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David A. Boruchoff
McGill University
Así como ocurre en los demás prólogos de Cervantes, el colo fón que
promete ésta y otras obras aún por acabar es poco logrado en comparación
con las afirmaciones que lo preceden, por tanto que sirve de despedida y
no de explicación. Y, como en la dedi catoria al Conde de Lemos del
Quijote de 1615, que asimismo cierra con la poco firme seguridad que
Los trabajos de Persiles y Sigismundo "ha de ser o el más malo o el mejor
[libro] que en nuestra lengua se haya compuesto, quiero decir de los de
entrete nimiento; y digo que me arrepiento de haber dicho el más malo,
porque según la opinión de mis amigos, ha de llegar al estremo de bondad
posible", el pregón de futuras publicaciones no debe tomarse por juicio
crítico, sobre todo cuando su ironía y descon-
en el caso de Huet, a la tal vez atrevida conclusión que "la diversión ...
No hay nada más casto que los amores [de Teágenes y Cariclea]; en
esto parece que, además de la religión cristiana de la cual el autor
hacía profesión, su propia virtud le había dado el aire de honestidad
que brilla en toda la obra, y en esto, no sólo Jámblico, sino también
casi todos los demás de los antiguos cuyas obras nos han llegado, son
muy inferiores. También se dice que su mérito le había elevado a la
dignidad del obsipado: fue obispo de Trica, ciudad de Tesalia, y
Sócrates relata que él estableció en esta provincia la costumbre de
destituir a los eclesiásticos que no se abstenían de las mujeres con
quienes se había casado antes de ingresar en el sacerdocio. Todo esto
me hace bien sospechoso lo que añade Nicephorus, escritor crédulo,
poco judicioso y poco fiel, que un sínodo provincial, viendo el
peligro en el que la lectura de esta novela, que estaba autorizada por
la dignidad de su autor, hacía caer a los jóvenes, y habiéndole
ofrecido la alternativa o de consentir que su obra fuese quemada o de
abandonar su obispado, [Heliodoro] aceptó la segunda de estas
opciones. 19
siglos XVI y XVII reflejan este criterio, ya que, según ellas, los héroes de
la Historia etiópica no están siempre a la altura de los conflictos
espirituales que se presentan por medio de ellos. Para citar sólo dos
ejemplos, Philip Sidney insiste que en ésta como en otras obras con
actores supuestamente ideales, el genio del autor se debe buscar en la idea
o concepto que motiva la escritura, y no en el producto que resulta, 2 5
una de las dos perfecciones para hacer una cosa hermosa: que es la
grandeza, por causa que los cuentos, principalmente en la persona de
Teágenes, al cual no hace ejecutar ningún memorable hecho de armas,
no me parescen suficientemente ricos, y no merescerían por ventura
ser leídos, si no fuese o por divertir enojo ... o para tener después el
entendimiento más libre y alegre a hacer o leer otras cosas mejores...
Quiere decir que se han de usar las cosas de placer para estar después
más aptos a las cosas de importancia, y no trabajar en una cosa de
placer como si fuese de importancia. 26
NOTAS
Sir Philip Sidney, The Defence of Poesy, declara que el poeta supera a la
1 2
b Huet, Lettre ... de L'origine des romans, pp. 3-4: "Je dis des his toires
feintes, pour les distinguer des histoires véritables. J'ajoute, d'aven tures
amoureuses, parce que l'amour doit estre le principal sujet du Roman. Il faut
qu'elles soient écrites avec art, & sous de certaines regles; autrement ce sera un
amas confus, sans ordre & sans beauté. La fin principale des Romans, ou du
moins celle qui le doit estre, & que se doivent proposer ceux qui les composent,
est rinstruction des lecteurs, à qui il faut toujours faire voir la vertu couronnée,
& le vice puni. Car comme l'esprit de l'homme est naturellement ennemi des
enseignemens,
& que son amour propre le révolte contre les instructions, il faut tromper par
l'appas du plaisir, & adoucir la sévérité des préceptes par l'agrément des
exemples, & corriger ses défauts en les condamnant dans un autre."
1 6Ver Cancionero de las obras de Juan del Enzina (Salamanca,
1496), ed. facs. de Emilio Cotarelo y Mori (1928; reed. Madrid: Real Academia
Española, 1989), fols. lr-6v y 31r-33r; y Juan Luis Vives, In Geórgica Virgilii
(1518) y el prólogo a Interpretatio allegorica in Bucólica Virgilii (1537), in Obras
completas, trad. Lorenzo Riber, 2 vols. (1947-48; reed. Madrid: Aguilar;
Valencia: Generalität Valenciana, 1992), 1: 543-52 y 921-22. Sidney, The
Defence of Poesy, p. 223: "For the question is, whether the feigned image of
poetry or the regular instruction of philosophy hath the more force in
teaching ... I say the philosopher teacheth, but he teacheth obscurely, so as the
learned only can understand him, that is to say, he teacheth them that are
already taught; but the poet is the food for the tenderest stomachs, the poet is
indeed the right popular philosopher, whereof Aesop's tales give good proof:
whose pretty allegories, stealing under the formal tales of beasts, make many,
more beastly than beasts, begin to hear the sound of virtue from these dumb
speakers." Montaigne, Essais 1.26, 1:183, observa que las "gentillesses" de la
poesía "ne servent que pour amuser le vulgaire, incapable de prendre la viande
plus massive et plus ferme." Para el muy conocido e influyente comentario de
Jacques Amyot, ver su prólogo a L'Histoire Ethiopique d'Heliodore, contenant
dix Hures, traitant des loyales & pudiques amours de Theagenes Tessalien, &
Charclea Ethio pienne, nouellement traduite de Grec en Francois (Paris: Arnoul
l'Angelier, 1547). El texto en castellano se titula Historia Ethiopica de Heliodoro
trasladada de francés en vulgar Castellano por un secreto
figuré, & trop poétique" (sobre Heliodoro); "il est plus concis et plus net; il est
aussi plus simple et plus naturel" (sobre Aquiles Tacio).
Félix Lope de Vega Carpió, La dama boba 1.285-302, ed. Diego Marín, 5
2 1 a
23Sidney, The Defence of Poesy, p. 216: "the skill of each artificer standeth in
that idea or fore-conceit of the work." El neologismo fore-conceit aquí significa
la idea que ocasionó la obra que presume ilustrarla.
" Amyot, en Historia etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea, p. lxxxi.
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