Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
,
Uc—N L
oMmmumí¿ïïlmïllzïml ‘ '
B a HDD 735
,
,
í "ÍIBHAR y
OF THE
UNIVERSITY
ANALES
DE LA
UNIVERSIDAD DE CHILE.
, ANALES DE LA
AL ANO DE i845.
SANTIAGO,
IMPRENTA DE LOS TRIBUNALES.
- Dxcxnnmu: m—: 48'68. -
I
o
u
\ .
.
‘
n
‘fl
n
‘ I“‘ I‘
~
‘ ‘‘. m ,4.‘
.
\
n
‘
Í
. .
D
u ‘
. c
\n
w. I
.
,
I"
.ÍI ‘n
t n
91 ,u
w tu’ In
/
, .r
,,
,
/9j,,58/
ANALES5Ï,L
DE LA
UNIVERSIDAD DE CHILE,
CORRESPONDIENTES AL AÑO nn 4845.
—...oeo—.—
DECRETO.
_.._—
l.
ÑÏBÜG’?4<1
_..2_ *
2.
INSTITUTO NACIONAL.
PLAll lll: SUELDOS DE SUS PROFESORES.
E ACORDADO I DECRETO:
——*-—-
3.
NOMBRAMIENTO DE RECTOR DEL INSTITUTO LITEEARIO DE TALCA
———--—
4.
INSTITUTO NACIONAL‘
I'LANTACION’ DE LAS TRES PRIMERAS CLASES DEL CURSO DE
UMANIDADES.
E ACORDADO I DECRETO:
5.
NOMBRAMIENTO LE SEGI¡E‘I'ARIO SIJ’BRIIOGAE‘I‘B IIE LA I'AGIÏL'I‘AD nn
'I‘EOLOJIA.
(5
I’ ORDENA A LA TESORERIA JENERAL ENTREGÏI’E MENSUALm AL
BED!1LDE LA UNIVERSIDAD EL SUELDO DE LOS EMPLEADOS EN EI
TA COIPORACION.
._ 7 —_—
Los Ministros de la Tesorería Jeneral entregarán todos los meses al
primer bedel de la Universidad, la cantidad íntegra de los sueldos qe
están asignadosa los empleados en esta corporacion, para qe percibien
do cada uno lo qe legalmente le corresponda, se deposite el sobrante, si
lo ubiera, en la respectiva tesorería. Tómese razon i comuníqese.
IRARRÁZAVAL.
Manuel Montt.
——.—
7.
¡I DECLARA QE LA ILEJI’1'IMIDAD NO ES UN’ OBS'I'ACIÏI’LO PARA on‘rmn
GRADOS UNIVERSITARIOS.
BÚLNES.
Antonio Varas.
____.__.—.__
8.
82 DISPZNSAN A UN SOIJCI‘I'AN’I‘E ALGUNAS FORMALIDADES PAM
OBTENER liL GMDO DE LICENCIADO EN LA FACULTAD DE UMAN¡—'
DADES.
9.
nommmnnro DE DOS MIEMBROS ¡‘ARA INTEGRA“. EL CONSEJO DI‘
LA UNIVERSIDAD.
10.
Sl: MANDA AI’0P‘I'AI El: MAL n!: LA IS'I'ORIA DE CHILI} PARA LA
EN5I¡NANZA EN LAS ESCUELAS PRIMARIAS
1 1.
don Joaqin Larrain Gandarillas, don Pedro Ovalle,‘ ' don ‘Jos6,,loaqitr}
Pacheco idon
B,úmes.
Federico Errázuris. Comuníqese. ‘ " ' ’“
-———«—-0-——
12.
2+ 55
1 4.
lz, .
PLAN DE ESTUDIOS
RARA EL COLEJIO DE CONCEPCIÓN.
Art‘. 4.° En ‘el Instituto literario de la ciudad de Concepcion abrá‘
por aora dos cursos de estudios: 4.° de umanidades: 2.° de matemá-‘
ticas. '
Art. 2.‘.a El curso de lenguasi umanidades, abrazará los ramos si
guientes: 4.° relijion: 2.° lenguas castellana, latina ifrancesa: 3.° arit
mética, elementos de áljebra, de jeometaia itrigonometría, con sus
aplicaciones a la mensura: 4.° jeografía descriptiva i cosmografía: 5.°
istoria antiguai moderna: 6.° principios de literatura: 7,° elementos de
física o istoria natural: 8.° fílosofía mental i moral, i derecho natural.
Art. 3.° Para la enseñanza de estos ramos se dividirán los alum
nos en seis clases:
Los de la primera estudiarán gramáticas castellana í latina, arit
méticai nociones jenerales de jeografía descriptiva.
Los de la 2.a continuarán los estudios de las gramáticas castella
na i latina, i se les enseñará ademas elementos de áljebra i de jeome
tría, jeografía descriptiva e istoria.
Los de la 3.a seguirán el estudio de las gramáticas castellana i la—
tina, el dela jeometría, trigonometría, cosmografía e istoria.
Los de la 4.a continuarán el estudio del latín ejercitándose en tra
ducciones por escrito, el de la istoria, i recibirán lecciones de francas.
Los de la 5.a deberán estudiar latinidad superior, literatura, istoria,
€rances i física o istoria natural.
Los de la 6.a se dividirán en,dos secciones, debiendo la primera ocu—,
..‘;f2;;
parse en el estudio de la istoria, en '(¿l de la física o istoria natural, i en
el de psícolojia o metafísica i ló.iica,' i los de la segunda en los dos prime—
ros ramos, i en la fílosofía moral iderecho natural. Estos alumnos de
berán concurrir una ,o dos veces por,semana a una academia de ejerci
cios literarios qe será presidida por el profesor de literatura, i en su
defecto por el qe el Rector designare.
Art. 4.." Las lecciones de las diversas clases qe establece el artí
culo anterior se distribuirán en la forma siguiente:
Enla 4.a se dará una leccion diaria de gramática castellana, otra
de, latinidad i una tercera de aritmética, i tres por semana de jeo
grafía.
En la 2.a lecciones diarias de gramátícas castellana i latina, i tres
veces por semana de elementos de áljebra i jeometria, de jeografía des
criptiva e istoria.
En la 3.a lecciones diarias de latinidad, cuatro veces por semana de
jeometria.i trigonometría, tres de istoria, tres de cosmografla i dos de
gramática castellana.
' Én la La dos lecciones diarias de latín, tres por semana de istoria
i chico de francos. ."
, En la t’).a una leccion diaria de latinidad, otra de literatura, tres ‘ve
ces por semana de istoria, tres de física o istoria natural, i tres de
francos.
En la primera seccion de la sesta, lecciones diarias de filosofía, tres
veces por semana de istoria, i cinco de física o istoria natural. En la
segunda seccion'de la misma, lecciones diarias de filosofía, tres de is
toriaii, cnatro'de física o istoria natural.
Art. 5.° El curso de ciencias matemáticas abrazará los ramos si—
gui,entes: aritmética, áljebra, jeometria elemental, trigonometria recti
líneaï, jebmetria analítica isecciones cómicas, trigonometríá esférica,
permutaciones,combinaciones i probabilidades, jeometría descriptiva,
topografía i dibujo topográfico, jeog’rafía astronómica, elementos de me—
cánica i ademas relijion, jeografía descriptiva, istoria antigua i moderna,
gramática castellana, principios de literatura,frances ifísica o istoria
nátural. H‘ '
Art. 6.° Los alumnos qe siguieren el curso de qe abla el articulo
anterior, se dividirán en seis clases, i en todas ellas recibirán a lo mé
nos una leccion diaria,de matemáticas.
Art. 7 .° A estas lecciones se agreg‘árán: '
Para los de la 4.a una leccion diaria ,de jeografía descriptiva, í
tres por semana de istoria, ' '
— 13‘ ———‘
Para los de la 2.a ‘una leccion diaria de gramática castellana, tres
por semana de istoria, i dos de jeografla.
Para los de la. 3..‘ lecciones diarias de istoria, tres veces por semana
de gramática castellana, i tres de franees. .
Para los de la 4'.‘ tres veces por semana lecciones de fraces, tres
de istoria icuatro de física o istoria natural.
Para los de la 5.F lecciones diarias de literatura, tres veces por
semana de istoria, i cuatro de física o istoria, natural.
Para los de la 6.l lecciones diarias de física o istoria. natural, i tres
Veces por semana de istoria. . ‘ ‘
A los alumnos de las dos últimas clases se enseñarán los cuatro úl
timos ramos de matemáticas de qe abla el art. 5.°.
Art. 8.° La enseñanza de relr_iion se dividirá en tres épocas: en la
primera se enseñará i explicará el catecismo a los alumnos que com
ponen las primeras i segundas clases delos dos cursos qe establece
este plan: en la segunda, la istoria de la relijion i moral filosófica a los
alumnos qe componen las terceras i cuartas clases de los cursos men
cionados; i en la tercera se {enseñarán los fundamentos dela fé a los
alu'mnós, qe componen las {clases mas elevadas. ‘
La distribución de esta enseñanza se ará de manera qe los alum
nos de cada seccion reciban por lo ménos dos lecciones por semana.
Art. 9.° Los alumnos de las tres primeras clases, tanto del curso
de lenguas i umanidades, como del de matemáticas, deberán recibir
lecciones alternadas de dibujo i escritura, a lo ménos cuatro veces por
semana.
Art. 40 Ningun alumno podrá pasar de una clase a otra superior,
sin aber rendido eizáx‘nen i’ obtenido aprobacion de todos los ramos qe,
segun la clase a ,qe perteneciere, le correspondan.
Art. 44. Las lecciones qe este plan establece, no podrán durar mé
nos de una ora, í podrán estenderse a ora i media, cuando así lo exijiére
la naturaleza del ramo qe se enseña.
' Art. 42'. El estudio de las ciencias ecleciásticas qe debe acerse
en este establecimiento; se arreglará jpor un decreto especial. Co
munlqese.
Br’mms.
' Antonio Varas.
.__].l'__
16.
.1.
PLAN DE ESTUDIOS ~
PARA, EL comno DET,ALCA. .' . ' I' . .,
Art. 4.° En el Instituto literario de la ciúdad de 'Talcá abra por"ao
ra dos cursos de estudios: 4.° de umanidadesí 2.O'de matemáticas. ' ‘ ,
Art. 2.° El curso de lenguas i umanidades abrazará los ramos si—'
guientes: 4.° relijion °Z'.° lenguas castellana, latinai francesa: '3'.° arit—f
mética, elementos de áljebra, ,de jeome’tría i trigonómet‘riá, con sus apli—,
caciones a la mensura: 4.° jeografía descriptivai cosmbgrafía: 5.a is '
toria antiguai moderna: 6.° principios de literatura: 7.°,elementos de '
física o istoria natural: 8.° filosofía mental i moral, i derecho natural.
Art. 3.° Para la enseñanza de ,estos ramos se dividirán, los alumnos‘
en seis clases. , ‘ ' ' " , ',
Los dela 'I.*‘ estudiarán gramáticas castellana ,i latina, a'ritr'nética '
i nociones jenerales de jeografía descriptiva. ' ’ ‘ ' ' '
Los de la 2.a continuarán el estudio de las gramáticas castella'na i
latina, ise les enseñará ademas elementos de áljebra ide jeometria,
jeografía descriptiva e istoria. ‘ , ' ‘
Los de la 3.a ser,uirán
l: .
el estudio de, las gram’áticas
, _
Castellana i latina,
el de la jeometria, trlgonometría,"cosmografia e istoria.
Los de la 4.a continuarán el estudio del látin ejercitándoseen tra
ducciones por escrito,,,el de, la istoria, i recibirán lecciones de francas‘.
Los de la 5.a deberán estudiar latinidad superior, literatura, istoria,
frances i física o i'storia natural. ‘ ‘ ~ ‘ ' ~ ‘i ,' " " ' ’
Los de la 6.a se dividirán en dos secciones, debiendo la prim'e'rá ocú‘
parse en el estudio de la istoria, en el de la física o istoria. natural, i en
el de psicolojia o metafísica i lójica; i los de la segunda en los dos pri
meros ramos,i en la filosofía moral í derecho natural. Estos alumnos
deberán concurrir una o dos veces por semana a una academia de ejer
cicics'líterarics qe será presidida por el_ïprofesor de literatura, igen su
defecto por el qe el Rector desiguaro.
’-- '15 —'—
Art. 4.° Las'lecciones' de las diversas clases que establece el artículo
anterior se distribuirán en la forma siguiente: '
En la 4 .a se dará una leccion diaria de gramática castellana, otra de
iatinidad i una tercera de aritmética, i tres por semana de jeogral‘ia.
En la 2.‘ lecciones diarias de gramáticas castellana, i latina, i tres
veces por semana de elementos deáljebra i jeometría, de jeografía des
criptiva e istoria. " ' ' '
En la 3.a lecciones diarias de' l'atinidad, cuatro ‘veces por semana de
jeometríai trigonometría, tres de istoria, tres de cosmografía idos de
gramática castellana. ‘ ,' ' ï‘ ' ' ' ‘ ‘
En la lt.a dos lecciones diarias*de latín’, tres por semana de istoria i
cincodefrances. ' 4 "’ j*"‘ " , ' , '
= En la 5.a una leccion "diaria de latini’dad;otrá de literatura, tres veces
por semana de istoria, ti‘es'de‘flsica oistoria natural, itres de francos.
""I En la ‘primera seccion tie ,lá'áesta, lecciones diarias de filosofía, tres
veces por semana de istoria, i chico de física d istoria natural. En la Se
gunda seccion de la mis‘ma, leccio‘nes diarias de‘filosofla’a tres de istoria
i cuatro de física oistoria natural: " ‘ '3 ‘" " ' ,
Art. 5.° El curso de ciencias matemáticas abrázatrá los r‘aïnos‘signien
tes: aritmética, áljebra, jeometría elemental, 'trigonometría rectilihea,
Jeometría, analítica i secciones cónicas, trigonometría esférica, permuta
ciones, combinacionesá‘ probabilidades, jeometría descriptiva, topografía
idibujo topográfico, jeografía astronómica, elementos de mecánica i ade
mas relijion, jeografía descriptiva,”istoria antigua i moderna, gramática
castellana, principios de literatura, francés i física o istoria natural.
Art. 6.° Los alumnos qe siguieron el curso de qe abla el articulo au
terior, se dividirán en seis clases, i en todas ellas recibirán alo ménos una
leccion diaria de matemáticas.
Art. 7.° A estas leccionesse agregarán: ,
Para los de la 4.a una leccion diaria de jeograt‘ía descriptiva, itres
por semana de istoria.
Para los de la 23 una leccion diaria de gramática castellana, tres por
semana de istoria, idos de jeografía.
Par‘alosde la 3 ‘I lecciones diarias de istoria, tres veces por semana
de ‘gramática castellana i tres de frances.
Para los de la li.a tres veces por semana lecciones de francos, tres de
istoria, icuatro de física oistoria natural. ~ .
Para los de la 5.‘ lecciones diarias de literatura, tres veces por se‘'
mana de istoria, i cuatro de físicao istoria natural., ' .
Para los de la 6.a lecciones=diarias de físicao istoria natural, ‘i tres
veces por semana de istoria." '‘ " ' ' A
_16__
Aloe alumnos,de las últimas clases se,enseñarán.los cuatro últimos
ramos de matemáticas de qe abla el art. 5.° .
Art. ,8‘o La enseñanzade la relijion se dividirá en tres épocas: en la
primera se enseñará i esplicará, el catecismo alos alumnos qe componen
las primeras i segundas clases de los dos cursos qe establece este plan:
en lasngunda la istoria de la¿relijion o moral filosófica a los alumnos qe
componenlas terceras i cuartas claces de los cursos mencionados;.i en la
tercera se enseñará los fundamentos de la fé,a los ,alumnos qe componen
las clases mas elevadas.
La distribucion de esta enseñanza se ará de manera qe los alumnos
de cada seccion reciban por lo ménos dos lecciones por semana.
Art. 9.° Los alumnos de las primeras clases, tanto del curso de len
guas iumanidades, como del de matemáticas, deberán recibir Jecciones
alternadas de dibujo i escritura, a lo ménos cuatro vecesï por semana.
Art. 40. Ningun alumno podrá pasar de una clase ,a otra superior,
sin aber rendido exámeni obtenido aprobacion de todos, los ramos qe,
segun la clase a qe perteneciere, le correspondan. .‘ ' ‘
Art. M. Las lecciones qe este plan establece, no podrán durarïménos
de una ora,i podrán estenderse a ora i media, cuando así lo exijiere la na
turaleza del ramo qe se enseña. ' i ‘
BÚLNES. , .
Antoaio Varas!
'\
17.
BÚLNES.
Antonio Varas.
.' " l“! ,r.‘ " ‘ n.
CUOTA QI: Imm: wu;¡nsn ron 1A common nn enanos it
msrnmucxon QE m: ¡:u.n n¡:u: nc¡:nsn.'
BÚLNE5.’
Anlonio Varas.’
20;
€ÏL,.RE5}3‘OR DE LA É
nm—zrtsmnn. ‘
Santiago, agosto 42 do 4845.
\El,Presidente de la República a tenido a bien expedir ol el decreto
qe sigue’: ,
«Vista la terna formada por la Facultad deUmanidades de la Uni:
versidad de Chileiqe me asido presentada por el Rector de dicha
Universidad, en uso de la facultad qe me confiere el art. 4.° de la leí de
‘4 9 de Noviembre de 4 842, vengo en nombrar para Decano de la espresadá
‘—— 21 .__
b‘acultad de Umanidades a D. Miguel de la Barra, qe me a sido propuésto
en primer lugar)‘ Tómese razon i Comuñíqese; »
Dios guarde a Ud. ‘
' ‘* .‘ Antom‘o Varas.
--‘¿0fi30&-—
2].
’AL llncron DE LA l
UNIVERSIDAD. 5
.)
mr.”
‘Umvansmnn.
AL Racron na LA
Antonio Varas.
23.
AL Racron m—: LA ;
UNIVERSIDAD.
Santiago,ïagosto 43 de 4845.
S. E. El Presidente de la ,República a tenido a bien expedir ayer el
decreto qe sigue:
«Vista la terna formada por la Facultad de Teolojía de la Universi
dad de Chile, i qe me a sido presentada por el Rector de dicha Uni
versidad, en uso de la facultad qe me confiere el art. 4.° de la leí de l9
de Noviembre de 4842, vengo en nombrar para Decano de la espresada
Facultad de Teolojía a D. José Miguel Aristegui, qe me a sido propuesto
en primer lugar. Tómese razon i Comuniqese.»
Lo trascrivo a Ud. para su intelijencia.
Dios guarde a Ud;
Anlom‘o Varas.
NOMBRAMIENTO DD DECANO DI: LA I‘AC'IÏL’I‘AD DE LEYES I CIENCIAS
POLI'I‘ICAS.
‘ÁL Racron DE LA ;
Unrvnnsrnan.
2—5.
Biwzvss.
Antonio Varas,
TURNO QE DEBEN OBSERVAR LOS PROFESORES DE LAS CUATRO PRI
MERAS CLASES DEL CURSO DE UMANIDADES DEL INSTITUTO NA
CIONAL l DE LOS. COLEJIOS DE TALCA I CONCEPCION
Considerando:
4.° Qe para el mayor aprovechamiento de los alumnos qe siguen las
cuatro primeras clases del curso de Umanidades, establecido enel Ins
tituto Nacional ien los colejios de Talca i Concepcion, es de necesidad
qe los profesores qe las desempeñen se tornen periódicamiente:
2.° Qe para dar mas campo a la enseñanza de cada profesor ipara
qe tenga mas ocasion de estender sus estudios sobre los ramos de qe
se alla encargado conviene adoptar esta medida: ,
3.° Qe sin ella no seria posible conservar la debida unidad en la en—
señanza de los ramos qe se allan divididos en las cuatro primeras
clases.
4.° Qe la igualdad de los sueldos asignados a los profesores de clir
chas clases solo es proporcionada estableciendo el torno indicadado:
5.° Qe no seria fácil encontrar desde luego profesores qe se allasen
en aptitud de enseñar todos los ramos de qe deben encargarse:
E ACORDADOI DECRETO.
Art. 4.° Los profesores de las cuatro primeras clases del curso de
Umanidades se turnarán en el desempeño de estas clases, de modo qe
el qe ubiere concluido la enseñanza qe corresponde a la cuarta, tome
la primera, i el qe ubiere 'terminado la enseñanza qe corresponde a ésta
sirva la segunda, i así en este órden, pasando a la clase inmediata
mente superior. ,
Art. 2.° A los individuos qe no poseyendo alguno de los ramos
comprendidos en estas clases, fuesen nombrados profesores. se los per
. mitirá valerse de un auxiliar para la enseñanza de dicho ramo, quedan
do obligados a ejercer sus funciones, en toda su estension, en el tiempo
qe se los fije en su respectivo nombramiento.
Art. 3.° El auxiliar será nombrado por el profesor a qien ayude,
4
——— 26 __
prévia la aprovacïon del director; i su sueldo se deducirá dela renta de!
profesor correspondiente.
Archivese i comunlqese.
BÚLNES. , ,
Antomo Varas.
-—o--..
27.
NOMBRAMIENTO DEL RECTOR DEL INSTITUTO DE 'I'ALCA ?ADA I’l0—
I'ESOR ,DE UNA DE LAS CUATRO PIII‘IERAS CLASES DEL CURSO
DE IJ’MANIDADES.
-—.°——.
28.
SE APIIIEBA LA ASIGNACION SENALAI’A A UN’ INSPECTOR DEL COLEJIO
DE TALCA ‘POR EL DESEMPEÑO DE UNA CLASE DE LATINIDAD, I NOM
BRAMIENTO DE INSPECTOR DE ESTERNOS.
E ACORDADO I DECRETO
_+_
29.
E. ACORDADO I DECRETO:
Art. 4.° En los exámenes finales de latinidad qe se rindan en el
nstituto Nacional, se exijirá de los examinandos, conocimientos de toda
__. 28 __ .
la gramáticai traduccion de dos textos, uno en prosa iotro en verso.,
Los textos exijidos en estos casos serán los mismos qe la Universidad
señala para el exámen de Bachiller en la Faculiad de Filosofíai Uma
nidades.
Art. 2.a La eleccion del texto se ará por sorteo, i de él podrá señalar
el examinador el párrafo o capitulo sobre qe aya de recaer especialmente
el exámen.
Art. 3.° Para verificar el sorteo se numerarán los textos i se forma—
rán cedulas, poniendo en cada una de ellas el número correspondiente
a cada texto, i el examinando tomará dos de estos a la suerte. Comu
niqese.
BÚLNES.
'Antonio ,Varas.
_—+_
30.
31.
PLAN DE ESTUDIOS PARA EL COLEJ'¡O DE VALDIVIA.
PLAN DE ESTUDIOS
PARA EL COLEJIO DE VALDIVIA.
Art. 4.° En el colejio de Valdivia se enseñarán los ramos qe a con‘—
tinuacion se expresan:
4.° Iistoria sagrada i fundamentos de la relijion.
2.° Lenguas castellana, latinaifrancesa.
3.° Aritmética, elementos de áljebra, de jeometrla itrigonometría
rectilinea, con sus aplicaciones a la mensura delos terrenosi levanta
miento do planos.
4.° Jeografla descriptivai cosmografía.
5.° Nociones de istória antigua i moderna principalmente de Amé
rica iChile.
Art. 2.° Para esta enseñanza se irán sucesivamente dividiendo los
alumnos asta en cuatro clases, ',,debiendo estudiar:
Los de la 4 .a gramátieas castellana i latina, aritmética inocionesje—
nerales de jeográfía descriptiva.
Los de la 2.a gramáticas castellana i latina, elementos de áljebra i
de jeometria, jeografía descriptiva e istoria.
Los de la 3.a gramáticas castellanai latina, istoria, jeometrla i tri
gonometria rectilinea con sus aplicaciones, i frances.
Los de la 4.a gramática latina, cosmografía, francos e istoria.
Art. 3.° Las lecciones, en las cuatro clases qe establece el anticulo
anterior, se distribuirán en la forma siguiente:
En la 4.a lecciones diarias de gramáticas castellana i latina i de arit
mética, i tres veces por semana de jeografía.
En la 2.a lecciones diarias de gramáticas castellana i latina, de ál
jebra i jeometria elementales, tres veces por semana de jeografía i
otras tres de istoria.
En la 3.a lecciones diarias de gramática castellana i latina, de jeo
metría i trigonometria rectilínea i sus aplicaciones tres veces por soma
na, otras tantas de istoria i lecciones diarias de frances.
En la 4.a lecciones diarias de gramática latina i de istoria, cuatro
veces por semana de francos i dos de cosmografía.
Art. 4.° La enseñanza de la relijion se dará a todos los alumnos, de
._3‘]._
Ymanera qe los de cdüa clase reciban tres lecciones semanales o a lo
'ménos dos. ‘
Para esta enseñanza se distribuirán los alumnos en tres secciones
La 4.a estudiará el catecismo de la doctrina cristiana; la 2.‘ la istoria
de la relijion, i la '3.a fundamentos de la fé.
Art. 5.° De todos los ramos qe corresponden a las clases indicadas
solo el latín podrá dispensarse por el Director. El curso simultáneo de
"los restantes será absolutamente obligatorio.
Art. 6.° Ningun alumno podrá pasar de nna clase a otra superior
sin aber rendido exámen de todos los ramos, qe segun la clase a qe
perteneciere le correspondan. Comuníqese.
BULNES. .
Antomo Varas.
32.
REGLAMEMTO.
TÍTULO 1.°
Del Director.
TÍTULO 2°.
TÍTULO 3.°
TÍTULO 4.°
De /0s alumnas.
Art. 42.° Para ser alumno del colejio se reqiere saber leer i escri'—
bir, iobtener de la Intendencia una boleta, en virtud de cuya presen
tacion el Director admitirá aljóven i lo inscribirá en el libro respec
tivo.
Art. 43.° Todos los alumnos deben concurrir diariamente al colejio
a la ora designada en el reglamento, i permanecer en él todo el tiempo
de trabajo.
Art. 44.° Deben igualmente seguir todos los ramos qe los corres
pondan segun la clase a qe pertenecieron.
Art. 45.° Deben guardar el respeto isumision debidos a los supe—
riores del Colejio, i cumplir con presteza i exactitud las órdenes qe les
dieren.
Art. 46.° Los aslumnos evitarán todo acto qe perturbe el órden, í
se presentarán al colejio con el conveniente aseoi arreglo de sus per
sonas.
Art. 47.° Dedicarán al estudio todo el tiempo qe estén en el colejio
evitando toda especie de juego, i aun en los intervalos de descanso
aqellos qe fueren de suerte o de cualqier interes.
Art. 48.a Para reprimir las faltas qe cometan los alumnos, se ará
uso de las penas siguientes: 4..’* privacion de descanso o detencion en
el colejio despues de las eras de trabajo: 2.a privacion de descanso o de
tencion o arresto con tarea extraordinaria: 3.a planton: I.e postura de
rodillas: 5.a guantes: 6.a separacion o exclusion provisoria del colejio;
7 .a expulsion.
Art. 49.° Los superiores usarán prudencialmente de estas penas
segun las circunstancias particulares de cada caso, i teniendo en con
sideracion la conducta anterior del alumno qe ubiere faltado.
Art. 20° La pena de expulsion solo se aplicará a los alumnos cuya
mala conducta fuere incorrejible, o qe ubieren faltado gravemente a!
respeto a los superiores; pero siempre con la aprobacion prévia del
Intendente.
._. 35 —.
TÍTULO 5.°
TÍTULO 6.°
Exámenes.
Art. 24.° Al fin de cada año rendirán exámen los alumnos del esta
blecimiento, dela parte qe ubieren aprendido de los ramos qe estu
diaren.
Art. 25.° Estos exámenes son parciales o totales: los primeros se
exijirán a los alumnos para pasar de una clase a otra superior, i se
tomarán por el Directori los profesores. Su duracion será de media ora,
o por lo ménos de un cuarto.
Art. 26.a Los exámenes totales qe abrazan todo un ramo, deberán
rendirse ante cinco examinadoros a lo ménos, debiendo ser tres de los
individuos de la Junta Provincial de Educacion, i durarán precisamente
media ora.
Art. 27.° Los examinadores tendrán tres especies de votos: de distin
cion, de simple aprobacion ide reprobacion. La mayoría determina el
grado qe debe señalarse al alumno.
Art. 28.° Las partidas de exámenes totales serán firmadas por los
miembros de la Junta provincial de Educacion qe los presenciaron, i por
el Director. Cuando se diere certificado de estos exámenes, deberá co
piarse las partidas íntegras incluyendo las firmas. '
._36._
29.° Los exámenes parciales serán asentados en distinto cuaderno, i
solo firmados por el Director.
Art. 30.° Al Director corresponde señalar el órden en qe deben ren
dirse los exámenes de los diversos ramos.
TÍTULO 7.°
Premios.
33.
34.
PLAN DE ESTUDIOS PARA EL LICEO DE SAN FELIPE DE ACONCAGUA.
,.
3 —‘).
SEGUNDA SECGION.
ACUERDOS DEL CONSEJO.
waw
1.
CEDULAS
¡ARA EL SORTEO DEL RAMO solnm QI: A ns nuuum EL mmmmv PA
IA uanum nn BACHILLER 1 ucmcmno mv 'rzoLom.
De Sacra scriptura
'|.° De existentia, veritate, integritate, auctoritate et inspiratione
divina Sacrae scripturae.
in De canone quam Judeorum, tam catholicorum, et de auctoribus
librorum tam novi quam antiqui testamentit
3.a De idiomate quo soripti sunt libri canonici, de textu samaritano,
6
.... 42 _
de editionibus hebraicis, græcis. latinis et præcipuis versionibus. De
regulis ad dilucidandos hebræorum idiotismos et ad cognoscendos tro
pos necesariis.
La De objectionibus et responsis in Genesis, Exodum, Leviticum,
Numeros, et‘ Deuteronomium.
ea De objectionibus et responsis in Josue, Judicum, Ruth, Quatuor
Begum, Duos Paralipomenonet Duos Esdræ.
6.a De objectionibus et responssis in libros Tobias, Judith, Esther, Job
et Psalmorum.
'7.a De objectionibus et responis in libros Sapientiales, in Canticum
Canticorum et Machabæorum primum et secundum. ‘
8.a De objectionibus et responsis in Prophetas majores et minores.
9.a De objectionibus et responsis in Quatuor Evangelia et Acta apos
tolorum.
40. De objectionibus et responsis in Epistolas Sti. Pauli, Jacobi et
Judae.
M. De objectionibus et responsis in Epistolas Sti. Petri et Sti. Joanis
et in Apocalipsim.
42. De diversis sensibus Sacræ Scripturæ et de regulis ad ejus exposi
tionem necessariis.
Theología dogmatica.
4.a De existentia natura essentia et unitate Dei, et ejus atributis in
genere.
2.a'De Dei perfectione, simplicitate, infinitate, inmutabilitate, incom
prehensibilitate, ineífabilitate, invisibilitate, visibilitate etvisione beatifica.
3.a De Dei aeternitatea inmensitatea bonitate, intelectu, scientia, liber
tate, justitia, misericordia et providentia.
4.a De Misterio SS. Trinitatis, modo cognoscendi earn et de proces
sionibus divinis.
5.a De personis divinis, in particulari de personalitatibus et relatio
nibus divinis, de nominibus personarum et de recto modo loquendi de
Trinitato. ’
6.a De possibilitate, necessitate, existentia et causis incarnationis.
'7.1 De persona assumente et natura assumpta et unione hypostatica
Christi. .
8.a De scientia, gratia, donis, virtutibus, libertate, merito, et sa
tisfactione Christi, et de variis ejus titulis, et ofiiciis.
9.a De adoratione seu cultu Christi, ejus Matris, sanctarum imaginum
ac reliquiarum. De que Beata Maria ut Matre Dei.
.__43—_
4'0. De creatione in genere et speciatim de Angelis, eorum natura,
potentia motrice, locutíone, peccato et peena peccati. De variis Anje
lorum ordinibus, ac de eorum missione, illuminatione et custodia. De
creatione primi hominis et de ejus peccato orijinali.
44. De variis naturae humana statibus relativis ad gratiam et de
justitia originali. De natura gratiae habitualis, et 'actualis; de iis quee
non sunt gratia actualis. De praecipuis erroribus circa gratiam.
42. De necessitate gratiae ad verum cognoscendum, ad bonum agen
dum et in eo perseverandum.
43. De gratia sufficienti, et iis quibus ea concedatur: De gratia'effica
ci, unde repetenda sit ejus efficaciai De libertate humana sub influxu
gratia efficacis. Expositio sistemarum scholae Thomistee et Molinistae.
44. De—gratiae {efl‘ectibus. De justificátione; de dispositi‘onibus ad
eam adquirendam. Quomodo fides justificet. De pr0pietatibus justifida
tionis, de justitia possessione et amissione. De ‘merito, predestinatione
et reprobatione. ' ’
De Theología morali.
4.a De voluntario et involuntario, et de natura actos humani seu
moralis.
2.a De conscientia ut regula actuum humanorum.
3.a De natura et obligatione legum.
4.a De subjecto obligationis legum et de earum interpretatione,. dis—
pensatione et revocatione. ‘
5.a De diversitate et distinctione peccatorum, de peccato mortali et
veniali et de septem peccatis capitalibus.
6.a In primo præcepto decalogi, de Fide, Spe, Charitate atqu'e vitiis
eis oppositis. ,
7.a De primo paecepto. De relijione et de vitiis ei opositis per exces—
sum et per deiïectum.
8.a In Secundo praecepto. De juramento et voto.
9.a De tertio praecepto Decalogi et de ejes obligatione.
40. De quarto praecepto Decalogi.
44. De quinto præcepto Decalogi.
42. De sexto et nono prmcepto Decalogí.
43. In septimo et decime praecepto: de fürto, rapina et‘ de obliga
tione ejusdem decimi praecepti.
44. De restitutione.
45. De octavo praecepto Decalog'i.
46. De praeceptis Ecolesiaeprimi, secundi et tertii.
._.44_—
47. De 4.” et 5.° præcepto Ecclesiae.
48. De statu religiosa et de monachis speciatim.
49. Destatu clericali, horis canonicis et beneficiis.
20. De virtutibus cardinalibus: prudentia, justitial fortitudine et tem
perantia: de virtutibus eis anexis vitiisque oppositis.
24 . De jure generatim atque speciebus juris in re, de objecto etsub
jecto capaci dominii: de acquisitione dominii et de præscriptione et usu
capione.
22. Do contractibus in genere et de contractibus gramitis.
22. De contractibus onerosis.
24. De testamentis et ultimis voluntatibus.
25. De indulgentiis.
26. De censuris et irregularitate aliisque pænis canonicis in genere
et de suspensione, interdicto et cessatione a divinis.
27. De excomunicatione.
28. De irregularitate ex delicto et ex defl’ectu provenienti et de ejus
dispensatione
29. De sacramentis in genere et de eorum affectibus atque necessitate
30. De baptismo.
34. De confirmatione, ordine et extremaunctione.
32. De Sanctissimo Eucharistiæ Sacramento ut Sacramento.
33. De sacra Eucharistia utpote sacrificio.
34. De institutione, natura, necessitate, ‘materia, forma, ministro et
ssubjecto sacramenti pænitentiæ et de sigillo confessionis.
35. De contritione, confessione, et satisfactione sacramentali pæ
nitentiæ. de casibus reservatis et de aífectibus hujus sacramenti.
36. De institutione, bonitate, materia, forma et ministro matrimonii:
qualis consensus requiratur ad ejus valorem. De indissolubilitate et de
divortio.
37. De impedimentis matrimonii et eorum dispensatione.
Historia Ecclesia'stica.
I4.a A Christi nativitate ad pacem Constantini.
su A pace Constantini ad Sancti Gregorii Magni pontificatum
3.a A morte Sancti Gregorii ad mortem usque lnnocentii tertii.
4.a A morte lnnocentii tertii ad finem usque Tridentini Concilii.
5.a A conclusione Concilii Tridentini ad nostra tempora.
_—45._
Oratoria Sacra.
-——+———o
iz .
IMPLICANCIA
3.
MEMORIAS
nx: LOS asnmuwrns m. G¡um0 nn ucmwcmno.
-——á——
4.
CEDULAS
PARA EL SORTEO DEL RAMO SOBRE QE A DE RECAER EL EXAMEN PARA
EL GRADO DE LICENCIADO EM LA ¡‘AGUL‘I‘AII DE MEDICINA.
,
__47__
‘cuestiones de medicina legal qe pueden decidirse por el conocimiento
‘de los vicios de conformacion de los uesos.———Patolojia iterapéutica de
las enfermedades del sistema uesoso, aplicacion del forceps; envenena
miento por el arsénico.
2.° Sistema sinovial, fibroso, i sindesmolojia; fisiolojia; usos de los
órganos qe componen esos sistemas en las varias partes del cuerpo, en
fermedades qe los acometen abitualmente, su terapéutica, e ijiene.———En—
venenamiento por los narcóticos acres.———Presentaciones del feto por
los pies.
3.° Miolojía, fisiolojia i enfermedades del sistema muscular; su tera
péutica—Patolojia i terapéutica del pulmon i de la pleura-Desarrollo del
feto-Enqistamiento de la placenta, envenenamiento por el ácido prúsico.
4.° Describir el cútis, las membranas mucosas, serosas, i la larinje-fi—
siolojía de estos órganosi teorías dela voz-patolojíai terapéutica de estos
'órganos-Presentacion del feto por la cara—Del infanticidio.
5.° Del sistema nervioso, cerebro—espinal, i del gran simpático; su
fisiolojia i enfermedades de estos sistemas; su terapéutica—Afecciones
tifoideas en jeneral-Envenenamiento por los narcóticos-Metrorrajia
~ despues del parto.
6.° Organos de la vision, del oido, del olfato ide la gustacion, fi
siolojia i enfermedades de estos órganos; su terapéutica- Teoría de la
version del feto i casos qe la requieren-Clasificacion de los venenos.
7,° Aparato de la dijestion, funciones de este aparato, influencia de
'los ajentes físicos sobre los órganos dijestivos; enfermedades qe los
acometen; su terapéutica. Clasificacion de los medicamentos-Desarro
llo i membranas del feto-Envenenamiento por las sustancias irritantes.
8.° Cútis i órganos de la respiracion; funciones de estos órganos i
condiciones ijiénicas qe los modifican, enfermedades qe los acometen
su terapé utica-Fiebres en jeneral—Envenenamiento por los venenos
sépticos. Embriotomia.
9.° Aparato de la circulacion, sus funciones en el feto ien el adul
to-Enfermedades de los órganos qe concurren a la circulacion; influen
cia del clima en su produccion; su terapéutica-Presentaciones del tron
co del feto-Cuestiones de medicina legal sobre la preñez.
40. Organos de la absorcion; fisiolojia de su aparato; enfermedades
de los órganos qe lo componen; su terapéutica-Fiebres intermitentes
‘Istoria de los tubérculos-Vitalidad del feto-Cuestiones de medicina
legal relativas a los testameutos.
44. Organos de las secreciones del cuerpo umano; funciones de este
.__48__.
aparato; principios de ijiene qe le son aplicables; enfermedades qe aco
meten a sus diversos órganos; su terapéutica-Descripcion jeneral del
tifus de Oriente, de Europa, de la América i de la India (peste; tífus
occidental; fiebre amarilla; cólera morbus asiático i esporádico)-Cues
tiones de medicina legal relativas al suicidio i al aborto.
42. Aparato dela funcion en anbos sexos; medios de terapéutica qe
reqieren sus enfermedades; teorías emitidas sobre las funciones de estos
órganos; enfermedades delas vías urinarias; medios de terapéutica qe
reqieren-Asfixia por submersion i por suspension-Datos anatómicos
i fisiolójicos por medio de los cuales se puede determinar la edad del feto
i del recien nacido.
,
,
‘TEÉGERA smccron.
¿’ACUERDO DE LAS FACULTADES.
FACULTAD DE 'I‘ÉOLOJIA.
_.—__ep__
l.
TERNA
2.
ELECCION.
DE |I!W HUEVO MIEMBRO.‘
-—.‘——
‘DESIGNACION
‘l.
'TERN"Á.
¡firma m. inomumnn'ro '¡í’¡‘. 'n'zrérwü
Sesion del 5 de agosto de 4 845.
Cumpliendo con el art. 4°. de la Ieidé’4 9 de noviembre de 4842 la Fa
,-- 51-—,—
,eultad de Leyes i Ciencias Políticas formó la terna qe sigue de m¿iembros
de su seno, para el dombramiento de Decano.
En 4.er lugar D. Mariano Egaña.
En 2.° lugar D. Manuel Novoa.
En 3.er lugar D. Santiago Echeverz.
DESIGNACION.
nn u:nm rm,m m. concunso m: 18h64‘
\\., ,‘.
3.
ELECCION.‘
DE UN NUEVO MIEMBRO
-—.—-——-
1.
TERNA
PAlA EL nonmumnn‘ro DE DEGANO.
2..
DESIGNACION
DE ‘rm PARA !:L CONCURSO DE 1 8b6.
¡——‘Q.—i—
__53.—_
FACULTAD DE CIENCIAS MATEMÁTICAS l FÍSICAS.
TERNA
PARA 1:1— NOMBRANIEN’I‘O DE DEGANO.
_.—_.__
2.
DESIGNACION
1.
REGLAMETO
PARA LA OB.,GANIZAGION DE LA INS'1‘R'IJ’GCION PRIMARIA;
w..'l‘i'rom.l.°‘‘ ‘
,' ‘i
De la enseñanza prima’ri‘a. ï
Art. 4.° La enseñanza primaria puede ser.privada o pública; es pri
vada la qe se da reservadamente a los miembros de una familia; pú
blica la qe se da en establecimientos destinados a recibir individuos de
diferentes familias.
Art. 2.° La enseñanza privada está fuera dela aceion de la leí.
Art. 3.° la enseñanza pública qe se suministra en las escuelas sos
tenidas en todo o en parte por fondos nacionales o municipales, por
conventos de regulares o monasterios, i en las qe reciben subsidios per
manentes de algun establecimiento público protejido o fomentado por
el Gobierno, qeda en todos sus ramos sujeta a las disposiciones de la
presente lei, ia.lad'rreccïon" die"las‘ autoridades i funcionarios qe ella
cría. Tambien lo esta¡la¿,qe se da, en escuelas sostenidas por funda
ciones piadosas, en cuanto no se contraria’ a las disposiciones del fun—
dfldol,'., ,¿. ‘ . ~' '.,,';,. .. ‘, ‘1,;
Ar. 4.° La enseñanza qe se suministre en escuelas fundadas i sos:
tenidas por particulares,, esta sujeta' a la inspeccion de las autoridades
ifuncionarios qe establece la lei, en cuanto concierne a la moralidad de
la doctrina i al órden idisciplina del establecimiento; ’pero’no en cuan
to ala parte pnramente literaria, qe será dirijida libremente por el pre
ceptor. ' '
-L
A‘itf5."J Abra dos ‘clases de escuelas pública's’, saber; ‘primarias’i
"superiores-En las primeras se enseñará'la lecturari'escritura del idio’
ma patrio, la doctrína cristiana, ,urbanidad,', element0jsde, aritmética prác"
‘tica i el sistema' legal de pesos imedidas*Enlas superiores, ademas de
los ramos designados ‘a las primarias, se enseñará'el dogma i moral reli
jiosa, la gra'mática castellana, la aritmética comercial, el,dibuj‘o lineal,
elementos de jeogiafía física del globo,'la istoria'nacional i la constitu'—
cion política del,Estado. Unas,i otras recibirán mayor ensanché,cuarïi
'do las circunstancias lo permitan. " = ' ‘
Art. 6.°'E‘stán obligados a mahteñerde su cuenta una escuela de en
señanza primaria gratuita para varones pobres todos los conventos i
conventillos de regulares, iuna escuela dela misma clase para mujeres
pobres los monasterios de monjas, qe ai enla República.
Art. ‘7.° En la cabezera de 'cada 'departamento abrá precisamente
'una escuela de enseñanza superior,i gr'atuita qe c'osteará el Gobierno Na
cional, si los fondos de laMunicipalid’ádbo basta'r'en para ello. Las escuelas
del resto del departamento pueden ser primarias o'superiores 's,eg'un, lo
~acordaron las autoridades a gienes toca la crea'ciopde aqellos estableci
ï‘mientos. " .;‘ :‘:
‘ ‘
IV TÍTULO 2.° ‘'
‘D¿ l,ospreceptores.
— Art. s.‘o Ningun individuo podrá ejercer la profesiori de preceptor
de escuelas públicas o particulares sino presenta a la autoridad com
Ppetente4.° un certificado de capacidad otorgado a consecuencia de
,aber probadoï en tm exámen sus aptitudes. ‘
, 2.° Dos certificados o declaraciones firmadas por personas dignas
,de crédito ‘por'lo's‘éïia'les‘ 'cohste‘tje es de' bue'na vida i c’ostumbres.
Art; 9.° 'El‘certifi'eado qe exije el número primero del artic‘ulo , ati
"terior puede consistir: .’ ‘ ‘f Ï ' ~ ‘ ' ' ‘ ,‘
4.° En un titulo'hterario otorgadoé‘n forma ' legal porlla Universi
"dad. ~ ~ :
. .° En el titulc de preceptor de instruccion primaria “qeria autori
'dad' competente otorgaráa los alumnos de ‘fiúmero,o superndmérarios
de la Escuela Normal,‘ cuando ‘ayan‘ echo su curso de estudios. '
' 3.° Eïiuirtestimonio del Rector del Instituto Nacionol o del direc
'tor de cualqieraotró establecimiento’ en qe ‘se pueden‘rendir exámenes
__56.__
conforme a la lei, en el cual conste qe cl individuo a cuyo favor se dá,
a estudiado isido aprobado en los ramos de instraccion primaria a
cuya enseñanza va a dedicarse.
4.° En un titulo de preceptor otorgado por la Facultad de Umanidades
'de la Universidad segun las prevenciones de su Reglamento.
5.° En un certificado de capacidad expedido por algunas de las jun
tas provinciales de educacion a consecuencia de un exámen rendido al
efecto.
Art. 40. Los qe poseen los títulos qe se determinan en los ‘números
4.°i 2.° del art. 9.° no necesitan presentar a la autoridad certificado
de vida o costumbres.
Art. IM. No podrán ser preceptores de iustruccion primaria:
ll‘.° Los qe ayan sido destituidos de sus funciones de preceptor en
los casos iforma qe esta leí determina.
2.° Los qe se allen procesados por un delito qe merezca pena aflic
tiva o ínfamante, o ayan sido condenados a penas de esta clase.
' Art. 42. Ninguno podrá abrir una escuela particular de instruc
cion primaria sin presentarse previamente al gobernador del departa
mento para obtener el permiso de ejercer su profesion.
La presentacion se ará verbalmente o por escrito en papel comun,
acompañando las piezas que señala el art. 8.° iel permiso o autoriza
cion se estenderá por escrito i se firmará por el gobernador espresando
el nombre del preceptor, la clase de, escuela qe vaa establecer i el lo
cal en qe va a fijarla, de todo lo cual se dará noticia por el oficio del
gobernador a la junta provincial de educacion i a la‘inspeccion del de
partamento. ,
El gobernador no concederá el permiso sin estar cerciorado de la
identidad de la persona a cuyo favor aparecen estendidos los docu
mentos.
,Art. 43. Si se estableciere una escuela sin esta autorizacion, será
cerradainmediatamente por órden del gobernador del departamento, i
su preceptor castigado con una multa de diez pesos o 15 dias de pri
.sion; i esta pena se duplicará en caso de reinsidencia. .
Art. M. Los preceptores particulares, una vez obtenida la autoriza‘—
cion qe determina el art. 42, pueden establecer su escuela sobre las ba—
ses i condiciones qe qieran, siempre qe sean compatibles con los regla
mentos relativos al órden imoralidad de las escuelas.
Art. 45 Los superiores de los conventos i las personas o corpora
ciones qe tuvieron el derecho de nombrar los preceptores de alguna es‘
_57__
cuela pública de las clasificadas en el art. 3.", deben presentar al go
bernador del departamento el individuo qe ubieren elejido para qe
éste estienda la correspondiente autorizacion previos los certificados
del art. 8.°. .
TÍTULO 3.°
2.
APROBACION.
3.
FORMULAS
ADOP'I‘ADAS POR LA FACULTAD PARA EXPRESAR SU JUICIO ‘SOBRE LAS
—-._“—‘}
4.
ADOPCION
DEL COMPENDIO DE LA IS'IOIIA DE CHILE.
5.
ACENTUACION
Sesion del 28 de Mayo de 4845.
En la sesion de esta fecha la facultad aprobó las reglas de acentua,
__.62._..
cion propuestas por D. Andres Bello, Rector de la Universidad, en estos
términos:
REGLAS DE ACENTUACION.
La dicáion‘coh3’ta de una vocal, dos, o mas de dos.
l.
3.
, , ¡ , , mum,en caso. ,
La diccion termina en consonante.
_.. 63 '_ ~
5.° Si la última vocal es la acentuada no se escribirá el acento: v.
gr, corazon, azaar, conocer, adesíon. , , ‘ ‘, '
6.° Si la vocal en qe carga el acento no. es la última de la di’ccion,
se acentuará en la escritura: v. gr. cértámen, álguíen,’réjimen.’
SEGUNDO CASO.
4.
. ..,
-—-QÜ’—-—
6.
ELECCION
m: me m:unvo mr:mn0.
Sesion del 28 de Mayo de 4845
En cumplimiento del art., 8.° de la leí de 49 de noviembre de 4842, la
facultad nombró al licenciado de ella D. Vicente Fidel Lopez, para llenar
la vacante qe resultó por muerte de D. Francisco Bello.
FORMA ClON
DE TE“A PAIA NOIBIAMIEI’I‘O DE DECAHO.
8.
ADOPCION
DEL MA1'I’JAL DE PIIGEP‘I‘O‘IEI.
--—4—_
9.
DESIGNAClON
CUARTA SECCION.
DISCURSOS.
1.
DISCURSO
NBONUNCIAI’O POR EL M. R. ARZOBISPO ELEC’I'O DE SANTIAGO, D. lA—'
I‘AEL VALENTIN VALDIVIESO, A LA APERTURA DE LA ACADEMIA
DE CIENGIAS SAGRAIIJAS EN LA SESIOI\Ï EN CLAUS'I‘RO PLENO QE TU
‘VO LUGAR EL DIA 22 DE JUNIO DE 18B5.
_._._.._aeq¡.-——
2.
DISCURSO
PRONUNCIADO POR D. RAMO!\I’ LUIS IRARRAZJ\VAL A SU INCORPORA
CION SOLEMNE EN LA UNIVERSIDAD DE CHIL}: CONO MIEMBRO nl:
LA ¡’ACUL’I‘AD DE LEYES I CIENCIAS POLITICAS, EL DlA 1B ¡DE II!‘
nr:m¡u: DE 18I‘5.
SEÑORES:
Señonns:
La Facultad de Leyes i Ciencias Políticas qe a lamentado en la
muerte del Sr. D. José Miguel Infante, la pérdida de uno de los ilustres
fundadores de la independencia Nacionali del defensor impertérríto de
las libertades públicas; la pérdida de un orador invencible, de un juez
inmaculado, ide un ciudadano cuya severidad í cencillez de costumbres
pertenecian a los felices tiempos de Esparta i Roma. tiene oí la grata
satísfaccion de ver ocupar su silla a un jóven cuyos talentos precoces i
consumada prudencia, (virtud qe para el comun de los ombres solo es
el fruto de largos años de observacion o de muchos reveces e infortu
nios); a un jóven, digo, cuya prudencia i talentos le an echo recorrer
con vuelo de aguila, ántes de cumplir 35 años de edad, las espínosas
cargas de Majistrado judicial, primer Ministro de Estado, Vice—Presi
dente de la República, Presidente dela Cámara de Diputados, í merecer
el onor de ser nombrado Enviado Extraordinario i Ministro Plenipo
tenciario cerca de Su Santidad.
Poco tendríamos qe admirar si esto ubiera sucedido durante una
tempestad política, porqe la valiente ambicion o el arrojo de la juven
tud suele en tales circunstancias ver coronadas sus empresas con exi
tos brillantes. Pero aberlo sido en los tiempos mas tranqilos qe recorda
rán los fastos de Chile, aqellos en qe parece aber llegado a la edad ma
dura de la vida delas naciones; aberlo sido sin ambicionarlo, sin re
mordimiento, sin suscitar siqiera el murmurio de la baja emulacion;
aber logrado con mas tino qe ostensibles esfuerzos mantener el eqilibrioi
concordia de los partidos políticos, de estos partidos cuyo perpetuo choqe
parece ser un elemento vital de las repúblicas; es, Señor, para vos un
—-94 —’
timbre de gloria, qe disculparia a la envidia misma si os lo ubiera qe
rido arrebatar. ,
El ombre público pertenece a. sus contemporáneosi a la posteridad.
Todo ciudadano puede llamar a juicio sus acciones, ensalzar sus virtu
des i condenar sus vicios isus errores: libertad saludable qe sirve
igualmente de estimulo ide freno, iqe todos los gobiernos fundados en
la razon debieran protejer ifomentar, sin ponerle otras trabas qe las
únicas qe dictala moral. Yo ago uso de ella repitiendo en este sitio el
voto qe muchas veces e tenido ocasion de manifestar entre mis amigos.'
l, como mi posicion no es, merced a la. Divina Providencia, ménos
independiente de lo qe deseo, i nunca ejaspirado a mas qe merecer
algun crédito como simple abogado, no temo qe se me confunda con los
aduladores a qienes desprecio, ni qe se interpretan mis palabras como
obseqios a la amistad; porqe no e tenido oportunidad de cultivarla con
el señor Irarrázaval, ni sentido jamas inclinacion a solicitar la de los
ombres colocados en elevados rangos.
Conociendo los sentimientos de mis ilustres colegas, puedo, señor,
as‘eguraros con confianza, qe ellos experimentan tanto placer como yo
al contaros entre los miembros de esta corporacion; qe sienten vuestra
próxima ausencia por motivos mas graves qe los qe podeis imajinar; qe
os desean un éxito feliz en otra importante mision; iqea vuestro regreso
al seno de la patria aguardan de vos copiosos frutos, en indemnizacion
de la falta, del vacio, qe nos areis sentir.
Prevemos ya qe este viaje será fecundo en felices resultados de todo
jénero, i mui particularmente en los qe tienen por blanco la mejora de
nuestra lejislacion civili penal qe os a merecido particular predileccion,
i cuyos diversos sistimas tendreis oportunidad de estudiari comparar
prácticamente en Europa. Asunto de vuestras lucubraciones aun en
medio de la variedad de objetos importantes a qe abeis dedicado vuestra
atencion en los últimos cinco años, redoblará su interes cuanto mas
os alejeis de las playas en qe qedan vuestra familia i amigos: surcando el
océano meditaréis sobre él a cada instante i os sorprendereis de vuestros
propios descubrimientos; porqe librada una vez nuestra suerte aese
elemento terrible, el alma contemplativa solo se place en admirar el
poderi majestad de Dios, i en combinar sólidos planes de ventura para
la patria i para la umanidad: esto ensancha sus fuerzas i la da una
expansion prodijiosa. Os ocupará en medio del bullicio delas grandes
ciudades qevais avisitar,apresencia de los sagrados monumentos de la
antigüedad qe vais a contemplar con solicita veneracion, ien loscirculos
de la sociedad mas culta, variadai encantadora: porqe ausentes de la
patria qerida nos eneontrámos solícitarios donde qiere, i nada tiene
mayor encanto en nuestra imajinacion qe sus recuerdos i el pensamiento
dominante qe emos consagrado a su servicio.
Desearéis con anelo ardiente trasplantar a nuestro suelo cuanto, la
civilizacion Europea a inventado í la filantropia a favorecido para mejo
rar bajo todos aspectos la condicion social del ombre: os atormetarán los
obstáculos qe encontrareis para realizar tan nobles deseos: pero no sin
frecuencia os congratularéis tambien de ver a Chile exento de vicios,
ya perníciosos, ya degradantes, qe aqejan a los caducos pueblos de la
Europa sabia, i qe sus leyes i sus majistrados disimulan porqe las cos
tumbres los autorizan ifomentan. ‘
E dicho las costumbres: si. iCuán poderosa es su influencia sobre
las leyes! iCuán importantes las leyes para dirijírlas i acerlas cambiar
de rumbó‘! Asta los mas atrevidos conqistadores an tenido qe someter
se a las costumbres de los pueblos vencidos cuando deseaban conservar
su dominacion. Este pensamiento corroborado con algunos ejemplos de
funesta recordacion qe por desgracia emos presenciado entre nosotros,
me a inclinado algunas veces a mirar los trabajos de nuestros lejísla
dores con la desconfianza qe enjendran los desengaños. Ubiera qerido
verles ocupados con preferencia, si esto fuera posible, en crear, intro
ducir, preparar la opinion, i autorizar con su ejemplo las costumbres i
prácticas qe la necesidad o conveniencia pública recomendaban, ántes
qe consignarlas en forma de leí a un escrito qe una mano caprichosa u
osada podia ajar impunemente. Mas la docilidad qe caracteriza a nues
tros conciudadanos, el buen sentido con qe siempre acojen i adoptan
cuanto lleva el sello dela bondad absoluta o relativa, me a servido de
consuelo en tiempo de desaliento, ipersuadidome qe en Chile pueden
las leyes dirijir las costumbres sin los inconvenientes qe esperimentan
los lejísladores de las demas naciones, con tal qe ellas no ataqen la
igualdad real (no able de la igualdad ideal de los filósofos delirantes), '
porqe tales átaqes ensoberbecen al fuerte tanto como umillan al débil, i
éste renace entónces de su misma abyeccion, como el fénix de sus ce
nizas, mas erguido qe nunca:-con tal qe la seguridad ipropiedad es
tén a cubierto delos abances iarbitrarias usurpaciones qe suelen dis
frazarse con odiosos velos, pero sin sorprender jamas ni a los incau
tos:-i siempre qe la libertad individual no sufra mas restricciones, qe
las qe el buen órden de la sociedadila tranqilidad doméstica reqieren
como inevitables para el complemento de sus grandes fines.
Estos principios sonindudablemente los qe guian en sus árduas tareas
al jurisconsulto eminente i laborioso, encargado de la formacion de nues
__.96__
3.
DlSCURSO
SEÑORES:
deñado por entregarse con buen nmor i con descanzo a los impulsos
de la ínspiracion momentánea, improvisada, qe casi siempre produce
lamentables estravios.
Soi incompetente, señores, para apreciar los trabajos profesionales
con qe el señor D. Francisco Bello a enriqecido lo qe podríamos llamar
nuestra literatura forense. No tengo los estudios qe debiera tener para
juzgarlos, ni la acertada práctica de manejar estos negocios qe él tenia;
por con’siguiente, solo puedo deciros lo qe todos sabeís: qe sus traba
jos como abogado eran leidos con mucho respeto, i qe en mas de una
vez se izo notar su pluma por la rigurosa lójica i fuerte erudicion con
qe trató cuestiones de alto interes público ilegal. Os recordaré, seño
res sus escritos sobre la propiedad de los terrenos abandonados por el
mar; porqe este fue el trabajo, qe entre todos los qe e leido de su plu—
me, me dejó mas convencido de sus capacidades i de sus luces.
E aqi, señores, el miembro aqien vengo a reemplazar en la Facul
tad de Filosofía i Umanidades. La posícion elevada qe abia sabido ad
qirír por sus talentos i por su conducta, la multitud de amigos con qe
eontaba,los prestijios de familia qe lo apoyaban, todo en fin, cuanto
le era personal, forma un completo contraste con cuanto le es persona
actualmente a su sucesor. La desventaja toda está de mi parte i aun
qe me creo sumamente lísonjeado con el onorqe me abeís echo al ele
jirme para sucederle, no puedo méuos de confesaros qe me abate i me
umilla el tener qe sostener una comparacion tan desigual; tanto mas
cuanto qe es imposible qe deje de acerta interiormente el ánimo de ca
da uno de vosotros.
Os e indicado ántes, señores, qe espero mui felices resultados de los
trabajos qe cl Sr. Bello nos a dejado sobre Gramática latina. La nueva
edicion de su preciosa obra qe pronto deberemos a los discretosi
sábios cuidados del padre del autor, eminente literato como todos sabeis,
os ará conocer cuantas mejoras i simplificacionos a operado este libro
en el estudio de los rudimentos de esta lengua difícil icomplicada. l no
es, por cierto, en este lugar, qe por todas partes exala un espíritu im
ponente de clasicismo, donde me corresponde empeñarme en demostrar
la poderosa influencia qe esas mejoras van a tener en el cultivo de las
intelijencias jóvenes, qe, por sus estudios, se preparan a ocupar un
puesto lucid’o en la literatura americana.
Aqellos libros, Señores, qe como el del Sr. Bello contribuyen a popula
rizar esa literatura de la antigua Roma, en la qe uno no sabe si a de
admirar mas la rica i profunda filosofía qe encierra los prestijiosos adornos
con qe eleva i sublima la razon sin violentar jamas el buen sentido; di
-—10l-—
po qe esos libros, Señores, son apesar de sus modestas apariencias ide su
ente influjo los mas poderosos apoyos de la cultura literaria, i, como
tales, dignos de ser elojiados sin reserva. Cierto es qe no inician doctri
na alguna, de un modo aparente: si uno se detiene en la primera mi
rada, en la primera refleccion, nada alía en ellos qe sea social, nada
qe sea literario, nada qe sea moral, nada qe sea poético, en fin; per0
ponedlos ermanos de ese pueblo de niños cuya íntelgjencia regais con
la mira de qe sean algun dia los grandes ombres de la patria: ponedlos
al i decidme ¿adónde conducen‘?. . . . . . Comenzando por disciplinar la
memoria i la razon del adolescente, comenzando por acerlo serio
i concentrado en medio de las expanciones caprichosas i voltárias
de la edad infantil, llegan asta ponerle entre las manos las sublimes
creacciones de Virjilio, las sagaces i vivas inspiraciones de Horacio, qe
parece eternamente destinado a ser el astro de la correccion i del sentido
comun: idespues de estas lecciones, vienen otrasen las qe el alma del
jóven seintima con el alma de Ciceron, de Salustio, de Tácito i de Sé—
neca. Aora pues ¿puede nadie imajinar Cursos de Bellas Letras, Cursos
de Moral, de Política, de Filosofía, de Crítica i de lstoria, mas completos
i eficaces qe los qe se acen de un modo práctico i positivo sobre las
pájínas de estas bellísimas producciones de la Antigüedad‘?
Es imposible imajinar, Señores, modelos mas acabados en el arte
literario, obras diseñadas con mayor sencillez, ni iluminadas con un
i.ijénio mas brillante qe las qe ofrece esa literatura latina, en cuyo seno
el talento se muestra sagazi sério, al mismo tiempo qe atrevido i disci
plinado, inspirado por la mas alta poesía i sin abandonar jamas la senda
clara iespaciosa del buen sentido.
Si del aspecto puramente literario pasais, Señores, a examinar el
aspecto morali político de la literatura latina, nada encontraréis qe no
sea soberanamente sorprendente por la sabiduría, altura i jeneralidad
de las doctrinas. Horacio, Señores, es un curso completo de sentido
comun, un curso de discrecion, una fuente inagotable de filosofía prácti
ca calculada con una singular sagacidad para dirijir nuestras pasiones
inuestros gustos sin qe nos cause estragos el roce de los intereses aje
nos. Nadie puede leer las poesías pastoriles de Virjilio sin sentirse atrai
do por el magnético prestijio de las virtudes modestasisencillas de la
vida privada: nadie puede leer su ermosa Eneida sin elevarse asta la
grandeza ideal del eroismo, isin sentir qe al mismo tiempo en qe el
oido se deleita con bellisimos versos, el corazon se templa con virtudes
fuertesimagnánimas. virtudes capaces de superar todos los riesgos i
tristezas en qe la desgracia puede arrojar al ombre. Ciceron, moralista
_.—102__
eminente, erudito investigador i laborioso, filósofo práctico, político
observador i doctrinario, orador literato, crítico sagaz, es, a mi modo de
Ver, una especie de Constitucionalista Antiguo, un jenio de la familia
de Voltaire i de Benjemin Constant, nacido para desparramar ideas í po
pularizar principios sobre todos los ranos de la cultura intelectual, es,
en fin, una de esas intelijencias parecidas al panorama, qe por medio
dela reflectacion dan nueva vida, prestijios i relieve a las doctrinas
abstractas imetafísicas de la ciencia pura. Puesto en manos del jóven
obra con muchísimo poder sobre su alma; la elegancia pomposa de
sus frases, la dignidad fácil i mundana de sus ideas, la amenidad de
su dircurso, el desallorro verboso i prolijo de sus doctrinas, cierto or
gullo de pensador inexplicable pero aderido patentemente a la espresion
i al pensamiento de este critico i moralista antiguo, son cualidades esen
cialmente propias para elevar el alma, ipara‘inspirar al ióven qe se
prepara a ser ombre de letras ese amor propio, ese orgullo i vanidad del
escritor, qe no solo dá dignidad personal sino fuerza para superar los
obstáculos del estudio, pasion para‘amar'el trabajo i el retiro, i esa libra
particular qe nos proporciona deleites intensos cuando en medio de la
mas completa soledad paseamos nuestra intelijencia por el vasto i brillante
mundo de las ideas.
Nadie como nosotros, Señores, qe somos republicanos, no tanto por
pasion cuanto por principios ipor interes, puede apreciar con mayor
exactitud el beneficio qe la lectura i estudio de los libros de Salustio i de
Tácito idemas istoriadores antiguos pudieran tener sobre el alma de
nuestras nuevas jeneraciones. ¿El amor de la libertad i del órden llevado
asta la pasion, el lenguaje de la fuerza, el vigor dela idea, la penetrante
agudeza de las observaciones con qe el corazon de los ombres poderosos
se alla analizado en esos libros; el tino sagaz con qe saben descubrir
las pasiones i los intereses qe nacen de las diversas situaciones sociales;
todo, Señores, es en esas obras admirables un motivo precioso de lee
ciones proveehosasi capaces de enseñar una política eminentemente
altai positiva a la vez, una política desnuda de esas miserables i vecin
‘gleras declaraciones con qe el charlatanismos demagójico de nuestros
días pervierte, Señores, a tantos jóvenes de pasiones nobles i elevadas
qe si ubiesen sido bien dirijidos abrían servido vigorosamonte a su
pais.
Bastaria, señores, los méritos incontestables qe os acabo de referir
para qe'la Literatura latina recibiese entre nosotros todos los respetos i
consideraciones qe se le dan en los países mas adelantados del mundo.
Pero tiene otros mil, señores, tan grandesi tan numerosos qe sería ri—
-— 103 -'
dlculo empeño de mi parte el proponerme acer aqi de todos'ellos una
enumeracion prolija i completa.
Ai uno, sin embargo, qe no puedo ménos qe mencionar. Entre los es—
critores eminentes de los tiempos modernos no ai uno solo qe no deba su
alta posicion al manejo. estudio, e imitacion de los autores latinos. Re.
pasad la lista delos escritores franceses desde Rabelais, Amyot i Mon
taigne, asta Cornille, Reciue, Voltaire iVillamain; .repasad la lista de
los escritores españoles desde don Alfonso el sábio asta Cervantes, des
de Cervantes asta Qevedo, desde Qevedo asta Melendez Moratín i Jove
llanos; i vereis, señores, qe sus serios estudios de latinidad son el ori’
jen real de esa ermosura de jiros qe con tanta gracia dan a su frase,
de ese ropaje diáfanoi cristalino con qe vuelven claro í brillante el
pensamiento mas sutil i delicado. Por último, señores, toda fa pobrezai
mediocridad de estilo con qe escribimos los ijos de la América, viene,
en mi concepto, del lamentable descuido en qe tenemos el estudio de
los autores antiguos. I, personalmente, os confieso, qe apenas e tenido
razon propiai verdaderas aspiraciones literarias, e sufrido remordi—
mientos diarios, por no aber tenido constancia i valor para escapar del
influjo de esta relajacion jeneral entre nosotros: i tal es oi mi convenci
miento aeste respecto, qe a los treinta años de edad e vuelto sobre
estudios qe debiera aber perfeccionado en mi adolescencia, i me e con
traido a ellos cuando, qizá, ya no podré curar los vicios qe por su ca
rencia, se an arraigado en mi pluma. ‘ '
Nada me parece mas fácil de esplicar, señores, qe la razon del echo,
qe os acabo de acer notar, cuando os dije, qe todos los escritores emi
nentes de los tiempos modernos abiandebido su‘ mérito al estudio de
los escritores latinos. El latín es un idioma lleno demajestad i de ele
~gancia: en su manera de concentrar el pensamiento ai cierto vigor
inexplicable, pero fácil de comprender al pasar la vista por aqellos me
dios fuertes, redondos, acabados, qe las frases forman sucesivamente.
Permitid, señores, qe, para exponeros, con mayor claridad mis ideas,
me detenga un momento a examinar la frase latina.
La frase latina es, a primera vista, un misterio: la primera palabra
nada dice; nada dicen la segunda ni la tercera; i sin embargo, la
atencion pasa con una alarma creciente de palabra en palabra, trata
de no olvidar ninguna de las qe deja atras, ejecuta comparaciones rá‘
pidasi momentáneas sin detener un solo instante su movimiento pro
gresivo; la alarma ila curiosidad se aumentan de punto por punto; se
busca la idea i el pensamiento del autor como si en un momento crítico
se buscara un recurso infalible de salvacion: al fin, señores, se da con
-104——
una palabra, con una coma, con un signo insignificante; i todo aqel lar—
go misterio, todo aqel encadenamiento de voces, alarmantes, qe aguza ‘
han la curiosidadi qe nada se decian, se abre como por eccanto i se
rodea de una luz tanto mas viva i enérjica cuanto qe es repentina. El
alma se llena de placer i de alegría, descanza i concibe al mismo tiem-'
po, se recrea i recoje el fruto de sus desvelos.
Nada ai comparable, señores, ala viveza qe este mecanismo de la
frase latina comunica a los pensamientos, las ideas parecen luces qe co—
rren de un lugar a otro para llevar claridad al punto oscuro i principal
del sentido; todos los elementos de esa frase se mueven, se auxilian con
una admirable lijereza, i todo esto, señores, excita de tal modo la ale
gria i la complacencia del ánimo, qe produce una situacion placentera,
llena de un deleite íntimo i tanto mas útil cuanto qe está esencialmente
unido al trabajo mental.
Figuraos, señores. por un momento, la influencia qe, debe tener so
bre la tierna intelijencia del niño, el manejo de libros escritos con este
mecanismo lleno de arte ide animacion. Sin qe él lo sienta adqiere des
treza i facilidad para crear jiros iechar mano ide artificios literarios
esencialmente propios para dar encantos i prestijios a lla espresion. El
sentimiento intelijente del estilo, la conciencia avisada del arte de escri—
bir, se naturalizan, por decirlo asi, en su alma; de la misma menera con
qe la robustez i la fuerza se naturalizan en los miembros del cuerpo por
efecto de la educacion jimnástica qe se les qiera dar. Cuando el jóven
vienea tomarla pluma, ace ya muchos años qe sabe qe la redaccion no
importa una mera i material espresion de las ideas, sino una copia ar
tística, trabajada i meditada con la intencion de producir efectos máji—
cos de perspectiva i de accion, preparados de tal modo qe agan la re
flectacion de la idea de un modo vigorosoi lleno. Eso mismo qe se lla
me naturalidad de la espresion es un efecto puro i delicado del arte
del escritor.
Ademas de todo esto, señores, para apreciar debidamente el respe—
to qe el escritor moderno debe profesar a los escritores latinos, es pre—
ciso tener presente qe todos los idiomas en qe oí escribimos an salido
del latín i qe, por esta razon, es imposible conocer sus resortes ni su na
turaleza (conocimientos indispensables para el escritor) si no se apelaa
la literatura latina en busca del orijen de mil jirosí de mil palabras des—
tinadas a ser manejadas por los modernos.
Nuestros idiomas deben todo su edificio literario al latín; ipara con—
ven0ernos de ello basta echar una liiera mirada a la época de su forma
cion durante la edad medía. Nadie usaba ya de este idioma antiguo en
— 105 -
el lenguaje, vulgar, i todavía lo usaban todos cuando escribian; abiendo
llegado a‘ adqirir tal fuerza‘esta costumbre de escribir en latín qe fué
necesaria la.osadia de un Dante para contrarrestarla; i aun asi, apesar
de su sublime talento i de su fuerte sabiduría, se atrajo el vitupe\rio je
neral ieldesprecio,porge seïabia atrevido ausar del italiano en su fa
meso poema de la Divina Comedia, , ' , , ‘
Despues del Dante, señores, se realizó un singular movimiento de
investigaciones latinistas. El primer literato de nuestros tícm'pos dice:
«El vínculo unitario de la Europa abia sido teolójico asta entónces: era
ál larelijion ablando en latín: en el siglo XIV se izo filosófico i literario.
En Alemania, en Italia, en España, en Francia, en todas partes, porfin;
se buscaban manuscritos i libros latinos con un ainco particular, Aqe
llo era una fuerte confederacion de los talentos ide las luces, echa en
medio de la Europa esclavizada por el poder eclesiástico i por la domi
nacion feudal».
Petrarcaescribia, señores, a uno de sus amigos lo qe sigue: «Si ,me
amas, encarga a algunos sujetos ilustrados i fieles, qe recorran la Tos
cana, qe rejistren todos los archivos a ver si encuentran algo con qe cal
mar o .irritar mi sed. Aunqe.tú no ignoras qe desde mucho tiempo
atras, esta es la,pezca i la caza en qe me ocupo, qiero repetírtelo ,par
iicularmente aqi para qe duplíqes tu empeño.‘ I¿a misma peticion ago a
mis amigos de la Bretaña, de las Galias ide la España. Trata de no ser
inferior a. nadie en zelo i dilijencias.», En otra carta decia: «Mil'veces e
mandado dinero i toda clase de recursos no solo a los demas pueblos
dela Italia, sino a Francia, Alemania, España e Inglaterra. ,Asta en Gre
cia tengo ajentes: espero de allá a Ciceron, e recibido a Omero, qe, por
mis cuidados se alla oí bien traducido al latín.»
Si dela ltaliai de Petrarca pasais a la Francia i a Montaigne, a la
España i a Cervantes, allareis siempre la misma cosa, a saber; el idioma
latino sirviendo de fondo ide guia a las inspiraciones i produciones del
injenio moderno. Despues de esto viene a ser una verdad estrictamente
vulgar el asegurar ge el arte de escribir con brillo, oportunidad i belle
za, en los idiomas modernos, es un arte cuyas raices principales se allan
en el estudio concienzudo de los antiguos..l, al ablar del arte de escri
bir, no es,mi ánimo ablar.solo del arte de escribir obras eruditas i de
altas doctrinas: no, señores! Ablo tambieri del arte de escribir artícu
los lijeros i panfletos; ablo del arte de escribir,canciones i poesías suel
tas. l, para dárseine razon en lo, qe digo, no se necesita mas qe ‘recor
dar los nombres ï,de, Voltaire Paul—Lonis Conrier de Cormenin, i de Dela
vigne autores qe an debido la reputacion de qe g0zaron i de que gn7.&
14
-—106——
rán siempre a sus profundos conocimientos de las literaturas antiguas.‘
Segun esto es claro, señores, qe silos americanos aspiramos a crear
‘una literatura séria i verdaderamente social, debemos dejar esas ridicu
Ï'las pretenciones de orijinalidad que no son mas qe un sueño teórico qe
.‘ jamas veremos realizado.'Por tradiciones i por situaeion pertenecemos
señores, al clasicismo, es decir, al espíritu de las naciones qe an nacido
de Roma: inuestra civilizacion, así como nuestra sociedad i nuestra cul
tura, no podrán jamás divorciarse de las tradiciones del gusto i de la
filosofía antigua. Si qeremos ser literatos, es necesario qe comenzamos
por estudiar con amori con zelo las ricas producciones del jenio anti
guo, jenio tan culto como penetrante i artista. I sin negar, por esto,
qe el jenio moderno tenga sus cualidades orijinales i propias, debemos
tener presente siempre qe, siendo istóricamente ijo de aqel, está obliga
do a continuar sus tradiciones domésticas, salvas sus facultades inne
gables para enriqecer el inmenso caudal qe a tenido la fortuna de eredar.
Yo, señores, pido progresos i no interrupciones; pido armonía i no lucha;
pido adopciones, i no qiero esos tristes repúdíos qe solo pueden imaji—
nar la ignorancia i la mediocridad.
Alos qe qieren parangonar las literaturas de la edad media con la
literatura latina, me bastará hacerles una refleccion: esta literatura tiene
tanto de culta i artista cuanto las otras tienen de toscas i de rebeldes:
i si bien es cierto, qe la imitacion exajerada de la primera nos puede
llevar asta la"frialdad i el artificio; es cierto tambien qe el apego a las
segundas nos lleva necesariamente asta el furor de las materialidades
mas repugnantes i francas del salvajismo, asta los caprichos mas ene
migos del pudor ide la cultura social, qe siempre deben ser el fondo
del arte literario. I para probároslo, señores, no aré mas qe aceros re
cordar la mayor parte de los dramas modernos; Víctor Hugo mismo,
‘el mas elevado de los poetas románticos, a caido mil veces en el fango
delas literaturas feudales, i por eso, es, señores, qe a escrito las esce
nas repugnantes del 'Rei se divierte.
Semejante resultado no puede alegar por mucho tiempo los gustos
de las naciones cultas i adelantadas qe el siglo XIX debe mostrar en el
suelo americano. A medida qe nuestra sociedad fortifiqe su vida ele
gante i civilizada exijirá qe la literaturaiel arte le muestren formas i
principios tan cultos i tan pulidos como el siglo en qe vivimos, clásicos,
‘en fin, por su espíritu i por el idealismo de sus formas; i no permitirá,
por cierto, qe ningun escritor vaya a buscar sus modelos en las tétriú
arcas i repugnantes manifestaciones delos tiempos bárbaros de la época
feudal; tiempos en qe la ignorancia, la supersticioni Iafuerza, acian de
—107—
ia‘sociedad uu verdadero cáos; iqe eran, por esto, contrarios a la dig:
nidad iaHucimiento del arte moderno, qe, ante todo, debe ser ideal en er
mosura, culto en sus formas, i progresista en sus doctrinas i principios.
Las vulgaridades,señores, qe tan cansada como minuciosamente
acabo de desemvolver en vuestra presencia, os probarán el respeto qe
profeso a los estudios clásicos; í la importancia qe doi ala excelente obra
de gramática latina qe nos a dejado el señor D. Francisco Bello. Basta
ba este servicio, señores, echo a la juventud de esta república; para qe
consideráseis como irreparable la falta del miembro qe abeis perdido.
En untiempo en qe son tan raros los bellísimos estudios qe él abia
echo; en qe son tan pocos los jóvenes qe tienen la paciencia, la cons
tancia i el amor del trabajo qe él abia necesitado tener para producir
obras de aqeljénero, es imposible encontrar elojios, qe por bastante
justos, merezcan ser pronunciados en este solemne lugar.
Ojalá, señores, qe las simpatías qe el señor Bello a dejado en, cuan
tos le conocieron, i qe el deseo de obtener un respetoi una reputacion
igual a.la qe él tenia, muevan la ambición del mas digno entre nuestros
jóvenes,.i le inspiren la resolucion de trabajar con firmeza i de mar
char sin desalentarse, asta venir a sentarse entre nosotros traido por los
mismos estudiosi trabajos qe cultivó mi antecesor.
,
,
‘ zz:.__——‘——-———-:—--———__
QIN'I'A SECCIÓN.
MEMORIAS.
l.
EXPOSICION
"12 LOS TRABAJOS DEL COI’SEJO I DE LAS FACUL’I‘EADES DE LA UNIVERSI*
DAD DE CHILE DESDE EL MES DE SETIEMBRE DE 18I6b ASTA EL MI‘
l’l0 MES DE 18165, LEIZDA POR BL SECRETARIO JENERAL INTERIN’O
EN LA S!1Sl0l\l‘ EN’ CLAUS’I‘RO PLENO QE CELEBRO DICHA CORPORA
CION EL DOMINGO 28 DE SETIEMBRE
EXMO. Señon.
Señores:
16
... 1322 _
‘2.
MEMORIA
DISCURSO PREL’II‘MNAR.
.
(b) La invacion delos ingleses n Buenos-Aires.
— 124 _
se agolpó sóbre nuestras almas asustadas í las agobió. Se siguen las
insurrecciones de los pueblos de España, asesinatos de gobernadores,
intrigas de jenerales, avisos ¿:lel Enviado español en los Estados—Unidos
para qe nos precavamos de los emisarios de la Francia; órdenes de la
Junta de Sevilla ‘i de la Central para qe velásemos sobre los qe nos
mandaban. Nos mirábamos por todas partes anegados en peligros o
incertidumbres. El estado de la Península ¡era un problema: perturbada
la comunícacion no solo por íembarazos reales, sino por el interes de
adulterar las noticias, exajerando unos las ventajas, otros las desgracias
de la Metrópoli, debiamos racionalmente esperar qe la resolucion fuese
una escuadra enemiga qe con el desengaño nos trajese las cadenas, o
un ejército capítaneado,por algun falso amigo, qe a pretexto de conser
var la dominacion de Fernando, tratase de establecer la suya. En medio
de este melancólico cáos volvía Chile los ojos al rededor de su orizonte, i
no divisaba sino tinieblas íprecipicios, i buscaba ansioso una autoridad
en qien residiese la facultad de reunir sus esfuerzos. De nada le servía
tener recursos para mantanerse fiel en todo evento, sin una atinada
direccion qe los iciese útiles. ¿I en dónde encontraría este fénix‘? No
señor, no lo descubriamos. Un sujeto qe revestido de aqel carácter qe
llama la consideracion, juntase en su persona valor, ciencia, opinion,
prudencia i la confianza, no lo abia. El qe por acaso tenia las riendas del
Gobierno, carecia de vigor iconocimientos. Los qe por sus grados po
drían aspirar a sustituirlo, son precisamente los mismos qe oí tiene V. E.
a la vista: un solo cuarto de ora de trato, descubre su absoluta ineptitud,
i ace la apolojía de Chile. Los qe vendrían de España. . . . . . es preciso
ablar sin embozo. ¿Seriajusto, seria prudente, convendría someterse
ciegamente a personas de qienes no se tenia confianza, ni se debería
tener‘? Las autoridades de donde emanaria la suya estaban contestadas
por algunas provincias, con las qe íbamos achocar por solo un acto qe
indirectamente reprobaba su conducta.' Las Juntas de Sevilla i Central,
el primer Consejo de rejencia, se sucedian con una celeridad qe no índi
caba tener' el voto de la nacion. Estos mismos podian mui bien ser
sorprendidos por ombres astutos qe obtuviesen despachados cuya certe
za no podiamos comprobar. A mas, podian recaer las gracias en sujetos
qe iciesen de ellas el mismo abuso qe en España acababan de acer de
sus facultadesbtros qe les eran tan superiores en dignidad, concepto,
fortuna, í motivos de gratitud a un soberano, qe vendieron escandalosa
mente icon méuos esperanza qe la qe estos podian figurarse al venira
unos destinos, qe preferían a la gloria de servir a su patria oprimida, i
qe públicamente se lamenta de la falta de oficiales, i de cuya defensa
— 125 ——
pende la suerte de estos paises, porqe allá debe asegurarse i no aqi, don
de los traería al parecer el deseo de encontrar un asilo. Conjetura obvia
qe bastaría para acerlos mirar en poco i perder toda su autoridad, o a lo
ménos la parte esencial de ésta, qe estriba en el concepto qe los qe obe
decen, forman dela capacidad ivirtud de qien los manda, i en la estima
cion qe acen de sus personas.»
Estas poderosas razones presentadas a la consideracion del Consejo
de Rejencia qe por el cautiverio de Fernando gobernaba las Españas, en
el oficio de 2 de octubre de l 840‘, con qe se le acompañó la acta de ins
talacion dela Junta, i las qe fueron reforzadas en un folleto qe publica
ronfl en Cádiz los chilenos qe allí residian i ocuparon asientos en las pri
meras Cortes (c), fueron bien acojidas por aqel cuerpo, i motivaron laReal
órden de 44 de abril de 48M, aprobando el movimiento del 48 de se
tiembre. El i:toriador Torrente a próposito de esta R. O. dice: “De
este modo sancionaron la revolucion de Chile, i para darle mayor peso,
comunicaron al virei del Perú aqella famosa resolucion qe llevaba el
sello del pérfido triunfo de los revoltosos» (d). El marqes de Casa Irujo
embajador español cerca de la corte del Janeiro, en carta de M de
diciembre de 4840, conducida por la fragata Vigarrena, felicitó tambien
al nuevo gobierno por su onrroso patriotismo, su prudencia í su mode
mcron.
Lisonjeados los miembros de la Junta i los ciudadanos mas notables
por su edad, representacion, fortuna einfluencia social, con tau esplícita
aprobacion de las primeras autoridades españolas, se adormecieron
sobre el cráter del volcan qe ellos mismos se abian abierto, i no divi
saron los peligros qe les amenazaban, ni se apercibieron para defender
su eróica empresa. Tan seguros se creían, qe no trepidaron en des
prenderse de trescientos veteranos escojidos con oficiales decididos por
la revolucion, para auxiliar al gobierno revolucionario de Buenos—Aires
-qe le permitieron levantar bandera de recluta, qe llevó cerca de dos
mil ombres al otro lado de los Andes bajo la direccion del activo tenien
te don Manuel Dorrego—qe cambiaron casi todo la pólvora qe existía
en almacenes, por azogues para el beneficio de las minas, cuya comision
obtuvo el capitau don Francisco Calderon. Es verdad qe en Santiago
CAPITULO I. '
'CAP1TULO II.
Ocupa el jeneral Pareja las provincias del sur de Maule——Avauza una divi
sion de 400 ombres a reconocer la situncíon del Ejército Restaurador—
l)espacha un parlamentario, i mientras se le recibe rompe las ostilidades—
Para castigar esta falta. se destina una partida a la sorpresa de Yerlms—Bue
l'ms-Sus consecuencias-Marcha el ejército sobre el Maule-Segundo
parlamentario proponiendo una entrevista de los jenerales-Contestacion
con qe concluye esta negoc1acion.
Emo. SEÑOR
CAPITULO III.
Ü
—-—154———
fugar-en una se alló la casaca de un teniente coronel, una bolsa
tabaqera, i otras prendas, qe acrcditaban la prisa con qe se abia echo
el escape.
El grueso del ejército abia llegado a Linares en completo desórden,
causado por un fuerte aguacero, de los qe frecuentemente caen durante
el invierno en aqellas rejiones, sin qe pudiesen evitarlo los pocos oficiales
qe cumplían con su deber, pues los mas‘se abian dispersado o dejado la
formacion para buscar algun abrigo. El Jeneral en jefe no se desmontó
en toda la noche, acuartelando los cuerpos, proporcionúndoles víveres
i forrajes. Estos cuidados empleados con tanta solicitud i personalmente,
lo captaban el afecto de los patriotas, entusiasmaban al soldado i esti
mulaban al oficial.
El 44 la vanguardia reunida a la division de Benavente, llegó al es‘
tero de Bull, en donde se icieron 60 prisioneros, ise tomó un carro
cargado con eqipajes de oficiales. En un baul se encontraron pocas
prendas de vestuario, pero bastantes paqetes de pastillas de olor, presa,
qe si daba motivos para reír, los daba tambien para infundir en el solda
do desprecio por enemigos tan afeminados i muelles. ‘Talvez pertenece
rian ellas a ab7unjóven candoroso qe creyendo la facilidad con qe se
pintaba en Lima la conqista, las traia para la de las damas. '
El enemigo ocupaba la villa de San Cúrlos distante dos leguas. Allí
mandó el comandante jeneral don Luis Carrera a su ayudante don Manuel
Vega, conduciendo una intimacion, ifué recibido concortesania i aun
agasajado. El Intendente de ejército don Matias de la Fuente i varios
otros oficiales le aseguraron qe abia en su jefe la mejor disposision para
tratar con el nuestro: i estas finjidas disposiciones tenían solo por obje
to ganar tiempo.‘ En esta noche i enla siguiente madrugada llegaron
todos nuestros cuerpos, abiendo algunos marchado 48 leguas en un dia,
i en medio de fuerte lluvia. Una espesa niebla envolvia nuestro campo, i
un continuo tiroteo resonaba en todo él, causado por las descargas de
los fúsiles‘qe se acian para limpiarlos, i para prepararse al ataqe qe
debia seguirse ‘mui pronto.
Como se supiese qe la caballería enemiga se abia dispersado, salió la
vanguardia con el objeto de interponerse entre San Cárlos i el rio Noble,
ide este modo cortar la comunicacion con Chillan. Mas ántes de acercar
se a aqella villa, se vió qe el enemigo la estaba evacuanlo, pues al
mismo tiempo qe entraban nuestras avanzadas por el lado del norte,
las partidas de la retarguardia enemiga salían por el sur. Continuó su
marcha la vanguardia i ántes de una legua le dió alcance, i le presentó
la batalla afpesar de su poq‘eñá fuerza, pues solo constaba de una compa
Q
—_ 155 _
illa de infantería, dos piezas‘ de campaña, el escuadron de Usares de
de la Gran Guardia, i el de la guardia jeneral. El enemigo qe vió este
arrojo, qe divisaba talvez los movimientos del grueso de nu'estro ejérci
to, i qe la posicion tomada por nosotros al flanco derecho, indicaba la
intencion de dejar el frente libre; i poder cortar su retirada, determinó
formar un cuadro de toda su infantería, qe consistía en 4 batallones,
aunqe diminutos, sostenidos por 36 piezas de artillería con los qe rom
pió un fuego activo; Las dos nuestras fueron desmontadas mai pronto,
isin embargo, continuamos firmes sufriendo sus fuegospara dar tiem
po a qe se reuniesen las otras divisiones. Príncipiaron a llegar despues
de una ora, corriendo ansiosas a tomar parte en la aecion,. sin entrar en
la colocacion qe se les mandaba, tomando la primera qe se los presen —
taba i rompiendo un fuego inútil i desordenado —Dos brigadas de caba
llvería se destinaron a formar a retaguardia del enemigo, marchando
fuera del alcance de sus tiros; pero no sabiendo calcúlarlo i recibiendo
algunasbalas, se dispersaron completamente, dejando sin efecto este
importante movimiento.
Como nunca ’podria yo contar ciertas circunstancias peculiares de
esta jornada, mejor qe lo izo el jeneral Carrera en su diario, escrito de
su puño iletra, sobre la misma escena, i con la intencion de qe le sir
viese solo para auxiliar su memoria, me parece interesante acer aqi al
gunos estractos.
«En este estado, no necesitábamos de otro esfuerzo para rendir al
enemigo; pero aun no seria tiempo, ni merecerian los chilenos semejan
te triunfo. Elcomandante jeneral de la segunda division era celoso de los
onores del dela vanguardia, i creyó qe yo detenia su marcha para
qe triunfase aqel solo. Lleno de ignorancia i de insubordinacion, apé—
nas formó en batalla ime separé de él, cuando mandó atacar ala bayo
neta marchando atoda carrera; pero no abian avanzado cien pasos:
cuando empezaron a sufrir las descargas de artillería. cuyo efecto uní
do al cansancio los dispersó en una qebradilla qe estaba al pie de la
posícion del enemigo.» ‘
«Los Infantes de la Patria, qe formaban la izqierda de lalínea, icieron
lo mismo. La artillería de la 2.a division mandada por el capintan Game
ro i el teniente Garcia, se desmontó e inutilizó como la de la vanguardia;
i estos bravos sentados sobre sus inútiles cañones miraban con serenidad
el peligro. Toda lainfanteria aunqe dispersa mantenía un fuego arbitrario
pero vivo.» ‘
«El resto dela 3.u division marchaba con pasos de plomo apesar de
ias repetidas órdenes qe le despachaba para avanzar. Llegó al ponerse
_ 156 _
el sol, amenazó por el flanco derecho sin acercarse o esponerse, sin
cumplir con lo qe se le abia mandado, ipor consiguiente sin ningnn pro
vecho. Los óficiales del batallon de Voluntarios se dieron por enfermos
a cxcepcion de Cotapos, i de Cruz qe fué muerto por uno de sus mismos
soldados i por casualidad. Aunqe cinco dias ántes abian recibido en
Talca su armamento en buen estado, apénas tenían de servicio este
dia 46 fusiles.»
«En vano procuraba reunir la infantería i formar la línea: la mayor
parte delos oficiales eran bisoños, i contribuian solo a aumentar el
desórden. La oscuridad dela noche izo cesar los fuegos de ámbas par
tes. El aterrante desórden i el cansancio de una tropa, qe en tros dias
abia caminado 40 leguas, atravesando rios i esteros caudalosos i sufrien—.
do una lluvia continua, i el trabajo de todo este dia, me decidieron a
retirarla a San Cárlos para rcfrescarla, dejando sobre el enemigo la
Guardia Nacional i la jeneral,'para qe observasen sus movimientos.»
«La vanguardiai la caballería del centro icieron doscientos prisione
ros qe se pusieron esa noche en la cárcel,i setenta eridos entraron al
ospitali se atendieron lo mejor posible. No abia mas cirujano qe D. José
Oiea, de escasísimos conocimientos en su facultad.»
«Toda la noche setrabajó en reunir la tropa i en acomodar los fusi
les para atacar al dia siguiente. Nuestro armamento era tan malo, qe
en pocas oras de fuego se inutilizaba: el de este dia abia durado seis.
La caballería estaba absolutamente' cansada. Examinada la artillería
se encontró qe solo cinco piezas estaban en estado de servicio-las mu
niciones de fusil podian solo bastar para dos eras de fuego-Los víve
res iforrajes eran escasísimos en aqel pueblo qe acaba de abandonar el
enemigo.» , '
«Al amanecer se dió la órden de marcha. Salió la guerrillade Molina
destacada de la vanguardia, i la segui con esta inmediatamente. Poco
abia marchado cuando me dieron parte qe el enemigo se abia retirado
en la noche, burlando la vijilancia del comandante de la Guardia Nacio
nal. Su direccion era ácia el Ñuble, rio bastante caudaloso en esta es
tacion, distante cuatro leguas i en camino a Chillan. Se aceleró la mar
cha i se activó la de las otras divisiones. Pintar el desórden de aqella tro
pa al tiempo de la formación: el atolondramiento de los oficiales, ila con—
fusion de todos i en todo, seria esponer la verdad. Solo diré qe en aqel
momento auguré mal del destino del ejércitoí del de la Patria.»
«El comandante jeneral de la ‘2.a division, el Cuartel Maestrei casi to‘
dos los jefes principales, me pedian con toda instancia qe repasase el
Maule para reorganizar el ejército. Me aseguraban qe la tropa estaba
——]57——
aterrada i disminuida: el brigadier don Juan José Carrera me dijo qe se
le abia dispersado mucha fuerza de los granaderos, con los capitanes
Portales iTuñon: qe la caballería tenía una baja escandalosa: qe no
abia suficietes municiones; í últimamente qe no debia dar un paso ade
lante sin celebrar junta de guerra. Traté de convenc’erlo aciéndole com—'
prender qe el enemigo aun mas aterrado, se retiraba porqe se creía in
capaz de contenernos: qe tambien se le abia dispersado su caballería,
í qe en todo demostraba su ineptitud, í qe debiamos aprovecharnos de
circunstancias qe se presentaban tan favorables. Qe mi plan era de entre—
tenerle encerrado en Chillan, imarchar con la vanguardia a Concepcion,
dejando el centro al sur de .Itata i una división de observacion en San
Cárlos. Concluí asegurándole qe este plan lo llevaba adelante, i qe no
importaba qe me abandonason algunos: qe no acia junta de guerra í qe
echaba sobre mi toda la responsabilidad.»
Reconocido el campo qe abia ocupado el enemigo el dia anterior,
se encontró desmontada una pieza de a 4, algunos pertrechos i varios
cadáveres, entre ellos uno de ermosa figura, blanco iqe parecia de per
sona de distincion. Le conocieron varios ser el de un jóven de Concepcion
llamado Pichote. Se vió qe el lugar en qe seformó el cuadro era una pe
qeña eminencia, midiendo cada costado como tres cuartos de cuadra,
ldebiendo ser compuesto cuando ménos de mil qinientos ombres, ino
de qinientos, como asegura Torrente para realzar el mérito de las ar
mas españolas. Con la misma intencion aumenta nuestras fuerzas a do
cemil hombres, cuando de todas armas no podiamos formar un tercio.
La accion de San Cárlos fué mal comprendida i peor pintada por ami—
gosíenemigos. Aqollos qerian qe una caballería de milicias, qe por
primera vez entraba en fermacion: qe por primera vez oía el estruendo
del cañon i el silvido de las balas, rompiese un fuerte cuadro de infante
ría flanqeado por numerosa artillería, operacion de las mas difíciles
aun para la mejor caballería del mundo. Estos coronan de laureles a
Sanchez por una defensa sin peligro, porqe su gruesa artillería detenia
a sus combatientes a una distancia en qe no podian corresponder sus
fuegos; por una corta retirada a paso de fuga, sin ser sentido, i por su
encierro en Chillan, único, preciso í forzado asilo qe pudo tomar. Si la
ubiera emprendido ácia la costa, como parecia mas necesario, abría
tenido qe atravesar caudalosos rios, esposos bosqes í estrechos desfila
deros, i en ese caso su ruina era inevitable, pues aunqe nuestras tropas
fuesen índisciplínadas, Sanchez no era un Jenofonte ni mandaba griegos,
para superar tantos obstáculos. '
Es preciso confesar qe el enemigo debió su salvacion en San Cúrlos,
—-I58—
/l .° a qe la caballería no cumplió con la órden de formar a su retaguar
dia, con lo qe viéndose cortado isin prospecto alguno de escape, se
abría rendido sin disparar un fusil, i 2.° a qe el jefe qe qedó observán—
dole en la noche, a pesar de aber sabido su movimiento, no tomó pro
videncias para perseguirlo, ni aun dió aviso al Jeneral en jefe.-El mis—
mo Torrente confiesa qe «si los insurjentes se ubicraupresentado
a las orillas del rio Ñuble abría sido inevitable la ruina de los rea
listas.» Tan exacta es esta observacion, qe la sola guerrilla‘de Molina,
llegada a esta situacion a las diez del dia 46 precipitó el paso de la re
taguardia, aciendo qe dojasen abandonadas 4 piezas de artilleriai
muchas municiones, ,aogá'ndose varios soldados.
Situaron una division a la orilla sur del rio, i en las casas de la
señora Santa María, para estorbarnos el paso si lo intentábamos; í a
pesar de la seguridad qe los daba su posicion i el rio, fué desalojada al‘
momento por el teniente Garcia qe mandaba dos piezas de artillería, i
corrió tambien a encerrarse en Chillan.
Aqella noche acampó nuestro ejército ainmediaciones del rio iMoli
na guardó el bado por donde abia pasado el enemigo. Consecuente al
plan indicado arriba, la vanguardia salió el 47 con direccion a Concep
cion reforzada con algunos fusilerosos icon 4 piezas de artillería. Los
restos de los rejimientos de milicias de Santiago i Melipilla se emplearon
en conducir prisioneros i la artillería qe se abia inutilizado-Se nombró
al coronel don Luis de la Cruz comandante jeneral del canten del Ñnble,
con la division qe debia qedar en~ observacion de Chillan, i qe debia
componerse delos Volumtariose Infantes de la Patria, de la compañía
voluntarios de Talca ide los rejimientos de Linares, Parral, San Cárlos
i‘Qíriue, qe debia reunir al efecto. Se le provino qe en ningun evento
debia comprometer una accion, i qe en caso de ser atacado se r‘eplegase
sobre Talca, donde mandaba el coronel don Juan de Dios Vial, a qien
con la misma fecha se le prevenia tambien estuviese pronto para auxiliar
le, isi las circunstancias fuesen apuradas contínuasen retirándose ácia
la capital, pues el ejército vendría inmediatamente en su socorro.
Las guerrillas del capitan don Joaqin Prieto i del teniente Molina, qe
tenían la fuerza de cien ombres, pasaron el rio con elfin de acer un re
conocimiento sobre Chillan, llamar la atencion del enemigo i oculta!‘
nuestros movimientos. Estas atrevidas partidas se acercaron tanto a aqe
punto, qe salieron 400 ombres bien montados en su persecucion. Ellas
se retiraron en el mejor órden, i aunqe se les tomaron dos prisioneros,
ellos ícieron su escape en la misma noche, trayendo la noticia de la
grave enfermedad qe aqejaba al jeneral Pareja.
-— 159 —
El coronel don Bernardot)’Higgins fué destinado con 30 fusileros í
varios oficiales a someter la frontera i reunir su rejimiento de la Laja - El
de igual clase don Fernando Vega marchó a Cauqenes i don Francisco
Barrios a Qiriue con igual objeto.
El dia 20 pasó la vanguardia el rio Itata, i allí se le reunieron varios
patriotas qe andaban escondidos por los montes. Las noticias qe ellos
comunicaron, impelieron al comandante jeneral don Luis Carrera para
intimar a Concepcion qe se rindiese, enviando de parlamentario al
ciudadano don Juan Estevan Manzano. El jeneral en jefe despachó
tambien al capitan don Diego Benavente a Chillan insinuándole a Pareja
por última vez la necesidad de rendirse, pues Concepcion iba a ser
ocupada; qe de este modo no debia tener esperanza de recibir auxilios
de Lima, miéntras qe nosotros los esperábamos por momentos de la
capital; i qe así no le qedaba mas recurso qe acojerso a la jenerosidad
americana. Benavente fué recibido a una legua de Chillan por una par
tida, i vendados los ojos le condujeron por entre mil rodeos í centinelas,
qe se multiplícaban para dar la idea de un campo estenso i de fuerzas
numerosas. Sanchez le recibió en medio de todos los oficiales, i contestó
qe participaría estas ocurrencias al jeneral, í él resolveria lo qe croyese
conveniente, despachándole sin mas contestacion.-Era el caso qe Pareja
se allaba actualmente agonizando.
El capitan Prieto con 60 úsares de la Gran Guardia, se adelantó a
la Florida para reunir aqel rejimiento ipreparar cuarteles ivíveres.-
Manzano volvió con favorable contestacion, pues Concepcion prometía
someterse; i el coronel don Antonio ¿Mendiburu avanzó con cien ombres
a tomar posesion de la ciudad. El centro pasó tambien el [tata i se situó
ca Ja acienda de la señora Mardones.
CAPITULO IV.
Exno. Sníon.
Se reune todo el ejército en los altos de Callanco: llegan las piezas de :r 24‘
i se pone el sitio a. Chillan—:Acciones del 3 í 5 de agosto: incendio de lu
pólvora-Este accídentaobliga a levantar el sitio-Ernprendída la retír:r-
da, sale el ejército enemigo. presenta batalla, íntima rendicion, i con la
enérjíca contestacron qe se le dá, vuelve a sus aíríncheramientos-Couti
núa la retirada.
23
CAPITULO VI.
«Reservado. »
Exuo. Scion.
'.,\
CAPITULO IX.
‘ CAPITULO X.
Sale de Santiago una division el mundo del teniente coronel don Manuel
Blanco-Es derrotado en Cnncha-rayada-Puan el Maule los dos ejérci
tos-Accion de los tres Montes-Campamento de Qechereguas-¡Toma
de Concepcion.
(k) Parte del teniente coronel Blnnco- Monitor Araucano núm. 32,
Tom. 2.°
>
-217-
derrota fué inevitable. Nada pudo el valor del comandante Blanco,, de
los oficiales Picarte, Diaz, Allende, etc. en 45 minutos estaba en‘ poder
del enemigo toda la artillería, las municiones, la caja militar i mas'de‘
trescientos prisioneros. Al dia siguiente los fujitívos llegaron a la capi—'
tal, distante 80 leguas, i llenaron de pavor a los vecinosi al Go
bierno.
Ese mismo dia el jeneral O’Higgins abia acampado en Perqilauqen,
teniendoa Gainza a tres leguas de distancia. Esta lenta marcha era cau
cada por lamu‘ltitud de ganados mayoresi menores qe se arreaban, por
qe como no se pensaba volver a aqellos lugares, no se qeria dejar a
los realistas medios de subsistencia, privando tambien de ellos a los in
felices vecinos. Las estorsiones eran orribles. '
El 4 '° de abril acampó en la ribera derecha del Achibueboi el ene
migo dos leguas al oriente cerca de Linares. Se c'elebrá una junta de
guerra para acordar las providencias mas convehiehtes, en circunstancias
tan apuradas, i se resolvió sorprender a los realistas en esá'madrugada.
Al efecto se dió la órden de marcha, laqe fué demorada, porqe el oficial
Vega, encargado del parqe, lo movía con mucha lentitud; En estos
momentos, no se puede asegurar si por traiéion opo,r descuido, se
incendiaron algunas municiones, lo qe puso todo el ,campo en la
mayor confusion. Ella proporcionó a varios prisioneros escaparse, entre
ellos el sarjento Benavides, aqel ombre funesto qe despues derramó
tanta sangreí vertió la suya en el patibulo. Este dió aviso a Gain
za de lo ocurrido, i qedó frustrado el mejor plan qe podia aconsejar
una situacion angustiada. ‘ '
Se interceptó un oficio del Jeneral realista a Elorreaga, en qe le
mandaba reunirsele inmediatamente para acabar con nuestro ejército
de un solo golpe. Le comunicaba tambien qe Qintanilla prometía apo
derarse de Conc‘epcion, i qe segun las órdenes qe abia despachado,
mui luego tendría efecto.
El tres por la mañana alcanzamos a los llanos de Arqen, í nuestras
partidas esploradoras dieron aviso de qe el enemigo se movía sobre
nosotros. Nos preparamos para recibirlo, pero como sus movimientos
fuesen eqívocos, continuamos marchando con todo órden i precaucion.
A medio dia llegamos al Maule cerca del vado llamado de los Alarcones
o del Fuerte. Observamos qe la parte opuesta era guardada por dos
cañones i algunos fusileros de la guarnicion de Talca. Nuestras guerri
llas intentaron pasar el rio, pero fueron rechazadas. El Jeneral O’Higgins
llamó a los jefes para tomar consejo: el coronel Balcarce fué de dictámen
qe se forzase el paso; pero los otros se opusieron creyendo segura
28
-—2l8—
nuestra ruina, teniendo el grueso del ejército enemigo tan próximo;
Efectivamente en el instante se presentó a nuestra vista, i se formó en
una línea mucho mas estensa qe la nuestra: las guerrillas cambiaron
algunos tiros, í luego mudaron de posiciones pasando a colocarse a
nuestra izqierda. La division de Makena marchó a la parte de arriba, i
dejando nuestro campo con algunas tiendasi fogones, le seguimos con
direccion al vado de las Cruces, miéntras qe Gainza se dirijía rio abajo
ácia el de Bobadilla. Ambos Jenerales qerian atravesar este caudaloso
rio sin qe se les disputase el paso i creían adjudicado el triunfo a1
primero qe lo efectuase.
El sarjento mayor don Enriqe Campino con 50 granaderos montados
‘a la grupa de otros tantos milicianos fue el primero qe atravesó el rio
i protejió el paso de todo el ejército, qe se efectuó en toda esa nochei
parte del dia siguiente. Dos dias permanecimos en aqel punto ie! 6
acampamos en los Tres—Montes, o sitio de Guajardo. El 7 estaba almor
zando nuestra tropa cuando se tuvo noticia de partidas enemigas qe se
abian apoderado de algunas mulas i caballos. Salió el comandante Bena
vente con su cuerpo, iluego le siguieron los dragones de la frontera,
50 granaderosi2 cañones. El enemigo cargó sobre estas fuerzas con
el mayor arrojo, llegando a colocarse a tiro de pistola, pero abiéndosele
recibido con igual ardor i viendo qe el grueso del ejército se aproximaba,
emprendió su retirada precipitadamente. Tuvimos tres ¡úsares muertos
i once eridos. Por un oficial qe icimos prisionero, se supo el desórden
i confusion con qe Gainza abia pasado el rio en Bobadilla, i qe si se
ubiera avistado una guerrilla nuestra, se abría abandonado toda la artí
lleria; pero no estábamos nosotros para tales empresas, cuando
efectuábamos el paso con iguales, si no mayores dificultades.
Continuamos nuestra marcha ácia Rio—Claro; siempre con el objeto
de interponernos entre la capital i el enemigo; pero éste qe conocia la
importancia de este paso, se abia adelantado i tenía una division en las
casas de Parga, i otra como diez cuadras mas abajo, con un cañon,
guardando el camino por donde precisamente debiamos pasar. Sobre la
alta barranca del rio se situó ventajosamente nuestra artillería, ibajo
sus fuegos dirijidos con todo acierto por el teniente don J. M. Borgoño
lo atravesó la caballería de Benavente, obligando al enemigo a retirarse
í dejar libre el paso para todo el ejército, qe a las 4i media de esa tarde
sentó sus reales en las casas de la acienda de Qechereguas. Esa noche
se celebró junta de guerra i se discutió acaloradamente sobre continuar
la retirada ácia la capital, siendo esta la opinion del coronel Balcarce:
. . , . . . . l .
nada se rosolvio por entonces, i despues vino ‘a decidir la cuestion la‘
—219 —
presencia delos realistas, dándome apénas tiempo para improvisar
unas trincheras con lios de charqi, tercios de cebo i otros artículos qe se
encontraron a lamano. Todo el dia se estuviron cañoneando los ejércitos
sin ningun resultado, í a la noche nos llegó de Curicó un convoi i la
noticia del refuerzo qe venia a las órdenes del coronel don Santiago
de las Carreras. insistía Balcarce en la opinion de continuar la retirada,
i un oficial chileno, cuyo nombre desgraciadamente no encuentro en el
documento qe tengo a la vista, probó con tantas razones los inconve
nientes ila ruina inevitable qe nos aguardaba en el paso del caudaloso
Lontué, qe qedó definitivamente resuelta la permanencia en aqel punto
El dia 9 repitió Gainza el ataqe con igual suceso; pero a la tarde ade
lantamos algunas piezas í como sus acertados tiros causasen algun mal
en la caballería, le obligaron a retirarse fuera de su alcance. El 40 contra1
marchó ácia Talca.
Disgustado el coronel Balcarce por el poco aprecio qe merecian sus
opiniones, i por algunos otros acontecimientos qe el Jeneral O’Higgins
comunicó al Gobieno en oficio de este '_dia, pidió su pasaporte para
Santiago, dejando al mayor Las—Heras al cargo de la fuerza auxiliar.
El coronel Makena salió tambien para la capital a conferenciar con el
Supremo Director sobre la situacion del ejército.
Frustrado enteramente el plan qe Gainza con tanto juicio abia con
cortado i seguido con tanto ainco, i viendo qeO'l—Iiggins se allaba situado
ventajosamentei en aptitud de recibir poderosos auxilios de la provincia
mas rica iqe ménos abia sufrido las consecuencias de laguerra, deter
minó dejar aTalca, repasar el Maule, i establecer en él su línea de de
fensa; pero cuando venciendo mil dificultades se aprestaba para
emprender su movimiento, recibió la noticia de aber caido en su poder
la ciudad de la Concepcion i el puerto de Talcauano, de estar fondeados en
él la corveta Sebastianai bergantin Potrillo, de no qedar un solo punto
de aqella provincia por los patriotas, ide venir en su auxilio todas las
fuerzas qe tenia diseminadas.
Cuando el Jeneral O’Higgins desamparó a Concepcion, sabia la toma
de Talca, veía la necesidad de pasar el Maule para asegurar a la capital;
i con todo ocultó estas circunstancias. Dejó aqella ciudad guarnecida con
cerca de doscientos ombres, casi todos enfermos, i para infundir con '
fianza en los vecinos i conciliar los ánimos divididos a causa de la
deposicion del Jeneral Carrera, nombró una junta de gobierno compues—
ta de los tenientes coroneles don Santiago Fernandez, don Juan de Luna
¡ don Diego J. Benavente. Por toda instruccion les mandó qe procura
' sen víveres i municiones para auxiliarle, í qe sostuviesen la plazaa
— 220-
todo trance asta qe llegascn las fuerzas qe él enviaria para protejerlos,
Trabajó esta junta con todo empeño para llenar las órdenes del Jene
ral. Envió un convoi con la competente escolta, qe ¿’alcanzó al ejército
cuando iba en marcha para Maule, i no fué devuelta, para ocultar me
jor el movimiento. Trascurrió un mes entero sin qe se recibiése un ofi
cio, ounanoticia del ejército, permaneciendo casi siempre sitiada la
ciudad por partidas volantes, por la de Qintani‘Ila qe ocupaba a San
Pedro, i por los buqes qe de Arauco se abian venido a cruzar sobre Tal
cauano. La peqeña guarnicion acia un servicio activo, iles vecinos pa
triotas que tenían caballos patrullaban de noche sobre las avenidas
principales. Las bocas calles qe daban entradaa la plaza, se abian cor
tado con trincheras guardadas por cañones qe se abian montado del
mejor modo posible. Todo estaba preparado para resistir a un ‘golpe
de mano, pues un ataqe en forma no podia esperarse, creyendo al ejér
cito a veinte leguas de distancia, i al enemigo bastante ocupado en re
sistirle. iCuan diversa es la realidad!
Antes de amanecer el dia M de abril, recibió la junta de gobierno
a noticia de qe una division enemiga abia acampado en la chacra de
ilas monjas,i se destinó una partida de 20 fusileros montados a las ór
denes del teniente de granaderos .don Juan Manuel Correa para qe fue—
.sea acer el reconocimiento; .la que encontrando las primeras avanza
das cerca de Palomares se comprometió en un peqeño combate. Cinco
soldados se pasaron al enemigo, lo qe obligó a Correa a ponerse en
‘retirada asta el Agua-negra, donde encontró a Benavente con una pieza
.volante de artillería i 40 fusileros. Luego se ‘avistó la fuerza enemiga en
número mui considerable, i la nuestra se replegó sobre la plaza. El
ataqe era combinado con las fuerzas de San Pedro i Here, i todas ellas
traian una marcha simultánea. Así fué qe casi a un tiempo cubrieron
las alturas de Chepe, Puntilla i Caracol, estableciendo su cuartel je
neral en las casas de Lucares. El 42 icieron repetidas entradas por di
versas calles, i en todas fueron rechazados, no atreviéndose a presen
tarse por aqellas qe miraban ala plaza iestaban guardadas por los ca
ñones. La noche se pasó en continua alarma, amagando el enemigo por
todas partes con el intento de incomodar a la guarnición, acer consu
mir municiones qe escaseaban mucho, irobar algunas casas. En la
madrugada del 43 icimos una salida por el costado de la laguna de Ga
bilan, para dar agua a la poca caballería qe teníamos; pero el enemigo
cargó con tanto arrojo qe no logramos el objeto, tuvimos tres muertos,
un erido, prisionero el cadete don Francisco del Rio i dos soldados, l
perdimos tambien algunos caballos. No fuimos mas felices en otra salida
—221—
qe icimos despues por la parte del Bio—bio, en la qe nos irieron grave
mente al oficial de infantes de la Patria don Ramon Gil i tuvimos tam
bien tres muertos. Se .circunseribió la defensa al estrecho cuadro de la
plaza, i el enemigo emprendió el ataqe por dentro de las casas, las qe de
paso eran entregadas al saqeo para satisfacer la rapacidad del enjambre
(le uazos qe abian arrastrado de toda la campaña. A medio dia llega
ron a apoderarse de la casa delos Benaventes qe linda con el palacio,
i se trabó la pelea encima de los tejados. Por otro punto tenían la ca
sa de los Novoas, qe comunica con la recoba por medio de una ventana,
íen ella se estableció tambien la lucha. En estas circunstancias, i se
gun se dijo, por los ruegos de la señora de don Pablo Hurtado, despa
chó el comandante realista don Matías de la Fuente, un parlamentario
intimando rendicion i ofreciendo una capitulacion onrrosa. Fué necesa—
rio aceptaría, pues la plaza no podia sostenerse dos eras, las fuerzas
qe la atacaban eran diez veces mayores qe las qe la defendian, i el
ejército patriota se hallaba a cien leguas de distancia. El resto de ese
dia se gastó en concertar la capitulacion, qedando por último conve
nido en qe a la mañana siguiente la guarnícion rendiria las armas en
la plaza, saldría de ella con tambor batiente i no volvería a servir con
tra el reí; qe los vecinos no serian incomodados por sus opiniones, i
qe el cumplimiento del pacto era garantido por todo el onor de la na
cion española. En esta virtud se rindieron 430 fusileros, 60 lanceros
de los Andes con sus respectivos oficialesi doce vecinos qe abian qe
dado en el cuadro. El onor de la ríacion española, representada por los
realistas de América, fué siempre la garantía mas ineficaz, por no decir
atroz. Así es qe el mismo dia los defensores de Concepcion fueron de
clarados reos de estado, iencerrados en estrechos calabozos o lugareS
abilitados al efecto, como el De profundis del convento de la Merced,
miéntras se preparaba la nueva iglesia de la catedral para depósito je
neral, en qe entraron ombres de todas clases, ancianos de 80 años, i
niños de45. El ayudante de plaza Manterola, qe por su ardiente pa
triotismo i carácter osadoi bullicioso, se abia granjeado el ódio del par
tido realista fué castigado con bofetadas i palos; i tendido en el suelo
con las manos amarradas iuna mordaza en la boca, permaneció mu
chas eras, para ludibrio del soldado. Los oficiales don José Santiago Go
mez, don Juan José Qijadai don Santiago Flores curaron sus eridas en
la prision; pero don Ramon Gil murió en ella iel valiente don Juan
Manuel Vidaurre sucumbió ántes de entrar. Los demas fuimos tratados
con el mayor rigor: por muchos dias fué mi colchon un pellejo de car
nero, mi almoada un ladrillo i mi cobija un pedazo de capote, i con to
--222 —
do no era de los peor parados. Las mujeres qe qedaron en las casas,
con mil apuros podian proporcionarnos el diario sustento i al introdu
cirlo era defalcado por la guardia. Esta era mui numerosa, i constante.
mente tenia abocados a la única puerta qe se abia dejado, dos cañones
cargados a metralla, la mecha encendida,i la órden de disparar sobre no—
sotros al menor movimiento qe íciésemos.-La desierta isla de la Qiri
ríqina fué tambien convertida en depósito de prisioneros. Se nombró
una juntapara instruir los procesos, pues, todos éramos considerados
reos de lesa Majestad. Se aguardaba solo la conclusion de ellos, para
imponer las mas severas penas a algunos oficiales, así en Concepcion
como en Chillan, i para remitir otros a las Casas—matas del Callao. To
dos sufríamos con serena fortaleza el rigor de nuestro destino, i los ín
sultos de oficiales improvisados, o de partidarios tríunfantes en una
guerra civil, i en qienes ni la educacion ni los sentimientos de onor mi
tigaban el acaloramiento de las pasiones.
CAPITULO XI.
Llega a Chile Mr. James Hillyar, encargado por el virei para proponer un
convenio-Acuerdo celebrado por el Directori Senado——Se nombran ple
nipotenciarros-Tratados de Lircai-El ejército realista se retira a Chillan
i el de la Patria ocupan Talca-Se pone en libertad a los prisioneros-Los
tratados son mal recibidos por unoi otro bando.
__
N únsno 327.
Vanguardia.
TOTAL..... 4640
Segunda division:
TOTAL. ~ . , 4050‘
Tercera division.
Talavera-Maroto.......................... 600‘
RealdeLima.........................,...., 200'
450
Seiscañonescon.......................... 70
TOTAL.. 40‘20'
TOTAL. . .. . H5‘5
———239—
lrti‘lleros.......................... . .. 84
Infantería núm.4, ogranaderos.... . . . . . .. 625
CaballeríadeMilicias.......................M53
TOTAL......4864
Artilleros. .. . . . . . ., .. . . . . . . . . . . . . .. . . 30
Infantería..................,........... 495
Granguardiacon fusiles............,...,.~.. 83
Id. lanceros.‘.............,.....,........ 607
,
TOTAL .. 9l5
Toda esta fuerza ascen iia a 4466 infantes, a 363 dragones, 200 arti
'llerosi 4900 milicianos de caballería, es decir a casi la mitad de las
fuerzas realistas ide mui inferior condicion-Abiamos tenido qe atender
a la costa, porqe el mismo O’Higgins avisó qe dos buqes de guerra, abian
echo un desembarco en Topocalma, ipor eso se envió al teniente coronel
don Manuel Serrano a Melipilla con M6 fusiler3s. Dejamos tambien en
la capital al capitan Bustamante con 440 infantes ia don F. Gorigoitia
con 450 lanceros para qe formasen en Maipo nuestra reserva. El 30
de setiembre envió Ossorio un oficio de intimacion fechado en San
Fernando idando 4 dias de término para su contestacion, cuando sa
biamos qe se allaba con toda su fuerza en la Reqinua, casas de Valdi«
vieso. Acababa de recibir órden del virei para qe se reembarcase con el
batallon Talavera i alguna otra fuerza, i se dirijiese a Puertos intermedios
para reforzar el ejército del alto Perú, qe se allaba en peligro por algunas
revoluciones i por el ejército vencedor en Montevideo, qe avanzaba
sobre él. Esta órden puso en conflictos a Ossorio, porqe era difícil su
ejecucioni le arrebataba la victoria qe tenia casi en su mano. Se resol
vió, pues, a desobedecerla i esa misma nochei con el mayor silencio
se puso en marcha ácia Cachapoal, para pasarlo en la punta de Cortes.
O'Higgins no creyó este movimiento ipor eso en los mismos instantes
contestó al coronel Benavente-«Está bien qe V. S. espere en ese punto
al Jeneral de esa division, con respecto a qe ya an variado las circuns
taucias, pues el enemigo no avanzará al Cachapoal, porqe ya vió ayer
-—240-—
el resultado qe podia tener si tal cosa pensase. Oi a mandado un uaso
conduciendo un pliego para el Gobierno, el qe e remitido sin perder
momentos, pues pienso qe todo lo ace de miedo.» Sin embargo, Ossorio
pasó el rio al amanecer del 4.° de octubre en el punto indicado, i sin
ser sentido por el capitan Anguita qe guardaba el vado. Recibida la
noticia por O’Higgins, se dirijió con su division ácia el río: provino al
brigadier don Juan José Carrera qe estaba en las casas de Valenzuela
se le incorporase con la suya i por medio de su ayudante Garai lo
participó al Jeneral en Jefe qe se allaba en los 'Graneros, añadiendo
qela direccion del enemigo era ácia este punto, i qe los dragones i mili‘
cías de Aconcagua le picaban su retaguardia. El Jeneral envió a su
edecan don Rafael de la Sota con la órden qe toda la fuerza se pusiese
en retirada sobre la Angostura, aun cuando fuera preciso abandonar
alguna artillería-Sota no pudo comunicar esta órden por estar ya ence
rradas las divisiones en Rancagua. Avanzaba la 3.a ácia la plaza,
cuando se notó qe una fuerte columna marchaba por su izqierda con
direccion a la Angostura. Salió el coronel Carrera a contenerla, i en Pan
de Azúcar se descubrió qe era la del coronel Portus qe nia del enemigo —
Se descubrió tambien por la derecha otra columna enemiga í se destacó
al teniente coronel Benavente con un escuadron, el. qe logró acerla
retroceder.
Nuestras primeras divisiones estaban pues, encerradas en la plaza,
bajo unas malas trincheras, i tenían avanzadas algunas piezas de artille
ría a unai dos cuadras de ella, parapetadas tambien con lios de charqi
El enemigo las atacaba en esta forma. Elorreaga iQintanilla con su
caballería por la Cañada-los batallones de Carvallo i Lantaño por la
calle de Cuadra, los de Ballesteros, Montoya i Navia por la Merced i el
de Maroto por San Francisco. El fuego por una i otra parte era vivisi
mo, i desde el principio abia el enemigo cortado las aceqias qe daban
agua alas manzanas de la plaza, desbordándolas por las calles de
afuera para anegarlas. El capitan Maruri izo una resuelta salida, tomó
una batería enemiga i pasó a cuchillo a 86 talaveras qe la guardaban.
Los capitanes Millani Cabrera acian prodijios de valor en sus baterías.
Las fuerzas de Maroto trataron de atacar por la calle de San Francisco
i sufrieron tanta pérdida, qe se dispersaron, a excepcion de la 6.a
compañía qe mandaba el feroz Zambrano: por otro punto avanzó Bara
ñao con su caballería sin reparar en las trincheras, i obligado a guara
cerse en una calle atravezada, desmontó su jente, la izo subir a los
tejados í acer fuego con sus tercerolas. Casi lo mismo icieron el coman.
dante Velazco i el capitan Ordoiza. Los oficiales Pino i Benavides abrían
-—241—
forados en las murallas iavanzaban con intrepidez. Pero los valientes
patriotas resistian por todas partes. En la nocheviendo Ossorio la bien
sostenida defensa, i qe ella se prolongaria por mas tiempo, i oprimi
do con el peso de responsabilidad por su desobedecimiento a la órden
del virei, determinó retirarse para repasar el Cachapoal, i llegó a dar la
órden por conducto de Urrejola: mas los jefes le representaron qe si la
retirada era sentida por la plazai por la caballería qe estaba afuera,
serian completamente destruidos en el pasaje del rio. Este justo temor
les dió la victoria.
La tercera division ocupaba la parte norte dela Cañada, tenia algunas
bocas de calle guardadas por sus dos cañones isus pocos infantes. La
caballería apoderada de los potreros de Olivos i otros, echaba abajo
tapias con el objeto de allanar el campo para el combate. A media noche
se presentó a nuestro Jeneral un valiente dragon, qe disfrazado i por los
albañales abia salido de la plaza, conduciendo un peqeño papel escrito
por O’Higgins con estas palabras. «Si vienen municionesi carga la 3.a
division, todo es echo.» El Jeneral contestó con lápiz: «Municiones no
pueden ir sin bayonetas. Al amanecer ará sacrificios esta division,» ide
palabra agregó al dragon. «Diga V. qe esta division no puede encerrarse
en la plaza; pero qe mañana atacará para qe salgan las de adentro.»_
Qien conozca la plaza de Rancagua, su estension, las avenidas qe tiene,
i qien contemple qe estaba sitiada por 5000 ombres como ántes se a
dicho, o cuando ménos por 3500 veteranos a qe lo rebaja un manuscrito
de Qintanilla, i con una numerosa artillería-qien aya visto la fuerte
posicion de la Angostura de Paine, i el Maipo en los primeros dias del
desyelo de las nieves, podrá apreciar debidamente las órdenes del
Jeneral Carrera, i el ridiculo cargo tantas veces repetido por no aber
entrado a Rancagua con 3,a division.
Ella ejecutó, pues, en la mañana del dia 2, el movimiento acordado,
atacando alas fuerzas de Elorreaga, Qintanilla, Barañao, Lantañoi Asenjo
qe estaban situadas en la Cañada i qe fueron reforzadas por otras divi
siones, dejando solo partidas ialgunas piezas de artillería para mantener
el fuego sobre la plaza. El coronel Carrera con los fusileros i con los
dos cañones volantes, tomó las calles qe salen a la cañada, i sostuvo
todo el fuego de la infantería enemiga. El coronel Benavente contuvo
a la caballería i su ermano el teniente coronel rechazó un escuadron
qe nos atacó por la retaguardia; pero no era dado a estas fuerzas el
acabar con las contrarias; solo se trataba de llamar su atencion para
qe saliesen las qe estaban encerradas i ellas no se movían. A la una de
la tarde se observó un profundo silencio en la plaza, seguido de repiqes
31
._24—2 -
de campanas; lo qe nos izo creer qe abia sucumbido. Emprendimo5
nuestra retirada con órden; pero en la mayor consternacion i desaliento.
Apenas salíamos de los callejones, cuando fuimos alcanzados por el
teniente D. Gaspar Manterola avisando la rendicion, i señalando los
grupos de oficiales i soldados, algunas mujeres iniños, qe en medio de la
desesperacion abian salido de la plaza atropellando las fuerzas enemigas.
Los oficiales Ovalle i Yañez qedaban en ella apoderados de la asta de
bandera para no rendirla miéntras tuviesen vida. El capitan D. José Ig
nacio Ibieta rotas las dos piernas, puesto de rodillas i con sable en mano,
guardaba el paso de una trinchera, asta qe sucumbió bajo innumerables
golpes, apesar de qe el mismo Ossorio abia mandado dejar la vida a un
oficial tan valiente. Siento no dejar consignados en este escrito los nom—
bres de las demas víctimas del patriotismo, porqe nuestra violenta retira
da, nuestradispersion por pueblos distantes iel descuido de los qe qedaron
prisioneros, a sido la causa de qe no se alle una relacion individual de
ellas i qe no pueda yo aora rendir este peqeño omenaje a su eroismo i
este corto lenitivo al dolor de su pérdida. .
Si la salida de la plaza se ubiera echo cuatro oras ántes, i si ubié
ramos podido prolongar la defensa siqiera por 45 dias, en las fuertes
posiciones qe teníamos a nuestra retaguardia, icuántos males se abrían
aorrado i cuántas glorias podiamos haber alcanzado! Pero ya era tarde
i nuestra situacion melancólica í desesperante. Se qizo tentar la defensa
de la Angostura, para lo qe se mandó acer alto a la tropai avanzar la
reserva qe debia estar en Maipo; pero ya no se cumplían órdenes i to
dos corrían despavoridos. El capitan don Patricio Castro encargado de
sostener con una fuerte partida la retirada, tuvo qe emplear su
sable para contener a los soldados en su fuga.
En el manuscrito de un coronel español qe tengo a la vista se dice
«Despues de 32 í media oras de fuego, los sitíados atropellan a los si
tíadores i salen dejando en este acto 400 ombres muertos i 90 prisione
ros. La plaza qeda llena de cadáveres, lo mismo qe las calles i patios de
las casas. . . . . .A la verdad, la batalla de Rancagua debe ser memora
ble enla istoria-un activo i tenaz fuego, un,umo denso i oscuro qe
despedian los edificios incendiados-los alaridos iqejas de los moribun—
dos-la ferooidad de las tropas demasiado encarnizadas qe no daban
cuartel—aqel clamor de unos pidiendo la vida i de otros qe les acabasen
de matar para concluir sus penas -Todo esto formaba el cuadro mas
orrible í patético —Se calcularon los muertos de una i otra parte en 4300
i los prisioneros en 800. . . . .Los Talaveras cometieron errores en esta
accion; pero es preciso considerar qe todos fueron sacados de los presi
dios españoles.»
— 243.
El Jeneral en jefe llegóa la capital al amanecer del dia 5, i encontró
qe el Gobierno abia mandado reunir los soldados, mulas i caballos qe
se allaban en ella, i embaqetar 300,000 pesos de la casa de Moneda,
para qe marchaseu ácia Aconcagua al cargo del capitan Barnachea idon
Antonio Merino. Se comunicó órden al gobernador de Valparaiso para qe
en los buqes qe ubiese listos, se embarcasen todos los artículos de guerrai
marchasen a Coqimbo, iqe la guarnicion saliese por tierra ácia Qillota. Al
gobernador de los Andes se le pidieron mil mulas, i se ofició al comandan
te de los auxiliares cordoveses para qe retrocediese asta Chacabuco. Se
nombró gobernador de Santiago, al coronel de milicias D. Rafael Eujenio
Muñoz, para qe mantuviese el órden enla ciudad, i la entregase a los
realistas. Pero la plebe cometió algunos excesos saqeando los cuarteles
i la administracion del estanco, en qe abian valores como de 200,000
pesos.
. Pensaba el Jeneral qe podia reunir en Aconcagua mas de mil ombres,
iqe con ellos i con el auxilio de los pueblos del norte, se sostendría la
guerra por mucho tiempo, o a lo ménos el necesario para qe nos vinie
sen auxilios de las provincias arjentinas. Pero la multitud de familias
patriotas qe emigraban para Mendoza; el triste cuadro qe representaba
su marcha; la desobediencia de muchos jefes de fuerza; la dispersion
de las de Valparaiso en Qillota, la pérdida de los caudales por la suble
vacion de la escolta i de algunos vecinos, iia aproximacion de Elorreaga
iQintanilla con 400 ombres,-todo esto izo indispensable renunciar a
aqel plan iseguir la emigracion.-Se situó en la ladera de los Papeles al
coronel Benavente para qe la protejiese, i mui cerca de alli, 40 fusileros
al mando del teniente Jordan, lograron contener a las avanzadas enemi
gas. Las partidas de retaguardia escalaron la gran cordillera el dia 42
juntamente con el Jeneral en jefe-echamos las últimas miradas de
despedida sobre los fértiles valles de Chile, i nos abandonamos al desti
no, resignados a comer el pan de la emigracion qe tantas amargurag
encierra, i las qe no debemos olvidar jamas, para mejor apreciar el qe
oí disfrutamos.
———244 —
3.
MEMORIA
um:m POR ¡EL RECTOR DEL INS'1‘I‘I'IÏ’I‘0 NACIONAL EL 1. ° DE: ABRIL DE
18k! EN ELAC'1‘O SOLEME DE LA DISTRIBUCION’ DE: PREMIOS.
4.
Í DISERTACION
Saíonns.
Entre todas las obras qe reclaman las meditaciones del sábio, entre
todas las instituciones qe an colmado a los ombres de venturai de dicha,
entre las diferentes partes qe forman el bello edificio de la relijion cató
lica, pocas ai qe tan viva, qe tan justamente exiten nuestra admiracion,
i qe sean tan dignas de estudio i de exámen como la iglesia de Roma;
i uno de los mas grandiosos espectáculos qe puede contemplar en los
anales de la umanidad el filósofo observador es el bellísimo cuadro qe
presenta‘la istoria del cristianismo en la sábiai vigorosa organizacion,
en la eficaz ibienechora influencia, ien la milagrosa conservacion de
la cátedra pontificia o de la iglesia romana por el dilatado espacio de
diez inueve siglos. La milagrosa conservacion e dicho, porqe es a la
verdad un echo prodijioso, el qe en medio de los trastornos de los im—
perios, de las convulsiones i guerras de las sociedades umanas, en
medio de los despojos de una destruccion universal, ella solo se aya
conservado inmutable i serena, resistiendo a la accion roedora del
— 253 —
tiempo qe todo lo devora, i sobreviviendo inmortal a la desaparicion de
los mayores poderes de los siglos, a la muerte de las instituciones mas
sábias, a las ruinas de los mas célebres i bellos monumentos del poder
l deljenio. Alejandría la depositaria de los tesoros del saber del mundo
antiguo, Venecia la señora de los mares, Florencia la patria de las artes,
Pisa, Luca, Jénova i las demas repúblicas de Italia ¿qé icieron de su
esplendor, de su pujanza, de sus libertades ide sus numerosos i esclare
cidos patricios.‘? Un denso inegro velo oculta el brillo de tantas glorias.
La grandeza de los Tameslanes, ode los Jenjis—Kanes, de los Carlomag
nos i de los Napoleones ¿qé término a tenido‘? Apénas se conservan
unos lijeros vestijios de las profundas uellas qe esos ilustres jenios im
primieron en su tránsito. El poder de los tártaros qe asolaron la mitad
del Asia, el de los moros qe conqistaron la España, el de los ingleses i
españoles en América, el de Olanda i Portugal en las Indias orientales
¿en dónde está‘? ¿I en dónde están tambien el colosal imperio creado por
Augusto i qe trasladó a Bizancio,flonstantino, el ermoso reino de Polo—
nia, i el no ménos célebre qe fundaron en Oriente los cruzados‘? Ya no
existen; desaparecieron dejando cuando mas en pos de si algunos gratos
recuerdos. Pero Roma cristiana existe todavía. Ella parece destinada por
la providencia para presenciar tantasi tan nobles ruinas, para anunciar
alas jeneraciones venideras la debilidad e importancia de las creaciones
del ombre, la nada qe encerraban esos nombres gloriosos. Si, esos ilus
tres pueblos, esos poderes al parecer invencibles pasaron con apresurada
marcha, cayeron al empuje de la precipitada corriente de los siglos; i
Roma sobrevivió a su caida, i triunfó de la zaña del tiempo, como
triunfa la altiva peña en medio de los mares de los embates de brava
tempestad.
I no se crea qe ella debe su inmortalidad a la falta de enemigos qe
procurasen su pérdida. Los a tenido i mui poderosos en todos los mo
mentos de su existencia. Por trescientos años la cuchilla de los tiranos de
Roma le descargó repetidos iformidables golpes, asta qe se embotaroll
sus files en la inocente sangre de sus ijos.
Los erejes de todos tiempos i de todo jénero la an echo el blanco
principal de sus ataqes i artificiosas amañas. Todos los im pios cuales
qiera qe ayan sido sus doctrinas le an profesado un mortál odio, le an
echo una guerra de muerte,i no an escaseado el sofisma, ni la calum
nia, ni la mentirai la burla para desacreditarla, i presentar a los
snmos pontlfices como los mayores tiranos, como los enemigos de la
civilizacion ide las luces, como los protectores de todo linaje de impos—
turas'i4raudes. Pero la iglesia de Roma a sido mas poderosa qe todos
—— 254
sus perseguidores; ella a triunfado de su rabia, confundido su orgullo,
descubiertoi frustrado sus criminales proyectos. El tiempo ilas luces
de la sana filosofía an patentizado la falsedad de sus sistemas, la menti
ra, la mala fé de sus acusaciones, i la debilidad del poder de ,qe tanto
blasonaban, i los envenenados dardos qe arrojaron contra Roma solo an
servido para aumentar el brillo dela ermosa corona qe ciñe su frente
inmortal. '
Pero los enemigos de los papas van al fin reconociendo la verdad i
aciendo justicia a su mérito, i e aqi otro argumento qe de nuevo per
suade la divinidad e inmortalidad de la iglesia romana. Los progresos
qe en estos últimos tiempos an echo los diferentes ramos del saber, i
particularmente la ciencia de la ístoria, al paso qe an servido para
aclarar numerosas dudas, descubrir preciosas noticias i echos impor
tantísimos, an contribuido prodijiosamente para cubrir de veneracion
respeto a la silla de S. Pedro, para vindicar a los papas de mil i mil odio
sas imputaciones. Gregorio 7 .°, Silvestre 2.°, Inocencio 3'°, por ejemplo,
ian encontrado sábios istoriadores, ilustres ap0lojistas de sus virtudes
entre sus mismos enemigos los protestantes. Compárense tambien los es
critos de Lutero, de Calvino, de Moshein, de Jurieu, de Davis5on, con las
obras de Boscoe', de Hurter, de Hook, de Raulre i véase la diferencia
inmensa qe ai entre el lenguaje acre i virulento, entre ia mala fé i las
calumnias contra los papas de los primeros, ila moderacion, imparcia
lidad, i los magníficos elojios qe les prodigan los segundos. Entre los
testimonios con qe la istoria moderna recomienda la memoria de muchos
papas injustamente acusados, es moi notable el siguiente trozo en qe
uno de los principales órganos del protestantismo en Inglaterra, la
Bevi3ta de Edimburgo, manifiesta la alta opinion qe tienen sus redacto
res de la Iglesia católica romana.
«La istoria de esta Iglesia, dice, une en un solo cuerpo las dos gran
des épocas de la civilizacion. Ninguna otra de las instituciones qe oí
existen transporta el pensamiento asta aqellos tiempos en qe el amo de
lossacrifi'cios se elevaba desde el Panteon, miéntras qe los leopardosi
los tigres retosaban en el anfiteatro Flaviano. Las mas nobles casas
reales solo datan su existencia de ayer, comparadas con esa sudesion
de soberanos pontífices, qe por una serie no interrumpida, su ben desde
el Papa qe a consagrado a Napoleon en el siglo diez i nueve asta el qe
consagró a Pepino en el octavo. Pero mucho mas allá de Pepino, la
angosta dinastía apostólica va a perderse en la noche de las eras fabu
losas. La república de Venecia qe viene despues del papado, en mate
ria de antigüedad era comparativamente moderna. La república de Ve
,k‘\—r—!, ,
__0.55_—
ñecia ya desapareció, i el papado existe. El papado existe no en es—
tado de decadencia, no como una ruina, sino lleno de vidaide una
vigorosa juventud. La iglesia católica envía asta las estremida‘des del
mundo,misioneros tau zelosos como los qe desembarcaron con Augustin
en el condado de Kent, misioneros qe'se atreven a ablar a los reyes
enemigos con la seguridad e intripidez qe animaron al papa Leon en la
presencia de Atila. El número de sus ijos es mas considerable aora qe
en ninguno de los siglas anteriores. Sus conqistas en el nuevo mundo
an mas qe compensado lo qe a perdido en el antiguo. Su supremacia
espiritual se estiende sobre lasvastas comarcas situadas entre las llanu
ras del Missonri i el cabo de Ornos, paises qe ántes de un siglo conten—
drán probablemente una'poblacion igual ala de la Europa. Los miem
bros de su comunion pueden con seguridad avaluarse en 450,000,000,
i seria difícil probar qe todas las otras sectas unidas reuniesen el
de 420,000,000. Ninguna señal indica qe se aproxima el término
de esta larga soberanía. Ella a visto el orijeo de todos los gobiernos i de
todos los establecimientos eclesiásticos qe existen en el dia, i no nos
atreveríamos a afirmar qe no se alle destinada para presenciar su fin.
Ella era grandei respetada ántes qe los sajones ubiesen pisado el suelo
de la Gran Bretaña, ántes qe los Francos ubiesen pisado el Rin, cuando
la elocuencia griega estaba aun floreciente en Antioqia, í cuando en el
templo de la Meca se ofrecian adoradores a los idolos. Ella pues podrá
conservar en el mismo estado su grandeza, allá cuando’ algun viajero de
la NuevaZelandia se detenga en medio de una vasta soledad, junto a un
arco destrozado del fuerte de Lóndres para señalar las ruínas de S.
Pablo» ,
«Continuamente oimos repetir qe el mundo va ilustrándose sin cesar,
i qe este progreso de las luces debe ser ventajoso al protestantismo,‘
desfavorable al catolicismo. Qisiéramos poderlo creer; pero tenemos
poderosas razones para dudar qe esta sea una asersion sólidamente
fundada. Vemos qe de doscientos años acá el espíritu umano a mani
festado una actividad prodijiosa; qea echo dar grandes pasos a todos
los ramos de las ciencias naturales; qe, a producido admirables inven
ciones qe tienden a aumentar las comunidades dela vida; qe la medici
na, la cirujia, la qimica, la mecánica an considerablemente progresado;
qe el arte del gobierno, la política i la lejislacion se an perfeccionado
aunqe en grado mas inferior. Con todo vemos tambien qe durante estos
doscientos cincuenta años no a eche el protestantismo conqista alguna
qe merezca mencionarse. Al contrario creemos qe si ai alguna mudanza,
ésta es en favor de iglesia de Roma. ¿Cómo pues podríamos esperar qe
— 356 —
el progreso delos conocimientos umanos sea fatal aun sistema qe, por
nodecir algo mas, a conservado su puesto, apesar del inmenso desen
volvimiento de las ciencias desde el reinado de Elizabet.‘? (l).
«Cuatro veces desde qe la Iglesia de Roma se alla establecida sobre
la cristiandad de Occidente, el espíritu umano se a revelado contra su
autoridad. Dos veces la Iglesiaaqedado completamente victoriosa, dos
veces a salido del combate con las señales de sangrientas eridas, pero
conservando siempre en todo su vigor el principio de la vida. Cuando
refleccionamos sobre los terribles ataqes a qe ella a resistido, nos es
difícil concebir de qé modo puede perecer.» (2).
«Ala verdad, fuera de ella, ninguna otra institucion ubiera podido
resistir a semejantes asaltos. La esperiencia de doce siglos fecundos
en sucesos, el conocimiento, el cuidado perseverante de cuarenta jenera
ciones de grandes políticos la an de tal modo perfeccionado qe el gobier
no de esta iglesia ocupa el primer lugar entre las invenciones umanas.
Miéntras mayor es nuestra persuacion de qe la razon i las escrituras
están en favor del protestantismo, mayor es la admiracion forzada qe
nos inspira un sistema de táctica contra el qe la razon i las escrituras an
sido invocadas en vano.» (3).
Moi bellos son señores, estos omenajes qe a la iglesia se ven forza
dos a tributar sus mas encarnizados enemigos. Ellos no an podido resistir
a la brillante claridad qe arroja la istoria del catolicismo, i no pudiendo
esplicar de un modo filosófico iumano la milagrosa conservacion de la
iglesia romana, ya qe no acatan i confiesan espresamente el poder
celestial e invisible qe la sostiene, reconocen al méuos los muchosi mui
gloriosos títulos qe ella tiene para atribuirse la inmortalidad.
Pero, apesar de estos ermosos elojios, de estos magníficos testimo
nios de los enemigos del papado, olvidando tambien la mano omnipoten
te e invisible qe lo defiendei conserva, ai muchos empeñados en procurar
su ruina, ai muchosinteresados en el descrédito, en la completa extincion
de la autoridad de los papas. Los incrédulos, los erejes de toda clase,
los enemigos todos de la iglesia católica, dirijen ante todo sus tiros a
la cátedra de los pontífices romanos, como el mejor medio de conseguir
sus dañados intentos, ise empeñan en negar, en menoscabar, en obs
curecer al méuos sus derechos. I algunos gobiernos ambiciosos i los
escritores aduladores qe los apoyan, tienen un particular cuidado en
confundir, en poner en duda las atribuciones qe los papas ejercen, para
-—— 283 —-
de los imparciales qe an asistido al juicio sin interes en él. Bien podrá
el agraviado acer pública la injusticia de qe a sido víctima, qe entre
tanto el juez será ensalzado por su favorecido. ¿l qién decidirá entre
estas dos opiniones igualmente interesadas? Todo ombre de juicio se abs
tendrá de decidir miéntras no tenga conocimiento de los echos. ¿l cómo
conocerlos cuando se an producido en secreto i su constancia se aman
dado sepultar en el polvo de las oficinas? Sería preciso qe un ombre
fuese mui curioso para qe pudiera altar placer en desenterrar noticias
mandadas guardar, con el solo fin de saber si tal juez a sido o no recto
en una causa qe no le ofrece interes propio.
No dudo qe al cabo se descubriria la injusticia; pero seria des
pues qe las víctimas fuesen innumerables; despues qe se ubie
sen cometido vejaciones sin término: despues de aber fomentado i
protejido el fraude; despues de aber cebado a las aves de rapiña;
en suma, despues qe la opinion pública aya vagado para aplicar su
sancion, o aya sido injusta dando una opinion no merecida al juez venal,
o descargado todo el peso de su odio talvez sobre el verdaderamente
intejérrimo.
Parece imposible qe un buen juez qiere someterse con el secreto a ser
tratado con esta incertidumbre de la opinion, a ser coníundido con el
malvado en la aplicacion de la sancion popular. Isobre todo, un gran
publicista dice.-«Me cuesta trabajo el concebir cómo se allan jueces qe
« puedan tener resolucion para privarse, en un ministerio de rigor, del
« grande apoyo dela opinion pública: no puedo concebir qe se atrevan
a a usar del lenguaje siguiente poco mas o ménos: Tened una ciega
« confianza en mi integridad: soi superior a cualqiera tentacion, a cual
« qiera error, a cualqiera flaqeza. Yo mismo salgo por fiador de mi mis—
« mo: otorgad una fé implícita a virtudes sobre—umanas. El verdadero
« onor de un juez consiste en no pedir jamas semejante confianza, en
« reusarla si qisicran concedérsela, en pcnerse a cubierto de toda sospe
« cha, no dando márjen a qe se susciten, i confiando al público entero
« la conservacion de su virtud ide su conciencia.»
Se dirá qe la publicidad no cambia el carácter del juez. Pero no es
ménos cierto qe este se contendrá a presencia‘ del público; moderará la
rectitud de su ánimo, i talvez serán tratados benignamente aqellos contra
qienes tenga alguna prevencion desfavorable.
Mas, no se limitan las ventajas de la publicidad aevitar los inconve'
nientes apuntados, sino qe tambien produciría algunos bienes peculiares.
Con respecto a los testigos, ella nos proporcionaría mejores i mas nume
rosos medios de prueba. Cada cual iría con ánimo dispuesto a decir la
__084_.
verdad, í la mentira no se' presentaría en‘ público con la audacia qe
frecuentemente desplega en un examen secreto. Seria preciso qe fuese
mui obsecado en el crimen un testigo, para qe no le impnsic’ra la solem
nidad de una audiencia pública. Llevaria el temor de ser des’mentido a
cada paso; porqe entre tantas personas qe no conoce, puede abcralgnnas
qe le conozcan a él, alguna qe sepa qe es falso sn testimonio,o bien qc
tenga interes en no dejar pasar un echo falso. Nadie qerria faltar a la
verdad, por no esponerse a tantos peligros de ser desmentido. i aun se—
ria casi seguro ‘qe los sobornos dísminuírz’m, porqe se tomeria espo
ner a los testigos a tantas pruebas dificilesi desconocidas.
Muchas veces llegaría el caso acaccido ya en Inglaterra, en qe al
guno del auditorio, conociendo la malicia del decílárante, tuviese valor
para ofrecerse a instruir al juez de los echos, o no atrcvíéndoseá esto,
podría imponer de ellos al qe estuviera a su lado, éste dar'ia la voz a su
vecino, i corriendo la verdad de boca en boca, llegaría asta los mismos
jueces, qienes se encontrarían entónces con pruebas inesperadas: pro
vecho para las partes i para el juez. , — ‘
Otras veces sucedería qe viendo un acusado de tal modo concerta
dos los echos contra él i conapariencias de verdad, discurriese pregun
tas oe icieron contradecir a los testigos. Por nuestras leyes no ai ni
señales de este recurso; porqe níngun acusado presencia las respuestas
"qe sedan contra él, i solo las sabe cuando ya no pueden ser examina
‘clos los testigos,’ es decir,’ despues" de echa la publicacion. Mas no serian
pocas las ventajas qe podría sacar una de las partes con estar presentes
a la declaracion. Yo tengo noticia de un echo en qe un acusado se sal
vó por aber preguntado sobre un incidente qe a primera vista abria
parecido impertinente iqe entre nosotros, como tal, no abría sido ad— ~
rnitido. Despues de estar acordes los testigos en 'el.supuesto asesino, les
exijió éste a la sombra de qé árbol abia cometido el asesinato. Aqi se
conlradijaron los testigos, porqe no abian pensaüo la respuesta a una
pregunta tan indiferente; pero tambien por esto se vió qe su testimonio
abia sido falso. Sin la publicidad este inocente abría sido Condenado.
Si por parte de los litigantes se presentan tantas ventajas, con respec
to a los jueces puede decirse qe es indispensable la publicidad. No so
lo se presentaría garantida su probidad por la apelacion continua qe ai
de su tribunal al de la opinion, ide ‘qe le seria imposible sustraerse,
sino qe la publicidad le alentaria considerablemente, i dejarla su con—
ciencia mui mas tranqila despues de aber pronunciado un fallo de tras—
cendeuciá. Un juez desempeña funciones demasiado delicadas para qe
se le deje entregado a sus propias fuerzas. A cada paso qe da es preciso
— "85 —'
ofrecerle un apoyo para qe su constancia no ‘va‘ci4e; a cada peligro’ qe
encuentra es necesario presentarle una fuerza esteiior ge lo sostenga.
Despues qe aya empleado todas las facultades de su íntelijencia, i su
espíritu se sienta abatido, como es mui fácil qe suceda enuir cargo tan
lleno de espinas i en“qe pueden tener' lugar tantos, erróres, el ojo de la
opinion, qe no se cansa nideja engañar, i qe siempre v‘é fijo sobre él,‘
le dará nuevo aliento; ‘si se le deja entregado a si mismo, qeda espue's
to a buscar el descanso, icada momento de reposo es‘ un triunfo para
el’ mah‘ad’o, un nue'vo martirio para el oprimido,' una verdadera desgra
cia parala sociedad. Agrégasea osto qe para qe aya justicia real es
necesario q‘e ia acompañe lajusticia aparente; i como la segunda es una
garantía de la primera, miéntras aqella no esté asegurada por la p'ubli
cidad, tampoco lo estará ésta, i por consiguiente no ai estímulo para la
integridad del juez. [si buscamos garantías a los juicios ¿por qé no
emos de buscarlas para la provided del mismo juez‘? ¿Qién le estimdlará
a ser' bueno sino la opinion qe sin cesar v'ela sobre el‘?
¿Qién le asegurará de qe su providad és'tá a cubierto’ de toda calum
nia, sino la dpinion de tanto's imparciales, ‘qe con pleno conocimiento
de causa,‘ le dcfenderia‘? ' ' , ‘ ' ‘ ' ’
Demasiado bien sentido entre nosotros lo útil de la publicidad, se an
echo ya algunas tentativas para Iogi‘arlá; Comocohsecuencia de esto
pensamiento, 's'edió a luz el periódico titulado Gaceta de los T,ribu
ha1és, qe tomó‘ sobre si la importante tarea de puplicatr los actos
judiciales. Mas esta tentativa se, a limitado solo a las sentencias
pronunciadas, i todavía no llena ‘e’lobjet0 como el mismo per‘iódico ‘i el
público lo des'ez‘fran. El mismo en su último prospecto dice qe’ solo 'a
pr‘z’hcipt’d‘do a combatir el misterio qe jeneralmente encnb‘re los procé—
di'iide'ntos'judíciales entre nosotros. Su objeto es satisfacer una necesi
dad'i‘inperi’ósamente sentida; su ,empeño comenzar a ilenarla, digno
delos mayores elójios; pero todavía no se acude a'ella satisfactoria
mente, porqe no les es posible acer mas; porqe para ello ‘seria necesa
ri:ïuría reforma completa,‘ qeno est’á,en su manoacer. '
‘ Aun no se presenta al píiblico mas qe un esqéleto d’éscarnado; por
qe la sola ‘red'áccionde la sentencia no puede ofrecer todo ,el interes qe
merece'nn juicio. Se ofrece una garantía preciosa de la integridad de tos
jueces, pero mui a medias, porqe se limita para ante nn' i‘educldo nú
mero de personas, i‘no anteel público qe es el qe mas necesidad tiene
de ella. Se da cuenta a la'nacion de los actos judiciales;'pero no una
cuenta documentada, diré asi, sitio nna’cuenta desnuda de datos, vacía
de interes i solo propia para investigadores curiosos e intelijentes. ‘
-—286-—
Se tiene por objeto ilustrar a los abogados, a los jueces mismos,
presentando en cada sentencia un comentario de la leí qe lo sirve de
apoyo; pero no se medita ilustrar al pueblo, formar la opinion pública
ni mejorar las costumbres.
Con lo echo, no lo niego, se a avanzado un gran paso al logro de un
gran bien; pero tambien es cierto qe qeda mucho qe andar. Los limites
de un periódico solo permiten iniciar las mejoras, icuando mas tentar
las: a este respecto la Gaceta ace talvez mas de lo que debiera exijir
se. Pero a qien toca acabar la reforma, qien debe operar una revolu
cion completa, es la Lejislatura, la única qe tiene poder para ello.
E dicho qe la obra comenzada es todavía incompleta, i no es mi
ánimo al decirlo, desconocer lo grande del pensamiento: el mejor ome—
naje qe puedo rendir a este periódico es decir qe él es talvez qien me a
echo pensar en laimportancia de la publicidad de los juicios.
Vuelvo a mi objeto.
Mas no se piense qe las Ventajas de la publicidad no saldrían del
recinto del juzgado. Se a visto en Ingalaterra a ombres qe están mui
distantes aun de la clase mediana de la sociedad, aciendo diferencias
entre las varias clases de pruebas, qe no oiríamos nosotros en boca de
las personas mas acomodadas. La continuacion de asistir a los debates
judiciales no puede ménos de ir inspirando en el espíritu público mayor
interes por tal o cual causa; se irían conociendo los diferentes modos de
dar valor a un testimonio, i esto no podría ménos de enseñar a darlo a
los testigos.
Aun entre nosotros, tenemos en los juicios de imprenta ejemplos qe
nos demuestran qe el público no siempre está dispuesto a mirar con im
pasible indiferencia los actos judiciales. Allí asiste siempre un numeroso
concurso, qe oye con avidez los alegatos; se impone de las pruebas pre
sentadas por unai otra parte, isiempre espera asta ponerse tan en estado
de sentenciarcomo los mismos jueces. I cuando tuviese qe pasar diasi
noches enteras asta ver la conclucion, nunca se cansaria, i ya se a visto
qe no, porqe delante de él se producen las pruebas; por qe presencia
toda la armazon, diréasi, del juicio.
iEn cuántos errores ubiera caido esta saludable institucion del Jura
do, sin este interes de la opinion pública! iDe cuántos atropellamientos
se en librado los qe an ido a sentarse allí al banco de los acusados, solo
por aber estado presente una concurrencia ansiosa del resultado, qe
mas o ménos se a manifestado benigna con el reo, i qe se a manifesta
do pronta a defenderlo atodo trance, si ubiese llegado el caso de alguna
tropelía!
--287—'—
Tambien nuestros Tribunales están abiertos para el qe qiera asistir a
ellos. Pero a qé asrstirian‘? Para oír una larga e indijesta relacion de piezas
qe no entienden, acumuladas en el espacio de largos años, por personas
qe ya ni se conocen, i qe por lo mismo no son dignas de intereses? 0
será para oír discursos áridos sobre echos fundados en pruebas qe ni
se conocen? Dado qe el asunto fuese tan interesante qe por si solo
llamase la atencion del mas indiferente, iqe todos tubiesen pleno cono
cimiento de las pruebas, ¿qien tendría la paciencia de asistir para espe
rar las mas veces un auto interlocutorio por todo resultado i guardar
el interes para cuanto nuevamente se tomara en consideracion?
[sobre todo, el verdadero interes de un juicio está al tiempo de la
formacion del proceso, es decir, enla primera instancia. Casi de nada
serviría oír la relacion de testimonios dados en presencia de otros; todo
el placer qe aqellos pueden inspirar está en presenciarlos, en ver a los
testigos, en oirlos cuando comparezcan a la presencia del juez. Allí es
donde las inflecciones de la voz dan a conocerlos sentimientos del cora
zon. (4) Allí es donde la ansiedad de una concurrencia se goza de leer
en la fisonomia del declarante lo mas recóndito de sus pensamientos.
Allí es donde los testigos, el acusado, el juezi la verdad en fin, se en
cuentran defendidos por la presencia de un público imparcial.
Los apolojistas del secreto temen qe padezca la reputacion de un
acusado inocente, siendo público el juicio. Este temor es mas afectado
qeel fundamento qe tiene. Cualqiera qe se creyese inocente desearía
mil veces mas ser injuiciado en público, porqe sobre contar con mayo
res garantías para justificar su inocencia, sabría qe una vez conocida,
abia de qedar perfectamente vindicada su reputacion i purificada a los
ojos dela mayor parte. Por el contrario, el secreto ni impide qe se es
tienda la voz del proceso qe se le forma, lo qe hasta para qe su reputa
cion padezca; i aun cuando qede perfectamente vindicado ante el juez,
no puede estar seguro de qedarlo igualmente con el público, ignorante
de todo.
E encontrado una objecion qe a primera vista, confieso me pareció
mui sólida contra la publicidad. Los cómplices o malechores podrían su'
* car partido de los procedimientos judiciales, preparando su fuga o la
‘del reo, o de cualqiera otro modo.
Supuesto qe tuviese el fundamento qe le encontré al principio, seria
todavía darle mas importancia, de la qe merece, si solo por ella nos
decidiésemos en favor del secreto. Tambien es jeneralmente reconocido
(l) Bcntham.
_.233__
qelos debates lejislativos deben ser públicos, i aunqe alguna vez con—
viene qe sean ‘secretos, como.cuan,do afe,ctan a la seguridad,de una na
cion...a nadie se le ocurre .decir. ya, qe por esos solo deben ser siempre
secretos. Las excepciones no deben formar la regla jeneral, i con sal
‘varïlas qeda rerpediada;la dificultad. . 4 ', .
'Pero,roflexionemos bien sobre ,ella i veamos cuál seria ese gran par
tido qe pudieran sacar de la publicidad. ¿Sería avisar,a sus demas cóm,—
plices,el peligro qe corrían para ge tomaran la fuga‘? No me parece este
¿un temor qe pueda inclinar la balanza. ¿Pues qé, la ,sola aprension de
un reo no avisa bastante a sus compañeros ,qe corren peligro‘? ¿Necesi
tar¿’rn para uir, qe del sumario qe se siga resulten pruebas incontesta
bles de su complicidad? El solo echo de la aprension de uno ará temer
¡a los demas comprendidos en el mismo delito itomar las medidas con—
vonientes para ponerse a salvo. ,
‘Pero aun cuando este mal pudiera evitarse con el secreto,, lo en—
,cuen,tro,,todavia mas,leve,de lo qe a primera ,vista aparece. Se ‘escapa:
.,ria: un criminal, esverdad, i a donde qiera qe fuese ¿qién .le qitaria la
nota de sospechoso con qecarga todo fujitivo? iles f,ujitivos, se cono‘
¿cen en todas ,part,es..Aora pues, el peligro disminuye a medida ,qe es
mas conocido.el malechor: luego el temor qepudiera inspirar este c,ri—
,minal seria menor, porqe .setendrian mayores precauciones contra él:
,‘luego tambien no seria tan graveel mal,.supo,niendo qe pudiera evie
,tars,e con el secreto, lo qe solo,e qerido. proponer por ‘vía .de suposi
clon. . , , , , ‘
¿l qé,otra cosa pudiera temerse? Sería qe los cómpjices tratasen de
focultar las pruebas, o de trabajar de otro modo cualqiera pana ,salvar
al reo? Para esto no necesitan qe el juicio sea público. ,Si qisiesen aco
modar pruebas falsas con el mismo objeto, todos saben q.é diiicil es acer
tal,,cosa en .u‘n'a causa de ordinario interes;, pues mucho mas difícil se:
,ria,paralos cómplices, loqeconsidero
en caso deipublicidad siempretemen acercarse
poco méuos al lugar del,juicio,
qe imposible, por el te—i
.morge naturalmente ,inspiraria de esponerse.a las ,,miradas de tantos.
En suma todofilo qe parece qe se giere evitar es qe pueda esca
,p'arsealgun criminal. Supongamos qe se escape; mas pésensedos ma—,
les qe'resultarian de la salvacion de un criminal> qe por todas parteslle:
va la nota de sospechoso, con el qe las víctimas ‘inocentes qe pueden
saq¡iticarse enï el'secreto. " , ' ,
~ Se cree, por otra parto, sería difícil encontrar bastantes testigos.
Veamos por qó podría suceder esto. Los testigos témerian esponerse a
las venganzas del reo o de sus cómplices. Pero asta aqi no oigo una
—-289——
sola objecion contra la publicidad qe no sea igualmente aplicable al
secreto. ¿Con recibiraocultas las declaraciones se qita qe los cómpli
ces sepan cuáles son los deponentes, uqe si no lo sab en, lo averigiien?
Mui léjos de poner en peligro a los testigos la publicidad, les ofrece a
este respecto mayores garantías; porqe desde qe padesca un mal el
testigo, por peqeño qe sea, ¿qién no sospechará de dónde ha salido? ¿i
qécómplice no se abstendrá de dañar, sabiendo qe las sospechas an
de recaer sobre él?
Se teme esponer a los testigos a las ínvectivas i a los sarcasmos de
los abogados —Esta es cabalmente una de las mayores objeciones qe yo
encuentro contra el secreto. ¿Cuándo será mas probable qe un aboga
do ponga en ejercicio una elocuencia virulenta contra los testigos,
cuando las deposiciones de éstos ayan sido oidas por una concurren
cia, o cuando nadie tiene conocimiento de ellas mas qe el juez‘? Mién
tras qe en el último caso le convida a injurias la ignorancia qe se tie
ne de todo echo, en la publicidad encuentra un fiscal investigador en
cada uno de los espectadores; un amigo del objeto de sus iuvectivas qe
estará pronto a desmentirle, en cada rostro severo de los qe divisa en
la concurrencia; í el testigo contará con otro juez imparcial i desintere
sado qe la salve ante la opinion pública, porqe todo el auditorio sabrá
qe lo qe se dico de él es inmerecido. En el secreto, el declarante carece
de este otro juez, ante qien poder apelar, i no puede verse libre de qe
un defensor de mal umor, qe ante el público no se ubiera atrevido a
separarse de la cuestion por no ser desmentido, sea bastante descarado
ante el juez para ocupar el tiempo solo con imposturas iridiculeces.
Abrían muchas personas qe temíe,scn comparecer en público como tes
tig0s. ¿I por qé? ¿por rubor‘? Pero solo tienen miedo al público las
doncellas i los niños, ia estos les intimida tanto la presencia del juez
solo, como la de una asamblea numerosa.
¿Será por la abyeccion qe nace de la degradacion iel crimen? A la
verdad qe no deseamos mucho los testimonios de jenios de esta clase;
personas como estas no gustan de frecuentar los juzgados, i si alguna
vez se atreviesen a comparecer para causar ménos males, los intimida
rian los peligros de ser descubiertos con la presencia de tantos. Esto
mismo podría qizá desalentar a los sobornadores de testigos por el te
mor de qe no pudiesen desempeñar bien su papel. Con respecto a los
demas casos, todos saben qiénes se avergüenza del público.
Por lo odioso qc suele ser el testimonio judicial! Esto seria defender
el secreto con sus mismos defectos. Mas dese a los actos judiciales toda
' ia importancia qe merecen, aciéndolos públicos; fórmese i edúqese de
37
—29o_
este modo el interes público en favor de ellos, í se verá qe, penetrados
los testigos de cuánto vale el cargo qe van a desempeñar, ocurren gus
tosos a pagar con sus testimonios el tributo qe se debe a la justicia,
todos desde el mas ábil político asta el mas sencillo aldeano.
Algunos de estos sentimientos, es verdad, tendrán mucho poder en
personas de cierta clase, particularmente entre las del sexo. ¿Pero qe
regla abrá tan absoluta qe no convenga establecerle algunas excepciones‘?
No me parece este lugar a propósito para detenerme en indicar los limi
tes qe debieran fijarse; pero si diré qe aun entre las mujeres estos sen—
timientos no serian nada poderosos en la mayor parte de las qe con
mas frecuencia sirven para testificar: able de las qe pertenecen a la
clase comun del pueblo. I aun diré mas, qe privar al ,público de pre
senciar los testimonios de estas personas por un temor qe ni ellas mis
mas tendrían, sería escluirlo de oír los mas interesantes de todos. Las
mujeres del pueblo encuentro razones fundamentales para creer qe son
mejores testigos aun qe los ombres. Ellas tienen siempre un verdadero
placer en imponerse de cuanto pasa, í sin dejar escapar el menor inci
dentente porinsígníficante qe parezca. Como tienen menos negocios qe ab
sorban su atencion se fijan en todo, lo refieren asus amigos, í de estemodo
qeda gravado en su memoria. Así es qe miéntras un ombre encuentra
siempre dificultad en recordar losechos, i tiene qe ayudar sus recuerdos
con una penosa meditacion, a las mujeres se viene esportaneamente la
verdad alos labios i la esponen con sus menores ápices. En cuanto a las
señoras, sería darles un rato verdaderamente penoso el obligarlas a tes
tíficar tanto en publico como en secreto. Ai entre ellas, a mas del rubor
para presentarse en público, un sentimiento de tierna piedad, qe a la ma
yor parte impediría declarar en perjuicio de otro. La sola idea de qe sus
dichos van talvez aocasionar la muerteo un mal grave a otro, les cerra
ría los labios. Creerian echar sobre si un cargo pesado, si pudiendo evitar
un mal con ocultar la verdad de un echo, lo revelasen. Iestoí cierto de
qe algunas preferian perder los mayores tesoros, a tener qe comprarlos
con la necesidad de presentarse en público a esponer sus derechos. Todo
lo qe abrase en contra de este sentimiento, obligáudolas a violentarse,
sería para ellas una tortura dolorosa. Un caso como este merecería’ pues
una ecepcion especial; porqe de otro modo serían talvez mayores los in
convenientes qe las ventajas. , —
Talvez qisiera conceder, qe se presentasen casos en qe la publicidad
disminuyese el número de testigos; pero de todos modos es verdad qe se
rían mas abonados e irían mas dispuestos a decir la verdad.
Creo pues mui palpables las ventajas de la publicidad en los juicios;
—291—
i si apesar de todo todavía dudamos de ellas, acordémonos de qe todo
juez se siente siempre dispuesto contra aqel qe se le presenta con al
gun aire de misterio; í si el juez mismo se reviste de él para juzgar,
ya tiene contra si, pruebas qe agan dudar de su probidad. Leemos la
lista de los asesinatos judiciales qe se an cometido en los Tribunales qe
an llevado por norte el secreto, i qe al fin an llegado a acerse tan atro
ces, qe no es posible recordar su memoria sin estremecerse. La inqisi
cion, el Tribunal de los Diez, pasarán eternamente por vergüenzai
oprobio de la umanidad. iQé diferencia con las bendiciones qe cada
dia recibe la institucion del jurado! Penetremos en lo interior de las
cárceles, abramos los calabozos, iencontrarémos cuantas víctimas, qe
an esperado semanas, meses i años, i todavíano saben el destino qe les
espera. iCuántas veces un acusado permanece por muchos dias en
una estrecha prision sin saber la causa de ella, porqe el juez no a po
dido o no a tenido a bien todavía acerlo comparecer por la primera vez
siqiera a su presencial I sin embargo este puede ser inocente, i viene
a salir de la prision despues de largos padecimientos; qe aciendo pú
blicos los juicios, abrían podido abreviársele considerablemente. Por
qe en secreto el juez se cansa de sus deberes tan delicados, i no tie
ne móvil su actividad; se olvida de los encerrados en las cárceles qe
esperan de él la declaracion de su inocencia, ino tiene qien le trai
ga a la vista la imájen de "sus sufrimientos para acortarlos.
La esperiencia i la razon nos aconsejan en fin la publicidad en los
juicios. iCuántas lecciones morales,no sacaría el pueblo de estas esce
nas, en qe los preceptos van acompañados de todo lo real i terrible qe
puede tener el ejemplo. Aqi no se podría poner en duda el resultado dela
infraccion de la leí. Cada cual sacaría por si solo su máxima de mo
ral, qe seria tanto mas provechosa, cuanto qe por si solo abia echo su
deduccion.
iPero cosa estraña! se acen públicos los castigos iel pueblo ve alzar
se los cadalsos í degollar a los criminales, i nada mas. Pero entre tanto
se qeda el pueblo ignorante de todo lo qe a pasado ántes del castigo. i
solo con la imájen de una escena de sangre en la memoria, qe por si
sola no forma bastantes antecedentes para sacar una consecuencia
innegable.
Concurriendo a la sesion, el pueblo vería de qé modo el qe delinqe
no puede sustraerse a la accion de la justicia.
_-292—
6.
MEMORIA
SOBRE LA PRUEBA TESTIMONIAL, LEIIÏA EL 20 DE ABRI‘L I:2 l8145 Am—
'I'E LA I‘ACUL’I‘AI) DI: LEYESIGIENG‘IAS POLITICAS DE LA UNIVER
SIDAD I’E CHILE, POR. D. ENRRIQE TOCORN’AL PA!’LA OBTENER EL
GRADO DE LICENCIADO.
7.
MEMOR1A
Señonns:
INDICE.
PRIME RA SECCIÓN.
DECTETOS
PÁJ.
l. Nombramiento de Secretario subrrogante de la Facultad
de Ciencias Matemáticas i Físicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . l
Instituto Nacional.
Instituto Nacional.
19. Cuota
delcolejiodeTalca
qe debe pagarse. . por
. . . la
. . colacion
. de grados, i distri 18
21. Nombramiento
dades...... de Decano de la Facultad de Medicina. id.
21
22. Nombramiento de Decano dela Facultad de Ciencias
Matcmáticasi Fisicas. . . . . . . . . . — . . . . u o — . . . c . . — — id.
23. Nombramiento de Decano de la Facultad de Teolojía. 22
24. Nombramiento . de Decano de la Facultad de Leyes i
Ciencias Politicas . . . . . . . . . . . . . . . . 23
25. Disposiciones relativas alos qeqieran rendir. exámenes
en el Instituto Nacional sin aber seguido los cursos
del establecimiento.
26. Turno. . . . . ..los
qe deben observar . .. . . . . . de las cuatro id.
. . . profesores
SEGUNDA SECCIÓN.
TERCERA SECCIÓN.
Facultad de Teolojía.
PÁJ.
l. Terna para el nombramiento de Decano . . . . . . . . . . . . . . 49
pau. Eleccion de unnuevo miembro.... ................. 50
Designacion de tema para el concurso de 1846. . . . . . . . . id .
Facultad de Medicina.
¡.4
. Terna para el nombramiento de Decano. . . . . . . nIo‘‘—c 52
2. Designacion de tema para el concurso de 1846. . . . . . . . . id.
Facultad de Umanídades.
,
V.
PÁJ.
7. Formaeion de terna para nombramiento de Decano. . . 65
8. Adopcion del Manual de Preceptores. . . . . . . . . . . -... id
9. Designacion de tema para el concurso de 1846.... . . . . id.
CUARTA SECCION.
mscnxsos.
QINTA SECCION.
MEMORIAS.
J'Ï'"
"'|t2"7; '
‘. ,y ~ . ‘-——.___.. ‘ n , [
. 1.. , ,Á (CJ ‘
...Í
. ,’ I I .,. ""0
1 É l‘..)
I )
I‘ ;fi.... , .; J u.;l,:’l3 C
RETURN TO the circulation desk of any
University of California Library
or to the
NORTHERN REGIONAL LIBRARY FACILITY
University of California
Richmond Field Station, Bldg. 400
1301 South 46th Street, Richmond, CA 94804—4698
ALL BOOKS MAY BE RECALLED AFTER 7 DAYS
To renew or recharge your library materials, you may
contact NRLF 4 days prior to due date at (510) 642—6233
,
OCT O1 2010
I
fl
"i
4Q.\‘
. "a n
.
a; '
.,( .‘ I
. . I 3.. r.
I \‘ ,‘
n ; J.’ I
. ab‘!
,
,
,
,
,