Você está na página 1de 2

El Zen dice que las experiencias son intransferibles. El Zen, claro está, se equivoca.

Chomsky alude a una gramática universal, una compuesta de estructuras suficientemente


primitivas como para que un emisor conveniente, un mensaje adecuado y un receptor dispuesto,
puedan activar en el tercero quálias y conceptos provenientes del primero mediante el segundo.
No sé si Chomsky está en lo correcto, o si mi cerebro y el tuyo necesitan hallar razón en todo ello
aunque se trate sólo de apariencias y malabares intelectuales, de una ilusión. Posiblemente no.

Es que si alguien ya está en posesión de esa experiencia (o cualquier otra), comprenderá el


mensaje rápidamente. Y no es una trampa: ya tiene la experiencia, cierto, pero no la ha evocado.
Da lo mismo si la recuerda o no, si la ha olvidado o si no tiene ningún significado para ese
alguien, o para nadie, o si por el contrario es lo más importante del mundo, para él, para nadie.
La cuestión es que aquí y ahora no ocupa el foco de ninguna consciencia.

Entonces llega el mensaje del emisor. Si la experiencia no estaba registrada ya en la mente del
receptor, entonces no habrá ninguna transferencia y no se entenderán. Pero ello no ocurre por
una imposibilidad esencial, ocurre porque aún no ha sido reducida a sus componentes
principales, porque el receptor no está dispuesto o por una combinación de ambas. O por
cualquiera de los matices intermedios. Quizás suceda así, o de una manera muy diferente.

Pero también puede pasar otra cosa, mucho más interesante. Cuando vemos juntos un
atardecer, nos maravillamos. Se nos une la mirada y nos emocionamos y la misma experiencia se
evoca en nosotros. Si más tarde pensamos otra vez en ese atardecer, aunque estemos a un
millón de kilómetros de distancia, solo alcanza con decir “te acordás ...??” y el recuerdo se
transfiere. Quien puede dudarlo ? Nadie, aunque puede que alguno.

Toda experiencia almacenada alguna vez no es ni mía, ni tuya ni de aquél: pensar que la misma
se posee es solo una ilusión de la mente. Cada experiencia está al alcance de todos, inserta en la
bruma cuántica de la que se construye la “realidad”. Muchas realidades, ninguna cierta.

De forma sutil, todos los estados posibles del universo están codificados en los colapsos pasados,
presentes y futuros de las funciones de onda de cada partícula que existió, existe o existirá. Igual
con la energía. Ambas son equivalentes, según la Luz al cuadrado.

Ese conocimiento también es parte de la ilusión. Así que puede que no sea cierto. Pero en estas
líneas he transferido, a algunas de las mentes que las leen, un objeto de pensamiento, una idea.
A otras no, quizás a ninguna. Pero espero que a vos si.

Así que si evocaste, mediante ellas, alguna clase de conocimiento es porque ya lo poseías.
Porque estás atento a las mismas cosas que yo, tan atento como yo. Atento a que ? A vos mismo.
A mi. Es lo mismo, o no. Forman parte de una misma ilusión ambas posibilidades.

Que elegís creer ? Lo que quieras creer conformará tu experiencia, y por tanto tus pensamientos
posteriores, tus ideas, tus actos. Y por último tu ser. Es importante, porque después me
encontraré contigo y me verás de nuevo por primera vez. O no. Después de todo, tal vez no
existas, ni yo, y a ambos nos causará gracia.

Yo elijo creer que somos Uno. De eso me compongo. No somos iguales, somos lo mismo. Puede
también que seamos solamente un engaño de los sentidos. Estos mismos sentidos que le dicen a
tu cerebro que esto es un engaño de los sentidos, incluido tu cerebro.

Cuando estemos frente a frente, pensá en el hecho de que no hay tanta diferencia entre ambos
después de todo. Eso es casi lo mismo que decir que somos casi lo mismo. Pero también habilita
la posibilidad de que percibamos la Unión, mejor dicho, la Identidad.

Si sucede que nos sonreímos, significará que estaremos intercambiando los componentes
principales de toda experiencia.

Porque aún siendo una ilusión, un engaño de los sentidos, aunque puede que no existamos y
que ni siquiera exista la bruma cuántica, en ese preciso momento habrá ocurrido un prodigio:
nos habremos reconocido.

Y será fantástico.

Você também pode gostar