de los registros parroquiales. La verdadera organización
del Registro Civil se produce según Luis Méndez en dos pasos: primeramente
por medio de la ley del Primero de Noviembre de 1865 y segundo las
disposiciones del primer Código Civil de 1870, tal organización encuentra su
culminación en la ley del 10 de julio de 1871, cuando se reglamento, pues el
decreto de esa fecha determina la existencia de libros, así como la forma de
inscripción en la institución registral.

4. ACTAS DEL REGISTRO CIVIL

Las actas expedidas por el Registro Civil son instrumentos en los que constan
fehacientemente actos o hechos jurídicos relativos al estado civil de las
personas y los actos en los que ellas intervienen. En el levantamiento de un
acta del Registro Civil deberán intervenir:

1. El oficial del Registro civil, quien las redacta y autoriza


2. La parte o partes interesadas
3. Los testigos
4. Los declarantes en actos como el nacimiento o la defunción.

Las partes son las personas de cuyo estado se trata, constituyendo el objeto
del acta, los testigos otorgan veracidad sobre los hechos presentados ante el
Juez del Registro Familiar y los declarantes son aquellos que comparecen para
informar sobre hechos que deben constar en ciertas actas.

En consecuencia a la relevancia de las actas del estado civil se exige que los
testigos sean mayores de edad, lo que no se hace en juicios civiles o penales,
toda vez que determinan la existencia de la persona física, marcando su
principio (nacimiento), su capacidad (matrimonio, emancipación, interdicción,
mayoría o minoría de edad), o su fin (muerte), debiendo acudir los interesados
personalmente al registro o bien representado por un mandatario especial para
el acto, cuyo nombramiento conste por lo menos en documento privado
otorgado ante dos testigos, exceptuándose el matrimonio y el reconocimiento
de hijos, donde se requiere poder notarizado o bien mandato extendido en
forma privada ante dos testigos y ratificadas las firmas ante Notario Público,
juez de lo familiar, menor o de paz.

Existen formalidades específicas correspondientes a cada una de las diferentes


actas que son:

a) Actas de Nacimiento

Estas se levantarán presentando al niño ante el Oficial del Registro Familiar o


Civil por los padres o cualquiera de ellos, faltando estos podrá ser presentado
por los abuelos paternos o maternos en ese orden, en su ausencia podrá ser
presentado por cualquier otra persona antes de los seis meses siguientes.

Existe obligación de los médicos o matronas de avisar dicho nacimiento al Juez


del Registro Familiar.

Cuando en la población no haya Juez del registro, el menor se presentará ante


la persona que ejerza autoridad delegacional o municipal quien otorgará
constancia a los interesados, los cuales deberán presentarla ante el Oficial del
registro que corresponda a efecto de que se asiente en el acta. Dicha acta se
levantará ante dos testigos y deberá contener día hora y lugar del nacimiento,
sexo del presentado, nombre y apellidos e impresión digital del presentado.

Cuando el presentado sea nacido en matrimonio se asentaran los nombres,


domicilio y nacionalidad de los padres, para el caso en que el hijo haya nacido
fuera de matrimonio es necesario que el padre por si o por apoderado legal
solicite que conste en el acta su apellido, mientras que la madre esta obligada
a que su nombre figure en el acta.

Toda persona que encuentre un recién nacido deberá presentarlo tal y como lo
haya encontrado ante el Juez del Registro Civil, haciendo mención del día, hora
y lugar en que lo encontró, así como las características del caso, si con el
expósito se encontrarán valores u objetos que puedan conducir a su
reconocimiento se depositarán en el Archivo del Registro.

b) Actas de reconocimiento

En este caso si el padre o la madre de un hijo natural, o ambos lo presentaren


a registrar su nacimiento dicha acta surte efectos de reconocimiento legal para
el presentante, si el reconocimiento de un menor se hiciere después de haber
sido registrado su nacimiento se formará acta separada, si el registrado fuese
mayor de edad se requerirá su consentimiento expreso en el acta de
reconocimiento.

Cuando el reconocimiento se haga por algún medio establecido por el Código


Civil, la sentencia emitida se presentará al encargado del registro en original y
copia para que se inserte la parte relativa; la omisión del registro de la
resolución no anula los efectos relativos al reconocimiento.

c) Actas de adopción
Para la adopción una vez dictada la resolución judicial que autorice la misma, el
adoptante habrá de presentar copia certificada de ésta ante el Juez del
Registro del Estado Civil para su inscripción, la falta de este registro no
suspende los efectos legales de la adopción, pero hace objeto a los
responsables de la aplicación de una sanción.

El acta en comento habrá de contener los nombres, apellidos edad y domicilio


tanto del adoptante como del adoptado así como de los testigos, insertándose
íntegramente la resolución judicial dictada; cuando un Juez o tribunal deje sin
efecto una adopción deberá remitir copia de la misma para cancelar el registro.

d) De la Tutela

Pronunciado el auto de discernimiento de la tutela se remitirá copia al Juez del


Registro Civil para que levante el acta respectiva, la falta de registro no impide
al tutor desempeñar sus funciones.

Dicha acta contendrá:


a) Nombre apellido y edad del incapacitado
b) La clase de incapacidad que posee
c) Nombre y datos generales de las personas que ejercían la patria
potestad hasta el momento de determinada la tutoría
d) Datos generales del tutor
e) Garantía otorgada por el tutor, así como el nombre y datos de la
afianzadora
f) Nombre del Juez que resolvió y fecha de la sentencia.

e) Actas de emancipación

Cuando dicha emancipación se da por matrimonio no se requerirá acta por


separado, bastando para acreditarse la de matrimonio.

f) Actas de Matrimonio

En estas constará
a. Datos generales de los contrayentes
b. Declaración de edad
c. Generales de los padres
d. - Consentimiento de los padres, en su ausencia de los abuelos, tutores o
autoridades que deban suplirlos
e. La declaración de no existir impedimento alguno para la realización del
matrimonio
f. Declaración de voluntad de los contrayentes
g. La sociedad o régimen bajo la cual contraen matrimonio
h. Datos generales de los testigos.

Todos los participantes habrán de firmarla al calce y al margen se impondrán


las huellas digitales de los contrayentes.

g) Actas de divorcio

La sentencia que decreta un divorcio se remitirá al Juez del Registro Civil para
levantar un acta, previa solicitud por escrito que presenten los cónyuges y
donde consten los datos del acta en que obra su matrimonio, extendida el acta
se mandará anotar en la de matrimonio de los divorciados.

h) Actas de defunción

En cumplimiento a la legislación civil vigente ninguna inhumación o cremación


se hará sin autorización escrita dada por el Juez del registro civil quien se
asegurará del fallecimiento y hasta después de que hayan transcurrido
veinticuatro horas del deceso.

El acta deberá contener:


a. Datos generales del difunto
b. Estado civil del mismo y en caso de que haya sido casado o viudo se
anotaran el nombre y apellido del cónyuge
c. Datos generales de los testigos y grado de parentesco
d. Generales de los padres del difunto
e. La clase de enfermedad que ocasionó la muerte y lugar donde habrá de
sepultarse
f. Hora de la muerte y datos relativos cuando esta haya sido violenta.

En caso que el fallecimiento ocurriese donde no haya oficina del registro del
estado civil se otorgará constancia que con posterioridad habrá de presentarse
ante el Juez de la materia.

5. POSESIÓN DE ESTADO

La posesión de estado se justifica por el conjunto de hechos que indiquen una


relación de filiación y parentesco entre un individuo y la familia a la que
pretende incluirse.

Los principales hechos al respecto son:


a. Que se haya usado el apellido del que pretende sea su padre con su
permiso
b. Que el padre lo haya tratado como hijo, proveyendo subsistencia,
educación y establecimiento.

Siendo necesario que dichos hechos sean demostrados por los medios
ordinarios de prueba.

6. EL NOMBRE

El nombre, en los pueblos primitivos, era único e individual, cada persona solo
llevaba un nombre y no lo transmitía a sus descendientes. Este uso sobrevivió
por mucho tiempo, en algunos pueblos principalmente los griegos y hebreos,
en cambio, los romanos poseían un sistema de nombres sabiamente
organizado pero demasiado complicado. Sus elementos eran el nomen o
gentilitium llevado por todos los miembros de la familia y el praenomen o
nombre propio de cada individuo.

El nombre es una forma obligatoria de designación de la persona, es el signo


que lo distingue de los demás en sus relaciones sociales y jurídicas, se
compone del nombre propio y del nombre de la familia o apellido.
El primer nombre sirve para designar a la persona y lo separa de los demás
miembros de su familia mientras que el apellido separa y distingue a la familia
de las demás.

El derecho al nombre es un derecho subjetivo de carácter extrapatrimonial, no


pertenece en propiedad a una persona determinada sino que es común a los
miembros de una familia, viene de generación en generación, pero no por
transmisión hereditaria sino como atributo común a los miembros que integran
una familia. Tanto en el Registro Civil como en el Registro Público de la
Propiedad se imputan derechos o situaciones jurídicas determinadas en
función del nombre, el derecho objetivo atribuye esta calidad para la
diferenciación de personas y para evitar controversias.

Así pues, el nombre debe clasificarse dentro del grupo de derechos subjetivos
que consisten en impedir que otro sujeto interfiera en nuestra conducta, no es
que el nombre nos conceda una facultad jurídica de acción sino tan solo una
autorización para impedir que otro interfiera en nuestra propia esfera jurídica y
en nuestra persona misma.

Existe el principio de que el nombre es inmutable a excepción de la adopción,


legitimación y reconocimiento, pero no puede serlo en otra situación donde no
exista disposición legal al respecto.

El nombre se encuentra protegido ya que como derecho subjetivo no solo


cumple las finalidades personales del sujeto y le protege en función de sus
intereses individuales, sino también representa intereses generales que es
necesario proteger y así mismo supone el deber frente al estado de usar el que
verdaderamente se tenga; este deber es calificado como público en atención a
que, quien se sirve de un nombre que no le corresponde frente a cualquier
funcionario competente será sancionado.

Se cuenta como dato el que los apellidos no se confieren en virtud de la muerte


del jefe de una familia, sino que se dan a los descendientes legítimos en el
momento de su nacimiento o posteriormente al ser reconocido o legitimado, de
acuerdo con el orden civil, el hijo nacido de matrimonio tiene derecho a que se
haga constar en el acta el nombre y apellidos de los padres; el hijo reconocido
tiene derecho a llevar el apellido de quien lo reconoció y el adoptado el de
quien lo adopta.

El apellido se otorga solamente a titulo original por matrimonio, nacimiento,


legitimación, reconocimiento, paternidad o maternidad, adopción, etc., de esta
manera no puede transmitirse en virtud de testamento, pues todo cambio en el
nombre debe ser consecuencia de una declaración judicial donde se justifique
el cambio o bien la presentación de una modificación de estado civil de las
personas, tales como las que se enumeraron anteriormente.

7. EL SEUDÓNIMO.

El seudónimo o nombre falso empleado por artistas se encuentra protegido por


la ley y en consecuencia se aceptarán en los tribunales las acciones que se
entablen por transgresiones a este derecho, sin embargo el uso del seudónimo
no puede considerarse lícito en cuanto pueda perjudicar a alguien ni sustituye
al verdadero, solo sirve para individualizar a su poseedor en ciertas
manifestaciones de su actividad profesional y no en la vida misma, donde
habrá de continuar usando su nombre verdadero.

8. TÍTULOS DE NOBLEZA.

Los títulos de nobleza se relacionan íntimamente con el nombre en los países


en que se acostumbra usarlos, es una dignidad u honor otorgado a ciertas
personas como premio a servicios eminentes y son transmisibles por herencia.
En México estos títulos se hayan abolidos por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y la aceptación o uso de los mismos es causa de la
perdida de la nacionalidad mexicana.

9. EL DOMICILIO

El domicilio es un atributo más de la persona que puede definirse como el lugar


en que una persona reside habitualmente y que tiene el propósito de radicarse
definitivamente en el, de lo que se desprende que el domicilio y su definición
poseen dos elementos:

1. La residencia habitual o sea el dato objetivo susceptible de prueba


directa y
2. El propósito de establecerse en determinado lugar, o sea, el dato
subjetivo que no podemos apreciar mediante pruebas directas, pero que
es posible comprobar a través de inferencias y presunciones.

El derecho mexicano considera que además del dato objetivo debe existir el
propósito de radicarse en cierto lugar para que este se considere como la
residencia habitual y, por lo tanto, pueda servir para determinar las múltiples
consecuencias jurídicas que se derivan del domicilio. Así pues, toda persona
debe tener un domicilio y si llegasen a no configurarse los dos elementos
referidos (objetivo y subjetivo) la ley considerará que el domicilio será el lugar
donde radique el centro principal de sus negocios y si tampoco se pudiese
determinar este, el domicilio será entonces el lugar donde se encuentre.
El código civil presume el propósito de establecerse en un lugar, de la
circunstancia de que se resida en él por más de seis meses; el interesado se
encuentra facultado a destruir esa presunción por medio de una declaración
realizada, una vez que el tiempo haya transcurrido, dentro del término de
quince días, tanto ante la autoridad municipal de su anterior domicilio como a la
de donde se encuentra su nueva residencia, en la que se declare que no se
desea perder su anterior domicilio y adquirir uno nuevo, pero dicha declaración
no producirá efectos en el caso de que se haga en perjuicio de un tercero.

El concepto de domicilio es fundamental en el derecho, conviene entonces


lograr diferenciarlo de la residencia la cual debe ser entendida como la estancia
temporal de una persona en un cierto lugar, sin el propósito de radicarse en él.
La residencia puede servir, por ejemplo para realizar notificaciones de índole
judicial así como interpelaciones, también se toma en cuenta para el
levantamiento de actas como la de defunción.

En cambio el domicilio es el centro al cual se refieren los mayores efectos


jurídicos, sirve para determinar la competencia de los jueces y la mayor parte
de los actos civiles, igualmente es el lugar normal para el cumplimiento de las
obligaciones y también del ejercicio de los derechos políticos o civiles. En tanto
que el domicilio es permanente, la residencia es temporal, por otra parte, el
domicilio se impone por la ley a determinadas personas, mientras que la
residencia no es impuesta por la Ley.,

El origen de la palabra domicilio es domus, palabra que significa morada, sin


embargo en la práctica puede llegar a presentarse el problema de que una
persona no tenga residencia habitual y fija con el propósito de vivir en un sitio
determinado, por lo que es necesario resolver la cuestión jurídica que se
presenta en estos sujeto, para ello la legislación mexicana presupone que a
falta de los elementos constitutivos del domicilio, este se encontrará en el lugar
donde tenga el principal asiento de sus negocios.

Las razones para tal declaración son que:

1. El domicilio tiene principalmente consecuencias de tipo patrimonial


2. Sirve para fijar el ejercicio de los derechos y cumplimiento de las
obligaciones
3. Para determinar la competencia
4. Para la radicación del juicio sucesorio tanto en las testamentarias como
en los intestados pues se toma en cuenta el último domicilio del difunto
5. Por último, el juez competente para conocer del concurso de acreedores
es el del domicilio del deudor.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DOMICILIO.

Podemos encontrar cierta analogía entre el concepto de domicilio y el


patrimonio de manera que sea posible formular las siguientes premisas:

1. Toda persona debe tener un domicilio


2. Las personas solo pueden tener un domicilio
3. Solo las personas pueden tener un domicilio
4. El domicilio es transferible por herencia.

Por esto el derecho considera que no existe una persona sin domicilio, para los
efectos legales como ya se mencionó con anterioridad, aunque falten los
elementos objetivo y subjetivo del domicilio la ley lo fija en un cierto lugar, aquel
en donde se encuentra la persona.

Existen tres clases de domicilio


a. El voluntario
b. El legal y
c. El convencional, según nuestro sistema jurídico civil.

Domicilio voluntario es aquel que la persona elige y puede cambiar a su


arbitrio.

Domicilio legal de una persona es el lugar donde la ley fija su residencia para el
ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones aunque no se
encuentre presente en el mismo.

Se considera como domicilio legal:


1. El del menor de edad no emancipado el de la persona a cuya patria
potestad está sujeto
2. Del menor de edad que este bajo la patria potestad y del mayor
incapacitado, el de su tutor
3. De los militares en servicio activo, el lugar en que estén destinados
4. De los empleados públicos el lugar donde desempeñen sus funciones
por más de seis meses
5. De los sentenciados, la población en que cumplan su sentencia, por lo
que toca a las relaciones jurídicas posteriores a la condena; en cuanto a
las relaciones anteriores los sentenciados conservarán el último
domicilio que hayan tenido.

El Código Civil faculta a designar domicilios convencionales para el


cumplimiento de ciertas obligaciones, lo que se contrapone en cierta medida
con la premisa de que el domicilio debe ser único, de manera que la unidad del
domicilio es la premisa general, la multiplicidad la excepción, sin embargo
PLANIOL Y RIPERT que el domicilio que se escoge para el cumplimiento de
determinadas obligaciones, no es propiamente, un verdadero domicilio, sino
una derogación convencional a los efectos normales del domicilio real.

EFECTOS DEL DOMICILIO

Uno de los temas de mayor relevancia por los efectos que contrae es el relativo
a determinar las consecuencias jurídicas del domicilio, las cuales podemos
concretar de la siguiente manera:

1. Determina el lugar para recibir comunicaciones, interpelaciones y


notificaciones
2. El domicilio determina también, según ya lo hemos dicho, el lugar de
cumplimiento de obligaciones
3. Determina la competencia de los jueces en la mayoría de los casos
tratándose de acciones sobre bienes muebles o de acciones personales
o del estado civil. Tratándose de bienes inmuebles, ya no es el domicilio
del demandado el que determina la competencia del Juez, sino que se
atiende la ubicación de la cosa.
4. Igualmente delimita el lugar en que habrán de practicarse ciertos actos
del estado civil
5. Por último el domicilio viene a determinar el lugar de centralización de
todos los intereses de una persona en los casos de quiebra concurso o
herencia. En estos juicios universales se toma como base el domicilio
del quebrado o concursado y el último del autor de la herencia.

DOMICILIO CONYUGAL

La legislación Civil vigente señala que los cónyuges habrán de vivir juntos en
un domicilio definido como conyugal, establecido por común acuerdo de los
cónyuges y en el cual ambos disfrutarán de autoridad propia y consideraciones
iguales.

La autoridad competente con conocimiento de causa podrá liberar de esta


obligación a uno de los cónyuges cuando el otro establezca domicilio fuera del
país, a no ser que lo haga por prestar servicio público o social o bien se
establezca en lugar insalubre o indecoroso.
9. LA NACIONALIDAD

Los estudiosos del derecho, tradicionalmente, tienden a confundir los


conceptos de nacionalidad y ciudadanía.

NACIONALIDAD: es un vínculo jurídico establecido entre el individuo y el


Estado, que produce obligaciones y derechos recíprocos;
CIUDADANÍA: es una cualidad especial que corresponde a los nacionales.

El vínculo jurídico que presupone la nacionalidad puede renunciarse,


readquirirse o modificarse a voluntad.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece una


distinción entre la nacionalidad y la ciudadanía, el derecho moderno afirma la
necesidad de que todo hombre sea miembro de un Estado determinado. El
principio de la doble nacionalidad se ataca por la consideración de que puede
dar lugar a situaciones jurídicas y morales contradictorias.

Al respecto la legislación mexicana establece que al individuo a quien


legislaciones extranjeras otorgan dos o más nacionalidades distintas a la
mexicana se le considerará para todos los efectos que deban tener lugar en la
república, como de una sola nacionalidad, que será la del lugar o país en
donde tenga su principal residencia habitual, y en caso de no residir en ninguno
de los países, se estimará como de la nacionalidad de aquel país al que según
las circunstancias aparezca más íntimamente vinculado.

NACIONALIDAD MEXICANA

Existen dos formas de adquirir la nacionalidad mexicana:

a) Por nacimiento: serán mexicanos por nacimiento:


1. Aquellos que nazcan en territorio de la república, sea cual fuere la
nacionalidad de sus padres
2. Los que nazcan en el extranjero de padres mexicanos, de padre o de
madre mexicana
3. Los que nazcan a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas,
sean de guerra o mercantes.

b) Por naturalización: se considerarán mexicanos por naturalización:


1. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de Relaciones la carta de
naturalización
2. La mujer extranjera que contraiga matrimonio con mexicano y tenga o
establezca su domicilio dentro del territorio nacional, conservando la
nacionalidad aún después de disuelto el vínculo matrimonial.

En contraposición la nacionalidad mexicana se pierde:

1. Por adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera


2. Por aceptar o usar títulos nobiliarios que impliquen o no, sumisión a un
estado extranjero
3. Por residir, siendo mexicano por naturalización, durante cinco años
continuos en el país de su origen
4. Por hacerse pasar en cualquier instrumento público, siendo mexicano
por naturalización, como extranjero o por obtener o usar un pasaporte
extranjero.
5. La mujer mexicana que contraiga matrimonio con un extranjero no
pierde la nacionalidad por el hecho del matrimonio.

10. CIUDADANÍA

La ciudadanía se define como la condición jurídica que ostentan las personas


físicas y morales y que
por ser expresiva del vinculo de la persona con el Estado y sus miembros,
implica por una parte sumisión a la autoridad y a la ley, y por otra ejercicio de
derechos.
Esta característica desprende de la nacionalidad, siendo ciudadanos los
varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos reúnan además los
siguientes requisitos:

a) Haber cumplido los dieciocho años


b) Tener un modo honesto de vida.

PÉRDIDA DE LA CIUDADANÍA

La ciudadanía se pierde por:


a. Aceptar o usar títulos nobiliarios, aun cuando no impliquen sumisión a un
gobierno extranjero
b. Prestar servicios oficiales a un gobierno extranjero sin permiso del
Congreso Federal o la comisión permanente
c. Aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del congreso
d. Admitir del gobierno de otro país títulos o funciones sin permiso,
exceptuándose los títulos literarios, científicos o humanitarios
e. Por ayudar en contra de la nación a un extranjero o a cualquier gobierno
extranjero en cualquier reclamación diplomática o ante un tribunal
internacional
f. En los demás casos que fijen las leyes.

SUSPENSIÓN DE LOS DERECHOS DE CIUDADANÍA.

Los derechos del ciudadano serán suspendidos


:
a. Por falta de cumplimiento de las obligaciones impuestas por el artículo
36 Constitucional, esta suspensión durará un año y se impondrán
además las otras penas que señale la Ley
b. Por estar sujeto a un proceso criminal que merezca pena corporal, a
contar desde la fecha del auto de formal prisión
c. Durante la extinción de una pena corporal
d. Por vagancia o ebriedad consuetudinaria, declarada en los términos
previstos por las leyes
e. Por estar prófugo de la justicia, desde que se dicte la orden de
aprehensión hasta que prescriba la acción penal
f. Por sentencia ejecutoria que imponga como pena esa suspensión.

LA NATURALIZACIÓN
Debemos entender al proceso de naturalización como el acto de conceder la
calidad de nacional al extranjero que reúne los requisitos exigidos por la ley y
que de acuerdo con la Ley de Nacionalidad y Naturalización son:

a. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de Relaciones exteriores


carta de naturalización
b. La mujer extranjera que contraiga matrimonio con mexicano y tenga o
establezca domicilio dentro del territorio nacional. En este caso, previa
solicitud en la que se haga constar la renuncia y protesta de Ley, la
Secretaría de relaciones hará la declaración correspondiente, la mujer
extranjera que así adquiriera la nacionalidad la conservará aún cuando
de disolviera el vínculo matrimonial.

Existen dos clases de naturalización la ordinaria y la privilegiada, pudiendo


acogerse a la primera los extranjeros que acrediten, cuando menos dos años
de residencia en el país, siempre que hayan entrado legalmente, cuenten con
buena salud, sean mayores de dieciocho años y renuncien a su nacionalidad.

Pueden naturalizarse por el procedimiento especial, los extranjeros que


establezcan en territorio nacional una empresa, los que tengan hijos legítimos
nacidos en México, los hijos de padre extranjero y madre mexicana que
nacidos en el extranjero residen en México, si al año siguiente de cumplir su
mayoría de edad manifiestan ala Secretaría de Relaciones Exteriores su
voluntad de naturalizarse, los extranjeros nacidos con mujer mexicana por
nacimiento, los colonos que se establezcan en el país de acuerdo a la ley de
colonización, etc. Toda naturalización obtenida fuera de los parámetros de la
Ley será nula y no causará efecto alguno.

Los hijos sujetos a la patria potestad de extranjero que se naturalice Mexicano


serán naturalizados mediante declaratoria de la Secretaría de Relaciones
exteriores si tienen su residencia en territorio nacional y sin perjuicio del
derecho de optar por su nacionalidad de origen.
La adopción no implica el cambio de nacionalidad para el adoptado.

Debemos aceptar que los extranjeros naturalizados no quedan prácticamente


como mexicanos, sino en una situación intermedia entre el mexicano nativo y el
extranjero, en virtud de una serie de limitaciones de sus derechos impuestas
por autoridades recelosas.
LA FAMILIA

"La familia existe siempre que existe el hombre.

La atracción sexual y el amor, origen del vínculo matrimonial, encuentran en la


familia el cauce institucional por el que los individuos se integran en la
sociedad. La procreación, dentro de la estructura familiar, adquiere un carácter
afectivo que hace posible la crianza y el desarrollo intelectual de los seres
humanos.

Lo conocido es que se inicia con una familia claramente patriarcal en el Oriente


Medio, con menos autoridad para el padre de familia en Grecia y Roma, y con
menos aún en los pueblos de América, sin que en ningún pueblo de los
conocidos, el padre deje de ser el jefe de la familia. El matiz del patriarcado
exagerado o disminuido viene dado por la mayor o menor consideración que se
le da la mujer y por tanto, por la mayor o menor importancia que se le da al
matrimonio monogámico.

Esto confirma lo que nos dice la razón: que la familia y el matrimonio son dos
instituciones naturales, en el sentido que se derivan de la naturaleza humana y
por tanto han estado presentes desde que existe el ser humano sobre la tierra
y seguirá existiendo mientras haya individuos que participen de nuestra
naturaleza.

Esta familia histórica primitiva, es muy amplia por que en alguna forma realiza
las funciones que poco más tarde van a realizar las autoridades de la ciudad y
después las autoridades del Estado; porque es con frecuencia en sí misma una
unidad completa de producción agrícola y ganadera; porque necesita
autodefenderse de otros grupos rivales, etc. Se entra en la familia por los
mismos procedimientos que después se usan para entrar a formar parte de la
comunidad política: por nacimiento, por admisión expresa en el grupo o por
matrimonio.

La familia, cedió por tanto, sus funciones políticas a las autoridades


municipales, las cuales fueron sustituyendo paulatinamente algunas de las que
realizaba originalmente. Esto contribuyó a ir reduciendo paulatinamente el
numero de personas integrantes de la familia para dar cada vez más
importancia al parentesco consanguíneo.

Un tipo común de familia doméstica consta de un hombre adulto, de su esposa


y de los hijos no casados. Esta familia "nuclear" no puede ser, sin embargo,
considerada universal, pues no hay sociedad en la que sólo haya familias de
este tipo. Por una parte, muchos hogares cuentan con elementos ajenos a ese
esquema, como abuelos, viudas, huérfanos y madres solteras; por otra parte,
puede haber hijos casados que formen parte de la familia con sus padres, de
tal manera que coexistan en el mismo hogar tres o cuatro generaciones,
cuando los sucesivos matrimonios han tenido lugar a edad temprana. Por
consiguiente, la composición familiar está ampliamente determinada por el
hecho de que un nuevo matrimonio se establezca en un hogar nuevo o
continúe siendo miembro del ya existente, ocupado por los parientes de uno de
los nuevos esposos.
Para designar los diferentes tipos de familia no nuclear se utilizan
denominaciones también diversas. Una familia "vástago" es la generada por la
regla de que solamente un hijo permanezca en el hogar paterno después del
matrimonio; este tipo familiar se da en algunas regiones rurales de Europa y en
Japón, y su función consiste en que exista en el seno del hogar una familia que
pueda sostener a sus padres y a sus hijos, pero no a un grupo mayor, en
consonancia con las posibilidades del medio agrícola en que viven.

Otro tipo de familia es la "extensa", que permite que varios hijos o todos ellos
puedan seguir residiendo en la casa paterna después de contraer matrimonio.
En las sociedades primitivas, la organización familiar predominante es la
denominada "gran familia", grupo parental amplio que habita bajo un mismo
techo, generalmente vinculado por relaciones patrilineales (la herencia se
transmite a través de la línea paterna).

Antecedentes y características de la familia moderna

La proporción cada vez mayor de mujeres que trabajan fuera del hogar ha
hecho que desde muy temprana edad los hijos permanezcan gran parte del
tiempo al cuidado de guarderías u otros familiares. Desde otro ángulo, la laxitud
de las tradicionales normas morales, con la permisividad del aborto, la
generalización del divorcio o de la simple separación de hecho, ha contribuido
también a debilitar la concepción tradicional de la institución familiar. La
doctrina católica, según la cual la familia es una institución de derecho natural,
ha sido puesta reiteradamente en tela de juicio por quienes preconizan un
nuevo tipo de relación familiar.

No obstante, pese a la transformación real y profunda de los esquemas


familiares, la estructura esencial de la familia sigue manteniendo vigencia, por
cuanto constituye, en sus diferentes formas, el fundamento de toda sociedad
humana y es en su seno donde se crean los lazos afectivos imprescindibles
para transmitir la cultura y los valores ideológicos y morales de unas
generaciones a otras.

En el transcurso de los siglos, y según las distintas culturas y civilizaciones, ha


predominado la familia patriarcal, dirigida por el varón más anciano del grupo.
La familia de la Roma clásica era de este tipo, y en ella se distinguían dos
grupos domésticos: el más amplio, la gens, compuesta por diversas ramas
independientes, y la familia en sentido propio. En ella, el padre ejercía un poder
absoluto, aunque limitado en alguna medida según fuera ejercido sobre la
esposa, sobre los hijos -la "patria potestad"-, sobre los esclavos o sobre los
siervos. El derecho germánico distinguía asimismo, entre la familia propiamente
dicha y el círculo familiar más amplio, la estirpe, la pertenencia a la familia
estaba más determinada por la autoridad a que se hallaba sometida que por los
lazos de sangre.

La familia como institución natural

La familia legítima es una sociedad natural, o sea que no es una institución


creada por el hombre ni por el Estado; es anterior a todo el orden jurídico y es
una institución que da razón de ser al Derecho. Estado y Familia son las dos
instituciones naturales necesarias para la ordenada convivencia humana.

A este respecto existen dos corrientes principales, los que piensan que la
familia es el antecedente del estado y los que piensan que el estado y la familia
son dos instituciones naturales, las cuales son independientes entre ellas en
cuanto a su nacimiento.

"La familia se formó con la primera pareja humana y acompañará a la


Humanidad mientras exista."

1. EL PARENTESCO

Tipos y grados de parentesco

Es la relación que existe entre los miembros de una misma Familia.

El matrimonio origina en principio una relación conyugal entre los contrayentes,


una relación de parentesco entre los descendientes y una relación de afinidad
entre los consanguíneos de un cónyuge con el otro.

En el derecho civil mexicano, existen los tres tipos de parentesco tradicionales:

a. Consanguinidad
b. Afinidad
c. Civil

La mayoría de los códigos en nuestro país define correctamente el parentesco


de consanguinidad al establecer que es el que existe entre personas que
descienden del mismo progenitor. Puede medirse en línea recta ascendente o
descendente y en línea colateral. Cada generación forma un grado.

El parentesco por afinidad es el que se establece entre el cónyuge y los


consanguíneos de su cónyuge. Admite los mismos grados y se mide de la
misma forma que el consanguíneo.

El parentesco civil, como lo marcan los Códigos, es el que nace de la adopción


y solo existe entre el adoptante y el adoptado.

2. EL DERECHO DE LOS ALIMENTOS EN LA FAMILIA

"El derecho de alimentos se deriva del parentesco, y su fundamento es el


derecho a la vida que tiene toda persona necesitada. Para que exista este
derecho se deben dar tres requisitos: en primer lugar debe de haber una
necesidad en el acreedor; en segundo lugar una posibilidad en el deudor que
debe darlos, y por último un parentesco entre ambos. De tal forma que si no
existe necesidad, posibilidad o parentesco no puede nacer el derecho de los
alimentos.

La finalidad del derecho de los alimentos es asegurar al pariente necesitado


cuanto precisa para su mantenimiento o subsistencia.

Es un derecho condicional y variable. Es condicional, ya que sólo se debe si


existe y subsiste la necesidad en el acreedor, y si existe y subsiste la
posibilidad del deudor; termina también cuando el deudor alimentista deja de
estar en posibilidad de proveer alimentos.
El obligado a dar alimentos cumple la obligación asignado una pensión
competente al acreedor alimentario o incorporándolo a la familia.

Es un derecho y una obligación recíproca. O sea, El que los da a su vez tiene


derecho a pedirlos.

Es una obligación personal e intransmisible.


No cabe la compensación.
No caben transacciones.
Requiere de una declaración judicial.
No se extingue por cumplirse si es que subsiste la necesidad.
Las pensiones pasadas caducan.
El derecho de alimentos comprende "la comida, el vestido, la habitación y la
asistencia en casos de enfermedad".
La obligación de dar alimentos termina al acabar la necesidad del acreedor o la
posibilidad del deudor o por conducta indebida del acreedor.

También acaba, en el caso de los hijos, cuando estos cumplen la mayoría de


edad.

4. EL MATRIMONIO

Es el atributo exclusivo de las personas físicas (porque la persona moral no


puede engendrar, estar casada, etc.) el cual define los derechos y obligaciones
que se dan en la familia y en las relaciones de parentesco.

Por el estado civil se determina si una persona es casada o soltera, si tiene


obligación para alimentar a otros, etc. Cuando se produce una ruptura del
vínculo matrimonial por el divorcio, no se puede decir que el estado civil de las
dos personas sea de "divorciados" sino simplemente solteros, por que la
disolución del vínculo matrimonial los ha colocado en aptitud de contraer nuevo
matrimonio.

El estado civil se comprueba con el acta de nacimiento respectiva o bien con la


de matrimonio o con la sentencia de divorcio que termine en vínculo
matrimonial.
Derecho matrimonial

El Derecho de familia, integrado por el conjunto de normas que se ocupa del


matrimonio como fenómeno jurídico e institución en todas sus vertientes. Los
principales asuntos sobre los que trata son: matrimonio —requisitos, forma de
celebración, clases—, derechos y deberes de los cónyuges —respeto, ayuda
mutua, fidelidad, convivencia—, nulidad, separación y disolución del
matrimonio; régimen económico conyugal: normas generales, clases de
regímenes matrimoniales, gestión y administración de los mismos, bienes que
los integran, cargas y obligaciones y disolución.

Matrimonio

Es la unión estable entre hombre y mujer, convenida de acuerdo con la ley,


regulada y ordenada a la creación de una familia. No se trata de una creación
técnica del Derecho, sino de una institución natural que el ordenamiento regula
en interés de la sociedad.
Son caracteres del matrimonio según la concepción corriente en los países
civilizados: a) constituir un vínculo habitual con vocación de permanencia,
dirigido, por su propia finalidad, a la convivencia y colaboración de los
cónyuges en un hogar, formando una familia en cuyo seno nacerán y se criarán
los hijos si los hubiere, y b) resultar de un acto jurídico bilateral celebrado en un
concreto momento: la boda. Este acto se halla regulado, con carácter solemne,
por la ley como creador exclusivo del vínculo reconocido por el Estado.

Hay en la disciplina del matrimonio, muy influida por el aporte del cristianismo
a la cultura jurídica, un doble aspecto: el de la celebración como acto
(intercambio de consentimientos en forma legal) por causa del cual nace el
estado de cónyuge; y el del estado civil creado, situación de duración indefinida
producida por la manifestación de tal voluntad.

El modelo actual de matrimonio, en el cual el vínculo procede de un acuerdo de


voluntades, no puede disolverse sin causa legal establecida por vía judicial.

A fin de acreditar que reúnen las condiciones para el matrimonio los


contrayentes deben instar ante el juzgado u autoridad eclesiástica reconocida,
en los sistemas en que se aceptan varias formas de celebración con eficacia
civil, con jurisdicción a este efecto, la formación del expediente que proceda, en
el curso del cual se publica su intención de casarse.

El matrimonio civil se autoriza por el juez encargado del Registro civil del
domicilio de cualquiera de los contrayentes, o por el alcalde en presencia de
dos testigos mayores de edad.

Lo fundamental de la celebración del matrimonio es la manifestación del


recíproco consentimiento de los contrayentes. Dicha manifestación puede
hacerse por medio de un representante (matrimonio 'por poder') pero siempre
que el poder se otorgue para contraer con persona concreta, de modo que el
representante se limita a ser portavoz de una voluntad ajena plenamente
formada.

Se considera nulo, cualquiera que sea la forma de su celebración, el


matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial, expresión con la que se
alude al matrimonio simulado por acuerdo de ambas partes: por ejemplo, para
adquirir la nacionalidad por concesión o un derecho arrendatario, o para rebajar
el impuesto sucesorio. También son nulos los matrimonios que se celebren
entre personas para las que existe impedimento no dispensable.

Aunque el matrimonio produce efectos civiles desde su celebración, sin


embargo para el pleno reconocimiento de los mismos será necesaria su
inscripción en el Registro civil, sea la practicada por el juez en el propio libro al
autorizar el matrimonio, sea transcribiendo un documento intermedio: el acta o
certificación correspondiente.

Se considera como matrimonio el contrato entre un hombre y una mujer por el


que los hijos que ésta tenga son reconocidos como la descendencia legítima de
la pareja. Esta definición, aun siendo sumamente general, tiene, sin embargo,
algunas excepciones dictadas por consideraciones antropológicas, históricas,
legales, etc. El matrimonio es un fenómeno social que se ha dado
prácticamente en todas las culturas y en todas las épocas históricas conocidas.
Su explicación concierne primordialmente a la antropología cultural, pues
incluso en la época contemporánea sus modalidades, sus interpretaciones y su
relevancia en el cuerpo social son múltiples.

El matrimonio es un fenómeno que siempre se halla vinculado a una cultura


determinada. Aunque a lo largo de la historia ha adoptado formas muy
diversas, en las sociedades modernas predomina una determinada modalidad,
caracterizada por la unión de una pareja formada por libre elección, tendente a
ser estable, cerrada, reconocida y protegida legalmente.

En todas sus formas, podemos identificar en el matrimonio diversos


componentes: su formación o constitución, su relación con el tabú del incesto y
con las reglas exogámicas, su carácter monogámico o poligámico, la relación
entre patrimonio y propiedad de bienes, la consideración del adulterio, la
legitimación de los hijos y la disolución del vínculo matrimonial.

En prácticamente todas las sociedades, el establecimiento del vínculo


matrimonial adopta la forma de un acuerdo de convivencia, sancionado por la
comunidad, según el cual la pareja se obliga a respetar determinados derechos
y a cumplir con diversos deberes. En algunas sociedades, el acuerdo
matrimonial obliga no sólo a la pareja, sino a la familia en sentido amplio.

En las sociedades en las que a los individuos -especialmente a la mujer- se le


reconoce la posibilidad de elegir libremente a su pareja, el matrimonio va
precedido de diversas actividades de cortejo, cuyas normas no escritas se
respetan escrupulosamente. Sin embargo, esta libertad individual no ha sido
reconocida en todas las épocas. En la península indostánica y en algunos
países del cercano oriente los matrimonios se conciertan entre las familias
durante la infancia y es frecuente que los novios se conozcan el día de la boda.

En todas las culturas, este día se considera como una fiesta importante, cuya
celebración acarrea gastos considerables. Suele incluir alguna ceremonia
especial, de carácter religioso o civil, que señala el cambio de estado legal de
los contrayentes.

Elementos del matrimonio

Para que exista el matrimonio se necesita en primer lugar un hombre y una


mujer o sean unos sujetos. Todos los hombres tienen derecho a contraer
matrimonio y son capaces de contraerlo desde el punto de vista natural desde
que han pasado la pubertad y tienen discernimiento suficiente para contraerlo.
La voluntad de los contrayentes que forma el consentimiento matrimonial debe
estar exenta de vicios.

Los sujetos son todos los hombres y mujeres desde el momento que pueden
engendrar hijos, lo cual es posible desde la pubertad

El consentimiento. El matrimonio solo puede ser formado por la libre voluntad


de los contrayentes. Es de derecho natural el derecho al matrimonio y el
derecho a elegir libremente al cónyuge.

Si no se cumple con estos requisitos no podrá celebrarse el matrimonio y si por


alguna razón no se realiza, será nulo ya que eran impedimentos para su
celebración.

5. EL DIVORCIO
Antecedentes históricos y fundamentación

El divorcio fue introducido en la legislación civil mexicana, por decreto de 29 de


diciembre de 1914 publicado el 2 de enero de 1915 en El Constitucionalista,
periódico oficial de la federación que se editaba en Veracruz, sede entonces
del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. En ese decreto, se modificó la
fracción IX del Art. 23 de la Ley de 14 de diciembre de 1874 reglamentaria de
las adiciones y reformas de la Constitución Federal decretadas el 25 de
diciembre de 1873.

El divorcio remedio se extiende a hipótesis de abandono de hogar, de malos


tratos o de otros semejantes, en los cuales ya no es una falta grave la que está
originando o causando el divorcio, sino son situaciones más o menos
permanentes, que han vuelto difícil la vida conyugal o han disuelto de hecho la
comunidad de vida armoniosa y feliz que debía existir en todo matrimonio.

El divorcio por mutuo consentimiento es uno de los principios de la doctrina


liberal, basada en las tésis de los enciclopedistas del siglo xviii. Estos
pensadores en su prurito laicista, de rescatar, según decían, para el Estado y
para la sociedad todas las instituciones que la Iglesia Católica había absorbido
dentro de su jurisdicción eclesiástica, afirmaban que el matrimonio no es más
que un contrato civil y que por tanto siendo un contrato civil, puede terminarse
por voluntad de quienes lo contrajeron.

Al divorcio por mutuo consentimiento, se le ha llamado también divorcio


capricho, ya que no es necesario exponer cuál es la causa o razón del divorcio
sino única y exclusivamente la voluntad, el capricho de los cónyuges, que no
quieren seguir manteniendo la vida común.

La evolución, puede continuar hacia el repudio, o sea el divorcio unilateral en el


cual una de las partes puede pedir el divorcio sin que la otra se entere.

Nuestra sociedad moderna sólo debe comprobar que el matrimonio ha


fracasado para declararlo disuelto, y esa prueba no requiere que sean ambos
cónyuges quienes lo acepten (divorcio por mutuo consentimiento), basta que
uno solo manifieste que la armonía se ha roto.

Nuestro país como ya hemos indicado, no siguió el proceso histórico que ha


sido frecuente en otras naciones. Entró de lleno, con sorpresa, sin previo aviso,
en una legislación plenamente divorcista que admitió de golpe el divorcio
sanción, el divorcio remedio y el divorcio por mutuo consentimiento. Nuestra
legislación divorcista fue desde el primer momento especialmente amplia y
liberal para las causas de divorcio.

Podemos dividir los diferentes divorcios que admite la legislación civil mexicana
según diversos criterios; desde el punto de vista de la autoridad ante la cual se
tramitan, puede haber divorcio judicial o divorcio administrativo; desde el punto
de vista de las causas que lo originan, puede haber divorcio necesario o
divorcio voluntario. Como el divorcio administrativo siempre es voluntario, éste
podemos a su vez subdividirlo en judicial y administrativo, siendo siempre
judicial el necesario.

El domicilio de ambos durante el proceso, pues desde la presentación de la


demanda, no quedan obligados a vivir juntos;
La forma en que cubrirán la pensión alimenticia a uno de ellos, si procede.

La administración de la sociedad conyugal y su liquidación si llega a obtenerse


el divorcio.

Si no hay acuerdo sobre todos estos puntos, no procede el divorcio voluntario.


Este tipo de divorcio, llamado también divorcio sin causa, pues ninguna debe
aducirse para solicitarlo, no puede pedirse sino transcurrido un año de
celebrado el matrimonio. Curiosa disposición, pues todos los argumentos
dados para la aceptación del divorcio pueden operar tanto en el primer año del
matrimonio como en los subsecuentes.

6. LA FILIACIÓN

La filiación es una situación jurídica que se deriva de¡ hecho natural de la


procreación. No coincide, y en ocasiones es hasta deseable que no coincida, la
filiación biológica con la filiación jurídica; conforme a la primera, todo ser
humano tiene padre y madre, aunque no se sepa quiénes son. La filiación
biológica puede definirse como el vínculo que liga al generado con sus
generantes y tiene importantes manifestaciones en los caracteres hereditarios.

Para el Derecho la filiación es más bien el vínculo o relación jurídica que existe
entre dos personas a las cuales la ley atribuye el carácter de procreante y
procreado.

Claro está que la filiación jurídica debe basarse en la filiación biológica, y tomar
de ella las presunciones e indicios para establecer esa peculiar relación de
filiación, pero en ocasiones la misma biología no puede establecer con certeza
la relación biológica de filiación.

Conforme a la naturaleza, no hay hijos sin padre y madre; conforme al Derecho


puede haber hijos sin padre ni madre, ya sea porque se desconozcan o porque
sabiéndose su identidad, no se hayan llenado las formalidades o cumplido los
requisitos para que nazca la relación jurídica de filiación.

Aún cuando biológicamente la filiación y los caracteres hereditarios se reciben


de todos los ascendientes, para el Derecho, la filiación se concreta solamente a
la relación del hijo con su padre y su madre y por tanto se reduce a paternidad
y maternidad, y a través de ellos con los demás ascendientes.
Por la misma naturaleza, la maternidad se establece por el hecho del parto y
por la identidad del producto. Se es hijo de la madre si se prueba el parto y que
la persona que alega esa filiación maternal es el producto de aquél parto.
La incertidumbre de la paternidad no es biológica sino social pues sólo una
célula masculina puede engendrar al producto en la madre. Esa incertidumbre
la despeja el derecho por medio de presunciones, que si bien se basan en
elementos biológicos, hacen otro tipo de atribuciones basadas en la integridad
de la familia, la paz social, etc., que rebasan el campo biológico y en ocasiones
de hecho lo contradicen.

6. LA ADOPCIÓN
Es este un instituto novedoso dentro de nuestro derecho civil, pues ni el Código
de 1870 ni el de 1884 la consideraron dentro de sus disposiciones. Fue el
Código vigente de 1928 el que restituyó el viejo instituto de la adopción.

En virtud de la adopción se crea una relación de filiación legal entre adoptante


y adoptado, sin ningún fundamento biológico. Es más, si este existiera, la
adopción no procedería, pues nadie puede adoptar a su propio hijo.
La finalidad de la adopción es proteger la persona y bienes del adoptado por lo
cual sólo debe autorizarse cuando beneficie a éste y no sólo por satisfacer
deseos del adoptante. Lo primordial en la adopción es el interés del adoptado.

Podemos dividir en dos grandes grupos a las legislaciones que admiten la


adopción:

1. Aquellas en que el adoptado queda desvinculado de sus parientes


consanguíneos. En ellas, la adopción rompe el parentesco anterior si es que
existía, o impide que nazca cuando no lo había, prohibiendo cualquier acción
que pretenda investigar la paternidad o la maternidad del adoptado tanto por
parte de éste como de sus presuntos padres y ordenando la destrucción previa
a la adopción de cualquier indicio (actas de nacimiento o cualquier otro escrito)
que pueda establecer en el futuro la filiación biológica.

Sólo si la adopción terminara, se permitiría investigar la paternidad o la


maternidad.
Este sistema mira más bien al interés del adoptante, que desea verse libre en
el futuro de cualquier interferencia producida por los padres o parientes
consanguíneos, e impide al propio adoptado llegar a identificar a su familia de
sangre.

2. Aquellos en que el adoptado conserva sus parientes consanguíneos, aunque


la filiación adoptiva, mientras exista, se ejerce con preferencia a aquella. La
patria potestad de los consanguíneos queda en suspenso y volverá a ejercerse
si la adopción termina en la minoría de edad del adoptado. También subsisten
todas las demás obligaciones y derechos de los parientes consanguíneos, bien
que subsidiarias a las del adoptante.

Este sistema mira más a los intereses del adoptado, el cual queda protegido en
caso de que termine la adopción, puede ser alimentado por sus consanguíneos
y llegar a heredarlos, pero a su vez, puede llegar a tener obligaciones en
relación con ellos, que indirectamente cargarán quizá sobre el adoptante. El
adoptado conoce o puede llegar a saber quiénes son sus padres.

Este segundo sistema es el que acepta nuestro código según el cual "los
derechos y obligaciones que resultan del parentesco natural, no se extinguen
por la adopción, excepto la patria potestad que será transferida al adoptante"

Es difícil llegar a compaginar los diversos intereses que se entrecruzan en el


acto de la adopción, pues se encuentran padre o madre natural, adoptante y
adoptado. El adoptante casi siempre deseará terminar con la filiación natural
para que ésta no interfiera en la nueva filiación adoptiva, pues en otra forma no
hace la adopción, lo cual en último término es en perjuicio de¡ adoptado. El
conservar vivo el parentesco natural puede prestarse a chantajes o abusos por
parte de los padres sin escrúpulos contra el adoptante, lo cual retrae a éste de
llevar adelante la adopción. El hijo adoptivo también puede sufrir perjuicios al
quedar totalmente en manos del adoptante que quizá con el tiempo se
arrepienta de la adopción.

7. EL CONCUBINATO

La unión libre niega el derecho de los hijos al hogar y supone. la total


desmoralización de las costumbres al destruir a la familia; no creo. en
conclusión, que la unión libre constituya la unión del futuro, pues sería contraria
al progreso y a la marcha incesante de la humanidad hacia un ideal de justicia
y de libertad.

Se insiste por tanto en la inmoralidad y como consecuencia, en la ilicitud del


concubinato. Este va contra las buenas costumbres y constituye siempre una
falta consigo mismo (egoísmo que no desea comprometerse) con la otra parte
(perdida de la honra) para con los hijos (se viola su derecho, inherente a toda
persona humana, a venir al mundo y ser educados en una familia) y con la
sociedad (mal ejemplo que todos debemos evitar). La moral que nunca puede
ser ajena al derecho, reprueba claramente el concubinato, y lo considera como
una circunstancia agravante de la simple fornicación, siempre ¡lícita fuera del
matrimonio. Hay sin embargo, un punto que conviene destacar, cuando se
habla del aspecto moral del concubinato.

Por otra parte, el reconocimiento por parte del derecho va en contra de la


voluntad de los mismos concubinas, los cuales precisamente desean que su
unión no sea reconocida. Al menos en los concubinatos establecidos entre
personas que no tienen entre sí impedimentos matrimoniales, algunos autores
han llegado a afirmar la existencia de un verdadero pacto de concubinato, que
da origen a un estado de concubina, pues no hacen lo que podrían legalmente
hacer. Se mantienen por propia voluntad fuera de la ley.

El concubinato se nos presenta siempre como la situación de hecho en que se


encuentran un hombre y una mujer, que sin estar casados, hacen vida marital.

El concubinato requiere de estabilidad y permanencia, con lo cual se diferencia


de las uniones sexuales pasajeras o esporádicas (no hay estabilidad) o de
aquellas relaciones sexuales habituales, pero que no van acompañadas de
cohabitación (no hay permanencia).

Son cuatro por tanto los elementos del concubinato:


1. situación de hecho extramatrimonial;
2. relaciones sexuales;
3. comunidad de habitación;
4. cierta duración de esa unión.

Nuestra ley agrega además otros elementos necesarios para que esa unión de
hecho pueda producir efectos como concubinato. En el Art. 1635 se encuentran
esos elementos y así, podemos decir que para nuestro código el concubinato
es la unión que reúne los siguientes elementos:

1) Unión de hombre y mujer para hacer vida semejante a la de los cónyuges.


No hay por tanto concubinatos entre personas del mismo sexo. La ley habla,
siempre que es el caso, de concubina y concubinario.
2) Unión de hecho entre personas no casadas, ni entre sí ni con otra persona -
ninguna de ellas. Si estuvieran casados entre sí sería matrimonio, y si
cualquiera de ellos lo fuera con otro, sería adulterio. El concubinato no es una
unión adulterina según lo requiere expresado por la ley al indicar que "ambos
hayan permanecido libres de matrimonio durante el concubinato".

3) Unión estable, que haya durado al menos cinco años o que hubiera
provocado el nacimiento de dos hijos por lo menos. Esos hijos deben ser
producto del concubinato, pues si alguno de los nacidos es declarado hijo de
otro o es reconocido válidamente por otro, no se configura el concubinato.

4) Unión permanente, o sea cohabitando a la manera de cónyuges, no a ratos


o por temporadas, de tal forma que pueda decirse, por ejemplo, que ha existido
un domicilio común de los concubinas.

5) Unión de personas que no tengan entre sí un impedimento matrimonial


natural. Aunque la ley no indica nada al respecto, nos parece que este requisito
está de acuerdo a la finalidad que el legislador busca al dar efectos legales a
estas uniones de hecho. Puede darse el caso que hagan vida marital dos
personas que tengan entre sí un impedimento dispensable. En este caso,
aunque los impedimentos matrimoniales son de interés público, y no un
capricho deL legislador, puede ser más importante la protección de los hijos o
aún del otro concubina que en ocasiones por ignorancia o por miseria, no han
reparado en este tipo de impedimentos y han vivido su unión de hecho sin
saberlos o sin darles la importancia que la ley quiso darles.

6) Unión de un solo concubinario con una sola concubina', pues si existieran


varios, no hay concubinato (Art. 1635, in fine). Esto no quiere decir que los
concubinos tienen obligación de fidelidad., ni que el concubinato es monógamo,
sino que cuando existan varias uniones de hecho simultáneas, ninguna es
legalmente concubinato.

Los efectos del concubinato en el derecho civil mexicano

El concubinato produce:
a. Un derecho a la sucesión legítima.
b. Una pensión alimenticia post-mortem a favor del sobreviviente
necesitado.
c. Una presunción de filiación.
d. Una pensión alimenticia entre vivos mientras subsista el
concubinato.
e. La terminación de las pensiones de alimentos decretadas a favor
de los divorciados.
PATRIA POTESTAD

Institución que atribuye un conjunto de facultades y derechos a los


ascendientes a fin de que puedan cumplir con las obligaciones que tienen para
con sus descendientes.

Es una institución que tiene su base u origen en la filiación, en la relación


padres-hijos, ascendiente-descendiente.

El código civil no define este concepto, simplemente establece que los hijos
menores de edad están sujetos a ella mientras exista algún ascendiente que
deba ejercerla y que su ejercicio recae sobre la persona y los bienes de los
hijos

Tratándose de hijos habidos en matrimonio el ejercicio de la patria potestad


recae en primer lugar en el padre y la madre, a falta de ellos en los abuelos
paternos y a falta de estos últimos en los abuelos maternos.

El código civil establece que los hijos, independientemente de su edad, estado


y condición, deben honrar y respetar a sus padres y ascendientes) Estando
sujetos a la patria potestad no pueden abandonar la casa de quienes la ejercen
sin su autorización o decreto'' de autoridad competente tampoco pueden
comparecer en juicio o contraer obligaciones sin el consentimiento de quien
tenga el ejercicio de la patria potestad o, en su caso, del juez

Las personas que ejercen esta potestad tienen obligación de ''educar


convenientemente'' al menor sujeto a ella y de observar una conducta que le
sirva de buen ejemplo; y tienen la facultad de corregirlos cuando sea necesario

Estas obligaciones y facultades son limitadas, ya que no implican el maltrato de


menores sea éste físico o mental. Los Consejos Locales de Tutela, el Ministerio
Público y el Juez de lo Familiar, en su caso, pueden vigilar el exacto
cumplimiento de las obligaciones y el ejercicio de facultades derivados de la
patria potestad. También pueden ser auxiliares del ejercicio de la patria
potestad mediante el uso de amonestaciones y correctivos.

Aquellos que ejercen la patria potestad son representantes y administradores


legales de los que están bajo de ella cuando sean dos personas las que la
ejerzan, el administrador sería nombrado de común acuerdo

En relación a los efectos de esta institución con respecto a los bienes del
menor es necesario distinguir aquellos que adquiere por su trabajo y aquellos
que obtiene por cualquier otro título, ya que estos varían en uno y otro caso:
tratándose de bienes adquiridos por el trabajo del menor a él pertenecen tanto
la propiedad, como la administración y el usufructo de los mismos, tratándose
de bienes obtenidos por cualquier otro título la propiedad de los mismos y la
mitad del usufructo pertenecen al menor, la administración y la otra mitad del
usufructo pertenecen a quien ejerza la patria potestad, excepto si se trata de
bienes adquiridos por herencia, legado o donación y el testador o donante
dispusieron que el usufructo pertenezca exclusivamente al menor o que sea
destinado a otro fin

El ejercicio de la patria potestad y de los derechos y facultades que le son


inherentes no implica que quienes la ejercen puedan enajenar o gravar los
bienes muebles o inmuebles del menor sujeto a ellos a menos que sea
absolutamente necesario y previa autorización judicial. Tampoco pueden
celebrar contratos de arrendamiento por más de cinco años; ni recibir renta
anticipada por más de dos años, ni hacer donaciones de los bienes del menor o
hacer remisión de sus derechos o dar fianza en representación de ellos, ni
vender a menor valor del cotizado en la plaza el día de la venta, valores
comerciales, industriales,. títulos acciones, frutos y ganados

LA PATRIA POTESTAD PUEDE TERMINARSE, PERDERSE,


SUSPENDERSE O EXCUSARSE.

Termina en tres casos:

a. Con la muerte de los que deben ejercerla;


b. Con la emancipación del menor derivada del matrimonio, y
c. Con la mayoría de edad de quien está sujeto a ella

El ejercicio de la patria potestad se pierde: cuando el que la ejerce es


condenado expresamente a esa pérdida, cuando es condenado dos o más
veces por delitos graves; el cónyuge culpable en los casos de divorcio; por los
malos tratos del menor y abandono de los deberes de quien la ejerce, y por la
exposición que el padre o la madre hicieren de sus hijos

Se suspende porque el que la ejerce sea declarado judicialmente incapaz o


ausente o por una sentencia que expresamente la suspenda
TUTELA

La palabra tutela deriva de la voz latina tueor, que significa defender, proteger.
Tutelar por lo tanto significa, cuidar, proteger y ésta es cabalmente una de las
misiones más importantes que debe cumplir el tutor: proteger los intereses del
pupilo, tanto personales como patrimoniales. Así, se puede decir que el papel
del tutor es el proteger la persona del incapaz, procurando siempre su
rehabilitación y su bienestar; y administrar el patrimonio del mismo de manera
que rinda al máximo de sus beneficios siempre en provecho del pupilo.

Rafael De Pina en su libro titulado Derecho Civil Mexicano, Tomo I, ha definido


a la tutela de la siguiente manera:

La tutela es una institución supletoria de la patria potestad,


mediante la cual se provee a la representación, a la protección, a
la asistencia, al complemento de los que no son suficientes para
gobernar su persona y derechos por sí mismos, para regir, en fin,
su actividad jurídica.

La tutela es la institución necesaria y paralela de la incapacidad de ejercicio de


los mayores de edad y en este aspecto, cumple la misión de representar al
incapaz actuando en su nombre.

Con respecto de los menores de edad, la tutela es una institución subsidiaria


de la patria potestad pues sólo se provee de tutor al menor de edad que carece
de ascendientes o que, teniéndolos no pueden cumplir con la patria potestad.

Además el citado numeral de manera expresa señala que en la tutela se


cuidará preferentemente de la persona de los incapacitados.

SUJETOS PASIVOS DE LA TUTELA.

Siendo la tutela una institución que tiene por objeto la representación y


asistencia de los incapacitados mayores de edad, y de los menores de edad no
sujetos a patria potestad, se determina que los sujetos pasivos de la tutela son
los incapacitados en general.

En derecho toda persona es capaz, excepto aquélla que específicamente


señala la ley como incapaz. La capacidad es la regla, la incapacidad, la
excepción.

La determinación de quienes se encuentran sujetos a tutela requiere de una


fijación expresa. Así la ley señala limitativamente quiénes tienen incapacidad:

I. Los menores de edad;


II. Los mayores de edad, con incapacidad o discapacidad originada
por enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico,
psicológico o sensorial que les impida gobernarse por sí mismos o
no puedan manifestar su voluntad por algún medio;
III. Los sordomudos que no saben leer ni escribir;
IV. Los ebrios consuetudinarios y los que habitualmente hacen uso
inmoderado de drogas enervantes.
La incapacidad por minoría de edad no requiere más que la prueba de la
misma ante la Autoridad Judicial. Una prueba fehaciente es el acta de
nacimiento expedida por el Registro Civil; a falta de la misma, la prueba se
obtendrá por el examen personal del menor de edad, por información de
testigos, con o sin asistencia del Ministerio Público. Cuando se tiene acta que
acredite la edad se hará de inmediato declaración de minoridad. Cuando falte
el acta, será necesaria una audiencia la cual se celebrará dentro de los tres
días siguientes a la petición de declaración de minoridad, a dicha audiencia
concurrirá el menor si fuere posible y el Ministerio Público. En ella, con o sin la
asistencia de éste, y por las certificaciones del registro civil si hasta este
momento se presentaron; por el aspecto del menor y a falta de aquellas o de la
presencia de éste, por medio de información de testigos, se hará o denegará la
declaración correspondiente.

El menor de edad que fuere demente, idiota, imbécil, sordomudo, ebrio


consuetudinario o que habitualmente abuse de las drogas enervantes, estará
sujeto a la tutela de menores, mientras no llegue a la mayoría de edad. Si al
cumplirse ésta continuare el impedimento, el incapaz se sujetará a nueva
tutela, previo juicio de interdicción, en el cual serán oídos el tutor y el curador
anteriores. Esta interdicción no cesará sino por muerte del incapacitado o por
sentencia definitiva que se pronuncie en el juicio correspondiente.

CLASES DE TUTELA

I) TUTELA TESTAMENTARIA.

Es aquella que se confiere por testamento por las personas autorizadas por la
ley.

Definición Legal: Derecho que la ley le confiere al ascendiente que sobreviva,


de los dos que en cada grado deben ejercer la patria potestad de nombrar tutor
en su testamento a aquéllos sobre quienes la ejerza, con inclusión del hijo
póstumo.

La debe desempeñar la persona designada por el último ascendiente de


incapaz, designación que debe contenerse en el testamento; sin embargo, si
quien está ejerciendo la patria potestad muere, aun cuando haya ascendientes
de grado ulterior, si ha designado tutor en el testamento, éste se hará cargo del
menor, es decir, el nombramiento de tutor testamentario excluye del ejercicio
de la patria potestad a los ascendientes de ulteriores grados.

De igual manera, quien deja en su testamento bienes a un menor, que no esté


bajo la patria potestad, puede nombrarle tutor para la administración de esos
bienes, su misión consiste únicamente en administrar los bienes que se dejaron
por herencia o legado a un incapaz.

También están facultados para nombrar tutor testamentario: el padre que


ejerza la tutela de un hijo sujeto a interdicción si la madre ha fallecido o no
puede ejercerla legalmente; la madre del interdicto en igual caso, es decir, si el
padre ha fallecido o no puede ejercerla legalmente, y el adoptante que ejerza la
patria potestad de su hijo adoptivo.
Esta especie de tutela existe sólo para los menores de edad, salvo el caso del
padre o de la madre que ejerzan la tutela legítima de su hijo sujeto a
interdicción por incapacidad intelectual, pueden nombrarle tutor testamentario.

II) TUTELA LEGITIMA

Es la que tiene lugar cuando no existe tutor testamentario o cuando los padres
pierden el ejercicio de la patria potestad, a cargo de personas señaladas
directamente en la ley.

Ha lugar a tutela legítima:


I. Cuando no hay quien ejerza la patria potestad, ni tutor
testamentario;
II. Cuando deba nombrarse tutor por causa de divorcio.

La ley la regula en tres formas determinadas por el sujeto pasivo de la misma.


Estas tres especies son:

a) Tutela Legítima de Menores que tienen Familiares.

Cuando los menores quedan sin quien ejerza sobre ellos la patria potestad y
los que la ejercían no designaron tutor testamentario, la tutela corresponderá a
los parientes del menor en el siguiente orden:
I. A los hermanos, prefiriéndose a los que lo sean por ambas líneas,
es decir a los hermanos carnales; y
II. Por falta o incapacidad de los hermanos, a los demás colaterales
dentro del cuarto grado inclusive.

Si hubiere varios parientes del mismo grado, el juez elegirá entre ellos a quien
le parezca más apto para el cargo; pero si el menor ya ha cumplido dieciséis
años, él mismo podrá hacer la elección.

Al igual que en el caso de la falta temporal del tutor testamentario, cuando falta
el tutor legítimo, el juez proveerá de un tutor interino.

b) Tutela Legítima de los Mayores Incapacitados.


Tratándose de la tutela de dementes, idiotas, imbéciles, sordomudos, ebrios y
de los que habitualmente abusan de las drogas enervantes, se ejercerá de la
manera siguiente: El marido es tutor legítimo y forzoso de su mujer, y ésta lo
es de su marido; los hijos mayores de edad son tutores de su padre o madre
viudos. Cuando haya dos o más hijos, será preferido el que viva en compañía
del padre o de la madre; y siendo varios los que estén en el mismo caso, el
juez elegirá al que le parezca más apto.

Los padres son de derecho tutores de sus hijos, solteros o viudos, cuando ellos
no tengan hijos que puedan desempeñar la tutela. Si viven juntos, ambos
ejercerán la tutela, si viven separados, de común acuerdo decidirán quien de
ellos cuidará al incapacitado, y quien administrará sus bienes, pero siempre
consultará al otro y requerirá su consentimiento expreso para los actos más
importantes de la administración. A falta o por imposibilidad de uno de los
padres, el otro continuará en el desempeño de la tutela.

A falta de tutor testamentario y de persona que, de acuerdo con lo dispuesto


por el Código Civil, deba desempeñar la tutela, serán llamados a ella
sucesivamente: los abuelos maternos y paternos, los hermanos del
incapacitado y los colaterales dentro del cuarto grado inclusive; y si hubiere
varios parientes del mismo grado, el juez elegirá entre ellos al que le parezca
más apto para el cargo; pero si el menor hubiere cumplido dieciséis años, el
hará la elección.

El tutor del incapacitado que tenga hijos menores bajo su patria potestad, será
también tutor de ellos, si no hay otro ascendiente a quien la ley llame al
ejercicio de aquel derecho.

c) Tutela Legítima de los Menores abandonados.


Cuando los menores abandonados por sus parientes han sido acogidos por
alguna persona, ésta será considerada tutor legítimo del menor, y quien tendrá
las obligaciones, facultades y restricciones establecidas para los demás
tutores.

En caso de que los menores hayan sido acogidos por algún establecimiento de
beneficencia, el director del mismo desempeñará la tutela de éstos, con arreglo
a las leyes y a lo que prevengan los estatutos del establecimiento en cuestión.
En el caso del artículo anterior, no es necesario el discernimiento del cargo.

III) TUTELA DATIVA.

Es aquella que surge a falta de tutela testamentaria y de tutela legítima, y la


que corresponde a los menores emancipados para casos judiciales.
Es decir, esta especie de tutela tiene lugar:

I. Cuando no hay tutor testamentario ni persona a quien conforme a


la ley corresponda la tutela legítima;
II. Cuando el tutor testamentario esté impedido temporalmente de
ejercer su cargo.

La tutela para asuntos judiciales del menor de edad emancipado siempre será
dativa.

El tutor dativo será designado por el menor si ha cumplido dieciséis años. El


Juez confirmará la designación si no tiene justa causa para reprobarla.. Si no
se aprueba el nombramiento echo por el menor o si éste no ha cumplido
dieciséis años aún, el nombramiento de tutor lo hará el juez de entre las
personas que figuren en la lista formada cada año por el Consejo Local de
Tutelas, oyendo al Ministerio Público, quien debe cuidar de que quede
comprobada la honorabilidad de la persona elegida para tutor, el juez nombrará
tutor conforme a lo dispuesto en el artículo siguiente

También tiene lugar la tutela dativa para los asuntos judiciales del menor de
edad emancipado y para los menores de edad que no están sujetos a patria
potestad ni a tutela testamentaria o legítima, cuando carecen de bienes,
teniendo en este caso por objeto que el menor reciba debida educación. Este
tutor debe ser nombrado a petición del Consejo Local de Tutelas, del Ministerio
Público, del mismo menor, y aún de oficio por el juez.

La tutela dativa puede desempeñarse, en el caso antes, indicado por:


I. El Presidente Municipal del domicilio del menor;
II. Los demás regidores del Ayuntamiento;
III. Las personas que desempeñen la autoridad administrativa en los
lugares en donde no hubiere Ayuntamiento;
IV. Los profesores oficiales de instrucción primaria, secundaria o
profesional, del lugar donde vive el menor;
V. Los miembros de las juntas de beneficencia pública o privada que
disfruten sueldo del Erario;
VI. Los directores de establecimientos de beneficencia pública.

Esto es, mientras duran en sus respectivos cargos.

IV) TUTELA DE ADMINISTRACIÓN.

El que sin ejercer la patria potestad e independientemente de quien la ejerza,


por algún acto, donación o cualquier otro de liberalidad, dé bienes a un incapaz
o constituya a su favor, el usufructo de los mismos, podrá designar y
encomendar su administración a un tutor. Dicha tutela de administración se
podrá encomendar, a una persona física o como a una persona moral. El tutor
representará al incapacitado en juicio o fuera de él, respecto de los bienes que
administre.

El acto de liberalidad y la designación de tutor se hará en forma simultánea y


deberá de otorgarse en escritura pública o en la disposición testamentaria que
consagre la liberalidad.

El tutor de administración siempre tendrá la obligación de garantizar su manejo,


excepto si quien lo designó tutor lo libera de dicha obligación; dicho cargo
podrá ser revocado libremente por quien lo otorgue, designado otro tutor,
durante la minoría de edad o subsista la incapacidad de la persona sujeta a
tutela.
El tutor debe de entregar los bienes al menor cuando éste llegue a su mayoría
de edad o cuando cese la incapacidad.

EXTINCIÓN DE LA TUTELA.
La tutela se extingue:

I. Por la muerte del pupilo o porque desaparezca su incapacidad;


II. Cuando el incapacitado, sujeto a tutela entre a la patria potestad por
reconocimiento o por adopción;
III. Por maltrato inferido a los menores o incapacitados. Para el caso de la
última fracción, los jueces tienen facultad de tomar las medidas
necesarias para impedir que el pupilo sea maltratado por el tutor. Tales
medidas se tomarán a instancia de quien acredite interés legítimo de
parentesco o del Ministerio Público en todo caso.

El tutor, concluida la tutela, está obligado a entregar todos los bienes del
incapacitado y todos los documentos que le pertenezcan, conforme al balance
que se hubiere presentado en la última cuenta aprobada.

La obligación de entregar los bienes no se suspende por estar pendiente la


rendición de cuentas. La entrega debe ser hecha durante el mes siguiente a la
terminación de la tutela, cuando los bienes sean muy cuantiosos o estuvieren
ubicados en diversos lugares, el juez puede fijar un término prudente para su
conclusión, pero, en todo caso, deberá comenzarse en el plazo antes señalado.
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