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SUMARIO: EDITORIAL

EDITORIAL
La sexualidad plural (la sexualidad humana es desviada)
Enrique Carpintero
Dossier: Cien años de Tres ensayos de Teoría Sexual: La Sexualidad Hoy
2 La sexualidad
Para releer a Freud: Cien años de los Tres ensayos para una Teoría Sexual
Juan Carlos Volnovich 4
(La sexualidad humana
Recordar y actualizar
Enrique Guinsberg 6 Tres ensayos de teoría sexual es un texto unas de otras y las dota de propiedades
Endeblez Ejecutiva. Cuestiones acerca de la traducción que trata sobre la pulsión. Freud trans- específicas es su relación con sus fuen-
Jorge Rodríguez 8 forma la sexualidad en una pulsión pa- tes somáticas y con sus metas... La fuen-
Los lenguajes del deseo ra sacarla del ámbito exclusivo de la ge- te de la pulsión es un proceso excitador
Esther Díaz 10 nitalidad y abarcar todas las áreas del de un órgano, y su meta inmediata con-
Consumo de mujer. Mujres en situación de prostitución sujeto. Debemos esperar unos años pa- siste en cancelar este estímulo de órga-
Magdalena González 11 ra que en Más allá del principio de placer no”. La pulsión como tal es sólo canti-
realice el mismo desarrollo en relación dad, según una de las características
Suplemento Topía en la Clínica
La clínica a cien años de Tres ensayos de Teoría Sexual 14 a la muerte, en tanto ésta, al transfor- que Freud define como “esfuerzo”
Emilce Dío Bleichmar marse en una pulsión, no queda ceñida (Drang), el cual es “...La suma de fuerza
Isabel Lucioni a la muerte real, definitiva -que por otro o la medida de exigencia de trabajo que
Fernando Ulloa lado no es competencia del psicoanáli- ella representa (repräsentieren). Ese ca-
Algunas claves para el diagnóstico del abuso sexual infantil sis- sino que está presente de entrada rácter esforzante es una propiedad uni-
Susana Toporosi 17 en todo sujeto. La necesidad de articu- versal de las pulsiones, y aun su esencia
Todo un hombre... lar ambos textos se debe a que si el psi- misma.”
Susana Ragatke 18 coanálisis va construyendo su teoría al- La teoría de las pulsiones aparece como
rededor de la sexualidad, es para dar un intento de establecer las relaciones
Avatares de un psicoanalista en la soledad del consultorio
Alfredo Caeiro 19 cuenta de ese agujero, esa grieta, ese si- que existen entre el aparato psíquico y
lencio que representa la pulsión de el organismo: separación-encuentro.
El último amor
muerte, cuyos efectos intentará explicar Separación en tanto se trata de definir
César Hazaki 20
Freud al introducir este concepto en un lugar irreductible a la biología, con
Área Corporal: 1920. Es decir, la tendencia del sujeto al sus leyes y características propias: el
La silueteada: el signo y la acción
sufrimiento y el dolor, el autocastigo, aparato psíquico y la “sobredetermina-
Laura Fernández 21
las expectativas catastróficas, el suici- ción” de lo inconsciente.
La vida y la muerte pintada en las siluetas de los desaparecidos dio, en definitiva la insistencia por lo Encuentro de lo orgánico con el deseo
Carlos Trosman 22
displacentero. inconsciente, por cuanto va a describir
Cultura: un cuerpo del cual la anatomía no pue-
Ante la globalización estética, la vuelta al cine de autor El modo pulsional en que se construye de dar cuenta: el cuerpo pulsional.
Héctor J. Freire 23
el cuerpo humano
Filosofía de la pobreza
Vicente Zito Lema 25
Lo que queremos destacar es
En esta época, la preocupación de
La banalización de la injusticia social ¿Cómo tolerar lo intolerable? como Freud en Tres ensayos de
Freud, como lo atestiguan su extenso
Cristophe Dejours 26 desarrollo en Tres ensayos de teoría sexual teoría sexual inaugura la posi-
Las palabras y los hechos: 27 y la importancia que siempre le asignó bilidad de pensar que la sexua-
Libros y revistas recibidos a este trabajo -véanse las sucesivas am-
Comentarios de libros lidad humana es desviada. Es
pliaciones que fue introduciendo a tra-
Contra el terrorismo vés de notas en los años posteriores a su decir, al no tener un objeto fijo
Adelantos exclusivos: publicación- estaba centrada en separar y predeterminado la sexuali-
Este tiempo que no pasa J.-B. Pontalis 29 la sexualidad de la anatomía. Su propó-
Las Huellas de la Memoria II Enrique Carpintero y Alejandro Vainer 31 dad tiene múltiples variacio-
sito era el de enfatizar que, si bien esta
Las secretarias del poder 32
última puede describir el funciona- nes.
César Hazaki
miento del aparato reproductor mascu-
lino y femenino, las vicisitudes de la se- En este sentido la pulsión va a tener
xualidad en el ser humano dependen “eficacia psíquica” en la medida que se
Agradecemos a León Ferrari por el trabajo cedido para la tapa del de otro lugar en el cual se configura una ligue con un representante psíquico.
presente número. geografía del cuerpo “sobredetermina- Por el lado de lo somático encontramos
do” por el deseo inconsciente. Para ello la “fuente” de la pulsión, en la que hay
construye el concepto de “pulsión”. fenómenos orgánicos que producen
TOPIA: LUGAR La palabra pulsión (Trieb) surge por pri- tensiones internas de las que el sujeto
Una revista de pensamiento crítico donde el psicoanálisis se mera vez en este texto para indicar su no puede escapar. Desde la “meta”, la
encuentra con la actualidad de la cultura. radical diferencia con el instinto (Instin- pulsión conoce un fin esencialmente
tik). Este se define como un comporta- psíquico.
Año XV - Nº 44 - AGOSTO 2005 DISTRIBUCION CAP. FEDERAL: miento preformado, fijo y hereditario, Es decir, una pulsión no tiene existencia
DIRECTOR MOTORPSICO propio de una especie animal y que va- propia sin relacionarse con un repre-
Enrique Luis Carpintero INTERIOR: Dist. AUSTRAL DE PUBLIC. S.A. ría poco de un individuo a otro. El ins- sentante psíquico. La pulsión en sí mis-
COORDINADOR GENERAL IMPRESO EN GENESIS TALL. GRAFICOS tinto es un concepto que remite a auto- ma no es ni consciente ni inconsciente,
Alejandro Vainer TOPIA INTERNET matismos heredados, puesto que es al- no puede ser aprehendida ni es repri-
COORDINADOR INSTITUCIONAL Andrés Carpintero go que está grabado, inscripto en la ma- mible. Es, como subrayé, “esforzante”,
César Hazaki (Diseño y programación) teria viva como tal, y que se desencade- constituyendo ésta su característica
ASESORA AREA CORPORAL na en una situación específica, y es in- universal y, aún más, su esencia misma.
PROPIETARIOS Y EDITORES dependiente de toda experiencia pre- Freud va a indicar que cada pulsión tie-
Alicia Lipovetzky de Topía revista via. El término instinto aparece en la ne una fuente determinada: la pulsión
ARTE Y DIAGRAMACION Enrique Carpintero obra de Freud cuando éste se refiere al sexual la zona erógena, la pulsión escó-
Víctor Macri César Hazaki / Alejandro Vainer “instinto en los animales”, al “conoci- pica el ojo, la pulsión de dominio la
CONSEJO DE REDACCION miento instintivo de peligros” y, funda- musculatura. En Tres ensayos de teoría se-
Susana Toporosi/Héctor Freire / EDITORES asociados mentalmente, cuando afirma que, si en xual explica, en relación a la pulsión se-
Alfredo Caeiro/ Susana Ragatke/ Carlos Barzani Alfredo Caeiro, Susana Toporosi, Héctor Freire, el sujeto hay formaciones psíquicas he- xual, que las fuentes de la misma pue-
Alejandro Maritano Susana Ragatke, Carlos Barzani. reditarias análogas al instinto en los den ser directas, en las cuales las zonas
Corrección: Mario Hernandez INFORMACION Y SUSCRIPCIONES animales, éstas constituyen los “esque- erógenas son excitadas por diversos es-
TEL.: 4802-5434//4326-4611 mas filogenéticos hereditarios”, que tímulos, e indirectas: “sacudimientos
CONSEJO DE ASESORES son las protofantasías de seducción, mecánicos del cuerpo, de carácter rítmi-
Fernando Ulloa FAX.: (54-11) 4551-2250
Correo electrónico: revista@topia.com.ar castración, escena primaria, etc. co”, “el trabajo intelectual”, “los proce-
Miguel Vayo Voy a desarrollar algunas particularida- sos afectivos”.
Gilou García Reinoso INTERNET: Home Page:
des de la pulsión. En Freud la pulsión aparece definida
Juan Carlos Volnovich www.topia.com.ar
En Tres ensayos de teoría sexual se define por un lado como un concepto de rup-
Horacio González CORRESPONDENCIA la pulsión por su “objeto”, su “fuente” tura con el determinismo biológico. De
Monika Arredondo Juan María Gutiérrez 3809 3º A y su “meta”, agregando en Pulsiones y esta manera la teoría de las pulsiones
Alfredo Grande (1425) Capital Federal destinos de la pulsión el “esfuerzo” aparece como el fundamento que da es-
Angel Rodríguez Kauth (San Luis) Los editores se reservan los derechos de los (Drang). tructura al aparato psíquico en el cual la
Angelina Uzín Olleros (Corresp. en Entre Ríos) artículos publicados. Se lee en Freud que “La hipótesis más condición de lo inconsciente se rige -en
Olga Roschovsky (Corresponsal en Uruguay) simple y obvia acerca de la naturaleza su definición- por las leyes del proceso
Registro Nacional de la Propiedad Intelectual Nº
Luciana Volco (Corresponsal en Francia) de las pulsiones sería ésta: en sí no po- primario: simbolización, condensación
415668. I.S.S.N.1666-2083. Las opiniones expresadas en
los artículos firmados son responsabilidad de sus seen cualidad alguna, sino que han de y desplazamiento. Es decir, la teoría de
autores y no necesariamente coinciden con la de los considerarse sólo como una medida de las pulsiones no es -como señalan algu-
Los títulos de tapa son responsabilidad de los editores. exigencia de trabajo para la vida aními- nos autores- un intento de dar un sus-
miembros de la redacción. Se permite la reproducción
total o parcial con la autorización correspondiente. ca. Lo que distingue a las pulsiones tento biológico a la estructura del in-

2 Topía REVISTA
Eros no se puede pensar sin la pulsión Freud en Tres ensayos de teoría sexual uti-
Enrique Carpintero liza por primera vez el término “per-
de muerte, pues es esta última la que da
Psicoanalista sentido a las pulsiones de vida. versión”, pero se mantiene a distancia
enrique.carpintero@topia.com.ar En los grandes pares antitéticos de la connotando cierta precaución: “La de-
teoría psicoanalítica: energía libre-ener- generación esta expuesta a las objecio-
plural gía ligada, proceso primario-proceso
secundario, principio de placer-princi-
nes que se elevan, en general, contra el
uso indiscriminado de esa palabra”, “
las aberraciones que han sido caracteri-
pio de realidad, principio de Nirvana-
es desviada) principio de constancia, la sexualidad zadas como perversiones”, etc. Cuando
usa el término en forma directa omite la
en la primera clasificación pulsional se
ubica en el primer par, mientras que terminología psiquiátrica para estable-
El modelo que toma es el del chupeteo. ahora Eros puede estar en ambos, pues cer una crítica a las nociones que se tie-
También otras zonas corporales sirven depende de su fusión o defusión con la nen sobre la sexualidad. De esta mane-
para este apuntalamiento; por ejemplo, pulsión de muerte, ya que ésta es la que ra realiza una detallada descripción de
en la segunda fase de la evolución libi- aparece como la esencia misma del de- las perversiones sexuales sin el prejui-
dinal, ésta se organiza bajo la primacía seo inconsciente para convertirse en esa cio ético ni médico propios de la época.
de la zona erógena anal. fuerza “primaria”, “demoníaca” y, fun- Para Freud las perversiones tienen su
El tercer concepto que define Freud co- damentalmente, pulsional. origen en la “perversión polimorfa” de
mo característico de la sexualidad in- la sexualidad infantil. La diferencia en-
fantil es el de las zonas erógenas: “Es La llamada perversión: una sexualidad tre el perverso, el neurótico y el “nor-
un sector de piel o mucosa en el que es- al servicio de la muerte como pulsión mal adulto” no se sitúan en el nivel de
timulaciones de cierta clase provocan un grado de degeneración o falta de
una sensación placentera de determina- Si bien la sexualidad en esta nueva cla- ella, sino en las variaciones de la sexua-
da cualidad...”. sificación, como Eros o pulsión de vida, lidad que tiene un momento en común
Es decir, existen ciertas zonas erógenas se encuentra del lado de la ligazón (bin- y se diferencia por las formas particula-
como la boca, el ano, que define como dung), es para señalar su lucha perma- res en que cada sujeto atraviesa la cas-
predeterminadas y que posibilitan la nente con el otro par pulsional. Estruc- tración edípica. En todos los casos se
organización libidinal del individuo. turación-desestructuración, fusión-de- trata de una misma disposición cualita-
Pero cualquier otro sector de la “piel o fusión, son procesos que separamos pe- tiva del cuerpo como lugar del incons-
mucosa” puede tomar esas característi- ro que en el sujeto se manifiestan jun- ciente que constituye el espacio de la
cas, aunque debe tener una cierta “apti- tos, donde Eros se constituye en figura subjetividad. Por ello la sexualidad se
tud”. de un fondo donde actúa la muerte co- forma a partir de las “pulsiones parcia-
¿Cuál es esa “aptitud”? mo pulsión. les” que nunca se integran completa-
Es la de asociarse a una huella mnémi- En esta perspectiva podemos entender mente en una resultante llamada “nor-
ca privilegiada del sujeto que genera las manifestaciones de la sexualidad mal”. Siempre hay una diferencia que
una corriente libidinal capaz de confor- que se las nombra como perversión. es constituida por la pulsión “perversa”
mar una geografía del cuerpo erógeno No es nuestra intención desarrollar to- y que determina la sexualidad particu-
en cuyos límites el organismo debe fun- da la complejidad propia de esta pro- lar de cada sujeto. Esta diferencia pue-
consciente sino todo lo contrario, “so-
cionar. blemática. Lo que queremos destacar es de llevarlo a permanecer en ese estado
bredetermina” al sujeto biológico.
como Freud en Tres ensayos de teoría se- “perverso”, ser el origen de síntomas
Pero, por otro lado, cuando desarrolla
La muerte como pulsión xual inaugura la posibilidad de pensar neuróticos (“la neurosis como negativo
las características de la pulsión, se ob-
que la sexualidad humana es desviada. de la perversión”) y/o permitir la posi-
serva que las mismas están referidas ex-
En Tres ensayos de teoría sexual la sexua- Es decir, al no tener un objeto fijo y pre- bilidad de la sublimación. De esta ma-
clusivamente a la pulsión sexual. Más
lidad toma la forma de una pulsión pa- determinado la sexualidad tiene múlti- nera Freud anula las fronteras entre lo
adelante explicaré cuál es la relación de
ra desmentir un desarrollo “natural” ples variaciones. Esta pluralidad de la normal y lo perverso, entre la sexuali-
ésta con el resto de las pulsiones del yo
dado de entrada y para siempre en el sexualidad nos lleva a delimitar aqué- dad adulta y la inocencia infantil y, es-
o de autoconservación, para luego to-
sujeto. En Más allá del principio de placer llas que se caracterizan como perversio- tablece que las virtudes tienen su ori-
mar la forma definitiva de pulsiones de
realiza el mismo camino con la muerte, nes producto de una sexualidad al ser- gen en las partes más oscuras del suje-
muerte.
la cual, al tomar las características de to.

vicio de la muerte como pulsión.
una pulsión (Todestrieb), tampoco tiene
El cuerpo erógeno
un desarrollo “natural” a la manera de
una “Ananke” (“estaba escrito”, “era el
Cuando Freud realiza la primera clasifi-
cación pulsional, señala que éstas se
destino”), sino que depende de los en-
cuentros y desencuentros con el otro
15 AÑOS DE
pueden agrupar en pulsiones sexuales
y pulsiones del yo o de autoconserva-
par pulsional, el Eros: “Esta acción con-
jugada y contraria de las dos pulsiones
TOPIA REVISTA
ción.
básicas produce toda la variedad de las
El amor y el hambre, este dualismo pul-
manifestaciones de la vida”. EXPOSICIÓN EN LA
sional, aparece como la base misma del
conflicto psíquico. Es que este dualismo
La pulsión de muerte que, en el psiquis- BIBLIOTECA NACIONAL
mo se traduce como compulsión a la re-
pulsional debe entenderse en relación
petición, opera en silencio, habla desde
con el primer modelo de la defensa, en
la pulsión de vida, cuya función es que
la cual el yo es una “masa de represen-
la primera vaya dando rodeos para ir
Con motivo del 15º aniversario de Topía revista
taciones” que mantienen entre sí una
relación de coherencia; cuando ésta se
desplazando su accionar que nos define la Biblioteca Nacional organiza una exposición
como sujetos: la castración. Es bueno de todos sus números en el Espacio Guimaraes Rosa
ve amenazada por una representación
recordar que, según Freud en “...lo in-
considerada irreconciliable con el yo,
consciente no hay nada que pueda dar
éste la reprime, produciéndose una es-
contenido a nuestro concepto de la ani-
cisión. Esta representación irreconcilia-
ble pertenece al orden de la sexualidad.
quilación de la vida… Por eso me aten- INAUGURACIÓN 18 DE OCTUBRE
go a la conjetura de que la angustia de
Refiriéndose a la sexualidad infantil, di-
ce: “Esta nace apuntalándose en una de
muerte debe concebirse como un análo- PROGRAMA
go de la angustia de castración”.
las funciones corporales importantes
Por definición, la pulsión de muerte no
para la vida; todavía no conoce un obje- Mesa Redonda
pertenece a la vida psíquica. Esta impo-
to sexual, pues es autoerótica; y su me-
sibilidad de ser representada en el in-
ta sexual se encuentra bajo el imperio
consciente la ubica más allá de él, pero
PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA:
de una zona erógena...”.
Resulta interesante hacer un repaso de
produce efectos -en el transcurso de la ARGENTINA 1991-2005
vida del sujeto- que sólo pueden ser
estas características.
atrapados en su unión con la libido. Enrique Carpintero, César Hazaki y Alejandro Vainer
En relación al autoerotismo puede de-
Si en la primera clasificación de las pul-
cirse que se está refiriendo a que la pul-
siones la sexualidad aparecía como el
sión en un primer momento no se diri-
elemento perturbador, disruptor en la
ge a otras personas, se satisface en su
vida del sujeto en este nuevo dualismo
propio cuerpo. El autoerotismo debe
pulsional abarca todas las esferas del Entrega de certificados a los ganadores del concurso
ser relacionado con la tesis fundamen-
sujeto. Anteriormente había una zona -
tal en Tres ensayos de teoría sexual, que es
la autoconservación- que estaba vedada
"Los desafíos del psicoanálisis
la contingencia del objeto sexual. Es
que al señalar que en la sexualidad in-
a ella. Ahora incluye todas las activida-
des del individuo, implica el desborde
en el Siglo XXI"
fantil se puede obtener satisfacción sin
de la sexualidad en todos los órdenes
recurrir a un objeto exterior al sujeto,
de la vida, se va a encontrar coartada en
está indicando que no existe ningún ca-
mino preformado que guíe a éste hacia
su fin, sublimada, etc.
El Eros o pulsión de vida tiende a inte-
18 de octubre, 19 hs.
un objeto determinado.
El otro concepto es el de apuntalamien-
grar a la persona en “unidades mayo-
res”, la fuerza perturbadora, disruptora
Biblioteca Nacional - Sala J. L. Borges
to. Freud dice que la pulsión sexual na-
ce apoyada en una función no sexual
está ubicada en la pulsión de muerte.
Esta actúa en silencio y sólo se la escu-
Agüero 2502
necesaria para la vida y que más tarde
cha en su unión con Eros. Aún más,
se independiza de ella.
Topía REVISTA 3
e r
ssi Tres ensayos
La sexualidad plural... Cien años de
(Cont.)
Llegados a este punto es necesario una
pregunta ¿Qué es una perversión?
Las perversiones son tan viejas como la
rísticas dependen de un cuerpo pulsio-
nal donde encontramos una anatomía,
diferentes procesos identificatorios y
Do La sexualidad
historia de la humanidad. En la actuali- las particularidades en que cada sujeto
dad aparecen nuevas formas de perver- atraviesa la castración edípica. De allí
sión que recorren los consultorios de los
cirujanos plásticos o las redes del cibe-
que es necesario hablar de sexualidad
en plural.
Para releer a Freud:
respacio. Clásicamente el parámetro
que mide toda perversión es el acto he-
2°) No es en relación a una norma lo
que determina lo propio de las llama-
Cien años de Tres Ensayos par
terosexual. Freud coincide con la sexo- das perversiones, sino una sexualidad
logía de su época al definirla como una al servicio de la muerte como pulsión.
actividad sexual que no termina en có- Una sexualidad que se expresa como
La relectura, esa práctica imposible da-
pula en un lugar y momento determi- renegación del corte y de la muerte.
do que uno nunca vuelve a un texto:
nado. Sin embargo sus desarrollos so- Una sexualidad que se le impone al su-
uno siempre va en su búsqueda (y, para
bre las características pulsionales del jeto como actos repetitivos. Una sexua-
colmo, tampoco es uno mismo el que
cuerpo humano desbordan esta con- lidad que produce procesos de deses-
va)…
cepción para dar cuenta que la sexuali- tructuración subjetiva.
Los cien años, esa cifra que invita a la
dad del sujeto no es natural. Los “des- 3°) Desde esta perspectiva, la homose-
reflexión, que incita a la evaluación de
víos” de los sujetos llamados perversos xualidad que no se expresa compulsi-
una teoría que, basada en la sexualidad,
nos hablan de que la sexualidad es es- vamente podemos entenderla como
se ha visto permanentemente expuesta
tructuralmente desviada. El comporta- una variación de la sexualidad, en tan-
a la castración…
miento “perverso” en la vida sexual no to se constituye como una característica
La relectura de los Tres Ensayos un siglo
permite sacar una conclusión de una del sujeto.
después, legitima el interrogante: qué
organización estructurante estable ya 4°) El término “perversión” deriva del
quedó, qué permanece vigente. Cuánto
que la vamos a encontrar en sujetos con latín pervertere (dar vuelta). Este fue
de lo allí expuesto fue superado aunque
diferentes estructuras psíquicas. Tam- empleado en los inicios de la sexología
la repetición intente vanamente actuali-
poco las características de sus fantas- para designar las prácticas sexuales
zarlo.
mas que acompañan las relaciones se- consideradas desviaciones de una nor-
Cuán obsoleto ha devenido aquello que
xuales nos puede indicar algo acerca de ma social y sexual. Además existe una
por inicial, era tan precario; aquello que
la perversión ya que no existen fantas- ambigüedad conceptual entre los tér-
Freud planteó cuando todavía recono-
mas específicamente “perversos”. En minos “perversidad” y “perversión” ya márgenes dentro de los que la genitali-
cía su “ignorancia por los procesos bio-
este sentido estas particularidades las que el adjetivo sustantivado “perverso” dad la mantenía constreñida. Quiero
lógicos que constituyen la esencia de la
podemos encontrar en aquellos que tie- alude a ambos conceptos. Esto nos lleva decir: de aquí en más, a partir de los Tres
sexualidad, no siéndonos posible (dice
nen una organización “perversa” (pai- a la necesidad de encontrar otros térmi- Ensayos, ser humano y ser sexuado pa-
Freud) construir con los escasos datos
dofilia, zoofilia, exhibicionismo, feti- nos que pueda diferenciar las llamadas san a ser una sola y misma cosa y, de
que poseemos una teoría capaz de ex-
chismo, etc.) como en algunos neuróti- “perversiones sexuales” de las que se aquí en más, la sexualidad humana des-
plicar suficientemente los caracteres,
cos que efímeramente realizan actua- denominan “comportamientos perver- borda ampliamente lo que hasta ese
tanto normales como patológicos, de la
ciones sexuales de características com- sos” o “perversiones sociales”. Pero momento se conocía como genitalidad.
actividad sexual.”1
pulsivas (histéricos que hacen episo- fundamentalmente que pueda distin- De modo tal que no sería muy arriesga-
No obstante –monumental presencia-
dios homosexuales, fóbicos con expe- guir entre las variaciones propias de la do sostener que no existe en la metapsi-
aquí están para interpelarnos. ¿Dónde
riencias fetichistas, obsesivos con actua- sexualidad humana al servicio de la cología freudiana un concepto más liga-
reside, entonces, la condición de antici-
ciones eróticas anales, etc.). Las mismas pulsión de vida, del Eros de aquella re- do a la cultura, más histórico (si pudie-
po luminoso que encierran estos ensa-
llevan a un proceso de desestructura- gida por la muerte como pulsión. ra decirse así), que la sexualidad infan-
yos?
ción propias de la pulsión de muerte Para finalizar podemos decir que la sin- til. La sexualidad infantil es el analiza-
Tan necesario como ineludible, poner
aunque tienen una significación y una gularidad de la sexualidad que se ma- dor primordial del psicoanálisis. Y
en serie los aciertos de entonces junto a
función cualitativamente diferente. Po- nifiesta en cada sujeto es debido a que, Freud lo sabía. Las reiteradas citas al pie
los prejuicios, descartables ahora -hacer
demos agregar los sujetos psicóticos como dice G. Bataille, “el erotismo sus- que fue agregando a lo largo de su vida
una lista para discriminar de lo que de-
tituye el instinto ciego de los órganos ponen en evidencia que, para él, éste no
be ser rescatado de lo que debe ser (o ya
No es en relación a una norma por el juego voluntario, por el cálculo era un trabajo más entre sus Obras
ha sido) sepultado- no debería ahorrar-
del placer”. Por ello “el erotismo es una Completas; que superaba en trascen-
lo que determina lo propio de afirmación de la vida hasta en la muer-
nos el trabajo de pensar cómo pudo ser.
dencia, incluso, a un “Más allá del prin-
Cómo fue que Freud se atrevió a plan-
las llamadas perversiones, sino te”. cipio de placer”, golpe de timón que
tear la sexualidad infantil. Por qué en
una sexualidad al servicio de cambió el destino de sus investigacio-
ese momento. Por qué ahí y así como lo
Bibliografía nes. Éste fue, para el autor, un texto de
la muerte como pulsión. Una hizo. ¿Cuánto de revelación y cuánto de
referencia al que volvía siempre. De
encubrimiento supone la “sexualidad
sexualidad que se expresa como Barande, Robert, “¿Podríamos no ser modo tal que las sucesivas relecturas de
infantil”?
renegación del corte y de la “perversos? ¡Psicoanalistas, un esfuer- los Tres Ensayos los convirtieron en un
Si el mito tiene fundamento y alguna
zo más!” en La sexualidad perversa. Estu- texto en proceso y nos sitúa, ahora, en
muerte. Una sexualidad que se dios psicoanalíticos. Granica editores,
vez imaginó en lo real que cuando todo
una encrucijada: en el cruce de un largo
le impone al sujeto como actos hubiera pasado, cuando todo se hubie-
Buenos Aires, 1970. camino que nos desafía a continuar re-
ra olvidado, el sentido inconsciente de
repetitivos. Una sexualidad Bataille, Georges, El erotismo, Editorial corriéndolo en múltiples direcciones.
los sueños iba a permanecer -inscrip-
Tusquet, Barcelona, 1979. Si la intervención de Freud en el siglo
que produce procesos de deses- Carpintero, Enrique, Registros de lo ne-
ción en mármol pentélico- como testi-
XX se jugó con la publicación de El libro
tructuración subjetiva. monio de su aporte, le faltó arriesgar
gativo. El cuerpo como lugar del incons- de los sueños y Los tres ensayos para una
que cuando todo haya pasado, cuando
ciente, la muerte como pulsión y los nuevos teoría sexual; si el siglo XX nació conmo-
todo quede olvidado, la sexualidad in-
que para escapar de su angustia psicó- dispositivos psicoanalíticos. Editorial To- vido por el escándalo que provocó la se-
fantil estará allí para dar fe de su genia-
tica buscan relaciones “perversas”. pía, Buenos Aires, 1999. xualidad infantil, el siglo XXI vuelve a
lidad y de la insoslayable impronta del
En este sentido es necesario señalar que Carpintero, Enrique, “El Eros o el deseo movilizarse ante el escándalo de la se-
psicoanálisis en la ciencia y la cultura.
las manifestaciones que conforman una de la voluntad” en revista Topía, N° 42, xualidad infantil. Sólo que, esta vez, la
Y, no por lo que Freud se adjudica en el
perversión son parte de cualquier rela- noviembre de 2004. sexualidad infantil acusa su presencia
límite entre la ignorancia, el olvido y la
ción amorosa. Los factores que caracte- Freud, Sigmund, Tres ensayos de teoría travestida de “abuso sexual”. Y no me
vanidad2. No, por haber sido el prime-
rizan lo que llamamos perversión están sexual (1905), tomo VII; Pulsiones y desti- refiero solamente a la literalidad del
ro en enunciarla (desde San Agustín en
dados por la fijación en una etapa pre- nos de la pulsión (1915), tomo XIV y Más abuso (adultos que tienen relaciones se-
adelante son innumerables los autores
genital, la escisión del yo y fundamen- allá del principio de placer (1920), tomo xuales con niños y con niñas, pornogra-
que afirmaron la sexualidad infantil).
talmente su sexualidad compulsiva. La XVIII, Amorrortu editores, Buenos Ai- fía o prostitución infantil) sino al abuso
No, por iniciador del trabajo decons-
particularidad compulsiva de la sexua- res, 1979. perpetrado sobre el cuerpo de los niños
tructivo que fundaron los estoicos al li-
lidad en la perversión marca la relación Mc Dougal, Joyce, “Escena primitiva y por los medios de comunicación4, las
gar sexo y procreación. No, por habili-
donde el partenaire es un sujeto reduci- escenario perverso” en La sexualidad publicidades que inundan la ciudad, el
tar el placer al sexo, sino por que fue el
do a la condición de fetiche (paidofilia), perversa. Estudios psicoanalíticos, Granica Poder Judicial que para salvarlos los
único que lo hizo como piedra fundan-
el propio cuerpo (exhibicionismo), un editores, Buenos Aires, 1975. Alegato por condena, en el mejor de los casos, al lu-
te de la construcción del sujeto normal;
animal (zoofilia) o un objeto (fetichis- una cierta anormalidad, Editorial Paidós, gar de víctimas, los expertos que psico-
también del neurótico y del perverso
mo). El yo deja de ser soporte de la pul- Buenos Aires, 1993. logizan el delito, el maltrato periodísti-
pero, fundamentalmente, del sujeto
sión de muerte para estar atravesado Mannoni, Octave, Freud. El descubri- co del abuso que se regodea en lo esca-
“normal”; porque fue el único que lo hi-
por procesos de desestructuración sub- miento del inconsciente, Editorial Galer- broso, y a otras formas subliminales de
zo como teoría que, al describir los ava-
jetiva donde la actividad erótica queda na, Buenos Aires, 1970. violencia que, por naturalizadas, se
tares de la libido3 (esa energía cualitati-
rebajada a actos compulsivos en la bús- Rodrigué, Emilio, Sigmund Freud. El si- vuelven invisibles.
vamente diferente a aquella otra, res-
queda de un más allá del principio de glo del psicoanálisis, Editorial Sudameri- Si a principios del siglo XX Freud des-
ponsable de los “procesos anímicos”),
placer. cana, Buenos Aires, 1996. nudó la hipocresía de la moral burgue-
sexualiza al niño y a la niña desde el ini-
Luego de este recorrido vamos a hacer Roudinesco, Elisabeth y Plon, Michel, sa, si la cultura victoriana fue sacudida
cio, lo que quiere decir que los inscribe
algunas puntualizaciones: Diccionario de psicoanálisis, Editorial Pai- por el psicoanálisis, el cinismo de la so-
como sujetos humanos al tiempo que li-
1°) En todo sujeto la sexualidad se ex- dós, Buenos Aires, 1998. ciedad de consumo actual se pone de
bera a la sexualidad de los estrechos
presa de manera diferente. Sus caracte- manifiesto en una sexualidad “a la car-
4 Topía REVISTA
por la sociedad de consumo, y se hace puso a su disposición y, más aún, es
evidente la condición de mercancía de fundamental construir un discurso psi-
los cuerpos cuyo aprovechamiento y coanalítico que pueda articularse con el
de teoría sexual: goce tienen un costo y un rendimiento
que se juega en el intento fallido de res-
discurso jurídico12. Pero no es con el
psicoanálisis tradicional, no es desde la
tituir el poder (¿perdido?) a los varo- profesión de psicoanalista que podre-
hoy nes.
Si en la primera etapa el psicoanálisis
mos articular las acciones que reclama
el imaginario social para su transforma-
difundió una versión edípica que recla- ción. Las iniciativas judiciales, los trata-
maba a gritos la presencia del padre y mientos psicoanalíticos, necesarios e
su Metáfora para salvar la cría del de- ineludibles como son, no pueden ocu-
seo de la madre, en esta segunda etapa par el lugar de aquellas intervenciones
ra una teoría sexual parecería ser que a gritos deben las ma-
dres salvar a los niños del cuerpo a
que apuntan a la comprensión socioa-
nalítica de un problema que es, en últi-
Juan Carlos Volnovich cuerpo con los padres. Justo cuando los ma instancia, un problema social y polí-
Psicoanalista padres, que a lo largo de los siglos con- tico13.
jcvolnovich@ciudad.com.ar siguieron una bien ganada fama de Si el ASI es el botón de muestra, si el
“ausentes”, habían iniciado por razo- ASI es la expresión de un Otro funda-
¡cómo ignorarlo!- pagó el precio de vol- nes más legítimas (el amor, ante todo) o mentalista que de manera irrestricta -a
ver a invisibilizar el abuso sexual real- más espurias (el desempleo que los de- lo Bush- goza como el protopadre que
mente cometido y a inocentizar a los vuelve a la retaguardia de la esfera do- Freud describió en El Malestar en la Cul-
perpetradores. Cuando Freud afirma méstica cuando han fracasado en la es- tura, la intervención del psicoanálisis
que los relatos de abusos sexuales que fera pública), pero habían iniciado, al debería hacerse justo allí, siguiendo el
poblaban su consulta eran producto de fin, un movimiento tendiente a involu- plano de clivaje que marca el Poder in-
los deseos incestuosos de sus pacientes crarse como nunca antes en tareas de filtrado hasta en el inconsciente indivi-
y no de acontecimientos reales, abre el crianza (que, dicho sea de paso, son las dual tanto del niño víctima de abuso,
camino a un campo inexplorado de in- que han convalidado durante toda la como de la madre cómplice y del padre
vestigación -la sexualidad perverso-po- historia de la humanidad la injusta dis- o el adulto abusador… y de los psicoa-
limorfa y la represión-, al tiempo que tribución de derechos entre varones y nalistas, y los trabajadores sociales, y
concede todo lo demás a los valores pa- mujeres), justo ahora aparece el ASI pa- los expertos, y los jueces. La interven-
triarcales dominantes. ra disuadir a las mujeres y también a ción del psicoanálisis debería llevarnos
De modo tal que un exceso de repre- los varones de la conveniente proximi- hasta ese Poder infiltrado que se expre-
sión, la desmesura de la represión in- dad de los niños con sus padres. sa como “maldad del Ello” si con ese
consciente desencadenó la epidemia de Pues bien: de eso se trata. De salvar a nombre podemos aludir a la violencia
histeria que, a su vez, suscitó el psicoa- los niños o, al menos, de no contribuir a “estructurada y motivada por la más
ta” donde parecería ser que ya no que- nálisis. Es probable que la histeria no su exterminio o a su arrasamiento físico elemental desproporción en la relación
dan límites para transgredir. Homose- haya sido la causa del psicoanálisis, pe- y moral. Más que salvarlos, se trata de entre el Yo y el goce, por la tensión en-
xualidad, travestismo, transgénero, in- ro nada nos impide inscribirla como su garantizar la vigencia de sus derechos, tre el placer y el cuerpo extraño del go-
tersexualidad, reivindican el legítimo factor desencadenante. Y el psicoanáli- reconocerlos como sujetos deseantes. ce.”14 La intervención psicoanalítica
derecho a una coexistencia light en una sis vino así a descubrir una sexualidad Porque, tal vez, antes que en el deseo debería subordinarse a un dispositivo
cultura que ha hecho de la heterosexua- inherente al ser humano, que fue fun- de las madres, antes que en el abuso de que tuviera al análisis institucional
lidad compulsiva su norma sagrada. Y damental para la comprensión del suje- los padres, el peligro reside en la captu- (Loureau), al esquizoanálisis (Deleuze y
es justamente ahora, justo aquí, cuando to más allá del individuo, al tiempo que ra que la cultura regida por los valores Guattari), y a todas aquellas disciplinas
el ASI5 recupera el terreno perdido en reforzó, Edipo mediante, la condición del mercado ejerce sobre esa madre, so- que apuntan a la formación político-
décadas de oscuridad y silencio (a las familiarista de la sociedad responsabili- bre ese padre y sobre el cuerpo y la económico-social y libidinal de la so-
que la sexualidad infantil contribuyó), zando a la mujer en su calidad de ma- mente del niño o de la niña. Esa impo- ciedad en que vivimos, para garantizar
para consagrarse como el gran protago- dre por la salud física y mental de los sición, ese despojo, la tiranía que la cul- no ya su eficacia sino la posibilidad de
nista de la escena6. Nueva piedra del hijos8, y limitando al padre-varón a la tura regida por los valores del mercado no quedar atrapada por la compulsión
escándalo que articula una vez más se- función de interdictor: agente de la cas- ejerce sobre los cuerpos, vuelve necesa- repetitiva.
xualidad e infancia, aunque esta vez - tración y garante del corte. ria la interdicción, la construcción de Para intentar fundamentar lo que aquí
otra vez- el retorno de lo reprimido y el un espacio para que el deseo pueda afirmo, está a disposición de las lectoras
ejercicio irrestricto del poder cubra a los desplegarse y el goce interrumpirse, ta- y de los lectores el texto que continúa
niños con un manto de inocencia. Si en la primera etapa el psi- rea que difícilmente pueda llevarse a en el sitio de Topía: www.topia.com.ar
Una genealogía aleatoria nos permitiría coanálisis difundió una ver- cabo a nivel individual en la privacidad
afirmar que, si en un primer momento de un consultorio.
-culminación del poder del Estado Im- sión edípica que reclamaba a De modo tal que si la intervención del
perial (pero, también, de la Pax Britan- gritos la presencia del padre y psicoanálisis fue fundamental en el si- Notas
nica) basado en una férrea moral fami- su Metáfora para salvar la cría glo XX para aportar a una transforma- 1. Freud, S, “Tres Ensayos”, Obras Completas,
liarista y represiva de la sexualidad con ción en la manera en que la moral bur-
del deseo de la madre, en esta López Ballesteros y Torres, Madrid, 1967.
sus ineludibles consecuencias: histeria, guesa regulaba la sexualidad, en esta
perversión y paidofilia- Freud se atre- segunda etapa parecería ser etapa de la historia modulada por el 2. Freud, S, Op. Cit. “Negligencia de lo in-
vió a internarse en la histeria a través que a gritos deben las madres ASI lo fundamental sería que el psicoa- fantil - De la concepción popular del instin-
to sexual forma parte la creencia de que fal-
del ASI (esto es: a partir de la desmesu- salvar a los niños del cuerpo a nálisis se retirara -después de todo la
ta durante la niñez, no apareciendo hasta el
rada sexualidad de los adultos impresa Teoría psicoanalítica es en ultima ins-
sobre el cuerpo de los niños: teoría de la
cuerpo con los padres. tancia la teoría de porqué su practica
período de la pubertad. Constituye esta
creencia un error de consecuencias graves,
seducción), postulando al niño y a la ni- clínica está condenada a fracasar10- o pues a ella se debe principalmente nuestro
ña como objetos de deseo, en un segun- De modo tal que un defecto de la repre- interviniera aportando recursos nove- actual desconocimiento de las circunstancias
do momento Freud se atrevió a inter- sión, la desmesura de una falla en la re- dosos para instituir formas originales fundamentales de la vida sexual. Un pene-
narse en la historia7 a través de la se- presión desató una ola que más que ola que posibilitaran romper las identifica- trante estudio de las manifestaciones sexua-
xualidad infantil (zonas erógenas, teo- parece un tsunami de abuso sexual in- ciones libidinales con un Poder que só- les infantiles nos revelaría probablemente
ría de las fantasías inconscientes) para fantil9. Y el abuso sexual infantil rom- lo busca la desaparición del otro11. los rasgos esenciales del instinto sexual, des-
postular a la niña y al niño como suje- pió el silencio que lo ocultaba -o que lo Quiero decir: es imprescindible que las cubriéndonos su desarrollo y su composi-
naturalizaba como hábito y costumbre ción de elementos procedentes de diversas
tos de deseo aun a costa de renunciar al niñas víctimas de abuso, los niños vícti-
fuentes. No deja de ser singular el hecho de
ASI. En un tercer momento -que es el de pobres y de marginales, cuando no mas de abuso, los abusadores, no sólo que todos los autores que se han ocupado de
nuestro- el “capitalismo global integra- de enfermos mentales- para convertirse reciban atención psicoanalítica sino que la investigación y explicación de las cualida-
do” incluye a las nuevas formas de la en un verdadero analizador de la cultu- los propios psicoanalistas acepten el des y reacciones del individuo adulto hayan
histeria, al ASI -pero, también a los ra actual. No sólo por el horror que pro- desafío de construir instrumentos teóri- dedicado mucha más atención a aquellos
“normales”-, conformando una subjeti- duce una práctica francamente reñida cos para dar cuenta del impacto trau- tiempos que caen fuera de la vida del mis-
vidad de mercado que supone al niño y con la moral convencional sino, tam- mático que el abuso supone, de las mo; esto es, a la vida de sus antepasados que
a la niña como sujetos y objetos de con- bién, porque es en el abuso sexual in- complicidades inconscientes con el Po- a la época infantil del sujeto, reconociendo,
sumo. fantil donde la preceptiva patriarcal lle- der que ligó el deseo a las representa- por tanto, mucha más influencia a la heren-
Porque el caso es que Freud no hizo na- va al límite los imperativos impuestos ciones mortíferas que el mismo Poder cia que a la niñez. Y, sin embargo, la influen-
cia de este período de la vida sería más fácil
cer a la sexualidad infantil de un repo-
de comprender que la de la herencia y debe-
llo ni supuso que la trajo la cigüeña. La ría ser estudiada preferentemente” (#663).
sexualidad infantil se instaló en la hue- “En la literatura existente sobre esta materia

Gimnasia
lla que dejó abierta la teoría de la seduc- hallamos, desde luego, algunas observacio-
ción. Fue necesario que la teoría de la nes referentes a prematuras actividades se-
seducción caducara para poder acceder xuales infantiles, erecciones, masturbación o
al Complejo de Edipo, al concepto de incluso actos análogos al coito, pero siempre
trauma como posterioridad retroactiva. Un Espacio Creativo para la como sucesos excepcionales y curiosos o co-
En última instancia, la sexualidad in- mo ejemplos de una temprana corrupción.
fantil como concepto teórico desplega- No sé de ningún autor que haya reconocido
CLASES GRUPALES E INDIVIDUALES claramente la existencia de un instinto se-
do a partir de la renuncia a la teoría de
la seducción significó un salto cualitati- ASESORAMIENTO A PROFESIONALES xual en la infancia, y en los numerosos tra-
bajos sobre el desarrollo del niño falta siem-
vo, un progreso enorme para aquello Coordina Alicia Lipovetzky Tel. 4863-2254 pre el capítulo relativo al desarrollo sexual”
que comenzó, entonces, a teorizarse co-

(#664).
mo el “mundo interno”. Pero, también - e-mail: alicia.lipo@topia.com.ar Estudio zona Callao y Santa Fe
Topía REVISTA
5
Enrique Guinsberg
Para releer a
Freud: Recordar y Profesor-Investigador Titular,
Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco, México.

(Cont.)
3. Aquí se abre todo un enfrentamiento que
tiene al enfoque económico como protago-
Actualizar gbje1567@correo.xoc.uam.mx

nista. Sospechado por quedar tributario de


un reduccionismo naturalista basado en el
principio del placer como regulador del psi-
quismo, la Teoría de la libido fue reemplaza- Si ya hace 5 que se están recordando los importante, implique una liberación en
da primero por la Teoría de la angustia, que 100 años de obras centrales de Freud, es un sentido general. Efectivamente, hoy
incluía lo traumático y, posteriormente, por de suponer que se seguirá haciendo por no es ninguna exageración decir que to-
la dimensión simbólica e imaginaria que da muchos más, lo que es de celebrar do, o al menos una parte muy impor-
cuenta de la constitución subjetiva para vol- mientras ello implique no sólo un justo tante de las actuales formas de vida es-
ver, en la actualidad, a reclamar un lugar recordar sino también un análisis crítico tán sexualizadas, lo que fácilmente
propio. puede verse en la publicidad, series y
y una adecuación a nuestros tiempos con-
4. O, en la banalización que denuncia el mal- cretos. Respecto a los Tres ensayos de teo- programaciones televisivas, películas,
trato al que, supuestamente se opone. Cla- ría sexual sería redundante destacar su vida cotidiana, etc.
rín: “Los niños lindos son más cuidados que importancia y carácter revolucionario, Esto se concreta en la vida diaria, don-
los niños feos”. De modo que la proximidad por lo que aquí se hará eje en lo último. de hoy los vínculos sexuales son comu-
o distancia del ideal estético decide el lugar Son conocidos los profundos cambios nes desde una edad mucho más tem-
que el niño ocupa en el “amor” de los adul- prana que antes. Que quede claro: no se
que se han producido desde su escritu-
tos que lo crían o, que la proximidad o dis-
ra en todos los terrenos, en particular trata de una crítica moralista como las
tancia del ideal estético decide el lugar que
el niño ocupa en la góndola de productos a respecto al ejercicio de la sexualidad, si de múltiples marcos religiosos o insti-
ser consumidos. bien no es éste el lugar para analizar sus tuciones que pretenden volver a la se-
causas, que van desde fundamentales xualidad reprimida, a la castidad feme- cias pregenitales nunca desaparecen si-
5. Abuso sexual infantil. cambios sociales y culturales hasta tec- nina hasta el momento del matrimonio, no que se mantienen, aunque supedita-
6. Protagonismo que comparte junto a otras nológicos. Lo que obliga a repensar y a a la búsqueda de la pareja única hasta la das a la primacía genital pero sin dejar
patologías, anorexia y bulimia, trastornos reconsiderar múltiples aspectos de la muerte, al retorno a la sexualidad sólo de tener un peso.
narcisísticos, fatiga crónica, ataques de páni- teoría clásica psicoanalítica, de los cua- al servicio de la reproducción y no del 2) Diversidad sexual. Un aspecto tam-
co, etc. Nuevas formas de presentación de la les por razones de espacio sólo se verán placer, etc. Sino sólo resaltar que en bién vinculado al anterior es un cambio
histeria a las que no me referiré en éste tex- someramente cuatro. múltiples casos la sexualidad se ha con- importante y creciente, aunque en mu-
to. Remito a Alonso, S.L; Fuks, M.P, Histeria. vertido desde una expresión del “hedo- chos ámbitos todavía reducido o sólo
Clínica psicoanalítica, Casa do Psicólogo, Sao nismo epidérmico” de nuestra época aceptado con reticencias o en las pala-
1) La (relativa) confusión entre libera-
Paulo, 2004. Especialmente los capítulos de- bras más que en los hechos: el reconoci-
ción y liberalización sexual. Es innece- (“vivir el momento”) donde se disocia de
dicados a “Algunas problemáticas tratadas miento de la diversidad sexual, es decir
en las últimas décadas” e “Histerias y epide- sario mostrar el paso de la moral victo- todo vínculo emocional significativo, hasta
riana de la época freudiana al extremo una simple mercancía en el mercado de los de elecciones y comportamientos se-
mias contemporáneas”.
opuesto donde las palabras indicadas intereses personales de todo tipo (laborales, xuales diferentes al que de manera clá-
7. Showalter, Elaine, Hystories: hysterical epi- en el subtítulo sólo difieren en cuatro le- políticos, etc.). sica se considera tradicional y “nor-
demics and modern culture, New York, Colum- mal”, es decir el genital heterosexual.
tras pero con enormes significaciones.
bia University Press, 1997. Citado por Alon- Se sabe que en otras épocas a veces fue
Ya hace varias décadas Marcuse, uno de
so, Silvia Leonor; Fuks, Mario Pablo, Histe- Los medios son entonces un distinto, y ahora, aunque de manera
ria. Clínica psicoanalítica, Casa do Psicólogo, los más lúcidos y destacados estudiosos
Sao Paulo, 2004. de la realidad contemporánea, describe poderoso ámbito que ha contri- bastante más reducida que la que, en
este proceso en una obra fundamental buido mucho a los cambios que hechos más que en palabras, se tiene so-
8. Desde Freud, hasta nuestros días. Masud que debería ser recuperada: “El ‘princi- bre la liberación sexual. Mientras ésta
Khan, 1983, El rencor de la histérica (Ber- se viven actualmente respecto en general al menos se tolera (o se hace
pio de placer’ absorbe el ‘principio de
linck, M., Histeria, Escuta, Sao Paulo, 1997).
realidad’, la sexualidad es liberada (o,
a la sexualidad, acelerando in- como que no se ve), la diversidad se-
9. O, su visualización por vía del incremento más bien liberalizada) dentro de las for- cluso los saberes sobre la mis- xual sigue con un alto rechazo que sería
de las denuncias. mas sociales constructivas. Esta noción ma en relación a los que se te- mucho mayor -es de imaginar que has-
implica que hay modos represivos de ta en el plano legal y con una violencia
10. Zizek, S., “El objeto a en los lazos socia- nían anteriormente. mayor a la que sigue existiendo- si no
les” en Imago, Nº 88, Abril 2005. desublimación, junto a los cuales los
impulsos y objetivos sublimados con- tuviera el límite de unos cambios socia-
11. García Reinoso, Gilou, El psicoanálisis an- tienen más desviación, más libertad y Con este uso de la sexualidad puede les y de modernidad que lo impiden.
te lo social y lo político. Estados Generales del caerse en una verdadera alienación a es- Estos cambios a nivel mundial (aunque
más negación para conservar los tabúes
Psicoanálisis. no siempre con igual o parecido ritmo)
sociales [...] Se ha dicho a menudo que ta expresión, con las consecuencias
12. Camino emprendido hace años por Eva la civilización industrial avanzada ope- también conocidas, a más de la señala- han permitido una apertura inimagina-
Giberti, Marta Gerez y por el propio autor de ra con un mayor grado de libertad se- da confusión de lo que puede entender- ble hace escasas décadas: desde hace un
este texto. xual; ‘opera’ en el sentido que ésta llega se como liberación. Es por esto que la au- corto tiempo los sectores que eligen
a ser un valor de mercado y un elemen- tora del libro El enigma sexual de la viola- otra opción sexual -en particular homo-
13. Volnovich, Jorge, Campo de interven-
ción. Comunicación personal. to de las costumbres sociales”1. ción expresa en un reportaje que “ojalá sexuales y lesbianas- se han organiza-
Se trata, en definitiva y de acuerdo a las el sexo volviera a formar parte de las do, defienden sus derechos, cada vez
14. Zizek, S, “El objeto a en los lazos socia- cosas que nos son sagradas”2, no en el más han decidido “salir del closet” asu-
premisas de Marcuse, de un fundamen-
les”, en Imago, Nº 88, Abril 2005. Fue Étien- miendo abiertamente su elección, reali-
tal cambio, pero que él adecuadamente sentido místico ni represivo del término
ne Balibar quién instaló el término zan manifestaciones públicas, abren lo-
“maldad del Ello”. ubica en su lugar sin creer que tal libe- sino en el de fuertes e importantes sig-
ración, en un terreno específico aunque nificaciones, hoy en importante medida cales donde reunirse, presentan obras
perdido por lo que se ha convertido su donde exponen sus preferencias, etc. En
uso, en múltiples casos abaratado por tiempos donde se ha comenzado a reco-
nocer la diversidad frente a los monoli-
La pornografía digital todo lo señalado.
Otra limitación tiene que ver con la rea- tismos ideológicos, políticos, religiosos,
lidad en que se viven las prácticas se- etc., lo sexual no puede ser una excep-
“…como fruto de una investigación California, al distribuir en la red imá- ción.
genes de actos sexuales, pero seña- xuales, donde no siempre la aceptación
de un equipo de la Carnegie Mellon Es incuestionable que esta problemática
lando que sus participantes eran de su realización implica una satisfac-
University, de Pittsburg, se concluyó implica la necesidad de importantes re-
miembros de una misma familia y, ción sino se limita al cumplimiento de
lo siguiente: la pornografía consti- visiones en las posturas de los psicoaná-
aunque no había pruebas de que se un “deber”, de las normas y/o modas
tuye la aplicación recreativa más lisis -se escribe en plural porque hoy,
tratase realmente de relaciones inces- imperantes, al “hay que hacerlo porque
extendida en las redes; el 89,9 % de ante la gran cantidad de marcos teóri-
tuosas, se convirtieron gracias a esta todos lo hacen”, o se practica dentro de
sus usuarios es del sexo masculino; cos y escuelas que se definen como psi-
información en best sellers en el sec- los clásicos cánones del rol femenino
debido a la amplia difusión de coanaliticas, ya no se puede hablarse en
tor. En la misma línea, Catherine tradicional dependiente. Los casos son
pornografía en otros medios tradi- singular-, tanto para la ubicación de las
McKinnon, activista antiporno y pro- mucho mayores a los imaginables, lo
cionales, las redes privilegian vari- diversidades sexuales (al menos de las
fesora de Derecho de la Universidad que claramente se observa en la prácti-
antes alternativas especializadas, señaladas, aunque seguramente no de
de Michigan, se lamentó de que ca clínica psicoterapéutica, psicoanalíti-
como la paidofilia, la hebefilia y otras como podrían ser paidofilia, bes-
cuando en la red se anunciaban esce- ca, etc., e incluso se habla ampliamente
parafilias diversas (como el sadoma- tialismo, etc.) como de las causas de la
nas de sexo oral con atragantamien- en conversaciones cotidianas.
soquismo, el andinismo, la coprofa- producción de ellas.
to, el número de visitas se duplica- Y una tercera limitación es que la -su-
gia y la zoofilia).
ba.” puesta o real- liberación muchas veces
Un buen ejemplo de esta voluntad 3) Comprensión del aporte de los me-
se restringe al plano de la genitalidad,
de diversificación y originalidad lo El Eros electrónico. Roman Gubern dios masivos de difusión. Freud cons-
es decir sin la inclusión de las etapas se-
ofreció Robert Thomas, de Ed. Taurus, Madrid 2000 truye su marco teórico viendo a la fami-
xuales previas constitutivas de la se-
xualidad total. Más allá de las posturas lia como aspecto central en el proceso
en gran medida utópicas que formula de conversión en sujetos de los niños
PARA AVISOS EN Marcuse en otra obra (Eros y civiliza-
ción), ya previamente Freud había seña-
que, a través de ella y personas cerca-
nas, pasarán del “principio del placer”
TOPIA REVISTA lado que, incluso en un desarrollo nor- al “principio de realidad”, construirán
4551-2250 TOPIA EN LA CLINICA
4802-5434 mal sin fijaciones previas, las tenden- su aparato psíquico, realizarán su pro-
ceso edípico, etc. Al crear sus postula-

6 Topía REVISTA
dos en las primeras décadas del siglo Todas estas expresiones evidentemente son etc.) sobre la que el imaginario colectivo
pasado no incluye a unos medios masi-
vos de difusión muy diferentes a los ac-
tuales, reducidos tanto en comparación
producciones sociales. Elliot presenta un
panorama semejante, aunque pueden
discutirse las causas limitadas de lo que
coloca una mucho mayor, proveniente
de causas mayores derivadas del actual
modelo hegemónico (desempleo, pre- gr
A- su-
pado
con los de hoy como en su aporte a la presenta (al estilo de quienes sólo ven cariedad cada vez mayor en el trabajo,
creación del que puede definirse como lo manifiesto de las estructuras socia- pérdida de los beneficios sociales antes
sujeto psicosocial3. Baste señalar cómo les): “Vivimos en un mundo amenaza- existentes, etc.) y de cambios culturales
algunos autores consideran que “desde dor en el que la tecnología despersona- que, más allá de sus ventajas, impiden o
la primera infancia y a lo largo de nues- liza al individuo, el marketing vacía a los dificultan un grado necesario de estabi-
tra vida cotidiana estamos expuestos a objetos de significados y los sujetos se lidad (cambios frecuentes en las relacio- MASAJISTA TERAPEUTICO
los atractivos mensajes de un aparato encuentran frente al constante dilema nes familiares y de pareja, avances tec- Recibido en Cuba
receptor que ya forma parte de la ecología de discriminación entre lo que es real o nológicos tan rápidos que a veces es di- Problemas posturales,
familiar”4, y de manera no tan académi- irreal, el dentro y el fuera, la autentici- fícil seguirlos y adaptarse a ellos e im- musculares, circulación.
ca pero muy gráfica, Moffatt declara dad y la inautenticidad, etc. Dado que plican un constante reaprendizaje, etc.).
Sr. Lester Tel. 4931-4747
que “no hay más triángulo en la fami- las formas sociales y culturales ofrecen Y mucho más puede y debe agregarse.
lia, ya es un cuadrilátero, porque el te- muy poca contención emocional y esta-
levisor es un tío psicópata que incluyó bilidad personal, la ansiedad y la deses- Una observación final y necesaria: los
y los sedujo a todos”5. peración se incrementan forzosamente - señalamientos de este trabajo de manera al- Gimnasia Consciente
En esta perspectiva, es incuestionable podemos ver fácilmente cómo los sínto- guna niegan el gran valor de los aportes de Elementos de Eutonía
que los medios tienen un rol preponde- mas de ansiedad son cada vez más y Freud y del psicoanálisis, punto de partida columna, tensiones musculares,
rante, aunque por supuesto no exclusi- más frecuentes en las consultas médicas central para el conocimiento de la subjetivi- prevención del estrés.
vo, en la conformación del sujeto, inci- y psiquiátricas- y nuestros recursos in- dad. Pero resaltan la imprescindible ne-
diendo en espacios antes centrales de la ternos para hacernos cargo del sufri- cesidad, como para cualquier marco Zully Altszyler Tel: 4821-7142
familia y de las instituciones escolares: miento psíquico disminuyen”7. teórico, de un propósito creativo y no
entre ellas, referentes a la formación del La liberación sexual sin duda alguna ha dogmático que posibilite el re-pensar
yo, en la construcción del principio de sido, y es, un muy importante avance de manera constante todo aquello que
realidad y en el fundamental proceso en el proceso de ruptura con las formas la praxis y el proceso de pensamiento Clases de Piano
de identificaciones, lo mismo que en el represivas actuantes sobre el ser huma- indique que no es totalmente válido o Iniciación musical
de mostrar valores junto a premios y no, y no hay dudas al respecto. Pero de suficiente. Es por tanto fundamental en- Profesor IUNA
castigos que aportan al superyo. E in- allí a creer que sólo con ella -incluso una tender que Freud ha sido un inicio pero no
Tel: 4954-7443/4831-5140
numerables más que pueden verse en el utópicamente total y verdadera- se lo- un final.
libro mencionado en la nota 3. gra la disminución o eliminación de las
Respecto a la sexualidad su aporte ac- patologías psíquicas hay una muy larga Notas
tual es tan amplio como estructural y distancia. 1. Marcuse, H., El hombre unidimensional,
Origen-Planeta, México, 1985; p. 102, 104, Está abierta la inscripción al
estructurante. Si los niños desde muy taller de teatro en el Abasto
pequeños están permanentemente fren- subrayado mío.
te al televisor, recibirán inevitablemente
En tiempos donde se ha comen- 2. Hercovich, I., en revista Campo Grupal, Coordinación: Malena Tobal
zado a reconocer la diversidad Buenos Aires, Nº 20, 2001, p. 3. (Egresada de la Emad)
un muy alto grado de mensajes vincu- 3. Sobre esto véase mi libro Control de los me-
lados con la vida sexual, aunque segu- frente a los monolitismos ideo- Tel: 4866-2743
dios, control del hombre. Medios masivos y for- malenitas@yahoo.com
ramente la mayoría de ellos no con in- lógicos, políticos, religiosos, mación psicosocial.
tenciones educativas -en el sentido de 4. “Presentación”, en Sánchez Ruiz, E.
instruirlos sobre ella en torno a lo que etc., lo sexual no puede ser una (comp.), Teleadicción infantil: ¿mito o realidad?,
es, sus sentidos, usos, etc.- sino de ma- excepción. Universidad de Guadalajara, 1989, p. 7. Alquilo consultorio en
nera indirecta, tal como igualmente se 5. Moffatt, A. (1988), revista Crisis, Buenos Caballito, equipado.
hace con los adultos en infinitos anun- Aires, Nº 57, p 88. por hora, día o mes.
cios publicitarios, dramas televisivos y 6. La idea de psicoanálisis y psicoanalistas A pocas cuadras de estación
Un “malestar cultural” muy alto im-
domesticados hace referencia a quienes borra- Primera Junta Líneas “A” y “E”.
todo lo suficientemente conocido para pregna a gran parte de la humanidad, y ron el sentido freudiano de peste de este
cualquier televidente. seguramente hoy más que nunca ante el marco teórico para hacerlo a-crítico de los Informes: 4432-0116 ó 4611-7990
De esta manera se va entrando en un marcado incremento de violencia e in- aspectos culturales actuantes en la psico(pa-
acercamiento a la sexualidad que nunca seguridad que existe en el mundo ente- to)logía para posibilitar su aceptación
se abandona, y que penetra en todos los ro desde incluso bastante antes de los (Guinsberg, “Lo light, lo domesticado y lo
niveles del psiquismo aunque no siem- sucesos del 11 de septiembre del 2001 y bizantino en nuestro mundo psi”, cap. 3 de Dra. IRUPE PAU
pre se comprenda bien de qué se trata y la posterior escalada bélica estadouni- La salud mental en el neoliberalismo, Plaza y Gimnasia Consciente
en qué consiste. Con base en esto no es dense con fines de venganza y de bús- Valdés, México, 1ª ed. 2001, 2ª ed. 2004).
de extrañar que niñas y niños muy pe- queda de dominio mundial. Inseguri- 7. Coderch, J., “La influencia del pensamien- Tel. 4782-4899
queños jueguen haciendo lo que ven to posmoderno en el psicoanálisis actual” en
dad que toca todas las esferas de la vi-
Cuadernos de Psicoanálisis, México, XXXII,
que hacen adolescentes y adultos en la da cotidiana y de manera alguna puede 3-4, 1999, p. 132.
televisión (besos, caricias, etc.), e inter- limitarse a una violencia (asaltos, robos,
nalicen lo que se muestra que es objeti-
vo central en la vida humana -junto con SHIATZU
la búsqueda de triunfo en todo lo que Masaje Acupuntural Japonés.
se hace, muchas veces sin importar có- Dolores articulares, musculares,
mo- y sus múltiples pero permanentes posturales. Estrés, insomnio, fatiga.
vicisitudes (la mayoría de ellas peligro- Carlos Trosman 4958-2411
sas, difíciles, conflictivas, no pocas ve-
ces trágicas).
Los medios son entonces un poderoso
ámbito que ha contribuido mucho a los
Taller de Reflexión
cambios que se viven actualmente res-
para Mujeres
pecto a la sexualidad, acelerando inclu- La posibilidad de crear
Coord. Lic. Isabel Costa
so los saberes sobre la misma en rela-
Publicación bimestral en venta en los prin- Prof. Alicia Lipovetzky
ción a los que se tenían anteriormente.
Inf.: 4361-8674 / 4863-2254
cipales quioscos de capital e interior y en
4) Sexualidad y cultura en la produc-
ción de psico(pato)logía. Si de acuerdo instituciones especializadas
a la idea de que la psicopatología es Nuevos cursos de gimnasia
producida por causas sexuales (fijacio- consciente con orientación
nes y regresiones) -según el clásico expresiva por
planteamiento de Freud, seguido por la Aline Dibarboure
mayoría del campo psicoanalítico, so-
bre todo del “domesticado”6, con cono-
Tel: 4782-4899
cidos casos históricos y presentes dife-
rentes, de los cuales esta revista es una Un espacio
muestra junto a otros colegas- la gran li- de encuentro CLINICA PSICOANALITICA
beración sexual que se ha producido para diferentes
tendría que haber llevado a una equiva- Adultos y adolescentes.
lente disminución en los niveles, sobre miradas sobre Discapacidades: orientación a familias
todo, de neurosis. Sin embargo, es evi-
Lic. Marcela Giandinoto. 4958-2411
dente de que no es así sino todo lo con-
trario. Incluso las sintomatologías y de-
mandas terapéuticas actuales en gran
medida son diferentes a las anteriores,
y hoy las depresiones son los cuadros
dominantes de nuestra época, lo que
Redacción y publicidad 4981-2900
www.nuncamas.org
puede verse como un claro analizador de és-
ta. L. Marechal 830 - 11° A (1405) Cap. Fed.

Topía REVISTA 7
Jorge Rodríguez
Endeblez ejecutiva Psicoanalista
rodriguezjd@interar.com.ar
Cuestiones acerca de la traducción
Notas* sobre la versión castellana de la editorial Amorrortu de “Las aberraciones sexuales”,
primer ensayo de Una teoría sexual, que está cumpliendo los 100 años.
La versión castellana de López Ballesteros 67 y la de José Luis Etcheverry 29.
Una afirmación “le sobra gracia y le falta rigor” dice, condescendiente** en su Sobre la
versión castellana, nuestro traductor estrella del trabajo de López Ballesteros. Hablando del uso de labios según LB
Una promesa. Hará una traducción “literal-problemática”, es decir, a veces literal, “se besan con pasión los labios de una
a veces no. ¿Los criterios utilizados parten de la propia obra de Freud? joven...”
El que besa con unción los labios de una be-
El rigor de la gracia lla muchacha (138)
Unción -demasiado religioso- es algo
(Comparación de traducciones) diferente a pasión
López Ballesteros (LB) José Luis Etcheverry (JLE)
“investigación” “indagación” Para referirse al papel del asco como di-
“experiencia científica” “experiencia espigada científicamente” que LB “cierra el camino”
“múltiples” “numerosas” Este factor del asco estorba el camino a la
“capacidad funcional” “capacidad de rendimiento” sobreestimación libidinosa (138)
“perfecto funcionamiento” “funcionamiento óptimo” ¿Estorbar?
“como puede suponerse” “como es lógico”
“se ha aceptado” “se ha aseverado” “determinadas partes” son “ciertos lu-
“especificar” “puntualizar” gares”
“lo mas importante” “lo notable” Las partes son lugares.
“es innegable” “no cabe duda” La extensión de la sexualidad a otras
“más inequívocas” “más unívoca” partes del cuerpo es
“masculinidad” “virilidad” El desborde sexual hacia otros lugares del
“impúberes” “personas genésicamente inmaduras” cuerpo
“enfermos mentales “ “insanos” “determinadas partes del cuerpo recla-
“realizarlo” “ejecutarlo” man el derecho...”
“actividad general” “capacidad de rendimiento” “ciertos lugares del cuerpo elevan el recla-
“actos” “prácticas” mo”
Donde la psiquiatría y psicopatología
“según hemos visto” “anteriores puntualizaciones” “reclamar el derecho” es “elevar el recla-
en LB es “enfermedad y enfermos men-
“hacer intervenir” “necesaria solicitación” mo”
tales”
“importancia” “significatividad” “esta pretensión está justificada” es “es-
...se querría atribuir a la insanía... la expe-
“detenciones” “demoras” te reclamo está justificado”
riencia enseña que entre los insanos (135)
“capacidad de perdurar” “proverbial pervivencia”
Insano es clasificación jurídica, Freud,
“especialmente claro” “particularmente nítido” Refiriéndose al fetiche LB “está en visi-
¿lo pensaba así?
“curioso carácter” “rasgo asombroso” ble relación con la persona, especial-
“doble desarrollo” “doble configuración” mente con la sexualidad de la misma”
“Ciertas relaciones... (existentes en el
“se opone” “se contrapone” El sustituto... es... una parte del cuerpo
camino que conduce al coito) con el ob-
“tendencia a dominar” “inclinación a sojuzgar” {aquí usa parte y no lugares}
jeto sexual tal como la contemplación y
“es indudable” “es iluminador” El pie, los cabellos... o un objeto inanimado
tocamiento del mismo” (LB)
“de la existencia de un componente agresivo” “de la injerencia de...” que mantiene una relación demostrable
En efecto, ciertas maneras intermedias de
“que se presenta en la bisexualidad “ “congujada en la...” con la persona sexual... (139)
relacionarse con el objeto sexual (jalones en
la vía hacia el coito) como el palparlo y mi- ¿Una bombacha es una relación demos-
rarlo... (136) trable con la persona sexual?
De los invertidos dice: Para hablar del objeto sexual de los in-
...las personas en cuestión se comportan por vertidos dice LB “encanto emanado de ¿Qué significa maneras intermedias de re-
lacionarse? ¿Jalones en la vía? Un hombre El fetichista requiere de cierta “condi-
entero diversa... (124) las cualidades físicas y espirituales
toca (le gusta ser tocado), una mujer ción previa de disminución del impulso
¿por entero diversa? masculinas”
gusta de ser tocada (le encanta tocar)... hacia el fin sexual normal (debilidad
y de los invertidos ocasionales: El hombre invertido sucumbiría, como la
¿Quiénes son los que palpan? ¿Qué se funcional del aparato sexual)” (LB)
bajo ciertas condiciones exteriores entre las mujer, al encanto que dimana de las propie-
palpa? Requisito previo en todos los casos parece
que descuellan...(124) dades del cuerpo y del alma viriles. (131)
ser cierta rebaja de la puja hacia la meta se-
condiciones descollantes de los inverti- Sucumbir al encanto que dimana de las
Los actos preliminares deben realizar xual normal (endeblez ejecutiva del aparato
dos?... propiedades... Freud ¿escribía así?
rápidamente para alcanzar el fin sexual sexual) (139)
“El objeto sexual del invertido tiene que
Para decir en que momento puede apa- final. Esta frase, si me permiten, es de una
tener condición de masculinidad y
recer, ...se recorren con rapidez como jalones en la torpeza casi tierna, ¡¡¡que a un tipo no
constituye... el reflejo de la propia natu-
se le hizo notable... en la pubertad (125) vía hacia la meta sexual definitiva (136) se le pare para Etcheverry se trata de al-
raleza bisexual” (LB)
¿cuándo algo se hace notable? Jalones en la vía... sin un sope, man- guien que padece de endeblez ejecutiva!!!
...siempre bajo la condición de la virilidad
Para decir que sólo se la considera con- del cuerpo (de los genitales):por así decir, el gueando...
génita (innata dice JLE) en ciertos casos “El cabello que recubre el Monte de Ve-
espejamiento de la propia naturaleza bise-
Como es lógico, el carácter innato se ha ase- Refiriéndose a las transgresiones anató- nus” es “la formación pilosa del mons Ve-
xual (131)
verado únicamente... (127) micas LB dice que es “la sobreestima- neris”
Espejamiento en lugar de reflejo de
Aseverar ción la que no se limita al aparato geni- “Las pieles...” es “la piel” con una Nota
Advertimos el error de considerar un tal, así utiliza otras partes del cuerpo en la que aclara que se refiere a las pie-
Para pensar si lo accidental alcanza o lazo muy íntimo entre pulsión y objeto para un uso sexual.” les de animales para abrigarse...
interviene una disposición individual Paramos mientes en que concebíamos de- ...es la estimación... lo que apenas tolera la
(no)... alcanza para explicar la adquisición masiado estrecho el enlace... (134) restricción de la meta sexual a la unión de Los fines sexuales son
sin la necesaria solicitación {Entgegenkom- ¿Cómo se dice paramos mientes en ale- los genitales... y contribuye a elevar a que- metas intermedias (142), intermediarias
men} de que algo existiría en el individuo... mán? haceres relativos a otras partes del cuerpo a (en 136) preliminares (136) y provisionales
¿A quién le sirven las palabras en ale- (LB) “de todas maneras la pulsión se- la condición de metas sexuales (137) (141)
mán? xual admite una enorme variedad en Quehaceres, actividades, ejecuciones, ¿literalidad problemática?
cuanto al objeto”, operaciones, prácticas, ejercicios, fun-
El papel de la bisexualidad es Comoquiera que sea, arroja luz sobre la na- cionamiento, contraprestaciones, ac- Cuando habla del mirar y del tocar
El recurso a la bisexualidad (128) turaleza del objeto... (135) tos... sexuales La mayoría de las personas normales se de-
moran en cierto grado en esa meta interme-
diaria que es el mirar teñido sexualmente
(142)
El Eros cibernético Revolución textil: un teñido sexual
“Los gestos de los amantes cibernéticos, transmitidos e conseguirlo con el mouse de un ordenador, ya que sucedió
interpretados por un ordenador, llegan a su pareja en for- varias veces que uno de los amantes creía estar estimu- Los exhibicionistas “muestran los geni-
ma de impulsos eléctricos. Los amantes, que se encontra- lando la pierna de su pareja, cuando en realidad transmi- tales para que en reciprocidad les sean
ban en zonas separadas, tenían en las pantallas de sus or- tía los impulsos a su brazo, por ejemplo. Los creadores de enseñados los otros”
denadores la representación en tres dimensiones de un Cybersex, pese a reconocer que hoy por hoy el material ca- ...enseñan sus genitales para que la otra
cuerpo del sexo opuesto, para poder seleccionar así las rece de la sofisticación necesaria para conseguir sus eróti- parte les muestre los suyos como contra-
partes en las que en cada momento deseaban concentrar cos fines, se mostraron muy convencidos de que en un fu- prestación (143)
los estímulos. Los hilos eléctricos transmitían descargas turo no muy lejano dos personas podrán simular un con- ¿exhibicionismo comercial? ¿Contra-
de intensidad variable, que oscilan de 3,5 voltios, es de- tacto carnal pese a encontrarse a muchos kilómetros de prestación: reciprocidad? ¿Quién mues-
cir, la intensidad de una pila, a un máximo de 49 voltios.” distancia.” tra sus genitales por o para contrapresta-
“La experiencia demostró también que el grado de preci- El Eros electrónico. Roman Gubern ción?
sión que puede alcanzar la caricia tradicional es difícil Ed. Taurus, Madrid 2000 Contraparte y contrapartida.
Toda perversión “activa” es acompañada

8 Topía REVISTA
por su contraparte pasiva.
...el estudio de las perversiones “positivas”
Funciones eróticas y
nos proporciona la exacta contrapartida Topía en Internet. AGOSTO 2005 afectivas interperso-
(152) nales en la red
Del sado masoquismo LB dice “cruel- www.topia.com.ar “En esta sociedad telepolifónica la voz
dad e instinto sexual están íntimamen- reemplazaba a la presencia visual, a la
te ligados” apariencia física y a los modales gestua-
“crueldad y pulsión sexual se copertenecen Editorial N°44: Cuerpo y Climaterio. Una les en la vida social. Para compensar la
de la manera mas estrecha” mutilación sensorial y la frialdad de es-
...esa agresión que va mezclada con la pul- La sexualidad plural experiencia interdiscipli- te único canal comunicativo, los diseña-
sión sexual es en verdad un resto de apeti- dores se esmeraron en sofisticar la for-
tos canibálicos... sería una coparticipación (La sexualidad humana es naria ma y aspecto de los aparatos telefóni-
del aparato de apoderamiento (144) desviada) Isabel Costa y cos, dotándolos de mayor personali-
canibálicos, orálicos, análicos, fálicos... dad, elegancia y colores más cálidos. El
en coparticipación ¿alianza comercial? Enrique Carpintero Alicia Lipovetzky arcaico aparato negro, uniforme e im-
con el aparato del apoderamiento. Im- personal fue sustituido con ventaja por
pulsos caníbales y la pulsión de domi- Para releer a Freud: Lenguaje y verdad en la seductores gadgets, estilizados, elegan-
nio. tes, barrocos, golosos y hasta eróticos.
Copertenecen, coparticipan.
cien años de los Tres realidad El timbre ya no era un timbre, sino un
¿Lenguaje jurídico-comercial? ¿conta- Ensayos para una teoría José Repiso Moyano suave “bip-bip”. Y el aparato un com-
bilidad del sadomasoquismo? pañero cálido que compensaba la au-
sexual Tratamiento psicoterapéuti- sencia física del ser humano con el que
Los casos típicos de neurosis o de per- se hablaba, pero al que no se podía ver
Juan Carlos Volnovich co individual y grupal en
versión ni tocar. Una cosa iba por otra. No es ex-
Estudiaron las perversiones en casos bien traño que muchas actrices de strip-tease
Las Secretarias del Poder niños con déficit atencional
acusados (146) quisieran desarrollar desde hacía años
En un caso de psiconeurosis más acusado César Hazaki Alejandra Taborda y números en los que simulaban mastur-
(156) barse con el auricular telefónico, como
Acusado: ¿lenguaje jurídico para seña- Consumo de Mujer. Las Daniel Díaz si desearan que la voz del amado pene-
lar lo típico y la gravedad? trara por su vagina”.
mujeres en situación de Pensando a W. Bion: …y
En toda persona sana se encuentran
transgresiones “las menos importantes
prostitución que toda la vida es sueño Las estrategias del
entre ellas constituyen parte integrante Magdalena González Leandro Stitzman erotismo
de la vida sexual” (LB)
... la mayoría de estas transgresiones, si- “El coito frontal constituyó una innova-
quiera las menos enojosas de todas ellas, RENOVACION DE SECCIONES ción importante que data por lo menos
son un ingrediente de la vida sexual que ra- de hace 300.000 años, a juzgar por la
ramente falta en la vida de las personas sa- Memorias para el futuro Biendehumores pelvis del Homo Heidelbergensis hallada
nas (146) en Atapuerca en mayo de 1999. El coito
¿Transgresiones enojosas? En lugar de -Espejitos de colores Iguana & CIA frontal supuso importantes ventajas
“las menos importantes”, ¿ingredien- adaptativas, pues permitió una mayor
-Volver a Pichon Rivière César Hazaki extensión del contacto corporal, aportó
tes...? para decir “componentes”
Alejandro Vainer el estímulo emocional de contemplar el
rostro de la pareja durante el coito y
“Asombrosos rendimientos en lo que
permitió el invento del beso, otra inno-
respecta al vencimiento de resistencias
(coprofagía, violación de cadáveres)” Especial: vación humana que tendría un gran fu-
turo, y cuyo origen filogenético hacen
(LB) Seminario sobre el libro Las huellas de la memoria. remontar los etólogos al placer del bebé
La pulsión sexual ejecuta asombrosas ope-
primitivo al recibir de la lengua mater-
raciones (lamer excrementos, abusar de ca- Psicoanálisis y Salud Mental en la Argentina. Tomo I na su comida.
dáveres)... (146)
¿lamer? Asombrosa operación... (1957-1969) de Enrique Carpintero y Alejandro Vainer. El Eros electrónico. Roman Gubern
Ed. Taurus, Madrid 2000
Hablando de lo anal
El mismo fue realizado en el III Congreso de Salud Mental
Uso del orificio anal y Derechos Humanos organizado por la Universidad
...las inclinaciones perversas que reclaman
valor sexual para la cavidad bucal y la aber-
tura anal (153)
Popular Madres de Plaza de Mayo en noviembre de 2004. TOPIA
Coordinación: Enrique Carpintero y Alejandro Vainer
Orificio. ¿Abertura? Disculpen... ¿lite-
ralidad problemática? Primer encuentro EDITORIAL
“Entre el apremio del instinto y las re- Sally Schneider y Emiliano Galende INFORMES
sistencias de la repulsa sexual surge...
la enfermedad” Segundo encuentro editorial@topia.com.ar
“Entre el esforzar de la pulsión y la acción Armando Bauleo y Lucila Edelman
contrarrestante de la desautorización se- Tel. 4802-5434
xual se sitúa el recurso a la enfermedad” Tercer encuentro
Contrarrestante de la desautorización...
¡¡¡Freud volvé!!!
Juan Carlos Volnovich, Fernando Ulloa y Gilou García Reinoso Para vos que no querés ser profesional...
pero sí querés agasajar a tu familia y amigos...
“los síntomas son la expresión de la vi-
da sexual de los enfermos”
Clases de Cocina a domicilio
psiquiátrico/psicopatológica, como la en el bar, en ningún lugar encontré gen-
“los síntomas son la práctica sexual de los de la neurosis (como negativo de la per- te así... Teóricas y prácticas
enfermos” versión). ¿Y ustedes? Comunicate al tel: 4791-7236
La teoría de Freud -en su compleja di- Notas Celular:15-5012-6419
“Según la zona o instinto que predomi- versidad conjetural- se torna increíble-
nen” mente ingenua, rebuscadamente erudi- *Estoy realizando un ejercicio de com-
“Preponderancia de esta o estotra zona o de paración de versiones: Biblioteca Nue- Gabriel Hazaki
ta, profundamente afectada.
esta o estotra pulsión” De pronto las aberraciones, las desvia- va, Madrid, 1948; Amorrortu, Bs.As., Chef
ciones, las perversiones, las neurosis, 1976; Gallimard, París, 1962; con cierto
José Luis Etcheverry -con el aval de la parecen expedientes más que personas cotejo con el original Drei Abhandklun-
editorial Amorrortu, la recomendación que gozan y sufren, que miran, tocan, gen zur Sexualtheorie, Fischer, Frankfurt, LA VERDAD SOBRE EL
de muchísimos profesores de universi- besan, poseen. 1987. ADAGIO DE ALBINONI
dades públicas y privadas y de las ins- Nunca conocí a nadie que hable como ** Véase Sobre la versión castellana, Amo- Silvia Horowitz / Simurg
tituciones psicoanalíticas mas diversas- habla Freud en este Primer Ensayo, en rrortu (libro cuya tapa dice Sigmund
los 24 (!!!) tomos de estas Obras Comple-
282 págs.
logra transformar el texto freudiano en Freud. Obras Completas, ¿Etcheverry es el
un engendro jurídico, mercantil, pueril, tas de Amorrortu/Etcheverry; ni en mi tomo 25 de las Obras Completas?) “Una médica psiquiatra cuenta sus
afectado. ¿Freud en el tocador? barrio, ni en el hospital, ni en sesión, ni experiencias en el hospital público
Por su boca habla un mojigato que no desde 1978 hasta 2003. Notable
llama a las cosas por su nombre, donde metáfora de la Argentina escrita
algo profundamente humano se hace HETEROGENESIS LOTE - Mensuario de Cultura con una inquietante prosa poética.
artificial, inanimado. REVISTA DE ARTES Pellegrini 841 (2600) Horowitz es una gran narradora.”
La forma en que va nombrando, descri- Venado Tuerto Sta. Fe Tel. 0462-37397
biendo, analizando, criticando, comen- VISUALES e-mail: info@revistalote.com.ar Revista Lea
tando “pierde” tanto la experiencia, (SUECIA) www.revistalote.com.ar Solicítelo en librerias

Topía REVISTA 9
Una mujer incentiva sexualmente a su
Los lenguajes La ruptura del significante implica una
pareja mediante un método que termina
por matarlo. Desesperada por lo ocurri-
do, le corta el pene y se lo introduce a sí
del deseo des-codificación desterritorializante. Pe-
ro las reterritorializaciones acechan. Los
microfascismos siempre están dispues-
misma en un vano intento por perpetuar Esther Díaz tos a cristalizar un ordenamiento fácil-
el goce. Mientras el hombre estaba vivo, Doctora en Filosofía (UBA) mente gobernable. También los aparatos
sus órganos y los de la mujer formaban de poder hacen micropolítica, pero ne-
www.estherdiaz.com.ar
una máquina de deseo. Pero cuando el gativa, en la medida en que actúan sobre
desacople ya no es posible, porque lo las materialidades para moralizarlas, pa-
que producía placer permanece “pega- ra encerrarlas en una “normalidad” fun-
do” a la piel y ausente de otra subjetivi- Es formal porque puede disparar la po- puesto es que el sujeto conoce objetos cional a los poderes hegemónicos. De
dad, acontece el horror. Esto ocurre en sibilidad de múltiples sentidos. En defi- que tienen realidad por sí mismos, inde- modo tal que se producen reterritoriali-
una de las últimas escenas de la película nitiva de diferentes disposiciones de- pendientemente de quien los percibe. zaciones en lo familiar, en lo social, en lo
japonesa El imperio de los sentidos, de Na- seantes. La boca y el pezón -dicen Gilles Esta concepción simplista de la realidad cultural, en lo político y en lo natural:
gisa Oshima. La protagonista no encuen- Deleuze y Félix Guattari, en El Anti-Edi- ignora la constante interacción en la que desde resurgimientos edípicos hasta
tra ya placer en la “posesión” de ese ór- po- constituyen una máquina deseante subsistimos. prácticas sociales domesticadoras, pa-
gano perennemente alojado en el suyo. que se acopla y se desacopla, que se En el pensamiento occidental, funda- sando por solidificaciones naturales que
Camina a la deriva, se pierde a sí misma, prende y se desprende dando así lugar a mentalmente a partir de los llamados detienen, por ejemplo, el curso de un río
pierde la razón. un dispositivo de alimentación-placer. “maestros de la sospecha” decimonóni- coaptando vegetales y animales que
El deseo brutal, ese deseo en estado pu- Hay disfrute porque existe la posibili- cos: Marx, Freud y Nietzsche, se cuestiona fluían libremente en las turbulencias de
ro, porque se descodificó de lo aceptado dad de conectarse y desconectarse. Una la unidad lineal del saber. Una teoría de- sus aguas.
socialmente, puede arrojarnos más allá boca y un pezón acoplados indefinida- bería aspirar a dibujar mapas de lo que La multiplicidad es rechazada por la vo-
de los límites de la razón. Pero también, mente no permitirían alimento ni placer. acontece, en lugar de especular con abs- luntad de unidad. La multiplicidad no
en otras circunstancias, puede deslizar- La cosificación del deseo es también su tracciones. La reflexión debería descen- tiene sujeto ni objeto, contiene determi-
nos hacia líneas de fuga liberadoras. extinción. Estos mismos autores, en Mil tralizarse y, como el mundo al que tema- naciones. No hay unidad que sirva de
Consideraciones de este tipo hubieran mesetas, agregan nuevas categorías para tiza, expandirse, antes que reducirse a pivote en el objeto, o que devenga dos en
sido impensables en épocas pre-freudia- pensar el devenir deseante. Aquí intere- pensamiento puro negador del deseo. el sujeto. Hay circulación de intensida-
nas. La teoría psicoanalítica conmocionó sa el concepto de “rizoma”, una palabra Debería “volverse rizoma” dirían los au- des. El devenir material captura códigos.
el imaginario colectivo social y sexual, que, como todas las palabras, es una me- tores de El Anti-Edipo. La orquídea, por ejemplo, adquiere for-
además de incidir en las subjetividades. táfora acerca de cierto aspecto de la rea- El rizoma no es una raíz, sino un tallo ma de avispa hembra atrayendo a la
Freud elaboró conceptos que siguen con- lidad. Deleuze y Guattari la utilizan co- subterráneo. Se extiende bajo la tierra avispa macho que, al posarse en su su-
servando la frescura y el vigor del pri- mo tecnicismo que, para ser entendido adquiriendo formas imprevisibles, esta- perficie se impregna de polen que espar-
mer momento y otros que reclaman ser requiere de cierta explicación previa. lla sobre la superficie regalando una cirá luego en otras orquídeas fecundán-
reconsiderados. Las problemáticas que Hay teorías que intentan dar cuenta de planta, y otra, y otra. Varios metros sepa- dolas. Parecería que la flor imitó a la
llegan a la clínica actualmente van cam- la realidad como si ésta se sostuviera en ran, a veces, un helecho de sus múltiples avispa. Pero, en realidad, le capturó su
biando al ritmo de las nuevas tecnolo- una raíz pivotante. Su fundamento en vecinos, pero todos están conectados por código aumentando su valencia: devino
gías, de la reorganización del poder un principio único y universal: el ser, o un mismo rizoma. Bajo la superficie, al- avispa. Entre el insecto y la planta circu-
mundial, de los replanteos en las relacio- Dios, o la ciencia u otras ideas absolutas. gunos forman bulbos o tubérculos. Emi- lan intensidades. No se produce imita-
nes deseantes y de las nuevas conforma- Existen también teorías que semejan raí- ten raíces penetrando la tierra o irradian ción, sino surgimiento de series hetero-
ciones subjetivas; en consecuencia, las ces dicotómicas. Sus bases de sustenta- tallos que se asoman a la superficie. Se géneas desde un rizoma común. La serie
teorías que dan cuenta de nuestra inser- ción no son unívocas (como las pivotan- proyecta hacia arriba y hacia abajo. Si es de las avispas y la serie de las orquídeas
ción en el mundo reclaman ser repensa- tes), sino duales: el ser y la apariencia, la cortado en alguno de sus tramos, se lan- son multiplicidades diferentes interac-
das a la luz de esos cambios. sustancia y los accidentes, la esencia y la za nuevamente a la aventura de crecer. tuando.
Sigmund Freud levantó las compuertas existencia. Pero no dejan de evocar uni- Tiene formas diversas y se extiende en “No busques la raíz, sigue el canal”, dice
de los discursos científicos y humanísti- versalidades y reduccionismos que sim- todos los sentidos posibles. una canción de Patti Smith. En el canal
cos sobre el sexo e innovó radicalmente plifican una realidad compleja. Un tercer El rizoma no esquiva el caos, sin dejar los flujos se movilizan, cambian, son ri-
las concepciones acerca de la locura. No tipo de teoría recurre a la idea de rizoma por ello de establecer aquí y allá distin- zoma. La raíz, por el contrario, está fija
porque nunca se hubieran tratado estos para referirse a los flujos que circulan tos órdenes casi siempre imprevisibles, de una vez y para siempre. Kafka escri-
temas antes que él, o incluso en su mis- por lo que, un poco vagamente, llama- nunca reversibles. La botánica parece ser be, en su Diario, que las cosas que se le
ma época, sino por la manera en que los mos “lo real”. El concepto de rizoma no rizomorfa, o lo es cuando forma bulbos, ocurren no se le presentan por su raíz, si-
trató. Y, aunque en este artículo no se te- aspira a ser un calco o un reflejo de la tubérculos, tallos subterráneos con plu- no por un punto cualquiera situado ha-
matiza específicamente la teoría freudia- realidad, sino un mapa de la circulación ralidad de salidas y entradas. La zoolo- cia el medio; y nos incita a que tratemos
na, la presente reflexión se instaura te- de deseo que la posibilita. gía también forma rizomas: manadas de de retener esa brizna de hierba que sólo
niendo esa teoría como telón de fondo. ovejas arremolinándose, pájaros migra- empieza a crecer por la mitad del tallo.
Freud, con los Tres ensayos para una teoría torios desplazándose, ratas huyendo y La máquina de guerra, que moviliza los
sexual, entroniza una cuña en la episteme Se puede soltar la mano del atropellándose, roedores subterráneos flujos del deseo, es nómada. En cambio
de su época. Desarrolla hipótesis sobre maestro sin dejar por ello de construyendo madrigueras. También el aparato de Estado, que codifica los
el deseo que abren una multiplicidad de compartir caminos. Se puede hay urbanismos rizomáticos como Áms- caudales deseantes, es sedentario. No
senderos para recorrer los tortuosos la- terdam, o Venecia, las favelas y las villas obstante, algo de sedentario hay en la
avanzar sin pastor pero es difí-
berintos de la sexualidad. Es maestro de miserias. realidad, de lo contrario no podría ni ser
la teoría sexual moderna. cil hacerlo sin buena compañía. pensada. Se trata de los estratos, de la
En el pensamiento antiguo, medieval y
Considero que a partir de él, por acepta- moderno prevaleció el pivote (principio “cubierta” de los acontecimientos, de los
ción o rechazo, no se deja de ser su discí- El ímpetu deseante deviene consciente único en filosofía, religión, política y/o sujetos, de los libros. Esos estratos per-
pulo cuando se piensa la cuestión se- filtrado por los códigos sociales que los ciencia). En las postrimerías de la mo- miten la ilusión de la unidad desde la
xual. No obstante, cien años más tarde poderes hegemónicos le imprimen al de- dernidad, predominó la dicotomía (bi- multiplicidad. Los segmentos, a su vez,
de su publicación genial, se impone pre- seo. Si aceptamos acríticamente la nor- furcación, en el pensamiento maoísta o son porciones de estratos. La estatua de
guntarse si el buen discípulo debe seguir ma que tales códigos imponen, nos con- en análisis lingüísticos estructuralistas), mármol rodeada de plantas es un estrato
acríticamente a su maestro o, por el con- vertimos en individuos predecibles y fá- ciertas corrientes actuales intentan el ri- del bosque. Ofrece una mano surgiendo
trario, diferenciarse en sus derroteros. cilmente gobernables. Las teorías acerca zoma, donde la multiplicidad se conca- de lo verde. Es decir, un segmento como
Sin embargo, estas dos posibilidades no de la realidad que postulan principios tena mediante eslabones biológicos, po- entidad en sí mismo, un trozo sedentario
son contradictorias, sino complementa- únicos para sus desarrollos cognosciti- líticos, económicos, sexuales, urbanísti- que no está libre de tornarse nómada
rias. Se puede soltar la mano del maestro vos se tornan -a veces sin proponérselo- cos, intelectuales, artísticos. Los eslabo- mediante el abrazo, por ejemplo, del ri-
sin dejar por ello de compartir caminos. funcionales a los sistemas coactivos. nes deseantes ponen en juego regímenes zoma de un helecho que lo cubriera y lo
Se puede avanzar sin pastor pero es difí- Esas teorías son semejantes a un árbol de signos y estado de cosas. horadara. Podría formar una máquina,
cil hacerlo sin buena compañía. sostenido por una raíz pivotante. Tam- Las artes, las ciencias, las luchas sociales en la que la piedra interactuaría con la
Con esta aclaración (que se imponía) re- poco mejoran mucho las cosas si en lu- se actualizan microfísicamente. Para mo- humedad y los nutrientes de la planta.
tomamos las consideraciones sobre el gar de un fundamento se postulan dos, a dificar algún aspecto de ellas, en sentido Lo sedentario lograría así devenir nóma-
deseo y su posibilidad de ser moldeado la manera de las raíces dicotómicas. liberador, hay que operar desde lo mi- da transformándose en máquina de guerra.
-o no- por el significante. El deseo, en sí En contraposición con las teorías pivo- cro, molecularizar desde formaciones es- Aquello que nos parece estático nos en-
mismo, es polimorfo y múltiple, nada tantes y dicotómicas, una teoría rizomá- pontáneas, no ideologizadas, es decir, no gaña por lo intangible de sus movimien-
tiene que ver con las codificaciones con tica señala que, además de no funda- codificadas por los aparatos de poder. tos. Pero puede adquirir velocidad visi-
que se lo suele encorsetar. El poder codi- mentarse en nada, las aparentes unida- En un rizoma continuamente hay líneas ble. El majestuoso glacial patagónico, in-
fica al deseo tanto para tornar más fácil- des, más que dividirse, se diversifican, de fuga. Glen Gould, interpretando a móvil y unitario, puede quebrarse y
mente gobernables a los sujetos, como son múltiples. Las organizaciones subje- Bach, se desterritorializa de la partitura arrojar sus trozos turquesa para explotar
para volverlos dóciles a las leyes del tivas, sociales, vegetales y animales son en cada nueva variante melódica de las -magnífico- y sumergirse en las lechosas
mercado. Aunque eventualmente los su- complejas. Incluso las conformaciones Variaciones Goldberg. aguas del lago sin detener su inconteni-
jetos encuentran líneas de fuga, por las minerales son plurales. Sólo existe unidad cuando la multiplici- ble pulsión de cambios. Un glacial en ac-
que escapan de los territorios “normali- Pero, de hecho, las raíces pivotantes y di- dad es capturada por el poder del signi- tividad es también un rizoma, ¿cómo en-
zados” por los aparatos de poder-saber. cotómicas presentan estratos que permi- ficante, o en un proceso de subjetivación, tonces no habrían de serlo la circulación
El tema es cómo escapar a las sobrecodi- ten identificarlas como tales. Y, cuando en el que la unidad se sobrecodifica. La de los cuerpos, los cuerpos mismos, el
ficaciones sin caer en la locura o en la ex- funcionan como metáfora de lo existen- unidad es una abstracción, una mera intercambio entre ellos? Y los dispositi-
clusión social (o en ambas, ya que se im- te, la pivotante actúa en el sujeto. Se su- atribución verbal. Cuando se elude la vos políticos, religiosos, morales y cientí-
plican mutuamente). pone que nos captamos a nosotros mis- multiplicidad, se moraliza, se masifica el ficos que se preocupan por colocar rótu-
Si se trata realmente de liberación, las mos como unidad “centrada”, y que deseo negando las diferencias. Por el los sobre nuestros anhelos, ¿no serán
pulsiones deseantes forman máquinas también captamos esa entidad en cada contrario cuando se logra molecularizar acaso vigilantes temerosos de las impre-
que actúan desde una especie de dispo- uno de los demás sujetos. La dicotómica, las pulsiones, se liberan partículas, in- visibles direcciones de un deseo
sitivo formal, aunque tenga contenido. en cambio, actúa en el objeto. Ahí el su- tensidades, líneas de fuga. no codificado?

10 Topía REVISTA
Consumo de mujer Magdalena González
Lic. en Psicología
publicacionmg@yahoo.com.ar
Mujeres en
Es sabido que en nuestra cultura hay
situación de prostitución1
clutarlas al encontrarlas desprotegidas:
una ideología instalada que valora co- me estoy refiriendo a los especialistas
mo masculina ciertas actitudes de cora- en captar mujeres para el sistema de la
je, decisión, iniciativa y poder sobre el prostitución. Igualmente se recluta en el
otro/a. Por este motivo, los sentimien- ámbito de las Discos o lugares donde se
tos de temor, incertidumbre, humilla- toman copas, etc.
ción, que puedan tener los varones, son A su vez, el proxeneta ejerce una acción
reprimidos e inhibidos o les producen de objetivación, es decir que realiza una
vergüenza si llegan a hacérseles con- negación de la persona por medio de la
cientes. De cualquier modo, estas vicisi- cual no se le reconoce la posibilidad de
tudes de los sentimientos son transfor- pensamiento, decisión ni sentimiento
madas frecuentemente en violencia que propio, atribuyéndose él, omnipotente-
se actúa en diversos ámbitos uno de los mente, el poder de disponer de la mujer
cuales es el doméstico, donde una de las según su conveniencia, a su arbitrio,
formas habituales de descarga, son las justificando de esa manera cualquier ac-
relaciones sexuales como actuaciones ción contra ella. Esta objetivación es
de mandatos inconcientes o creencias una de las acciones más destructivas
concientes que relacionan la frecuente contra estas mujeres ya que les niega su
actividad sexual con la valoración de na o él está ante diversas circunstancias to desde la misma apropiación, vaya condición humana. Tanto el cliente co-
una supuesta virilidad. de impotencia, deriva también hacia el empobreciéndose como persona y mo el proxeneta, en muchos casos dan
Este equívoco es facilitado y sostenido sexo violento por esa vía de descarga ya transformándose, en parte, en dispositi- por supuesto que la disponibilidad de
por el prejuicio de una necesidad peren- instalada. Por parte de la mujer, en no vo destructivo de ambos. Mediante la mujer es absoluta y su poder sobre
toria de la actividad sexual masculina. pocos casos, existe una falta de apropia- una continua manipulación de los sen- ellas también. Resulta claro que seme-
Se trata en realidad de la descarga de ción de su cuerpo y de su sexualidad. timientos de la mujer la lleva al conven- jante exigencia por parte del prostitu-
ansiedad no reconocida como tal y po- Estas dos condiciones, generadas desde cimiento de que ya no podrá modificar yente lleva a la servidumbre sexual y a
demos afirmar que mientras se sosten- la cultura, formadoras de la intimidad su situación. la esclavitud.
ga esta estructura, el varón quedará im- del psiquismo, permiten la apropiación El aspecto económico es un determi-
pedido de contactar con sus propios indebida por parte del hombre. El reclutamiento nante clave en la apropiación que los
sentimientos, no conocidos por él y, por Esta falta de apropiación de la mujer de proxenetas realizan sobre la persona de
En todos los casos estudiados, las muje-
lo tanto, no elaborados. su cuerpo y de su sexualidad, impide las mujeres pues, si estas mujeres se li-
res en situación de prostitución realiza-
Junto a la valoración de esa supuesta vi- un buen proceso de autonomía como berasen, ellos perderían su “mercade-
ron sus “elecciones”, algunas desde la
rilidad, en el trabajo con algunos/as persona, dando lugar a un Yo frágil e in- ría” y, a veces, el intento de salida de
niñez, condicionadas por situaciones
analizandos/as encontré que se da por defenso, con el permanente temor a la ellas está penado con la muerte. Fre-
externas e internas. En este sentido, es
descontado que las mujeres están en pérdida del afecto del otro y el temor a cuentemente estos casos de asesinatos
decisivo el enlace que realizan con el
función de “satisfacer esa necesidad”, la pérdida de la relación. Asimismo, la no son resueltos por la justicia. Final-
mundo de la prostitución los reclutado-
independientemente del deseo sexual enajenación de su sexualidad la ubica mente, debemos recordar que el proxe-
res, personajes claves del ámbito del
de ellas, como expresión conciente o in- en una situación de vergüenza: tradi- netismo está avalado por los organis-
proxenetismo, ya que la enorme mayo-
conciente del dominio que ejercen los cionalmente no era bien vista como mu- mos de poder.
ría de las mujeres que llegaron a la si-
varones. jer si no respondía a los requerimientos En el ámbito de la prostitución el cum-
tuación de prostitución son inducidas,
Esta necesidad sexual masculina a la de su marido. Fácilmente se instala aquí plimiento de los deseos del prostituyen-
cuando no obligadas, por ellos.
que se le atribuye el carácter de apre- la idea de la prostitución en una pareja, te produce, en algunas mujeres, el orgu-
En algunos casos el que inicia a la joven
miante, inaplazable, es, en el imagina- cuando un hombre le dice a su mujer: llo de ser “una verdadera puta”. Es fre-
-se trata de niñas o jóvenes menores de
rio social, uno de los motivos que justi- “Si no encuentro satisfacción en mi casa cuente, en las mujeres más que en los
edad- es el propio padre o la madre. En
fica el prostituír a las mujeres. Esta falta la voy a buscar afuera”. hombres, la actitud de anticiparse a la
América Latina hay un dicho atroz por
de desarrollo en la percepción de los Este tipo de subjetividad inducida en realización del deseo del otro y en algu-
parte de algunos hombres: “Donde hay
propios sentimientos y este hábito de las mujeres por el patrón cultural, pro- nos casos puede verse que se ha produ-
hembras no hay hambre”. Obviamente se
descarga de los sentimientos displacen- duce el sometimiento: la mujer accede cido una desapropiación del propio de-
las hace cargo, desde tempranísima
teros, impide que se los elabore apro- al requerimiento del marido sin partici- seo y una transformación. Su deseo
edad, de la enajenación total de su per-
piadamente para el desarrollo de la per- par del deseo ni de la posibilidad de consiste en la realización absoluta del
sona para conseguir el sustento de sus
sonalidad. Y continúa la repetición. Y se disfrutar de la relación sexual; finge deseo del otro.
padres y de sus hermanos varones con
sigue reforzando la conducta, contribu- agrado cuando en realidad estas rela- Por su parte el prostituyente, el cliente,
ese uso explotador y tiránico.
yendo a la reproducción cultural de las ciones sexuales son vividas como actos valora narcisísticamente esta anticipa-
Otro tipo de reclutador se hace el novio
asimetrías de género. coercitivos. No debemos olvidar que la ción, esta particular servidumbre se-
y, entre seducción y presión, les pide
Lo mismo ocurre con los sentimientos patología de la sexualidad en nuestra xual, y la refuerza. El prostituyente di-
que “atienda algún amigo”, o las conecta
cultura, al estar jugada sobre el eje del

de violencia. La violencia padecida por con un prostíbulo. También pueden re-
el varón, cuando se la inflige otra perso- dominio, hace que el victimario, violen-

Actos de resistencia
Cuando un hombre en la Edad Media arriesgaba caer en la miseria, tenía varias de poder institucionalizado son convertidas en formas discursivas de poder que
posibilidades, por ejemplo, de hacerse monje, soldado o marino. Cuando una mu- de una manera sutil nos dicen qué es lo que debemos pensar y creer. Quizás es es-
jer arriesgaba caer en la misma situación, tenía sólo una alternativa, prostituirse. to lo que sucede cuando diferentes mujeres eligen (?) actuar como hombres en la
Pero no exactamente. Existía otra alterativa, el disfrazarse de hombre y de esta sociedad moderna.
manera conseguirse algunos privilegios como por ejemplo un trabajo de soldado, Son interesantes las cifras que ha mostrado la oficina central de estadística sueca.
marino o de artesano. Esto fue lo que decidieron hacer varias mujeres en la Euro- El número de hijos por mujer y por generación ha disminuido de 4 niños por mu-
pa de 1500-1800, nos cuenta Rudolf Dekker y Lotte van de Pol (1995). El pertene- jer en 1820, a 2,1 hijos por mujer entre los años 1990-1991 y 1,5 hijos por mujer du-
cer al sexo femenino era un impedimento para conseguirse muchos trabajos y pa- rante 1997. Esta misma estadística muestra que el número de mujeres que se han
ra obtener un mejor sueldo. No eran naturalmente mujeres de la burguesía las esterilizado voluntariamente después de 1976 aumentó de 2000 a 8000 en la déca-
que necesitaban vestirse de hombre, sino las mujeres despriviligiadas a causa de da del 90. El número de hombres que han elegido esterilizarse se ha mantenido
su clase social o de su etnicidad. Eran mujeres que necesitaban techo y comida pa- constante. Según Eurostat también en Europa se ven las mismas tendencias en re-
ra el día. El elegir ser “hombre” era un acto para sobrevivir. lación al número de hijos.
Muchas de esas mujeres eligieron retomar sus roles de mujeres después de haber La cantidad de hijos por mujer y generación ha disminuido de 2,8 niños por mu-
hecho carrera y haberse conseguido una posición social mejor, por cual es posible jer a mediados de la década del 60 a 1,44 hijos por mujer en 1993.
interpretar que el hacerse pasar por hombre no tenía mucho que ver con una dis- Lo que estas cifras muestran no es el resultado de algún tipo de acción organizada
posición sexual sino con una estrategia conciente para sobrevivir en una sociedad colectiva por parte de las mujeres europeas y es justamente esto lo que es intere-
patriarcal. sante. Cada mujer por sí misma ha tomado la decisión de no tener tantos hijos o
En las sociedades modernas de hoy día, no necesitamos disfrazarnos de hombres de no tener hijos. No puedo ver esas cifras como otra cosa que un acto de resisten-
para obtener un trabajo bien remunerado, pero quizás sí actuar y pensar como cia a las condiciones sociales y culturales en las que vivimos, el acto de resistencia
hombres (mejor dicho como los hombres son socializados a actuar y pensar y co- más fuerte que me puedo imaginar. Me es difícil imaginar que algún tipo de estra-
mo muchas de nosotras esperamos que los hombres actúen y piensen) para poder tegia organizada colectivamente pudiera tener las consecuencias sobre diferentes
conseguirnos una mejor posición económica. Las formas que toma el poder legi- niveles de la sociedad que este tipo de acción no organizada tendrá. Las acciones
timado varía a través del tiempo y con esto también las formas de resistencia - concientes o inconscientes de cada una de estas mujeres obliga a nuestros políticos
concientes o inconscientes- que utilizan diferentes mujeres. También sucede que a pensar sobre sus consecuencias.
formas viejas de poder institucionalizado desaparecen pero las ideas que circulan Verónica Stoehrel
en la sociedad continúan existiendo. Lo que sucede en este caso es que las formas
Departament of Media and Communication, Halmstad University. Suecia

Topía REVISTA 11
socia a la persona y la ve como si fuera mundo externo. Teniendo en cuenta otro aspecto en el Todas éstas son situaciones en las que el
un objeto, la deshumaniza y disocia sus Teniendo en cuenta que el Yo es ante to- que se manifiesta la problemática, po- varón daña a las mujeres descargando
propios sentimientos de su sexualidad. do corporal, el daño al cuerpo es un da- demos observar que en la sintomatolo- sobre ellas sus sentimientos displacen-
Pero en la mayoría de los casos de pros- ño a la totalidad de la persona y será ne- gía manifestada en el aspecto corporal teros valiéndose del anonimato, sin ati-
tituyentes uno de los móviles es el abu- cesario el cese de la práctica, o la asis- aparecen frecuentemente jaquecas, he- nar a buscar para él contención o asis-
so de poder, la voluntad de someter. tencia, para que se produzca la refle- morragias menstruales y, por el contac- tencia que le permita algún tipo de re-
De la misma forma el cafishio -llamado xión con el sostén necesario. Sin estas to, dolores crónicos de todo el cuerpo - solución que no quede solamente en la
en el ambiente “marido”- lleva al extre- condiciones es imposible la elaboración sobre todo mamas y genitales- desga- descarga circunstancial.
mo el poder sobre la mujer entre ame- de semejantes hechos traumáticos y rros múltiples de vagina y recto, porta- De la misma manera es llamativa la fal-
nazas y ofrecimiento de protección, en también es dificultoso que puedan ela- ción de HIV y enfermedad de SIDA. ta de cuidado que la mayoría de los
una relación de dominación a veces ab- borar las fantasías depositadas en sus También he recibido permanentes co- hombres tienen en cuanto a la preven-
soluta: “No sos nada”, le dice. Ella mis- cuerpos por ellas mismas y por los mentarios de suicidios de compañeras. ción de las infecciones de transmisión
ma está negada como persona -“una otros: la familia, la sociedad, la cultura La falta de procesamiento que señalára- sexual. En muchos casos es difícil, in-
puta no es nada”, “a quién le importo”- en general. mos más arriba impide el desarrollo de dependientemente de las edades, que
y sólo le resta el “ser utilizable” por el Un común denominador que pude ob- la reflexión y la mediación del pensa- ellos accedan al uso de preservativos.
dinero que proporciona. Pero, a la vez, servar, independientemente de las dife- miento, lo cual genera muchas veces Este es un riesgo más en la práctica de
se le hace sentir que ella no tiene valor. rencias individuales, es que cualquiera conductas compulsivas que no les per- la prostitución y las mujeres tratan de
Incluso hay mujeres que jamás tocaron sea el sector social en el que se desem- miten elegir adecuadamente. Por lo tan- implementar técnicas varias para usar-
dinero, pues no pasa por ellas. peñaron y las vicisitudes atravesadas to, tienen obstaculizada la elaboración los sin que ellos lo adviertan. Una situa-
en su infancia, estas mujeres tienen una de duelos y en consecuencia, la salida ción arquetípica de la relación sexuali-
gran tendencia no sólo a la ya mencio- de la prostitución. Y la sintomatología dad-locura-muerte, se da por ejemplo
En todos los casos estudiados, nada disociación entre su racionalidad sigue agravándose por la acumulación cuando una mujer le advierte al cliente
las mujeres en situación de y su afectividad, sino también una de situaciones graves sin elaboración. que está enferma de SIDA, mostrando
prostitución realizaron sus enorme dificultad para dirigir sus im- inclusive manchas producto de la enfer-
pulsos y una tendencia a veces extrema Consumo de mujer medad, y el cliente no cree en esa afir-
“elecciones”, algunas desde la
a refugiarse en la fantasía. mación y exige realizar el acto sexual
niñez, condicionadas por si- Una mujer en situación de prostitución
En muchas aparece una tensión intrap- sin profiláctico. La relación sexual se
expresó en una oportunidad en un pro-
tuaciones externas e internas. síquica que a veces impide casi total-
grama de televisión: “No me da vergüen-
convierte en una ceremonia propiciato-
En este sentido, es decisivo el mente su capacidad de reflexión. Pade- ria de la enfermedad y la muerte.
za mi actividad, ¿por qué me va a dar ver-
cen enorme temor a las relaciones inter- Por otra parte, estas mujeres muestran
enlace que realizan con el mun- personales, sobre todo donde se juegue
güenza si me consumen?”. Ella expresa,
una falsa fortaleza yoica, con actitudes
do de la prostitución los reclu- aún de manera inconsciente, el doble
la afectividad. Paradójicamente tienen de desparpajo que ocultan su extrema
aspecto de reconocerse a sí misma como
tadores, personajes claves del marcada dependencia afectiva y tam-
objeto de consumo asumiendo la postu-
indefensión. Les resulta imprescindible
ámbito del proxenetismo, ya bién un gran rechazo a su propia sexua- realizar un simulacro ante los prostitu-
ra del proxeneta y del prostituyente y, el
lidad. Me estoy refiriendo a que no po- yentes y su disociación se incrementa
que la enorme mayoría de las de ser “consumida” como ser “devasta-
nen en juego su sexualidad en la prácti- aún más ya que para resultar atractivas
da”. De esta manera, no sólo no se re-
mujeres que llegaron a la si- ca, o sea, no incluyen su cuerpo erótico
conoce como persona en el trato con el
fingen dando una idea de fortaleza den-
tuación de prostitución son in- sino el cuerpo físico -incluso éste diso- tro de esa ficción. He comprobado de
prostituyente que “consume” de ella la
ciado de su mente- y por lo tanto no hay distintas maneras que estas personas
ducidas, cuando no obligadas, deseo sexual en la mayoría de los casos,
unidad de su corporeidad y psiquismo,
cuyos cuerpos son invadidos perma-
por ellos. sino que esta relación la ubica en un
ni siquiera con el hombre al cual quie- nentemente con esas prácticas a través
punto de vista desde el cual, claramen-
ren. de los años, sufren consecuencias de tal
te, no se considera persona. Estamos
Algunas consecuencias de la práctica Sufren repetidas angustias por baja to- gravedad que sólo son comparables a
aquí ante la tremenda paradoja de que
de la prostitución lerancia a la frustración y sentimientos las de personas que han sufrido tortura
hay gente que consume personas, y que
de culpa que, en algunos casos, se rela- física y psicológica. Algunos ejemplos
Para la mujer prostituída, el maltrato para llegar a ello necesita creer que esa
cionan con haber sido abusadas siendo dan muestra de ello:
del proxeneta produce efecto traumáti- mujer es una “cosa” pasible de ser usa-
niñas y por haberse hecho cargo de esa
co con el agravante de que se le hace da, abusada y consumida, tal como ya
culpa que no les correspondía. Asimis- Sol: “A veces, aunque con cara bonita hago
creer que siempre el maltrato es mereci- se había sostenido al hablar del proceso
mo, se sienten culpables por estar reali- todo bien, estoy con ellos y no pienso ni si-
do por el hecho de ser una prostituta. de objetivación.
zando una actividad que, aunque es tan quiera en el dinero, solamente tengo náu-
Habría que notar, además, que el hom- El proxeneta y el consumidor se en-
inducida por la sociedad, está tan cen- seas. Si tengo que estar con mi pareja tam-
bre que la castiga es el mismo que la lle- cuentran en una posición narcisista sos-
surada por ella. bién es como con un cliente porque no sien-
vó a la situación de prostitución. tenida en el poder. En el caso de la mu-
Aparecen también tendencias a negar la to nada. Es como que ya la mujer está anu-
Otra situación paradojal podemos ob- jer prostituída se trata en cambio de una
realidad o a hacer un recorte importan- lada”.
servarla cuando los propios padres de posición devaluada. El solo hecho de
te de ella, por la falta de recursos para
la mujer, para ser mantenidos, retienen pagar coloca al hombre en una situa-
poder operar sobre esa realidad que las Sonia: “Mi hermano me violó cuando tenía
como rehén a un hijo de ella con la ex- ción de superioridad respecto a la mu-
desborda. Por el mismo motivo, apare- 13 años. Me tapó la boca y mientras me vio-
cusa de estar “cuidándole el chico”. Es- jer. En algunos casos no se trata de tener
cen tendencias agresivas que reprimen laba me gritaba ‘Puta, puta, sos una puta’.
tas y otras situaciones paradojales en una aproximación sexual sino de poder
y a veces, son actuadas contra sí mis- Yo no sabía nada, no entendía nada. Y era
las que viven, van produciendo un so- relatarle cosas que los desbordan. Pero
mas produciendo síntomas orgánicos. como si yo no estuviera ahí. Es lo mismo
cavamiento en la posibilidad de pensa- esta situación, contrariamente a lo que
En la mayoría de los casos se observa que me pasa cuando estoy con los clientes.
miento de esas mujeres, cuando este se puede detectar en el imaginario so-
que sienten temor a la desestructura- Hago un personaje, hablo, me río, pero es
proceso es necesario para desarrollar cial, no se basa en la confianza, sino que
ción y fragmentación; sufren ansiedad como si yo no estuviera ahí”.
sus propias vidas de un modo autóno- es una circunstancia más del ejercicio
referida a la sexualidad masculina; tie-
mo. Solamente el hecho de tener obliga- de control y dominio sobre ella, ya que
nen tendencia a la fabulación y vivencia Estas mujeres expresan una realidad
damente múltiples relaciones sexuales la coloca en la obligación de tener que
de hostilidad con inclinación al aisla- doliente: separadas, escindidas de su
durante cada jornada constituye inexo- tolerar todo tipo de relatos, a veces de
miento, como mecanismo de defensa. sensualidad, de su sexualidad, no expo-
rablemente vejación, ya que en ellas no índole eminentemente angustiante y
Estas son tendencias autodestructivas nen ya un cuerpo erótico sino órganos
hay libre elección sino elección del mal perturbador, por haber cobrado su ho-
que, a veces, aparecen como único esca- sexuales. Para realizar una elaboración
menor dentro del sometimiento. ra.
pe de sus realidades.
Por otra parte, debemos tener en cuenta Sus proyectos en general no coinciden
que cada cliente solicita o exige la reali- con sus realidades, lo que las lleva a ge-
zación en acto de sus fantasías en el nerar una depositación de sus deseos
cuerpo de estas mujeres, o exigen que de realización en sus hijos, como inten-
ellas presencien actos que, por su diver- to de reparar a través de ellos sus pro-
sidad y características, son sumamente pias historias. Esto se relaciona con su
perturbadores. En un caso como en el propia inmadurez emocional y se pre-
otro, habrá sufrimiento corporal y psi- senta de la forma ambivalente amor-
cológico y deterioro de la relación con el odio.

IVo. Encuentro Latinoamericano de los Estados


Generales del Psicoanálisis-SanPablo

Invitamos a todos los colegas y amigos ligados al campo


psicoanalítico a participar del
IVº Encuentro Latinoamericano de los Estados Generales Desde el 25 de Julio al 12 de Septiembre
del Psicoanálisis, que será realizado los días Todos los lunes, 20:30 hs. Entrada Libre y Gratuita
4, 5 y 6 de Noviembre de 2005, en el Consultá la programación de teatroxlaidentidad Ciclo 2005
Instituto Sedes Sapientiae de San Pablo. en www.teatroxlaidentidad.net
Consultas / informes
Informes: www.estadosgenerales.org info@teatroxlaidentidad.net

12 Topía REVISTA
mínima, sería necesario que pudieran El 9 de junio de este año el Suplemento de Psicología del diario Pági-
reflexionar y hacer un relato sobre las na/12 publicó fragmentos del artículo “Consumo de Mujer. Mujeres en si-
actividades a las que están sometidas,
tuación de prostitución” de Magdalena González. Muchas fueron sus re-
pero esto se ve impedido, en general,
percusiones. EMERGENCIAS
porque no les es posible tolerar la an-
gustia. Como el texto estaba anunciado como un adelanto del que publicamos EN SALUD
Un ejemplo de ello es este comentario en este número nos fueron llegando varios e-mail destacando la contra-
que hizo Adriana: “Una vez un grupo que dicción entre su contenido y la historieta “Clara de noche” que aparece
MENTAL
estábamos reunidas a la madrugada porque regularmente ese mismo día en el suplemento “No” de dicho diario. EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
no había clientes, quisimos imaginar con PARA LA ATENCIÓN
cuántos hombres se había acostado cada
Si bien la polémica nos excede, ya que se refiere a un medio que no es el
nuestro, cumplimos con la obligación de publicar estas cartas de lecto- AMBULATORIA Y DOMICILIARIA
una. Fuimos imaginando micros llenos de
hombres para poder tener una idea, pero nos res que fueron enviados a nuestro Consejo de Redacción con pedido de ATENCIÓN EN SITUACIÓN DE CRISIS
sentimos muy mal y algunas se descompu- difusión. La importancia de los temas planteados nos lleva a la necesi- Dr. César Bendersky - Tel:4966-1671
sieron. Fue tan espantoso que nunca más dad de continuar un debate. Como lo señala uno de los lectores, el dra- Lic. Noemí Focsaner - Tel:4832-2669
tocamos el tema”. Dra. Silvia Guarrera - Tel:4963-8537
ma de Romina Tejerina lo hace imprescindible.
La “industria” de la prostitución
Señor director de la revista Topía quie- Querido Enrique:
En la sociedad se presentan falsas op- ro poner en su conocimiento esta carta Acabo de releer el ar-
ciones: por un lado, la “industria” de la de lectora que acabo de enviar también tículo de Magdalena González publica- Los lunes de 19:00 a 20:00
prostitución recibe el aporte de algunos al diario Página/12: do en el diario Página/12. También vol-
medios de comunicación que muestran …y Clara, ¿qué dice? ví a mirar la tira “cómica” “Clara de no-
por FM Flores (90.7)
esta actividad como una opción posible En la edición de ayer, 9-6, sección psi- che” que publica el mismo diario en el
y sumamente atractiva para la mujer. cología, leí un artículo (de Magdalena suplemento “No” para la juventud.
En el otro extremo existe la fantasía ge- González “La otra tortura”) muy ¿có- Me provoca una gran indignación la in- EL RELOJ
neralizada de que los daños son “dema- mo decirlo? Informativo, interesante, coherencia del diario. Por un lado
siado irrevocables”, que “vienen desde conmovedor, fuerte, en fin, sus efectos muestra lo horrible del mundo de la
el fondo de la historia de la humani- Porque el tiempo no para
son precisamente el motor de esta car- mujeres prostitutas y, por otro lado, na-
dad” y “son tan vastos que no hay posi- ta. El artículo está complementado por da menos que en la sección que más de- y la verdad
bilidad de revertirlos socialmente por otro sobre “los que ‘reclutan’ para la biera ser protegida, hace de la actividad no se puede ocultar
política alguna”. Sin embargo, es nece- prostitución” y un recuadro resaltado de “Clara de noche” una cosa graciosa,
sario y posible desenmascarar esta “na- en rosa, que resume lugares comunes divertida y jodona.
turalización”, y poner bajo una mirada del imaginario colectivo respecto de las Lo primero que pensé fue enviar una
ya advertida la abrumadora carga cul- mujeres prostituidas. carta al diario señalando la incoheren-
tural de estas prácticas. Ahora bien, ¿cómo debo interpretar cia. Luego lo deseché al recordar que,
LIC. MONICA
Tal desenmascaramiento es necesario que se publique en una misma edición en una oportunidad, envié un texto GROISMAN
para que quede clara la posibilidad y esta nota y como todos los jueves en el donde criticaba al Canciller Bielsa por
necesidad de políticas que modifiquen suplemento “NO” otra entrega de la ti- sus elogios a Colin Powell (recordar su CLÍNICA DE LA
este estado de cosas. Así como también ra “Clara de noche”, como siempre ver- papel en la destrucción de Irak) que no
es de vital importancia no dar por su-
TENSIÓN
seando sobre el imaginario ¿masculi- publicaron.
puesto que el daño es tan irreparable, y no? respecto de las prostitutas y el Creo, Enrique, que ya que van a publi- CUERPO - PSICOANÁLISIS
que la cosa pertenece tanto a “la condi- magnifico sexo que se obtiene de ellas car el valioso trabajo de Magdalena
ción humana” que no se puede hacer y si es posible no pagar, mucho mejor? González en Topía, sería oportuno re-
nada para evitarlo y, por lo tanto, es ne- ¿No sería hora de tomar el contenido saltar estas incoherencias como una for-
cesario que resignifiquemos la idea del artículo de González un poco más ma de mantenimiento de un status quo Asistencia Individual
acerca de la irreversibilidad de la activi- en serio y preguntarse de una vez para perverso. Dicha historieta avala las teo-
dad de la prostitución. La fantasía de Grupos de Trabajo Corporal
todas, cuál es el sentido ¿oculto? de es- rías y prácticas machistas de: “Les gus-
que cuando se entra en la prostitución Expresivo y Terapéutico
ta tira, sobre todo en un suplemento ta la plata fácil”, “Lo hacen porque les
ya no se puede salir da lugar, en estas para jóvenes? ¿Cuál es la necesidad de gusta”, “Vos, para trabajar no servís”,
mujeres y en la sociedad, a que esta vic- aferrarse a esta Clara de Noche, que “En el fondo todas la minas son putas” J. R. de Velazco 770 - Capital -
timización se perpetúe. parece graficar tal cuál todos los pre- y tantas otras. Teléfono 4857-0855
El incremento de la pobreza y la miseria conceptos enumerados en el recuadrito En estos días en que el drama de Romi- e-mail: momapalermo@keko.com.ar
en el país significó una tremenda vio- rosa de la página 28? na Tejerina desnuda la podredumbre
lencia para la sociedad toda, que para- Atte. del sistema, debemos repudiar aquellas
lelamente se tradujo en un fuerte ingre- Claudia Lohff conductas que, graciosamente, lo avalan.
so de mujeres que se quedaron sin re-
cursos, a la situación de prostitución. Es
DNI 92.425.407 Dr. Miguel Vayo TA N G O
evidente que esta sociedad ha produci- C L A S E S
do el pasaje del ciudadano al consumi- PARTICULARES Y
dor y de esta manera se ha realizado REVISTA DE POESÍA “¿Has actuado en
una facilitación para el pasaje del con- BARATARIA GRUPALES
conformidad con tu deseo?” MARIANO PEDERNERA
sumo de los objetos al consumo de las 2da. época. Año V Nº triple (9-10-11) J. Lacan
personas. La situación de prostitución Dir. Mario Sampaolesi MARIANA SAITA
aparece entonces como paradigmática VIERNES DE 21 A 22.30 HS.
de este modo de producción del capita-
Sec.de Red. Héctor J.Freire Lic. Karina Pueyo - Psicoanalista
lismo salvaje. Es el lugar del goce ilimi-
Neuquén 560 3er.Piso Dpto.l2 Cap.(1405) Entrevistas al 4943-7137 ARGERICH 4076
tado en el que, como vimos, la mujer es 4572-2839
II Encuentro Internacional de Lucha Intermanicomial

destruida en el ejercicio de su ”profe-


sión”, sin legalidad psíquica para el
cliente y el proxeneta. Asociación Madres de Plaza de
Por lo tanto, como sociedad es preciso
que asumamos nuestra propia disocia-
34 PUÑALADAS Mayo
ción. Integrar permitiría modificar 1977 - 30 de abril - 2007 // 30 años de lucha
mandatos sociales, incluyendo la refle- IV Congreso Internacional
xión sobre los temas que producen esta Presenta su nuevo cd
Salud Mental y
situación para modificar estos procesos.
Pero es indudable que se necesita tam-
bién de una vocación política que per-
slang Derechos Humanos
Por una formación crítica en salud Mental,
mita desmontar la “industria” de la
prostitución, facilitando la generación
Orquesta de cuerdas trabajando las prácticas clínicas y sociales
de programas que posibiliten esta
transformación.
tensadas y cantor 10 al 13 de noviembre de 2005
Salud, Educación y Trabajo
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Nota Los márgenes en la niñes y la niñes en los márgenes.
1 Durante mi permanencia en la
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“Asamblea Raquel Liberman” tomé el Las territorialidades, los espacios críticos y los espacios de encierro.
concepto de a) “mujer en situación de
Las construcciones conceptuales: las herramientas de
prostitución”, noción que implica que
Masaje terapéutico transformacióny los instrumentos de reproducción.
puede tratarse de una actividad coyun-
tural de la cual se puede salir y b) lla- Los discursos: la palabra individual y la enunciación colectiva.
mar “prostituyente” al cliente ya que de Las leyes: la legalidad hegemónica y las legitimidades singulares.
su solicitud depende toda la situación.
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Topía REVISTA 13
LA

EN

IC A
LA CLINICA A CIEN AÑOS DE
C
L IN TRES ENSAYOS DE TEORÍA
SEXUAL
Los cien años que nos separan de Tres ensayos de teoría sexual necesariamente implican transformaciones teóricas y clínicas. Es por ello
que decidimos proponer algunos interrogantes a tres psicoanalistas para pensar acerca de la vigencia y la actualidad de esta obra.

1- ¿Qué conceptos planteados allí por Freud considera que tienen vigencia en la actualidad y cuáles reformularía?
2- ¿Qué lugar ocupa en su práctica clínica el trabajo con la sexualidad infantil del paciente?
3- En el primer ensayo, Freud afirma que la disposición bisexual interviene de algún modo en la llamada ‘inversión sexual’. ¿Qué lugar
le otorga usted a la tesis de la bisexualidad en su práctica y por qué?

Emilce Dío Bleichmar no que hombres y mujeres en virtud de una normati- presentar la fenomenología de las variantes sexuales.
Psicoanalista va que rige la diferencia entre masculinidad y femini- Freud “sabía” de tal déficit y exhortaba a su clarifica-
bleichmar@aperturas.org dad valoran, tienen disposición y disponibilidad dife- ción. Ferenczi lo intentó en su tiempo, pero sólo cuan-
rencial para la vivencia erótica. do se incluye el concepto de género -como lo ha hecho
1.- Obra considerada junto a la Interpretación de los Sue- El yo en tanto imagen de sí mismo/a, el yo represen- Robert Stoller a lo largo de su obra (1968-1991)- se lo-
ños la más trascendente y original contribución de tación de Laplanche, o el imaginario del yo de Lacan gra algún grado de elucidación.
Freud al conocimiento humano resulta relevante plan- constituye el dominio pertinente del concepto de gé- La distinción aportada por John Money entre identidad
tearse su vigencia y sumarnos a lo que él mismo Freud nero. El yo en la subjetividad nunca es neutro. Y será de género y orientación del deseo puesta a trabajar por
pensaba en 1909 en un prólogo a la segunda edición, - desde ese sí mismo -varón o nena- que se inscribirán Stoller en la comprensión del transexualismo, la ho-
curiosamente suprimido como se hace notar en la edi- las identificaciones a los padres, identificaciones que mosexualidad femenina y masculina, el travestismo
ción de Amorrortu-: “El autor que no se llama a engaño llamamos preedípicas o edípicas resumiendo en estas fetichista heterosexual, el travestismo homosexual,
sobre las lagunas y oscuridades de este pequeño escrito... es condiciones un sinnúmero de aspectos de los padres permite entender y definir con mayor rigor, a mi mo-
su ferviente deseo que este libro envejezca rápidamente, a que no pasan por su rol sexual sino por cómo funcio- do de ver, la diferencia que tanto Freud como Ferenczi
causa de la aceptación universal de lo que antaño fue su nan en todos los demás dominios de la vida. Si el hijo plantearon en torno a la inversión del sujeto o del ob-
nuevo aporte, y del reemplazo de las deficiencias que contie- se ve afectado en su masculinidad por la personalidad jeto. ¿Que es un homoerótico en cuanto al sujeto? Un
ne por las tesis correctas” (p. 117). dependiente del padre ¿seguiremos pensando que se homosexual feminizado, que se siente mujer y se com-
La sexualidad infantil, sus manifestaciones, sus fuen- trata de sus fantasmas edípicos de ataque al padre por porta como tal, tiene prevalentemente una identidad
tes, las teorías sexuales y la sobrestimación del objeto su deseo sexual por la madre o por la falta de un mo- femenina (gusto por la apariencia corporal, activida-
sexual son los conceptos fuertes del descubrimiento delo de padre luchador que de fuerza al sí mismo del des y sentimientos “femeninos”). O sea, su género es
freudiano que desde hace mucho tiempo cuentan con niño? prevalentemente femenino y su orientación del deseo
la aceptación y legitimación social, siendo el esclareci- Tener en cuenta el sistema sexo/género permitiría una homosexual hacia el igual. La segunda categoría pro-
miento y la educación sexual parte del currículum de revisión más comprensiva del primer ensayo de teoría puesta por Ferenczi, el homosexual en cuanto al obje-
la escuela primaria en gran parte del mundo desarro- sexual cuando Freud se ve en figurillas tratando de ex- to puede ser un misógino homosexual, su homosexua-
llado. A su vez, también debemos recalcar la anticipa- plicar “las aberraciones sexuales”: “El hermafroditismo lidad no tiene que ver con ninguna valoración de lo fe-
ción freudiana a los hallazgos neuroendócrinos -la psíquico ganaría en verosimilitud si con la inversión del ob- menino, todo lo contrario, puede existir un rechazo ab-
química de la sexualidad- como también una cierta jeto sexual corriera paralelo al menos un vuelco de las otras soluto a la misma, es también homosexual en la orien-
apertura a la polivalencia causal de la homosexuali- propiedades anímicas, pulsiones y rasgos de carácter, hacia tación de su deseo, es decir, su orientación sexual es
dad, y sobre todo vinculado al estudio de las variacio- la variante que es peculiar del otro sexo. Pero semejante in- homosexual y su identidad de género es masculina. La
nes sexuales, la no correspondencia obligada entre la versión del carácter sólo se encuentra con alguna regulari- diferencia pasa, en ambos, por el género no por la
pulsión y su objeto. dad en las mujeres invertidas. En los hombres, la más plena orientación sexual que en ambos es invertida.
¿Qué debiera ser revisado o quizá dicho de modo más virilidad anímica es compatible con la inversión” (p. 129). Otra grave insuficiencia de la teoría psicoanalítica de
contundente reemplazado un siglo más tarde como el Freud se refiere al homosexual misógino, quien recha- la sexualidad es la androginia prevalente de sus pro-
mismo Freud aconsejaba? za todo signo epidérmico y contacto con cualquier for- puestas mayores. Nuestra tesis es que Tres ensayos de
En primer lugar, la concepción de la sexualidad como ma de feminidad. “La más plena virilidad anímica” se teoría sexual son básicamente ensayos de comprensión
la única causa de las perturbaciones mentales dando refiere al género, es decir, a un hombre que se identifi- de la constitución del significado sexual de los varones
lugar a concepciones modulares de la mente que ad- ca como tal, se rige por pensamientos y sentimientos y de los hombres, y que el ensayo sobre la teoría sexual de
miten una multiplicidad de sistemas motivacionales acordes con la masculinidad de su medio, probable- la niña y la mujer, está todavía en vías de formulación.
como factores intervinientes tanto en el desarrollo nor- mente con apariencia física masculina, pero cuya Un intento de contribución a un conocimiento especí-
mal como en el patológico. No podemos seguir soste- orientación del deseo es homoerótica. Resalta el co- fico de la sexualidad femenina es mi trabajo de tesis
niendo la diversidad de condiciones de sufrimiento mentario sobre las mujeres que no sólo cambian la doctoral pubicado en el texto La Sexualidad Femenina.
del ser humano derivadas exclusivamente de las vici- orientación del deseo sino también sus rasgos de ca- De la Niña a la Mujer, en el que muestro el cúmulo de
situdes de la sexualidad infantil, ni tampoco concebir rácter, o sea su género, hacia la masculinidad. bibliografía existente y publicada por órganos oficiales
teorías clínicas o intervenciones en las cuales se habla del psicoanálisis que aportan conocimiento divergente
de déficits tempranos del vínculo, trauma, violencia, Freud agrega notas y notas al pie tratando de ofrecer a las tesis freudianas sobre el desarrollo de la sexuali-
ausencia de mentalización, migraciones y que todo sin claridad a algo que continúa confuso: “El problema de la dad en la niña. En la subjetividad de las niñas lo que
excepción quede explicado en términos del complejo inversión es sumamente complejo y abarca tipos muy diver- existe es temor al pene y si en las mujeres se constata
de Edipo. Sobran factores y falta teoría que los articu- sos de actividad y desarrollo sexuales. Debería trazarse una envidia al hombre no es a su pene -aunque pueda ser
le y explique en su incidencia psíquica. La idea que las neta distinción conceptual entre diferentes casos de inver- ésta la representación simbólica- sino a su condición
neurosis son el negativo de las perversiones se basa, sión según que se haya invertido el carácter sexual del obje- de privilegio, a su género no a su sexo; que la violen-
en un modelo, por un lado, lineal y reducido del desa- to o el del sujeto” (p. 132). cia sexual tiene una incidencia mayor en su subjetivi-
rrollo que no alcanza para explicar la complejidad psí- dad, tanto en los casos de abuso como en la simple
quica, y por otro, en una idea patográfica del desarro- En 1920, se vale de Ferenczi (1914) para aclarar el tema constatación de los riesgos que la puesta en acto de la
llo que nos ha hecho pensar las etapas tempranas co- “ha preparado una serie de importantes puntos de vis- sexualidad entraña para la mujer, lo que convierte a la
mo estados psicóticos o perversos. ta sobre el problema de la inversión. Critica, con razón, pubertad en el período de mayor ansiedad para la chi-
No menos importante es que para entender en rigor la que bajo el nombre de <homosexualidad> (que él pro- ca ya que la violencia y los riesgos se hacen realidad y
importancia del concepto freudiano de psicosexualidad, pone sustituir por el más adecuado de <homoerotis- que es el temor a la violencia sexual la verdadera an-
debemos introducir en la teoría psicoanalítica el con- mo>) se confundan una cantidad de estados diversos, siedad de castración femenina.
cepto de género indisociable de la sexualidad, pero de desigual valor tanto en lo orgánico como en lo psí-
que requiere ser estudiado en su propio dominio, que quico. Pide que se distinga con claridad al menos en- 2.- Variable, ya que la incidencia de la sexualidad in-
es el de la estructura del self o si se quiere del yo. Si el tre estos dos tipos: el homoerótico en cuanto al sujeto, que fantil en la subjetividad es una condición no universal
concepto de pulsión se considera el punto de ruptura se siente mujer y se comporta como tal, y el homoeróti- de patología, si entendemos la psicopatología basada
con el instinto ¿no debiéramos de pensar, desde el pa- co en cuanto al objeto, que es enteramente masculino y en un amplio espectro de condiciones disfuncionales:
radigma de la intersubjetividad y de la prioridad del no ha hecho más que permutar el objeto femenino por trastornos del vínculo de apego, de la narcisización de
otro en la psique humana, que el fantasma de femini- uno de su mismo sexo” (p. 133). su self, de la regulación de sus emociones, entre otras.
dad y masculinidad es un contenido implantado pre- Examinando estos fragmentos del primer ensayo nos No obstante, en el caso de las mujeres en las últimas
cozmente por el adulto y que el yo es desde su origen encontramos con lo que continúa siendo, aún en la ac- décadas hemos asistido al fin del enmascaramiento
una representación del sí mismo/a genérico? Que lo tualidad, uno de los síntomas de insuficiencia de cono- del abuso y del incesto al que con frecuencia se ven so-
que nos diferencia como humanos no sólo es que no cimiento que salta a la vista en la oscuridad y dificul- metidas, lo que hace que la investigación de la sexua-
existe correspondencia entre la pulsión y su objeto, si- tad que encuentra cualquier autor para describir, para lidad infantil nos enfrente con un escenario que para
14 Topía REVISTA
nada se circunscribe a la subjetividad fantasmática, al del mundo exterior en investiduras o huellas mnémi- rio de la inestable diferencia entre el otro y el sí mismo.
autoerotismo o al complejo de Edipo sino a la más cru- cas, constituyentes del psiquismo. No descartamos como posible fijación o corriente psí-
da sexualidad traumática. A diferencia de la época freudiana donde el SuperYo quica a representaciones que desmientan la castración
se oponía a la sexualidad, nuestra época ha desarrolla- y reafirmen la premisa universal del falo constituyen-
3.- La supuesta bisexualidad biológica en la obra freu- do un SuperYo complaciente con el deseo, multiplica- do a un núcleo perverso.
diana se aplica sobre todo a la mujer. En rigor la teoría do y estimulado como emblema narcisista del Yo, las Hoy sabemos que la práctica de la homosexualidad
freudiana sobre la feminidad y la sexualidad femenina tesis de 1905 se ven corroboradas por una práctica so- puede responder a varias constelaciones metapsicoló-
se podría calificar de “transexualista”, ya que sostiene cial que está dando salida precisamente a diferentes gicas y no sólo a una estructuración por desmentida
que la niña instintivamente se halla preparada para la formas de sexualidad, de emparejamiento, de procrea- de la castración. Pero además estamos asistiendo a
masculinidad, que desde que descubre la diferencia de ción y de constitución familiar. Necesitaremos algún nuestra cultura posmoderna, narcisista y hedónica, la
sexos se siente castrada, desea ser hombre y ver su tiempo todavía para evaluar sus efectos psicosociales, que cancela represiones que indudablemente en otras
cuerpo transformado poseyendo un pene. Freud pero dicha apertura abreva seguramente de las varia- épocas cerraban el paso a la decisión conciente y a la
(1897-1905) sustenta la teoría de la disposición bise- bilidades y vicisitudes de la sexualidad pluriforme del acción sobre muchos deseos. Décadas de mi propio
xual congénita a partir de las ideas sugeridas por Ello. consultorio me están haciendo asistir a algunos cam-
Fliess sobre el sexo dominante y el recesivo y la man- Si bien antaño la angustia disparaba represiones sobre bios notables, adolescentes o jóvenes que “prueban” la
tiene a lo largo de toda su obra otorgándole una gran el espectro de Eros-Muerte, el hombre actual no se sal- relación homosexual, relaciones homosexuales en al-
importancia (1919, 1922, 1923, 1931, 1933). Tal es así va de las angustias precisamente ante la disponibili- guna edad madura neurótica, con incertidumbre acer-
que en Análisis Terminable e Interminable sigue afirman- dad de opciones, aunque se valore la libertad, y ante la ca del rumbo definitivo que tomará la nueva elección;
do que la bisexualidad influencia tanto la identidad se- inestabilidad identificatoria y objetal que asumir ese cambio de la elección heterosexual ejercida hasta la
xual como la elección de objeto, y que su naturaleza espectro conlleva. edad media de la vida con certeza acerca de la nueva
biológica constituye uno de los obstáculos insalvables dirección, todos hechos que prueban la existencia an-
(“la roca”), y uno de los límites que el psicoanálisis en- 2.- La pregunta podría remontarse a esta otra ¿Qué lu- taño reprimida de corrientes de reorganización identi-
cuentra en tanto terapia. gar ocupa en mi clínica la repetición? Un gran lugar, ficatoria y objetal que nos hacen comprender mejor las
Los hallazgos de los mecanismos neurohumorales en pero como también lo ocupan los problemas actuales antiguas homosexualidades, algunas consagradas pe-
embriología demuestran que sólo si el cerebro fetal, el entreverados con las repeticiones. Así, es tan grande dagógicamente como la griega.
hipotálamo, es activado por andrógenos la conducta esa labor reconstructiva como la de que el análisis lo
masculina se desarrolla. El estado neutro, inicial para acompañe al paciente en la resolución libre y creativa
los mecanismos centrales del sexo, así como los rudi- de sus nuevos proyectos, limpiados ya, hasta donde
mentos de los órganos sexuales son femeninos; si la sea posible, de las ansias, los miedos y los traumas in-
corriente de andrógenos (a partir del cromosoma Y) es fantiles. Los deseos sexuales y agresivos de la niñez,
bloqueada, retoma el comando el cerebro fetal femeni- los temores lejanos, los traumas repetitivos no hay que
no. O sea que neurofisiológicamente el cerebro del ir a buscarlos siendo analista, simplemente no hay que
hombre resulta ser un cerebro hembra androgenizado ser sordo ante su sonora presencia en las diversas
y embriológicamente el pene es un clítoris masculini- transferencias y en la transferencia sobre el analista.
zado. Los casos que impresionaban a Fliess y a Freud, Sexualidad infantil encontrada como predominios
lo que se entendía en la época como hermafroditismo pulsionales relativos, como narcisismos preedípicos e
en realidad corresponden a trastornos cromosómicos incestuosos fijados en el Yo ideal, como fragmentos de
(síndrome de Turner), insensibilidad andrógena y tras- objeto y objetos tan pulsionales como narcisistas (fu-
tornos del lóbulo temporal. En su mayoría afecta a su- sionales, espejo, prótesis del Yo y endogámicos) pre- Fernando Ulloa
jetos XY que desarrollan grados variables de feminiza- vios al Naufragio del Complejo de Edipo. Psicoanalista
ción. Desde la historia del presente que el Yo se esfuerza en foulloa@sion.com
aclarar, siempre reconstruímos una historia infantil cu-
yas elecciones libidinales, idealizaciones, odios, no de- Comenzaré por ubicar aquello que de los Tres ensayos
jan de insistir por repetición placentera de estilo aluci- para una teoría sexual, a 100 años de su publicación,
natorio aunque se realice sólo como transferencia, por considero que aún mantiene vigencia. Lo mantiene,
repetición de esperanzas mágicas que no se abando- por ejemplo, su estilo de escritura metapsicoanalítica,
nan, por repetición traumática, por venganzas eternas y de hecho, los efectos que sigue produciendo en los
que no acaban de ser satisfechas. Un adolescente se analistas. Me considero uno de los deudores de esos
arruina toda la dentadura durmiendo noche tras no- efectos metapsicológicos. Señalo lo anterior, aun to-
che con un caramelo en la boca desde que es chico, la mando en cuenta aquello que llevó al mismo Freud a
dulzura del pecho esperado, anhelado, repite su des- decir, respecto de la teoría metapsicológica que era:
trucción acaramelada y, al mismo tiempo, la destruc- “…por momentos, nuestra mitología”. Claro que con
Isabel Lucioni mayor justeza también dijo: “la metapsicología es a la
Psicoanalista ción de sus dientes culpables de asir, desgarrar a una
madre inasible autopresentada como hermana dada la par lo más importante y la menos acabada de nuestras
ilucioni@ciudad.com.ar teorías”. Se diría que estos comentarios bien pueden
juventud con la que lo tuvo y que se pelea con él de
igual a igual. analogarse con lo propio de la sexualidad infantil, de
1.- Sin duda fue un hallazgo vigente hoy la ampliación cuya presencia -desde los inicios de la vida de los ni-
del concepto de sexualidad, desde la genitalidad hete- Otra bella señora no sabe porque no se casa hasta que
descubrimos que no se quiere casar, ahíta de investi- ños- se ocupa Freud, largamente, en el capítulo II de
rosexual hasta sus fuentes, como sexualidad perverso este texto centenario. Pues bien, retomando la anun-
polimorfa infantil, la cual plantea a todo el cuerpo y a dura libidinal, gloriosamente narcisificada por ambos
padres, teme que los hombres la “agarren” asfixiante- ciada analogía con las pulsiones, en esta sexualidad
sus funciones como origen de erogeneidades, decisi- tempranísima tanto se pueden reconocer las imagina-
vas en las primeras inscripciones del otro, del yo y de mente como siente que lo hizo la madre con ella (en
realidad estorbándole el idilio con el padre) y además rias e inacabadas míticas teorías sexuales infantiles,
las relaciones entre ambos. como el hecho de ser, en sí misma, la materia instinti-
Los pequeños montajes de las pulsiones sexuales par- ningún hombre podrá competir jamás con la devota
entrega que hizo el padre hacia ella estorbando hasta va que, por efecto de la cultura, se irá trocando -pro-
ciales van circunscribiendo la representación luego pongo mutando- en el equipamiento pulsional inhe-
unificada del Yo y preludian la diversidad creativa de ahora la exogamia.
rente a todo sujeto humano.
relaciones con el objeto, en el contexto de la dialéctica Una mutación ocurrida en el campo virtual de las re-
Vida y Muerte. 3.- La disposición bisexual enraíza en el cuerpo con
elementos del otro sexo, pero soportada por eso, es presentancias, donde se da el encuentro de las repre-
Mas allá de los 100 años pero teóricamente contigua a sentaciones del instinto metonímico con las represen-
esa extensión de la sexualidad, existe una segunda fundamentalmente, una doble corriente identificatoria
a ambos géneros que culmina infantilmente con las taciones culturales, que por serlo revisten un carácter
gran extensión de la categoría de sexualidad como Su- más metafórico. Entonces este carácter metonímico de
perpulsión Eros, más abarcativa y básica que la sexua- dos tendendencias del Edipo Completo: hetero y ho-
mosexual, la resolución por la feminidad o la masculi- la materia instintual a la que se le reconoce una fuente
lidad de los Tres Ensayos y que junto a la otra Super- somática y un camino de sentido único, en busca de
pulsión: Muerte, constituirán en la dialéctica intrinca- nidad exógamas será siempre una cuestión de predo-
minio neto de una de las corrientes sobre otra. La bise- un destino objetal también tirando a único, por el ac-
ción-desintrincación a la sexualidad polimorfa y revo- cionar de las representaciones culturales, lo cual altera
lucionaria de 1905. xualidad pues ocupa su lugar en todo análisis de lo
que pueda llamarse “normoneurótico”. No obstante parte de la fijeza instintiva -inherente a la natu-


La propia letra freudiana abandona la dualidad pul- ra- abriendo paso al surgimiento de las pulsio-
siones de autoconservación vs sexualidad la que es in- en la ontogénesis y previo a lo que describí anterior-
suficiente, sobre todo por el narcisismo como investi- mente, entre el narcisismo neto y la elección objetal
dura libidinal del Yo que asume la autoconservación y existe una transición a la que llamativamente Freud
por la presencia de la destrucción-autodestrucción llamó homosexual, aunque no pertenezca a dicha co- Subjetividad y Cultura
junto a la sexualidad. rriente del Complejo de Edipo Completo que es poste- Nº 22, Octubre 2004
En el sistema hipotético deductivo freudiano Eros y rior a la caída de la premisa universal del falo y cons-
titutiva de las dos posiciones preheterosexales: lo tiene
Mario Campuzano, Enrique Guinsberg,
Muerte aunque sean llamadas simplemente pulsiones, Alejandro Vainer, Una evaluación actual de la
tienen un estatuto de hipótesis de partida de las cuales o no lo tiene, pero a la que alimenta. Es el enamora-
miento del doble del Yo, aún antes de que se constitu- antipsiquiatría.
derivarán lógicamente las pulsiones sexuales parciales
yan las posiciones hetero y homo como antagónicas, Angela Caniato y Michele Aparecida de Castro,
y la función narcisista de autoconservación. Una de
enamoramiento en el cual se elige al doble siguiendo El sufrimiento psicosocial.
mis propuestas es llamarlas como lo hice: Superpulsio-
nes definidas sólo por la meta: construcción (de orga- ciertos rasgos superficiales, fundamentalmente a pre- Pascale Criton, Micropolíticas del sonido y de
nizaciones más altas de complejidades) y desconstruc- dominio imagen y guiado por las señales de diferencia la imagen.
ción, (simplificación hacia un estado de organización genérica que brinda desde el principio la cultura. Se Leticia Cufre, El trauma: una frontera entre lo
anterior) y por sus empujes, para diferenciarlas de las elige pues a la imagen del propio género como doble psicológico y lo social.
pulsiones sexuales parciales definidas por la fuente, el narcisista del Yo en un intento primero de salvar de al- Jorge Sánchez Escárcega, Más sobre las profe-
objeto, la meta, el empuje y el representante afecto, gún peligro fragmentante la unidad y la integración siones imposibles del supervisor.
componentes todos de la vorstelllung-repräsentanz o del self, pero el doble no es otro establemente diferen-
agencia representante, lugar en el que se consuma la ciado y la unión posible con él significa la muerte psí- gbje1567@correo.xoc.uam.mx
transformación de energías corporales y perceptivas quica “el almicidio” schreberiano, el cierre persecuto- www.subjetividadycultura.com

Topía REVISTA 15
“…La experiencia recogida con los casos considerados
anormales nos enseña que entre pulsión sexual y obje-
to sexual no hay sino una soldadura, y corremos el
riesgo de no ver a causa de la regular correspondencia
del cuadro normal, donde la pulsión parece traer con-
sigo al objeto. Ello nos prescribe que debemos aflojar,
en nuestra concepción, los lazos entre pulsión y obje-
to. Probablemente la pulsión sexual es, al comienzo,
independiente del objeto, y tampoco debe su génesis a
los encantos de éste”.
Encuentro esencial el párrafo anterior, principalmente
en relación al aflojamiento entre pulsión y objeto.
También me parece importante advertir que la califica-
ción de anormal y la referencia a la normalidad, aún
con valor de estadísticamente habitual, aproxima, en
un tema tan sensible, los riesgos de la discriminación.
El mismo Freud en un agregado hecho en 1915, remar-
ca: “La investigación psicoanalítica se opone termi-
nantemente a la tentativa de separar a los homosexua-
les como especie particular de los seres humanos. En
nes, ya una supra estructura, con esbozos metafóricos teóricos -que los tiene- sino por las circunstancias en la medida en que se estudian otras excitaciones sexua-
propios de la cultura. que fueron escritos: cáncer que avanza, nazis en Viena les, además de las que se dan a conocer de manera ha-
En este proceso operan sobre el infantil sujeto dos pro- y el exilio definitivo de su país y de su vida. Como res- bitual, el psicoanálisis sabe que todos los hombres (y
ducciones socioculturales antitéticas y contemporá- puesta compone su texto La escisión del Yo en el proceso mujeres, agrego, explicitando géneros) son capaces de
neas: la ternura y la crueldad. La ternura constituye, en defensivo. Texto inconcluso, en el que hay razones para elegir un objeto de su mismo sexo, y aun lo han consu-
los adultos, un resultado de la sublimación sexual; no suponer cierto compromiso autobiográfico entorno a mado en su inconsciente (…) En todos los tipos sexua-
así en el tierno infantil sujeto donde reina una sexuali- la propia sexualidad infantil. Inconcluso a la manera les (obvio la expresión ‘los invertidos’ incluida en este
dad pura; lo ejemplifican el placer de órgano de la lac- de un comentario freudiano que afirma: “…la metap- agregado, por la carga peyorativa del término. Ade-
tancia y por fuera de ella, el chupeteo donde “los la- sicología es a la par lo más importante y lo menos aca- más hay argumentos -más allá de los prejuiciosos- pa-
bios besan a los propios labios” -al decir de Freud. Un bado de nuestras teorías”. En este trabajo se vuelve a ra no considerar a la homosexualidad como lo inverso
argumento más para pensar que la sexualidad está ocupar de la noción de desmentida (Verleugnung); me- a lo hétero), es posible comprobar el predominio de
desde los comienzos de la vida de un sujeto. ¿Qué de- canismo esencial en el complejo de castración. Lo que constituciones arcaicas y de mecanismos psíquicos
cir de la crueldad, ese fracaso de la ternura en su faz no termina en este texto lo retoma, en parte, en las pá- primitivos…”.
sublimada del buen trato? Sólo diré que el instinto no ginas finales, ahora sí de su último trabajo: Esquema del Sólo propongo, sin espacio para desarrollarlo, que mu-
es cruel, es agresivo porque opera en la reproducción y Psicoanálisis (1940), donde amplía su idea según la cual cho de lo que dije anteriormente acerca del buen trato
en la alimentación, donde se juega la vida de la espe- la desmentida, de esa escisión yoica, se produce no só- y del distrato, se relaciona directamente con esta
cie. Cuando por este fracaso de la ternura sólo se logra lo en el fetichismo y en las psicosis, sino en las neuro- “constitución arcaica de mecanismos primitivos”.
un precario establecimiento pulsional que no alcanza sis, en general frente a circunstancias en extremo difí-
para hacer frontera a la agresividad del instinto, a la ciles como las que él estaba viviendo. Tanto es así que
manera de una denomino proto-represión -esencial pa- Stephan Zweig, compañero de exilio en Londres, dice:
ra entender metapsicológicamente a la crueldad- no “Freud considera serenamente su propia muerte como
sólo no existe tal frontera, sino que la precariedad pul- una circunstancia extra-personal”. ¿Será que optimizó, REVISTA LA PECERA
sional ‘corrompe’ al instinto abriendo paso a la cruel- desde su escisión yoica, la Verleugnung?
dad, también una producción cultural. Algo de este mecanismo he constatado personalmen- Nº9 - Mar del Plata - Invierno 2005
La ternura/buen trato -así formulada- designa con el te, en análisis de pacientes próximos a su muerte; tam- Literatura-Arte-Música y Sociedad
primer término, al tierno recién nacido, y con el segun- bién, y ésto resulta de interés, cuando no es en el fin de Director: Osvaldo Picardo
do, a los adultos a cargo de los suministros materiales: una vida sino en el fin de un análisis, surge otro aspec-
abrigo frente a los rigores de la intemperie, y alimento to curioso de la desmentida, curioso por cobrar forma Jefe de Edición: Héctor J. Freire
frente a los del hambre. También -y ésto importa- las de lo contrario: una suerte de ‘malentendido’ -un co- Editorial Martin.
correspondientes donaciones simbólicas que emanan mo sí- con significación de futura propia muerte del Catamarca 3002 (7600) Mar del Plata.
de las maneras, como modos culturales, conque se analizante, o tal vez del analista. Ésto recrea un clima
aplican estos suministros. Maneras culturales, este tra- transferencial que en ocasiones, no siempre, permite
to, que organiza en el niño las estructuras psíquicas, a trocar la angustia de muerte, en tanto angustia real de
su tiempo aptas para receptar la palabra, desde el ini- castración, en vivencia de muerte; aquí la vida -expre-
cio presente en los cuidados del niño. De ser la cruel-
dad la que prevalezca en los suministros materiales,
sada como vivencia- funciona como soporte dialéctico
de la muerte, un ensayo de inscripción, en el incons-
TOPIA EN
serán las maneras ríspidas, brutales, de las que no se
pueden esperar donaciones simbólicas, sino imposi-
ciente, de la muerte, que no la tiene. Tal vez algo de és-
to permitió a Freud vivir hasta su propia muerte elu- INTERNET
ciones concretas. El resultado imprime una impronta diendo, a su pedido, ‘vivir’ una muerte ya instalada.
cultural cruel con riesgo de reproducirse generacional- La vida siempre es inconclusa, por qué no había de
.ar
www.topia.com
mente, si antes no juega alguna instancia reparadora serlo lo que considero su testamento.
de buen trato. Haber asistido y hablado acerca de todo ésto con Mi-
Cabe señalar que en el mejor de los escenarios de la mi Langer en el transcurso de su muerte, va en la mis-
ternura/buen trato, conviven ambas producciones cul- ma línea. Lo documento en un trabajo donde también
turales ejerciendo su tratamiento, el propio de las artes me ocupo de la muerte de Freud: Las campanas soli-
y oficios para procesar la materia conque estos traba- darias doblaron por Mimi Langer.
jan. Cuando se trabaja criando un niño, de este trata- Vuelvo a La escisión del Yo..., Freud duda, al comienzo,
miento resultará “el contrato pulsional”, tallando su en hablar acerca de algo ya muy conocido y por ello de REVISTA
psiquismo. poco interés. Finalmente opta por escriturar su expe- GENERACIÓN ABIERTA
He resumido sólo algo de lo más vigente a mi entender riencia y señala que muchas décadas atrás el infantil
y desde una perspectiva metapsicológica, este texto sujeto, “descubre” en los genitales de una niña peque- LETRAS-ARTE-EDUCACIÓN
freudiano y centenario. Un resumen hecho desde mi ña, la castración; algo que anuncia la posibilidad de Año XIV Nº39 Abril 2004
práctica clínica psicoanalítica, donde lo metapsicológi- perder su propio pene. A partir de eso desarrolla, jun- Dir.Luis R. Calvo
co no queda reducido a designar el valor de un texto to con la irrupción de su práctica masturbatoria, un
teórico sino que así entiendo la metapsicología, como síntoma que aterra su ánimo: teme ser devorado-cas- generacionabierta@hotmail.com
disposición clínica incluso consigo mismo. No en vano trado por su padre. Verleugnung mediante, organiza
Freud inaugura el psicoanálisis con los que en varios un ingenioso dispositivo, por un lado acepta la castra-
textos denomina el ‘acontecer freudiano’, que así en- ción como inherente al principio de realidad; por el
tiendo su autoanálisis. Al comienzo me extrañaba esta
nominación por convocar directamente lo autoerótico.
otro, disfruta de la sexualidad, respondiendo al princi-
pio del placer. Vale pensar que lo de “muy conocido”
CLIMATERIO
Proponía -sigo proponiendo- la expresión ‘propio aná- aludía a su propia memoria infantil, perelaborativa- Taller de Trabajo Corporal
lisis’ como una adquisición posible e irrenunciable en mente activada en su autoanálisis, expresada en “…
todo psicoanalista que ha arribado a las proximidades muchas décadas atrás el infantil sujeto…”, como pro-
“Un espacio
de un fin de análisis. Más tarde entendí que era legíti- pias décadas. vivencial-reflexivo”
mo lo de Freud, pues recurre al saber auto erótico y su En los términos de una común neurosis, funciona así
Profesionales invitados de
pregnancia infantil. Una manera directa para explorar este ingenioso dispositivo; señal que la escisión yoica
en sí mismo y desde una perspectiva metapsicológica, se mantiene en los límites de una división dialéctica distintas disciplinas
la validez de la sexualidad infantil en la estructura- que permiten la convivencia del principio de realidad Coordinación:
ción, no ya del psicoanálisis, sino de todo sujeto. Au- (castración) y el principio de placer (disfrute sexual).
toanálisis que le permitió perfilar los complejos básicos No sucede ésto cuando los términos de la escisión es-
Alicia Lipovetzky
de la metapsicología, el de Edipo y el de castración; tán desacoplados, como ocurre tanto en el fetichismo (Integrante del equipo interdisciplinario de la
también atravesar mitologías infantiles y culturales como en la psicosis. sección climaterio del Serv. Ginecología
fundando los inicios de la clínica psicoanalítica con La ¿Qué decir acerca de la última cuestión que propone Htal. B. Rivadavia)
interpretación de los sueños y Tres ensayos de una teoría se- Topía respecto de la inversión y la bisexualidad, con-
xual. Al final de sus días nos legó lo que considero su que inicia Freud sus Tres ensayos…? Me valdré de pá-
testamento psicoanalítico, no tanto por sus contenidos rrafos extraídos de su trabajo, principalmente de las
Informes Tel: 4863-2254
conclusiones del apartado “A” del primer ensayo:
16 Topía REVISTA
Susana Toporosi
Algunas claves para el Psicoanalista de niños y adolescentes
susana.toporosi@topia.com.ar

diagnóstico del abuso sexual


infantil
¿Qué es el abuso sexual? hacerse a sí mismo lo que sufrió pasivamente con el in-
No se puede pensar el abuso sexual de niños y niñas si tento de ligar la excitación. Pero la masturbación in-
no se lo ve a partir del estado de dependencia que el fantil no tiene buena resolución somática ya que no es
niño tiene respecto del adulto, y del poder que esa de- orgástica con lo cual la sobreexcitación infantil es ma-
pendencia le otorga al mismo, en una sociedad en la yormente registrada como displacer.
cual las desigualdades sociales instituyen modelos Aunque el niño tenga en pleno funcionamiento los
abusivos. procesos simbólicos, cuando atravesó una experiencia
Es una intrusión de parte de un adulto que abusa de que le resultó traumática no puede simbolizarla. No
ese poder habiendo desarrollado una patología en la puede dibujar el abuso que sufrió, ni realizar un juego
que no está instalada la alteridad con reconocimiento de esa situación. Lo que sí aparece en dibujos o juegos
del objeto. Suelen ser sujetos que sufrieron en su infan- es algún trozo no metabolizado de lo visto u oído en la
cia pasivamente lo que ahora realizan activamente, situación traumática. El analista puede registrarlo por-
aunque ésta no es condición imprescindible. que es disruptivo en el contexto en que aparece; pare-
Ocurre cuando ese adulto está solo con el niño, casi ce provenir de otra escena que corresponde a algo per-
siempre en función de brindarle los cuidados que ne- cibido durante la situación que le resultó traumática.
cesita. Estamos pensando en los abusos provocados Son elementos que pueden servirnos para armar una
por padres, madres, abuelos, abuelas, maestros, maes- construcción de aquello que vivió.
tras, curas o cualquier otra figura que interviene en los No toda conducta o expresión de un sujeto es un men-
cuidados ambientales que un niño o niña requieren saje y está representando algo que hay que entender.
dada aún su imposible autonomía. Muchas veces estamos frente a conductas que son tan
El poder del adulto permanece mudo, no ruidoso, du- sólo trozos o marcas de una situación traumática vivi-
rante el transcurso de los cuidados habituales que el dre para mantener silenciados los episodios infantiles da, y el sujeto no lo puede sustituir o simbolizar. Esto
niño recibe pero se hace audible cuando hay violencia, frente a los otros y frente a sí mismos, mantuvieran to- no implica que ese niño carezca de simbolización.
intrusión, que siempre es física y psíquica en simultá- da su vigencia reflejándose en una imposibilidad de Nuestro trabajo consistirá en poder discriminar si en
neo. Es como si la dependencia comenzara a hacerse tomar contacto con los indicios del sufrimiento que los dibujos, juegos o relatos encontramos solo elemen-
escuchar cuando no puede ser sostenida como tal, ya atraviesa el hijo. Hay madres o padres que desestiman tos simbólicos o también dichos signos de percepción.
que el adulto deserta de su lugar de cuidador y lo re- el relato infantil dejando a su hija o hijo en la mayor Relataré dos viñetas clínicas de dos niñas de cinco
quiere al niño para que le provea satisfacción intentan- soledad y con la sensación de que no vale la pena se- años. Una, a mi criterio, de una falsa denuncia de abu-
do utilizar el poder que sabe que tiene sobre él para so- guir diciéndolo porque nadie le creerá. Comienza así so sexual y otra que corresponde a una niña abusada.
meterlo. Hay una distorsión de la dependencia. una cadena revictimizante fatal que tiene como efecto
la pérdida de confianza en el ambiente, quedando in- Romina tenía 5 años y fue traída por su mamá a la
¿Qué recursos utiliza el abusador para someter al niño? merso en un circuito en el cual si pide ayuda se siente consulta porque sufría por las peleas terribles de sus
Suele ocurrir que quienes abusan de un niño tienen culpable, si habla se siente acusado de estar mintien- padres separados. La madre le temía mucho al padre,
instituido el poder absoluto de la palabra del adulto do, no quedándole otro recurso que enfermar. quien ya había tenido numerosas conductas de violen-
por sobre la de él habiendo sido generalmente ellos ni- Otros padres, a partir de un abuso propio sufrido en cia tales como obligarla a tener relaciones sexuales
ños no escuchados por sus padres. Abusan con la cer- su infancia, no pueden dejar de pensar que lo mismo cuando la iba a buscar a Romina a su casa.
teza de que nunca nadie los descubrirá ya que el poder les ocurrirá a sus hijos, y todo episodio de juegos se- La mamá pertenecía a una familia adinerada pero con
de su palabra alcanzará para desacreditar cualquier re- xuales se transforma en una sospecha de abuso, insta- muchos conflictos afectivos. Al poco tiempo de cono-
lato infantil, sólo por afirmar que “el niño miente o es- lándose un clima paranoide; el chico no puede nunca cer a su profesor de inglés se habían puesto de novios
tá inventando”. Pero jamás podrá un chico construir quedarse a dormir en casa de un amigo o un familiar, y lo había invitado a vivir con ella en su departamen-
una fantasía ni un relato acerca de lo que ocurre en un y esto sirve de sustento para una intrusión permanen- to casándose a los pocos meses.
encuentro sexual si no lo vio (observando relaciones te de los padres. Durante el transcurso de las consultas, Romina iba ex-
sexuales) o no lo vivió como protagonista (sufriendo presando en sus cuentos y juegos el miedo que le in-
uno o más episodios de abuso). El efecto de la sexuali- fundía su papá y el recurso que ella utilizaba era con-
dad vista por la televisión o la computadora, si bien
En los chicos víctimas de agresiones se- formarlo para aplacarlo. Cada entrevista se la notaba
provoca excitación, no parecería alcanzar para produ- xuales que se perpetúan en el tiempo se más desesperada.
cir los efectos traumáticos que genera la visión directa constata muy a menudo que alguno de los A la cuarta entrevista Romina llegó al consultorio y tu-
de la sexualidad intrafamiliar, o con personas con las padres, generalmente el del mismo sexo, ve un gran impacto. Es como si otra Romina hubiera
que existe un lazo libidinal importante. Tal vez no se fue él mismo víctima de intrusiones sexua- llegado. Apareció una voz ronca, monocorde y desa-
ha reconocido lo suficiente el terror que produce en los fectivizada. Me hizo recordar a la protagonista de El
les infantiles de las que no se habló jamás. Exorcista.
niños la exhibición de la sexualidad de los adultos,
combinado a su vez con el deseo de ver. Dijo: “Yo quiero ir con mi papá. Laura (la mamá) me
Una de las primeras sensaciones para el niño suele ser ¿Cómo realizamos un diagnóstico desde el psicoanálisis pa- trata mal porque me chupa acá, mi vagina y mi cola.
la confusión dados los mecanismos renegatorios que ra detectar la presencia o no de lo traumático y sus efectos? No porque me dijeron, porque yo lo vi. Que Laura me
muchas veces utiliza para no tener que reconocer que Los analistas de niños podemos ser convocados de hacía esas cosas, me chupaba la cola. Esto se lo conté a
se quedó solo ya que quien lo cuidaba a partir de ese modos diversos. Muchas veces somos requeridos des- mi papá. Yo le conté con mis propias palabras, le dije
momento lo abandona; y siempre lo vive como trau- de la justicia para realizar un diagnóstico de situación que Laura me chupa la vagina.
mático, por más que a nivel del cuerpo registre excita- y enviar un informe que incluye el pedido de confir- Terapeuta: -¿Qué es la vagina?
ción y placer en alguno de los episodios del abuso. mar o desechar el abuso. Romina: -La cucucha. Me lo hace todas las veces cuan-
Es muy habitual las amenazas de muerte o de pérdida Otras veces el abuso ya se ha confirmado, se realizó la do estoy en la cama. Cuando estaba dormida. Cuando
de amor de la madre, del abusador al niño, para evitar denuncia judicial y somos convocados con un pedido me despierto también. Le dije que no lo haga. No quie-
que lo cuente. de ayuda por el padecimiento del niño. re que se lo diga a mi papá. Dice que es normal hacer-
Es inevitable para el analista que entrevista a un niño le, tocarle la cola a una nena, chuparle. Mi papá no me
¿Por qué el abuso puede prolongarse por años? presuntamente violentado, tratar de confirmar o dese- hace eso, sólo para limpiarme sí me toca.
El abuso sexual de un niño se interrumpe inmediata- char esa presunción. La sola sospecha de que ese chico T:- ¿Le contaste a tu maestra?
mente si hay algún adulto que tenga una buena cone- puede estar atravesando un riesgo importante desafía R:- No, porque Laura se va a enojar.
xión afectiva con él y que por lo tanto pueda reconocer al analista en su responsabilidad como adulto que po- T:- ¿Y qué hace Laura cuando se enoja?
los cambios que sufre por la situación traumática que see un saber que puede ser usado para interrumpir R:- Dice que me va a cortar el pelo de raíz. Laura no
atraviesa. Los niños que sobrellevan esa experiencia una situación victimizante. Es imposible entregarse al quiere que hable. La casa de Laura no es mi casa. La
siempre presentan síntomas o trastornos que involu- análisis si antes no se asegura haber intervenido para casa mía es de mi papito y mía. Yo quiero estar en la
cran al cuerpo. Los más habituales, aunque para nada que el abuso se interrumpa. casa mía que está mi papito.”
exclusivos de esta problemática son: episodios de enu- Un niño que ha atravesado un abuso sexual siempre Cuando me disponía a tener una entrevista con la ma-
resis o encopresis, trastornos en el sueño, pesadillas, presenta una dificultad para relatar lo sucedido. Habi- dre para hablar de lo ocurrido, ésta me contó desespe-
asco, masturbación compulsiva, hiperactividad rela- tualmente hay una carga emotiva muy fuerte que casi rada que el padre le había hecho una denuncia de abu-
cionada con una excitación imposible de metabolizar. no permite hablar ni aún cuando hay confianza con el so sexual y que Romina había quedado con él por de-
Hay siempre cambios bruscos en la conducta aunque analista. Un niño que ha sido atravesado por una ex- cisión del juzgado.
el ambiente puede no registrarlo. periencia de tal envergadura traumática, presenta En el breve lapso de 4 entrevistas yo había tenido la
En los chicos víctimas de agresiones sexuales que se siempre signos en el cuerpo que tienden a repetirse. oportunidad de ver el derrumbe de Romina debido al
perpetúan en el tiempo se constata muy a menudo que Esto mismo constituye un elemento diagnóstico claro. intenso sufrimiento psíquico frente a las peleas de sus
alguno de los padres, generalmente el del mismo sexo, El relato solo, sin implicación del cuerpo, podría ser a padres y el tironeo del que ella era objeto. No pudo
fue él mismo víctima de intrusiones sexuales infantiles veces la repetición del discurso de un adulto. Cuando más que enfermarse con un estado de alienación, tal
de las que no se habló jamás. El hijo es entonces vícti- se ha producido una intrusión sexual, el cuerpo geni- cual lo describe Piera Aulagnier en Los destinos del pla-
ma del silencio que ha prevalecido en la generación de talizado del adulto lo transforma no sólo en una vícti- cer, como un destino del yo y de la actividad de pensar
sus padres y que lo expone más al hecho. Parece como ma, sino básicamente en un sujeto en el que se produ- cuya meta es tender a un estado aconflictivo.
si se esperara que “tuviera que pasar”. Como si los
mecanismos que hubieran necesitado la madre o el pa-
ce precozmente una genitalización. El chico puede
quedar capturado compulsivamente lo cual lo lleva a
No podía ya seguir pensando con su propia ca-
beza atormentada, se alineó con los pensamien- ☛
Topía REVISTA 17
Algunas claves para el diagnóstico del abuso sexual infantil (Cont.)
tos del padre y no quería ver a su madre para evitar el V: -Me toca la pololó. (La mamá dice que le dice polo- un ladrón me agarra. Eso pasa a veces cuando mi papá
conflicto. ló a la cola) viene a mi pieza a la noche a ver fútbol. Mamá ve otra
Dado que el juzgado tenía que dilucidar si tal abuso El papá corrige, dice que le dice así a la vagina, no a la cosa en su pieza.
había ocurrido o no, se reunió unos meses después con cola. (Mete el dedo en un bloque de madera que tiene un
la psicóloga elegida por el padre después de la denun- V: -Y a mí me duele. agujerito)
cia y, en otra instancia, conmigo. La psicóloga elegida M: -Pero, ¿cómo te hacía? V: -Se me infló el dedo.
por el padre consideró que el abuso había ocurrido ya V: -Además de tocarme la pololó, me metía el dedo en Tiene un chicle en la boca y me pregunta si sé hacer
que, según dijo, Romina había dibujado a su madre re- el culo. Un día me hice caca y pis. Me daba una sensa- globos. Me insiste en que acepte un chicle y le enseñe a
costada sobre sus genitales chupándolos. ción de hacer caca. A mí me duele y no quiero que me hacer globos con la lengua.
Cuando me entrevistaron pude demostrar, a través de pase más”. Tengo la sensación de que pasa del relato de lo que su-
los relatos y cuentos de esas semanas previas a la de- Allí la madre sigue relatando que Viviana contó que fre a un terreno muy corporal; me pregunto por qué en
nuncia, cómo se había ido desmoronando y cómo ha- ella dormía en la cama grande con la abuela. El herma- esta primera entrevista ella abre su boca, saca la lengua
bía alcanzado un estado de alienación. Para demos- no dormía en el otro cuarto con el abuelo. e insiste con esta acción tan poco frecuente para un pri-
trarlo me basé en que nunca un niño puede simbolizar Viviana, desde un tiempo atrás, había empezado a ha- mer encuentro.
una situación que le resultó traumática dibujando el cerse caca y pis encima. Había tenido 4 infecciones uri- La referencia reiterada a algo que se engloba (pienso en
episodio traumático. Se trató de un abuso emocional narias. La habían sometido a un cateterismo en que le las maniobras médicas al inflarle la vejiga), el dedo en
por parte del padre con consecuencias tan graves o inflaban la vejiga para entender porqué eran las infec- un agujero, más que constituir un juego, parecen vi-
aún peores que uno sexual. ciones. No quería ir más al jardín; se agarraba de la vencias corporales traumáticas repetitivas que tratan
maestra así como de la mamá. Estaba amenazada por de ligarse a algún sentido.
Viviana, de 5 años, llegó a la consulta con sus papás la abuela de que si le contaba a la mamá, ésta se enoja- Me parece interesante cómo se visualiza en este caso el
que estaban sumamente angustiados. Habían descu- ría muchísimo con Viviana. efecto que la experiencia traumática tuvo para Viviana
bierto lo que les resultaba aún muy difícil relatar pero Dado lo intrusivo de la abuela y su negación absoluta en el cuerpo. No sabemos si las infecciones urinarias
que ya había producido un cambio enorme en sus vi- de lo que había hecho, habían decidido mudarse lejos habrían sido provocadas por el tocamiento directo de
das: se habían tenido que mudar a una ciudad del in- para protegerse. la abuela que le introducía el dedo en el ano y luego en
terior teniendo que dejar todo. Los padres realizaron una denuncia judicial. La psicó- la vulva, o también por las actividades masturbatorias
Nueve meses atrás los padres de Viviana pensaban sa- loga a la que consultaron en la ciudad del interior a la de la propia niña que una vez excitada por su abuela
lir al cine e iban a dejar a los tres chicos, como de cos- que se mudaron, tuvo varias entrevistas con los padres repetiría ella sobre sí misma.
tumbre, en casa de los abuelos maternos. Viviana se y una con Viviana y envió un informe en el cual decía Es muy interesante ver cómo el abuso se interrumpió
negó a bajar del auto. El hermano prometió prestarle la que nunca se podría saber si tal abuso ocurrió. Se basó al poco tiempo dado que la mamá pudo registrar los
computadora para convencerla pero ella no aceptó. en que la niña una vez había dicho que eran mentiras cambios bruscos de conducta y el sufrimiento de Vivia-
Así lo relató la mamá: “Parecía un capricho. Se pren- y que quería volver a Buenos Aires a la casa de antes. na.
dió de mí, era como si estuviera poseída, loca, desqui- A partir de ese informe la denuncia no prosperó y la Podríamos decir entonces que un abuso sexual que se perpe-
ciada. La alcé y me volví con ella reenojada. causa se cerró. túa en el tiempo denota la falla ambiental de por lo menos dos
Llegamos a casa, no hablaba nada. Pensé que algo pa- Es muy habitual que los chicos que sufrieron un abu- adultos: uno, el abusador, que siempre es alguien que está
saba. Se me caían las lágrimas. Como fue siempre la so intrafamiliar en algún momento se desdigan, por el cerca del niño; y otro, el adulto más significativo que no re-
más pegada a mí pensé que era porque me iba a extra- deseo de que eso nunca hubiera ocurrido. gistra los cambios del niño y su sufrimiento.
ñar. A ella no le gustaba que yo me enojara con ella. A Los padres decidieron hacer otra consulta para ver có-
veces venía mi mamá a mi casa y ella no le contestaba, mo estaba Viviana, explicándole para qué venían, y Bibliografía
no le daba un beso ni con golosinas. Pensé: le debe pe- llegaron a mi consultorio. Aulagnier, P, Los destinos del placer. Alineación, amor, pa-
gar. La llevé al baño, le presté mis cremas y pinturas y En la primera entrevista Viviana me dice: sión, Paidós, Bs. As., 1994.
le dije que necesitaba saber porqué ella no quería que- V: -Mi abuela me toca todas las partes del cuerpo, to- Bleichmar, S., “Seminario: La sexualidad infantil: de
darse a dormir en casa de la abuela, prometiéndole das las cosas. Hans a John/Joan”, 1999.
que lo que me dijera quedaría entre ella y yo. Me dijo: (El tiempo presente del verbo me hace pensar en algo Eliacheff, C., Del niño rey al niño victima. Violencia fami-
V: -Porque la abuela me toca, con la tele prendida y la que resultó traumático) liar e institucional, Nueva Visión, Bs. As., 1997.
luz apagada. T: -¿Ahora te toca, sigue pasando? Winnicott, D., Los procesos de maduración y el
M: -¿Qué te toca? V: -No, no la veo más. Duermo y sueño cosas feas, que ambiente facilitador. Paidós, Bs. As., 1993.

Susana Ragatke
Todo un hombre... Psiquiatra-Psicoanalista
susana.ragatke@topia.com.ar

Patricio es un jovencito de poca estatura, pero con la consulta termina en este punto, y debe continuar bus- nencia sexual como el camino ideal.
contextura, vestimenta, peinado y actitud de “todo un cando la forma de que Patricio tenga una conducta Desde la estrictez del Catecismo y de la Torá, no ofrece
hombre” se muestra serio, más bien atemorizado. ajustada a las expectativas de su ambiente. a niños y jóvenes otra alternativa que abstenerse de to-
Lo que sorprende es enterarse que tiene apenas 12 Esta breve y frustrante entrevista, no me permite cons- da forma de placer sexual. La masturbación y los jue-
años y cursa 6º grado. truir un diagnóstico psicológico ni psiquiátrico, pero sí gos masturbatorios compartidos están proscriptos. “Al
La madre es una joven señora muy alarmada por el fu- pasar a hacer algunas reflexiones. masturbarse se matan almas” (espermatozoides que se
turo escolar de su hijo. Tiene mala conducta, lo que in- La irrupción del desarrollo sexual de Patricio no pudo pierden), dice la Biblia. Por oposición, Woody Allen en
cluye algunas agresiones verbales y físicas en la convi- ser contemplada en su singularidad. Desde el criterio Sueños de un seductor dice: “¿Qué tiene de malo mastur-
vencia con otros chicos, y por sobre todo gestos “obs- médico no lo consideran como patología, es sólo la barse?, es sólo hacer el amor con alguien que uno apre-
cenos” con las chicas, a quienes intenta tocarles la co- edad más temprana en que se puede dar fisiológica- cia y conoce desde hace tiempo”.
la o los genitales. Está amenazado con ser expulsado mente el desarrollo puberal. La denominada pubertad Parece ser que Patricio pertenece a una familia y concu-
de la escuela. precoz, es la que se desencadena en edades anteriores a rre a una escuela que se rigen por las normas bíblicas,
Refieren intensa ansiedad, voracidad alimentaria, por los nueve años. Fue estudiado descartando las distintas generándose una situación enloquecedora. Su adoles-
momentos expresa sentimientos de culpa. Tuvo ideas patologías orgánicas que pueden manifestarse por ma- cencia está en pleno curso, no tiene vuelta atrás y su
suicidas y algunas conductas de riesgo para sí mismo, duración sexual anticipada. medio le exige que se comporte como un latente y abs-
meses atrás. Pero Patricio no es uno de la estadística de la “norma- tinente. Y hasta la latencia misma (intermedio entre los
Inició su desarrollo puberal a los 9 años, y actualmen- lidad”, sino que es un chico singular cuyo ambiente fa- dos tiempos de la sexualidad humana -la sexualidad
te tiene un desarrollo sexual completo, reconocido a miliar y escolar no lo puede acompañar en su desarro- infantil y la pubertad-) no está exenta de manifestacio-
través de todos sus caracteres sexuales secundarios. llo, y lo orienta hacia la psiquiatrización. nes de erotización, aunque no con el vigor de las otras
Recibe un tratamiento de psicoterapia de frecuencia La psiquiatrización es el camino que las instituciones etapas.
quincenal y medicación psiquiátrica, seguramente in- familia y escuela prepararon para este chico, siendo así El empuje pulsional es imparable y al no tener descar-
dicada considerándolo afectado por un trastorno de fieles al dogma católico, y eligiendo psicólogo y psi- ga genital se transforma en descargas agresivas o au-
ansiedad. quiatra que no contradijeran este mandamiento. toagresivas en este chico. Desde el señalamiento por
Su actitud es menos violenta, pero sus impulsos eróti- Si Patricio se masturba o no, no lo sé, pero es indudable “diferente”, la amenaza de expulsión, la condena por
cos dirigidos a las chicas siguen presentes, no los con- el montante de culpa que debe generar en él hasta la so- pecador, Patricio está en peligro psíquico, pese a que su
trola. La madre, orientada por la psicóloga que lo la fantasía, debe ser altísimo. pubertad temprana de por sí no es patológica.
atiende, reclama una mejor evaluación psiquiátrica a Para recordar los preceptos religiosos: La masturbación ¿Por qué tanta búsqueda de las mujeres? Quizá por fa-
la espera de que haya un psicofármaco más eficaz para fue definida como el pecado por efectuar la excitación llas en la represión, que no le permiten elegir las mane-
su hijo. voluntaria de los genitales para obtener placer. ras de canalizar su libidinización temprana, sin tener
La familia es católica practicante y la escuela es religiosa. Tanto el Cristianismo (Catecismo-6º mandamiento) co- problemas de convivencia. Pero quizá también sea una
Tratando de pesquisar cómo se ubica la familia respec- mo el Judaísmo (la Torá, el libro de la Ley para los ju- manera de demostrar su orientación heterosexual, ya
to al desarrollo temprano de Patricio se le pregunta a díos) establecen como pecaminoso el acto masturbato- que tanto preocupa a la madre que no tenga una clara
la madre si alguno de los padres habló con él sobre sus rio y abogan porque el ejercicio de la sexualidad se definición masculina y se quede solterón. Patricio tiene
excitaciones y la masturbación. Ante lo cual esta joven centre en el acto sexual en pareja matrimonial destina- que demostrar que es todo un hombre, y eso implica
señora reacciona horrorizada. do a la procreación. Si bien sabemos de la flexibiliza- seducir mujeres, aunque lo hace de una manera torpe.
Con total convicción condena la masturbación por sus ción de estos preceptos en muchos sectores de la socie- Como Patricio hay otros varones y mujeres que tienen
malas consecuencias: el que se masturba no puede dad, también del mantenimiento a ultranza de la rigi- su desarrollo sexual en un rango de edades muy am-
después madurar para poder establecer una buena re- dez condenatoria de la Iglesia. La oposición a la pre- plio y variado, que merecen las consideraciones am-
lación de pareja; así le había ocurrido a un primo suyo vención del SIDA y otras infecciones con el uso de pre- plias y comprensivas aplicables a la diversidad sexual,
y se quedó soltero. Dice que ambos padres comparten servativo, así como a la legalización del aborto, cuestio- y un acompañamiento ambiental adecuado a las nece-
este criterio. Ella quiere salvar a su hijo de ese triste nes muy debatidas en los últimos tiempos, muestran sidades de cada uno, en vez de ser patologizados o es-
destino. Y se opone firmemente a establecer un diálo- claramente esta posición. Y en la educación de Patricio tigmatizados como “precoces” y “degenerados” o “len-
go sobre el tema, ni darle a su hijo otra alternativa. La está presente la línea más dura, que propone la absti- tos” y “atrasados”.

18 Topía REVISTA
Alfredo Caeiro
Avatares de un psicoanalista en la Psicoanalista
alfredo.caeiro@topia.com.ar
soledad del consultorio
Desde que la práctica psicoanalítica viene siendo
ejercida ya por un número considerable de personas,
las cuales cambian entre sí sus impresiones, hemos
observado que ningún psicoanalítico llega más allá
de cuanto se lo permite sus propios complejos y
resistencias, razón por la cual exigimos que todo
principiante inicie su actividad con un autoanálisis
y vaya haciéndolo cada vez más profundo, según va-
ya ampliando su experiencia en el tratamiento de
enfermos.
Aquel que no consiga llevar a cabo semejante autoa-
nálisis puede estar seguro de no poseer tampoco la
capacidad de tratar enfermos.

Sigmund Freud
Bueno, la verdad que por esas cuestiones vine a ver- to más en pedo estoy más me animo a que me acaben
lo… Me es más fácil hablar de lo secundario, que tam- en el culo.
bién existe… pero… (Silencio prolongado). A.- (Esto sí que es peligroso; este muchacho se quiere matar)
¡Qué solos estamos en ese espacio intersubjetivo, so- A.- (Creo que no va poder hablar, se está angustiando) Bue- ¿Sin forro?
portando la emergencia de lo pulsional, metiendo no mejor dejemos aquí, seguimos en la próxima. S.- Y sí, ¿me lo dice por el SIDA?, y sí, es un problema,
nuestro cuerpo y atravesados por ese fenómeno de la Un lunes recibo un mensaje de Sergio diciendo que es- yo trato de cuidarme pero a veces me zafo. Es cuando
transferencia -contratransferencia que hace hablar al taba en una situación de urgencia y que me comunica- mejor la paso. Ella me va a preguntar por la borrache-
paciente y al analista! ¿Pero qué nos pasa? ¿De qué ga- ra con él a su teléfono celular, ni a su casa ni a su tra- ra…
lera sacamos las interpretaciones y señalamientos? bajo. Se lo notaba muy angustiado. A.- (¡Y dale con la borrachera; qué peligro! Tengo que cui-
¿Qué hacemos con los aburrimientos, los dolores, los A.- Sergio, Ud. me llamó. darlo) Se preocupa por la borrachera, mire cualquier ti-
miedos y no sé cuántas cosas más que nos provocan S.- Necesito adelantar la sesión… Bueno las cosas que po se pone en curda un día de juerga con amigos. (Bue-
nuestros pacientes? En ese espacio donde a la asocia- yo no conté es que a veces me emborracho… Bueno… no, ya le di la coartada). Pero el gran peligro es que Ud.
ción libre del paciente le corresponde la atención flo- Mientras llegaba con olor a alcohol a casa… Bueno… contraiga HIV y además se lo contagie a su mujer. En-
tante del terapeuta, nos ocurren cosas. Paso a relatar- había salido a comer con algunos amigos… El sábado tonces sí que va a tener problemas. Ud. tiene todo el
les, a través de dos resúmenes de historias clínicas, al- me pasé… manejé muy en curda…, no quería que mi derecho a resguardar su intimidad, pero de esta forma
gunas de las que a mí me sucedieron. mujer y el pibe me vieran así, así que corté el celular no sólo se está delatando sino que está poniendo en pe-
me fui a un bar a tomar café y me tomé otro trago, me ligro su vida y la de ella (Como decía Freud en Introduc-
Sergio (S) es un paciente de 43 años, consulta por los quedé en el auto durmiendo y llegué a las 7 de la tar- ción al Psicoanálisis: “No somos reformadores, sino obser-
conflictos con su familia paterna. Desde muy joven tra- de del domingo. Mi mujer estaba como loca, había ido vadores, pero nadie puede impedirnos que nuestra observa-
bajó, se mantuvo y se fue a vivir solo a partir de los 19 a la comisaría, conversó con mi viejo, me buscaron en ción posea un carácter crítico”… ¡Si no te validás con el pa-
años. Nunca se lo valoraron sino por el contrario se lo todos lados... ¿Podría adelantar la sesión? dre no te sentís seguro! ¡Después de todo no lo vas a dejar
criticaron. Tuvo muchas parejas. El hecho de vivir solo A.- (Linda forma de hablar de lo que no podía, acá hay peli- que se mate!).
le permitió libertad con lo cual se tomó la cuestión de gro y algo más) ¿Puede mañana a las 9 de la mañana? S.- Tiene razón, no lo había pensado.
la pareja con mucha tranquilidad y recién se fue a vivir S.- Sí yo arreglo para ir. A.- Es importante que se haga urgente un estudio de
con Claudia hace 4 años. La considera su pareja defini- Al otro día: HIV. Es urgente, muy urgente.
tiva por el amor y la entrega que hay entre ellos. Ella S.- Necesito que me ayude a pensar como arreglo esto Pasamos dos sesiones con este dilema: si estoy infecta-
tiene un hijo de un matrimonio anterior al cual él quie- con mi mujer. Ella quiere saber si yo soy un alcohólico. do, ¿cómo lo encaro con mi mujer? El otro dilema era:
re muchísimo. A.- (El lío con su mujer es lo de menos, acá hay otra cosa) ¿tiene mi mujer derecho a saber la verdad de con quién
Al cabo de varios meses de tratamiento, el discurso del ¿Por qué toma? está?
paciente se convierte en monótono y reiterativo. Siem- S.- Bueno, sí, a Ud. tengo que contarle todo. Soy bise- S.- ¿Cómo resuelvo esto, Alfredo? No la quiero perder.
pre gira alrededor de las injusticias del padre. xual. Tengo relaciones con mujeres y con hombres. Co- A.- (¡A la flauta! ¿Cómo salimos de esta encrucijada? El
S.- El domingo tenía ganas de matarlo a mi viejo. Fui- mencé de muy joven, al principio pensaba que era por- problema de la verdad a los psicoanalistas siempre nos atra-
mos a almorzar, a Claudia casi no la saludó. Al nene ni que con las minas me era muy difícil. Comenzamos en pa. Pero es él el que está atrapado) Mire, si se queda atra-
bola. Cuento los platos y había uno menos. Le digo que el barrio con algunos pibes. La famosa cambiadita. pado en estos dilemas lo que va a conseguir es confe-
falta un plato y me dice: -Creí que el nene estaba con el Después, cuando me fui a vivir solo, traíamos algunas sar su verdad en la plaza pública. Se va a morir acusa-
viejo, ¿alcanzará la carne? Le digo: putas y hacíamos unas fiestitas. Y yo me decía: “Sos un do de homosexual y asesino. Es demasiado precio por
-¡Si el pibe es un elefante comiendo! Para colmo el lu- tipo fiestero”, siempre chupábamos alcohol, era parte sus placeres. (¡Tranquilizate Alfredo, la verdad es la verdad
nes el guacho de mi jefe... de la fiesta. Un día mientras yo me cogía a la mina mi de su deseo!).
A.- (Qué reiterativo que está este paciente y yo me siento amigo me le empezó a dar y yo me dejé y luego se la di A Sergio el examen de HIV le dio positivo. A ella nega-
aburrido) Seguramente que reiterar todas las sesiones a él y ella dijo: “no sabía que Uds. son bisexuales”. Yo tivo. Encontró una coartada para resguardar su intimi-
estos mismos episodios a Ud. le sirven para ocultar le dije: estamos en pedo… ¡Por supuesto la puta sabía dad, y entró en un programa de asistencia y continuó
otras cuestiones de las cuales no quiere hablar (Me sa- más que nosotros! Ponerle un nombre fue fatal… Estu- su análisis.
lió un señalamiento re-clásico). ve como dos años tranquilo. Después comencé a ir a
Sigo varias sesiones trabajando con las resistencias. los lugares en que paran los putos, a levantarme a al- Claudio (C) tiene 30 años, de profesión fotógrafo, con-
Falta a algunas sesiones con aviso. guien para darle. Para que me den necesito alcohol. sulta porque nunca tuvo relaciones sexuales, le gustan
S.- Ud. tiene razón, hay cosas más importantes de las Eso pasó el sábado. Quería que me la dieran. Cuando mucho las mujeres, se la pasa pensando en ellas, se
cuales no hablo. Yo sé que es una boludez pero me da empecé con Claudia creía que estaba todo resuelto. ¡Es- masturba varias veces al día, se considera tímido. Tie-
vergüenza. Quizás recostarme en el diván me ayude. to es lo que faltaba, enamorarme!, la bisexualidad que- ne varias amigas a las cuales pretende pero nunca les
¿Puedo? dó atrás. Pero de a poco… cuando volví a los tragos… dijo nada. Se enoja mucho si ellas no están disponibles
A.- Se lo había señalado como una alternativa, así que ¿Qué le digo a mi mujer del pedo del otro sábado? para sus visitas, pero tampoco se lo comunica. Le gus-
es todo suyo. (Bueno, parece que algo se empieza a mover. A.- (La curda es lo de menos. Seguro que el pedido de tera- ta contemplarlas.
Se acostó de una, veremos de qué se trata... Hace diez minu- pia fue porque se la veía venir; ¿no lo contó para poder ha- Después de casi un año de análisis el tema de la mira-
tos que está callado… Mejor no intervengo…Hay que darle cerlo? ¿O lo hizo para poder contarlo? Es lo mismo. Acá hay da comienza a reiterarse.
tiempo; viene duro). algo transferencial) Lo importante es que Ud. se sienta C.- El sábado fui a visitar a mi amiga Verónica. Dudé
S.- (a los 20 minutos de sesión) Perdóneme Alfredo, pe- tranquilo en este espacio. Aquí no lo voy a censurar. El mucho en ir porque hace un mes me dijo que no fuera,
ro no puedo. Mejor me voy. Quizás en la próxima pue- tema no es la borrachera sino lo que logra con ella. que tenía que salir, y eso me dolió. Tenía un vestido
da hablar. S.- Ahora que se lo conté me siento más tranquilo. Es muy escotado. Eso me confunde. Pienso que se lo po-
A.- Como Ud. quiera, tómese su tiempo. (Mejor no lo cierto, si mi mujer se entera de que me gusta que me la ne para seducirme. Me acuerdo de la vez pasada y no
apuro, ya reconoció su resistencia. Eso es bastante). Lo veo den por el culo se muere o me mata. Está muy enamo- me animo a decirle nada. No le podía sacar los ojos del
en la próxima. rada de mí como yo de ella. La hago mierda. Si ya creía escote.
En la próxima sesión: poco en los tipos con esto nunca más. El ex fue un hijo A.- (Ya comenzó con el tema de las miradas) ¿Qué pasó la
S.- No doy más en el trabajo. Yo creo que me tengo que de puta, un mal bicho, quedó muy resentida. Pero esto vez pasada?
ir. ¿Pero dónde? Con la falta de trabajo que hay y a mi es peor. C.- Hace un mes la llamé para ir a la casa un sábado y
edad... A.- Para Ud. es muy jodido, por eso se emborracha pa- me dijo que tenía que salir. Me dio bronca; pensé que
A.- (Otra vez con lo mismo, darle tiempo no es hacerle el jue- ra hacerlo. Fíjese todo lo que costó contarlo acá. (Se iba a salir con otro, me puse muy celoso. Me la imagi-
go) Vuelve a lo mismo. Ud. sabe de lo que no quiere ha- muere o se mata. ¡Ojo! Lo puedo hacer pomada. ¡Mucha naba teniendo sexo con alguien. Eso me daba bronca…
blar (me estoy convirtiendo en un ortodoxo). muerte! Con la mujer hay algo pero mejor ahora no me me- Creo que para calmarme estas broncas me termino
S.- (Silencio prolongado)… Es al pedo. Yo sé que estoy to). masturbando...
perdiendo el tiempo… Lo peor que me están volvien-

S.- Sin alcohol no se goza tanto, es mucho más lo que
do a pasar cosas que creí que estaban terminadas… uno se imagina en la previa pero no pasa nada. Cuan-

Topía REVISTA 19
Avatares de un psicoanalista en la que por acá anda la cosa, ¡pero qué tonto que soy, este pa- ce 100 años era un perverso).
ciente es fotógrafo!… ¿Cómo negué esto? Bueno, calmate, C.- Pero eso es una enfermedad que me asusta mucho.
soledad del consultorio (Cont.) ahora trabaja de vendedor, lo de fotógrafo es su profesión pe- A veces fantaseo con escenas de violación, me gustan
ro recién empieza. Sí, pero es su vocación, lo dijo un montón las películas de violación. ¿Puedo llegar a ser un dege-
de veces). nerado?
C.- Sí… es que… como le puedo decir. De pibe espia- A.- (¡A la flauta! ¿Dónde me metí? ¿De fetichista a viola-
A.- (Si no la puede mirar en vivo y en directo la fantasea). ba a mis hermanas cuando se bañaban. También me dor? ¿Cuál es la verdad de su deseo? ¡Sí, sí, reconocelo; es-
C.- ...Por un mes no la llamé. Pienso que la castigo y no gustaba esconderme en la terraza y espiar a la vecina tás asustado!… ¡Ya no puedo volver atrás!). ¿Solamente
dejo de pensar en ella, me invento toda una historia. cuando tomaba sol. Era todo un preparativo, esperaba escenas? ¿Fantasea y mira escenas?
Pienso que está sufriendo por mí… Un montón de co- la hora que mis hermanas se bañaban. A veces les de- C.- Sí, por ahora sí.
sas… Mire es tan fuerte que a veces no voy a trabajar cía: ¡Qué calor hace! ¿por qué no se van a bañar? Tenía A.- (Sí, por ahora sí. Se me notó susto) Seguimos en la
para seguir pensando y masturbándome. Yo quiero sa- un escondite arriba de un árbol para mirar por la ven- próxima. (¿Me banco un violador? ¡Esto sí que es un bor-
lir de esto. tana del baño y otro en la terraza para mirar a la veci- de!).
A.- (Él quiere salir y yo quiero entender por dónde viene la na. Al quedarme solo en le consultorio me acordé de lo que es-
mano. Bueno,la mano ya sé dónde la pone, lo que no engan- A.- ¿Mirar o espiar? (ahora que no lo niegue él). cribió Enrique Carpintero en Registros de lo Negativo:
cho es la cuestión de la mirada… tengo que esperar). C.- Bueno sí, espiar. “Es así que la ética particular que plantea la práctica del psi-
Bueno, seguimos en la próxima. A.- Es como mirar por el agujerito de la cámara foto- coanálisis sólo es posible a partir del principio de abstinen-
gráfica (¿cómo corno se llama? Bueno, dejalo, agujerito). cia. De esta manera el necesario trabajo sobre la contratrans-
C.- Lo de las fotografías se lo cuento en otra sesión. ferencia demuestra la implicación del analista, un analista
Quise reproducir en estos resúmenes de his- Con lo de mis hermanas y la vecina empezó la mastur- comprometido con su subjetividad, la cual remite a su pa-
torias clínicas la implicación del analista bación desenfrenada. Era pensar en espiar y mastur- sión. Pasión en todos los sentidos de la palabra: pasión de los
barme. deseos, pasión apasionada. Por ello es bueno recordar la fra-
y el trabajo sobre la misma en el dispositi- se de Ernst Jünger: La pasión es siempre el índice de lo que
vo analítico. Se trata de una doble escucha En las sesiones siguientes habla de su afición por sacar hay que hacer, pero también de lo que hay que renunciar”.
al paciente y a uno mismo como dice Freud fotos ocultas por la calle con el consiguiente miedo a Sos un amigo Enrique, lo escribiste para mí en este momen-
en Consejos al Médico. ser descubierto. Otra vez sube a un tren sin ningún to.
rumbo con un pequeño grabador y una cámara foto- Claudio continuó su análisis. Hoy es fotógrafo de mo-
gráfica. Busca sentarse en los asientos enfrentados delos publicitarios y realiza fotos de desnudo artístico,
Después de varias sesiones. donde dos mujeres jóvenes conversan. Graba las con- con lo cual ha ganado algunos concursos.
C.- Pasé un fin de semana muy malo. Muy triste. Mi versaciones y cuando las mujeres llegan a destino las
amiga no me llamó. Creo que porque hace dos sema- fotografía sin que ellas lo vean. Esto lo hace en un es- Quise reproducir en estos resúmenes de historias clíni-
nas cuando la llamé para vernos y me dijo que no se tado de mucha ansiedad y excitación sexual. Cuando cas la implicación del analista y el trabajo sobre la mis-
sentía muy bien yo la maltraté. Bueno, yo me puse llega a la casa revela las fotos y las amplía y con la gra- ma en el dispositivo analítico. Se trata de una doble es-
mal, no sé si ella se dio cuenta, pero yo tenía mucha bación compone un audiovisual casero que disfruta cucha al paciente y a uno mismo como dice Freud en
bronca. Le dije que me llamara cuando tuviera ganas y dos o tres veces y destruye, prometiéndose que no va Consejos al Médico: “…el médico habrá de colocarse en
corté. Me la pasé esperando. Estaba furioso… Se me a realizar más esas actividades ya que está muy mal situación de utilizar, para la interpretación y el descu-
ocurrió que estaría con otro. ¿Sabe lo que hice?… Me hacerlo y algún día lo van a pescar y meter preso. brimiento del inconciente oculto, todo lo que el pa-
da vergüenza contarlo. Me fui a un bar que está en- En una sesión: ciente le suministra, sin sustituir con su propia censu-
frente y me puse a ver si salía. C- Estoy metido y no me lo puedo sacar de encima, ca- ra la selección a la que el enfermo ha renunciado. De-
Salió una vez la tía y volvió con bolsas de supermerca- da vez me meto más. Todavía no pude tener relaciones be orientar hacia lo inconciente emisor del sujeto su
do. Tenía terror a que me viera. Y ella salió con ropa de con una mujer. El otro día fui a un “putibar” y pasé propio inconciente, como órgano receptor, comportán-
entrecasa a comprar cigarrillos. El corazón me palpita- con una chica, no tuve erección. Pensé que era la pri- dose con respecto al analizado como receptor del telé-
ba… mera vez que veía una mina desnuda, pero cuando iba fono con respecto al emisor. Como el receptor transfor-
A.- (Aquí se la largo) La fue a espiar. a coger se me bajaba. Le dije que se pusiera en una po- ma de nuevo las ondas sonoras… así también el psi-
C.- Sí. Me da vergüenza, pero sí, la espiaba. Con esos se que a mí me gustaba, tirada en la cama, y me mas- quismo del médico está capacitado para reconstruir,
pensamientos no puedo parar. turbé. Propuse sacarle fotos y me sacó cagando. con los productos de lo inconciente que le son comu-
A.- (Yo sigo) Cuando piensa todas estas cosas le da mu- A.- (Sí, la responsabilidad es del análisis que cada vez se me- nicados…” y también agrega “…según la acertada ex-
chas ganas de espiar. ta más. Es su deseo) Posiblemente ésta sea la forma de presión de W. Stekel, a cada una de las represiones no
C.- Sí, de comprobar lo que estoy pensando… Ud. di- placer que más le agrada. vencidas en el médico corresponde un punto ciego en
ce espiar… Es que si no lo hago exploto. Me doy tanta C.- ¿No seré fetichista, no? su recepción analítica.” Punto ciego que el analista de-
máquina que siento que la cabeza me va a explotar. A.- Ud. sabe como le llaman a sus placeres (Parece que be hacer visible en su análisis y/o en la
A.- Ud. reparó en que yo dije que la va a espiar (Creo lo asesoraran Freud y Lacan juntos. Si lo agarraba Freud ha- supervisión de sus casos.

A la memoria de Susana López


El último amor César Hazaki
Psicoanalista
cesar.hazaki@topia.com.ar
(Vejez y Sexualidad)
Un fuerte egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno
tiene que empezar a amar para no caer enfermo, y por fuer-
za enfermará si a consecuencia de una frustración no puede
amar za hacia el hombre que se acercaba. Por ejemplo, se co-
Sigmund Freud mentaba con temor que muchos varones buscaban a
las señoras -no haciendo mención a los varones del
Corría el año 79 el equipo de psicología del CAMI club, sino a los varones en general- por interés econó-
(Consejo Argentino de Mujeres Israelitas) recibió de la mico. El varón aparecía así sesgado como una especie
comisión directiva de la institución la propuesta de de vividor de las jubilaciones o riquezas de las seño-
realizar una serie de talleres sobre el amor en el club ras. Por eso las voces más activas del grupo recomen-
Edad de Plata -a la sazón el sector de la institución que daban “mirar bien al que se acerca”.
agrupaba a los adultos de la tercera edad. Las razones: Las reflexiones giraron por un cierto apego al vínculo
“Hay dificultades con las personas que se ponen en con el marido fallecido y a los hijos como aquellos que
pareja dentro del club. Se dan situaciones de reproba- escenas, tratando de que las mismas no nos llevaran observaban y cuidaban de que sus padres no hicieran
ción y censura, los que se animan a esas relaciones hacia un acting -en la coordinación- que hiciera surgir locuras -se desprendía detrás de esto rigidez y censu-
suelen sentir sentimientos de culpa y exclusión. Se han la censura a la sexualidad de los viejos. ra a la conducta de los padres.
constituido dos bandos: los que tienen parejas que se Se organizó un dispositivo de cuatro talleres de una En el caso del compañero fallecido persistían ciertos
forman dentro del club -son los menos- y los que no. hora y media de duración cada uno y con una frecuen- remanentes del duelo por el mismo, que no impedía -
Estas últimas, son viudas que hacen un frente común cia de una vez cada quince días, tanto la frecuencia co- en el mejor de los casos- nuevas actividades o lanzaba
ante estas parejas”. mo el tiempo de duración de cada taller estaba pensa- hacia la melancolía sino que “marcaba la cancha” de
Esa era la descripción de las asistentes sociales que ati- do en función de las características de las personas de las experiencias posibles. La sociabilidad “con extra-
nadamente proponían estos talleres para tratar de ha- la tercera edad. Los grupos tenían aproximadamente ños” debía quedar en un hasta ahí, en recordar que el
cer circular el tema y ver posibles elaboraciones al mis- veinte integrantes cada uno. La coordinación era com- momento que se vivía no era “para andar haciendo lo-
mo. La propuesta era remover el prejuicio y el chisme partida por dos integrantes del equipo, compartí la ex- curas” propias de la juventud. Cuestión que expresa-
de los pasillos, en definitiva poner la sexualidad, el periencia con Graciela Selener. Coordinaba toda la ac- ba una clara crítica hacia aquellas mujeres conectadas
erotismo y el amor en debate en la institución para que tividad Susana López. activamente con sus ganas de encontrar pareja. Esta
dejara de ser tabú. En el grupo había hegemonía de mujeres -como es fre- era sancionada por el grupo de las viudas como una
Nos preparamos con entusiasmo. La experiencia que cuente en la tercera edad- y, en la primer reunión, pre- vieja loca y descocada, formalmente se la caracteriza-
se nos ofrecía era lo suficientemente interesante como dominó el comentario sobre la viudez, el amor perdi- ba como “desubicada para la edad”.
para que nos preguntáramos cómo sería la misma y las do por el fallecimiento del compañero de “toda la vi- La visión del varón como voraz depredador -una vez
ideas que nos podía brindar. Algunas reflexiones del da” -frase llamativamente repetida- y la intensa rela- más como en los años de la más tierna infancia, hacía
equipo -previas al encuentro- alertaban sobre el peli- ción con los nietos, es decir los afectos circulaban den- ya muchos años, estas señoras habían sido advertidas-
gro de la posición infantil en la que podíamos caer al tro de la familia ya construida. La gran fuente de gra- mostraba a la represión hacia lo nuevos contactos,
coordinar esos grupos, siendo todos más jóvenes que tificación amorosa estaba signada por el amor filial. siendo los hijos las figuras represivas por excelencia.
nuestros talleristas se corría el peligro -y la tentación- Ello iba mostrando el predominio de ideas conserva- Para contextualizar la situación debemos recordar que
de deslizarnos hacia una ilusión edípica, algo así como doras sobre las formas de adaptación a la vida que la estas mujeres no habían sido alcanzadas por la revolu-
entrar a la habitación de nuestros padres para espiar. viudez proponía. ción sexual de los años sesenta, la mayoría de ellas es-
Es decir nos preparábamos trabajando sobre nuestras Coherente con lo anterior surgían ideas de desconfian- taba casada ya cuando ésta ocurrió. Así la obvia refe-

20 Topía REVISTA
rencia al depredador hacía del varón una clara carac- que las opiniones vertidas luchaban contra el posible por la nueva situación. “Me molestaba su presencia”.
terización de cómo se vislumbraba la relación entre encuentro con otro que hiciese olvidar el recuerdo de Tenía que hacer un gran esfuerzo para quitar el recuer-
géneros. quién había sido el compañero de tantos años. Las re- do de mi difunto marido en mi vida cotidiana, me sen-
Si el peligro acechaba la mejor manera de defenderse laciones de pareja que estas personas tuvieron, habían tía como que lo estaba traicionando. Un día sin estar
era la valoración narcicista de los hijos y nietos. Así sido largas y, en muchos casos, únicas. ocupada mi cabeza por nada especial me di cuenta
quien pudiese o se animase a llevar la agitación y ex- Ese ideal perdido impedía el reconocimiento de las ga- que mi primer amor había terminado pero que si se-
citación de los “nuevos amores” estaba mal vista. nas de una nueva posibilidad amorosa -la que queda- guía así me iba a perder mi último amor. Dado que a
A todas luces se negaba la posibilidad de esos víncu- ba desprestigiada por los comentarios anteriormente este señor -le vuelve a tocar la rodilla- y a mí nos
los por cuatro cuestiones: queda poco tiempo por vivir. Como todos los aquí
a) La forma específica en que la represión social que presentes, mi marido y yo no tenemos mucho hilo en
Si el peligro acechaba la mejor manera de
espera como ideal al abuelo sabio y sereno alejado de el carretel y que la experiencia de vivir acompañados
las demandas del deseo sexual. Como que la jubila- defenderse era la valoración narcicista de será el último amor. Desde entonces todo cambió,
ción exigiera también un “retiro del propio cuerpo los hijos y nietos. Así quien pudiese o se trato de aprovechar cada instante en que estamos
erótico”. Un mandato hacia el sosiego, es decir una re- animase a llevar la agitación y excitación juntos dado que no sé cuanto tiempo por delante te-
nuncia más. nemos.
b) Las inhibiciones sexuales que las modificaciones
de los “nuevos amores” estaba mal vista. Como se comprenderá el grupo no volvió a ser el mis-
del cuerpo van produciendo. Las mismas solían estar mo a partir de aquel instante. Las viudas con su defen-
racionalizadas por “los achaques”, entonces la enfer- expresados. Como si la muerte del cónyuge hubiese sa sistemática del orden familiar y la propuesta de dar
medad era la excusa para anunciar o aceptar el retiro llevado dentro del cajón los sueños amorosos y eróti- por muerto el erotismo se encontró quebrado tanto en
de las relaciones sexuales. Estas inhibiciones impe- cos personales. Es decir que funcionaba como una ata- su decir como en su manera de sentir y comprender su
dían un sin número de descubrimientos necesarios dura que el sobreviviente de la pareja no se animaba a propia experiencia. Se había instaurado una verdad
para tener relaciones sexuales en la tercera edad. Evi- soltar por una culpa investida de fidelidad al muerto. distinta y la misma partía del reconocimiento de la fi-
tados, básicamente porque los mismos están vincula- Era además muy importante la descripción del cuer- nitud de la propia vida, de la elaboración trabajosa
dos a una vuelta hacia el mundo pregenital. po como debilitado, viejo, “no está una para esos tro- que los duelos requieren y surgía, además, una alter-
Lo cual no quiere decir que los deseos sexuales se tes”, y consecuentemente se describía a la enferme- nativa al cuerpo hipocondríaco. Esa posibilidad del
aplaquen, más bien todo lo contrario dado que ad- dad corporal como lo que daba cuenta de las posibi- cuerpo del amor se hizo presente luego de ser vista
quieren nuevas formas y destinos. No pudiendo des- lidades del mismo. Así empobreciendo o reduciendo con claridad la muerte. La presencia de la muerte po-
cubrir y aceptar estos descubrimientos se producían el cuerpo era sólo los síntomas y “achaques” produc- niéndole plazos y términos a la vida marcaba el cami-
intelectualizaciones que, inevitablemente, volvían a to del inexorable paso del tiempo. Siendo la compa- no hacia la esperanza. Por eso se podía soñar y hacer.
cargar el tema sobre la enfermedad y sus consecuen- sión la única vía para la ternura, buscando así el tra- Así la participante que le puso nombre claro a la expe-
cias. to diferente, el cuidado. riencia amorosa -el último amor- daba pelea a la frus-
c) La culpa con relación al cónyuge muerto y Es por todo ello que el grupo de las viudas era porta- tración -se rebelaba contra ella- que impedía el amor
d) Una manera de racionalizar y, con ello, aceptar la voz del conformismo por vía del llamado a recato y para recomenzar así el ciclo del encuentro con otro.
falta de varones disponibles. La diferencia entre la sensatez. Faltaban seis años para que García Márquez publicara
cantidad de hombres y mujeres que participaban en el Luego de dos reuniones los coordinadores de grupo El amor en los tiempos del cólera, cuyo final dice:
club era marcada, como ocurre habitualmente, debido fuimos a la tercera con pocas expectativas de que algo “El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas
a la mayor cantidad de decesos de hombres que de distinto a los comentarios arriba expuestos ocurriera. los primeros destellos de una escarcha invernal. Lue-
mujeres, en la tercera edad. Es de hacer notar que esta Promediando la reunión una señora pide la palabra, go miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su
causa se articula con la observación de que los hom- hasta entonces, en todas las reuniones, había permane- amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que
bres se resisten más a concurrir a estas instituciones cido en silencio. Con energía comenzó comentando es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
porque se conectan con lugares de juegos entre hom- que hacía cuatro años que había perdido a su marido, -¿Y hasta cuando cree usted que podemos seguir en
bres, como las plazas, bares de juegos, donde no van su compañero de treinta años, “mi primer amor”. Que este ir y venir del carajo?- le preguntó.
las mujeres. Pese a estas observaciones las estadísticas hacía dos que había conocido en el club a un señor, Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde
hablan de que los hombres viudos se vuelven a casar, “este que está sentado al lado mío” -lo dice mientras le hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con
en proporción, más que las viudas. toma la rodilla- y que luego de seis meses de conocer- sus noches.
Sin duda los cambios eran vividos como tan radicales lo se había ido a vivir con él. Durante un tiempo -con- -Toda la vida-, dijo”.
por aquellos apegados a su estado de viudas o viudos tinuó- me despertaba con extrañeza e incomodidad

Laura Fernández
A La Silueteada:
A R E R A L Docente en Artes visuales
lauraferbaires@yahoo.com.ar

P O El Signo y la acción
CO R La silueteada son miles de personas haciendo siluetas
Guillermo Kexel1
…El terror en la Argentina no fue ni abierto ni público (…) El país podía representarse
como un inmenso vacío, un agujero negro bordeado de un coro que negaba su existencia…
Elena Nicoletti2

no para cada una de ellas. De esta ma- Existieron importantes intervenciones


nera el concepto cifra se ve modificado de Las Madres respecto de la imagen
Organizarse colectivamente en torno a dar presa de la materia que la contiene. radicalmente respecto de su eficacia in- de la Silueta, una de sus condiciones
ese vacío, darle medida, número, di- La silueta como signo visual, en su ca- formativa. fue: no incorporar rasgos de personali-
mensión; recorrerlo con un contorno rácter de contorno tomado de un origi- El número, la cifra escrita que denota zación a las figuras con respecto a la
que toma la forma de un cuerpo y de- nal o esténcil a la manera del grabado, una cantidad, es sin dudas absoluta- instalación en el espacio público, espe-
nunciar a través de un signo gráfico la donde el original deja su traza, refuerza mente distinta a la realizada en signos. cificaron que no se las coloque en el
magnitud humana de esa ausencia, es aun más el concepto de ausencia que Cada uno de esos signos es una silueta piso de manera horizontal ¡No están
construir un lazo con lo simbólico que pasa a ser explicado y medido en toda humana en escala real. Hombres, muje- muertos!
pone a resguardo la verdad para insta- la dimensión particular y universal que res y niños, ninguno igual al otro, todos La habilitación que Las Madres de Pla-
larse en el espacio y en la experiencia un signo pueda sostener desde la per- allí representados, de modo que tam- za de Mayo le dan al proyecto de las Si-
colectiva inaugurando una política cepción. bién la diversidad quedara reflejada en luetas es el eje que integra y completa
cultural que se constituiría en referen- Reconstruir una presencia, un hecho, a una síntesis gráfica y desafiara al uso este trabajo al cual solamente la prácti-
te de experiencias posteriores. partir de un rastro o una marca que del número3 como verdad en su más al- ca colectiva daba sentido a su carácter
identifique al ausente, es un modo de to alcance y no como una abstracción de signo y acción.
Siluetas: ineludibles ausencias legitimación de la verdad y de constata- que cosifique las personas de las que se
ción inserto en nuestra cultura que da intenta hablar. El soporte humano y la acción:
Toda huella implica una ausencia, la primacía a lo visual. En este sentido la Una realización de tal envergadura exi- Transformar un procedimiento peda-
marca de algo que pasó y ya no está. La Silueta toma el lugar del ausente dando gía que el recurso formal específico sol- gógico en una acción de arte concep-
impronta de la figura humana en escala testimonio de su existencia. ventara un contenido de índole colecti- tual
real nos habla de alguien ausente en la va, de denuncia y por sobre todas las
“La creación de un sistema para que otros
escena y presente en el vacío que con- La magnitud del número cosas vigente, porque no se trataba aún
se expresen es en sí mismo una obra de ar-
forma. de un trabajo en pos de la memoria his-
La voluntad de representar a todos los tistas”4
Si entendemos como huella lo que que- tórica sino que estaban operando en el
desaparecidos, pero no sólo en equiva- presente. El sistema para conseguir una imagen
da como efecto de una acción sobre una
lencia numérica, sino también en escala Llevar esta propuesta a las Madres de que captara la idea de cuerpo ausente,
superficie, podríamos decir entonces
humana, de hacer visible una imagen Plaza de Mayo permitió la eficacia de la contuviera sus proporciones reales, que
que a ésta no la define el material que la
que ponga en jaque el ocultamiento de convocatoria, posibilitó la concreción fuera lo suficientemente sencillo de
soporta, sino la marca que dejó en él,
los cuerpos, conlleva la necesidad de de la primer Silueteada durante la Mar- realizar y permitiera socializar su pro-
por eso la impronta del cuerpo huma-
garantizar la realización de esta repre- cha de la Resistencia del 21 de septiem- cedimiento, lo aporta la intensa investi-
no, convertida en silueta, se vuelve más
sentación “en número” y no “del nú- bre de 1983 y otorgó la realización en gación pedagógica que realizaban Ro-
potente aún como construcción espa-
mero” de las víctimas del terrorismo de

cial del vacío, de lo que falta, al no que- cantidad de las Siluetas. dolfo Aguerreberry y Julio Flo-
estado en la Argentina. Realizar un sig- res5.
Topía REVISTA 21
La vida y la muerte
pintadas en las siluetas
de los desaparecidos
Carlos Trosman
Psicólogo Social, Corporalista, Docente
carlostrosman@interlink.com.ar

-“¿Y a vos qué consigna te pinto?”, me Después las malas nuevas me fueron
gritó Pablut desde el aula con el aerosol llegando por otro amigo desde Francia:
en la mano. fue secuestrado, martirizado y final-
-“Por un Movimiento... ¡uniformemen- mente (“por suerte” decía el mensaje)
te variado!”, contesté riendo mientras asesinado. Otros queridos y queridas de
hacía de “campana” en la entrada a los mi corazón tuvieron mejor suerte y reci-
claustros de 3º año del Nacional Bue- bieron la “opción” del exilio, que en
nos Aires. muchos se transformó en definitiva.
Año 1970. Teníamos 15 años. Militába- Llevó mucho tiempo retomar el contac-
mos en diferentes agrupaciones políti- to con algunos de ellos, y con otros no
cas estudiantiles de izquierda. nos reencontraríamos nunca. Tardé va-
Las siglas eran rivales. Nosotros éra- rios años en poder sentir los huecos
mos amigos. que dejaron en mi cuerpo sus ausen-
Compartíamos sueños y esperanzas. El cias.
amor y temor a las minas. Algunas pa- Veníamos trabajando el cuerpo...
jas durante charlas trasnochadas de Voy a hablar en plural para sentirme
adolescentes. acompañado por todos aquellos nom-
Los primeros pelos largos: -“A vos se te bres que no nombro, con los que inten-
hacen cuernos hacia los costados, y a tamos por vocación y casi sin quererlo,
mi hacia adelante. Somos dos tipos de construir un espacio para el “cuerpo
cabras”, me decía. nuevo”, un cuerpo sensible y expresivo,
Él quería hacer la revolución metódica sexuado y amoroso, en movimiento. Un
juntando monedas de 5 pesos, esas pla- espacio que cuando finalmente se hizo
teadas, con una fragata. Tenía frascos y público en la democracia, con revistas,
frascos llenos. Decía que cuando no hu- instituciones y movimientos, no pudo
biera más monedas en circulación, jus- contar ya con muchos de estos pione-
to de esas que se usaban para los teléfo- ros.
Es un procedimiento incorporado al la imagen de sí mismo, volver a perci- nos públicos, la gente no aguantaría Veníamos trabajando el cuerpo, decía,
trabajo de taller en artes plásticas con birla después de haberla realizado. En más y se levantaría contra el gobierno y desde lo reichiano, neologismo que refie-
niños, entre 4 y 10 años de edad, para esta instancia la silueta interpela desde la injusticia. re a Wilhelm Reich, médico y físico na-
que éstos comprendan, dimensionen, ese lugar que estando tomado por el Yo estaba fascinado con la revolución cido en Austria en 1897 y fallecido en
enumeren e identifiquen las partes y el vacío se instala ahora una mirada. inmediata y me las ingeniaba para ir al prisión en EE.UU. en 1957. Discípulo y
lugar que ocupa cada elemento, pu- Nacional sin corbata una y otra vez (es- luego disidente de Sigmund Freud y
diendo construir la figura humana en Notas taba obviamente prohibido) y enfrentar ferviente admirador del marxismo, del
una relación visual y sensorial integra- a la autoridad cara a cara. que luego se alejó, fue el creador de la
dora. Esta práctica consiste en trazar el 1. Fernández, Laura, entrevista a Guiller- Nuestras fuerzas iban creciendo. Nos teoría de las “corazas musculares” y ca-
contorno de un compañero acostado so- mo Kexel, Bs. As., Enero 2002. sentíamos poderosos... y conflictuados. racterológicas y de la Orgonterapia, que
bre un soporte de papel, después cada 2. Nicoletti, Elena, Tramitaciones subjeti- Al final de ese año reventaron las con- incluye Análisis del Carácter y ejerci-
uno tomaba el lugar del otro. vas del terror y la impunidad, “Lo públi- tradicciones y salimos disparados co- cios y manipulaciones corporales. Se lo
Esta metodología de trabajo iba a cons- co, lo privado, lo íntimo”, Consecuencias mo flechas: él intentó seguir una vida considera el “padre” de las “terapias
tituir el recurso formal más importante de la Ley en el sujeto, Juan Dobón Compi- normal en el ILSE y yo en el “schule” corporales” y su concepto de salud in-
que atraviesa esta acción desde todos lador, Letra Viva, Bs. As., Septiembre Mitre. Pero ya habíamos sido tocados cluía una sexualidad sana y plena, el ac-
los planos que requería la propuesta de 2001. por el estigma de la libertad y la revo- ceso de la población a la educación se-
tal modo que el procedimiento mismo 3. Existía un antecedente importante, el lución. Ya no cerraríamos los ojos hasta xual y la salud social. En su libro La
se convierte en una acción de arte con- afiche de Jerzy Skapski: “Cada Día en la muerte. Función del Orgasmo (1942), cuyo subtí-
ceptual. Auschwitz”, publicado en El Correo de La vida era sentir, claro. Sentir al próji- tulo es El Descubrimiento del orgón, don-
En esta instancia podemos hablar de la UNESCO que reproducía la cantidad mo como sentirse uno mismo. Cons- de analiza “problemas económico-se-
otro nivel de conceptualización más de personas que diariamente eran ejecu- truir ese camino diferente que nos pe- xuales de la energía biológica”, abre el
profundo, como habría explicado Ro- tadas en los campos de concentración de día nuestro corazón. Que nos forzaba libro con su sentencia de cabecera: “El
dolfo Aguerreberry: La creación de un Auschwitz.
nuestro corazón, obligándonos a dejar amor, el trabajo y el conocimiento son
4. “...Él, (Rodolfo Aguerreberry) como do-
sistema para que otros se expresen es comodidades y certezas para intentar los manantiales de nuestra vida. Tam-
cente y artista, siendo uno de los que cla-
en sí mismo una obra de artistas. otras acrobacias que nos mantuvieran bién deberían gobernarla”.
ramente vio la creación de este mecanis-
En el procedimiento de realizar un tra- justos, vivos, palpitantes y amantes. Un También nos apoyábamos en preceptos
mo de producción, como una obra de ar-
zado con el cuerpo, de contornear el tista …”. Fernández, Laura, entrevista a ejercicio para no endurecernos y sobre de Albert Einstein de profundo sentido
propio cuerpo o de prestarlo para que Guillermo Kexel, Bs. As., Enero 2002. todo para no olvidar; no olvidar la humano y pacifista, rescatando a su vez
otro dibuje su contorno, en ese mismo 5. Los artistas gestores del proyecto de la fuerza de ese sentimiento de justicia, de el respeto y el cuidado del cuerpo de la
acto reside la acción de arte concep- Silueteada fueron Rodolfo Aguerreberry, amor, de vida y creación que explotaba Antigua Grecia. Sabíamos de la impor-
tual. De modo que si debiéramos adju- Julio Flores y Guillermo Kexel. en nuestra adolescencia. No olvidar la tancia de la educación de los niños y
dicar un lugar a la obra en tal sentido, 6. Aimeijeiras, H., entrevista a Gui- fuerza de la hermandad que nos unía. por eso estábamos en contacto con A. S.
éste no será solamente el que ocupe en llermo Kexel, La Maga, Bs. As., 1993. No olvidar. Neill, director de “Summerhill”, una es-
el espacio público el signo silueta, sino Y hacer lo que había que hacer. Lo que cuela “libre” de Inglaterra. Nos impul-
también donde la experiencia deja otra cada uno entendía que debía hacer pa- saba en nuestra búsqueda la investiga-
marca, en el que hace y en el que mira, ra crecer y aportar al bien común, para ción y la experimentación que habían
el sitio de esa impresión es precisamen- encarnar nuestros ideales. Y para de- motorizado la época del Instituto Di Te-
te allí donde Duchamp insistiría desde
su posición anti-retiniana del arte, en la
LETRA fenderlos.
Lanzados a la lucha instantánea y fra-
lla y, por supuesto, la filosofía de la “li-
bre sexualidad” del Flower Power, tan fá-
materia gris.
“…Si yo me pregunto cuál es la función
fundamental o cuál es la esencia de la
VIVA gorosa del día a día, nuestros caminos
fueron distintos.
cil de enunciar y tan complicada de
practicar en los años 70, aún antes del
Yo me crucé con la vida y él se cruzó SIDA.
Silueteada (no de las Siluetas) porque LIBRERIA-EDITORIAL con la muerte. En el ‘83, yo ya tenía una trayectoria en
éste es el punto... Para mí la Silueta es El 21 de Septiembre de 1983 el sueño “lo corporal”, ya que después de los
algo sobre lo que podemos hablar, pero había terminado. Para algunos, dema- grupos reichianos había pasado por el
el fenómeno es la Silueteada y la Silue-
teada son miles de personas haciendo
PSICOANALISIS siado pronto. La “Triple A” y la dicta-
dura ya habían destrozado las casas y
Instituto para el Desarrollo Armónico
del Hombre “Río Abierto”, había practi-
siluetas”.6
La ética de lo efímero, a la que respon-
ENSAYO los cuerpos de conocidos, de algún
amigo de un amigo, y también de ami-
cado la “técnica de la lengua” con Fedo-
ra Aberastury, Meditación Trascenden-
de esta acción, queda explícita desde su FILOSOFIA gos entrañables. Demasiado temprano tal, tomaba clases de Gimnasia Con-
génesis, en ese momento previo al cual habíamos sentido el filo del terror en la ciente, trabajaba con masajes y estaba
el sujeto decide poner el cuerpo, y colo- garganta y en los huevos. Demasiado terminando la carrera de Psicólogo So-
carse en el lugar del otro, del ausente. El
Av. Coronel Díaz 1837 (1425) temprano Pablut, mi querido Pushkim, cial en “la Pichón”, la Primera Escuela
cuerpo permitía también la conceptua- Ciudad de Buenos Aires había alcanzado el doloroso status de Privada de Psicología Social “Dr. Enri-
lización de una idea, confrontarse con Tel/Fax 4825-9034 desaparecido. Y pensar que estuvo al al- que Pichón Riviére” que aún dirige la
cance de mi abrazo poco tiempo antes. Lic. Ana Quiroga.
22 Topía REVISTA
Ese 21 de septiembre fui a la Plaza de Héctor J. Freire
Mayo en el nombre de todos mis ausen-
tes y en el mío propio.
U R A Escritor

T hector.freire@topia.com.ar

CUL
Cuando vi en la Plaza el círculo de per-
sonas con tachos de pintura negra, rodi-
llos y papel de escenografía pintando
siluetas, me acerqué naturalmente a co-
Ante la globalización
laborar, primero acostándome en el piso
y luego pintando los contornos. Para mí estética, la vuelta al cine
era algo muy familiar, que me hizo
acordar en algo a las Jornadas del Color
y de la Forma que creo se habían orga-
de autor Las películas ya casi no se ven; porque ver, para mí,
significa la posibilidad de comparar. Pero no comparar
una imagen con el recuerdo que tenemos de ella sino
nizado años atrás en Recoleta. Y era el
comparar dos imágenes y, en el momento en que las
cuerpo, la expresión del cuerpo y el tra-
estamos viendo, indicar ciertas relaciones.
bajo del cuerpo que me era conocido,
porque usábamos esa técnica en talleres Hasta la década del 80, cuando uno iba Jean Luc-Godard
y cursos para investigar el esquema cor- al cine, sabía de antemano que un film
poral y la imagen del cuerpo, y también japonés, chino, ruso, francés, italiano,
para estudiar anatomía. Participé un etc., nada tenía que ver con la máquina como así también de la circulación para autonomía, y no sólo en el ámbito del
largo rato de la “performance” y luego de triturar hollywoodense, incluso na- controlar su territorio. Y que hoy pare- cine, implica básicamente un punto de
dejé mi lugar a otros que querían com- da tenían que ver con un film nortea- ciera ser global, total y planetaria (¿El resistencia en la lucha por la emancipa-
partir la acción. Luego me quedé en la mericano. Sencillamente, eran diferen- imperio contraataca?, ¿La guerra de las ga- ción.
Plaza dando vueltas cada vez más emo- tes. Y no sólo por los distintos códigos, laxias de G. Lucas? o ¿la remake de Spiel- Hasta la década del 80, el espectador to-
cionado y conmocionado. En días suce- vestimentas, ideales de belleza, usos, berg, La guerra de los mundos?). En este davía contaba con “saludables antído-
sivos, fui conectándome más con lo si- costumbres e idiomas tanto verbales sentido, no es casual el rescate que ha- tos”que nos proporcionaban cineastas
niestro de las desapariciones represen- como visuales-estéticos. ce Hollywood de determinados géne- como Hitchcock, Buñuel, Welles, Felli-
tadas en esas siluetas, con lo profundo En cambio hoy en día, como dijo el crí- ros: el peplum, los biopic de grandes ni, Bergman, Visconti, Pasolini, Kurosa-
del abismo que abarcaban esos contor- tico de cine Jorge Carnevale, en alguna conquistadores, o la ciencia ficción wa, Godard, Truffaut, Cassavetes, Tar-
nos, con las ausencias como agujeros de sus columnas semanales del diario (quizás el género más político), justo kovski, Coppola, el primer Scorsese,
negros con forma de cuerpos en mi al- Clarín: “...uno ve ahora “Héroe” de ahora que el imperialismo capitalismo etc. Pero a partir del avance vertiginoso
ma. Zhang Yimou (yo agregaría su último (esencialmente destructivo) pareciera de la imagen computarizada, y de la
A la distancia rescato mi primera impre- film, el de “las dagas voladoras”) y se consolidarse, como en otro período de ilusión tecnológica que proponen los
sión en ese momento como de maravilla pregunta, dónde quedó el director de la historia rescató por ejemplo, al wes- efectos especiales de la mega industria
y buena disposición por lo simple, claro Sorgo Rojo y Judou. Otra vez profusión tern o a los films de espionaje, después cinematográfica, el cine de autor ha lle-
y hasta obvio de la propuesta, que con- de guerreros que vuelan en graciosa co- de la segunda guerra mundial y el ini- gado al máximo de su tensión crítica, en
jugaba lo teatral, lo corporal y lo socio- reografía como en El tigre y el dragón o cio de la guerra fría. Es que como dijo lo que respecta a la pérdida de su tras-
político. Quedaban para mí claramente en Matrix”. En consecuencia, una única Román Gubern en su historia del cine, cendencia. Sólo queda “algo” que no le
abrochados los conceptos de Derechos estética (aunque sería más pertinente Hollywood a través de sus mega-pro- exige casi nada al espectador, sino que
Humanos y Derechos del Cuerpo. Y al hablar de “dictadura de efectos espe- ducciones, “también va a la guerra”. Es por el contrario le ofrece aparentemente
trabajar siluetas de tamaño real, sacan- ciales”), una única identidad. Donde que cuando EE.UU. “desembarca” en “todo”. Este “obsceno” despliegue téc-
do moldes del contorno de personas, la Troya se mimetiza con Rey Arturo de R.
aparente impersonalidad del contorno Scott (sí el mismo de Blade Runner, Thel-
se llenaba de contenido, de sexualidad, ma y Louise, Los duelistas) o con Alejan-
de “alma”, que prestábamos a los que dro Magno, la última de O. Stone (sí el
ya no estaban. En las siluetas se abro- mismo de J.F.K. o Pelotón).
chaban la vida y la muerte, la presen- “¿Cruce de culturas o mera globaliza-
cia y la ausencia. Las siluetas eran un ción? En Venecia, Cannes, San Sebas-
Mundo Interno abierto como una hoja tián o Berlín no se sabe qué premiar.
en blanco donde sin pensarlo nos pro- Poca creatividad y mucho refrito de
yectábamos vivos y evocábamos las do- probadas recetas”, se preguntaba y afir-
lorosas ausencias. maba el mismo Carnevale. En este sen-
En ese trabajo se hizo carne para mí tido, la producción cinematográfica
que la dictadura también torturó y mundial (salvo muy contadas excepcio-
marcó mi cuerpo al arrebatarme la piel nes) de las últimas dos décadas, parece
de mis amigos. estar empeñada en castigar sistemática-
Nunca más pude utilizar para el Traba- mente a la creación cinematográfica, y
jo Corporal la técnica de las siluetas a por ende a la capacidad de asombro y
tamaño real como las había usado en la reflexión del espectador. Incluso parece
Plaza. Antes, nosotros nos acostábamos que estamos asistiendo al epílogo del una guerra, no sólo lo hace con su po- nico dilata el espacio, y viene a llenar el
y marcábamos la silueta del cuerpo con cine de autor. Y más que asistir a la tan deroso y sofisticado armamento, sino vacío narrativo que antes ocupaban los
fibrones o crayones, y dependiendo del mentada (“lavada”) postmodernidad también con toda la heráldica de sus grandes relatos cinematográficos. Una
objetivo del trabajo, dibujábamos hue- artística, nos encontramos con un ver- masas, o sea con toda su mitología. Re- de las consecuencias finales es la des-
sos y órganos para estudiar anatomía o dadero “amanecer crepuscular” (1): no la cordemos por ejemplo, algunas de las mesura, la sobrecarga tan propia de es-
llenábamos la silueta en forma indivi- aparición de un nuevo horizonte de ex- escenas más críticas hechas por el cine a ta era neobarroca del cine.
dual o grupal, con colores y collages, pectativas, sino más bien una devalua- la guerra de Vietnam, filmadas por ¿Y qué es lo que “ofrece” este cine “ver-
como parte de un taller de expresión ción y/o agotamiento de ciertos valores Coppola para su genial Apocalypse now. tiginoso” de la última década?
corporal y de un análisis del propio de la modernidad. Una especie de era Sin embargo, Coppola no necesitó del Como la mayoría de los films pensados
cuerpo. Cada intento de repetir la expe- “neobarroca” (2), donde la tiranía de los despliegue barroco (en cuanto llenar un sólo en torno a los efectos especiales y
riencia me corría un frío por el cuerpo, efectos especiales, que son el aspecto vacío) de los efectos especiales, para su de su asegurado éxito de taquilla, esta
el frío de la ausencia, y tuve que cam- más exterior de la velocidad, se han emblemático film sobre la guerra, o pa- globalización estética “ofrece” varias
biar de estrategia. Desde entonces y transformado en el poder que rige al ci- ra su histórica saga de El Padrino. No opciones:
hasta el día de hoy uso siluetas impre- ne. Poder que es esencialmente (todo hay vacío que rellenar, porque hay un
a) la progresiva amnesia del lenguaje.
sas tamaño A4. poder lo es de alguna manera) “dromo- sólido, contundente y gran relato que
b) la muerte definitiva de los grandes
crático” (3), ya que descansa sobre la ra- narrar en imágenes. Y básicamente un
relatos
pidez y la eficacia de sus transmisiones, autor, un sujeto creador autónomo.
c) el reemplazo de ciertos valores tras-
Recordemos que la autonomía, relacio-
cendentes por el culto a determinadas
nada con la creación artística está liga-
constantes: dinero-cuerpo-éxito-fama-
da a la libertad, a un hacer (de ahí hace-
SUSCRIPCION dor) como la actividad de la elucida-
banalización o negación de la muerte.
ción crítica del sujeto y de una socie- El poco espacio destinado a la reflexión
dad. En este sentido, la idea de autono- y a la indagación crítica, dentro de un
TOPIA REVISTA Psicoanálisis, Sociedad y Cultura mía del cine de autor está en las antípo- hegemónico sistema ideológico, donde
INCLUYE das y en clara tensión-oposición al tota- la velocidad de los medios es superior a
Suplemento TOPIA EN LA CLINICA litarismo o dictadura estética que im- la capacidad que poseemos para retener
pone la “globalización de los efectos es- e historizar sus mensajes, atenta contra
3 NUMEROS: ABRIL - AGOSTO - NOVIEMBRE peciales”. Y no olvidemos, que en el la densidad y el espesor de las propias
CAPITAL Y GRAN BUENOS AIRES $ 18 plano histórico-social el proyecto de imágenes cinematográficas que han
INTERIOR: $ 21 perdido intensidad, o sencillamente se
TRABAJO CORPORAL en han tornado insignificantes: no produ-
PAISES LIMITROFES : u$s 23 - RESTO DEL MUNDO: u$s 30 cen asombro, ni perplejidad. Sólo están
TIERRA Y REHABILITACION
INFORMES y PEDIDOS ACUATICA con elementos de allí un instante, para que otra imagen
más insignificante la reemplace. “El me-
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dio es más veloz que lo que transmite”, y la
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Topía REVISTA 23
este especie de travelling hacia atrás, co- nosidad propuesta por la “estética do- jeto, y se proyectan hacia el futuro. En
Ante la globalización mo vuelta al cine de autor, la recupera- minante” de la última década, hay al- este sentido Welles, Fellini, Visconti, Ei-
estética... (Cont.) ción de la historia -que no es más que la gunos focos de resistencia (y qué otra senstein, Coppola, etc..., no son actua-
reivindicación de la memoria ante las cosa es el arte), incluso la búsqueda de les, sí contemporáneos. Para Truffaut,
políticas de olvido- permite un aleja- una instancia reflexiva desde este mis- el cine de autor se asemejaría a la perso-
sitara recordar las imágenes anteriores
miento metodológico-instrumental, pa- mo discurso cinematográfico. Como na que lo hiciese, no tanto a través del
para pasar a las siguientes. Es más, si el
ra comprender y evitar la miopía con- por ejemplo el cine de Tarantino, Kita- contenido autobiográfico como merced
espectador se detuviera a recordar, re-
temporánea de la era mediática. Que cí- no, o las nuevas experiencias del cine a su estilo, que impregna el film con la
flexionar o profundizar, quedaría auto-
nicamente nos repite que de repente, to- coreano, chino, el de los países de la ex personalidad de su director. Estos di-
máticamente “retrasado” y fuera del
do ha pasado: los ideales éticos y políti- Unión Soviética, y algún que otro film rectores intrínsecamente “fuertes” ex-
juego. Esta combinación de velocidad y
cos; las utopías, las reivindicaciones so- que suele sorprendernos en los festiva- hiben con el paso del tiempo una “per-
borramiento, es uno de los signos más
ciales. les de cine independiente, y que por su- sonalidad” estilística y temática recono-
patéticos de esta época, lo medular del
Hace tiempo, afirma Virilio, la acelera- puesto no tienen una significativa dis- cible que los hace únicos e irrepetibles,
esquema postmoderno (neobarroco): la
ción de la realidad del tiempo provoca la re- tribución comercial. incluso algunos de ellos como Hitch-
desmemoria y la pura superficialidad.
pulsión del ser aquí presente. A semejanza Por otro lado, ¿toda esta “parafernalia” cock, mostraron autonomía dentro del
En este sentido el cine de la última dé-
del escalofrío que produce la retirada del técnica, de la cual hace ostentación este marco de los estudios de Hollywood.
cada ha sepultado la pausa, el silencio,
cuerpo, la desaparición de la esperanza en el “nuevo” cine (postmoderno o neoba- Dicho en términos sartrianos, el cine de
la lentitud necesaria para la retención
provenir produce la regresión del espíritu, el rroco), cambió los modos de percepción autor se esfuerza por alcanzar la “au-
de los elementos más sutiles cargados
resentimiento permanente. de los problemas y conflictos funda- tenticidad” bajo la “mirada” castradora
de intensidad y significancia. ¿Dónde
Sin dudas el cine -y en especial el de au- mentales que planteaban los grandes del sistema de los grandes estudios. En
han quedado aquellos magníficos pla-
tor- es una ventana abierta al modo de relatos del cine de autor, considerado última instancia más que una teoría
nos secuencia de un Welles, de un An-
ser de una determinada sociedad. Y en hoy, despectivamente como “viejo”, que recupere al autor, es sobretodo una
gelopoulos, de un Tarkovski o de un
los films más lúcidos de la historia del “obsoleto” o sencillamente “clásico”?. perspectiva metodológica, y una verda-
Kieslowski? ¿Y aquel memorable final
cine, una ventana abierta al caos y a la A propósito, en un texto escrito por Sil- dera “política de los autores”, que une
de Muerte en Venecia de Visconti?
fragmentación sobre los cuales toda for- via Bleichmar, Nuevas tecnologías ¿nue- el “qué” y el “cómo” en una proclama
La gran mayoría de las producciones
ma social se asienta. También suele po- vos modos de subjetividad?, la autora co- personal. En la que el director se arries-
del cine actual, que pretende ofrecernos
seer una aguda mirada sobre la subjetivi- menta: “…Los enigmas siguen siendo los ga y lucha contra la homogeneidad es-
un mundo lleno de matices confunde
dad o los distintos modos de ser en de- mismos: la fratría, el nacimiento,la muer- tética, contra la estandarización de un
matiz con brillo superficial, y creativi-
terminado período histórico social. Y es te... La tecnología no altera, hasta el mo- sistema establecido, sometido a rígidas
dad con la “variada” repetición de lo
por ello que el cine suele ser un catali- mento, estas preocupaciones de base. El jerarquías de producción. Resistiendo y
mismo. Un cine paradójicamente ho-
zador muy eficaz de indagación sobre nuevo cine de ciencia-ficción aborda tales gozando del control artístico sobre sus
mogéneo. Cine fábrica que inventa una
el estado actual de nuestra cultura. Em- cuestiones: “Blade Runner” lo muestra de propias producciones. En síntesis, y
matriz sobre la que se proponen débiles
peñada en remarcar la idea de esta nue- manera paradigmática: en un mundo en el rescatando la opinión de Andrew Sa-
variaciones en el resto de la serie. Aquí
va era capitalista-globalizadora, de ex- cual los hombres han logrado construir hu- rris: “la forma en que un film se presenta y
no interesa cómo se cuenta una historia
pansión ilimitada del “dominio”. Don- manoides imposibles de diferenciar a simple progresa debe estar relacionada con la forma
sino hasta dónde se puede impactar
de todo lo que el capitalismo “crea”, es vista, éstos se rebelan porque no aceptan ni en que el director piensa y siente”. Asimis-
(que no es lo mismo que con-mover) al
creado para ser destruido. Desde este discriminación ni el plazo fijado de cuatro mo, Sarris proponía tres criterios cues-
público con los efectos especiales. El ci-
punto de vista el capitalismo produce años de vida. En los límites mismos de la tionados por muchos críticos, para re-
ne de esta última década ha “totemiza-
sin sentido, “una vida” que no puede tecnología, la vida y la muerte se plantean conocer a un autor, que creo, merecen
do” las imágenes a partir de un desplie-
traducir el presente, y que debe destruir como los ejes que atraviesan aún la tecno- ser repensados: 1- la competencia técni-
gue técnico sin precedentes que ha
para generar más necesidades. Su afán existencia. La memoria implantada, viven- ca; 2- una personalidad, un estilo reco-
transformado a la técnica en un fin en sí
es el de producir más, acumular más en cial, humana, abre las posibilidades de todos nocible; y 3- un significado interno sur-
mismo y no en una mera herramienta
el menor tiempo posible. Esta “forma los sentimientos, incluido el amor al seme- gido de la tensión entre su personali-
al servicio del relato. De ahí la literali-
de acción inactiva”, en la que son trans- jante y el dolor concomitante. En “Termi- dad y el material. En cierta forma la re-
dad omnipresente y la obscenidad por-
formados los sujetos-consumidores de nator” la alteración de los tiempos juega cuperación del cine de autor, frente a la
nográfica de los mismos. Todo está con-
los productos culturales que este mis- con el enigma de los orígenes: ¿puede un globalización estética imperante, se re-
tado en un “presente puntual” y frag-
mo sistema ofrece con tanta eficacia téc- hombre enviado al pasado salvar a su propia laciona muy directamente con la idea
mentado. Porque hay que “estar al
nica, nos dice: desde ahora no hay más re- madre y, en el ejercicio de esa tarea, engen- de Italo Calvino, a propósito de una
día”, borrar en lo posible toda huella, y
lieve que el acontecimiento, al punto de drar a su padre?”(4). obra clásica. Y si bien Calvino se refería
olvidar. Porque no hay pasado que re-
que el horizonte temporal de expectati- a libros, tales definiciones -sólo voy a
cuperar o del cual aprender. Este cine
vas que propone sea establecido sólo recordar tres- pueden ser trasladadas a
que “ofrece tanto”, se ha olvidado de lo
por la línea constituida por los hechos y
La subjetividad termina esfu-
determinados films, dentro de la histo-
fundamental: la mirada. Se ha olvidado mándose tal como un paisaje
anécdotas de un presente sin memoria, ria del cine: Un clásico es una obra que
del espectador en cuanto sujeto activo,
y lo ha convertido en un autómata, que
y por lo tanto sin futuro. visto a través de la ventanilla suscita un incesante polvillo de discursos
Esta fascinación que produce la tiranía de un automóvil a gran veloci- críticos, pero que la obra se sacude conti-
atraído por el falso confort de “la pleni-
de los efectos especiales -verdaderas nuamente de encima. Un clásico es una
tud” del consumismo, ya nada tiene
“prótesis” que tratan de sostener la au-
dad, sin procesamiento psíqui- obra que nunca termina de decir lo que tie-
que imaginar, o indagar. Mejor dicho co posible.
sencia de relato, la voluntad de la for- ne que decir. Y por último, es clásico lo que
elucidar, que según Castoriadis es: pen-
ma, y una sólida construcción estética persiste como ruido de fondo incluso allí
sar sobre lo que se hace, y saber sobre lo se
sostenida por las actuaciones y las his- Para ir finalizando, y para no caer en donde la actualidad más incompatible se
piensa.
torias que se cuentan- se encuentra liga- una visión meramente apocalíptica o impone. **
da al paulatino crecimiento de las imá- nostalgiosa, convendría recordar aque-
El cine de la última década ha genes tecnológicas, que a medida que lla frase de Gramsci, repetida hasta el * Un pesimista según Bernard Shaw es
sepultado la pausa, el silencio, se van haciendo más “convincentes” cansancio por Pasolini ante ciertas si- un realista muy bien informado.
la lentitud necesaria para la para el espectador, parecieran alejarse tuaciones como las descriptas anterior- ** Calvino, Italo, Por qué leer los clásicos,
cada vez más de la representaciones mente, “seguir luchando con el pesimis- Tusquets Editores, Barcelona, 1992.
retención de los elementos más tradicionales, y quedaran atrapadas en mo* del pensamiento y con el optimismo de
sutiles cargados de intensidad modos de autorreferencialidad seriales la voluntad”. Quizás como dice el título Notas
y significancia. repetitivas. Una especie de juego con la del artículo, ante la globalización estética, (1) ...vivimos en un mundo crepuscular, pe-
realidad que Baudrillard denominó “si- entre otras cosas, recuperar el cine de au- ro tan brillante y poético que llega a con-
mulación hechicera”. Esta fascinación por tor. Esta recuperación amerita una acla- fundirse con una nueva aurora. Sin embar-
Dicha aceleración del tiempo produce
las imágenes se encuentra ligada a un ración: una cuestión es la actualidad y go, la aceleración de las comunicaciones, las
según Paul Virilio, un exceso de veloci-
tipo de seducción muy propia del siste- otra la contemporaneidad. La actuali- múltiples conexiones en red, la circulación
dad, que paradójicamente es un enveje-
ma consumista capitalista: seducción dad es el cine “del día”, lo efímero, un incesante de personas, de mercancías y de
cimiento prematuro y un agotamiento
que constituye, por un lado, una reafir- cine hijo de la moda, y que podríamos información escapan a todo control... De la
del mundo que nos rodeaba y nos ro-
mación de las apariencias, y pertenece llamar, utilizando una metáfora “gas- contratapa del libro Amanecer crepuscu-
dea. Esto hace que se pase de la refle-
por lo tanto al “espacio (juego) del arti- tronómica”: cine hamburguesa, tan ins- lar, Paul Virilio en diálogo con Sylvére
xión al reflejo. El sujeto no reflexiona,
ficio de las apariencias”; pero, simultá- tantáneo como fugaz, films que como Lotringer, Fondo de Cultura Económi-
sino que “actúa” por reflejo, perdiéndo-
neamente, representa la estrategia esen- las hamburguesas están producidos in- ca, Bs.As., 2003.
se así (por no querer perder tiempo) el
cial de este juego de superficie. Y que en dustrialmente no para ser “saborea- (2) Término utilizado para definir una
tiempo propio, el de la reflexión. La ve-
realidad no es otra cosa que un “abismo dos”, sino para ser “tragados”. En estos línea de tendencia contemporánea rela-
locidad, es un poder anidado en la fra-
superficial”, y uno de los síntomas más “menús cinematográficos” como los cionada con la idea de repetición, reci-
se capitalista por antonomasia: el tiem-
significativos de esta era “neobarroca”: que ofrece la cadena Mc.Donald’s, no claje o recurrencia específica y propia
po es dinero, y la velocidad es poder.
el horror al vacío. Esta verdadera hay muchas opciones, y sus productos del barroco. No sólo o no tanto un pe-
Ante este panorama (panorámica es más
“trampa al ojo” lanzada por las imágenes son iguales en todo el mundo. Es más, ríodo específico de la historia de la cul-
pertinente en términos cinematográfi-
de simulación del cine dominante, jue- no ofrecen ninguna resistencia, incluso tura, sino una actitud general y una
cos), la subjetividad termina esfumán-
gan con lo real y revelan para el imagi- como si se tratara de una regresión in- cualidad formal de los objetos que lo
dose tal como un paisaje visto a través
nario del espectador, la falsa concep- fantil, son tragados con la sola ayuda expresan. “Neo-barroco” llega a ser
de la ventanilla de un automóvil a gran
ción de que la realidad está construida de las manos, sin la necesidad de cu- una categoría artística contrapuesta a la
velocidad, sin procesamiento psíquico
y predeterminada, y que poco se puede biertos. Y en el menor tiempo posible. de “clásico”, y en el caso de este artícu-
posible. Ante este exceso de velocidad
hacer para modificarla. Asimismo estas Estos films se consumen en el presente, lo relacionado con el cine actual, opues-
(cuyo paradigma es el estar on-line) los
imágenes constituyen elementos funda- con la misma rapidez que una hambur- to al “cine de autor.”
sujetos y sus lazos también se esfuman;
mentales en la producción y el manteni- guesa. En oposición, el cine de autor, (3) Del griego dromos: “carrera” o “pista
la traducción del otro, de la historia y
miento de una condición general de “si- tiene que ver con la contemporanei- de carreras”.
del pasado se hace imposible. El paisaje
mulación hipócrita, cínica y desencan- dad, entendida como lo que resiste y (4) Bleichmar, Silvia, La subjetividad en
se ha vuelto pasaje: ahora al miedo al futu-
tada”. dura. Films que se “anclan” en el pasa- riesgo (capítulo X), Topía Editorial,
ro viene a sucederle el miedo al pasado. En
Sin embargo, a diferencia de la vertigi- do, no reniegan de la historia ni del su- Bs. As., 2005.
24 Topía REVISTA
Vicente Zito Lema
Filosofía de la Escritor

pobreza
“¿Qué hay entre tí y mí?” te el deseo y anticipa la realidad-, no
Nuevo Testamento. (Mc., V, 7 y Lc., VIII, 28) muere para la vida: despojado y expul-
En cita de Soren Kierkegaard: El concepto de la angustia sado de su existencia (su mismidad se-
rá un fantasma), muere sin clausurar el
proceso de muerte, es apenas un fugaz
los rituales del sacrificio, y provoca, suceso de la pobreza.
desde la excepción individual, la apari-
ción del héroe, el genio o el mártir. Vis- El pecado originario de la vida es la po-
ta la pobreza como totalidad, su saber breza y no tiene absolución en el reino
absoluto sólo puede lograrse desde otra de los cielos. La “condena” al trabajo
totalidad: su no existencia. para modificar la naturaleza y reprodu-
Es que la pobreza ya no necesita vincu- cir la vida es el precio de la libertad, y
larse con la muerte. Existe en ella y por hace de la pobreza una cuestión absolu-
ella. tamente humana, un litigio histórico y
social.
III La pobreza es cantidad que prosigue en
Primera relación: Así la pobreza no requiere sustancia El ser sin existencia ocurre en los sue- cantidad sobre la tierra hasta que la
la pobreza y la muerte primigenia de vida, es un predicado de ños. muerte extinga el sentido de la vida.
la muerte; será vista como la conse- El sueño es una eternidad que se pro- La lectura individual de la pobreza res-
I cuencia accidental -no previsible, tam- duce en la vida. ponda a las reglas del azar. Páginas
Así como los muertos nos hablan de la poco deseada- de la riqueza. O, si se La muerte no sueña la vida, la espanta, abiertas por el viento, a veces socorrido
muerte y ningún muerto ni todos los prefiere, un derivado patológico (se tras el pavor agudo de la pobreza. por las diosas del destino.
muertos son la muerte, y menos aún la piensa en un delito aberrante, en una La vida es anterior a la pobreza, pero la En la pobreza hay una garganta común
eternidad, así también la pobreza. pústula, en un delirio) de un proceso de pobreza no reconoce el pasado de la vi- que se oprime hasta que cada pobre,
Cada pobre vive la temporalidad estric- legalidad, de salud y normalidad que da, el tiempo lo conjuga en continuidad uno a uno, se cubre con las cenizas de la
ta de su pobreza, sin embargo no la organiza el universo de los hombres del presente. noche.
agota ni confunde su sustancia -propia “bien pensantes”, quienes, imbuidos de La pobreza se mueve sin memoria y sin Cubiertos por esas cenizas de la noche
e indeclinable por su sentido de tras- fe santa, libran contra el “mal” de los remordimiento. La memoria necesita no tendrán los pobres en la pobreza otra
cendencia- con esa pobreza que no es pobres la batalla por el paraíso perdido. de lo humano; tampoco es posible el re- resurrección que la conciencia.
en su origen naturaleza, menos aún de- mordimiento sin una divinidad que pi-
signio de la divinidad. (Es inconcebible La pobreza nace con cada pobre, que da cuentas sobre el amor. El olmo nun- Los sueños de los pobres no son “un ac-
una perfecta divinidad que haga “tram- deberá andar con sus pies sobre el mis- ca se planteó dar peras: en el espacio de cidente maléfico”; tampoco responden
pas” a sus criaturas, pervirtiendo con la mo fuego original. la pobreza no hay lugar para lo huma- al “espíritu de la inocencia”, nacen co-
aparición de la pobreza ese poder de La muerte de un pobre no es el fin de la no y la divinidad sólo se recibe en tanto mo un estertor desde la materialidad
acción en libertad que define lo huma- pobreza, que desde su ajenidad sigue contribuya a la reproducción de la po- atroz de la pobreza, allí donde la muer-
no, que hace de lo humano el espejo regando las sombras como si fueran ro- breza, convertida perversamente en te sueña la muerte de los pobres con los
donde la vida se refleja como amor en sas. principio de la realidad. Limosnas Catálogos
y re- ojos bien abiertos.
los ojos del otro). signación, perdón o consuelo son más- Los pobres sueñan con los ojos dormi-
II caras múltiples de un mismo crimen. dos para no ver la pobreza, pero ven la
Atrapado por la pobreza, despojado de La muerte ante la conciencia de la vida La pobreza es aquí un fantasma que muerte, que jamás fue un pasajero de
su conciencia real, vaciados los conteni- jamás será la nada (que estremece pero abre los espejos del horror. Detrás de las sus días, siempre estuvo en el final del
dos de su existencia, sin posibilidad de también justifica); es un no poder ser que máscaras absurdas, el horror es la camino. (¿Qué ven en la muerte los po-
tomar distancia de su permanencia en nace cual detritus del amor sobre la an- muerte. La pobreza tiene el rostro defi- bres...? ¿La vida que no dejó ver la po-
el dolor para observarse, el pobre no gustia de la existencia, una eternidad nitivo de ningún rostro, un vacío sin breza...?).
puede alcanzar la verdad de su real pa- paralizada en el instante que abrió sus humanidad, anonimidad pura.
decer, y hasta llega a sentir, desde una alas y clavó sus garras en la materiali- La vida de los pobres se inicia con la
resignación que lo involucra sin tránsi- dad de un hombre desnudo y sin soco- En la pobreza la muerte no será el re- muerte de la pobreza. En ese instante,
to con la producción alienada de la vi- rro en el paradoxismo de la desespera- cuerdo crítico y conciente de la vida. El abre sus aguas el río de la pureza, para
da, que su pobreza particular le perte- ción. “bien” y el “mal” resaltan las opciones que el sueño de la vida sea la propia vi-
nece, que es la herencia recibida y la La muerte es un todo de sustancia no estereotipadas de una misma tragedia. da, y la pobreza, ajena al poder de la
que debe transmitir, incluso como acto perfecta, que antecede a la vida y se La justicia o la piedad apenas sirven de muerte, sea apenas memoria del espíri-
de fe, en tanto que bajo la mirada del perpetúa en cada una de las vidas, ten- alegorías macabras. tu humano, cuando fue humillado, en
ayer existe la pobreza y su mirada del gan o no tengan pasado. El pobre que muere con los zapatos de nombre de la ley, sin que “clamara el
mañana no deja de ser el recuerdo del El discurso de la muerte recoge las pa- pobre sin haber soñado la muerte de la cielo”, sin que se detuvieran las honras
hoy que revive en su condición de po- labras de la muerte y el silencio de los pobreza a la razón con que el poder instituye y
bre. muertos, fundidos en los bordes del va- -se habla aquí del sueño que saca a flo- vigila este mundo...
Entonces la pobreza se convierte -he cío.
aquí la cruel paradoja-, en el último, fu- La muerte no es el pecado de la vida.
gaz y agónico camino de salvación de El pecado de la vida es la pobreza, don- TOPIA EDITORIAL Presenta
su extremo dolor. La angustia nace en de vuelven a escucharse, sin respues-
el pobre porque la conciencia de la po- tas, las palabras de la muerte y el silen- Bitácora de un psicoanalista
breza lo enfrenta con la muerte. Más cio de los muertos, en un desierto que de Oscar Sotolano
aún, le han enseñado que la pobreza es desconoce la resurrección. Presentadores:
un crimen del pobre. La muerte es para los vivos que han te-
Silvia Bleichmar, Carlos Guzzetti y Eduardo Müller
nido existencia y en plenitud no forza-
Inducido día y noche al suicidio como da (se habla del ejercicio develado de Coordinación: Alejandro Vainer
sacrificio redentorio, será preciso -des- las contradicciones). Así los pobres, que Martes 2 de agosto - 20,30 hs.
de la lógica que garantiza la pobreza- son “numerosidad” en la pobreza, pa-
que con su pasividad extrema el pobre san a la muerte desde una posición que Confiteria Ideal, Suipacha 384
pague sus culpas y recupere la inocen- se inscribe como materia tanática, ago-
cia. nía de la continuidad en una infinitud
Lo que se calla es que nadie puede ser sin tránsitos.
inocente en la pobreza, que su materia
es la ignorancia y su producción masi-
La pobreza es una acción antes que un
estado. Al igual que el lenguaje sólo se Confitería Ideal
va, crónica e indiferenciada. entiende como un todo. Se da de una
vez y para siempre. (Salvo que la oscu-
La pobreza contiene al pobre en su vas- ridad de origen que la estructura y res- Presenta su show de tango
tedad como la mar a sus olas, sin darle guarda se ilumine con su propio muer- Cena – Copa
calidad de sujeto, jamás será un rostro y te).
un nombre, no tendrá historicidad ni La pobreza es más que una cantidad de
conciencia crítica, y obligado a sufrir el privaciones, humillaciones y estadísti- Lunes: Milonguísimo 21.30 Hs.
divorcio absoluto de su cuerpo y su al- cas: es una calidad morbígena, nefanda.
ma -destruidos en soledad- no podrá La pobreza priva de la conciencia pro- Viernes y Sábado: Amigotan 21.30Hs.
devenir en espíritu de humanidad. No funda de la vida, ya no hay una anterio-
hay responsabilidad por la pobreza del ridad a la vida como pobre, ni una pos- Domingo: Piel de Tango 21.30 Hs.
pobre. Tampoco se acepta la culpa, en terioridad a la muerte en la pobreza.
tanto el pobre está puesto por fuera del La pobreza a lo sumo permite navegar Suipacha 384 P.B.
mundo humano, ni siquiera es lo otro, por los márgenes del saber de la pobre-
pertenece a una categoría abstracta y za; llegar a la verdad que escandaliza TE: 5-265-8078
sin sentido, que se reproduce a sí mis- la realidad desde el interior de la pobre-
ma: la pobreza. za, exige una experiencia que abreva en
Topía REVISTA 25
nario en el sistema liberal. Deberíamos

N TO
La banalización de la poder sacar algunas consecuencias para
caracterizar las formas de banalización
EL A
AD LUSIV
O
injusticia social del mal en los sistemas totalitarios (que
no fueron elucidadas de forma satisfac-

EXC
toria, incluso por H. Arendt, según me
Christophe Dejours parece).
La banalización del mal pasa por mu-
chos nudos intermediarios. Cada uno
Editorial Topía publicará en los próximos meses La banalización de la in- tribuyen a excluir y agravar el malestar de ellos supone una construcción hu-
justicia social del psicoanalista francés Christophe Dejours, autor del cual de partes cada vez más importantes de mana. En otras palabras, no se trata de
se han traducido pocas obras a nuestro idioma. la población. una lógica incoercible, sino de un enca-
Este libro, de gran repercusión en Francia, publicado por Ediciones de Seuil En otros términos, la adhesión a la causa denamiento que implica responsabili-
bajo el título de Souffrance en France, aborda la situación social actual economicista, que agrava el malestar de dades. Este “proceso” puede entonces
desde una novedosa perspectiva. la injusticia, no se desprende, como se ser interrumpido, controlado, contraba-
Aprovechamos esta oportunidad para agradecer el apoyo brindado por la suele creer, de la simple resignación o lanceado o intervenido por decisiones
Embajada de Francia en Argentina, sin cuya colaboración este emprendi- de la constante impotencia frente a un humanas, que implicarían también res-
miento no hubiera sido posible. proceso que supera, funcionaría tam- ponsabilidades. La aceleración o el fre-
A continuación ponemos a disposición del lector de Topía el primer capítu- bién como una defensa contra la con- no de este proceso depende de nuestra
ciencia dolorosa de su propia complici- voluntad y de nuestra libertad. Nuestro
lo de esta obra.
dad, de su propia colaboración y de su poder de control sobre este proceso
propia responsabilidad en el desarrollo puede ser acrecentado a partir del co-
¿Cómo tolerar lo intolerable? reacciones de movilización colectiva
del malestar social. Agrego que lo que nocimiento de su funcionamiento. Al
Nadie duda que aquellos que han per- son posibles, y que no estamos obliga-
aquí trataré de analizar no tiene nada no poder inclinarnos en beneficio de la
dido su empleo, aquellos que no pue- dos a aceptar el factum, ni a adherir a la
de excepcional. ¡Es la banalidad misma! acción, el análisis que vamos a desarro-
den encontrar uno (desempleados pri- tesis de la “causalidad del destino” que
No solamente la banalidad del mal, si- llar podrá al menos servir para la com-
marios) o encontrar uno nuevo (deso- aquí sería más la consecuencia de una
no la banalidad de un proceso que es sub- prensión, sin poder evitar el riesgo -que
cupados de larga duración) y que su- parálisis de la capacidad de análisis
yacente a la eficacia del sistema econó- no es más que un riesgo- de una recon-
fren el proceso de desocialización pro- [Flynn, 1985]). Creer que el desempleo
mico liberal. ¿Es entonces una nove- ciliación trágica. Afirma en esencia
gresiva, padecen. Cada uno sabe que y la exclusión son el resultado de una
dad? ¡No! Solamente es nueva la iden- Hannah Arendt: “comprender es una
este proceso conduce a enfermedades injusticia o concluir, por el contrario,
tificación de un proceso. Proceso que se actividad sin fin por la cual nos adapta-
mentales o físicas, o, a las dos a la vez, que éstos resultan de una crisis de la
vuelve más visible en el período actual, mos a lo real, nos reconciliamos con es-
por intermedio de un ataque a los ci- cual nadie es responsable no está inclui-
en razón de los cambios políticos sobre- to y nos esforzamos por estar de acuer-
mientos de la identidad. Hoy en día to- do en una percepción, en un sentimien-
venidos en el transcurso de las últimas do o en armonía con el mundo” (Re-
dos comparten una sensación de miedo to o en una intuición, como es el caso
décadas. Al mismo tiempo, cuando las vault d’Allonnes, 1994).
por sí mismo, por sus seres cercanos, con respecto al padecimiento. El proble-
luchas políticas y la movilización colec- En 1980, frente a la creciente crisis del
por sus amigos o por sus hijos, frente a ma de la justicia o de la injusticia impli-
tiva estaban más vivas y el espacio pú- empleo, los analistas políticos franceses
los riesgos de la exclusión. A fin de ca en primer lugar la pregunta por la
blico más abierto que en la fase históri- preveían que no podría superar el 4%
cuentas, todo el mundo sabe que cada responsabilidad personal: ¿la responsa-
ca actual, ese proceso de banalización de desempleados de la población eco-
día se agranda, en toda Europa, el nú- bilidad de algunos dirigentes y nuestra
del mal se encontraba menos accesible nómicamente activa sin que surgiese
mero de excluidos y las amenazas de responsabilidad están o no implicadas
para la investigación. Entonces, voy a una crisis política mayor, debiendo ma-
exclusión; y nadie puede esconderse en este malestar?
intentar analizar el proceso que favore- nifestarse en disturbios sociales y movi-
honestamente tras el velo demasiado Las nociones de responsabilidad, de
ce la tolerancia social al mal y a la injus- mientos de carácter insurreccional, ca-
transparente de la ignorancia que dis- justicia incumben a la ética y no a la psi-
ticia, proceso por el cual hacemos pasar paces de desestabilizar al Estado y la
culparía. cología. El juicio de atribución, por su
por un malestar aquello que, de hecho, sociedad en su conjunto. En Japón, los
Pero no todo el mundo comparte el parte, pasa en primer lugar por la adhe-
implica el ejercicio del mal cometido analistas políticos preveían que la so-
punto de vista según el cual las vícti- sión a un discurso o a una demostra-
por algunos contra otros. ciedad japonesa no podría asimilar po-
mas del desempleo, de la pobreza y de ción científica, o incluso a una creencia
Algunos lectores estarán tentados de lítica ni socialmente una tasa de desem-
la exclusión social, serían también vícti- colectiva, que se constituye en autori-
detenerse porque habrán sentido que pleo superior al 4%. (De Bandt y Sipek,
mas de una injusticia. En otros térmi- dad para el sujeto que juzga.
este texto no propone identificar un pu- 1979).
nos, hay aquí, para muchos ciudada- A mi parecer, la atribución del malestar
ñado de responsables condenables y Por cierto, no sabemos qué sucederá
nos, un clivaje entre padecimiento e in- del desempleo y de la exclusión a la
analizar las estrategias de las que éstos con la situación política japonesa. Pero
justicia. Este clivaje es grave. Para quie- causalidad del destino, a la causalidad
se sirven para cometer sus fechorías. In- sabemos que en Francia somos capaces,
nes lo adoptan, el padecimiento es, por sistémica, no se desprende de una infe-
cluso si los responsables existen, cuyo desgraciadamente, de tolerar hasta un
cierto, un malestar, pero este malestar rencia psico-cognitiva individual. La te-
comportamiento amerita un análisis es- 13% de desempleo y probablemente
no conlleva necesariamente una reac- sis de la causalidad del destino no es re-
pecífico, su identificación no confiere a más. ¿Los analistas y quienes armaron
ción política. Puede justificar compa- sultado de una invención personal, de
otros tantos, en particular a los lectores las prospectivas se equivocaron? Sí y
sión, piedad o caridad, pero no desen- una especulación intelectual o de una
o al autor, el beneficio de la inocencia. no. Sí, en la medida en que sus previsio-
cadena necesariamente indignación, investigación científica individual. Ésta
El ensayo que sigue es un recorrido pe- nes fueron invalidadas por la realidad.
cólera ni llama a la acción colectiva. El es dada al sujeto desde el exterior.
noso, tanto para el lector destinatario No, en la medida en que, probablemen-
padecimiento no suscita un movimien- ¿Por qué el discurso economicista sobre
como para su autor. El esfuerzo de aná- te, la sociedad francesa de los ‘80 no hu-
to de solidaridad y de protesta a menos el malestar, que lo atribuye a la causali-
lisis parece así necesario. Creo que per- biese podido tolerar un 4% de desocu-
que se establezca una asociación entre dad del destino y niega la responsabili-
mite comprender porqué no hay solu- pados, aún menos un 13%, sin reaccio-
la percepción del padecimiento y el he- dad y la injusticia en el origen de dicho
ciones a corto plazo para el malestar so- nar mediante disturbios sociales y polí-
cho de una injusticia. Bien entendido, si malestar, tiene la adhesión masiva de
cial generado por el liberalismo econó- ticos. Evidentemente, el progresivo cre-
el padecimiento de otro no es percibi- nuestros conciudadanos, con su corola-
mico en la fase actual de nuestro desa- cimiento del desempleo es lo que po-
do, el problema de la movilización en la rio, la resignación o la ausencia de in-
rrollo histórico. No se trata de que la ac- dría explicar esta tolerancia social ines-
acción política no se plantearía, aún dignación y de movilización colectiva?
ción sea imposible, sino que haría falta, perada. No porque este crecimiento ha-
menos el de la justicia. Para responder a esta pregunta, me pa-
para poder iniciarla, reunir las condi- ya sido demasiado rápido. Se trata pro-
Para comprender el drama que consti- rece que la psicodinámica del trabajo1, ciones de movilización que no parecen bablemente de alguna otra cosa muy
tuye la debilidad de la movilización que tiene incidencia en los campos psi- ser posibles sin un tiempo preliminar distinta.
contra el desempleo y la exclusión, se- cológico y sociológico, puede aportar de difusión y de debate de los análisis Nuestra hipótesis consiste en que, lue-
ría necesario estar en condiciones de herramientas iluminadoras. En esencia, sobre la banalización del mal. Por lo go de 1980, no fue solamente la tasa de
analizar precisamente las relaciones y la psicodinámica del trabajo sugiere tanto, de esta banalización, creo poder desocupación lo que cambió, sería toda
los lazos que se tienden o deshacen en- que la adhesión al discurso economicis- decir que somos, la mayoría de noso- la sociedad la que se habría transformado
tre el padecimiento de otros y la injusti- ta sería una manifestación del proceso tros, una parte involucrada. Debo agre- cualitativamente, al punto de no tener ya
cia (o justicia). de “banalización del mal”. Mi análisis gar que si la banalización del mal no las mismas reacciones. Para ser más
Las personas que disocian su percep- parte de la “banalidad del mal” en el tiene nada de excepcional, en la medida precisos, contemplamos, bajo esta fór-
ción del padecimiento de otros, del sen- sentido en que Hannah Arendt emplea en que sería subyacente al sistema libe- mula, esencialmente, una evolución de
timiento de indignación que implicaría esta expresión con respecto a Eich- ral mismo, ésta estaría implicada tam- las reacciones sociales frente al padeci-
el reconocimiento de una injusticia sue- mann. No como ella lo hace en el caso bién en las derivaciones totalitarias tal miento, al malestar o la injusticia. Evo-
len adoptar una postura de resignación. del sistema nazi, sino como en el de la como las comprendidas en el nazismo. lución que se caracterizaría por una ate-
Resignación frente a un “fenómeno”: la sociedad contemporánea, en Francia, a Pero entonces, ¿en qué consisten las di- nuación en las reacciones de indigna-
crisis del empleo, considerada como fines del siglo XX. La exclusión y el ma- ferencias entre totalitarismo y neolibe- ción, de cólera y de movilización colec-
una fatalidad, comparable a una epide- lestar infligidos a otros en nuestras so- ralismo? ¿Por dónde pasa la línea divi- tiva para la acción en favor de la solida-
mia, a la peste, al cólera, o incluso al si- ciedades, sin movilización política con- soria? ridad y la justicia, aunque se desarrolla-
da. De acuerdo a esta concepción, no tra la injusticia, vendrían de una diso- En ausencia de una respuesta clara a es- rían reacciones de reserva, de duda y de
habría injusticia, tan sólo un fenómeno ciación realizada entre malestar e injus- ta pregunta, esta banalización parece perplejidad, incluso de franca indife-
sistémico, económico, sobre el cual no ticia, bajo los efectos de la banalización muy inquietante. El presente ensayo se rencia, así como también de tolerancia
tendríamos incumbencia. (Entonces, in- del mal en el ejercicio de los actos civi- encamina, más allá del análisis de dicha colectiva hacia la inacción y de resigna-
cluso si se tratara de una epidemia co- les ordinarios por quienes no (o todavía banalización, a identificar las especifici- ción frente a la injusticia y al padeci-
mo la del sida, constatamos que las no) son víctimas de la exclusión, y con- dades del funcionamiento social ordi- miento de otros. Ningún analista im-

26 Topía REVISTA
pugna esta evolución. A muchos los de- nativa la debilidad de la movilización Pero la denuncia queda sin consecuen- aún denominada por simplificación “psico-
sespera. Sólo las explicaciones de este colectiva contra el padecimiento. Así, el cias políticas, por lo mismo que sin nin- dinámica del trabajo”. En esta evolución de
fenómeno divergen. Comprendemos problema se convierte en el del desarro- guna movilización colectiva concomi- la disciplina, el lugar asignado al padeci-
miento ocupa una posición central. El traba-
de manera errónea cómo una mutación llo de la tolerancia a la injusticia. Esto se- tante. Por el contrario, esta denuncia pa- jo tiene efectos poderosos sobre el padeci-
política de esta amplitud pudo produ- ría justamente la ausencia de reacciones rece compatible con una tolerancia crecien- miento psíquico. O bien él contribuye a
cirse en tan poco tiempo. La interpreta- colectivas de movilización que harían te a la injusticia. ¿Debemos ver en ella agravarlo y a empujar progresivamente al
ción más común consiste en asociar es- posible la continuidad del desarrollo una prueba del frágil poder de los dis- sujeto hacia la locura; o bien contribuye por
ta pasividad colectiva insólita a la au- progresivo del desempleo y de los des- cursos de denuncia del plan político o el contrario a transformarlo, a subvertirlo
sencia de perspectivas (económica, social gastes psicológicos y sociales, hasta las el indicio de una duplicidad encubrien- incluso, en placer, al punto que, en ciertas
situaciones, el sujeto que trabaja defiende
y política) alternativas. Esta ausencia de tasas que conocemos en la actualidad. do, tras la denuncia, una tolerancia cre-
mejor su salud mental que aquellos que no
perspectivas movilizantes es difícil- Que la era Mitterrand (1981-1995) haya ciente? A menos que la denuncia no trabajan. ¿Por qué el trabajo es tan patóge-
mente cuestionable. ¿Pero es ésta, como sido marcada por una abdicación ideo- funcione aquí en el sentido habitual y no, tan estructurante? El resultado no está
piensan muchos analistas, la causa de lógica con respecto a los ideales socia- condujese más a familiarizar a la socie- nunca dado de antemano. Depende de una
cierta inercia social y política o su con- listas, bajo la forma de un “economicis- dad civil con el malestar, a domesticar dinámica compleja cuyas principales etapas
secuencia? Personalmente, no creo que mo de izquierda”, es indiscutible. Pero las reacciones de indignación y a favo- son identificadas y analizadas por la psico-
dinámica del trabajo.
los movimientos colectivos de dimen- esta abdicación política, que consiste en recer la resignación, o incluso a consti-
sión social sean habitualmente movili- poner la razón económica por delante tuir una preparación psicológica para 2. Entonces en este dominio, las conductas
zados por la voluntad de marchar hacia de la razón política, no es la causa de la padecer el malestar, más que a acelerar colectivas se distinguirían de las conductas
un bienestar prometido por una ideolo- desmovilización. Ésta más bien sería el la acción política. singulares cuyo primum movens puede no
gía estructurada. Creo que la moviliza- resultado, durante largos años, a la vez ser reactivo sino que primitivamente es lle-
ción encuentra su principal fuente de incierto y sorprendente. Traducción: Lic. Valentina Picchetti vado adelante por el deseo (o por la pul-
energía, no en la esperanza de un bie- Este período de quince años es por otra sión). Esta diferencia me parece confirmada
por la experiencia clínica en la psicodinámi-
nestar (ya que dudamos de los resulta- parte caracterizado, en el universo del Notas ca del trabajo, que hace de quien la ejerce o
dos de una convulsión política), sino en trabajo, por la puesta en marcha de nue- 1. Esta disciplina -inicialmente denominada del investigador un testigo privilegiado del
la ira contra el padecimiento y la injus- vos métodos de gestión y de dirección de las psicopatología del trabajo- tiene por objeto, nacimiento y del desvanecimiento de los
ticia juzgados como intolerables. En empresas, que se traducen en el cuestiona- específicamente, el análisis clínico y teórico movimientos colectivos concernientes a la
otros términos, sería más una reacción miento progresivo del derecho del trabajo y de la patología mental debida al trabajo. justicia e injusticia en los lugares de trabajo.
que una acción, reacción contra lo intole- de los beneficios sociales (Supiot, 1993). Fundada al finalizar la última guerra por un Esta experiencia, comparada a la experien-
grupo de profesionales en ejercicio -investi- cia clínica del psicoanálisis, es sugerente, y
rable más que acción volcada hacia el Estos nuevos métodos son acompaña-
gadores reunidos alrededor de L. Le Gui- nos lleva más lejos, a una diferencia radical
bienestar2. dos no solamente con despidos, sino llant-, ésta conoce desde hace una quincena entre los procesos de movilización subjetiva
En esta perspectiva, nos faltaría tratar también por una brutalidad en las rela- de años un nuevo desarrollo que ha condu- individual y los procesos de movilización
de comprender de otra manera que por ciones de trabajo que genera mucho pa- cido recientemente a llamarla “análisis psi- colectiva en la acción.
la ausencia de una utopía social alter- decimiento. Por cierto, lo denunciamos. codinámico de las situaciones de trabajo”,

Las Palabras y los


Hechos

R E V I S TA S y L I B R O S El hombre que está solo y espera


Raúl Scalabrini Ortíz, Editorial Biblos, 158
páginas
El juego de los Vínculos. Subjetividad y
Redes: Figuras en Mutación
Denise Najmanovich, Editorial Biblos, 126
páginas
Recibidos Aquel sol negro agotado
Joaó Santana, Editorial Biblos, 343 páginas Civilización y Barbarie en el cine Argenti-
no y Latinoamericano
El doctor Freud y los nervios del alma
R E V I S TA S Remo Bodei, Siglo veintiuno editores de Ar-
Ana Laura Lusnich (Editora), Editorial Bi-
blos, 189 páginas
gentina, 118 páginas
Imago. Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría Vertex. Revista Argentina de Psiquiatría. Metodologías cualitativas en ciencias so-
La preparación de la novela
y Psicología. Avatares de la asunción fálica. N° 59, enero/febrero de 2005. Efectos Ad- ciales. Modelos y procedimientos de análi-
Roland Barthes, Siglo veintiuno editores de
Homosexualidad/Transexualismo. N° 18, versos en Psicofarmacología. N° 60, mar- sis
Argentina, 487 páginas
octubre de 2004. zo/abril de 2005. Voces de la Psiquiatría en Ana Lía Kornblit (coordinadora), Editorial
Director: Raimundo Salgado España. N° 61, mayo/junio de 2005, Aspec- Biblos, 206 páginas
Estados Generales del Psicoanálisis. Pers-
e-mail: letraviva@arnet.com.ar tos Forenses en la Psiquiatría Clínica. pectivas para el Tercer Milenio
www.letraviva.elsigma.com Director Juan Carlos Stagnaro La historiografía académica. La historio-
René Mayor (Director), Siglo veintiuno de
e-mail: editorialpolemos@polemos.com.ar grafía militante en Argentina y Uruguay
Rapport. Revista del Instituto Milton H. Argentina editores, 255 páginas
www.editorialpolemos.com.ar Fernando Devoto y Nora Pagano (Editores),
Erickson de Buenos Aires, Año XV, Los modos del saber y su periodización. Editorial Biblos, 215 páginas
N° 47, junio de 2005 Clepios. Una Revista de Residentes en Sa- Las categorías del pensamiento social
Directores: Edgar A. Etkin y Sylvia Etkin lud Mental. N° 1, marzo/mayo de 2005. Rubén R. Dri, Editorial Biblos, 158 páginas
e-mail: erickarg@netizen.com.ar Coordinadores: Dr. Federico Pavlovsky, Lic. El paciente, el terapeuta y el Estado
Jazmín Barrientos y Dr. Javier Fabrissin Moral y Ética en Psicoanálisis Elisabeth Roudinesco, Siglo veintiuno edito-
Lote, lo que nos tocó en suerte. Mensuario Emilio González Martínez, Editorial Grupo res Argentina, 142 páginas
e-mail: clepios@hotmail.com
de Cultura, Venado Tuerto, Santa Fe. Cero, 89 páginas
www.editorialpolemos.com.ar
N° 93, abril de 2005, Fornicar y Matar. Los
discursos interesados sobre el aborto.
Giros de Aspas. Revista de la Asociación de
N° 94, mayo de 2005, Galpones y patrones
Psicoanálisis y Psicología Social de San José,
de estancia. Sobre la fragmentación criolla
Costa Rica, N° 7, diciembre de 2004.
"LA DIMENSIÓN CLÍNICA, SOCIAL Y
del Estado. N° 95, junio de 2005, Las eleccio-
nes que se vienen. Viejos y nuevos proble-
Consejo Editor: Ursula Hauser, Eddy Carri- POLÍTICA DEL PSICOANÁLISIS"
llo y Gustavo Garita
mas en Santa Fe.
http:/aspascr.com Congreso Internacional de Psicoanálisis
Director: Fernando Peirone La Habana Cuba
e-mail: info@revistalote.com.ar
www.revistalote.com.ar
El Pensadero. Revista de Filosofía, Año 1, 31 de octubre al 4 de noviembre de 2005
Nº 1, Buenos Aires, Junio 2005.
Ejes temáticos: Simposio
Kiné, la revista de lo corporal. Danzatera- Directora: María Jimena Solé
e-mail: revista_el_pensadero@yahoo.com.ar - Dimensión social y política del psicoanálisis.
pia para sobrevivir a la violencia.
- Dimensión clínica del psicoanálisis. Individual.
Año 14, N° 67, junio/agosto de 2005.
Directora: Julia Pomiés Grupal e Institucional. El Psicodrama.
e-mail: kine@revistakine.com.ar LIBROS - Dimensión institucional del psicoanálisis.
www.revistakine.com.ar Las organizaciones psicoanalíticas
Agustín Tosco y Susana Funes. Historia de
una pasión militante. y la transmisión del psicoanálisis.
Estudios Interdisciplinarios de América
Latina y el Caribe (EIAL). Revista de de la Acciones y resistencia del movimiento - El psicoanálisis y su relación con otras disciplinas:
Escuela de Historia de la Universidad de Tel obrero (1955-1975) las neurociencias, las psicoterapias, la pedagogía, la filosofía,
Aviv, Ramat Aviv, Volumen 15, N° 2, julio- Silvia Licht, Editorial Biblos, 272 páginas. la cultura, el arte, las nuevas tecnologías.
/diciembre de 2004. - El psicoanálisis en Cuba. Pasado. Presente y Futuro.
Editor: Raanan Rein Psicoterapia Integrativa Multidimensional
e-mail: raanan@post.tau.ac.il Jorge Corsi con la colaboración de Maria Informes: www.uh.cu/facultad/ciencias exactas y
www.tau.ac.il/eial/ Mucci, Editorial Paidós, 165 páginas
naturales/psicología/eventos.
Topía REVISTA 27
Fundamentos para una teoría del psicodra- El trabajo sociológico de Pierre Bordieu Identidad y Lazo Social Freud y lo simbólico
ma. Deudas y críticas Fronteras, pasajes, diversidad Carlos Maffi
Contribución a una descripción de los ima- Bernard Lahire (Dirección) Claudia Roqueta (compiladora) Editorial Nueva Visión
ginarios Siglo veintiuno editores Argentina Grama Ediciones 172 páginas
Carlos M. Martínez Bouquet 368 páginas 270 páginas
El expediente del simbolismo es un capítulo
Siglo veintiuno de Argentina Editores
tan fundamental como controvertido en la
187 páginas Los autores proponen discutir racionalmen- Estos textos comenzaron a escribirse a fines
historia del psicoanálisis. Este estudio abor-
te los ya célebres conceptos de habitus, de de 2000 con la convocatoria a abordar la pro-
da las crisis que pusieron en jaque al freudis-
Este libro abarca los aspectos técnicos y teó- poder simbólico, de legitimidad cultural y blemática de la identidad en el marco del
mo a través de esta noción. Desde la acalora-
ricos necesarios para quien quiera iniciarse de campo. Sus objetivos son, entre deudas y trabajo anual de investigación en psicoanáli-
da disputa que enfrento a Freud con Jung,
en el Psicodrama, para quien desee conocer críticas, contribuir a un verdadero debate en sis que viene realizando desde hace nueve
Silberer y Stekel hasta el desacuerdo radical
sus aplicaciones terapéuticas, pedagógicas, torno al trabajo sociológico de Pierre Bor- años Reuniones de la Biblioteca.
que tuvieron Klein y Lacan.
de investigación y otras. Su punto de parti- dieu.
da es el psicodrama psicoanalítico, luego la
concepción del autor avanza hacía la Teoría
de la Escena.

Prosa Política
La oreja de los nombres
León Ferrari
Diagramas de psicodrama y grupos Federico Galende
Siglo veintiuno editores Argentina
Ana María del Cueto (compiladora) Prólogo de Horacio González
242 páginas
Ediciones Madres de Plaza de Mayo Editorial Gorla
Intervenir en la emergencia. 270 páginas 163 páginas La obra artística de León Ferrari es uno de
La clínica Psicoanalítica en los límites los más contundentes ejemplos de radicali-
Mirta Delgado y Mirta Pipkin (compilado- Estos textos organizan líneas de pensamien- La melancolía, conciencia lúcida de la fragi- zación de la relación entre vanguardia esté-
ras) tos a partir del dictado de la Carrera de Psi- lidad de la historia que anima también las tica y vanguardia política, entre ética y esté-
Editorial Letra Viva codrama en la Universidad Popular de Ma- expresiones más sagaces del arte contempo- tica. Testimonios verbales asociados con la
167 páginas dres de Plaza de Mayo. Cuando hablan de ráneo, es recuperada en esta notable “Teoría actividad plástica estos escritos evidencian
Psicodrama y Grupos el Psicoanálisis está Estética” como el necesario punto de partida la complicidad de la cultura occidental con
El presente libro es la recopilación de los tra- siempre presente. Un Psicoanálisis social e de cualquier pensamiento de la justicia y la la violencia y los castigos que describen los
bajos presentados en las Jornadas realizadas histórico atravesado por las nuevas concep- emancipación. libros sagrados; abordan la discriminación
en el Centro de Salud Mental N° 3 Dr. Ameg- tualizaciones sobre el inconsciente y sus pro- de los homosexuales y de las mujeres en la
hino. Los mismos reflejan la preocupación ducciones deseantes. Biblia, así como el antisemitismo del cristia-
de quienes, desde el discurso psicoanalítico, nismo.
se enfrentan con las marcas de los peligros
que acechan al sujeto actual preguntándose
por la subjetividad de la época.

Buenos Muchachos
Vida y obra de los economistas del esta-
blishment ¡Ese yerno de Lacan! Historia de un insulto
La revolución Rusa José Natanson Carlos Parra y Eva Tabakian
Sheila Fitzpatrick Presentación de Guillermo O´Donnell Editorial Biblos
Siglo veintiuno editores Argentina Editorial Libros del Zorzal 189 páginas
Pensando Ulloa 237 páginas 124 páginas La pregunta ¿Qué soy en la historia del psi-
Beatriz Taber y Carlos Altschul (compilado-
coanálisis, el yerno de Lacan para la eterni-
res) La autora es una de la autoridades actuales Desde su precoz irrupción como funciona- dad? Requiere pensar la relación de esencia
Editorial libros del Zorzal sobre historia soviética. Con el valioso auxi- rios de la dictadura, los economistas neoli- entre ser yerno y la historia del psicoanálisis
254 páginas lio de los archivos que se abren a la investi- berales se convirtieron en protagonistas de ya que esta condición sostiene y decide la
gación responde a la pregunta ¿Cuándo ter- la realidad argentina. Hasta el momento no posición de Miller: su política, el manejo del
Fernando Ulloa es médico y Profesor Eméri- minó la revolución soviética?. La historiado- existen investigaciones sobre el tema. Este poder, su relación con la causa y hasta las
to de la Facultad de Psicología de la UBA. Su ra elige el lapso de vísperas de la Segunda texto traza perfiles de los más conocidos, domésticas rencillas. Los autores llevan a ca-
práctica profesional en los ámbitos de los de- Guerra Mundial, cuando el régimen estali- describe sus líneas de pensamiento, rastrea bo una lectura rigurosa de las intervenciones
rechos humanos, del psicoanálisis, de los nista proclamó la victoria de la revolución y sus fuentes de financiamiento y repasa su de J.A.M., sus artículos y cursos, tribuna que
grupos, de la intervención institucional, así comenzó la más profunda matanza de la pri- trayectoria política y sus declaraciones más lo localiza como el heredero legitimo de La-
como en diversos espacios de la cultura lo mera camada de dirigentes revolucionarios. extravagantes. can, herencia y legitimidad que también
califican como uno de los “pensadores en ac-
cuestionan.
ción” críticos de la producción intelectual de
nuestra región. Este libro fue escrito por
quienes han trabajado con Ulloa en algunos
de los diversos campos en que se implicó.

Depresión: ¿Enfermedad o crisis? Donación de órganos y subjetividad El capitalismo depredador. Los escándalos
Una perspectiva psicoanalítica La escena de muerte encefálica y la procu- corporativos del siglo XXI
Benzión Winograd ración de órganos para trasplante Luis Pablo Slavin
Editorial Paidós Gabriel Dobrovsky Editorial Biblos
Manual para un hombre perdido. 312 páginas Editorial La Campana 153 páginas
El hombre del Siglo XXI y su identidad 219 páginas Todos lo días se conocen nuevas noticias so-
Dalmiro Bustos La problemática depresiva se la concibe co- bre cómo las empresas corrompen gobier-
Editorial Letra Viva mo un campo vinculado a las vicisitudes del Aquí se aborda la compleja problemática nos, destruyen el medio ambiente e incluso
153 páginas narcisismo, la relación con los ideales, las subjetiva de la donación de órganos. La clí- comercializan medicamentos a pesar de co-
complejizaciones inconscientes, los procesos nica en estas situaciones se inscribe en un nocer los efectos dañinos que ocasionan. Es-
Esta obra cuestiona los mitos que perfilan al identificatorios y la modalidad de procesa- campo signado por la tecnología médica y te libro es un crónica de esos escándalos y
sexo masculino y lo encasillan condicionan- miento de las pérdidas. los cambios que se han producido en la defi- una crítica a aquéllos que consideran que
do su goce y su desarrollo y entreabre las Todo ello en una dinámica intra e intersubje- nición de los límites entre la vida y la muer- cualquier intento de reclamar la interven-
puertas al surgimiento de un nuevo hombre tiva que hace de los modos en que cada su- te. ción estatal o de proponer controles a la acti-
y por qué no, al encuentro del hombre per- jeto vive y sufre un estado depresivo, un ca- vidad económica es un supuesto retroceso.
dido. so singular.

28 Topía REVISTA
Contra el terrorismo
Condenar los terribles atentados en Buenos Aires, Nueva York, Madrid y, últimamente en Londres no puede dejar de lado la lógica del terror
que ha impuesto EE.UU. en sus relaciones internacionales. Sus consecuencias han sido el asesinato de miles de víctimas civiles atrapadas
en un juego de poder producto de la derecha fundamentalista islámica y los sectores conservadores de EE.UU.
Los belicistas y agresores deben ser repudiados de una política que quiera transformar las injusticias sociales, políticas y económicas.
Sólo así prevalecerá la paz. A continuación transcribimos la siguiente declaración.

Llamamiento contra el en Centroamérica y el Caribe. No pue- rista de esta alianza que, contra los inte- North, John Dimitri Negroponte y Otto
den quedar impunes los crímenes de reses del pueblo norteamericano, ha es- Reich, por instaurar y promover el te-
terrorismo y en defensa de la
quienes han trabajado al servicio de la tablecido la dinastía Bush con la mafia rrorismo de estado en América Latina y
humanidad CIA y de altos funcionarios de varias de Miami y que ofende la memoria de el Caribe y en el propio territorio de los
administraciones de Estados Unidos. las víctimas de los atentados del 11 de Estados Unidos, en franca violación de
Los firmantes, miembros de la red de George H. W. Bush, padre del actual Septiembre de 2001 y de los caídos en las leyes internacionales y las de su pro-
redes “En defensa de la humanidad”, presidente, no puede eludir su respon- nombre de una fraudulenta guerra con- pio país y poniendo en peligro la segu-
mandatados por el Encuentro Interna- sabilidad, como director de la CIA, en tra el terrorismo. La opinión pública de ridad de sus ciudadanos; por reclutar,
cional “Contra el terrorismo, por la ver- la creación, con estos terroristas de ori- Estados Unidos, que se movilizó contra entrenar y financiar a grupos terroristas
dad y la justicia”, hemos trabajado so- gen cubano, del llamado CORU, orga- el nazifascismo y contribuyó decisiva- y por la protección que han ofrecido y
bre las denuncias, propuestas e infor- nización que llevó a cabo el asesinato mente a terminar la guerra de Vietnam, ofrecen a Orlando Bosch, Luis Posada
mes aportados por los 681 participan- del ex-canciller chileno Orlando Lete- que apoyó la lucha por los derechos ci- Carriles y otros connotados autores de
tes, provenientes de 67 países, que nos lier y de la ciudadana estadounidense viles y la devolución a Cuba del niño actos criminales que han costado la vi-
dimos cita en La Habana los días 2, 3 y Ronnie Moffit, del estallido en pleno Elián González, debe ser informada por da a miles de personas inocentes.
4 de junio de 2005, y llamamos a pro- vuelo de un avión civil con 73 personas todos los medios sobre la índole crimi- Los trabajos de este Tribunal se organi-
mover un movimiento contra el terro- a bordo y de otros crímenes de lesa hu- nal de su gobierno. zarán a través de cuatro comisiones: de
rismo que denuncie y condene la era de manidad. Estos mismos terroristas par- La impunidad de los terroristas no pue- Recopilación de testimonios y pruebas
terror instaurada por Estados Unidos ticiparon en el montaje y ejecución de la de continuar. Ningún crimen puede documentales; de Investigación y análi-
en nuestro hemisferio, sobre todo a par- Operación Cóndor con la DINA de Pi- quedar sin castigo. sis; Técnico-jurídica y de Información y
tir de la segunda mitad del siglo XX y nochet y los demás cuerpos represivos difusión.
hasta nuestros días. de las dictaduras militares del Cono POR TODAS ESTAS RAZONES, DECI- Este es el compromiso asumido en La
Los conmovedores testimonios de las Sur. Tampoco puede eludir su respon- DIMOS IMPULSAR UN MOVIMIEN- Habana: defender los valores éticos y la
víctimas y de sus familiares, así como sabilidad en estos actos genocidas el TO INTERNACIONAL CONTRA EL dignidad ante la fuerza bruta y el terror
los documentados informes de recono- entonces Secretario de Estado Henry TERRORISMO A TRAVÉS DE LA RED e imponer el derecho y la justicia. Todas
cidos juristas, estadistas, periodistas, Kissinger. DE REDES “EN DEFENSA DE LA HU- las voces deben alzarse contra el cri-
economistas y otros intelectuales com- Resulta imprescindible denunciar las MANIDAD” Y DE LAS SIGUIENTES men. La denuncia continuará hasta que
prometidos en la defensa de los dere- estrechas relaciones del actual goberna- ACCIONES: los asesinos sean juzgados y condena-
chos humanos, reconstruyeron la trama dor de La Florida, Jeb Bush, con la Fun- dos. El silencio sólo conviene a los te-
de terrorismo e impunidad que diver- dación Cubano Americana y otros gru- 1. Establecer el Observatorio contra rroristas y a sus protectores. No habrá
sas administraciones estadounidenses pos terroristas de Miami. Son los mis- el Terrorismo en el Hemisferio. descanso hasta que la verdad se abra
urdieron en el Cono Sur, Centroaméri- mos que contribuyeron decisivamente 2. Crear una Base de Datos que re- paso. Como dijera Fidel: “La humani-
ca y el Caribe, en complicidad con go- a la victoria fraudulenta de su hermano copile información sobre esta política dad tiene ansias de justicia”.
bernantes, ejércitos y policía de los paí- en las elecciones presidenciales de 2000; genocida.
ses latinoamericanos y caribeños. los que financiaron los atentados contra 3. Elaborar y publicar la Enciclope- La Habana, 10 de Junio de 2005
La opinión pública tiene derecho a sa- instalaciones turísticas cubanas que Po- dia del Terrorismo en el hemisferio, con
ber la verdad. No es posible que aque- sada Carriles llegó a reconocer ante The los conceptos y categorías esenciales, Francois Houtart, Bélgica; Isabel Parra,
llos que han desatado una guerra geno- New York Times y la televisión nortea- los antecedentes de los genocidas, re- Chile; James Cockcroft, EEUU; Pablo
cida en nombre de la lucha contra el te- mericana, su “indulto” en Panamá y su presores y terroristas involucrados, así González Casanova, Victor Flores Olea,
rrorismo pretendan encubrir, al mismo estancia en Estados Unidos durante los como la cronología de estos hechos cri- Gilberto López y Rivas y Juan Bañuelos
tiempo, la utilización sistemática que últimos dos meses; los que organizaron minales y la caracterización de los com- de México; Thiago de Mello, Beto Al-
han hecho de los más perversos méto- y pagaron su fuga de la cárcel en Vene- ponentes nacionales y supranacionales meida, Roberto Amaral, Beth Carvalho,
dos terroristas contra los pueblos de zuela para trabajar con la Casa Blanca de la maquinaria del terror. María Ciavatta y Marilia Guimaraes de
América Latina y el Caribe. Es urgente en el proyecto Irán-Contras y en la es- 4. Conformar una colección de pu- Brasil; Roberto Fernández Retamar, Cu-
romper el silencio en torno al pasado, trategia estadounidense de terrorismo blicaciones sobre la memoria histórica ba; Marcos Roitman, Manuel Talens,
presente y previsible futuro de esta po- de estado y guerra sucia en Centroamé- del terrorismo.
Jaime Losada, Alicia Hermida y Carlos
lítica criminal de Estados Unidos. rica. Hoy más que nunca urge denun- 5. Constituir el Tribunal Hemisféri-
Tena, de España; Miguel Bonasso, Stella
No es posible silenciar los estrechos ciar esta histórica red de complicidades co “Contra el terrorismo y en defensa
Calloni, Ana de Skalon, Tristán Bauer,
vínculos, probados y documentados, en la que se funda la impunidad con de la humanidad”, conformado por
Atilio Borón, Néstor Kohan, Carlos Ru-
de terroristas internacionales con la Ca- que las autoridades estadounidenses prestigiosos juristas, intelectuales y lu-
ta, Luciano Alzaga y Marcelo Cafiso de
sa Blanca, el Departamento de Estado y protegen ilegalmente a Luis Posada Ca- chadores por los derechos humanos,
los servicios de inteligencia norteameri- Argentina; Hernando Calvo Ospina,
rriles, ignorando la justa solicitud de para juzgar, en primer término, a Henry
canos. No puede ser olvidado el saldo Colombia; Jorge Sanjinés, Bolivia; Anto-
extradición de la República Bolivariana Kissinger, George Herbert Walker Bush,
atroz de la Operación Cóndor, aquella nio Pecci, Paraguay; Raúl Pérez Torres,
de Venezuela. La misma protección por Jeb Bush y George Walker Bush y a los
internacional del terror, como la califi- siguientes funcionarios y ex-funciona- Ecuador; Gennaro Carotenuto, Italia;
la que pretenden dejar impunes los crí- Tarik Souki, Venezuela; Samuel Blixen,
cara el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo menes de Orlando Bosch. rios del Departamento de Estado y del
Pérez Esquivel, ni el de la guerra sucia Consejo Nacional de Seguridad: Oliver Uruguay.
Es imperativo revelar la esencia terro-

NTO
AD E L
U
A
S IVO ESTE TIEMPO QUE NO PASA
EXC L J.-B. Pontalis
Editorial Topía llegó a un acuerdo con la Editorial Gallimard para publicar la obra de J.-B. Pontalis con la ayuda de la Embajada de Francia.
En el mes de agosto aparecerán Ventanas y Este tiempo que no pasa. Estos dos libros son fundamentales en la obra de Pontalis. En este número ade-
lantamos un capítulo de Este tiempo que no pasa, un libro de reformulación teórica del psicoanálisis desde la particular perspectiva de este discípu-
lo de Jacques Lacan que retomó las enseñanzas de Donald W. Winnicott.
El lector de Topía puede así contar con un avance de estas fértiles ideas de uno de los psicoanalistas más importantes de la actualidad.

En el principio del aceptando el riesgo de que salgan de la en 1914 su Historia del movimiento psi- trazado paso a paso.
sombra tenebrosos asuntos y vergon- coanalítico. Una historia que es la de un Hay en todo ello para Freud, incuestio-
movimiento movimiento, no la de una ciencia o de nablemente, una exigencia interna: pa-
zantes secretos de familia (de esos que
no faltan…). A otros, una voluntad así una doctrina, y menos aún la de una ra transmitir al lector, sea este discípu-
Que hoy haya interés por la historia de anamnesis y de investigación les institución. Con anterioridad a este es- lo o profano, una percepción no dema-
del psicoanálisis es algo que no tiene parecerá un procedimiento análogo al crito, ya muchos de sus textos adopta- siado deformada de la “cosa”, no sería
nada de sorprendente. Después de un que estuvo, por lo menos al inicio, en ban un modo de narración histórica, posible contentarse con exposiciones
siglo de existencia, al psicoanálisis de- el principio de la cura: “¡Recuerde!”. pero hay que esperar las Conferencias de didácticas, presentaciones discursivas,
bían llegarle sus archivistas, sus histo- En cambio, lo que sí puede producir introducción de 1915-1917 para que se y ni siquiera con relatos de casos. Nin-
riadores, sus cronistas... Algunos verán intriga es que el fundador mismo haya brinde una amplia exposición de la gún enunciado sin remitirlo a lo que
ahí el signo de que, dudando definiti- sentido la necesidad de escribir esa doctrina.1 Y después de Historia del mo- condujo a su producción. Freud tiene
vamente de su futuro, o incluso sin- historia y que esa necesidad se le haya vimiento psicoanalítico, todavía más nu- que hacerse historiador de su pensa-
tiéndose cerca del fin, el psicoanálisis impuesto muy pronto. El psicoanálisis merosos son los textos que darán cuen- miento, tanto para marcar, etapa
se dedica a reconstituir su pasado todavía es joven cuando Freud publica ta del recorrido seguido, o mejor dicho, por etapa, su continuidad como ☛
Topía REVISTA 29
ESTE TIEMPO QUE NO PASA quica”, como lo había calificado uno de
sus primeros adversarios- gana día a
pequeños grupos dispersos. Más aún,
podrá recusar a los “falsos amigos”. Y
día terreno hasta en la lejana India… De
(Cont.) haber sido sólo una doctrina, no hubie-
en este caso, es ya a Jung -cuatro años
antes de la ruptura- a quien se apunta
ra generado comentadores y epígonos. directamente, a ese Jung que, paradóji-
para justificar las modificaciones que los hijos y resuelto a hacerse obedecer. Si sólo hubiese sido una práctica curati- camente, ¡será elegido primer presiden-
casi siempre -e insiste en ello- sólo la ex- Tampoco se está preparando ninguna va, habría producido émulos dedicados te de la Asociación Internacional al cie-
periencia -léase la fabricada por el in- rebelión y por otra parte Freud nunca a ejercerla. Pero siendo, en su principio rre del Congreso! ¿Medio para impedir-
consciente- ha hecho necesarias. Es el quiso estar a la cabeza de ninguna ins- mismo, lo uno y lo otro, lleva en sí el le hacer daño? ¿Tentativa de desplazar
encuentro con acontecimientos no es- titución. No, la autoridad que se cues- movimiento. Lo que Freud aprendió en el centro del psicoanálisis de Viena a
perados, no deseados -los untoward tiona es de otro orden: no la de un tira- sus curas, lo encuentra nuevamente en Zurich? Decididamente, es el comienzo
events que se presentan a propósito de no o un director de escuela, sino la del el destino del psicoanálisis: (ello) avan- de la política.
la transferencia, pero la fórmula tam- (en el sentido latino de la palabra aucto- za (levantamiento de la represión), Ferenczi apunta a Jung, al falso amigo,
bién es válida para muchos otros fenó- ritas) garante. Recordemos: “el psicoa- (ello) resiste (cuando las fuerzas “con- sin nombrarlo, pero cada cual puede re-
menos, sobre todo para lo que más tar- nálisis es mi creación”. Y de allí, “nadie servadoras” se defienden), a veces conocerlo. Cito: “La manera más peli-
de se llamará compulsión a la repeti- mejor que yo puede saber lo que es el (ello) regresa y a veces hasta se desvía grosa y deleznable de aprobar las teo-
ción de situaciones dolorosas-, sí, es ese psicoanálisis…”. Certificado de origen (si se desconoce lo sexual y lo infantil). rías de Freud, es redescubrirlas y reto-
encuentro imprevisto con el obstáculo y certificado de garantía, todo en uno. Y llega después el momento en que se marlas bajo otro nombre.5 Y, algo más
lo que hace que el psicoanálisis avance, Psicoanálisis made in Freud de una vez plantea la cuestión de la organización abajo: “¿No era evidente que, después
con la condición de que no eludirlo, si- por todas. ¡A desconfiar de las imitacio- del psicoanálisis -dos términos de difí- de la palabra ‘análisis’, alguien debía
no de superarlo sacando provecho de nes, de la mimicry! cil unión-. Después de todo, un trata- crear por oposición la noción de “psico-
él. Y precisamente para que no se confun- miento psicoanalítico pide que se ob- síntesis”?6.
No por ello es Freud un historiador fiel. dan en su persona los dos sentidos de la serven reglas y restricciones... Esta Todos pueden ciertamente navegar a su
Como todo el mundo, reconstruye el autoridad, Freud se decidió a hacer de cuestión se planteará explícitamente en gusto, pero no “bajo falsa bandera”.
pasado a partir del presente. ¿Habrá Jung el jefe, el Führer del movimiento. el Congreso de Nurenberg, en 1910. Advertencia sin rodeos.
que ver en su preocupación por pasar Señala, ahora que se arrepiente, las ra- Fue allí, se sabe, donde se tomó, a pro- Y es exactamente lo que Freud se pro-
revista a los orígenes y la evolución del zones de su elección. Hubo sin duda puesta de Ferenczi, la decisión de fun- pone afirmar, cuatro años más tarde,
psicoanálisis la voluntad de establecer otras, que por otra parte se conocen. dar una Asociación Psicoanalítica Inter- con Historia del movimiento. En este tex-
él mismo la historia de su ciencia a fin Llevar a un goy a la presidencia de la nacional, una “Central” destinada a to, a mi juicio, también Jung es el blan-
de prevenir las versiones engañosas muy reciente Asociación Internacional unir y “coronar” a todos los grupos lo- co principal, e incluso el único. Lo es ya
que podrían dar los demás? Único fun- podía resultar una buena operación. Pe- cales, una Internacional, en suma, de los desde las primeras páginas, en peque-
dador del psicoanálisis, sería así tam- ro no es seguro que allí esté lo esencial. trabajadores... del psicoanálisis. ños toques, antes del ataque frontal.7Aun-
bién su historiador más confiable. Co- “Instituyendo una autoridad capaz de Hay que leer, paralelamente Historia del que Freud se dedique largamente a de-
mo no puede controlar un “movimien- dar directivas y advertencias”, confián- movimiento, la comunicación que pre- mostrar que las ideas de Adler no resis-
to” que comienza a escapársele de las dole tareas de organización, “transfi- sentó Ferenczi a los congresistas de en- ten ante ningún análisis, en el fondo no
manos, podrá por lo menos manifestar, riendo” -como lo vuelve a decir- “esa tonces -él, el “niño terrible”, tan poco es él quien lo preocupa. Después de to-
con el relato que de él hace, el sentido autoridad a un hombre más joven”, dotado para el papel de Führer- exposi- do qué importa que Adler se equivo-
de la trayectoria recorrida. Escribir la Freud tenía razones legítimas para pen- ción de motivos de rara lucidez y sor- que, máxime considerando que final-
historia, en este caso, puede también sar que su autoridad, la de él, la de su prendente vigor. mente le dio otro nombre a la teoría:
servir para llamar al orden. ciencia, la única que le importaba, iba Ferenczi se muestra en ellos sin ilusio- después de llamarla Psicoanálisis libre -
En lo que hace a Historia del movimiento, simplemente a verse reforzada. Anti- nes. Conoce –declara- la “patología de incurriendo como mínimo, señala
la circunstancia desencadenante es guo reparto entre la autoridad espiri- las asociaciones”. Sabe, así se trate de Freud, en una falta de elegancia-, pasó
efectivamente muy particular: hay peli- tual y la autoridad temporal. agrupaciones políticas, sociales o cientí- a bautizarla Psicología Individual. El
gro en ciernes y urgencia por conjurar- Una vez pasada la “época histórica” -en ficas, que en ellas reinan “la megaloma- producto, además de tener otra marca
lo. Es la primera vez que el psicoanáli- la cual, como lo dijo Ferenczi en un len- nía pueril, la vanidad, el respeto por las de fábrica, no vale gran cosa… ¡Nada
sis se ve amenazado desde adentro. guaje decididamente militar, “Freud fórmulas vacías, la obediencia ciega y el que temer, pues, por ese lado!
Hasta ese momento, los ataques habían era el único que sostenía el combate que interés personal”. Subraya, sin pelos en Con el tema Jung, la cosa cambia. Pode-
llegado desde afuera. No habían ni ce- contra él se libraba desde todas partes y la lengua, la analogía entre todo grupo mos plantear la hipótesis de que si
sado, ni faltado, y a Freud no lo preocu- por todos los medios”3- lo que pasa a humano y la familia: en ambos, amor y Freud dedica a refutar a Adler tantas
paban demasiado. No sentía gusto, de- ejecutarse es una política del psicoanáli- odio contra el padre, que estamos listos páginas como a cuestionar a Jung, es
cía, por la polémica -ese ejercicio en que sis. El pequeño círculo vienés de los co- para desplazar, aniquilar, enterrar (cita porque, por un lado, está tratando de
las palabras sólo sirven para pelear y, mienzos, tan heteróclito como intrépi- como apoyo uno de sus sueños); rivali- imponer un paralelo entre los dos hom-
simulando un debate, arreglar cuentas-. do e interesado en todo -movido como dad y celos entre los hermanos; tentati- bres. Lejos de aportar algo nuevo, como
La consideraba vana. El psicoanálisis estaba, al igual que un niño, por la “pa- vas de todo orden para obtener los fa- pretenden, uno y otro estarían hacien-
terminaría finalmente por ser reconoci- sión de saber”- ya no alcanza para la ta- vores del padre. Nada falta en este cua- do “retroceder” al psicoanálisis. El pri-
do como lo que es, aunque fuera des- rea. El psicoanálisis, y su inmenso cam- dro virulento que anticipa lo que Freud mero con su “voluntad de poderío” y
pués de su muerte; el tiempo haría lo po de trabajo, no tienen fronteras… El escribirá más tarde sobre la “psicología su “protesta masculina”; el segundo -y
suyo prosiguiendo la obra. decididamente extraño y a la vez fami- de las masas”. Ferenczi presiente inclu- esto es infinitamente más grave- tergi-
La situación cambia de cabo a lado liar consultorio de Freud deja de ser un so que tampoco en las sociedades psi- versando el sentido de los conceptos
cuando son los más próximos -encabe- lugar cerrado. El “círculo” va a trans- coanalíticas las cosas mejorarán. Todo freudianos fundamentales (inconscien-
zados por el “príncipe heredero” desig- formarse, con la mayor naturalidad, en lo contrario, con la ayuda de las pasio- te, libido, represión) y transformando
nado por el mismo Freud, Jung- quie- “movimiento”. Y la palabra debe aquí nes, transferencias e identificaciones, el insidiosamente en “supuestos” aquello
nes afirman que son psicoanalistas ser tomada en el sentido fuerte que te- riesgo es que se exacerben, y los conflic- que constituye “logros” adquiridos me-
cuando ya han dejado de serlo a los nía cuando se podía realmente hablar tos se hagan más violentos. ¡Un campo diante el trabajo analítico.
ojos del maestro. Ya no está permitido de un “movimiento obrero” que en su de maniobra ideal para la “homosexua- (Freud le daría una ventaja a Adler,
callarse, hay que sacar la espada. Y, irreductible energía encontraba con qué lidad sublimada”! quien, al tener por lo menos el “mérito
aunque lo niegue en otros lugares, lo hacer tambalear a toda la sociedad, de Y sin embargo Ferenczi defiende, con de la coherencia”, da pie a la crítica.
que Freud escribe es un texto vigorosa- modo paulatino o en sacudidas violen- firmeza y aparente convicción, el pro- Mientras que Jung, totalmente absorbi-
mente polémico. Estamos a comienzos tas. yecto sugerido por Freud de crear una do en el montaje de su “sistema ético-
de 1914, algunos meses antes de que es- Asociación Internacional, dando argu- religioso”, resultaría demasiado confu-
talle la otra guerra, la Gran Guerra... mentos que pueden parecer muy racio- so). Y por otro lado, el paralelo apunta
En esta Historia, la tarea de recordar los nales, luego de lo que acaba de decir: la a hacer que también Jung de a sus con-
orígenes, que va a poner en movimien- tarea de la Asociación sería permitir cepciones un nombre que no sea psi-
to todo lo posterior, tiene un solo moti- una puesta en común de los conoci- coanálisis. Jung se resolverá a hacerlo:
vo. Y ese motivo podría caber en estas mientos, una discusión franca y atem- lo llamará Psicología analítica -pequeña
pocas palabras: “El psicoanálisis es mi perada de los aportes de cada uno, etc. diferencia que puede producir una
creación”. Desde el comienzo, Freud Optimista de pronto, prevé que la “fase grande-... Sólo es posible un psicoanáli-
reafirma su paternidad exclusiva. Sólo autoerótica actual de la vida de asocia- sis, el que lleva el nombre de Freud y lo
le preocupa una cosa, pero mucho, y no ción sería reemplazada por la fase más lleva más lejos que su propio nombre.
va a cejar. Si el psicoanálisis es “mi evolucionada del amor objetal, en la que Calificarlo de “freudiano” sería dar a
creación” -y éste es un hecho incuestio- ya no se buscaría la satisfacción me- entender la posibilidad de que hubiera
nable y además no cuestionado; a lo su- diante la excitación de las zonas eróge- otro, igualmente legítimo. Y además, es
mo se le buscarán “precursores-, de ello nas psíquicas (vanidad, ambición), sino cosa sabida, Jung contó de otra manera
surge que “nadie mejor que yo puede en los objetos mismos de nuestro estu- para Freud, aunque nunca haya habido
saber lo que es el psicoanálisis”… y lo dio”. ¿Cree Ferenczi realmente en ese intimidad entre ellos. Lo que sí hubo,
que no es. Sólo Freud puede decidir so- hermoso porvenir en que el “lenguaje con seguridad, fue pasión, un incesante
bre el schibboleth. Sólo una cuestión de de la ternura” por la muy amada madre intercambio de ideas, de novedades y
palabras, una diferencia en la pronun- psicoanalítica prevalecerá sobre el muy extraños desvanecimientos… Y te-
ciación que puede parecer ínfima.2 La Freud describe ese movimiento de con- “lenguaje de la pasión” de la horda de nía otra estatura que Adler.8 Este había
de la palabra libido, por ejemplo, pero quista con satisfacción evidente: enu- hermanos?4 Es posible la duda. Lo que sido uno de los primeros frecuentado-
ante todo a la que genera a todo el res- mera, sin olvidar ninguno, los países ante todo espera de una “organiza- res del pequeño círculo vienés; como
to, la de la palabra “psicoanálisis”. “conquistados”, nombra a los recalci- ción”, es que pueda resistir a los adver- médico y socialista activo, podía ser un
La autoridad que así se afirma enérgica trantes (Francia entre los primeros), cita sarios declarados y asumir la autoridad buen recluta. Nada más. Y al fin de
y segura para que surja su evidencia, los títulos de las numerosas revistas ante los diferentes poderes (del Estado, cuentas, en su afán de separarse, no
no es la de un “padre originario”, un que están al servicio de la causa. Sí, es de la Iglesia, del cuerpo médico) con quiso conservar gran cosa de las expe-
Urvater con su poder cuestionado por verdad, el psicoanálisis -“epidemia psí- más eficacia de lo que pueden hacerlo riencias del psicoanálisis. Imputación

30 Topía REVISTA
entonces de Adler a pérdidas y ganan- Notas
ANTO Las Huellas de la Memoria II
cias. Con Jung, como no hace mucho ADEL IVO Psicoanálisis y Salud Mental en la
S
EXCLU
con Fliess, la herida seguirá doliendo: 1. Las conferencias pronunciadas en
hubo alivio, sin duda, el que se encon- 1909 en Estados Unidos (Sobre el psicoa- Argentina de los ‘60 y ‘70 -
tró en la ruptura, pero también decep- nálisis) ya esbozaban esa presentación
ción y amargura. de conjunto; la revisión histórica, y en Tomo II (1970-1983) Enrique Carpintero y Alejandro Vainer
Historia del movimiento es, entonces, tras especial la participación de Breuer en el
su modalidad “histórica”, un texto de descubrimiento del inconsciente, no es- En el mes de agosto aparecerá el segun- A partir de entonces, y como homenaje
combate. Y polémico, tanto que Freud taban ausentes en ella. do tomo de esta obra. La misma cierra a esta lucha el 13 de octubre es el Día
no duda en recurrir a cualquier medio y 2. Dice de Schibboleth el Diccionario el primer tomo y abarca los años ‘70 y del Psicólogo. Alberto Colasky, cordo-
a exponer argumentos ad hominem, de- “Robert”: palabra hebrea, “espiga” del lo que produjo la dictadura militar con bés, rememoraba ese hecho años des-
sacostumbrados bajo su pluma. Y es así relato bíblico (Jueces, XII, 6) gracias a la el Terrorismo de Estado y los campos de pués: “En 1974 había surgido la pro-
como cita unas palabras de Adler: “¿Us- cual la gente de Galaad reconocía a la concentración en la Argentina. puesta del SNIS. (Servicio Nacional In-
ted cree que para mí es un gran placer de Efraín en su huida porque pronun- Este fragmento nos permite rescatar tegral de Salud) por parte del Ministro
esto de pasarme la vida a su sombra.” ciaban Sibboleth. una fecha como el Día del Psicólogo, de Salud de la Nación, el Dr. Domingo
(¿Habrá sabido que el hermano mayor Sólo en raras ocasiones Freud indica que muchos conocen, pero pocos saben Liotta. El proyecto estaba en la Cámara
de Adler se llamaba Sigmund?). En otro cuáles son los schibboleth del psicoanáli- de su real origen. de Diputados de la Nación. Pero a la
momento, utiliza contra Jung el testi- sis: transferencia, resistencia, interpre- hora de hablar de los trabajadores de la
monio de uno de sus pacientes: “No tación del sueño. Pero es posible pensar salud nombraba a los médicos, enfer-
adelanté nada… No se tomaba en consi- que toda su obra está apuntando a de- meros, kinesiólogos, fonoaudiólogos,
deración ni la transferencia ni el pasa- finirlos. etc. Los psicólogos no figurábamos en
do… Me iba del análisis con el más pro- 3. S. Ferenczi: “Sobre la organización esa lista. En ese momento yo era el pre-
fundo de los desalientos”. Reconozca- del movimiento psicoanalítico” en Pro- sidente del Centro de Estudiantes de Fi-
mos que el argumento no es muy legíti- blemas y métodos del psicoanálisis, Paidós, losofía y Letras (CEFyL) de Córdoba y
mo, pero lo que pasa es que, después de Bs. As, 1966 . En su exposición, Ferenc- miembro de la FUA (Federación Uni-
una preparación muy larga (demasiado zi recurre a términos de combate. Ha- versitaria Argentina). Entonces junto a
tiempo), se declaró la guerra. Y casi to- bla de “luchar por la causa”, de la obli- los psicólogos que conducían la CO-
das las jugadas están permitidas, con tal gación de “hacer la guerra”, de “guerri- PRA nos entrevistamos con la Comi-
de que Jung se vaya. Definitivamente.9 lla”, de los “garrotazos” recibidos, etc. sión de Salud de Diputados. En la reu-
Una líneas más, sobre el epígrafe esta 4. Cf. Ferenczi, “La confusión de len- nión le mencionamos esta situación, y
vez: “Fluctuat nec mergitur”. Freud rinde guas entre los adultos y los niños” en comenzaron a releer el proyecto, cru-
bajo esta divisa un homenaje indirecto a Problemas y métodos del psicoanálisis, Pai- zando miradas como desconcertados.
su estadía en París, estadía que, gracias dós, Bs.As, 1966 . Uno de ellos nos dijo: ‘No, por favor,
a la doble enseñanza de Charcot y de 5. Subrayado por mí. acá están ustedes, en el etcétera’. Nues-
los histéricos, marcó su ruptura con la 6. Previamente, una primera flecha ace- tra indignación fue muy grande. Por
Neurología y la cercana invención del rada: “El gran mérito de Jung es haber eso convocamos a un Encuentro Nacio-
psicoanálisis. ¿Se podría hablar aquí de puesto, mediante el uso de los métodos nal de Psicólogos y Estudiantes de Psi-
una conversión? ¿O son estas palabras el de la psicología experimental [los En 1974, con la asunción de Isabel Mar- cología. El Centro de Estudiantes y el
eco de otras, latinas, provenientes de la “tests de asociaciones”] las ideas de tínez de Perón como presidente, la de- incipiente Colegio de Psicólogos de
Eneida y seguramente más audaces, Freud al alcance de quienes rechazaban recha peronista se consolidaba en el go- Córdoba, dirigido por Marcos Genet,
muestra de un “movimiento” transgre- sus trabajos psicoanalíticos”. Era un bierno. Oscar Ivanissevich fue nombra- propusimos ser la sede de dicho en-
sivo, que sirvieron de epígrafe a La in- error, agrega Ferenczi: “La psicología do Ministro de Educación; era un ciru- cuentro. Córdoba simbolizaba la socie-
terpretación del sueño: “Flectere si nequeo experimental es exacta pero no nos en- jano que ya había sido el primer minis- dad Combativa y de Lucha. El Encuen-
Superos, Acheronta movebo”10. Han pasa- seña nada. El psicoanálisis es inexacto tro de Educación de la historia argenti- tro se realizó del 11 al 13 de octubre de
do quince años, y ahora hay que plan- pero revela relaciones insospechadas na, cuando se instituyó el ministerio, 1974, en nuestra Ciudad Universitaria,
tearse la “organización”. ¡Ya pertenece hasta entonces”. durante la primera presidencia de Pe- más precisamente en lo que hoy cono-
definitivamente al pasado, aquel tiem- 7. Por ejemplo, a propósito del “conflic- rón. Su fascismo, que era reconocido cemos como Baterías A. Éramos 1500
po “espléndido” del aislamiento! to actual”, o también cuando se oponen desde esa misma época, lo llevaba, por Psicólogos y estudiantes de Psicología
“La nave se bambolea (de un lado a “el camino del análisis” -el único que ejemplo, a atacar públicamente al arte de todo el país. En la discusión predo-
otro), pero no se hunde (ni cuerpos ni permite reconocer la importancia de la abstracto en nombre de Dios y la Patria, minaba la presencia de las distintas
bienes)”. Mientras Freud estuvo allí pa- sexualidad infantil- y la “representa- calificándolo de “aberraciones visuales, agrupaciones políticas, en particular las
ra decirlo, podía leerse en indicativo. ción totalmente teórica” de la pulsión intelectuales y morales de un grupo, de izquierda, con una serie de diferen-
Quizás quienes estaban embarcados sexual de Jung. Freud hace alusión en afortunadamente pequeño, de fracasa- cias entre sí. El punto central eran quié-
con él podían oír incluso un imperativo, otro texto a los “prejuicios raciales” dos.” Estas palabras de Ivanissevich nes aceptaban el Proyecto Liotta, lo-
a tal punto tenía su voz fuerza de ley: el (eufemismo para antisemitismo) del in- fueron dichas cuando inauguró el XX- grando salir del etcétera propuesto, pero
hombre Freud, el hombre Moisés… Pe- fiel. XIX Salón Nacional de Artes Plásticas, siguiendo en dependencia del médico y
ro, ¿y hoy? Lo que durante largo tiem- 8. El lector interesado acudirá ante todo el 21 de septiembre de 1949 en el Palais los que directamente rechazaban inte-
po pudo llamarse, contra viento y ma- a la Correspondencia Freud-Jung (1906- de Glace, en la ciudad de Buenos Aires. grarse al programa en ese marco. Tam-
rea, una “comunidad” psicoanalítica, a 1914), Gedisa, 1979. Entre muchas otras El 14 de agosto de 1974 volvió a ocupar bién se debatió cuál era el mejor siste-
pesar de las tensiones, los conflictos e fuentes de información, citemos Ma vie el cargo, delegando la intervención de ma sanitario para el país y la formación
incluso las escisiones, estalla en mil pe- de Jung, Gallimard, 1966, el volumen II la UBA en Alberto Ottalagano, un reco- de los psicólogos.
dazos, y siempre en nombre de Freud. de la biografía de Freud hecha por Jo- nocido admirador de Hitler, quien co- “Llegó el domingo 13 de octubre y no
¿Cuál es la autoridad que, hoy en día, es- nes, Nova., 1962 y Les premiers disciples menzó a desmantelar las reformas que nos habíamos puesto de acuerdo en na-
tá en condiciones de señalar a los “disi- de Freud, de Vincent Brome, P.U.F., habían comenzado durante el gobierno da. En ese momento nos reunimos los
dentes”, recusar a los “usurpadores”, 1978. de Cámpora. Ottalagano fue reempla- organizadores del encuentro y recono-
denunciar a los “charlatanes”? ¿Dónde La confrontación teórica con las con- zado en pocos meses y el propio Ivanis- ciendo esa realidad, se propuso un sím-
encontrar el motor capaz de suscitar el cepciones de Jung está presente en los sevich tampoco llegó al año de gestión bolo de unidad. Como hasta ese mo-
movimiento? ¿Cómo ganar terreno co- dos escritos de Freud contemporáneos esta vez. Pero una nueva destrucción mento no existía el ‘Día del Psicólogo’,
mo lo hizo Freud, no evitando los obs- (1914) a Sobre la historia del movimiento: había comenzado. dejamos a partir de ese día 13 de octu-
táculos, sino atravesándolos? ¿Cómo “Para introducir el narcisismo” y “El Por otro lado, este viraje político del bre de 1974 instituido como nuestro
trazar una dirección sin bajar línea? hombre de los lobos”. país impidió la llegada de la Ley de ‘Día’. Esta propuesta fue aprobada por
¿Cómo impedir que nuestras teorías se 9. Jung abandona la presidencia de la Ejercicio Profesional para los psicólo- el plenario y como hoy se comprueba se
clausuren y cómo aceptar que la expe- Asociación Internacional en abril de gos. El contacto entre estudiantes y pro- logró mantener algo que salió de aque-
riencia nos desorienta, nos sorprende, 1924, así como la jefatura de redacción fesionales en las luchas continuaba a llos turbulentos pero ricos momentos.”
nos contradice? El pensamiento psicoa- del Jahrbuch. “Espero -le escribe Freud pesar de los intentos de cierre de carre- El encuentro concluyó con la interven-
nalítico -más que cualquier otro sin du- a Putnam- que los suizos y sus partida- ras, las amenazas y los asesinatos. ción policial en la ciudad universitaria
da- no podría ser otra cosa que movi- rios dejen la Asociación después de leer En octubre de 1974 se realizó el Primer de Córdoba que reprimió a los asistentes.
miento atravesando el tiempo. mi escrito polémico en el nuevo Jahr- Encuentro de Psicólogos y Estudiantes Para entonces se había intervenido la
El lema freudiano, todavía confiado buch”. de Psicología en Córdoba. Para ese en- Facultad de Filosofía y Letras de la
aunque ya marcado por cierta desilu- 10. Cf. el perspicaz comentario de Jean tonces había 28 asociaciones profesio- UBA. El cura Sánchez Abelenda, repre-
sión, sólo podría comunicarse hoy en Starobinski, in L’Ecrit du temps, nº 11, nales de psicólogos incorporados a CO- sentante de la derecha fascista, se hizo
modo optativo: ¡adelante con las naves! 1986. PRA. Casi 5000 psicólogos agremiados cargo de la carrera. Durante gran parte
sobre 6000 existentes y unos 40.000 es- de 1975, la carrera de Psicología quedó
Traducción: Beatriz Diez y tudiantes en las carreras de Psicología. cerrada. Hubo varias clases en la calle
Jorge Rodríguez Para el encuentro en Córdoba concu- como señal de protesta ante la situa-
rrieron psicólogos y estudiantes de todo ción. Pero la serie de persecuciones e in-
el país, aunque fueron pocos los de Bue- timidaciones se multiplicaban. La “Tri-
nos Aires, que estaban en lucha por el ple A” seguía operando sobre todos los
cierre de la carrera en la UBA y los de que estaban politizados. La Facultad de
La Plata, que debieron desistir de con- Filosofía y Letras era uno de esos ámbitos.
currir por asesinatos de compañeros de La Ley de Ejercicio profesional quedó
la universidad. en la nada. El novedoso Plan de estu-
En ese clima se discutieron las propues- dios del ‘74 para los psicólogos no llegó
tas de COPRA y las ilusiones perdidas a implementarse. Había otros planes
en el plan de Salud. Sobre el final hubo para el país y para esta carrera que aho-
una moción de instaurar esa fecha, el 13 ra entraba en la noche más oscura de su
de octubre, como el Día del Psicólogo. historia.

Topía REVISTA 31
César Hazaki
Las Secretarias del Poder Psicoanalista
cesar.hazaki@topia.com.ar

Esta columna trata de la historia de dos Traudi era huérfana de padre. Se asume co- proceso sugestivo con el líder siguió mucho de múltiples cabezas que se pierden en
mujeres muy distintas entre sí, que per- mo una joven virgen en cuestiones del amor más allá de la muerte de éste -durante mu- las alturas de los rascacielos o en las bó-
teneciendo a dos culturas y tiempos y declara lo extraordinario que le parecía cho tiempo ella creyó no tener responsabili- vedas bancarias secretas y anónimas.
históricos diferentes son partícipes im- que el führer se declarara único responsable dad ninguna- y el despertar del mismo se Traudi, en su orfandad, genera una filiación
portantes de los centros de poder. Co- de todas las decisiones. Es importante este produjo ante la revelación que había habido imaginaria con el líder. Pero tan real que la
nocen, de distinta manera, la cocina de testimonio que muestra la relación íntima jóvenes como ella que murieron por oponer- joven a la que el amor le había sido esquivo
la historia que viven. Una fue la secre- que el líder nazi proponía a los alemanes. se al nazismo. Según su testimonio la socie- se casa con alguien del séquito del siniestro
taria de Hitler, Traudi Junge, la otra Traudi dice:“Nos liberaba de la responsabi- dad alemana recién en los ‘60 comenzó ha- tirano: su sirviente, con toda la proximidad
nuestra conocida María Julia Alsoga- lidad”. Dentro de la propaganda nazi ese blar del nazismo. Para ella debieron pasar que hace conocer al líder a través del que
ray, polifuncionaria del gobierno de pertenecer a una idea joven necesitaba que veinticuatro años para poder aceptar res- limpia su ropa y su cama. El matrimonio
Menem y recientemente liberada. Se la población quedara en una infancia depen- ponsabilidades y consecuencias de sus actos. con alguien tan íntimo refuerza su manera
trata, es suma, del poder y de las debi- diente y obediente -no saber que produce Entre las últimas actividades de su vida se de pertenecer. Afirma, por boca del líder,
lidades y fortalezas de cada una de una forma de ceguera- a la expectativa de dedicó a leerle a personas ciegas, extraordi- que: “Era el único que podía salvar a occi-
ellas en el ojo de la política de su tiem- las órdenes del líder. La repulsa a los viejos
Catálogos naria situación donde identificaciones y po- dente de los bolcheviques”.
po. Una habla al final de su vida, Trau- era una de las maneras de rechazar la expe- sibles reparaciones se entrecruzan. María Julia no supo pelear eficazmen-
di Junge, sólo para saldar asuntos ante riencia y la transmisión histórica. A los noventa y dos años habla con la sensa- te contra los incendios forestales del
la inminencia de su muerte. La otra, María Julia sabe mucho. Maneja el ción de terminar su vida con cierta paz. sur. Tampoco hacer algo para que los
María Julia, amenaza hablar para resta- “tempo político”, hay un tiempo para “Creo que estoy empezando a perdonarme”, mil días de limpieza del Riachuelo tu-
blecer negociaciones con el poder. permanecer en silencio, aún estando le dice a la directora de la película desde el vieran algo de verdad, aceptó hacerse
Roberto Alemann decía que para pro- presa, y otro para hablar de acuerdo a hospital poco antes de morir. cargo de esa mentira como parte de
ducir efectos políticos en Argentina na- ciertos códigos. Su interlocutor es el po- María Julia es sin duda la mejor repre- otros asuntos. Lo que la clase dirigente,
da mejor que una carta de lectores en La der: multinacionales, organismos inter- sentante de las ideas de su padre Alva- es decir sus pares, saben ahora es que
Nación, la misma debía ser corta y con- nacionales, jueces, políticos, empresa- ro Alsogaray. Es con él que realiza la es capaz de incendiar los acuerdos po-
tundente. María Julia Alsogaray -desde rios, etc. Estos son los que saben a alianza Menem y esta hija dilecta de su líticos que no la incluyan. Es un perso-
la prisión- utilizó ese recurso y salió rá- quién pone en peligro esa carta y por- padre entra dentro del gobierno como naje altamente contaminado que puede
pidamente en libertad por esas oscuras qué. parte de un acuerdo político. María Ju- poner en peligro los negocios entre las
razones que expresan la lógica de las Truadi guardó sus memorias durante cin- lia garantiza la presencia de la derecha multinacionales y el gobierno. Desde el
relaciones entre los que manejan el po- cuenta años. Reconoce que en el bunker es- económica en el gobierno. Sabe siempre poder se ha realizado un acuerdo, lejos
der en Argentina. Ergo: sobre las priva- tuvo en un punto ciego donde, en verdad, qué esta haciendo y da la cara en los de todos nosotros, en cuyo centro están
tizaciones se mantiene la decisión de no no estaba el centro de decisiones. Como par- medios en todos los entuertos que le to- los sobresueldos y los negociados de
investigarlas. Muchos de estos asuntos te del séquito -también necesario a la defini- ca vivir. Un cuadro político que porta las privatizadas para que todo quede
que el poder no quiere que se conozcan ción de líder carismático de M. Weber- se apellido con orgullo. No necesita la car- en punto ciego.
han terminado con asesinatos extraños imaginó, en esos días finales, parte de un nadura de un líder, sabe que el poder al
o suicidios confusos, tal el caso de Mar- suicidio colectivo. Podemos pensar que su que responde se anida en corporaciones
celo Cattáneo. Lo que podría haber da-
do elementos para una película que de-
nunciara los negocios espurios de la
clase dirigente terminó en una muestra
más de cómo los que detentan el poder
TOPIA EDITORIAL NUEVOS TÍTULOS
pelean y se encubren.
Traudi Junge fue la secretaria de Hitler des-
de 1942 hasta la caída del Reich. En el año LAS HUELLAS DE LA MEMORIA II
2001, con sus memorias, dio pie a dos pelí-
culas: Punto ciego: la secretaria de Hi- PSICOANALISIS y SALUD MENTAL en la
tler -documental que la tiene como protago-
nista- y La Caída. Traudi no se reconocía Argentina de los ’60 Y ’70 -
como un cuadro político del nazismo y sus
explicaciones sobre la falta de información
TOMO II (1970-1983)
sobre las brutalidades del nazismo las basa Enrique Carpintero y
en su ignorancia, en su juventud. Es decir
vuelve a aparecer la renegación: “Yo no sa- Alejandro Vainer
bía”. Lo interesante es que la expresa una
persona que estuvo durante tres años en el
centro del poder hitleriano. Veintidós años BITACORA
tenía la muchacha cuando ingresa al servi-
cio personal del fhürer. Desde 1927, cuando DE UN
ella tenía quince años, las juventudes hitle-
rianas eran adoctrinadas con el precepto
PSICOANALISTA
que ser joven era pertenecer a una idea nue-
va. Consignas nazis: ¡Dejad paso, viejos!
Oscar Sotolano
¡Largaos viejos! “Sólo el que es eternamen-
te joven tiene un lugar en nuestra Alema-
nia”.
Traudi afirma que era una época donde: -To-
da Alemania era nazi. Y las estimaciones,
VENTANAS
tanto del oficialismo como de la oposición de
aquella época, eran que nueve de cada diez
J.-B. Pontalis
alemanes amaban al líder y -reafirmando la ESTE TIEMPO
definición de Max Weber sobre el líder ca-
rismático- separaban su persona -ensalza-
QUE NO
da- de las críticas a las jerarquías políticas PASA
y partidarias.
J.-B. Pontalis
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TOPIA Revista
NOVIEMBRE 2005 P R Ó X I M A A PA R I C I Ó N
INSTITUCIONES A LA LA BANALIZACION DE LA INJUSTICIA SOCIAL
ARGENTINA Cristophe Dejours
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