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Universidad de Los Andes.

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.


Escuela de Criminología.

Hostilidad y Agresión.
“Historia de Vida de Héctor Blanco”.

Asignatura:
Desarrollo Prosocial.
Profesor:
Ordoñez, José.
Bachiller:
Celis Escorche, Orlando R. C.I.- 24.239.715.

Enero, 2016.
» Antecedentes: Historia de Vida de Héctor Blanco.

Los párrafos extraídos a continuación responden a una historia de vida


realizada por la trabajadora social e investigadora del CIP Mirla Pérez y
publicada en el libro denominado “Y salimos a matar gente. Investigación
sobre el delincuente venezolano violento de origen popular” (2009), en donde
Alejandro Moreno, hace una recopilación de un conjunto de historias de vidas
realizadas por diferentes profesionales de las áreas de la Psicología social,
Educación mención filosofía y el Trabajo social, como es el caso de dicha
autora. Héctor Blanco” narra a la investigadora su propia vida, con fines de
dar una impresión de aceptación de sus delitos, de la muestra de sinceridad,
pero también como parte de una evaluación interdisciplinaria, a través de una
entrevista semi-estructurada realizada dentro del centro de reclusión INAM
(Caracas- Venezuela), ya que dicho joven se encuentra recluido en la misma
por la comisión de un conjunto de delitos sin haber cumplido los dieciocho
años de edad, y comprender de ese modo los factores predisponentes
(aspecto biológico), preparantes (familiares y sociales) y desencadenantes
(factores circunstanciales) que motivaron su conducta.

En este sentido, se extraen de este texto, los párrafos que hacen


referencia a la comisión de una serie de delitos violentos (homicidios), en el
Barrio La Vega – Caracas o sectores aledaños al mismo, siendo éste el lugar
de convivencia y de relaciones sociales del sujeto de estudio, luego de haber
convivido en diferentes hogares (tales como el de las tías, tíos, abuela)
desde pequeño a causa del abandono de su madre. Aquí se destaca, la
comisión de su primer homicidio, apenas siendo un adolescente y la
continuidad de la manifestación de dichos actos, llegando a establecerse un
patrón reiterado de agresiones, en el que se destacan diferentes factores
asociados a su conducta como victimario y las acciones y actitudes hacia sus
víctimas.
» Caso:

Aunado a lo anterior, Moreno, Campos, Rodríguez y Pérez (2009),


señalan lo siguiente:

Un día estábamos esperando a mi novia al frente del bloque y un chamo


que se llama… fulano, apodado… fulano y otro chamo más me dieron
un botellazo en la nariz, me partieron los dientes y yo me fui ostinando,
entonces yo no vi las cosas así como de botellazos, entonces yo…
empecé a… con otra mentalidá. Ya yo no quería, o sea, ya yo no quería
estar en broma de botellazos sino que ya yo quería comprarme una
pistola porque… O sea, ya los problemas poco a poco como que se iban
agrandando… empecé a…, empecé a darle tiros a los… a la gente, pero
no a la gente así que me daba la gana sino a los chamos que tenía
problemas conmigo, con los chamos que me había partido la nariz y una
vez le di un tiro a… unos tiros a un chamo que me había dao una
cachetá, o sea, eso de manteneme sometío delante de un poco de
gente, ¿no? Porque era mayor que yo y yo, como apenas tenía catorce
años, le devolví la cachetá. Entonces, bueno, me empecé fue a darle tiro
a la gente… a ese chamo le di cuatro tiros y me tuve que ir pirao.
Entonces, ya los chamos ya no veían que yo tenía la misma mentalidad
de antes, sino que ya… ya era como… como otra mente.

...Tuve varios homicidios. Mi primer homicidio fue… buscando un chamo


en una fiesta que yo estaba, que me había dicho que… que él estaba en
esa fiesta y entonces… nos metimos a buscarlo yo y un chamo que
era… que era como la costilla mía en ese tiempo. Nos montamos a
buscalo y… no lo conseguimos, entonces… de casualidad nosotros nos
ponemos a dar una vuelta y nos ponemos a dar una vuelta por donde
vivía él y le hice el comentario del día que se iba a morir él, porque lo
buscamos en el sitio donde nosotros estábanos y no estaba ahí, vimos
que no estaba ahí y nos fuimos pa otro lao y lo conseguimos tomando.
El hombre estaba de espalda, le tocamos la espalda, él se volteó y le
dijimos que… “¿viste como te pescamos?”; y le dimos dieciséis tiros.
Con esa nos fuimos y a raíz de ahí, bueno…

Yo tenía quince años, ese fue el primer homicidio mío, no pude dormir,
porque era mi primer homicidio y era como un remordimientos de
conciencia en ese momento, me acordaba mucho de ese momento, pero
después, bueno, también, este… eso fue en diciembre, o sea, el primer
homicidio mío lo tuve el seis de… el seis de noviembre. El veintisiete no,
el veintisiete de diciembre tuve otro, estábanos… varios muchachos en
un sector que se llamaba… de la Vega, que es la capilla, este... ellos me
habían dicho que si yo tenía problema con un fulano, entonces yo le dije
que sí, me dijo que estaba al frente, traqué la pistola, fui hacia él y…
este… le dije unas palabras y le di nueve tiros en la cara.

Después… el tercer homicidio mío fue un chamo que me quería quitar


una pistola, este… Bueno, la misma mujer e lo pichó. Yo conciente,
porque yo me la pasaba con un chamo, con un chamo que… era mi
costilla, entonces la mujer de ese chamo era pana de nosotros, y el
chamo no quer… estaba cocinando… y nos quería quitar la pistola;
entonces, nosotros nos enteramos, pero yo pendiente de matalo a él, o
sea, por lo que nos quería hacer; pero entonces, el pana mío me estaba
cobrando con la jeva, porque la jeva estaba ostiná dél, entonces la jeva
lo mandó a matá. Entonces, la jeva estaba buscando una pistola y la
jeva pichó al marío y lo agarré y le di siete tiros en la cara; hasta fui al
velorio d´él y todo. Lo vi, le di el sentido pésame a uno y todo.

…Después, bueno, el cuarto homicidio fue un chamo, este… Un chamo


que era de Los Teques, era de Los Teques, tuvo problema con nosotros,
él se iba pa La Vega; se iba solo, andando por ahí. Lo vimos y
comenzamos hablar con él por ahí, como e… como so no era problema
de nosotros, pero entonces el hombre… tenía una actitud que no… que
no concordaba mucho… A uno que se la pasaba conmigo, le dio un tiro,
era como más, o sea, era como más caliente pa dale tiro a la gente y yo
como era más sangre fría… Bajé, entonces le di un poco de tiros en la
cabeza y a raíz de ahí, bueno seguí, seguí teniendo homicidios…

…Después estuve preso. Cuando me caí, cuando tenía… tenía quince


añitos me caí… con el chamo, con el chamo que siempre le he contao,
m caí con una ametralladora. Este… me caí con seis homicidios, él se
cayó con quince homicidios, a él lo mandaron para el Rodeo, a mi me
mandaron para acá (INAM), Duré una semana aquí, me fugué.

Cuando me fugo… sigo en lo mismo, el chamo sale, seguimos en lo


mismo, seguimos matando gente, a la culebra. Seguimos buscándolo.
Sonábamos demasiao… la verdá es que nosotros fuimos… unas
personas que nos temían mucho y después a raíz de eso… de, este…
Nos fuimos para la Guaira. Teníamos muchos problemas en La Vega, la
PTJ a nosotros demasiao, hasta con foto; nos tenían a nosotros… (pp.
325 - 328).

» Parte I.- Aspecto Motivacionales de la Agresión: Aplique la teoría de los


motivos sociales (McClelland) en el origen de la agresión.
A través de un contraste de lo señalado anteriormente con los
postulados de la teoría de los motivos sociales (McClelland, 1985), puede
inferirse en forma de análisis que, los tres tipos de motivaciones propuestos
por dicho autor se encuentran presentes en lo que respecta a la historia de
vida en general. Puesto que, en primer lugar, se destaca en su infancia la
manifestación y aspiración a lograr académicamente el éxito, a través de un
rendimiento académico destacable. Siendo percibido dicho desempeño como
responsable y eficaz, acorde a las capacidades reales de un niño de su
edad. Mostrando interés por actividades que requieren un alto grado de
dificultad y que suponen una motivación mayor para lograr obtener dicho
éxito. Héctor señala lo siguiente: “…Estaba en los estudios, era muy buen
estudiante. Este... me gustaba ir mucho a la escuela… En ese tiempo vivía
con mi abuela, a los cinco años.

Sin embargo, diversas situaciones estresantes y modificantes en su


dinámica social y relacional, generaron en él, una disminución en las
necesidades motivadas por el logro anteriormente planteado (tales como: el
abandono de su madre, los cambios constantes de hogar, crianza coercitiva,
maltrato, falta de apoyo y afecto, sobre exigencia a sus capacidades,
fallecimiento de su abuela como la figura de autoridad, consumo de drogas y
presencia de un acto de suicidio por parte de su tío “preferido”, vinculación
con grupos de pares desviados y delictivos, entre otros). Produciéndose
luego de todas estas situaciones descritas anteriormente, un cambio de
concepción en lo que respecta a la necesidades y aspiraciones a obtener en
su convivencia diaria y relaciones interpersonales.

Por tanto, en los párrafos citados anteriormente, puede identificarse la


necesidad de poder, como el tipo de motivación social que resalta y estimula
las diversas conductas delictivas descritas y manifestadas por el sujeto de
estudio, aunada a una necesidad de afiliación en menor proporción que la
anterior, a través de la búsqueda de un contacto social más amplio y la
realización de actividades (en este caso delictivas) en grupo o con
compañeros de confianza; pero dicha necesidad de afiliación posee un
elemento de poder en su trasfondo, puesto que, dicho contacto social
responde a la obtención a través de ésta, de reconocimiento social, en donde
sea notable su nivel de influencia, persuasión y control, siendo un liderazgo
coercitivo y violento, que radica en imponer a los demás sus ideales y lograr
prestigio y/o reputación a través de su conducta agresiva y la comisión de los
hechos delictivos (homicidios).

Por tanto, sus grupos de pares relacionales responden a ese tipo de


personas que pueden admirar su conducta y no ser una competencia para él,
manteniendo de ese modo el reconocimiento social adquirido y manifestado
en control hacía los otros. Por otra parte, resulta importante destacar los tres
tipos de funciones de la Motivación de Poder propuestas por McClelland
1985, las cuales son: energizantes, orientadores y selectiva. Las dos
primeras mencionadas resultan difíciles de identificar en una descripción tan
sencilla como lo es, las extracciones teóricas citadas referentes al caso, pues
para su identificación se requiere un alto grado de observación y estudio, sin
embargo, la función selectiva, puede identificarse de manera directa y
resaltante, por el hecho de que el sujeto de estudio recuerda con gran
facilidad y empeño las escenas y experiencias relacionadas con el poder,
como es el caso de sus cinco primeros homicidios cometidos descritos
anteriormente y las condiciones sociales/ambientales que se conformaron
como elementos preparantes y desencadenantes de su conducta.

Argumentando todo lo señalado anteriormente, tenemos las siguientes


expresiones: “…yo me fui ostinando… ya yo quería comprarme una pistola…
una vez le di un tiro a… unos tiros a un chamo que me había dao una
cachetá, o sea, eso de manteneme sometío delante de un poco de gente,
¿no… como apenas tenía catorce años, le devolví la cachetá… me empecé
fue a darle tiro a la gente… Entonces, ya los chamos ya no veían que yo
tenía la misma mentalidad de antes…” (p.323). Puede identificarse
claramente la necesidad de obtención de poder mediante la tendencia a la
búsqueda de influencia, persuasión, prestigio y control a través de la compra
de un arma de fuego y el uso de comportamientos competitivos y agresivos
como forma de relacionarse y establecer respeto, para constituir la
concepción de una acción de gran impacto ante los demás.

Asimismo, tenemos lo siguiente: “…nos metimos a buscarlo yo y un


chamo que era… que era como la costilla mía en ese tiempo… y le dimos
dieciséis tiros… estábanos… varios muchachos en un sector que se
llamaba… de la Vega, que es la capilla… yo tenía problema con un fulano…
traqué la pistola, fui hacia él y… este… le dije unas palabras y le di nueve
tiros en la cara... el tercer homicidio mío fue un chamo que me quería quitar
una pistola… Yo conciente, porque yo me la pasaba con un chamo… que…
era mi costilla, entonces la mujer de ese chamo era pana de nosotros… el
cuarto homicidio fue… Un chamo que era de Los Teques… pero entonces el
hombre… tenía una actitud que no… que no concordaba mucho… era como
más caliente pa dale tiro a la gente y yo como era más sangre fría… Bajé,
entonces le di un poco de tiros en la cabeza…” (pp. 325 y 326). Resulta
importante destacar en todo lo señalado anteriormente la frecuente intención
de convencer a los demás de su nivel de control y dominación, utilizando a
sus grupos más allegados para obtener un beneficio personal, estableciendo
alianzas de conveniencia, reduciendo las posibilidades de competencia ante
la tentativa de pérdida de poder y generando estados de repercusión
emocional a los demás (testigos) por medio de sus acciones de impacto.

Finalmente, resulta importante destacar el postulado definicional que


establece una relación entre las motivaciones de poder y la elección de
profesiones en los que se requiera dicha necesidad. La delincuencia para
algunos autores puede ser tomada como una profesión, en la cual a través
de la experiencia dicha persona va teniendo mayor capacidad de control y
dominación hacía los demás. En este sentido, David (1976), en su texto “El
mundo del delincuente”, expresa que:

“…la profesionalización es una progresión en el delito, que incluye la


adquisición de más complejas técnicas, más frecuentes ofensas y,
finalmente, dependencia del delito como única o parcial fuente de
recursos… están comprometidos en un comportamiento sistemático que
requiere tanto organización personal como social” (p. 209).

Por tanto, resulta una profesión a través de la cual se puede ejercer una
notable influencia, conservar un estatus y prestigio, promover un mayor
reconocimiento social, en donde la agresividad es una variable necesaria en
la competencia del poder y por medio de la cual se puede obtener ganancias
económicas gratificantes, que compensan el riesgo de ser delincuente.

Parte II.- Aspectos de la Percepción Social: Identifique y explique los


aspectos de la percepción social en la formación de impresiones que
contribuyeron en el desarrollo del comportamiento agresivo.
La percepción de personas está manifestada por una serie de
características que se desarrollan en todo sus elementos constitutivos, tales
como la organización, la selectividad, carácter subjetivo, búsqueda de
elementos y la interpretación del estímulo. En este sentido, la percepción
selectiva se da cuando un estímulo responde directamente a los intereses,
actitudes, escala de valores y necesidades; mediante las cuales se despierta
en el individuo una serie de juicios de valor que van a traducirse en
reacciones que van a expresarse de acuerdo a esa pequeña porción de
estímulos sensoriales a los cuales se dirige nuestra concentración.

Por otra parte, la experiencia previa, permite al victimario (en el caso


discutido) la percepción de estímulos que en momentos anteriores han
convergido en la manifestación de diferentes conductas. En este sentido, las
cosas que ya conocemos las percibimos con más rapidez y facilidad, dado
que la familiaridad crea una disposición a la respuesta inmediata.
Finalmente, el condicionamiento genera en el victimario una imposición de
imágenes, etiquetas, rótulos y estereotipos valorados positiva o
negativamente, dependiendo de las relaciones directas con su conducta de
interés, por lo que, percibirán con mayor facilidad aquellos estímulos que
fueron reforzados.

Por tanto, con referencia al caso, puede elaborarse lo siguiente:

Elementos/ Percepción Experiencia Condicionamiento


Estímulos selectiva. Previa.
Intereses. - Visualización de - Experiencias - Victimario:
sus víctimas como como víctima Situaciones de
una amenaza dentro familiar y agresión
de su zona de relacional. reforzadas en su
confort. infancia y
- Familiaridad con adolescencia.
conducta de
insubordinación a - Los cambios
las imposiciones constantes de
de sus victimarios hogar, crianza
anteriores. coercitiva, maltrato,
falta de apoyo y
afecto, sobre
exigencia a sus
capacidades.

Actitudes. - Percepción de - Experiencia en - Victimario:


conductas agresivas el uso y Afectación de su
en sus víctimas que padecimiento de prestigio y poder.
ponen en riesgo su castigo físico
integridad física y como solución a -…”Ya yo no
moral. los problemas. quería, o sea, ya
yo no quería estar
- Percepción de - Familiaridad en broma de
desobediencia a las como victimario botellazos sino que
normas informales en conductas de ya yo quería
preestablecidas desobediencia. comprarme una
como “cabecilla”. pistola… o sea,
eso de manteneme
sometío delante de
un poco de gente,
¿no? Porque era
mayor que yo y yo,
como apenas tenía
catorce años, le
devolví la
cachetá… me
empecé fue a darle
tiro a la gente…”.
Valoración. - Valoración - Experiencia en - Victimario:
negativas de las el uso de la Imagen de
conductas agresión como confrontación, reto
manifestadas por una forma de e imposición.
sus víctimas obtener
consecuencias “…le di siete tiros
positivas con sus en la cara; hasta fui
acciones. al velorio d´él y
todo. Lo vi, le di el
sentido pésame a
uno y todo”.

Necesidades. - Identificación de - Experiencia en - Victimario: Riesgo


estímulos el mantenimiento en el
relacionados con el del estatus a mantenimiento de
estatus y prestigio. través de su poder.
conductas
agresivas. -“…el hombre…
tenía una actitud
- Familiaridad con que no… que no
conductas concordaba
afiliativas para la mucho… era como
ampliación del más caliente pa
Control dale tiro a la gente
y yo como era más
sangre fría… Bajé,
entonces le di un
poco de tiros en la
cabeza”.

De este modo, puede explicarse que en términos generales la


percepción social con referencia a la historia de vida de Héctor Blanco, en
sus casos de agresión, la percepción selectiva se manifestó de manera
circunstancial mediante el uso de la observación de la víctima en un contexto
que resulta ser atractivo (por la influencia de factores como la edad,
apariencia, la compañía, los testigos, la falta de instancia de control social
formal), en donde, los elementos de amenaza, desobediencia, valoración
negativa de las conductas, el riesgo físico y moral, aunado al estatus y el
prestigio, confluyeron como elementos preparantes que junto a los estímulos
percibidos selectivamente por el victimario aumentaron la posibilidad del
paso al acto, como por ejemplo, en su primer homicidio la víctima se
encontraba tomando alcohol (factor contemporáneo) y desarmado, por lo que
se manifestó una valoración positiva inmediata para la ejecución de dicha
conducta y la recompensa posterior por su ejecución. En su segundo
homicidio interactúa la presión de grupo interna (emociones) y externa
(peticiones) como el principal estímulo percibido y experimentado en dicho
momento. En el tercer y cuarto homicidio resulta ser la percepción de riesgo
físico, moral y de poder el que selectivamente es percibido como
desencadenante de estas conductas.

Por otra parte, la experiencia previa como víctima de agresiones,


privaciones y coerción en su infancia como castigo o solución a los
problemas (ejemplo, maltrato físico y verbal por su tía, tío, la indiferencia de
su tía y la obediencia forzada a las normas familiares), la familiaridad con
conductas problemáticas, desviadas y de rebelión a las normas (ejemplo,
vinculación con grupos desviados consumidores de droga, participación en
hechos delictivos desde muy temprana edad, deserción escolar e
inestabilidad familiar), las expectativas de poder, estatus y control, (el no
sometimiento a las ordenes de los demás, imposición a otras personas de
mayor edad, búsqueda constante de poder y reconocimiento a través de la
compra y uso del arma), intervinieron en cada caso en la formación de
percepciones referentes a los otros y hacía él mismo, por lo que su conducta
pudo estar condicionada por aquellos estímulos percibidos como estresantes
y siendo valorizados negativamente en este caso con facilidad.

Del mismo modo, el condicionamiento adquirido a través del proceso de


socialización primaria en este caso, constituyó en Héctor Blanco un
reforzamiento de conductas problemáticas, desviadas y delictivas, a través
de la influencia de elementos en este aspecto, como la disfunción familiar, el
abandono familiar, ausencia de figura paterna y materna, la falta de apego a
las normas, la violencia intrafamiliar, la falta de supervisión, la
convencionalización de las conductas manifestadas por éste, la presencia de
factores criminógenos como familiares vinculados a conductas desviadas y
delictivas y la pobreza como un factor contemporáneo, entre otros; siendo
así, los homicidios una representación conductual de los estímulos
percibidos e influenciados por las concepciones intrínsecas del victimario
concebidas por su condicionamiento a diferentes situaciones sociales
(Presión criminógena, riesgo físico-moral, amenazas al poder).

En este sentido, es necesario expresar que en dicho caso, los cuatro


elementos de la formación de impresiones asociados al perceptor (Héctor
Blanco) se encontraron presentes en la comisión de los hechos delictivos,
debido a que, la experiencia con situaciones y/o conductas de agresión ya
antes mencionadas, establecieron un significado emocional a los estímulos
percibidos en cada momento delictivo, por lo cual, se produce una
variabilidad de las emociones básicas registradas por una persona,
destacándose la ira/rabia como la dominante en este agresor, siendo
catalogado el estímulo como negativo para el mismo, por lo que la
recurrencia a la agresión resulta ser la alternativa más eficaz y rápida para
contrarrestar esa situación social que ya es familiar (sea por su participación
como víctima o victimario) y que ha producido beneficio para los
perpetradores.

Por consiguiente, puede establecerse que en el caso de Héctor Blanco,


con respecto a su percepción social existieron una serie de elementos de
atracción y de hostilidad/agresión manifestados en dos situaciones:
Atracción a Grupos desviados y delictivos (Atracción
negativa): Promoviéndose de igual forma conductas de
ayuda pero relacionadas a los beneficios individuales y
colectivos que pueda traer el hecho delictivo, tales como
el reconocimiento y aceptación, caracterizador de las
agresiones anteriormente descritas; siendo posible esta
atracción gracias a la autoimagen positiva de la
concepción de ser delincuente, a la identificación y gran
atracción por el grupo de referencia y la aspiración al
prestigio y poder dentro de su grupo de pertenencia.
Héctor Blanco:
Hostilidad/Agresión hacía sus víctimas manifestado en
Percepción social.
la comisión de los homicidios, siendo un patrón reiterativo
de la conducta agresiva, vinculada a elementos internos
(Biología, Psicología) y externos (aprendizaje) y ha
mecanismos de percepción social, en los que las
etiquetas y valoraciones negativas que este sujeto
padeció (experiencia previa), lo condicionó a la no la
aceptación de las normas sociales y produjo una baja
capacidad para tolerar las frustraciones y/o presiones,
manifestada en las comisiones de los hechos delictivos
(selectividad).

Gráfico 1.

Por tanto, resulta ser en este sentido la percepción social construida a


partir de todos los valores, posiciones, etiquetas y estigmas adquiridos
durante su proceso de socialización familia (que en el caso presentado
estuvo ausente) las posibles herramientas de contención para que no se
manifestaran dichos actos de agresión, por lo que, la ausencia de esta es un
elemento preparante de la conducta del sujeto en cuestión, en el que
diversos hechos previos (patrones de conductas agresivas) y/o estímulos
percibidos en el ese momento por el perceptor discriminados solo a la
concepción de la comisión de los homicidios como la respuesta conductual
necesaria para mantenerse en sus motivaciones.
Parte III.- Tipos de Agresión según Buss: Identifique el tipo de agresión según el modelo de Buss, explicando cada uno de sus criterios.

Directa Indirecta
Activa. Pasiva. Activa. Pasiva.

Física. …tenía que sacar en los No aplica. …nosotros nos enteramos, …a su hijo le daba
estudios que si dieciocho, pero yo pendiente de matalo cosa, a mí no me daba
diecinueve, veinte y... si a él, o sea, por lo que nos na… entonces, si me
sacaba que si catorce o quería hacer; pero entonces, prestaba algo… le decía
quince, eso era el pana mío me estaba que no… que no, vale,
cachetadas, chama, me cobrando con la jeva, porque que no prestara nada…
pegaba con cable… la jeva estaba ostiná dél, Es decí, que si a él le
entonces la jeva lo mandó daban chuleta, a mi me
…fulano y otro chamo a matá… daban que si huevo... A
más me dieron un él le compraban cosas
botellazo en la nariz, me caras y a mí no me
partieron los dientes… compraban nada, y no
tenía nada…
…El hombre estaba de
espalda, le tocamos la
espalda, él se volteó y le
dijimos que… “¿viste
como te pescamos?”; y le
dimos dieciséis tiros…

…yo tenía problema con


un fulano, entonces yo le
dije que sí, me dijo que
estaba al frente, traqué la
pistola, fui hacia él y…
este… y le di nueve
tiros en la cara.

…A uno que se la pasaba


conmigo, le dio un tiro,
era como más, o sea, era
como más caliente pa
dale tiro a la gente y yo
como era más sangre
fría… Bajé, entonces le
di un poco de tiros en la
cabeza…

Verbal. …se llenó de PTJ, hubo …Entonces me decía a mí …el tercer homicidio mío fue …Ella me trataba mal,
peo…los tipos estaban que no le quitara ná un chamo que me quería este… no, nunca me
arrechos… me maldecía, emprestao a mi primo quitar una pistola, este… llegó a pegar…pero… o
me insultaban… y porque… porque yo le iba a Bueno, la misma mujer e lo sea, sentí, sentía, sentía
decían: “maldita sea te dañar las cosas, que se las pichó. Yo conciente, porque la indiferencia. Sentía
pudimos haber diera… que yo era malo y yo me la pasaba con un el trato sin amor, que
matao…” un delincuente… chamo, con un chamo que… no me tenía porque…
era mi costilla, entonces la ella me tenía en su casa
mujer de ese chamo era era como… por
pana de nosotros, y el obligación, pero no me
chamo no quer… estaba tenía con cariño ni
cocinando… y nos quería nada…
quitar la pistola…
Parte IV.- Explicaciones de las teorías centradas en los procesos biológicos:
Aplique las teorías de la agresión centrada en los procesos biológicos para
explicar el origen de la agresión en el caso en estudio.

» Teoría de los Etólogos:

Chapi (2012), “afirma que la agresión es un instinto primario, que es


independiente de todo estímulo externo y cuyo fin es la conservación de la
especie, pero que no guarda relación con el principio del mal” (p.82). En este
sentido, resulta importante aclarar, que las teorías no representan una
fórmula matemática, sino que éstas pretenden explicar diversos factores,
elementos o condiciones que convergen en un individuo o una situación
específica. Por tanto, en Criminología no debe imponerse una teoría en su
totalidad al fenómeno social en estudio, sino que, la fragmentación del
mismo, permite explicar el fenómeno de diferentes paradigmas de estudio.

Ahora bien, la teoría de los etólogos a través de la teoría de los instintos


desarrollada por Korand Lorenz, permite conocer en términos biológicos
como influyen los mecanismos internos en el comportamiento animal, pero el
hombre no queda excluido en su totalidad en los postulados explicativos de
esta teoría, ya que, como muchos estudios lo han demostrado el ser humano
posee instintos primarios que diariamente convergen con sus factores
genéticos y las influencia del medio ambiente (contexto). Pero ¿qué sucede
en el caso planteado al inicio de este trabajo? como ya se ha venido
desarrollando en puntos anteriores, puede identificarse que la agresión
manifestada por Héctor Blanco, responde en su parte biológica a la influencia
de instintos primarios de supervivencia, de territorialidad y/o poder.

Como lo señala Moyer (citado por Chapi, 2012), entre las tipologías de
la agresión se encuentran, en un primer lugar, las agresiones entre machos,
que al analizar los homicidios perpetrados por Héctor Blanco, se manifiesta
la característica de que todas sus víctimas eran hombres, en las que como
ya ha sido argumentado en la primera parte de este trabajo, resulta ser la
motivación de poder, el principal interés que manifiesta dicho victimario en
relación con los hechos delictivos, por lo que, partiendo de dicha motivación
de deslizan factores como la territorialidad y el control (otras características
de la teoría de los instintos), al identificarse los actos agresivos en un mismo
contexto social “territorio” (La Vega), en donde la desobediencia, la
insubordinación y el no sometimiento a la normativa, produce como es en
este caso, la manifestación de patrones reiterativos de agresión con fines de
establecer un poder, una jerarquía y reconocimiento entre los grupos.

En segundo lugar, también es notable la identificación de la tipología de


agresión referente a la supervivencia, el cual, los etólogos denominan
irritación, en este caso, la irritación presentada por Héctor, es producto de
una valoración negativa de los estímulos a los cuales éste tiene una
familiaridad, por lo que, se establece un condicionamiento conductual
manifestado por conocimientos anteriores que dan garantía de un resultado
positivo para la otra persona y de amenaza para el otro. Por lo que, el
victimario (Héctor Blanco) responde a esas amenazas hacía su integridad
física, moral, hacía su poder y prestigio, dando uso de un arma de fuego para
manifestar las agresiones (homicidios) de forma reiterativa y en donde la “ira”
juega un papel importante en la cantidad de disparos que este impacta a sus
víctimas.

Por tanto, puede verse como los instintos influyen en la conducta


agresiva de Héctor, pero que en contraposición al no principio del mal en el
aspecto desarrollado por dicha teoría, en el caso del hombre por su aspecto
evolutivo y desarrollo cognitivo-conductual puede decirse, que el principio del
mal si está presente, y en este caso es identificable por la intencionalidad en
la ejecución de los hechos violentos.
» Teoría Psicoanalítica:

Esta teoría cuyo precursor principal es Sigmund Freud, expone una


serie de postulados importantes:

• Propone una estructura de la personalidad: Consciente (aquella zona de la


mente en la que nos percatamos de las cosas que provienen del mundo
físico, de nuestro cuerpo y de nuestra mente), Pre-consciente (se compone
de recuerdos y aprendizajes de los que no somos conscientes, pero que
pueden llegar a serlo con facilidad), inconsciente (son los recuerdos
reprimidos y las pulsiones innatas que luchan por encontrar satisfacción,
tales como, los deseos sexuales y agresividad.

• Freud, de esta manera dividió la personalidad en tres instancias: Yo: Se


compone de los elementos conscientes, preconscientes (recuerdos
recuperables) e inconscientes (mecanismos de defensa). Ello: Se compone
de los instintos innatos reprimidos (sexualidad y agresividad). Y finalmente el
súper-YO: proceso de interiorización de las normas y valores morales. En
este sentido, tenemos lo siguiente:

Consciente. S
YO
U
P
Pre-consciente. E
R

Y
ELLO O
Inconsciente.

Ahora bien, se dice que para el psicoanálisis, la agresividad constituye


Gráfico 2.
un instinto natural de ser humano, que se desencadena en el interior del
individuo por la acumulación de energía y se manifiesta para liberar ese
instinto de muerte.

Pero, ¿cómo podemos aplicar esta teoría al caso anteriormente


señalado? En el caso de Héctor, puede identificarse en la descripción de los
hechos violentos, que los recuerdos e instintos agresivos reprimidos
(maltrato, abusos, abandono – territorialidad, control, poder, amenaza) en su
nivel inconsciente rompieron las barreras de las censura, quedando
establecidos por tanto, en la estructura del preconsciente, en el cual, debido
a su fácil acceso y utilidad, promovieron en su estado de consciencia
(mediador entre lo externo y lo interno) la inmediatez de conductas agresiva
físicas-activas-directas (homicidio), debido a la falta de interacción anterior
permanente y eficaz con factores repelentes de este tipo de conducta
(castigo - premio), por lo que, se produjo una incongruencia entre lo que éste
percibió de sus víctimas, de su cuerpo y de su mente. Siendo entonces, su
estado de consciencia determinada por instintos y emociones reprimidas por
él y rechazadas por las normas sociales.

En este sentido, con respecto a las instancias de la personalidad, existe


en Héctor, una falla en el “SUPER-YO”, que se traduce en la falta de
interiorización de normas y conductas socialmente aceptadas. Dando paso, a
que los instintos innatos del “ELLO” sobre poblaran su estado consciente y
se efectuasen mecanismo de defensa agresivos ante situación de estrés, de
amenaza, de riesgo a su poder, de desobediencia y de abuso de
territorialidad y confianza.

Parte V.- Explicaciones de las teorías centradas en los proceso de


aprendizaje: Aplique las teorías de la agresión centradas en los procesos de
aprendizaje para explicar alternativamente el origen de la agresión en el caso
en estudio.

» Teoría del Condicionamiento Operante:

Esta teoría postula que las conductas agresivas tienen efectos


reforzantes que mantienen en el tiempo dicha conducta y esto hace que sea
posible la repetición en su manifestación. Tomando como referencia el caso
señalado al inicio del trabajo, se identifica en éste el enfrentamiento entre 2
personas (victimario-víctima), siendo este enfrentamiento motivado por
factores internos (Instintos, emociones y estructuras de las personalidad) y
factores externos (desobediencia, traición, riesgo físico/moral, pérdida de
estatus y/o poder). Pero ¿qué ocurre luego del hecho agresivo? El victimario
(en este caso Héctor) obtiene un premio y/o recompensa por sus acciones
(ampliación de su poder, reconocimiento, dinero, control, entre otros), lo cual
produce una valoración inmediata luego de la comisión, como una acción
positiva para éste, por lo que, se establece un refuerzo interior de dicha
conducta, aunado, a una notable aprobación social de sus grupo de
pertenencia (“amigos” presentes en los homicidios señalados por Héctor),
siendo evidenciada la motivación, el ánimo y la presión criminógena, en sus
hechos delictivos.

Ej.: “…el veintisiete de diciembre tuve otro, estábanos… varios


muchachos en un sector que se llamaba… de la Vega, que es la capilla,
este... ellos me habían dicho que si yo tenía problema con un fulano,
entonces yo le dije que sí, me dijo que estaba al frente, traqué la pistola, fui
hacia él y… este… le dije unas palabras y le di nueve tiros en la cara.

» Teoría del Aprendizaje social:


La teoría del aprendizaje social postulada por Bandura (1987), señala
en términos generales que la agresión es aprendida a través de la exposición
a modelos violentos. En el caso de Héctor podemos aplicar ésta teoría para
explicar desde otra perspectiva el origen de su conducta. Si se observa en la
historia de vida de Héctor, en su socialización primaria confluyeron un
conjunto de factores predisponentes y preparantes de su conducta agresiva.
Por ejemplo, Moreno, Campos, Rodríguez y Pérez (2009), señalan lo
siguiente::

… a partir de los catorce años, chama, empecé a tener problemas.


Estee… me empecé a… empecé hablar con un chamo que… malas
juntas, y a raíz de eso, dejé los estudios. Me empecé a meté en
problemas. Estee… empecé a darle tiro a la gente… Yo he estao sin
padre, sin mamá. Desde los catorce años, me fui de mi casa… Bueno,
mi vida no ha sío, no ha sío buena, me la paso con puras personas...
que también han sío como yo, o sea, que se la pasan en el malandreo,
que no han estao en lo bueno, sino que siempre en lo malo, han matao
también. Llegué a consumir, pero nunca llegué a consumir que sí...
perico ni nada de eso, sino mariguana, pero me dejé de eso también…
desde que nací, bueno, estuve con una tía mía, de ahí con mi mamá.
Después de mi mamá me fuí con otra tía mía, después con mi abuela…
una tía mía… ella me maltrataba mucho… eso era cachetadas, chama,
me pegaba con cable… mi tío… él me… me dio una golpiza, chama,
una golpiza grande, me dio por la cara, me dio patada… Mi tío consumía
demasiada droga, era mi tía preferido, no era por la… por la
consumidera de droga sino por el trato que me tenía, era el tío más…
más cariñoso que teníamos en la familia, a pesar de todo, que era
consumidor, este… (p. 309 – 320).

Realizando un análisis criminológico a partir de lo expuesto con dicha


teoría, tenemos que Héctor estuvo la mayor parte de su desarrollo bio-psico-
social rodeado de eventos de violencia, participando como víctima o
victimario en la misma, siendo estos factores criminógenos (abandono
familiar, falta de apego, disfunción familiar, violencia intrafamiliar, repetición
de patrones de consumo, hogares difusos, figuras de autoridad difusas,
vínculos con grupos de pares desviados y/o delictivos) modeladores de su
conducta internalizada y aprendida a través de la observación y de la propia
experiencia vivida, por lo que este modelo real de interacción cotidiana,
conformó un conocimiento de cómo hacer y cuáles pueden ser las
consecuencia positivas y negativas a su conducta, las cuales, la reiterada
repetición de las mismas, produje en Héctor un aprendizaje social,
enmarcado en la obtención de recompensas y en el escape de las formas de
castigo (formal e informal).

» Teoría de la Frustración-Agresión:

Parte de la hipótesis de Dollard y Miller (1939), sobre la afirmación de


que toda frustración lleva al acto agresivo. Asimismo, en 1989, Berkowitz
actualiza la teoría, expresando que la frustración solo genera agresión si por
aprendizaje social el sujeto ha aprendido a responder con agresión. En este
sentido, los elementos de la teoría de la frustración-agresión son
identificados en el caso señalado, siendo los cambios emocionales bruscos
debido a estímulos inesperados lo que predominó en las agresiones
manifestadas por Héctor; mientras que el elemento arbitrario es identificable
en su cuarto homicidio, en donde las acciones manifestadas primeramente
por la víctima (disparar en la pierna a una persona) respondían a factores de
capricho e injusticia (valorados así por Héctor), por lo que, la acción generó
una notable frustración (cuyo elemento emotivo dominante fue la ira), que se
tradujo en una agresión exacerbada. Siendo además, otro elemento
identificable en sus homicidios la poca interacción con sus víctimas (sujetos
poco conocidos), hacía los cuales no manifestada ningún tipo de apego y/o
emotividad, y estaba seguro de que sus víctimas no eran capaces de
castigar esta conducta.

Conclusiones:
Tener el conocimiento sobre todo lo expuesto anteriormente, permite
conocer, indagar y analizar casos haciendo uso de la operacionalización de
los aspectos teóricos concebidos en clase, siempre en la búsqueda de
obtener un mejor y mayor acercamiento a las realidades sociales en las que
está inmerso un criminólogo como un profesional multidisciplinario. En este
sentido todo lo anteriormente expuesto permite concluir que, a partir de lo
señalado en la historia de vida de Héctor Blanco, se presentaron las
siguientes determinaciones:

1.- El Poder es el estímulo motivacional que se subraya y evidencia en los


homicidios descritos al inicio de este trabajo. Asimismo, el motivo de
afiliación solo responde a la obtención de relacionarse con otros para ampliar
su nivel de control, poder, prestigio y reconocimiento. Y la motivación al logro
se fue perdiendo en Héctor en la medida de su desarrollo social.

2.- El análisis de percepción social nos indica que la selectividad estuvo


presente en cada uno de los hechos delictivos presentados anteriormente,
siendo motivada por estímulos externos percibidos discriminatoriamente por
Héctor, valorados negativamente por el mismo ya que su presencia
atentaban contra su poder y estatus social. Por otra parte, la experiencia
previa permitió al mismo, identificar actitudes desacordes a la normativa
previamente establecida en su contexto de interacción social, por lo que, vi
percepción hacía sus víctimas estuvo condicionada por los resultados
positivos o negativos anteriormente percibidos por él, a través de la
observación o manifestación de diversas conductas.

3.- Por otra parte, la experiencia con situaciones y/o conductas de agresión,
establecieron un significado emocional a los estímulos percibidos en cada
momento delictivo, produciéndose una variabilidad de las emociones básicas
registradas en Héctor, destacándose la ira como la emoción dominante,
catalogando el estímulo como negativo, por lo que la recurrencia a la
agresión resulta ser la alternativa más eficaz para contrarrestar esa situación
social que ya es familiar.

4.- Con referencia a la tipología de agresión según Buss, tenemos, que los
hecho descritos anteriormente, responden a agresiones FÍSICAS-ACTIVAS-
DIRECTAS, aunque como es ejemplificado en el cuadro, en todo el desarrollo
de su historia de vida se logran identificar los otros tipos de agresiones en
secuencia y combinación, a excepción de las FÍSICAS-PASIVAS.DIRECTAS
que no aplican a este caso.

5.- La teorías de centradas en los procesos biológicos, en conjunto con las


teorías del aprendizaje, nos permiten abordar sistemáticamente estos hecho
de agresión descritos en este trabajo, ya que las primeras nos indican como
la parte interna (predisponente) de Héctor, intervino de forma directa en la
conducta agresiva, siendo los instintos de territorialidad, de control y poder
unidos a los instintos de supervivencia, factores importantes en el paso al
acto. Asimismo, el psicoanálisis, nos muestra como dichos instintos
rompieron las barreras de censura, se apoderaron del estado preconsciente
y las falla en el equilibro consciente a causa de los estímulos percibidos y la
no internalización de las normas sociales (SUPER-YO) produjo en el “Yo” la
aceptación, integración y manifestación de una subcultura direccionada a la
agresión como solución a los conflictos.

6.- La teorías del aprendizaje, nos muestran como la constante exposición de


Héctor a experiencias de violencia, abuso, agresión y desapego en el
desarrollo de su infancia, dio paso a la adquisición de este tipo de
comportamientos como la forma de relacionarse e interactuar con las demás
personas, que luego de ser materializada la conducta agresiva se produjo en
él un efecto de reforzamiento al obtener los resultados materiales,
emocionales y de reconocimiento deseados por éste. Estado condicionada
su conducta a la respuesta agresiva. Por lo que, todo estímulo frustrante
inesperado o arbitrario (como es el caso de los percibidos de sus víctimas)
fue sucumbido dando uso de la agresión, traducida en homicidios
intencionales.

Ahora bien,

Victimario

Triángulo
Criminológic
o
Victimario Víctima

Dolo Culpa

Responsabilidad Penal.
Anexos:

Fuente: Elaboración Propia.


Desarrollo de la Motivación en los hechos violentos
Teoría dede
Teoría loslos
Etólogos:
Etólogos:

Teoría de la Frustración-
Teoría de la Frustración- Teoría Psicoanalítica:
Agresión. Teoría Psicoanalítica:
Agresión.

Patrón reiterativo de de
Patrón reiterativo
agresión.
agresión.

Teoría deldel
Teoría deldel
Aprendizaje Teoría
Teoría Aprendizaje Condicionamiento
Social. Condicionamiento
Social. Operante .
Operante .

Fuente: Elaboración Propia.


Interacción teórica en el caso de Héctor Blanco.

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