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a) Inmunidad innata: primera línea de defensa frente a agentes infecciosos; la mayoría de los
agentes patógenos pueden controlarse antes de que se produzca una infección declarada.
b) Inmunidad adaptativa: entra en acción cuando falla la inmunidad innata. Elabora una respuesta
específica para cada agente infeccioso y guarda memoria de él (puede impedir la reinfección).
Fuente de la figurua: Dr. Ana M. Ferreira; Cátedra de Inmunología, Universidad de la República;
Montevideo-Uruguay.
Lisozima, complemento, proteínas de fase aguda, moco, espermina del semen, acidos
Factores solubles estomago, gérmenes de la vagina, piel e intestino
LISOZIMA: Enzima bactericida que impide infecciones y que está presente en numerosas
sustancias segregadas por los seres vivos, como las lágrimas, la saliva o la leche.
– Involucra células (ej: fagocitos) y moléculas solubles (ej: opsoninas) innatos o inducidos
tempranamente en la infección
– Monocitos sanguíneos.
– Células A.
– Células de Kupffer.
– Macrófagos esplénicos.
Los macrófagos (gr. "gran comedor") son células del sistema inmunitario que se localizan en
los tejidos. Proceden de células precursoras de la médula ósea que se dividen
dando monocitos (un tipo de leucocito), que tras atravesar las paredes de los capilares y
penetrar en el tejido conjuntivo se convierten en macrófagos. Pueden ingerir y destruir
bacterias, células dañadas y eritrocitos gastados. Este proceso se llama Fagocitosis.
a) La proteína C reactiva (PCR) que reconoce y se une por un mecanismo dependiente de calcio, a
los grupos moleculares existentes en una gran variedad de bacterias y hongos. En particular, se
une a la mitad fosforilcolina de la pared del neumococo y actúa como opsonina, activando el
complemento.
b) El sistema de complemento es un grupo de 20 proteínas séricas cuya función global es
controlar la inflamación. Se activan por una cascada de reacciones enzimáticas que conducen a:
– Opsonización de microorganismos.
– Quimiotaxis y fagocitos.
– Lesión de la membrana plasmática de virus, bacterias y células que hayan inducido la activación.
1.1.1.6. INFLAMACIÓN.
El inicio de la respuesta innata involucra la activación celular o de sistemas enzimáticos
(complemento y vía de activación por contacto). La activación celular implica el reconocimiento de
estructuras conservadas en patógenos (patrón molecular asociado a patógenos, PAMP) por
receptores expresados en la superfice de células residentes en el tejido como macrófagos y
dendríticas.
Fuente de la figurua: Dr. Ana M. Ferreira; Cátedra de Inmunología, Universidad de la República;
Montevideo-Uruguay.
Trás la activación celular y de sistemas enzimáticos se desencadenan mecanismos efectores
destinados a eliminar al patógeno. Las células fagocíticas pueden ingerir y degradar patógenos
extracelulares. El complemento puede conducir a la lisis de bacterias. Tanto la activación celular
como la activación del complemento generan mediadores de la inflamación.
C3a, C4a y C5a tienen actividad anafiláctica (promueve localmente dilatación y aumento de la
permeabilidad de los vasos sanguíneos), quimiotáctica (dirige el tránsito de leucocitos desde la
sangre al tejido, a favor de su gradiente de concentración) y son capaces de activar una variedad
de tipos celulares.
Es la respuesta típica de la inmunidad natural frente a los agentes agresores. Se producen tres
acontecimientos que se manifiestan en forma de inflamación:
Además, Como consecuencia de la unión de varias citoquinas (IL-1, TNF-alfa), C3a y C5a a
receptores en la membrana de las células endoteliales, se induce un aumento de la expresión de
moléculas de adhesión (selectina P) sobre la célula endotelial. Además, estas moléculas también
conducen al aumento de la expresión de moléculas de adhesión celular sobre neutrófilos y
monocitos. En conjunto, estos cambios favorecen la detención de las células sobre el endotelio
vascular en la zona inflamada y su posterior extravasación.
– Persistencia del agente causante, haciendo el proceso crónico (semanas, meses, años).
La división del Sistema Inmune en Innato y Adaptativo facilita el abordaje del estudio del Sistema
Inmune, pero es una división artificial. Ambas ramas del sistema inmune funcionan
cooperativamente potenciandose mutuamente.
a) Inmunización activa: introducción de un antígeno que induce una respuesta por el sistema
inmunitario específico.
b) Inmunización pasiva: transferencia de componentes de un organismo a otro que no lo está.
Este sistema se usa para bloquear un antígeno urgentemente. Es estas ocasiones se transfieren
Ac producidos en otro individuo para neutralizar el veneno.
1.2.2. ANTÍGENO.
Sustancia INMUNÓGENA CON ESPECIFICIDAD ANTIGÉNICA: es toda molécula capaz de generar
una respuesta del SI cuando penetra en el organismo y de reaccionar específicamente con los
productos desarrollados en dicha respuesta. Son proteínas o polisacáridos.
1.2.3. HAPTENO.
Sustancia NO INMUNÓGENA con ESPECIFICIDAD ANTIGÉNICA: moléculas de bajo peso molecular
(menos 1000 daltons) capaces de reaccionar con un Ac (especificidad antigénica), pero incapaz de
desencadenar por si mismas su producción en el animal (no inmunógena). Son determinantes
antigénicos aislados.
Puede hacerse inmunógena uniéndose a proteínas transportadoras (CARRIER).
1.2.5. ADYUVANTE.
Sustancia que intensifica inespecíficamente la respuesta inmunitaria frente a un Ag.
– Los anticuerpos o inmunoglobulinas (Ig) que se presentan como receptores de membrana en los
linfocitos B, o son secretados por estos una vez que se han transformado en plasmocitos.
– El receptor T (TCR) de los linfocitos T, que según el tipo de cadena que lo forme puede ser ba o
dg. La función de estos últimos es todavía confusa, mientras que el papel del receptor ba está bien
establecida, y se vincula con el reconocimiento de péptidos unidos a receptores denominados
moléculas del complejo mayor de compatibilidad (MHC)
– Las moléculas de MHC son el tercer tipo de estructura que participan en el reconocimiento del
antígeno. Pero, mientras que el reconocimiento en el caso de las Igs y los TCRs es de muy alta
especificidad, las moléculas de MHC interactúan con el antígeno con baja especificidad. Existen
dos tipos de receptores MHC, de clase I y clase II. Mientras que los primeros están presentes en
todas las células nucleadas, los últimos están restringidos a un número limitado de células del
sistema inmune.
a) Las células B están preparadas para producir un sólo tipo de Ac específico de un Ag, que se
sitúa en la superficie celular como Rc del Ag. La función principal del linfocito B es la secreción de
anticuerpos. Los anticuerpos o inmunoglobulinas son glicoproteínas que tienen sitios de unión al
antígeno y una región constante vinculada a las funciones efectoras de los mismos. A través de su
unión los anticuerpos a) bloquean o neutralizan directamente al antígeno que reconocen, b)
reclutan células efectoras (como macrofagos, neutrófilos, células NK, etc) debido a la existencia de
receptores que se unen a su región constante, o c) disparan la vía clásica del complemento.El Ag
se une al BCR y provoca la proliferación de las células B para producir:
– Células plasmáticas productoras de Ac.
El sistema inmune produce Ac que pueden reconocer Ags antes de ponerse en contacto con él. Se
producen tantos Ac que la mayoría no son reclamados nunca; pero este mecanismo se mantiene
porque los microorganismos mutan continuamente sus Ags.
– Diferenciación: hace que las células cuya función inicial era reconocer pasen a células efectoras
con los mecanismos necesarios para eliminar los antígenos extraños.
Estos procesos requieren numerosos mecanismos de amplificación compuestos con otros tipos
celulares que interaccionan célula a célula y a través de moléculas solubles con acción autocrina,
paracrina o endocrina. Además, los linfocitos migran a los lugares donde se encuentra el antígeno
y donde se produce la respuesta inmunitaria.
La siguiente fase es la efectora: los linfocitos que han sido activados son capaces de eliminar el
Ag.
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