Você está na página 1de 41

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA

Métodos y Técnicas de Investigación Cualitativa


Proyecto de Investigación
OPINIÓN DEL ABORTO DESDE LA EXPERIENCIA PROPIA

Profr. Armando Duarte Möller

Grupo 461

Lic. En Psicología

Integrantes:
Aparicio García Itzel
Aragón Ortega Azalea
Macías Gómez María Guadalupe
Loya Magallanes Karla Damiana
Valles Chávez Dulce Saraí

Ensenada, Baja California, a 28 de mayo de 2017


OPINIÓN DEL ABORTO DESDE LA EXPERIENCIA PROPIA

CAPÍTULO 1

Introducción
El aborto es un tema que causa controversia, ya que existen discrepancias
de opiniones en el ámbito social, religioso, ético, moral, educativo, médico, legal.
Por sí mismo, es un acontecimiento trascendental en la vida de un individuo; sin
embargo no hay eventos aislados en una sociedad, y existen opiniones divididas
entre lo que es éticamente correcto y lo que es inapropiado. Según Vidal (1994),
“esto indica que para tomar postura moral frente al aborto entran en juego un
conjunto de criterios deducidos de la inviolabilidad de la vida humana”.
No obstante, es cierto que cada ámbito tiene sus propias percepciones y así
mismo cambios, los cuales abren una brecha de nuevas opiniones según el paso
del tiempo. Como expresa Ortega (1933): “...el espíritu del tiempo, las ideas de la
época en su inmensa porción y mayoría están en mí, son las mías. El hombre,
desde que nace, va absorbiendo las convicciones de su tiempo, es decir, va
encontrándose en el mundo vigente.” Esto significa que a través del tiempo, surgen
nuevas maneras de pensar en las personas, debido a los cambios que se van
dando en su contexto social e histórico.
De esta manera, las percepciones de la actualidad respecto al tema del
aborto están inmersas en el contexto social que ahora mismo acontece, así como
estuvieron ligadas hace 40 años, teniendo otros estilos de vida y siendo
influenciados por otras instituciones y pensamientos de la época, hoy en día algunos
ya no tienen el mismo impacto. Entonces, las personas de estas generaciones
pasadas ¿han modificado su percepción respecto al tema del aborto en la
actualidad? ¿Se han adaptado al mundo vigente?
Planteamiento del problema

Antecedentes históricos
Como menciona Ruiz, V.A. (2014) en su artículo sobre aborto y religión, en
los comienzos de los pueblos primitivos, era el jefe masculino de la familia quien
decidía acerca del fruto de la concepción de su mujer; y en los pueblos de América
Precolombina la interrupción del embarazo se realizaba mediante la utilización de
hierbas abortivas o medicinas alternativas.
Por otra parte, en la Antigua Grecia, las posiciones ante la práctica del aborto eran
más abiertas y se consideraba que éste debía prescribirse en caso de incesto, o
cuando los padres fueran personas de edad avanzada o para limitar el número de
miembros de la familia. En Roma, aparece por primera vez la represión ante su
práctica, situación que se consolidó luego con el surgimiento del Cristianismo. La
Iglesia Católica, por su parte, siempre tuvo posiciones críticas y castigó
severamente la práctica del aborto, considerándola como un pecado grave.

Impacto social
Los resultados de un sondeo hecho en el año 2000 a 3,000 mexicanos de
entre 15 y 65 años de edad sobre lo que sabían y pensaban acerca del aborto
arrojan que el 45% tenía conocimiento que a veces el aborto se permitía en su
estado; mientras que el 79% opinaba que el aborto debe permitirse en ciertas
circunstancias. Para la mayoría de los participantes, el aborto debe ser permitido por
la ley en los siguientes casos: cuando la mujer está en riesgo de morir (82%), tiene
alguna enfermedad (76%), su embarazo es consecuencia de una violación (64%) o
el bebé viene con problemas mentales o físicos (53%). Una minoría estuvo de
acuerdo con terminar legalmente el embarazo en los siguientes casos: cuando la
mujer es aún adolescente (21%), no cuenta con dinero suficiente para satisfacer las
necesidades del hijo (17%), no tiene pareja (11%) o el método anticonceptivo que
había usado falló (11%). Dejando a un lado la influencia de la Iglesia Católica, la
mayor parte de los mexicanos fieles de ésta consideran que la Iglesia y la ideología
religiosa de los legisladores debería separarse de las leyes sobre el aborto;
asimismo aprobó la prestación de servicios públicos de salud en situaciones en los
que éste es legalmente permitido. (Petracci, 2007).
En el año 2006, la Dra. En Ciencias Sociales Mónica Petracci realizó una
encuesta en las ciudades argentinas de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba,
Rosario y Mendoza para conocer la opinión pública sobre el aborto y la influencia de
la religión sobre esta práctica. Según los resultados, el 70% de los entrevistados se
declararon a favor ante la posibilidad de que existiese una flexibilidad en la posición
de la Iglesia Católica con respecto al aborto. Unos factores importantes en la opinión
a favor o en contra del aborto fueron el nivel de escolaridad y el nivel
socioeconómico de los entrevistados.

Gráfica 1. Porcentaje de población a favor o en contra del aborto [Opinión pública sobre interrupción voluntaria
del embarazo y despenalización del aborto en la Argentina y América latina, 2006)]

Por su parte, los investigadores Dides C. C., Benavente R. M. Cristina, Sáez


A. I. y Morán F. J. M. realizaron en 2009 el estudio “Opinión Pública sobre Aborto y
Derechos Sexuales y Reproductivos” en los países de Brasil, Chile, México y
Nicaragua, el cual se enmarcó en un proyecto más amplio denominado “Políticas de
Aborto en Latinoamérica”, desarrollado por el equipo de investigadores del
Programa Género y Equidad (2009-2010) y continuado por el Programa Inclusión
Social y Género (2011) de FLACSO-Chile. Su objetivo se centró en conocer las
opiniones, actitudes y conocimientos de la población de estos cuatro países en
materia de aborto y otras temáticas relacionadas. La muestra del estudio consideró
la opinión de 3.000 personas entre 15 y 65 años. A cada entrevistado se le entregó
una serie de afirmaciones en las que debían determinar su grado de acuerdo o
desacuerdo según cómo concebían el aborto. Una fuerte afirmación fue la de
concebir el aborto como asesinato, que obtuvo un 87% de aceptación en promedio
entre los países participantes, siendo más fuerte en Nicaragua (93%). Este
resultado muestra la magnitud del carácter negativo que envuelve la opinión de
muchas personas sobre el aborto.

Gráfica 2. Porcentaje de acuerdo con definiciones sobre el aborto. “El aborto” (Fuente: Elaboración propia
FLACSO-Chile.)

Los resultados del estudio muestran también que en promedio entre las
personas de los países encuestados, el 74% concibe la idea del aborto más como
un problema ético e incluso personal (76%) que religioso (59%). Por otra parte, se
puede observar que el aborto es considerado como un derecho de la mujer por
apenas poco menos del 50% de los encuestados, lo que crea una gran tensión y
desacuerdo con ciertos grupos sociales, principalmente las feministas, quienes
buscan la equidad de género y sobre todo, tener el derecho de decidir sobre su
propia vida.
Una evaluación (Fernández y Palma, 1991) indica que existen dos fuentes que
pueden dar una idea sobre la magnitud del aborto en el país. Una es la información
de los servicios hospitalarios y la otra las encuestas nacionales de fecundidad,
realizadas desde 1976. Los autores citados demuestran que las cifras obtenidas
presentan grandes variaciones pues en 1985 los ingresos hospitalarios por
complicaciones de aborto fueron 110 mil y en 1987 la encuesta de fecundidad
reporta 250 mil. Las grandes diferencias se deben a factores muy distintos, que
acertadamente se atribuyen a subestimaciones debidas al contexto de
clandestinidad y prejuicio que rodea al aborto.

Las cifras de mortalidad a causa del aborto varían según se trate de países en
desarrollo o en vías de desarrollo. La gran mayoría de las muertes por estas
prácticas ocurren en regiones en desarrollo, donde el aborto aún preserva
restricciones. Se estima que se producen 330 muertes por cada 100.000 abortos,
una tasa de mortalidad que es cientos de veces mayor que aquella de los países
desarrollados. La tasa es aún mayor en África, donde se estiman 680 muertes por
cada 100.000 procedimientos (Ruiz, 2014).

Situación legal
En México, dependiendo de la entidad federativa, no se castiga el aborto,
siempre y cuando sea llevado a cabo a través de las normas establecidas. De
hecho, las razones principales por las que es aceptada la Exclusión de
Responsabilidad de Aborto en México es cuando: el embarazo es consecuencia de
una violación, es imprudencial o culposo (accidental), hay peligro de muerte
materna, graves defectos congénitos en el producto (previamente determinado por
un médico y confirmado por otro), grave daño en la salud de la mujer (también
previamente determinado por un médico y confirmado por otro), o por otras causas
(inseminación artificial en contra de la voluntad de la gestante, situación económica
que no permita mantener tres o más hijos, o por convicción propia [únicamente
dentro de los 84 días de embarazo]). (ClínicasAbortos, 2013).
Cabe señalar que en las 32 entidades federativas la primera razón es válida,
de acuerdo a la Ley General de Víctimas y a la Norma Oficial Mexicana 046-SSA2-
2005: en este caso, el Estado está obligado a garantizar el acceso a un aborto si la
mujer así lo desea. (Gamboa y Valdéz, 2014).
La segunda aplica para todas las entidades excepto para Chiapas, Nuevo
León y Sonora; mientras que la tercera excluye a Guanajuato, Guerrero y
Querétaro. La cuarta, aplica para Baja California Sur, Coahulia, Colima, Chiapas,
Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Puebla,
Quintana Roo, Veracruz y Yucatán. La quinta, aplica para Baja California Sur,
Chihuahua, Distrito Federal, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León,
Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas. Y la sexta, aplica para Baja California, Baja
California Sur, Colima, Chihuahua, Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, Morelos, San
Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán. convicción propia [únicamente dentro de
los 84 días de embarazo]). (ClínicasAbortos, s.f.).
Si un aborto se practica sin que apliquen las circunstancias anteriores -y
dependiendo de la entidad federativa-, es considerado un delito penado por la ley.
La penalización del aborto ha dado lugar a que se practique de manera clandestina
y de alto riesgo, siendo una gran causa de muerte en mujeres, lo que lo convierte en
un problema de salud pública. (Gamboa y Valdéz, 2014).
Marco teórico y conceptual

Definición y clasificación de aborto


Existen varias definiciones del concepto de “aborto”, que varían según sus
autores (personas o instituciones). De acuerdo a la OMS, se entiende por aborto a
la cesación del embarazo ocurrida en un lapso de tiempo en el cual el feto aún no es
capaz de vivir fuera del cuerpo de la madre, que para algunos comprende las
primeras 22 semanas de gestación, cuando éste apenas pesa 500 gramos.
(Inostroza, 2012). La definición de la Sociedad Española de Ginecología y
Obstetricia es similar a la de la OMS, pero agrega que el aborto aplica también a
productos de la concepción que no son viables (por ejemplo, un huevo sin embrión),
sea que hayan existido o no señales de vida, o que haya ocurrido por causas
naturales o intencionales (Jouve, 2012). Y para el Ministerio de Salud Pública de
Ecuador (2013), el aborto consiste en la interrupción del embarazo dentro de un
período de 20 semanas posteriores a la concepción, debido a causas naturales
(espontáneo) o no naturales (inducido), o si el peso del feto es inferior a 500
gramos. Pese a las diferencias que existan entre dichas definiciones, todas
coinciden en un punto: el aborto es la interrupción del curso de un embarazo,
independientemente de la manera en que se lleve a cabo.
Cabe señalar que el aborto se puede clasificar en dos tipos: según el tiempo
que ha transcurrido desde la concepción y según su causa. De acuerdo al tiempo de
gestación, un aborto puede ser temprano o tardío. El temprano se refiere a toda
cesación del embarazo ocurrida dentro de las primeras 9 semanas de gestación;
mientras que el tardío a toda aquella que ha ocurrido después de ese período de
tiempo. (León y Rodríguez, s.f.).
En lo que a la causa del aborto respecta, éste puede ser espontáneo,
inducido, terapéutico o voluntario. El espontáneo corresponde al que ha sido por
causas ajenas a la voluntad de la gestante; es decir, sin que ella lo haya decidido ni
buscado. El inducido, al realizado mediante diversos métodos tales como el
aspirado, el consumo de píldoras y la inyección de determinadas hormonas, entre
otros. El terapéutico, al hecho por razones médicas; es decir, bajo condiciones que
comprometen la salud y la vida de la gestante, y que puede o no incluir su
consentimiento para ello. Y el voluntario, al que ha sido acorde al deseo por parte de
la mujer de terminar con su embarazo, por razones no precisamente relacionadas
con la salud de la gestante ni con la del feto (León y Rodríguez, s.f.) ,que pueden
ser sociales o personales (Salomón, 2005).

Causas del aborto


Los motivos para que una mujer decida abortar están ligados a factores
externos -o sociales- como la pareja, la familia, la situación económica (pobreza), el
contexto sociocultural y la falta de educación sexual e internos, como las
aspiraciones o deseos personales. Como ejemplos de motivos relacionados con
factores externos se pueden citar la ruptura de la relación con la pareja, la opinión
negativa por parte de los padres de la embarazada con respecto a su situación, el
no tener el dinero suficiente para poder criar al hijo (Salomón, 2005), el rechazo que
se da en algunas culturas -por ejemplo, la hindú- hacia la criatura por su sexo
(Kumar y Salas, 2006), o el que el embarazo sea “resultado de una violación”
(Ojeda, Gavilanes y González, 2003). Y como ejemplos de factores internos, el
sentirse muy joven y/o poco preparada para ser madre, el considerar el embarazo
como un obstáculo para lograr metas personales -como el terminar los estudios- o,
si ya se tienen hijos, no querer “cargar” con más, etc. (Salomón, 2005).
Existen estudios que abordan los motivos anteriores. Un ejemplo es el
realizado por Gavilanes, González y Ojeda (1993) en la frontera entre México y
Estados Unidos, en un total de 3,818 mujeres: 2,709 de la ciudad mexicana de
Tijuana, Baja California y 1,109 de la ciudad estadounidense de San Diego,
California. Se encontró que algunas de sus razones para abortar fueron el no desear
asumir la responsabilidad de criar un hijo, el no disponer del apoyo de la pareja y/o
de los recursos económicos indispensables para ello (ésta como la principal entre
las participantes mexicanas), el considerarse demasiado joven para ser madre,
además del no querer más hijos y el respaldo de la pareja en esta decisión (éstas
dos últimas fueron las principales entre las participantes estadounidenses). De
acuerdo a lo anterior, las mexicanas tendían a guiarse por factores externos;
mientras que las estadounidenses, por factores internos.
Otro estudio, el cual aborda particularmente el tema del aborto y la pobreza
es el hecho en 1997 por Erviti en el estado de Morelos, México en un total de 38
mujeres internadas por consecuencias de abortos espontáneos o inducidos; de las
cuales 34 de eran atendidas en un hospital para personas de escasos recursos y el
resto, en clínicas privadas y clandestinas. Se descubrió que las mujeres en situación
de pobreza, además de recurrir a métodos inseguros de aborto en condiciones
poco salubres y acudir al hospital solamente al presentar complicaciones graves de
salud, poseían un bajo grado de escolaridad, tenían problemas para integrarse a la
sociedad (ya que muchas provenían de otros lugares) y eran maltratadas por sus
parejas, lo cual influía en su perspectiva de la vida, así como en su manera de
afrontarla y en su auto-concepción. (Erviti, 2005).

Argumentos

➢ A favor
Como menciona Ruiz (2014) Quienes están a favor de la legalización del aborto
sostienen que la madre es capaz de decidir sobre su propio cuerpo, (...), es decir,
poder utilizarlo y hacer de él lo que la mujer desee. Si lo enfocamos en relación al
gestante, estos grupos proabortistas no consideran siquiera que el feto es un ser
viviente, no es cuerpo desde la dimensión de lo real, es decir, carne, tejidos. Por
otro lado, Warren (1995: 425) señala que como organismo vivo aunque no sensible,
el feto del primer trimestre no es todavía un ser con interés de seguir vivo. Al igual
que el óvulo sin fecundar puede tener el potencial de convertirse en un ser sensible.
Pero esto significa sólo que tiene el potencial de convertirse en un ser interesado en
seguir vivo, y no que ya tenga tal interés. Del mismo modo, Singer, (1979: 136)
converge con Warren (1995: 425) en un punto de su visión con respecto al
desarrollo emocional del feto en formación. Singer, (1979: 136) expone que el cigoto
es una diminuta esfera de células, que no puede en modo alguno sentir dolor ni
tener conciencia de nada.

➢ En contra
La Iglesia y los grupos que se oponen a estas prácticas, por el contrario,
argumentan que la vida surge desde el momento de la concepción y que ese feto ya
se puede experimentar como tal, es decir, es “ser cuerpo”, meramente biológico,
pero con derecho a la vida, igual que la madre. Es a partir de este derecho que
Singer, (1979: 150) expone que basándose en el derecho a la vida podemos
considerar al feto como lo que es -con las características reales que posee- y
valorar su vida ajustándose a la misma escala que usamos para la vida de seres de
características similares, que no son miembros de la especie humana.

“Es necesario también que la moral de la comunidad humana, y concretamente la moral


del grupo cristiano, mantenga una postura de coherencia con relación al respeto debido a
la vida humana. No se puede enjuiciar negativamente el aborto y justificar al mismo
tiempo acciones que atentan contra la misma vida humana: guerras, etc.” (Vidal, 1994:
56)

En el párrafo anterior, Vidal advierte sobre el peligro de caer en la doble


moral: mientras se condena el aborto (por “quitar la vida a un ser inocente”), estar a
favor de actos que atentan contra la vida de otras personas, por ejemplo, las
guerras.

Objetivos y pregunta de investigación

Se pretende conocer la concepción que tiene la persona sobre el aborto, la


influencia que tiene el ambiente social, religioso, cultural y el marco legal en esta
conceptualización. La cuestión principal que se desea indagar en esta investigación
es: ¿Qué opinión existe sobre el aborto en una mujer desde su experiencia?
CAPÍTULO 2
Metodología

El método utilizado en la presente investigación es el cualitativo, ya que


buscamos indagar y conocer la opinión de una mujer sobre el aborto desde su
experiencia. El método cualitativo puede entenderse como un proceso de
investigación acerca de un tema de interés para un investigador (o grupo con este
fin), basado en la obtención de datos descriptivos proporcionados por una o varias
personas: sus palabras, ya sea de manera oral o escrita y su conducta visible
(Bogdan y Taylor, 1986), a partir de los cuales se realiza un análisis y una
interpretación para conocer la percepción sobre el tema en cuestión. El contenido
de dicha información abarca fundamentalmente las formas de ver el mundo, las
opiniones y las experiencias de vida de los sujetos estudiados, que varían siempre
de acuerdo a cada uno; además, se toma en cuenta las reacciones producidas al
abordar tales puntos. Relativo a lo anteriormente mencionado, para la
investigación cualitativa lo esencial es conocer, analizar e interpretar las diversas
perspectivas sobre el mundo, experiencias y reacciones de las personas, con
respecto a un tema en particular.

En relación a los rasgos de la metodología de investigación cualitativa, ésta


se caracteriza por ser inductiva, ya que a partir de puntos concretos de la
información obtenida se elaboran interpretaciones o comprensiones, sin
necesidad de confirmar o descartar con éstos una hipótesis preconcebida; es
flexible, puesto que en las fases de la investigación es posible regresar de una
fase a otra si es preciso; holística, ya que se ve a las personas (o grupos) y los
escenarios en que se encuentran como un todo; es sensible, al tomar en cuenta
los efectos que puede causar en sus participantes; está basada en el marco
referencial de las personas, ya que trata de ver la realidad como la ven ellas; es
libre de prejuicios; es imparcial, al considerar todos los puntos de vista como
valiosos; es humanista; es enfática en la validez de los resultados, al asegurar la
coherencia entre la interpretación de los resultados y la información obtenida de
los participantes; ve a todos los escenarios y personas como buenos para ser
analizados; y es un arte.
El diseño fenomenológico

Tanto Husserl como Heidegger, definen a la fenomenología como el estudio


de los fenómenos (o experiencias) tal como se presentan y la manera en que se
vive por las propias personas. (Trejo, 2012). Conforme a lo anterior, este diseño se
enfoca en la comprensión a nivel personal de los motivos y creencias que están
detrás de las acciones de los individuos. Según Jack Douglas, a través de estas
acciones se representa la fuerza que mueven a los seres humanos como tal o
como “materia significativa”; es decir, seres que representan ideas, motivos
internos y sentimientos (como se cita en “Introducción a la Metodología Cualitativa”,
Castaño y Quecedo, 2002, pp. 7.). Precisamente, el origen de este tipo de
metodología reside en la necesidad que tienen las personas de averiguar y de dar
una explicación a la naturaleza de los fenómenos sociales. Cabe señalar que los
primeros pensadores estaban indecisos acerca de considerarla un método como tal
o simplemente como una filosofía. (Trejo, 2012).
Es por eso que para esta investigación se adoptó el diseño fenomenológico,
ya que se busca conocer las ideas y/u opiniones que se ha formado la entrevistada
sobre el aborto partiendo desde la perspectiva individual (propia) y colectiva (la cual
puede entenderse como las opiniones influenciadas por los constructos sociales,
familiares, socioculturales e inclusive generacionales). Lo más relevante aquí son
las perspectivas y experiencias individuales o subjetivas de estas personas.
En relación a la subjetividad humana, Heidegger señala que ésta es una
interpretación o aclaración explicativa del sentido del ser, la cual no es
exclusivamente individual puesto que está influida por un mundo socio-histórico
donde la dimensión fundamental de toda conciencia humana es histórica y
sociocultural y expresada por medio del lenguaje (como se cita en Trejo, 2012, pp.
99). ¿Qué se puede decir de lo anterior? Que las apreciaciones que emiten los
seres humanos sobre la realidad no se basan solamente en la forma de pensar
propia de cada uno, sino también en el contexto social, cultural e histórico en el que
se encuentran. Es decir, sus perspectivas no son puramente individuales ya que
influyen en ellas factores tales como las opiniones de las personas que lo rodean
(“lo que los demás dicen”), los valores y las costumbres características de su grupo
social y la época en la que viven.
El enfoque teórico

Como ya se ha mencionado, la intención de la investigación es conocer la


opinión subjetiva del participante sobre el aborto en base a su experiencia propia y
la influencia social, familia y la religión así como las repercusiones legales que
conlleva el aborto. Es por eso mismo que la investigación se sustenta en el
enfoque teórico del interaccionismo simbólico que pone atención a la interacción
entre los individuos a través de los símbolos, significados, interacción y
comunicación y su contexto. Enfoca al individuo y su capacidad de pensamiento a
través de los significados y los símbolos que son aprendidos mediante la
interacción social, así pues, el individuo actúa e interactúa sobre la interpretación
que tiene de dichos símbolos, dando sentido a lo que otros dicen o hacen (Blumer,
1969). Para Taylor y Bogdan (1986), el interaccionismo simbólico atribuye una
importancia primordial a los significados sociales que las personas asignan al
mundo que las rodea.
Blumer (1969) sostiene que el interaccionismo simbólico se basa en tres
premisas básicas: la primera es que la conducta de las personas se funda en el
significado que le otorga a el medio en que se desenvuelven e incluso en la
influencia de las otras personas; la segunda es que estos significados son
obtenidos de la interacción social; y la tercera premisa sugiere que los significados
son asignados a partir de un proceso de interpretación (Blumer (1969) citado por
Taylor y Bodgan, 1986 “Introducción a los Métodos Cualitativos de la investigación”,
pp. 24).
Las técnicas seleccionadas para la recolección de información empírica en
este caso utilizaremos la entrevista en profundidad, como menciona Benney y
Hughes (1970) “la entrevista es la herramienta de excavar”, porque explica la
subjetividad de cada persona, y este caso la opinión subjetiva sobre el aborto
desde sus experiencias, posibles antecedentes que nos den indicios de lo que
ocurría en ese momento con el aborto en la sociedad, como se percibía o percibe
el rol de la mujer, cuál es su postura y la de sus padres, familiares y amigos acerca
de este tema, las anécdotas, educación sexual, creencias religiosas y medios de
comunicación.
Se busca que la persona entrevistada tenga entera libertad de expresar sus
experiencias y opiniones, mostrando respeto y tolerancia a sus posibles creencias
religiosas o de vida, evitando de esta manera cualquier tipo de sesgo. Recordando
que toda información proporcionada por nuestro entrevistado será confidencial.

El contexto o escenario de la investigación, así como la descripción de la


muestra (informantes en su caso señalando procedencia, edades, géneros, etc.) “El
acceso al campo de investigación se entiende como un proceso por el que el
investigador va accediendo progresivamente a la información fundamental para su
estudio. Es un proceso casi permanente que se inicia el primer día en que se entra
en el escenario objeto de investigación y que termina al finalizar el estudio” (García,
1994).

El contexto en el que se llevará a cabo la investigación, incluye diferentes


escenarios los cuales son analizados cuidadosamente con el fin de obtener los
mejores resultados posibles. Se llevará a cabo como método de recolección de
datos la entrevista a profundidad, a una persona con una opinión que va de acuerdo
a su propia experiencia.

El muestreo que se sigue en la selección del informante tiene un carácter


intencional, dinámico y secuencial. El sujeto se elige de forma intencionada de
acuerdo a ciertos criterios establecidos por el investigador. Para obtener la
información necesaria para nuestra investigación vamos a realizar la entrevista en
profundidad a una participante, esto es con el fin de conocer su estructura de
pensamiento al tema del aborto; para esto tomaremos en cuenta su nivel
socioeconómico, contexto cultural, nivel de educación, edad, estado civil, religión,
etc. La informante será una mujer de 73 años de edad, procedente de Zacatecas
quien ha tenido 3 abortos espontáneos.

En la entrevista se recurrirá a puntos clave tales como la opinión general


sobre el aborto, la percepción del rol de la mujer en la actualidad, el conocimiento
sobre las consecuencias legales del aborto, la educación sexual recibida, el proceso
de los abortos sufridos, el apoyo social y las afectaciones físicas y psicológicas del
aborto.
CAPÍTULO 3

Análisis, discusión y conclusión

La informante es una mujer de 73 años de edad, proveniente de un pueblo


llamado Chalchihuites, en el estado mexicano de Zacatecas, donde era habitual
casarse a temprana edad y el tema de la sexualidad representaba un tabú: cuando
se hablaba de eso, los adultos procuraban que los niños no estuvieran presentes
en esa conversación, no se les permitía escuchar nada al respecto; tampoco se les
educaba en aspectos relacionados, por ejemplo, en cómo prevenir embarazos no
deseados. Es casada -desde los 15 años de edad- y madre de cuatro hijas de 56,
54, 47 y 41 años de edad cada una. Actualmente vive con 3 de ellas (su hija mayor
vive en otro estado), con su esposo de 81 años y con su nieta de 20 años. Es ama
de casa, nunca ha tenido empleo, dejó la secundaria en segundo año y pertenece a
un nivel socioeconómico medio-bajo. Perdió espontáneamente 3 embarazos, de los
cuales habla durante la entrevista, la cual tuvo el objetivo de conocer su percepción
acerca del aborto.
Inicialmente, cuando se le pregunta acerca de su opinión sobre este tema, se
limita a responder “Pos muy mal, eso es muy mal, muy malo es. Porque...ah... se
sangra mucho la gente…sangra mucho, mucho. Queda la gente muy débil…eh,
queda muy débil la gente” (Ver entrevista, anexo 1, página 1). Aquí, hace alusión a
las complicaciones físicas que ella experimentó durante sus 3 abortos. Enseguida,
narra cuándo y cómo sucedieron cada uno de éstos. El primero lo tuvo a los 20 años
(“Si te digo que de veinte años tuve el primer aborto” [ver entrevista anexo 1, página
3]), con 3 meses de gestación (“Pos el primero sería como unos tres meses” [ver
entrevista anexo 1, página 3] y “¿Tenía? Como unos…tres meses…tres meses” [ver
entrevista anexo 1, página 3]). El segundo, a los 24 años (“¿pos cuántos?...Como
unos…69…como unos 24” [ver entrevista anexo 1, página 3]), con 4 meses de
gestación (“…eh..nomás...también cuatro” [ver entrevista anexo 1, página 3]).
Sobre la primera ocasión, ella cuenta: “Tres…pos..me estaba bañando, me
estaba bañando y sentí que se me vino un chorro de sangre…y sangre y sangre y
sangre y de ahí me fui a otra casa, me desmayé, se me oscureció y ya me
metieron…en brazos sería, pos ya no supe yo ni cómo me metieron a una cama. Me
llevaron al doctor…y ya...pasó eso. Pero quedé tan mal, pero mal, se me había
agotao toda mi sangre; no podía ni caminar ni voltear. Me agitaba, no tenía nada de
sangre. Ese fue el primero.” (ver entrevista anexo 1, páginas 2-3). Sobre la
segunda:: “Ay, pos el segundo es el que te digo que estábamos aquí…que taba en
una tienda comprando unos zapatos..y se me vino ahí. Me llevaron a…al hospital…
y pos ya, salí también muy agotada.” (ver entrevista anexo 1, página 3). Y de la
tercera: “Con el tercero…también me sangré mucho…me llevaron…al doctor y
también lo mismo...desgastada.” (ver entrevista anexo 1, página 3). En todas y cada
una de sus experiencias, habla sobre las abundantes hemorragias uterinas y a la
intensa fatiga física que sufrió durante esos momentos.
En relación a las hemorragias uterinas por aborto espontáneo, Calvo (s.f.)
señala que éstas son su manifestación principal -especialmente si es producido
durante el primer trimestre de gestación-, si bien en muchas ocasiones es
complicado determinar si éstas constituyen por sí mismas un síntoma o una
consecuencia derivada del mismo. Además, que conllevan el riesgo de sufrir anemia
-de la cual uno de sus síntomas más característicos es la fatiga o debilidad física- y
si son lo suficientemente abundantes, un shock hemorrágico que pone en peligro la
vida de quien lo sufre. Si esto se aplica al caso de la informante, la debilidad física
que ella experimentó después de abortar fue provocada por la anemia a
consecuencia de la abundante pérdida de sangre que tuvo. Conforme con lo
anterior, la informante basa su opinión negativa acerca del aborto en el peligro que
éste representó para su salud física y para su vida. Cabe decir que a pesar de lo
ocurrido, la informante no considera haber quedado con ninguna secuela física a
largo plazo, al afirmar “No. Pos sí, normal” (ver entrevista anexo 1, página 4) cuando
se abordó este punto.
En lo referente a repercusiones emocionales del aborto, la informante
menciona “pos tristeza“ (ver entrevista anexo 1, página 4), “Uuuh, pos…¿cómo te
diré? Pues mal, muy mal…con tristeza y con debilidad” (ver entrevista anexo 1,
páginas 3-4) y “Pos…que te diré…pos lo lamento” (ver entrevista anexo 1, página
4). Con estas respuestas, no profundiza en los sentimientos de aflicción y debilidad
que experimentó por la pérdida de sus bebés. En relación a este aspecto, según
Carrieri-Colman, Lindsey y West (como se cita en Bouquet, 2011), es normal
experimentar después del aborto un estado de depresión y sentimientos de
impotencia y poca valía personal por el hecho de no haber podido llevar el
embarazo a término, en un grado que varía de acuerdo a la experiencia de cada
mujer. Asimismo, el grado de resistencia ante dicho estado varía también de
persona a persona. Acorde a ello, Mulens (2009) afirma que “En la valoración del
dolor es necesario tener en cuenta la subjetividad del mismo como expresión
unidimensional que difiere de acuerdo al umbral de resistencia de cada persona”. Es
decir, hay que considerar que los sentimientos de tristeza son experimentados en un
grado y forma distinta por cada individuo. Aplicándose al caso de la informante, ella,
al igual que muchas mujeres después de un aborto, experimentó tristeza, aunque a
su propio grado, el cual solamente ella puede saber. Cabe decir que durante estos
sucesos, obtuvo apoyo por parte de su pareja, pues al preguntársele por ello
respondió “Sí ” (ver entrevista anexo 1, página 4), algo que le ayudó a sobrellevar el
dolor que le produjeron. De hecho, Castro y Erviti (como se cita en Bouquet, 2011)
sostienen este punto: el apoyo recibido de otras personas durante momentos
difíciles ayuda a reducir el estrés y la probabilidad de sufrir trastornos psicológicos.
En cambio, la carencia de dicho apoyo hace más complicado superarlos. Es decir, el
apoyo social es un factor clave en la recuperación psicológica (e incluso física) de
una mujer que como la informante, ha sufrido un aborto.
Algo más que se encontró fue que el criterio de la informante en cuanto al
aborto también está muy influida por la opinión religiosa, familiar y social. La
influencia de la religión en su criterio se refleja cuando ella dice “pos sí, que ta’ mal,
que está muy mal…que no es permitido…no es permitido” (ver entrevista, anexo 1,
página 1). En esta parte, se limita a afirmar que su religión desaprueba el aborto, sin
explicar por qué. En relación al punto de las creencias religiosas, en efecto, éstas
influyen en el pensamiento de las personas, ya que definen lo que es moralmente
aceptable o inaceptable para ellas, particularmente en el rubro de la sexualidad:
conductas durante el acto sexual, reproducción, control natal y aborto. (Mundigo,
2005). Acorde a lo anterior, las creencias religiosas de la informante han
determinado su punto de vista sobre el aborto, el cual desaprueban.
Por su parte, la influencia ejercida por la opinión familiar, particularmente de
los padres, puede notarse cuando responde “Pues sí, que estaba muy mal eso, que
estaba muy mal” (ver entrevista anexo 1, página 1). Esto es similar a lo que sucede
con la influencia religiosa, pues también habla desde el punto de vista de su familia,
dejando a un lado el propio.
Cabe señalar que cuando se aborda lo que piensa que la sociedad opina
sobre el aborto, de acuerdo con sus respuestas “Hmm…pos que es decisión, es
decisión propia ” (ver entrevista anexo 1, página 1) “No…pos todo muy normal, eso
es muy normal ahora en día; la gente hace eso, sin remordimientos” deja entrever
que acepta que hoy en día, se considere con más apertura este tema (ver
entrevista anexo 1, página 1) y que por lo tanto, las mujeres sean más libres de
tomar sus propias decisiones en cuanto a su cuerpo; no obstante, continúa sin
expresar su propia opinión. Esto puede entenderse en una mujer, que como es su
caso, tiene 73 años de edad y fue educada en una época en la cual la sexualidad -
lo cual incluye el aborto- era un tabú, cosa que se refleja en lo siguiente: “No, no se
hablaba nada de eso. La gente mayor hablaba y luego despachaban a la gente o no
decía nada. ‘No puedo decir nada’ y ahí quedaba. No se decía nada, nada”. (ver
entrevista anexo 1, página 1) y “No, no. Antes no daban nada de eso, era re
prohibido hablar de eso…no”. Con esta última afirmación, se refiere a que careció
de información sobre métodos anticonceptivos durante su formación escolar básica.
No fue sino hasta la edad adulta cuando tuvo acceso a estos, pues dice “Sí, sí supe
cuando tenía...35 años… me cuidé…de ahí hasta…48 años” (ver entrevista anexo
1, página 1).
Así pues, se puede apreciar que era prácticamente prohibido tocar el tema de
la sexualidad en el entorno de aquel entonces de la informante -considerando su
edad, entre las décadas de 1940 y 1950- y que si acaso eso tenía que hacerse, era
asunto únicamente de adultos. Por lo mismo, no se educaba al respecto a los
menores de edad; particularmente acerca de métodos anticonceptivos. Y acerca del
aborto, se actuaba de la misma manera: se prefería no hablar de eso; aunado a que
se consideraba como una acción reprobable. Como evidencia de este último punto,
se vuelve a citar la opinión de los padres de la informante al respecto: “Pues sí, que
estaba muy mal eso, que estaba muy mal” (ver entrevista anexo 1, página 1).
En lo que concierne a la influencia del punto de vista de la religión y de la
familia en la opinión de la informante sobre el aborto, es posible notar que existe un
proceso de influencia social. De acuerdo a Raven y Rubin (como se cita en Barra,
1998), dicha influencia se define como un cambio en las “creencias, actitudes,
conducta o emociones” de una persona, provocado por otra persona o un grupo de
personas. El resultado de tal cambio es denominado “conformidad”, cuando dicha
influencia es ejercida por un grupo, ya que hace que la persona opte por
“amoldarse” a éste (Myers, 2000). Según García (1970), esto por consiguiente
genera cambios en la personalidad del individuo, quien adopta actitudes más o
menos favorables ante ciertos objetos, personas o situaciones, tomando como
referencia el criterio de la persona o grupo que lo influenció (puede ser una sociedad
o una cultura).
Cabe señalar que entre la persona influida y la persona o el grupo de
personas que ejercen tal influencia existe por lógica una relación, la cual se
compone tanto de la actitud como del rol y el status que juega cada integrante
dentro de ésta. La naturaleza de tal relación entre el individuo y el grupo de presión
tiene una importancia primordial: mientras en mayor grado el grupo tenga las
características de una referencia adecuada, más probabilidades tendrá de tener
éxito en sus tentativas de influencia (Barra, 1998).
Entonces, ¿cómo se aplica lo dicho sobre influencia social al caso de la
informante? Que ella, a través de la interacción con su entorno social, en este caso
su familia y otras personas con una ideología y creencias religiosas similares a la de
ésta en cuanto al aborto, adquirió una forma de pensar igual a la de ellas. Además,
su bajo nivel escolar (secundaria inconclusa) favoreció esto, al contribuir a un
pensamiento poco crítico, en el que se cuestionaba poco o nada lo que se le
inculcaba.
En lo que al conocimiento de las consecuencias legales del aborto se refiere,
la informante expresa “Pos sí, que es permitido; permite eso” (ver entrevista anexo
1, página 2). Con esta respuesta, denota un conocimiento prácticamente nulo de las
leyes que rigen el aborto tanto a nivel estatal (tomando en cuenta que ella reside en
Baja California) como nacional (México). Un dato al respecto es que en las 32
entidades federativas de México, está permitido legalmente el aborto en caso de ser
el embarazo producto de una violación, bajo ciertas restricciones: en estados tales
como Baja California, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca,
Quintana Roo y Veracruz, se puede practicar en un lapso de tiempo entre 10
semanas y 3 meses a partir de la violación. Otro dato señala que en la mayoría de
los estados -excepto Chiapas, Nuevo León y Sonora- un aborto ocasionado por un
accidente (culposo) no amerita sanción legal; tampoco si existe riesgo de vida para
la madre -no aplica para Guanajuato, Querétaro y Guerrero-. Otras causas que
permiten el aborto, pero más restringidas a nivel nacional, son las malformaciones
graves del feto, una seria afectación a la salud de la madre y demás como una
inseminación artificial sin el consentimiento de la mujer, la incapacidad para
sostener económicamente a 3 o más hijos y decisión propia -dentro de 84 días del
embarazo-. (ClínicasAbortos.mx, s.f.).
En el caso de Baja California, según el artículo 136 de su código penal, la
interrupción del embarazo queda libre de sanción en las siguientes circunstancias:
cuando ocurre por comportamiento imprudente de la gestante (es decir, un
accidente), cuando haya sido consecuencia de una violación o de una inseminación
artificial forzada (solamente si se ha reportado a las autoridades y dentro de un
período de 90 días después de lo ocurrido) y cuando la gestante esté en serio
peligro de perder la vida (algo que debe dictaminar un médico y corroborarse por
otro). (ClínicasAbortos.mx, s.f.). Por la respuesta que dio la informante, ella no sabe
que el aborto en el lugar donde vive es legal, pero bajo las condiciones descritas
anteriormente.
Hablando en concreto, la informante reveló mediante la entrevista que es una
persona que recibió poca educación sexual y que prácticamente no tiene
conocimiento acerca de las repercusiones legales del aborto. Además, se crió en
condiciones tales que su estructura de pensamiento se fue moldeando de acuerdo a
las creencias que la rodeaban, en este caso religiosas y sociales, las cuales se
ligaban directamente a las enseñanzas familiares. Ella aborda estos aspectos en
cuanto se comenzó a hablar del tema.
Después de vivir esta experiencia de abortar espontáneamente en 3
ocasiones durante su juventud, lo que obtiene de eso es la consciencia de que es
desgastante y doloroso físicamente y que se siente “tristeza”. Su opinión acerca de
que el aborto es algo “malo” se basa en todo lo anterior, dejando a un lado su propio
punto de vista.
BIBLIOGRAFÍA

Álvaro, E.. (2006). Generaciones y cambio social. Marzo 25, 2017, de Universidad
Complutense de Madrid. Sitio web:
http://pendientedemigracion.ucm.es/centros/cont/descargas/documento6131.pdf

Arámbula, A. (2008). Legislación Internacional y Derecho Comparado sobre el Aborto


[archivo PDF]. Recuperado de: http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spe/SPE-ISS-
19-08.pdf

Barra, E. (1998). Psicología Social [archivo PDF]. Concepción: Universidad de Concepción.


Recuperado de http://www.sibudec.cl/ebook/UDEC_Psicologia_Social.pdf

Bouquet de Durán, R. (2012). Aborto espontáneo. Liberabit. Revista de Psicología, 18() 53-
57. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=68623931007

Calvo, E. (2009). Duración de la incapacidad temporal asociadas a diferentes patologías en


trabajadores españoles. Amenaza de aborto [archivo PDF]. Disponible en
http://www.seg-social.es/prdi00/groups/public/documents/binario/146667.pdf

Campos Salas, J; (2006). Diferentes enfoques éticos al problema del aborto. Reflexiones,
85() 75-91. Recuperado de : http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72920817005

Castaño C., Quecedo R. Introducción a la Metodología de Investigación Cualitativa.


Revista de Psicodidáctica [en línea] 2002, (Sin mes) : [Fecha de consulta: 1 de abril
de 2017] Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17501402 ISSN
1136-1034
Chirinos, N; (2009). Características generacionales y los valores. Su impacto en lo laboral.
Observatorio Laboral Revista Venezolana, 2() 133-153. Sitio web:
http://http.redalyc.org/articulo.oa?id=219016846007

Dides C. C., Benavente R. M. Cristina, Sáez A. I. y Morán F. J. M.. (2011). Estudio de


opinión pública sobre aborto y derechos sexuales y reproductivos en Brasil, Chile,
México y Nicaragua. 15 de marzo, de FLACSO-Chile Sitio web:
https://www.academia.edu/4040620/Estudio_de_opini%C3%B3n_p%C3%BAblica_s
obre_aborto_y_derechos_sexuales_y_reproductivos_en_Brasil_Chile_M%C3%A9xi
co_y_Nicaragua

Erviti, J. (2005). El aborto entre mujeres pobres: Sociología de la experiencia. Sitio Web:
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/crim-
unam/20100331013135/Abortomujpobres.pdf

Gavilanes, M., González, E., Ojeda, N. (2003, octubre-diciembre). El aborto inducido de las
mexicanas en el contexto transfronterizo México-Estados Unidos. Redalyc, 9, 214.

García, C. (1970). Psicología hoy. Alcorcón: Teide.

Inostroza, O. (2012). El aborto terapéutico y su regulación en Chile: Derecho comparado y


evolución histórica (memoria de grado). Universidad de Chile, Santiago, Chile.

Jouve, N.. (2012). El manantial de la vida: Genes y bioética. Madrid: Encuentro.

Kumar, A., Salas, A. (2006, abril-junio). Preferencia por hijos varones y escasez de mujeres
en India. Redalyc, 12, pp.212-213.

León, H., Rodríguez, A. (s.f.). Guía de atención del aborto [archivo PDF]. Recuperado de:
http://www.saludcapital.gov.co/DDS/Publicaciones/GUIA%2011.%20%20ATENCION
%20DEL%20ABORTO.pdf

Ministerio de Salud Pública. Guía de Práctica Clínica (GPC): Diagnóstico y tratamiento del
aborto espontáneo, incompleto, diferido y recurrente. Dirección Nacional de
Normatización, 1ª Edición, Quito, Ecuador, 2013. Disponible en: http://salud.gob.ec

Mulens, I. (2009). Análisis de los cuidados de enfermería ante las respuestas humanas en
el Aborto Espontáneo. Revista Habanera de Ciencias Médicas, 8(). Recuperado de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180414043019

Mundigo, A. (2005). Religión y salud reproductiva: encrucijadas y conflictos [archivo PDF].


Disponible en http://www.pasa.cl/wp-
content/uploads/2011/08/Religion_y_salud_reproductiva._Encrucijadas_y_conflictos
_Mundigo_Axe.pdf

Myers, D. (2000). Psicología social. México, D.F: McGrawHill/Interamericana de México

Petracci M. (2007). Opinión pública sobre interrupción voluntaria del embarazo y


despenalización del aborto en la Argentina y América Latina. Marzo 17, 2017, de
Fundación para el Estudio e investigación de la Mujer y La Intenational Planned
Parenthood Familiar; Región del Hemisferio Occidental. Sitio web:
http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/hojas_informativas/01_petracci.pdf

Ruiz, V. (2014). Aborto y Religión, dos perspectivas de una misma realidad. 25 de marzo
del 2017, de Escuela Superior de Ciencias de La salud. UNICEN Sitio web:
www.soc.unicen.edu.ar/newsletter

Salomón, L. (2005). Factores que determinan la decisión de abortar en mujeres con


antecedentes de aborto provocado - Instituto Especializado Materno Perinatal - 2004
(tesis de pregrado). Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

Taylor y Bodgan. (1986). Introducción; Ir Hacia la Gente. En Introducción a los Métodos


Cualitativos de la investigación (pp. 24). España: Paidós.

Torres, M. (1993). El movimiento de mujeres y el sistema político mexicano: análisis de la


lucha por la liberalización del aborto, 1976-1990. Vol. 11, No. 32, Segundo Número
Conmemorativo del Vigésimo Aniversario del Centro de Estudios Sociológicos. Sitio
Web:
http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/RY4P87TAAB9K3
MV25LSQLKALRBM5IC.pdf
Trejo M. F. (2010). Fenomenología como método de investigación: Una opción para el
profesional de enfermería. Medigraphic, Vol. 11, No. 2: 98-101, 2012., pp. 99.
(Consultado en 3 de abril del 2017). Recuperado de:
http://www.medigraphic.com/pdfs/enfneu/ene-2012/ene122h.pdf
ANEXOS

Anexo 1. Entrevista cualitativa sobre el aborto

Señora, 73 años de edad.

[Acerca de su opinión sobre el aborto] Pos muy mal, eso es muy mal (pausa), muy
malo es (cruza los brazos). [Por qué] Porque..ah... se sangra mucho la
gente…sangra mucho, mucho. Queda la gente muy débil…eh, queda muy débil la
gente (pone el brazo sobre el pecho).
[Cuando se le pregunta cómo cree que se percibe a la mujer en la actualidad]
No…pos todo muy normal, eso es muy normal ahora en día; la gente hace eso, sin
remordimientos. [Cuando se le dice que tal vez es así o tal vez no] No, pero la que
lo hace, lo hace con toda la intención (pone manos sobre el regazo).
[Sobre lo que cree que la sociedad opina sobre el aborto] Hmm…pos que es
decisión, es decisión propia (se toca la cara con la mano).
[Qué opina su religión sobre el aborto] Pos sí, que ta’ mal, que está muy mal…que
no es permitido…no es permitido. [Cuando se aclara este punto] No, la religión (se
pone el brazo sobre el abdomen).
[Si tuvo información sobre sexualidad o cómo protegerse de un embarazo mientras
ella estudiaba] (Interrumpe) No, no. Antes no daban nada de eso, era re prohibido
hablar de eso…no. (pone las manos juntas sobre el regazo).
[Momento de la vida en que recibió información sobre anticonceptivos] (Se toca
cerca de la barbilla) Sí, sí supe cuando tenía (comienza a hablar más lento) 35
años… me cuidé…de ahí hasta…(habla más lento) 48 años.
[Si en su casa hablaron alguna vez de sexualidad] No, no se hablaba nada de eso.
La gente mayor hablaba y luego despachaban a la gente o no decía nada. “No
puedo decir nada” (ejemplifica) y ahí quedaba. No se decía nada, nada (baja la
mirada y entrelaza los dedos mientras lo dice).
[Cuando se le comenzaba a preguntar si sabía qué opinaban sus padres sobre el
tema del aborto] (Interrumpe) Desgastante es eso. [Cuando se completó la
pregunta] Pues sí, que estaba muy mal eso, que estaba muy mal (baja la mirada y
junta las manos).
[Si sabe acerca de lo que dice la ley acerca del aborto] Pos sí, que es permitido
(pausa); permite eso. (Se toca la barbilla con la mano).
[Cómo reaccionó al saber que estaba embarazada] Hmm ¿cómo? Pos contenta y
después ya…triste….me puse muy mal…(baja la mirada y cruza un brazo sobre el
abdomen).
[Que sintió antes de que abortara] Pues normal, no sentí nada (baja la mirada y se
toca la cara con la mano). [Al aclarar si se sentía contenta] Pos sí.
[Qué opinaba su pareja]. Pos se ponía triste porque me iba muy mal. [Cuando se
aclaró que era cómo había reaccionado antes del aborto] Pues taba
contento...después, triste.
[Reacción de la familia ante el embarazo, antes de perderlo] Pos normal…normal,
normal (suspira brevemente). [Cuando se le pregunta por la edad] ¿Cuántos años
tendrían? Como…tu mamá en el 62...como en el sesenta y…(pensativa) ¿cuántos
años tendría cuando yo esperé a tu mamá?...Me casé a…Amada nació en el
sesenta y..sesenta (pausa); yo tenía…¿cuántos años tenía? Dieci…diecisiete años
(pausa) como veinte años tenía cuando aborté el primero (baja la mirada y toca su
barbilla).
[Trabajo en aquel entonces] Pos sí…¿cómo se puede decir ahí? Pos sí…pos no se
puede decir ama de casa, pos nomás…no pero, pos tu papá siempre tocaba (cruza
los brazos), sí tenía trabajo, mucho.
[Embarazos que perdió] (Baja la mirada) Tres…pos..me estaba bañando, (pausa)
me estaba bañando y sentí que se me vino un chorro de sangre…y sangre y sangre
y sangre y de ahí me fui a otra casa, me desmayé, se me oscureció y ya me
metieron…en brazos sería, pos ya no supe yo ni cómo me metieron a una cama. Me
llevaron al doctor…y ya...pasó eso. Pero quedé tan (enfatiza) mal, pero mal, se me
había agotao toda mi sangre (se toca la barbilla); no podía ni caminar ni voltear. Me
agitaba, no tenía nada de sangre. [Se le preguntó si eso fue en el primer embarazo
que perdió]. Ese fue el primero (respiró brevemente).
[Sobre el segundo embarazo perdido] Ay (suspira) pos el segundo es el que te digo
que estábanos aquí…que taba en una tienda comprando unos zapatos..y se me
vino ahí (baja ligeramente el volumen de la voz). Me llevaron a (bosteza)…al
hospital… y pos ya, salí también muy agotada.
[Sobre el tercer embarazo perdido] Con el tercero (respira brevemente)…también
me sangré mucho (bajó la mirada)…me llevaron…al doctor (pausa breve) y también
lo mismo (pausa) desgastada (puso el brazo sobre el abdomen).
[Cuánto tiempo tenía en cada embarazo] Hmmm…¿cuánto tendría? (pausa) Si te
digo que de veinte años tuve el primer aborto (pausa)…como en el 71…sería como
en el 69 (pausa) ¿pos cuántos?...Como unos…(pausa) (voz baja)…69…como unos
24. [Se le aclara que es cuánto tiempo tenía de embarazo] ¿Tenía? Como
unos…tres meses…tres meses. [Se le pregunta si fue en la primera ocasión o en
cuál] Pos el primero sería como unos tres meses y el otro como cuatro (se tocó la
barbilla)…eh..nomás...también cuatro [ambos embarazos].
[Qué sucedió en cada uno] ¿Ah, no te digo que me estaba bañando? Cuando
sentí…que se me vino el sangrado…y esto fue…escurrirme (enfatizó); (pausa) pos
ya, pasó todo eso. Quedé (bostezó) muy mal (puso las manos en el regazo y
entrelazó los dedos).
[Cómo se sintió en dichos momentos] Uuuh, pos (pausa)…¿cómo te diré? Pues mal,
muy mal (bajó la mirada)…(pausa)…con tristeza y (se rascó brevemente la nuca)
con debilidad.
[Se le pregunta si buscó ayuda médica] (Enfatiza) Sí, sí, en los tres. Tres fueron de
doctor, uno de hospital (bostezó). (Corrige) Dos en hospitales y uno fue el doctor a
la casa (se puso la mano en la barbilla).
[Se le pregunta si tuvo alguna consecuencia física] No. [Si todo quedó normal] Pos
sí, normal (se puso las manos en el regazo).
[Quién estaba con ella cuando eso ocurrió] Hmmm..estaba yo sola; nomás tenía a
Amada y a...tu mamá chiquitas...el primero. El segundo, ‘taba tu papá también (‘taba
mi esposo) (se rascó la cara), ‘taba él, porque ‘taba aquí en la tienda (bostezó)...él
estaba. El tercero no estaba tampoco; estaba mi mamá, mi hermano… Felimón (se
lleva la mano a la boca).
[Cómo se sintió al poco tiempo de abortar] (Breve pausa; tuerce brevemente la
boca) Pos muy desgastada físicamente…pos tristeza.
[Si tuvo apoyo por parte de su pareja] Sí (respiró y se llevó la mano a la boca).
[Cómo reaccionó la familia ante esos abortos] Pos…te digo que normal (voltea
ligeramente hacia la derecha), muy normal nomás, pos pa’ ellos.
[Si le contó a alguien cercano sobre su situación] Sí (entreabre la boca)..si le conté
[Cómo se lo tomaron] (Pausa) Pos…normal…ellos normal
(pausa)…compadeciéndonos (se pone la mano cerca de la boca).
[Si buscó ayuda de algún familiar] No…[O de algún amigo] No (se rascó la nuca). [O
de algún psicólogo] Nada, nada (cruza los brazos sobre el estómago).
[Cómo se siente al respecto, ahora que ha pasado el tiempo] Pos…que te diré
(cruza los brazos)…pos lo lamento (vuelve a cruzar los brazos).
[Con base en su experiencia, qué le diría a alguien que pasara por su misma
situación o que pensara en abortar] (Interrumpe) No, pos yo le aconsejaría que
no…que no hiciera eso, porque la pasa muy mal la gente (cruza los brazos).
[Al finalizar entrevista] ¿Es todo? Oh…¿no dijites que ‘taba largo? No está tan largo.
[Se le agradece] Ándale pues.
Anexo 2. Cuadro de interpretación

Categorías Entrevista Interpretación

No emite una opinión


Opinión general Ø [Acerca de su propia sobre el aborto
opinión sobre el inducido. Su experiencia
aborto] Pos muy es que los abortos que
mal, eso es muy mal ha tenido han sido no
(pausa), muy malo inducidos y solo se
es (cruza los refiere al peligro que
brazos). [Por qué] esto conlleva.
Porque..ah... se Refleja una valoración
sangra mucho la relacionada con su
gente…sangra creencia religiosa y con
mucho, mucho. la opinión familiar. Pero
Queda la gente muy no menciona si está o no
débil…eh, queda de acuerdo.
muy débil la gente
(pone el brazo sobre
el pecho).
Ø [Sobre lo que cree
que la sociedad
opina sobre el
aborto] Hmm…pos
que es decisión, es
decisión propia (se
toca la cara con la
mano).
Ø [Qué opina su
religión sobre el
aborto] Pos sí, que
ta’ mal, que está
muy mal…que no es
permitido…no es
permitido. [Cuando
se aclara este
punto] No, la religión
(se pone el brazo
sobre el abdomen).
Ø [Cuando se le
comenzaba a
preguntar si sabía
qué opinaban sus
padres sobre el
tema del aborto]
(Interrumpe)
Desgastante es eso.
[Cuando se
completó la
pregunta] Pues sí,
que estaba muy mal
eso, que estaba
muy mal (baja la
mirada y junta las
manos).

Ø [Cuando se le Acepta que hoy, el tema


Percepción acerca de pregunta cómo cree es considerado de
la mujer en la que se percibe a la manera más natural,
actualidad mujer en la pero tampoco emite su
actualidad] No…pos opinión. Lo cual es
todo muy normal, comprensible en una
eso es muy normal mujer que, como es el
ahora en día; la caso, tiene 73 años de
gente hace eso, sin edad, y que fue educada
remordimientos. en otra época y donde
[Cuando se le dice prevalecían otros
que tal vez es así o valores.
tal vez no] No, pero
la que lo hace, lo
hace con toda la
intención (pone
manos sobre el
regazo).

Ø [Si sabe acerca de lo Conocimiento muy


Conocimiento acerca que dice la ley limitado en cuanto a las
de las consecuencias acerca del aborto] leyes
legales Pos sí, que es
permitido (pausa);
permite eso. (Se
toca la barbilla con
la mano).
Ø [Si tuvo información No obtuvo educación
sexual durante su
Educación sexual sobre sexualidad o
formación escolar básica.
cómo protegerse de Su acceso a esta
un embarazo información -
particularmente a la de los
mientras ella anticonceptivos- fue hasta
estudiaba] la edad adulta, después de
convertirse en madre.
(Interrumpe) No, no.
Antes no daban Los temas relacionados a la
sexualidad, particularmente
nada de eso, era re
el aborto eran censurados,
prohibido hablar de tanto dentro de su familia
eso…no. (pone las como en la sociedad de su
época, particularmente para
manos juntas sobre los menores de edad.
el regazo).
Ø [Momento de la vida
en que recibió
información sobre
anticonceptivos]
(Se toca cerca de la
barbilla) Sí, sí supe
cuando tenía
(comienza a hablar
más lento) 35
años… me
cuidé…de ahí
hasta…(habla más
lento) 48 años.
Ø [Si en su casa
hablaron alguna vez
de sexualidad] No,
no se hablaba nada
de eso. La gente
mayor hablaba y
luego despachaban
a la gente o no
decía nada. “No
puedo decir nada”
(ejemplifica) y ahí
quedaba. No se
decía nada, nada
(baja la mirada y
entrelaza los dedos
mientras lo dice).
Ø [Cuando se le
comenzaba a
preguntar si sabía
qué opinaban sus
padres sobre el
tema del aborto]
(Interrumpe)
Desgastante es eso.
[Cuando se
completó la
pregunta] Pues sí,
que estaba muy mal
eso, que estaba
muy mal (baja la
mirada y junta las
manos).
Ø [Embarazos que La mujer menciona
Proceso del aborto perdió] (Baja la haber vivido tres abortos
mirada) espontáneos, en sus tres
Tres…pos..me experiencias tuvo fuertes
estaba bañando, hemorragias repentinas
(pausa) me estaba que le provocaron
bañando y sentí que intensa debilidad física .
se me vino un Recibió atención médica.
chorro de sangre…y
sangre y sangre y Su primer aborto tuvo a
sangre y de ahí me los cuatro meses de
fui a otra casa, me gestación, y los otros
desmayé, se me dos abortos a los tres
oscureció y ya me meses (en las etapas
metieron…en más tempranas del
brazos sería, pos ya embarazo).
no supe yo ni cómo Sufrió un desgaste físico
me metieron a una breve y significativo
cama. Me llevaron después de cada aborto.
al doctor…y
ya...pasó eso. Pero
quedé tan (enfatiza)
mal, pero mal, se
me había agotao
toda mi sangre (se
toca la barbilla); no
podía ni caminar ni
voltear. Me agitaba,
no tenía nada de
sangre. [Se le
preguntó si eso fue
en el primer
embarazo que
perdió]. Ese fue el
primero (respiró
brevemente).
Ø [Sobre el segundo
embarazo perdido]
Ay (suspira) pos el
segundo es el que
te digo que
estábanos
aquí…que taba en
una tienda
comprando unos
zapatos..y se me
vino ahí (baja
ligeramente el
volumen de la voz).
Me llevaron a
(bosteza)…al
hospital… y pos ya,
salí también muy
agotada.
Ø [Sobre el tercer
embarazo perdido]
Con el tercero
(respira
brevemente)…tambi
én me sangré
mucho (bajó la
mirada)…me
llevaron…al doctor
(pausa breve) y
también lo mismo
(pausa) desgastada
(puso el brazo sobre
el abdomen).
[Cuánto tiempo tenía en
cada embarazo]
Hmmm…¿cuánto
tendría? (pausa) Si te
digo que de veinte años
tuve el primer aborto
(pausa)…como en el
71…sería como en el
69 (pausa) ¿pos
cuántos?...Como
unos…(pausa) (voz
baja)…69…como unos
24. [Se le aclara que es
cuánto tiempo tenía de
embarazo] ¿Tenía?
Como unos…tres
meses…tres meses.
[Se le pregunta si fue
en la primera ocasión o
en cuál] Pos el primero
sería como unos tres
meses y el otro como
cuatro (se tocó la
barbilla)…eh..nomás...t
ambién cuatro [ambos
embarazos].
Ø [Qué sucedió en
cada uno] ¿Ah, no
te digo que me
estaba bañando?
Cuando sentí…que
se me vino el
sangrado…y esto
fue…escurrirme
(enfatizó); (pausa)
pos ya, pasó todo
eso. Quedé
(bostezó) muy mal
(puso las manos en
el regazo y
entrelazó los
dedos).
Ø [Si tuvo apoyo por
parte de su pareja]
Sí (respiró y se llevó
la mano a la boca).
Ø [Se le pregunta si Considera no haber
Afectaciones físicas tuvo alguna experimentado alguna
consecuencia física] secuela física a largo
No. [Si todo quedó plazo.
normal] Pos sí,
normal (se puso las
manos en el
regazo).
Ø [Cómo se sintió al
poco tiempo de
abortar] (Breve
pausa; tuerce
brevemente la boca)
Pos muy
desgastada
físicamente…pos
tristeza.

Ø [Cómo se sintió en Expresa haberse sentido


Afectaciones dichos momentos] triste y débil
emocionales Uuuh, pos emocionalmente
(pausa)…¿cómo te después de cada
diré? Pues mal, muy experiencia, pero no
mal (bajó la profundiza en este
mirada)…(pausa)… aspecto
con tristeza y (se
rascó brevemente la
nuca) con debilidad.
● [Cómo se siente al
respecto, ahora
que ha pasado el
tiempo] Pos…que
te diré (cruza los
brazos)…pos lo
lamento (vuelve a
cruzar los brazos).
3. Esquema interpretativo

Você também pode gostar