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Universidad Nacional Andrés Bello

Cursos de Educación General


Expresión oral y escrita

Apuntes de la tercera unidad,

Errores comunes en la expresión escrita: vicios del lenguaje y giros


lingüísticos

Por Jeannette Carmona y Osvaldo Carvajal


Profesores de expresión oral y escrita
Universidad Nacional Andrés Bello
Contenido
Contenido ............................................................................................................................... 2
Introducción ............................................................................................................................ 3
I. Vicios idiomáticos ........................................................................................................... 4
II. Giro idiomático y modismo: ¿es lo mismo? ................................................................... 4
III. Refrán .......................................................................................................................... 5
IV. Chilenismos ................................................................................................................. 5
V. Vicios más frecuentes...................................................................................................... 6
1. Cacofonía ............................................................................................................................ 6
2. Barbarismo ......................................................................................................................... 6
3. Solecismo ........................................................................................................................... 7
4. Pleonasmo........................................................................................................................... 8
5. Metaplasmo ........................................................................................................................ 8
6. Monotonía y pobreza léxica ............................................................................................... 8
7. Ambigüedad ....................................................................................................................... 9
8. Dequeísmo .......................................................................................................................... 9
9. Queísmo ............................................................................................................................ 10
10. Impropiedad .................................................................................................................... 10
11. Neologismo ..................................................................................................................... 10
12. Sonsonete ........................................................................................................................ 11
Introducción

¿Hablamos tan mal los chilenos? La respuesta, por más dolorosa que nos parezca, hay
que aceptarla: sí, a diferencia de otros países latinoamericanos, tenemos una mala dicción y,
en consecuencia, una conversación poco exitosa en variadas situaciones de la vida
cotidiana.

Pero la sola aceptación no nos ayuda mucho, menos la resignación. No hay cabida
para la conformidad si la causa -la razón de fondo- es la notoria falta de lectura. Digo más:
la poca y deficiente lectura.

Más allá de recoger las normas elementales que rigen el idioma que usamos 500
millones de hispanohablantes, estos apuntes pretenden contribuir a una mejor comprensión
y comunicación –tanto en lenguaje oral como en el escrito- entre las personas, sobre todo
de los futuros profesionales.

En este manual no solo se recopilan las deficiencias idiomáticas más frecuentes, sino
también se explica en qué consisten y, evidentemente, se plantea la forma de solucionarlas.

El estudiante podrá, asimismo, conocer y precisar las diferencias entre términos como
modismo, chilenismo y giro idiomático. Así, podrá corregir con propiedad y decir: no, no
es lo mismo…, la forma correcta es…
I. Vicios idiomáticos

No obstante sus valores diferenciales, las expresiones mal dichas, tanto en el plano
oral como en el escrito, se consideran incorrecciones idiomáticas, ya que se alejan de las
normas y reglas de la gramática. Pero cuando estos errores son repetitivos, se les denomina
vicios idiomáticos o del lenguaje.

Una de las reglas de oro para una buena redacción es la claridad. Es ahí donde
producen mayor daño los vicios idiomáticos, pues lo dicho o lo escrito se vuelve obscuro
impidiendo una fácil comprensión del mensaje.

Sobre la claridad, Azorín1 señalaba que “consiste en poner una cosa al lado de la otra
y no una cosa dentro de la otra”. Aunque también –no hay que olvidarlo- cada idea debe ir
enlazada con la que sigue y con la que la precede. Ello nos permitirá hablar y escribir de
manera coherente y cohesionada.

II. Giro idiomático y modismo: ¿es lo mismo?

Si acudimos al lexicón, este nos refiere lo siguiente con relación al vocablo modismo:
“Expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las palabras que
la forman”. Es decir, es una expresión propia de una lengua que no tiene traducción literal
en otra.

En lo que respecta a su noción etimológica, proviene de la palabra Moda e ismo


(práctica).

El giro lingüístico, en tanto, apunta a la estructura de la frase, es la forma en que se


disponen las palabras para expresar un concepto.

Ejemplos de modismos, tenemos varios: “sin arte ni parte” o sin comerla ni beberla”,
“a troche y moche”, “estar como una cuba”. ¿Qué significan? Los dos primeros casos
podrían verse como modismos sinónimos y hacen alusión a alguien que sin tener nada que
ver con un asunto que se está tratando, sufre o paga las consecuencias, o los platos rotos.

Hacer algo “a troche y moche” es hacerlo de cualquier forma, sin orden, sin medida.

Una expresión más fácil de entender es “estar o beber como una cuba”. Se usa para
indicar a alguien que está muy borracho. Su equivalente en inglés sería “drink like a fish”.

1
«Azorín» es el seudónimo de un gran escritor español, cuyo nombre verdadero es José Augusto Trinidad
Martínez Ruiz. Su producción literaria se concentró en el ensayo y la novela, géneros que cultivó de manera
brillante. Incursionó también en el cine y en el teatro, aunque en este último el éxito le fue esquivo.
III. Refrán

El refrán es un dicho de uso común. Pero es su savia, la que marca claramente la


diferencia con el modismo. Los refranes son sutiles, perspicaces, vivos, graciosos y afilados
como punta de lanza, la mayoría de las veces. Poseen un sentido pedagógico, tienden a
enseñar y suelen tener rima.

¿Quién no ha escuchado más de alguna vez "Zapatero, a tus zapatos”?

IV. Chilenismos

Los “chilenismos” constituyen un modo de hablar en Chile, por lo tanto, son


modismos. Son palabras y frases muy ingeniosas, llenas de picardía y dinamismo. Muchas
de ellas cruzan todos los estratos socioeconómicos y llegan a instalarse cómodamente en
más de alguna conversación seria.

Pero cómo surgen, por qué algunos ya no se usan. Debemos recordar que la lengua es
viva y, por tanto, sufre cambios. En el caso de los modismos, las tribus urbanas2 son las
principales creadoras de nuevos vocablos y modismos. Sobre estos últimos hay que estar
informados, ya que cambian de manera vertiginosa.

Es importante señalar que muchos giros constituyen defectos de dicción. Desde no


pronunciar las eses y la letra de en los finales de las palabras hasta la omisión de sílabas.
Lamentablemente, en muchos espacios televisivos –en especial los de entretención- los
conductores no constituyen un buen ejemplo para los jóvenes en cuanto al habla. Parecen
estar convencidos de que hablando en los mismos términos y códigos de los jóvenes van a
estar más cerca de ellos. Nada más alejado de la verdad, pues ante todo, los medios de
comunicación y quienes trabajan en ellos, tienen la misión irrenunciable de informar, ser
objetivos y educar.

Quien suscribe ha tenido la “feliz coincidencia” de escuchar algunos como el


siguiente:

Ej.: Cachái que en la ciudá hay caleta de laoh pá donde ir. Si pó, hay que puro salir.

2
El término “tribus urbanas” fue usado por primera vez por el sociólogo francés Michel Maffesoli, en un
libro llamado "El Tiempo de Las Tribus". Al igual que muchos analistas, este estudioso ve en estos grupos la
incesante búsqueda de la identidad. Son jóvenes con las mismas tendencias, modas, pensamientos, costumbres
y códigos. Y, sí, algo importante las destaca: se oponen a la actitud pasiva del individuo frente a la sociedad
de masas.
Pero si de chilenismos se trata, lean la siguiente frase que nos entrega el sitio web:
www.thisischile.cl.

“Para cachar (entender) el habla chilena hay que avisparse (ser listo) y apechugar al

tiro (enfrentar de inmediato) una jerga que puede ser muy bacán (buena, espectacular)”.

V. Vicios más frecuentes

Conocido ya qué es un vicio idiomático, veamos, a continuación, los más frecuentes


en la expresión, tanto oral como escrita:

1. Cacofonía

De “caco”: malo; y “foné”: sonido. Es un sonido malsonante, no armónico, que se


produce por la repetición o encuentro de palabras o sílabas.

Ej.: Si te tomas el té, te sentirás mejor.

Lo correcto sería: Si tomas té, estarás mejor.

2. Barbarismo

De las varias acepciones que refiere el Diccionario de la Real Academia Española


(DRAE), son dos las que nos interesan:

1. “Incorrección que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear


vocablos impropios”.

2. “Extranjerismo no incorporado totalmente al idioma”.

En el primer caso, muchas de estas incorrecciones son la esencia de otros vicios como
el solecismo, vulgarismo, la impropiedad o la ultracorrección que veremos más adelante.

Ej.: diciocho, puertazo, nadien, ojala, etc.

Lo correcto sería decir: dieciocho, portazo, nadie, ojalá.

Se les llama barbarismos, en el segundo caso, a las voces o giros propios de otros
países. Algunos prefieren llamar a estas palabras “extranjerismos”. Pero, qué hay de malo
en ellos.
El vicio radica en ocuparlos en forma reiterada en un contexto formal. Además, su
uso resulta innecesario, al existir otras expresiones que tienen el mismo significado en
nuestro idioma.

Los barbarismos adoptan diferentes nombres, dependiendo de su origen o


procedencia. Así, encontramos galicismos, anglicismos, italianismos, germanismos, etc.

Ej.: film, mall, coach, gentleman, debut, stock, etc.

Expresiones en nuestro idioma: filme, centro comercial, entrenador, caballero,


estreno, existencia,

3. Solecismo

En este error se atenta contra la Sintaxis, parte de la gramática que nos enseña a
coordinar y unir correctamente las palabras para crear frases, oraciones y conceptos.

Si relacionamos mal los términos, afectamos la sintaxis, pues se atenta contra el


orden, el régimen y la construcción de la propuesta.

La no concordancia entre elementos sintácticos importantes de la oración, como el


sustantivo y el adjetivo o el sujeto y el verbo, también constituye caso de solecismo. La
incongruencia se puede presentar en la estructura temporal, numérica o de género.

El solecismo también se pone de manifiesto al hacer mal uso de las preposiciones.

Ejemplos:

Ej.: Cuando los fuimos, llegó la ambulancia.

Lo correcto sería: Cuando nos fuimos, llegó la ambulancia.

Ej.: Se me le perdió la pulsera.

Lo correcto sería: Se me perdió la pulsera.

Ej.: La estructura del contrato de trabajo presenta errores en varios artículos, el cual debe
ser corregido.

Lo correcto sería: La estructura del contrato de trabajo presenta errores en varios artículos,
los cuales deben ser corregidos.

Ej.: Sentarse en la mesa.

Lo correcto sería: Sentarse a la mesa.


4. Pleonasmo

O redundancia. Es una figura de construcción donde hay una abundancia innecesaria


de términos que, si bien le otorgan expresividad a la frase u oración, no aportan nada
conceptualmente.

Ej.: expresiones como “lo vi con mis propios ojos”, “abismo sin fondo”, lapso de
tiempo” son ejemplos de ello.

Lo correcto sería: “lo vi”, abismo”, lapso”.

5. Metaplasmo

El vicio radica en la alteración que experimentan las palabras por cambios de letras o
sílabas, bien por adición, supresión o transposición de sonidos, contraviniendo así lo
establecido por norma.

Ej.: Él me rempujó. (por “me empujó”)

Estoy muy adolorido. (por “dolorido”)

El diciocho de septiembre es una fecha especial. ( por “dieciocho”)

6. Monotonía y pobreza léxica

Se da por la presencia reiterada de un mismo vocablo en un enunciado, lo que


empobrece considerablemente la expresión.

Términos como cosa, cuestión, asunto, hacer, se han instalado en el discurso escrito y
hablado como los “comodines” por excelencia. ¿Falta de interés?, hay que reconocer que
sí, pues la solución está al alcance de la mano: basta con acudir al diccionario y usar un
sinónimo.

Ej.: El transporte en Chile ha sufrido grandes transformaciones. Algunas de estas


transformaciones han sido positivas; otras transformaciones siguen siendo tema de
controversia.

Lo correcto sería: El transporte en Chile ha sufrido grandes transformaciones.


Algunas de estas han sido positivas; otras siguen siendo tema de controversia.
7. Ambigüedad

Se produce por el empleo de expresiones que dan lugar a una doble interpretación. En
este vicio, hay que precisar, más que en las palabras la ambigüedad se da a nivel de las
ideas.

Las causas de la ambigüedad se pueden atribuir a una mala puntuación o a la falta de


ella. Asimismo, la incorrecta colocación de las palabras o la mala utilización de las
preposiciones pueden dar lugar a este vicio.

Ej.: Jorge llamó a María cuando salía de su casa.

Lo correcto sería: Jorge, cuando salía de su casa, llamó a María.

Ej.: Se vende insecticida para ratas.

Lo correcto sería: Se vende insecticida contra ratas.

Veamos el siguiente ejemplo que propone la Academia Chilena de la Lengua (AChL)


en su publicación Notas Idiomáticas Nº 39 (junio 2008).

Ej.: “Clark Gable y Grace Kelly iniciaron un romance en el rodaje de esta película,
que duró varios meses” (diario de Santiago).

¿Ambigua, no? Por supuesto que sí. Aquí debió decirse: "Clark Gable y Grace Kelly
iniciaron un romance, que duró varios meses, en el rodaje de esta película"3.

La cláusula ("que duró varios meses") debe ir anexada inmediatamente al sustantivo o


frase sustantiva que determina. En este caso, le corresponde ir después de `romance´.

8. Dequeísmo

Vicio bastante común en el que se abusa del empleo de la preposición “de” en


circunstancias que no resulta necesario (proposiciones con verbos de pensamiento, de
habla, de percepción, como por ejemplo: considerar, pensar, opinar, creer decir, ver
oír,…).

Como bien lo refiere el Diccionario Prehispánico de Dudas4, el complemento directo


nunca va precedido de la preposición “de” en estos casos, por lo que su uso es incorrecto.

Ej.: Los economistas creen de que la recesión golpeará fuerte a nuestro país.

Lo correcto sería: Los economistas creen que la recesión golpeará fuerte a nuestro
país.

3
Nota: Casos como el referido, abundan. Ver Notas idiomáticas Nº 37 que propone la Academia Chilena de
la Lengua en su sitio: http://www.institutodechile.cl/lengua/notas/NI-37.pdf
4
Diccionario Prehispánico de Dudas: Real Academia Española. 1era. Ed. (octubre 2005).
Hay que considerar también que el sujeto de una oración nunca va precedido de
preposición, por lo que es equívoco escribir o enunciar propuestas como: “Es posible de
que llueva mañana”.

Lo correcto sería: Es posible que llueva mañana.

9. Queísmo

A diferencia del Dequeísmo, aquí el error está en omitir la preposición “de” que
precede a la conjunción “que” cuando su uso es preciso.

No debe suprimirse la preposición en locuciones como “a pesar de que”, “a fin de


que”, “en caso de que” o en la construcción “hasta el punto de que”.

Ej.: Lo convencí que hablara a mi favor. (por “de que hablara a mi favor”)

Una falta en la que se incurre con frecuencia –incluso en situaciones formales- es la


de eliminar “de” en sustantivos y adjetivos que llevan complementos preposicionales.

Ej.: Volveré con la condición que…

Estoy segura que terminaremos…

Estoy convencida que Osvaldo…

Lo correcto sería: Volveré con la condición de que…

Estoy segura de que terminaremos…

Estoy convencida de que Osvaldo…

10. Impropiedad

El diccionario es el mejor aliado para subsanar este y otros vicios del lenguaje. Se
cae en la impropiedad cuando se ocupan palabras con un sentido que no tienen. Es decir, se
utiliza, erróneamente, un vocablo por otro.

-Aquella puerta parecía inasequible para él. (“por inaccesible”)

Inasequible: Que no se puede alcanzar o conseguir.

Inaccesible: No accesible. Que no se puede llegar o acceder.

11. Neologismo

Del griego “neos”: nuevo; y logos: palabra. Los cambios -cualquiera sea su índole-
que se van suscitando en una sociedad muchas veces imponen conceptos nuevos que son
aceptados ampliamente, aunque algunos como web-site no están registrados de manera
oficial por la Real Academia Española (RAE), entidad que recomienda utilizar expresiones
propias de nuestra lengua que son equivalentes.

En este caso, no es el uso, sino el abuso que se hace de estos términos lo que puede
redundar en un vicio de dicción.

Ej.: Necesito tu mail o tu web-site para conocerte o chatear.

12. Sonsonete

Nada tiene que ver con el tono, inflexión de la voz y modo particular de decir algo
que nos permite identificar distintos tipos de habla.

Aquí nos referimos a la alteración del sonido de algunas consonantes que se produce
por la incorrecta pronunciación de estas. Se cambia, muchas veces, la “ch” por “sh”,
deformando la pronunciación de la consonante.

Ej.: Shiiile, shisha, shaaala, etc.

Lo correcto sería: Chile, chicha, chala, etc.

Bibliografía

1. http://www.rae.es/rae.html.

2. http://www.institutodechile.cl/lengua/notas.

3. Lorenzini, María Eugenia y José Miguel Ruiz. Gramática de nuestra lengua. 1era. Ed.
Editorial Forja. Santiago de Chile, 1999.

4. Miralles Núñez, María Teresa et al. Lenguaje y comunicación. 10 ed. Pontificia


Universidad Católica de Chile. Santiago, 2008.

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