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1
Quiero y no quiero querer
a quien no queriendo quiero.
He querido si querer
y sigo, sin querer, queriendo.
si porque tú me quieras
quieres que te quiera más:
te quiero más que me quieres,
¿qué más quieres?, ¿quieres más?
2
No me mires, que miran
que nos miramos.
Miremos la manera
de no mirarnos.
Nos miraremos,
y cuando nadie nos mire,
nos miraremos.
3
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos;
1
4
Aquel beso, aquel beso,
semilla de mi pasión!
5 Martirio
Al ver la angustia que siento
si te apartan de mi lado,
todos comprenden al punto
la gravedad de mi estado.
2
6
UN RECUERDO Y UN SUSPIRO
3
7
SI EN MI TRISTEZA REPARA...
Si en mi tristeza repara
tu implacable frialdad,
me preguntas por quién lloro...
¡Por quién podría llorar!
Si mi hondo desasosiego,
vagabundo me echa a andar,
a quién busco, me preguntas...
¡A quién podría buscar!
LEOPOLDO LUGONES
4
8 CANTARES
9
Desde que tú me miraste
tan sólo tus ojos veo:
5
10
6
12 CELOS
13
¡Qué a gusto sería
sombra de tu cuerpo!
¡Todas las horas del día de cerca
te iría siguiendo!
Y mientras la noche
reinara en silencio,
toda la noche tu sombra estaría
pegada a tu cuerpo.
Y cuando la muerte
legara a vencerlo,
sólo una sombra por siempre serían
tu sombra y tu cuerpo.
Augusto Ferrán
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7
No adoro la hermosura
que con serlo se basta,
porque el tiempo desgasta
la frágil envoltura.
No me arroba tampoco
gracia que bien no deja.
Y a mi espíritu encanta
15 TRIOLET
Algo me dicen tus ojos;
mas lo que dicen no sé.
Entre misterio y sonrojos,
algo me dicen tus ojos.
¿Vibran desdenes y enojos,
o hablan de amor y de fe?
8
Yo he soñado en mis lúgubres noches,
en mis noches tristes de penas y lágrimas,
con un beso de amor imposible
sin sed y sin fuego, sin fiebre y sin ansias.
19
Los suspiros son aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer
20
A UNA VIOLETA
Flor, la de las lindas hojas,
la del cáliz delicado,
la que derrama en el prado
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su perfume embriagador.
DOLORES CABRERA
21
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
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y otra vez con el ala en sus cristales
jugando llamarán.
22
Cuando vayamos al mar
yo te diré mi secreto...
Mi secreto se parece
a la ola y a la sal.
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desdibujado y fugaz,
mi secreto pasará
como un reflejo del agua,
como una rama de algas
entre flores de cristal...
No se atrevía a mirarme; l
e dije que éramos novios,. . .
y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
24 Abril
Se vistió la nieve
De vagos carmines.
¿Me quieres?, me dijo.
¡Te quiero!, le dije.
Me besó en la boca
Con un beso inmenso.
Abril vino al mundo
Y yo quedé muerto.
12
Juan Ramón Jiménez
25
¡OH, ESTA SED DE TERNURA ... !
26
De sólo imaginarme que tu boca
pueda juntarse con la mía, siento
que una angustia secreta me sofoca,
y en ansias de ternura me atormento...
13
Y después no comprendo, en la locura,
de este sueño de amor a que me entrego:
si es que corre en mis venas sangre pura,
o si en vez de la sangre corre fuego...
Alicia Larde
27
SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA...
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... 0 no me quieras!
DULCE MARíA LOYNAZ
28
GOTA
a disputarte; y ellas
harán, con donosura,
tu elogio por lograrte,
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sin acertar ninguna.
Y yo no tendré miedo
de morenas ni rubias,
pues cerraré los ojos
y te diré: Soy tuya.
ALFONSINA STORNI
29
CANCIÓN DE LAS VOCES SERENAS
Se nos ha ido la tarde
en cantar una canción,
en perseguir una nube
y en deshojar una flor.
30
AUSENCIA
No tienes quien bese
tus labios de grana,
ni quien tu cintura elástica estreche,
dice tu mirada.
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No tienes quien hunda
las manos amantes
en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros
no se asoma nadie.
Dice tu mirada
que de noche, a solas,
suspiras y dices en la sombra tibia
las terribles cosas...
Cuando yo me acuesto,
fatigado y solo,
pensando en tus labios de grana, en tu pelo
y en tus negros ojos...
MANUEL MACHADO
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TUS OJOS
Nunca me dicen tus labios
lo que me dicen tus ojos,
que confiesan tus antojos
o descubren tus agravios,
que me glosan tu dolor
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o me infunden tu alegría,
que me lloran tu agonía
o me inundan de tu amor,
32 UN DÍA
Andas por esos mundos como yo: no me digas
que no existes: existes, nos hemos de encontrar.
No nos conoceremos, disfrazado y torpes
por los mismos caminos echaremos a andar.
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Quizá nos encontremos frente a frente algún día.
Quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... -,Cuando ocurra, si ocurre,
yo de suspiros, sabrás tu suspirar?
ALFONSINA STORNI
33 ¡Si me llamaras,
sí, si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
34
Amor oscuro
Si para ti fui sombra
Cuando cubrí tu cuerpo,
Si cuando te besaba
Mis ojos eran ciegos,
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Porque a la luz del día
Nuestro amor es pequeño.
Manuel Altolaguirre
35
LA FORMA DE QUERER...
La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
PEDRO SALINAS
Es un dolor pequeño
de caricias de plata.
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para dormir el agua.
Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.
EUGENIO FLORIT
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Aparición primera
No podría ni mirarla:
tenía miedo de verla
y de mirarme después
vacío de su mirada.
César González Ruano
38 POEMA 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo.
20
Sentir que la he perdido.
39
Al perderte yo a ti...
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
Yo, porque tú eras lo que yo más amaba;
Y tú, porque yo era el que te amaba más.
40
21
Como un pájaro
Como un pájaro herido
Venía tu tristeza,
Sus pobres alas mustias
Sosteniéndote al alma.
Había un aire azul
Con un cielo sin fondo
Para volar...
¡Y el pájaro
leve de tu tristeza
voló a mi corazón
porque tú me querías!
José Luis Hidalgo
41
Lección final
Ahora que tienes todo mi verano en tu mano,
Que conoces mi pulso y el calor de mi sangre,
Que me duermo en tus ojos de gacela y escucho
Las canciones más dulces de la mar y la aurora;
Ahora que he aprendido a librar los silencios
Y a perderme en tu pecho como en un paraíso,
Enséñame, si sabes, a vivir de otra forma
Porque me mata el miedo de perderte algún día.
J. M. Santiago Castello
42 Dedicatoria
Si alguna vez la vida te maltrata,
Acuérdate de mí,
Que no puede cansarse de esperar
Aquel que no se cansa de mirarte.
Luis García Montero
43
Cercano jardín
Cercano jardín, las cosas
Cobran, de pronto, presencia.
¡Qué bien están donde están
y en su plenitud se cierran!
22
-tú y yo juntos, en la tierra-,
cómo siente el corazón
los propios golpes que encierra...
Tú me besas. Yo te doy
un beso donde me besas.
Tu mano en mi corazón
me acaricia muda y trémula.
44
Pensándolo de pronto
Con voz de mi tierra quiero
-pues tierra mía tú eres-
decirte lo que quiero.
Lo digo de corazón.
¿La vida, si no es contigo,
para qué la quiero yo?...
Rafael Montesinos
45
DE ALGUNA MANERA...
De alguna manera
tendré que olvidarte.
Por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes.
Me faltan las fuerzas,
ha sido muy tarde.
Y nada más, apenas
nada más.
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de un beso de nadie!
Y cuando el desaliento
Me pedía volver
Te encontré.
José Agustín Goytisolo
47
POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
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y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.
48
QUIÉREME PORQUE TE QUIERO...
«Quiéreme porque te quiero»
no es lo que dice el querer
cuando es querer verdadero.
49
POEMA DE LA DESPEDIDA
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
0 tal vez nos quisimos demasiado los dos.
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Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
José Ángel Buesa
50
Por debajo del agua...
Por debajo del agua
te busco el pelo, Para que suba el aire
por debajo del agua, de tu mirada;
pero no llego. mi corazón se enciende,
luego se apaga.
Por debajo del agua
de tu cintura: Te busco el pelo
tú me llamas arriba por debajo del agua,
para que suba. pero no llego.
José Ángel Valente
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No es el amor eterno
si el amor es pasión, será fugaz.
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Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González
53
ELEGÍA X
En las tardes de mayo cuando el aire brillaba y de las verdes jaras cubiertas de rocío.
con un azul radiante y en las olas del musgo
se mecía la blanca flor de la sanguinaria,
te amaba casi más que a nadie en este mundo. Era yo entonces estudiante, todos los días
a las nueve tenía clase en el instituto,
pero aquella mañana me fui solo a la sierra
Por tus ojos tan graves del color de la hierba, y me encontré contigo en el gran bosque húmedo.
por tus cabellos negros y tus hombros desnudos,
por tus labios suaves un poco temblorosos,
te amaba casi más que a nadie en este mundo. Mis amigos me daban consejos excelentes
y me hablaban de ti sin velar sus escrúpulos.
Y yo les respondía: «Odio vuestra prudencia»,
Aunque no te lo dije tú acaso lo sabías, pues casi más que a nadie te amaba en este mundo.
por eso una mañana en el bosque de pinos
me saliste al encuentro a través de la niebla Mis padres me reñían a la hora del almuerzo.
27
Me decían que iba a perder todo el curso, y mi alma es el aire que respiran tus labios?...
pero yo soportaba sus riñas en silencio
y ellos seguían hablando, amargos, del futuro.
Así te hablaba entonces mi corazón. ¿Te gustan
todavía sus palabras?
Yo me decía mientras: ¿qué me importan los amigos, Así te amaba entonces mi corazón. ¿Recuerdas
qué importa el porvenir, los padres, los estudios, todavía su amor?
si las tardes de mayo son tan claras y bellas
y te amo, amor mío, más que a nadie en el mundo?
Y una de aquellas tardes te dije que algún día
escribiría en mi casa solitario
¿Qué importan estas cosas si me estás esperando esta elegía triste y bella como el recuerdo,
en el vasto pinar, al borde del camino, y tú me interrumpiste besándome en los labios.
y tus ojos son verdes, como las hojas verdes,
y tu aliento, fragante, lo mismo que el tomillo? No creíste, ah, nunca creíste que pudiera
acabar el amor de aquella primavera;
pero la vida es siempre más larga que el amor,
¿Qué importan las palabras si tus labios son rojos
como la roja adelfa y la flor del granado y si la dicha es bella como una flor de mayo,
y sólo hablan de amor, de risas y de besos, como una flor de mayo breve es también su flor.
RICARDO MOLINA
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CANTOS RODADOS
56
«Cuando te nombran»
Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre,
parece mentira,
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura sería,
enseñar a las aves a cantarlo,
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enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada,
como volverse loco y repetir tu nombre.
57 POEMA 15
ME GUSTAS cuando callas porque estás como ausente,
30
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
58
LA REINA
Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
31
Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y yo,
sólo tú yo, amor mío,
lo escuchamos.
Pablo Neruda. Los versos del capitán.
59 ME BASTA ASí
32
Lázaro alegre, abandonado cuando -luego- callas...
yo, (Escucho tu silencio.
mojado todavía Oigo
de sombras y pereza, constelaciones: existes.
sorprendido y absorto Creo en ti.
en la contemplación de todo Eres.
aquello que, en unión de mí mismo, Me basta.)
recuperas y salvas, mueves, dejas
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MUJER
A veces uno siente una mirada, DESPERTAR TRISTE 61
sí, la siente,
siente como quema una mirada, Desperté y ya no estabas.
ve unos ojos brillar Sólo oscuridad a mi espalda
y en la mente tu mirada.
y esos ojos,
esos ojos le pueden quebrar. Desperté y ya no estabas.
Sólo un hueco en la almohada que
A veces uno siente unos labios, antes cobijó tu cara.
sí, los siente,
siente la suavidad de unos labios, Desperté y ya no estabas.
Vi como la luz de la ventana
besa esos labios con amor
lentamente se apagaba.
y esos labios,
Desperté y ya no estabas.
Sólo me quedó una lágrima,
un beso y una esperanza. 33
Desperté y ya no estabas.
esos labios le llenan de calor.
62
Dos cuerpos
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
34
Octavio Paz. Libertad bajo palabra
63 Aprendiz de poeta
Quiero estar siempre a tu lado,
quiero a tu lado estar siempre,
aunque se pasen las horas,
aunque se vayan los trenes,
aunque se acaben los días,
y aunque se mueran los meses.
Quiero estar frente a tus ojos,
quiero a tu lado estar siempre.
Quiero estar frente a tus labios,
quiero estar frente a tus dientes.
La mariposa se va,
la mariposa no vuelve.
Sé como la golondrina .
Para que siempre regreses,
que los caminos del cielo
los encuentra y no los pierde.
Fernando Fernán Gómez : Las bicicletas son para el verano.
64 Quique González
Aunque tú no lo sepas,
me he inventado tu nombre.
Me drogué sin receta,
y he dormido en los coches.
Aunque tú no lo entiendas,
nunca escribo el remite en el sobre
por no dejar mis huellas
Aunque tu no lo sepas,
me he acostado a tu espalda.
Y mi cama se queja,
fría cuando te marchas.
He blindado mi puerta,
y al llegar la mañana,
35
no me di ni cuenta
porque nunca estabas.
Aunque tú no lo sepas,
nos decíamos tanto
Con las manos tan llenas,
cada día más flacos.
Inventamos mareas
tripulábamos barcos.
Encendía con besos,
el mar de tus labios,
y toda tu escalera.
"Si alguna vez la vida te maltrata acuérdate de mi, pues no se cansa nunca de esperarte el
que no se cansa de mirarte ("Dedicatoria".Luis García Montero) Un beso Cristina." Esta es
la dedicatoria que le hizo Quique a una amiga mía, y que me la ha dejado poner aquí,
gracias Cris. Pincha aquí para verlo escaneado.
65
NI VIVIR PUEDO EN TU AUSENCIA
Ni vivir puedo en tu ausencia,
ni vivo cuando te veo,
ni es del mundo este deseo
que consume mi existencia.
Nieve soy en tu presencia
y volcán lejos de ti,
y es que tienes sobre mí
tal poder, que dudé al verte
si era el amor o la muerte
lo que en el alma sentí...
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si yo ya no tengo mío
ni mi propio corazón?
66
Si amas algo, déjalo libre.
Si vuelve es tuyo,
si no, nunca lo fue.
Anónimo
67
Dos cuerpos
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
37
y la noche desierto.
68
EL DÍA DE TU SANTO
El día de tu santo
te hicieron regalos muy valiosos:
un perfume extranjero, una sortija,
un lapicero de oro, unos patines,
unos tenis Nike y una bicicleta.
Yo solamente te pude traer,
En una caja antigua de color rapé,
un montón de semillas de naranjo,
de pino, de cedro, de araucaria,
de bellísima, de caobo y de amarillo.
Esas semillas son pacientes
y esperan su lugar y su tiempo.
Yo no tenía dinero para comprarte algo lujoso.
Yo simplemente quise regalarte un bosque.
38
Tengo la esperanza de que sepas quién te la envía
si recuerdas que el último día de clases
me confiaste el secreto
de que la flor que más amabas era el jazmín
por lo blanca
y por su aroma.
Jairo Anibal Niño
71
Si tú me dices ven
39
Si tú me dices ven, todo lo dejo...
Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular,
más he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh, Cristo! como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar. Amado Nervo
72
La caricia perdida
Alfonsina Storni
40
73 Oración del amor
Señor
Me muero de esperar sin verlo
Sólo vivo por la dicha de amarlo.
Señor
Dame un gran corazón para amarlo
y un gran valor para olvidarlo.
Si lo ves, dile que lo estoy buscando,
pero no le digas que te lo dije llorando.
74
Necesito de ti.
41
Rafael de León
75
Confesión IV
42