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II CONGRESO VENEZOLANO DE REDES Y ENERGÍA

ELÉCTRICA

Junio 2009
Comité Nacional Venezolano

D1-104
AHORRO ENERGÉTICO EN EDIFICACIONES MEDIANTE LA UTILIZACIÓN DE
SISTEMAS PASIVOS DE CLIMATIZACIÓN

E. Lorenzo
Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción
Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad Central de Venezuela

RESUMEN

Las técnicas de climatización pasiva en edificaciones, se fundamentan en el logro del bienestar térmico de
los usuarios, prescindiendo del uso de fuentes artificiales de energía, o haciéndolo de forma muy reducida.
Investigaciones preliminares demostraron que dentro del contexto climático venezolano, el sistema de
conductos enterrados posee el mayor potencial de aplicación a lo largo del territorio nacional. Éste
sistema, utiliza la tierra para el enfriamiento y/o calentamiento de una corriente de aire que circula
forzadamente a través de conductos enterrados, la cual, una vez insertada en la edificación, puede
contribuir al mejoramiento de las condiciones térmicas de los ambientes interiores.

Entre los aportes de la presente investigación destaca, la realización de un prototipo del sistema de tubos
enterrados que permitió obtener mediciones reales y evaluar su comportamiento en climas calido –
húmedo. Asimismo, y basados en las mediciones obtenidas, se realizó un proyecto de aplicación en una
edificación de uso industrial ubicada al sureste de la ciudad de Caracas, destinada al almacenamiento de
bebidas alcohólicas y gaseosas, que requieren para su conservación, características climáticas particulares
que comúnmente generan elevados consumos de energía eléctrica, debido en gran parte, a la necesidad de
utilizar sistemas de climatización artificial como equipos de aire acondicionado.

De igual forma, y gracias al proyecto de aplicación, se demuestra la eficiencia del sistema de tubos
enterrados, tanto en el ahorro energético de la edificación, como en el cumplimiento de las exigencias
demandadas por los productos a almacenar, considerando igualmente las posibles ventajas y desventajas
existentes a nivel económico, en cotejo con las soluciones convencionales.

PALABRAS CLAVES

Tubos enterrados, climatización pasiva, ahorro energético, confort térmico, diseño sustentable.

ernestolorenzor@gmail.com
INTRODUCCIÓN

De todos los posibles impactos generados al medio ambiente a causa de las distintas actividades humanas,
es sin duda el cambio climático por efecto invernadero el que representa la mayor amenaza a corto y
mediano plazo. El aumento de los gases causantes de tal efecto, dificultan la radiación de la energía
proveniente del sol al espacio, lo que ocasiona un calentamiento global que disloca las condiciones de
equilibrio del planeta tierra. El CO2 es el más abundante de dichos gases y su creciente concentración en
la atmósfera, es en gran medida, causa directa de la combustión de residuos sólidos (Combustible fósiles,
madera, etc.) para obtener energía o calor.

Las edificaciones juegan un papel preponderante en este contexto, por ser éstas grandes consumidoras de
energía, a causa principalmente, del avance tecnológico de la construcción, basado en un alto gasto
energético, que a su vez, ha conducido a un aumento lineal de la producción de CO2 liberado al ambiente.
Solo por concepto de climatización, se estima una demanda de 6,5 % de la energía total consumida en el
mundo anualmente, sin embargo algunas investigaciones han demostrado que con la simple ejecución de
un diseño adaptado al clima de manera adecuada, es posible llevar dicha cifra a 2,35%.1

Como era de esperarse, Venezuela no escapa de esta realidad global, las estadísticas más recientes
identifican que durante los últimos años, nuestro país cuenta con el mayor consumo per capita de energía
eléctrica de toda América Latina, a la vez que el sector residencial se ubica como su mayor consumidor.2

Por ello no es fortuito que adquieran vigencia un conjunto de técnicas basadas en el enfoque bioclimático.
Los sistemas de acondicionamiento pasivo, logran especial protagonismo al mejorar el comportamiento
climático de las edificaciones, generando bienestar en los usuarios, sin la necesidad de utilizar fuentes de
energía artificial o hacerlo de forma muy reducida.3 Varias investigaciones realizadas en el Instituto de
Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC) en conjunto con la Universidad de la Rochelle
(Francia) demostraron que Venezuela posee un importante potencial de aplicación de algunos de estos
sistemas según las zona climática donde se pretenda su implantación, y concluyeron que la técnica de
conductos enterrados, obtuvo un factor de cobertura de 100% en todos los casos estudiados.4

Por consiguiente, el trabajo que a continuación se presenta tiene el propósito de contribuir en forma
específica con el desarrollo de la técnica de conductos enterrados para climatización pasiva de
edificaciones. Todo ello en el marco del contexto energético mundial y con la perspectiva de aportar en
una futura normativa nacional de habitabilidad de las edificaciones.

BASAMENTO TEÓRICO

El principio de enfriamiento por contacto con el suelo se basa en la disipación de calor hacia la tierra, cuya
temperatura luego de aproximadamente dos metros de profundidad, es cercana al promedio de la
temperatura anual de la zona y por consiguiente sensiblemente menor que la del exterior en horas pico.

El sistema de conductos enterrados, como su nombre lo indica, consistirá entonces en enterrar una serie de
tubos, preferiblemente de una conductividad elevada (metálicos, de arcilla o cemento) por donde se hará
circular forzadamente un cierto caudal de aire tomado del exterior, en la búsqueda de estimular el
intercambio convectivo con la tierra, y así aumentar o disminuir la temperatura inicial del aire, para
finalmente éste ultimo, se utilizado para mejorar las condiciones térmicas en los espacios interiores de las
edificaciones (Fig. 1).

1
Tomado de M. Santamouris and D. Asimakopoulos. “Passive Cooling of Buildings”, Pg. 35. European Commission. 1997.
2
Tomado de Caveinel año 2000.
3
Tomado de Koenigsberger 1977 y Givoni, 1994.
4
Tomado de M.E.Hobaica, R. Belarbi, L. Rosales. (2001) Tecnología y Construcción Vol. 17-1.

1
Fig. 1.- Sistemas de enfriamiento por contacto con el suelo.
Fuente: Hobaica M.E., Allard F., Rosales L; Siem G; Sosa M.E.; et al. (2007). (ISPAVEN).

BASAMENTO PRÁCTICO – EXPERIMENTAL

Se decidió realizar un prototipo experimental, que permitiera verificar el potencial real del sistema de
tubos enterrados en nuestro país. La experimentación fue realizada en la planta experimental del Instituto
de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC), ubicada en el laurel, en las afueras de la ciudad
de Caracas, en una zona de montaña, donde predomina un clima moderado – húmedo a calido – húmedo,
durante todo el año.

Es importante tener en cuenta que el potencial de estos sistemas depende de muchos factores, pero
principalmente de la diferencia de temperatura existente entre el suelo y el aire exterior, es por esto que
resulta indispensable realizar mediciones previas de la temperatura de la tierra a distintos niveles de
profundidad. Se estima que para que un sistema de este tipo sea eficaz, la temperatura del suelo debe ser al
menos 6ºC menor que la del aire ambiental.

Fig. 2.- Resultado de las mediciones previas a la experimentación.


Fuente: Elaboración propia.

En la Fig. 2, se observa que la temperatura de la tierra a partir de un metro y medio de profundidad, se


mantiene constante en 20,5 ºC. Igualmente, si comparamos la temperatura mínima de la tierra con la
temperatura máxima exterior (29°C invierno) se identifica una diferencia de temperatura cercana a los 9
°C, lo que demuestra un gran potencial de aplicación en la zona.

2
Posteriormente se realizó una zanja de dos metros de profundidad, donde posteriormente se colocaron tres
tubos de PVC, uno de 4” y 6” con 15 metros de longitud y otro de 4” con 30 metros de longitud, para así
poder evaluar la temperatura del aire, en virtud del diámetro y longitud de los tubos (Fig. 3).

Fig. 3.- Temperaturas registradas dentro y fuera de los tubos.


Fuente: Elaboración propia.

Al observar los resultados obtenidos (Fig. 3) se pudo observar que en los tres tipos de tubos
experimentados, se logró una diferencia de temperatura, con respecto a la exterior de hasta 10 °C en los
momentos más calurosos del día, es por esto, que una vez finalizadas las mediciones en el prototipo, se
demostró claramente el enorme potencial de esta tecnología, en climas calido – húmedo a moderado -
húmedo.

CASO DE APLICACIÓN

En la necesidad de profundizar aun más en el desarrollo tecnológico del sistema de conductos enterrados,
se realizó una aplicación del mismo, junto a otras estrategias pasivas de climatización, en un galpón
ubicado en la zona de la Limonera, al sureste de la ciudad de Caracas, donde predomina un clima calido –
húmedo. Dicha edificación demanda importantes cantidades de energía eléctrica, para poder lograr
almacenar y conservar a gran escala, bebidas alcohólicas y gaseosas de importación.

Criterios de diseño en base a los requerimientos exigidos por el tipo de edificación.

En virtud de ofrecer una respuesta mucho más eficiente y ajustada a las necesidades de climatización real
de cada producto, se decidió trabajar realizando una separación por grupos, según las exigencias de
conservación. En este orden de ideas, se definieron tres grupos: 1.- Vinos y champagnes, 2.- Whiskys y
bebidas energizantes, 3.- bebidas gaseosas.

La ubicación de éstos grupos dentro del galpón respondió principalmente al registro de las temperaturas en
distintas zonas del galpón, tipos de cerramiento y ubicación, buscando aprovechar al máximo las
condiciones originales del espacio, y reducir así las cargas térmicas que deberán ser vencidas
posteriormente por los sistemas de climatización que se propongan. (Fig. 4).

3
Fig. 4.- Zonas de almacenamiento.
Fuente: Elaboración propia.

1.- Zona para almacenamiento de Vinos y Champagne.

Tanto las altas temperaturas como sus variaciones influyen en la evolución bioquímica del vino. Si las
temperaturas son muy elevadas se afecta directamente su proceso de envejecimiento natural, Además si
éstas son fluctuantes, dilatan y contraen el vino, provocando la fatiga del mismo y minando su vitalidad
orgánica. Es por esto que se hace imprescindible para una conservación óptima, mantener temperaturas
estables comprendidas entre 18°C y 20°C, sin embargo al medir la temperatura del suelo se encontró que
estaba a 23 ºC. (Fig. 5), y a pesar de ser ésta adecuada para el logro de confort térmico humano, no era
suficiente para cubrir los requerimientos de conservación de los vinos y champagnes, lo que llevó a
recurrir al uso de equipos acondicionamiento activo tradicionales.

Fig. 5.- Resultado de las mediciones en el galpón.


Fuente: Elaboración propia.

Sin embargo, luego de algunas investigaciones sobre el funcionamiento de estos equipos, se propuso
reducir su potencia y por ende su consumo eléctrico, preenfriando el aire que es tomado del exterior, para
cumplir las renovaciones exigidas por las normas sanitarias, utilizar un tubo enterrado, que se conectaría
directamente al equipo de acondicionamiento, como si fuera un conducto típico de retorno (Fig 6).

4
Fig. 6.- Detalle de conexión del tubo enterrado con el equipo de aire acondicionado.
Fuente: Elaboración propia.

Finalmente, en éste espacio, se propuso como complemento a las estrategias planteadas, la utilización de
aislantes en las paredes este y oeste, para así reducir la transferencia de calor por efecto de la radiación
solar en paredes exteriores.

2.- Zona para almacenamiento de Whisky y bebidas energizantes.

En ésta zona, además de los Whiskys y bebidas energizantes, se encuentra un módulo de recepción, así
como algunos cubículos con personal en horario de oficina, por lo tanto, como los requerimientos de
conservación de éstos productos, son similares a los requerimientos de confort térmico humano, se
enfatizó en el logro de éste último, aplicando un sistema de conductos enterrados que garantice una
ventilación cruzada forzada con aire preenfriado, ampliando así los rangos de confort térmico humano
mediante el intercambio convectivo del aire con la piel, a la vez que se expulse recurrentemente el aire
caliente del interior, y se sustituya por uno más fresco (Fig. 7).

Fig. 7.- Recorrido del aire dentro del galpón.


Fuente: Elaboración propia.

Para lograr un recorrido adecuado del aire dentro del espacio, se realizaron aberturas superiores en las
fachadas con presiones negativas, estimulando así la succión natural del volumen de aire interior.
Asimismo se propuso la colocación de aislantes en las paredes este y oeste, para así reducir la
transferencia de calor por efecto de la radiación solar en paredes exteriores.

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3.- Zona para almacenamiento de gaseosas.

Las gaseosas no sufren ninguna variación en su composición por efecto de las temperaturas alcanzadas
durante su almacenaje, es por esto que las exigencias para su correcta conservación son casi nulas, en tal
sentido, en ésta zona solo se buscó reducir la transferencia de calor en paredes y techos, a la vez del lograr
una ventilación natural cruzada. Para esto se propone realizar un doble techo tipo plafón ventilado, para
que así se pueda expulsar el calor acumulado en la cámara de aire, antes de que el mismo se transfiera al
espacio interior. Igualmente se proponen utilizar aislantes en las paredes este y oeste, así como realizar
aberturas inferiores en la fachada de presiones positivas, y aberturas superiores en la de presiones
negativas, generando así una ventilación cruzada que garantice la activación de los intercambios
convectivos en las personas y objetos dentro del recinto (Fig. 8).

Fig. 8.- Mecanismos de refrescamiento dentro del espacio.


Fuente: Elaboración propia.

Estimaciones generales de costo y ahorro energético de la propuesta.

La aplicación de las distintas estrategias propuestas ocasionan un alza del 23% en los costos iníciales, en
comparación con la solución convencional de climatización activa de los espacios (Fig. 9).

Fig. 9.- Comparación de los costos iníciales de ambas soluciones.


Fuente: Elaboración propia.

6
Sin embargo, al cuantificar los ahorros logrados por la implementación de las distintas estrategias de
climatización pasiva propuestas, se estimaron reducciones cercanas al 90% en comparación con el
consumo convencional, solo por efectos de climatización (Fig. 10).

Fig. 10.- Estimación del consumo diario de los equipos de aire acondicionado en ambas propuestas.
Fuente: Elaboración propia.

Al calcular el costo del consumo energético referente a los sistemas de climatización de ambas propuestas,
basado en las tarifas vigente publicadas en gaceta oficial N° 37.415 del 03/04/2002, así como el FAP de
1,1318, aprobado según comunicación del MEP No. DVE/075-2006 del 22/03/2006, se obtuvieron los
siguientes resultados (Tabla I).

Tabla I.- Estimación de costos de energía eléctrica, por concepto de climatización.


Fuente: Elaboración propia.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

Los sistemas de enfriamiento pasivo, como ya se ha explicado anteriormente, forman parte de una
solución alternativa al consumo energético en las edificaciones, al tratar de resolver de manera eficiente,
las necesidades de climatización de los espacios construidos. En este orden de ideas, el sistema de tubos
enterrados posee un enorme potencial para satisfacer principalmente los requerimientos de confort térmico
humano, sin descartar los excelentes resultados obtenidos por la aplicación de este sistema, para preenfriar
el aire tomado del exterior por los equipos de aire acondicionado, reduciendo finalmente la potencia
inicial del mismo, y por ende su consumo de energía.

7
Luego de la construcción del prototipo y la realización del proyecto de aplicación, se pudo determinar que:

1. La disminución del caudal aumenta la eficiencia del sistema. Ahora bien, si el caudal de aire es
pequeño, la capacidad de refrigeración disminuye considerablemente, ya que es necesaria una determinada
cantidad de aire fresco para refrigerar el espacio.

2. El diámetro de los tubos es también fundamental, puesto que mientras menor sea, mayor será la
eficiencia. Igualmente debe tenerse en consideración que unos tubos con pequeña sección, aumentarían
asimismo la pérdida de carga, por lo que habría que aumentar la potencia de los ventiladores.

3. La longitud total de los tubos, como era de esperar, es un parámetro muy importante, para longitudes de
tubo superiores a 30 metros, con caudales pequeños y un diámetro de 10 cm, las eficiencias están
próximas a la unidad.

BIBLIOGRAFÍA

[1] M. Santamouris, D. Asimakopoulos. “Passive Cooling of Buildings”. (European Commission 1997).


[2] Koenigsberger, O, “Viviendas y edificios en zonas cálidas y tropicales”. (Paraninfo España, 1977).
[3] Givoni B. “El hombre, la Arquitectura y el Clima”. (Editions du Moniteur. Francia 1994).
[4] Hobaica, M; Belarbi, R; Rosales, L. 2001. “Los sistemas pasivos de refrescamiento de edificaciones
en clima tropical húmedo”. Tecnología y Construcción 17-I, (IDEC/UCV. Venezuela 2001).
[5] Lorenzo, E. Hobaica, M. Conti, A. “Desarrollo experimental de un prototipo del sistema de tubos
enterrados”. Tecnología y Construcción volumen 24 -I. (IDEC/UCV. Venezuela 2008).
[6] Programa Agenda Ciudad. “Técnicas de reducción del gasto energético en edificaciones” Fonacit /
IDEC/UCV, (Departamento de Hidrometeorología / C.A La Electricidad de Caracas. 2004).
[7] Sosa M. “Ventilación Natural Efectiva y Cuantificable” Monografías Nº 62. (UCV/CDCH 1999).

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