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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL
SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS N° 2

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ


Magistrada ponente

STP811-2015
Radicación n° 77735
(Aprobado Acta No. 038)

Bogotá D.C., cinco (5) de febrero de dos mil quince


(2015).

ASUNTO

Resolver la impugnación presentada por el apoderado


de GABRIEL JAIME SIERRA MORENO contra la sentencia
de tutela proferida el 15 de diciembre de 2014 por la Sala
de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Medellín, que negó el amparo de sus derechos
fundamentales presuntamente vulnerados por el Juzgado
5º Penal del Circuito Especializado del mismo lugar; a cuyo
trámite fueron vinculados el Instituto Nacional Penitenciario

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Tutela No. 77735

y Carcelario (INPEC), el Establecimiento Penitenciariode


Alta y Mediana Seguridad y Carcelario “La Paz” de Itagüí y
Caprecom E.P.S.S.

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN

Según se desprende del trámite, el 30 de octubre de


2014 el ciudadano en mención fue condenado como
responsable de concierto para delinquir, desplazamiento
forzado e invasión de áreas de especial importancia
ecológica. Se dispuso igualmente la revocatoria de la
detención domiciliaria que venía disfrutando. La providencia
fue impugnada.

Cuando se le notificó la determinación reseñada, el


Director de la Cárcel de Itagüí solicitó al juzgado de
conocimiento que la “reconsiderara”, pues el penal se
encuentra en situación de hacinamiento, y «se tiene
conocimiento de que GABRIEL JAIME SIERRA MORENO presenta un
cáncer de estómago, hecho que lo hace vulnerable frente a las multiplex
[sic] situaciones de salubridad que se vive [sic] precisamente en el

interior del pabellón tres…». El despacho indicó que no era

posible acceder a tal petición, e insistió en el cumplimiento


del fallo.

Al hacerse efectiva la reclusión intramural, un médico


adscrito al INPEC lo examinó y encontró que la enfermedad
referida, junto con el trastorno mixto de ansiedad y
depresión que padece, no son compatibles con el
internamiento.

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Tutela No. 77735

El apoderado judicial acude ante la jurisdicción


constitucional deprecando el amparo de las prerrogativas
constitucionales del actor, y que en consecuencia, se ordene
al despacho demandado restituir la medida de reclusión
domiciliaria.

TRÁMITE DE LA ACCIÓN

Con auto del 1º de diciembre del año anterior, la


colegiatura de primer grado admitió el libelo introductorio y
corrió el traslado respectivo a los sujetos pasivos de la
acción.

La Fiscalía y la parte civil se opusieron a la


prosperidad de la solicitud, defendiendo la legalidad de la
sentencia cuestionada.

De manera similar, el Juzgado 5º Penal del Circuito


Especializado de Medellín explicó las razones que
fundamentaron su providencia. En cuanto a la revocatoria
de la detención domiciliaria, explicó que los dictámenes
médico legales practicados al actor concluyeron que su
estado de salud no era incompatible con la reclusión
intramural.

El INPEC expuso sus funciones generales, e indicó


que el accionante se encuentra afiliado al régimen
contributivo de salud, lo cual también indicó Caprecom
E.P.S.S. al contestar la demanda.

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Tutela No. 77735

El a quo negó la tutela solicitada, por incumplir el


requisito de subsidiariedad, pues la pretensión del actor
debe ser expuesta al interior del proceso penal mediante la
impugnación de la sentencia, o a través de una solicitud
independiente ante el despacho de primer grado,
encaminada a obtener la sustitución de la privación de la
libertad intramural por domiciliaria.

El apoderado del accionante impugnó la decisión.


Adveró que «el esperar a que se surta el recurso ordinario de apelación o
extraordinario de casación, como medios idóneos según lo indica el fallo de
tutela, mientras el señor GABRIEL JAIME se encuentre recluido en un
establecimiento carcelario, puede traer consecuencias nefastas para su

vida».

Así mismo, adujo, solicitar la sustitución demandada


al juzgado de primera instancia resultaría ineficaz, toda vez
que tal despacho «ya se había pronunciado de manera negativa
respecto del beneficio de la prisión domiciliaria para el señor SIERRA
MORENO, de acuerdo a la petición elevada por el Director del Centro

Penitenciario “La Paz”…». Finalmente, Insistió en el perjuicio

irremediable que conllevaría el confinamiento intramural,


en atención a las enfermedades degenerativas que sufre su
prohijado.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Conforme al artículo 32 del Decreto 2591 de 1991, la


Sala es competente para desatar la segunda instancia
respecto de la decisión adoptada por el Tribunal Superior
de Medellín.

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Tutela No. 77735

Dispone el artículo 86 de la Constitución Política, y así


lo reitera el artículo 1º del Decreto en cita, que la acción de
tutela tiene por objeto la protección efectiva e inmediata de
los derechos fundamentales, cuando sean amenazados o
vulnerados por la conducta activa u omisiva de las
autoridades públicas o de los particulares. Se caracteriza
por ser un trámite subsidiario e informal que tiene lugar
ante la ausencia de otro medio de defensa o su falta de
idoneidad, o excepcionalmente para evitar un perjuicio
irremediable.

En el presente asunto, la censura constitucional se


postula respecto de la decisión contenida en la sentencia
condenatoria proferida contra el demandante, consistente
en revocar la detención domiciliaria que venía disfrutando.
Asegura que las enfermedades que padece (cáncer de
estómago y trastorno mixto de ansiedad y depresión) son
incompatibles con la vida en reclusión, por lo que depreca
la restitución del sustituto referido.

De entrada, advierte la Corte que la solicitud de


amparo carece de viabilidad por incumplir el presupuesto
de subsidiaridad que rige este instituto; dado que los
razonamientos expuestos en el libelo introductorio no han
sido formulados ante los jueces naturales del asunto, o por
lo menos, no está acreditado que así haya sido.

El libelista aduce que los medios de impugnación


ordinarios (apelación y casación) no tienen la eficacia

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Tutela No. 77735

suficiente para proteger las garantías constitucionales


invocadas, dado que dichas etapas procesales pueden
tardar mucho tiempo en desatarse, y durante este lapso, la
salud de su prohijado puede deteriorarse
significativamente.

Olvida, sin embargo, que cuenta con otra alternativa,


igualmente expuesta en la sentencia de primer grado:
solicitar al juzgado de conocimiento la suspensión de la
privación de la libertad con fundamento en enfermedad
grave, regulada en el artículo 362 de la Ley 600 de 2000. A
través de esta vía, puede obtener pronta resolución de la
pretensión tutelar, sin necesidad de esperar la emisión de
la sentencia de segundo nivel, y eventualmente la de
casación. Constituye, por tanto, un medio eficaz para
defender los derechos fundamentales presuntamente
vulnerados.

Así mismo, expuso el memorialista que el juzgado


demandado «ya se había pronunciado de manera negativa respecto
del beneficio de la prisión domiciliaria para el señor SIERRA
MORENO, de acuerdo a la petición elevada por el Director del Centro

Penitenciario “La Paz”…».

La afirmación resulta, cuando menos, imprecisa. Lo


que en realidad sucedió, según se relató anteriormente, es
que ante la orden proferida en la sentencia (revocatoria de
la detención domiciliaria), el Director de aquella cárcel
interrogó al despacho sobre la posibilidad de
“reconsiderarla”, alegando que la reclusión del procesado

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Tutela No. 77735

presentaría dificultades por el hacinamiento existente en el


penal, y agregó que «se tiene conocimiento de que GABRIEL JAIME
SIERRA MORENO presenta un cáncer de estómago, hecho que lo hace
vulnerable frente a las multiplex [sic] situaciones de salubridad que se

vive [sic] precisamente en el interior del pabellón tres… ». (No explicó

en qué basaba dicho «conocimiento»).

No es posible equiparar la reseñada petición de


“reconsideración” respecto de la revocatoria de la detención
domiciliaria, elevada por un tercero; con el mecanismo
ordinario previsto en la ley, la solicitud de suspensión de la
reclusión por enfermedad grave, que debe presentar el
interesado o su representante judicial.

Por tanto, el planteamiento esbozado en la


impugnación no acredita la ineficacia del instrumento
referido, ni su agotamiento previo.

Finalmente, en criterio de la Colegiatura, no está


acreditado el alegado perjuicio irremediable que según el
censor, habilitaría la intervención del juez constitucional.

En efecto, aunque fue aportada una copia del « informe


estado de salud interno» rendido por un galeno del INPEC,

según el cual la enfermedad que padece el examinado « es


incompatible con el estado de reclusión formal »; al mismo tiempo

se cuenta con el dictamen de Medicina Legal, en el sentido


de que «el paciente no padece un grave estado de salud por
enfermedad […] la patología que presenta puede ser manejada por

sanidad carcelaria». Este último, por cierto, es el que debe

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Tutela No. 77735

tenerse en cuenta para evaluar la suspensión de la


reclusión intramural, a la luz del artículo 362 de la Ley 600
de 2000.

En tales condiciones, se descarta la procedencia de la


tutela como mecanismo provisional, pues la supuesta
amenaza ius fundamental irreparable no cuenta con
fundamento probatorio que la respalde.

Al contrario, como se expuso, los medios de


conocimiento obrantes en el plenario resultan
contradictorios y no permiten arribar a una conclusión
certera dentro de un trámite célere e informal como el de
amparo. Por ello, es imperativo que se ejercite cabalmente
el instrumento ordinario.

Los precedentes razonamientos constituyen


fundamento suficiente para confirmar la decisión de primera
instancia.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Decisión de Tutelas


N° 2, de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y
por autoridad de la Ley,

RESUELVE

1. CONFIRMAR el fallo impugnado, por las razones


expuestas en la anterior motivación.

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2. REMITIR el expediente a la Corte Constitucional


para su eventual revisión.

Notifíquese y Cúmplase,

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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TUTELA DE SEGUNDA INSTANCIA – 77735

ACCIONANTE: GABRIEL JAIME SIERRA MORENO.


APODERADO: Luis Eduardo Agudelo Suárez.
ACCIONADO: Juzgado 5º Penal del Circuito Especializado de Medellín.
VINCULADOS: Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el
Establecimiento Penitenciario y Carcelario “La Paz” de Itagüí y Caprecom E.P.S.S.
1ª INSTANCIA: Sala Penal del Tribunal de Medellín (Miguel Humberto Jaime
Contreras, Pío Nicolás Jaramillo Marín y Maritza del Socorro Ortiz Castro).

ASUNTO: La censura constitucional se postula respecto de la decisión


contenida en la sentencia condenatoria proferida contra el demandante, consistente en
revocar la detención domiciliaria que venía disfrutando. Asegura que las enfermedades
que padece (cáncer de estómago y trastorno mixto de ansiedad y depresión) son
incompatibles con la vida en reclusión, por lo que depreca la restitución del sustituto
referido.

DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

El a quo denegó la tutela solicitada, por incumplir el requisito de


subsidiariedad, pues la pretensión del actor debe ser expuesta al interior del proceso
penal mediante la impugnación de la sentencia, o a través de una solicitud
independiente ante el despacho de primer grado, encaminada a obtener la
sustitución de la privación de la libertad intramural por domiciliaria.

DECISIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala confirmó el fallo. Según indicó, la acción de tutela se torna


improcedente, pues el actor cuenta con un mecanismo ordinario para satisfacer su
pretensión (solicitar al juzgado de conocimiento la suspensión de la reclusión
intramural por enfermedad grave). La resolución de dicho pedimento no puede
diferirse hasta la emisión de la sentencia de segundo grado –y eventualmente de
casación-, por lo que el instrumento resulta eficaz y descarta la vía constitucional.

Contrario a lo expuesto por el opugnador, una solicitud en tal sentido no ha


sido elevada, pues no es equiparable a la sugerencia que en su momento hizo el
Director de la Cárcel de Itagüí al despacho de primera instancia, consistente en
“reconsiderar” la revocatoria de la prisión domiciliaria, alegando problemas de
hacinamiento en el penal y las enfermedades padecidas por el accionante.

En el mismo sentido, el alegado perjuicio irremediable, consistente en el


posible deterioro del estado de salud del demandante, no cuenta con sustento
probatorio para viabilizar la intervención constitucional, pues existen conceptos
médicos contradictorios sobre la incompatibilidad de sus patologías con la reclusión
intramural. Por ello, es necesario que la controversia sea resuelta en su escenario
natural.

Sala: 19 de febrero de 2015


Vence: 19 de febrero de 2015

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