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Introducción

La Religiosidad es el grado y modo con que las creencias y prácticas


religiosas se presentan en la conciencia y conducta del creyente o
grupo de creyentes. En este concepto se advierte un aspecto
cuantitativo, la intensidad religiosa de la cual depende el nivel de
regulación de la conciencia religiosa sobre la conducta del creyente
según una posible gradación, y otro cualitativo, el tipo de
religiosidad a partir del grado de elaboración del contenido de las
ideas y prácticas religiosas.
La Religiosidad
La religiosidad es un término sociológico, filosófico y religioso utilizado para
referirse a varios aspectos de la actividad religiosa, la dedicación y la creencia
(en determinada doctrina religiosa). Se podría decir que la religiosidad se
ocupa de cuán religiosas son las personas y cómo son las personas
religiosamente.
A partir del origen etimológico de esta palabra' es común establecer al
menos, dos posibles explicaciones de Religioso:
 1- de la palabra relegere, según Cicerón, famoso orador, político y
filósofo romano del 106-43 a.n.e," (religio en latín) en la que hace
referencia a los que se hacen diligentes (prestos) con el pensamiento, a los
que repasan el culto a los dioses llamados religiosi legendo;
 2- de la palabra religare, según Lactancia un apologista del s. IV, al
considerar que nos hallamos unidos y vinculados (religati) a Dios por el
vínculo de la piedad.

Puede observarse que si la tradición ciceroniana destacó el aspecto cultural


de la religión, dado que refiere al hombre religioso como aquel que repasa
atentamente sus deberes y realiza un conjunto de ritos que lleva a cabo para
relacionarse con la divinidad; la versión de Lactancio, supuso una relación
directa de orden moral, que une al hombre con Dios, lo que para algunos se
ha interpretado como el descubrimiento de una dimensión trascendental del
ser humano avalada por su íntima relación con un ente supranatural.
Asumiremos una definición que permite incluir en su seno la amplia e infinita
variabilidad manifiesta en los fenómenos religiosos, que deja claramente
señalado que la esencia del fenómeno religioso se manifiesta ante todo en la
fe en la existencia objetiva de lo supranatural (lo sobrenatural), concebido
desde las más variadas formas. Que puede idearse como algo separado,
alejado del hombre o sencillamente íntimo a su naturaleza.

Diferentes religiones de la Republica Dominicana

La República Dominicana es en su mayoría católica con mas de


90% de la población que se reivindica de esta religión. Pero
las practicas de la religiosidad popular y el vodú dominicano
son igualmente muy vivas.

Religiosidad popular

La religión católica fue traída por los españoles durante la


colonización como religión oficial impuesta a los indígenas.
Con el tiempo gano arraigo popular. El catolicismo español,
con sus aspectos oscuros y colorados, dolorosos ha encontrado
une echo y una nueva energía renovante en las practicas
animistas de los esclavos procedente de África.

Muchas creencias y practicas populares están marcadas por


este sincretismo cristiano-africano. Son el resultado de la
capacidad creadora del pueblo dominicano, de una respuesta de
espiritualidad nueva, sincrética, donde se mezclan diferentes
expresiones religiosas.

La religiosidad popular responde a necesidades materiales y


espirituales de sus creyentes, y no entra en conflicto ni en
contradicción con las creencias y practicas religiosas
católicas

Determinadas celebraciones católicas de República Dominicana


se convierten en manifestaciones masivas y colectivas en
verdaderas expresiones populares. Así como las festividades
de
 La Virgen de las Mercedes
 La Virgen de la Altagracia
 El Santo Cristo de Bayaguana
 Las fiestas patronales en los diferentes pueblos y
comunidades

Vodú dominicano

El vodu, originario de Dahomey, actual Benin sinifica genio,


espiritu, dios. Traido por los esclavos africanos formo la
religion popular de Haiti como resultado de un sincretismo
cultural y de un proceso de creacion histrico-social de su
identidad.
Posteriormente a Haiti, el vodu se formo en la Republica
Dominicana.
La presencian de esclavos africanos en la parte espanola de
la isla, su busqueda de respuestas para la sobrevivencia, las
persecuciones y la capacidad de creatividad hicieron posible
el surgimiento de un vodu dominicano. De las diferentes
expresiones africanas y de las espanoles surgieron nuevas
formulaciones espirituales y populares que diferencian el
vodu dominicano del vodu haitiano. El vodu dominicano es
menos rigido en su liturgia, estructura y organisacion. Tiene
ademas de elementos del vodu haitiano, presencia del
espiritismo europeo kardeciano, de la santeria cubana, de la
religiosidad popular venezolana y simbolizaciones de Budas en
sus altares.

Una breve historia de nuestra


religiosidad

La religiosidad popular dominicana sumerge sus raíces en las


costumbres y creencias transmitida desde la antigüedad por
nuestros antepasados: nuestros aborígenes taínos, que con sus
ritos, areítos y adoraciones a dioses o cemíes, como les
llamaban a sus ídolos, buscaban una forma de limpiar el alma
y llegar al mas allá, después de la muerte, a través de la
adoración a varios dioses, identificándose para esta época
como politeístas.

Luego con la llegada de los españoles a la isla, el 12 de


Octubre del año 1492 y la evangelización de América, la
religión indígena empieza a tomar otro rumbo: se construyen
iglesias, capillas, ermitas y catedrales en todas las
ciudades importantes de la época en La Española, entre estos
símbolos religiosos tenemos: la Capilla de la Orden de los
Dominicos (1520), la Catedral Primada de América (1523), la
Ermita de San Antón, la Iglesia de San Carlos de Tenerife, la
Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, la Basílica de
Higûey, la Basílica de San Pedro Apóstol, en San Pedro de
Macorís, etc.

El Comercio Triangular entre Europa, África y América trajo


consigo una gran cantidad importante de esclavos negros
africanos, trabajadores en las plantaciones azucareras, dando
como resultado una religiosidad cargada de matices de origen
africanos, excluyendo las costumbres aborígenes hasta el
punto de llegar a exterminarla casi por completa.

La mezcla de españoles y esclavos africanos en los ámbitos


sociales nuestros, trajo inesperados cambios de costumbres y
creencias, hasta el punto de llegar a sincretizar las
creencias religiosas al ritmo del tambor africano y las
salves marías españolas, todo esto en vivas escenas cargadas
de ritmos contagiosos y misterios escalofriantes, como
producto de tres culturas entrelazadas que son: la
desaparecida raza taína, la colonizadora y esclavizante
española y la esclava e impuesta por los colonizadores, la
negra africana.

Según Carlos Esteban Deive, el prolongado contacto de los


esclavos transplantados al Nuevo Mundo y en especial a La
Española, con la cultura europea ha dado como resultado en el
campo de la religión, la formación de sistemas de creencias
sincréticos, donde se trata de conciliar doctrinas distintas.
Un ejemplo típico actualmente de culto sincrético lo podemos
ver presente en el vudú y el ga-gá, practicados en casi todas
las zonas rurales y en algunos barrios de las ciudades del
país, donde se mezclan divinidades y ritmos africanos con
ceremonias y doctrinas católicas.
Para nuestro trabajo por una parte nos hemos servidos de
fuentes muy conocidas: las celebraciones de la fiestas de la
Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella, junto a las
ceremonias funerarias (Noveno Días, Cabo de Año y Banco) de
los difuntos ligados a la tradiciones de los Congos,
procedentes de Cabo Verde, San José y Guinea (África) a los
cuales le dedican veintiún toques con sus instrumentos
característicos: Congo, Conguito, Maracas y Canoíta, con
estos instrumentos invocan a Kalunga deidad del mar y de la
muerte, como lo hacían sus antepasados procedentes de África;
las celebraciones de la “Santísima Cruz de Mayo”, la Cofradía
Nuestra Señora del Rosario, de Doña Mencía; el Santo Cristo
de Bayaguana; la Virgen de la Altagracia; la Virgen de las
Mercedes; Belié Belcán; Ana Isa Pié Dentó; San Juan Bautista,
San Elías (Barón del Cementerio), etc.

La Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella, donde se


mezclan el catolicismo español y las cofradías de los negros
africanos del Congo (África), transplantada de generación en
generación a sus descendientes (Sixto Minier, último
descendiente), se conjugan acciones religiosas populares.
En el Cabo de Año solo bailan los allegados del difunto, pero
no sus familiares, es el viaje por eterno retorno de los
paisajes africano. Luego viene el Banko, donde bailan los
familiares y se hecha el luto a un lado.

Estos veintiún toques van acompañados por salves marías


procedentes de las iglesias del Espíritu Santo, celebradas en
Villa Mella el 21 de Mayo. La Iglesia Católica celebra la
fiesta de Pentecostés. Estas se unen a las de San Juan
Bautista y datan desde inicio de la colonia Española. Tienen
un significado especial en Villa Mella y sus alrededores, y
La Virgen del Rosario, abogada de los marineros, cuya ermita
existió desde 1544, situada al lado de Molinos Dominicanos,
de procedencia católica, donde se sincretiza nuestra religión
popular. Estas celebraciones se llevan a cabo el 18 de Junio,
conjuntamente con las patronales de Villa Mella. En los
altares o capillas donde llevan a cabo sus celebraciones se
pueden observar los donativos a imágenes religiosas o
cofradías, llenas de coloridos y ofrendas, que van desde
dinero, comidas, bebidas y golosinas. En la comunidad de
Villa Mella se celebra también el día de la “Dodorita”, que
se llevan a cabo el 14 de Abril, festividad celebra en la
comunidad conocida como Los Morenos.

En un recorrido por la zona rural se pueden observar


polvorientos hogares techados de madera y zinc, con una Cruz
al frente, como símbolo de la “Santísima Cruz de Mayo”,que se
celebra los días 2 y 3 de Mayo en todo el país, donde se
adora la Cruz a nivel popular, forma de representar los más
altos relieves religiosos de nuestros antepasados, esto es si
prefiere pasar de reojo, pero si usted se introduce de manera
improvisa en dichos hogares verá que no faltará alabanzas y
adoraciones a ciertas imágenes como la Virgen de la
Altagracia, San Miguel y el Espíritu Santo.
Las fiestas de la “Santísima Cruz de Mayo”, celebrada en
Matagorda y Cañafistol y La Sarandunga banileja, celebrada en
la provincia Peravia (Baní), donde se mezclan los símbolos,
la música, el canto, los santos, los luaces y misterios. Se
pueden observar las tradicionales fiestas con alusión a San
Juan Bautista y la Virgen de la Altagracia, donde participan
los sectores populares y de descendencia ancestral de negros
africanos. La Sarandunga, fiesta principal de la “Santísima
Cruz de Mayo”, celebrada desde los tiempos coloniales, se
originan en hallazgo de la cruz de Cristo por parte de Santa
Helena, madre del Emperador Constantino. En el país se
adornan las cruces a calvarios, se construyen altares y se
hacen procesiones, al son de los palos y salves.

En la cultura española el Espíritu Santo era imagen conocida


y ha mediado del siglo XVI, ya se le brindaban ofrendas
religiosas en la ermita de Doña Mencía, junto a la Cofradía
de Nuestra Señora del Rosario, donde jugaban un papel
importante para la sociedad en la época por sus aportes, con
ayudas de socorros mutuos a sus cofrades, donde tenían por
objeto financiar los gastos ocasionados por las muertes de
sus miembros, tal como se ha venido haciendo en la Cofradía
del Espíritu Santo de Villa Mella, este tipo de asociaciones
ha venido desde la colonización hasta nuestros tiempos, como
una forma de incentivar a las congregaciones religiosas
populares.

En el interior de la Catedral Primada de América se pueden


observar algunas bóvedas o sepulturas de personajes
importantes religiosos o que de algún modo merecen honores
especiales, esto se debe a la influyente religiosidad
española de la época, donde se hacían enterramientos a
personajes que merecían estos principios básicos del
catolicismo.

Las fiestas patronales de cada pueblo, llevada a cabo en todo


el país es una herencia española, fueron fiestas
fundamentalmente religiosas y después se le introdujeron
algunos conceptos folklóricos. Estos carnavales se
caracterizan por su diversidad cultural y sus coloridos, pero
identificados como un sello nuestro.

De igual manera tenemos las celebraciones del Santo Cristo de


Bayaguana con toros-ofrendas y corridas de caballos,
celebradas el 28 de diciembre y el 1 de enero.
En el año 1740, el arzobispo Pantaleón Álvarez de Abreu, dice
en su “Compendiosa noticia de la isla de Santo Domingo”, que
existe una imagen muy representativa en la comunidad de
Bayaguana, y el titular es San Juan Bautista.

Según Dagoberto Tejeda, la procesión a la imagen del Cristo


de los Milagros como comúnmente se denomina, es una lucha
entre una modernización y una permanencia de las tradiciones
religiosas y culturales nuestras, llevadas a cabo por los
lugareños. Tejeda afirma que la religiosidad popular es el
gran espacio de espiritualidad dominicana simbolizada a
través de la creatividad, el vigor, la energía, amparada en
la generación de dos razas: la española y la esclava negra
africana.

Desde el 29 de septiembre de 1970, se celebran en todo el


país las fiestas en honor a San Miguel Arcángel (Belié
Belcán), jefe de la división Radá, el más apreciado de los
luaces a nivel nacional. Sus colores son verdes y rojos. Sus
creyentes se visten de colores espléndidos o encendidos de
los pies a la cabeza, principalmente de rojo y verde. Su boca
se caracteriza por un cigarro encendido de tabaco o anduyo,
acompañado de una botella de ron, estas personas llevan por
sobre nombre de “luaces”.

A su alrededor se observan imágenes de San Miguel y velas de


distintos colores, como amarillo, rojo y verde y una campana
casera en su mano derecha, dando toques que solo ellos
comprenden su significados. Su procesión es un vistoso
escenario calgado de banderas de coloriros encendidos,
acompañado de tambores, palos, güiras, maracas, cigarros,
ron, que se desliza por toda la zona del Mercado Nuevo hasta
la Iglesia de San Miguel, ubicada en la Zona Colonial de
Santo Domingo, también se celebran en otros lugares de la
República Dominicana. Según Tejeda los luaces son energías
vitales, trabajan con los cuatros elementos de la naturaleza:
tierra, fuego, aire y agua.

El 26 de Julio se celebra el día de Ana Isa Pié Dentó (Santa


Ana), reina de la provocación, del amor, símbolo de la
liberación femenina, amante de los perfumes, y la cervezas,
su color favorito es el amarillo, según se dice es la mujer
de Belié Belcán (San Miguel). Para los creyentes dominicanos
significa amor, por lo general sus creyentes son mujeres,
denominadas “mestresas”. Y en sus celebraciones pueden ser
poseídas por éstas hasta llegar a hablar como que si
estuviera dentro de aquella mujer. Sus colores favoritos son:
amarillo, y los colores brillantes, además usan varias
prendas que van desde pulsas, cadenas, guillos, aretes,
brazaletes, que sobresalen de lo normal. Sus vestidos por lo
general son faldas muy largas, blusas, y un pañuelo amarrado
a la cabeza, adornados por fuertes maquillajes de vistosos
colores.
Luego se embriaga de perfumes muy fuertes, desde los pies a
cabeza, le gustan las bebidas alcohólicas, como cervezas,
ron, vinos, etc. De su boca se deja salir gran bocanada de
humo por aquel enorme tabaco que sostiene con sus labios sin
ponerle las manos, hasta gastarlo por completo y sin
molestarle aquella acción, que a cualquier humano deja
sorprendido.

Estas celebraciones van acompaña de bailes especiales, en


todo el recorrido de la zona donde se llevan a cabo, al ritmo
del tambor africano y las salves marías españolas, cantadas a
una sola voz y con una perfección inigualable, solo
comprendidas por las personas devotas.

Tejeda dice que las causas que hacen la religiosidad popular


fueron las respuestas para las sobrevivencias, las
persecuciones, las discriminaciones y que a estas causas le
ha dado el nombre de vodú dominicano, la cual abarca otras
manifestaciones espirituales. Donde el vodú es una estrecha
relación entre lo humano y lo sobrehumano, los vivos y los
muertos, exclamaciones a misterios y ofrendas a imágenes.
Tenemos varias divisiones del vodú dominicano: la división
Legba, la división Guedé, la división Radá, la división Ogún,
la división India y la división Petró. Sus ritmos musicales
son los palos y la salve, donde se usan los pañuelos, cuyos
colores son los que dan origen a los luases y misterios.

El culto a la Virgen tiene dos manifestaciones que son


interesantes en la religiosidad popular dominicana, que son
el 21 de Enero que se celebra el día de Nuestra Señora de la
Altagracia, Madre del Pueblo Dominicano, cuya representación
se lleva a cabo en Higuey, ciudad fundada por los españoles
en 1505. La peregrinación es la parte más significativa, el
cual se lleva a cabo desde el pueblo de orígen del creyente
hasta la Basílica, situada en la ciudad de Higuey o La
Altagracia y el 24 de Septiembre se celebra el día de la
Virgen de las Mercedes, llevada a cabo en La Vega, con
procesión hasta el Santo Cerro y en el Distrito Nacional.

Los Movimientos Mesiánicos han jugado un papel importante en


nuestro país, principalmente en la Región Sur, los cuales
surgen por descontentos y calamidades sufridas por sus
creyentes, en espera de la fiel llegada de un Mesías que le
ayude a salir de sus precarias situaciones y al mismo tiempo
lo guiará por un nuevo camino hasta llegar a un paraíso lleno
de impurezas y vivirán feliz por siempre. En San Juan de la
Maguana, tenemos como representante a Liborio Mateo médico
curandero, el cual Carlos Esteban Deive identifica como
“profesional de la magia”, por sus aportes a la medicina
natural, como remedios, tomos(bebidas), ensalmos, baños,
etc.,el cual se sublevó en el año 1922, en la comunidad de
Maguana Arriba y la Loma El Naranjal, donde se encuentra el
Santuario “La Agüita de Liborio”, luego le siguió Palma Sola,
que su lucha sobrevivió hasta el 1962. Y por último aparece
Bibiana de la Rosa, en Mana, Yaguate, comunidad situada entre
San Cristóbal y Baní.
Somos un pueblo eminentemente católico y hasta ortodoxo si se
quiere, pero hay algo que nos identifica y no podemos ocultar
tan fácil, tenemos ejemplos vivos en la Cofradía del Espíritu
Santo de Villa Mella, donde se conjugan costumbres religiosas
provenientes de las junglas africanas (vudú) y la
evangelización española (catolicismo).
Existe lo que Antonio Gramsci identifica como “una religión
del pueblo” y “una moral del pueblo”, en su magistral obra
“Cultura y Literatura”, Pág. 330,331. Según Gramsci en el
tiempo y en el espacio se producen costumbres morales
estrechamente ligadas a supersticiones y creencias religiosas
muy diferentes a la religión de los intelectuales,
especialmente en los países católicos y ortodoxos.

La religiosidad popular fruto de la mezcla de los taínos, los


colonizadores españoles y el trajín de negros africanos nos
han transmitido de generación en generación símbolos
religiosos que desde el hogar, iglesias, parroquias,
santuarios, ermitas y conventos dominicanos han permanecidos
en nuestra cultura por siglos. Desde los campos más apartados
hasta las ciudades mas encumbradas, se observa la
religiosidad engendrada, nacida, amparada por el espíritu, la
piedad y la devoción de culturas que han dejado marcado
nuestro pueblo por siglos.

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