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Eje temático 1:
Eje temático 2:
Casos clínicos
Eje temático 3:
Video Institucional/testimonios.
BIBLIOGRAFIA:
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MATERIAL INTRODUCTORIO A LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Los trastornos alimentarios son un grupo de patologías que se caracterizan por alteraciones
graves de la conducta alimentaria, hablaremos principalmente sobre los trastornos
específicos: Anorexia nerviosa y Bulimia Nerviosa. La anorexia nerviosa se caracteriza por el
rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales, epistemológicamente
el término anorexia significa “no apetito”, el cual es incorrecto debido a que rara vez hay
pérdida de apetito, y en la mayoría de los casos presentan una personalidad inmadura con
miedo a crecer. La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad
seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, el abuso de
fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo, por lo
general tienen mayor conciencia de enfermedad que los pacientes anoréxicos y pueden
desarrollar conductas antisociales como robar comida o dinero para comprarla, suelen
ocultarse para comer. Una característica esencial de ambas es la alteración de la percepción
de la forma y el peso corporal.
Come como si estuviera a dieta, a pesar de estar muy delgada: está siempre vigilando
los platos o las calorías, salteándose comidas, o cortándolas en trozos pequeños y
moviéndolos de un lado a otro en el plato.
Realiza demasiado ejercicio físico, a pesar de su bajo peso.
Vomita después de las comidas o abusa de laxantes o diuréticos.
Suele usar ropas muy holgadas o demasiados grandes, las anoréxicas se vuelven
expertas en esconder su condición física.
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Preocupación por el peso, por seguir dietas, por la figura, algo que es común ver
en los adolescentes, pero estos pacientes le dan una importancia exagerada a estos
factores convirtiéndose en el centro de atención de su vida.
Cambios de la personalidad, en los anoréxicos se evidencian cambios en sus conductas
habituales de relacionarse, son reservados, desconfiados, nada serviciales, protegen
celosamente sus rituales de ingesta y desaniman a cualquiera que trate de ayudarlos.
Vértigos, desmayos, pérdida de conocimiento y dificultad para concentrarse, síntomas
de inanición incipiente.
Los pacientes bulímicos toman mucho líquido, comen chicle, o fuman para controlar el
apetito.
Suelen ser inconstantes con todo lo que comienzan.
Los bulímicos comen a escondidas, realizando medidas purgativas para contrarrestar
los efectos de los atracones.
Mienten mucho.
A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo corporal
considerando la edad y la talla (por ej. pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 %
del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el periodo de
crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).
B. Miedo intenso ganar peso o convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso
normal.
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C. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o constitución,
influencia impropia del peso o la constitución corporal en la autoevaluación, o falta
persistente de reconocimiento de la gravedad del peso corporal bajo actual.
Leve: IMC ≥ 17 kg/m2
Moderado: IMC 16–16,99 kg/m2
Grave: IMC 15–15,99 kg/m2
Extremo: IMC < 15 kg/m2
2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de
que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se
ingiere).
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D. La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal.
E. La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de anorexia
nerviosa.
Subtipos: Se pueden emplear los siguientes subtipos para determinar la presencia o ausencia
del uso regular de métodos de purga con el fin de compensar la ingestión de alimentos
durante atracones:
Tipo purgativo: Este subtipo describe cuadros Clínicos en los que el enfermo se ha provocado
el vómito y ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos y enemas durante el episodio.
Tipo no purgativo: Este subtipo describe cuadros clínicos en los que el enfermo ha empleado
otras técnicas compensatorias inapropiadas, como ayunar o practicar ejercicio intenso, pero
no se ha provocado el vómito ni ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos o enemas
durante el episodio.
Factores predisponentes:
Factores precipitantes:
Factores de mantenimiento:
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baja autoestima.
el paciente hace esfuerzos para reducir el peso: bajar de peso da sentimientos de éxito
pero perpetúa la patología alimentaria al aumentar la obsesión.
presión social (objetos de la cultura)
la familia se involucra en la enfermedad
presión social (objetos de la cultura).
Mencionaremos una lista de generalidades posibles que pueden encontrarse como hallazgo
en la anamnesis y a la semiología clínica de los pacientes:
Amenorrea (falta del periodo menstrual por un tiempo mayor a tres meses)
Hipotensión-arterial -
Bradicardia
Pérdida de peso
Hipotermia
Piel seca y quebradiza (signo de pliegue positivo)
Cabello débil, ralo, seco
Caída de cabello
Uñas quebradizas
Lanugo (vello de humecto fetal)
Cianosis distal
Edemas (con signo de godet positivo)
Hipercarotinemia
Palidez de piel y mucosas
Disminución del tejido celular subcutáneo
Disminución del trofismo muscular
Red venosa visible
Arritmias cardiacas
Hepatoesplenomegalía
Abdomen excavado
Cuerda cólica palpable (por constipación)
Hipotrofia mamaria
Hipogenitalismo
Calambres
Tetania (contractura muscular por hipocalcemia)
Parestesias
Osteoporosis
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Alteraciones dentales: Pérdida de piezas dentarias, de la dentina, caries, y dientes
horadados en su cara posterior par la acción de los vómitos
Hipertrofia parotídea: Aumento del volumen de ambas parótidas a expensas del
trabajo mecánico que implica vomitar
Signo de Rusell positivo: Los pacientes vomitadores, pueden presentan cayos en el
dorso de la mano por la introducción de los dedos en la boca con la visible impront a
dentaria.
Deshidratación severa.
Desnutrición grave.
Infecciones.
Desequilibrios hidroeléctricos ocasionados por las conductas purgativas.
Alcalosis hipoclorémica.
Hipocalemia.
Arritmias cardíacas: paro cardíaco.
Nefropatía hipocalémica: insuficiencia renal crónica.
Edema de rebote (al suprimir las conductas purgativas), que puede llegar a la anasarca
(edema generalizado).
Alteraciones en los parámetros de laboratorio.
Anemia.
Leucopemia.
Leucopemia.
Linfocitosis.
Hipoproteinemia.
Caída de pelo, uñas, dientes
Deshidratación, mareos, desmayos
Piel seca
Alteraciones menstruales, esterilidad
Úlceras estomacales y problemas digestivos
Hipotermia
Osteoporosis
Problemas cardíacos
Muerte
COMORBILIDAD
“Si presenta mejoría y aún persisten síntomas de otros trastornos hay comorbilidad”
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“No hay anoréxica que no tenga rasgos obsesivos, ni bulímica que no tenga síntomas
de bipolaridad”
Diagnósticos Diferenciales:
Para poder realizar un correcto diagnóstico diferencial entre patología alimentaria y otro
desorden debemos tener en claro los criterios diagnósticos de los distintos trastornos que
pueden ocasionar alguna duda o coexistir en comorbilidad con la patología alimentaria y para
ello recurrimos al DSM IV, el cual debemos repasar a conciencia para tener en claro las
características de las enfermedades con las tenemos que diferenciar o con las que tenemos
que apreciar la comorbilidad.
Trastornos de la personalidad:
- Como la Anorexia y la Bulimia son poli sintomáticas es muy común pensar que
subyace a ellas un trastorno de personalidad, y como además padecen de tan distintos
síntomas el más sospechado es el trastorno borderline de la personalidad.
Trastornos del estado del ánimo: depresión, distimia, bipolar (tipo I, tipo II, etc.),
ciclotimia.
“En patología alimentaria no hay pérdida del apetito, sino una negación maníaca del
mismo”
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- Debido a la fuerte relación entre bipolaridad y desórdenes alimentarios, al instalar
tratamientos antirrecurrenciales (estabilizadores del ánimo) más precozmente se logra
una mejoría clínica significativamente más eficaz.
Trastornos de ansiedad:
“No hay caso con desorden alimentario que no sufra de síntomas de angustia y ansiedad
acompañados de rasgos panicosos, obsesivos-compulsivos, fóbicos”
- Patología alimentaria con delirio por el cuerpo y la comida pero que no presentan los
otros criterios para trastornos psicóticos.
- Cuadro de psicosis con anorexia secundaria a un delirio provocado por el temor a ser
envenenado, no corresponde diagnosticar patología alimentaria.
ABORDAJE
Objetivos generales:
PROTOCOLO DE MEDICACIÓN:
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No hay una medicación específica para el tratamiento de la patología alimentaria, hay
moléculas que ayudan a mejorar ciertos síntomas y que permiten la evolución positiva en el
mismo. Los desórdenes en comorbilidad deben recibir la medicación adecuada para su mejor
evolución.
ANTIPSICOTICOS:
ANTIDEPRESIVOS:
- En comorbilidad con cuadro depresivo o trastorno de ansiedad.
- cuadros donde la sedación no sea tan necesaria.
- Los más usados: ISRS Y DUALES (Sertralina, citalopram, escitalopram, paroxetina,
venlafaxina)
ANSIOLITICOS:
- Para potenciar efectos sedativos de otros fármacos y para situaciones puntuales y de corta
duración.
- Para urgencias en crisis de excitación, no como tratamiento a largo plazo.
- Los amas usados: lozazepam, clonazepam y diazepam.
“NO se utilizan BDZ para el tratamiento de las patologías alimentarias si hay asociación a
desórdenes de ansiedad y angustia, se opta por los IRSS y antipsicóticos atípico”
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