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Comenzaré hablando un poco sobre Ernest Becker. En 1974 Ernest Becker escribió un libro y ganó
el premio Pulitzer, “La negación de la muerte”, ese libro en verdad te cambia la manera de ver las
cosas, básicamente el libro destila la condición humana, dice que la condición humana está
definida por nuestra ansiedad por la muerte. Somos la única especie consciente de su mortalidad.
De haber surgido el ser humano de la nada, a tener nombre y consciencia, sentimientos
profundos, un terrible deseo interno por la vida y la expresión, y aún con todo esto debemos
morir.

Tenemos la capacidad mental para ponderar el infinito con montones de latidos y respiraciones y
cuerpos supremos, somos celestiales, pero terrenales. Ese libro en verdad te afecta, porque dice
que, a pesar de todos nuestros esfuerzos somos mortales y no hay nada que hacer. Ernest Becker
dice que la única manera de curar la aflicción de esa ansiedad de muerte propone tres soluciones
para el problema de la muerte:

1) Solución religiosa: la solución religiosa todos la conocemos, tiene textos que nos prometen una
vida después de la muerte, la cual hace que la idea de la muerte sea la más soportable. Pero en las
sociedades seculares, la solución religiosa al problema de la muerte ya no sacia esa ansia.

2) Solución romántica: La solución romántica es cuando veneramos a nuestra pareja, “ella es como
el viento”, “eres como un sol en primavera”, “ella es mi salvación”, “es el sol”. Convertimos a
nuestras parejas en dioses y diosas, que vinieron a salvarnos de nuestra condición mortal. Pero al
fin de cuentas ninguna relación soporta la carga de lo divino, tarde o temprano nuestros dioses
nos muestran su verdadera esencia.

3) Solución creativa: Gracias a la solución creativa y que al parecer es la más interesante ya que
gracias a ella que se han creado grandes obras de arte, es nuestra contribución a la humanidad,
que de alguna forma, nos mantendrá vivos al morir. La inmortalidad simbólica que nos garantiza la
solución creativa para ese problema.

En realidad esto va más allá, si hablamos de creatividad y lo relacionamos con la tecnología

estamos ejerciendo la promesa a la solución creativa al problema de la muerte, porque la
tecnología es lo que expande nuestra esfera de posibilidad. No nos quedamos en las cuevas, no
nos hemos quedado en el planeta y pronto no nos conformaremos con las limitaciones de nuestra
biología.

El filosofo cognitivo Andy Clark definió la tecnología como un exoesqueleto que expande nuestro
pensamiento, nuestro alcance y nuestra visión. Terence Mckenna dijo que la tecnología es la
verdadera piel de nuestra especie. el dice que la primera vez que un homínido tomó un palo para
alcanzar la fruta de un árbol muy alto, hemos usado nuestras herramientas para expandir lo que
somos. Andy Clark dice que necesitamos salirnos de nuestra piel y en lugar de pensarnos ajenos a
nuestras herramientas dice que nuestras herramientas son lo que somos. Nuestros edificios,
nuestros aviones, son producto de la imaginación humana. Son nosotros. Hoy en día estamos
explorando los paisajes marcianos, nuestros lóbulos frontales, un conjunto de miles de mentes
trabajando juntas están explorando ese lugar ahora. Es increíble, es maravilloso.

Y la parte más emocionante de la tecnología es que evoluciona en una tasa exponencial. Se ha

hablado de eso en muchas conferencias, la singularidad, ese horizonte más allá de nuestro
alcance, donde se transforma la experiencia humana, el pensamiento exponencial es la clave, ya
que solemos ver el mundo de forma lineal y local, pero como dijo Diamandis, el mundo es global y
exponencial.

La mejor explicación para lograr aclarar el crecimiento exponencial es el ejemplo de los 30 pasos
lineales, 1, 2, 3, 4, 5... continuando así llegas a 30, así es como proyectamos las cosas ¿no?. Pero si
das esos mismos 30 pasos en forma exponencial, es decir 2, 4, 8, 16, 32..., con los mismos treinta
pasos llegas a 1000 millones. Esa es la razón por la que el celular de sus bolsillos es un millón de
veces más barato y más pequeño y más poderoso que una computadora de 60 millones de dolares
que media más de medio edificio de esta institución hace 40 años. Entonces lo que ahora era
medio edificio hoy cabe en tu bolsillo; en los próximos 25 años cabrá en tus glóbulos. Las super
computadoras del pasado están al alcance de todos. Por eso Singularity University dice que hay
que brindar la tecnología al alcance de todos para impactar de forma positiva sus vidas.