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NACIONES INDÍGENAS.

NOROESTE DE VENEZUELA SIGLO XVI La conquista europea 21


La colonización del occidente de Venezuela se inició con la
fundación de Coro, en 1527, desde donde se enviaban las expedi-
ciones al interior del territorio. En septiembre de 1530 partió la primera
incursión de europeos a la región de lo que hoy es el estado Lara,
encabezada por Nicolás de Federman, quien representaba a los
Welser, banqueros y comerciantes alemanes. Esta expedición tenía
como meta principal el hallazgo del Mar del Sur, cuya existencia era
referida por los indígenas y, junto con El Dorado, se había convertido
en la obsesión de los primeros exploradores del territorio venezolano.
Federman atravesó la serranía de San Luis, en el estado Falcón,
cruzó la región central de Lara y llegó hasta el río Cojedes. Exploró el
valle del Yaracuy, llamado Vararida por sus habitantes, los caquetíos,
y desde allí regresó a Coro. Durante su recorrido, Federman observó
la existencia de varias naciones indígenas en el actual territorio
larense, describió algunas de sus costumbres y señaló los territorios
que ocupaban: al norte del río Tocuyo, en la región limítrofe con
Falcón, se encontraban los jiraharas; al sur de este río, en la sierra de
Matatere, se asentaban los ayamanes; en la región de Bobare, al
norte de Barquisimeto, se ubicaban los cayones; en la zona de la
actual población de Río Tocuyo, vivían los xaguas; en el valle del río
Turbio o Variquecemeto, dominaban los caquetíos.
Los diarios de viaje, relaciones geográficas y demás documentos
La vida cotidiana coloniales describían las costumbres de estas comunidades. Así por
En la época prehispánica se adoptaron diversas formas de asenta- ejemplo, en la Recopilación Historial del franciscano Pedro de
miento de las comunidades. Las sociedades que basaron su subsisten- Aguado, escrita a finales del siglo XVI, se destaca la existencia de
cia en las actividades de caza y recolección utilizaron campamentos sitios de culto, cuando se dice que en la «provincia de Cuycas», que
eventuales para la fabricación de herramientas, captura y preparación se extendía al sur de Carora, su gente
de las presas. Los asentamientos permanentes aparecieron cuando se Es idólatra: tienen o usan de algunas figuras en que adoran, que llaman
desarrollaron las prácticas agrarias y las actividades artesanales, los españoles tunjos. Lo que estos indios ofrecen en sus santuarios es hilo y
especialmente la fabricación de cerámica. En estas aldeas sedentarias quitero y otras cuentas hechas de cierto género de cuentas de piedras
las viviendas se encontraban relativamente separadas unas de otras. algo verdes que son de la generación de otras piedras que en esta provincia
Sin embargo, algunos de estos poblados tendi-eron a concentrarse y, y en la de Mérida, hay, provechosas para el dolor de la ijada...Sacrifican
en ciertos casos, se emplazaron las viviendas en las laderas mon- venados en los santuarios, y ponen también venados cuantas cabezas
tañosas, mediante la construcción de terrazas artificiales. pueden haber de venados, en tanta cantidad que entrando en uno de estos
La manufactura de objetos utilitarios, votivos y rituales era una santuarios y templos, casi no verán otra cosa sino cabezas y aspas
actividad de gran importancia en las sociedades prehispánicas. Una de venados.
de las artesanías de mayor antigüedad y desarrollo fue la cerámica,
que se fabricó desde varios siglos antes de la era cristiana y
tuvo variadas expresiones formales y decorativas a través del tiempo.
También destaca la elaboración de objetos de conchas de caracol,
utilizando especies obtenidas en las costas marinas. Los tejidos
y la cestería también formaron parte de las industrias practicadas por
los pueblos prehispánicos de la región. Junto a estas artesanías, que
indican la existencia de especialistas para su fabricación, también
se confeccionaron objetos ornamentales en piedra, azabache y ámbar.
Las ceremonias y rituales formaban parte fundamental de la vida de
los habitantes prehispánicos de la región larense. Probablemente, las
actividades rituales tenían relación con las prácticas de curación,
el culto a los muertos o la celebración de fiestas agrícolas, relacionadas
con los inicios de las cosechas. En las fiestas y ceremonias se utilizaron
diversos objetos de los que han quedado testimonios arqueológicos: Pipa
CERÁMICA
flautas de hueso, sonajeros de cerámica, artefactos posiblemente ALTURA: 8.7 CM, LARGO: 11.5 CM
LA PURA Y LIMPIA, MUNICIPIO JIMÉNEZ
utilizados para la preparación de sustancias alucinógenas, pipas de FASE BOULEVARD
SIGLOS II–VII D.C.

arcilla, representaciones de deidades elaboradas en piedra


y en cerámica, entre otros.
22 Sala 3

F
COSTUMBRES
FUNERARIAS

Enterramiento en urna de cerámica.


Oreja de Mato, Sicarigua, municipio Torres
1999

Enterramiento de Hato Viejo,


Los Arangues, municipio Torres Enterramiento del Boulevard de Quíbor
1984 1986

Excavaciones del Cementerio


Boulevard de Quíbor
1985
La información proveniente de los cementerios arqueológicos Fases y posiciones de los enterramientos 23

ha servido a los investigadores para reconstruir diversos aspectos En las tumbas asociadas a los contextos funerarios arqueológicos
de las formas de vida pretéritas. El tipo de alimentación, enfer- larenses, se observan dos tipos de enterramientos practicados por los
medades congénitas o adquiridas, actividades físicas relacionadas o antiguos habitantes de la región: enterramiento primario y enterra-
no con el trabajo, posiciones de prestigio dentro del grupo, son miento secundario, de acuerdo a las formas de colocación y a la arti-
algunos de los temas que se han explorado y para los que se han culación o desarticulación del esqueleto. A su vez, estos tipos de
obtenido respuestas a partir de los estudios de los restos biológicos. enterramientos pueden ser individuales o múltiples. Los enterramien-
En el caso de las regiones tropicales, los restos óseos humanos y tos múltiples son aquellos en los cuales se localizan diversos restos
las ofrendas fabricadas en cerámica y piedra son los que mejor y esqueletados pertenecientes a varios individuos sepultados,
casi exclusivamente se preservan en los yacimientos arqueológicos. desarticulados o no, compartiendo una misma sepultura. En estos
Por ello, los antropólogos han volcado su atención hacia dichos enterramientos varían la edad, el sexo y el número y tipo de objetos
vestigios y han obtenido a partir de ellos valiosos datos acerca de asociados y, en algunos casos, puede haber combinaciones de
las actividades productivas y los conceptos ideológicos de tipos de enterramientos, dependiendo de la filiación étnica, familiar
los pueblos prehispánicos. y jerárquica de los individuos.
En el enterramiento primario, el cuerpo era colocado directamente
en la sepultura, completo y articulado anatómicamente, generalmente
con objetos votivos. Esta colocación del difunto en la tumba podía
ser directamente (enterramiento directo) o utilizando algún elemento
como intermediario entre el cuerpo y la sepultura (enterramiento
indirecto). Tal es el caso de los fardos mortuorios fabricados con
esteras y tejidos. Por otra parte, en los enterramientos primarios los
esqueletos presentan variaciones mortuorias de acuerdo con la posi-
ción y orientación en la cual fueron sepultados: esqueletos extendi-
Enterramiento del Boulevard de Quíbor
1986 dos, semiflexionados, flexionados y muy flexionados, colocados
decúbito dorsal (boca arriba), decúbito ventral (boca abajo) y decúbito
lateral derecho o izquierdo (descansando sobre alguno de los lados
del cuerpo).
En el enterramiento secundario, el difunto era sometido a un doble
«entierro-funeral», representado por dos fases: condición cadavérica
y condición esquelética. En la primera fase de este tipo de enterra-
miento, el cadáver era sepultado, en alguna de las posiciones antes
mencionadas, durante un año aproximadamente, hasta alcanzar el
estado esqueletal; una segunda forma de manipulación y tratamiento
del difunto en esta fase consistía en ahumar-desecar el cuerpo,
exponiéndolo al fuego o brasas de un fogón funerario, con el objetivo
de desintegrar todos los tejidos blandos. El propósito de ambos
métodos era el de lograr el estado esqueletal del cadáver, preparán-
dolo para una segunda fase funeraria. En esta, los restos esque-
letados eran exhumados y desarticulados por los parientes, seleccio-
nando algunos huesos como fémures, tibias, peronés, incluyendo
el cráneo y durante un ritual funerario se le sepultaba definitivamente
en el mismo lugar o era llevado a otro lugar funerario.

Excavación cementerio Oreja de Mato,


Sicarigua, municipio Torres
1998
24 L a s s e p u l t u r a s
Existen variaciones constructivas en las sepulturas que corresponden
a los grupos prehispánicos larenses, tanto aquellos con una organi-
zación social de carácter tribal como los que se han identificado como
sociedades de cacicazgo. Los tipos de sepulturas hasta ahora identifi-
cados corresponden a hoyos, tumbas de piedra y tierra y urnas
de cerámica.
Los hoyos eran excavaciones de planta rectangular o circular, con
el fondo cóncavo u horizontal, rellenados con la misma tierra extraída,
cernida finamente en algunos casos o con tierra transportada desde
otro sitio. Algunas veces se encuentran asociados a fogones funerarios
ubicados a unos 30 centímetros por encima del enterramiento. Estos
fogones están acompañados, en algunas ocasiones, de piedras
de tamaño medio colocadas sobre y alrededor de los restos humanos,
a manera de lápida. A su vez, se les asocian vasijas ubicadas aproxi-
madamente a la altura del cráneo, acompañadas de carbón, ceniza,
tierra quemada y restos óseos humanos pertenecientes a las
manos o pies de otros individuos.
Las tumbas de piedra y tierra eran de planta rectangular, con paredes
de arcilla muy compacta, el fondo horizontal y uniforme, construido
con piedras pequeñas de forma esferoidal compactadas y cubiertas
con tierra, sobre las cuales reposaban los restos óseos. Una «tapa» de
piedra, construida con diversas piedras de río de forma esferoidal,
de tamaño grande y medio, cubrían la fosa transversalmente. En
algunos casos formaban parte de la «tapa» manos de moler y metates
destinados originalmente a la actividad agrícola.
Las urnas funerarias, fabricadas en cerámica, con o sin tapa, eran
de diversas tamaños y formas y algunas veces estaban decoradas con
pintura, aplicaciones o incisiones. Servían de tumba a uno o varios
individuos y se les encuentra en cuevas, grutas o en cementerios
(o sectores de ellos) ubicados en espacios abiertos.

Huellas de una estera usada como fardo mortuorio


Cementerio Boulevard de Quíbor
1985

MÁSCARA
CERÁMICA
DIÁMETRO 18.5 CM
RINCÓN DE GUARDIA, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II–VII D.C.
T I P O S D E E N T E R R A M I E N TO 25
HOYOS TUMBAS DE PIEDRA Y TIER RA
Formas típicas de los hoyos Sección de un hoyo de forma concava Formas típicas de las tumbas Sección de tumba: tapa de piedra,

paredes y piso de tierra compactada


Hasta ahora solo se
conocen tumbas de piedra
y tierra, de planta
rectangular.

Circular Rectangular

DIMENSIONES DIMENSIONES

A Profundidad entre 0.30 y 3 mts. A La profundidad de las tumbas

B Profundidad entre 0.40 y 0.60 mts. varía entre 0.30 y 1.50 mts.

C Dimensión del hoyo, dependiendo Sección de un hoyo de forma horizontal B Profundidad entre 0.40 y 0.60 mts. Sección de tumba: piedras, tiestos,
de la posición del entierro y del C Dimensión de la tumba, dependiendo paredes y piso de tierra compactada.
número de individuos. de la posición del entierro.

1 Nivel de superficie 1 Nivel de superficie

2 Paredes y fondo de tierra compactada 2 Paredes y fondo de tierra compactada

3 Entierro y ofrendas 3 Entierro y ofrendas

4 Relleno con tierra cernida del lugar 4 Relleno funerario

5 Nivel de relleno funerario 5 Tapa de piedras

6 Relleno final 6 Relleno final

7 Capa compactada de tierra, tiestos y piedra

8 Fondo de piedras compactadas

URN A S Sección de urna funeraria enterrada Sección de tumba: tapa y piso de piedras

Los tipos de tumbas presentados son ejemplos

1 Nivel de superficie de las encontradas hasta ahora. Es posible

2 Contorno de la urna que investigaciones futuras permitan descubrir

3 Entierro secundario y ofrendas otros tipos distintos. En estas tumbas sólo

4 Nivel de relleno de urna se han observado enterramientos individuales.

Se asocian a personajes que posiblemente

ostentaban niveles de jerarquía dentro de

la comunidad.

E L C E M E N T E R I O D E L B O U L E VA R D D E Q U Í B O R
En 1965, cuando se instalaban los sistemas de cloacas en el
centro de la ciudad, fue descubierto accidentalmente el cementerio
del Boulevard de Quíbor. Las excavaciones se iniciaron en 1966
y han permitido obtener importantes datos acerca del grupo
humano que utilizó este sitio como lugar funerario entre los siglos
II y VII de la era cristiana. Se han recuperado restos óseos
de más de trescientos individuos, más de cuatrocientos objetos
de cerámica y más de doscientos objetos de concha de caracol.

Excavaciones del cementerio


Boulevard de Quíbor
1985
26 Sala 4

A
A L FA R E R Í A

Figura humana masculina


CERÁMICA
ALTURA: 42.5 CM / ANCHO: 20 CM
RINCÓN DE GUARDIA, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II–VII D.C.

Urna
CERÁMICA
ALTURA: 35 CM / DIÁMETRO: 25 CM
CUEVA CARRIZAL; MUNICIPIO TORRES
TRADICIÓN TOCUYANO
SIGLOS IV A.C. – IV D.C.

Vasija multípode
CERÁMICA
ALTURA: 5.2 CM / DIÁMETRO: 9.3 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
Una de las más importantes industrias desarrolladas por las La fabricación de cerámica siguió un patrón tecnológico homogéneo. 27
sociedades aborígenes de Lara fue la cerámica. Utilizando la arcilla Luego de obtenida la arcilla en sus vetas naturales, era triturada
como materia prima, se fabricaron distintos tipos de recipientes, y amasada para convertirla en un material maleable, con la adición de
enseres y objetos votivos que formaron parte fundamental tanto de la un antiplástico o desengrasante (piedra, fragmentos de cerámica o

A
vida doméstica y cotidiana como de las actividades lúdicas y rituales de conchas de caracoles triturados). A partir de esta masa dúctil de arcil-
los antiguos pobladores de la región larense. Los objetos elaborados la, se comenzaba a elaborar el cuerpo de los objetos, utilizando
en barro cocido se usaron en las actividades relacionadas con la dos técnicas fundamentales: el enrollado y el ahuecado. Las paredes
producción, preparación y consumo de los alimentos, así como para su de los objetos eran generalmente alisadas, especialmente las exter-
almacenamiento. En las festividades iniciáticas y religiosas y en las nas. Luego, se iniciaba el proceso de decoración de las piezas,
ceremonias fúnebres, eran comunes las máscaras de cerámica y que fue muy variado e incluía técnicas como el pulido, la pintura, el
las ofrendas mortuorias consistentes en recipientes que contenían ali- aplicado, el modelado y la incisión. Finalmente se realizaba la cocción,
mentos o brebajes, así como figuras de arcilla que representaban a fuego abierto, mediante la colocación de los objetos dentro pilas
deidades o personajes relevantes de las comunidades. de material combustible, como la leña.
Esta variedad de usos de la cerámica en tiempos prehispánicos y
los aspectos técnicos y estéticos reflejados en la elaboración de obje-
tos de arcilla cocida, aunados a su relativa buena preservación en los
yacimientos arqueológicos, hace que para los investigadores los
materiales cerámicos sean especialmente útiles. A partir de ellos se
elaboran reconstrucciones hipotéticas de diversos procesos
de carácter demográfico, económico, técnico, ideológico y político.
También ha servido para el establecimiento de secuencias crono-
lógicas relativas y para postular posibles migraciones de poblaciones
o la difusión de rasgos culturales. En el caso del estado Lara, se ha
establecido una secuencia de estilos o tradiciones cerámicas que se
inicia alrededor del siglo IV antes de Cristo y finaliza en el siglo XVI,
cuando se produce la conquista y colonización española.

Cabeza de figurina
CERÁMICA
ALTURA: 5 CM / ANCHO: 11 CM
PROCEDENCIA DESCONOCIDA
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X–XVI D.C.

Vasija trípode
CERÁMICA
ALTURA: 9 CM / DIÁMETRO: 13 CM
TIERRA DE LOS INDIOS, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X–XVI D.C.
28 T r a d i c i ó n T o c u y a n o Fase Boulevard
La cerámica más antigua que se conoce en el estado Lara corres- A la cerámica de la Tradición Tocuyano le sucede en el tiempo
ponde al llamado estilo o Tradición Tocuyano. Se ha estimado que esta la alfarería de la fase Boulevard. Se ha estimado, en base a fechados
alfarería se elaboró en la región desde aproximadamente el siglo IV radiocarbónicos, que se inicia hacia el siglo II después de Cristo
antes de Cristo hasta el siglo IV de la era cristiana. Esta cerámica y se extiende hasta el siglo VII de nuestra era. Se distingue por la casi
se caracteriza por una decoración polícroma (negro sobre blanco; rojo total ausencia de decoración pintada y, en su lugar, la utilización de téc-
sobre blanco; negro y rojo sobre blanco; negro sobre natural; rojo nicas decorativas como el modelado, la aplicación y la incisión. La de-
sobre natural; negro y rojo sobre natural). Recibe su nombre de un coración pintada, si bien es menos frecuente, fue usada con notable
yacimiento homónimo, situado en las afueras de la población maestría, en complejos diseños logrados a partir de la combinación
de Quíbor y excavado por José María Cruxent en 1950. Sin embargo, de elementos lineales. Las formas más comunes son los cuencos
se le encuentra en otros sitios arqueológicos del estado Lara, muchas multípodes, las botellas y los trípodes. El yacimiento más conocido e
veces asociada a contextos de tipo funerario, como es el caso del investigado en el cual se ha encontrado este tipo de cerámica es el
cementerio de Camay, en el municipio Torres. Su origen ha sido muy cementerio del Boulevard de Quíbor, aún cuando también se ha repor-
discutido por los especialistas. Algunos han señalado sus posibles tado en otros sitios arqueológicos del valle de Quíbor y del estado
relaciones con tradiciones cerámicas contemporáneas del norte Lara. En todos ellos, la cerámica fue usada como parte de las ofrendas
de Colombia, mientras que otros proponen un origen orinoquense y mortuorias y, de acuerdo al análisis de los objetos, fueron fabricados
su relación con la expansión de poblaciones de lengua arawak desde en forma expresa para ser incorporados al ritual funerario. Algunos in-
la cuenca del Amazonas. vestigadores han señalado similitudes de la alfarería de la fase
La alfarería de la Tradición Tocuyano procede, en su mayoría, de Boulevard con otros estilos de la región occidental, como es el caso
yacimientos funerarios, tanto de sitios al aire libre como de cavernas. del estilo San Pablo del estado Yaracuy.
Aún cuando la decoración pintada fue la más característica, también
se utilizaron el modelado y la incisión como técnicas decorativas, Figura humana sonajera
CERÁMICA
algunas veces en combinación con la pintura. Además de las urnas ALTURA: 18.5 CM / ANCHO: 9.8 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
funerarias campaniformes, también son comunes las vasijas y los SIGLOS II-VII D.C.

cuencos multípodes, las vasijas globulares de base redondeada, las


figuras femeninas y las representaciones zoomorfas.

Cuenco pentápode
CERÁMICA
ALTURA: 7.8 CM /DIÁMETRO: 24 CM
PALO NEGRO, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TOCUYANO
SIGLOS IV A.C. – IV D.C.

Vasija zoomorfa
CERÁMICA
ALTURA: 10.3 CM / LARGO: 15 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
Tradición Tierra de los Indios 29
Es la última tradición cerámica prehispánica del valle de Quíbor y
de la mayor parte del estado Lara. Su cronología comprende los siglos
X al XVI de nuestra era, es decir, hasta los inicios de la época colonial.
Es característica en esta cerámica la decoración polícroma con
diseños geométricos, tales como bandas paralelas, ganchos, espirales
y puntos. Entre las formas más típicas están los trípodes y las botellas,
así como las figuras femeninas sentadas. La cerámica de esta tradi-
ción se encuentra generalmente asociada a sitios de habitación, lo que
explica el carácter doméstico que se le ha adjudicado a buena parte
de esta alfarería, aunque se diferencia claramente la cerámica domés-
tica de aquella usada en los ritos y ceremonias. En el primer grupo
se distinguen recipientes para almacenar líquidos y sólidos, así como
para la preparación de alimentos. En las piezas no utilitarias resaltan
los cuencos trípodes y las figuras femeninas, cuyos elementos
corporales eran representados mediante diseños geométricos pinta-
dos, el modelado y la aplicación. Algunos de los sitios de habitación
con cerámica de esta tradición son de gran tamaño y, en ciertos casos,
existen estructuras artificiales como montículos y terrazas. Se ha
señalado la relación que tuvo esta cerámica con otras tradiciones
polícromas que se desarrollaron en el occidente de Venezuela durante
los últimos cinco o seis siglos de la época prehispánica y, a su vez, se
le ha identificado con el grupo étnico-lingüístico caquetío.
Cabeza de figurina
CERÁMICA
ALTURA: 5.2 CM / ANCHO: 11.2 CM
LAS DOS PUERTAS, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X–XVI D.C.

PA S O S PA R A L A E L A B O R A C I Ó N D E U N A VA S I J A
Amasado de la arcilla Elaboración de rodetes Enrrollado

Alisado de la superficie Elementos aplicados Decoración y acabado

Ahuecado

Pieza final

Cocción
30 Sala 5

A
A G R I C U LT U R A

Impresión de mazorca de maíz sobre arcilla


LARGO: 6 CM
EL BOTIQUÍN, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X-XVI D.C.

Impresión de hoja de maíz sobre arcilla


LARGO: 3 CM
Mortero EL BOTIQUÍN, MUNICIPIO JIMÉNEZ
PIEDRA TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
DIÁMETRO: 25 CM SIGLOS X-XVI D.C.
PROCEDENCIA DESCONOCIDA
La agricultura prehispánica significó transformaciones, a largo plazo, La agricultura prehispánica en Lara 31
de la estructura de la sociedad y un nuevo tipo de relación con el medio La producción de alimentos basada en el cultivo de plantas fue un
ambiente. Para entender su importancia en las sociedades antiguas proceso que se inició al menos hacia el 400 antes de Cristo, cuando se
se debe diferenciar entre domesticación, cultivo y agricultura. La tienen evidencias ciertas de poblaciones sedentarias, ceramistas y

A
domesticación es el proceso biológico de cambios en los genotipos y que utilizaban artefactos de piedra para la molienda de granos. Sin
características físicas de las plantas, que las hace dependientes de los embargo, no puede descartarse que el manejo de las plantas por parte
humanos para su reproducción. Frecuentemente no es intencional del hombre prehispánico haya comenzado mucho antes, a partir
y resulta de la interacción continua entre los humanos y los ancestros de la utilización que los grupos cazadores recolectores hacían de di-
de las plantas domesticadas. El cultivo es la intervención humana versas plantas de utilidad para el uso humano. El uso, domesticación y
intencional que incluye acciones como la preparación de los huertos y cultivo de plantas fue un largo proceso de cientos de años, que se
campos, la siembra, la cosecha y el almacenamiento de semillas extendió durante toda la época prehispánica y sobre la que basaron
u otras partes de las plantas. La agricultura significa un conjunto de incialmente los conquistadores el proceso de ocupación del territorio y
cambios profundos en el uso de la tierra y en la economía, que pasa de fundación de centros poblados. La Descripción de la Ciudad del
de una distribución comunal a la acumulación familiar o individual y Tocuyo, escrita en 1578, decía que los indios sembraban maíz, yucas,
en algunos casos da lugar a la acumulación de riqueza y a la aparición batatas, mameyes, anones, guanábanas, papayas, aguacates, cirue-
de jerarquías a nivel individual, doméstico y de linajes. las, guayabas, piñas, auyamas, hierba-mora, apios, caraotas, entre
otras. En la Relación Geográfica de la Nueva Segovia de
Barquisimeto, de 1579, se indicaba que «el grano que se da en esta
tierra de Nueva Segovia, es: maíz-yucatán y maíz-cariaco... El cariaco
viene a tres meses, por ser maíz más doncel y natural de esta tierra. El
yucatán tarda cinco meses, y es maíz venido de fuera de esta tierra».

Azadas
PIEDRA
LARGO: 12.5 CM - 4.6 CM
QUEBRADA ARRIBA, MUNICIPIO TORRES

Fragmentos de mazorcas de maíz carbonizadas


LARGO: 3 CM – 8 MM
EL BOTIQUÍN / OJO DE AGUA / LA TIGRERA, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X-XVI D.C.

Afilador
PIEDRA
LARGO: 18.5 CM.; DIÁMETRO: 15.6 CM
LOS PLANES DE GIOSNE, QUEBRADA ARRIBA,
MUNICIPIO TORRES
32 El manejo del agua
En el estado Lara hay testimonios de construcciones para el control,
manejo y aprovechamiento de las aguas corrientes de las quebradas
naturales, de las aguas que escurren de los cerros en épocas de
lluvias y para aprovechar, durante los meses de sequía, el agua acu-
mulada en zonas cienagosas durante la estación lluviosa. Para
el uso de las aguas de escorrentía se hicieron terrazas en laderas y
camellones o muros de drenaje y para aprovechar las aguas de lluvia
estancadas se construyeron montículos. Las terrazas para el cultivo
son circulares, con diámetros que oscilan entre 1 y 2 metros, fabri-
cadas con piedras seleccionadas y acuñadas adecuadamente. Los
muros de drenaje, asociados a las terrazas, fueron fabricados con
rocas que oscilan entre 50 centímetros y 3 metros de longitud, cemen-
tadas con tierra apisonada. Cortan las pendientes en forma trans-
Hachas petaloides
PIEDRA versal, longitudinal y oblícua, en recorridos que alcanzan hasta los 600
LARGO: 7 CM - 5 CM
QUEBRADA ARRIBA, MUNICIPIO TORRES
metros de desarrollo. Los montículos artificiales se ubican en los
bordes de zonas pantanosas y sus dimensiones varían entre los 3 y
10 metros de longitud y de 1 a 2 metros de altura. Algunos de estos sis-
temas son mencionados en los documentos coloniales, como la
La agricultura prehispánica en el valle de Quíbo Relación Geográfica de la Nueva Segovia de Barquisimeto, de 1579,
Las evidencias arqueológicas relacionadas con la agricultura prehis- que al referirse al río Bariquisimeto (Turbio) y su valle dice: «Tiene este
pánica en el valle de Quíbor se refieren exclusivamente al cultivo del río grandes vegas de regadíos, donde siembran los naturales y los
maíz, aunque es posible que otras plantas formaran parte de las españoles ahora, y son en tanta cantidad los regadíos que duran tres
especies cultivadas como sucedía en los valles de El Tocuyo y del leguas río abajo y río arriba de esta ciudad. Dase en estos regadíos
Turbio. Las evidencias de maíz prehispánico halladas en el valle de gran cantidad de maíz, por ser la tierra muy fértil».
Quíbor provienen de los sitios El Botiquín, El Tiestal, y La Tigrera y con-
sisten en mazorcas carbonizadas, correspondientes a razas primitivas
como la «Pollo». El Botiquín y El Tiestal son sitios de habitación con
montículos, ubicados en la zona plana del valle, mientras que La Mortero
Tigrera se encuentra en el piedemonte al sur de la planicie. El Botiquín PIEDRA
DIÁMETRO: 14.2 CM.
PROCEDENCIA DESCOONOCIDA
ha sido fechado entre el 750 y el 950 después de Cristo y en él se
realizaban actividades relacionadas con la extracción de sal de tierra.
El Tiestal posee fechados que lo ubican entre 1500 y 1800 después de
Cristo, mientras que de Ojo de Agua y La Tigrera no se poseen data-
ciones absolutas, aunque se estima su ubicación cronológica entre
1000 y 1500 después de Cristo. A los testimonios arqueológicos del
cultivo del maíz se añaden los dejados por los documentos coloniales.
En 1545, Galeotto Cey, uno de los fundadores de El Tocuyo, señalaba
que en el trayecto hacia el valle donde se fundaría aquella ciudad
«llegamos a ciertos llanos que los indios llaman las sabanas de Quíbor,
donde estuvimos 10 días, trayendo mucho maíz de las montañas que
hay alrededor, pobladas y cultivadas por diversas naciones de indios».

Montículo Montículo
PARA LA AGRICULTURA PARA LA AGRICULTURA
HACIENDA LA BENDICIÓN, MUNICIPIO TORRES. 2003 MIRAMAR, SICARIGUA, MUNICIPIO TORRES. 1998
A R T E FA C TO S PA R A S I E M B R A 33
HACHAS AZADAS

Se utilizaban para la tala de árboles, cuando se preparaban los campos de cultivo. Se utilizaban para roturar y remover la tierra, luego de desmontar

A los árboles se les hacía un surco en su parte inferior, a fin de que se secaran. Luego se les los espacios destinados a la siembra

prendía fuego y eran derribados con las hachas de piedra. Para evitar la prpagacieon

del fuego se colocaba musgo o arcilla en la base del árbol.

E N M A N G A M I E N TO D E H A C H A S Y A Z A D A S
Los mangos para las hachas podían tener forma de orqurta o eran perforados Las azadas eran enmangadas utilizando una rama codada, de manera que recibiese

en uno de sus extremos. En ambos casos, el artefacto se fijaba amarrándolo con una el artefacto, el cual era amarrado con cuerdas y recubierto con resinas.

cuerda que luego era cubierta con resina.

A R T E FA C TO S PA R A P R O C E S A M I E N TO
METATE Y MANO DE MOLER GRANOS

El riego prehispánico en el valle de Quíbor


En el piedemonte sur del valle de Quíbor se encuentra un complejo
sistema de terrazas artificiales, canales de riego y depósitos para
el almacenamiento y control de aguas estacionales. Este sistema de
terrazas tiene una extensión aproximada de 10 hectáreas y se ubica
entre 800 y 900 metros sobre el nivel del mar, en pendientes que
oscilan entre los 40 y 45 grados. Las terrazas, construidas con piedras, Para la trituración de granos, se utilizaba un objeto llamado metate, de forma cóncava,
son de dos formas: semicirculares y lineales. Las primeras tienen sobre el que se colocaban los granos a triturar y un objeto llamado mano, que se hacía
diámetros que varían entre 1 y 4 metros y están dispuestas en forma deslizar sobre el metate. Las manos de moler se fabricaban a partir de cantos rodados que
alterna. Las terrazas lineales, que seccionan las laderas transver- eran modificados y tenían formas variadas: semiesféricas, ovoides, aplanadas, etc.
salmente, poseen pretiles de piedra en sus bordes y tienen entre 50 y
180 metros de longitud, alturas que oscilan entre 40 y 60 centímetros y
un ancho promedio de 2 metros. Por encima de los 900 metros sobre
el nivel del mar se encuentra un sistema para el almacenamiento
de aguas estacionales, que consta de un canal colector, de unos 200
metros de longitud, que conducía el agua hacia una hoyada natural
y de allí era trasvasada hacia los campos de cultivo en terrazas.
34 Sala 6

CACERÍA

C
Punta de proyectil
PIEDRA
LARGO: 7.5 CM
LOS TRES CRUCES, MUNICIPIO TORRES

Punta de proyectil
PIEDRA
LARGO: 9.2 CM
LAGUNA AMARILLA, MUNICIPIO ANDRÉS ELOY BLANCO

Punta de proyectil cola de pescado


PIEDRA
LARGO: 1.1 CM
LA HUNDICIÓN, MUNICIPIO ANDRÉS ELOY BLANCO

Fragmento de húmero
MASTODONTE
LARGO: 30 CM / ANCHO: 20 CM
PROCEDENCIA DESCONOCIDA
La captura de presas mediante la cacería y la preparación de su Los antiguos cazadores de Lara 35
carne -que en algunos casos incluía técnicas de conservación como el En la región larense los testimonios arqueológicos de antiguas
salado y el ahumado- fue practicada por las más antiguas sociedades sociedades cazadoras tienen antigüedades estimadas de 10.000
cazadoras recolectoras del Nuevo Mundo. Si bien muchos hallazgos años. El yacimiento Las Mesas - Los Tres Cruces, fue una cantera-
indican que hace unos 11.000 años algunas regiones de América taller, con artefactos como raspadores fabricados a partir de lascas
fueron habitadas por grupos que cazaban animales de gran tamaño, modificadas, cuchillos y puntas de proyectil lanceoladas bifaciales. El
para lo cual fabricaban puntas de lanza hechas en piedra tallada, las sitio Los Planes de Giosne, que fue primero un lugar de pequeñas
evidencias arqueológicas más recientes acerca de los primeros grupos ocupaciones esporádicas y luego usado para las actividades específi-
americanos han permitido hacer una caracterización más diversa cas de cacería, presenta dos componentes líticos diferenciados: uno
de sus formas de subsistencia. El hallazgo de otros tipos de instrumen- compuesto por puntas de proyectil lanceoladas y foliáceas, ras-
tos líticos y huesos de fauna, relacionados con la cacería de especies padores, cuchillos, perforadores y raederas y otro integrado por per-
animales de menor tamaño, instrumentos para el procesamiento foradores y puntas de proyectil lanceoladas, pedunculadas y del tipo
de alimentos e incluso restos de plantas, hacen pensar que las estra- «cola de pescado». En el sitio El Vano, que se considera un lugar de
tegias de algunos cazadores antiguos fueron más diversificadas matanza y descuartizamiento, los artefactos más comunes son las
y posiblemente más antiguas que las formas de vida basadas en la puntas de proyectil bifaciales del tipo El Jobo, raederas, percutores y
caza especializada. cuchillos. En La Hundición, se capturaban animales que acudían a una
laguna cercana y se han encontrado bifaces, artefactos unifaciales,
lascas modificadas, perforadores y puntas de proyectil, algunas de
ellas del tipo conocido como «cola de pescado».
Vertebra
MASTODONTE
LARGO: 38 CM; ANCHO: 22 CM
QUEBRADA GUADALUPE, MUNICIPIO JIMÉNEZ Grandes mamíferos pleistocénicos
Los únicos sitios con herramientas de piedras junto a huesos de
megafauna pleistocénica son El Vano y La Hundición, en los que se
han reconocido, respectivamente, las especies de megaterio
Eremotherium rusconii y Eremotherium elenensis. Los megaterios
fueron los más grandes hervíboros que existieron en Suramérica y uno
de los de mayor tamaño en toda la tierra. Su aspecto se asemejaba
a las actuales perezas pero, a diferencia de estas, no eran arborícolas
sino terrestres. Poseían un espeso pelaje, sus dientes eran de gran
tamaño, sus patas posteriores poseían gran fuerza y al igual que
las patas anteriores terminaban en garras en forma de gancho. No se
han hallado huesos de mastodonte relacionados con artefactos de
piedra en localidades del estado Lara, pero sí en el estado Falcón.
Eran de aspecto similar a los elefantes actuales, al igual que los mega-
terios vivían en sabanas arboladas y se alimentaban de hojas y hier-
bas. A diferencia de los elefantes modernos, que poseen dos defensas
o colmillos, los mastodontes poseían un par superior y un par inferior,
siendo las defensas superiores alargadas, rectas o semicurvas y
muchas veces sin esmalte.

Rama mandibular derecha


MASTODONTE
LARGO: 58 CM
QUEBRADA GUADALUPE, MUNICIPIO JIMÉNEZ
36 L a c a z a d i v e r s i f i c a d a Artefactos y técnicas de cacería
Los drásticos cambios climáticos de finales del pleistoceno significaron Los tipos de artefactos fabricados y utilizados para la cacería estaban
la desaparición de especies de animales como los megaterios y los relacionados con la técnica de caza practicada. Los habitantes más
mastodontes. Los cazadores antiguos habían desarrollado artefactos y antiguos, con una forma de vida fundamentalmente cazadora recolec-
técnicas de caza que les permitían aprovechar la fauna de menor tora, elaboraban herramientas de piedra que les permitían herir a
tamaño y una vez extinguida se realizó una explotación más diversifi- las presas de gran tamaño, luego rematarlas y proceder a su descuar-
cada de los recursos faunísticos. Desde varios siglos antes de la tizamiento, para lo cual también fabricaban instrumentos líticos
era cristiana las sociedades prehispánicas orientaron su tecnoe- específicos. Estos artefactos, relativamente toscos y grandes, eran
conomía hacia la caza, la pesca y la recolección. En los basureros y usados para golpear a los animales luego de acorralarlos y provocar,
lugares donde se emplazaron las aldeas sedentarias se hallan en algunos casos, su rodada por barrancos y acantilados. En otras
numerosos restos zoológicos, especialmente huesos, cornamentas y ocasiones, las presas eran sorprendidas en los bordes de las lagunas,
dientes de animales que eran cazados y aprovechados como fuente donde acudían a tomar agua y ocasionalmente podían quedar
de alimento. Entre las especies representadas se encuentra la danta atascadas en sus orillas, donde además de golpeadas eran heridas
Tapirus terrestris, los venados Mazama sp. y Odocoyleus sp., el conejo con puntas de lanza fabricadas en piedra, las cuales eran enmangadas
Sylvilagus brasiliensis, los báquiros Tayassuidae sp., el cachicamo a un asta de madera.
Dasypus novemcinctus, la iguana Iguana iguana, los roedores Cuando escasearon los grandes animales o ya habían desaparecido
Dasiproctidae sp., los félidos Familia Felidae, los monos Familia totalmente, se utilizaron artefactos más pequeños, como puntas
Cebidae y distintas familias de aves y peces. de proyectil que a veces tenían una acanaladura en su parte inferior
para enmangarlas en un asta de madera y lanzarlas mediante el uso
de un arco. Luego de adoptadas las formas de vida sedentarias y
basadas en la producción de alimentos mediante la agricultura, se con-
tinuaron usando los artefactos de piedra, pero se incorporaron instru-
mentos hechos de otros materiales, como puntas de flecha fabricadas
PROPULSOR en hueso de venado, de forma triangular, con una hendidura en la
Galeoto Cey, uno de los expedicionarios que participó en la fundación de base y dos aletas laterales. Estas puntas eran enmangadas en un asta
El Tocuyo, a mediados del siglo XVI, hizo un dibujo del propulsor y describió su uso así:
«Las armas de todos estos indios ... son flechas que tiran con un palito largo y de madera utilizando resinas y amarradas mediante un cordel que las
cilíndrico, con ciertos cuernillos en las puntas, de los que sirven como hondas, poniendo
la flecha en la punta del cuernillo y arrojándolo con la mano, y dan en el blanco...» fijaba al asta y al igual que las puntas de piedra eran arrojadas utili-
zando un arco de madera.

Escenas de excavación de una localidad paleontológica,


Quebrada Guadalupe, Municipio Jiménez
1987

Puntas de proyectil
CUARZO
LARGO: 4 CM / 2.2 CM
LOS PLANES DE HORNO, QUEBRADA ARRIBA,
MUNICIPIO TORRES

FLECHAS HECHAS DE ESPIGAS DE CAÑA


Galeoto Cey a mediados del siglo XVI, dibujó y describió:
«flechas hechas de espigas de caña y de hueso de ciervo».
En la Relación Geográfica de la Nueva Segovia de Barquisimeto, año de 1579,
se describen los arcos y flechas en la forma siguiente: «Las armas que llevaban eran
unos arcos a manera de arcos de bodoques, un poco más fuertes. Son hechos
de una madera buena, a manera de palo de tejo de los que se hacen en España arcos
de bodoques y flechería; y la flecha será del largor de un vara poco más o menos,
(y) son hechas de una vara que nace en las cañas, muy liviana y derecha. Injieren
(sic, por injertar) en ella un palo muy bien hecho, delicado, como un palmo, que va de
fuera, y dentro se meterá otro (como un) jeme (y) va fortalecida a la punta de la caña
con su hilo muy pulidamente puesto. Al cabo del palo le ponen un hueso hecho
a manera de un hierro de un arpón, del ancho del hierro de una jara, de manera que si
entra con el arpón no pueda tornar a salir, sino (que) se abre o se corta tirando con
mucha pasión (sic, por fuerza). (También le ponen) otras puntiagudas
a manera de jara y cuadradas» Punta de proyectil
HUESO DE VENADO
LARGO: 2.4 CM.
TIERRA DE LOS INDIOS, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X-XVI D.C.
E N M A N G A M I E N TO S D E L A N Z A S Y J A B A L I N A S 37
Las puntas eran enmangadas en un asta de madera, cuyo peso era equivalente al de la punta

FASE 1 FASE 2 FASE 3 FASE 4

Asta con acanaladura / punta lítica Se coloca la punta lítica en la La punta lítica es amarrada El amarre es recubierto con resinas

acanaladura del asta con hilos vegetales

USO DEL PROPULSOR


FASE 1 FASE 2 FASE 3

Colocación del asta de la lanza en el gancho Impulso inicial Lanzamiento final

A F I L A D O R D E P U N TA S D E H U E S O
Artefactos de piedra, con surcos o acanaladuras en una o ambas caras,

sobre las que se frotaban las puntas de hueso para ser afiladas.
38 Sala 7

ARTÍFICES

C
DE LA CONCHA

Collar
CONCHA DE CARACOL
LARGO PROMEDIO DE CADA UNIDAD: 4.7 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.

Pendiente zoomorfo
CONCHA DE CARACOL
LARGO: 18.4 CM; ANCHO: 5.9 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.

Pectorales
CONCHA DE CARACOL
LARGO: 5.1 CM; 6 CM Y 2.5 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
Si bien se han hallado objetos fabricados en concha de caracol La materia prima 39
en distintas regiones de Venezuela, esta industria prehispánica parece Los moluscos en general son animales invertebrados, en los que
haber tenido un importante centro de desarrollo en las tierras bajas se pueden distinguir varias decenas de miles de especies distintas, en
de Lara, pues en ellas se concentran la mayor parte de los sitios arque- su mayoría de mar, aunque también existen en menor cantidad
ológicos en los que se han encontrado numerosos y variados artefactos especies de agua dulce y especies terrestres. En las distintas clases
fabricados con este material. Posiblemente los objetos, luego de moluscos, se puede diferenciar, según las características de su
de manufacturados, eran llevados a regiones distantes como los llanos concha, entre bivalvos o gasterópodos, cuya caparazón está formada
occidentales y los Andes. Para la fabricación de estos objetos los por dos piezas o valvas y univalvos o lamelibranquios, cuya concha
antiguos habitantes del estado Lara utilizaron las conchas de moluscos es de una sola pieza.
marinos y terrestres. Los objetos fabricados eran utilizados fundamen- Se ha podido determinar que en la confección de los objetos
talmente para el adorno corporal, pero también existieron artefactos de encontrados en los sitios arqueológicos se usaron las conchas de
concha de caracol para otras funciones, tales como recipientes, varias especies y familias de univalvos y bivalvos de mar, de univalvos
instrumentos musicales o medios de pago, siendo este último el uso de agua dulce y de escafópodos. Estos últimos son moluscos
que se les dio a los discos de concha durante la época colonial, a partir de ambientes marinos y se caracterizan pòr una concha muy frágil,
del siglo XVI de nuestra era. parecida a un colmillo de elefante en miniatura, con aberturas natu-
En las excavaciones realizadas en diversos yacimientos arqueo- rales en ambos extremos. Las especies y familias de moluscos
lógicos del estado Lara se ha observado la presencia de estos objetos, utilizadas para la manufactura de objetos de concha de caracol son
pero su abundancia es notoria en los cementerios correspondientes a propias de la costa venezolana, de la región insular, de los llanos y
\la fase Boulevard, que comprende desde el siglo II hasta al menos de importantes ríos, entre ellos el Orinoco. La variedad de moluscos,
el siglo VII después de Cristo. Al parecer, fue durante esta etapa cuando así como la lejanía de las regiones donde eran obtenidas algunas de
se produce el clímax o apogeo de su elaboración en algunas regiones las conchas, indican la existencia de un importante sistema de inter-
como Quíbor, Barquisimeto, Camay y Sicarigua. Uno de los cemen- cambio que garantizaba el aprovisonamiento de tan preciado material.
terios más importantes para el estudio del trabajo artesanal de La obtención de la materia prima pudo haberse hecho a través
la concha de caracol en tiempos prehispánicos es el que se encuentra de expediciones a las regiones donde existían las especies deseadas,
en el centro de la ciudad de Quíbor. Allí se han encontrado, a través de o bien mediante el intercambio con otras comunidades que habitaban
las excavaciones arqueológicas, numerosos objetos fabricados esas regiones. Esto significó el establecimiento de una red de circu-
durante los primeros siglos de la era cristiana, que fueron colocados lación de conchas de caracol para abastecer los talleres que se
como ofrendas mortuorias, pero que antes de tener este uso votivo encontraban en la región larense. El transporte de esta materia prima
habían sido destinados a diversas funciones. fue tanto de caracoles enteros como de partes de ellos. Esta selección
dependía de las características de la concha y de los objetos que
se deseaban fabricar, pues algunas conchas servían para la fabri-
cación de objetos sin necesidad de hacerles mayores modificaciones,
mientras que otras eran aprovechadas en sus diferentes partes
para elaborar distintos tipos de objetos.

Cubresexo
CONCHA DE CARACOL
LARGO: 8.7 CM Y 16 CM
PROCEDENCIA DESCONOCIDA
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.

Concha de caracol sin modificaciones


STROMBUS GIGAS
LARGO: 28.2 CM / ANCHO: 28.2 CM
PARAGUANÁ, ESTADO FALCÓN
40 L a s t é c n i c a s d e f a b r i c a c i ó n Las fases técnicas no se ejecutaban necesariamente en el orden
La complejidad técnica requerida para la fabricación de los objetos mencionado, sino que podían ser usadas en forma alternativa e, inclu-
de concha, desde las actividades de recolección de la materia prima so, ser aplicadas en distintas etapas del proceso de trabajo. Los
hasta su manufactura, permite pensar que para el desarrollo de resultados de estas fases técnicas fueron diversos tipos de modifica-
esta industria se requirió de una especialización artesanal que permitía ciones sobre la materia prima: fractura, corte, canal, perforación,
a algunos individuos dedicarse en forma exclusiva a estas labores, alisamiento, pulitura, desgaste y punteado. Las modificaciones de la
separándolos de las tareas cotidianas relacionadas con la producción materia prima, resultado de las técnicas de manufactura utilizadas,
de alimentos. La escogencia de las especies de moluscos para la ma- variaban de acuerdo a la especie de molusco seleccionada y, especial-
nufactura de adornos corporales y objetos para otros usos, dependió mente, de acuerdo al objeto que se deseaba fabricar, el cual estaba
de las características de las conchas y del tipo de artefacto que destinado a un uso específico. De esta manera, se obtuvieron objetos
se deseaba fabricar. Algunos caracoles, por el tamaño y dureza de como los pectorales y los cubre-sexo, que no requerían la modificación
la concha, se prestaban para la fabricación de diversos objetos; otros, de la forma básica del caracol y numerosos tipos de cuentas y
pudieron ser aprovechados sin hacerles mayores modificaciones. pendientes, logrados mediante el aprovechamiento de distintas
Para la fabricación de objetos de concha de caracol, los artesanos pre- partes de las conchas.
hispánicos sigueron una secuencia técnica que comenzaba
por la selección de las especies y de las partes de la concha a utilizar.
Luego de seleccionada la materia prima, se realizaba una secuencia
de trabajo de varias etapas, que comenzaba con su preparación Tobillera sonajera
CONCHA DE CARACOL
inicial, a la que seguía la preparación para la suspensión, despues la LARGO PROMEDIO DE CADA UNIDAD: 3.2 CM
CERRO MORÓN, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
obtención de la forma básica y, finalmente, el acabado del objeto. En SIGLOS II-VII D.C.

algunos casos, de acuerdo a las características del caracol selecciona-


do y al tipo de objeto que se deseaba fabricar, solo se realizaban
algunas de estas etapas, pero siempre en el orden mencionado. Para
poder realizar las etapas del proceso de fabricación de un objeto de
concha, se utilizaron varias fases técnicas, entre las que se pueden
distinguir la de desbastado, abrasión y presión.

Pectoral
CONCHA DE CARACOL
LARGO: 31 CM; ANCHO: 7.8 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
Los usos También existen objetos cuyo uso parece haber sido el de servir 41
Los objetos de concha hallados en distintos sitios del estado Lara como broches o aseguradores de la indumentaria. Además, existe un
se pueden agrupar en tres clases: los que sirvieron para el adorno cor- tipo de objeto de uso estrictamente funerario, llamado tapa-ojo, que
poral, los que se usaron como parte del vestido o atuendo y los que era colocado en los párpados del difunto antes de ser inhumado.
se utilizaron para actos rituales. Sin embargo, aun cuando estos Las distintas clases de objetos fabricados en concha de caracol se han
objetos estaban destinados a los usos mencionados, también tuvieron hallado asociados a las tumbas, debido a que su uso final fue el de
un importante papel en las costumbres funerarias, al ser colocados servir como ofrendas mortuorias; sin embargo, la distribución de estas
como ofrendas mortuorias. ofrendas es desigual en los enterramientos. Su abundancia en
Los objetos de adorno corporal son los más abundantes y dentro algunos, respecto a su inexistencia o escaso número en otros, podría
de ellos se pueden distinguir: collares, zarcillos, brazaletes, pectorales, indicar que algunos individuos tenían posiciones o jerarquías diferen-
cubre-sexo y orejeras. Algunos de ellos, como los pectorales y las ciadas dentro de las comunidades.
orejeras, eran objetos singulares, mientras que los collares, los zarci-
llos y los brazaletes eran conjuntos formados por decenas, cientos o
miles de unidades o cuentas. El uso específico de estos objetos
se ha determinado al hallarse en enterramientos humanos, colocados
en las zonas del cuerpo en las que eran usados. En cada una de las
clases de adornos corporales se utilizaron distintas formas de suspen-
sión, que variaba de acuerdo a la forma en que el cordel ensartaba a
los objetos o conjuntos de objetos. De esta manera, se han identificado
cuatro variantes de ensartamiento para los pectorales, cuatro para los
cubre-sexo y tres para los conjuntos de cuentas y pendientes (collares,
brazaletes y tobilleras). Esta diversidad de formas de ensartamiento
estaba relacionada con la necesidad de garantizar el equilibrio del
objeto, la rigidez de los conjuntos o con fines estéticos. Otros objetos
tenían una función distinta al adorno corpóreo. Pequeños recipientes
podrían haberse utilizado en actividades rituales y religiosas.

Cubresexo
CONCHA DE CARACOL
LARGO: 15.6 CM Y 7.8 CM
RINCÓN DE GUARDIA, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.

Collar
CONCHA DE CARACOL
LARGO PROMEDIO DE CADA UNIDAD: 3.2 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
42 E TA PA S D E U N A E X C AVA C I Ó N A R Q U E O L Ó G I C A ETAPA 1
Descubriendo un yacimiento
El hallazgo o detección de la existencia de un sitio o yacimiento
arqueológico ocurre de diferentes maneras y para ello los arqueólo-
gos utilizan diversos procedimientos. El más común es la
prospección en superficie de restos aflorados, tales como evidencias
de muros o paredes, fragmentos de cerámica, de vidrio, instrumentos
de piedra, de hueso, entre otros.
Los yacimientos arqueológicos se pueden clasificar según
su antigüedad (prehispánico, colonial, etc.) y de acuerdo a su uso
original (habitacional, funerario, taller, etc.). Además de los restos
superficiales, otros indicios señalan la existencia de un lugar antiguo,
como los cambios en la topografía o en el color de la vegetación,
por lo que se han desarrollado técnicas como el uso de fotografías
aéreas, de imágenes de satélite, de ondas electromagnéticas, de
análisis de suelos, que permiten interpretar los cambios en
el ambiente natural que son producto de la actividad humana en
épocas pasadas.

1 Evidencia arqueológica
2 Equipo de investigadores en visita de prospección

E S T R AT I G R A F Í A
A Humus
B Arcilla
C Arcilla (restos de cerámica)
D Lentes de ceniza
E Arcilla (presencia de tumbas)
F Paleosuelo (restos de mastodonte)
G Antiguo lecho de río
H Arcilla
I Cantos rodados y arena
J Arcilla
ETAPA 2 43
La estrategia de excavación
Luego de determinada la existencia de un sitio o yacimiento
arqueológico, se establece una estrategia para su investigación.
Los restos que se encuentran aflorados son recolectados en forma
sistemática –para lo cual existen diversos métodos– a fin de
determinar su exacta ubicación en el terreno. Luego, se divide el
yacimiento en secciones, mediante un sistema de retícula que
permite iniciar la excavación en forma ordenada, así como establecer
un sistema de referencia para ubicar espacialmente los materiales,
artefactos y demás restos que se encuentren durante la excavación.
Este sistema de retícula es diseñado de manera que abarque
todo el sitio arqueológico, aunque en términos prácticos sólo se traza
en el terreno la extensión necesaria. Al iniciar la excavación,
algunas de las cuadrículas del reticulado se pueden ampliar de
acuerdo con el avance del estudio.

1 Evidencia arqueológica
2 Equipo de investigadores acondicionando
el lugar y reticulando el área para la excavación
3 Preparación del campamento para permanencia
4 Valla informativa de la investigación iniciada

E S T R AT I G R A F Í A
A Humus
B Arcilla
C Arcilla (restos de cerámica)
D Lentes de ceniza
E Arcilla (presencia de tumbas)
F Paleosuelo (restos de mastodonte)
G Antiguo lecho de río
H Arcilla
I Cantos rodados y arena
J Arcilla
44 ETAPA 3
La excavación en proceso
La excavación de un sitio o yacimiento arqueológico es una
actividad sistemática, cuyo principio general es que, luego de realiza-
do el trabajo de campo, el investigador pueda reconstruir la
ubicación exacta de cada hallazgo y las relaciones o asociaciones
que existen entre los diversos materiales y artefactos recolectados.
Para ello se realiza un detallado registro escrito, gráfico y fotográfico
de todos los elementos encontrados durante la excavación.
Como en un mismo sitio pueden existir vestigios de distintas épocas
y de diversas poblaciones, es fundamental mantener el control
estratigráfico de los restos arqueológicos, estableciendo su posición
respecto a las capas del terreno.
Esto explica que una excavación arqueológica pueda presentar
un aspecto escalonado, producto de la ubicación de los diversos ha-
llazgos a diferentes niveles de profundidad. En algunos casos, ele-
mentos como muros o estructuras, deben ser apuntalados
hasta su consolidación definitiva.

1 Restos arqueológicos del muro descubierto ya apuntalado


2 Equipo de investigadores trabajando en la excavación
3 Campamento
4 Valla informativa de la investigación
5 Terrazas de excavación
6 Restos de vasijas y cenizas localizados
7 Restos óseos humanos localizados
8 Retícula para excavación puntual

E S T R AT I G R A F Í A
A Humus
B Arcilla
C Arcilla (restos de cerámica)
D Lentes de ceniza
E Arcilla (presencia de tumbas)
F Paleosuelo (restos de mastodonte)
G Antiguo lecho de río
H Arcilla
I Cantos rodados y arena
J Arcilla
ETAPA 4 45
Preservación y exposición de los hallazgos
Durante la excavación arqueológica los restos son retirados,
debidamente embalados, luego de haber sido cuidadosamente
registrada su ubicación espacial. Sin embargo, algunos
elementos pueden ser dejados en el terreno, a fin de que sean
visitados y conocidos, sirviendo como un medio para comprender
las formas de vida del pasado. Para ello, se deben evaluar las
características de cada vestigio y las posibilidades de su conser-
vación al mantenerlo en su lugar de hallazgo. Las muros y estruc-
turas en general pueden ser estabilizados, consolidados y restaura-
dos, a fin de preservarlos y presentarlos para que puedan ser
observados y entendidos como parte de un conjunto ya desapare-
cido. Los yacimientos arqueológicos o parte de ellos, protegidos
con cubiertas u otros elementos, con acceso controlado y
con información especializada para el público son conocidos
como Museos de Sitio.

1 Restos arqueológicos del muro descubierto,


apuntalado y consolidado
2 Público visitante
3 Campamento desmantelado
4 Valla informativa de la investigación
5 Terrazas de excavación
6 Restos de vasijas y ceniza localizados
7 Restos óseos humanos retirados para estudio
8 Cubierta protectora del área excavada
9 Escalera para el público visitante
10 Valla informativa del Museo de Sitio

E S T R AT I G R A F Í A
A Humus
B Arcilla
C Arcilla (restos de cerámica)
D Lentes de ceniza
E Arcilla (presencia de tumbas)
F Paleosuelo (restos de mastodonte)
G Antiguo lecho de río
H Arcilla
I Cantos rodados y arena
J Arcilla
46 ILUSTRACIONES
PÁGINA 2 PÁGINA 24
FOTOGRAFÍA FOTOGRAFÍAS SALA 3
Miguel Acosta Saignes. Autoretrato. Reinaldo Armas (máscara)
Cortesia Carlo Armas
PÁGINA 25
PÁGINA 6 DIAGRAMAS SALA 3
FOTOGRAFÍAS Annella Armas (tipos de enterramiento)
Joel Sanz (pasillo, corredores y fachada)
Luis Molina (laboratorios) PÁGINAS 26, 27, 28, 29
FOTOGRAFÍAS SALA 4
PÁGINA 9 Reinaldo Armas (piezas de la coleccción)
FOTOGRAFÍAS
Joel Sanz PÁGINA 29
ILUSTRACIONES SALA 4
PÁGINA 10 Ricardo Sanz (elaboración de una vasija)
IMAGENES DE ARCHIVO
2 PÁGINAS 30, 31, 32
NECTARIO MARÍA, HERMANO. CONTRIBUCIÓN A LA FOTOGRAFÍAS SALA 5
PALEONTOLOGÍA VENEZOLANA. BOLETÍN DE LA ACADEMIA Reinaldo Armas (piezas de la colección)
NACIONAL DE LA HISTORIA.
TOMO XXVII, NO. 108. CARACAS, 1944. PP. 342 - 345 PÁGINA 32
3 FOTOGRAFÍAS SALA 5
ALVARADO, LISANDRO. ETNOGRAFÍA PATRIA. NOTAS E IDEAS. Luis Molina (montículos)
EL COJO ILUSTRADO. NO. 380. CARACAS, 15 DE OCTUBRE
DE 1907. PP. 617-619 PÁGINA 33
4 DIAGRAMA SALA 5
VENEGAS FILARDO, PASCUAL. IMÁGEN Y HUELLA Annella Armas (artefactos para siembra)
DE FRANCISCO TAMAYO. PUBLICACIONES INTEVEP S.A.
CARACAS, 1983. PÁGINAS 34, 35, 36
5 FOTOGRAFÍAS SALA 6
EL NACIONAL. CARACAS, 25 DE JULIO DE 1973. P. B-1. Reinaldo Armas (piezas de la colección)
6
APARECEN PÁGINA 36
Ho. Juan, Dr. Baudilio Lara, Ho. Gabino Luis, FOTOGRAFÍA SALA 6
Ho. G. Fidel, Ho. Atanasio, Ho. Faustino, Archivo (escenas de excavación)
Ho. Buenaventura, Ho. Paulino, Ho. Gandioso,
Rafito Saldivia PÁGINA 36
CUADERNO HISTÓRICO DEL INSTITUTO LA SALLE DIAGRAMA SALA 6
(1911-1939), FOLIO 213 Annella Armas (enmangamiento lanzas y jabalinas)

PÁGINA 14-16-17 ENCARTE ENTRE P Á G I N A S 36-37


FOTOGRAFÍAS DIAGRAMA SALA 6
Luis Molina Annella Armas (mamíferos pleistocénicos y
especies de fauna de menor tamaño)
ENCARTE ENTRE P Á G I N A S 16-17
SALA 1 PÁGINAS 38, 39, 40, 41
Annella Armas (perfil fisiográfico y de vegetación FOTOGRAFÍAS SALA 7
del noroeste de Venezuela) Reinaldo Armas (piezas de la colección)

PÁGINA 18,20,21 ENCARTE ENTRE P Á G I N A S 38-39


FOTOGRAFÍAS SALA 2 DIAGRAMA SALA 6
Reinaldo Armas Annella Armas (familias tipológicas
de objetos de concha)
ENCARTE ENTRE P Á G I N A S 20-21
DIAGRAMA SALA 2 ENCARTE ENTRE P Á G I N A S 40-41
Annella Armas (mapa de sitios arqueológicos) DIAGRAMA SALA 7
y Annella Armas (manufactura de
Mapa de principios del siglo XVII. objetos de concha)
Autor: Guiljelemus Blaeuw ILUSTRACIONES
Reproducido en: Amelie Areco
La Capitanía General de Venezuela
Presidencia de la República PÁGINAS 42, 43, 44, 45
Concejo Municipal del Distrito Federal DIAGRAMAS
Caracas,1977 (reverso). Annella Armas (4 etapas de excavación)

PÁGINA 22,23,24
FOTOGRAFÍAS DE ARCHIVO
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48 MUSEO ANTROPOLÓGICO DE QUÍBOR I N S T I T U TO D E I N V E S T I G A C I O N E S
FRANCISCO TAMAYO RECONOCIENDO
M I G U E L A C O S TA S A I G N E S

Avenida Pedro León Torres,


NUESTRO PASADO
DIRECCIÓN

entre calles 9 y 10
Quíbor, municipio Jiménez,
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la presente obra sin previa autorización del Museo PROYECTO ARQUITECTÓNICO COORDINACIÓN GENERAL
Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo. Joel Sanz María Ismenia Toledo
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Luis Molina
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Luis Molina DISEÑO GRÁFICO
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TEXTOS CORRECCIÓN
Luis Molina Valentina Pilo
Juan José Salazar
Felix Gil FOTOGRAFÍAS
Joel sanz
DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMAS Luis Molina
Annella Armas Reinaldo Armas

INFOGRAFÍAS Y MAPAS IMPRESIÓN


Ariel Pintos La Galaxia

DISEÑO MUSEOGRÁFICO TIRAJE


José Luis Sánchez 4000 ejemplares
Joel Sanz
ISBN 980-6448-19-7
ILUSTRACIONES Depósito Legal
Sala 4, Ricardo Sanz If61920047001003
Sala 7, Amelie Areco
Hecho en Venezuela
MAQUETAS Abril 2004
Pablo Pestana

IMPRESIÓN DIGITAL
Grafhic Master

El montaje de la Sala 3 ha sido


posible gracias al copatrocinio de la
Fundación Polar.

Gobierno Bolivariano
de Venezuela

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