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La modernidad y lo popular en García Canclini.

García Canclini, distanciado de las hipótesis de los estudios de la inflexión


decolonial, y su innegable acento trágico, y revelando de esta manera un eurocentrismo
matizado, parecería afirmar que la modernidad por su contenido primario y conceptual
es un proceso histórico crítico de emancipación racional, en palabras del autor: un
proyecto positivo: expansivo, emancipador, renovador y democratizador.

No obstante, esto no desmerece el gran aporte del antropólogo argentino, porque


si bien, se deja seducir por el espíritu “risueño” de la modernidad, quizá no haga otra
cosa que constatar una realidad compleja. Esto es, que si bien la modernidad en un
sentido de totalidad, evidenciado por la sospecha colonial, ha sido un proyecto de
dominación a partir del ejercicio de jerarquización de “razas”, así como del origen de
una división del trabajo que ha producido una duradera historia de explotación, y otras
formas de dominación, Canclini ha sido capaz, con una claridad que lo destaca por
encima de muchos otros, de mostrar que pese a todo, grandes porciones de la población
han “negociado” con la modernidad y han logrado obtener beneficios de esta. En los
términos de Canclini:

El trabajo conjunto de estas disciplinas puede generar otro modo de


concebir la modernización latinoamericana: más que como una fuerza ajena y
dominante, que operaría por sustitución de lo tradicional y lo propio, como los
intentos de renovación con que diversos sectores se hacen cargo de la
heterogeneidad multitemporal de cada nación. (García Canclini, 1990)

Es decir, que a pesar de las estructuras de dominación constituidas por la


modernidad (colonialidad), amplios sectores de la población han visto en el proyecto
modernizador la posibilidad de renovación y mejoramiento de sus condiciones de vida.
Ser ciegos a esta dimensión compleja de los efectos de la modernidad es reducir la
comprensión de la existencia social contemporánea.

Los estudios culturales de García Canclini.

Néstor García Canclini es un fiel representante de lo que suelen llamarse los


estudios culturales latinoamericanos (y seguidor de Bourdieu). La importancia de este
autor radica en su crítica anti substancialita de lo cultural, y su alegato por comprender
los procesos culturales como construcciones complejas producto del cruce sociocultural
entre lo tradicional y lo moderno. Canclini (1990) estudia la “modernidad
latinoamericana”, entiéndase la actualidad latinoamericana, no como un proceso de
sustitución de lo moderno por lo tradicional, sino como el intento de diversos sectores
de la población por renovar, por hacerse cargo de la heterogeneidad multitemporal
(García Canclini, 1990), que constituye su entorno cultural. En este sentido, el autor
intenta explicar los circuitos híbridos, la coexistencia de las culturas étnicas y las nuevas
tecnologías, al convivencia de las formas de producción artesanal e industrial, la
migración y la des-territorialización, los proceso urbanos, entre otros desplazamientos,
para finalmente poder explicar lo que llama “los poderes oblicuos”, las nuevas formas
complejas de ejercicio de poder en sociedades múltiples y heterogéneas. Sociedades
donde se entrecruzan formas políticas de la democracia moderna de las élites con
formas arcaicas de culturas subalternas, todo esto, para construir hegemonía.

Ahora bien, con relación al trabajo de investigación será interesante desplegar


dos nociones importantes del planteamiento de García Canclini: la modernidad y lo
popular. Estas dos categorías serán expuestas más o menos en el sentido que el autor
las concibe, aplazando su problematización para el capítulo tercero, donde se lleva a
cabo la síntesis teórica y la propuesta metodológica.

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