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Consecuencias del pecado

Ezequiel 18: 4 – 9 He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es
mía; el alma que pecare, esa morirá. 5 Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la
justicia; 6 que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare
la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa, 7 ni oprimiere a ninguno; que al deudor
devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo
con vestido, 8 que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere
juicio verdadero entre hombre y hombre, 9 en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para
hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor.

Introducción
Si a usted un policía lo agarra cruzándose un semáforo en rojo, tendrá su consecuencia, una multa; pero
si lo agarra en varias ocasiones seguidas y corriendo a alta velocidad en una carretera de 35mh, de
seguro le suspenderán la licencia como castigo por no respetar las señales de tránsito. Pero si lo agarran
manejando en estado de ebriedad, de seguro que se lo llevan a la cárcel.
El no respetar las leyes de Dios se le llama “pecado”, y eso también tiene sus consecuencias, el profeta
Ezequiel dijo: “El alma que pecare esa morirá” (Ez. 18: 4), aquí el profeta utiliza la palabra alma para
referirse a una persona. El apóstol Pablo escribió en la Epístola a los Romanos: “Porque la paga del
pecado es muerte” (Rom. 3: 23). Si nosotros no respetamos las leyes terrenales tendremos nuestras
consecuencias terrenales; pero sino respetamos las leyes de Dios tendremos consecuencias celestial o
eternas. Analicemos estas consecuencias del pecado.

I. Se rompe la relación con Dios

Cuando Adán vivía en el huerto de Edén y no había pecado, su relación con Dios era maravillosa, él
podía hablar con Dios todas las veces que él quisiera; pero cuando peco esa relación se rompió, fue
como que un abismo se abrió entre Dios y Adán. Génesis 3: 22- 24 Y dijo Jehová Dios: He aquí el
hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome
también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para
que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de
Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del
árbol de la vida.

Esto también lo podemos comparara a una pared que se levanta entre Dios y el hombre para ocultar Su
rostro y no oír sus leyes, y no es que Dios la levante sino el mismo que pecado que está en el ser humano
es el que la levanta para que así no haya contacto con Dios. Isaías 59:1-2 He aquí que no se ha acortado
la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho
división entre vosotros y
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

II. Trae muerte

El pecado produce muerte física y espiritual. Romanos 6: 23 Porque la paga del pecado es muerte,…
Romanos 7: 11 Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me
mató. Santiago1:15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Muerte Espiritual significa: Separación del hombre y
Dios.
Al ser separado de Dios seremos castigados Romanos 1: 18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. 1Corintios 6: 9-11
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras,
ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni
los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Al estar en Dios tenemos la vida pero al estar separados de Él, tendremos las consecuencias de un eterno
castigo Apocalipsis 20: 11-15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual
huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y
pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la
vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había
en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al
lago de fuego.

Conclusión
Con Dios tenemos la vida, sin Dios tenemos la muerte; usted escoge por cual lado quiere estar, por el
lado de la vida o por el lado de muerte, quiere a Cristo como abogado o lo quiere como juez donde Su
misma Palabra lo juzgue, Juan 12: 48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue;
la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

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